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Ópera «¿Tú en esta tumba?» Desde luego, no es esta la clase de frase que uno espera oír del enamorado protagonista cuando, tras tres horas de ópera, consigue por fin reu- nirse en auténtica intimidad con su ama- da. En el séptimo capítulo de su Monta- ña mágica, Thomas Mann produce la más hermosa reflexión jamás escrita so- bre ese final a la vez trágico y feliz de una de las óperas más famosas de la historia del género: Aida, de Giuseppe Verdi. Nada parece ser lo bastante formidable para Aida, y desde su misma gestación no cabía esperar sino que se convirtiera en ca- ballo de batalla de las más espectaculares ruinas arquitectónicas convertidas en es- cenarios: Verona, Caracalla, Orange, el templo de Hashepsut en Menfis... En cuanto a los teatros cerrados, igualmen- te feroz (y atroz) resulta la competencia por ver dónde se ha conseguido mayor lujo en decorados y vestuarios, o se ha per- judicado más gravemente los oídos de los espectadores con las atronadoras trom- petas que saludan el triunfo del héroe. Pero Aida merece que se la califique de obra maestra porque es bastante más que el prototipo de la grand opera que sin duda es. Aida nace, en primer lugar, del deseo de Ismail Pacha, khedive (virrey otomano) de Egipto, de celebrar por todo lo alto, esto es, con una ópera de Verdi, dos aconteci- mientos ocurridos casi simultáneamen- te en noviembre de : la inauguración del Teatro de Ópera de El Cairo y la aper- tura del Canal de Suez. La rotunda nega- tiva del compositor frustra al khedive, que monta Rigoletto, pero no impide que siga insistiendo. El egiptólogo francés Auguste Mariette Bey pergeña un argu- mento muy trillado (el héroe que traicio- na a su patria por amor y es llevado a la perdición por el amor de otra) y acaba por convencer a Verdi de entrar en la empre- sa mediante una maniobra envolvente que ataca dos flancos simultáneamente: un contrato de . francos y la amenaza de ofrecer el proyecto a sus rivales, Wag- ner o Gounod. La resistencia ha sido firme y larga, pero Verdi completa la partitura en apenas cuatro meses. Meses de trabajo intenso para él y para su libretista Antonio Ghis- lanzoni, al cual abruma con cartas y más cartas llenas de apremios, consejos y re- proches: cincuenta páginas de su Corres- pondencia. Precisamente la escena final es paradigmática del intervencionismo del músico en el texto. La primera versión la rechaza de plano por convencional y fa- rragosa. Cuando recibe la segunda, con- testa que, aunque la encuentra muy bella, llega demasiado tarde: él ya ha com- puesto la música resignado a utilizar «los monstruosos versos». Y, sin embargo, es justamente esa escena final la que da a esta ópera su pleno sentido y la eleva por encima de la categoría de grand opera. Aida comienza presentando la situa- ción de opresión por las circunstancias socio-políticas a que vamos a ver cons- tantemente sometidos a sus protagonis- tas. Pero de inmediato llega la primera gran aria, Celeste Aida, en la que Radamés se lamenta de la dificultad que el deber patriótico le supone para la consumación de su amor. Gran cambio con respecto al Verdi anterior: ahora, en , cuando Ita- lia ya está unida, la demanda ya no es de libertad colectiva, sino individual; la pa- tria ha pasado de oprimida a opresora. Todo lo que sigue no es sino la lucha de unos individuos por su liberación de unas trabas sociales que sienten como ajenas. De ahí el paradójico final: trágico y feliz a un tiempo. Lo maravilloso de Aida es la forma en que la música se ajusta a ese trayecto de liberación individual a través de la muer- te aceptada. Los dos primeros actos son grand opera casi pura, donde reinan el fas- to y el esplendor. Sólo poco a poco va aflo- rando entre los pentagramas el drama de tres seres humanos movidos por la pasión y a los que no acaba por quedar otra es- capatoria, fatal pero deseada, que la muerte (Radamés y Aida) y la desespera- ción (Amneris). En torno a ellos, todo el suntuoso decorado, los grandes coros (principalmente de sacerdotes: obsérve- se la ausencia casi total del pueblo), los al- tos dignatarios... todo va desdibujándose. Paulatinamente, la atención del especta- dor, guiada por la música, va concen- trándose en los tres personajes que se de- baten entre lo público y lo íntimo, entre el deber y el amor, hasta que el pianissimo de los primeros violines con que arranca premonitorio el Preludio no es devuelto en el piano pianissimo del tutti conclusi- vo. Muerte de amor. POR ALFREDO BROTONS MUÑOZ pd posdata EL MERCANTIL VALENCIANO VIERNES, 12 DE NOVIEMBRE DE 2010 JOHN CHEEVER Retrat inclement dels afectes Fragments de l’infern privat de John Cheever són recollits en la biografia escrita per Blake Bailey, on dóna les claus del narrador nord-americà que va convertir el seu «fracàs» en els seus àcids «Contes». 3 Aida La Muerte de Amor de Verdi Una de las óperas más famosas de la historia del género, «Aida», de Giuseppe Verdi, inaugura mañana la temporada del Palau de les Arts. Su música y su libreto reflejan la demanda, ya no de libertad colectiva, sino individual. La patria ha pasado de ser oprimida a opresora. La música se ajusta a la liberación personal a través de la muerte aceptada VÍCTOR GARCÍA DE LA CONCHA Cambios para unificar la lengua La inminente salida de Victor García de la Con- cha de la dirección de la Academia de la Lengua, el próximo mes de diciembre, no será sin dejar huella. La cantidad de revisiones que ha venido produciendo en esta institución así lo demues- tra. Primero fue el Diccionario Panhispánico de Dudas que unificaba el vocabulario de las 22 aca- demias y, más tarde, la Nueva Gramática. Ahora, le ha llegado el turno a la nueva ortografía en la línea panhispánica de unificación con unos cam- bios que han dividido a los especialistas. PROTAGONISTA DE LA SEMANA Un equipo internacional Lorin Maazel y Omer Wellber compar- ten la dirección musical de esta coproduc- ción del centro de artes valenciano con el Covent Garden de Londres y la Den Norske Opera & Ballet de Oslo. El escocés David McVicar firma este nuevo montaje con esce- nografía de Jean-Marc Puissant, vestuario de Moritz Junge e iluminación de Jennifer Tipton. David Greeves es el director de ar- tes marciales. LOS PROTAGONISTAS Indra Thomas es la soprano que interpreta el papel de Aida. TATO BAEZA/ PALAU DE LES ARTS REINA SOFÍA EFE Aida nace, en primer lugar, del deseo de Ismail Pacha, de Egipto, de celebrar la inauguración del Teatro de Ópera de El Cairo y la apertura del Canal de Suez

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Ópera

«¿Tú en esta tumba?» Desde luego, noes esta la clase de frase que uno espera oírdel enamorado protagonista cuando, trastres horas de ópera, consigue por fin reu-nirse en auténtica intimidad con su ama-da. En el séptimo capítulo de su Monta-ña mágica, Thomas Mann produce lamás hermosa reflexión jamás escrita so-bre ese final a la vez trágico y feliz de unade las óperas más famosas de la historiadel género: Aida, de Giuseppe Verdi.

Nada parece ser lo bastante formidablepara Aida, y desde su misma gestación nocabía esperar sino que se convirtiera en ca-ballo de batalla de las más espectacularesruinas arquitectónicas convertidas en es-cenarios: Verona, Caracalla, Orange, eltemplo de Hashepsut en Menfis... Encuanto a los teatros cerrados, igualmen-te feroz (y atroz) resulta la competenciapor ver dónde se ha conseguido mayorlujo en decorados y vestuarios, o se ha per-judicado más gravemente los oídos de losespectadores con las atronadoras trom-petas que saludan el triunfo del héroe.Pero Aida merece que se la califique deobra maestra porque es bastante másque el prototipo de la grand opera que sinduda es.

Aida nace, en primer lugar, del deseo deIsmail Pacha, khedive (virrey otomano)de Egipto, de celebrar por todo lo alto, estoes, con una ópera de Verdi, dos aconteci-mientos ocurridos casi simultáneamen-te en noviembre de : la inauguracióndel Teatro de Ópera de El Cairo y la aper-tura del Canal de Suez. La rotunda nega-tiva del compositor frustra al khedive,que monta Rigoletto, pero no impide quesiga insistiendo. El egiptólogo francésAuguste Mariette Bey pergeña un argu-mento muy trillado (el héroe que traicio-na a su patria por amor y es llevado a laperdición por el amor de otra) y acaba porconvencer a Verdi de entrar en la empre-sa mediante una maniobra envolvente queataca dos flancos simultáneamente: uncontrato de . francos y la amenazade ofrecer el proyecto a sus rivales, Wag-ner o Gounod.

La resistencia ha sido firme y larga, peroVerdi completa la partitura en apenascuatro meses. Meses de trabajo intensopara él y para su libretista Antonio Ghis-lanzoni, al cual abruma con cartas y máscartas llenas de apremios, consejos y re-proches: cincuenta páginas de su Corres-pondencia. Precisamente la escena finales paradigmática del intervencionismo delmúsico en el texto. La primera versión larechaza de plano por convencional y fa-rragosa. Cuando recibe la segunda, con-testa que, aunque la encuentra muy bella,llega demasiado tarde: él ya ha com-puesto la música resignado a utilizar «los

monstruosos versos». Y, sin embargo, esjustamente esa escena final la que da aesta ópera su pleno sentido y la eleva porencima de la categoría de grand opera.

Aida comienza presentando la situa-ción de opresión por las circunstanciassocio-políticas a que vamos a ver cons-tantemente sometidos a sus protagonis-tas. Pero de inmediato llega la primeragran aria, Celeste Aida, en la que Radamésse lamenta de la dificultad que el deberpatriótico le supone para la consumaciónde su amor. Gran cambio con respecto alVerdi anterior: ahora, en , cuando Ita-lia ya está unida, la demanda ya no es delibertad colectiva, sino individual; la pa-tria ha pasado de oprimida a opresora.Todo lo que sigue no es sino la lucha deunos individuos por su liberación deunas trabas sociales que sienten comoajenas. De ahí el paradójico final: trágicoy feliz a un tiempo.

Lo maravilloso de Aida es la forma enque la música se ajusta a ese trayecto deliberación individual a través de la muer-te aceptada. Los dos primeros actos songrand opera casi pura, donde reinan el fas-to y el esplendor. Sólo poco a poco va aflo-rando entre los pentagramas el drama detres seres humanos movidos por la pasióny a los que no acaba por quedar otra es-capatoria, fatal pero deseada, que lamuerte (Radamés y Aida) y la desespera-ción (Amneris). En torno a ellos, todo elsuntuoso decorado, los grandes coros(principalmente de sacerdotes: obsérve-se la ausencia casi total del pueblo), los al-tos dignatarios... todo va desdibujándose.Paulatinamente, la atención del especta-dor, guiada por la música, va concen-trándose en los tres personajes que se de-baten entre lo público y lo íntimo, entre eldeber y el amor, hasta que el pianissimode los primeros violines con que arrancapremonitorio el Preludio no es devueltoen el piano pianissimo del tutti conclusi-vo. Muerte de amor.

