John G. Lake - Su Poder en El Espiritu Santo

176

Transcript of John G. Lake - Su Poder en El Espiritu Santo

  • Notas de la editorial:Este libro no tiene intencin de proporcionar consejo mdico o tomar el lugar del consejo y

    tratamiento mdico de su doctor u otros profesionales de la salud cualificados. Ni la editorial, niel compilador, ni el ministerio del compilador se hacen responsables de ninguna posibleconsecuencia de cualquier accin emprendida por cualquier persona que lea o siga la

    informacin que hay en este libro. Si los lectores estn tomando medicamentos recetados,deberan consultar con su mdico y no tomar la decisin de dejar de tomar los medicamentos

    recetados sin la adecuada supervisin mdica. Cada lector es el nico responsable de lasconsecuencias de sus propias elecciones con respecto a consultar a mdicos o a otros

    profesionales de la salud cualificados.

    Los sermones, cartas y panfletos contenidos aqu han sido extrados de John G. Lake: TheComplete Collection of His Life Teachings, que fue compilado por Roberts Liardon, publicadooriginalmente por Albury Publishing, y es actualmente publicado por Whitaker House. Tanto

    Albury Publishing como Whitaker House han hecho todos los esfuerzos posibles para asegurarque se diera el permiso y el crdito adecuados para cada entrada de este libro. Las palabras,

    expresiones y estructura gramatical del texto han sido cuidadosamente editadas paraproporcionar claridad y legibilidad.

    Todas las citas bblicas son tomadas de la versin Santa Biblia, Reina-Valera 1960 (rvr) 1960 Sociedades Bblicas en Amrica Latina; renovado 1988 Sociedades Bblicas Unidas.

    Utilizado con permiso.

    Todas las palabras en negrita cursiva en las citas de la Escritura son nfasis de John G. Lake.

    Traduccin al espaol realizada por:Belmonte Traductores

    Manuel de Falla, 228300 Aranjuez

    Madrid, ESPAAwww.belmontetraductores.com

    Su Poder en el Espritu SantoPublicado originalmente en ingls bajo el ttulo: Your Power in the Holy Spirit

    Compilado por Roberts LiardonRoberts Liardon Ministries

    P.O. Box 2989Sarasota, FL 34230

    www.robertsliardon.com

    ISBN: 978-1-60374-275-7Impreso en los Estados Unidos de Amrica

    2011 por Roberts Liardon

    Whitaker House1030 Hunt Valley Circle

    New Kensington, PA 15068

  • www.whitakerhouse.com

    Para comentarios sobre este libro o para informacin acerca de otros libros publicados porWhitaker House, favor de escribir va Internet a: [email protected].

    Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de ninguna manera o porningn medio, electrnico o mecnicofotocopiado, grabado, o por ningn sistema de

    almacenamiento y recuperacin (o reproduccin) de informacinsin permiso por escrito de lacasa editorial. Por favor para cualquier pregunta dirigirse a:

    [email protected].

  • Captulo 1

  • El bautismo en el Espritu Santo

    Librito

    Reimpreso de El Consolador, septiembre de 1910Publicado por The Apostolic Faith Mission Tabernacles Printing Works, Johannesburgo,

    Sudfrica

    Sino santificad a Dios el Seor en vuestros corazones, y estad siempre preparados parapresentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razn de laesperanza que hay en vosotros.1 Pedro 3:15

    Porque

    El Rev. S. J. Du Toit, ministro de la iglesia reformada holandesa, desafo a los hermanosde la Misin de la Fe Apostlica a reunirse con l y defender pblicamente, en un debateabierto, la enseanza creda y difundida por ellos.

    El Rev. S. J. Du Toit es considerado uno de los polemista ms capaces y diestros enfrica.

    Fue en la iglesia holandesa, Somerset East, Cape Colony, durante 1910, donde elReverendo caballero, segn un documento de Graaff-Reinet, luch su Waterloo amanos de dos hermanos de la Fe Apostlica de Johannesburgo. A Dios sea la gloria.

    damos a nuestros lectores las caractersticas ms importantes de ese discurso delhermano Lake sobre el bautismo en el Espritu Santo.

    Revelacin de Dios progresiva

    Este es un tema tan profundo y tan extenso, que para entenderlo de modo inteligentedebemos considerarlo desde el mbito de la revelacin continua y progresiva. Al igual que elbautismo en agua del creyente cristiano, las operaciones del Espritu Santo debencomprenderse en sus sucesivas etapas de revelacin; de otro modo, seremos incapaces dedistinguir entre la operacin del Espritu en el Antiguo Testamento y el bautismo del EsprituSanto en el Nuevo Testamento.

    Una sucesiva dispensacin de Dios nunca destruye a una precedente. Por el contrario,conserva su espritu pero ampla su mbito.

    Esto se ve claramente comparando las dispensaciones patriarcal, mosaica y cristiana.

    En la dispensacin patriarcal, vemos a Dios apareciendo al hombre con largos intervalos deseparacin. Abraham proporciona el mejor ejemplo. Dios se le apareci en periodos de tiemposeparados por veinte y cuarenta aos. La era patriarcal puede, por tanto, designarse como ladispensacin de la revelacin de Dios al hombre.

    Hay un avance perceptible bajo la dispensacin mosaica hacia una manifestacin de Diosms profunda, ms clara y ms pronunciada. l estaba siempre presente en la columna denube y el pilar de fuego. Despus, Su presencia visible moraba en la gloria shekinah que cubra

  • el propiciatorio. Eso era Dios con el hombre, no al hombre, como en la dispensacin patriarcal;ms bien, Dios guiando, dirigiendo, perdonando, santificando, morando con el hombre.

    Al llegar a la dispensacin cristiana, obtenemos una revelacin ms clara y ms palpable deDios que en la anterior dispensacin mosaica.

    El clmax

    La revelacin muestra su clmax en esto: la dispensacin cristiana. Dios en el hombre!Porque el bautismo del Espritu Santo es la llegada real de esa Tercera Persona de la gloriosaTrinidad para vivir en el hombre. Esto, entonces, nos lleva donde podemos ver el propsito deDios al revelarse a S mismo al hombre mediante etapas progresivas de revelacin.

    Tal y como la dispensacin cristiana desbanca y eclipsa a todas las dems dispensaciones,as el verdadero cristiano debe superar a todos los que le han precedido. Ese es el puntoculminante del esfuerzo de Dios por la humanidad. El hombre no slo ha de ser perdonado,sino tambin ha de ser limpiado mediante la sangre de Jess de la naturaleza de pecado, delprincipio del mal que le hace transgredir. Esta limpieza del pecado innato (denominadotambin la mente carnal, el viejo hombre, el hombre de pecado) es sacar, de manera realy experiencial, de nuestro pecho el deseo de pecar. Toda relacin con el pecado es cortada, yla vieja vida egosta es rendida con alegra y disposicin sobre el altar de Cristo.

    Dios quiere un templo limpio

    Esta limpieza interior del corazn que Juan y los discpulos de Jess demandaban antes debautizar a un hombre es la preparacin necesaria para el bautismo del Espritu Santo. NuestroSanto Dios debe tener un lugar de morada santo. Oh, maravillosa salvacin! Maravillosaexpiacin! Maravilloso Cristo! El hombre, nacido en pecado y formado en iniquidad (vaseSalmo 51:5), perdonado, limpiado, purificado por la sangre de Jess, y hecho una habitacin,un lugar de morada de Dios mediante el Espritu.

    La redencin que Jesucristo efectu en el Calvario restaura al hombre todos los privilegios ylas prerrogativas perdidos por la cada.

    Cristo nos redimi de la maldicin de la ley, hecho por nosotros maldicin (porque estescrito: Maldito todo el que es colgado en un madero), para que en Cristo Jess la bendicinde Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibisemos la promesa delEspritu.(Glatas 3:1314)

    Esto nos revela el propsito de Dios en nuestra salvacin. Debemos estar preparados por lasangre de Jesucristo para convertirnos en habitacin de Dios, en quien vosotros tambin soisjuntamente edificados para morada de Dios en el Espritu (Efesios 2:22). De nuevo en 1Corintios 6:19, Pablo pregunt sorprendido: O ignoris que vuestro cuerpo es templo delEspritu Santo, el cual est en vosotros?.

    Un hecho maravilloso

    La llegada personal del Espritu Santo a la conciencia humana es un hecho maravilloso dela manifestacin de Dios en la historia! Su llegada fue tan definida y manifiesta como la llegadade Cristo. Fue la venida de Cristo proclamada por voces de ngeles y coreada por multitud

  • de las huestes celestiales que alababan a Dios (Lucas 2:13)? Igualmente, la llegada delEspritu Santo fue atestiguada por Su forma corporal, como paloma (Lucas 3:22), por elestruendo como de un viento recio, y por la aparicin sobre ellos de lenguas repartidas,como de fuego (Hechos 2:23).

    La paloma celestial, el estruendo tempestuoso y las lenguas de fuego que se asentaronsobre los ciento veinte fueron tan convincentes como la estrella y las voces a medianoche delas huestes celestiales.

    La promesa dada y cumplida

    En Juan 16:7 se nos da explcitamente la promesa del Espritu Santo:

    Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, elConsolador no vendra a vosotros; mas si me fuere, os lo enviar.

    Si me fuere, os lo enviar. Esa promesa se cumpli el da de Pentecosts despus deque los discpulos hubieran esperado, segn el mandamiento de Jess, unnimes en oraciny ruego (Hechos 1:14).

    La identificacin del creyente con Cristo en Su muerte y resurreccin

    Entre el da en que el Espritu Santo fue prometido y el momento de Su llegada enPentecosts, se produjo el gran da de la crucifixin de nuestro Seor. Cristo tuvo que sufrir afin de que el don del Espritu Santo fuese posible para el hombre. Tambin hay un da decrucifixin para el cristiano; debe ser crucificado con Cristo: el viejo hombre debe ser clavadoen la cruz, porque de ninguna otra manera podemos ser liberados del pecado. Morir al pecadoes un acto real, una experiencia genuina.

    Porque somos sepultados juntamente con l para muerte por el bautismo (Romanos 6:4)y llegando a ser semejante a l en su muerte (Filipenses 3:10), somos participantes de lavida resucitada de Jess. La nueva vida de poder y victoria en Dios se hace nuestra, y somoselevados por medio de Cristo a Su propia vida de resurreccin, en una experiencia espiritualreal.

    Tan necesaria como la crucifixin o la resurreccin es la ascensin. Jess ascendi al cielo;est sentado a la diestra del Padre. Segn la promesa, l enva el Espritu Santo, que tambines llamado en la Biblia el Espritu de Jess y el Espritu de Cristo. El Espritu Santo entrandoen nosotros, tomando posesin de nuestra personalidad, viviendo en nosotros, movindonos,controlndonos y elevndonos a experiencias celestiales en Cristo Jess es el bautismo en elEspritu Santo, del cual somos hechos participantes en la vida ascendida de Cristo en gloria.

    Una recepcin personal de un Espritu Santo personal

    El derramamiento del Espritu Santo no es slo dispensacional, sino que Su recepcin en elcorazn ha de ser una experiencia personal y consciente de todo cristiano que haya buscadorecibir poder de lo alto. La primera experiencia pentecostal se nos da en el segundo captulode Hechos:

    Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio... y se les aparecieronlenguas repartidas, como de fuego... Y fueron todos llenos del Espritu Santo, y comenzaron a

  • hablar en otras lenguas, segn el Espritu les daba que hablasen.(Hechos 2:24)

    Hablar en lenguas es la voz de Dios. Es Dios hablando por medio de nosotros.

