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Juan Tamayo Salazar (1602-1661) y su Discurso de la Antigüedad de Zalamea BARTOLOMÉ DÍAZ DÍAZ Maestro Creo que estamos en condiciones de afirmar que el lugar de nacimiento de don Juan Tamayo Salazar fue Zalamea de la Serena 1 , la antigua Ilipa que fundaron los romanos. De la fecha no podemos decir lo mismo, ya que no se encuentran los libros parroquiales de finales del siglo XVI ni principios del XVII en el archivo de esta localidad, tiempo en que debió suceder su alumbra- miento. 1 ARCHIVO DEL PALACIO REAL. Ms. II/4038 (64). Discurso de la antigüedad, Nombres y Sitio de la villa de Çalamea de la Serena de la Orden de Alcántara, y cosas notables que ay en ella. Por el Licenciado Tamayo Salazar, Clérigo, Presvítero y Abogado; Vecino y natural de la misma villa de Zalamea. Precedido de breve biografía y bibliografía, con análisis tan contradic- torios de diferentes autores sobre la vida y obra de Juan Tamayo Salazar, elo- giado por unos y duramente criticado por otros, se estudia su manuscrito sobre Zalamea de la Serena, inédito hasta la fecha en su contenido aunque citado en diferentes publicaciones, a través de las dos copias que conocemos: la de la Biblioteca Pública de Cáceres (1732), que perteneció a Moñino, y la que se custodia en el archivo del Palacio Real (1726). Por la transcripción de la de Madrid se puede conocer la visión histó- rica de Tamayo sobre su localidad, en los nueve capítulos que configuran el manuscrito, desde tiempo de los romanos hasta la invención del Santísimo Cristo con el título de Quinta Angustia. RESUMEN

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Juan Tamayo Salazar (1602-1661) y su

Discurso de la Antigüedad de Zalamea

BARTOLOMÉ DÍAZ DÍAZ

Maestro

Creo que estamos en condiciones de afirmar que el lugar de nacimiento

de don Juan Tamayo Salazar fue Zalamea de la Serena1, la antigua Ilipa que

fundaron los romanos. De la fecha no podemos decir lo mismo, ya que no se

encuentran los libros parroquiales de finales del siglo XVI ni principios del

XVII en el archivo de esta localidad, tiempo en que debió suceder su alumbra-

miento.

1 ARCHIVO DEL PALACIO REAL. Ms. II/4038 (64). Discurso de la antigüedad, Nombres y

Sitio de la villa de Çalamea de la Serena de la Orden de Alcántara, y cosas notables que ay en

ella. Por el Licenciado Tamayo Salazar, Clérigo, Presvítero y Abogado; Vecino y natural de la

misma villa de Zalamea.

Precedido de breve biografía y bibliografía, con análisis tan contradic-

torios de diferentes autores sobre la vida y obra de Juan Tamayo Salazar, elo-

giado por unos y duramente criticado por otros, se estudia su manuscrito sobre

Zalamea de la Serena, inédito hasta la fecha en su contenido aunque citado en

diferentes publicaciones, a través de las dos copias que conocemos: la de la

Biblioteca Pública de Cáceres (1732), que perteneció a Moñino, y la que se

custodia en el archivo del Palacio Real (1726).

Por la transcripción de la de Madrid se puede conocer la visión histó-

rica de Tamayo sobre su localidad, en los nueve capítulos que configuran el

manuscrito, desde tiempo de los romanos hasta la invención del Santísimo Cristo

con el título de Quinta Angustia.

RESUMEN

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Ahora bien, si atendemos a lo dicho por Antonio de San Felipe, a lasazón Definidor General del Orden de Descalzos de la Santísima Trinidad, ensu obra sobre el origen y milagros del Cristo de Zalamea, Tamayo Salazardebió nacer en 16022.

“… A eftos dos grandes Luminares de nueftra Ilipa, sigue un hermofo

Girafol, ó Gigantea:

Efte es el Gigante en literatura D. Juan Tamayo de Salazar, Doctor

en Cánones, y Leyes por la Universidad de Salamanca: tan dieftro en va-

rias lenguas, que las hablaba con tanta elegancia como fi fuera fu natural

idioma. Feliz año fue para Zalamea el de mil feifcientos y dos, en que dio

al mundo un patricio, que tanta gloria le ha ganado…”.

Fig. 1. Retrato de Juan Tamayo

Salazar. Pedro de Villafranca Mala-

gón. Prueba suelta del Martirolo-

gium Hispanum. Biblioteca Nacional,

sign. IH/9151

2 SAN PHELIPE, Antonio de: Origen y milagros de la Sagrada Imagen del Ssmo. Christo de

Zalamea… por Antonio Marín. 1745. Dedicada a la señora Doña María Policarpa XiménezCebadera, Arce y Reinoso. Edición facsimilar, Sevilla 2004.

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Los primeros Tamayo llegaron a Zalamea de la Serena a finales del sigloXV según se deduce de una ejecutoria de hidalguía de la Chancillería de Gra-nada de Juan y Francisco Tamayo, vecinos de Valle de la Serena (1533-1547)3.

La solicitud de hidalguía se presenta en la Chancillería de Granada el 6de marzo de 1533. Seguidamente se pasó a hacer el interrogatorio de testigosentre los vecinos de Valle de la Serena.

Martín de Tamayo, natural de Tierra de Burgos (posiblemente de la lo-calidad burgalesa de Tamayo), había llegado a Zalamea de la Serena comocriado del alcaide, siendo mozo soltero por casar; estuvo dos años sirviendoen las guerras de Granada (sería hacia 1483-1485) y, vuelto de ellas, se casóhacía 48 o 49 años como se afirma en 1533 (según esto sería sobre 1484-1485)con Catalina Fernández, hija de Diego de Gata, vecinos de Valle de la Serena;allí vivió hasta su muerte ocurrida hacía 23 o 24 años (hacia 1510). Por elparecer de uno de los testigos, Martín tenía en un arca diversas escrituras quele había enseñado, y, entre ellas, cree que estaba su ejecutoria de hidalguía.Del matrimonio entre Martín Tamayo y Catalina Fernández nacieron dos hi-jos: Juan, el mayor, nacido antes de 1489, que hacía unos diez años que sehabía casado en Malpartida de la Serena (hacia 1524), yéndose a vivir a Vallede la Serena, donde había muerto hacía un año o dos (hacia 1531-1532).

La chancillería dicta sentencia favorable el 15 de septiembre de 1533,ordenando que le sea guardada la hidalguía en Valle y en Zalamea y no en otraparte. El concejo de Valle recurre la sentencia y el pleito se dilata hasta lasentencia definitiva ocurrida el 12 de octubre de 1547, que confirma la hidal-guía.

Por otra parte, según la averiguación de los vecinos que se hizo para elpago de alcabalas en Zalamea de la Serena el 31 de agosto de 1555, en Valle dela Serena no quedaba nadie del apellido Tamayo4; y los que figuraban enZalamea eran: con nombre Alonso, dos; además, Andrés Tamayo, DiegoTamayo y Cristóbal Tamayo. Éstos serían hijos de los anteriores, de Juan, quemurió a principios de la década de 1530, y de Francisco que por estas fechasya habría muerto.

3 ARCHIVO DE LA REAL CHANCILLERÍA DE GRANADA. Caja 4.511, pieza 30.4 ARCHIVO GENERAL DE SIMANCAS. Expedientes de Hacienda, legajo 205, expediente 4.

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En el vecindario que en 1636 se hizo para entregar donativo a la corona,sigue sin haber nadie de apellido Tamayo en Valle de la Serena; los que vivíanen Zalamea eran: con nombre Alonso, cinco; con nombre Cristóbal, tres; ade-más, Francisco de Tamayo, licenciado Tamayo Bonilla, el cura Tamayo y eldoctor Tamayo.

Juan Tamayo Salazar sería la quinta o sexta generación descendiente deMartín Tamayo y Catalina Fernández.

Fue sacerdote y secretario del obispo e Inquisidor General (1643) D.Diego de Arce y Reinoso, paisano y pariente suyo cuyo progenitor ostentabael señorío de la casa y solar de Arce, en el valle de Carriedo (Burgos). Consa-grado obispo el tres de febrero de 1636, fiesta de San Blas, en el convento deTrinitarios Descalzos de Madrid, ocupa, sucesivamente, las sedes episcopalesde Tuy (1636), Ávila (1638) y Plasencia (1640). Fundó en Zalamea de la Sere-na, bajo la advocación de San Blas, un convento de Trinitarios, donde seríaenterrado definitivamente su cuerpo en 1673, trasladado desde el convento dela misma congregación de Madrid, donde había sido depositado cuando falle-ció, ocho años antes5.

De la bibliografía de Tamayo, que analizaremos en parte, se puede sacarel perfil de un criticado historiador, ensalzado como poeta.

Fábula de Eco, original de Juan Tamayo Salazar, incluida en todas lasediciones de las obras de Anastasio Pantaleón de Ribera, desde la primera(Madrid 1631), hasta la más reciente, publicada por Rafael Balbín Lucas en1944. La fábula, fechada en Zalamea de la Serena el 22 de diciembre de 1630,está dedicada a su amigo José Pellicer, que fue quien sacó a la luz por la im-prenta las obras de Pantaleón de Ribera. Parece la explicación lógica de laaparición de una poesía, extraña al autor, y su permanencia en las siguientesediciones6. José María Cossío le critica duramente como historiador calificán-dole de “secuaz apasionado de los falsos cronicones, falsario notorio vapu-leado sin piedad por los detractores de tales engendros y audaz alterador denoticias hagiográficas en todos sus escritos que tocan tal materia”. Cossío

5 ARCHIVO PARROQUIAL DE ZALAMEA DE LA SERENA. Quarta parte de la Chrónica de

los Religiosos Descalzos de la Orden de la Ssma. Trinidad… compuesta por el Padre Fray

Lucas de la Purificación, Chronista General de dicha Defcalcez. Granada 1732.

6 COSSÍO, José Mª de: Fábulas Mitológicas en España. Madrid, 1952.

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también le considera nacido en Zalamea de la Serena y fija su muerte hacia1662, siendo Vicario General de la diócesis de Plasencia.

Después de la tormenta de descalificaciones para la historiografía, pasaCossío a ensalzarle, tan exageradamente como le vilipendió como historiador,en sus actitudes líricas llamándole: “…florido, ingenio que una vez tentó yconcluyó la composición de una fábula mitológica en versos castellanos, decuyo empeño, salió plenamente airoso y con gloria más modesta, pero menosdiscutible de la que tratara de conquistar con sus trabajos de historiador…”.

Le compara con la humanidad que en la interpretación de la fábula poneLope de Vega en el poema de Narciso, incluido en uno de los cantos de ElLaurel de Apolo, aunque con menor éxito para Salazar. Y añade: “lo que aTamayo interesa, como interesó a Lope, y en ello mostró su instinto poético, esel sufrimiento de la ninfa, es el tormento de no poder hablar, sino tan sólorepetir las palabras que sonaran

Un frenillo tiranomordaza vil de indignación de Junole era opresión”.

En los últimos versos del poema ve reflejada bien elegantemente la in-tención de Salazar.

“Pocas veces se había puesto a prueba el poder expresivo del castella-no para dar la sensación de este tormento, al par sonoro y mudo:

Al Eco no ha podidonunca la erudición retratar, siendolo más de él un estruendoy pintar es difícil un sonido”.

El paisaje, en otros poemas que han tratado el tema ocupa bastante espa-cio, en el poema de Tamayo Salazar apenas tiene lugar. Aquéllos podrían cali-ficarse de poemas descriptivos, y éste, sin gran impropiedad, de poemasicológico.

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En los cuarenta y ocho versos latinos donde Tamayo relata cómo Lázarode Villanueva salió para Sevilla a buscar maestro que hiciese la imagen delCristo y lo que sucedió, el autor Antonio de San Felipe, los llama elegantes.

En 1646, publica en Madrid, San Epitacio, apóstol y pastor de Tuy, ciu-dadano, obispo y mártir de Ambracia, hoy Plasencia: su vida y martirio.

En esta obra, el autor considera a San Epitacio el primero de los obisposde Tuy y de Plasencia, según se deduce de la dedicatoria del ejemplar quehemos usado en la biblioteca del Real Monasterio de Santa María deGuadalupe7: Al glorioso San Epitacio, obispo primero DE TUI, CIUDADA-NO OBISPO PRIMERO Y MÁRTIR DE AMBRACIA. OY PLASENCIA. El li-cenciado IVAN DE TAMAYO SALAZAR Presbytero. Esta obra se la dedica aDon Diego de Arce y Reinoso y en ella, don José Pellicer de Tobar elogia elacierto de don Diego de Arce y Reinoso, obispo de Plasencia e InquisidorGeneral, de haberla mandado escribir al licenciado Juan Tamayo Salazar, susecretario.

“Queda con efta OBRA baftantemente defempeñada la devoción de

quien mandó, y la obediencia del que efcrive …”. Considera a San Epitacio

contemporáneo de los apóstoles “…Antorcha Sagrada de Efpaña, que ar-

dió contemporánea a las doce que Chrifto llamó luzes del mundo …”. El

cuatro de octubre de 1646 pide licencia Tamayo Salazar al Deán y Cabil-

do de Plasencia “…Precisamente voluntario camina este papel a merecerfe

la cenfura de V.S. …”.

El monje benedictino alemán, Bonifacius Gams, en su obra sobre losobispos de España considera a San Epitacio (a. 57) como primer obispo deAmbracia. En cambio, Francisco González Cuesta8 cuestiona esta afirmaciónque considera fruto de una tradición sin confirmar, según la cual San Epitacioera natural de Ambracia, fue discípulo de Santiago, y, más tarde, obispo deTuy y de Ambracia donde murió mártir en la persecución de Nerón.

7 ARCHIVO DEL REAL MONASTERIO DE SANTA MARÍA DE GUADALUPE. B.-1.231.8 GONZÁLEZ CUESTA, Francisco: Los obispos de Plasencia. Ayuntamiento de Plasencia, 2002.

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Dos años más tarde, aparece, en dos tomos, el Triunfo de las armas

católicas por intercesión de María Nuestra Señora. Centones historiopolíticos

para exemplo y antídoto de las guerras y calamidades de estos siglos.

