José María Gironella - Jerusalén de los Evangelios

download José María Gironella - Jerusalén de los Evangelios

of 94

Transcript of José María Gironella - Jerusalén de los Evangelios

  • 8/12/2019 Jos Mara Gironella - Jerusaln de los Evangelios

    1/94

  • 8/12/2019 Jos Mara Gironella - Jerusaln de los Evangelios

    2/94

    JJeerruussaallnnddeellooss

    EEvvaannggeelliioossJos Mara Gironella

  • 8/12/2019 Jos Mara Gironella - Jerusaln de los Evangelios

    3/94

    J e r u s a l n d e l o s E v a n g e l i o s J o s M a r a G i r o n e l l a

    2

    Partiendo del mbito geogrfico concreto, que es en s una encrucijada de smbolos ysignificados religiosos, Jos Mara Gironella, en su estilo gil y ameno, aborda, entre otrascuestiones, la historia del pueblo judo, de sus reyes y profetas, con comentarios sobre la

    religin mosaica, episodios del Antiguo Testamento y una aproximacin al tema de los esenios.A partir de ah da su visin personal de la figura de Jesucristo siguiendo el hilo de su vida, atravs del relato evanglico, con incursiones en los Evangelios apcrifos. El autor, gran viajero,esplndido novelista y probado conocedor del tema, ha enfocado aqu con originalidad y almismo tiempo espritu objetivo una cuestin polmica, que suscita opiniones muy diversasentre creyentes y ateos, judos, musulmanes y cristianos.

    Jos Mara Gironella naci en Darnius, Gerona, en 1917. Despus de participar en laguerra civil, ejerci diversos oficios, y en 1946 se revel como escritor con su novela Unhombre, con la que gan el Premio Nadal. A esta obra siguieron La marea (1948) y lafamosa serie novelesca formada por Los cipreses creen en Dios (1953), Un milln demuertos(1961) y Ha estallado la paz(1966), que luego continu con Los hombres lloransolos. Es autor asimismo de Condenados a vivir, que obtuvo el Premio Planeta 1971, dellibrotest100 espaoles y Dios(1969) y de numerosos ttulos y ensayos y viajes como Losfantasmas de mi cerebro (1958), China, lgrima innumerable (1965), En Asia se muerebajo las estrellas (1968),El escndalo de Tierra Santa(1978),Carta a mi padre muerto(1978) y un libro de entrevistas, en colaboracin con Rafael Borrs,100 espaoles y Franco,7 que fue uno de los bestsellers de 1979. Mundo tierno, mundo cruel (1981) recoga unaseleccin de sus mejores trabajos periodsticos. En 1982 publicEl escndalo del Islamy en1983 Cita en el cementerio. Con su novela La duda inquietante ha obtenido el PremioAteneo de Sevilla 1988. Est casado (1946) con Magda Castaer.

    sta es una coleccin de retratos de ciudades en sus momentos ms brillantes, curiososy significativos.

    Su ambiente, su vida cotidiana, sus personajes, sus mitos y ancdotas, la configuracinurbana y sus caractersticas, el arte y la literatura, los restos ms importantes de la poca quean se conservan y que pueden ser objeto de una especie de itinerario turstico, cultural onostlgico, todo lo que contribuy a hacer la leyenda y la historia de una ciudad en el perodode mayor fama, se recoge en estas pginas de evocacin del pasado.

    Grandes escritores que se sienten particularmente identificados con la atmsfera y elhechizo de estas ciudades de ayer y de hoy resumen para el lector contemporneo lo que fuela vida, la belleza y a menudo el drama de cada uno de estos momentos estelares de lahistoria que se encarnan en un nombre de infinitas resonancias.

    Una copiossima ilustracin de planos y mapas, grabados antiguos, reproducciones de

    obras de arte, fotografas y caricaturas completan admirablemente los textos de los autores.Siendo mucho ms que una simple gua turstica y algo muy diferente de un libro de

    historia en su acepcin usual, Ciudades en la Historia presenta un panorama ameno y muybien documentado de lo ms profundo, interesante y vistoso que cada ciudad, en su momentode mximo esplendor o de mayor singularidad histrica, puede ofrecernos.

  • 8/12/2019 Jos Mara Gironella - Jerusaln de los Evangelios

    4/94

    J e r u s a l n d e l o s E v a n g e l i o s J o s M a r a G i r o n e l l a

    3

    NDICE

    Prlogo ____________________________________________________________ 4Captulo I __________________________________________________________ 6Captulo I I _________________________________________________________ 9Captulo I I I _______________________________________________________ 24Captulo IV ________________________________________________________ 30Captulo V ________________________________________________________ 35Captulo VI ________________________________________________________ 40Captulo VI I _______________________________________________________ 46Captulo VI I I ______________________________________________________ 54Captulo IX ________________________________________________________ 60Captulo X ________________________________________________________ 68Captulo XI ________________________________________________________ 73Captulo XI I _______________________________________________________ 79Captulo XI I I ______________________________________________________ 88Eplogo ___________________________________________________________ 91

  • 8/12/2019 Jos Mara Gironella - Jerusaln de los Evangelios

    5/94

    J e r u s a l n d e l o s E v a n g e l i o s J o s M a r a G i r o n e l l a

    4

    Prlogo

    Al aceptar la invitacin a escribir esta obra tuve plena conciencia de que debera abrirmepaso a travs de una selva de libros y documentos, y que el xito o el fracaso del empeodependera, en gran medida, de mi acierto en efectuar la consabida seleccin.

    Se trataba, nada ms y nada menos, que de hurgar en el Jerusaln de hace dos milaos... Menudo desafo! El Jerusaln actual, dominado por el controvertido Estado de Israel,lo tena al alcance de la mano. No slo poda visitarlo de cabo a rabo sino que dispona de unaarma insuperablemente til: mi propio texto El escndalo de Tierra Santa, escrito conextremados rigor y cautela, que vio la luz en 1977 y que me vali, por partes iguales, unaretahla de plcemes y de dicterios. Los plcemes provinieron de los fieles de a pie, del pueblollano; los dicterios, de un sector de la jerarqua catlica, incapaz de aceptar un anlisis unaexperienciade carcter neutral.

    Hablar del Jerusaln de hace veinte siglos, y, por supuesto, de los Evangelios, es otrocantar. Mi obligacin ha sido tener en cuenta no slo las corrientes histricas, sino la infinitacontradiccin de las interpretaciones. Tendra que hacer diana, sin permitir la infiltracin de

    datos folklricos repetidos hasta la saciedad y valindome de dos muletas insustituibles: la feque mam al venir al mundo y los incesantes hallazgos de la filologa y de la arqueologa. Altrmino de unos cuantos meses de duro trabajo he puesto la palabraFin, la mgica palabrade los escritores, que siempre y en cualquier caso presupone una mezcla de alivio y de miedo.Alivio por latarea ya hecha, miedo de haber cado en algn desenfoque o desmadre que yanadie podr remediar.

    La mayor dificultad ha consistido en que yo no poda inventarme nada, darle espacio ala imaginacin. Deba atenerme a los hechos comprobados menos abundantes de lodeseable o al dictamen de aquellas que yo considerase vlidas autoridades en la materia,desde el mismsimo Jess de Nazaret y Flavio Josefo hasta los ms recientes exegetas, entrelos que, a mi entender, figuraban por mritos propios Renan, Bertrand Russell (Por qu nosoy cristiano?), el padre Ricciotti, Daniel Rops, Giovanni Papini y una multitud de

    enciclopedias, entre las que me atrevera a destacar laEnciclopedia Britnica. La selva, portanto, y por desgracia, no era virgen. Antes haba sido hollada por millares de autores,inclinados hacia uno u otro lado, todos y cada cual empeados en desvelar el misterio, o partede l.

    Como es lgico, me ha sorprendido, y casi deslumbrado, la cantidad. Es ingente elnmero debiografasdel Jerusaln de Herodes y Pilato y de la personalidad de Jess. Desdeinsignes Padres de la Iglesia hasta humildes prrocos de villorrio, desde venerables filsofoshasta corazones infantiles (supersticiosos) con lafe del carbonero, quien ms, quien menos,en el terreno de la cultura occidental, ha querido aportar su grano de arena. Lo cual, en elfondo, no es de extraar, por cuanto la materia tratada es trascendental, proyectndose msall de la propia vida, y porque se da el caso, por muchas razones doloroso, de que ni Mateo,ni Marcos, ni Lucas, ni san Juan se propusieron en ningn momento trazar una sntesis

    biogrfica de Jess. Lo que a ellos les interesaba, con respecto al Maestro y Mesas, era sudoctrina y sus relaciones con el Padre.As las cosas, debo confesar que buena parte de las pginas que suscribo con mi nombre

    han sido extradas de los autores ya citados, y, en lo que atae al Antiguo Testamento, de laEnciclopedia de la Bibliapublicada por la editorial Garriga, S. A., el ao 1965. Porque deboobservar que, para una mejor comprensin del lector, opt por abordar mi obra a partir delAntiguo Testamento, puesto que Jess bebi en l, se apoy en l yno vino para abolir la Leysino para cumplirla.

    Repetir los nombres del padre Giuseppe Ricciotti implacable historiador, de DanielRops el ms coherente de los divulgadores de la escuela francesa, y de Giovanni Papini exaltado converso, con tendencia a la dramatizacin. Tambin le debo mucho al padre JosLuis Martn Descalzo, a Giacomo KauriVolpi, a Dobraczyuski (Cartas de Nicodemo), al

    telogo Franz K9nig (Cristo y las religiones de la tierra), a Walter Brandt y un largo etctera.Formulo esta declaracin para que no se me tache de plagiario, de plagiario que se

    esconde bajo el ala.

  • 8/12/2019 Jos Mara Gironella - Jerusaln de los Evangelios

    6/94

    J e r u s a l n d e l o s E v a n g e l i o s J o s M a r a G i r o n e l l a

    5

    Confieso mi pecado, citando las fuentes, todas ellas de fcil comprobacin. A ms deesto, jams estuvo en mi nimo servir vino nuevo en odres viejos. Lo que s me pertenece enexclusiva es la intencin, sumamente ortodoxa, creo, y muchos de los comentarios de tipoemocional. Porque querra dejar tambin constancia de que a medida que me adentraba en eltema, que me identificaba con l, mi pluma se sobresaltaba con recuerdos de mi infancia, convacilaciones posteriores, con rachas de indiferencia e incluso de agnosticismo demoledor. Lafigura de Jess se agigantaba a mis ojos, ocupando el centro de la mesa en que trabajaba y,sobre todo, de mi conciencia. Lo cual no significa que haya pergeado un texto apologtico.

    Me cost Dios y ayuda nunca mejor dichono incurrir en semejante error.Estaba claro que deba mantener un tono lo ms objetivo posible (casi distante), por

    cuanto el hombre de hoy retrocede atemorizado ante vocablos tan polmicos como milagro,transubstanciacin,infierno,eternidad. Si en el curso de mis averiguaciones solt algunalgrima, ello pertenece al secreto del sumario.

    Y nada ms. Misin cumplida. Personalmente, he salidoilesode la aventura? Acabo dedeclarar que no.