    Nota: En este punto el Espritu Santo habl por medio del hermano Lake en unalengua desconocida (vese 1 Corintios 14:2). Se pidi a la congregacin queparticipase en oracin silenciosa para pedir la interpretacin de las palabras habladasen lenguas (vase 1 Corintios 14:13). Inmediatamente, Dios respondi. Lainterpretacin fue la siguiente:

    Interpretacin de un mensaje en lenguas

    Cristo es a la vez el intachable descenso de Dios al hombre y el ascenso sin pecado delhombre a Dios, y el Espritu Santo es el agente mediante el cual se logra eso.

    Gloria a Dios! l es el Cristo, el Hijo de Dios. Su expiacin es una expiacin real. Su sangrelimpia de todo pecado. El hombre se convierte de nuevo en el lugar de morada de Dios.

    Y qu de las manifestaciones?

    Consideremos ahora algunas de las maravillosas manifestaciones de Dios a Su pueblo en elNuevo Testamento, bajo el bautismo del Espritu Santo. Tomaremos el captulo diez de losHechos de los Apstoles:

    Cornelio, un centurin gentil que viva en Cesarea, tiene una visin. Se le aparece un ngel,y el ngel le transmite un mensaje consolador de Dios. Este mensajero celestial tambin le dala direccin del apstol Pedro, quien estaba en Jope predicando a Jess, sanando a losenfermos y entregando viva a la muerta Dorcas a las viudas que hacan lamentacin por ella.Cornelio recibe el mandato de enviar a buscar a Pedro: l te dir lo que es necesario quehagas (Hechos 10:6).

    Dos sirvientes de confianza y un devoto soldado son enviados de inmediato a Jope a buscara Pedro. Al da siguiente, cuando los mensajeros se acercan a la ciudad, Pedro estaba orandoy, en un trance, tuvo una visin. Mediante esa visin Dios le ense una leccin muy necesariay eficaz sobre la hermandad de los hombres, y quit de su corazn ciertos prejuicios racialesinherentes que Pedro, como judo, tena hacia la predicacin del evangelio a los gentiles.

    Pensemos en eso: el gran Pedro en un trance! Si yo cayera al piso en un trance en estemismo momento, no tengo dudas de que el nueve dcimas partes de esta audiencia afirmaranque fue un caso de hipnotismo; que mi oponente, el hermano Du Toit, me haba hipnotizado.

    Mientras Pedro pensaba en la visin, recibi un mensaje mediante el Espritu, diciendo: Heaqu, tres hombres te buscan. Levntate, pues, y desciende y no dudes de ir con ellos,porque yo los he enviado (Hechos 10:1920).

    La seal de las lenguas

    Pedro acompa a los tres hombres a Cesarea, y dedic el evangelio a los que estabanreunidos en la casa de Cornelio. Todos ellos fueron bautizados en el Espritu Santo. Y losfieles de la circuncisin que haban venido con Pedro se quedaron atnitos de que tambinsobre los gentiles se derramase el don del Espritu Santo (versculo 45). Cmo supieron

  • que haban sido bautizados en el Espritu Santo? Porque los oan que hablaban en lenguas, yque magnificaban a Dios (versculo 46). Ese glorioso servicio del Espritu Santo termin en elbautismo en agua de aquellos que ya haban sido bautizados en el Espritu Santo.

    Pablo nos habla

    En el captulo 22 de Hechos, leemos el relato de Pablo de su propia conversin deljudasmo para convertirse en discpulo de Jesucristo. Un grupo de hombres a caballo (Saulo yciertos oficiales de la ley) van de camino a Damasco. Saulo tiene la comisin de arrestar atodos aquellos que invoquen el nombre de Jess. De repente, les rode una luz del cielo mayorque la luz del sol. Y los que estaban conmigo vieron a la verdad la luz, y se espantaron; perono entendieron la voz del que hablaba conmigo (Hechos 22:9).

    En el captulo 26 de Hechos, Pablo dice:

    Y habiendo cado todos nosotros en tierra [pensemos en eso: todo el grupo cay en tierra],o una voz que me hablaba, y deca en lengua hebrea: Saulo, Saulo, por qu me persigues?(Hechos 26:14)

    Quin es el que habla? Yo soy Jess, a quien t persigues (versculo 15).

    Trances, visiones, revelaciones

    A fin de entender toda la fuerza de ese incidente, al igual que aprender la fuente delmaravilloso ministerio de Pablo y de su profunda perspectiva de las cosas espirituales,debemos descubrir de dnde obtuvo su conocimiento del evangelio. Le fue comunicado porlos otros apstoles que haban estado con Jess durante Su ministerio terrenal? No. Le fuerevelado en trances y en visiones. El recibi el conocimiento directamente del Cristo mismoascendido y glorificado.

    Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por m, no es segn hombre;pues yo ni lo recib ni lo aprend de hombre alguno, sino por revelacin de Jesucristo.(Glatas1:1112)

    Ms visiones

    En Hechos 22:12, Pablo habla de Ananas que fue a verle. Cmo supo Ananas que Pabloestaba all? El misterio se explica en Hechos 9:1011.

    Haba entonces en Damasco un discpulo llamado Ananas, a quien el Seor dijo en visin:Ananas. Y l respondi: Heme aqu, Seor. Y el Seor le dijo: Levntate, y ve a la calle quese llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aqu,l ora.

    Y ahora el Seor le dice a Ananas lo que Pablo haba visto:

    Y ha visto en visin a un varn llamado Ananas, que entra y le pone las manos encima paraque recobre la vista.(Hechos 9:12)

    En el versculo siguiente, Ananas habla con el Seor. Conoce usted algo de talesrevelaciones, de tal comunin con conversaciones con Dios? Si no es as, obtenga el bautismo

  • del espritu Santo como hicieron los primeros cristianos, y los conocimientos y experiencias deellos en Dios sern de usted. Los hombres nos dicen: De dnde obtienen su perspectiva dela Palabra de Dios?. Nosotros respondemos: De donde la obtuvieron Pablo y Pedro, es decir,de Dios mediante el Espritu Santo.

    Ananas fue tal como el Seor le dirigi y encontr a Pablo. Ananas le impuso sus manos, yel recibi la vista, fue bautizado en agua y tambin en el Espritu Santo, y hablaba el lenguasms que todos vosotros (1 Corintios 14:18).

    Ahora, leamos de nuevo Hechos 22:14. Ananas est hablando a Pablo:

    Y l dijo: El Dios de nuestros padres te ha escogido para que conozcas su voluntad, y veasal Justo, y oigas la voz de su boca.

    Quiero que observen las frases veas al Justo y oigas la voz de su boca.

    Definicin de trance

    Cundo vio Pablo al Justo? Cuando oy la voz de su boca? La primera mencin que sehace, despus de las palabras profticas de Ananas en Hechos 22:14, de que Pablo viese yoyese al Justo fue cuando estaba en un trance o xtasis despus de haber regresado aJerusaln:

    Y me aconteci, vuelto a Jerusaln [tres aos despus de que Ananas hubiera profetizado],que orando en el templo me sobrevino un xtasis. Y le vi [a Jess] que me deca: Date prisa, ysal prontamente de Jerusaln; porque no recibirn tu testimonio acerca de m.(Hechos 22:1718)

    Ahora bien, qu es un xtasis? En un xtasis, el Espritu predomina sobre la mente y elcuerpo, y durante ese periodo, el control del individuo est en el Espritu. Nuestra ignorancia dela manifestacin espiritual es tal que incluso ministros de la religin se ha sabido que han dichoque tales experiencias y condiciones son del diablo.

    Ahora bien, veamos cundo Pablo oy y vio por primera vez al Justo, cuando recibi sucomisin a predicar, cules eran su condicin y actitud en ese momento (vase Hechos 26:12,1618). Pablo recibi su comisin a predicar mientras estaba cado en tierra en el polvorientocamino cerca de Damasco en un xtasis, habiendo sido conducido a ese estado por el poder yla gloria de la luz celestial que brillaba a su alrededor. Ahora bien, si viramos a alguien cadoen el camino y hablando con alguien invisible, no hay duda de que, en nuestra ignorancia,llamaramos a una ambulancia o a la polica. Pero fue all donde Pablo recibi su comisin yfue nombrado predicador y apstol a los gentiles.

    Nota: Recibir revelacin del Seor no requiere estar en estado de trance, pues Pablodijo claramente: Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por m,no es segn hombre; pues yo ni lo recib ni lo aprend de hombre alguno, sino porrevelacin de Jesucristo (Glatas 1:1112).

    Manifestaciones del Espritu

    De aqu podemos percibir y entender en cierta medida las operaciones de Dios en aquellosque se sitan bajo el poder del Espritu Santo. Y ahora, amados, est el Espritu Santo en la

  • iglesia en la actualidad? Claro que s. Pero puede que digan: Pero no le vemos obrar de esamanera en nuestra iglesia!. Por qu? Porque ustedes dicen: Todas esas cosas eran paralos das de los apstoles. Pueden encontrar algn lugar en las Escrituras que diga que losdones del Espritu Santo han sido retirados de la iglesia de Cristo? No haya autoridad bblicaalguna para tal afirmacin, sino ms bien leemos: Porque irrevocables son los dones y elllamamiento de Dios (Romanos 11:29).

    Los dones

    He predicado en cuatro pases diferentes y, con una excepcin, ningn ministro cristiano hasido capaz de nombrarme los nueve dones del Espritu Santo. Estos dones se enumeran en 1Corintios 12:811. Me agrad mucho escuchar al hermano Du Toit leerlos al comienzo de esteservicio. Demuestra que las personas estn comenzando a leer y a pensar al respecto. Losdones del Espritu Santo son:

    1. Sabidura2. Conocimiento3. Fe4. Dones de sanidad5. Obrar milagros6. Profeca7. Discernimiento de espritus8. Diversos tipos de lenguas (varios lenguajes no aprendidos naturalmente sino por el

    Espritu)9. Interpretacin de lenguas

    Doy gracias a Dios por estos preciosos dones del Espritu y especialmente por los dones desanidad. Que todos aprendamos a conocer a Cristo no slo como nuestro Salvador, sinotambin como nuestro Santificador y Sanador!

    Dios restaura a Su pueblo

    Amados, hemos visto que el Espritu Santo vino en Pentecosts y que esos dones tambinestuvieron all; sin embargo, mediante la falta de fe, muchas veces no los vemos ejercitadosahora.

    La Misin de Fe Apostlica sostiene el obtener el Espritu Santo mediante el bautismopersonal en l y el recibimiento de poder de lo alto (Lucas 24:49), como orden Cristo, y elque se mand a los discpulos que esperasen antes de salir a predicar el evangelio. Porque:recibiris poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espritu Santo (Hechos 1:8).

    Bautismo en el Espritu Santo

    Hablar en lenguas es la evidencia externa de que el Espritu Santo ha tomado posesin delcuerpo del creyente y, por tanto, de la lengua. Es la voz de Dios que habla por medio de loslabios santificados del creyente.

  • En Hechos 2:4, los ciento veinte discpulos hablaron en lenguas. En Hechos 10:4448,cuando el Espritu Santo cay sobre los gentiles, Pedro orden que tambin ellos deban serbautizados en agua.

    Puede acaso alguno impedir el agua, para que no sean bautizados estos que han recibidoel Espritu Santo tambin como nosotros?(Hechos 10:47)

    Cmo saban que eran bautizados en el Espritu Santo?

    Porque los oan que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios.(versculo 46)

    Hablar en lenguas fue, por tanto, la evidencia del bautismo en el Espritu Santo, mediante lacual tambin Pedro reclam el derecho de bautizarlos en agua, porque l saba que sloaquellos que eran salvos podan recibir el bautismo en el Espritu Santo. En Hechos 19:17,Pablo encontr en feso a doce hombres que haban sido bautizados en el bautismo de Juan.l volvi a bautizarlos en el bautismo cristiano y en el nombre de Jesucristo. Cuando Pabloimpuso sus manos sobre ellos, el Espritu Santo vino sobre ellos y hablaron en lenguas yprofetizaron.