POR ALFREDO BROTONS MUÑOZ

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EL MERCANTIL VALENCIANO

�VIERNES, 12 DE NOVIEMBRE DE 2010

JOHN CHEEVER

Retrat inclementdels afectes

Fragments de l’infern privatde John Cheever són

recollits en la biografiaescrita per Blake

Bailey, on dóna lesclaus del narradornord-americà queva convertir elseu «fracàs» enels seus àcids

«Contes». �3

AidaLa Muerte de

Amor de Verdi

Una de las óperas más famosas de la historia del género,«Aida», de Giuseppe Verdi, inaugura mañana la temporada

del Palau de les Arts. Su música y su libreto reflejan lademanda, ya no de libertad colectiva, sino individual. La

patria ha pasado de ser oprimida a opresora. La música seajusta a la liberación personal a través de la muerte aceptada

VÍCTOR GARCÍA DE LA CONCHACambios para unificar la lengua

La inminente salida de Victor García de la Con-cha de la dirección de la Academia de la Lengua,

el próximo mes de diciembre, no será sin dejarhuella. La cantidad de revisiones que ha venidoproduciendo en esta institución así lo demues-tra. Primero fue el Diccionario Panhispánico de

Dudas que unificaba el vocabulario de las 22 aca-demias y, más tarde, la Nueva Gramática. Ahora,le ha llegado el turno a la nueva ortografía en la

línea panhispánica de unificación con unos cam-bios que han dividido a los especialistas.

PROTAGONISTA DE LA SEMANA

Un equipo internacionalLorin Maazel y Omer Wellber compar-

ten la dirección musical de esta coproduc-ción del centro de artes valenciano con elCovent Garden de Londres y la Den NorskeOpera & Ballet de Oslo. El escocés DavidMcVicar firma este nuevo montaje con esce-nografía de Jean-Marc Puissant, vestuariode Moritz Junge e iluminación de JenniferTipton. David Greeves es el director de ar-tes marciales.

LOS PROTAGONISTAS

Indra Thomas es lasoprano que interpretael papel de Aida.TATO BAEZA/

PALAU DE LES ARTS REINA SOFÍA

EFE

Aida nace, en primer lugar, del deseode Ismail Pacha, de Egipto, de celebrarla inauguración del Teatro de Ópera deEl Cairo y la apertura del Canal de Suez

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elFÉLIX DE AZÚA

Idiotas y humillados ANAGRAMA, COLECCIÓN OTRA VUELTA DE TUERCA, 2010

Idiotas y humillados reune las novelas Historia de un idiota contada por él mismo yDiario de un hombre humillado, del filósofo Félix Azúa, dos obras insolentes y corrosivassobre la juventud que atra vesó la Transición y que ahora recobran fuerza hasta el puntoque deberían ser adoptadas por los institutos de segunda enseñanza como manual desupervivencia. El libro no evita la idiotez, pero ayuda a prevenirla. En Diario… elprotagonista añora cierto mundo perdido, donde en lugar de pensar sólo se vivía. En His -toria…, el idiota se empeña en una investigación de la felicidad, que le conduce a la rui na.

SIMONE REGAZZONI

Harry Potter. La filosofía.DUOMO, TRADUCCIÓN DE JUAN VIVANCO, 2010

Simone Regazzoni se encarga de reflexionar acerca de los grandes problemas desiempre —¿Qué es el mal? ¿Cómo vivir feliz? ¿Ser ético implica ser valiente?¿La magiaes pura superstición? ¿Qué relación hay entre la magia y la tecnología?— desde elmarco del mundo mágico de Hogwarts creado por J. K. Rowling. A través de losconocidos personajes de la saga y aprovechando el impacto del fenómeno cultural quees Harry Potter, que ahora vuelve con otra entrega en el cine, Regazzoni se adentra enla filosofía, como ya hizo con una de las series de mayor éxito en el libro Perdidos

PAUL AUSTER

Sunset ParkEDICIONS 62, COLECCIÓ EL BALANCÍ, 2010

Nueva y siempre esperada entrega de Paul Auster, en esta novela destaca las cosasesenciales de la vida y «esa extraña sensación de estar vivo». A través de la historia de suatormentado protagonista Miles, que espera a que la chica de la que está enamorado seamayor de edad (comete delito por ser menor y hay quien se encarga de aprovechar para elchantaje) Auster vuelve a seducir, como en Invisible, con la inocencia de la juventud. En unmarco de crisis y cambios, recuerda las cosas duraderas: el amor, el arte y esa extrañasensación… La obra está editada en castellano por Anagrama.

ENRIQUE JARDIEL PONCELA

La tournée de DiosBLACKIE BOOKS, COLECCIÓN VUELVE JARDIEL, 2010

El autor de Amor se escribe sin hache escribió en 1932 esta novela, a causa de lacual el franquismo lo censuró y la Iglesia prohibió su entierro en sagrado. En Latournée de Dios, Jardiel cuenta la historia de Dios, recreado a imagen y semejanzadel hombre, en su regreso a a la tierra. El humor irónico e inteligente con el que setrata la religión, el desconcierto de los humanos a la hora de tratar con el mísmisimoDios y la contraposición entre el mundo divino y el humano, consiguen entretener ydivertir al lector a la vez que hacerlo reflexionar.

Levante EL MERCANTIL VALENCIANOPosdata VIERNES, 12 DE NOVIEMBRE DE 20102

Libros de imágenes

Algo se mueve en la edición independiente.En la verdaderamente independiente. Enaquella que va más allá de esa otra que repre-sentan esos otros sellos que han brotado comosetas y apenas han hecho otra cosa que publi-car traducciones de los consabidos clásicos (li-bres de derechos), más o menos ocultos por elpaso del tiempo, una labor que apenas entra-ña riesgos u ofrece un concepto dentro de uncampo tan vasto como puede serlo el editorial.Me refiero, claro está, a un sinfín de iniciativasque están tomando, gracias a las nuevas tec-nologías, el espacio alternativo, incluido inter-net. Una de ellas, Milimbo, está dando que ha-blar gracias a su concepción de la ilustración.

Una ilustración que toma textos y los transfor-ma en imágenes, de modo que aquélla pasa aconvertirse en único texto: una buena mane-ra de que el lector, a través de la sucesión deimágenes, imagine aquellos detalles que en eltexto original, caso de que lo hubiere —comoen la versión que han llevado a cabo de los clá-sicos Caperucita rojao Hansel y Gretel—, no sedan. Se trata, según Juanjo G. Oller, fundadory responsable de la editorial, de «hacer partí-cipe al lector en la construcción de la historia».De «sugerir nuevas interpretaciones».

En el caso de que el lector sea un niño, los pa-dres ayudan en la tarea de leer las imágenes.Oller lo explica así: «Nuestros libros obligan aladulto a acompañar al niño en las primeras lec-turas. Después es el niño quien descubrirá ensu lectura aquellos detalles y símbolos que qui-zás al adulto se le han pasado por alto»; no sóloeso, añade, sino que también «planteará sus

cuestiones. Pero es así como son los cuentos dehadas, tienen una función simbólica, nos en-señan el camino y una vez dentro aprendere-mos a desenvolvernos y seguir adelante en-contrando semejanzas con la vida real».

No sólo los cuentos clásicos acaparan la aten-ción de Milimbo. En su nutrido catálogo (des-de su fundación en la editorial ha pues-to en circulación una decena de publicaciones),encontramos propuestas diversas cuyo nexo co-mún puede establecerse en torno a la poesía co-tidiana. Así lo entendemos al hojear libroscomo Pequeños sucesos, una colección de«guiños cotidianos»; Dinero, una recopilaciónde veinte sueños que unos niños mexicanoscontaron al siempre inquieto Roger Omar, oLa luna sabe a pescao, «un libro de imágenesconcebido como un poema». En la génesis deun proyecto así se dan por supuestas las in-fluencias. A Oller le gusta citar al teórico Bru-

no Munari quien dejó escrito que «leer es unaactividad compleja, lo hacemos con los ojos, lasmanos, la nariz, la razón y, antes sobre todo, conla fantasía». Y mencionar, last but not least, alescritor Gianni Rodari y a dibujantes como IelaMari, Pino Tovaglia, Alvin Lustig o Tomi Un-gerer. Sin perder de vista, curiosa circunstan-cia, a «los magos del cine mudo como BusterKeaton o Harold Lloyd». En cuanto al futurode Milimbo, pasa, como el de buena parte dela edición independiente, por las ferias a las queacuden con cierta regularidad, y, claro está, porel de «acercar el trabajo de ilustradores toda-vía desconocidos aquí en España, aunque al-gunos de ellos sean clásicos». Larga vida.

POR RAFA MARTÍNEZ

HERMANOS GRIMMY recuerda…

EDITORIAL MILIMBO, 2010.

«Caperucita» de los Grimm

Mañana se inaugura un nuevo espacio dedica-do a la exposición de la obra de ilustradores enValencia. Es El Muro (Lope de Vega 6, Valencia),dirigido por Susana Balaguer. La puesta de largocorre a cargo de Milimbo, con los collages origina-les que dieron lugar a «Y recuerda…, la adapta-ción de «Caperucita roja». Hasta el 18/12/10.

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Obras de Albéniz,Granados, Soler,

Turina, Falla,Montsalvatge y

otros.EMI, ADD. OCHO CD.

CRÍTICAS DEANTONIO GASCÓ

� Alicia de Larrocha, pianista. Cuando se cumple un año del fallecimiento deAlicia de Larrocha, Emi lanza al mercado una caja recopilatoria con todas lasgrabaciones que la pianista realizara para este sello y, en mayor medida, paraHispavox. En su mayoría son registros de los sesenta y setenta, que era cuando labarcelonesa se encontraba en su mejor momento. Por no decir mentira, faltan dosdiscos en los que la intérprete tocaba obras populares del repertorio internacional, queEmi editó hace algo menos de un lustro. Lo importante de esta caja, que es un tesoro,es que en ella está la casi «opera omnia» del gran pianismo español en versiónreferencial. Es cierto que volvió al estudio a grabar algunas de las piezas de esterepertorio, pero las que aquí escuchamos tienen poco que envidiar a las posteriores,con la referencia que los Falla,Turina,Montsalvatge,Soler y algunas de lasreferencias de Albéniz, no conocen otra grabación. En ellas gustamos de la técnicaimpar de esta artista prodigio de sensibilidad que conociendo bien la histórica tradicióndel pianismo de la escuela Marshall, declama con una musicalidad repleta de graciasin casticismos de pandereta, haciendo siempre gran música. En el decir de deLarrocha importa la articulación, la dicción limpia sin afectaciones, la referencia alfolcklore sin perder un aliento personal de propósito inspirado y poético. Los quetuvimos la suerte de oirla en vivo la recuperamos en estos ocho discos en su sinceraverdad, con remasterizadas tomas que poseen aún la fragancia aérea de su pulsación.