Cuenta cómo en 1540, el almirante Bernardino de Mendoza atacó una

armada berberisca sobre la isla de Alborán, arbolando en el palo mayor de su

galera un estandarte en el que figuraban las efigies de Cristo Nuestro Señor y

de su Purísima Madre. Para festejar su victoria se celebró en Málaga una so-

lemne procesión, según cuenta el licenciado Tamayo en esta obra impresa en

Madrid en 1648.

Fig. 2. Triunfo de las armas católicas (1648). Biblioteca Nacional, sign. 2/16576

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En este mismo año, Tamayo dio al público un poema fingido en nombre

de Aulo Halo9, haciendo creer a los lectores que aquel poema se hallaba en un

pergamino antiguo. Gregorio Mayáns Siscar10, le critica duramente llamándo-

le “muy leído, pero ignorante, supersticioso y embustero”. Cuenta además en

esta obra cómo se da habilidad para lograr que el cardenal arzobispo de Toledo,

don Baltasar de Moscoso y Sandoval, diese licencia para que se imprimiese la

obra con la condición que la aprobasen Martín Abad La Farina de Madrigal y

don José Pellicer de Tobar, amigo de Tamayo, a quien ya había dedicado su

primera obra, Fábula de Eco.

Censura especialmente la actitud de Pellicer, que no se conforma con la

fórmula rutinaria de comunicar que aquel poema, no iba ni en todo ni en parte

contra la Religión, sino que había hallado en él muchas cosas en defensa de la

misma, buenas costumbres, piedad, etc.11 “Llamó piadoso a uno de los hom-

bres más supersticiosos que ha tenido España como lo fue Tamayo Salazar,

que según quedó escrito Don Nicolás Antonio en su Bibliotheca Antigua fue

de poca o ninguna fe”. En cambio Pellicer calificó como piadoso expositor de

Aulo Halo a un Tamayo impostor que había fabricado el texto y las notas

después de asegurar que había visto el ejemplar del citado Halo y atestiguar

que era muy antiguo y con caracteres góticos, en su Sincelo12 dio a entender

que las obras de Aulo Halo son fingidas.

Dos años más tarde publica Ilustración a una inscripción sepulcral ca-

tólica que se halló en Mérida en Estremadura, el diez de mayo de 1650.

Y en 1651 Defensorio jurídico-histórico-eclesiástico, en que se satisfa-

ce a la duda y reparo que se ha puesto en Roma acerca de dar oficios de

recados y misas a los santos de la ciudad de Plasencia. Madrid.

En el mismo año, impreso en Lyon, aparece el primero de los seis tomos

que configurarían el martirologio hispano.

9 TAMAYO SALAZAR, Juan: Auli Hali poetae burdigalensis civisque toletani De Adventu in

Hispanias S. Iacobi Zebedeaci filij cognomento maioris, apóstolis… Madrid 1648.10 MAYÁNS SISCAR, Gregorio: Digital. Obras completas. Volumen I: Historia censura de la

España primitiva por comisión del Real Consejo de Castilla.

11 Op. cit., p. 282.12 Ibídem.

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Intitulados con pequeñas variantes hasta el tomus sextus et ultimus y

editados, como todos ellos, en Lyon. En los años: 1652, el II; 1655, el III;

1656, el IV; 1658, el V; y 1659, el VI.

Gregorio Mayáns13 vuelve a recurrir a Nicolás Antonio y sin piedad al-

guna, dice que se avergonzaba cuando “tomaba en las manos el martirologio

lleno de ignorancias y de fábulas como lo atestiguan el Cardenal de Aguirre,

D. Pedro Fernández del Pulgar, el marqués de Mondéjar, y otros muchos. El

doctor Martín Vázquez Siruela, hombre sabio y modestísimo, llamó mano y

pluma asquerosa a la de tal escritor; digno de ser abominado mientras haya

nombre de España, por haber fingido Actas de Santos Mártires y Confesores,

cartas y obras en nombre de santos y de varones insignes, y por haber inten-

tado que se tuviesen por bienaventurados hombres que se sabe que están ar-

diendo en los infiernos. No me atrevo a proseguir ni copiar, por el respeto que

debo a V.A., el desprecio con que hablan de Tamayo Salazar los últimos con-

tinuadores de la gran obra de las Actas de los Santos, los padres Juan Bautis-

ta Solerio, Juan Pinio, Guillermo Cupero y Pedro Bosch, valiéndose de la

autoridad de los manuscritos de Don Nicolás Antonio, que se conservan hoy

en la librería del Rey nuestro Señor”.

Del Martirologium Hispanum. de Tamayo Salazar recoge noticias abun-

dantes para ilustrar los himnos de su Hymnodia Hispánica, Faustino Arévalo14,

el gran humanista de Campanario; ahora bien, lo corrige y puntualiza, además

de permitirse criticarlo claramente a veces15. Elena Gallego Moya señala que

13 Op. cit., p. 283. Gregorio Mayáns Siscar, natural de Oliva (Valencia) criticó las falsedades denumerosos autores; pero, parece ser que en la última etapa de su vida cayó en los mismosvicios.

14 Fernández de Arévalo López, Alonso Faustino. Nacido en Campanario (Badajoz) el 29-VII-1747. Himnógrafo Pontificio, y jesuita expulso en el reinado de Carlos III. Editó las obrascompletas de los poetas cristianos del siglo IV bajo el mecenazgo del Cardenal Lorenzana ypublicó también Addenda a la bibliografía que de Quevedo hizo Nicolás Antonio. Su paisanoGallardo le da el espaldarazo como gran bibliógrafo. Alguna de sus obras están incluidas en laPatrología de Migne.

15 GALLEGO MOYA, Elena: Actas del Congreso Internacional sobre Humanismo y Renacimiento.

Universidad de León, 1998 (pág. 350). Además de El Martirologium Hispanum, Arévalo recogeinformación para su Himnodia de Acta Bollandiana y Hispania Sacra de Flores; pero basándoseen investigaciones personales se comprueba que suele verificar la información que obtienecorrigiendo las que considera erróneas o completando los datos.

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los utiliza; pero a veces no cita su procedencia16: cuando Arévalo reivindica el

antiguo culto a los santos Víctor y Corona, la razón, además, debe ser dar a

conocer su descubrimiento de una edición del Oficio Hispalense que contiene

esta fiesta17 y poner de manifiesto que ni Tamayo ni los Bolandistas la mencio-

nan. La fiesta de la esperanza: (expectación del parto de la Santísima Virgen),

instituida en el X Concilio de Toledo. Tamayo, a esta fiesta, le dedica las pp.

483, 485, en el tomo VI18.

16 GALLEGO MOYA, Elena: Los Himnos de la Himnodia Hispánica de Faustino Arévalo, s.j.Universidad de Alicante, 2002.

17 Op. cit., p. 83.18 Op. cit., p. 466

Fig. 3. Martirologium Hispanum (1651). Biblioteca de Loyola. Ex Biblioteca ss. Alfonsie

Wilhelmi fratis reformator, S.P.N. Augustini Congr. Hispaniar.

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La fiesta de la Traslación del apóstol Santiago (30 de diciembre), la de la

Aparición a Ramiro I (23 de mayo) y la del 25 de julio, que se celebra como

patrón de España. Los signos a estas festividades, recogidas en el breviario

toledano, anunciado por Arévalo, están incluidos en el tomo VI del

Martirologium (páginas 610 y 611). Según Moya, Arévalo, aunque los recoge

de aquí, no lo menciona19.

19 Op. cit., p. 47.

Fig. 4. Martirologium Hispanum. Tomo III. Biblioteca Pontificia Universitá Gregoriana

de Roma, procedente de Bibl. del convento de S. Carlo alle quattro Fontane de Roma

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Dedicados a San Julián, Arévalo informa que el Breviario corregido ypublicado por Nebrija en 1515, presentaba signos sáficos para vísperas, maiti-nes y laudes, que todavía necesitaban corrección y que el Martirologio deTamayo, presentaba otros20.

Arévalo, en su Hymnodia, incluye un himno dedicado a San Gabriel quese leía en el Breviario Hispalense de 1659, tomado, a su vez, del BreviarioBenedictino de la Congregación Vallisoletana, y en las notas menciona diver-sos breviarios que contienen himnos a este santo; así, el toledano de 1507 ouno antiguo compostelano y otro sevillano de 1539; pero la estructura delsuyo está hecha en función de la exposición de Tamayo en el tomo II (pp. 289-290), aunque no lo cita como fuente21. Y lo mismo ocurre con el dedicado a lafiesta de San Hermenegildo. Arévalo toma el del Oficio Hispalense de 1659, apesar de que existía otro compuesto por Urbano VII, Papa al que Arévaloadmira. Estos signos estaban recogidos en el Martirologio II (pp. 615-617) ya pesar de ello Arévalo no lo menciona22. En el tomo III (pp. 565 y 567), semenciona la celebración de las ciento quince espinas referida a la fiesta de LaCorona de Nuestro Señor Jesucristo. Tampoco es citado por Arévalo23.

En la información de Arévalo sobre los santos Juan Gutiérrez y GregorioLópez Madera, dice que Tamayo Salazar en su Martirologio presenta seis him-nos rítmicos que eran recitados antiguamente en la iglesia de Madrid24. Pareceser, que Arévalo sí tiene en cuenta a Tamayo Salazar, aunque no lo cite, comotampoco justificaba, generalmente, la inclusión de algunos himnos en suHymnodia. Además, cuando el Padre Arévalo vuelve a España después de suresidencia forzosa en Italia como Abate trabajando para Lorenzana, trata dehacerse de una selección de libros que pudieran servir a la iglesia, y sobretodo, a la Compañía de Jesús.

Fue mucho el material bibliográfico que trajo Arévalo en su regreso aEspaña, concretamente a Loyola. Se encuentra en los setenta y nueve cajones

20 Op. cit., p. 483.21 Op. cit., p. 496.22 Op. cit., p. 506.23 Op. cit., pp. 512 y 513.24 Op. cit., p. 518.

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repletos que le acompañaron a la sede central de los jesuitas25; entre otras laHistoria de España del Padre Mariana, la Biblioteca Hispana de Nicolás An-tonio, Hymnodia Hispánica, Draconti Carmina, San Isidoro, … y, en la cajanúmero setenta y siete incluye en la relación Martyrologium Hispanum, infol.6 L. No dice que sea de Salazar, pero todo apuntaba a que sí pertenecía a éste:tamaño de la edición, número de volúmenes,…, y así lo hemos podido com-probar en el archivo de Loyola donde, en el verso de la cubierta del Tomo I delMatirologium Hispanum., con signatura 0/067, 6-1, reza la inscripción autó-grafa del jesuita extremeño: “El P. Arévalo a la provincia de Castilla”.

En 1634, como ya hemos indicado, Tamayo Salazar escribe un manus-crito sobre las antigüedades de Zalamea de la Serena por mandato de su prior,don Álvaro de Texeda Ossorio, para el Prior de Alcántara don Alonso de To-rres y Tapia que está confeccionando un libro sobre la Orden de Alcántara.Este libro, la Crónica de la Orden, no se publicaría hasta 1763.

Manejamos dos copias de este manuscrito; una (1732) de la BibliotecaPública de Cáceres26, que perteneció a Rodríguez Moñino27 y la donó junto asu esposa María Brey; y la otra que se custodia en el Archivo del Palacio Real(1726)28.

De las dos, nos parece más fiable o, al menos, más completa, la delArchivo Real por las razones que exponemos:

La copia de la Biblioteca Pública de Cáceres consta de veintiuna pági-nas tamaño cuartilla, distribuidas en cuatro capítulos; y la que se custodia enMadrid de veintiocho folios en nueve capítulos.

25 REY, E.: Humanidades, volumen X, en él, dice setenta y nueve cajones; pero creo que debohacer una salvedad; la relación que he manejado del Archivo de Loyola Libros que trajo el

Padre Faustino Arévalo, primer Superior de Loyola. Nota dei Libri del Padre Faustino Arévalo

a la provincia di Castiglia 25 Settembre 1815. A continuación: Cassa nº 51 y termina en la 79.¿Contendrían libros las cincuenta primeras cajas?

26 BIBLIOTECA PÚBLICA DEL ESTADO EN CÁCERES. Fondo Antonio Rodríguez Moñino-

María Brey. Ms.-59.

27 RODRÍGUEZ MOÑINO, Antonio: Historia Literaria de Extremadura. Al hacer referencia almanuscrito de Tamayo Salazar, en la nota 288, página 154 dice el manuscrito me pertenece yque tiene letra del siglo XVII. Llama a Tamayo Salazar el docto autor de San Epitacio.

28 ARCHIVO DEL PALACIO REAL. II/4038(64).

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El manuscrito de la Biblioteca Pública de Cáceres encabeza el texto conAño de 1732 y aunque Moñino dice que es letra del siglo XVII, más nos pare-ce, propia de la fecha señalada en el manuscrito.

En los prolegómenos del manuscrito del Archivo del Palacio Real, elcopista, un auténtico pendolista, imita la que debe ser la firma de TamayoSalazar; no así en el de Cáceres. En éste aparece alguna palabra errónea, comoen el capítulo dos donde se escribe llaman por hallan. En este mismo capítulo,en el manuscrito de Madrid, da una antigüedad a Zalamea para 1726 de 1624años; en el de Cáceres, de 1535 para 1732.

Fig. 5. Discurso de la Antigüedad de Zalamea (1732). Bibl. Púb. de Cáceres

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Al final del capítulo tres, en el de Cáceres, se describen las casas deNebrija y hace al gran humanista nacido en Zalamea; el de Madrid, las descri-be de forma parecida y no menciona el lugar de su nacimiento.

En la última página del de Cáceres, aparece un trozo en blanco, como deno haber entendido el texto original el copista; en el de Madrid, en ese mismolugar dice:

Comendador (sigue en blanco en el de Cáceres) y el de Madrid continúade N. el qual los traxo con mucha sumptuosidad a enterrar en esta villa ycontinúa en los dos de Zalamea.

Fig. 6. Discurso de la Antigüedad de Zalamea (1726).

Archivo Palacio Real de Madrid

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En el de Cáceres hasta hoy y continúa en blanco y en el de Madrid hastahoy (1726) que se escribe esto.

Al final del capítulo IV, último para el manuscrito de Cáceres, lo másque se puede decir de Zalamea es sobre los milagros del Cristo y para elloremito al licenciado Don Francisco Barrantes29.

