Juan David Laverde Jorge Luis Borgues Según Carlos Gaviria Diaz

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Abril 01 de 2015 www.Elespectador.com JORGE LUIS BORGES, SEGÚN CARLOS GAVIRIA Juan David Laverde Palma El Espectador reproduce el discurso que pronunció el exmagistrado en los años 90 en la Universidad de Antioquia sobre el mítico escritor argentino. En mayo de 2006, mientras investigaba para hacer un perfil de Carlos Gaviria Díaz como candidato a la Presidencia, un reputado abogado de Medellín me entregó un material que hoy es una joya: 24 discursos públicos pronunciados por Gaviria Díaz ante estudiantes de la Universidad de Antioquia entre los años 80 y 90. La mayoría eran sobre “La política y la virtud”, según Platón. Otros rememoraban a personajes como Gerardo Molina —una de sus figuras tutelares— o Luis Fernando Vélez, su excompañero en el Comité de Derechos Humanos de Antioquia, asesinado por el paramilitarismo en 1987 en aquellos tiempos bárbaros en los que tuvo que recurrir al exilio para proteger su vida. De todas esas intervenciones de Gaviria había una en especial, una charla magistral sobre una de sus pasiones: el mundo metafísico del escritor argentino Jorge Luis Borges. El Espectador reproduce esta conferencia. Una cátedra de profundidad que revela a un intelectual que siguió como pocos esa arista inexplorada del mundo borgesiano. *** “Así como Jaime Jaramillo acaba de anotar acertadamente, (el poeta) Elkin Restrepo me dejó sin tema. Las cosas que iba a

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Abril 01 de 2015 www.Elespectador.com

JORGE LUIS BORGES, SEGN CARLOS GAVIRIA

Juan David Laverde Palma

El Espectador reproduce el discurso que pronunci el exmagistrado en los aos 90 en la Universidad de Antioquia sobre el mtico escritor argentino.

En mayo de 2006, mientras investigaba para hacer un perfil de Carlos Gaviria Daz como candidato a la Presidencia, un reputado abogado de Medelln me entreg un material que hoy es una joya: 24 discursos pblicos pronunciados por Gaviria Daz ante estudiantes de la Universidad de Antioquia entre los aos 80 y 90. La mayora eran sobre La poltica y la virtud, segn Platn. Otros rememoraban a personajes como Gerardo Molina una de sus figuras tutelares o Luis Fernando Vlez, su excompaero en el Comit de Derechos Humanos de Antioquia, asesinado por el paramilitarismo en 1987 en aquellos tiempos brbaros en los que tuvo que recurrir al exilio para proteger su vida.

De todas esas intervenciones de Gaviria haba una en especial, una charla magistral sobre una de sus pasiones: el mundo metafsico del escritor argentino Jorge Luis Borges. El Espectador reproduce esta conferencia. Una ctedra de profundidad que revela a un intelectual que sigui como pocos esa arista inexplorada del mundo borgesiano.

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As como Jaime Jaramillo acaba de anotar acertadamente, (el poeta) Elkin Restrepo me dej sin tema. Las cosas que iba a decir ya las dijo Elkin y creo que mejor de lo que yo puedo decirlas. Adems quiero anotar, con respecto a la intervencin de Jaime Jaramillo, que es bastante meritoria porque ha tenido que hacer algo que, segn Borges, era una broma de Carlyle. De acuerdo con la broma de Carlyle, habra que escribir un libro de Miguel ngel donde no se hablara para nada de arte, ni de escultura, ni de pintura. Una biografa de Miguel ngel. O una biografa de Shakespeare donde no se hablara de comedia, de tragedia, ni de sonetos. Eso le toc hacer a Jaime con respecto a Borges; es decir, hablar de Borges sin hablar de literatura, o sea: hablar de una faceta totalmente secundaria y, desde luego, al menos aparentemente negativa, como es la faceta poltica de Borges.

En cambio a Elkin y a m nos tocaron temas que son problemticos pero, precisamente, por razones opuestas y es porque lo que parece evidente para cualquier lector de Borges es que Borges es un inmenso poeta, pero que en l el poeta y el metafsico son uno solo. La idea que quiero exponerles muy brevemente es que Borges es esencialmente un metafsico y utilizo ex profeso el trmino metafsico, no digo un filsofo, digo Borges es fundamentalmente un metafsico, y para justificar mi aserto debo explicar qu es lo que entiendo por metafsico, porque esa palabra est cargada de contenidos a veces contradictorios.

Voy a sealar algunos. En primer lugar, cuando de una persona se dice que hace metafsica se quiere significar, utilizando el trmino en su sentido ms descriptivo, que esa persona se ocupa de los problemas ms acuciantes del ser humano, de los problemas que permanentemente acosan al ser humano, como esos que Elkin citaba: como por ejemplo Dios, la eternidad, el tiempo, si la realidad existe o es mera ilusin, el sueo y la vigilia, segn las categoras borgesianas, etctera. Otra acepcin, que procede fundamentalmente del positivismo lgico, es que hacer metafsica es especular, dedicarse a la imaginacin desenfrenada, sin ningn control ni en la razn ni en la experiencia.