VARIOS COMPOSITORESEL GRAN PIANISMO IBÉRICO � E. Galli, R. Mameli, J.M. lo Monaco, X. Meijer, I. Honeyman y R.

Constantini. La Venexiana. Director C. Cavina. He qui una excelenteversión de «L’incoronazione di Popea» debida al conjunto regido por ClaudioCavina que con más esmero y rigor ha abordado la obra de Monteverdi, quien,a lo que se puede leer en las documentadísimas notas que acompañan a lagrabación, pudo no ser el único autor de la partitura. Podría ello ser casitraumático para los adoradores del autor de Mantua como lo sería para losgoyescos hurtarle la paternidad de «Los fusilamientos». Pero para eso está laexégesis que investiga en lo histórico, para ser rigurosamente fiel en lointerpretativo, con autenticidad de época. De hecho, entre los dos manuscritos

conocidos de la obra Cavina se inclina por el napolitano, por concederle mayorrigor y menos interpolaciones. Se trata de una versión repleta de autenticidad, queademás goza de la elegancia y esmero de las lecturas de los madrigales que se hancomentado en estas páginas, asimismo estampadas por el sello Glossa. Dentro delesmero interpretativo es ésta una versión de contrastes que hace justicia a la letray a la música, que tiene ese propósito pleno renacentista de la pintura palaciega alfresco refinada y vehemente a un tiempo que exaltaba la pasión y el amor, con unasensitiva libertad. Roberta Mameli (papel originariamente confiado a un castrati)es un pasional Nerón, que seduce a la encantadora y sutil Popea de EmanuelaGalli. Raffaelle Constantini es un noble y concienzudo Séneca, y Xenia Meijer,una contrita y casta Octavia. La versión es inmejorable.

MONTEVERDI REFINADO PROPÓSITO DE ÉPOCA

«L’incoronazione di Popea».

GLOSSA, DDD. TRES CD.

Lectura sin letras

El universo editorial se puebla de pequeñasiniciativas con grandes de ideas. La valencianaMilimbo lleva tres años dedicada al diseño de

libros donde prima la narración visual paraexplorar lo que no puede ser contado con

palabras. Lectura como juego de imaginación

Los libros de Milimbo permiten leer las formas, los colores, intuir las situaciones…MILIMBO

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DON DELILLO

Body ArtSEIX BARRAL, COL. BIBLIOTECA FORMENTOR, TRADUCCIÓN DE GIAN CASTELLI, 2010

El autor de la premiada novela Submundo, Don DeLillo (Nueva York, 1936) da ungiro intimista a su narrativa para retratar en su singular novela, Body art, la mentehipersensible de una mujer que se enfrenta a la aceptación de la muerte. Despuésdel suicidio de su marido, Lauren Hartke, una artista cuya obra desafía los límitesdel cuerpo regresa a la vieja casa junto al mar donde pasaban los veranos. Allí seencuentra con la soledad, hasta que el silencio se rompe y aparece un extrañohombre capaz de reproducir las conversaciones privadas de Lauren y su marido.

ROBERT K. RESSLER

Dentro del monstruoALBA, TRADUCCIÓN DE MARÍA FAIDELLA, 2010

Robert K. Ressler es una autoridad en psicología forense, especialista enhomicidio sexual y en asesinos en serie —término que él acuñó—, y experto enla elaboración de perfiles criminales, tras dieciséis años en la Unidad deCiencias de la Conducta del FBI. En Dentro del monstruo reconstruye suparticipación en algunos casos de asesinatos en serie, incluyendo entrevistascon dos de los más conocidos asesinos en serie de Estados Unidos, John WayneGacy y Jeffrey Dahmer, conocido como «el carnicero de Milwaukee».

FRED WANDER

La buena vida o de la serenidad ante el horrorPRE-TEXTOS, COL. NARRATIVA CONTEMPORÁNEA, TRADUCCIÓN DE RICHARD GROSS, 2010

Wander siempre conservó una curiosidad imperturbable hacia el mundo,pese a las múltiples humillaciones que tuvo que sufrir. Escribió estas memoriascon casi 90 años, con la finalidad de dar testimonio de una vida complicada.Comenzando por sus años de juventud y su condición de judío en la Viena de losaños 20, su reclusión en los campos de concentración de Auschwitz yBuchenwald, y su posterior vida en el exilio, destaca siempre cómo encontrósolidaridad y auxilio en los lugares a los que iba.

HARPO MARX

¡Harpo habla!SEIX BARRAL, TRADUCCIÓN DE PALOMA VILLEGAS, 2010

«Ha llegado el momento de echar a volar la imaginación, tumbarme al sol,quitarme los zapatos y, por fin, hablar». El hermano mudo de los Marx relata suinfancia en el Nueva York de principios del siglo XX, donde fue expulsado de laescuela y tuvo que aprender por sí mismo, así como la historia de su estrambóticafamilia. El libro narra la precariedad de los inicios de su carrera artística y el éxitoen los años dorados de Hollywood, en unas conmovedoras y delirantes memoriasescritas con el inimitable sentido del humor de los Hermanos.

Biografia

Apunta John Cheever en els seus Diaris—una guia de desesperació i causticitat, unaforma de fugir de la solitud— que «quan l’au-todestrucció entra en el cor, al principi sem-bla tan sols un gra d’arena». Si bé el desig deCheever hauria estat consignar en els qua-derns i en la narrativa una mena de celebra-ció de la vida, la inèrcia sempre l’enfonsavaen humiliacions, ginebra, temors i atacs d’an-goixa. Convençut que «en la maduresa hi hamisteri, hi ha confusió» i que la bellesa delmón tendeix a ensorrar-se, Cheever decidíinfiltrar-se —amb aire de superioritat aristo-cràtica— en la classe mitjana dels EUA comun espia per poder atacar-la des d’una posi-ció avantatjosa, encara que ben prompte s’a-donà que eren els seus personatges els ques’havien escolat —i instal·lat— en el seu món,i no a l’inrevés.

Enmig d’aspersors, pistes de tenis, reunionsde Girls Scouts i clubs d’altruisme obligatori,d’hòmens vençuts que espenten un talla-gespa un «diumenge d’obstinada melanco-lia», Cheever es proposà descriure la dissorthumana en totes les seues versions i inten-sitats sense crear un clima de desqualificacióni recrear-se en l’infortuni, fins i tot amb elpropòsit de donar certa noblesa a la resig-nació: fixar el recorregut anímic d’éssers quepassegen esplendorosos per la CinquenaAvinguda i a la vesprada s’apressen per ama-gar-se en urbanitzacions i conjurar els di-monis amb una copa —i una altra— a la mà.Per a un autor que confiava més en el prin-cipi de probabilitat que en la versemblança,en la taula de treball els ulls oscil·laven del cen-drer a la penombra, de la Bíblia als mitesgrecs: el protagonista del conte El nedadoremprén un viatge de retorn a casa amb unacadència de braçada majestuosa —ufanós delrepte—, fins que aquest Ulisses modern su-cumbeix i és derrotat, com quasi tots els per-sonatges de Cheever: «El que anomenem

pena o dolor sol ser la nostra incapacitat pera establir una relació viable amb el món, ambaquest paradís quasi perdut».

En algun moment Cheever assenyala queli hauria agradat escriure sobre un triomfa-dor, però quan es posava davant el paper deseguida reconeixia que quedava fora del seuabast. «La meua vida té totes les caracterís-tiques d’un fracàs», anota després d’una res-saca demoníaca abans de refugiar-se en la li-teratura. Les disputes cruels i extenuantsdel seu matrimoni, la relació d’amor i ran-cúnia amb el germà o bé les infidelitats i aven-tures homosexuals que l’autor vivia ambculpabilitat denigratòria, cadascun d’aquestsfragments d’infern privat són recollits enCheever: una vida. Blake Bailey ressegueixla devastació contínua a què se sotmetia l’au-tor, i com convertí tota aquesta foscor i asfí-xia en relats canònics per a The New Yorker—revista tirànica i imprescindible per a l’au-tor—. L’escripura no és «criptoautobiografia»,insistia inquiet Cheever, qui acceptava ambvanitat inflamada, però també com un es-tigma, l’etiqueta de Txekhov americà.

Tal i com exclama enfurit el protagonistade Falconer, «¿Per què tots es quedaven enuna habitació, barallant-se, quan podienanar a la botiga, a fer un pícnic al bosc, o a ne-

dar al mar?» Els relats de Cheever estan po-blats per expressions d’ira continguda i frus-tració (Els Hartley i El conte de Sutton Place),per ferides i tensions familiars: Adéu germà,El dia que el porc va caure dins el pou i La cò-moda són dels millors exponents de l’art deCheever, grandiós i desolat. Un ritme i un toque no burxen en la tragèdia quotidiana, quela mostren amb fatalisme i amb una espècied’acceptació compassiva. Una malediccióincrustada en l’ànima humana (El camió demudances escarlata o Cançó de desamor),amb relacions clivellades i parelles que aca-ben per ser nàufrags (Les cases de la costa iL’autobús cap a St. James). Entre somnisdesbocats, fantasies lascives i insatisfaccions,aquestes històries volen ser una «penitènciapels nostres pecats i els dels nostres pares».

Totes les pors i aprensions —recollides ex-tensament en Cheever: una vida— tenen unadedicatòria en la seua narrativa: hipocondriai angoixa (L’àngel del pont), separació i soli-tud (La cura), bogeria i pèrdua del món fa-miliar (meravellós el joc de línies argumen-tals d’Un marit rural), inclús el perill d’un atacnuclear (El brigadier i la vídua del golf).Però Cheever és un autor atemorit, sobretot,per les dones, amb una visió romàntica i ca-valleresca de l’amor que sempre ensopegaamb la realitat (Una americana educada), ique ha de recórrer a amants imaginàries perescapar d’una vida desencisada (La quime-ra). Això sí, quan li suggerien que aquests con-tes eren una crítica contra el capitalisme i elsistema americà, Cheever somreia sarcàs-tic: el seu programa de felicitat consistiaa conduir un vell Cadillac amb els peusnus, repartir als fills els regals de Nadali anar a l’església, la puresa de la natura—les muntanyes i el gel—, els reflexosdel riu Hudson o els crits d’espectadorsque s’alcen en la tribuna per engraparuna pilota de bèisbol.

