Juez Director Del Proceso

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Escuela judicial RLB

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Consejo Superior de la Judicatura

Consejo Superior de la Judicatura

Escuela Judicial Rodrigo Lara Bonilla

Modulo de Formacin

NUEVAS TENDENCIAS

EN LA DIRECCIN JUDICIAL

DEL PROCESODiego Eduardo Lpez Medina

Bogot, Septiembre de 2004

3PRESENTACIN

50. Introduccin general del mdulo

111. La venda de la justicia: exploraciones en iconografa jurdica.

232. Historia y desarrollo en Europa de la nocin de direccin del proceso por parte del juez.

232.1. Visin de conjunto del proceso civil.

282.2. El proceso civil sin direccin judicial: el principio dispositivo puro del derecho romano.

322.3. El principio dispositivo en el proceso civil durante los siglos XIX y XX.

342.4. La crtica al proceso civil liberal: nacimiento del proceso civil de contenido social y del concepto de direccin judicial.

423. La direccin judicial del proceso en el derecho comparado.

423.1. Las reformas judiciales recientes: el concepto de case management en los sistemas anglo-sajones de justicia.

433.2. El case management en los Estados Unidos.

433.2.1. El poder de los jueces en la direccin procesal: una visin panormica.

523.2.2. Breve noticia histrica del desarrollo del case management en los Estados Unidos.

553.2.3. La reforma de 1990 al procedimiento civil de los Estados Unidos.

593.2.4. Las tcnicas de direccin del proceso en la Ley estadounidense de 1990.

733.3. La reforma al procedimiento civil en la Gran Bretaa: el informe de Lord Woolf (1995).

733.3.1. Antecedentes.

783.3.2. Costo excesivo en los procesos judiciales.

793.3.3. La estructura del retardo judicial.

823.3.4. Hacia un nuevo tipo de proceso bajo direccin y gerencia judicial.

903.4. La reforma procesal civil en Australia: el informe de la Comisin de Reforma Legal (1997).

903.4.1. La reforma procesal civil en Australia: el informe de la Comisin de Reforma Legal

923.4.2. Managerial judging en Australia.

973.5. La direccin del proceso en la cultura procesal euro-latinoamericana.

1003.6. Europa Continental entre la direccin clsica del proceso y el case management contemporneo: la matrise du proces (direccin del proceso) a travs de la mise en tat des affaires (aprestamiento del caso).

1003.6.1. Antecedentes.

1053.6.2. Los poderes de direccin judicial del proceso en la mise en tat francesa.

1083.6.3. Los poderes del juez

PRESENTACINEs grato dar la bienvenida al mdulo de Nuevas tendencias en la direccin judicial del proceso. La coordinacin de este mdulo fue encargada al doctor Diego E. Lpez Medina (Abogado de la Pontificia Universidad Javeriana, LL.M. y Ph.D. en Derecho de la Universidad de Harvard). El doctor Lpez Medina se desempea como profesor de derecho en las Universidades de los Andes y Nacional. Este mdulo igualmente cont con la muy activa participacin de servidores judiciales de todos los niveles. Mediante el trabajo colectivo de todos se defini el contenido y orientacin del presente mdulo. El mdulo est destinado a que usted desarrolle aptitudes de auto-aprendizaje para la aplicacin, dentro de los marcos normativos vigentes, de tcnicas contemporneas de direccin de procesos, expedientes y audiencias.

El mdulo est estructurado para que usted aprenda de manera activa y no simplemente pasiva. Las lecturas buscan que usted quede con inquietudes y no con certidumbres. Los ejercicios y talleres propuestos deben realizarse como parte esencial del proceso de auto-aprendizaje. El objetivo primario del mdulo es que, al final, del mismo, usted est mejor preparado para desplegar tcnicas de direccin judicial que posibiliten que los procesos sean ms justos y eficientes. Ello requiere, como se ver, del aprendizaje de aspectos histricos, comparados y contemporneos. Los talleres planteados en el mdulo le darn la oportunidad de evaluarse personalmente, y le permitir estar preparado para constituir con otros magistrados y jueces pequeos grupos de estudio participativo. Las reflexiones, comentarios y sugerencias que all surjan sobre los ejercicios propuestos, pueden llevarse a los debates y discusiones que sobre este mdulo se desarrollen en talleres presenciales de trabajo en grupos ms grandes, con la conduccin del facilitador. Para estos efectos le insinuamos elaborar un documento de estudio, donde incluya sus anotaciones, ejercicios y reflexiones sobre las unidades del mdulo.

La aplicacin de este mdulo es de su responsabilidad. Todas las actividades acadmicas en que usted toma parte de manera individual y grupal, tendrn que reflejarse en su trabajo diario, en sus decisiones judiciales y en su participacin en los eventos que sobre el tema programe la Escuela Judicial, entre los cuales est prevista la evaluacin formal de los conocimientos adquiridos.

Dentro de la metodologa integral unificada que constituye parte fundamental del sistema de formacin de facilitadores, aparecen muy claros los compromisos de los formadores judiciales en el sentido de aportar sus conocimientos tericos, su experiencia prctica y su espritu de creatividad para promover el proceso de autoformacin de sus pares en todos los distritos judiciales del pas.

El objetivo final de todos estos esfuerzos es lograr una actividad judicial culta, dinmica y en sintona con el pas y sus problemas. La calidad del derecho en Colombia depende de sus jueces y abogados, de sus decisiones y actitudes. La comunidad en general confa en que los procesos judiciales muestren, de la mejor manera posible, la verdadera cara de la justicia.

Para enriquecer este proceso de construccin de conocimiento le rogamos enviar sus comentarios e inquietudes a [email protected], o dirigirlos a la Calle 85 #11-96, pisos 6 y 7, telfonos: 6213077, 6213901, 6213984 y 6214184 de Bogota.

ESCUELA JUDICIAL RODRIGO LARA BONILLA

CONSEJO SUPERIOR DE LA JUDICATURA 0. Introduccin general del mdulo

El aparato de justicia estatal presta un servicio constitucional invaluable a la comunidad. Sin embargo, es preciso aceptar que existen distintos factores que reducen marcadamente la calidad del servicio y la percepcin que del mismo tienen los ciudadanos: la congestin de los despachos, la dramtica mora judicial en la toma de decisiones, la reproduccin de las jerarquas y desigualdades sociales en los procesos judiciales, los altsimos niveles de impunidad en materia penal, la percepcin de incapacidad de la justicia civil, laboral y contencioso administrativa para responder a las expectativas de quienes acceden a ellas etc., etc. Jueces y abogados percibimos todas estas dificultades cuando nos enfrentamos temerosos a la posibilidad de vernos personalmente envueltos en conflictos judiciales. Nuestro conocimiento directo del tema nos da razones fundadas para temer, en algn grado al menos, el conflicto judicial.

Todos estos sntomas, adems, han venido creciendo de manera muy clara en las ltimas dcadas hasta el punto de que se habla de la existencia de una verdadera crisis de la justicia. El constituyente y el legislador colombianos han buscado dotar de herramientas legales y administrativas al poder judicial para que vaya encontrando soluciones a estos complejos problemas. Una de esas herramientas es la direccin judicial del proceso. Este es un tema que tiene ya ms de 100 aos en la ciencia del derecho procesal y, sin embargo, no da seas de haberse agotado. Como se ver en las pginas que siguen, de hecho, la direccin judicial del proceso es una de las herramientas centrales en los procesos de reforma judicial que se vienen dando en todas partes del mundo, incluyendo a Colombia. La direccin del proceso est viva en una nueva reencarnacin que moderniza y actualiza muchas de las antiguas tcnicas ya existentes en el Cdigo de Procedimiento Civil de 1970.

La direccin del proceso por parte del juez busca, en ltimas, que ste asuma una posicin proactiva y pragmtica en la solucin de los problemas que afectan a la justicia, en especial la morosidad excesiva, los costos crecientes (tanto para las partes como para el estado) y su potencial inequidad. En el presente mdulo se busca examinar con algn nivel de detalle, como lo dice su ttulo, las nuevas tendencias en la direccin judicial del proceso. El autor vera adecuadamente recompensado su esfuerzo si al final de la lectura y estudio de este mdulo los jueces estuvieran en mejor capacidad para implantar una cultura judicial donde el proceso sirva fundamentalmente sus objetivos pblicos y generales, evitando la captura estratgica del mismo por las partes. Una verdadera publicizacin de los procesos judiciales estatales exige tambin que los litigantes y las partes, y no solamente los jueces, entiendan a cabalidad que existen objetivos sociales ineludibles en el proceso, y que tales objetivos no pueden ceder su lugar a los propsitos privados. El presente mdulo aspira, pues, a ayudar en la formacin de una cultura procesal en algo diferente a la que actualmente tenemos. Ello es capital si se piensa, como lo hace el autor, que la justicia estatal es (frente a otras formas alternativas de dispensacin de justicia) un avance civilizatorio y constitucional al que no podemos renunciar en una sociedad bien ordenada.