El manuscrito de Madrid continúa con diecisiete folios más y, entre otrascosas, se incluye la bibliografía de Tamayo Salazar.

En la obra de Barrantes Maldonado, en el ejemplar del Archivo Parroquialde Zalamea, se reproduce el monumento fechado en el año ciento dos, en elque padeció martirio Clemente Primo, Pontífice IV. Esta ilustración aparece,con alguna variación, en las dos copias de los manuscritos.

Juan Tamayo Salazar murió en Zalamea el sábado 19 de febrero de 1661,a la una del día. Está enterrado en Santa María de los Milagros de esta villa.

A continuación incluimos la transcripción del manuscrito de TamayoSalazar custodiado en el Archivo del Palacio Real.

29 Se refiere a Relación de la calificación y milagros del Santo Cruzifixo de Zalamea defde treze

de setiembre del año de feifcientos cuatro hafta de feifcientos y diez y feys… compuesta por ellicenciado Francisco Barrantes Maldonado en Madrid, 1617. Viuda de Alonso Martín.Biblioteca Nacional. Sign: 2/69178.

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Fig. 7. Distylo en “Relación de la calificación y milagros

del Santo Cruzifixo de Zalamea (1617) del licenciado

Francisco Barrantes Maldonado. Biblioteca Nacional. Sign. 2/69178

JUAN TAMAYO SALAZAR (1602-1661) Y SUDISCURSO DE LA ANTIGÜEDAD DE ZALAMEA

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Fig. 8. Distylo en el manuscrito de Cáceres (1732). Bibl. Púb. de Cáceres

A CONTINUACIÓN INCLUIMOSLA TRANSCRIPCIÓN DEL MANUSCRITO DE TAMAYO SALAZAR

CUSTODIADO EN EL ARCHIVO DEL PALACIO REAL

BARTOLOMÉ DÍAZ DÍAZ

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ANTIGÜEDAD DE ZALAMEA

Discurso de la Antigüedad, Nombres, y Sitio de la Villa de Çalamea de laSerena de la Orden de Alcãtara, y cosas notables que ay en ella.

Por el Liçenziado Tamayo Salaçar, Clérigo, Presvítero y Abogado, Vezinoy natural de la misma Villa de Zalamea.

A el Reverendo Señor,

Liçenziado Frey Alonso de Torres, meretíssimo Prior del Sacro Conven-to de San Julián de Norba Cesárea, oy Alcántara.

Por averme mandado el Señor Liçenziado Frey Don Álvaro de TexedaOssorio Prior de esta Villa de Zalamea averiguar las Antigüedades de ella,para un Libro que Vuestra Merçed está travajando de la Orden de Alcántara,en cuios discursos (como no pequeño troço Zalamea de ella) Vuestra Mercedquiere honrarla, describiéndole su sitio, antigüedades, y memorias: cumplien-do con su mandato, y mi obligaçión, busqué papeles antiguos que Yo tenía,inquirí piedras, soliçité memorias, y recorrí Historias, de todas las quales pudeazertar con estos diseños para que Vuestra Merçed le pula, y saque lo queviere fuere más tocante a su obra, creiendo, que ni el Amor de la Patria meapasionó arrojado, ni el honor de mi natural me remontó pressumido, sino queen todo me hallara el escrúpulo, Escritor Verdadero; y me registrara el Oçiosevero investigador de estas verdades. Reciba Vuestra Merçed esta reseña demi voluntad, y perdone el atrevimiento, pues siempre halla más entera discul-pa en las acçiones la obediençia, que el sacrifiçio. Guarde Nuestro Señor aVuestra Merçed para honra de la Serena, y Gloria de su religión, con losaugmentos que merece. Zalamea, y Mayo primero de 1634.

(Rubricado: Capellán de Vuestra Merçed. El Liçençiado Tamayo,Salazar).

E Visto estos discursos que â hecho el Lizençiado Tamayo Salazar, yme pareçe que fuera del travajo que avía tenido en aver buscado cossas tanseparadas, convienen con lo que en esta Villa de muchos siglos atrás emosoydo todos a nuestros predezeçores, y se le debe agradeçer, y aun premiar tangran obra como â hecho a su Patria, quando todos estábamos tan agenos detanta antigüedad como averigua en honor de Zalamea, que verdaderamentepor sus antigüedades, piedras, y mármoles, debió de ser de las más zélebres dela Veturia en los Túrdulos. y éste es mi pareçer en Zalamea a 18 de Mayo de1634.Œ

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Capítulo primero del Sitio de Zalamea en tiempo de los Romanos.

La Villa de Zalamea, según La Demarcaçión de los Cosmógrafos pareçeviene a estar situada en La Beturia de los Túrdulos, la qual si damos crédito aPlinio se estendía entre los dos Ríos Betis y Ana (oy Guadalquivir, y Guadiana)Que autem regio a Bethi ad fluvium Anam tendit extra predicta Bethuriaappellatur in duas divissa partes totidemque gentes. (Lit.3.C.1. Hist.) y Zalameaestá entre los dos Ríos, porque tiene por la parte de medio día a Guadalquivir,açia Sevilla y Córdova veinte Leguas; y por la parte setemptrional a Guadianaseis Leguas. Y según esta Demarcaçión, viene a quedar Zalamea en la Beturiade los Túrdulos, y era del Convento Jurídico de Córdova, en cuio sitio ponePlinio a Arsa, que está distante a Zalamea tres leguas a la parte del Campillo,que oi conserva sí, su grandeza, y habitadores no; los rastros de su Antigüe-dad, y sitio de su grandeza sí; con nombre del Castillo de Argallén, cuias ruynasubieran restaurado si no en todo, en parte los circunveçinos pueblos, a noaverse mandado por sentençia de la Real Chançillería de Granada que no sereedifiquen, como consta de ella en el pleito que sobre los términos tuboZalamea con el Retamal. En este mesmo sitio pone Plinio a Melaria que esFuente Ovejuna, Sisaponem, que es Chillón, y otros muchos lugarescircunvezinos. Su situaçión es en siete grados, y treinta y cinco minutos delongitud, y en treinta y nueve grados, y un minuto de latitud, hacia la parte demedio día tiene a Córdova, y Sevilla; al Poniente a Mérida onçe leguas, Badajozveinte y una, y al Norte a Toledo, treinta y seis.

Cap.2. de los Nombres que â tenido Zalamea en todas edades, y Antigüe-dad suia.

(Vasconcelos en vida de Don Duarte de Meneses Lib.3.nº 12).

Zalamea antiguamente, y en sus primeros principios se llamó Ilipa, oMunicipiu Iulipense, y no fueron tan cortos estos principios que no aia más de1825 años, que en las Historias Romanas se haçe mençión de esta Villa. Y parala averiguaçión de esto, se â de considerar que por los encuentros que tubieronlos Romanos con los Españoles, y Anníbal, partió de Roma Publio CornelioSçipión, y Tito Sempronio su compañero cónsules Romanos el Año ab Vrbecondita 560. ab eiectis Regibus 316. Olympiada 146. Y antes de la venida deChristo nuestro Redentor 190. conforme al cómputo más común de GregorioHoloandro, al fin del Código de Justiniano, y aviendo tenido varios suçessos ypassado diverssos acçidentes (como suzede en las acçiones humanas) pareçióque Publio Cornelio Sçipión tubo un encuentro con los Lusitanos que vivían a

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las riveras de Guadiana, por averle aquestos robado algunos ganados a Sçipion,y saliéndoles al encuentro, peleó con ellos les quitó los ganados, mató más dedoçe mil Lusitanos, prendió 240 de rescate, y otras cossas. Y esta Batalla, yencuentro tubo Cornelio Sçipión çerca de la Villa de Ilipa, a la qual se recogiócon toda la pressa. Este suçesso refiere Tito Livio, y que pasó siendo ia Cónsu-les Luçio Cornelio Merula, y Quinto Minuçio Termo, el año siguiente de PublioCornelio Sçipión y Tito Sempronio Longo. De la relaçión de esta Historia secolige que fue esta Batalla junto a Zalamea, y compruébase con muchas raçones.La primera, porque aviendo sido la Batalla junto a Ilipa çerca del Río Ana, ycon los Lusitanos, ninguna sino Zalamea pudo ser la Villa propinqua a la Ba-talla, porque junto a Guadiana en quantas Historias ai, no se halla mençión deIlipa si no es Zalamea, que está seis leguas de este Río, y los Lusitanoscomençaban desde aquella parte, y siendo junto a Ilipa con los Lusitanos çercade Ana, a sola Zalamea es a quien le toca esta Historia; porque aunque ubootras Ilipas, e Ilipulas, todas estas conforme a sus Demarcaçiones, y sitios,estaban muy distantes de los Lusitanos, y de Guadiana. Porque Ilipa cognomineItalica, que Plinio (Lit. 3.C.) refiere, está junto a Sevilla, y en su Jurisdiçion, yes la que oi llaman Peñaflor. Oppida Hispalensis conventus (diçe Plinio) Aluca,Vacamana, Acria, Ilipa cognomine Italica: Y en esta no pudo ser la Batalla porestar distante de Guadiana más de treinta leguas. Y aunque a Niebla, quieranel Doctor Padilla en el tom. 2. de sus Çenturias Ecclesiásticas, después de la 7.en la chronología de los Obispados de España, Verbo Niebla, y Don JosephPelliçer, nuestro amigo y condisçípulo, en las lecçiones solemnes a Don Luisde Góngora. 1.pte. (Estancia 1. del Polifemo, Verso 5.) atribuirle el renombrede Ilipa se engañan, porque en la Biblia no ubo más de una Ilipa, que es Peñaflor.Otras Ilipula que laus (conforme a Plinio) O Magna, (según Ptolomeo) que esGranada. Otra Ilipula minor pone Plinio en los Túrdulos, y los Lusitanos, quese llama Zalamea, como quiere Madera en los Discursos del Monte Santo deGranada. Y así se engañan Padilla, y Pelliçer en aver llamado a Niebla Ilipa, ylo que es peor es averle atribuido a Niebla Iglesia Episcopal, sin averla tenido,y así ninguna de todas estas fue junto a donde se dio La Batalla de Sçipión,sino junto a Zalamea, por estar aquellas muy distantes, y sólo Zalamea muycontigua.

La segunda raçón, porque aún oi en esta Villa ay memoria de esta Bata-lla proçedida de unos a otros, y se diçe que en unos llanos que llaman el Rin-cón Porquero junto a esta villa, y en su juridiçión se dio esta Batalla; y oi sehallan rastros de armas, hierros de lanzas, y otros militares destrozos en aquelsitio, y para más confirmaçión de esta verdad, en aquel sitio está una boca de

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una Gruta en donde la naturaleza sin los auxilios del Arte formó de peñascosnativos un arco que en un lado de él, están formadas unas letras romanas anti-guas bien sacadas que dicen assí

P. CORNELIVS

SCP.

Que quieren deçir PUBLIUS CORNELIUS SÇIPIO de donde se colijeque pues allí se puso su nombre, sería en memoria de aquella Batalla. Laspalabras de Tito Libio son éstas: Et Lusitani, qui iuxta fluuium Annam sunt, inScipionis provintiam ia ruerunt et captis multis gregibus in Locum suumauertentibus, Scipio eorum se opposuit rostris, qui propter Lusitanoruminordinatae aciem causa prede Victor evasit. Occissis Lusitanorum usque adXII millia, captis CCXL nobilibus, et arreptis vexillis CLIIII. Que pugnaP.Cornel. habuit iuxta oppidum Ilipa, in quo cum omni preda se recepit.Œ

Esta Batalla fue el Año Ab Urbe condita DLXI. Ab eiectis Regibus

CCCXVI Olimpiada CXLVII Ante Chistum natum CXCI. respecto de aver sidoesta Batalla siendo Cónsules Luçio Cornelio Merula, y Quinto Minucio Termo.De esta opinión son Ambrosio de Morales in Chronic. Hisp.C.II. Litera C.

Abraham Bedelio in Thes. Geograph. Litera Y Ylipa Liuis. Casi la misma anti-güedad le da Gregorio López Madera en sus discursos del Monte Sacro. C. 33.

De este nombre Ilipa usó Zalamea muchos años de que no se tiene notiçiaaunque por lo que consta de las Historias referidas ia se llamaba Ilipa quandola Batalla de Sçipión que fue CXCI años antes del naçimiento de Christo. Deforma que â que tiene aquel nombre hasta oi (Año de 1726) 1917 años. Yconóçese claramente que conservaría este nombre todo el tiempo que los Ro-manos señorearon a España, y después en tiempo de los Godos, hasta queentraron los Moros Árabes en España con su capitán Muça Año de DCCXVII.pues entonçes perdieron sus nombres Antiguos muchas Çiudades, Villas, Lu-gares, Ríos, Campos, Montes, y Selvas, toman el de Zalamea, que es el quehallaron en la urna de la torre, como abajo diremos.

Y aunque algunos quieren que se llamase Zalamea Ruesta, fundados enque en los Mapas antiguos está un lugar de este nombre en el sitio que oi tieneZalamea, no afirmo, ni asiento en ello, respecto de no aver memoria de talnombre en Zalamea, ni en las Historias, y escrituras que hablan de este Lugar,y así sólo le hallo el de Ilipa, y el de Zalamea.

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Cap. 3. de los Edifiçios, Mármoles, Piedras, y Sepulcros antiguos que ayen Zalamea.

La Antigüedad de Zalamea manifiestan sus edifiçios Romanos, Mármo-les, Piedras y Sepulcros antiguos que ay en ella, que quando no ubiera Escritoralguno hecho mençión de ella, bastaban estos testimonios para indiçios de suAntigüedad, de su Poblaçión, de su Preeminençia, y de su Nobleça. Sea elprimero testigo de esta verdad la famossa, y sumptuosa Dedicaçión que Zalameahiço al Emperador Traxano el año quarto de su consulado, la qual Dedicaçión,Terma o Zenotafio, es una torre quadrada de Cantería de bollones a la antigua,sobre la qual están dos columnas grandes estriadas sobre que estaba una Lauda,y encima un troço de columna de dos varas en redondo, y una y media de alto,y ençima una urna quadrada de molduras, y en ella unas letras que deçían:

Haec est Caela mea. y su forma es como se sigue.