Es, ni ms ni menos, que divagar; es ocuparse, para utilizar una expresin de Wittgenstein; es ocuparse de sin sentidos. Y, de acuerdo con una expresin consagratoria, hacer metafsica es ocuparse de lo ms importante, de lo ms trascendental que al hombre le toca. Yo quiero darle al trmino el significado eminentemente descriptivo: problemas que, desde siempre, han acuciado y han acosado a la humanidad, como esos que ahora citaba: el origen del mundo, la eternidad, la realidad (...) Por qu, siendo Borges fundamentalmente un metafsico, no se desempe como tal? Por qu no se dedic a escribir tratados metafsicos? Borges se dedic a escribir relatos, narraciones, poesas y ensayos que l, no s si pudorosa o irnicamente, llama literarios, pero que son autnticos ensayos metafsicos.

Por qu esa decisin de Borges? Porque para m es una evidencia que sus inquietudes eran fundamentalmente esas, de orden metafsico, y que esos problemas metafsicos son los que permean toda su obra, los que la justifican, los que le dan validez a la obra borgesiana. En todo caso parece una fatalidad ineludible de la condicin humana esto de ocuparse de problemas metafsicos, de pensar en problemas en los que ha pensado la humanidad desde hace muchsimos siglos y en los que se ha ganado muy poco terreno. Los problemas que se han planteado son siempre los mismos y las preguntas que se han planteado son idnticas y, sin embargo, las respuestas parecen permanecer en su mismo sitio.

Como deca ahora, cuando afirmaba que Borges era metafsico, y utilizaba la palabra deliberadamente, no afirmaba que Borges era filsofo, aunque pueda serlo en otro sentido. Vale la pena que explicite con ejemplos lo que quiero significar. Borges, les deca, se ocupaba de esos problemas que la humanidad se plantea permanente, continua, recurrentemente y casi sin esperanzas de una respuesta adecuada. A esos problemas los llamaba Wittgenstein problemas msticos. Y los juzgaba impertinentes porque consideraba que, precisamente, para las preguntas que no tienen respuesta, las impertinentes son las preguntas.

Les deca que podra ilustrar esa afirmacin de que a mi juicio Borges es un metafsico y no un filsofo acudiendo a ejemplos. Considero un metafsico a Hegel y un filsofo a Kant; un metafsico a Nietzsche y un filsofo a Schopenhauer; un metafsico a Heidegger y un filsofo a Russell. Y, con algunas reservas, un filsofo al primer Wittgenstein y un metafsico al segundo. Qu es entonces lo que distingue al uno del otro? Yo creo que el mismo Borges nos suministra pistas y casi que elabora una tipologa, nos suministra categoras para descifrar el enigma. Borges hubiera suscrito una frase del poeta Hlderlin, de acuerdo con la cual el hombre es un Dios cuando suea y apenas un mendigo cuando piensa.

Borges lo deca de otro modo: deca que hay hombres que piensan por imgenes y hombres que piensan por abstracciones. Y que est completamente descaminado aquel que tiene aptitudes para pensar por imgenes y resuelve pensar por abstracciones y a la inversa. Y se refera, concretamente, a Jos Ortega y Gasset. Borges consideraba que Ortega era una mente lcida, capaz de enfrentar problemas filosficos cruciales. Y aqu, como en casi todos los tpicos, Borges tena una opinin verdaderamente original: mientras que lo que es un lugar comn, lo que es un tpico, es afirmar que Ortega es un gran escritor pero un psimo filsofo, Borges deca lo contrario: qu gran filsofo, pero qu mal escritor.

Y cifraba el fracaso de Ortega como escritor en que, justamente, Ortega era un hombre bien dotado para pensar en abstracciones pero se negaba a expresarse por abstracciones, se negaba a escribir por abstracciones. Quera escribir por imgenes. Y entonces resultaba, de acuerdo con el juicio de Borges, una literatura llena de metforas adventicias, de imgenes falsas tradas de los cabellos, una literatura alambicada que esconda un pensamiento hondo. Todo lo contrario de lo que se ha dicho de Ortega: un pensador superficial pero un gran escritor. Borges deca lo contrario: un gran pensador que ojal hubiera encontrado, le deca a Victoria Ocampo, un amigo que le pusiera sus cosas en espaol. Claro. Borges era la economa verbal, mientras que Ortega la exuberancia.

Borges era un hombre con un temperamento profundamente filosfico, permanentemente acosado por problemas metafsicos, pero que tena aptitud para pensar por imgenes y as lo comprendi y as lo hizo, salvo casos excepcionales en los que en realidad ensay escritos filosficos pensando por abstracciones, escritos que encuentro realmente bellos, bien logrados, pero que desde luego no son tan felices como aquellos en los que Borges se siente en su reino. Concretamente, el libro Otras inquisiciones est lleno de ese tipo de ensayos: la refutacin del tiempo, la postulacin de la realidad, el eterno retorno, son ejemplos de ensayos donde Borges se aplica metdicamente, reflexivamente, a pensar problemas que otros han pensado en trminos abstractos y a aportar o a tratar de solucionarlos en esos mismos trminos.