Una ltima observacin est en orden: la expedicin de la Ley 906 de 2004 (Cdigo de Procedimiento Penal) abre la oportunidad para reflexionar sobre el papel que tiene la direccin judicial dentro del proceso penal acusatorio. El presente mdulo no pretende dar respuestas definitivas en el tema, pero s por lo menos ofrecer un espacio de reflexin para que los jueces, fiscales y abogados vayan dndole forma a los papeles que cada uno de ellos debe asumir en el nuevo esquema legal. Como lo notar el lector en las pginas subsiguientes, la direccin del proceso naci histricamente a finales del siglo XIX en el marco de la teora general del proceso y, por tanto, siempre ha tenido como referente inmediato el proceso civil. El proceso civil, en consecuencia, servir como modelo bsico en el estudio que sigue. Debe notarse, sin embargo, que todas nuestras reflexiones relativas al proceso civil son aplicables, a fortiori, al proceso laboral ya que ste, incluso ms que el propio proceso civil, fue fruto de la publicizacin y socializacin del principio dispositivo. Respecto al proceso penal, el debate queda abierto: para muchos, la direccin judicial activa debe ser aplicada a pari al proceso penal ya que as lo exige el modelo del estado social de derecho con el objetivo de conseguir celeridad y justicia material; para otros, sin embargo, el proceso acusatorio lleva al juez al antiguo papel de rbitro neutral del que se le quiso bajar con la construccin de su papel dirigista y controlante. Se esgrime, para ello, que tal es el papel del juez en el proceso penal adversarial (o acusatorio como se ha dado en traducir la expresin) de los Estados Unidos y que la integridad conceptual del nuevo sistema as lo exigira. Como veremos a lo largo del mdulo, de otra parte, la misma justicia civil de los Estados Unidos ha avanzado decididamente hacia la direccin activa del proceso, y sus jueces, doctrinantes y legisladores critican el papel de rbitro neutral incluso con mayor pasin que sus contrapartes europeas y latinoamericanas. Igualmente se acepta de manera oficial en los Estados Unidos que el sistema penal acusatorio no excluye de ninguna manera la direccin judicial del proceso, del expediente y de la audiencia pblica de juzgamiento. Bajo el nombre de case management, la justicia penal de los Estados Unidos convalida, incluso formalmente, prcticas de direccin de proceso. Al respecto el organismo central de administracin de la justicia federal de los Estados Unidos (The Judicial Conference of the United States) ha publicado, para la justicia civil, el Civil Litigation Management Manual de 2001 y, para la justicia penal, el Manual on Recurring Problems in Criminal Trials (quinta edicin, 2001). El nuevo proceso penal de la Ley 906 exigir que los colombianos pensemos las formas en que este cuerpo normativo se habr de desarrollar para que responda las necesidades de la justicia penal que tiene nuestro pas. De entrada quiero advertir que no existe ninguna incompatibilidad lgica, conceptual o prctica (como lo demuestra la experiencia de los Estados Unidos) para que el juez penal colombiano (as sea rbitro neutral entre partes) ejerza algunas funciones de direccin de proceso y de audiencia encaminadas al logro de los fines esenciales de la justicia estatal. OBJETIVO GENERAL DEL MODULO:

Hacer una presentacin comprehensiva del papel del juez como director o gerente del proceso y de los fines esenciales de dicha direccin en el nimo de contribuir, dentro del marco normativo vigente, a crear en Colombia una cultura viva en la que los procesos sean genuinamente justos y eficientes tanto para las partes como para la sociedad.

OBJETIVOS ESPECFICOS DEL MODULO: Examinar el papel del juez en la direccin, control, supervisin y gerencia de los procesos.

Revisar el nacimiento, desarrollo y estado actual de la direccin judicial del proceso en la historia del derecho occidental.

Comparar las experiencias ms recientes de direccin del proceso en pases que la han adoptado como estrategia para la reforma y mejoramiento de la justicia.

Establecer el origen doctrinal y legal de la direccin judicial del proceso en Colombia, su desarrollo y su estado actual.

Evaluar el impacto que han tenido las herramientas ya existentes de direccin procesal en la cultura jurdica colombiana y examinar formas de potenciar dicho impacto.

Proponer nuevas herramientas de direccin procesal extradas de las prcticas locales o comparadas y que redunden en procesos ms justos y eficientes.

Unidad I: OBJETIVO GENERAL:

Entender de manera general el papel que juega la venda en la iconografa sobre la justicia y cmo dicha venda ha sido retirada de sus ojos en los sistemas judiciales contemporneos a travs del concepto de direccin del proceso.

OBJETIVOS ESPECFICOS:

Examinar la nocin de dominus litis (seor del proceso) y su desarrollo en la historia del derecho occidental.

Repasar el contenido esencial y lmites del principio dispositivo en materia procesal.

Entender las causas y modos cmo se da en el derecho europeo y latinoamericano la publicizacin del proceso civil y, con ello, el nacimiento de la direccin y control judiciales del mismo.

Analizar los esfuerzos recientes de reforma judicial en el derecho comparado con su reactivacin del principio de direccin del proceso bajo las tcnicas contemporneas de case management.

Comparar la direccin del proceso en sus versiones de primera y segunda generacin y su adaptabilidad a los marcos normativos vigentes en Colombia.

1. La venda de la justicia: exploraciones en iconografa jurdica.

La Justicia es tradicionalmente representada como una mujer que viste toga greco-romana y que sostiene, en la mano izquierda, una balanza en la que sopesa los reclamos de quienes acuden a ella, y blande, en la mano derecha, una espada amenazante que representa la coercin necesaria para el desempeo de su funcin. Adicionalmente, la Justicia tiene sobre sus ojos una venda que es interpretada como smbolo de imparcialidad frente a los litigantes. En una representacin clsica luce as:

Sin embargo, la venda no parece haber sido siempre una de las caractersticas de la iconografa de la justicia. Shaw y Reznick documentan cmo la Justicia slo empieza a ser representada con venda a partir del siglo XIX. Con anterioridad a esa fecha, la venda sobre los ojos de la Justicia representa, no tanto una virtud a ser encomiada, sino ms bien una caracterstica propia de la ceguera y de la necedad a la que es inducida por quienes acuden ante ella. As, en un grabado atribudo a Durero y que ilustra la obra de Sebastin Brant de 1494, La nave de los necios, aparece uno de los necios (que en los grabados de Durero siempre visten sombreros con orejas de asno) ponindole la venda a la justicia y, por ende, inducindola al error y a la estulticia:

Reproducido con permiso de University Libraries, University of Houston.

Todos los derechos reservados.

La venda, entre todos los atributos de la iconografa de la justicia, ha sido siempre la ms cuestionada. Las imgenes que se acaban de reproducir representan de manera muy adecuada la polmica que desde el siglo XIX se abri en el derecho europeo sobre el papel del juez dentro del procedimiento civil. Ese debate europeo se ha trasladado tambin a Amrica Latina y se ha desarrollado ya a lo largo de varias dcadas. En lneas generales podra decirse que los sistemas judiciales establecidos en los cdigos de la materia luego de la revolucin francesa y hasta bien entrado nuestro siglo estaban caracterizados por una comprensin privatista e individualista de los fines del proceso. A esta comprensin del proceso los autores la empezaron a llamar principio dispositivo. Aqu la palabra dispositivo acentuaba la capacidad primaria de los litigantes de asumir la iniciacin, impulso (pero incluyendo con frecuencia tambin la obstruccin) y finalmente la terminacin del proceso civil con el que tan slo se buscaba la proteccin de derechos civiles de naturaleza privada e individual. Las partes, pero especialmente el demandante, podan disponer de su derecho y, por tanto, controlaban directamente el objetivo, naturaleza y velocidad del proceso civil. Dentro del principio dispositivo, por tanto, la direccin del proceso (su liderazgo primario, si se quiere) se le confera al demandante. Por estas razones la tradicin civilstica ha dicho que el demandante es el dominus litis (seor del proceso). El demandado, de otro lado, responda (a veces con enorme resistencia, si no en abierta obstaculizacin) a la direccin, sentido y velocidad del proceso que fijara el demandante. El inters del demandado estaba precisamente en desvirtuar las pretensiones del demandante, bien sea proponiendo excepciones jurdicas fatales frente a los argumentos presentados en su contra, o utilizando el procedimiento para lograr una victoria tctica mediante la obstruccin de una declaracin final de responsabilidad jurdica en su contra. Esta ltima posibilidad haca mucho bien a los intereses del demandado, pero lastimaba profundamente los intereses generales de la sociedad en su justicia civil. A esta caracterstica del principio dispositivo se le ha achacado la extensin de los trminos promedios de resolucin de una demanda civil mucho ms all de lo social, poltica o econmicamente aceptable. La morosidad en la respuesta judicial, igualmente, fue universalmente vinculada a la congestin judicial, en un crculo vicioso donde ambos males se retroalimentaban mutuamente. En este estado de cosas, la direccin del proceso (nombre que la doctrina procesalista europea rescat para referirse a la facultad de establecer la iniciacin, ritmo y terminacin de los procesos) estaba claramente delegada a las partes.

Esta construccin privatista del proceso pronto empez a ser criticada por la doctrina procesalista de finales del siglo XIX y comienzos del siglos XX. El principal aporte de esta nueva doctrina consisti en la publicizacin del proceso civil: si bien era cierto que en l se discutan y definan derechos privados individuales, sin embargo tambin era cierto que la sociedad tena un inters general en lograr soluciones prontas, igualitarias, verdaderas y justas de los conflictos civiles. Una de las estrategias centrales de la publicizacin del proceso fue impedir que las partes controlaran el procedimiento civil; en su lugar se empez a hablar enfticamente de la necesidad de establecer la direccin del proceso en manos del juez. De tal manera las normas de procedimiento civil (tanto sus principios como sus reglas de detalle) fueron reconcebidas (aunque no sin dudas y retrocesos a lo largo del siglo XX) como normas de derecho pblico. De similar manera, el juez fue paulatinamente repensado, no ya como un espectador pasivo de la actividad de las partes, sino como un actor proactivo que buscaba la realizacin directa de los fines pblicos del proceso. Estos fines pblicos eran fundamentalmente de dos tipos: de un lado se buscaba el objetivo social de igualar materialmente a las partes controlando que la superioridad social o econmica de una de ellas se tradujera en una superioridad procesal y, finalmente, jurdica (superando as el criticado mito de la igualdad formal entre las personas); al mismo tiempo se buscaba mediante la direccin del proceso evitar comportamientos dilatorios u obstructivos de las partes, velando as por el desarrollo veloz y oportuno de la disputa. La direccin del proceso, por tanto, pas lentamente de manos del litigante (en quien estaba la carga de iniciar e impulsar el proceso hasta su finalizacin) a manos del juez estatal que deba dirigir el proceso para lograr sus fines sociales prevalentes. Esta nueva concepcin del derecho procesal civil ech races lentamente en el continente europeo a lo largo del siglo XX. La idea de direccin judicial del proceso configura un nuevo derecho procesal que, con el tiempo, se va adoptando en distintas legislaciones nacionales. En Colombia, por ejemplo, el Cdigo de Procedimiento Civil de 1970 fue visto como la pieza legislativa que introduca en el pas, en consonancia con los acontecimientos normativos europeos, lo que los autores concibieron como una moderacin del principio dispositivo: ello significaba fundamentalmente entregarle al juez amplias competencias de direccin procesal, evitando as el control de las partes. La doctrina procesalista, sin embargo, al tiempo que celebraba esta transformacin legislativa tambin se quejaba de la enorme distancia que todava exista entre las herramientas legales otorgadas de direccin judicial del proceso y, por contraste, su escassima utilizacin efectiva por parte de los jueces quienes, por razones que luego exploraremos, parecan permanecer cultural y polticamente atados a los marcos del proceso civil estrictamente dispositivo. La distancia entre norma y realidad resultaba tan patente que un procesalista italiano muy reconocido habla incluso de hipocresa en la introduccin (fallida, por ineficaz) de un nuevo proceso civil con amplias facultades de direccin judicial por parte del juez. Este diagnstico, sorprendentemente, se repite al da de hoy: los jueces colombianos en general reconocen que la ley positiva les otorga facultades mediante las cuales ellos podran ejercer la direccin efectiva del proceso; a pesar de ello, las partes comparten (o a veces ejercen con exclusin del juez) el control sobre el mismo en claro desmedro de sus objetivos sociales ms generales. Mediante las competencias y tcnicas de direccin del proceso, los jueces deberan evitar la cooptacin del mismo por parte de los litigantes; esta direccin del proceso, sin embargo, exige un control cuidadoso del caso, de las audiencias y del expediente, as como cierta valenta poltica por parte del juez para direccionar y controlar la actividad de las partes. Esta direccin se ejerce, primero, con mtodos y tcnicas persuasivas y consensuales pero puede llegar, eventualmente, a la utilizacin de herramientas disciplinarias ms severas.