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La columnilla que está por bajo de la urna, que oi sirve de zepo en laIglesia Parroquial a las puertas que llaman del Prior, que sale al Norte, tiene laDedicaçión de esta obra de letra Romana y diçe assí, en la forma que está a labuelta.

Todo junto en Latín corriente sin abreviaturas, y fórmulas Romanas quecasi cada letra significa una dicçión, diçe assí: Imperatori Cesari Dive NerveTraxano, Augusto, Germanico Pontifici Maximo, Tribuno Potestatis QuatuorConsuli quatuor Municipium Iulipense dedicavit. Que conforme a esta quentahasta el Año pres. de 1726 â 1624 años que se dedicó a Traxano. De cuiapiedra se infiere, que en aquellos siglos Zalamea fue lugar de grande concur-so, pues, Municipium era lugar de jurisdiçión, que esto significa Muniçipio,como consta de todo el derecho común, y pues lo consiguió Zalamea, bien sepuede creer, que era de los mejores lugares de la Beturia en los Túrdulos.

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Haçe más manifiesta la Antigüedad que emos dicho de Zalamea unaPiedra antigua que está en el Lienço de la Barbacana a donde está el Aljive, enuna pared gruessa de cantería al fin de ella junto a la Torre del Omenaje, queen breves, aunque carcomidos caracteres, se lee assí en la fortaleza, y Castillode Zalamea.

En Latín claro: Millesius Ilipensis Annorum Triginta, et sex. Bello Punicoin acie obit. Y pues este soldado murió en la guerra Cartaginesa, que fue entiempo de Cornelio Sçipión, bien se colige que ia Zalamea estava fundada enlos tiempos que emos referido pues salió este hijo de Zalamea a pelear en estaguerra donde murió.

Así mismo en la puerta de la Iglesia maior de esta Villa a la parte quemira a la Plaza Maior, saliendo por la puerta de medio día a mano derecha, estáuna lossa inclusa en la pared de piedra arenisca ordinaria, pero muy lissa de laAntigüedad, en cuio quadrángulo de Letras Romanas, aunque con la injuriadel tiempo carcomidas, se ven unas letras semejantes a éstas.

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En Latín corriente, Publius Uicius Rufus Annorum Quinquaginta, hic

situs est, sit tibi terra Leuis. Y saliendo por la misma puerta a mano izquierda

está otra lossa con la misma Antigüedad, y diçe assí.

Manilia Lamie Filia

Annorum Septuaginta

hic sita es, sit tibi terra leuis.

y saliendo etc.

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En Latín claro Maura O´Vale Serua Annorum Duodecim, hic sita es, sit

tibi terra Leuis. Cornelius Valerius Mortuus Annorum Septuaginta, hic situs

es, sit tibi terra Leuis. Nigrina Sulpitia Annorum quinquaginta, hic sita es, sit

tibi terra Leuis. Más adelante en el mismo Lienzo que mira a la Plaza en el

Andamio de los Clérigos a las espaldas de la Capilla de Alonso de Montenegro,

familiar y notario del Santo offiçio, como una vara distante, está otra lossa de

la forma siguiente, con claras y exçelentes Letras Romanas. Como están a la

Buelta,-

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En Latín corriente. Parili Silvana filio. Annorum Unde Viginti. hic situs

es, sit tibi Terra Leuis.

La era de 1308 que haçen 1270 del naçimiento de Christo nuestro Señor

siendo Rey de Castilla el Rey Don Alfonso el Savio, que â 374 años que se

escrivió.

En casa de Juan Hidalgo Cavanillas clérigo Presvítero, está una piedra

que sirve de Pila de dos varas de largo de una pieza hueca en forma de sepul-

cro, o ataúd, y una lossa todo de cantería, que servía de tapa a la Pila, así

mismo de una pieza de tres quartas, y más de ancho, esta lossa, y pila Calafetada

con betún se halló en una heredad suia, junto a Zalamea, y descubriendo la

Pila, y quitando la lossa, se halló un cuerpo de un difunto sin que le faltase

cosa alguna y llegando a tocarle, se deshiço en polvo: esta [es] una de las

cossas mas de ver que ay en esta Villa no tenía rótulo, ni cosa digna de memo-

ria más de lo referido.

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El Año passado de 1626 viniendo un Labrador de esta Villa de la DehessaBoial, en el camino junto al corral del conçejo de ella, a donde están unaspizarras, descubrió el continuo hollar de las reses, y cabalgaduras, una hoyaen que con curiosidad mirando el Labrador sacó de ella una figura de un Ídolode una terçia de alto, que no tenía más del medio cuerpo, la qual yo tubemuchas veçes en la mano. Era de bronçe vaciado, tenía una Guirnalda de Rossaen la frente, y otra como vanda de raçimos que del hombro izquierdo bajabaatravesando el pecho hasta la çintura al lado derecho, cosa muy curiossa.

Hanse hallado en esta Villa muchas monedas Romanas en diversas par-tes de que Yo tengo algunas, y entre ellas una que se halló en esta Villa por elMes de otubre del Año passado de 1660. Y me la dio el Liçençiado DonChristóval Fernández de Henao Presvítero, en la forma de un Real de a quatro,que en el un reberso tiene un rostro con venda en la cabeza enlazada, y en elotro dos espigas encontradas, y en medio estas letras:

ILIPA.

Conforme se muestra en la plana siguiente.

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Alonso Hidalgo Cavanillas Familiar del Santo Offiçio, y hombre de losmás curiossos de esta Provincia, tenía tantas monedas, que no se podían nu-merar: este Hidalgo tiene una viña junto a la fuente bieja a las Riveras de unArroyo que passa por esta Villa, en la qual cabándola se han hallado muchasantigüedades de Mármoles, Ladrillos de diverssas formas, hechuras, que todoes indiçio, y testimonio de la antigüedad de Zalamea.

Cap. 4º. De cómo vino Zalamea a Poder de la Orden de Alcántara

Y de cómo â permanecido en ella.

Aviendo sido Zalamea poseyda de los Romanos con toda la demás partede España desde desde [sic] que la conquistó para aquella República PublioCornelio Sçipión hasta que la perdieron, y se la quitaron los Godos el Año417. Pero la verdad es que por los Años 412 siendo Emperadores de RomaHonorio, y Pontífice Summo Innoçiençio I. el Año VII. de su Pontificado,XIII. del Imperio del Arcadio, y primero de Honorio, y Theodosio Reyes deEspaña (Samot. An. Casio, temp. An. 411 Padillin. H. Eccle. Hi. Cent. 5. C. 7)conforme a la quenta de Samotheo. Y el Doctor Padilla, siguiendo a BaronioCasiodoro, e Niçeforo, y otros; entraron en España los Vándalos, Suevos, Ala-nos, y Silingos, y comenzaron con los Romanos una fiera guerra, que suseffectos, y miserables destrozos refieren muchos Autores, y en particular freyN. en su Historia de León. Los Suevos traían por su Rey a Hermenerico, losAlanos a Ataçe; los Vándalos, y Silingos a Gunderico. Començáronse LasGuerras en España unos por conquistar, y otros por resistir, ubo Pestilençias,Hambres, Muertes, Destrozos, Robos, Estupros, y Sediçiones infinitas;començáronse a perder los Ritos; mudáronse los Goviernos, las Leyes, lasCostumbres, los Nombres de las Provinzias, de las Ciudades, y de los mismoshombres el Ávito, y Traje, las Lenguas, y modos de hablar, la Religión, y todaslas otras cosas que se usaban en el comerçio, y conservaçión de las gentes.Destruiéronse unas ciudades, y erigiéronse otras. Conoçió España nuebos Se-ñores, nuebas Poblaçiones de Gentes, nuebas Leyes, nuebo gobierno, nuebascostumbres, todo nuebo, y lo que es más digno de sentimiento, perezieron losSavios, ofuscáronse las Letras, consumiéronse los Libros, perdiéronse las Es-crituras, con todo lo que nos podía dar notiçia de los suzessos de nuestrosantepassados. Pero viendo estas naçiones la impossivilidad de sustentarse porla común destruiçión de la tierra que no se labrava, ni daba fruto, por la Injuriade las Guerras, tomaron por acuerdo el sortear, y dividir las Provinçias, y asídiçe Orosio, y San Isidoro que a los Vándalos, y Suebos les tocó la Provinçiade Galiçia (Paul. Oroz 7 C 40. et Isid. In H. Vándalos.) que se estendía a toda

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Castilla la Bieja hasta la Lusitania. A los Alanos le tocó toda la Lusitania, conla Provinçia de Cartagena. A los Vándalos, y los Silingos tocó la ProvinçiaBética que començaba desde el Guadiana, a donde acababa la Lusitania, y asíforçosamente Zalamea vino a poder de los Vándalos con la demás parte deAndaluçía, o Bética; Y a los Romanos sólo les quedó en España, la Celtiveria,y la Carpentania.

En estos acçidentes andaban las cosas de España, quando Ataulfo ma-rido de Plaçidia, hermana de los Emperadores Arcadio y Honorio, hija delgran Theodosio, a persuasión de esta Señora dexó a Italia, y se vino a Franciadonde conquistó la Galia Narbonense, y aviéndola poseído algún tiempo, sepasó a España, y hiço su asiento en Barçelona. Éste fue el primero Rey Godoque entró en España con toda su gente por los Años de Christo 416 comocuenta San Isidoro (Isid. Ubi sª).

Çinco señores tenía España en este tiempo, Hermenerico Suevo; AtaçeAlano; Gunder Vándalo; Ataulfo Godo, y el Emperador Honorio Romano, Ylos conservó hasta el Año de 418. Que Uvalia Rey de los Godos dio guerra alos Alanos, Vándalos, y Silingos y les quitó la Provinçia Cartaginesa, yLusitania, con muerte de su Rey Ataçe, con que se a[cabó] el Reyno de losAlanos, quedando Uvalia por Señor de todo en nombre del General Constantinocuñado del Emperador Honorio. Después el Año de 430 salieron los Vándalosde España con su Rey Genserico para África, ora fuese por la raçón que daAmbrosio de Morales, ora como quiere Gregorio Turonense; o como escribecon muchas raçones, y causas Próspero Aquitanico (Moral. Lib.11. cap 22.Greg. Turon. L. 2. Hist. Vandalorum cap. 2. Prosp. Aquit in Chron. Anno 50).Quedando solos señores de España Hermenerico Suevo, y Theodoredo Godo,y Valentiniano Emperador, quedando por señores de la Provinçia Bethica, oVandalo Theodoredo, y con ella a Zalamea, que como êmos dicho era parte deaquella Provinçia, que posseían los Vándalos. Por los Años 440 suçedió Ro-mano Severo, como diçe Morales pero durole poco. Todos estos Reyes seconcluieron el Año de Christo 585 en el 17 Año del Reynado de Leovijildoque entró en Galiçia, y por fuerza de Armas, como quenta el Abad de Valclara,(Isid. in Hist. Vand) a quien sigue San Isidoro, quitó el Reyno a los Suevos, yprendió a su Rey Andeça con que quedaron los Godos por absolutos Señoresde España, menos algunos Lugares que posseían los Imperiales. Con este se-ñorío estubieron hasta los Años de 711 que entraron en España los ÁrabesMoros siendo Governador de África Muza Ibninacer, cuio Capitán fue TarifAbentarif. Los quales sujetaron a España, ganándola toda a los Godos en quemurió Rodrigo su último Rey, quedando sujetas todas las Provinçias de Espa-

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ña (menos Asturias, Vizcaia, y las Montañas) a los Moros, con que así mesmoquedó Zalamea en la mesma sujeçión; aquí perdió su nombre de Ilipa, y con-siguió el de Zalamea, guiados los Moros que la señorearon por las letras de laurna de la torre, que como emos dicho, diçen: esta es Cælamea, que no an-dando en lo místico de la letra, sólo eligieron lo literal.

Poseyeron a Zalamea los Moros hasta los Años de Christo nuestro Señorde 1240 en cuio Año siendo Maestre VI de Alcántara Don Periáñez, y Rey deCastilla Don Fernando III, llamado el Santo (ia canonizado) con sus cavalleros,y gente de la Orden ganada Córdova conquistaron todas las fortalezas de laSerena Zalamea, Benquerençia, Medellín, con que desde entonçes la posee elOrden de Alcántara; siendo no de los menores Pueblos que posseen sino de losmejores, y de los más fieles que â tenido, aunque procuren desluzirla lascircunvezinas villas.

Sustentose desde entonçes con título de Encomienda de Zalamea en laOrden hasta los Años de Christo de 1457 o poco más, o menos, que siendo 34Maestre de Alcántara Don Gómez de Cázeres, y Solís ubo las reboluçionesque refieren los Annales de Plasençia (Ann. Plas. Cap. 12. Hist. Or… Lib. 5.c)y la Historia de las Órdenes Militares. Quando por las contiendas del Maestre,y el Clavero ubo en esta Orden tan varios acçidentes, éste ganó la fuerça [sic,por fortaleza] y Villa de Zalamea, y se recogió en ella, y después se partió aAlcántara, y dexando en Zalamea a Gonzalo Raudona comendador de Larescon 1500 peones, y 200 de a cavallo, y no pudiendo ganar la fortaleza, y Con-vento de Alcántara se volvió a Zalamea. Segunda vez volvió el clavero aAlcántara con más gente, y savido por Don Gómez Maestre de Alcántara,juntó gente, y se vino a Zalamea, y començó a combatir la Villa, y fortaleza, ydespués de muchos, y largos combates, la vino a ganar, prendiendo al Comen-dador Gonzalo Raudona, y a un hijo suio, que se deçía Juan González deRaudona, a los quales entregó pressos a Diego de Cázeres que los llebó aBenquerençia a donde los metió en un Algibe, donde fueron después por dis-curso de Años hallados muertos, el Padre en braços del hijo, a los quales sacódel Algive Juan González Cavanillas, Hermano de frey Gerónimo de CavanillasComendador de N. el qual los traxo con muchas sumptuosidad a enterrar aesta Villa de Zalamea, donde agora están en una sepultura que está en LaIglesia, que es la treçe de la línea primera junto a las gradas, cuio título es deChristóval de Cavanillas el Biejo. Este fin tubieron los ComendadoresRaudonas; y después también lo tubieron las contiendas de los Maestres, y elClavero, con que quedó Zalamea sujeta a la Orden de Alcántara hasta oi Añode 1726 que se escribe esto.Œ

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La conquista de las fortalezas de la Serena Zalamea, Benquerençia,Magazela y Medellín, por Don Pedro Yáñez, VI. Maestre de Alcántara, entiempo del S. Fernando Rey de Castilla y León refiere Tamayo el menor enesta forma.