    As que, las lenguas son por seal, no a los creyentes, sino a los incrdulos.(1 Corintios14:22)

  • Captulo 2

  • El precursor de la lluvia tarda de Dios

    Librito

    Una carta general a Christian Public Pentecost en SudfricaAgosto de 1908

    Amados en Jess en todo lugar! A fin de que el pblico cristiano pueda ser consciente de loque Dios est haciendo en medio de nosotros, hemos decidido emitir este boletn parainformar a nuestros amigos en todo lugar de la maravillosa manera en que Dios est obrandono slo en Johannesburgo, Pretoria, Krugersdorp y otros centros, sino tambin en muchoslugares por toda la tierra, donde el Espritu Santo est siendo derramado sobre las personas.

    El 14 mayo, un grupo de misioneros bautizados en el Espritu Santo llegaron desde Amricaa Johannesburgo, y enseguida comenzaron a dirigir reuniones en esta ciudad, siendo el lugarprincipal de reunin la vieja iglesia presbiteriana en la esquina de las calles Bree y Von Wieligh.Desde el comienzo de esos servicios, el poder de Dios se ha manifestado en gran manera enla salvacin de pecadores de todas clases, muchos de los cuales han sido santificados ybautizados con el Espritu Santo y han hablado en varios tipos de lenguas como en el da dePentecosts (vase 1 Corintios 12 y Hechos 2). Tambin ha habido muchos casos desanidades milagrosas de todo tipo de enfermedades. Predicadores y laicos, jvenes, hombresy mujeres y personas mayores por igual han recibido de Dios el bautismo del Espritu Santo yestn hablando en lenguas y alabando a Dios con un nuevo gozo y poder anteriormentedesconocidos para ellos. El testimonio universal de quienes reciben el bautismo del EsprituSanto ha sido, y es, que Dios ha obrado en ellos, y est obrando en ellos, en la salvacin,santificacin y sanidad de otros de modo nunca antes conocido en sus vidas. El testimonio deun obrero cristiano holands ilustra este punto. l dice:

    He sido un predicador del evangelio por aos. Hasta el momento en que comenc a asistir aesas reuniones, nunca haba podido imponer mi mano con certeza sobre alguien que yoestuviera seguro que haba sido convertido y salvo bajo mi ministerio, pero desde queencontrado a Jess, mi Santificador, y desde que he recibido el bautismo del Espritu Santo, ydesde que Dios ha comenzado a hablar por medio de m en lenguas, he entrado a unacercana tal con Dios que ahora mi ministerio ha cambiado por completo. En casi cada reuninhay personas que son salvas, santificadas o bautizada con el Espritu Santo.

    Esta obra de Dios que est siendo manifiesta en medio de nosotros es slo la que estsiendo manifiesta en el momento presente en todo el mundo. En toda nacin se estproduciendo este mismo derramamiento del Espritu de Dios sobre toda carne. Creemos quees la lluvia tarda de la Escritura prometida por el Seor (vase Joel 2.2329 y Hechos 2:1721).

    Este derramamiento del Espritu de Dios est manifestando la preparacin que Dios esthaciendo del mundo para la pronta aparicin de Jesucristo en Su segunda venida (vaseSantiago 5:78).

    Casi universalmente, las primeras palabras del primer mensaje que el Seor da a la nuevaalma bautizada, ya sea en lenguas o en su idioma natal, es: Arrepintete. Jess viene. El

  • tiempo se acerca. Preprate!.

    Este derramamiento del Espritu no est limitado a ningn grupo, iglesia o culto. EnJohannesburgo vemos personas de todas las denominaciones y de todo credo religioso quebuscan a Dios para recibir una obra real y definida de gracia en sus almas, recibiendo de l elbautismo del Espritu Santo, porque se es el que bautiza con el Espritu Santo (Juan 1:33;vase tambin Hechos 10:4448).

    Vemos que, en las vidas de esos hijos de Dios bautizados, siguen las seales de unverdadero misterio del evangelio, tal como Jess prometi en Marcos 16:1420.

    Tan slo relatamos cosas que nuestros ojos han visto y nuestros odos han odo. Losmensajes ms maravillosos del Seor, mediante el Espritu Santo, han sido dados por mediode muchos en medio de nosotros. Es comn que en cualquier servicio pblico el Espritu Santoutilice a individuos para dar mensajes en lenguas, siguiendo invariablemente la interpretacin,tal como ocurra en la iglesia primitiva del primer siglo (vase 1 Corintios 14).

    Es la intencin y el propsito de este comit, el cual est compuesto slo por obreroscristianos sinceros y es totalmente interdenominacional en carcter, publicar un documento(tanto en holands como en ingls) para que las personas de Sudfrica y del mundo puedantener la oportunidad de conocer por s mismas estas maravillosas obras de Dios en estosltimos tiempos; para que ellos, al igual que nosotros, puedan unirse en oracin a Dios paraque llegue un poderoso derramamiento de Su Espritu sobre esta tierra, y que la ola de pecadoe iniquidad que ha barrido y ha maldecido esta tierra sea retirada y se establezca de maneramanifiesta un reino de justicia, y que todas las gentes y todas las naciones se postren a lospies de Cristo nuestro Rey, y que Dios bendiga y prepare a cada uno y a todos para laaparicin de nuestro Seor (vase Juan 14:13).

    Las operaciones del Espritu de Dios se identifican fcilmente (vase Juan 14:1217, 26 yJuan 16:714).

    Estos misioneros de la Fe Apostlica que ahora estn en medio de nosotrosel hermano yla hermana Thomas Hezmalhalch, el hermano y la hermana John G. Lake, el hermano Jacob O.Lehman, y la hermana Ida P. Sackettson hombres y mujeres humildes queincuestionablemente han sido enviados por Dios a Sudfrica en este momento con estemensaje. Ellos no representan a ninguna organizacin, y su ministerio es para la gente. No hayninguna junta tras ellos. Al igual que en toda obra del Espritu Santo por toda la tierra, ellosconfan en Dios, y solamente Dios, para su sostn. No se impone ningn cargo de ningn tipopor los servicios religiosos, las oraciones por los enfermos o cualquier otra obra. No se recibeningn salario, cada individuo confa nicamente Dios para su propio mantenimiento, comohacan los apstoles en los primeros tiempos (vase Lucas 9:16).

    Maravillosos testimonios de sanidad milagrosa se escuchan en las reuniones. Esasreuniones son sencillamente servicios evanglicos donde el Espritu de Dios tiene el control, enmuchos casos Dios utiliza a muchachos y muchachas, y tambin a personas mayores, para darmensajes y orar con los enfermos.

    Entre aquellos que han sido bautizados con el Espritu Santo estn holandeses e ingleses,judos y gentiles, blancos y negros, y en una reciente reunin un misionero chino de Canton,

  • que ministra entre los chinos aqu, recibi el bautismo del Espritu Santo y habl en lenguas.Que la venida de nuestro Salvador Jesucristo est cercana, lo creemos verdaderamenteaquellos de nosotros que hemos visto el progreso de esta obra. En todos esos mensajesdichos por el Espritu Santo no se dan tiempos ni fechas, pero en cada mensaje llega laadvertencia universal: Por tanto, tambin vosotros estad preparados; porque el Hijo delHombre vendr a la hora que no pensis (Mateo 24:44).

    Nuestro propsito al escribir esta carta es que las personas puedan saber lo que Dios esthaciendo. No contraemos deuda de ningn carcter, sino que obedecemos el mandato delSeor: No debis a nadie nada (Romanos 13:8). Por consiguiente, cuando se necesitanfondos, pedimos a Dios en oracin que enve los fondos que sean necesarios. Y pedimos atodo hombre y mujer cristianos que se unan a nosotros en oracin para que Dios proporcionelos medios con los cuales publicar un documento, tanto en holands como en ingls, que serconocido como La lluvia tarda de Dios, a fin de que los testimonios de quienes han sidosalvos, santificados y bautizados con el Espritu Santoy otros que hayan sidomilagrosamente sanados por el Seorpuedan publicarse, para que todos conozcan y seconviertan en participantes de estas bendiciones de los ltimos tiempos.

    Este es el movimiento de evangelizacin de Dios. No est controlado por el hombre ni por elgobierno del hombre, y no es una organizacin que el hombre haya promovido. Es el Espritude Dios siendo derramado sobre las personas. Se conocen ejemplos en que el Espritu deDios ha cado sobre familias en Sudfrica, donde no ha estado ningn predicador ni maestro;solamente Dios, en respuesta a la oracin, bautizando a esos hijos de Dios con el EsprituSanto, llenando y emocionando sus almas con los gozos y los poderes del mundo venidero(vase Hebreos 6:16).

    El himno impreso a continuacin fue dado al hermano Thomas Hezmalhalch por la inspiracindel Espritu Santo.

    Jess vieneLetra de T. HezmalhalchMsica de F. A. Graves

    1907 by Thos. Hezmalhalch

    Estrofa 1:Jess viene! S, viene por m! Jess viene! Su gloria yo ver.

    Las nubes son Sus carros; los ngeles Su guardia.Jess viene! Qu claras son Sus palabras.

    Coro:Viene otra vez, viene otra vez,

    Jess viene, viene a reinar. Las nubes son sus carros,

    Los ngeles Su guarda. Jess viene,

    Cun preciosa es Su Palabra.

    Estrofa 2:

  • Jess viene! Oh gloria divina! Jess viene! El Seor que mo es;

    S, viene triunfante con gritos y cantos; Jess viene! No queda mucho tiempo.

    Estrofa 3:Jess viene! l no est lejos!

    Jess viene! No nos importar no quedarnos;Las nubes por nuestros carros; los ngeles

    nuestra guarda; Jess viene! Esta verdad es Su Palabra.

    Estrofa 4:Jess viene! Los justos resucitarn!

    Jess, cuya venida celebraremos en los cielos;El mundo no nos ver; con Jess nos habremos ido.

    Cantando para siempre el alegre canto.

    Estrofa 5:Jess viene! S, todos entonces lo sabrn!

    Jess, cuya venida ha conquistado a nuestro enemigo;En victoria le encontraremos; en triunfos nos levantaremos!

    Jess ha venido! Gritaremos en los cielos.

    Estrofa 6:Jess viene! Oh santos, regocijo!Jess viene! Levanten sus voces;

    Las nubes son Sus carros; los ngeles Su guardia.Canten de Su venida y hablen de Su Palabra.

    Estrofa 7:Jess viene! Levanten himnos!

    Jess viene! El amoroso premio de nuestro Dios;El gran Redentor del mundo, el Salvador de los hombres,

    Jess ha conquistado! l viene a reinar.

  • Captulo 3

  • Mi bautismo en el Espritu Santo y cmo el Seor me envi aSudfrica

    Librito

    Divine Healing Institute Portland, Oregon

    El llamado de Dios

    De la oscuridad de la noche te he llamado,A la gloriosa luz del da,

    Al conocimiento de la salvacin de Dios,Por medio de Jess, la Verdad, la Luz y la Vida.

    Aquel que ha plantado en tu propio senoLa salvacin consciente mediante Jess el Seor

    Ahora espera ver el resultado del rescateCumplido en ti mediante el Espritu y la Palabra.

    Rinde, pues, tu ser, como l, a tu propio Maestro,Su camino para ti es el camino de la cruz,

    Perfeccionado l, aun mediante tristezas y sufrimiento,Obediente, obediente hasta la muerte.