Un proceso civil en el que los jueces tienen amplios poderes de direccin pero no las utilizan, ha ocasionado, en mi parecer, la crisis contempornea de la nocin de direccin judicial del proceso. Interrogados sobre el tema, los jueces colombianos reportan niveles importantes de descreimiento e incluso escepticismo entorno a la nocin de direccin judicial del proceso. De la misma manera, parece claro que a ms de 30 aos de la instauracin del nuevo proceso civil, los frutos que avizoraron los comentaristas tempranos an estn por darse. Aunque es difcil medir el efecto que los poderes de direccin procesal han tenido en el cambio del papel del juez civil colombiano, es claro que los usuarios de la justicia y los mismos jueces mantienen todava una apreciacin negativa y aoran una utilizacin ms completa y eficiente de tales mecanismos proactivos.ACTIVIDAD DEL DISCENTE

Reflexione y discuta las siguientes preguntas con sus compaeros:Se acaba de afirmar que la nocin de direccin del proceso est en crisis:

Comparte usted esta afirmacin?

Qu tipo de cosas lo amarran a usted como juez o jueza?

Tiene el litigante ms direccin y control sobre el proceso que usted?

Qu tipo de herramientas utiliza el litigante para controlar los ritmos y tiempos del proceso? La amenaza penal o disciplinaria es con frecuencia una mordaza o venda que recae sobre los jueces: puede usted distinguir usos legtimos e ilegtimos del control penal y disciplinario sobre los jueces? Qu criterios cree son convenientes para distinguir entre estos usos legtimos e ilegtimos? De ejemplos.La teora contempornea de la direccin judicial del proceso se enriquece adems con un dato que puede resumirse en lo siguiente: el proceso civil en el mundo anglo-sajn se caracteriza por ser an ms dispositivo que el europeo-continental. En el mundo anglo-sajn el proceso civil se describe como un proceso (la palabra es en ingls) adversarial. Esta palabra inglesa refleja una concepcin todava ms privatista que la que se expresa con el llamado principio dispositivo de nuestros derechos. As, por ejemplo, el juez civil del common law no ejerce funciones significativas en la etapa preparatoria del proceso civil que inicia con la interposicin de la demanda y que cubre todas aquellas actividades de preparacin probatoria que se conocen all con el nombre de discovery. El juez del common law tan slo tiene funciones precisas en la etapa de juzgamiento; en contraste, el juez de nuestro procedimiento tiene oportunidades de contacto y control del proceso desde la interposicin de la accin (as en la prctica no las utilice con la debida diligencia).

El proceso civil adversarial del common law ha sido criticado por exactamente las mismas razones que el principio dispositivo lo fue en Europa y en Amrica Latina a lo largo del siglo XX. Esta crtica en el mundo anglo-sajn, sin embargo, ha sido ms reciente: de hecho, la dcada de los noventa ha sido la dcada de las grandes reformas procesales civiles en los Estados Unidos (1990), Inglaterra (1995) y Australia (1997) buscando, al igual que se intent en Europa con el concepto de direccin judicial del proceso, transferir mayor poder legal y poltico para que los jueces pudieran dirigir y orientar el proceso en bsqueda de sus objetivos sociales ms sobresalientes, en vez de permitir su captura estratgica por parte de los litigantes. Estas reformas procesales se han dado fundamentalmente en el mundo anglo-sajn, pero tambin encuentran reflejo en los reformas de 1998 al Nouveau Code de Procdure Civil (de 1975) donde la nueva concepcin del juez director del proceso del common law y del derecho francs continental se encuentran alrededor de importantes convergencias ideolgicas y tcnicas. La dcada de los noventa, pues, muestra un renacer de la idea de direccin de proceso: en todas partes del mundo los tratadistas y los reformadores legales se quejan del poder excesivo que todava tienen el litigante como dominus litis, ocasionando por tanto aumentos excesivos en los costos y tiempos de los procesos civiles. El principio dispositivo en el proceso civil parece todava campear tanto en el derecho civil neorromnico como en el common law anglo-sajn y tanto legisladores como jueces en todo el mundo buscan remediar el excesivo control que todava ostentan las partes. El derecho procesal comparado, por tanto, viene examinando de reciente el valor tanto de nuevas como de viejas tcnicas de direccin judicial para reducir los tiempos y los costos de los procesos, as como para acentuar la igualdad real entre las partes y los efectos redistributivos y democratizadores del sistema jurdico.

Conforme a lo anterior se podra decir, sin temor a errores, que existe una nueva generacin de tcnicas de direccin judicial del proceso que modernizan las ya conocidas en la literatura y en la legislacin procesal ms tradicionales. El Banco Mundial, por ejemplo, ha hablado explcitamente de la necesidad de modernizar la direccin judicial del proceso a todo lo largo y ancho del mundo. El comparativista H. Patrick Glenn ha hablado de las nuevas convergencias que se estn dando tanto en el derecho neorromnico como en el common law en torno al juez gerenciante. La nueva corriente de direccin judicial del proceso ha venido incluso a utilizar una terminologa en algo diferente a la que se utiliz en la doctrina procesal clsica. En esta ltima se prefiri la expresin alemn Prozessleitung des Richters y sus anlogos en las lenguas romances: direccin judicial del proceso en espaol, direzione del processo en italiano y finalmente direction (o matrise) du procs en francs. La nueva generacin de direccin judicial del proceso civil prefiere la metfora central de case management. Se han propuesto traducciones para este concepto al espaol tales como gerenciamiento del proceso, gerencia de casos, manejo de casos, direccin de litigio o simplemente control procesal. La gerencia del proceso ha sido acompaado de tcnicas paralelas de gerencia del despacho (court management) y de gerencia del personal judicial (personnel management). Estas dos facetas adicionales del juez proactivo son tambin examinadas en otros mdulos de la Escuela Judicial Rodrigo Lara Bonilla. En Francia, de otro lado, la nueva sensibilidad se expresa en el importante incremento de poderes y competencias del juge de la mise en tat des affaires que se consagran en el Nouveau Code de Procdure Civil del 2001. Con el concepto de mise en tat se busca dar fuerza a la idea de la necesaria preparacin y direccin del caso por parte del juez. Se trata de fortalecer la direccin temprana del proceso de manera que sta empieza desde antes de la interposicin de la demanda y que cubra muy activamente toda la fase preparatoria del proceso. Recurdese, en todo caso, que todas estas reformas recientes convergen, tanto en Estados Unidos como en Francia, en la misma idea central: el juez, y no las partes, debe dirigir el proceso civil para lograr que los fines pblicos, y no solamente los privados, prevalezcan en l.

El presente texto busca hacer una presentacin clara de la idea de direccin judicial del proceso teniendo en cuenta tanto las tcnicas clsicas del derecho procesal europeo y colombiano as como su reciente modernizacin en la nocin de case management. El case management, como discurso de segunda generacin (con sus nuevas tcnicas de direccin judicial), resulta de la mayor relevancia porque nos puede permitir reabrir una discusin que, como se dijo ms arriba, parece haber llegado a una coyuntura crtica de estancamiento. ACTIVIDAD DEL DISCENTE

Reflexione y discuta las siguientes preguntas con sus compaeros:

Con relacin a la metfora de la venda sobre los ojos de la justicia: deben los jueces quitarse la venda? Tienen todava la venda sobre los ojos? Qu elementos en el mundo contemporneo hacen las veces de la venda sobre los ojos de la justicia?

Describa de manera general las diferencias que hay entre los discursos de direccin del proceso de primera y segunda generacin.

Unidad II:OBJETIVO GENERAL:

Examinar en detalle el desarrollo del principio dispositivo en la historia del derecho procesal y, posteriormente, su crtica radical a travs de la publicizacin y socializacin del proceso con la consecuente transformacin del rol del juez de mero rbitro pasivo a director y controlador del mismo.

OBJETIVOS ESPECFICOS:

Comprender las distintas tapas o fases en las que se divide en general un proceso judicial y los momentos donde resulta adecuado intervenir para realizar direccin de proceso.

Describir la existencia en Roma de un proceso judicial dispositivo puro en la que la intervencin estatal era mnima y contrastarlo con los modernos sistemas de justicia en la que el estado ha tendido a monopolizar la prestacin del servicio.

Describir el funcionamiento y los valores sociales, jurdicos y polticos detrs del principio dispositivo en las normas legales de los siglos XIX y XX.

Mostrar las razones polticas y sociales que llevaron, desde fines del siglo XIX, a una crtica del principio dispositivo y su transformacin en la historia del derecho europeo y latinoamericano.

2. Historia y desarrollo en Europa de la nocin de direccin del proceso por parte del juez.

2.1. Visin de conjunto del proceso civil.

Los conflictos sociales, en general, pueden ser esquematizados en tres momentos fundamentales:

1 etapa (pre-procesal):

Conflicto social

2 etapa (propiamente procesal):

Juridificacin del conflicto social previa calificacin de su naturaleza

3 etapa (post-procesal):

Terminacin del proceso. Terminacin del conflicto?