Viéndose poderosso el Rey S. Fernando de vassallos, con aquel sufervosso zelo de la honrra de Dios, y observançia de su fe católica (Tamai.Min. Lib. Mirac. S. Christi C. 4) dispuso las conquistas de Andaluzía, paraexpeler de aquellas fertilíssimas Provinçias, que tenían usurpadas por más tiem-po de 400 años los Moros Africanos, y para esto mandó juntar sus Realesexérçitos, convocando a todos los Ricos homes de sus Reynos, y a los valerossosMaestres de las Órdenes Militares, por que con sus tropas de a pie, y de acaballo le assistiesen en tanta expediçión. Con brevedad se juntó un poderossoexérçito, y dirigiendo sus designios a la Çiudad de Córdova, a quien hastaentonçes estubo sujeta nuestra antigua Villa de Zalamea, y la començó a ponersitio con grande esfuerço. En este tiempo no avía llegado el Maestre de laOrden de Alcántara, por averse detenido en infestar al Alcaide de Medellín,por ver si podía tomar aquella Villa de camino, y lo mismo a los AlcaidesMoros de Zalamea, Magazela, y Benquerençia, pero assegurado que si serindiesse Córdova, lo harían también ellos, passó Don Pedro Yáñez al Realexérçito a tiempo, que fue bien menester su socorro. Con él se dio poderossoassalto a los Moros y se introdujo incomportable fatiga a los Moros, quefinalemente rendidos de las continuas invasiones, ubieron de zeder al Santoinvençible Rey, que luego entró en la Çiudad, se apoderó de Los Alcázares,torres, y murallas, y haçiendo consagrar la Mezquita Maior, la dedicó alSoverano Patroçinio de María Santíssima Madre de Dios, y Señora nuestra,con que nuestra insigne Villa Zalamea quedó libre de la Jurisdiçión de Córdova,sin más señor que el Alcayde Moro que la governaba.

Don Pedro Yáñez Maestre de Alcántara, que tenía pactado con losAlcaydes Moros de la Serena, y Medellín que se le entregarían, si se rendíaCórdova, por no perder ocasión dio quenta a San Fernando de lo sucedido; ypidiendo lizençia para la expediçión, se la dio, y para lo que pudiesse suzeder,embió con él algunas tropas suias; Y aviendo conquistado por fuerça de Ar-mas a Benquerençia por no aver su Alcayde cumplido el trato, se volvieron lossoldados del Rey. De allí pasó el Maestre con sus tropas a Medellín, y hallan-do al Alcayde prevenido para no entregarse, después de varios encuentros,ganó la fortaleza y la villa.

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Aviendo conquistado el Maestre a Benquerençia, y Medellín, passó ala conquista de nuestra Villa de Zalamea, que era por su Antigüedad, yPoblaçión, la de más nombre, la más rica, y de maior Autoridad en el partidode la Serena. Y poniéndose a la vista de sus Muros requirió al Moro Alcayde,que tenía su famosso Castillo, se rindiesse a las Armas Vençedoras a el SantoRey de Castilla su señor, y a él en su nombre. Resistió el Alcaide, que pareçese llama Muley Abenrrax, y él aviendo hecho diversas protextaçiones, resol-vió dar assalto a las Murallas, que coronadas de Moros flecheros, procurabandefenderse, y offender a los del Maestre que entendida su resoluçión, y repa-rando en la mucha fortaleza de los Moros, que si no es por fuerça de Armas, nose avía de conseguir su pretensión, trató de tomar la Villa por combate. Yponiéndolo por execuçión, le dio tantos en tres días y noches que lo continuó,que aviendo desmantelado un lienzo de la muralla por la parte Oriental, entrópor esta brecha algunos peones de más valor, que zerrando con los moros loshiçieron retirar a la fortaleza, adonde se ampararon, dexando muchos muertos,heridos, y prisioneros. Saquearon los soldados la Villa, cogieron lo que pudie-ron, y se procuró conquistar la fortaleza, con todos los poltrechos [sic, porpertrechos], y máquinas que en aquel tiempo se usaban en semejantes assaltos,y éstos fueron con tanto tesón, y valor dispuestos, que dentro de veinte días,después que lo començaran a combatir, Muley Abenrrax alçó una vanderablanca en la torre del omenaje pidiendo seguro, que se le conçedió; y aviendotratado de la entrega de la fortaleza con ziertas condiçiones, que se le cumplie-ron, la entregó el Alcayde al Maestre, que luego la aplicó a su ínclita cavallería.Dentro del término que se conzedía al Alcaide, y a sus Moros para dexar librela Villa, salieron todos. El Maestre trató luego poblarla de christianos, y gentenoble, fundando en ella Encomienda de la Orden que oi vale de renta setentamil Reales; la qual dio a Don Gonzalo Ordóñez, que tenía título de comenda-dor del Puente de Alcántara, dejándole en esta Villa con gente de presidio parael reparo de sus muros, defensa de su fortaleza, y govierno de sus nuebosmoradores.

Todo lo referido consta de un Privilegio que este Maestre dio a estaVilla, que se guarda en su Archivo, escrito en pergamino que diçe así: En elnombre de Dios, Amén. Por que las cosas que los hombres façen, e ordenan,por traspasamiento de tiempo, son muchas vegadas olvidadas, el Savio conse-jo, e la Ley manda, que sean por trasimonia de escritura confirmadas e porende conoçida cosa sea, a quantos esta carta de Privilegio vieren, cómo YoDon Pedro Yáñez Maestre de Alcántara acatando a que Yo conquerí la Anti-gua Villa, que los Moros dicen Zalamea, en tres días con las mis huestes, e con

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los de mi Orden, en que ganaron mucha prez, e saquearon de lo que fallaron, epor que la Morisma de la Villa se avía [ido] a la fortaleça, que asaz es fuerte, ebueno acogido, la combatí por muchos días, e después de los veinte que así latenía en grande estrecheza Muley Abenrrax Alcaide de ella por el que se deçíaRey de Córdoba, de la torre del Omenax alçó Vandera de Paz, e pidió seguro,e me entregó la fortaleza, e Castillo, y los Moros se fueron, ende Yo la fiçepoblar de christianos, e gente de pro, e puse por Alcayde, e Comendador deella a frey Gonzalo Ordóñez, comendador de la Puente, que aún se halla en lamisma Villa, e fortaleza con algunos Freyres Cavalleros para la defensar. E Yoavía prometido a los nuevos Pobladores el mi Privilegio de Livertad por diezaños, para que non fuessen apremiados a pagar cosa alguna de pechos, niderechos, salvo diezmos a Dios; ni les demanden terrazgos, ni otros achaques,e por cumplimiento de el prometimiento de su fecho por la presente, etc. (Car-ta 14). Parece estar otorgado en Possadas de Abenfud en 30 de Abril era de1288 que fue Año de 1235.Œ

Cap. 5º. que en tiempo de los Godos hasta la pérdida de España tuboIglesia Cathedral La Villa de Zalamea, y Catálogo de sus Obispos.

Ninguno que tenga notiçia de nuestras Historias ignora, que en las divi-siones de los Obispados de España, ora se hiçiessen en tiempo de ConstantinoMagno, como affirman unos, y insinúa Julián Pérez; ora en la era del ReyUvamba de los Godos, como sienten, otros, y advierte Luitprando, entre lossufragáneos de la Metrópoli de Sevilla, se halla nombrado el Obispado deIlipa. Y porque algunos Escritores attribuien esta Silla a Peñaflor, y otros aNiebla guiados de fundamentos poco sólidos, verá el curiosso en el Martirolo-gio de España en el tomo 3, a 10 de Junio las razones congruentes, firmes, yverdaderas, y demostraçiones Matemáticas, cómo fue Zalamea quien gozó deSilla Episcopal, y quam engañados escribieron los que le quisieron quitar estahonra. Y supuesto que es çierto, que esta ilustre y antigua Villa tubo SillaEpiscopal se pondrá un catálogo de los Obispos que se tiene notiçia, y sehallaron en algunos Conçilios que se zelebraron en España.

Basilio Obispo Ilipense, que se halló en el concilio Toledano III en tiem-po del Rey Recaredo, Año de 590. Y se halló después en el Conçilio de Sevi-lla, Año de 591.Œ

Suçediole en el Obispado Ilipense, otro cathólico Varón llamado Iuan,que asistió a los Concilios Toledanos IV Año de 633, y en el VI Año de 638. Ypor Subdiácono, o Deán Clemente en el Concilio de Toledo 7º Año de 646.

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Siguiose en la Silla Episcopal Seruando, que se halló en el VIII ConcilioToledano, Año de 653.

Geta Obispo, pareçe averse hallado en los Conçilios Toledanos XII Añode 681. y en el XIII Año de 683 y en el XV Año de 688.

A Geta le suçedió Paulo, que se halló en el Conçilio XVI Toledano Añode 693. con que se dio fin a los Conçilios por la entrada de los Moros enEspaña con que todo lo arruynaron, y pervirtieron.

Este Paulo Obispo de esta Antigua Villa, conoçida la insolençia de losSarraçenos en compañía de muchos Obispos que venían huiendo de laAndaluçía, o Bética, y pasaron por nuestra Ilipa, iendo caminando por laLusitania, llegaron a un Pueblo que se llamaba Sarandula, oi Xarandilla en laVera de Plasençia, a donde estaba una Iglesia de San Salvador (Cap.1.es.2.n.27.fo.143), que oi se conserva, como refiere el erudito Tamayo en lavida de San Epitaçio en ella estando uno de los referidos Obispos zelebrandoel Santo Sacrifiçio de la Missa, y los demás officiándole, fueron sitiados de losMoros, que los seguían, y la maior parte de ellos martirizados aviendo primeroel zelebrante arrojado la Hostia consagrada en un pozo, por que no llegasse alas manos sacrílegas de aquellos infieles; y passado aquel cruel destrozo, al-gunos Presvíteros que se avían escondido en aquellas sierras, vajaron, y sa-cando la Sagrada Hostia del Pozo sin averse humedeçido, la colocaron enparte deçente; y dieron sepultura a Nuestro Santo Obispo Paulo y a los demáscompañeros, que todos gozaron de la Palma del Martirio.

Cap. 6º. de los Santos Mártires Naturales de esta Villa de Zalamea, y delos que padeçieron Martirio en el término de su Juridiçión.

Los Santos Mártires Lope y Aurelia su muger, naturales de Ilipa, que asíse llamó Zalamea, dexando su Patria, passaron a Italia, en seguimiento de losApóstoles San Pedro y San Pablo, de los quales en España avían sido bautiza-dos, y instruidos, quando vinieron a predicar en ella. Entraron en Roma losSantos casados, y estubieron en el servicio, y compañía de los Santos Apósto-les, hasta que el cruel Nerón los hiço martiriçar, a cuia preçiossa muerteassistieron en aquella Santa Çiudad. Y viendo que Nerón mandó publicar edictoscontra todos los christianos, nuestros santos amedrentados de las amenaças yrigores de los Ministros, determinaron dexar a Italia, y volber a Ilipa su Patriadonde estubieron algún tiempo. Después pasaron a Córdoba Cabeça de suCiudad, y de la Provinçia de los Túrdulos. Y aviéndose en ella publicado losedictos de Nerón contra los christianos, luego nuestros Santos fueron por tales

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conoçidos, y presos por los Ministros del Prefecto, y llebados a su presençia,viendo que no querían apartarse de la Religión Cathólica, ni condesçender enel culto de los Ídolos, fueron mandados prender, y atormentar con varios géne-ros de tormentos, y perserverando constantes en la adoraçión de Jesu Christo,nuestro Redentor, y detestando del culto de los falsos Dioses de los Gentiles,últimamente mereçieron la Corona del martirio, offreçiendo sus Almas a suCriador, y triunfantes entraron en la Gerusalén Çelestial a catorçe de Otubre,el Año de 70 de nuestra saluador. Sus sagrados cuerpos recogieron los fielesde Córdoba, y los colocaron honoríficamente en lugares honestos, a dondeestubieron ocultos por muchos años, hasta que estubo con quietud la Iglesia,en cuio tiempo descubiertas sus venerables reliquias, la devoçión de los Cor-dobeses les señaló más eminente lugar, a donde fueron venerados hasta lapérdida de España por los Sarraçenos. Esta vida, y Martirio de nuestros SantosIlipenses, Mártires en Córdoba se deduçe de una Epigrama de CiprianoArçipreste de Córdoba, A sequitur.

Corduba Lupe, tuos veneratur provida sanctosArtus, et Aurelie coniugis ultro simul.

Insidias fugiens fallacis uterque Neronis,Italiam Liquens, queris in urbe Lares

Ilipa vos capit alumnos Beturia, sed postCorduba vos felix martirioque rapit.

Quelibet urbs simul ex hinc computabitur ingensIlla prout cuna, ista prout tumulus.

Que en nuestro vulgar quieren deçir estos versos: Córdoba, o Lope, ve-nera próvida sus sagrados guessos, y juntamente con gusto los de Aurelia tuconsorte. El uno, y el otro huiendo las assechanças de Nerón, dejasteis a Italia,y buscasteis en vuestra Çiudad vuestros antiguos Hogares. Ilipa de la Beturia,os reconoçe por hijos, y os adora por naturales. Pero después Córdoba feliz, osreduçe por suios por el martirio que recebisteis en ella. Una, y otra Çiudadjuntamente de aquí adelante se puede llamar grande. Aquélla como cuna devuestro naçimiento, y ésta como túmulo de vuestra sagradas reliquias. Conmás extensión lo podrá ver el curiosso en todo el Martirologio de España, adonde se zitan los Autores que hablan de nuestros santos.-

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- Vida, y Martirio de San Uvalabonso Mártir en Córdoba, y natural de laVilla de Zalamea de la Serena.