    Siento a Jess ms prximo, ms pegado a mi piel. En algunos pasajes mi nimo eratrasunto del que me invadi en 1974 y 1975 al recorrer, en el Jerusaln moderno, la VaDolorosa, el torrente Cedrn, el monte de los Olivos y, cmo no!, reviv las emociones

    experimentadas en Beln, en el lago Tiberades, en Cafarnaum, en Nazaret, en el monteCarmelo y en el desgraciado maremgnum del Santo Sepulcro. Con frecuencia pensaba en elmar Muerto, donde desemboca el Jordn. En vez del Bautista haba por aquellas fechasingenieros y qumicos de origen hebreo, en su mayora procedentes de Argentina. Me ba enel mar Muerto, no porque sus aguas, segn ciertos especialistas, contengan propiedadescurativas, sino porque est muy cerca de las cuevas de Qumrn. Los documentos de Qumrndividen la historia del pueblo judo en antes y despus, motivo por el cual yo queraempaparme del color y el olor de aquellas rocas, cercanas a su vez del coloso de Massada,cuyos defensores ocupan un lugar de excepcin en la historia del herosmo humano.

    Eso es todo, y que el lector juzgue el resultado de mi esfuerzo.Arenys de Munt, 1 de enero de 1988.

    El valor relativo de los apcrifos se echa de ver, adems, si consideramos el influjoenorme que estas leyendas han ejercido en las diversas manifestaciones del sentir cristiano. Aeste influjo no podemos sustraernos ni siquiera nosotros en la actualidad.

    Las severas prohibiciones de algunos Padres no fueron capaces de hacer desapareceresta literatura que, como corriente subterrnea, fue aflorando de diversas maneras a lasuperficie de la liturgia, del arte, de la literatura e incluso de la misma piedad cristiana. Unasencilla ojeada por estos diversos sectores nos permitira descubrir mil huellas de estassencillas narraciones populares.

    Los nombres que damos a los padres de la Virgen, Joaqun y Ana, cuyas fiestasrespectivas celebra la liturgia romana el 16 de agosto y el 26 de julio; la fiesta de la

    Presentacin de la Virgen nia, fijada por el calendario bizantino y romano en el 21 de

    noviembre; el nacimiento de Jess en una cueva, en que no faltan nunca el buey y elasno; la huida a Egipto, con los dolosque se derruban; los tres reyesMagos, con susnombres de Melchor, Gaspar y Baltasar; la historia de los Ladrones Dimas y Gestas; elnombre del soldado que atraves con una lanza el costado de Jess, a quien llamamos

    Longinos; la historia de laVernica, que enjug con un lienzo el rostro de Jess mientrasste iba por la calle de la Amargura... stos y otros detalles parecidos estn tan ntimamentecompenetrados con nuestra manera de sentir, que nos resistimos a reconocer que nodescansan sobre otro fundamento histrico que el de las narraciones apcrifas.

    Los Evangelios apcrifos, Biblioteca de Autores Cristianos.

  • 8/12/2019 Jos Mara Gironella - Jerusaln de los Evangelios

    7/94

    J e r u s a l n d e l o s E v a n g e l i o s J o s M a r a G i r o n e l l a

    6

    Captulo I

    Jerusaln

    Varias veces he contado la ancdota del embajador ingls en Jerusaln, al que el ForeignOffice comunic que lo ascendan en su carrera y lo trasladaban a Pars, a lo que el embajadorrespondi por medio de un telegrama diciendo que ascender desde Jerusaln era imposible,puesto que Jerusaln es el punto ms alto de la tierra.

    Puede producirse este hecho, esta situacin, en algn otro lugar del mundo occidental?Creo que no. Jerusaln tiene mucho que ver con lo nico, con lo exclusivo. Ha sido llamada laeterna, la celeste, la de los mil nombres, la innombrable; pero nada de ello hace falta. Condecir Jerusaln basta. Se origina una automtica resonancia en el corazn, un lamido en lascapas ms sensibles de la piel. Jerusaln, que historia en mano equivaldra a guerra sincuartel, evoca, paradjicamente, la paz, la Paz con mayscula (y el hebreo no tienemaysculas) a la que el hombre desde siempre aspira. Es la ciudad de la muerte Gehenna, elvalle de Josafat, y sin embargo rezuma vida.

    Misterio de lo trascendente? No querra exagerar. Dejmoslo, por el momento, en elmisterio de lo potico.

    Algo semejante al dilogo entre una madame sofisticada que le confes a Paul Valry queno acababa de entender su poesa; Paul Valry le replic:Madame, es que soy de la poesasecreta.

    La poesa secreta de Jerusaln es una realidad. Es algo que perciben los sentidos, loscuales no saben nunca si el polvo calcreo del torrente Cedrn proviene de las piedras o de losesqueletos, ni si la mujer gestante que cruza la calle Yafo o entra por la puerta de Sin en lavieja ciudad lleva dentro un feto como cualquier otro o el de un profeta. Vuelve uno la cabeza,y no puede afirmar jams si el ser humano que tiene al lado es un taxista, un estudiante deteologa, el bueno o el mal ladrn. Cualquier spero promontorio recuerda el Glgota, y si elperidico del da,The Jerusalem Post, habla de que estall una bomba, uno imagina que alatardecer habr crucifixin supuesto que se encuentren voluntarios para la tareay que elcrucificado ser un palestino melenudo, rondando los treinta aos, que no poda con suapatrismo, con su orfandad, con su prolongada desesperacin en la frontera jordana, libanesao en la zona de Gaza.

    A quien reside habitualmente en Jerusaln le sucede algo raro: un buen da, y a travsde lo esotrico, se siente radicalmente otro. Dirase quela apariencia del bien le alegra tantoque le dispensa de practicar la virtud. Que ha recibido el carisma del que estn desprovistos,pongamos por caso, quienes habitan en Atenas, en Lisboa o en Nueva York. Imaginan que losciegos que andan por la ciudad con su bastn blanco, de improviso vern. La posibilidad delmilagro, de que los mudos hablen y los sordos oigan, est al doblar de la esquina, decualquier esquina, aun cuando a cien metros escasos, y entre semforos, una muchacha sabrauniformada regule con porte autoritario el trfico y en un camin pasen soldados apuntandocon metralleta al Nuevo Testamento.

    La definicin segn la cual la originalidad es un plagio no descubierto, falla enJerusaln. Jerusaln es original. No porque en ella en vez de agonizar el da se enciende lanoche, sino porque una tarde cualquiera alguien que se embriaga y anda preguntndole a lagente:De dnde eres t?, oye las respuestas ms peregrinas. Yo soy de Jeric.Yo soyde Nam.Yo soy de Hebrn.

    Yo soy de Nazaret.Yo nac en Cafarnaum, pero vivo a orillas del mar Muerto...Cmoes posible?

    Estamos bromeando? No, no, nada de eso. Es as. Claro que tambin puede ocurrir querespondan:Yo soy de Buenos Aires; o de Varsovia; o de Kev(como Golda Meir); odeViena(como T. Benjamin Herl).

    No es culpa ma que Dios exista!, gritan en Jerusaln, con Lon Bloy, los judoscreyentes, que tambin los hay, que recitan salmos y sienten predileccin por el libro de Ams.

    Que Al os proteja!, le contestan desde los minaretes unos cuantos rabes de buena

  • 8/12/2019 Jos Mara Gironella - Jerusaln de los Evangelios

    8/94

    J e r u s a l n d e l o s E v a n g e l i o s J o s M a r a G i r o n e l l a

    7

    voluntad. Y un franciscano de la Custodia que por azar pasa por all, con su hbito pardo y sussandalias, se hace cruces a vuela mano, temeroso, recordando que este signo era lacontrasea de los primeros cristianos cuando la persecucin de Roma.

    Y sos del caftn en la cabeza y los tirabuzones colgndoles a ambos lados, en losparietales? Son los fanticos del barrio de Mea Shearim, que no se afeitan las sienes porque loprohbe el Levtico y que rechazan el actual Estado de Israel porque creen que slo puede

    fundarlo, llegado el momento, el Mesas. Y ese hombre del salacot y el pantaln corto, quefuma en pipa y se pasea aplicndose de vez en cuando una lupa en un ojo? No es undetective; es un arquelogo que lleva dos mil quinientos aos buscando la autntica tumba deDavid. Y ese anciano que resopla como un bfalo y tiembla como un ratn en el monte delEscndalo? Es Matusaln, que tiene miedo de que estalle otra guerra y lo movilicen. YGorbachev, dnde est?

    E Isaac Shamir? Se han ido a Hollywood, a recoger el Oscar a los dos mejores actoresdel ao. Y esa monja con hbito azul, que capitanea con energa a unos cuantossubnormales?

    Es una santa, de origen libans, que lleva ms de tres lustros en el Hospital de la Caridady cuyo amor al prjimohace retroceder a la vez las estrellas y el diccionario. Pero cuidado,no distraerse con el trajn jerosolimitano! Que por ah andan dos rapazuelos en espera de

    poder trincarle a uno la cartera o el reloj.Y sea lo que sea, y al margen de lo contingente, en el centro hay algo las murallasque

    seguro que estn en su lugar. O mejor dicho, la Gran Muralla construida, segn cuentan, porSolimn el Magnfico. Por qu magnfico? Porque era un centauro que ganaba batallas?Bueno, como fuere, el caso es que las nicas piedras autnticas, de la poca, que al parecer seconservan son las de la puerta Dorada, aquella por donde tiene que entrar el Justo situadacara al monte de los Olivos, las cuales, segn el Talmud, se le cayeron a Dios cuando, altrmino del sexto da, ya un poco cansado, se aprestaba a rematar, a dar por cumplida, suincomprensible gesta de crear la Creacin.

    Jerusaln no ser nunca, ni siquieraal final de los tiempos, una respuesta. Jerusaln esun compendio de preguntas y quiz por eso Pilato prefiri vivir en Cesarea. Fue fundada porel dios Shalem? Por qu Tntalo no naci all? Por qu Mendelssohn no se instal junto al

    Muro de las Lamentaciones era judo y no compuso a sus pies una grandiosa partituradefinitoria:La Sinfona de los Suspiros? Ser reconstruido alguna vez el Templo?

    Por qu todas las campanas del mundo, en la tarde del Viernes Santo, viajan haciaJerusaln y all permanecen calladas e invisibles? Por qu algunos gimnastas judos se niegana hacer el Cristo en las anillas y, viceversa, los jordanos al ocupar la urbe utilizaron laslpidas de los cementerios para construir sus casas e incluso letrinas? Ay, Jerusaln!

    El Muro de las Lamentaciones.Hombres y cosas terminan siempre por acercarse a l. Los hombres moviendo todos sus

    huesos, como es preceptivo, e inquiriendo por qu varias palomas blancas se instalan siempreall arriba, a la derecha, en un hueco cercano a la escalera que conduce a la explanada de lamezquita de Omar. El Muro es el desahogo, el pasado y la esperanza. Los guas lo miran

    pensando: Cunto dinero nos das!; pero las plegarias son fervorosas, inquietantes, y lossupervivientes de los campos nazis y los que van y vienen del frente palpan aquellas rocascomo si palparan la tnica de Moiss.

    Delante del Muro hay una tapia que separa hombres y mujeres, no importa!La fe es asexual, como lo es la voz de Yahv. En Jerusaln la carne parece una blasfemia

    y las escasas prostitutas que hay tienen nombres tan eufnicos y tan bblicos que inspiran unprofundo respeto.

    Hay muchos perros vagabundos. Y mucha basura. E impactos de obuses y restos dealambradas. Por eso tiene mil nombres. Por eso es Jerusaln.