Las etapas 1 y 3, en general, han sido poco estudiadas por las ciencias tradicionales del derecho. Los socilogos del derecho han hecho aportes muy decisivos en estas reas: sus estudios muestran cmo el conflicto social se juridifica, esto es, cmo se pasa de un hecho de la vida social a la sensacin de conflicto o dao civil (causado a derechos personales o reales), a la identificacin del responsable y a la movilizacin personal necesaria para lograr que el estado declare y respalde la pretensin de responsabilidad. Aunque el estado tradicionalmente no participa en esta 1 etapa, instituciones tales como la Defensora del Pueblo o la Procuradura General de la Nacin han tenido funciones relacionadas con la juridificacin del conflicto social, en especial en el acompaamiento de vctimas especialmente indefensas o marginadas para que inicien las fases personales de identificacin y concientizacin del dao causado. El derecho procesal, de otro lado, ha concentrado su atencin en la etapa 2. La mayor parte de la literatura habla especficamente de case management durante esta 2 etapa, aunque resulta evidente que el estado (aunque raramente a travs de sus funcionarios judiciales) tambin podra tener funciones de direccin pre-procesal en la 1 etapa. No es infrecuente, por ejemplo, que la Procuradura General de la Nacin o la Defensora del Pueblo inicien demandas en defensa de intereses colectivos o de derechos humanos. A los jueces, sin embargo, les est usualmente vedada la promocin (u obstaculizacin) de litigios, es decir la direccin judicial pre-procesal: aqu nos encontramos con un principio fundamental del sistema dispositivo que en general contina siendo dominante. En su lugar, a los jueces y al legislador, en cambio, les compete mantener lo ms abierta y limpia posible (es decir, con los menores costos y con la mayor igualdad posible) las vas de acceso a la justicia. La Constitucin de 1991, en consonancia con esta idea, estableci el derecho de toda persona para acceder a la administracin de justicia.

La 2 etapa, a su vez, puede subdividirse en los siguientes momentos procesales:

Etapa 2 A:

Fase de peticin y acceso a la justicia:

Demanda y contestacin o contrademanda

Etapa 2 B:

Fase de instruccin:

Aportacin y validacin probatoria.

Etapa 2 C:

Fase de juzgamiento:

Argumentos de conclusin, anlisis material y probatorio, sentencia.Los requisitos de imparcialidad exigidos al sistema de justicia han hecho que en la mayor parte de los pases occidentales (cubriendo tanto el common law como los derechos neorromnicos) se distinga tajantemente entre las labores de instruccin del proceso (que cubriran las etapas 2 A y 2 B) de la etapa de juzgamiento (2 C). Esta distincin puede llegar a ser tan radical como para encargar de la instruccin del proceso (civil o penal) a un funcionario estatal distinto del que ha de conocer el proceso en su momento de juzgamiento. En Colombia, como se sabe, el mismo juez tiene a su cargo las labores de direccin del proceso desde la instruccin hasta la sentencia, aunque la distincin se hace con gran claridad en el proceso penal. En todos los pases, sin embargo, las modernas tcnicas de direccin judicial del proceso civil apuntan a lograr altos niveles de actividad en las etapas 2 A y 2 B donde los litigantes usualmente ejercen las ventajas estratgicas que les ofrece el principio dispositivo. Podra decirse que la direccin judicial del proceso est muy encaminada a afinar tcnicas adecuadas de preparacin e instruccin del proceso (etapas 2 A y 2 B). La idea bsica aqu consiste en lo siguiente: la adecuada preparacin del proceso, mediante una direccin muy activa del juez, posibilita la terminacin temprana del proceso (mediante las diversas formas de negociacin permitidas tanto en materia civil como penal) o, cuando menos, reduce el tiempo de su tramitacin y, por consiguiente, la congestin judicial, impidiendo as la direccin privada y estratgica del proceso. En materia penal, en cambio, existen enormes dudas sobre si el juez de conocimiento puede dirigir de alguna manera el proceso en la etapas 2 A y 2 B. Parece que este tipo de direccin le correspondera al juez de garantas y, posiblemente, al menos en lo que hace al ritmo y tiempos de la investigacin, a la Fiscala. Parece ms claro, de otro lado, que el juez penal de conocimiento puede dirigir y controlar la etapa 2 C. Ahora bien: los poderes de direccin que en concreto tenga el juez penal son tema de enorme discusin en Colombia, en especial despus de la expedicin de la Ley 906/03. Parece claro que el juez tiene poderes de direccin en lo que concierne, por ejemplo, (i) a los tiempos y ritmos de la audiencia de juzgamiento, (ii) a la claridad, relevancia y equidad de la actividad de las partes en el examen de las pruebas testimoniales y periciales, (iii) al control y vigilancia de la independencia y neutralidad del jurado de conciencia y (iv) a la disciplina y decoro que se deben mutuamente las partes durante la audiencia de juzgamiento. Adems de estas funciones de direccin tcnica la audiencia, debe y puede el juez participar en la direccin material del mismo? Como se ver adelante la direccin material o social del proceso comporta otro tipo de funciones que pueden ser exigidas, de un lado, del esquema constitucional colombiano, pero desaconsejadas por la estructura propia del modelo penal acusatorio.

2.2. El proceso civil sin direccin judicial: el principio dispositivo puro del derecho romano.

Para discutir el concepto de direccin judicial del proceso quiz sea til empezar con una breve discusin del proceso civil romano. El objetivo de este ejercicio es el de presentar un modelo de proceso civil que luego nos servir de contraste al desarrollo del concepto de direccin judicial en el estado contemporneo. Ms en concreto, esta digresin histrica nos ser til para mostrar a grandes rasgos las caractersticas de un proceso civil en el que el estado (a travs de su magistrado estatal) slo interviene mnimamente, dejando as la mayor parte de la direccin del proceso (iniciacin, ritmo, terminacin y ejecucin de la decisin) a las partes. El derecho romano nos ofrecer un buen ejemplo de un proceso civil desarrollado, digmoslo as, en el seno de la sociedad y no en el del estado. Este tipo de proceso, como se imaginar el lector, no ocasiona significativa congestin judicial para los rganos del estado; sin embargo, la renuncia del estado a la direccin del proceso otorga amplios espacios para que en la demanda civil se reproduzcan las desigualdades y la violencia social que es deber de la justicia evitar.

El derecho civil romano nos da, por tanto, un ejemplo de la realizacin de procesos en los que el estado o sus representantes ejercan, en general, muy bajos niveles de control o liderazgo institucional. Es ms: el estado tena incluso muy pocas oportunidades de contacto siquiera con los conflictos civiles. Podra decirse que el procedimiento civil romano es un ejemplo claro de un sistema de resolucin de conflictos en el que el estado ejerce funciones mnimas de control y supervigilancia sobre la actividad de las contrapartes en litigio. Se trata, si se quiere, de conflictos de naturaleza jurdica que se resuelven socialmente con mnima intervencin o control del estado y mxima agencia y actividad por parte de los particulares, especialmente del demandante. P.G. Monateri, en un reciente e importante artculo, ha tratado de mostrar las caractersticas excepcionales (incluso exticas) del procedimiento civil romano si se les compara con la concepcin contempornea en la que el estado asume un papel burocrtico y tcnico fundamental en la direccin de la resolucin de los conflictos civiles. Para Monateri la maquinaria jurdica romana no garantizaba los derechos ya que su procedimiento civil era, en esencia, un asunto privado que resultaba capitalizado por las clases sociales ms poderosas. La descripcin de Monateri es tan ilustrativa que amerita su cita en extenso:

En la explicacin del jurista, hasta algn tiempo despus del ao 200 a.C., alguien que deseara hacer una reclamacin, ya fuera un comprador o un demandante cualquiera, tena simplemente que citar a juicio al demandado mediante una solicitud oral. Quedaba a voluntad del comprador el persuadir o el obligar por la fuerza al demandado que se resista a comparecer en juicio. El comprador tena que proferir la forma apropiada de su reclamacin mediante palabras ya fijadas. Despus de que se determinara cul era el problema en cuestin (litis contestatio), el pretor designaba un rbitro (iudex) al que se le remita el caso. El rbitro tena que investigar los hechos y tomar una decisin. Si era a favor del demandante, siempre lo era en forma de una suma cierta de dinero. La ejecucin requera la autorizacin de un magistrado, pero el demandante era el que deba llevarla a efecto.

Examinemos ahora la explicacin del historiador del mismo relato. Supongamos que nuestra propiedad es la pequea granja de nuestro abuelo. A un vecino rico le gusta esta propiedad y entra en ella con sus esclavos, expulsando a los nuestros y golpendolos salvajemente. Cmo manejara el derecho esta situacin (hasta el ao 200 a.C.)? De conformidad con el Derecho romano, nuestro amigo tiene responsabilidad por daos una infraccin perseguible a instancia de parte. Nos corresponde a nosotros el presentar una queja delante de un tribunal y el hacer que el demandado comparezca en la sala del tribunal. As que tenemos que traerle junto con sus esclavos, arrastrarlo y encerrarlo en el stano hasta el da del juicio. Si no lo conseguimos, el juicio no puede empezar. Slo podemos conseguirlo si nos hacemos clientes de algn patricio rico. Si nos sometemos a l, se convertir en nuestro patrn y enviar sus esclavos para que capturen al vecino, con lo que el juicio podr comenzar. El magistrado no solucionar el caso, sino que encargar a una persona privada que sea el rbitro. Supongamos que este rbitro decide a favor de la devolucin de la propiedad. Segn el Derecho romano de la poca, un tribunal no poda ordenar la restitucin de la propiedad. El tribunal slo poda condenar al demandado a pagar daos. Luego tendramos que embargar (fsicamente, por lo tanto con la ayuda de nuestro patrn) los bienes del demandado, venderlos en pblico, cobrarnos el valor de lo debido y darle el resto al vecino.Desearamos vernos involucrados en una justicia tan enrevesada y difcil? Si Voltaire deca que estaba contento de que no se le hubiera prometido la Tierra Prometida, un desierto rocoso con un ro enfermo, yo podra decir que estoy contento de que mis derechos no sean protegidos por la justicia romana. Era una justicia designada para los poderosos jefes de los clanes. En realidad, difcilmente podra denominarse un sistema legal, puesto que un sistema legal es un sistema de cumplimiento de lo legal. Es bastante obvio que el cumplimiento del derecho dependa en la prctica de la mera fuerza social de las partes. Era una forma de buscar venganza con una ligera intervencin de un magistrado para asegurar que ciertas formas mgicas fueran respetadas adecuadamente. No hay discurso tcnico ni relato devoto de lo romano que pueda en ltima instancia negar esta verdad elemental. E incluso los romanistas modernos lo admiten a veces, aunque con alguna mojigatera: Un demandante que fuera inferior social o econmicamente debe haber tenido dificultades.Esta descripcin de Monateri es sumamente vvida. En este sentido, las caractersticas del procedimiento civil romano lo acercan mucho ms a la configuracin de poder entre estado y sociedad que se presenta tpicamente en sociedades pre-estatales o, en una terminologa ms reciente, en sistemas jurdicos de base consuetudinaria o chtnica. Uno de los problemas fundamentales de la justicia estatal colombiana es que no ha sido capaz de desplazar este tipo de dinmicas que siguen existiendo en distintas zonas del pas donde la presencia del estado y su justicia continan siendo sumamente dbiles.