    Aqu como con l est el secreto de la victoria,Que, despus de morir, de la tumba resucit,En la nueva vida de poder y majestad divinos

    Triunfando sobre la muerte, el infierno y todos los enemigos.

    Ascendiendo sobre todos los cielos,A las esferas de la gloria divina,

    Reinando como Conquistador y enviando Su Espritu,Morando por siempre en tu corazn y el mo.

    As, en nuestra naturaleza el Espritu de conquistaNos impulsa en la guerra santa de Dios,

    Avanzando, obligando, librando, destruyendoA todos las potestades de oscuridad dondequiera que estn.

    Por la muerte a la victoria, por la prueba a la conquista,Por el sufrimiento a la gloria, el dominio y el poder,

    As el Calvario ahora se convierte en la puerta abiertaA Jess, al cielo, al discipulado.

    Mi bautismo en el Espritu Santo

    Haban pasado ocho aos desde que Dios me revelase a Jess el Sanador. Yo haba

  • estado practicando el ministerio de sanidad. Durante aquellos ocho aos, cada respuesta a laoracin, cada toque milagroso de Dios, cada respuesta de mi propia alma al Espritu habancreado en mi interior un anhelo ms intenso de intimidad con Dios y conciencia de l, como yosenta que los discpulos de Jess y la iglesia primitiva haban posedo.

    Poco despus de mi entrada en el ministerio de sanidad, mientras asista a un servicio en elque se estaba presentando la necesidad del bautismo del Espritu, cuando me arrodill enoracin y nueva consagracin a Dios, vino sobre m una uncin del Espritu. Oleadas de gloriasanta atravesaron mi ser, y fui elevado a una nueva conciencia de la presencia y el poder deDios.

    Ministr durante algunos aos en el poder de esa uncin. Las respuestas a las oracioneseran frecuentes, y se producan de vez en cuando milagros de sanidad. Yo me senta en lafrontera de una gran esfera y conciencia espiritual pero era incapaz de entrar plenamente, ypor eso mi naturaleza no estaba satisfecha con el logro. Los amigos me decan: Tienes elbautismo del Espritu; si no lo tuvieras, no podras disfrutar de un ministerio tan fructfero comoel que tienes, y otras frases de esta naturaleza. Sin embargo, el anhelo que haba en mi almaera para m la evidencia de que haba una experiencia mejor de la que mi alma conoca.

    Finalmente, me sent dirigido a apartar ciertas horas del da que dedicaba a Dios comotiempos de meditacin y oracin. As pasaron varios meses hasta que una maana, mientrasestaba orando de rodillas, el Espritu del Seor habl a mi espritu y dijo: S paciente hasta elotoo. Mi corazn se regocij con ese aliento. Contine con mi prctica de meditacin yoracin. Se hizo fcil apartar mi alma del curso de la vida, de modo que mientras mis manos ymi mente estaban ocupados en los asuntos comunes de cada da, mi espritu mantena suactitud de comunin con Dios. Por tanto, la oracin silenciosa se convirti en una prcticahabitual. Ciertamente, lo haba sido en gran parte durante toda mi vida.

    En el otoo, me pusieron en contacto con un ministro del evangelio que predicaba un claromensaje de Dios y del bautismo del Espritu Santo. En mi estudio del hombre y su enseanza,me sorprendi el hecho de que su interpretacin de la Palabra de Dios fuese extremadamenteleal a lo que mi alma entenda como el verdadero espritu de la Palabra.

    Mediante su enseanza, fui guiado a una conciencia cada vez ms profunda y ms clara delpoder de Dios para mantener el corazn del hombre libre de la conciencia de pecado. En lugarde la lucha normal contra la maldad en mi vida interior, esa conciencia del poder limpiador deDios en mi naturaleza interior se hizo evidente y una nota de alegra y victoria lleg a mi alma.

    En ese periodo, adems de mi trabajo como ministro del evangelio, tambin trabajaba comogerente de agentes para una empresa de seguros de vida. Durante el periodo del cual habloahora, predicaba prcticamente cada noche. Despus de nuestros servicios, tena el hbito deunirme a un crculo de amigos que, como yo mismo, estaban decididos a orar perseverantes aDios hasta que pudiramos recibir el bautismo del Espritu Santo, como creamos que losprimeros discpulos lo haban recibido.

    Yo crea que mi espritu no slo debera ascender a una nueva conciencia de la presenciade Dios, sino que tambin el evidente y consciente poder de Dios debera venir sobre mi vida.En mi consagracin a Dios, una y otra vez yo deca Dios, si me bautizas en el Espritu Santo yme das el poder de Dios, nada podr interponerse entre una obediencia al cien por ciento y

  • yo.

    Segu reunindome con esos amigos casi cada noche durante meses. Una bendita mujer deDios que estaba de visita en nuestra ciudad y estaba mi casa, al observar la angustia de miespritu me dijo un da: Venga y oremos. Cuando nos arrodillamos, ella dijo: Mientrasoramos, si Dios le revela cualquier causa que obstaculice el que usted no reciba el bautismodel Espritu, me lo dir; y si l me revela cualquier causa a m, yo se lo dir. Oramos, y ningnobstculo nos fue revelado a ninguno de nosotros. Entonces ella dijo: Obedeceremos laPalabra de Dios y la prctica de la Iglesia primitiva. Imponiendo sus manos sobre mi cabeza,ella rog a Dios que yo pudiese recibir el bautismo del Espritu Santo.

    Una profunda calma me inund. En la tarde, un hermano ministro me llam y me invit a quele acompaase a visitar a una seora que estaba enferma. Al llegar a la casa, encontramos auna seora en silla de ruedas. Todas sus articulaciones estaban rgidas debido al reumatismoinflamatorio. Ella llevaba diez aos en ese estado.

    Mientras mi amigo conversaba con ella, preparndola para que orsemos con ella para quefuese sanada, yo estaba sentado en un silln bajo al lado contrario de aquella habitacingrande. Mi alma estaba clamando a Dios con un anhelo demasiado profundo para expresarlocon palabras cuando, de repente, me pareci que haba atravesado una cascada de clidalluvia tropical, que no caa sobre m sino que caa a travs de m. Mi espritu, mi alma y micuerpo, bajo aquella influencia, estaban inmersos en una calma tan profunda y tranquila comonunca antes haba conocido. Mi cerebro, que siempre haba estado muy activo, se quedtotalmente tranquilo. Una reverencia por la presencia de Dios cay sobre m. Yo saba que eraDios.

    Pasaron unos momentos; no s cuntos. El Espritu dijo: He odo tus oraciones, he visto tuslgrimas; ahora eres bautizado en el Espritu Santo. Aquello que pareca lluvia ces, perohaba dejado una calma, una tranquilidad de Dios sobre m que mis palabras no puedenexpresar. Entonces, corrientes de poder comenzaron a pasar por mi ser desde mi cabezahasta las plantas de mis pies. Aquellas rfagas de poder aumentaron en rapidez y voltaje. Amedida que esas corrientes de poder me atravesaban, parecan situarse sobre mi cabeza,atravesar mi cuerpo y pasar por mis pies hasta el piso. Aquel poder era tan grande que micuerpo comenz a vibrar intensamente, de modo que creo que si no hubiera estado sentado enun silln tan profundo y bajo, podra haberme cado al piso.

    Una abrumadora conciencia de la presencia de Dios se apoder de m. Una nueva oleadade poder, que agarraba mi carne, pareca llegar desde mis pies y moverse hacia arriba. Migarganta y mi lengua comenzaron a moverse de manera extraa, y descubr que era incapazde hablar en ingls. Realmente comenc a hablar en otro idioma que nunca haba aprendido,por el poder del Espritu.

    Durante aos yo haba estudiado en profundidad los fenmenos psquicos, y habaobservado entre diferentes grupos de personas cristianas varias manifestaciones. A veceseran del Espritu de Dios, pero otras veces eran puramente psquicas. Or: Padre, T sabesque he sido testigo de muchas fases de fenmenos psquicos. Es esto el poder de Dios queest atravesando mi ser, o es alguna caracterstica de fenmeno psquico? Es poderverdadero, o simplemente yo creo que es poder? Padre, quiero saberlo.

  • Dios respondi el clamor de mi corazn de la manera siguiente. En ese instante, observque mi amigo me haca seas de que me acercase para unirme a l en oracin por la mujerque estaba enferma. Al estar tan concentrado, l no haba observado que hubiera sucedidonada en m. Yo me levant para acercarme a l, pero vi que mi cuerpo temblaba con tantaviolencia que me resultaba muy difcil caminar por la habitacin, y especialmente controlar eltemblor en mis manos y mis brazos. Yo estaba familiarizado con las personas enfermas alhaberles ministrado durante muchos aos. Saba que no sera sabio imponer mis manos deaquella manera sobre la mujer enferma, pues era posible que le lastimase.

    Se me ocurri que lo nico necesario era tocar con las puntas de mis dedos la cabeza de lapaciente, y entonces las vibraciones no le daaran. Y eso hice. Al instante, las corrientes depoder santo atravesaron mi ser y supe que de igual manera atravesaron a la persona enferma.Ella no habl, pero aparentemente se sorprendi por el efecto en su cuerpo. Mi amigo, quehaba estado hablando con ella, estaba arrodillado mientras le hablaba con toda sinceridad. lse puso en pie, diciendo: Oremos para que el Seor la sane ahora.

    Tras decir eso, l la agarr de la mano. En el instante en que sus manos se tocaron, unaoleada de dinmico poder atraves mi persona y tambin a la mujer enferma, y cuando miamigo agarr su mano, la ola de poder pas de ella a l. La rfaga de poder que lleg a l fuetan grande que le hizo caer al piso. l me mir con alegra y sorpresa y, ponindose de pie,dijo: Gloria al Seor, John, Jess te ha bautizado en el Espritu Santo!.

    Entonces agarr la mano paralizada que haba estado rgida durante tantos aos. Lasmanos cerradas se abrieron y las articulaciones comenzaron a funcionar: primero los dedos,despus la mano y la mueca, despus el codo, el hombro, etc.

    Aquellas fueron las manifestaciones externas, pero quin poda describir las emociones degozo inexpresable que atravesaban mi espritu? Quin poda comprender la paz y lapresencia de Dios que llenaban mi alma? El poder santificador del Espritu en mi misma carne,subyugando toda mi naturaleza a lo que yo entenda que era la naturaleza de Cristo. Larevelacin de Su voluntad, la inexpresable ternura que me posea, un amor por la humanidadque yo nunca haba conocido: todo eso naci en mi interior.

    Incluso ahora que ha pasado tanto tiempo, diez aos despus, la reverencia de aquelmomento descansa sobre mi alma. Mi experiencia ha sido verdaderamente, como Jess dijo:ser en l una fuente de agua que salte para vida eterna (Juan 4:14). Esa fuente inagotableha fluido por mi espritu, alma y cuerpo da y noche, llevando salvacin y sanidad y el bautismodel Espritu en el poder de Dios a multitudes.

    Cmo el Seor me envo a Sudfrica

    Poco despus de mi bautismo en el Espritu Santo, comenz una obra del Espritu en m,que pareca tener como propsito la revelacin de la naturaleza de Jesucristo a m y en m.Mediante esa enseanza y remodelacin del Espritu se despert en mi alma una gran ternurapor la humanidad. Vea a la humanidad con nuevos ojos; me parecan ovejas errantes,alejadas, en medio de la confusin, andando a tientas y vagando de ac para all. No tenan unobjetivo definido y no parecan entender cul era la dificultad o cmo regresar a Dios.

    El deseo de proclamar el mensaje de Cristo y demostrar Su poder para salvar y bendecir

  • creca en mi alma, hasta que mi vida qued dominada por esa abrumadora pasin.