«Existeix alguna cosa més merave-llosa que el tren de dilluns al matí, elde les .?» Això sí, el territori che-everià on millor encaixen aquestspersonatges —barrets i gavardinesinundats per una llum d’aquari— ion senyoreja el seu estil elegant, ésel tren que connecta les illes resi-dencials i suburbis amb NovaYork. Una escriptura deutora,segons l’autor, de les tèc-niques descriptives deFlaubert però que haviade repensar fins l’esgota-ment pel que considerava—insegur— falta de noble-

sa dels seus materials. Aquests relats co-mencen amb aplom i so clàssic, combinen l’e-lement inesperat i enigmatics cúmuls deboira per a la conclusió, amb enumeracionsi qualificatius que ja presideixen tot l’esperitde la narració: un llac «d’un gris aspre i fu-nest», rostres violents que després d’anys d’o-racions i d’abstinència s’han transformat«en una dolçor ferma i fètida», hòmens i do-nes que s’hi troben en una cafeteria amb«llums penitencials»

Quan Cheever acabava de publicar Fal-coner, li telefonà Philip Roth per dir-li que en-cara no havia llegit el llibre, que tan sols vo-lia saber el número d’Updike. «Entre elsnovel·listes regna una rivalitat tan intensa comentre les sopranos», anota divertit i empren-yat. De fet, el mateix Cheever vivia amb ner-viosisme els èxits de Salinger, tal i com recreael seu biògraf Blake Bailey, alhora que no sesentia gens amenaçat pels focus que sabéatraure Capote. La prosa de O’Hara i, en ma-jor mesura, Nabokov —la màgia juganera deFoc pàl·lid— a més de Hemingway consti-tuïen l’estímul i el desafiament autoimposat.Si de cas, Cheever considerava Fitzgeraldquasi com un germà: alcohòlic fins a la in-consciència, romàntic tenyit d’ingenuïtat,el desànim crispat dels Diaris és intercan-viable amb el que desprén The Crack-up; coma homenatge, la parella de bevedors festiusque cauen i sempre s’alcen en el conte Unaaltra vegada només podria haver estat crea-da per l’autor d’El gran Gatsby. Però a mésd’Updike —bel·ligerant i paternal—, la refe-rència més càlida i còmplice fou Bellow, quidestacà de Cheever que la intenció era no solstrobar proves d’una vida moral en una societaten desordre, sinó també oferir-nos la poesiad’aquest món desconcertant, prodigiosa-ment irreal. Un ideari amb què Cheever

tancava el relat Una visió del món,contrapunt a la degradació i als

abismes que, voluntàriament, so-lia visitar: «Sembla que les pa-raules tenen el color de la te-rra, i mentre les recito sentocom la meva esperança pujafins que quedo satisfet i enpau amb la nit».

PER ALFRED MONDRIA

Ànimes grisesamb piscina i jardí

La biografia «Cheever: una vida», minuciosa i reveladora, ens dóna les claus del grannarrador nord-americà que convertí misèries i derrotes —personals, familiars— en elsextraordinaris «Contes», retrat inclement i àcid dels afectes humans.

«Existeix alguna cosa més meravellosa que

el tren de dilluns almatí, el de les 8.22?» John Cheever, amb la

tassa de café.

JOHN CHEEVERContes

La butxaca. PROA 2009

BLAKE BAILEYCheever: una vida

DUOMO EDICIONES 2010�

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Poesía

En mayo de , cuando salió de lasprensas el nuevo libro de poemas de Mi-guel Ángel Velasco (Mallorca, -), nadie podía imaginar que sería suúltimo poemario publicado en vida. Locierto es que, merced a esta circunstancia,Ánima de cañón se ha convertido en unasuerte de testamento lírico, de epitafio enverso del inolvidable autor de Las berlinasdel sueño (), La vida desatada (),La miel salvaje () o Fuego de rueda().

En Ánima de cañón encontramos a unpoeta de voz personal e inconfundible, queda aliento a una serie de composiciones ca-racterizadas por un tono extrañamente se-reno, si bien planea sobre muchas deellas la sombra de la enfermedad y de lamuerte. No podíamos saber, cuando se pu-blicó, que iba a ser su último libro, peroahora, a causa de un extraño juego de lamuerte, lo parece. Las piezas reunidas eneste volumen se compusieron entre y , e incluso podemos saber el día en

que se escribieron o retocaron, ya que to-das ellas están datadas, algo que no resultafrecuente, ni mucho menos, en la obra deMiguel Ángel Velasco.

En este volumen, de estructura trabada,se reúnen cuarenta y cuatro composicio-nes repartidas en tres partes, un exordio yun epílogo. Ánima de cañón, dedicado aJosé Lage, está presidido por la definiciónde ánima («se dice del hueco del cañón delas piezas de artillería y, en general, de todaarma de fuego») y por una cita de Herá-clito («Y a las cosas todas las timonea elrayo»). A continuación, en elExordio, aparece el poemaque da título al libro; éstosson sus versos iniciales:«¿Qué será cuando eldía se congele / con ladetonación de nuestracarga / en el huecodel tiempo?». En laprimera parte, quese titula In vino ve-ritas, aparecenquince composi-ciones, la mayo-ría de . A pe-sar del tono ce-lebratorio del tí-tulo de esta se-rie, la verdad esque no son pocoslos poemas carga-dos de connota-

ciones negativas y alusiones nada veladasa la muerte. Es el caso de Los bajos fondos,De lágrimas y de épica, El río de las lágri-mas, Amor más frío que la muerte o Esquela(«Que te llegase a oídos / era mi extremoempeño en la hora sola. // Era escribir: losiento, / me estoy muriendo, hermana».

En la segunda parte, El cuerpo herido, yadesde el título se presenta una de las no-tas dominantes: el tema hospitalario. Delas dieciséis piezas de que consta esta par-te, casi la mitad están datadas en , ylas demás se reparten entre y .Una visita al ambulatorio es el tema de Elcuerpo herido, pero también el de Sonda(«Sabía pocas cosas / antes del paso por laplanta I / del hospital en que expiró mi pa-dre, / del moridero en que cesó mi abue-lo») y Anestesia («Y al despertar gemí,desposeído / de la más dulce nada, sin in-greso, / ni eco, ni soñar»). En otras piezas,como La agonía de Rilke o Sobre unaidea de Spinoza, la idea que lo preside

todo es la fragilidad del cuerpo huma-no, pero acaso la composición más

premonitoria sea El frío de Par-ménides: «Imaginé una tumba

grande, abierta, / donde hurtarmi despojo / a las miradas, a

la sequedad / del ojo, alglobo ciego / de la tierra,

a la lágrima, la larva.[...] // ¿Y si quedara

solamente el frío, /un frío cardinal, untacto entero / defrío, solo frío?»

En los once po-emas de la terce-ra parte, El dena-rio del sueño,aparece un Mi-guel Ángel Ve-

lasco mucho más reconocible, capaz deconstruir imágenes inauditas y sorpren-dentes a partir de lo cotidiano, como haceen La granada del corazón, Mantis con solo El billar de los astros. Ahora bien, la me-jor composición de esta serie es la última,La casa de la vida: «¿Será morir un visitarde nuevo, / todas juntas en una galería, /las casas que habitamos / en el tiempo[...]?». Por último, la composición quesirve de epílogo es Como materia extraña,un poema sobre la enfermedad y muertedel padre y los cuidados que le profesabala madre: «Fue mucha tu paciencia y ge-nerosa / la estirpe de tu ánimo, / padre, enel perecer, y, sin embargo, / casi te des-precié cuando en un acre / desmayo re-clamaste aún más vigilia, / más insomnefervor de la entregada / que a los pies detu lecho / se doblaba en desvelo de tus no-ches».

POR JOAQUÍN JUAN PENALVA

MIGUEL ÁNGEL VELASCOÁnima de cañónSEVILLA, RENACIMIENTO, 2010

El testamento lírico deMiguel Ángel Velasco«Ánima de cañón», la última obra delpoeta mallorquín, se convierte en unepitafio en verso del inolvidableautor de «La miel salvaje»

Poesia

Una àmplia bibliografia no sempre de-termina la vàlua d’un poeta. Antonio Ca-brera (Medina Sidònia, ) pot presu-mir de ser una de les veus millor consi-derades pel públic i crítica, tenint tan solsquatre llibres publicats. La trajectòria d’a-quest escriptor afincat des de la seua in-fantesa en la nostra comunitat, és com lade José Luis Parra o José Mas, la d’un au-tor de publicació tardana, allà als inicisdel mil·lenni. Però, per contra, amb un re-gistre i una intensitat força definits i ma-durs, fruit de la reflexió i de l’edat, com java demostrar en el seu debut literari ambEn la estación perpetua (Visor, ).

El títol d’aquest darrer lliurament s’ins-criu en els seus anteriors per la seua ca-pacitat de condensar en una imatge, o enpoques paraules, tota la intencionalitat delconjunt. Ací la metàfora de llançar pedresa l’aigua posa de manifest la seua postu-

ra contemplativa envers el paisatge i, perextensió, de la vida: una actitud relaxadadavant dels més insignificants fenòmenso coses (des de l’observació de la pluja aun bodegó amb monedes).

El llibre es divideix en tres seqüències,quantitativament equilibrades. El poemaque obri la primera part enuncia i anun-cia la seua poètica: reflectir l’exterior:«canta el alrededor, no hables de ti». L’au-tor es delecta en la contemplació delmón que l’envolta, se submergeix en la na-tura, amb el cel, l’aire, l’aigua, per tal decristal·litzar la realitat en l’escriptura. Lasegona part inicia un moviment més en-cara introspectiu per abordar temes pro-pers de la vida personal i quotidiana,com les peces dedicades als seus fills(Poema de cumpleaños o Notas largas). Elrecull conclou a manera d’estructura en-quadrada en una mirada que torna cap al’exterior (Visita a la casa natal de Geor-ge Trakl, Cementerio de Peliceira, etc.).

Alguns poemes poden recordar el li-risme, quasi zen, de treballs anteriorscom a Tierra en el cielo (Pre-Textos), pelseu caire meditabund i reflexiu (no de-bades, és professor de filosofia). Fins alpunt que alguns poden semblar en apa-rença massa freds. Ni de bon tros. Aquestdistanciament de perspectiva, però nocomplicitat, esdevé l’espai necessari per

poder configurar la seua consciència,que puga aprofundir i captar el paisatge,que a traços acaba per retratar, sense sa-ber-ho, al propi poeta.

L’obra de Cabrera —com ja han res-senyat uns altres— estableix unadialèctica entre el jo del poetai el món que el circumda. Peròpot ser ambiciona més.