El estado moderno, por contraste, ha buscado una creciente racionalizacin y burocratizacin de los conflictos civiles: ciertamente sus niveles de intervencin y control procesales son inmensamente ms altos que aquellos que existen en sociedades como la romana. A pesar de eso, sin embargo, la queja casi universal (en Francia, Alemania, Italia, Estados Unidos, Reino Unido, Australia, Colombia, etc.) es que las partes en los procesos siguen teniendo gran control de los mismos y que sta es una causa central de la morosidad y congestin que aquejan a la justicia. As el estado contemporneo se ve sujeto a una importante paradoja: tiene que dirigir de manera muy activa y cercana los procesos para evitar la reproduccin del abuso y las jerarquas sociales; esta exigencia, de otro lado, produce inmensa cantidad de trabajo adicional que, dada la actual demanda de justicia, paraliza el sistema de justicia; se busca, por tanto, una forma de dirigir judicialmente los procesos donde se logren sus objetivos sociales intervencionistas y, al mismo tiempo, se reduzca el costo y el tiempo de su trmite. Es esto posible?

En Roma el costo y el tiempo de trmite de un proceso civil resultaban ms o menos bajos (si se le compara con la actualidad) ya que el sistema romano externalizaba gran parte de sus funciones, costos y trmites a los usuarios del sistema. A esta estrategia, con el tiempo, se le denominara en el tardomedioevo principio dispositivo. Como dice Cappelletti, el principio dispositivo, que comporta el poder exclusivo de las partes de determinar el inicio y contenido del proceso civil, [] no constituye sin embargo de manera alguna una creacin de la Revolucin burguesa o del Estado liberal. Dicho prejuicio representa por el contrario un elemento tradicional de los sistemas jurdicos tradicionales (sea del civil law o de common law).

2.3. El principio dispositivo en el proceso civil durante los siglos XIX y XX.

A lo largo del siglo XIX y XX se expidieron en Europa diversas normas de regulacin de los juicios civiles en los que se adopt en lo fundamental el principio dispositivo, aunque, como vimos, los elementos fundamentales de este concepto procesal ya venan del derecho romano y de su reelaboracin altomedieval. Este principio fue adoptado por la Europa decimonnica porque, al decir de la mayor parte de los tratadistas, cuadraba bien con el espritu individualista propio de este perodo histrico. Se trata, pues, de un proceso civil liberal, como liberal resultaba ser la mayor parte del derecho establecido en el perodo post-revolucionario. Este principio dispositivo, sin embargo, ya no resultaba de ninguna manera tan absoluto como la descripcin que Monateri hace de la casi inexistente intervencin estatal en Roma. Con todo, el principio dispositivo puede descomponerse en varias ideas fundamentales que subrayan la capacidad de las partes de disponer del objeto litigioso y, de contera, de dirigir el proceso:

Los individuos privados tienen poder monoplico para iniciar procesos civiles o para interponer contrademandas o excepciones de defensa frente a la demanda presentada. Non iudex sine parte (no haya juez sin parte) o ne procedat iudex ex officio (no proceda juez de oficio).

Las partes pueden disponer libremente del objeto de litigio durante el trmite procesal.

Los jueces estn limitados a pronunciarse sobre las pretensiones de la demanda, prohibindose por tanto el fallo extra- o ultra-petita. Los jueces estn vinculados por las alegaciones expresamente tradas por las partes, en especial con referencia a los hechos constitutivos o a los hechos impeditivos o extintivos;

Los jueces estn vinculados a las pruebas aducidas por las partes y a las deducciones probatorias por ellas extradas;

Finalmente, las partes tienen poder monoplico para iniciar la segunda instancia y para determinar su contenido y alcance.

La idea fundamental del principio dispositivo est en que el estado slo se mobiliza para la proteccin del individuo cuando ste as lo exige mediante una interpelacin formal y vlida al sistema de justicia.

2.4. La crtica al proceso civil liberal: nacimiento del proceso civil de contenido social y del concepto de direccin judicial.

Las crticas al derecho liberal se dejaron sentir, en Europa, desde mediados del siglo XIX con la aparicin de movimientos polticos que confrontaban las nociones privatistas e individualistas de la revolucin francesa. En derecho civil sustantivo, por ejemplo, se impugn la naturaleza absoluta con la que se revestan los derechos patrimoniales (fueran ellos reales o personales) y se hablaba, cada vez con mayor ahnco, de los deberes sociales que se seguan de la titularidad de dichos derechos. En una afirmacin tpica del clima ideolgico de la poca en la que escribe, afirma Cappelletti: De una concepcin prevalecientemente individualista y hedonista, dominante en Europa todava en el curso del siglo XIX, se ha pasado ahora, en verdad, en los ordenamientos modernos bastante ms adecuadamente, por lo dems, en los ordenamientos alemanes, escandinavos y anglosajones que en los latinos- a una concepcin en la cual el propietario rene en s, junto a los poderes, tambin toda una creciente gama de deberes (de entre los cuales son bastante importantes los fiscales), deberes que muestran una acentuada impronta supraindividual, en suma, social o pblica. Estos esfuerzos de socializacin y moralizacin del derecho terminaron tambin afectando la concepcin de base del proceso judicial. El nacimiento del moderno estado europeo del bienestar, hacia finales del siglo XIX, estuvo tambin acompaado de la aparicin de un proceso judicial social o del bienestar, como lo han denominado los autores.

Este desarrollo conceptual en derecho se dio bajo el empuje poltico de las corrientes progresistas de izquierda radical y moderada que existan en el mundo cultural germnico. En una muestra ms o menos temprana (pero ya muy coherente) de iussocialismo, el jurista austraco Antn Menger publica entre los aos de 1889 y 1890 una serie de artculos que luego se convertiran en el clebre libro El derecho civil y los pobres. En l se denuncia la explotacin de la que es vctima el proletariado mediante la utilizacin del derecho individualista. Menger, un jurista socialista (que no comunista), sin embargo, no abogaba por la supresin del derecho como mera super-estructura del modo de produccin econmica. En su lugar pensaba que el derecho poda ser reformado para atemperar aquellas caractersticas que permitan la dominacin social. La misin del derecho y del estado (a travs de sus distintos funcionarios) consista en intervenir (en procesos econmicos, disputas judiciales, etc., etc.) para asegurar la proteccin e igualdad real de todos, pero especialmente de personas en posicin de subordinacin. El derecho, desde este punto de vistas poda transformar la lucha de clases en cooperacin de clases, el odio en solidaridad. Esta idea de bienestar por va de intervencin estatal constituira, como es apenas evidente, la semilla de la idea de direccin judicial del proceso. En la literatura de esa poca (hasta nuestros das) se hace nfasis en la funcin social del juez al dirigir el proceso. La idea, pues, consista en mostrar que el principio dispositivo del liberalismo francs esconda, en realidad, las jerarquas propias de las clases sociales y que el derecho, en su conjunto, reiteraba la dominacin de unos (los burgueses) sobre los otros (el proletariado). Para dar un ejemplo concreto, los juristas de esta poca empiezan a criticar el principio ignoratia legis non excusat bajo el argumento del impacto diferencial que esta mxima tena, de un lado, sobre burgueses letrado y, del otro, sobre proletarios analfabetas. En un texto de 1890 que puede considerarse como la fundacin ideolgica de la direccin procesal por parte del juez, para Menger ya resulta claro que

La nueva legislacin procesal civil ha seguido sin reservas el camino opuesto al de la legislacin econmica y social de estos ltimos tiempos. Un siglo hace se crea que, dejando en libertad las fuerzas econmicas, se obtendra una produccin mayor en cantidad de los diferentes objetos, y en su virtud se alcanzara el bienestar econmico de todos (doctrina de Manchester). Tratando todos los ciudadanos de un modo perfectamente igual, sin atender sus cualidades personales y su posicin econmica; permitiendo que entre ellos se estableciese una competencia sin freno, se ha logrado, sin duda, elevar la produccin hasta el infinito; pero al propio tiempo se ha conseguido que los pobres y los dbiles tomasen una parte escassima en ese aumento de produccin []

Nuestra reciente legislacin procesal civil se halla an bajo el imperio de aquella viaja filosofa, no pudiendo desconocerse que la ciencia del derecho es, de todas las disciplinas, lo que permanece ms inmvil y adelanta con ms retraso, parecindose en esto ciertas ciudades de provincia en las cuales las modas en desuso en la capital se aceptan como otras tantas novedades []

Est, sin duda, en la naturaleza de las cosas, que el Juez no pueda obligar nadie defender sus derechos privados, supuesto que stos, segn el concepto fundamental del moderno Derecho civil, constituyen un asunto privado de los interesados. Pero cuando el interesado ha presentado al Juez una demanda manifestando as la voluntad de defender su derecho, parece que ste deba aplicar todos los medios legales para hacer triunfar el derecho lesionado. Sin embargo, no se obra as. El Tribunal, segn la legislacin procesal civil vigente en todos los Estados civilizados, aun despus de iniciado el litigio, debe ser impulsado particularmente realizar todos los actos importantes, como el mecanismo de un reloj, que el preciso tambin impulsarlo para que se mueva, aunque se por breves momentos.

Estas condiciones jurdicas son cmodas y beneficiosas para las clases ricas, porque cultas como son y bien acondicionadas, si hace falta, pueden tomar oportunamente la iniciativa. En cambio las pobres, que para defender su derecho tropiezan con un mecanismos tan complicado como es el procedimiento, sin consejo y malamente representadas, deben recoger de la pasividad judicial gravsimos perjuicios.

