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  • Cuadernos de la Facultad de Humanidades yCiencias Sociales - Universidad Nacional deJujuyISSN: [email protected] Nacional de JujuyArgentina

    Di Pietro, AlejandroJos Ingenieros: "Algunas aproximaciones sobre las fuerzas morales"

    Cuadernos de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales - Universidad Nacional de Jujuy, nm.34, mayo, 2008, pp. 223-232

    Universidad Nacional de JujuyJujuy, Argentina

    Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=18519814015

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    CUADERNOS FHyCS-UNJu, Nro. 34:223-232, Ao 2008

    * Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales - Universidad Nacional de Jujuy / UniversidadCatlica de Santiago del Estero (DASS) - Lavalle - CP 4600 - San Salvador de Jujuy - Jujuy -Argentina.Correo Electrnico: [email protected]

    JOS INGENIEROS: ALGUNAS APROXIMACIONESSOBRE LAS FUERZAS MORALES

    (JOSE INGENIEROS: "SOME APPROACHES TOMORAL STRENGTHS")

    Alejandro DI PIETRO*

    RESUMEN

    Jos Ingenieros en el prlogo de su texto Las Fuerzas Morales, advierteque su libro completa la visin panormica de una tica funcional. El hombremediocre es una crtica de la moralidad; Hacia una moral sin dogmas, una teorade la moralidad; Las fuerzas morales, una deontologa de la moralidad. Prevaleceen todos el concepto de un idealismo tico en funcin de la experiencia social,inconfundible con los capciosos idealismos de la vieja metafsica.

    Sostiene que el hombre que atesora esas fuerzas adquiere valor moral, rectosentimiento del deber que condiciona su dignidad. Piensa como debe, dice comosiente, obra como quiere. No persigue recompensas ni le arredran desventuras.Recibe con serenidad el contraste y con prudencia la victoria. Acepta lasresponsabilidades de sus propios yerros y rehusa su complicidad a los erroresajenos. Slo el valor moral puede sostener a los que impenden la vida por su patriao por su doctrina, ascendiendo al herosmo. Nada se le parece menos que la temeridadocasional del matamoros o del pretoriano, que afrontan riesgos estriles por vanidado por mesada. Una hora de bravura episdica no equivale al valor de Scrates, deCristo, de Spinoza, constante convergencia de pensamiento y de accin, pulcritudde condena frente a las insanas supersticiones del pasado.

    Marcar algunas comparaciones con el presente de nuestra Nacin e intentardemostrar que el tiempo le ha dado o no la razn a Ingenieros es en parte el propsitode este aporte, de un pensador Argentino de fuste, guardado y olvidado en casitodas las bibliotecas de nuestro Pas.

    Palabras Clave: fuerza moral, justicia, dignidad, solidaridad.

    ABSTRACT

    Jose Ingenieros warns in the prologue of his texts Moral Strengths, thathis book completes the panoramic vision of a functional ethics. Mediocre man isa critique to morality; To wards a moral without dogmas a morality theory, MoralStrengths, a deontology of morality. It prevails in cell these works of his the concept

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    ALEJANDRO DI PIETROof ethical idealism in the function of social experience, unmistakable with captionsidealism of ancient metaphysics.

    Ingenieros affirms that a man who treasures these forces acquires moralvalues, honorable duty feeling that conditions his dignity. A man that thinks as hemust, says what he feels and acts as he wants. A man that does not pursuesrewards nor he fears misfortunes. A man who receives contrast with serenity andvictory with prudence. A man who accepts the responsibilities of his own errors andwho refuses any complicity with other peoples errors. Moral values are the only onesthat support the ones who expend their lives for their country or their own doctrinestrying to achieve heroism. Nothing is less similar to the occasional temerity of thatof the bully or that of the praetorian, who face futile risks due to vanity of stipend. Anhour of episodic bravery does not equate Socrates valour, that of Christs, norSpinozas, which is a constant convergence of thought and action, pulchritude ofsentence in opposition to insane of past superstitions. Pointing out some comparisonswith our Nations present time is trying to demonstrate that time has thought Ingenierosis right or he is not and this is partly the purpose of this contribution about anArgentinian thinker of substance put away and forgotten in every library of thiscountry.