La seua proposta és unalt en el camí, una invitacióper aturar-nos d’aquesta vo-ràgine de presses; gràcies alseu ritme reposat, gràcies a lacura en la tria del llenguatge, i,sobretot, per l’ambientació queretorna al orígens on l’homecombrega d’igual a igual ambla natura i la terra. Piedras alagua no és un llibre per llegir,sinó per rellegir a poc a poc igaudir en cada matís, en cadavibració i redescobrir-nos anosaltres mateixos en cadalectura.

POR J. RICART

ANTONIO CABRERAPiedras al aguaTUSQUETS, BARCELONA, 2010

«Piedras al agua», que AntonioCabrera ha presentat aquestasetmana, és una invitació a fer unalt en el camí per a redescobrir-nos

Entre la contemplació i el pensament

No podíamos saber, cuando se publicó,que iba a ser su último libro, peroahora, a causa de un extraño juego de la muerte, lo parece

Levante EL MERCANTIL VALENCIANOPosdata VIERNES, 12 DE NOVIEMBRE DE 20104

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Imagen

Mientras a lo largo de las civilizaciones losiconos han representado la imagen o la insig-nia identificativa de cada Cultura, en nuestraposmodernidad el arte los ha descontextuali-zado e hibridado a través de las artes visuales,instalaciones, intervenciones, arte en acción, yrealizaciones artísticas ávidas de una correc-ción política caracterizada por discursos co-munes y repetitivos. En este sentido, trazar unaimagen mundializada o una iconicidad globalpor parte del estamento crítico y artístico abreun debate que debería cuestionar si existe re-almente una mundialización de la cultura, o es-trictamente prevalecen los discursos e iconosoccidentales frente a los periféricos provenien-tes del «Arte» asiático, africano o latinoameri-cano. Una geografía artística marcada en los úl-timos años por la omnívora absorción de estearte periférico y exótico, —ahora occidentali-zado— por las propias instituciones centrali-zadas de la escena internacional del arte con-temporáneo; Y mi pregunta ante estas premi-sas sería ¿Han oído alguna vez que un artistahaya triunfado en Etiopía? ¿Y en Nueva York?,la respuesta es conocida por todos.

Aceptar la diversidad cultural como unaforma de descolonización de occidente hacia elTercer Mundo, con la consecuente globalizaciónde la democracia, sería el primer plantea-miento a tomar antes de dar por hecho una de-mocratización de la imagen a través de lasnuevas tecnologías. La globalización de la ico-nicidad sería un planteamiento elitista en unmundo en el que una de cada cinco personasviven sin electricidad y donde únicamente en-contramos globalizada la economía y la co-

rrupción. Sin embargo, como exponente del ca-pital encontramos la imagen publicitaria amodo de icono globalizado en el sistema occi-dental. Imagen que hoy día, bajo el sinónimo dearte conceptual se encuentra en los mass me-dia, museos y salas de exposiciones de todo elmundo.

Lo dicho hasta aquí nos permite formular lassiguientes preguntas ¿El Arte se ha alejado fi-

nalmente de la «cultura» transformándose eniconos globales que navegan por la red, dis-puestos a ser utilizados arbitrariamente por losartistas como una suerte de haute couture? ¿Sonestos iconos productos de un mercado que losomete? ¿Qué sucede con los iconos del tercermundo ajenos a la centralización del arte, lamezcla cultural o al control del propio sistemaArte?

Un tema tan complejo como apasionante,que alejado de iconicidades comunes como queMacDonald sirve sus hamburguesas en Pekín,o que desde Oslo a Ciudad del Cabo se bebeCoca Cola, cuestiona tanto la necesidad de unconservadurismo de la identidad, como la pér-dida de identidad a favor de la globalización.

POR ROSA ULPIANO

Cartel de las jornadas «La mundialización de la imagen. ¿Una iconicidad global?». MIGUEL LORENZO

Diversidad y descolonizaciónCon un título tan sugestivo comocuestionable se celebran en el Muvimlas II Jornadas de investigaciónsobre la mundialización de la cultura

Fotografía

Yo conocí a las Spice Girls, El misterio delpezón desaparecido. Eugenésicos sin fronte-ras… son algunos de los artículos quecomponen el último libro de Joan Fontcu-berta (Barcelona, ). No todos tienen eseaire irónico, de retozonería posmoderna; lashay con títulos más académicos: Fotografíoluego existo, identidades fugitivas…

En esta compilación de artículos, Fontcu-berta retoma, básicamente, los asuntos abor-dados en su anterior libro El beso de Judas,donde planteaba en caliente el problema delos efectos de la tremenda catarata digital so-bre el apacible universo de la fotografía ana-lógica. Y entonces señalaba, (como vuelve ahacerlo en este nuevo texto), el carácter arti-

ficioso, cultural, gustosamente mentiroso dela fotografía en contra de su valor de «huellade la realidad» que se le atribuía desde lostiempos de Roland Barthes.

Por otro lado, son textos escritos en añosdiversos (entre y ) y aparecidos envariadas publicaciones (revistas, catálogos,memorias de conferencias). Pero su caráctermisceláneo y juguetón se mueve, en últimotérmino, en torno al mencionado modelo in-terpretativo postulado por Barthes en su afa-mado La cámara lúcida, de la que, en buenamedida, sigue viviendo la actual reflexión so-bre las teorías fotográficas. Barthes (que fuelo equivalente a un nuevo rico en el mundoliterario), era muy propenso a dar un tono so-lemne a ciertas ocurrencias de sobremesa, demodo que generó una copiosa nomenclatu-ra innecesaria, como los tan concurridostérminos de punctum y studium, que suenana cosa abstrusa y medieval: en realidad alu-den al lado subjetivo o técnico-objetivo, res-pectivamente, de una fotografía. Uno de lostextos más interesantes y emotivos de estacompilación es Fotografío, luego existo, en elque Fontcuberta hace con una foto de su pa-dre lo que Barthes hizo con una foto de su ma-dre. Sólo que aquél la muestra; pero éste, no.

Para concluir digamos que Joan Fontcu-berta es un conocido crítico, fotógrafo yprofesor de la Pompeu Fabra. Ha sido di-rector de la revista «Photovisión», y comisariode numerosas exposiciones. En él se dan citavarias cualidades: sabe fotografiar, sabe es-cribir sobre fotografía con gracejo hiper-moderno y no es un ignorante de las co-rrientes literario-artísticas ajenas a la foto-grafía. Que estos tres aspectos confluyan enuna misma persona es infrecuente en elmundo de la instantánea. Lo más habitual esla parcelación de destrezas. Por otro lado, hasido desde los inicios un propagandistacualificado y solvente de las bondades de lafotografía digital frente a los devotos de es-tricta observancia analógica.

POR R. BALLESTER AÑÓN

La provincia de los ojos

Irónico o académico en su tono,Fontcuberta resalta el caráctergustosamente mentiroso de lafotografía como huella de la realidad

La geografía artística está marcada por laomnívora absorción del arte periférico yexótico por las instituciones centralizadasdel arte contemporáneo

mediados del siglo XIX se pro-dujo la invención de la fotogra-fía, convirtiéndose en una herra-

mienta fundamental en el siglo XX paraintentar representar el mundo, estable-ciendo una distancia con la realidad.Pero ahora debemos hablar de las imáge-nes como una parte constitutiva de la so-ciedad en la que vivimos. La fotografía esel medio más apropiado para congelarun instante y poderlo divulgar, aunquecon el tiempo y sus diversos usos se hademostrado que su objetividad era unafalacia. Las imágenes tienen la capacidadde enfrentar al espectador con la durezade algunas realidades, pero también dedespertar la duda acerca de su veracidady de los niveles de manipulación a losque aspira.

Las imágenes se han incorporado in-tensamente a nuestro paisaje visual, tan-to fijas como en movimiento, y en mu-chos campos de lo cotidiano ya no pode-mos distinguir la realidad de la represen-tación. Las imágenes han parasitado elmundo y las mentes creando un relatoque aspira a modificar la noción de ver-dad. Actualmente la imagen juega un pa-pel principal en la narración mundial,superando los obstáculos idiomáticos yterritoriales mediante la herramientatecnológica y los medios digitales de co-municación global. La historia se escribeahora entre todos, es más participativaaunque no siempre más democrática, lasimágenes focalizan ese potencial, soloque la homogeneidad y la desidentidadse convierten en elementos definidoresde la nueva iconografía del presente fu-gaz. A fuerza de saturación, el territoriocreado por lo visual se ha transformadoen un nuevo «no lugar».

A

Imágenescomo palabras

JOSÉ LUIS PÉREZ PONT

JOAN FONTCUBERTALa cámara de PandoraED. GUSTAVO GIL, BARCELONA, 2010

JOAN FONTCUBERTA

Detalle de una de sus fotos más populares.

Levante EL MERCANTIL VALENCIANO PosdataVIERNES, 12 DE NOVIEMBRE DE 2010 5

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Colección

CHRISTIAN STEIN Una historia del arte italiano

IVAM. Guillem de Castro, 118. Valencia.Hasta el 23 de enero.

Con esta muestra (y la colección Ju-dith Rotschild), el IVAM se apunta unsignificativo notable en una temporadaexpositiva hasta ahora discutida y atri-buida a los límites presupuestarios de lacrisis. Es, justamente, en el curso de unacrisis económica que surge el Arte Pove-ra, en la Italia de los sesenta, enfrentadoa la mercantilización material y al apo-geo expansionista del expresionismoabstracto y el pop americanos. Sintiendovulnerada la identidad nacionalista, estemovimiento viró la herencia del futuris-mo basado en la exaltación del maqui-nismo y la velocidad cual metáfora revo-lucionaria, hacia el paisaje como filón re-dentor; definida por la pobreza y minus-valía de sus materiales, esta práctica de-clararía en su hacer, más que un retornoa la condición primitiva de la expresiónplástica, una voluntad regeneracionistaque entendía el arte como representa-ción de una ética ya fuere referida a la na-turaleza o a la ideología consumista.

Con el paisaje residual de la naturale-za y de la industria como su bodegamaterial y la consideración del desechoen tanto idea e imagen testimonial, el Po-vera pudo dialogar sin complejos con elfuror del conceptualismo más arisco de«la idea de la idea» y con la poética delLand Art interesada en la alabanza atá-vica del entorno natural. Crónica detiempos patrocinadores de los errores yaciertos del arte contemporáneo, la Co-lección Christian Stein da cuenta de esosdiálogos, aunque no conclusivos certe-ros en su siembra. La cosecha expuestaes producto del impulso de una mujer —Marguerite Stein bajo otro nombre anteel recelo del coleccionismo de la época—consciente de que la convulsión creati-va que caracterizaba su tiempo escribíahistoria y marcaba pautas. Y no le faltó ra-zón, sensibilidad ni imaginación; la citaentre el posicionamiento identitario y te-rritorial, la externa reflexión conceptua-lista y el ideario naturalista, graficados ensu colección cual reunión de notables,dan cuenta de un legado tan teóricocomo poético, tan coyuntural como tras-cendental.