    Su poesa es secreta? Est en las sinagogas, en el Aksa, en el Santo Sepulcro y en losnios que no han nacido an. Algn da caer una nevada universal y la ciudad se teir de unblanco jams conocido. En Jerusaln no se sabe si el cielo est arriba o abajo, aunque parallegar a ella hay que subir. En el zoo los animales se mueren. Es natural. Querran irse aldesierto, donde hay tantos dioses que ninguno de ellos se atreve a erigirse en juez. Jerusaln

  • 8/12/2019 Jos Mara Gironella - Jerusaln de los Evangelios

    9/94

    J e r u s a l n d e l o s E v a n g e l i o s J o s M a r a G i r o n e l l a

    8

    no es un plagio, no es culpa ma que exista y no me sorprendera que mi otro yo fuese aquelhombre del salacot y del pantaln corto, que fuma en pipa y lleva dos mil quinientos aosbuscando con una lupa la autntica tumba de David.

  • 8/12/2019 Jos Mara Gironella - Jerusaln de los Evangelios

    10/94

    J e r u s a l n d e l o s E v a n g e l i o s J o s M a r a G i r o n e l l a

    9

    Captulo II

    La identidad de los judos

    Una de las incgnitas con que me enfrent durante mi estancia en Jerusaln, los aos19741975 (de la que surgi mi libroEl escndalo de Tierra Santa), fue el de la identidad delos judos. Cmo se sabe que tal persona es juda? Qu significa ser judo? Ha encontradoalguien una explicacin convincente?

    Mis tentativas, prolongadas luego con numerosas lecturas, entre las que destaca la deNathan Ausubel,Historia ilustrada del pueblo judo, fueron vanas. Nadie ser nunca capaz decontestar a esta pregunta. Los judos no son una raza pura las razas puras no existen,dado que se proclaman descendientes de Abraham y de Moiss, y resulta que Abraham eracaldeo y Moiss, egipcio. Tampoco forman una nacin, puesto que durante milenios hanvivido dispersos, adoptando en cada caso la nacionalidad del lugar en que han habitado. Lamezcolanza que esto supone imposibilita, en consecuencia, hablar deunidadmorfolgica; nohay ms que echar un vistazo a la actual Universidad Hebrea o entrar en cualquier sinagoga o

    irse un sbado al Muro de las Lamentacionespara advertir las diferencias en los tonos de lapiel y en la mmica facial y, por supuesto, la variedad de las formas craneanas y del troncoesqueltico.

    Hablar delpueblo judo es asimismo tan aleatorio como hablar del grupo idiomtico ocultural, aunque desarrollar el tema sera tan latoso como el intento de enumerar los disfracesque el diablo guarda en sus armarios. Bastar con decir que la autoridad suprema para lainterpretacin de la Ley, que era el sanedrn del Templo de Jerusaln, desapareci el aosetenta de nuestra era, al ser destruido dicho Templo por los romanos, y que desde entonceshasta 1948, en que se cre el artificial Parlamento que funciona hoy en da, no ha existidoningn poder central y unificador.

    As que lo mejor es remitirse a las conclusiones de los estudiosos, que de hecho tampocoaportan ninguna solucin, limitndose a elaborar juegos de palabras ms o menos ingeniosos.

    Sartre, por ejemplo, dijo que es judo aquel de quien se dice que lo es. Ben Gurion,nada sospechoso, realiz una encuesta al respecto y acab confesando su fracaso yescribiendo quejudo es quien dice de s mismo que lo es. Einstein se expres en trminossimilares y habl de la conciencia de ser judo, que por lo visto era su caso particular;etctera. En otro orden de ideas, hubo un antroplogo dans que pretendi que los cadveresde los judos despiden un olor peculiar; aunque los policas nazis afirmaban que dicho olorpeculiar es detectable en los judos precisamente cuando estn vivos... Por ltimo, algunosmdicos pusieron de moda una definicin tan vaga que igual podra adscribirse a los habitantesdel Cucaso o a los nios prodigio: la de que los judos eran y sonneurticos geniales. Aspues, quiz el resumen ms correcto sea admitir que el misterio judo entraa un fenmenohistrico sin equivalente conocido. Por una razn sencilla: porque, pese a dicha imposibilidadde identificacin individual circuncidarse no ha sido privativo de ellos, y a su constante

    dispersin por el mundo, el hecho indiscutible es que siempre ha habido comunidades que, porconsiderarse judas, han credo ser depositarias de una verdad fundamental, la Biblia, y quecon ella a cuestas han ido cruzando los siglos y han sobrevivido a toda suerte de persecucionesy catstrofes. El hecho inspira respeto, y en cualquier caso aporta una prueba nadadespreciable sobre la eficacia de la fe en la plegaria, en la intervencin divina, en lo que ellosllaman la alianza. La Biblia se ha considerado como el territorio porttil de los judos, locual no es slo una bella metfora, sino que posiblemente constituye la nica aproximacinaceptable para situar como es debido el enigma que el tema plantea. Ah, sin que, pese a lodicho, pueda hablarse tampoco de una determinadaconfesionalidadreligiosa!; en la prctica,el actual Israel es un Estado laico, y en la vida cotidiana la mayora de sus ciudadanos tambinlo son. Por supuesto, la palabra Israel, que significafuerte contra Dios, fue el nombre que sedio a Jacob, y a raz de ello todos los descendientes de Jacob fueron llamados israelitas. Ah se

    inici el batiburrillo. Ms tarde, cuando dichos israelitas se instalaron en el reino de Jud,fueron llamados judos; y as hasta hoy.

  • 8/12/2019 Jos Mara Gironella - Jerusaln de los Evangelios

    11/94

    J e r u s a l n d e l o s E v a n g e l i o s J o s M a r a G i r o n e l l a

    10

    Naturalmente, todos esos trasiegos dialcticos son vlidos referidos a las generacionesactuales. En el Antiguo Testamento, en los Evangelios, en las cartas de san Pablo y en los

    Hechos de los Apstoles la cosa est ms clara. Israel el pueblo judo era una entidadviva. Tan viva, que fue declaradael pueblo elegido,el pueblo de Dios, diferenciado de losdems por sutrascendenciay al que le fueron dadas la Ley y las Promesas. Una retahla depatriarcas y profetas presintieron y anunciaron la llegada del Mesas que deba brotar de lasentraas de este pueblo. El monotesmo, Jehov. En el principio de la Historia se nospresentan los pueblos aislados, con sus dioses propios y sus propios cultos, sus reyes, susterritorios, viviendo siempre con gran recelo de sus vecinos y enzarzados en mltiples guerrasentre s.De aqu nacieron los grandes imperios orientales, que poco a poco fueron borrandolas fronteras y preparando la unidad del mundo antiguo (el imperio asirio, el babilnico, elpersa...). Al final, de las regiones occidentales lleg la fuerza de Roma, creadora de una unidadpoltica que se extendi desde el ufrates hasta el ocano y desde el Rin y el Danubio hasta laafricana cordillera del Atlas. Unidad poltica y cultural, ambas influidas por el helenismo, cuyasconcepciones religiosas (mitolgicas) condicionaron su expansin.

    En consecuencia, del batiburrillo cabe exceptuar la figura de Jess, judo porantonomasia, puesto que naci en Beln, creci en Nazaret y muri en Jerusaln, proclamadocon escarniorey de los judos. Todo ello aconteci hace dos mil aos, en plena apoteosis deRoma, y el Nuevo Testamento da fidedigno testimonio de ello. La Iglesia catlica, que durantesiglos calific a los judos dedeicidas, termin por exonerarlos de tan terrible carga, histricadecisin que en la actual Jerusaln fue recibida con entusiasmo.

    El nombre de Jerusaln nace en los tiempos ms remotos de la poblacin, cuando Israelera conocida an por Tierra de Canan. La palabra se menciona por primera vez en las tablillasde Tell alAmarna. En los pasajes arameos de la Biblia ostenta la grafa de yer_us_el_em en elAntiguo Testamento con el nombre de Sin, el monte meridional de Jerusaln, que inclua lacolina del Templo y la del medioda, donde estaba ubicada la ciudad antigua.

    Cuando David tom Jerusaln, la ciudad, y en especial la fortaleza de Sin, recibieron elnombre deCiudad de David; tuvo asimismo el ttulo de laCiudad y se le dieron diferentesapelativos religiosos y honrosos, tales comoCiudad Santa,Ciudad de Dios, etc.

    El emplazamiento de Jerusaln era ventajoso desde muchos puntos de vista; desde el

    estratgico, porque estaba en el punto de confluencia de los principales caminos y rodeada devalles, lo que facilitaba su defensa, hasta la posibilidad de abastecimiento de agua, debido a lafuente de Gibn, que brotaba de lo hondo de la tierra en la ladera oriental de la ciudad.

    Atestiguan que Jerusaln estaba habitada a principios de la Edad del Bronce, diferentesobjetos de cermica descubiertos en ella y sus alrededores. Las ms antiguas noticiasepigrficas sobre Jerusaln provienen de los textos egipcios de execracin, tanto de la primeramitad como del final del siglo Xix antes de Cristo.

    En un momento ms avanzado de la historia de la ciudad, aunque siempre en el perododel Bronce Ii, hay que asignar el relato bblico de Melquisedek, rey de Salem, que no es otraque Jerusaln. Conforme a este testimonio, se conoca a Jerusaln no slo como una ciudadreal del pas, sino tambin como lugar en que se renda culto a Dios Altsimo, Creador del cieloy de la tierra. Melquisedek rega la poblacin y cea dos diademas: la del soberano, como

    monarca de Salem, y la sacerdotal, como sacerdote de El Elyon. A fuer de lo segundo, bendijoal primer hebreo Abrahamy recibi diezmo de l.

    Palestina

    Tal como queda dicho, en los tiempos ms primitivos la regin era conocida como Tierrade Canan. Cuando los israelitas se establecieron en ella, cambiaron su nombre por el deTierra de Israel. Ms tarde, cuando los mencionados romanos la subyugaron, la llamaronPalestina.

    Debido a su situacin estratgica, casi no hubo un momento en que el paso de ejrcitosextranjeros que marchaban hacia la guerra y las conquistas no recalasen en esta regin. Cada

    vez que pasaban dejaban un lastre de devastacin y luto, porque los conquistadores norespetan a los dbiles.

  • 8/12/2019 Jos Mara Gironella - Jerusaln de los Evangelios

    12/94

    J e r u s a l n d e l o s E v a n g e l i o s J o s M a r a G i r o n e l l a

    11

    En cierta forma, este contacto directo, aunque spero, con otros pueblos benefici a losantiguos judos. En primer lugar, los apart de su estrecho provincianismo tribal. Los puso encontacto con otras culturas, a veces ms avanzadas, y en consecuencia influy sobre su modode vida.

    Sin embargo, tambin fue inevitable que asimilasen de su peculiar situacin geogrfica yde su experiencia histricaun sentimiento trgico de la vida, la conviccin de que los asuntos

    humanos eran imprevisibles y azarosos, y que, segn palabras de Job, el hombre ha nacidopara el sufrimiento as como las cenizas vuelan hacia arriba. El adjetivojeremacovale portodo un tratado sobre esta materia.

    En los tiempos antiguos, Palestina era un pas relativamente frtil. La Biblia la designaconstantemente como la Tierra Prometida de los deseos y los ensueos del hombre. Un pasde trigo y cebada, de higueras y granadas, una tierra de olivos y de miel .

    Sin embargo, como resultado de la despreocupacin y el abuso, gran parte de la tierrasufri erosiones y se convirti en yerma. Los bosques empezaron a desaparecer, excepto enGalilea, y hacia el este del ro Jordn los rboles se convirtieron en una rareza. Como sucedien el Nguev, la capa superior frtil desapareci.

    Durante muchos siglos, hasta que aparecieron los colonos sionistas, los chacales y lashienas se disputaban fieramente los medios de supervivencia.