    Sin embargo, mi corazn estaba dividido. No poda seguir con xito las tareas ordinarias dela vida y el trabajo. Cuando un hombre entraba en mi oficina, aunque yo saba que veinte otreinta minutos de concentracin en el negocio que haba entre manos posiblemente me haraganar miles de dlares, no poda hablar de negocios con l. Por una nueva capacidad dediscernimiento, yo poda ver su alma y entender su vida interior y sus motivos. Le reconocacomo una de las ovejas errantes, y anhelaba con un deseo abrumador ayudarle a conocer aDios, a encontrar salvacin y a encontrarse a s mismo.

    Esa divisin en mi alma entre los intereses del negocio y el deseo de ayudar a los hombresa llegar a Dios se volvi tan intensa que, en muchas ocasiones, lo que deba haber sido unaexitosa entrevista de negocios y la conclusin de una estupenda transaccin de negociosterminaba convirtindose en una reunin de oracin, al invitar yo al individuo a arrodillarseconmigo mientras yo derramaban mi corazn delante de Dios por l.

    Decid hablar del asunto con el presidente de mi empresa. Sinceramente le dije cul era elestado en que se encontraba mi alma, y su causa. l respondi amablemente: Usted hatrabajado duro, Lake. Necesita un cambio. Tmese tres meses de vacaciones, y si quierepredicar, predique. Pero al final de tres meses, 50.000 dlares al ao le parecer muchodinero, y tendr poco deseo de sacrificarlo por sueos de posibilidades religiosas.

    Yo le di las gracias, acept la invitacin de unirme a un hermano en la obra de evangelismo,y sal de la oficina para nunca regresar.

    Durante los tres meses, prediqu cada da a grandes congregaciones y vi a multitud depersonas ser salvas de sus pecados y sanadas de sus enfermedades, y a cientos de ellasbautizadas en el Espritu Santo. Despus de los tres meses, le dije a Dios: He terminado parasiempre con todo en la vida a excepcin de la proclamacin y la demostracin del evangelio deJesucristo.

    Me deshice de mis propiedades y distribu mis fondos de la manera que crea que ira en elmejor inters del reino de Dios, y me dispuse a depender totalmente de Dios para el sostn dem mismo y mi familia, y me abandon a la predicacin de Jess.

    Mientras estaba ministrando en una ciudad en el norte de Illinois, el muchacho demantenimiento en el hotel donde estbamos buscaba a alguien que le ayudase a cortar unrbol muy grande. Yo me ofrec voluntario para ayudarle. Mientras realizaba el acto de cortarel rbol, el Espritu del Seor habl a mi espritu, de manera clara y distintiva: Ve aIndianapolis. Preprate para una campaa de invierno. Consigue una sala grande. Enprimavera irs a frica.

    Regres al hotel y le cont el incidente a mi esposa. Ella dijo: Yo saba desde hace variosdas que tu trabajo aqu haba terminado, porque cuando estaba orando el Espritu me dijo: Tuesposo va a proseguir.

    Fui a Indianapolis. El Seor me dirigi de una manera tan maravillosa que, en unos cuantosdas, haba conseguido una sala grande y estaba dirigiendo servicios, tal y como l me habaindicado. En aquella misma poca tuvo lugar el siguiente incidente, que ha tenido mucho quever con el xito de mi ministerio desde entonces.

  • Una maana cuando baj a desayunar, descubr que mi apetito haba desaparecido. Nopoda comer. Segu con mi trabajo como siempre. A la hora de la comida, no tena ganas decomer, ni tampoco en la cena. El da siguiente fue parecido, y el tercer da igual. Pero hacia lanoche del tercer da, un abrumador deseo de orar tom posesin de m. Tan slo quera estara solas para orar.

    Durante los das siguientes continu en ese mismo estado. No poda ni comer ni dormir.Slo poda orar. La oracin flua de mi alma como un torrente. No poda dejar de orar. Cuandoiba por la calle en el auto, oraba. En cuanto era posible conseguir un lugar para estar a solas,me arrodillaba para derramar mi corazn a Dios durante horas. En lo que estuviera haciendo,ese torrente de oracin continuaba fluyendo desde mi alma.

    La noche del sexto da de ese ayuno que el Seor haba puesto sobre m, mientras melavaba las manos el Espritu me dijo una vez ms: Ve y ora. Yo me di la vuelta y me arrodillal lado de mi cama. Mientras oraba arrodillado, el Espritu pregunt: Cunto tiempo hasestado orando por el poder para echar fuera demonios?.

    Y yo respond: Seor, mucho tiempo.

    Y el Espritu dijo: Desde ahora en adelante, echars fuera demonios. Me levant y alab aDios.

    La noche siguiente, a la conclusin del servicio un caballero se acerc a m y seal a unafrase en letras rojas y grandes que haba en la pared, que deca: En mi nombre echarnfuera demonios (Marcos 16:17). l dijo: Cree usted eso?.

    Yo respond: S.

    l dijo: No responda apresuradamente, porque he recorrido todo el pas buscando unministro que me dijese que crea eso. Muchos me han dicho que lo crean, pero cuando yo lespreguntaba, descubra que queran matizar la frase.

    Yo le dije: Hermano, por lo que conozco mi alma, creo eso con todo mi corazn.

    Entonces l dijo: Le dir por qu pregunt. Hace dos aos y medio, mi hermano, que escapataz de un gran elevador de granos, estaba en un servicio religioso. l estaba buscando lagracia de la santificacin y, de repente, se volvi violentamente loco. Lo metieron en elmanicomio y all est actualmente. De algn modo, en la apertura de su naturaleza, parece queun espritu maligno lo posey. Los mdicos que le han examinado declaran que todas lasfunciones de su cuerpo y de su cerebro son aparentemente normales, y no pueden darrespuesta a su locura. Si usted dice que cree en echar fuera demonios por el poder de Dios,traer aqu a mi hermano el domingo desde el manicomio, y esperar que usted eche fuera eldemonio.

    Yo respond: Hermano, trigalo.

    Entonces nos arrodillamos y oramos para que los oficiales de la institucin fueran inclinadospor el Espritu de Dios a permitir que sacaran al hombre.

    El domingo, lleg ese hombre en mitad del servicio. Estaba a cargo de su hermano, juntocon un asistente de la institucin. Tambin estaba su anciana madre. Llegaron durante el

  • servicio de predicacin. Yo dej de predicar y dije al asistente: Trigalo aqu; deje que searrodille en el altar. Entonces mir a la audiencia y escog a media docena de personas queyo saba que eran personas de fe en Dios. Les invit a acercarse y arrodillarse en unsemicrculo alrededor del hombre, y unirse a m en oracin por su liberacin.

    Cuando estaban arrodillados y estbamos orando, yo baj de la plataforma, impuse mismanos sobre su cabeza y en el nombre de Jesucristo, el Hijo de Dios, orden al demonio quele posea que saliese de l. El Espritu de Dios atraves mi ser como un relmpago. Yo supeen mi alma que ese espritu malo fue expulsado, y no me sorprend cuando, en un momento, elhombre levant su cabeza y me habl de modo inteligente. Unos minutos despus, l selevant del altar y se sent en la primera fila al lado de su madre y de su hermano. Escuch misermn en perfecta calma. Cuando la congregacin se puso en pie para cantar, l acto conun poco de vergenza porque nadie le haba ofrecido un himnario. As que yo me acerqu y ledi el mo, y l cant el himno con el resto de la congregacin. Despus de la conclusin delservicio, l se qued y habl conmigo de manera perfectamente normal.

    l regres al manicomio. El hermano y el asistente relataron lo que haba sucedido. Losmdicos le examinaron y aconsejaron que se quedase algunos das hasta que ellos estuvieransatisfechos en cuanto a si estaba curado o no. El mircoles, le dieron el alta. El jueves,regres a su casa y volvi a su anterior puesto como capataz de un elevador de granos,siendo un hombre sanado.

    As, Dios me verific Su palabra, y desde aquel da hasta hoy, el poder de Dios hapermanecido en mi alma, y he visto a cientos de personas dementes ser libradas y sanadas.

    Un da durante el mes de febrero siguiente, mi compaero de predicacin me dijo: John,cunto costar llevar a nuestro grupo a Johannesburgo, Sudfrica?.

    Yo respond: Dos mil dlares.

    l dijo: Si vamos a ir a frica en primavera, ya es momento de que t y yo estemos orandopor el dinero.

    Yo le dije: He estado orando por el dinero desde Ao Nuevo, y no he escuchado nada alrespecto de parte del Seor ni de ninguna otra persona.

    l respondi: No importa. Oremos de nuevo.

    Fuimos a su cuarto y nos arrodillamos en oracin. l gui en una oracin audible, mientrasyo una mi alma a l en fe y oracin. Entonces me dio un golpecito en la espalda, diciendo: Noores ms, John. Jess acaba de decirme que l nos enviar esos dos mil dlares, y estarnaqu en cuatro das.

    Unos das despus, l regres de la oficina de correos y puso sobre la mesa cuatro billetesde quinientos dlares, diciendo: John, aqu est la respuesta. Jess lo ha enviado. Nos vamosa frica.

    Compramos tickets de Indianapolis, Indiana, a Johannesburgo, Sudfrica, para todo elgrupo. El donativo del dinero haba sido enviado al hermano H. l me ley una frase de lacarta. Por lo que mejor puedo recordar, deca: Mientras estaba en el banco en Monrovia,

  • California, el Seor me habl: Enva al hermano H. dos mil dlares. Adjunto los billetes. Eldinero es de usted para cualquier propsito en que el Seor le haya dirigido a utilizarlo. Yonunca supe quin escribi aquella carta, ya que el remitente no deseaba que nadie lo supiera.

    Salimos de Indianapolis el da 1 de abril de 1898; mi esposa y siete hijos, otras cuatropersonas y yo. Tenamos nuestros tickets para frica, pero no tenamos dinero, a excepcinde 1,50 dlares, para los gastos personales en el viaje. Cuando el tren sali de la estacin, unjoven fue corriendo al lado del tren y lanz por la ventanilla un billete de dos dlares, haciendoque fuesen 3,50 dlares.1 Una joven, que haba sido una de nuestras obreras, nos acompahasta Detroit, Michigan. Ella necesitaba diez dlares para comprar el ticket hasta su destino.Mientras viajbamos, le dije a mi esposa: Cuando lleguemos a Detroit, necesitar diez dlarespara el ticket de tren de la seorita W, y no tengo dinero. As que inclinamos nuestrascabezas y oramos.

    Yo nunca haba dado a mis familiares o amigos la confianza de saber sobre mis problemas.Ellos no saban si yo tena dinero o no; sin embargo, cuando llegamos a Detroit, varios amigosestaban esperando para despedirnos. Cuando me baj del tren en la estacin, mi hermano metom del brazo y camin conmigo por la estacin. Me dijo: Confo en que no te sientasofendido, pero durante todo el da he sentido que me gustara darte esto, y meti en el bolsillode mi chaleco un billete de diez dlares. Yo le di las gracias, me di media vuelta para ir acomprar el ticket para la joven, y volv a reunirme con el grupo.

    Con los 3,50 dlares que tena compramos algunas latas de frijoles y otros comestibles, queutilizamos en el tren en ruta a St. Johns, New Brunswick, donde tomamos un barco haciaLiverpool. Al salir del barco, le di la mitad a nuestro camarero como propina. Nos quedamosuna semana en Liverpool a cuenta de la compaa de transportes, esperando el segundobarco.

    Un da, la Sra. Lake me dijo: Qu hay de la colada para nuestro grupo?.

