JLRomero - Contra La Manipulación Ideológica

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José Luis Romero "Contra la manipulación ideológica" Madrid: Editor, 2000

Transcript of JLRomero - Contra La Manipulación Ideológica

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    Nueve reflexiones y una cancinal calor del movimicuto estudiantil

    ('U los alhon's dd siglo XXI

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    M\N II)U L\(]{)N IIlEOLGICA

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    Jos Luis Romero Cuadra

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  • A modo de introduccin 4

    Sobre la solidaridad 6

    Sobre el exceso de informacin 8

    Con cartno y agradecimiento para Lo/a,Luis, Silvia, Juan Ignacio, Oscar, Loic ; paraRafa, Diego, Cecilia y dems gente de laasamblea, y cuant@s sin ser profesor*s han sidomaestr(aJs, pues de y con el/@s pude aprenderalgo y gracias a lo cual esto es aqu y ahora.

    Sobre la tolerancia 9

    Sobre la ONU 12

    Sobre los Derechos Humanos 14

    Sobre el respeto a las ideas 16

    Seriedad......................................... 19

    Sobre la relatividad de los valores 22

    Sobre )05 verdaderos criminales 25

    Vamos a contar mentiras 30Junio 2000

    DL M-390 19-2000

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  • A modo de introduccin cuyo seno podramos incluir el anlisis de otros trminos tanrelevantes como el de 'izquierda' (poltica, claro).

    El sentido e intencin de las crticas aqu plasmadas y decualesquiera otras con aspiraciones radicales y que no olviden niperviertan el significado tanto del trmino 'crtica' (criba,separacin y destruccin de lo negativo) como del vocablo'radical' (que va a la raz o fundamento de las cosas), chocafrontalmente con la situacin de alienante adormecimiento yevasin auto y heteroinducida que al respecto de casi cualquieraspecto de la realidad manifiestan tanto la sociedad en generalcomo -10 que es ms escandaloso an si cabe- la poblacinuniversitaria en particular. De serIo alguien (y sin interferir en elobjetivo laboral perfectamente complementario cuando as lorequiera la propia temtica de cada caso concreto), la universidaddebera ser el motor de la crtica social, y no una fbricacolectiva de conformismo atolondrado, como actualmente seconstituye salvo excepciones individuales tan loables comoescasas. Por su parte, la crtica no acompaada de accin yconsecuencias prcticas cuando stas se derivan de aquella, esintil e incluso absurda, pues si se critican las cosas es paracambiarlas. Por lo tanto, la universidad debera y debe, no slo norechazar, sino alentar e incluso promover toda crtica justificadaas como las acciones con ella consecuentes.

    Desgraciadamente, y sin entrar en comparaciones tempo-rales, la distancia existente hoy da a este respecto entre los planosontolgico y deontolgico, descriptivo y prescriptivo, difcilmentepuede concebirse como susceptible de un mayor aumento.Aunque ya vemos que no cejan en el empeo.

    Pese a la existencia previa de algunos borradores, y aunquelas referencias a estos hechos sean slo puntuales, puedeafirmarse que, en cierto sentido, la prctica totalidad de estostextos surge, directa o indirectamente, al amparo del movimientoestudiantil asambleario que ha tenido lugar en los ltimos meses apartir del revuelo armado por el tan trado Informe Universidad2000 o Bricall. La explcita sumisin de la entidad universitaria yde la educacin en general a los intereses privados del mercado yla consiguiente explotacin ya cuasi omnipresente con elbeneplcito de sistema, instituciones y medios 'deformativos'oficiales y oficiosos, ha encontrado ya en huelgas, manifesta-ciones y diversas actividades de desigual fortuna la respuestaformulada por parte de la poblacin estudiantil con la que stasaludaba el ltimo ao del prematuramente despedido siglo xx.

    Quienes hemos coincidido y trabajado en la Asamblea deEstudiantes de Psicologa de la U.C.M. hemos tenido la ocasinde coparticipar en singulares acciones y experiencias, desde eldesarrollo de la propia actividad asamblearia y reivindicativa,hasta constatar la grabacin de nuestras asambleas por parte delos servicios de seguridad de la 'tolerante' y 'democrtica'U.C.M., o el secuestro, presumiblemente por parte de esosmismos servicios, de la escasa prensa universitaria independienteque haca eco del citado acontecimiento, pasando por elcuestionamiento de los planes de estudios de la facultad as comode sus rganos de gobierno.

    Gran parte de los textos aqu recogidos fueron origina-riamente escritos y en cierta medida difundidos en forma depanfletos, firmndose algunos con rtulos como "Algun@sestudiantes de Somosaguas", "Pensamiento aqu y ahora" o con elpropio ttulo de este cuadernillo, pretendiendo estar dotados todosellos de un explcito carcter tanto de incitacin sociopolticacomo de desenmascaramiento ideolgico. En este sentido,algunos aluden al modus operandi del calificado como'doblelenguaje', de inspiracin abiertamente orwelliana, y en

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  • Sobre la solidaridad La idea en s resulta cmica, pero es an ms trgica dada suextensa facticidad.

    Por otro lado, pensar que por la va de la solidaridad puedellegar a conseguirse lo mismo que por la va de la justicia resultaaltamente ingenuo, pues significa pensar que aquellos queimpiden la realidad de la justicia y se oponen a ella, van a permitirahora, de buena gana, por propia voluntad y opcionalmente, larestitucin de los abusos, privilegios y riquezas obtenidas y laprdida del status propio. Es evidente que, si en verdad hubiera talintencin, sta intentara, de motu propio, realizarse por el caminode la justicia.