    En Palestina eran escasos los cursos naturales del agua. Los ros ms importantes eran elJordn, el Khison, el Arnn y el Yarmuk; los lagos principales, el mar de Galilea o lagoKinnereth (en hebreo,lago del Arpa), el lago Huleh y, en Judea, el mar Muerto.

    Palestina ofreca gran variedad de flora. Los botnicos han llegado a clasificar ms de dosmil variedades de plantas. Los rboles mencionados en la Biblia son probablemente los mismosque se encuentran hoy. Los cereales y las hortalizas tambin eran cultivados en cantidadesconsiderables. Otros cultivos eran tambin el maz, el mijo y las lentejas (Esa).

    Las flores ms comunes eran la rosa de Sharon, que creca en Judea, y el lirio de losvalles (ambas inmortalizadas en elCantar de los Cantares).

    Los palestinos se dedicaron siempre a la cra de animales. Apacentaban rebaos deovejas y de cabras y tropas de ganado; criaban gallinas, engordaban patos y gansos, pescaban

    y atendan sus colmenas. Las ovejas y las cabras eran por su nmero y su valor las msimportantes. Un sabio prctico delTalmudcrea conveniente recomendar la cra de animalescomo un atajo hacia la prosperidad. Aquel que desee ser rico, deber dedicarse a la cra deanimales pequeos. Indudablemente el motivo de su entusiasmo era que las ovejas y lascabras servan para muchos fines tiles: lana para el vestido, carne para la mesa, leche parabeber y fabricar queso.

    Los cueros de cabra eran convertidos en odres para el vino y el agua. Tambin hababueyes y toros. Elternero engordadoera algo ms que un modismo idiomtico. Serva comoplato principal en los banquetes importantes. La mesa del rey Salomn cruja bajo su peso,aunque la gente sencilla deba conformarse con una gallina o un gallo en las fiestas o das decelebracin.

    Lo mismo que hoy, el pequeo asno, bestia de carga trabajadora y paciente, aunque

    difcil de manejar por su carcter, era el medio principal de transporte, junto al camello,conocido por la nave del desierto. Algunos de los animales salvajes y fieras de presamencionados en la Biblia desaparecieron: el leopardo, el cocodrilo, el avestruz. El len esnombrado aproximadamente 130 veces en las Sagradas Escrituras. En la regin mesopotmicael len (smbolo del evangelista Marcos) era reverenciado como vivo ejemplo de fuerza ymajestad. El Talmud da este consejo zoolgico: S valiente como un leopardo, s velozcomo un guila, s gil como un venado, s fuerte como un len, para poder cumplir lavoluntad de Tu Padre que est en el Cielo.

    Es difcil olvidarse de los palestinos de hoy, que andan dispersos por el mundo, divididosen facciones, y que suean con recuperar sus terrenos perdidos en Israel, a raz de losacontecimientos de 1948. Suean con regresar a sus hogares, Jerusaln incluida, recordandolas palabras que el salmista pone en boca de los judos cautivos y exiliados en Babilonia:

    Si me olvidare de ti, oh, Jerusaln, mi diestra sea olvidada.Mi lengua se pegue a mi paladar si no me acordara de ti.

  • 8/12/2019 Jos Mara Gironella - Jerusaln de los Evangelios

    13/94

    J e r u s a l n d e l o s E v a n g e l i o s J o s M a r a G i r o n e l l a

    12

    Si no hiciese subir a Jerusaln en el principio de mi alegra.Ah destaca el hecho de que durante el exilio judo a Babilonia y la aoranza de

    Jerusaln, Babilonia estaba pasando por un perodo de gran prosperidad. A los prisionerosjudos se les permita cierto grado de gobierno autnomo en su vida comunitaria. Como habansido deliberadamente escogidos para la deportacin por su educacin superior y capacidadcomo artesanos, encontraron un campo propicio para sus talentos en la vida productiva de la

    regin. Prosperaron como mercaderes, como agricultores y como trabajadores especializados.Incluso se les permiti adquirir propiedades y guardar sus riquezas. Pero lo msimportante fue la libertad que se les brind para adorar a su propio Dios segn sus ritos, sininterferencias. Adems, todos los judos recordaban su rbol genealgico. Las autoridadesbabilnicas no hicieron ningn esfuerzo por dispersar los clanes y grupos tribales encabezadospor sus propios ancianos. Gracias a ello se mantuvo la cohesin de grupo y la solidaridad delos exiliados. Por otra parte, la necesidad comunal los impuls a formar asambleas en todos loslugares. A partir de ellas se desarroll la sinagoga, esa institucin de la religin juda quemarc poca y cuyas formas fueron copiadas ms tarde por la Iglesia fundada por Jess, y,mucho ms tarde an, por la mezquita.

    Abraham

    El pueblo hebreo reconoce por padre a Abraham. Es una de las figuras ms relevantes enla historia religiosa del mundo. Eslabn entre la gentilidad idlatra y los creyentes en larevelacin sobrenatural del nico Dios verdadero, se perfila sobre el Oriente Prximo comoprofeta y confidente de Dios, que trae un mensaje divino de bendicin para todas las naciones.La fidelidad a su vocacin le impuso las ms dolorosas renuncias, arrancndole a su patria yfamilia.

    En la perspectiva teolgica de la Biblia, Abraham forma con Sem y No los primerosanillos de la revelacin divina despus del pecado. Los primeros retoques inspirados de superfil histrico lo presentan como amigo a quien Dios visita en su tienda y le comunica sus

    designios, como guerrero experto y valeroso, y como dechado padre de los creyentes,venerado por judos, musulmanes y cristianos.

    Abraham recibi ya en Ur la orden de emigrar a Canan y ser el promotor de la partida:Yo soy Yahv, que te hice salir de Ur de los caldeos. Y dijo Yahv a Abraham: Sal de tutierra, de tu parentela y de la casa de tu padre, para el pas que Yo te mostrar; y Yo har deti una gran nacin, te bendecir y engrandecer tu nombre. Bendecir a quienes te bendigan,y maldecir a quienes te maldigan. Por ti sern benditas todas las naciones de la tierra. Lapronta obediencia del patriarca y su fe ciega en la palabra divina hacen de l un modelo paralos que aspiran a la felicidad eterna, segn laEpstola a los Hebreos:Por la fe, Abraham, alser llamado, obedeci saliendo para el pas que haba de recibir en herencia, y sali nosabiendo adnde iba.

    Por la fe habit peregrino, como en tierra extraa, en la tierra de la promesa, morando

    en tierras de campaa con Isaac y Jacob, los herederos de la misma promesa; porque tenapuesta la mirada en la ciudad asentada sobre los fundamentos, cuyo artfice y constructor esDios. En el momento de comenzar su peregrinacin a Canan, acompaado de su sobrino Lot,de su mujer Sara y de las personas que haba reunido en Harrn, Abraham contaba 75 aos deedad.

    Al trmino de muchos acontecimientos, relatados con detalle en el Antiguo Testamento,Abraham se enfrent con el mayor de los sacrificios el de su propio hijo, Isaac, que habatenido a la edad de 100 aos. El conmovedor relato de tal sacrificio es considerado como lajoya literaria ms preciosa de la tradicin elohsta. En sueos, o en una visin nocturna, Dios,para probar a su siervo, le mand ir al pas de Moriyyah para ofrecer all en holocausto a suhijo nico, Isaac, sobre una de las montaas que le indicara. Tras una marcha de tres das,llegaron padre e hijo al pie del monte, identificado con la colina sobre la que se haba de

    levantar el Templo, y all mand Abraham que sus servidores se quedaran con el asno que lesacompaaba.

  • 8/12/2019 Jos Mara Gironella - Jerusaln de los Evangelios

    14/94

    J e r u s a l n d e l o s E v a n g e l i o s J o s M a r a G i r o n e l l a

    13

    Llevando l el fuego y el cuchillo, carg a Isaac con la lea para el holocausto. Laintervencin del ngel en el momento en que iba a herir con el cuchillo al hijo, atado ycolocado ya sobre la lea del altar, impidi la consumacin del sacrificio, siendo sustituido elhijo por un carnero.

    Respondiendo a la pregunta que durante la subida al monte le haba formulado su hijo,Abraham dio a aquel lugar el nombre deYahv provee.

    Son mltiples las enseanzas teolgicas que entraa este episodio.Dios, como dueo absoluto, puede exigir incluso el sacrificio de la vida de un nico hijo,

    pero condena con su proceder la prctica de los sacrificios humanos extendida entonces entrelos cananeos. La sustitucin de una vctima animal por el hijo nico, en un lugar de culto, cuyonombre se explica, fundamentara divinamente el rito mosaico de respetar a los primognitos.Mientras Abraham aparece como modelo del justo por su obediencia heroica, mereciendo conella que Dios le colmara de bendiciones, de las que haban de participar su descendencia tannumerosa como las estrellas del cieloy todos los pueblos de la tierra, Isaac es consideradopor los Santos Padres como tipo proftico de Cristo, el Hijo nico, que llev hasta el lugar delsuplicio el leo de la Cruz, siendo inmolado como un cordero por la salvacin del gnerohumano.

    Abraham falleci a la edad de 175 aos y fue enterrado por sus hijos Isaac e Ismael en la

    gruta de Makpel1h. La ejemplaridad de su vida la proclam ya Isaas, proyectndola sobre laliberacin mesinica. Su paternidad se resume en el Evangelio con el ttulo de PadreAbraham.

    Pero el Bautista proclama ya que dicha paternidad no basta para librar de la ira divina asus hijos segn la carne. El papel desempeado por Abraham en la economa de la salvacinest escenificado en la parbola del rico epuln y del pobre Lzaro.

    San Pablo pone de relieve la paternidad espiritual de Abraham, del que son verdaderoshijos los que imitan su fe.

    Moiss

    La Biblia es la nica fuente directa de informacin sobre la vida y la actividad de Moiss.La literatura y el arte egipcio, as como los textos cuneiformes del segundo milenio antes deCristo, confirman e ilustran muchos detalles, y tambin la elaboracin del Pentateuco (loscinco primeros Libros), pero nunca mencionan al libertador y al legislador de Israel. Lo que del refieren antiguos autores, como Flavio Josefo y Filn de Alejandra, procede de la Biblia, conampliaciones carentes de base en los testimonios histricos. As pues, el historiador quepretenda trazar con la mayor fidelidad posible la figura de Moiss, tal como la vieron egipcios eisraelitas en la poca del xodo de Egipto, debe ante todo formarse una opinin sobre el valorhistrico de las narraciones bblicas, especialmente del libro delxodo.

    La inspiracin divina, como tal, no implica la realidad objetiva de cualquier narracin

    bblica, porque, junto al gnero literario estrictamente histrico, los autores inspirados sesirvieron de otros gneros, que no tienen relacin con la verdad histrica. En el caso de la vidade Moiss no existira problema de consideracin si el Pentateuco, ntegramente y en suactual forma, fuese obra personal de Moiss, porque en este caso se tratara de unasmemorias autobiogrficas por encima de toda discusin. Pero, en realidad, no se puede porahora definir con exactitud las relaciones entre el Moiss de la historia y los libros quetradicionalmente se le atribuyen. Desde luego, se puede dar crdito a los informes del propio

    xodo sobre la actividad literaria de Moiss, al que se concede el papel de cronista y deredactor de textos legales. As pues, cuanto ms se conocen las costumbres y las institucionesdel antiguo Oriente, y ms exactamente las de Egipto, tanto ms se evidencia que las fuentesoriginales de las tradiciones de Israel tuvieron un contacto inmediato con la evolucin histricay el medio fsico cultural del pas, escenario de los acontecimientos relatados. Las diez plagas,anteriores a la partida de los israelitas, coinciden en su mayor parte con fenmenoscaractersticos del pas de los faraones.