    Yo respond: Enva la ropa a la lavandera. No tengo dinero, pero quiz el Seor nosprovea antes de que tengamos que recogerla. Al estar muy ocupado, me olvid por completode eso. La ltima noche de nuestra estancia en Liverpool, justamente antes de habermeretirado, cerca de la medianoche, mi esposa dijo: Qu hay de la ropa?.

    Yo respond: Lo siento, pero me olvid.

    Ella dijo: Hombres... Ahora te dir lo que pas: Yo saba que no tenas dinero, y yotampoco. Or al respecto, y despus de orar sent que deba ir a la lavandera y preguntarcunto era la factura. Me dijeron que era de 1,65 dlares. Cuando iba de regreso al hotel,pas al lado de un caballero en la calle, y l me dijo: Perdone, pero siento que debera darleesto, y me dio varias monedas. Regres a la lavandera, cont las monedas con el lavanderoy descubr que era la cantidad exacta de la factura.

    Nos regocijamos en esa pequea evidencia de la presencia de Dios con nosotros. A lamaana siguiente, viajamos en tren a Londres y abordamos nuestro barco hacia Sudfricaaquella noche.

    Cuando me sub al barco, tena un penique. Compr fruta por valor de un penique para losnios cuando nuestro barco hizo una parada en una de las Islas Canarias, y me qued sin el

  • ltimo penique.

    Por mi conocimiento de las leyes de inmigracin de Sudfrica, yo saba que antes de quenos permitiesen llegar a tierra, deba mostrarle al inspector de inmigracin que yo posea almenos 125 dlares. Oramos sinceramente con respecto a ese asunto. Aproximadamentecuando llegamos al ecuador, mi alma se llen de paz en cuanto a ese tema; ya no poda orarms. Cuando digo que sent que ya estbamos orados con respecto a esa cuestin, loscristianos que obtienen respuestas de Dios sabrn lo que quiero decir con eso.

    Unos ocho o diez das despus, llegamos al puerto de Cape Town, y nuestro barco ancl. Elinspector de inmigracin subi a bordo, y los pasajeros se pusieron en fila en la oficina delcomisario para presentar su dinero y recibir sus billetes para bajar a tierra. Mi esposa dijo:Qu vas a hacer?.

    Yo dije: Voy a ponerme en la fila con el resto. Hemos obedecido a Dios hasta aqu; ahoraes el turno del Seor. Si ellos nos hacen regresar, no podemos evitarlo.

    Mientras estaba en la fila esperando que llegase mi turno, uno de los pasajeros me toc enel hombro y me indic que saliera de la fila y fuera a la barandilla del barco para hablar con l.Me hizo algunas preguntas y despus sac de su bolsillo una chequera de viajero y me dio doscheques que sumaban cuarenta y dos libras esterlinas, o 200 dlares.

    Yo regres a la fila, present mis cheques al inspector y recib nuestro billetes para bajar atierra.

    Johannesburgo est a mil millas hacia el interior de Cape Town. Durante el viaje en el tren,oramos de todo corazn con respecto al tema de una casa. ramos misioneros por fe. Notenamos ni una junta misionera ni amigos que nos respaldasen para recibir dinero.Dependamos de Dios. Muchas veces durante el viaje a Johannesburgo inclinamos nuestrascabezas y le recordamos a Dios que cuando llegsemos all, necesitaramos una casa. Diosnos bendijo y respondi maravillosamente nuestra oracin.

    A nuestra llegada a Johannesburgo, el hermano H. fue el primero en bajar del tren. Yo lesegu. Observ a una mujer bajita que hablaba deprisa, a quien reconoc al instante comoestadounidense. Ella le pregunt al hermano H: Son ustedes un grupo misioneroamericano?.

    l respondi: S.

    Ella dijo: Cuntos hay en su familia?.

    l respondi: Cuatro.

    Ella dijo: No, ustedes no son la familia. Hay alguna otra?.

    l dijo: S, el Sr. Lake.

    Dirigindose a m, ella pregunt: Cuntos son en su familia?.

    Yo respond: Mi esposa, yo mismo y slo siete hijos.

  • Ella dijo: Ah, ustedes son la familia!.

    Yo dije: A qu se refiere?.

    Tal como recuerdo, ella dijo: El Seor me envi aqu a encontrarme con ustedes, y quierodarles una casa.

    Yo respond: Somos misioneros por fe. Dependemos de Dios. No tengo dinero para pagaruna renta.

    Ella dijo: No se preocupe por la renta. El Seor quiere que ustedes tengan una casa.

    Aquella misma tarde, estbamos instalados en una casa de campo amueblada en lasafueras, propiedad de nuestra querida benefactora, la Sra. O. L. Goodenough, deJohannesburgo, quien hasta el presente sigue siendo nuestra querida amiga y compaera detrabajo en el Seor. Ella ahora reside en Florida y nos ha visitado en el oeste.

    1. En la economa actual, el poder adquisitivo equivalente es aproximadamente de 93 dlares.

  • Captulo 4

  • Gua

    Interpretacin de lenguas

    Sudfrica, 1908

    Oh alma, en el camino de la tierra a la gloria,Rodeada por misterios, pruebas y temores,

    Deja que la vida de tu Dios en tu vida resplandezca,Porque Jess te guiar, no tienes por qu temer.

    Pues si confas en M, yo te dirigir y te guiarPor las arenas y los desiertos de la vida, todo el camino.

    Nada te daar; Yo slo te ensearA caminar rendida a M da tras da.

    Porque la tierra es una escuela que te prepara para la gloria,Las lecciones aqu aprendidas siempre obedecers.

    Cuando llegue la eternidad, ser slo la maanaDe la vida conmigo siempre, como es la vida hoy.

    Por tanto, no seas impaciente, pues las lecciones que aprendes,Cada da te darn alegra y gozo aqu;

    Pero el cielo revelar a tu alma el tesoro,Que la infinitud ofrece en las edades y los aos.

    Pues tu Dios es el Dios de la tierra y los cielos;Y tu alma es el alma que l muri para salvar;Y Su sangre es suficiente, Su poder eterno;Por tanto, descansa en Dios, hoy y siempre.

  • Captulo 5

  • El secreto del poder

    Interpretacin de lenguas

    Lucas 24:49 y Hechos 1:818 de junio, 1910

    Sudfrica

    l ha resucitado, ha resucitado! Escuchen el clamor,Que resuena en la tierra, el mar y el cielo.Es el grito de victoria, triunfo proclamado,

    Heraldos de Dios lo anuncian, el sepulcro es desdeado.

    Griten las buenas nuevas! Griten las buenas nuevas! Eleven el clamor.Cristo victorioso, Cristo victorioso no morir,

    Los barrotes de la muerte l rompi, Satans ve que ha cado,Mientras los ngeles gritan: l vivo est!.

    nanse al grito, los mortales, djenlo resonarHasta que se oiga por las montaas, desde el centro hasta los polos,

    Que el Cristo de la tierra y la gloria la muerte ha conquistado.Cuenten la historia, l es Vencedor, l es Vencedor! Y tambin lo soy yo.

    A causa de que mi rescate l ha pagado,Yo he aceptado su expiacin, que l ha cargado.

    El Cordero de Dios lo sufri todo por m,Llev mis pecados, mi dolor, mi enfermedad en la cruz.

    Yo he resucitado, he resucitado de la tumba,De mis pecados, mi dolor, mi enfermedad, y las oleadas

    De la vida resucitada y el poder santoEmocionan mi ser con Su nueva vida cada hora.

    Ahora el relmpago del Espritu de Dios arde en mi alma, Llamas de Su compasin divina sobre m caen.

    El poder del Espritu de Dios golpea el poder del infierno.Dios en el hombre, Oh gloria! Gloria! Cuenta toda la historia.

    Le he probado a l. Le he probado a l. Es verdad.El dominio de Cristo permanece; es para ti.

    Deja que las llamas de pasin santa recorran tu alma.Deja que el Cristo cuya muerte ha conquistado tome el control.

    l te usar, l te usar. En Sin an espera el salvador,Cristo el Conquistador tan slo espera de tu alma la accin.

  • Captulo 6

  • La visin

    Interpretacin de lenguas10 de octubre, 1909

    Jess, el Rey! Glorioso y eterno!Poderoso y amoroso! Poderoso y grandioso!Quien por la oscuridad y las tinieblas infernales

    Gui y llev a Su hijo de la mano.

    Traspasada es Tu alma! Entristecido Tu Espritu!Sangrando Tus pies estn. Herida Tu mano est!

    Sufriente Cristo, por el velo ahora rasgado,Te veo llamando con tu levantada mano.

    Oigo Tu voz cuando a m ahora me hablas.Veo Tus lgrimas en silencio caer.

    Conozco la angustia de Tu entristecido esprituSiento que bebes esta amargura y esta hiel.

    Cul, Seor, la causa de Tu angustia de espritu?Por qu llega a Ti este sufrimiento ahora?

    Crucificado una vez, en la cruz fuiste elevado?Acaso los crueles espinos tu frente no atravesaron?

    No descansaron sobre Ti los pecados de la humanidad,Causando que Tu alma en angustia se desgarrara?

    No sali de Ti sudor y agua?No han lamentado Tus santos por el crucificado?

    Por qu entonces Te vuelvo a ver ahora,Desgarrado y sangrante, angustiado y solitario?

    Por qu el Espritu de Cristo en m,Es de nuevo testigo de Tu tristeza?

    Escuchen la respuesta! Que todo el mundo la oiga!Jess est hablando! Que todos oigan Su voz!

    Es por los pecados de Mi pueblo;Es porque ellos no atienden a Mi voz.

    No os mordis y devoris unos a otros?No matis con vuestra lengua y vuestra pluma

    A muchas de Mis preciosas hijas y madres,Jvenes y doncellas, muchachos y ancianos?

    Has estado t en el fuego en que ellos son probados?Has sentido alguna vez la llama abrasadora?Sabes cunto tiempo y cmo han resistido,

    Luchando y batallando hasta el final?

  • Por qu no extendiste tu manos para ayudarles?Por qu no sali del alma compasin?

    Acaso Mi Espritu en tu interior no dijo: Aydalosa salir de su atadura, su oscuridad o su afliccin?

    As soy yo crucificado! As Mi alma se angusti!Esa es la causa de Mi tristeza y Mi afliccin!

    Ese es el motivo de que Satans haya derrotadoA muchos que antes eran tan blancos como nieve!

    Oh, que tu corazn en anhelante compasin,Ternura, mansedumbre y dulzura,

    Comparta de Mi gracia al alma azotada por la pasin,Poder para vivir a Mis pies como un nio.

    Entonces la alegra y el brillo del cieloInundarn tu espritu y harn que Yo me muevaEntre los aplastados, heridos y quebrantados,

    Llevndoles luz, alegra y amor.

    As, tu espritu en sintona con lo celestial,Entusiastas gozos en el Espritu conocer.

    Entonces el poder de Dios descansar sobre ti.Entonces en los frutos del Espritu crecers.

    Entonces la tierra conocer la gloria del cielo.Entonces el dominio sobre la muerte y el infierno

    Reinarn en tu propia alma, se extendern como levadura,Haciendo que ngeles y hombres mis alabanzas expresen.

    Entonces el Cristo sobre la tierra ser victorioso.Entonces el poder de Mi evangelio se conocer.

    Mi reino vendr, eterno y glorioso!Unidos, los cielos y la tierra uno sern!

  • Captulo 7

  • Cristianos notables en la historia

    Discurso radiofnico: Aventuras en la religin #1

    24 de junio, 1935

    Este es el primero de una serie de discursos sobre el tema general de Aventuras en lareligin. Quiero recordarles por unos momentos a algunos de los antiguos msticos a quienesse les dieron destellos de lo invisible y que no ha sido el privilegio de los hombres normales ycorrientes entenderlos.