    La UNESCO ha declarado el ao 2000 como AoInternacional para una Cultura de Paz. Su ex-director general,Federico Mayor Zaragoza, particip el pasado mes de febrero enesa parafernalia de la UCM llamada Foro Complutense (Social eneste caso), bajo el ttulo "Hacia un nuevo mundo de paz ysolidaridad", donde centr su discurso en la necesidad de lasolidaridad y la compasin como medios para solucionar losmales del mundo, adems de defender una instancia tan'democrtica' como la ONU y soltar 'perlas' como que "esnegativo que Europa intente independizarse militarmente deEstados Unidos" (sic).

    Ya basta de demagogia. Por qu estas proclamas, estosttulos? Por qu 'solidaridad' y no 'justicia'? Hasta ahorasiempre se haba pedido justicia. Tanto explotados yrevolucionarios como las madres de la Plaza de Mayo jamspidieron solidaridad. De su boca slo sala una peticin: justicia.Por qu de repente, en nuestros das, se cambia y se pidesolidaridad? Por qu ni siquiera se menciona apenas la justicia?All donde hay justicia es necesaria la solidaridad?

    Este cambio en el discurso parece buscar la confusin dembitos, trminos y acciones. La justicia, lo que es justo, es undeber, una obligacin tica, un derecho que debe ser reconocido.La solidaridad o la caridad no son obligaciones o deberes, sinoacciones opcionales y voluntarias: un favor. Por qu se pidecomo muestra de solidaridad aquello que, de suyo, pertenece almbito de la justicia? Todo parece indicar que el objetivo esborrar de la consciencia social y reivindicativa la idea de lajusticia, de aquello que es lcito reclamar no como un favor ajeno,sino como un derecho propio y un deber del otro; no como unapeticin, sino como una exigencia. De esta forma se paralizarantodas aquellas acciones encaminadas a la obtencin de cambiosconfigurados como derechos firmes y susceptibles de institucio-nalizacin, inamovibles. La idea es que el robado pida lo robadocomo un favor que le hacen y llegue a pensar que el ladrn est ensu derecho de no devolverlo, y que l no tiene derecho a exigirlo.

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  • Sobre el exceso de informacin Sobre la tolerancia

    Es ya un lugar comn afirmar que el exceso o sobrea-bundancia de informacin, datos o noticias satura e impide laaccin, pues imposibilita la obtencin del adecuado criteriodiscriminado!'.

    Radicalmente falso.El acceso a un criterio apropiado no es impedido por la

    abundancia o exceso de informacin sino, precisamente, por lafalta de informacin, si bien de una informacin determinada: laadecuada o pertinente, aquella que resulta relevante en cada caso.Teniendo la informacin conveniente, es posible formar uncriterio que permita enjuiciar toda la informacin restante, pormuy abundante que sea sta.

    Lo mismo ocurre respecto de la formacin o educacin. Sedice que la informacin no es formacin, pero la formacin noconsiste sino en la transmisin de informacin. Ahora bien, segnsea la informacin transmitida se obtendr una buena formacin/educacin o una mala formacin/educacin (esto es, 'deforma-cin'). Una formacin adecuada no precisa sino de la transmisinde informacin, si bien de un tipo de informacin determinado, yno de cualquiera.

    El hecho es, precisamente, que no se ofrece abiertamente lainformacin relevante, antes bien se oculta, y se sustituye por todauna avalancha de informacin mayormente intranscendente.Debemos pensar que lo hacen sin darse cuenta? Acaso no sonconscientes y admiten que la mayor parte de la informacin esbanal y malformadora? Y con el esfuerzo que se toman entransmitirIa a pesar de todo, acaso no seran capaces detransmitir la informacin adecuada si realmente quisieran?

    La tolerancia: otro de los grandes conceptos-farsa de laactualidad. Tolerar significa primordialmente aguantar, soportar,y es una actitud que se adopta ante lo malo. Lo bueno no se tolera,lo bueno se disfruta. Y lo malo, en principio, no debe tolerarse ;debe eliminarse. Desde cuando es un principio tico aguantar osoportar lo malo (excepto en el ramalazo de sumisin y/omasoquismo propuesto por algunas corrientes religiosas opseudoreligiosas tan deformantes como abundantes)? Lo maloslo debe tolerarse o aguantarse cuando no hacerla implica laaparicin de un mal mayor que aquel que se pretende eliminar.Slo entonces tiene sentido tolerar el mal.

    Pero es que, adems, si atendemos al uso que se hace de estetrmino, vemos que tal uso tiene lugar en contextos tota.lmenteinadecuados e injustificados. Calificar algo como susceptible deser o no tolerado implica calificar como malo o negativo ese algo.y resulta que lo que habitualmente se recomienda que seatolerado es simplemente aquello que es distinto de nosotr@s (otraraza, otra cultura, otro pas, otra lengua, otro sexo u otra opcinsexual, otros hbitos, costumbres o gustos, etc.), como si lodistinto, por el mero hecho de serio, fuera malo o negativo.Cuando se pide que se tolere a el/la diferente o a lo diferente, elmensaje implcito es que el/la diferente o lo diferente es algonegativo que, a nuestro pesar, hemos de tolerar, cosa que notendramos que hacer en un mundo ideal, pero que como elmundo no es perfecto ... pues en fin, tendremos que aguantarlo.Obviamente, ello se har tan slo cuando las consecuencias deoptar por la intolerancia y no aguantarlo sean neg~tivas, no s?lopara el/la/lo intolerad@ (lo cual ocurre necesanamente), SIllatambin para el/la intolerante, lo cual sucede quizs en algunospases en la actualidad, pues en la mayor parte del mundo y de lahistoria, el/la otr@, si es ms dbil, es radicalmente intolerad@sin que ello suponga apenas el menor perjuicio para el/laintolerante.