    Key Words: moral strength, morality, justice, dignity, solidarity.

    INTRODUCCIN

    Jos Ingenieros, nacido en 1877 y muerto en 1925, es uno de los escritoresms difundidos en Latinoamrica desde su tiempo hasta el presente. Debe supopularidad a varios factores, no slo a su obra escrita, sino tambin a su laboruniversitaria y muy especialmente al inters con que en toda ocasin escuch a losjvenes y los apoyo en sus aspiraciones de progreso cultural y social.

    Ingenieros comparti el pulso del mundo. Vivi y coment con apasionadointers los acontecimientos mundiales de su poca: la Revolucin Mexicana de1909, la Revolucin Rusa de 1917, el movimiento Aprista en el Per, y la Internacionaldel pensamiento creada en Francia por el grupo de intelectuales Claridad!, que seform en esa poca.

    Es autor de diversas obras que en algn momento fueron de lectura obligatoriaen nuestras escuelas: El Hombre Mediocre, Simulacin de la Locura, Evolucin delas Ideas en la Argentina, Las fuerzas Morales y otras.

    De la lectura de Las Fuerzas Morales surge que Jos Ingenieros intenta,segn palabras de su prlogo, hacer una serie de sermones laicos que fueronpublicados en diferentes revistas estudiantiles y universitarias entre 1918 y 1923,quinquenio que a su entender sera generador de un nuevo espritu en nuestra AmricaLatina.

    Cada generacin renueva sus ideales, nos manifiesta el autor y la preguntaque nos hacemos es: las nuevas generaciones, los renovaron, los mantuvieron,los cambiaron o los perdieron?

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    Este es de alguna manera el objetivo de esta ponencia a la luz de alguna delas virtudes que plantea Ingenieros, tratar de bucear en nuestros das qu ha pasadocon aquellos valores y su nueva interpretacin, en particular tomaremos: el trabajo,la justicia, la solidaridad, la dignidad, la moral.

    Buscaremos en primer lugar exponer lo que pensaba Ingenieros sobre esostemas en Las Fuerzas Morales para luego abordarlos desde nuestra realidad.

    METODOLOGA DE TRABAJO

    Buscaremos trabajar con algunas categoras que marca el autor desde suposicin evolucionista, moderna y positivista, que a nuestro entender hancaracterizado a todos sus trabajos, por lo que ha merecido en muchos casos durascrticas.

    EL TRABAJO

    El derecho a la vida est condicionado por el derecho del trabajo. Todo loque es orgullo de la humanidad es fruto de su trabajo. Lo que es bienestar y lo quees belleza, lo que intensifica y expande la vida, lo que es dignidad del hombre ydecoro de los hogares y gloria de los pueblos, la espiga, el canto, el poema, todo hasurgido de las manos expertas y de la mente creadora. El trabajo da vigor al msculoy ritmo al pensamiento, firmeza al pulso y gracia a las ideas, calor al corazn,temple al carcter. La perfeccin del hombre es obra suya. Slo por el consigue lalibertad y depende de s mismo, afirmando su seoro en la Naturaleza.

    El trabajo es un deber social. Los que viven sin trabajo son parsitos malsanos, usurpando a otros hombres una parte de su labor comn. La ms justafrmula de la moral social ordena imperativamente: el que no trabaja no come.Quien nada aporta a la colmena no tiene derecho de probar la miel.

    Estas afirmaciones aparentemente tan duras para nuestra poca, hoy tienenel siguiente correlato...