San Uvalabonso Mártir en Córdoba fue natural de esta Ilustre, y AntiguaVilla de Zalamea. Su Padre era noble por su prosapia, por traerla de los Godos,pero más Ilustre por su Religión, siendo como era, cathólico; su Madre fueMora, y a poco tiempo se convirtió a nuestra Santa Fe, y procreó a nuestroSanto Mártir, y a la constante María su hermana, que después con Santa Floramereçió la Corona del Martirio. Ofreçiéronsele negoçios graves al Padre denuestros santos en Córdoba como cabeza de la jurisdiçión de su original çiudad,y llebando consigo a su querida consorte, y amados hijos, vino a Córdoba. Enella asistieron algún tiempo con no pocas incomodidades, y viendo el CathólicoPadre, que era impossible vivir en la Corte, sin conoçidos riesgos de su noble-za, y sin notorios empachos de su pundonor, se resolvió a dejarlo, y paró en unlugar llamado Froniano, distante quatro leguas de Córdoba, o tres, como diçenotros, puesto a la parte Ocçidental de la Sierra. Aquí descansó con su christianafamilia algunos años, y aviendo llegado el fin de la vida de su consorte, dio aDios su espíritu firme, y constante en la Fe, que avía reçibido. Con esto elviudo cathólico volbió a Córdoba, no para habitar en ella, sino para acomodara sus dos hijos en parte, a donde prosiguiendo el camino de las virtudes en queestaban dotrinados desde su niñez, mereçiesen el premio de ellas en la Patriaçelestial. A nuestro Uvalabonso encomendó al Abad Fruigelo que lo era delMonasterio de San Féliz, para que aviéndole enseñado las letras sagradas sir-viese en la Iglesia los ministerios, que su doctrina, estudios, y virtudesmereçiesen. Aquí Uvalabonso en compañía de Pedro natural de Ézija, dieronprinçipio al estudio de las Artes Liberales, debajo de la disçiplina de su SantoAbad, a cuios alientos grangearon de doctrina, y virtud tanto caudal, y creçesen la inteligençia de la Sagrada Escritura que aviendo ia reçibido el Ábito denuestro gran Patriarca San Benito, se les fio la Administraçión y gobierno delfamosso, y zélebre Monasterio, por la Santidad de sus Religiossas de nuestraSeñora de Cutedara, puesto a la parte Ocçidental de la Çiudad de Córdoba.Asistieron en algunos años, Pedro ordenado ia de Presvítero, y Uvalabonso deDiácono, y dieron con sus ocupaçiones, y admirables acçiones tal exemplo asus contemporáneos, que todos embidiaban su grande Virtud. En este tiempoel cathólico Padre de Uvalabonso, fue delatado ante el Juez del Rey de Córdo-ba sobre puntos de la Fe, que no expresa San Eulogio y traído de Fronianodonde moraba, y fue puesto en la cárçel por los Moros Ministros Reales, hastaque pareçiesse en el tribunal del Juez, que conoçía de su causa. Llegó la oca-sión y el santo biejo, intrépidamente confessó ser cathólico christiano, y queprotestaba morir por la Fe de su señor Jesu Christo salvador, y Redentor del

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Linaje humano; con que el Juez vista su valerossa confesión, y constançia enella, le mandó soltar, y quedó con el glorioso título de Confessor, y buelto a suAldea, dentro de pocos días, trocó esta ansiosa y penossa Vida, por la Celes-tial, y eterna.

En la quietud de su Monasterio asistían los dos Santos Mártires Pedro, yUvalabonso quando tubieron notiçia del valerosso esfuerzo de los gloriossosMártires Isac, y Sancho, que sin temor de la muerte, avían ofreçido sus vidasal Señor con la eficaçia, y entereça de sus confessiones, con que inspirados delDivino espíritu, y alentados por el premio eterno se resolvieron a venir a laçiudad, y hacer gloriosa demostraçión de su creençia, y singular professión desu Fe: convenidos pues los Santos compañeros ofreçieron en profunda oraçiónal Prínçipe de los Mártires Christo la oblaçión de sus cuerpos, y Ánimas, paraque se sirviese de darles el espíritu fervosso, y el auxilio eficaz que en aquellanze neçesitaba. Con esto bajaron a la Çiudad a tiempo que llegaron a ella losSantos Saviniano natural de la Aldea referida de Froniano, y Uvistremundo deÉzija, Monges del Monasterio de San Zoil, puesto en la sierra de Córdoba alsetentrión. Hebençio de la misma Çiudad, Monge del Monasterio de sanChristóval, sito en frente de la misma Çiudad al medio día, de aquella parte delPuente; y Heremías Fundador del Monasterio Tabanense, que es el mismo deSan Christóval, y reconoçiéndose todos seis, y los intentos que traían, se ani-maron a la pelea, y se confortaron para el convate, y juntos caminaron a dondeestaba el juez, y a una voz dijeron: Nosotros, o juez, somos también de lamisma opinión, y sentimos lo mismo que nuestros Hermanos Isac, y Sancho aquien quitaste la Vida. Executa pues en los presentes la Sentençia que en lospassados, y si más quisieres acrezienta rigores, y multiplica tormentos envengança de tu Profeta falso; porque así como confessamos a Christo por Ver-dadero Dios, tenemos por çierto, que Mahoma fue el mensagero, y precursordel Ante Christo, que con embustes se hiço Legislador de mentiras, sólo nosduele vuestra ignorançia, y nos lastima vuestro herror.

Exasperose el juez con la resoluçión, y ençendiose en cólera con laspalabras, y sin dar lugar a maiores dilaçiones, los mandó al punto degollar.Cogiéronlos los Ministros para llebarlos al lugar del Martirio, y iban tangozossos, y alegres de ver cumplidos sus desseos, que no era nezesario, quelos verdugos los impeliessen; tan dulçe, y suave es la muerte del Justo, que sualegría en ella, no es por desvaneçer el temor, sino para entretener las ansiasde que llegue. Puestos pues los gloriossos santos en el lugar del supliçio,executaron en ellos la sentençia los Ministros, y fue degollado San PedroPresvítero, y luego nuestro gloriosíssimo Diácono Uvalabonso, y después los

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quatro compañeros. Sus santos cuerpos puestos en seis palos, aumentaron elnúmero de los santos antezedentes. Últimamente los mandaron quemar a to-dos, y esparçir sus preçiossas zenizas por el Río, porque pensaron los ignoran-tes Agarenos que no quedara memoria de ellos. Suçedió a siete de Junio delreferido Año de ochozientos, y zinquenta y uno. Haçen memoria de ellos to-dos los Martirologios así Antiguos como modernos, con el Romano, y tienenoffiçio en la Santa Iglesia de Córdova, Sevilla, y otras; y en nuestra Prioral conoffiçio doble, por mandado del Señor Don Martín de Aponte, y Zúñiga delÁbito de Alcántara, Prior de esta Villa, nuestro glorioso San Uvalabonso, comonatural de esta insigne Villa de Zalamea de la Serena.Œ

Vida de Santa María Virgen y Mártir en Córdoba, natural de Zalamea yReligiosa de la Orden de San Benito

María fue hermana Legítima de Padre, y Madre de San Uvalabonso, yambos naturales, naçidos en la Antiquísima Çiudad de Ilipa (que oi es Zalamea)Muniçipio Romano, en la Beturia de los Túrdulos, como queda dicho; susPadres, por motivos que tubieron, se retiraron de Córdova a una Aldea en LaSierra Ocçidental llamada Froniano, tres leguas de la Çiudad, y en ella hiçieronsu assiento, acomodándose a los exerçiçios más ajustados a su Religión, a suNobleza, y a su neçesidad. Pocos años vivió en ella la honesta Madre de SantaMaría, y de San Uvalabonso, pues con brevedad pasó de esta vida a la eterna,dexando en harta soledad a su Santa Familia, que tubo de consuelo la grandeesperanza de su salvaçión, y el quedar nuestra Donçella, y virtuosa María quepodía suplir las faltas de su difunta Madre, por ser la maior de edad, y conalientos, y capaçidad para ello. El Padre que tenía diferentes intentos, y quetodo su designio se dirigía cómo pondría en honrrosso estado a sus hijos, re-solvió llebarlos a Córdoba y en ella acomodarlos en partes seguras, libres delos riesgos del Mundo, y en éstos de los peligros del tiempo. Con esto entregóa Uvalabonso al santo Abad Fruigelio, que lo era del Monasterio de San Félix,del Orden del gran Patriarca San Benito. A María entró Religiossa en el Mo-nasterio de nuestra Señora de Cutedara, lugar çerca de Córdova, y de Froniano,en compañía de la santa Matrona Artemia, Madre de los Santos Mártires Adulfo,y Juan, que entonçes era Abadesa de aquel zélebre Monasterio. Criáronse losdos hermanos cada uno en su estado, en temor, y Amor de Dios, adelantándoseigualmente en toda virtud, y santidad de vida. Creçió María en profunda hu-mildad, en senzilleza de obediençia, en gran pureza de cuerpo, y singularesdones del Alma. Queríanse mucho los dos Santos Hermanos, no tanto por lavecindad de la sangre, quanto por la semejança de las costumbres. En este

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estado estaban las cossas, quando fue traído su cathólico Padre a la presençiadel Juez Moro, por delaçión de sus Ministros, de cuia presençia salió contítulo de constante Confessor, y volviendo a su Aldea, lleno de años, y virtu-des, murió, reçibida la Penitençia en el Señor. Sus dos hijos santos le hiçieronlas debidas exequias con la terneza que de tan santos espíritus se esperaba. Apoco tiempo después passó nuestro Uvalabonso coronado del Martirio a Reynarcon Christo como referimos en su vida. Sintió su santa Hermana María nota-ble soledad con su muerte, y aunque el aver sido tan dichossa le consolaba,dolíase como muger aver perdido su único alivio; compadeçiose el Señor delas congojas internas de su siervo y para remediarlas, y reprimirlas, permitióque Uvalabonso en sueños apareçiesse a una Religiossa del Monasterio, y ledixesse: Que amonestase a su Hermana María, no llorase ni hiçiesse extremosde sentimiento por su ausençia, porque brevemente se verían juntos, y goza-rían de aquella immensa Gloria que el posseía eternamente. A tan çelestialaviso, y a tan divina amonestaçión, se trocó el coraçón de nuestra Religiossade suerte, que instantáneamente desalojó de su coraçón, la mal introduçidatristeza, tomando en él debida possessión la alegría, y lo que antes eran llan-tos, se convirtieron en gozos, de forma, que la que el día antes lamentabaacaso con impaçiençia la muerte del Hermano, ia oi no podía contener lasansias de padeçerla, y seguirle. Con este favor, y no sin particular impulso delçielo, se determinó un día a dejar el Monasterio, y salir a buscar por la muertetemporal, la Gloria eterna, que le prometía su santo Hermano, para gozarsecon él en la presençia de su esposso. Executolo con secreto, y púsolo por obracon valor, y bajando a la Çiudad, entró en la Iglesia del gloriosso Mártir SanAçisclo, para encomendar a Dios y al Santo sus fervorossos propósitos. Hallóen ella a Flora Donzella Christiana. La flor de aquel siglo en hermosura derostro, y en gentileza de talle, y en pureza, y en virtudes del Alma, un Paraísoagradable, no sólo a Dios, y a sus Ángeles, sino también a los hombres. EraFlora hija de un noble Moro natural de Sevilla, y de Madre Christiana de noblesangre, natural de Ausincanos, Aldea distante dos leguas de Córdoba a la partedel Oriente. Tenía un Hermano Moro, que por Christiana la perseguía, y laavía delatado ante el Juez, y ella avía huido, y a esta sazón avía buelto a Cór-doba con ánimo de presentarse, y entregar la garganta al cuchillo por defensade la fe Cathólica, y con este intento avía entrado en la referida Iglesia, quandollegó así mismo nuestra Religiossa María, que conoziéndose, se saludaron conparticular gusto de sus Almas. Comunicaron después la una a la otra sus desig-nios, y alentados sus espíritus, se unieron de nuevo en más estrecho lazo deAmor, y vínculo de más estrecha caridad. Con ello les creçió el Ánimo para laempresa, y las fuerças para el conflicto. No se detubieron un punto después de

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la resoluçión, porque no sabe dar treguas el affecto, ni tiene intermissiones laVoluntad. Caminan a casa del Juez y estando en su presençia, Flora que començóprimero, hizo relaçión de todos sus passados suçessos, y concluió: sin miedode lo passado, y sin temor de lo presente, me presento, o Juez, ante ti, y con lamisma resoluçión que entonçes confiesso a Jesu Christo por verdadero Dios,y protexto, que vuestro maldito Profeta Mahoma, fue un adúltero, engañador,y Hechizero. Prosiguió nuestra Donzella, y Religiossa María con vehementeespíritu: y yo, que soi Hermana de uno de aquellos insignes varones, a quienpocos meses â quitaste la vida por la misma causa, con el mismo zelo, y firme-za que él, y mi compañera confiesso a Jesu Christo por verdadero Dios, yabomino de tu falso Profeta, que fue mentirosso, y pérfido traidor. A estas dostan constantes confessiones daba vozes el Juez loco de corage, y despidiendofuego por los ojos, con semblante sañudo solicitó amedrentarlas, que no sólolas avía de quitar la vida, sino los preçiossos quilates de la Honra, puniéndolasen la casa pública de las Rameras, y daría livertad a la torpeza vulgar para queultrajasen su honestidad. Llebáronlas los Ministros a la cárzel, y estando enella fueron visitadas de diferentes personas, que procuraron reduçirlas a laseta Mahometana, y apartarlas de la fe de su divino esposso, pero asistíales sudulçe, y suave auxilio, y la cathólica Doctrina de San Eulogio, con la qual sedesvanezieron las affectadas, y sofísticas, presunçiones de los Agarenos, es-cribiéndoles el santo Presvítero, que a la sazón estaba preso, un documento, oexortaçión al Martirio, que entero se halla en sus obras, y yo sólo pondré aquílo preçiso para el sentido de esta historia:

No os ablanden siervas de Dios los alagos del Mundo tan vanos ellos,como el mentirosso. Poco save el que os lisongea con la dulçura de esta vida.El horror de la cárçel no debe affligir a los que por ella esperan pasar a laVerdadera Livertad. Si os pusieren en compañía de mugeres infames, sabedque como Rossas entre espinas, así pareçerán las Espossas de Christo entre lasdemás, porque no pueden manchar las tinieblas a la luz, ni las nubes al sol.Diçen que os pondrán en lugar público, para que con ossadía os deshonrren ycon temeridad os offendan, no puede ser, porque caso que el atrevimientofuesse tan sin rienda, y la desvergüenza tan sin freno, que intentase desacatosa vuestra entereza, y arrojos a vuestra honestidad, estad ziertas que a ésta no lamenoscaba la violençia, ni la marchita la fuerça, sino la voluntad, no el senti-miento del cuerpo, sino el consentimiento del Alma. Lo que puedo assegurarosen fe de palabra de vuestro Esposso, que no dará lugar a semejante destrozo,ni permitirá en su honrra quiebra. Seguid pues (o dichossas Vírgenes) al cor-dero immaculado, no perdáis la Palma que os previene, ni la corona que os

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soliçita. Escuchad las alegres voçes con que el çielo os combida, y las festivasaclamaçiones con que os llaman las que os preçedieron en el triunfo.