    Pero es que debe negarse la (premisa) mayor, esto es, queel/la otr@, lo otro, lo diferente o distinto, sea negativo. No hay

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  • nada que tolerar porque no hay nada malo en lo distinto en cuantotal.

    Por otro lado, la mayor parte de las caractersticas negativasde el/la otr@ o lo otro suelen reducirse a simples molestiasestticas; esto es, que lo diferente nos parece feo, lo cual, a suvez, suele ser una mera cuestin de hbito. No obstante, si a elloaadimos la dominante suplantacin de la tica por la esttica[ya no se dice si algo es bueno o malo, sino si es bonito o feo, sinos gusta o no nos gusta; antes para gustos estaban los colores ylo bueno o malo no dependa de opiniones, ahora lo que est bieno mal depende de cada uno (de cada punto de vista o'perspectiva', se dice trivializando el lenguaje filosfico),mientras que quien no perciba que talo cual cosa es una obra dearte es un inculto o tiene mal gusto; existe el buen y el mal gusto,pero, socrticamente, la maldad suele reducirse a ignorancia],resulta que ser fe@ y herir nuestra exquisita sensibilidad estticaes el pecado ms grave que puede cometerse : "[Encima de pobre,fe@! Lo que hay que aguantar! Tiene suerte de que somostolerantes, que si no bien le bamos a poner en su sitio, dondedebera estar !"

    El discurso de la tolerancia cumple las reglas del'doblelenguaje', segn lo cual se ponen en circulacin trminosutilizndolos en contextos en los cuales significan algo distinto ycontradictorio respecto del significado original, pero sin hacerexplcito dicho cambio de sentido, de manera que, si no sondetectados prontamente (lo que no suele pasar, pues primero seutilizan en contextos donde el sentido vara slo un poco respectodel original, para luego irse alejando progresivamente hasta sercontrario suyo), dichos trminos inundan el lenguaje cotidianocreando una confusin de significados que, paradjicamente, noes advertida, lo que permite utilizarlos en un sentido u otro segnla conveniencia (as, por ejemplo, la tolerancia recupera susentido original cuando se dice de algo que "es intolerable",contradiciendo as el publicitado bien de la tolerancia como valorsupremo o prioritario), aturdiendo y manipulando al personal, quese ve privado as de las armas del pensamiento: las palabras y sussentidos o significados, los conceptos.

    Ello ocurre incluso cuando el uso del trmino en cuestin sedesplaza hasta contextos para los cuales ya existe un trminoadecuado con su correspondiente sentido, el cual es usurpado osuplantado por el trmino invasor que, por arrastrar el lastre de laconexin con su sentido originario al cual sigue sirviendo, enmodo alguno logra ocupar en toda su concrecin el espaciointensional o significativo del trmino que sustituye, lo que nohace sino contribuir al enredo y aumentar la confusin.

    En este sentido, 'tolerancia' sustituye a 'respeto', trminoste de muy distinta significacin pues, al contrario que latolerancia, el respeto es una actitud que se adopta ante lo bueno,lo valioso, lo positivo. Se respeta lo que es respetable o digno derespeto, y respetarlo es reconocer su valor y dignidad y obrar enconsecuencia, esto es, no atentando contra ello.

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    Sobre la ONUpor la pertinente cantidad de millones de dlares que seembolsaron Yeltsin y compaa.

    Muy democrtico, s seor. Y an as, desgraciadamente,hemos de admitir que, dentro de lo que hay, no es de lo peor.

    Es una proposicin casi omnipresente y sin oposicinaquella que expone la conveniencia y necesidad de remitir yestablecer cdigos en el marco de una instancia democrticainternacional cuyo ncleo se considera ya pertinentementeestablecido: la Organizacin de las Naciones Unidas.

    El marco de la O.N.U., un marco hecho casi a total medidade U.S.A. Decimos 'casi' porque, adems de U.S.A. y sus dos'colegas' (Inglaterra y Francia), tambin Rusia y Chinapertenecen al exclusivo y excluyente club permanente de losprivilegiados con derecho de veto. El Consejo de Seguridad de laO.N.U. se compone de los cinco 'grandes' mencionados, que sonmiembros permanentes y tienen derecho de veto, y de otros 10miembros ms no permanentes, que son elegidos por un perodode dos aos, representan los grupos regionales y no soninmediatamente reelegibles. En caso de amenaza para la paz oagresin puede adoptar resoluciones obligatorias para todos losEstados, incluido el empleo de las fuerzas armadas y laimposicin de sanciones econmicas.

    U.S.A. rechaz el proyecto de la Sociedad de Naciones(antecedente de la O.N.U. propuesto despus de la 1G.M. en 1920y que fracas al enfrentarse a los problemas que prepararon elestallido de la 11 G.M.) porque otorgaba a todos los pasesmiembros el mismo poder de decisin. U.S.A. fue el nico estadoindependiente que en ningn momento fue miembro de laSociedad de Naciones, pues su Congreso se neg a ratificar elTratado de Versalles de 1919 que inclua el Pacto que cre laSociedad de Naciones, Pacto paradjicamente inspirado en los 14Puntos expuestos por el presidente estadounidense W. Wilson en1918. La ltima sesin de la Asamblea de la Sociedad deNaciones, en ]946, se celebr para decidir que los bienes yresponsabilidades de la Sociedad de Naciones pasaran a la O.N.U.