    El primero y ms destacado fue S. Francisco de Ass, a quien el mundo ha concedido seruno de los personajes ms semejantes a Cristo que haya vivido jams en el mundo. En unperiodo posterior vivi S. Juan de la Cruz, quien por diez aos pareci vivir apartado delmundo. Actualmente se ha descubierto que l fue uno de los hombres ms prcticos.

    Ms adelante apareci en escena Madam Guyon, y casi todas las bibliotecas contienen unode sus libros. La formacin de su carcter fue tan increble que ha causado mucha discusinen el mundo religioso de nuestra poca.

    Sin embargo, tan slo tenemos que mirar los registros de nuestra propia tierra para ver amuchos otros. Hombres como Charles G. Finney, fundador de Oberlin College y su primerpresidente. l era abogado en activo, pero se apoder de l una conviccin de pecado tanmordaz que se retir a los bosques a orar, y el Espritu del Seor vino sobre l tanpoderosamente, tan divinamente, y tom tal posesin de l que l nos dice que se vio obligadoa clamar a Dios para que lo detuviera, pues si no, morira. Su maravilloso ministerio en el pases muy conocido, sus libros se encuentran frecuentemente en nuestras bibliotecas, y por esono es necesario extendernos ms sobre l.

    En esta lista me gustara mencionar a alguien que normalmente no es mencionado tanamorosamente como Finney. John Alexander Dowie era un muchacho escocs, educado en laUniversidad de Australia. Adems de eso, el Seor vino sobre l en su propia habitacin unamaana mientras estaba sentado en su escritorio. Jess estaba acompaado por su madre, lavirgen Mara, y habl a Dowie con respecto a su ministerio. Jess impuso sus manos sobre l,y su ministerio estuvo marcado por lo sobrenatural desde ese da en adelante.

    Es tema de dominio pblico y uno de los hechos ms sorprendentes que, en una ocasin, linvit a todas las personas que haban sido sanadas bajo su ministerio a asistir a una reuninen el auditorio en Chicago. Diez mil personas asistieron a la reunin. En el momento lgido,todos se levantaron y dieron testimonio del hecho de que eran sanos. A quienes no pudieronasistir se les pidi que enviasen una tarjeta hablando de su sanidad. Se llenaron cinco cestasde 36 litros con aquellas tarjetas, que representaban los testimonios de cien mil personas. Enel momento lgido, se lanzaron todas esas tarjetas sobre el escenario para enfatizar el alcancey el poder del ministerio de Dios y Su bendicin a las personas.

    Una vez ms, quiero llamar su atencin a otra vida maravillosa: la de Hudson Taylor,fundador de la Misin al Interior de la China [China Inland Mission]. El Seor vino a l no slo

  • en presencia personal, sino tambin en profeca con respecto al futuro. Fue Hudson Taylorquien profetiz el gran avivamiento en Gales diez aos antes de que se produjese, diciendocasi la fecha en la que comenzara y su poder y alcance. Todo eso sucedi tal como l lohaba bosquejado, mientras estaba en el interior de China.

    El avivamiento en Gales fue uno de los avivamientos ms notales que se hayan producidojams. Parece que lo hizo descender del cielo orando slo una pequea iglesia, cuyas lucesnunca se apagaron durante siete aos. Esto indica que una parte de esa congregacin estabacontinuamente en oracin a Dios, para que Dios enviase avivamiento. Y, por tanto, lleg, elavivamiento ms sorprendente y ms intensamente poderoso. En pequeas iglesias concapacidad quizs para quinientas personas, cincuenta personas cantaban las alabanzas deDios en un rincn, treinta y cinco personas oraban arrodilladas, y otro grupo alababa a Dios ytestificaba de Su poder. No se produjo mediante evangelismo, sino que fue el descenso en elEspritu de Dios sobre las personas. La conviccin de pecado era tan potente, que loshombres se arrodillaban en sus trabajos o dondequiera que estuviesen para entregarse a Dios.A veces, mientras haba hombres bebiendo en los bares, clamaban a Dios y entregaban suscorazones a l.

    Comenzando con ese avivamiento, hubo un mover de Dios que se extendi por todo elmundo. En nuestra propia tierra, somos particularmente y maravillosamente bendecidos por unmovimiento que comenz el da de Ao Nuevo del ao 1900, que fue acompaado por elbautismo en el Espritu Santo, y multitudes fueron bautizadas en el Espritu Santo.

    Despus de ese avivamiento, surgi un grupo fenomenal de hombres y mujeres. Voy amencionar a unos cuantos. La primera persona que voy a mencionar es Aimee SempleMcPherson. Ella era una joven de una granja en Ontario, Canad. Asisti a una reunin dirigidapor un joven irlands, Robert Semple, que predicaba bajo la uncin del Espritu Santo. Ellasinti conviccin de pecado, abri su corazn a Dios, le encontr, y fue bautizada en el EsprituSanto. Finalmente, ambos se casaron y fueron a China como misioneros, donde l muri defiebre. Ella qued viuda, y poco despus dio a luz a un beb. Algunos amigos proporcionaronlos fondos para que ella regresara a los Estados Unidos.

    Ms adelante, ella conoci a un agradable hombre de negocios y decidi establecerse yolvidar todo su ardiente llamado al evangelio. Eso intent hacer ella. Les nacieron dos hijos. Yentonces, un da, Dios tuvo un encuentro con Aimee en una reunin en Berlin, Ontario, dirigidapor el Reverendo Hall. La primera poca del ministerio de ella, durante un perodo de unosquince aos, sobrepas todo lo que hayamos visto nunca en cualquier pas desde los tiemposde los apstoles (una multitud fue sanada bajo su ministerio).

    Una vez ms, quiero llamar su atencin a otro hombre inusual, Raymond Ritchie, provenientede Zion, Illinois. Su padre fue alcalde de Zion City en una ocasin. Este muchacho tenatuberculosis. Los dems no parecan entender su dificultad. l no tena ambiciones; no podratrabajar como los dems muchachos; estaba en un estado de lasitud. Finalmente encontr aDios. Hablamos de encontrar a Dios como la antigua iglesia metodista hablaba de ser salvo, deobtener religin, queriendo decir una nica cosa. Cuando un hombre confiesa su pecado y Diosentra en su corazn y le da la paz y la conciencia de su salvacin, ese hombre ha encontrado aDios.

    El joven Ritchie, despus de su salvacin, estaba tan absorto en la oracin que la familia

  • lleg a preocuparse. Su padre finalmente le dijo que tena que ponerse a trabajar y ayudar aganarse la vida, pero algunas mujeres que entendan al muchacho dijeron: Yo tengo un cuartoen el que puedes quedarte. Otra dijo que le dara comida para mantenerlo vivo.

    Lleg la Gran Guerra, y sigui la epidemia de gripe, y personas murieron a millares portodos los Estados Unidos. l se conmovi y comenz a orar por personas, y ellas fueronsanadas. El departamento mdico observ aquello, y le enviaron a orar por soldadosenfermos, y fueron sanados. l ha continuado en el ministerio desde entonces hasta ahora, yha dirigido algunas de las reuniones de sanidad ms maravillosas que hayan tenido lugarjams.

    Otro hombre al que Dios bendijo y utiliz maravillosamente es el Dr. Price. l pertenece anuestra propia localidad. Price sola vivir en Spokane. Cuando el Dr. Price fue bautizado en elEspritu, enseguida comenz a manifestar un sorprendente ministerio de sanidad. Yo asist auna de sus reuniones en Vancouver, BC. l realizaba cuatro reuniones al da, y a cada unaasistan quince mil personas, y haba otros que rodeaban el bloque y no podan entrar. Todaslas iglesias en Vancouver, creo yo, se unieron a l en aquella reunin. Fue la reunin msincreble que yo haya visto jams. Las personas enfermas estaban en pie en grupos decincuenta, y l las unga con aceite, segn el captulo cinco de Santiago, y despus oraba porellas. El Espritu Santo las llenaba de tal manera que caan al piso, y un gran nmero recibisanidad.

  • Captulo 8

  • Una nueva oleada de experiencia celestial

    Discurso radiofnico: Aventuras en la religin #2

    25 de junio, 1935

    Ningn otro libro mejor ha sido dado nunca a la humanidad aparte de la Biblia. Las cosasincrebles registradas en ella que los hombres experimentaron y que los hombres realizaron enel nombre de Jesucristo, mediante la fe por el poder de Dios, permanecen para siempre comoun incentivo para todo hombre que entre y trabaje donde ellos lo hicieron. Hay un lugar en Diosal que entra el alma, una relacin con Dios que deja el sello del cielo en el corazn y que haceposible que el Espritu de Dios, por medio de usted como agente de l, la selle en loscorazones de otros.

    Henry Fosdick dice: Hasta que la nueva teologa pueda producir el carcter sin pecado dela vieja teologa, sigue estando desafiada. Nosotros creemos eso. Creemos que la viejasalvacin mediante la sangre de Jesucristo y el bautismo del Espritu Santo hace posible unaexperiencia que ninguna otra experiencia religiosa en el mundo ha sido capaz de producir.

    En el ao 1900, lleg una nueva oleada de experiencia celestial a este pas y al mundo.Comenz en Topeka, Kansas. Fue en una escuela bblica dirigida por Charles Parham. Lafundacin de esa escuela fue algo increble. l fue dirigido por Dios a ir a Topeka, Kansas;obedeci el impulso del Espritu y fue a esa ciudad. Parham busc un edificio que fueseadecuado para una escuela bblica, pero no encontr ninguno. Un da, un caballero le habl deuna residencia en las afueras de la ciudad; tena veintids habitaciones o ms, y estabadesocupada. El dueo viva en California. Parham fue a ver el edificio, y mientras lo miraba, elEspritu del Seor dijo: Te dar este edificio para tu escuela bblica.

    Y l se dijo para s: Este es el lugar.

    Mientras estaba all, un caballero se acerc a l y dijo: Qu le parece la casa?. Parhamle dijo lo que el Seor le haba dicho, y el hombre, que era el propietario de la casa, dijo: Siquiere usted utilizar este edificio para una escuela bblica para Dios, es suyo, y le entreg lallave sin ms.

    Al siguiente da, Parham fue a la estacin del tren y se encontr con una joven a la queconoca. Ella le dijo que cuando estaba orando, el Espritu de Dios le dijo que iba a haber alluna escuela bblica, y que ella debera asistir. Ella fue la primera estudiante. Llegaron treinta ycinco estudiantes, todos ellos dirigidos de igual manera por el Espritu de Dios.

    Ese grupo comenz a estudiar la Palabra de Dios para descubrir lo que realmente constituael bautismo del Espritu Santo. Despus de un mes de estudio, se convencieron de que habauna peculiaridad que acompaaba al bautismo del Espritu Santo: hablar en lenguas.

    Entonces ellos mismos buscaron el bautismo del Espritu Santo. Parham no estaba presenteen aquel entonces. La noche de Ao Nuevo a las doce en punto del ao 1900, una de laspersonas del grupo, una tal seora Osmand, misionera que haba regresado, fue bautizada enel Espritu Santo y comenz a hablar en lenguas. En unos pocos das todo el grupo, con un par

  • de excepciones, fue bautizado en el Espritu. Cuando Parham regres y descubri que losestudiantes en su escuela haban sido bautizados en el Espritu Santo, l mismo se pusodelante del Seor, y Dios le bautiz tambin en el Espritu Santo.

    Quiero que tengan en mente esta historia, pues forma la base de la maravillosa experienciaque quiero relatar en mi prxima charla.

