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JORNADA DE LA SAGRADA FAMILIA

“Esposo y esposa, padre y madre, por la gracia de Dios”

ENCUENTRO DE LAS FAMILIAS CON EL OBISPO

Canto inicial:

Venid, hombres todos, que sentís el gozo

de ver el gran día de paz y de amor.

El Rey del cielo, a Belén desciende.

Postrémonos humildes delante del Dios-Hombre.

Venid y adoremos al Rey y Señor.

Buscando el pesebre, dejan sus rebaños

pastores que oyeron la cita de Dios.

También nosotros a Belén corramos.

Postrémonos humildes delante del Dios-Hombre.

Venid y adoremos al Rey y Señor.

El Rey de la gloria se hace siervo humilde:

en la carne esconde su eterno esplendor.

Un Dios se viste con pañal humilde.

Postrémonos humildes delante del Dios-Hombre.

Venid y adoremos al Rey y Señor.

Pues duerme entre pajas, sin hogar y pobre,

de un abrazo nuestro reciba el calor.

Si así nos ama, nuestro amor se inflame.

Postrémonos humildes delante del Dios-Hombre.

Venid y adoremos al Rey y Señor.

Saludo ritual:

En el nombre del Padre….

La paz y el amor de Dios, que se ha manifestado en Cristo,

nacido para nuestra salvación, estén con todos vosotros.

R.: Y con tu espíritu.

Monición inicial:

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Hermanas y hermanos: Coincidiendo con la Fiesta de la Sagrada

Familia, el Hogar santo donde José, el padre, María, la madre, y el Niño

nos han enseñado, con su vida silenciosa y humilde, la dignidad y el valor

de la familia, la Iglesia celebra la Jornada de la Familia, que este año tiene

por lema: “Esposo y esposa, padre y madre, por la gracia de Dios”.

Hagamos nuestro este lema, e invoquemos al Espíritu Santo, para

que, cada una de nuestras familias, arraigada en Cristo, sea fuente viva de

fe, signo vivo del amor y de la paternidad de Dios, y germen fecundo de la

nueva evangelización, en este mundo que necesita, con urgencia, la

esperanza de Dios.

De forma muy especial, invoquemos la bendición de Dios sobre los

novios que celebrarán su matrimonio durante el próximo año, así como

sobre los matrimonios que se han casado este año, y también sobre los

que han celebrado el jubileo de sus bodas de plata y de oro.

Oración colecta:

Dios, Padre nuestro, que has propuesto a la Sagrada Familia como

maravilloso ejemplo a los ojos de tu pueblo, concédenos, te rogamos, que,

imitando sus virtudes domésticas y su unión en el amor, lleguemos a gozar

de los premios eternos en el hogar del cielo. Por nuestro Señor, Jesucristo,

tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios

por los siglos de los siglos.

R.: Amén.

Primera Lectura: Col. 3,12-21

Salmo Responsorial: Sal 127, 1-2.3.4-5

R.: Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos.

Aleluya: ¡Aleluya, aleluya!, ¡ha nacido el Salvador! (2)

Evangelio: Mt. 2,13-15.19-23

Alocución del Obispo.

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Renovación de los compromisos de las familias:

Obispo : Hermanos y hermanas:

Al celebrar con gozo esta Fiesta de la Sagrada Familia, surge

en nosotros, un espontáneo y profundo deseo de dar gracias a Dios

por el sacramento del Matrimonio, y por la familia, que es santuario

de la vida y esperanza de la sociedad.

A los matrimonios aquí presentes os invito a renovar vuestras

promesas matrimoniales, y a todas las familias, el compromiso de

vivir una auténtica comunión en la caridad, que, en medio del

mundo, sea signo del amor de Dios.

Obispo: Queridos esposos, ¿queréis vivir y crecer en la mutua

fidelidad, en una comunión de vida cada vez más profunda e intensa, en

los momentos buenos y en los difíciles, como un signo de esperanza para

la sociedad?

R: Sí, queremos.

Obispo: ¿Queréis también ser un santuario de la vida, acogiendo con

amor a los hijos concebidos, y atendiendo especialmente a los miembros

más débiles de la familia?

R: Sí, queremos.

Obispo: Queridas familias, ¿queréis perseverar en vuestra misión de

ser “iglesias domésticas”, donde Dios sea anunciado, glorificado y servido?