    Si la O.N.U. no dio su aprobacin (que no es lo mismo queoponerse) a la intervencin de U.S.A. en Kosovo fue por el vetode China, pues Rusia ya haba sido convenientemente comprada

  • Sobre la Declaracin Universal de losDerechos Humanos

    que el cumplimiento de tales derechos implica necesariamente elacceso a los recursos naturales y medios de produccin, por loque stos no pueden ser objeto de propiedad privada, ya que ellosupondra eliminar el libre acceso de los dems seres humanos atales medios y recursos.

    Sin embargo, de hecho, la propiedad privada se extiende alas riquezas naturales y medios de produccin, con lo que,ciertamente, se impide el libre acceso a ello de las demspersonas, las cuales, dado que no pueden emigrar a otro planeta oparaso alguno, no tienen ms opcin, para acceder a los recursosilegtimamente apropiados por algunos, que entrar en el juego delMercado y vender la nica propiedad que tienen: su fuerza detrabajo. Tal es la esencia del as llamado 'trabajo asalariado'.Venderse para poder vivir. Claro es que hay alternativa: no vivir.La diferencia con el esclavo estriba en que el asalariado lo es atiempo parcial: en nuestra sociedad actual una media de 8 horasal da, la mitad del tiempo real de vida consciente.

    El llamado 'Neo liberalismo' , la supuesta 'Tercera va' o lafamosa 'Globalizacin' no son sino las ms recientes andanadasde este injusto sistema de produccin tradicionalmente deno-minado como 'Capitalismo', cuya expansin en nuestros dasalcanza la prctica totalidad del planeta y tiende a lmites deopresin y explotacin que nos retrotraen a las peores pocas delsiglo XIX donde, como hoy da, apenas encontraba oposicinfirme y activa, lo cual convierte a sta en algo actualmenteimprescindible y prioritario.

    CRTICA EXTERNA:

    Alguien dijo que los derechos humanos son esos derechosque todos estn de acuerdo en respetar y ninguno respeta.

    Ms despersonalizada y adecuadamente, podemos afirmarque los derechos humanos son esos derechos que en todas partesse afirma que deben ser respetados y en ninguna se respetan.

    CRTICA INTERNA:

    Un examen mnimamente detallado de la DeclaracinUniversal de los Derechos Humanos, formulada en 1948 por lasNaciones Unidas, muestra claramente cmo los derechos en ellaexpuestos entran en conflicto y contradiccin.

    El culpable, cmo no, resulta ser el impresentable artculo17, que reza como sigue:"l. Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y

    colectivamente.""2. Nadie ser privado arbitrariamente de su propiedad."

    La simplicidad y falta de precisiones de estos enunciadosdesemboca en la interpretacin segn la cual no hay ningunarestriccin al derecho a la propiedad y, por lo tanto, a la propiedadprivada: todo es susceptible de ser propiedad privada de alguien.

    Pero es evidente que la propiedad de las riquezas naturales ylos medios de produccin por unos excluye de ello a los dems,con lo que, adems de la obviedad de que la propiedad de unosexcluye esa propiedad de otros, resulta que la apropiacin de talesmedios impide el cumplimiento de los derechos ms funda-mentales, como la educacin, la libre expresin, la libertad o lapropia vida y seguridad.

    Pese a que (sin duda no casualmente) la Declaracin omitetodo comentario sobre la primaca o conflicto de unos derechossobre otros, es del todo evidente que los derechos citados,comenzando por el derecho a la vida y a la libertad, son todosellos superiores al derecho a la propiedad formulado, as como

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    Por otro lado, tambin debe destacarse la ausencia en laDeclaracin de derechos tan legtimos y evidentes, y otrorareconocidos, como el denominado 'derecho a la resistencia' y larebelin contra la inj usticia manifiesta -con independencia delestatuto legislativo concreto en cada caso-, as como la inclusinde puntos tan cuestionables como el artculo 16, "3. La familia esel elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derechoa la proteccin de la sociedad y del Estado" (qu familia? quEstado ?).

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  • Sobre el respeto a las ideas buscarse su bienestar y fomentar la libre expresin de sus ideas uopiniones.

    Ahora bien, una cosa es la expresin de una idea y otra muydistinta la idea expresada. Como ya se ha dicho, la expresin deideas es valiosa y respetable en tanto que medio para la felicidady realizacin personales. Por su parte, las ideas no poseen unvalor en tanto meramente expresadas, sino en cuanto correctas oacertadas, esto es, en cuanto verdaderas. El valor de una idea es suvalor de verdad (valor epistemolgico). A su vez, el valor deverdad de una idea se descubre o manifiesta por medio de laadecuada justificacin de la misma, lo cual sucede mediante lascorrespondientes argumentaciones que puedan tener lugar.

    Por lo tanto, las ideas se mostrarn como valiosas yrespetables en la medida en que estn bien argumentadas. Por elmero enunciado de una idea sta no merece ningn respeto encuanto tal. Se respeta, permite y fomenta su expresin, pero laidea debe hacerse respetar mostrando los argumentos que lajustifican, y puede y debe ser atacada y puesta a prueba por otrasideas tanto como sea posible. Una idea adecuadamente justificadano precisa de ninguna actitud condescendiente hacia ella, puesella misma se hace digna de respeto, a la par que tal caractersticase ausenta de las ideas a ella opuestas.

    Cabe tambin el caso de ideas o creencias cuyo valor noderive de su verdad o correccin, sino del bien o beneficio quepudieran ocasionar. Su valor no sera entonces epistemolgico,sino tico, en funcin de dicho bien o beneficio. Pero, entonces,tambin en este caso debe mostrarse y/o argumentarse la supuestarelacin existente entre la idea en cuestin y el bien o beneficioque su creencia pudiera reportar. Por lo tanto, el valor tico deuna idea descansa a su vez sobre el valor epistemolgico de lamisma. (En todo caso, an si as no fuera, la idea seguira sintener valor por s misma con independencia de la relacin que ellao su creencia pudieran tener con la restante realidad concreta.)