    ACTUALES POSTURAS

    Paralelamente a la familia, las sociedades modernas industriales han dadobrillo ejemplar al valor del trabajo. En el curso del siglo XIX, burgueses puritanos yespritus laicos, socialistas y liberales compartieron la misma religin del trabajo,todos entonaron el mismo canto en nombre del Dios Progreso, el primognito deltrabajo, como escriba Paul Lafargue. Los puritanos protestantes vieron en la tareaprofesional un deber asignado por Dios, el medio ms apropiado para dar lacertidumbre de la gracia. Las corrientes republicanas magnificaron el trabajo,expresin cotidiana de la solidaridad de cada uno hacia todos, necesaria para larealizacin del progreso indefinido de la humanidad. Mientras los ingleses sevanagloriaban de ser las abejas trabajadoras de la colmena mundial, la escuela dela Repblica Francesa se afirmaba como la enseanza del trabajo y as en todoslos pases que se llamaban desarrollados.

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    ALEJANDRO DI PIETROLa fe en el trabajo civilizador y liberador ocupa el centro del discurso social,

    la pereza es un crimen social que crea un peligro para el que se entrega a l y parala colectividad de la que es miembro, cada uno debe pagar su deuda social ycontribuir al desarrollo de la especie humana y de la nacin. El trabajo se imponaen todas partes como el ideal superior, una ley moral imperativo del hombre y delciudadano.

    Dnde estamos en la actualidad? Se ha producido un cambio considerableque ha trastocado esta configuracin bipolar del trabajo, simultneamente moralistay materialista, rigorista y cientificista, idealista y racionalista. El desarrollo de losvalores individualistas-hedonistas-consumistas por un lado, los nuevos paradigmasde la direccin empresarial por el otro, han sido las puntas de lanzas del advenimientode una nueva significacin imaginaria del trabajo, de una cultura posmoralista ypostecnocrtica del trabajo.

    En los ltimos veinte aos, millones de personas en Europa, Estados Unidos,Amrica Latina, frica y otras regiones consideran que tener un buen trabajo es unprivilegio. El fantasma es ahora la desocupacin.

    Hacia 1850 el horario de trabajo en las fbricas textiles de Manchestersuperaba las sesenta horas semanales. Muchos nios eran explotados entre diezy doce horas por da. Los socialistas pedan jornadas de ocho horas y seis das detrabajo para los adultos y menos horas para los menores a fin de que pudieran ir ala escuela. Cien aos despus las fbricas textiles producan varias veces ms,con menos personas, trabajando menos tiempo. Los sindicatos hoy luchan paraque no se reduzcan las jornadas o las horas de trabajo y para que no cierren lasfbricas.

    Entre 1950 y el 2000 la productividad se increment an ms con laautomatizacin y robotizacin del trabajo. Y siguieron disminuyendo drsticamentelos empleos. Las operaciones bancarias se informatizaron, del mismo modo que lamayor parte de las operaciones administrativas. Las biotecnologas van a tener unimpacto creciente sobre la produccin de alimentos y seguramente continuarnafectando el empleo rural.

    As como es preciso disear nuevos modelos de desarrollo econmico ytecnolgico, tambin necesitamos repensar la funcin del trabajo en la civilizacinactual. Actuar y pensar como si el desempleo fuera un problema transitorio osuperable si alcanzamos un ritmo de crecimiento adecuado, es una ilusin peligrosa.Brasil ya demostr que se puede crecer sin resolver el problema de la miseria y eldesempleo. Argentina, en una escala menor pero ilustrativa lo est demostrandotambin. Las variables en juego (crecimiento demogrfico, automatizacin del trabajo,incremento de la productividad con menos trabajo) muestran que hay que admitir eldesempleo estructural.

    El desempleo tiene efectos nefastos porque influye en los ingresos de lagente, en su estabilidad personal y familiar, y en el equilibrio de la sociedad que seve cada vez mas sacudida por las reacciones marginales o terroristas de aquellosque se sienten excluidos de la integracin social.