  • Captulo 9

  • El maravilloso valor de la sanidad

    Discurso radiofnico: Aventuras en la religin #3

    26 de junio, 1935

    Por un momento quiero llamar la atencin a un desafo que ha sido difundido ampliamentepor el ministerio de Henry Fosdick, como mencion ayer. Fosdick ha dicho: Hasta que lanueva teologa (pentecostalismo) pueda producir el carcter sin pecado de la vieja teologa,sigue estando desafiada.

    Esa es nuestra postura. Les estamos recordando, amigos, que Dios es un Dios de milagros.Dios es un milagro. Jesucristo es un milagro. Su nacimiento fue un milagro. Su muerte fue unmilagro. Su resurreccin de la tumba fue un milagro. Su ascensin fue un milagro. Su recepcinen el trono de Dios por parte del Padre eterno fue un gran milagro, porque Dios entonces le dioel don del Espritu Santo y le hizo administrador del Espritu para siempre.

    Algunas cosas pueden ensearse mejor por medio de relatar experiencias que de ningnotro modo. Yo podra intentar impresionarles con la riqueza y la maravilla del bautismo delEspritu Santo, pero, queridos amigos, creo que relatar algunas experiencias lo dejar msclaro en sus mentes que ninguna otra manera.

    Recuerdo un incidente que tuvo lugar en un ferrocarril. El padre Neiswender sufri underrame cerebral que lo dej paraltico. No haba sido capaz de dormir durante semanas.Cuando le subieron a un tren para llevarlo a Spokane, el movimiento del tren le alivitemporalmente, y se qued dormido y tuvo un sueo. En su sueo, un ngel se acerc a l ydijo: Cuando llegues a Spokane pregunta por un hombre llamado Lake. l orar por ti, y Dioste sanar.

    l fue dirigido donde nosotros estbamos, y cuando oramos por l, inmediatamentecomenz a utilizar su brazo y su costado paralizados, pero no fue liberado por completo. Latercera vez que or por l, el Seor me mostr que haba un cogulo de sangre en la espinadorsal tan grande como una juda. Yo or hasta que el cogulo desapareci. Nadie pudoexplicar un incidente como ese mediante ninguna ley natural. Por tanto, debemos clasificarlo enla lnea de milagros de nuestra poca, y no de hace mil aos.

    Otro incidente de este tipo: Una familia con el nombre de Bashor tena un estupendomuchacho que no estaba satisfecho en su casa y se fue. Acudi a una granja donde no leconocan, dio otro nombre, y trabaj un ao para el granjero. Mientras tanto, la familia, con laayuda de la polica, busc al muchacho por todas partes, pero no pudieron encontrarlo. Un da,la madre acudi a m con su corazn partido y me cont la historia. Nos pusimos de rodillas yoramos, y pedimos a Dios que hiciera que ese muchacho se pusiera en contacto con suspadres. Dos das despus, ella recibi una carta del muchacho. Le deca que la noche en quenosotros habamos orado, l se fue a la cama y tuvo una visin inusual. Jess se le apareci yhabl con l, y le dijo: Te perdono tus pecados, pero quiero que escribas a tu madre yregreses a casa con tu familia.

  • El muchacho fue muy conmovido, se levant y le cont el incidente al granjero, y el resultadofue que el granjero reuni a su equipo y llevo al muchacho a su casa. El muchacho ahora estcasado y tiene una hermosa familia, y sigue viviendo en Spokane. La parte de ese incidenteque podra interesarles es esta: Yo estaba predicando en Mica, Washington, donde relat esteincidente. Una joven en la audiencia escuch la historia, y despus de la reunin me dijo: Megustara conocer a ese joven. As fue, y ahora l es su esposo.

    Queridos amigos, estas son algunas de las cosas que nos muestran que hay una obra delEspritu de Dios que es diferente a lo que nosotros normalmente estamos acostumbrados, yesas son las cosas que hacen que la religin sea real para los cristianos del NuevoTestamento. Otras personas en las Escrituras fueron guiadas por sueos. Jos fue guiado porsueos. Algunos fueron guiados por una voz del cielo. Ahora estamos afirmando y llamando suatencin a que hubo una experiencia que el Seor mismo proporcion y que hizo posible esaintimidad; es decir, el bautismo del Espritu Santo. Me gustara poder decir eso con tal nfasisque llegase hasta los rincones ms profundos de su espritu.

    Un incidente ms: En los bosques de Kellogg, Idaho, viva una familia con el nombre deHunt. Yo visit su hogar hace poco tiempo. El anciano padre estaba desahuciado, y el hijoestaba muy ansioso por l. El padre segua diciendo: Hijo, yo no debiera morir. El hijo habaestado orando mucho por ese asunto. Un da, el hijo estaba en la carretera de una explotacinforestal, y un hombre apareci a poca distancia de l. Y a medida que el caballero seacercaba, se dirigi al Sr. Hunt diciendo: Soy el Sr. Lake; tengo cuartos de sanidad enSpokane. Si usted lleva a su padre all, el Seor le sanar. l qued tan impresionado quellev a su padre para que yo orase por l. El Seor le san gloriosamente, y l vivi muchosms aos.

    El valor del ministerio de sanidad no est en el mero hecho de que las personas seansanadas. El valor de la sanidad est en mayor parte en el hecho de que se convierte en unademostracin del poder vivo, interior y vital de Dios, el cual debera morar en cada vida yhacernos hombres nuevos y poderosos en las manos de Dios.

  • Captulo 10

  • Artillera del cielo

    Discurso radiofnico: Aventuras en la religin #4

    27 de junio, 1935

    Cuando el ejrcito alemn comenz su marcha sobre Blgica y Francia con un ejrcito detres millones de hombres, llegaron a las fronteras slo para descubrir que se enfrentaban auna oposicin tan grande que durante diez das completos se vieron obligados a quedarse allhasta que pudieran llevar a su artillera pesada. Hombres de estado de Alemania declaran queese retraso de diez das dio como resultado que perdiesen la guerra. Francia y Blgica seprepararon mientras tanto para repeler el ataque.

    Jesucristo, el Hijo de Dios, les dijo a Sus discpulos: He aqu, yo os envo como a ovejasen medio de lobos (Mateo 10:16), pero l no los envi sin estar preparados. Dios lescomision y les capacit, porque eso es lo que constituye el bautismo del Espritu Santo.Jesucristo dio a Sus discpulos un gran programa antes de enviarlos. Les dijo que no slotenan que predicar el evangelio a todo el mundo, sino que tambin haban de demostrar supoder.

    Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura... Y estas seales seguirn alos que creen: En mi nombre echarn fuera demonios; hablarn nuevas lenguas; tomarn enlas manos serpientes, y si bebieren cosa mortfera, no les har dao; sobre los enfermospondrn sus manos, y sanarn.(Marcos 16:15, 1718)

    Esas seales seguirn a los que creen: quienes han aceptado su trabajo.

    Queridos amigos, hombres que iban a poner en prctica un programa como esenecesitaban artillera pesada del cielo. Eso es lo que Jess les dio desde el cielo. Por tanto, ldijo que no deban salir enseguida sin estar preparados. En cambio, l dijo:

    Pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusaln, hasta que seis investidos de poderdesde lo alto.(Lucas 24:49)

    Esa investidura de lo alto es el equipamiento de cada hijo de Dios que sigue el patrnbblico. Estamos intentando dejar grabado en las mentes de los hombres que una de lasmayores aventuras en la religin que este mundo haya descubierto jams es cuando loshombres se atreven a traspasar las fronteras usuales y recibir de Su mano el bautismo delEspritu Santo, el cual los equipa con poder de Dios para llevar bendicin a las vidas de otros.

    Durante un momento, quiero que entiendan este hecho: lo primero que Jess dijo que semanifestara en la vida del cristiano era: En mi nombre echarn fuera demonios. Fue loprimero en la experiencia cristiana del ejercicio del poder cristiano que Jess dijo que seguiraen la vida del cristiano. Ellos tendran poder para echar fuera demonios.

    Jess dio en primer lugar ese poder a los doce, despus lo dio a los setenta, y despus lodio a la iglesia en general el da de Pentecosts, cuando el bautismo del Espritu Santodescendi sobre los ciento veinte reunidos en Jerusaln. Jess les dio la artillera pesada del

  • cielo: el bautismo del Espritu Santo.

    En nuestra poca, en los ltimos treinta aos, hemos visto tal manifestacin del Dios delcielo como ningn otro siglo en la historia ha visto jams, con la excepcin de los cuatroprimeros siglos de la era cristiana. Comenzando en el ao 1900, el Espritu de Dios empez aser derramado con poder sobre el mundo, de modo que cada pas del mundo ha recibido esteincreble poder de Dios. Hombres que eran comerciantes normales y corrientes, hombres queeran eruditos y maestros, alumnos, y hombres de todo tipo encontraron este equipamiento delcielo por la gracia de Dios, y pasaron a una gran vida y ministerio para Dios. Esa preparacin,amigos, no es slo para los predicadores, sino para todas las personas. Jess dijo: Y estasseales seguirn a los que creen.

    Amigos, hay una aventura para sus almas, la aventura ms increble del mundo. Esnecesaria un alma valiente para pasar a la batalla de Dios y recibir el equipamiento que lproporciona. Ese no es lugar para los cobardes. Un espritu cobarde, un espritu que siemprese esconde, que siempre se disculpa por su fe, nunca entrar. Esa es la puerta de Dios. Es lapuerta a Su Espritu. Es la puerta a una vida de eficacia para todo aquel que quiera servir aDios correctamente. Amigos, necesitan ese equipamiento para hacer frente a las demandas deesta poca.

    La santificacin es la limpieza de la naturaleza del hombre por el poder interior del Espritude Cristo, con el propsito de la transformacin de la mente y la naturaleza del hombre en lamente y la naturaleza de Cristo.

    Me gusta la definicin de santificacin de John Wesley: Poseer la mente de Cristo, y todala mente de Cristo.

  • Captulo 11

  • Los milagros son para la actualidad

    Discurso radiofnico: Aventuras en la religin #5

    28 de junio, 1935

    Quiero hablarles sobre el tema de los milagros en esta noche. Desde el ao 400 hastaahora, en general, la iglesia ha adoptado la actitud de que los tiempos de los milagros hanpasado, sin tener ninguna evidencia de la Escritura. Han enseado que los milagros eran parademostrar la divinidad de Jess y que, por tanto, habiendo quedado demostrada la divinidad deJess, ya no haba necesidad de milagros.

    Tuvimos un incidente local que demuestra el efecto de esa enseanza. Creo que miconviccin sobre el tema es que ha hecho ms dao a la fe cristiana que cualquier otraenseanza que se haya promulgado. Hay un caballero que trabaja en el hotel Davenport enSpokane, O. A. Risdon, que es uno de los ingenieros all. l tena un hijo con deformidad en lacabeza. La parte superior de su cabeza se elevaba como si fuera un tejado, y la frente y laparte trasera de la cabeza tenan una forma parecida, dando a la cabeza el aspecto del cascode un yate visto desde abajo. Naci con lo que los mdicos denominaron la cabeza cerrada.El muchacho siempre babeaba. La presin en el cerebro causaba que el lado derecho de sucuerpo estuviera paralizado, y el muchacho era sordo. Tena cinco aos de edad en aquelentonces.

    Los mdicos dijeron que ellos no podan hacer nada. Entonces, por desesperacin, l hablcon su pastor, pero el pastor le dijo que los tiempos de los milagros haban pasado, que elSeor no sanaba en la actualidad, y que los milagros se haban dado para demostrar ladivinidad de Jess. El padre respondi: Si Jess sanase a mi hijo, yo me convencera hoy deque l es divino. Si l es divino, podra quitar de nuestra casa esta maldicin.

    Finalmente, acudi a nosotros en busca de ayuda. Comenzamos a ministrar al nio, y unosda