    Por ltimo, debe denunciarse la evidente falacia que suponela tesis segn la cual no respetar las ideas de una persona es norespetar esa persona, presuponiendo que una persona no es sinosus ideas. Como ya hemos visto, una cosa es la persona, otra laexpresin de ideas por parte de esa persona, y otra las ideas as

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    No resulta infrecuente presenciar debates, discusiones odisputas verbales en las que, ante el 'ataque' del adversario a lasideas, opiniones y/o creencias expuestas por alguno de losparticipantes, ste recurre a la socorrida exigencia segn la cual"hay que respetar las ideas de los dems" (en este caso, claro est,las suyas), llegando a veces incluso a desviarse la polmica haciala correccin o no de dicha tesis y/o la supuesta relacin existenteentre el respeto a las ideas expresadas por alguien y aquel referidoa quien las expresa o defiende.

    Esta polmica descansa sobre una cierta confusin rela-tivamente simple y fcil de aclarar (hasta el punto de que a vecespuede afirmarse que quien la produce o fomenta 10 hace con plenaconsciencia a fin de entorpecer o desviar la discusin originaria) :confusin sobre la esencia del respeto (lo que el respeto es) ysobre los tres distintos mbitos de aplicacin del mismo aqupresentes: las ideas, su expresin y las personas que lo hacen.

    Al contrario que la tolerancia, el respeto es una actitud quese adopta ante lo bueno, lo valioso, 10 positivo. Se respeta lo quees respetable o digno de respeto, y respetarlo es reconocer suvalor y dignidad y obrar en consecuencia, esto es, no atentandocontra ello.

    Las personas constituyen el valor supremo y como tal hande ser respetadas no subordinndolas a ninguna otra entidad.Adems del consiguiente derecho a la vida, las personas tambintienen el derecho a la libertad, pues es la libertad lo que lasconstituye como personas y lo que a su vez se constituye comomedio indispensable para obtener tanto la felicidad como larealizacin personal. Entre las diversas libertades se encuentra lalibertad de expresin de ideas, opiniones y creencias, existiendo elconsiguiente derecho a la libertad de expresin, el cual slo puede-y debe- ser limitado de entrar en conflicto con otros derechossuperiores, como la propia vida u otras libertades. As pues, deberespetarse tanto las personas como su libertad de expresin, lo quesignifica que no debe atentarse contra ellas sino, antes bien, debe

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  • expresadas. La confusin de estas tres realidades claramentedistinguibles deriva frecuentemente en estrambticos absurdos yconfusiones. Una persona no es la expresin de sus ideas, puespuede no expresar ninguna y seguir siendo persona. La expresinde ideas no son las ideas expresadas, pues se tiene ideas sinexpresarlas continuamente. Finalmente, una persona no es lasideas que tiene, pues stas pueden cambiar y desaparecer mientrasla persona permanece. Ciertamente, la persona cambia al cambiarsus ideas, e igualmente precisa tener siempre ideas para seguirsiendo persona, pero la persona no es la suma de ideas que tieneen cada momento sino que, en todo caso, la persona es laposibilidad de cambiar de ideas, de contrastar opiniones, derevisar sus creencias y, en definitiva, de eliminar sus ideaserrneas y no respetables en favor de aquellas que se muestrancomo ms adecuadas y entre las cuales se incluye esta idea quemuestra la diferencia entre la persona y sus ideas.

    La manipulacin ideolgica, forma de control de la acti-vidad de los individuos en principio opuesta a la fuerza oviolencia explcita pero no menos efectiva, alcanza en nuestrosdas -como en otros- cotas de realidad usualmente insospechadasfuera del mbito de la literatura antiutpica. Ms sutil que lamanifiesta inculcacin de ideologas diversas presentadas comounidades presumiblemente autocoherentes resulta la manipulacinque, paulatina pero continuamente, se produce con, por y en ellenguaje, y en especial con aquel uso del mismo mediticamenteconfigurado y transmitido. Hacemos o actuamos en funcin de 10que pensamos y pensamos en funcin de 10 que hablamos, sin quela exposicin de esta tesis implique necesariamente asuncinalguna de reduccionismos omniexcluyentes.

    La manipulacin de las palabras se extiende hasta el uso detrminos tan cotidianos como aparentemente libres de sospecha.As ocurre, por ejemplo, con el calificativo 'serio'.

    Qu significa 'serio'? Atendiendo a la primera acepcinque -seguramente- viene a nuestra mente (y as es reflejada en eldiccionario), 'serio' significa importante, digno de consideracin.Sin embargo, podemos fcilmente constatar que dicho trminocobra un significado muy distinto en frases tan habituales como"Qu serio ests, anmate un poco", "Ahora no te pongas serio,que. quiero divertirme" y similares. En estos casos, 'serio'equivale fundamentalmente a 'aburrido' (y quiz tambin a'triste' en ciertas ocasiones; acepciones ambas, dicho sea depaso, que no recoge el diccionario). As, es preciso realizar un parde consideraciones al respecto.

    En primer lugar, ha de observarse que lo contrario de'aburrido' no es simplemente 'alegre' o 'divertido' (que seran locontrario de 'triste'), sino la ms amplia connotacin de: int.eresant.e' o digno de inters y atencin (que bien no excluye lojovial), mientras que 'importante' se opone a 'banal' 'trivial''superfluo' o 'superficial'. "

    Por otro lado, debe resaltarse que los dos sentidos deltrmino que nos ocupa no slo son distintos, sino que, adems,

    Seriedad

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    y su importante significacin correspondiente en detrimento de la'aburrida' usurpadora. Seriedad.son incompatibles, contradictorios, mutuamente excluyentes. Al-

    go importante o considerado como tal en modo alguno puede seralgo aburrido sino que, por el contrario, en la misma medida enque es tenido como importante aparece siendo igualmenteinteresante (que no necesariamente divertido).