El contexto poltico de la Viena de Menger llevara a la expedicin del Cdigo de Procedimiento Civil austriaco de 1895, obra del jurista Franz Klein. La obra de Klein es unnimemente saludada como el comienzo del derecho procesal moderno o del bienestar y los tratadistas, hasta nuestros das, no se cansan de alabar la importancia del giro que el iussocialismo alemn ocasion en la ciencia del derecho procesal. El Cdigo Klein, en palabras de Cappelletti, ha aumentado profundamente los poderes del juez respecto de la asuncin y valoracin de pruebas; ha abolido prcticamente las pruebas legales; ha impuesto a las partes deberes de clarificacin, de completud y de veridicidad que estn netamente en funcin de una moralizacin y socializacin de la conducta de las partes en el proceso; ha atribuido al juez todos los poderes y deberes estimados necesarios para hacer as que la igualdad de las partes en el proceso sea no slo formal y aparente sino efectiva; y valga por ende no menos para el pobre, para el ignorante, para que est mal defendido, que para el rico o para el docto.

Desde la expedicin del Cdigo Klein de 1895, y luego con la creciente unanimidad entre los tratadistas en el sentido de socializar el derecho procesal, resulta claro que la direccin del proceso ha tenido dos vertientes caractersticas: de un lado, se ha buscado que el juez dirija el proceso para lograr su desarrollo ordenado y veloz; del otro, se ha buscado que el juez dirija el proceso para lograr la finalidad social de igualdad efectiva de las partes mediante el ejercicio activo y frecuente de sus poderes de oficio, especialmente en materia probatoria. A lo primero se le ha denominado direccin tcnica o formal del proceso; a la segundo, direccin material o sustantiva del proceso. De la lectura de los tratadistas colombianos de la dcada de los sesentas y setentas era claro que la reforma al procedimiento civil estaba claramente dominada por el predominio de la direccin material. La socializacin del proceso pesaba de manera decisiva en una poca en que el derecho buscaba responder a los desafos de una sociedad en estado de ebullicin poltica e ideolgica y frente a la amenaza que, en todos los campos, representaba para occidente el modelo comunista. Debe observarse, del otro lado, que los objetivos de la direccin material pueden ser relativamente contradictorios con los objetivos de la direccin tcnica o formal. As, por ejemplo, resulta claro que la direccin tcnica usualmente resulta en disminucin del tiempo promedio de disposicin final de las demandas, mientras que la direccin material puede tener consecuencias contrarias al alargar dichos tiempos promedios de disposicin.

ACTIVIDAD DEL DISCENTE

Se acaba de afirmar que existen potenciales tensiones entre la direccin tcnica y la direccin material del proceso:

Puede explicar la razn de la anterior afirmacin?

Puede ofrecer ejemplos de dicha tensin?

Tomando uno de esos ejemplos, se le ocurren maneras de compatibilizar las exigencias de la direccin tcnica con las de la direccin material?

La difusin del proceso social o del bienestar hacia los pases latinos y, luego hacia Amrica Latina, se dara de forma sumamente lenta. En los aos setentas autores como Cappelletti y Devis Echanda frecuentemente se quejan del enorme retraso que hay en el pas en la realizacin de una verdadera modernizacin del proceso civil. Por modernizacin entienden la adopcin del proceso social o del bienestar, el cual igualan a otros dos leitmotifs propios de la poca: la publicizacin del proceso civil y la entronizacin del principio de juez director del proceso. En Colombia, como sabemos, las nuevas ideas apenas empezaron a tener alguna recepcin doctrinal en el abortado proyecto de Cdigo de Procedimiento Civil de 1958. En la dcada de 1960 estas ideas ya eran lugar comn, al menos entre los procesalistas progresistas para luego venir a convertirse en ley en el Decreto 1400 de 1970. Como veremos a continuacin, las modernas tcnicas de direccin procesal en boga en la dcada de 1990 (incluyendo claramente el caso colombiano) han dejado de preocuparse tanto por la direccin material y, en su lugar, ponen nfasis (quiz excesivo) en la direccin tcnica y en sus objetivos de reduccin de tiempos y costos. En la seccin que sigue podremos discutir estos desarrollos recientes en el derecho comparado vigente. Tal exploracin nos permitir entender con mayor claridad los propsitos de la direccin del proceso contempornea. El derecho comparado deber servirnos, no para aumentar nuestra erudicin o nuestros conocimientos tericos, sino ms bien para preguntarnos si la experiencia de otros pases puede ser capitalizada dentro del marco constitucional y legal colombiano. Cada vez que en otros pases observe una tcnica de direccin del proceso que le parezca potencialmente atractiva y til para el caso colombiano, hgase la siguiente pregunta: podra implementarse esta tcnica de direccin del proceso en Colombia sin necesidad de cambiar el marco legal de la actividad procesal? Mi tesis es que, sorprendentemente quiz, los jueces colombianos tienen amplios espacios de libertad para implementar estrategias de direccin de proceso (bien sea material o tcnica) dentro de los marcos legales ya existentes. Al fin y al cabo, si le creemos a la ley y a sus comentaristas ms destacados, los cdigos de procedimiento en Colombia ya se mueven, desde hace muchos aos, dentro de una comprensin activista y dirigista de la actividad del juez.

Unidad III: OBJETIVO GENERAL:

Repasar la experiencia comparada reciente, examinar el mrito de las tcnicas de direccin procesal empleadas y considerar si tales tcnicas pueden ser empleadas en Colombia sin necesidad intervencin legislativa mediante la utilizacin de los poderes oficiosos concedidos por los distintos Cdigos de Procedimiento al juez colombiano.

OBJETIVOS ESPECFICOS:

Analizar la reforma procesal civil de 1990 en los Estados Unidos y la nocin de case management. Analizar el informe Woolf en Gran Bretaa y el alcance de la reforma a su justicia civil a travs de la aplicacin de tcnicas de case management contemporneo.

Analizar la reforma procesal civil en Australia y la utilidad y transplantabilidad de las tcnicas de case management all propuestas. Analizar el concepto de matrise du procs en Francia y los poderes del juge de la mise en tat bajo el Cdigo de Procedimiento Civil y sus reformas de los aos noventas. Analizar el alcance del concepto de Prozessleitung en el derecho procesal alemn, evaluando su utilidad para el caso colombiano.

3. La direccin judicial del proceso en el derecho comparado.

3.1. Las reformas judiciales recientes: el concepto de case management en los sistemas anglo-sajones de justicia.

La dcada de los noventa ha marcado una explosin de reformas judiciales en todas partes del mundo. Este movimiento de reforma ha incluido distintos aspectos, pero en este texto quisiramos hacer nfasis en solo uno de ellos: la direccin judicial del proceso, o bajo su nombre contemporneo en ingls, el case management. Con estas expresiones se cubren las distintas tcnicas mediante las cuales los jueces asumen un control proactivo del proceso para cumplir los fines y propsitos que la justicia estatal busca realizar en el conjunto social. Las nuevas tcnicas de direccin procesal se han constituido en el nervio de las reformas procesales en todo el mundo anglo-sajn. A continuacin discutiremos las experiencias recientes de Estados Unidos (1990), Gran Bretaa (1995) y Australia (1997). El propsito de este ejercicio de derecho comparado es el de reflexionar continuamente sobre qu tipo de experiencias sera interesante usar en Colombia con el propsito de reducir los tiempos de disposicin de demandas, aumentar la justicia del sistema y, finalmente lograr una mayor efectividad de las sentencias pronunciadas por la jurisdiccin.

3.2. El case management en los Estados Unidos.

3.2.1. El poder de los jueces en la direccin procesal: una visin panormica.

En trminos generales, un sistema procesal antagonista o adversarial se refiere al sistema del common law en el que las partes, y no el juez, tienen la responsabilidad primaria de definir los problemas jurdicos en disputa, encontrar y examinar las pruebas y prepararse para el juicio. En todo este trabajo procesal preparatorio al juzgamiento, los partes desarrollan al pleito sin mayor intervencin del juez. En Europa y Amrica Latina, del otro lado, los sistemas procesales son usualmente criticados por desplegar el llamado principio dispositivo. Sin embargo, desde el punto de vista de los sistemas anglo-sajones el derecho procesal continental parece en todo caso seguir un principio inquisitivo ya que los jueces, en todo caso, tienen altsimos poderes de control del caso desde el mismo momento de interposicin de la demanda y durante las fases de preparacin y de pruebas dentro del proceso. En Estados Unidos, como acabamos de ver, el juez slo tiene efectivo control de la audiencia oral de juzgamiento ya que la mayor parte de la actividad preparatoria y probatoria se hace por fuera del juzgado y sin mayor supervisin por parte del juez.

Gran parte de los cambio procesales en los Estados Unidos se hicieron bajo la idea de que el juez europeo tena ms control del proceso y que tal caracterstica reduca los trminos de disposicin de casos y la maximizacin de recursos judiciales. En la literatura acadmica de los aos ochentas y noventas se di una gran discusin sobre las bondades del sistema europeo de justicia. El profesor John Langbein, de la Universidad de Chicago, lleg a postular la existencia de una clara ventaja continental en procedimiento civil. Es incluso probable que los tcnicas contemporneas de case management en los Estados Unidos hayan sido, al menos en trminos generales, inspirados por la aparente tendencia activista del juez europeo. Paradjicamente, de otro lado, los juristas continentales tambin se quejaban de la excesiva tendencia privada y dispositiva de sus propios procesos. Mientras que para los estadounidenses el juez continental ejerca un claro rol activo en la direccin del proceso, para los propios juristas continentales sus jueces eran igualmente pasivos frente a los intereses de las partes, tanto o ms como tambin pareca ocurrir con el juez estadounidense bajo las formas clsicas de los procesos adversariales del common law. Mientras que para los estadounidenses la maquinaria continental de justicia se caracterizaba todava por mantener el principio inquisitivo, para los propios europeos su sistema haba sido presa haca muchos aos de una tendencia privatizadora que dieron en llamar el principio dispositivo y que ahora criticaban con ahnco debido a su baja capacidad de responder a los fines e intereses pblicos que el proceso deba servir.