  • 8/12/2019 Jos Mara Gironella - Jerusaln de los Evangelios

    15/94

    J e r u s a l n d e l o s E v a n g e l i o s J o s M a r a G i r o n e l l a

    14

    Moiss es, en la historia religiosa hebraica, el hombre que ha revelado el nombredeDios. Frente a la zarza en llamas, exclama: He aqu que llego yo a los hijos de Israel y lesdigo: el Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros; si ellos me preguntaren: _Cules su nombre?_ Qu les responder?(x., 3, 13). Dios dijo a Moiss:Yo soy el que soy.Y aadi:As dirs a los hijos de Israel.l esel Dios de vuestros padres, Dios de Abraham,de Isaac, Dios de Jacob, quien me ha enviado a vosotros; ste es mi nombre para siempre,ste es mi memorial para todos los siglos.

    (x., 3, 1516). Al hablar de s, dice Dios: Yo soy. Cuando el hombre habla de l,tendr que decir:l es. Este ltimo vocablo es el nombre de Dios tal como lo encontramos alo largo de la Biblia. l es se deca, en hebreo arcaico, Yahv y haba que pronunciarlo

    iaw.Qu significa la enigmtica frmula: Yo soy el que soy? Se han escrito incontables

    pginas sobre esta sencilla palabra. El estudio gramatical permite dos interpretaciones: Yahvpodra significarl es, lo que expresara la idea metafsica del ser increado, que existe pors mismo, que no necesita de nada ni de nadie para ser el Dios de la eternidad; o bienl haceser,l realiza, el que crea, que suscita, que cumple sus promesas, el Dios del tiempo. Lasdos interpretaciones, por otra parte, estn ntimamente ligadas y no las separar la tradicinde Israel.

    A ese Dios sublime lo reconoce Israel como su Dios. ElElohim, Dios de Abraham, habaprometido a los patriarcas que su posteridad sera grande y Canan le pertenecera.Frente a Yahv, de ahora en adelante, Israel se siente con mayor dependencia: es el

    pueblo cuya misin es darlo a conocer y cumplir sus mandatos.Cul es el texto dado a Moiss por Dios, ese Declogo grabado sobre las tablas de la

    Ley? Es un tratado de moral, el ms sencillo, el ms natural que existe. La Biblia nos lo halegado en dos pasajes, el captulo 20 delxodoy el captulo 5 del Deuteronomio. Cuatromandamientos disponen los deberes para con Dios:No tendrs dioses extraos ante M.

    No hars para ti escultura. No tomars en vano el nombre de tu Dios.Guardars el sabbat para santificar el sptimo da. Seis mandamientos disponen las

    relaciones de los hombres entre ellos: Honra a tu padre y a tu madre. No matars. No

    cometers adulterio. No hurtars. No dirs falso testimonio contra tu prjimo.No codiciars nunca cosa que sea de tu prjimo.

    Sencillez admirable. Es toda la moral natural, resumida en ese pequeo tratado de diezlneas; las ms altas formas de civilizacin humana no lo han perfeccionado en nada, y slopodr ensanchar el cuadro hasta lo sublime quien, ms que las prescripciones estrictas, insistasobre la ley delAmor, que, en definitiva, lo absorbe todo.

    Tan sencillo, tan humano, el Declogo ha podido ser comparado a los tratados dondesemejantes problemas son planteados. Moiss, instruido en la ciencia egipcia, conocaseguramente los textos donde la antigua sabidura estaba resumida. En el pas del Nilo, cuandomora un hombre, su alma se presentaba para ser juzgada conforme a sus mritos. SegnElLibro de los Muertos deca, sobre todo: Yo no he deshonrado a Dios, no he regateado laofrenda del templo.

    No he cometido injusticias; no he matado hombres; no he dicho mentiras.No he fornicado. Soy puro! Soy puro! La semejanza es impresionante. No lo es menos

    con un ritual de exorcismo babilnico, en el cual el sacerdote haca preguntas como lassiguientes:Ofendi a un dios? Odiaba a sus antepasados? Despreci a su padre y a sumadre? Pronunci palabras impuras, cometi acciones reprobables?

    Se acerc demasiado a la mujer del prjimo? Verti sangre de su prjimo? Hurt suropa? Dijo s en lugar de no? Afirmaba su boca cuanto negaba su corazn? Estassemejanzas no prueban otra cosa que la universalidad de los preceptos de Moiss. AlDeclogo, Moiss aadi mltiples decretos cuyo conjunto constituye el Libro de la Alianza(en el xodo) e inspir evidentemente el Deuteronomio. La Ley de Israel llegar desdeMoiss hasta nuestros das. Qu bien se ve al gran conductor de hombres en su funcin de

    legislador! Sentado antela tienda de la citaque guardaba Josu, acoga a quien tuviera consu prjimo algn conflicto que resolver.

  • 8/12/2019 Jos Mara Gironella - Jerusaln de los Evangelios

    16/94

    J e r u s a l n d e l o s E v a n g e l i o s J o s M a r a G i r o n e l l a

    15

    Con las inspiradas sentencias del jefe se constitua una jurisprudencia que luego fuecodificada. En ese cdigo mosaico se trata de todo: de la situacin de los esclavos, de golpes yheridas, de la violacin de las vrgenes, de los daos causados por los animales...Visiblemente, todo esto est inspirado en los acontecimientos de la vida. Los desordenadosartculos reflejan los incidentes de la tribu. A menudo se le califica de severo y se cita lafamosa ley de Talin: Vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, herida por herida,contusin por contusin(x., 21, 2325). Era el tributo concedido a la disciplina; elpueblode cuello tiesolo necesitaba. Mas cuntos preceptos son, por el contrario, de una extremadadelicadeza!No hagas agravio ninguno a la viuda y al hurfano. Si prestas dinero a un pobre,no le exijas inters. Cuando siegues la cosecha, no cortars el trigo hasta la raz ni recogerslas espigas cadas; las dejars para los pobres. Si tienes esclavo hebreo, al cabo de seis aoslo libertars, as como a su mujer. Si te han dejado en prenda una capa, la devolvers por lanoche. Si ves al asno de tu amigo sucumbir bajo su carga, no lo abandonars; une t tusesfuerzos a los suyos para descargarlo. No apunta ya en esos preceptos la dulzura delEvangelio?

    La innovacin ms importante de la poca mosaica fue la creacin de un sacerdocio. Entiempos de los patriarcas no haba intermediario entre el hombre y Dios. Los sacerdotesformaron un cuerpo especializado, a la par que una guardia celosa del Arca que transportabanen sus desplazamientos; eran sacrificadores y mediadores con poder, jueces instruidos de laLey, a veces hasta policas sagrados que castigaban a los infieles. Los vestidos suntuosos conlos que se revestan para las ceremonias indicaban su carcter sagrado: traje de lino retorcido,tnicas de prpura violeta o carmes, mitras o tiaras altas, adornadas con una diadema, ysobre el pecho, un pesado pectoralartsticamente trabajado, guarnecido de cuatro hileras depiedras preciosas, donde alternaban la esmeralda, el palo, el nice y la amatista con el zafiroy el diamante. En esas funciones sacerdotales se especializ una tribu: la de Lev, a la cualperteneca Moiss. Su hermano Aarn fue el primer superior.

    David

    Samuel, impulsado por el Espritu divino, se dirigi a Beln, y all ungi secretamente porrey a David.

    David apareci despus como escudero de Sal. Segn losSalmos, este nombramientose debi a su destreza en taer el arpa, por lo cual el rey utilizaba sus servicios en las crisis demelancola. La entrada de David en la corte fue motivada por su famosa victoria sobre Goliat,lo que le vali la simpata del pueblo. Sus victorias se multiplicaron y creci sin cesar sunombrada, de suerte que Sal intent por todos los medios eliminarlo. Intent traspasarlo conuna lanza. Mand capturarlo durante la noche en su propia casa, consiguiendo David salvarsepor la intervencin de su mujer, Mikal. Puesto que su vida se encontraba en continuo peligro,se vio obligado a refugiarse, primero en casa de Samuel, en Ramah, y luego en el palacio delrey Akis, de Gat. Salv la vida en este lugar recurriendo a la estratagema de fingirse loco. Porltimo, despus de un intento, fracasado, de reconciliacin, decidi alejarse definitivamente dela corte. A partir de este momento comenz su vida de fugitivo y proscrito.

    Se constituy en jefe de banda en el desierto de Jud y en el Nguev.Por su conducta noble y valiente, se gan el afecto de las tribus judas y de otros clanes

    no israelitas, burlando de ese modo la persecucin de Sal.Despus de la muerte del rey y de su entraable amigo Jonatn, a quienes llor

    amargamente, componiendo una sentida elega, fij su residencia en Hebrn, hacindoseproclamar rey por los de Jud. Sobrevino la guerra civil. David aprovech las circunstanciasfavorables para afirmar su derecho al trono, basndose en la eleccin divina y en sus victoriascontra los filisteos.

    Siete aos y medio transcurrieron en tales alternativas hasta que al fin tambin las tribusde Israel reconocieron a Davidpor nico rey de todo el pas. La primera tarea de David como

    rey fue liberarse del yugo de los filisteos, para expulsarlos luego del territorio. Liberado ste,emprendi la conquista de Jerusaln, aduendose de la ciudadela de Sin. Por el traslado del

  • 8/12/2019 Jos Mara Gironella - Jerusaln de los Evangelios

    17/94

    J e r u s a l n d e l o s E v a n g e l i o s J o s M a r a G i r o n e l l a

    16

    Arca a Sin, y, ms tarde, a consecuencia de la construccin del Templo, la ciudad deJerusaln se convirti en el centro religioso y poltico de todo el reino.

    El libro de las Crnicas informa ampliamente sobre la labor realizada por David enbeneficio de la ciudad y de la centralizacin del culto: preparativos para la construccin delTemplo, nmero, funciones y ordenacin de los levitas y los sacerdotes, ordenamiento de loscantores, msicos, porteros y empleados. El censo del pueblo y la organizacin civil y militar

    reflejan la misma tendencia centralizadora. Se vio obligado a sofocar algunas rebeliones de lastribus del norte. Emprendi despus la expansin del territorio, llegando a dominar toda laPalestina. Lleg a fundar un dominio que se extendi desde Damasco hasta el mar Rojo, elreino ms vasto y prspero que conoci Israel en toda su historia. David, Servidor delEterno, muri exhausto a los 70 aos y fue sepultado en laciudad de David. Su sepulcro eraconocido an en tiempos de Nehemas y de Cristo.

    A pesar de sus pecados, que expi cumplidamente, David aparece ante la historia desdetodos los puntos de vista como hombre muy superior a su tiempo, sobre todo si se le comparacon Sal, su predecesor. Efectu la unin de las doce tribus, hecho decisivo. Dej una dinastaestable y una capital, Jerusaln, fortificada.

    Fiel y moderado en el uso del poder, imparcial en la administracin de la justicia yprudente en las decisiones.

    Como hombre religioso fue an ms admirable. De fe sencilla y profunda, sincero yconstante en la piedad. No fue soberbio en la prosperidad, ni desconfiado en la tribulacin.Nada emprenda sin consultar antes la voluntad de Yahv. Las generaciones posteriores le hanconsiderado con razn como modelo del rey ideal segn el corazn de Dios. Los escritoresbblicos le han celebrado como el hroe ms valeroso y perfecto. La tradicin sagradaconsidera a David como un gran artista y poeta. Se le atribuyen lamentaciones sobre Sal yJonatn, un himno y el Testamento de David. Compuso salmos, cuyo nmero exacto esimposible precisar.