R.: Sí, queremos.

Oración de los fieles:

Obispo: Unidos a la Sagrada Familia, modelo e imagen de paternidad y

maternidad nuevos, elevemos a Dios, Padre de la gran familia humana,

nuestra oración:

- Por la santa Iglesia de Dios: para que en su interior y en las

relaciones con el mundo dé la imagen de una verdadera familia que

sabe amar, perdonar y valorar a cada persona. Roguemos al Señor.

R.: Oh, Señor, escucha y ten piedad.

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- Por todos los hogares cristianos: para que sean imágenes vivas de la

Sagrada Familia de Nazaret, que en la alegría te alaben, Señor, y en

la tristeza te busquen, en el trabajo encuentren el gozo de tu ayuda

y en la necesidad sientan cercano tu consuelo. Roguemos al Señor.

- Tú, que elegiste a San José para que alimentara a tu Hijo en su

infancia y juventud, haz que sirvamos en nuestros hermanos al

cuerpo místico de Cristo. Roguemos al Señor.

- Tú, que elegiste a María para ser la madre de tu Hijo, haz que todas

las madres vean en María un ejemplo de maternidad, ayuda y

fortaleza. Roguemos al Señor.

- Por nuestra sociedad: para que valore, acoja y defienda la vida

humana como sagrada e inviolable desde el momento de su

concepción hasta su término natural. Roguemos al Señor.

- Por los ancianos: para que en la última etapa de su vida no les falte

el arropo del cariño familiar y de la comunidad cristiana. Roguemos

al Señor.

- Por los miembros difuntos de nuestras familias: para que el Señor

les conceda el descanso eterno. Roguemos al Señor.

Escucha, Señor, la plegaria de tu Iglesia, que pone su confianza en tu

amor, y su mirada en el hogar de Nazaret. Por Jesucristo, nuestro Señor.

R.: Amén.

Oración final:

Dios todopoderoso y eterno,

fuente de toda paternidad en el cielo y en la tierra.

En la Sagrada Familia

nos dejaste un modelo perfecto de paternidad y maternidad,

fundada en la fe, la esperanza y la caridad.

Derrama tu Espíritu sobre nuestras familias,

para que, arraigadas sólidamente en tu gracia,

sirvan fielmente a la Iglesia con su misión paterna,

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sean fecunda fuente de comunión y de vida,

y apóstoles incansables de la nueva evangelización.

Unidos a José y a María,

te lo pedimos por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor. Amén.

Bendición de los novios:

Diácono: Todas las parejas de novios que tenéis previsto

celebrar el sacramento del matrimonio a lo largo

del próximo año, acercaos, e inclinaos para

recibir la bendición.

Obispo: Te alabamos, Señor, porque, en tu designio de

bondad, mueves y preparas a estos novios para

que se amen mutuamente; dígnate fortalecer sus

corazones, para que, guardándose fidelidad y

agradándote en todo, lleguen felizmente al

sacramento del matrimonio. Por Jesucristo,

nuestro Señor. R.: Amén.

Bendición de los matrimonios

Diácono: Todas los matrimonios casados a lo largo de este

año 2013, y los que en él habéis celebrado

vuestras bodas de plata y oro, acercaos, e

inclinaos para recibir la bendición.

Obispo: Te bendecimos, Padre,

porque tu Hijo, al hacerse hombre,

compartió la vida de familia

y conoció sus preocupaciones y alegrías.

Te suplicamos ahora, Señor,

en favor de estos esposos:

guárdalos y protégelos,

para que, fortalecidos con tu gracia,

gocen de prosperidad,

vivan en concordia

y sean, en medio del mundo,

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testigos de tu gloria.

Por Jesucristo, nuestro Señor.

R: Amén.

Obispo: Y la bendición de Dios todopoderoso,

Padre, Hijo y + Espíritu Santo,

Descienda sobre todos vosotros.

R: Amén.

Diácono: Iluminados por la luz de Cristo, vivamos en el

amor y la unidad, de modo que nuestros hogares

sean, en medio del mundo, testigos vivos de fe

para todos los hombres y todas las familias.

Podéis ir en paz.

R.: Demos gracias a Dios.

Veneración de la imagen del niño Jesús y canto de villancicos populares.