Al encuentro salen innumerables coros de Donzellas, que os exortandiçiendo: Venid Santas Hermanas, subid al tálamo de vuestro Esposso. Prestotendrá fin la tribulaçión, y tendrá prinçipio Vuestra Gloria que durará parasiempre sin fin.

Con esto cobraron tal esfuerço las Santas Donzellas, y se revistieron detal valor, que pusieron candados a los encantos de aquellas engañossas syrenas,que con pretexto de compasión las avían procurado desasosegar; con quedespreçiados sus fatales consejos, siguiendo el del Santo Presvítero, se auna-ron tanto en el Amor divino, que sólo la ansia de padeçer las alentaba y eldesseo del Martirio las contenía. Éste se llegó con brevedad, porque aviendosido traídas diversas veçes a la presençia del Juez, todas confesaron unánimesa Christo por Dios verdadero, y a Mahoma por falso Profeta, y instrumento deSatanás. Irritado el Juez, las mandó volver a la prissión, y fulminó contra ellassentençia de muerte.

Sacáronlas al suplicio los Ministros a la Plaza, que estaba en frente delPalaçio Real, y puestas en ella, se santiguaron con grande entereza, y alargan-do cada qual el hermosso cuello, reçibieron en él el golpe de cuchillo, perdie-ron las cabezas, y los cuerpos caieron en el suelo, a donde aquel día quedaronpara manjar de los perros. El siguiente los arrojaron en el Río, de a donde loschristianos sacaron el de nuestra Santa María, y lo sepultaron en su Monaste-rio de Cutedara, sin averse savido jamás del de Santa Flora. Las cabezas secolocaron en la Iglesia de San Açisclo, de donde avían salido ambas juntaspara el Martirio. Avían offreçido (antes de salir al horrendo supliçio, y formi-dable espectáculo) a otras siervas de Dios que quedaban en la cárzel, que enviéndose en la presençia de su divino esposso, le avían de suplicar, librase alSanto Presvítero Eulogio, y a los demás christianos presos por la fe, de aque-llas prisiones, y lo cumplieron puntualmente porque çinco días después de sumartirio, consiguieron todos la livertad deseada por interçessión de lasgloriosíssimas Vírgenes y Mártires, como advierte San Eulogio. Fue su gloriossotránsito a veinte y quatro de Nobiembre Año de Ochozientos, y zinquenta yuno, en cuio día la ponen todos los Martirologios con el Romano (Nob. 24Año 851). Su fiesta zelebran las Santas Iglesias de Córdoba, y Sevilla, y otras;y de nuestra Santa María Virgen, y Mártir con offiçio doble nuestra insigneVilla de Zalamea, como natural de ella, por mandado del Señor Don frey Mar-tín de Aponte y Zúñiga del Ábito de Alcántara, Prior que fue deste Priorato.

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Véase el Martirologio de España que escribió el erudito Lizenciado DonJuan Tamayo Salazar en los días de estos santos a donde hallará el curiosso lascomprobaçiones, y fundamentos de lo referido.

Vida, y Martirio de los Santos Aquila, y Prisçila, que padeçieron en Arsa,oy Argallén, término de Zalamea.

Aquila, y Prisçila, Marido, y Muger en Christo, Naturales de Ponto, uno,y otro iaçen en este túmu[lo] gozaron las Coronas de Mártires siguiendo lasórdenes de San Pablo, a cuio exemplo corrieron los climas del Orbe; y entreellas la de España, y parando en Gibraltar, escogieron muchos que offreçierona Christo en aquella çiudad, y pasando a la de Arsa (oy Argallén) convirtierona la fe a muchos de sus çiudadanos. Aquí su feliz suerte les dio la Palma deMártires, y a Arsa le conzedió la grandeza de ser Madre de tan grandes santos,con que está obligada a buscarlos, y a venerarlos devota[mente]. Quien quisierever toda la erudiçión Eclesiástica, y Geográfica de nuestros Santos, vea elMartirologio de España a donde hallará los Autores, y comprobaçiones detodo lo referido.

El señor Don Martín de Aponte, y Zúñiga del Hábito de Alcántara Prior,y Juez Eclesiástico ordinario, con Jurisdiçión Quasi Episcopal del Priorato deesta Villa de Zalamea, y Capellán de honor de su Magestad en virtud de laBula de Gregorio XIII declaró por Santos Naturales por el naçimiento espiri-tual del Martirio en la Çiudad de Arsa, sita en su territorio, término, y Jurisdiçión,a los Santos Aquila, y Prisçila su consorte, el Año de mil seiszientos, y sesenta,mandando rezar de ellos con offiçio de Doble maior, según las reglas del Bre-viario Romano. Y les dedicó Altar en la Iglesia del Hospital Real del SantoChristo de esta Villa, a donde se veneran sus retratos con toda veneraçión, yculto.Œ

Capítulo 7º. de los Insignes, e Ilustres Varones en Virtud y Letras que âprocreado Zalamea en todos tiempos.-

Sea el primero por más antiguo, el Insigne, y zélebre Maestro Antoniode Lebrija honra de nuestra España, por aver dado, no sólo en ella, sino en lasProvinçias más remotas luz a la Lengua Latina, y a las buenas Letras; su casase mantiene al presente (año de 1726) a las espaldas de la fortaleza a la partede Levante, a donde diçen el postigo; tiene la Portada de cantería con canes, yarco de lo mismo, y enzima de ella una ventana de molduras de buena obra,

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débese estimar con estremo, por aver vivido en ella tan insigne Varón: compu-so en ella el Arte de Grammática, el Bocabulario, que dedicó a Don Juan deZúñiga último Maestre de Alcántara; compuso aquí también otros muchos li-bros y en particular el erudito commento al Iano de Pedro Mártir de Angleríaexçelente Poeta Latino, cuias obras dio a Luz Antonio de Lebrija.Œ

El segundo, sin segundo meistis plusq. multis para primero, el Ilustríssimoy Exçelentíssimo Señor Don Diego de Arçe, y Reynosso, que fue colegial enel Colegio maior de Quenca en Salamanca, y en su Universidad fue Cathedráticode Prima de Leyes; Oidor de la Real Chanzillería de Granada; Regente de laReal Audiençia de Sevilla; del Consejo Real de Castilla, a donde porque seopuso con entereza, Justiçia, y valor, defendiendo no se echase el tributo quese quería echar al pan cozido, y por quitarlo de aquel puesto le combidaroncon el Obispado de Tuy en Galiçia, que azetó por huir el peligro de los émulospoderossos; De allí vino serlo a la Çiudad de Ávila, y de esta Iglesia pasó a serPrelado a la de Plasençia, a donde su Magestad el gran Felipe Quarto le hizonombramiento de Inquissidor G[eneral] que gozó muchos años, sirviendo enla Corte este offiçio, y finalmente lo hiço de su consejo de Es[tado] su virtuosavida, heroicas costumbres, y gloriosso tránsito, escribió con grande erudiçión,Discreçión y Legalidad, y se imprimió año de 1695 para exemplo de Prelados,y dechado de Juezes, Don Juan Manuel Giraldo Secretario del Santo Offiçiode la Inquisiçión de Toledo, y Regidor de la misma Çiudad en Vanco deCavalleros. Su venerable cadáver está en el Colegio que fundó en esta V[illa]de Religiossos Descalzos de la Santíssima Trinidad Redençión de Cautivos.El día que se trasladó a la Iglesia nueba (que fue 30 de setiembre de 1721) fuetal el concurso de los lugares, qual no se â visto en Za[lamea] todos con ansiapiadossa de ver el venerable cadáver, que después de 56 años, dos meses y 12días se conserbaba incorrupto, unido, y entero, y al abrir la caja donde está consus vestiduras Pon[tificales], que se conserban como quando se le pusieron,todos los que se hallaron presentes perçi[bieron] un olor tan suave, y soverano,que más que olor de la tierra, pareçía fragançia del çie[lo] siendo así, quemurió de Tabardillo, y no fue enbalsamado; con grandíssima dificultad le sa-caron de la Sala Capitular para llebarlo a la Iglesia nueba, porque era tanto elgentío que se podía romper, porque estaban tan apretados, que fue milagro nose aogasen muchas personas: en la capilla maior estaba puesto palenque paralas comunidades, y sólo entraron los que pudieron. En medio dél estaba preve-nido un túmulo bastantemente alto, y adornado, cubierto con un pabellón deFelpa morada obscura, con las Armas de su nobleza garbosamente bordadas,çercado de zirios, belas, y en él se puso la caja con el venerable cadáver descu-

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bierto, algo lebantada la cabeza con su mitra, de suerte que todos le veían.Zelebró este día la Missa el Ilustríssimo Señor frey Don Andrés Hidalgo deArmengol, del Ábito de Alcántara, Cathedrático de vísperas de Cánones de laUniversidad de Salamanca, Digníssimo Prior de Magazela, y su Partido; Ilus-tra el Púlpito el muy Redentor. P. fr. Juan de San Calixto digníssimo Provincialque era de la Prov[incia] de la Transfiguraçión de dicho Orden de Descalzosde la Santíssima Trinidad Redençión de Cautivos con tanta graçia, energía, ysentimiento que enterneçió los corazones, y admiró a los oientes con la sutile-za, y erudiçión con que ponderó las relebantes prendas, y heroicas virtudes delVenerable Objeto de su Panegírico que se imprimió: muchos de los eruditosdieron a entender non erat similis ei in terra. Acabada la funçión funeral, secolocó la caja con el venerable cadáver, zerrada con sus llabes, en un Arco queestá debajo del Altar Maior del nuevo templo de nuestro Convento y todos sefueron alabando al Señor, quam maravillosso es en su[s] santos.Œ

Al Señor Don Fernando de Arçe, y Dávila cavallero del Orden deAlcántara, colegial del Colegio Maior de Quenca en Salamanca; Alcalde delos Hijosdalgo en la Chanzillería de Granada, y oidor, fiscal del consejo delÓrdenes, y su oidor en él, y en el Real de Castilla, Comendador de Belvís, yNabarra, y Alcaide del Bodonal, sobrino de su Excelentíssima y segundo Pa-trono del colegio de Descalzos de la Santíssima Trinidad Redençión de Cauti-vos.Œ

A Don Alonso de Arébalo Montenegro del Ábito de Calatrava, inquisi-dor de Llerena, de Murçia, y Quenca, Visitador General del Reyno de Nava-rra, y de su virtud, y Letras se esperaba le ocuparía su Magestad en puestoscondignos a sus muchos méritos.

A Don Diego de Morales Portocarrero, del Ábito de Alcántara, Prior desu Real Convento, Capellán de Honor de su Magestad, Prior, y Juez Eclesiás-tico de esta Villa, y su partido.

Al Ilustríssimo Señor, el Señor Don Pedro Bernardino de Nogales Dávila,del Ábito de Alcántara, Inquisidor de la Suprema, y Dignísimo Obispo de laPuebla de los Ángeles en Indias, Fundador, y Patrono de la Capilla primeradel Lado del Evangelio de la Iglesia del Colegio de Descalzos de la SantÍssimaTrinidad de esta villa para cuia fábrica embió 500 Ducados, y 200 pessos parauna reja de Hierro, y 488 Reales para acabar dicha Iglesia; y 28 Reales paraCapital de una Memoria perpetua de dos Missas cantadas, con vigilia antes, yresponso después.Œ

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Al Señor Don Juan de Morales, Arçe y Reynosso, cavallero del Ábito deAlcántara, Familiar del Santo Offiçio de la Inquisiçión de Llerena, Abogado, yProcurador Síndico de esta dicha Villa; Primero Conde de la Torre de Arçe,Patrono 3º de dicho Colegio, y sobrino de dicho Excelentíssimo Señor Inqui-sidor General.Œ

En las Religiones â âvido, y ai admirables sujetos, así en cáthedras, comoen Púlpitos, y entre otros muchos el R.P. fr. Juan Ximénez calificador de elSanto Offiçio de Llerena, y Prov[incial] que fue de la Prov.ª de San Miguel dela Observançia del Serafín Françisco. El R.P. fr. Diego de Orellana, LectorJubilado, y Custodio de dicha Provinçia en quien resplandezieron las Letras, yla Virtud. El R.P.fr. Mathías Muñoz, Lector Jubilado, en quien floreçió la sabi-duría de la Cáthedra, como la erudiçión del Púlpito, y otros muchos que anregentado cáthedras, y ocupado Púlpitos.Œ

Sea corona de esta dicha Villa el erudito Lizençiado Don Juan de TamayoSalazar, pues tiene lleno el orbe con sus grandes Letras, y con sus escritosadmirada la Europa; el que fue causa de la nueba gloria acçidental que gozaninnumerables Santos en el çielo, pues descubrió sus nombres que se iban ane-gando en el prozelosso mar del olvido, describió sus vidas, y Martirios, que laançiana Antigüedad escondía en ocultos Archivos, y dio a Luz sus virtudesheroicas para espejo, exemplo, y admiraçión de todos, por quien cadaIlustríssimo Prelado en su Dióçesi haçe zelebrar los Santos de ella, en honrra,y gloria de Dios, y de la Iglesia Cathólica, porque mereçe se ponga el catálogode sus escritos, para memoria, y crédito de hombre tan Docto, y erudito.Œ

Una cronología en que ajustó, que desde el tiempo de los Apóstoles,hasta el nuestro se a zelebrado fiesta de la concepçión immaculada de MaríaSantíssima, que imprimió en Madrid, Año de 1646.Œ

Los triunfos de las Armas Cathólicas conseguidos por el favor, yassistençia de María Santíssima en dos tomos impressos en Madrid, Año de1648.Œ

Las Notas Latinas al Poema de Aulo Halo Poeta Françés, que en versoheroico escribió la venida a España de Santiago Apóstol, la predicaçión de lafe en ella y la fundaçión de la Iglesia del Pilar de Zaragoza impresso en Ma-drid, Año de 1648.Œ

El Martirologio de los Santos de España en seis tomos Latinos, impressosen León de Françia.Œ Las Disertaçiones de Santa Orosia Aragonessa, queaquel Reyno hizo imprimir en Zaragoza.Œ Dexó para imprimir las notas Mag-nas al cronicón de Julián Pérez Arçipreste de Santa Justa en Toledo, que por

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falta de Mezenas, no se i[zo] impreso, lástima grande, digna de lágrimas.ŒDexó comenzada la Historia, y Antigüedad de esta Villa; otros muchos pape-les curiossos, y provechossos se an perdido, por no averlos estimado.