    La esperanza mesinica fue muy antigua en Israel. El autor delGnesisanuncia que elgnero humano vencer a la serpiente por medio de un descendiente de la mujer. Diosprometi a Abraham que entre todas las familias de la tierra la suya dara los progenitores delMesas.

    Jacob, moribundo, profetiz que en la descendencia de Jud se encontrara el fundadorde un reino espiritual universal. El adivino Ballam lanz la idea de un rey poderoso que surgirade Israel. A pesar de estas indicaciones, la esperanza mesinica permaneca an imprecisa. Nose haba hablado nunca de un reinoEterno.

    Los autores bblicos hablan insistentemente de un hijo de David restaurador ycontinuadoreternode la dinasta. San Pablo afirma que las palabras: Yo ser para l Padrey l ser Hijo para m, se refieren explcitamente a Cristo. La misma conclusin se desprende,respecto a la eternidad del Reino, de las palabras del ngel Gabriel a Mara. Los Santos Padresla afirman unnimemente, de acuerdo con la profeca de Natn.

    Con la profeca de Natn la historia de la salvacin da un gran paso hacia adelante. Diosse lig una vez ms a la humanidad a travs de un pacto. Le lig primero con Abraham, luego

    con Moiss y, por ltimo, con David.Los recuerdos de la vida de David ejercieron una influencia capital sobre los evangelistas,sobre los autores del Nuevo Testamento y a travs de ellos sobre todo el cristianismo. Elcumplimiento de las esperanzas mesinicas de los profetas del advenimiento de Cristo reviertesobre la persona de David una gloria inigualable. David aparece en el Nuevo Testamento noslo como el prototipo del Mesas esperado, sino del Mesas presente y nacido en Beln.Jess el dato es importanteesHijo de Davidpor la sangre. l contina y consume la obradel gran rey. Desde la primera pgina del Evangelio se afirma la continuidad dinstica de Davida Jess. San Mateo (1, 1) le llama Hijo de David antes de llamarle Hijo de Abraham. Elmismo ttulo reaparece en labios de los que se acercan a Jess, en demanda de auxilio. Es laexpresin con que la multitud le aclamar repetidas veces.

    Adems de este apelativo existen otros en el Evangelio que ponen a Jess en relacin

    con David, entre los que cabe destacar el de vstago y posteridad de David. En el relato dela Anunciacin, el ngel le dice a Mara queDios le dar (al Hijo) el trono de David, su padre.En otros pasajes se afirma que Cristo sera descendiente de la raza de David.

  • 8/12/2019 Jos Mara Gironella - Jerusaln de los Evangelios

    18/94

    J e r u s a l n d e l o s E v a n g e l i o s J o s M a r a G i r o n e l l a

    17

    Numerosos son los hechos de la vida de Cristo que pueden relacionarse con otros de suantepasado David. En el bautismo, Jess es proclamado el Mesas por el Padre Celestial, que leaplica el verso del salmista: T eres mi Hijo muy amado, en Ti me complazco. Estaafirmacin es como un eco de la respuesta que Yahv dio a Natn con respecto a David: Yoser para l un padre y l ser para m un hijo. Inmediatamente despus del bautismo, Jesslucha victoriosamente contra Satans en el desierto, lucha que recuerda el duelo entre el jovenDavid con el gigante Goliat.

    La misma predicacin de Jess no podra comprenderse ntegramente desligndola detoda referencia a David.

    El tema delReino de Dioses bsico en el Nuevo Testamento. San Pedro en el discursode Pentecosts, san Pablo en Antioqua de Pisidia y Santiago en el Concilio de Jerusalncomparan la gloria de Cristo con la de David y afirman que se cumplen en Jess las promesashechas al gran rey. A ttulo de Mesas, Jess ejerce como David las funciones de Juez y dePrncipe en el Reino de Dios. Al entrar solemnemente en Jerusaln va montado en una humildepollina, recordando as la montura favorita de David, la mula real. Los habitantes de Jerusalnle reciben triunfalmente, como en otro tiempo los judos a David vencedor de los filisteos, y leaclamaban al grito deBendito el reino de David, nuestro padre, que comienza. En el procesoreligioso de la Pasin, Jess es acusado de mesianismo. El sumo sacerdote le pregunta si esel

    Cristo, el Hijo de Dios. El procurador romano, desconocedor de las doctrinas judas, slo ve elaspecto poltico de la acusacin; por eso, le pregunta si esel rey de los judos. Jess, en larespuesta, no niega su dignidad de rey. Slo aclara al pagano Pilato el profundo y verdaderosentido de su realeza. San Marcos vuelve insistentemente sobre estas palabras y no lo hace sinintencin.

    La influencia de la persona de David contina viva en la Iglesia primitiva. Los primeroscristianos buscaron siempre en los Salmos, y en especial, en los salmos davdicos, laconfirmacin de su fe en Jesucristo. LaEpstola a los Hebreos est toda ella entretejida detextos slmicos, en los que aparece el sacerdocio real de Cristo vinculado a David, en oposicinal sacerdocio levtico.

    Jess, en una palabra, es el heredero de las promesas davdicas y a travs de l lapersona y la obra del santo rey entran en la eternidad.

    Salomn

    Rey de Israel que debi de ocupar el trono desde el ao 970 al 931 antes de Cristo. Erahijo del rey David y de su esposa predilecta, Betsab.

    Salomn no era guerrero como su padre, y su misin como gobernante consisti enmantener las conquistas y el prestigio de David, ms con la habilidad y la diplomacia que conlas armas. Era un hombre de extraordinario talento y de un gran carcter organizador, siendosu obsesin la magnificencia y el embellecimiento de las ciudades de su pas y msconcretamente de la ciudad de Jerusaln.

    Sin embargo, no puede decirse que descuidara el aspecto militar. Fortific las ciudadesfronterizas e introdujo en el ejrcito israelita una modalidad de arma muy importante: el carrode combate. Para ello compr grandes manadas de caballos, que import de Asia Menor, ehizo construir enormes caballerizas en las principales ciudades en donde haba guarnicinblica.

    Por lo que se refiere a sus relaciones con el exterior, Salomn figur como un rey deindiscutible prestigio y de gran habilidad diplomtica.

    Pact con el faran egipcio Siamn (?), de la Xxi dinasta, el cual le cedi en matrimonioa su hija, distincin que los faraones solan hacer nicamente a los grandes monarcasorientales. Pero no slo de Egipto, sino de otros pases acudieron al palacio real mujeresprincipales que pasaban a formar parte de la corte.

    Ms an, el rey senta vanagloria por lo variado y cosmopolita de su harn tena milmujeres, lo que ms tarde haba de ser una de las causas de su ruina, ya que, por complacer

  • 8/12/2019 Jos Mara Gironella - Jerusaln de los Evangelios

    19/94

    J e r u s a l n d e l o s E v a n g e l i o s J o s M a r a G i r o n e l l a

    18

    a las mujeres extranjeras, permiti cultos idoltricos en Israel, llegando a participarpersonalmente en ellos.

    Muy conocida es la visita que le hizo la reina de Saba, en Arabia, y cmo ella, paracomprobar la proverbial sabidura de Salomn, le someti a un largo interrogatorio conpreguntas difciles, a las que contest el sabio ante el asombro de todos los presentes.

    La poltica exterior de Salomn estaba adems ntimamente ligada al comercio, una de

    las principales riquezas en Israel. Salomn lleg a disponer de la madera abundante del Lbanoy de los artistas fenicios para solucionar el problema de sus grandes construcciones, de las quese benefici especialmente Jerusaln, siguiendo en esto la tradicin de su padre. En dichaciudad construy grandes palacios, entre ellos el llamado Bosque del Lbano, a causa de suarquitectura basada esencialmente en el empleo de grandes columnas. En la sala del trono,naturalmente el objeto ms precioso era la silla del rey, cubierta de un baldaquino, elevadapor varios escalones sobre el pavimento y rodeada de doce fantsticas esculturas de leones. Eltrono era totalmente de marfil. Adems de los edificios oficiales, Salomn levant en Jerusalnsu propio palacio, lleno de esplendor y rebosante de riqueza, donde tena las dependenciaspara todo su harn. Slo su primera esposa, la hija del faran egipcio, ocupaba con susesclavas medio palacio.

    Sin embargo, la obra arquitectnica ms importante de Salomn fue el Templo de Yahv

    sobre el monte Moriah, elegido como lugar ms adecuado urbansticamente y porque el montetena ya tradicin teofnica, ya que all en tiempos de David se haba aparecido el ngel deYahv anunciando el fin de la peste, castigo de Dios contra Israel. En dicho Templo seencontraba la famosa Arca de la Alianza, que contena las tablas de la Ley, y acaso tambin lavara de Aarn y restos del man del desierto. Custodiando el Arca haba dos colosalesquerubines de madera recubierta de oro, cuya altura sobrepasaba los cinco metros.

    Todas estas obras suponan enormes dispendios. Es verdad que Israel en aquella pocaera un pas rico, a causa sobre todo del comercio, y de que la plata en Jerusaln abundabatanto como las piedras, pero los gastos crecieron de tal modo que la economa real empez aresentirse y Salomn impuso un sistema fiscal drstico en todo el pas. Para ello dividi elreino en doce territorios, que no coincidan exactamente con las doce tribus.

    Salomn era, adems de un talento organizador y poltico, un hombre de un

    entendimiento y de una cultura extraordinarios, y as ha pasado a la posteridad la proverbialsabidura de Salomn.

    Sobre la cultura cientfica del rey se sabe que conoca e incluso haba escrito tratados debotnica y zoologa. Por otra parte, se cree asimismo que codific sus sentencias filosficashasta la suma de tres mil proverbios y que entre su produccin literaria se contaban tambincinco mil poemas.

    A este respecto, Salomn es representado en la tradicin bblica como el iniciador y elmximo exponente de la literatura sapiencial. Su nombre va unido a los libros cannicos(Proverbios, Eclesiastsy Sabidura) y a obras apcrifas de fechas tardas (Salmos deSalomn,Odas,Testamento).

    David, su padre, que haba sido favorecido con una inteligencia natural poco comn,

    reconoci poco antes de morir la precoz sabidura del joven monarca. Pero a esta agudezanatural aadi Yahv el don de una sabidura no adquirida, como premio a la humilde peticin:Da a tu siervo un corazn prudente para juzgar a tu pueblo y poder discernir entre lo bueno ylo malo.

    Escuch Yahv la prudente peticin del rey, que no implor larga vida ni riquezas.Yo teconcedo lo que me has pedido y te doy un corazn sabio e inteligente, tal como antes de ti noha habido otro ni lo habr en adelante despus de ti.

    La sabidura de Salomn fue elogiada por Hiram de Tiro y su fama se extendi a todoslos pueblos vecinos.

    Las secciones Ii y V de los Proverbios, tradicionalmente atribuidas a Salomn,completan los testimonios bblicos sobre su sabidura,tal como no haba otra entre todos loshijos de Oriente.