Es interesante hacer una comparacin entre la visin clsica del rol de los jueces y el nuevo rol a ellos asignado cuando ejecutan (por mandato del legislador o motu proprio) tcnicas de direccin procesal o de case management. En los aos noventa, tanto europeos como estadounidenses empezaron a proponer una visin activa del juez: dicha visin activa era una nueva versin de la crtica (ya antigua) al proceso adversarial en los Estados Unidos y del principio dispositivo en Europa. Ambos sistemas, como hemos visto, tenan mutuas fantasas de que el otro, por alguna razn, tena mejores herramientas para responder a la mora y congestin judiciales propias del mundo contemporneo y que, por tanto, sus jueces estaban mejor equipados para realizar una direccin procesal activa y enrgica que evitara las maniobras dilatorias de las partes. El juez estadounidense, de un lado, era visto como un juez actitudinal y socialmente ms poderoso: al menos en lo que se refiere a los jueces federales de los Estados Unidos, su posicin no era la de un simple burcrata de bajo nivel, sino se trataba de jueces social y polticamente poderosos, con garanta de estabilidad laboral y sueldos relativamente altos que hacan gala de sus amplsimas capacidades de control de su propia sala de juicios y de la audiencia oral de juzgamiento (trial); en ella los abogados, aunque con algn nivel de libertad, en general obedecan el ritmo y la direccin procesales que se ejercan a travs de amplios poderes de intervencin en el interrogatorio (examination) y contra-interrogatorio (cross-examination) de testigos y peritos; en la severa programacin del juicio y su imposibilidad de postergacin sin orden judicial explcita (raras veces concedida); y, en general, por la concentracin en una sola audiencia continua (as tarde varias das) de todas las fases que deben cubrirse en el juicio (trial) que le permiten al juez un control directo, concentrado y continuo sobre esta etapa del proceso. Los jueces de la tradicin europea, de otro lado, son ciertamente burcratas menos poderosos social y econmicamente que los jueces norteamericanos, pero, en compensacin, poseen amplias competencias de ley para dirigir el proceso desde su iniciacin y para controlar toda la actividad procesal, incluida la audiencia final de juzgamiento. Como hemos visto, el juez civil norteamericano ejerce una direccin muy poderosa del juicio, pero slo del juicio y no de las actividades preparatorias y probatorias previas que llevan al mismo. De otro lado, sin embargo, estos jueces europeos continentales en general se mostraban menos asertivos frente a los abogados en el control de la audiencia, dejndolos a ellos marcar los ritmos y dinmicas de las mismas, incluidas, como se sabe, numerosas postergaciones y dilaciones de las mismas.

La visin clsica (en el proceso adversarial o dispositivo) parte de la nocin de que los jueces son figuras imparciales, con poco contacto con las partes antes del juicio y que no son responsables del desarrollo de las instancias del proceso. Por su parte, los jueces que hacen direccin de proceso o case management son jueces que participan activamente desde el comienzo mismo de los procesos, tienen contacto directo (tanto formal como informal) con las partes desde la preparacin del caso y establecen cronogramas completos del caso (con fechas firmes). Por todas estas caractersticas los jueces se convierten en responsables primarios del desarrollo expedito del proceso sin esperar, como usualmente se hace, la prxima movida de las partes. El case management consiste no slo en llevar un proceso; consiste en administrar la duracin de cada una de sus instancias para que sea llevado a cabo en el menor tiempo posible y de la forma ms eficaz. As pues, es tpico de un proceso bajo direccin judicial o case management que el juez haga reuniones con las partes desde sus inicios, que imponga cronogramas para iniciar cada una de las etapas y que establezca plazos para que las partes lleguen a acuerdos sobre disputas que surgen con el desarrollo de cada una de las instancias del proceso.

Antes de adentrarnos en el estudio del concepto de direccin procesal o case management y sus distintas modalidades es interesante anotar el importante significado que tiene este elemento en trminos de poder entre los sujetos del proceso. Las normas procesales no son neutrales si se entiende que, dependiendo del esquema procesal que se defina, se le est otorgando poder a un actor procesal a expensas de otro. As, el hecho de que los jueces jueguen un papel mas activo en los procesos tiene importantes implicaciones, pues otorga ms y mayores poderes a los jueces.

La siguiente cita ilustra el poder ampliado de los jueces bajo tcnicas de direccin procesal:

El fracaso de las leyes de agilizacin de los procesos ilustra una enseanza ms amplia de la experiencia estadounidense: ningn programa puede dar buenos resultados sin la participacin activa de los directamente interesados en la administracin de la justicia. Los tribunales estn gobernados por un complejo conjunto de normas formales y prcticas informales. Los jueces, abogados y otros profesionales que trabajan en el sistema judicial conocen esas normas mucho mejor que los terceros y pueden utilizar esa ventaja informativa para echar por tierra las reformas con las que no estn de acuerdo. Por ello, un paso fundamental al disear un programa de reduccin de los atrasos es contar con el personal del sistema judicial.

Las estructuras procesales de los Estados Unidos han generado una peculiar atencin en dos momentos especficos que los jueces usualmente no controlaban y que tendan, por tanto, a ser apropiadas por los litigantes. En consecuencia, existen, en general, dos modalidades de case management: la primera de estas modalidades es el case management preparatorio; la segunda es el case management ejecutorio o post-procesal. La etapa preparatoria, como su nombre lo indica, se da en las primeras etapas de los procesos, particularmente en la etapa en que las partes ejercen sus derechos de investigacin e incorporacin probatorios- llamados en los Estados Unidos discovery rights. El sistema procesal de los Estados Unidos estableci en su reforma de 1938 el derecho que tienen las partes de pedirse entre ellas mismas informacin relevante para su defensa y para el caso. Esta actividad incluye la exhibicin e intercambio de documentos y la realizacin de deposiciones testimoniales previas. Toda esta circulacin de informacin ocurre entre las partes (incluyendo las deposiciones de testigos y de peritos) con un escaso control judicial. Esta etapa de descubrimiento probatorio tiene varios propsitos: busca, en primer lugar, preparar a las partes para el juicio donde las pruebas sern oficialmente presentadas ante el juez y el jurado; permitir la preparacin y conocimiento del caso, evitando pruebas sorpresa o no examinadas por la contraparte en el momento del juicio; permite amplio acceso a la informacin que est en manos de la contraparte, etc. Las actividades de case management en esta modalidad implica que el juez zanja las disputas que surgen entre las partes sobre qu informacin estn obligadas a presentar en trminos de la relevancia para el caso. El juez interviene forzando a las partes a que lleguen a un acuerdo sobre esta materia e imponiendo un cronograma que implica que las partes superen sus diferencias y presenten sus posiciones para el litigio. Sin embargo, la participacin del juez en estas etapas preliminares implica tambin que los puede incentivar a que diriman el pleito y lleguen a un acuerdo conciliatorio.

La segunda modalidad, la de case management ejecutorio o post- procesal, se usa en casos de inters pblico en los que suele haber derechos fundamentales de por medio, y se ejerce con una inspeccin y vigilancia de una serie de medidas que el juez, basado en su discrecionalidad, impone a una de las partes para el cumplimiento de la sentencia proferida. Se trata, en una palabra, de un monitoreo cercano de las decisiones adoptadas por el juez, as como un continuo ajuste de las mismas a los desafos prcticos que se presenten en la ejecucin de fallos ms o menos complejos. Dicha modalidad implica que el juez vigila la ejecucin de la sentencia con el propsito de que se restablezcan los derechos de la otra parte (usualmente el demandante), pero tambin que para el diseo de los remedios que se deben ejecutar haya acuerdos entre la partes (por lo menos en lo referente a las modalidades de su ejecucin), suponiendo as que las soluciones concertadas son las ideales y ms rpidas de cumplir.

Las caractersticas de los procesos bajo el case management de los jueces son las siguientes. En primer lugar, los jueces participan en la etapa preparatoria de oficio y en la post-procesal por la voluntad de las partes. Las razones que los mueven a participar en la etapa preparatoria son generalmente las siguientes: 1. Quieren disminuir el control de las partes en el proceso para evitar dilaciones y prcticas poco profesionales. 2. Los jueces creen que su intervencin fomenta el acuerdo y mejora la calidad del proceso litigioso. El case management aumenta la discrecionalidad de los jueces, y por lo tanto su control, en los procesos.

Las razones por las cuales se da el case management en la etapa post-procesal o ejecutoria son las siguientes: 1. Garantizar la ejecucin de la sentencia. 2. Los perdedores en los procesos buscan que las rdenes o acontecimientos posteriores modifiquen las decisiones judiciales adversas que previamente fueron expedidas; por lo tanto el juez, ante la insistencia de las partes, interviene buscando que estas negocien y lleguen a acuerdos en la ejecucin de las sentencias.

El case management tiende a ser una prctica cada vez ms frecuente en el mundo. Esto es particularmente corroborable en casos de responsabilidad civil; sin embargo, en los procesos en los que se hace en la etapa post-procesal, como se lleva a cabo a peticin de las partes, la tendencia al aumento no es tan clara en los Estados Unidos. En lo que respecta al impacto del case management en la duracin del proceso, ambas modalidades de case management tambin difieren: en el caso de la gerencia post-procesal, el fin del proceso tiende a dilatarse en la medida en la que las partes cumplan con la sentencia. Aqu el juez est interesado en la efectividad del derecho y no tanto en el ahorro y maximizacin de los recursos judiciales. Se trata, si se quiere, de una forma de control garantista de la ejecucin del fallo. En el caso de la direccin procesal en la etapa preparatoria, el propsito de esta modalidad es el terminacin del proceso de la forma ms veloz posible, bien sea a travs de un juicio al que se llega eficientemente y sin dilaciones o a travs de una terminacin prematura dentro de las posibilidades que da la ley (como sera, por ejemplo, una rpida conciliacin entre las partes liderada por el juez o por el evaluador neutral del caso). As, pues, mientras el case management post procesal bien puede tender a la dilacin de los procesos, el case management preparatorio tiende a acortar los procesos mismos.

En lo que se refiere a la formalidad de los procedimientos, el case management dirigido por los jueces se caracteriza, en ambas modalidades, por ser sumamente informal, especialmente en la modalidad preparatoria, y contrasta fuertemente con los usos tradicionales de las cortes. En la modalidad post-procesal o ejecutoria, tienden a producir mejores resultados las reuniones que se hacen en audiencias pblicas debido al contenido poltico propio de los casos en los que se aplica dicha modalidad. En la otra modalidad, la preparatoria, las reuniones entre las partes y el juez suelen ser ms efectivas y menos pblicas debido tanto al inters de las partes como del juez de evacuar rpido los casos. Se tratan de audiencia informales de impulso procesal donde las decisiones se toman con el consenso de las partes. Esto tiene efectos en el tipo y la calidad de la informacin que se maneja en las reuniones de case management. En estas reuniones la informacin utilizada no tiene la calidad de prueba formal aducida al proceso, ni las decisiones de los jueces tienden a ser tan revisables como lo seran usualmente los autos interlocutorios expedidos durante el proceso. As mismo, lo anterior tiene efectos en lo que respecta a la discrecionalidad de los jueces. En los casos de case management preparatoriol, las decisiones son tomadas a puerta cerrada, segn los parmetros del juez, lo cual conlleva a una mayor discrecionalidad y un mayor control del proceso de su parte. En los casos de gerencia postprocesal de casos, debido a la naturaleza de los casos en los que se aplica esta modalidad de case management, las decisiones se toman a la luz pblica y estn sometidas al control de cortes de apelacin, lo cual lleva a que haya menos discrecionalidad por parte del juez cuando.