    Ahora bien, estas disquisiciones no son presentadas comocorrelato del uso equvoco del vocablo aqu tratado y por el queinadvertidamente ste deviene polismico, de manera que talesdisquisiciones expliciten dicho uso, con lo que en modo algunosuele tomarse consciencia de ellas ni de la equivocidad a la queapuntan. El consiguiente resultado es la fusin y confusin deambos significados cuando el uso del trmino ('serio') lo sita enel segundo (aburrido) sin que a ello corresponda conscienciaalguna de haber rechazado el primero (importante) y pese a loincompatible de la simultaneidad de ambos. A su vez, el sentidono explicitado (aburrido) queda paulatinamente ligado almanifiesto (importante) hasta vincularse a l incluso en aquellosusos del trmino claramente originarios. De esta forma deviene elfatal desenlace: lo importante es aburrido.

    La repercusin de esta concreta y soterrada aplicacin del'doblelenguaje' tiene sus ms claras e inquietantes manifesta-ciones tanto en el campo de la enseanza escolar como de laeducacin en general, incluyendo la totalidad de los mbitosextra-acadmicos. All donde una informacin pretenda sertransmitida y justificada dicha transmisin en la importancia de lamisma, entonces -con independencia de su posible formulacinexplcita- acudir a la mente (especialmente a la de lospotenciales receptores incapaces de evaluar tal importancia) laequivalencia entre importante y serio, la cual ir acompaada dela cada vez ms fcilmente asimilada equiparacin entrecualesquiera de estas connotaciones y la de aburrido, cuyaetiqueta ser irremisiblemente otorgada al objeto digno de inters,el cual, pese a mantener su cualidad intrnseca, se ver privado delas originariamente consecuentes percepciones subjetivas y serya incapaz de suscitar el inters fctico correspondiente.

    Sirvan siquiera estas lneas como denuncia de estos hechos ala par que reivindicacin por el uso originario del trmino 'serio'

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  • Sobre la relatividad de los valores estaramos admitiendo que hay valores absolutos. Podemos ponerejemplos similares pero con respecto a los seres vivos nohumanos, pero el valor de la vida humana parece ser el msfcilmente reconocible dada su importancia superior. Lo mismosucede con relacin a la felicidad de otros seres humanos,felicidad que en modo alguno tendra que influir en la nuestra(pues puede que no tengamos siquiera conocimiento de laexistencia de tales humanos concretos susceptibles de ser felices),pero que difcilmente dejaremos de admitir que tambin tiene unvalor independientemente de sta. Tendramos entonces queajustar nuestro sistema de fines y medios para incluir en el mismola vida y felicidad de los dems. ste es el fundamento quesubyace en la afirmacin de los derechos humanos y que, conmayor o menor desacierto, intentan (o eso dicen) ser recogidospor las constituciones modernas y contemporneas.

    Ahora bien, es un hecho que tales derechos no sonuniversalmente admitidos (si bien tampoco constituyen, ni muchomenos, una particularidad occidental), lo que puede llevar apensar que, tanto ellos como los valores en los que se funda-mentan, no son algo objetivo, sino fruto de la mera ocurrencia delas mentes de los individuos. Pero esta conclusin no es en modoalguno necesaria. Sin duda puede ocurrir as en ocasiones, comode hecho ocurre en el caso de supuestos derechos universalesrelativos a la propiedad o a las entidades nacionales. Pero tambinpuede suceder y sucede que el sentido estimativa de los valoresno alcance el grado de agudeza suficiente como para percibirIosadecuadamente, a semejanza que el ojo no educado en ello nopercibe los matices de blancura que los esquimales observan en lanieve, o como el paladar o el olfato no acostumbrados no distin-guen las mltiples variedades de sabores y olores que deleitan aexpertos catadores, o como al no entendido le parecen semejanteslos cantos de distintas aves o no distingue los distintos rasgosfaciales de los individuos que conforman un grupo de chim-pancs, cosa que s llega a hacer el estudioso de los mismos.Queda, sin embargo, una tercera opcin: lo que ha venido enllamarse 'ceguera ante los valores', por la que el individuo puedepercibir un objeto valioso y -con cierto grado de consciencia yvoluntad- 'cerrar los ojos' ante el valor que porta dicho objeto, no

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    La existencia de valores objetivos o absolutos es afirmadapor unos y negada por otros, los cuales sostienen que los valoresson relativos o subjetivos. El problema estriba, principalmente, endefinir qu se quiere decir cuando se afirman tales cosas. Si semantiene que los valores son relativos, qu es exactamente loque se mantiene? Relativos a qu? Si algo es relativo, esrelativo a otro algo, y ello indica una cierta dependencia de aquelrespecto de ste. Por lo tanto la cuestin es saber con respecto aqu son dependientes los valores, y ello equivale al respecto a quson relativos. Cul es la dependencia de los valores por la que seafirma que son relativos en algn sentido? Suele afirmarse queson relativos al sujeto, y por ello tambin se dice que son'subjetivos'. Pero entonces en qu sentido son subjetivos orelativos al sujeto?