    No son pocos los crticos y exgetas que ponen en duda la base histrica de la famasapiencial de Salomn. Pero los argumentos aducidos no son convincentes. Aun admitiendo

  • 8/12/2019 Jos Mara Gironella - Jerusaln de los Evangelios

    20/94

    J e r u s a l n d e l o s E v a n g e l i o s J o s M a r a G i r o n e l l a

    19

    que la tradicin oral haya deformado algunos hechos y que el gnero hiperblico estampliamente representado, no parece que se pueda negar en bloque su historicidad bsica.Sin embargo, y para poner un ejemplo, elCantar de los Cantaresest escrito en una lenguaposterior, por lo menos en tres siglos, al hebreo de Salomn.

    David y Salomn fueron creyentes que vivieron en el amor y el temor de Yahv, pese aque su psicologa religiosa fuera muy distinta. Y aunque slo una parte de las colecciones

    atribuidas por la tradicin fueran verdaderamente obra suya, no en balde los nombres de losdos grandes reyes estn asociados a aquellos monumentos de la fe humana. Nunca ha dado lapoesa hebraica obras ms puras de arte que algunos Salmos, y asombra la profundidadalcanzada por algunosProverbios. Lengua violenta, llena de color, comparada por algunos alsonido de un trombn de cobre rasgando el aire con algunas notas agudas, su psicologaintuitiva encuentra en seguida el detalle significativo, la expresin concisa y rica a la par, quecubre con imgenes las abstracciones, consiguiendo una belleza literaria a la que an hoypermanecemos sensibles.

    Los sentimientos all expresados son los que comprende eternamente el corazn delhombre. Qu es el hombre para que te acuerdes de l? Y el hijo del hombre, para que tepreocupes? Le has hecho poco menor que los ngeles y lo coronaste de gloria y de lustre. Lehiciste enseorearse de las obras de tus manos; todo lo pusiste bajo sus pies(Sal., 8).

    La Ciudad de Dios

    Pese a la plegaria de Salomn:Yo he edificado una casa que ser tu morada, un lugardonde t residirs eternamente(1 Re., 8, 13), durante los primeros siglos de su existencia,el centralismo de Jerusaln y de su Templo estaban muy lejos de ser reconocidosunnimemente. En Israel, Jeroboam levant santuarios rivales en Dan y en Bethel. Incluso enJudea existan en otros lugares santuarios al Dios de Israel, desde los tiempos de Salomn alos de Josu. Los peligros exteriores que pesaban sobre Jerusaln amenazaban con borrar suimagen; no obstante,la Casa del Eternose nimb entonces de una aureola sobrenatural. Tal

    como lo dice Isaas, frente a la pujanza aparentemente irresistible de los asirios, Yo protegeresta ciudad para salvarla, a causa de M, y a causa de David, mi servidor(2 Re., 19, 34).Los grandes profetas de Judea vean ciertamente los pecados de la Jerusaln terrestre, y losdenunciaban con vehemencia, pero al mismo tiempo prevean un porvenir esplndido para laciudad despus de su purificacin, puesto que de Sin brotar la Ley, y de Jerusaln lapalabra del Eterno(Is., 2, 3). Cuando el desastre anunciado por los profetas se abati sobreel pueblo, y que ste, en su mayora, se encontr en el exilio, su amor por Jerusaln nomengu.

    Ezequiel consagra los ltimos captulos de su libro a una visin de la ciudad y de suTemplo restaurados, en la que el porvenir de Jerusaln aparece descrito con toda suerte dedetalles.

    La situacin de Jerusaln despus del primer retorno a Sin era prcticamente

    inatacable. Pese a que el segundo Templo era al principio mucho ms modesto que el primero,no tuvo rival durante varios siglos. El Templo y la ciudad continuaron siendo el centro de lavida nacional juda en una dispora que aumentaba sin cesar.

    Numerosos peregrinos viajaban a Jerusaln durante las tres fiestas especficamentedesignadas para la ocasin. El papel principal de la ciudad en la vida juda durante siglos losque precedieron a la destruccin del segundo Temploes testificada por los Hechos de losApstoles (2, 511). Herodes consagr una parte importante de sus recursos a lareconstruccin del Templo. Su magnificencia era tal que incluso los rabinos, tan crticos en lacuestin, se vieron obligados a reconocer queQuien no ha visto el Templo de Herodes no havisto jams un monumento realmente esplendoroso. Cuando los zelotes se sublevaron contraRoma, susshekelsllevaban la leyendaJerusaln la Santa. En el transcurso de la SegundaRebelin (o guerra de Bar Kochba), las monedas conmemoraban el retorno de los judos a la

    ciudad, lo que, a los ojos de todo el mundo, constitua el hecho ms relevante de dicharebelin.

  • 8/12/2019 Jos Mara Gironella - Jerusaln de los Evangelios

    21/94

    J e r u s a l n d e l o s E v a n g e l i o s J o s M a r a G i r o n e l l a

    20

    Los profetas

    Por breve que sea un resumen de la historia de Israel, no puede pasar por alto esefenmeno misterioso que constituyen los profetas. Se recordar el relato de Sal que parte enbusca de las borricas de su padre.

    Encuentra un grupo de profetas en xtasis que le hacen sumarse a ellos.

    El hecho se repetir ms tarde, y Sal pasar un da y una noche tendido, desnudo en elsuelo. Al leer atentamente estos viejos relatos parece que esta clase de hombres que entrabanen delirio, con la ayuda de medios quiz difcilmente aceptables por nosotros la msica y ladanza, era considerada en Israel como uno de los canales por los que Dios se revelaba. As secuenta de Eliseo, sin la menor reticencia, que necesitaba de un citarista para entrar en eseestado y poder proferir luego una palabra de Yahv. As tambin un oficial de Jeh hablaba enestos trminos de un profeta de la escuela de Eliseo: Por qu ha venido a ti este loco? Elrey Ajan tena a su servicio cuatrocientos de estos profetas. Sabemos que este profetismo eraconocido tambin en los pases vecinos y que muchos reyes tenan en su corte a gente de estaclase. Pero lo peculiar de Israel es que en estas agrupaciones haba hombres que tenan claraconciencia de ser los interlocutores de Dios, del Dios de Israel.

    Al peregrino de Palestina cada lugar que visita le recuerda a estos heraldos de Dios. Aldesembarcar en Haifa se imagina al servidor de Elas, sobre el promontorio del Carmelo,espiando las nubes. Si sube al monte de los Olivos, probable localizacin de Nob, recordarinmediatamente el brioso poema de Isaas que describe la marcha de los asirios contra Sin. Asus pies ver toda suerte de lugares citados por el profeta. Volvindose hacia el SO el viajerocomprender cmo los mencionados asirios podan agitar sus puos amenazadores contra Sinmientras bajaban. No lejos est la aldea deAn1ta, patria de Jeremas.

    Siguiendo el oleoducto se llega a la fuente tumultuosa que surte a Jerusaln de aguapotable. En tiempos de Jeremas este lugar se llamaba Para, al que con el nombre de Perat(equivalente ordinario de ufrates) alude quiz Jeremas (13, 4, 7). Al volver a Jerusaln, elviajero podr extraarse ante este campesino que ha puesto bozal a sus bueyes que trillan.

    Ms all dos aldeanos arrojan al aire el trigo trillado: los granos pesados caen, mientras

    la paja es llevada por el viento. Ante este cuadro un profeta pensaba en el aventador divinoque vendra a separar, el Da del Juicio, el grano de la paja.

    Los esenios

    Segn laHistoria de la Humanidad, publicada bajo el patrocinio de laUnesco(tomoIi), la palabraesenioes de etimologa incierta y muy debatida y puede significar santos, o

    monjes silenciosos, osanadores. Los descubrimientos de Qumrn me pas muchas horascontemplando las cuevas de aquellas rocas han dado una informacin bastante minuciosasobre la regla de la secta, especialmente elManual de Disciplina.

    Las comunidades de los esenios, cronolgicamente las ms prximas a la irrupcin del

    cristianismo, haban alcanzado un alto grado de desarrollo.Exigan a sus adeptos un completo desapego del mundo, el reparto total de sus bienes yla meticulosa observacin de las normas de la comunidad.

    El ideal que se propona a los candidatos a la admisin en el monasterio era que debanbuscar a Dios por medio de la obediencia a su Ley y, por consiguiente, volver al espritu y a laletra del ms puro sistema mosaico.

    Muchos de ellos declara Josefollegaron a pasar de los cien aos a causa de lo simple desu comida y de su vida regular. Cada cual llevaba consigo un pequeo azadn para enterrarsus deyecciones, se lavaban despus, como los brahmanes, y tenan por sacrilegio evacuar ensbado. Unos pocos se casaban y vivan en ciudades, pero practicaban la norma tolstoiana deusar de sus mujeres nicamente para engendrar hijos. Los esenios evitaban todos los deleitesde los sentidos y trataban de llegar, mediante la meditacin y la oracin, a una unin mstica

    con Dios. Crean que por medio de la piedad, la abstinencia y la contemplacin, podan adquirirpoderes mgicos y prever el futuro. Lo mismo que muchas personas de su poca, crean en

  • 8/12/2019 Jos Mara Gironella - Jerusaln de los Evangelios

    22/94

    J e r u s a l n d e l o s E v a n g e l i o s J o s M a r a G i r o n e l l a

    21

    ngeles y demonios, consideraban las enfermedades como la posesin por espritus malos ytrataban de exorcizar a stos con frmulas mgicas.

    Al describir Josefo sus costumbres y sus sufrimientos, nos sentimos envueltos en laatmsfera del cristianismo: Aunque se les torturaba y se les pona en el potro y se lesquemaba y despedazaba y se les aplicaban todos los tormentos conocidos, ya para obligarlos ablasfemar de su legislador o para que comiesen lo que estaba prohibido, no podan conseguir

    que hicieran ni lo uno ni lo otro; y ni siquiera adulaban a sus atormentadores, ni derramabanuna lgrima.Sino que se sonrean en medio de sus dolores, y se rean para mostrar su desprecio hacia

    sus verdugos, y daban su alma con gran contento como si esperaran recobrarla.Este programa exiga que Dios por su parte seleccionara a sus elegidos y les diera su

    gracia, pero que a su vez losHijos de la Luzse comprometieran a seguir un plan de vida quereclamaba la prctica de muchas virtudes, con el desempeo de diversos actos de culto, lasumisin a superiores reconocidos y la observancia de una serie de preceptos. Un postulantese converta despus de cierto lapso en un novicio por dos aos; seguan un examen y unaceremonia de admisin, efectuada con una solemne liturgia. La comunidad estaba gobernadapor una jerarqua de ancianos, con inclusin de un presidente, un inspector de obras que eratambin el tesorero, un consejo de quince miembros y un sacerdote al frente de cada grupo de

    diez laicos. Haba reuniones plenarias, en las que los asuntos que afectaban a la vida de lacomunidad se debatan y decidan por mayora de votos. Las transgresiones se castigaban,segn la gravedad de la falta, con castigos que iban desde la expulsin hasta la privacin deuna parte del alimento del transgresor.

    Estn catalogadas en elManual unas treinta de estas faltas, desde la mentira hasta laconducta indecorosa, desde el fraude hasta la persecucin de una venganza, desde el bostezoen las reuniones hasta la murmuracin acerca de los compaeros. Nada se dice sobresacrificios ordinarios: de hecho, se nos dice que la expiacin del pecado y agradar a Dios valenms que la carne de las vctimas. Era obligatorio ungirse con agua lustral, confesar todos lospecados, tomar baos y usar vestiduras blancas.

    Pero, aunque se insta muchsimo a la pureza ritual, no por ello se deja de reconocer quela limpieza externa no sirve de nada a menos que hayasalud interior.