Fue grande en las facultades de cánones, y leyes por la Universidad deSalamanca, y para su apoio basta el aver sido Provisor, y Vicario General enlos Obispados que gozó el Exçelentíssimo Señor Don Diego de Arçe, yReynosso Obispo Inquisidor General.Œ

Quando moço estudiante fue apasionado a la Poessía, y el Año de 1622sacó a luz la fábula de Eco, que anda impressa en las obras de AnastasioPantaleón, en que començó a dar notiçias de su claro Ingenio.Œ

Lo más que se pondera, y es digno de eterno nombre, y admirable ala-banza de su claro ingenio, y profunda capaçidad, es, que quanto escribió (comofue notorio a los ingenios de España que lo conoçieron en la Corte) que nuncausó de borrador, de una vez escrivió sin tener nezesidad de trasladarlo. No severán en sus escritos originales, un borrón, ni una enmienda; con la façilidadque escribía en Castellano, escribía en Latín. Fue muy erudito en todas Letras.Fue Provisor, y Vicario General de los tres obispados dichos, secretario deCámara del Exçelentíssimo Señor Inquisidor General Don Diego de Arçe, yReynosso. Murió en Zalamea en 19 de Febrero de Sábado a la una del día Añode 1661. Está enterrado en Santa María de los Milagros de esta Villa.Œ

Capítulo 8º en que se manifiesta quién fue el Artífiçe del Santíssimo ChristoCruçificado que venera esta Villa de Zalamea con el título de la QuintaAngustia, y el modo maravillosso con que fue traído a esta Ilustre y dichossaVilla el Año de 1561.Œ

En el Libro intitulado: Panegírico historial de nuestra Señora de laCabe[za] de Sierra Morena; escrito por Don Manuel de Salzedo Olid, AlguaçilMaior de la Inquisiçión en la Çiudad de Andújar, Dedicado: a Don FernandoAntonio de Quero Escabias, Cavallero del Orden de Santiago, veintiquatro dela çiudad de Andújar, y Priostre de la Cofradía de nuestra Señora de la Cabezade Sierra Morena, en el año de 1677 en el Libro 1º capítulo X. de dicha histo-ria, consta por cosa notoria, que quando Santiago vino a predicar a España consus Disçípulos, generalmente en toda España tenían Ídolos de Oro, Plata, Ala-bastro, y Marfil, de que haçían sus imágenes, o simulacros, que tenían en granreverençia, dándoles particular estimaçión, según el valor de la materia, comodiçe fr. Antonio Daza (Daza de Concepción B.M. cap.2). Y así uno de los

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maiores estorvos que se offreçía, para que los españoles Gentiles, entrasen enla creençia del Santo Evangelio, y de las verdades Apostólicas, era la dificul-tad y resistençia que ponían en dexar sus ídolos.

Por esta raçón (deseando el Prínçipe de la Iglesia poner a estos incon-venientes, algún remedio suave, y eficaz para apartar a los Españoles de aque-lla Gentilic[i]a costumbre, que tan entrañada tenían en sus corazones y Almas)quiso proponer a los ojos de los idólatras, por medio de los Obispos que teníaen España las imágenes santas de Christo Nuestro Redentor, verdadero Dios,y hombre y de la Virgen Santíssima su Madre, para conseguir por este medio,dos gloriossos fines, que son el Despreçio de los Ídolos, y que a un mismotiempo Christo, y su Santíssima Madre María fuesen venerados en los másremotos términos del mundo.

Para esto tuvo San Pedro virtuosamente ocupado en Gerusalén al santoEscultor, y devoto Viejo Nicodemos que se avía aplicado a haçer imágenes deChristo nuestro Señor Cruçificado, por la mucha, y maior devoçión que letubo, desde que fue de noche a visitarlo, se baxó de la Cruz, de las qualeshechuras, tocaron a España quatro, que se veneran en Burgos de Castilla;Zalamea de Estremadura en la Serena; Valaguer de Cataluña; y Leza de Portu-gal, prodigiosísimas.

Esta soverana Imagen que veneramos en Zalamea se la dio el ApóstolSantiago a San Pío primer Obispo de Sevilla, donde fue venerada hasta que seperdió España, y por alta providençia estubo oculta hasta que el Año de 1561la Hermandad de la Cofradía de la Vera Cruz de esta villa, pareçiéndoles pe-queña la Imagen de un antiguo cruçifixo que veneraban en el Altar del Hospi-tal (donde oi persevera) con el título de la Quinta Angustia, y sacaban enproçessión de Disçiplina el Juebes Santo, juntando limosnas por la Villa, letocó la suerte al Lizençiado Lázaro de Villanueba Presvítero, para ir a la Çiudadde Sevilla, por otra Imagen más grande, donde procurando un buen Artífiçeencontró con uno, cuio nombre se ignora; el caso refiere el Erudito Don JuanTamayo Salazar en Verso Latino; que en romanze diçe:

Que aquel ofiçial, o Artífiçe era un Venerable Varón, de presençia grave,y el vestido honesto; el qual preguntándole la causa de su venida, nuestrovirtuosso sazerdote, al instante le dixo su intento, el deseo grande que llebabade hallar un cruçifixo al dictamen de su gusto, para llebarlo a la Villa de Zalameasu Patria.

El venerable ofiçial conoçiendo el fervorosso desseo de nuestro Lázarode Villanueba, sonriéndose, y con apaçible semblante le dixo: Buen Varón, en

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esta Antigua casa, que en los siglos pasados fue templo, lo hallarás, porqueen ella ay muchas imágenes de santos, y entre ellas reservo una de Jesu Christopendiente del Árbol de la Cruz, es de estremada perfecçión, y con su aspectocausa piadosa devoçión, y entera reverençia, que si no me engaño será muyde tu gusto, y estimaçión. Bien puedes sin empacho llebarlo a Zalamea, que seha de hallar muy feliz con ella, harala famossa y por medio suio su nombreoirán los términos del Mundo.

Oió con gusto estas misteriossas palabras nuestro Presvítero, entraronen la casa, mostrole la imagen, a cuia vista nuestro devoto saçerdote postradoen tierra, lleno de gozo, y ternura con fervorossas, y cariñossas palabras laadoró. El venerable Anziano, que notó en sus tiernas palabras las ardienteslágrimas que, humedeçían sus ojos, le dixo:

Sosiégate un poco amante de la piedad. Mira a Christo que por ti fuevíctima agradable a su Eterno Padre. Éste es el cordero sin mácula que redi-mió las obejas perdidas. con su sangre redimió los pecados de los hombres.Éste es el que mandó a Moysés hiriese la piedra para que vertiesse copiossosraudales de Christalinas aguas al Pueblo sediento. Éste es el que como verda-dero Moysés nos saçia, y recrea con la preçiossa sangre de sus amantes venasvertida por rescate del género humano. Y así llébalo, para que puesto en elAltar se le den cultos de veneraçión, y obsequios de rendidas adoraçiones.

Apenas oió estas palabras del que juzgó Escultor, nuestro Presvítero,quando le offreçió, no sólo el dinero que llebaba con mucha liberalidad, sinoque con grande affecto le rindió las graçias. Metieron la sagrada imagen enuna hermossa caja en que lo llebaron a la Possada del venerable saçerdote, y alquererle dar el prezio al venerable y no lo pudo conseguir. Con que alegre, yconfusso, puesta la caja en un bagaje, se vino con tan çelestial tesoro a estadichossa, y feliz Villa; y parando en el Humilladero que está cerca de Zalameaavisó al S. Prior, Clerecía, y Cabildo para que en Prozessión con deçençiaentrasen la santa imagen, sacándola de la caja con tanto contento de todos, ymuestra de devoçión, que la hiçieron piezas, llebando cada uno lo que podíaalcanzar por reliquia, con que adivinaban las maravillas, y milagros que suMagestad avía de obrar muy presto por su invocaçión, y medio. Traxéronlo alHospital, y por no aver retablo, le hiçieron una caja de pino forrada, dondeestubo hasta que su Magestad quiso mostrar su poder, y misericordias,favoreçiendo esta villa, y a toda España con tantos, y prodigiossos milagros,que â obrado, y son notorios en todo el Reyno.

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Capítulo 9. En premio de aver defendido Zalamea en tiempo de los Arria-nos el Artículo de fe confessando que Jesu Christo es consustançial alPadre, y aver sido destruida por ello, le dio Dios su santíssima Imagen deChristo cruçificado.

El caso fue como sigue: el Rey Leobigildo de los Godos en España,açérrimo defensor de la seta Arriana, consequentemente enemigo de la LeyCathólica, el que çiego en su obstinaçión quitó la vida, o por mejor deçir se laeterniçó con la Palma del Martirio, a su hijo el ínclito Prínçipe SanHermenegildo Rey de España, por Mártir, por Cathólico, y por Santo; el quecon diabólica maliçia procuró despojarle de la Corona temporal sin advertirque Dios le avía de dar por lo mismo la eterna; engañado de los ObisposArrianos, o guiado de su fiero capricho, a los cathólicos a unos destroçaba, aotros castigaba, y a todos perseguía, a quien se opusso al Ínclito Prínçipe,viendo las tiranías del Rey su Padre (porque a donde se opone la offensa deDios, se deben aborreçer los padres, y tenerlos por los enemigos), lebantandoexérçito de Españoles, y Godos cathólicos, cuia parçialidad siguieron Sevilla,Zalamea, y otras çiudades que defendían: que nuestro Señor Jesu Christo, esconsustançial al Padre que las tres divinas personas de la Santíssima Trinidadson de igual gloria, y coeterna Magestad; que qual es el Padre, tal es el Hijo, ytal el Espíritu Santo; tres personas immensas, tres personas eternas, no cria-das, y omnipotentes: siendo el Padre Dios, el Hijo Dios, y el Espíritu SantoDios, pero no tres Dioses, sino un solo Dios en essençia, y trino en personas.Confesando que la Persona del Hijo es Dios, y hombre, Dios por ser engen-drado de la sustançia del Padre ab eterno, y sin prinçipio, Hombre porqueencarnó en las puríssimas entrañas de María Santíssima.

Finalmente omitiendo otros suçessos, fue presso el Prínçipe, y martiri-zado en la cárzel por mandado de su padre, su exérçito deshecho, y los cathólicosmás perseguidos, sus templos violados, y los parçiales del Prínçipe atormenta-dos. Quien más sintió la fiereza de los Herejes fue Zalamea, que cathólicadefendía el vando del Prínçipe Mártir, no queriendo sujetarse a los Herejes,queriendo más perder sus vidas, que faltar a la fe que profesaban; por la qualel Arriano Rey vino con su exérçito sobre Zalamea, y como diçe Auberto, eotempore vastata fuit. Y çercándola, y ganándola por fuerça de Armas, fuerondegollados sus vezinos, que constantes en la fe, reçibieron el fiero golpe,enrriqueçiéndole al mismo paso con la púrpura de la sangre de tantos hijossuios Mártires, cuias Almas piadosamente se cree fueren premiadas con lasPalmas y coronas del Martirio, alianzando gloriossos triunfos, dando a estaVilla más blasón en sus muertes valerossas, que si con hazañossas victorias, y

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heroicas valentías la ubieran defendido (Auberto chron. Anno 885.n.2). Y asícreo, y tengo por çierto, que Dios misericordiosso, dadivosso, y Justo, a Villaque en aquel tiempo fue tan cathólica, y tan defensora de la honra de Christonuestro Señor, en éstos la a querido premiar, dándole su Santíssima Imagen,haçiendo por ella en esta Villa prodigios, portentos, y milagros, como es noto-rio.

Y siendo así, que lo que defendió Zalamea fue la maior honrra de Christo,confesándolo por consustançial al Padre vertiendo sus hijos en aquel tiemposu sangre en defensa de este artículo de fe: luego podemos tener por çierto,que Christo piadosso, y justo honrra a esta dichossa villa dándola su imagenmilagrossa, para que sepan todos que galardona Dios hechos heroicos en suserviçio, con favores soveranos.

Siempre quiere Dios sobrepujar con dobladas honrras a los que le honrranen el crédito, y se emplean en su serviçio. San Juan llamó a Christo Cordero, yel hijo de Dios alaba a Juan llamándole Ángel; Juan menos alabó a Christo delo que fue, porque no sólo quitó los pecados del mundo, sino es que donó laVida eterna. Pedro llamó a Christo hijo de Dios vivo, Christo a Pedro hiçocabeça de su Iglesia, y sustituto suio. Manifestó Pedro la Divinidad de Christo,y Christo publicó las exçelençias de Pedro. No quiere Christo ser vençido denadie en galardonar, y favoreçer, siempre su retribuçión es maior, no admiteigualdades en las alabanzas, por pocas, franquea muchas. Manifestó esta Villaa los Arrianos que Christo es consustançial al Padre, y Christo la da su retratoen que se descubren sus Glorias. Derramaron los hijos de esta Villa su sangreen alabanza de Christo, a manos de los Hereges, derrame oi Christo en estaVilla sus misericordias. Todos los que zelebran a Christo cruçificado con eltítulo de la Quinta Angustia, aplaudan a esta Villa por dichossa. Corra la famade los milagros de Christo en Zalamea, que también corre famossa Zalameacon Christo, y si Christo se llama de Zalamea, dígase Zalamea de Christo.

soli Deo, honor, et Gloria

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