    Varias son las opciones; por ejemplo: relativos a lavoluntad del sujeto, relativos al conocimiento del sujeto, relativosa las necesidades del sujeto, relativos a la existencia del sujeto,etc. En verdad sera preciso llevar a cabo un examenpormenorizado de cada una de estas opciones, a la par que unestudio detallado que mostrara la estructura anta lgica esencialdel ser axiolgico, y que permitiera as fundamentar nuestraeleccin. Pero un anlisis semejante desborda los propsitos deeste escrito y, por otro lado, tampoco parece que sea realmentenecesario. En efecto, bastara para lo que aqu nos ocupa consaber si hay algn valor que sea del todo ajeno e independiente detodas estas relaciones, las cuales, por otra parte, s tienen lugar ydan origen, efectivamente, a los correspondientes tipos de valoresrelativos que, a su vez, no por ser relativos dejan de ser tambinvalores.

    La solucin al dilema puede hallarse preguntndonos SIadmitimos o reconocemos, por ejemplo, algn valor en laexistencia de otros seres humanos que ni conocemos, niconoceremos, ni en modo alguno entran o entrarn en relacincon nosotros, si consideramos como valiosa la vida de otros sereshumanos aunque sta no nos afecte en absoluto. De ser aS,

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  • percibiendo entonces tal objeto como valioso, sine slo comoobjeto carente de valor.

    El pasado martes 11 de abril de 2000 tuvo lugar en elcampus de Somosaguas un acto simblico dirigido hacia lasentidades bancarias presentes en dicho campus y realizado por unnmero considerable de estudiantes de todas las facultades delmismo. Dicho acto simblico consisti en pintar y empapelar lassucursales bancarias y los cajeros como forma de manifestacinde protesta realmente visible. Los motivos de dicha protestafueron escritos en las propias hojas con las que se empapel.

    No obstante, a raz de esta accin han surgido diversasprotestas contra la misma tanto por parte tanto de las entidadesacadmicas como de I@s profesor*s y l@s propi@s compaer@sestudiantes, acusando dicha accin de injustificada as como deacto vandl ico y delictivo, totalmente falto de respeto. Esto nos hallevado a algun@s a reflexionar seria y crticamente sobre elasunto, pensando entonces que seguramente sea necesarioexplicar algunas cosas que, de puro obvias, much@s damos porsupuestas de antemano. Sirvan, pues, estas lneas a modo deleccin bsica de realismo crtico para aquell@s que no hayantenido ocasin previa de acceder a ello, y de recordatorio paraaquell@s que parecen haberlo olvidado.

    En el planeta Tierra hay seres vivos que son personas. Paravivir, las personas necesitan satisfacer sus necesidades bsicas:comer, dormir, vestirse y guarecerse, curarse, etc. Adems delderecho a la vida, las personas tambin tienen derecho al bienestarfsico y psicolgico, a realizar su proyecto vital e intentar serfelices; por ello es necesaria la adecuada educacin, a la quetambin se tiene derecho. Para todo ello las personas precisanutilizar los recursos naturales como el suelo, el agua, losmateriales de la tierra, las plantas y animales y, en definitiva, loque ha venido en llamarse los medios de produccin.

    Sobre los verdaderos criminales

    Es una vieja costumbre de la humanidad sa de pasar allado de los muertos y no ver/os, dijo la mujer del mdico.

    (Jos Sararnago, Ensayo sobre la ceguera)

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  • Ahora bien, estas riquezas naturales y medios de pro-duccin, la mayor parte de los cuales estaban ah incluso antes deque hubiera ser humano alguno, resulta que, en la sociedadvigente, paradjicamente, son propiedad privada de alguien:tienen dueo. Resulta que todos los recursos necesarios para vivircomo personas -o, simplemente, para vivir- estn en manos deunos cuantos, los cuales son una inmensa minora frente a la granmayora de personas que no poseen tales recursos y que, sinembargo, les son indispensables. Para acceder a los mismos ypoder as seguir viviendo, las personas que no poseen los mediosde subsistencia se ven obligadas a vender su nica posesin: sufuerza de trabajo. Los pocos que tienen los recursos no puedenellos solos utilizarlos todos pero, sin embargo, sucede que no loscomparten con los dems sino que obligan al resto a trabajar paraellos a cambio de un salario con el que puedan comprar losproductos necesarios en el Mercado originado por esta situacin.Esto es la explotacin y el origen de lo que vulgarmente seconoce como 'trabajo asalariado'. Para vivir, hay que venderse. Elobjetivo de aquellos que, pudiendo evitarla, producen esta si-tuacin no es simplemente la supervivencia o el bienestar, pues noles faltara en todo caso, sino la mera acumulacin de riquezas ocapital.

    Para poder mantener esta injusta situacin, los explotadoresse rodean de toda una serie de instrumentos que le permitanreproducir las condiciones materiales, ideolgicas y polticas de laexplotacin, tanto en la produccin (paro, sanciones, despidos,etc.) como fuera de la produccin, donde interviene el Estado ysus aparatos ideolgicos (desde la escuela o las diversas'religiones' hasta los medios de comunicacin) y represivos(como el ejrcito o la polica), pasando por el sistema poltico assustentado. En todos ellos cuenta con aliados bien pagados y/oadoctrinados a fin de impedir todo cambio sustancial: polticos,jueces, generales ...