    Pero, en mucha mayor medida que por stos y anlogos detalles, la comunidad de laAlianza se caracteriz por dos rasgos, manifiestos por la naturaleza de las obras compuestasen el monasterio de Qumrn o incorporadas a su biblioteca. Uno fue la deliberada intencin depreservar el grupo como una asociacin de tipo sacerdotal: los hijos de Aarn(o sacerdotes)tienen un lugar aparte y reciben siempre la primaca, mientras se recuerda constantemente alos fieles que deben proteger la legitimidad del principal cargo religioso. El segundo rasgo es ladefinida visin escatolgica que se impone a los iniciados en todos los aspectos de sus vidas.Se cree que afectan a la humanidad dos fuerzas, Dios y el Mal, y hay una constante apelacina la eterna lucha entre hombres buenos y malos.

    Las cuevas de Qumrn han proporcionado tambin varias partes de la Biblia, tanto enfragmentos como en libros enteros (especialmente dos ejemplares de Isaasy una serie departes de Daniel), que preceden en mil aos a la fecha de los ms antiguos manuscritosbblicos. Entre los manuscritos se hallaron otros textos religiosos, de naturaleza no cannica oapcrifa, que formaban parte de una biblioteca especializada; y, en otro lugar, Murabba.at,han aparecido algunos documentos histricos, en unin de cartas y contratos, interesantes pors mismos. Finalmente, el descubrimiento de los documentos debe ser relacionado conexcavaciones emprendidas en lugares prximos a las cuevas, trabajos que han revelado laexistencia de un asentamiento colectivo, anlogo a un monasterio (con inclusin de unrefectorio, un scriptorium y depsitos de agua), y tambin un cementerio, donde fueronenterrados unos mil cadveres pertenecientes a hombres y mujeres entre los 20 y los 50 aosde edad. Tenemos, pues, lo suficiente para sealar la vida y la organizacin de una comunidadreligiosa que fue creada en un ambiente judo y se inspir en la herencia espiritual deljudasmo, pero estuvo gobernada por sus propias reglas y en oposicin bastante abierta conlos representantes oficiales de la nacin juda. Desde su aparicin hasta su trgico final,

    podemos reconstruir las fases de este fenmeno histrico y esbozar los ideales de quienes loinspiraron, aunque no podamos todava identificar exactamente el significado de ciertas figuras

  • 8/12/2019 Jos Mara Gironella - Jerusaln de los Evangelios

    23/94

    J e r u s a l n d e l o s E v a n g e l i o s J o s M a r a G i r o n e l l a

    22

    (como el maestro de justicia) ni comprender siempre las razones de algunas de lasdecisiones que la comunidad tom.

    Uno de los enigmas ms difciles de descifrar es, sin duda, el referente a la eventualrelacin de la comunidad de Qumrn y el cristianismo primitivo. No es posible dar unarespuesta satisfactoria, definitiva, pero cabe decir que la vida religiosa de la secta esenia juntoal mar Muerto fue indudablemente de alto nivel. Pero ninguno de sus escritos est libre del

    sistema del Antiguo Testamento: no hay nada todava que presagie el mensaje de Jess o queofrezca un cuadro de la personalidad y la obra de un Salvador que sea a la vez humano ydivino. Esto ltimo es, sin embargo, la esencia del Evangelio cristiano.

    El pensamiento mesinico

    Una descripcin de la religin hebrea no sera completa sin unas palabras sobre ladoctrina mesinica, uno de los rasgos ms interesantes al acercarnos al perodo cristiano.Apenas necesitamos decir que el concepto hebreo del Mesas no fue consecuente e invariable.

    Mesas es la transcripcin de una palabra hebrea que significa Ungido y denot

    originariamente a alguien santo, a un rey o sacerdote o una de esas personas que mantenanuna relacin con Dios.

    Cuando los hebreos perdieron por primera vez su independencia con la cautividad deBabilonia, centraron todas sus esperanzas en un futuro mejor y dieron as al ideal mesinicoun contenido concreto, en cuanto esperaron el advenimiento del reino de David y la llegada deuna era de prosperidad y poder. En la base de sus esperanzas estaban el orgullo nacional y elodio al extrao. Pero la idea mesinica no era solamente poltica; era tambin una expresinde hambre y sed de justicia y supona el cumplimiento del pacto santificado entre Dios eIsrael. El punto esencial de este asunto era la impresin de que el Mesas deba ser algo msque un hombre.

    Tena que llevar a una realizacin plena el imperio de la Ley sobre la tierra, restaurar elpoder de los hebreos y someter a los gentiles porque stos, como eran paganos, no crean en

    el verdadero Dios ni practicaban la justicia. En relacin con esto hallamos la palabraSalvadoren una serie de escritos y sta fue en el futuro una tpica expresin cristiana. Pero tena anuna significacin muy mundana y material y nunca hallamos la declaracin de que el Mesas vaa ser una vctima para la expiacin del pecado. Los hebreos juzgaban odioso e insostenibledecir que el Elegido de Dios, un hombre encargado de una misin especial y destinado arestaurar la gloria de Israel, poda ser un hombre despreciado y, segn todas las apariencias,derrotado.

    Durante el siglo I antes de Cristo la expectacin de un Mesas fue espasmdica ycaprichosa. Empeoraron las condiciones polticas y surgieron muchos pseudomesas, quehallaron considerable aceptacin en la gente y provocaron corrientes de fanatismo.

    Los evangelistas, entre otros, nos dicen cun ansiosamente los contemporneos de Jesstrataban de saber quin era el Mesas, dnde estaba actuando y cul poda ser su tarea.

    De hecho, una diversidad de pruebas nos hacen ver fcilmente que, en la esferareligiosa, la confusin y la inquietud eran la norma en Palestina y que a esta situacin se debila serie de visiones apocalpticas referentes al Reino de Dios. En estas condiciones cualquieraventurero poda tener xito, pero la tierra estaba tambin preparada para una genuina yvehemente predicacin de arrepentimiento y reforma como la trada por el cristianismo.

    Usos y costumbres de los israelitas

    Cuando la organizacin democrtica de la primitiva sociedad israelita empez a dejarpaso a las diferencias de casta ms marcadas, apareci una clase bastante importante deterratenientes que gustaba de los lujos. Esto se adverta especialmente en las ciudadescapitales de Jerusaln y Samaria. All las clases superiores construan edificios de muchas

  • 8/12/2019 Jos Mara Gironella - Jerusaln de los Evangelios

    24/94

    J e r u s a l n d e l o s E v a n g e l i o s J o s M a r a G i r o n e l l a

    23

    habitaciones, con piedra tallada adornada con cedro. Los muebles no eran slo de los mejoresmateriales sino que tenan excelente diseo y constituan obras maestras de artesana. Losobjetos decorativos se importaban de Egipto y Asiria. Los ricos tenan gran variedad de vasijasde bronce, copas para el vino y cntaros de oro y plata. Usaban ropas detela prpura, tejidapor los artfices de Tiro, y de telas egipcias teidas de los colores ms delicados. Tambinhaba encajes y toda clase de tejidos de Babilonia.

    Ungentos y perfumes deleitan el corazn, aseguraba el sibartico Salomn, en losProverbios. Los perfumes y las aguas olorosas usados tanto por hombres como por mujeresrefinadas estaban hechos con incienso, mirra, loe y acacia. Los ungentos compuestos deespecias aromticas y aceite de oliva eran usados despus del bao y el lavado. En emulacinde las clases superiores de otras regiones, los judos ricos rizaban y perfumaban sus cabellos ysus barbas segn la moda predominante.

    Las mujeres de la nobleza y de la clase terrateniente cometan toda suerte deextravagancias. Con penetrante irona, el profeta Isaas, que perteneca tambin a laaristocracia, presentaba un inventario de las mujeres elegantes de esa poca.El atavo de loscalzados, y las redecillas, y las lunetas, las ajorcas y las diademas, las tiaras, los atavos de laspiernas, las vendas, las ampollas, los anillos y los joyeles de las narices, las ropas de remuda,las manteletas, las escofias, los alfileres y los espejos, las tocas y los tocados... La mayora de

    estos artculos de lujo llegaban de otros pases, porque eran pocos los que se fabricaban enPalestina, excepto durante los ltimos y ms desarrollados perodos, bajo la influencia griega yromana. Los mercaderes eran cananeos, filisteos y fenicios, todos ellos pueblos que vivan a lolargo de la costa. A travs de sus territorios se extenda la gran ruta de caravanas por la quetransitaba gran parte del comercio de los pases mediterrneos. Debido a este contacto directocon una de las principales arterias del comercio mundial, en los pueblos costeros se desarrolluna influyente clase de mercaderes.

    ste era un grupo tan importante que casi todas las menciones a mercaderes que hace laBiblia se refieren a cananeos, fenicios e ismaelitas. Incluso es frecuente que en los antiguosdocumentos y crnicas hebreos la palabracananeosignifique tambincomerciante.

    La artesana, la escultura y la pintura no se desarrollaron mucho, sin duda debido a laprohibicin de representar figuras e imgenes. En cambio, en todas las pocas los judos

    fueron grandes amantes de la msica. Los cosechadores cantaban en los campos mientrastrabajaban, y quienes tiraban de cargas pesadas sincronizaban sus movimientos con el ritmode su cancin. En todas las festividades y celebraciones domsticas el pueblo cantaba, bailabay tocaba instrumentos musicales. Cuando Jefta, el hroe conquistador, regres de la batallacontra los ammonitas,... he aqu, su hija sali a su encuentro, con adufes y canciones. Lamsica, la poesa y la danza eran artes que en esos das estaban unificadas, y cada una deellas destinada a realzar los efectos de las otras sobre los sentidos y las emociones de losoyentes. Durante las peregrinaciones festivas al Templo de Jerusaln, haba danzasprocesionales. Se entonaban canciones mientras vibraban las cuerdas delkinnor, y elhalil,con forma de caramillo, derramaba sus notas lquidas y sonaban los cmbalos. Las danzas eranprimitivas, y a veces salvajes y abandonadas; la palabra hebrea para designar la danzasignificabasaltar como corderos. El rasgo distintivo, tanto de la msica como de la danza,

    era su agudo ritmo.Quiz nada hay en la literatura religiosa del mundo comparable a los salmos hebreos,elemento muy importante del ritual del Templo. Aproximadamente la mitad de los cientocincuenta poemas del Libro de los Salmos, que fueron escritos para ser cantados segnconocidas melodas y que frecuentemente eran acompaados por instrumentos musicalesespecficos, se atribuyen al rey David, arpista y poeta. Los salmos restantes fueroncompuestos por msicos poetas relacionados con la vida musical del Templo. Ocupan un lugarpredominante en la gran poesa del mundo. La gran variedad de su inspiracin lrica ydramtica, su evocacin de sentimientos de exaltacin, dolor, esperanza o melancola, suapasionada expresividad en la alabanza de la justicia y en la bsqueda de la equidad, se hanconvertido en parte de la herencia cultural del mundo.

  • 8/12/2019 Jos Mara Gironella - Jerusaln de los Evangelios

    25/94

    J e r u s a l n d e l o s E v a n g e l i o s J o s M a r a G i r o n e l l a

    24

    Captulo III

    El Nuevo Testamento

    El nacimiento de Jesucristo parti en dos mitades la historia de la Humanidad. Es el antesy el despus.

    El nio llamado Jess, nacido en Nazaret, modific radicalmente los conceptos de tierray cielo. Es el momento culminante de nuestro peregrinaje hacia la eternidad.Arroj luz sobrelas tinieblas y nos leg toda esperanza. Con su llegada se inicia el Nuevo Testamento, cuyostextos alimentan nuestro e