    La edad de los grandes ideales colectivos se ha eclipsado en beneficio delos campeones y hroes de la innovacin, del culto posmoralista de los winners,

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    de la pasin individualista por excelencia, del placer de vencer y salir adelante poruno mismo. Con la tica de la excelencia, contina el proceso de desmoralizacindel trabajo: metamorfoseado en desafo, juego y deporte. El trabajo ya no est alservicio de una finalidad superior sino de la empresa y de las pasionesneoindividualistas sin objetivo ni trascendencia.

    LA JUSTICIA / LA SOLIDARIDAD

    La justicia es el equilibrio entre la moral y el derecho. Tiene un valor superioral de la Ley. Lo justo es siempre moral; las leyes pueden ser injustas. Acatar la leyes un acto de disciplina, pero a veces implica una inmoralidad; respetar la justiciaes un deber del hombre digno, aunque para ello tenga que elevarse sobre lasimperfecciones de la ley".

    Los intereses creados obstruyen la justicia. Todo privilegio injusto implicauna inmoral subversin de los valores sociales.

    Loados sean los jvenes que izan la bandera de justicia para aumentar en elmundo el equilibrio entre el bienestar y el trabajo. Sin ellos las sociedades seestancaran en la quietud que paraliza y mata; la cristalina corriente del progreso,que jams se detiene, tornarase mansa estabilidad de pantano que asfixia.

    Afortunados los que conciben ms justicia, los que por ella trabajan, los quepor ella luchan, los que por ella mueren. Son plasmadores de porvenir, encarnanideales que tienden a realizarse en la humanidad.

    La solidaridad es armona que emerge de la justicia.Donde falta justicia no puede haber solidaridad; sembrando la una se cosecha

    la otra.La solidaridad se desarrolla paralelamente a la justicia. En las sociedades

    brbaras, la lucha por la vida depende del desequilibrio entre las partes; este se vaequilibrando en las sociedades civilizadas y aparece la asociacin en la lucha delbienestar comn. La justicia obra eliminando los privilegios no sustentados en elmrito, que se mide por la utilidad social de las funciones desempeadas.

    El desequilibrio social engendra violencia.Cuando alguna parte de un todo se hipertrofia a expensas de las otras, la

    unidad funcional se altera y el juego de las recprocas interacciones trnasedesatinado y funesto. Toda violencia es efecto de unas causas; slo puede suprimirsereparando el desequilibrio que la engendra.

    La fe en la justicia de los dems es necesaria para no vivir como entreenemigos; el egosmo, la avidez, la avaricia, la usurpacin, el robo, nacen de la faltade confianza y provocan la violencia, que es un efecto de la injusticia, aunque a suvez sea injusta.

    La solidaridad crece en razn directa de la justicia...

    ACTUALES POSTURAS

    Pensar la justicia hoy equivaldra a: Establecer y observar leyes justas en elmbito local, nacional e internacional, regulada por instituciones basada en los

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    ALEJANDRO DI PIETROideales democrticos. Mientras haya impunidad, no podr remediarse losdesequilibrios que afectan a la humanidad en su conjunto.

    En el momento mismo en que desde todas partes aumenta la angustia de ladegradacin moral, nuestra poca ya no tiene fe en el imperativo de vivir para elprjimo, en el ideal preponderante del semejante. El individuo contemporneo no esms egosta que el de otros tiempos, expresa sin vergenza la prioridad individualistade sus elecciones. Lo nuevo aqu ya no es verdaderamente inmoral pensar slo enuno mismo, el referente del yo ha ganado carta de ciudadana, o sea el entusiasmosuscitado por los shows de la bondad catlica. Es verdad que son numerosos lospadres que desean que los docentes puedan volver a dar formacin tica y ciudadana.Pero qu significacin hay que darle a este deseo cuando se comprueba elhundimiento de la moral en los valores trasmitidos por los padres y la poca autoridadque tiene hoy el deber de consagrarse a los otros? La honestidad, la cortesa, elrespeto a los padres: sin ninguna duda. La obligacin de darse? El sacrificiopropio? Con seguridad, no. En nuestras sociedades, el altruismo erigido en principiopermanente de vida es un valor descalificado, asimilado como est a una vanamutilacin del yo: la nueva era individualista ha logrado la hazaa de atrofiar en laspropias conciencias la autoridad del ideal altruista, ha desculpabilizado elegocentrismo y legitimado el derecho a vivir por uno mismo.