Consecuencia de un coleccionismocentrado temática y autoralmente porcuatro décadas, esta exposición permi-te seguir los pasos evolutivos de unatendencia libre de limitaciones de esti-lo y de heterodoxo desarrollo. En un

POR CHRISTIAN PARRA-DUHALDE

Christian Stein

Riqueza «Povera»

Por primera vez en España, una selección de obras del arte italianode los sesenta y setenta. El fondo que la galerista MargheritaStein reunió con obras que le apasionaban (en vez de alimentarel comercio del arte) y que documenta momentos cruciales.

o diré alto porque lo estoydiciendo a través de unperiódico y creo que másclaro no va a poder ser di-

cho: creo que valenciano y catalánson la misma lengua.

Pero la cosa es que no se trata de loque yo crea ni de lo que deje de creerni de lo que crea nadie, porque no setrata de algo opinable sino de un he-cho. Es por eso, por eso, y por lo queestudié en un instituto durante elfranquismo, y porque en COU donNarciso Díaz, aparte de nociones deestructuralismo, nos enseñó que erauna koiné lingüística y la diferenciaentre lengua y habla y que el idiomaes la suma de sus dialectos (que noson la periferia) y porque, además,desde niño, estoy inmerso en ese sis-tema lingüístico, que puedo afirmar,no creer, lo enunciado más arriba.

Hay políticos que detentan el po-der y que gestionan el sistema educa-tivo y que también patrocinan pre-mios literarios en valenciano norma-tivo (o sea catalán) que al mismotiempo ponen el grito en el cielo por-que els catalans mos volen furtar lallengua, mos volen furtar la paella imos volen furtar tot.

Si por otra parte el tema de los paí-ses catalanes a mí me parece un ab-surdo no menor barbaridad será eltema del robo de la paella que mepregunto cómo se podrá robar, porfavor, ¿secuestrando a Juan CarlosGalbis?

Ajenos a estas disquisiciones vivenen la feliz Andalucía y aunque no locrean tienen totalmente clara la uni-dad de (nuestra) lengua como en casitoda España, por otra parte. Estuvi-mos este verano en Cádiz, concreta-mente en Grazalema montando unaexposición y una noche cenando conJack Neilson y Maru Redondo, losgaleristas, ella se tronchaba oyéndo-nos hablar a Carmen y a mí (en va-lenciano) y dijo una cosa muy curio-sa: dijo que pasaba con el valencianorespecto al catalán lo que con el an-daluz respecto del castellano, que ha-blábamos todo el rato con diminuti-vos y nos comíamos algunas conso-nantes y los finales de las palabras.

«Xic, (xicon, xicot), xiquet, xicotet,xicotiu, xicotiniu y xicotininiu» (esteúltimo adjetivo aunque parezca parahablar de partículas subatómicaspuede servir para designar a unhombrecito canijo y desmadrado),también está xicotirriniu, pero creoque esto último es un castellanismo.Toda esa retahíla le solté a Maru ydecía: tú ves, tú ves. El diminutivodel diminutivo.

A mí me parece que andaluces yvalencianos empequeñecemos laspalabras (acortándolas) o sus con-ceptos (diminutivizándolas) porquehemos sido los primeros en captarque el Universo ha entrado en unafase de contracción. En todo caso esoes el Sur. Es el sentir del Sur.

L

El Sur

Joan VerdúVERSUS OMNIA

Levante EL MERCANTIL VALENCIANOPosdata VIERNES, 12 DE NOVIEMBRE DE 20106

limpio y esclarecedor montaje, esta evo-lución queda, emblemáticamente, demanifiesto en Fausto Melotti, desde susiniciales interiores domésticos de terra-cota a modo de teatrillos, su progresiónhacia el simbolismo geométrico de los se-tenta y su postrera escenificación es-quemática de trasfondo ritual y místico,en un recorrido por los códigos de laemocionalidad. Más conceptual, la obrade Lucio Fontana discurre desde las es-trategias de la representación abstractade sus iniciales cerámicas orgánicas has-ta el más radical posicionamiento desus conocidas monocromías rasgadas amodo de manifiesto espacial; a la inver-sa, Giulio Paolini progresará desde laexaltación del soporte plástico físico entanto escenario hacia un discurso derelectura de la tradición figurativa en-tendida como signo identitario y terri-torial.

Idea inherente al origen de los mate-riales povera, del territorio y sus fronte-ras se ocupó con profusión este movi-miento, aquí expresada en los iglúes deMertz, las geografías de Fabro, los com-partimentos de Boetti, la señalética deZorio, o los espejos de Pistoletto, ejem-plos representativos de una línea de ac-ción, aunque de rica diversidad estilís-tica, empeñada en el rescate de la natu-ralidad sobre la artificialidad. De sumointerés.

UNA HISTORIA DEL ARTE ITALIANO. El colec-cionismo de Margherita Stein, que utilizaba el so-brenombre de Christian Stein, también le ha depa-rado una amistad inquebrantable con los artistascon los que se ha relacionado a lo largo de cuaren-ta años. La muestra documenta momentos crucia-les del desarrollo del arte y su lenguaje. FaustoMelotti, «Contrapunto VIII», 1971 Gilberto Zo-rio, «Stella», 1991 Alighiero Boetti, «Zig Zag»,1966 Alucio Fontana, «Concetto Spaziale»,1964 Luciano Fabro, «It-alia», 1971 F IVAM.5

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Miguel Ángel Benajes invita, enesta muestra de fotografía, a realizar unviaje interno: a mirar con los ojos de unniño y a sentir como aquellos que hanvivido, en un recorrido de imágenes car-gadas de simbolismo, que aluden a lapropia existencia del autor, a modo defragmentos extraídos de la memoria,como si de un diario onírico se tratase,en donde el tiempo queda suspendido.

MIGUEL ÁNGEL BENAJESCierra los ojos

La Clínica MundanaPlaza del Ángel, 5, Valencia.

Hasta el 28 de noviembre

Última producción en vídeo de Vi-cente O. Sausor, profesor de BB AA,artista visual y multimedia, que realizasu trabajo a partir de inquietudes per-sonales, lo que hace difícil clasificar suobra bajo un único epígrafe. La tecnolo-gía, el hombre, la guerra, la prostitu-ción, la relación del hombre con la na-turaleza son algunos de los interesesmostrados en Bui3.

VICENTE O. SAUSOR«Bui3», videoinstalaciones

Galería Kessler-BattagliaPasaje Giner, 2, Valencia.

Hasta el 30 de diciembre

PosdataVIERNES, 12 DE NOVIEMBRE DE 2010 7

APIV �Pes de la Farina, 5. Exposición de originales del web cómic1840, la rosa secreta, de D. Belmonte. Hasta el 12 de noviembre.AULA CAM LA LLOTGETA�Pl. del Mercado, 4. � 963913396. IVMostra Humor Gràfic: La violència. 190 autores de 42 países. Has-ta el 12 de noviembre.CAFÉ MALVARROSA �Historiador Diago, 20. � 963205056. Deárboles y sombras, de G. Peyró Roggen. Hasta el 16 de noviembre.CAFÉ DE LA SEU � Santo Cáliz, 7. � 963915715. Miedos, por elequipo fotográfico EDG (escala de grises).CASA MUSEO BLASCO IBÁÑEZ � Isabel de Villena, 156. �962082586. Centenario de la Colonia Cervantes (Argentina),1910-2010. Hasta el 9 de enero de 2011.CENTRE CULTURAL LA NAU �Universitat, 2. � 963864377. Vi-van los toros. Cartells per a la reflexió. Varis autors. Fins al 23 degener. Spadari, cronista visual, obra plàstica de GiangiacomoSpadari. Fins al 30 de gener.CLUB SPORTING ESTUDIS RUSSAFA �Sevilla, 5. � 963251598.Artistas muertos (fracasados). Hasta el 3 de diciembre.COLEGIO OFICIAL DE ARQUITECTOS DE LA COMUNIDAD VALEN-CIANA ( CTAV) �Hernán Cortés, 4. � 963517825. Ser dibujo, di-bujos de Javier Seguí. Hasta el 30 de noviembre.COL·LEGI MAJOR RECTOR PESET-UNIVERSITAT DE VALÈNCIA �Pl. Forn de Sant Nicolau, 4. � 963166000. Let’s get lost, foto-grafies de Pablo Fuentes. Fins al 30 de novembre.EL CORTE INGLÉS. ADEMUZ ESPAI D’ART � Pío XII, 51, 3.ª planta.� 963469000. Inventarios de vida en dibujos, dibujos de Jo-sep Tornero y Sara H. Peñalver.Hasta el 12 de noviembre. AVE añocero. Trenes con historia, maquetas de trenes. Hasta el 9/01.ESCUELA DE ARTE Y SUPERIOR DE DISEÑO �Pintor Domingo, 20.� 963156700. Rapprochement, de Claire Chevrier y Patrick Tos-sani. Hasta el 3 de diciembre.EL DORADO-MAE � Alzira, 25. � 665944500. Ilustraciones deRafa Fernández Garcia «Rafadibu». Hasta el 2 de diciembre.FNAC � Pl. San Agustín. � 963539000. Calpurnio integral. Ex-posición de originales. Hasta el 1 de diciembre. El chico de los miér-coles. Fotografías de Giuseppe Moccia, ganador del Premio Ojode-pez de valores humanos. Hasta el 7 de enero.FUNDACIÓN CHIRIVELLA SORIANO �Valeriola, 13. � 963381215.