    Hoy da vivimos en un mundo donde 100.000 personasmueren diariamente de hambre mientras en pases ricos como elnuestro se paga dinero para tirar comida para as mantener elllamado 'equilibrio' del Mercado (es decir, para que siganexplotando los de siempre); donde hay recursos para que viva

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    decentemente el dohle de la poblacin actual del planeta mientrasque, de hecho, un tercio de la misma vive en una situacin deabsoluta miseria a la vez que 200 personas en todo el mundotienen tanta riqueza como esos 2000 millones de desgraciados;donde el gasto militar y en armamento supera con mucho el decuestiones tan bsicas como la educacin; donde los gobiernos delos pases 'civilizados' promueven guerras y dictaduras entre lospases pobres o realizan directamente guerras llamadas 'hu-manitarias' en funcin de los intereses polticos y comerciales decada momento; donde toda la democracia existente se reduce adecidir quin te va a tomar el pelo durante los prximos cuatroaos; etc.

    En esta lnea, el llamado 'Informe Bricall' no es sino unpaso ms en nuestra sociedad hacia la imposicin de los interesesprivados en la educacin universitaria (al igual que est pasandoen todos los dems aspectos de nuestra vida?) : la reduccin dela educacin a la formacin mercantil segn los interesesprivados. La subida de las tasas resulta casi algo secundario si locomparamos con lo que supone cargarse lisa y llanamente elderecho a la educacin que dicen que tenemos?

    Afortunadamente, ha surgido (como otras veces) un mo-vimiento de protesta estudiantil que, apoyndose en la gota delBricall, ha decidido que el vaso hace ya tiempo que se colm.Han surgido asambleas en casi todas las facultades, donde todoaquel que lo desee puede participar activa y realmente en losdebates y decisiones que all tienen lugar. Las distintas asambleasse han coordinado en la llamada Asamblea General de Huelga(AGH) que convoc a la huelga el pasado jueves 13 de abril. Porsu parte, los diversos grupos de estudiantes realizan las accionespertinentes de forma autnoma.

    De este modo, un gran nmero de estudiantes de lasfacultades de Somosaguas debati y decidi realizar el actosimblico de protesta contra las sucursales bancarias. Tanto elpapel como la pintura empleadas se van con el simple contactodel agua y jabn y, desde luego, en ningn momento hubo amagode violencia alguna. Se trat, pues, de una accin totalmenteinofensiva que buscaba llamar la atencin de tod@s aquell@s quean no la hubiesen prestado. Se ha acusado de vndalos,

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  • delincuentes e irresponsables a l@s participantes en dicha accin,as como del dao material que causaban. (Incluso, el da despus,los servicios de seguridad de la Complutense se dedicaron agrabar en vdeo la asamblea que tena lugar en el csped junto alos autobuses para preparar la manifestacin del da siguiente,como si all hubiera peligrosos criminales y como si ellos fueranlos servicios secretos de una dictadura.) Quiz despus de leeresto se recuerde que se trata de bancos, cuya poltica representanel Banco Mundial y el FMI y por culpa de la cual muerenmillones de personas para que as puedan seguir obteniendo susexorbitantes beneficios; que ellos son los criminales, que ellosson asesinos. Quiz se tenga en mente que el Estado espaoldedica, dentro del presupuesto de investigacin y desarrollo(1+0), el doble de dinero a la compra de armamento militar (quesirve para matar, por si alguien no se ha enterado) que a laeducacin. Quiz se percate que quienes han realizado esta y otrasacciones son personas que se preocupan por lo aqu expuesto yque intentan como pueden -a veces mejor, a veces peor- haceralgo al respecto, asumiendo la responsabilidad en ello implcita.

    Resulta paradjico, y tambin triste, observar como lascrticas provienen con frecuencia de aquell@s que no hanpropuesto ninguna alternativa, que no parecen molestarse eniniciativa alguna, que no participan en las asambleas y luego sepermiten calificarlas de tal o cual manera, de quejarse por sussupuestas decisiones, cuando las decisiones que toma unaasamblea son las que son porque participan los que participan.Resulta doblemente triste porque es precisamente a estas personasa las que, quiz de forma prioritaria, quera llegarse con esta yotras acciones, en vista de que anunciar asambleas, poner cartelesy hacer pasaclases no parece suficiente para establecer lazos decomunicacin que permitan saber los verdaderos motivos de suinaccin (ignorancia, pereza, desnimo, ? ..) Y cambiarla por undebate y puesta en comn que tienen su fundamento precisamenteen un mismo inters compartido por tod@s.

    Es evidente que no se ha conseguido llegar a aquell@s quese han quejado sino que, antes bien, se han aumentado lasdistancias. Entonces debe seguir intentndose de otros modos.Pero tampoco parece que haya muchos. Esperamos que este

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    escrito llegue a ser un medio ms efectivo, y anime a la gente aparticipar, que te anime a ti a participar. Ya sabes donde seanuncian las asambleas de tu facultad, acude a ellas y propn tusideas. En todo caso, si este y otros modos similares no consiguenacabar con la apata, entonces no resulta extrao que seinvestiguen otras alternativas y se exploren nuevos caminos. Hayplena legitimidad para ello.

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  • Ahora que estamos paradosvamos a contar mentiras, tralar

    Vamos a contar mentiras(versin 2000 'globalizacin-mix' no apta para ingenuos)

    Los polticos son honradosy quieren el bien del pueblo, tralar

    Los periodistas nunca mienteny no sirven al poder, tralar

    La televisin no engaay no manipula nada, tralar

    La polica no es tontay est al servicio del ciudadano, tralar

    La educacin es un derechoque tenemos bien cubierto, tralar

    El trabajo est bien pagadoy no existen explotados, tralar

    En el mundo todos comeny no existen los sin techo, tralar

    Las guerras son siempre justaspor causas humanitarias, tralar

    Eso del capital no existese trata de un cuento chino, tralar

    El mundo es un lugar hermosodonde no hay buenos ni malos, traIar

    El poder lo tiene el pueblovivimos en democracia, tralar

    Nos quejamos sin motivoporque no hay ningn problema, tralar

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