Hay dos libros que yo considero los ms caractersticos desde ese punto de vista, que son Otras Inquisiciones y Discusin, donde Borges plantea esos problemas en esos trminos. Esos problemas estn planteados a travs de toda la literatura borgesiana, en sus ensayos, en sus cuentos, en sus poesas. Y yo digo, fundamentalmente, en sus poesas. Es en sus poemas donde Borges deja fluir su vena metafsica y se plantea esos problemas metafsicos a sabiendas, de antemano, de que no tiene instrumentos para resolverlos, que no tiene instrumentos para solucionarlos, pero plantendose esos problemas metafsicos se est afirmando como poeta y, sobre todo, se est afirmando como hombre, porque esos son los problemas que acucian, que acosan, a toda la humanidad.

Yo quiero ilustrar algunos de esos temas que afirmo que constituyen la vrtebra de la obra borgesiana, leyendo o bien algunos poemas breves o algunos apartes de su obra potica. Fjense, no he trado sino la obra potica de Borges, no traje nada en prosa, a pesar de que pudiramos pensar que la obra en prosa ilustra mejor mi afirmacin de que Borges es fundamentalmente un metafsico. Las lecturas de Borges que estn presentes a travs de todos sus escritos revelan un conocimiento profundo de Herclito, de Parmnides, de Platn, de Aristteles, de todos los filsofos griegos, especialmente, y eso quiero subrayarlo, de los filsofos platnicos, de San Agustn, de Plotino.

Luego, en la Edad Media, de Guillermo de Ockham, de Baruch Spinoza. Ya, en la Edad Moderna, de Leibniz, de Kant, de Schopenhauer e, incluso, de filsofos contemporneos como Russell, a quien cita con mucho agrado varias veces en su obra. Los objetos de los que Borges habla permanentemente en su obra no valen como objetos en s mismos, sino que valen como smbolos. Y valen como smbolos de sus incertidumbres metafsicas. Ni el desierto es el desierto, ni el laberinto es el laberinto, ni el espejo es el espejo, ni el reloj es el reloj, ni el ro es el ro. El ro es el ro de Herclito que se confunde con el tiempo, que somos nosotros, con lo transitorio, con lo que pasa, con lo ilusorio. Lo mismo el espejo, el espejo plantea problemas que toma de los filsofos ingleses, especialmente dos que conoce muy bien: Berkeley y Hume.

Los que estn permanentemente cuestionando si la realidad que vivimos es la realidad o una ilusin; si el yo que el espejo me devuelve es ms real que el yo de carne y hueso o es ms real este yo que el otro (...) Hay una obsesin borgesiana por los arquetipos, o sea por el mundo platnico. No hay duda de que el mundo donde Borges se mueve enteramente cmodo es el reino platnico de las ideas, el reino platnico de los arquetipos. Pero, incapaz de todo dogmatismo, est inhibido para tomar partido en la controversia secular entre idealismo y realismo, entre Platn y Aristteles. Y lo inhibe para tomar partido en favor de Platn, que me parece que es su mundo, la gran admiracin, la gran devocin de Borges por el mundo anglosajn, por los anglosajones.

A ellos les reprocha en un bellsimo ensayo, El ruiseor de Keats, el hecho de que no sean capaces de entender a cabalidad El ruiseor de Keats. Y por qu no son capaces de entenderlo? Porque los anglosajones son aristotlicos, porque para ellos las ideas no son realidades sino generalizaciones (...) La pregunta que haba dejado planteada a propsito de la afirmacin que hice de que Borges es fundamentalmente un metafsico, es esta: por qu, si son esas sus inquietudes, si es esa su naturaleza, por qu si Borges es ante todo un metafsico, por qu no se dedic, como Baruch Spinoza, a escribir tratados de esa materia? Por qu, apenas, esas inquietudes aparecen en toda su obra, pero en forma de relatos, poesas, ensayos?

La respuesta nos la da su propia lucidez por esto: Borges sabe que los juegos de lo metafsico son solo eso: juegos estticos que no conducen a la verdad sino a la gratificacin. A la gratificacin de esa misma naturaleza, a la gratificacin que el hombre est exigiendo, ms all de su capacidad, de su idoneidad para conocer la verdad. Borges desconfiaba de la filosofa, yo dira, desconfiaba profundamente de lo que era su oficio, desconfiaba de la metafsica como proceso conductor generador de verdades. Crea en ella como juego encantador capaz de producir estados gratificantes, estados estticos. Naturalmente quedaba una esperanza o queda una esperanza: que la belleza y la verdad sean una sola cosa. Pero, me parece, y creo que Borges tambin lo crea, que eso nunca podemos saberlo.