Lo real hecho sagrado. Revisión de rostros de Ydáñez. Hasta el 9de enero de 2011.GALERÍA FOTOGRÁFICA DR. NOPO �Borrull, 16. 30 anys de fo-toperiodisme en democràcia. Exposición de La Unió de Periodis-tes Valencians. Hasta el 14 de noviembre.GALERÍA I LEONARTE �Aparisi y Guijarro, 8. � 963918797. Ma-nifest, de Artur Heras. Hasta el 4 de diciembre.GALERÍA LUIS ADELANTADO�Bonaire, 6. � 963510179. We allshall play in the ruins, de Jason Mena. Hasta el 14 de diciembre.GALERÍA MAIKA SÁNCHEZ �Grabador Esteve, 9. � 963343664.A vista de pájaro, de Lluís Puiggròs. Hasta el 27 de noviembre. GALERÍA NATALIA GIL � Sevilla, 11. � 963730368. Homenaje alos Pintores del Pont de Fusta. Hasta el 26 de noviembre.GALERÍA 9 � Conde Salvatierra, 9. � 963940815. Espacios entransformación, pinturas de Keke Vilabelda. Hasta el 26/11.GALERÍA PUCHOL �Conde de Salvatierra, 32. � 963529819. Pin-turas y grafitos de Alejandro Quincoces. Hasta el 30 de noviembre.GALERÍA PUNTO �Barón de Cárcer, 37. � 963510724. Historiade Galería Punto a través de su obra gráfica. Hasta el 23/11.GALERÍA ROSA SANTOS � Bolsería, 21. � 963926417. Les oca-sions retrobades, de Pascual Arnal. Hasta el 23 de diciembre.GALERÍA VALLE ORTÍ �Avellanas, 22. � 963923377. The cuttingedge, de Peter Callesen, Brian Dettmer, Ignacio Uriarte y Light Cen-ter (Simon Evans y Sarah Lannan). Hasta el 20 de noviembre. Salade vídeo: A Stack, de Ignacio Uriarte. LA GALLERA �Aluders, 7. Santa Bárbara bendita, de Ouka Lee-le. Hasta enero de 2011.HAT GALLERY �Dénia, 37. � 963943875. African Design Link,por estudiantes de la CEU-UCH. Hasta el 13 de noviembre.IMPREVISUAL SALA DE EXPOSICIONES GALERÍA-CAFÉ �DoctorSumsi, 35. � 685827523. Fe y barajar. Exposición colectiva de Ei-dania Pérez, Lourdes León y Alfredo Martell. Hasta el 10 de enero.INSTITUTO FRANCÉS �Moro Zeit, 6. � 963153095. Belle épo-que c’est demain, pinturas de Vincent Michéa; Benjamin Portbou,fotografías de Carlos Alcañiz; I Love us, fotografías de Carmen Gray,y La transparència de la Mà Damunt la Cuixa, fotografías de Wil-frid Rouff. Hasta el 30 de noviembre. Acercamiento, Patrick To-sani y Claire Chevrier. Hasta el 31 de diciembre.JARDÍ BOTÀNIC DE LA U.V. �Quart, 80. � 963156800/17. Wild-life Photographer of the Yeaq 2010. Fins al 14 de noviembre.KESSLER-BATTAGLIA �Pasaje Giner, 2, bajo izqda. (plaza de la Rei-na). � 963920285. ...en tránsito, pinturas de José Antonio Sien-ra. Hasta el 20 de noviembre.LIBRERÍA RAILOWSKY �Grabador Esteve, 34. � 963517218. Pri-mera época, pequeño formato, fotografías de Chema Madoz. Has-ta el 30 de noviembre.OCTUBRE. CENTRE DE CULTURA CONTEMPORÀNIA � Sant Fer-ran, 12. � 963157799. La genealogía de la conciencia I, II y III,de Mira Bernabeu. Fins al 23 de noviembre.PALAU DE LA MÚSICA �Paseo de la Alameda, 30. �963375020.Caminos abstractos, de María Chana, Dionisio Gázquez y Martín No-guerol. Hasta el 9 de enero. La frutería de Cibeles, de Lotje deLussanet. Hasta el 9 de enero. ROSALÍA SENDER GALERÍA � Mar, 19. � 963918967. Rosa To-rres, pinturas. Hasta el 11 de diciembre.SALA PARPALLÓ �Alboraia, 5. �963614415. Impresiones y co-mentarios. Fotografía contemporánea portuguesa. Fins al 9/01.SOCIETAT CORAL EL MICALET � Guillem de Castro, 73. �963920786. Acrílicos pop, del pintor Manolo Zambrano. Fins al13 de desembre.SUBASTAS GALERÍA DE ARTE � Cirilo Amorós, 55. � 963513990.

Luque, óleos, guaches, dibujos. Hasta el 25 de noviembre.UBIK CAFÉ �Literato Azorín, 13. �963741255. Despotismo ilus-trado, ilustraciones de María Herreros. Hasta el 14 de noviembre.

ALBORAIA. CASA DE LA CULTURA JOSÉ PERIS ARAGÓ�De la Mar,1. � 961862048. Utopia, pintures d’Alfons Martínez Vivó. Fins al19 de novembre. De tot un poc, pintures d’Agatha Casteres Ro-bles. Fins al 19 de novembre.ALMUSSAFES. CENTRE CULTURAL � Ausiàs March, 39. �961784515. 25 anys de la fotogaleria Railowsky. La col·lecció.Fotografies de diferents autors. Fins al 4 de desembre.PATERNA. CENTRE SOCIAL LA CANYADA�Sant Vicent Ferrer, 8. �961322322. Cosas más y menos importantes, d’Elena Rubio. Finsal 27 de novembre.GRAN TEATRE ANTONIO FERRANDIS � 961389070. El CircoGran Fele, de Vicente Cervera. Fins al 30 de novembre.REAL MONASTERIO DE SANTA MARÍA DE LA VALLDIGNA�Pla-ça de l’Abadia, s/n. � 962811636. Ausiàs March, cor salvatge.Fins al 28 de novembre.ESPAI METROPOLITÀ D’ART DE TORRENT (EMAT) � Avinguda alVedat, 103, 4.ª planta. � 961111852. Picasso. Suite Vollard. Co-lección Bancaja. Hasta el 28 de noviembre.XÀTIVA. CASA DE LA CULTURA�Montcada, 7. � 962282304. Fi-car-hi el nas, de l’Obra Social Fundació La Caixa. Fins al 22 de no-vembre.

FUERA DE VALENCIA

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VALENCIA

Exposiciones

Peyró RoggenDe árboles ysombrasDibujo

De árboles y sombras: un encuentro conla pintura de Guillermo Peyró Roggen.Café Malvarrosa. Espai Paral·lel. HistoriadorDiago, 20. Valencia. Hasta el 16 dediciembre.

De árboles y sombras: un encuentro conla pintura de Guillermo Peyró Roggen,presenta en el Café Malvarrosa. Espai Pa-ral·lel, un trabajo íntimo y delicado del ar-tista en estrecha relación con el dibujo.Una muestra donde el dibujo adquiereidéntica fuerza compositiva que la pintu-ra, una suerte de plasmación temporal através de la naturaleza que va surgiendoentre el espacio y la forma del trazo.

La obra de Peyró Roggen (Valencia,) ha conducido un proceso de pro-ducción pictórica que habiendo transitadodesde los lenguajes de la abstracciónhasta la figuración, lo sitúa hoy día comouno de los mejores representantes de la

pintura valenciana. Un trabajo clara-mente narrativo y conceptual: enigmáti-co, misterioso, cargado de pasado y sinembargo modernamente actual. PeyróRoggen se revela como un narrador de his-torias, como un poeta del dibujo cuyo tra-bajo surge siempre ligado a grandes fi-guras de la poesía como Carlos Marzal oAntonio Cabrera que no han dudado encompartir poéticas; «Cuanto más silencioacumula, más reverbera el cuadro en lamirada, más la convoca. El arte no es nun-ca cosa de sentidos solitarios», narra Ca-brera a propósito de su pintura. Líneas, fi-guras, hiatos de silencio, todas poéticas in-venciones en pos de una imaginería deapariencia abstracta pero de profunda raízfigurativa que delata un sabio manejo delcolor que concreta el hecho creativo.

Javier Arcenillas Esperanza entremiseria

Fotografía

CITY HOPE. La quebrada deGuaraquiché. Javier Arcenillas. Dentro delciclo Fotográfica 2010. Aula CAM La Llotgeta.Hasta el 29 de diciembre.

La basura apesta se muestre en blancoy negro o en color. Apestan los desperdi-cios de los miles de vertederos que tapi-zan nuestro peque-ño mundo, lo sufi-cientemente lejosde nuestras ciuda-des para que no nosincomoden, pero notanto como paraque no pueda acce-derse a ellos. En Ita-lia, o sin ir más lejosaquí en la Comuni-dad Valenciana, al-gunos aprovechanpara lucrarse conella.

Javier Arcenillas(Alcobendas, )ha elegido el verte-dero de El Relleno,en Guatemala, paratraernos la cruda re-alidad diaria de

aquellos que, hundidos entre los des-perdicios, tan solo pueden extraer algúnmaterial que entregarán a un interme-diario que, este sí, se lucrará, y con suer-te podrán obtener alguna moneda con laque dar de comer a sus hijos, destrozar-se las manos y pies, morir por intoxicacióno infecciones varias. Imágenes tremendasque hablan de miseria, desesperanza, vi-das rotas, como el subtítulo de la mues-tra: la quebrada de Guarachiqué.

Fotos que muestran a hombres y mu-jeres de mediana edad que parecen au-ténticos viejos; niños cuya infancia seextinguirá, bien por la inhalación de ga-ses, bien aplastados por una excavadora.Fotos comprometidas y comprometedo-ras, rigurosamente estudiadas, eligiendoperfectamente qué y dónde enfocar, Ar-cenillas vela determinadas zonas, comosi pretendiera dar un respiro al especta-dor y evitara despojar a esas gentes de lapoca dignidad que les pueda quedar.

Y es curioso, porque les queda mucha.A pesar de la porquería, de sus zapatosdestrozados, sus uñas negras, de los es-pantosos barrios grises donde la droga, laprostitución, el cemento es su única rea-lidad, sus miradas limpias, directas a la cá-mara, hablan de personas, de chavales quetodavía tienen ganas de correr tras un ba-lón, de madres que ríen las monadas desu prole, de niños que siguen queriendoaprender a leer y contar.

Y entonces empiezas a cuestionarteque si no tuvieran ni tan siquiera esa ba-sura de la que obtener su sustento, pro-bablemente no les quedaría nada.

Como ellos, a pesar de la inmundiciaque todo lo invade, Arcenillas no pierdela esperanza.

POR ISABEL PÉREZ

POR ROSA ULPIANO

GaleríaAbierta

«City Hope». Fotografía de Javier Arcenillas.

Obra de Peyró Roggen.

Secundados por una treintena de simpatizantes con el rótulo de Esto esArte impreso en su pecho, los integrantes de ACUDA, Asociación Cultural deArte, Miguel Ángel Aranda, Laura Correa Llopis y Rodrigo Jordá Ven-drell (www.asociacionculturaldearte.com) han presentado en sociedad suideario, protagonizando un performance que, a modo de galería pública eitinerante por la ciudad, quiso testimoniar la actividad del artista ausentedel mercado y de los escaparates institucionales. Pendientes de nuevas acti-vidades públicas a convocar en las redes sociales, como la realización depintura en vivo (Aranda lo lleva a cabo actualmente en Ubik Café) y la pre-sencia en eventos de distinto orden inusuales para el arte, esta incipienteagrupación exhibe por ahora su heterogéneo repertorio creativo en Russafasumándose a la ya extensa oferta artística del barrio, con voluntad de conti-nuidad en estrategias de agitación cultural, condición evidente para quetodo alegato no devenga en anécdota. Consumado el primer paso, probadoel poder de convocatoria de las redes, queda todo por hacer. Por de pronto,cuentan con el patrocinio de la empresa de restauración Teidesa, que ya esdecir en esta coyuntura. Ch. P.-D. VALENCIA.

