Juan Ruiz, Libro de Buen Amor

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Juan Ruiz, cipreste de Hi bro de Buen Amo

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Datos biográficos, tema, estructura, fragmentos para leer

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Juan Ruiz, Arcipreste de Hita

Libro de Buen Amor

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Introducción:1.Vida 2.Tema 3.Estructura4.Trotaconventos5.Lectura:

Aristóteles dijo… En la cama muy loca…

Cantiga de los clérigos de Talavera

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Vida:•Eclesiástico: arcipreste

•Hombre culto (Aristóteles, Venus, Ovidio)

•Aficionado a la buena vida

•Cárcel (¿alegórica/real?)

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Tema:Buen amor: espiritual, a Dios, a la Virgen /

Loco amor: carnal, a las mujeres, Pecaminoso

Mensaje moralizador

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Estructura:Autobiografía.•Composiciones líricas: Virgen

•Episodios narrativos: D. Melón y Dª Endrina, las serranas

•Relatos alegóricos: batalla entre don Carnal y doña cuaresma

•Fábulas: león

•Sátiras: costumbres de la época

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Trotaconventos

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Aristóteles dijo, y es cosa verdadera,que el hombre por dos cosas trabaja: la primera,por el sustentamiento, y la segunda erapor conseguir unión con hembra placentera.

Si lo dijera yo, se podría tachar,mas lo dice un filósofo, no se me ha de culpar.De lo que dice el sabio no debemos dudar,pues con hechos se prueba su sabio razonar.

Que dice verdad el sabio claramente se prueba;hombres, aves y bestias, todo animal de cuevadesea, por natura, siempre compaña nuevay mucho más el hombre que otro ser que se mueva.

[...]

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Digo que más el hombre, pues otras criaturastan sólo en una época se juntan, por natura;el hombre, en todo tiempo, sin seso y sin mesura,siempre que quiere y puede hacer esa locura.

Prefiere el fuego estar guardado entre ceniza,pues antes se consume cuanto más se le atiza;el hombre, cuando peca, bien ve que se desliza,mas por naturaleza, en el mal profundiza.

Yo, como soy humano y, por tal, pecador,sentí por las mujeres, a veces, gran amor.Que probemos las cosas no siempre es lo peor;el bien y el mal sabed y escoged lo mejor.

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»En la cama muy loca, en la casa muy cuerda:no olvides tal mujer, sus ventajas recuerda.Esto que te aconsejo con Ovidio concuerday para ello hace falta mensajera no lerda.[...]

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Cantiga de los clérigos de Talavera

Allá por Talavera, a principios de abril,llegadas son las cartas de Arzobispo don Gil,en las cuales venía un mandato no vilque, si a alguno agradó, pesó a más de dos mil.

Este pobre Arcipreste, que traía el mandado,más lo hacía a disgusto, creo yo, que de grado.Mandó juntar Cabildo; de prisa fue juntado,¡pensaron que traía otro mejor recado!

Comenzó el Arcipreste a hablar y dijo así:-«Si a vosotros apena, también me pesa a mí.¡Pobre viejo mezquino! ¡En qué envejecí,en ver lo que estoy viendo y en mirar lo que vi!»

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Llorando de sus ojos comenzó esta razón:Dijo: -«¡El Papa nos manda esta Constitución,oS lo he de decir, sea mi gusto o no,aunque por ello sufra de rabia el corazón.»

Las cartas recibidas eran de esta manera;Que el cura o el casado, en toda Talavera,no mantenga manceba, casada ni soltera:el que la mantuviese, excomulgado era.

Con aquestas razones que el mandato decíaquedó muy quebrantada toda la clerecía;algunos de los legos tomaron acedía.Para tomar acuerdos juntáronse otro día.

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Estando reunidos todos en la capilla,levantóse el Deán a exponer su rencilla.Dijo: -«Amigos, yo quiero que todos en cuadrillanos quejemos del Papa ante el Rey de Castilla.

»Aunque clérigos, somos vasallos naturales,le servimos muy bien, fuimos siempre lealesdemás lo sabe el Rey: todos somos carnales.Se compadecerá de aquestos nuestros males.

»¿Dejar yo a Venturosa, la que conquisté antaño?Dejándola yo a ella recibiera gran daño;regalé de anticipo doce varas de pañoy aún, ¡por la mi corona!, anoche fue al baño.

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»Antes renunciaría a toda mi prebenday a la mi dignidad y a toda la mi renta,que consentir que sufra Venturosa esa afrenta.Creo que muchos otros seguirán esta senda.»

Juró por los Apóstoles y por cuanto más vale,con gran ahincamiento, así como Dios sabe,con los ojos llorosos y con dolor muy grande:-«Novis enim dimittere -exclamó - quoniam suave!-»

Habló en pos del Deán, de prisa, el Tesorero;era, en aquella junta, cofrade justiciero.Dijo: -«Amigos, si el caso llega a ser verdadero,si vos esperáis mal, yo lo peor espero.

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»Si de vuestro disgusto a mí mucho me pesa,¡también me pesa el propio, a más del de Teresa!Dejaré a Talavera, me marcharé a Oropesa,antes que separarla de mí y de mi mesa.

»Pues nunca tan leal fue Blanca Flor a Flores,ni vale más Tristán, con todos sus amores;ella conoce el modo de calmar los ardores,si de mí la separo, volverán los dolores.

»Como suele decirse: el perro, en trance angosto,por el miedo a la muerte, al amo muerde el rostro;isi cojo al Arzobispo en algún paso angosto,tal vuelta le daría que no llegara a agosto!»

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Habló después de aqueste, Chantre Sancho Muñoz.Dijo: -«Aqueste Arzobispo, ¿qué tendrá contra nos?Él quiere reprochamos lo que perdonó Dios;por ello, en este escrito apelo, ¡avivad vos!

»Pues si yo tengo o tuve en casa una sirvienta,no tiene el Arzobispo que verlo como afrenta;que no es comadre mía ni tampoco parienta,huérfana la crié; no hay nada en que yo mienta.

»Mantener a una huérfana es obra de piedad,lo mismo que a viudas, ¡esto es mucha verdad!Si el Arzobispo dice que es cosa de maldad,¡abandonad las buenas y a las malas buscad!

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»Don Gonzalo, Canónigo, según vengo observando,de esas buenas alhajas ya se viene prendando;las vecinas del barrio murmuran, comentandoque acoge a una de noche, contra lo que les mando.»

Pero no prolonguemos ya tanto las razones;apelaron los clérigos, también los clerizones;enviaron de prisa buenas apelacionesy después acudieron a más procuraciones.