    Terminada la severidad de la obligacin moral, se da paso a los fuegos deartificio de los gestos generosos transformados en ingredientes del espectculo. Latele-caridad es inseparable de la excitacin que procura la grandeza de los buenossentimientos y el suspenso de los tanteos, la caridad y la solidaridad as entendidase ha convertido en uno de los mas mediticos espectculos contemporneospayndose en la lgica de la hazaa: hazaa de la suma recogida, hazaa de lamovilizacin general. Olimpadas de la solidaridad, Maratn de la beneficencia,competencias del corazn. Hay algo de competencia en estos Show filantrpicosque vibran a la espera de records, de la curiosidad de las relaciones humanitarias,de la efervescencia de las acciones continuadas.

    En los trminos planteados por Amartya Sen, premio Nbel de Economa, noexiste hambre por que falten alimentos sino porque vastos sectores sociales nopueden acceder a ellos. Es la tpica situacin argentina: muchas personas no accedena los alimentos. Difiere de los casos donde no existen disponibilidades alimenticiassuficientes, como en algunos pases africanos. Se observa crticamente el enfoquede los organismos internacionales, en la medida que se esfuerzan casiexclusivamente por impulsar el aumento de la produccin agropecuaria sin considerarlas capacidades de las personas para acceder a ella.

    En la Argentina se eclips la capacidad de los ciudadanos para acceder alos alimentos; utilizando los conceptos de Sen, hubo una significativa prdida dehabilitaciones y derechos ciudadanos. Esto se debi, por unas parte, a los arreglosinstitucionales enmarcados en el modelo neoliberal; los ajustes estructuralesaplicados en el pas tales como la desregulacin econmica, las privatizacionesque generaron desocupados, etc. En segundo lugar, influy el modelo agroalimentarioo agro industrial configurado durante estos ltimos aos en los enmarques anteriores.Se trata de un modelo dominado por grandes empresas transnacionales y por la

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    tecnologa que controlan. Basta sealar los espacios que fueron ocupando losgrandes supermercados en la distribucin final de los alimentos y la fuerteconcentracin econmica tanto en la etapa de provisin de insumos como en elprocesamiento industrial. Estas transformaciones en el sistema agroalimentarioincidieron sobre el aumento de los precios de los alimentos bsicos, y porconsiguiente, sobre la cada de los salarios e ingresos reales de poblacin. Sumandoa todo sto, la desocupacin, la ineficiencia de las polticas sociales y los profundoscambios en la estructura social agraria, en la vida social y econmica de pequeasciudades y pueblos del interior, la paradoja resulta no ser tal. Se trata de decisionesde poltica econmica o polticas generales.

    Pero que en ningn caso tienen en cuenta la justicia y mucho menos lasolidaridad.

    LA DIGNIDAD / LA MORAL

    No merecen llamarse libres los que declinen su dignidad. Con temperamentosmansos se forman turbas arrebaadas, capaces de servir pero no de querer.

    La dignidad se pierde por el apetito de honores actuales, trampa en que losintereses creados aprisionan a los hombres libres; solo consigue renunciar a loshonores el que se siente superior a ellos

    No es digno juntar migajas en los festines de los ricos. Si jvenes, deshonransu juventud, la traicionan prefiriendo la ddiva a la conquista. Juventud que se entregaes fuerza muerta y pierde el empuje renovador.