PRESENTACIÓN PÚBLICAACUDA. Ruzafa 38.

Ubik Café. C) Literato Azorín, 13. Valencia.Hasta el 16 de noviembre

Page 8: JOHN CHEEVER Retrat inclement pd dels afectes VÍCTOR ... … · PAUL AUSTER Sunset Park EDICIONS 62, COLECCIÓ EL BALANCÍ, 2010 Nueva y siempre esperada entrega de Paul Auster,

andia, la capital de la Safor, esprepara per a retre demà unajornada d’homenatge a undels seus fills més il·lustres:

Gonçal Castelló i Gómez-Trevijano(Gandia – Barcelona ). Diversosintel·lectuals d’arreu dels Països Catalans,com ara E. Ferrer Solivares, F. PérezMoragón, I.-Clara Simó, J. J. Senent, J.Garcia Candau, M. López Crespí o J.Guia, hi assistiran per a col·laborar enaquest homenatge, un xic tardà si voleu,però absolutament imprescindible, en la

memòria d’aquest gran activista i escrip-tor de llengua catalana que fou GonçalCastelló.

Parlar de Castelló serà, sobretot, parlarde republicanisme, valencianisme i cata-lanisme, sobiranisme i de visió europea.La trajectòria vital, cultural i política del’autor és una trajectòria singular i d’unapart minoritària, però important, de l’e-volució política del nacionalisme valen-cià/català del segle XX. En aquest sentités summament clarificador el que va ex-pressar el mateix G. Castelló en la darreraentrevista que li feren l’any a Reus:«Vaig passar de ser del Partit Comunistaa ser valencianista, posició des de la qualvaig evolucionar cap al catalanisme finsesdevenir independentista.»

Castelló va ser una persona que creia

profundament en la consciència nacio-nal com a motor de desenvolupamentdel seu País Valencià i els seus Països Ca-talans en tots els ordres: econòmic, cul-tural, cívic, polític, etc., i així ho va reflec-tir al llarg de tota la seua obra literària iperiodística, així com des de la seua sin-gular exemplaritat com a home compro-mès des de la dictadura franquista en ladefensa d’alguns escriptors i polítics acu-sats pel Tribunal d’Ordre Públic (el TOP):Gabriel Janer Manila, Josep Ma. Caste-llet, Jordi Carbonell o el recentment ma-laguanyat Joan Triadú.

El CEIC Alfons el Vell, organitzador dela jornada, acaba d’editar, i presentaràdemà, el llibre Final de viatge. Memòriesd’un gandià: amics, coneguts i saludats,amb pròleg de Joan M. Monjo i una edi-ció i introducció a cura d’Àngel Velasco.I, després, seran els amics de Castelló, en-tre altres, A. Miró, E. Tàrrega, A. Soler, F.Burguera, F. Candela i jo mateix, quiparticiparem en una taula rodona al vol-

tant de la seua figura. Recordar ara i ací éstot un plaer per als qui ens consideràvemamics de Gonçal Castelló. Tot i que lameua amistat amb Gonçal fou més bé es-paiada —massa espaiada, dissortada-ment— sobretot per raons de residència—ell va triar Barcelona en la darrera fasede la seua vida; jo porte a Alacant anys— els nostres encontres/reencontreseren força encoratjadors per la seua forçacomunicadora i emprenedora. En finalit-zar els reencontres, sempre trobaves quehavien estat massa curts.

Des d’aquesta tribuna us encoratgemperquè acudiu a la casa de cultura deGandia, demà, dissabte de novembre,per tal d’honrar i recuperar la memòriade l’insigne patriota Gonçal Castelló.

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Levante EL MERCANTIL VALENCIANOPosdata VIERNES, 12 DE NOVIEMBRE DE 20108

Protagonista François TruffautDIRECTOR, GUIONISTA, CRÍTICO Y ACTOR

pd PosdataEditorial Prensa Valenciana, S. A. [email protected]

Cine

Truffautamaba, por encima de todo, la li-teratura y el cine, artes que reflejan la vida enpalabras e imágenes. «Siempre preferí el re-flejo de la vida a la vida misma», confesó. Talvez por eso el pequeño Antoine Doinel deLos cuatrocientos golpes roba un fotogramay una máquina de escribir.

Se cumplen ahora años de su estrenoen España. Una película, galardonada conel premio al mejor director en el Festivalde Cannes y nominada al Oscar al me-jor guión original, que revolucionó no

sólo el modo de hacer cine:cambió, sobre todo, la

mirada del espec-tador y su manerade vivir el cine.

Desde hoy viernes yhasta junio del año

próximo, la Filmote-ca del IVAC repasará la

carrera de François Truffauten uno de los ciclos más extensos sobre su

obra, realizado en colaboración con Donos-tia Kultura y el Centro Galego de Artes da Ima-xe. El ciclo se acompaña de la publicación dellibro colectivo François Truffaut. El deseo delcine, coordinado por Carlos Losilla. En total,se proyectarán tres de sus cortometrajes y largometrajes de alguien que se definió a símismo como «el hombre más afortunado delmundo». Un ciclo que incluye obras maestrascomo Los golpes () o El niño salva-je (), obras con las que inició su carrera,sus películas de los años setenta o El últimometro (), con la que ganó el César a la me-

jor película, mejor director y mejor guión, has-ta su último largometraje, Vivamente el do-mingo ().

Truffaut comenzó escribiendo críticas decine de la mano de su maestro André Bazin,uno de los fundadores de la mítica revista Ca-hiers du Cinema. A su memoria está dedica-da Los cuatrocientos golpes, pues el joven Truf-faut supo de la muerte de su maestro el pri-mer día de rodaje de esta película que mar-có el inicio de la llamada Nouvelle Vague onueva ola. Bazin, que fue para él como un pa-dre, apadrinó a otros críticos como EricRohmer, Jean-Luc Godard, Claude Chabrol,etc., quienes, como Truffaut, un día deci-dieron sustituir la pluma por la cámara. To-dos ellos reclamaban un nuevo modo de con-cebir el cine más próximo a la vida y a las ide-as del cineasta: frente al montaje elogiaron laestética del plano-secuencia y la puesta en es-cena. La controvertida «política de autores»de los jóvenes cahieristas consistió en reco-nocer la dimensión artística del cineastafrente a otras posiciones tradicionales, comola del sistema clásico de las grandes pro-ductoras de Hollywood, donde la película seconsideraba un artefacto industrial, dise-ñado material e intelectualmente por sus in-versores capitalistas, y el director un simpleayudante más en ese engranaje.

Pero a diferencia de otros críticos actuales,que marcan una estricta línea divisoria entrecine de autor (Europa, Asia) y cine comercial(EE UU), la Nouvelle vague defendió la autoríaartística a uno y otro lado del Atlántico:Lang, Rossellini, Renoir pero también Ford,Hawks o Welles. Truffaut fue uno de los crí-ticos que contribuyó a convertir a Cahiers ducinéma en un referente en todo el mundo.Suyo es también uno de los textos de críticade cine más celebrados y populares, el librode entrevistas a Alfred Hitchcock. «Si el cinefuera una religión», llegó a decir Truffaut,«Hitchcock sería el sumo sacerdote». Los li-bros de Rohmer y Chabrol (Hitchcock, )y, especialmente, el de Truffaut (El cine segúnHitchcock, ) demostraron que su obra ci-nematográfica contenía una profunda refle-xión sobre la mirada y el sentido de las imá-genes. Lo que pretendía Truffaut es respon-der a través de las películas de Hitchcock a lapregunta que todo cineasta, según él, debeplantearse: «¿Cómo expresarse de una formapuramente visual?». Truffaut sostenía que«hacer una película es mejorar la vida, arre-glarla a nuestro modo, es prolongar los jue-gos de la infancia, construir un objeto que esa la vez un juguete inédito y un jarrón en el

que colocaremos, como si fuera un ramo deflores, las ideas que tenemos actualmente ode forma permanente».

Julio Cortázar escribió una vez que siem-pre había un motivo para no abandonar la lec-tura de un libro: la espera de un instante pro-digioso (frase, idea, metáfora). El espectadorescéptico puede adoptar semejante actitudante la pantalla. Pero nadie puede perma-necer indiferente ante el final de Los cuatro-cientos golpes: el plano congelado de su pro-tagonista, Antoine Doinel, mirando al es-pectador tras haber descubierto el valor de lalibertad y el peso de la soledad.

Hay una cierta circularidad formal en el ini-cio y final de Los cuatrocientos golpes. El títulode la película hace referencia a una expresiónfrancesa, faire les quatre cents coups, que sig-nifica hacer las mil y una, meterse en líos ohacer trastadas. Rohmer dijo de Truffautque «la vida era la pantalla». Por eso Antoi-ne Doinel no es sólo François Truffaut, su vidapertenece también a los protagonistas de Ceroen conducta (Jean Vigo, ) y Alemania,año cero (Rossellini, ), dos fábulas mo-rales sobre la infancia que cautivaron al jovencineasta francés.

En España habría que destacar una dobleinfluencia de Truffaut y la Nouvelle Vague: encuanto al nacimiento de una cinefilia que en-carnaron revistas de cine como Film Ideal,Nuestro cine, Cineestudio o Griffith que sir-vieron de referente a los numerosos cine-clubs, algunos de ellos semiclandestinospues en ellos no sólo palpitaba la pulsión ci-néfila, también política, propia de un tiem-po de silencio y censura; por otro lado, la Nou-velle Vague contribuyó al desarrollo del lla-mado nuevo cine español, donde cabe des-tacar trayectorias fílmicas como las de Basi-lio Martín Patino, Mario Camus, Miguel Pi-cazo o Jaime Camino, entre otros.

Un tumor cerebral arrebató la vida a Truf-faut en con tan solo años. Hoy en díala orfandad de la Nouvelle Vague es todavíamayor, desde la muerte de Eric Rohmer,hace un año, y la de Claude Chabrol, al finalde este verano.

POR J. NAVARRO/ LEVANTE-EMV

Gonçal Castelló

Lluís AlperaLA TRIBUNA

Des d’aquesta tribuna us encoratgemperquè acudiu a la casa de cultura deGandia, demà dissabte, per tal derecuperar la memòria de l’insigne patriota

Se cumplen 50 años del estreno en España de «Los cuatrocientosgolpes» y el inicio de la Nouvelle Vague, una obra y una formade hacer cine que dejaron huella. La Filmoteca del IVAC repasala carrera de su director, François Truffaut, en un extenso ciclo.

La mirada deAntoine Doinel