Lo anterior est muy relacionado con los lmites institucionales (ms que todo de naturaleza poltica), presentes a la hora de que el juez tome sus decisiones. En los casos de gerencia post-procesal, el juez est obligado a respetar la autonoma de las entidades pblicas en el proceso. As mismo, para la ejecucin de sus sentencias los jueces necesitan la colaboracin de otras entidades pblicas para llevar a cabo el control de su ejecucin; de igual forma, sus decisiones tienen que ser valoradas y medidas en la medida en que estas pueden tener un alcance poltico difcil de valorar y de manejar. En cambio, en el caso de la gerencia preparatoria, las limitaciones institucionales son ms bien escasas. Las partes suelen ser personas privadas que no necesariamente estn bajo la lupa pblica y el poder real del juez es mayor, ya que las audiencias son informales y no estn sometidas a ningn control. As mismo, las partes, para evitarse problemas personales con el juez, le hacen ms caso en sus provisiones. Todo esto se suma a un aspecto importantsimo: las reuniones del case management implican de una forma u otra la carencia garantas procesales generalmente disminuidas. Las partes concurren libremente con el juez en la idea que es necesario dirigir el proceso hacia su finalizacin expedita: esto implica altos niveles de confianza entre todas las partes del proceso y, ms an, altsimos niveles de confianza en la capacidad del juez de ir llevando a puerto seguro la actividad procesal del caso.

Si bien los propsitos del case management, en la modalidad preparatoria, son evitar demoras en el proceso judicial, producir ms sentencias y reducir los costos del litigio, dichas prcticas tambin producen una serie de resultados no esperados que se desprenden de las consideraciones anteriores: el poder real de los jueces aumenta (la capacidad de aplicar su discrecionalidad cuando lo consideran conveniente), los procesos son poco imparciales (porque las decisiones se toman a puerta cerrada, donde estn por fuera del alcance de los recursos de apelacin y revisin), y la administracin de justicia se convierte en una cuestin cuantitativa y no cualitativa, debido al nfasis que se hace en velocidad, control y cantidad. As, una de las crticas de los detractores del case management, consiste en que da prevalencia al valor de la eficiencia, que es tan slo uno de los valores deseables en la administracin de justicia, y, al darle preponderancia a ste sobre los dems valores en juego, podra llegarse a resultados injustos.

3.2.2. Breve noticia histrica del desarrollo del case management en los Estados Unidos.

El nivel de poder de los jueces federales en los Estados Unidos desconcierta con facilidad a un jurista colombiano. Partamos de la siguiente constatacin: las Reglas Federales de Procedimiento Civil (es decir, la norma bsica comparable con las funciones que realiza el Cdigo de Procedimiento Civil en Colombia) fue proclamada en el ao de 1938 por los mismos jueces gracias a una autorizacin del Congreso de los Estados Unidos para que expidieran una norma general sobre el tema. A partir de la proclamacin de las Reglas Federales de Procedimiento Civil de 1938, y especialmente con fundamento en su artculo 16, los jueces podan asumir el control sobre elementos esenciales del proceso antes de que este llegara a la fase de juicio oral (trial). En Estados Unidos, es bueno recordarlo, la etapa de preparacin del caso y de las pruebas (despus de la demanda y su contestacin) son conducidas fundamentalmente por las partes con algn nivel de control del juez, pero sin que este tenga la responsabilidad primaria de su realizacin. Hasta 1938 esta actividad anterior al juicio estaba en general exenta de control judicial. Desde 1938, la regla 16 de procedimiento civil permiti que los jueces tomaran un creciente control de los procesos, incluyendo toda la actividad anterior al juicio. Hoy en da, y luego de importantes reformas, la regla 16 constituye el marco bsico del case management en los Estados Unidos, postulando all sus fines y tcnicas ms importantes. Ms adelante hablaremos de la sustancia de dicha regla 16 y de las potenciales enseanzas que para el caso colombiano tienen diez aos de experiencia estadounidense en case management.

As pues, ciertas innovaciones procesales que tienen su origen en la reforma de 1938, constituyen los orgenes del case management en Estados Unidos. En vista de la discrecionalidad que dicha reforma le otorg a los jueces para participar en los procesos, los jueces estadounidenses quedan bien posicionados para realizar una serie de actividades tpicas de case management: (i) podan zanjar las disputas que surgen entre las partes en el ejercicio de sus derechos de descubrimiento e investigacin (discovery rights) en la etapa anterior al juicio, es decir, intervienen ms tempranamente en el litigio, asumiendo su control casi desde su comienzo; (ii) de su temprana intervencin en el caso, los jueces quedaban en capacidad de conocer el caso, las estrategias de los litigantes, y, por tanto quedaban posicionados para dirigir negociaciones conciliatorias que terminaran el proceso tempranamente, ahorrando as costos judiciales evitables; finalmente, (iii) en situaciones de case management despus de la sentencia o post-procesales, el juez participaba mucho ms activamente en la verificacin de la cabal ejecucin de la sentencia emitida.

La razn de ser de estas prcticas de case management se ilustra en la siguiente cita:

El case management temprano puede haber cambiado nuestro concepto de la funcin de los jueces. Quizs ya no se vern como moderadores imparciales o rbitros en los duelos que se adelantan en los juzgados; se vern como amigos sabios y comprensivos de aquellos que buscan alivio en la cortes, prestos a ayudar con su sentido comn, sabidura y conocimiento del derecho y de la naturaleza humana, a zanjar las diferencias rpidamente y con los menores costos y retrasos posibles Sin duda ste es un objetivo muy deseable.

3.2.3. La reforma de 1990 al procedimiento civil de los Estados Unidos.

En el ao de 1990 se realiza en Estados Unidos una reforma muy profunda a las reglas de procedimiento civil. La reforma de 1990 es el resultado de mas de diez aos de preocupacin poltica por parte de distintos operadores jurdicos y motivada por el simple hecho de que los casos presentados ante las cortes federales requeran de mucho tiempo en ser resueltos, generando as costos demasiado altos para los litigantes. El resultado de una justicia excesivamente lenta y costosa es que, en ltimas, a muchas personas se les termina por denegar el acceso efectivo a la justicia As pues, en 1990 se expidi la Ley de Reforma a la Justicia Civil (Civil Justice Reform Act) conocida por sus siglas en ingls como CJRA. Los objetivos de esta reforma son bsicamente facilitar la adjudicacin de casos civiles, ejercer controles en la etapa probatoria, mejorar la gerencia de casos (case management) y asegurar una resolucin de las disputas civiles que sea justa, rpida y menos costosa.

Un punto importante a anotar es el siguiente: la reforma a la justicia civil consisti fundamentalmente en la recopilacin de prcticas judiciales de case management ya existentes. El legislador estadounidense lo que hizo en este caso no fue imponer nuevas ideas de reduccin de tiempos procesales mediante el control judicial, sino positivizar experiencias exitosas ya probadas por los jueces a la luz de las facultades a ellos concedidas desde la reforma de 1938. Experiencias recientes muestran que la direccin judicial del proceso es un conjunto de tcnicas de maximizacin de recursos que, dentro de los lmites de la ley, impiden el control estratgico por parte de los litigantes, aseguran la marcha del proceso dentro de los trminos programados y, en ltimas, compatibilizan los intereses pblicos y privados concurrentes en la buena marcha del proceso. Estas tcnicas, como resulta fcil ver, son usualmente desarrolladas en la experiencia judicial: en ltimas son los jueces los que mejor conocen los comportamientos de las partes y quienes, utilizando los recursos que les da la ley, responden creativamente a dichos comportamientos mediante la direccin del proceso, evitando as que se frustren los principios y propsitos fundamentales de la justicia estatal. En el caso de los Estados Unidos se insisti mucho en la necesidad de que las nuevas normas de case management fueran resultado de la experiencia judicial previa. Un caso reciente en Colombia parece confirmar que, en general, la direccin procesal nacida de la experiencia de los propios jueces es superior a la impuesta por el legislador; los jueces tienden a ver en tcnicas impuestas por el legislador restricciones inconstitucionales de derechos o propuestas ineficientes o, incluso, contraproducentes. Estas normas dictadas legislativamente tienden a generar resistencias al interior de la rama. En este sentido, la direccin procesal parece ser un conjunto de tcnicas que los jueces consideran legtimas y que parte de esa legitimidad est relacionada con la autogestin y autocontrol que los jueces tienen sobre las mismas.

ACTIVIDAD DEL DISCENTE

Reflexione sobre los siguientes puntos:

La direccin del proceso es posibilitada por las competencias que da el legislador en las leyes que expide. De ejemplos de herramientas de direccin procesal de fuente legislativa.

Los cdigos de procedimiento no son necesariamente los nicos lugares donde el derecho positivo da herramientas de direccin procesal. Podra identificar herramientas de este tipo concedidas en otros lugares de ordenamiento jurdico?

El Consejo Superior de la Judicatura, como rgano de gobierno de la rama judicial, puede tener tambin formas de acrecentar las herramientas de direccin procesal. Puede citar un ejemplo de norma de direccin procesal generada por el Consejo?

Gran parte de las herramientas de direccin judicial, sin embargo, tienen que ser producida por los jueces y sus prcticas judiciales. Varias reformas al procedimiento civil en Colombia, de hecho, han positivizado prcticas judiciales. Puede dar el ejemplo de una buena prctica de direccin de proceso que pueda ser generalizada a sus compaeros, o potencialmente positivizada a nivel de ley? En los Estados Unidos el desarrollo del case management es parte de un proceso iniciado a partir de la reforma de 1938 que tiene como objeto consolidar un aumento en el control judicial de los procesos. Antes de 1990, por ejemplo, los jueces empezaron, por ejemplo, a usar discrecionalmente sus facultades para determinar el nmero de miembros de un jurado (reduciendo as el tradicional juzgado de doce miembros por jurados de menor tamao en bsqueda de la celeridad y la eficiencia en el juicio); despus de la reforma de 1990, pero basado en experiencias judiciales de case management ya existentes, los jueces pueden participar d