    La burocracia es una podadora que suprime a los individuos todo brote dedignidad. Uniforma, enmudece, paraliza.

    La independencia moral es le sostn de la dignidad. Si el hombre aplica suvida al servicio de sus propios ideales, no se rebaja nunca. Puede comprometer surango y perderlo, exponerse a la detraccin y al odio, arrostrar las pasiones de losciegos y la oblicuidad de los serviles, pero salva siempre su dignidad. Nunca seavergenza de si mismo, meditando a solas.

    La moral se renueva como la experiencia social. No se cie a principiosquimricos que pudieran suponerse demostrados una vez para siempre, pues encada tiempo y lugar se coordinan diversamente las relaciones entre los hombres.Los criterios de obligacin y sancin se vivifican sin cesar, regulando la adaptacindel individuo a la sociedad y de esta a la naturaleza, en el ritmo que vara al compsde la naturaleza.

    El sentimiento de una obligacin moral no es categora lgica ni mandamientodivino; existe como producto de la convivencia y engendra sanciones efectivas en laconciencia social.

    Cada era, cada raza (etnia), cada generacin, concibe diversamente lascondiciones de la vida social y renueva en consecuencia los valores morales.

    Los dogmas son obstculos al perfeccionamiento moral. Los hombres decada poca adoptan su personalidad a relaciones sociales que incesantemente serenuevan. Asisten a transformaciones del mal en bien, del bien en mal; la moralidad

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    ALEJANDRO DI PIETROy la inmoralidad son muy distintas en la Ilada, en la Biblia y en el Corn. Frente aesa inestable realidad es absurdo concebir la permanencia de dogmas abstractosque se pretenden eternos y absolutos.

    Los dogmatismos tradicionales son grillos que en vano pretenden paralizar laeterna renovacin de los deberes y de los derechos.

    En cada renovacin aparecen grmenes de nueva moralidad. Cada hombrejoven debe buscar en torno suyo los elementos de renovacin que incesantementegerminan, cultivndolos en s mismo, alentndolos en los dems...

    ACTUALES POSTURAS

    El hecho de que las naciones contemporneas hayan sido capaces deestablecer, a pesar de sus diferencias y conflictos, un cdigo internacional dederechos humanos constituye un salto en la dignidad de las personas y en laformacin moral de la humanidad. Evidentemente sto se relaciona tambin con laevolucin del pensamiento, con el progreso social y con la expansin de las libertades.

    Una gran paradoja de las sociedades contemporneas es que mientras porun lado eclosionan las libertades individuales inducindonos a creer que ya no hayreglas comunes, por otro lado, en las ltimas dcadas se ha alcanzado un acuerdouniversal respecto a la idea de dignidad humana.

    Si en la tica personal encontramos una multiplicidad infinita de valores muchasveces contradictorias, en lo relativo a los criterios morales que deben regir lossistemas polticos y sociales encontramos un sorprendente consenso en torno alos enunciados a los derechos humanos. Ms sorprendente an porque esteconsenso fue elaborado fundamentalmente en las dcadas de la guerra fra (1950-1990). O sea, en un momento de gran confrontacin social, poltica, cultural, ymilitar (comunismo versus capitalismo; clase obrera versus burguesa; Tercer mundoversus Primer mundo; Occidente versus Oriente; nacionalismos versus colonialismos;secularismos versus religiones y otras oposiciones nacionales e internacionales.

    El hecho es que a partir de la primera Declaracin Universal de los DerechosHumanos, formulada por Naciones Unidas en 1948, surgieron sucesivasdeclaraciones y convenios internacionales sobre derechos individuales, sociales,econmicos, ecolgicos y culturales Cada uno de estos documentos dio lugar anumerosos encuentros de representantes de diferentes culturas, religiones,ideologas, naciones y sistemas polticos. El Cdigo Internacional de DerechosHumanos representa el mximo consenso que jams se haya alcanzado en lahumanidad respecto a sus principios morales bsicos.

    Para entender cmo aparentemente se logr este consenso sobre las ideasque conformaron la nueva concepcin de dignidad humana que se plasmaron endiferentes declaraciones a los largo de la segunda mitad del siglo XX, deberamostener en cuenta dos fuerzas aparentemente contradictorias.

    Por un lado, las luchas contra todas las formas de dominacin: explotacinde los trabajadores, opresin poltica, discriminaciones raciales o sexuales,totalitarismos ideolgicos, colonialismos, etc.

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    Por otro lado, la construccin de nuevos consensos a travs de la institucionespolticas: estado de derecho, democracia poltica, solidaridad social, seguridad social,proteccin de la salud, escolarizacin.

    CONCLUSIN

    De forma paralela a la depreciacin social de los deberes individuales, lassociedades actuales han renunciado ampliamente a profesar el imperativoincondicional de honrar los deberes de la moral interindividual y nuestra sociedadacompaa dicho proceso.

    En la actualidad son raros los lugares y momentos en que vibre la obligacinde consagrar la vida al prjimo: mientras que las conminaciones categricas ahacer el Bien han sido suplantadas por las normas del amor a s mismo, los valoresaltruistas han dejado de ser evidencias morales a los ojos de los individuos y de lasfamilias. En nuestras sociedades, las informaciones, el ocio, los consejos delbienestar estn ms presentes que la exigencia de cumplir con nuestros deberes.Las lecciones intransigentes de la moral han abandonado el espacio pblico yprivado, el imperativo maximalista de corazn puro, las llamadas a la devocinabsoluta, el ideal hiperblico de vivir para el prjimo, todas esas exhortaciones handejado de tener resonancia colectiva; en todas partes reina la desvitalizacin de laforma-deber, el debilitamiento de la norma moral infinita caracterstica de las nuevasdemocracias.

    Sin duda las acciones humanitarias ocupan la primera plana de los peridicosy los donativos altruistas alcanzan sumas innegables. Nuestra poca redescubre lacaridad y los estremecimientos del corazn: los roqueros ofrecen sus decibelios alos parias de la tierra, las estrellas toman el bastn de peregrino y se comprometencon las buenas causas, la televisin multiplica las emisiones de ayuda.

    Tras un ciclo dominado por la fiebre poltica y la desmitificacin de los valores,el espritu de la poca hace afluir las buenas intenciones y la pequea pantalla, lasacciones generosas: la moral ocupa de nuevo el primer plano de la escena.

    Si pero de qu moral se trata? En casi todas partes est en auge la idea derestauracin de la moral sin que nos interroguemos demasiado sobre la naturalezade ese regreso. Digmoslo sinceramente: si en la actualidad la tica se beneficiacon un nuevo perodo de legitimidad, sto no significa la reinscripcin en el coraznde nuestra sociedades de la buena vieja moral de la que habla Ingenieros, sino elsurgimiento de una regulacin tica de tipo indita. A travs de la efervescenciacaritativa y humanitaria, lo que acta una vez ms es el eclipse del deber; bajo losviejos hbitos de la moral se organiza en realidad el funcionamiento posmoralistade nuestra sociedad.

    Lo que con muy poca precisin se llama regreso de la moral no hace sinoprecipitar la salida de la poca moralista de las democracias instituyendo una moralsin obligacin ni sancin acorde con las aspiraciones de masas de las democraciasindividualistas-hedonistas.

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    ALEJANDRO DI PIETRODeberamos concluir sin temor a equivocarnos que los valores, como los

    conceba Ingenieros, hoy se han perdido o en el mejor de los casos han cambiadosin poder afirmar los futuros resultados de esos cambios.

    BIBLIOGRAFIA

    ANTOLOGA (2003) Ingenieros: su pensamiento en sus mejores pginas. Losada.Buenos Aires.

    Datos inditos de Jos ingenieros recopilados por Lucio V Lpez.

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