JUICIO No. 1369-2013 PONENCIA: DR. ALFONSO ASDRÚBAL ... · Cuarto de Trabajo del Guayas que...
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JUICIO No. 1369-2013
PONENCIA: DR. ALFONSO ASDRÚBAL GRANIZO GAVIDIA
CORTE NACIONAL DE JUSTICIA, SALA ESPECIALIZADA DE LO LABORAL.- Quito, 27 de noviembre de 2014, las 11h14.
VISTOS: Este Tribunal integrado legalmente por los Doctores Alfonso Asdrúbal Granizo Gavidia, Juez ponente,
Merck Benavides Benalcázar y Doctora Paulina Aguirre Suárez, Jueces y Jueza de la Sala Especializada de lo
Laboral de la Corte Nacional de Justicia, avoca conocimiento de la presente causa, en virtud de sorteo y por Reso
lución del Consejo de la Judicatura de Transición No. 004 de 26 de enero de 2012; el Art. 8 de la Ley Orgánica
Reformatoria al Código Orgánico de la Función Judicial, publicada en el Suplemento del Registro Oficial No. 38,
de 17 de julio de 2013; el Art. 184.1 de la Constitución de la República; los Arts. 184 y 191 del Código Orgánico
de la Función Judicial; el Art. 1 de la Ley de Casación; y el Art. 613 del Código del Trabajo. PRIMERO:
ANTECEDENTES.- Comparece Máximo Giovani Tandazo Espinoza, actor en la causa, interponiendo recurso de
casación de la sentencia dictada por la Primera Sala de lo Laboral, de la Niñez y Adolescencia de la Corte
Provincial de Justicia del Guayas, que declara sin lugar la demanda, al revocar la sentencia dictada por el Juez
Cuarto de Trabajo del Guayas que declara parcialmente con lugar y dispone el pago de $ 42.309,71 por parte de
la Empresa demandada AFP Génesis Administradora de Fondos y Fideicomisos S.A. a favor del actor señor
Máximo Giovani Tandazo Espinoza. El recurso de casación interpuesto, ha sido aceptado a trámite por la Sala de
Conjueces de lo Laboral de la Corte Nacional de Justicia, mediante auto de fecha 16 de mayo de 2014, a las 12h55
. SEGUNDO: NORMAS DE DERECHO INFRINGIDAS Y CAUSALES INVOCADAS.- El recurrente consid
eran que en la sentencia objeto del recurso, se han infringido las siguientes disposiciones legales: Arts.: 11
numerales 3, 4, 6 y 9; 169; 326 numerales 2 y 3; y 327 de la Constitución de la República del Ecuador; Arts.: 4, 5,
55 y 188 del Código del Trabajo; Arts.: 23, 25, 27, 29 y 130 números 1, 2, 3 y 4 del Código Orgánico de la
Función Judicial; y, Arts.: 115, 117, 121, 131 y 274 del Código de Procedimiento Civil. Fundamenta su recurso
en las causales primera, tercera, cuarta y quinta del Art. 3 de la Ley de Casación. TERCERO: RECURSO DE
CASACIÓN.- Tomando en cuenta algunos criterios valiosos de la doctrina, apreciamos que Manuel de la Plaza, al
tratar sobre el concepto y fines de la casación considera que: “… el Estado necesitaba de un órgano que en su calidad de
Juez supremo, colocado en la cima de las organizaciones judiciales, mantuviese su cohesión, su disciplina y hasta su independencia;
pero entonces, como ahora, precisaba también, como garantía positiva de certidumbre jurídica, que ante el evento, más que posible,
de la multiplicidad de interpretaciones, un órgano singularmente capacitado para esa función, imprimiese una dirección única a la
interpretación de las normas jurídicas,
cualesquiera que fuese su rango; cuidase de evitar que no se aplicasen o fuesen indebidamente aplicadas, y procurase, al par, que a
pretexto de interpretarlas, no se desnaturalizase por error, su alcance y sentido, de tal modo, que, en el fondo, y por uno u otro
concepto, quedasen infringidas…” (La Casación Civil, Editorial Revista de Derecho Privado, Madrid, 1944, pp. 10 y 11). A su vez,
Ricardo Véscovi , al referirse a la naturaleza y fin de la casación, expresa: “Luego de una evolución histórica en la que se ha
producido alguna alteración en sus finalidades iniciales (Supra Cap. I) hace ya un siglo que, la más relevante doctrina sobre el tema,
asigna a nuestro Instituto, estas dos finalidades esenciales: la defensa del Derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia” (La
Casación Civil, Primera Edición, Montevideo, Ediciones IDEA, 1979, p. 25). Por su parte, el tratadista Santiago Andrade Ubidia, al
abordar sobre la Casación y el Estado de Derecho, entre otros aspectos, manifiesta: “La función de la Casación es constituir el vehículo
a través del cual el Estado, por intermedio de su Corte Suprema de Justicia, realiza el control de la actividad de los jueces y
tribunales de instancia en su labor jurisdiccional, velando porque los mismos se encuadren en el ordenamiento jurídico. Labor de
naturaleza fundamentalmente pública…”. (La Casación Civil en el Ecuador, Andrade y Asociados, Fondo Editorial, Quito, 2005, p. 17).
En este contexto, Galo García Feraud, al determinar los propósitos del recurso de casación, reitera que ésta surge “… como un recurso
que pretende defender el derecho objetivo contra cualquier tipo de abuso de poder desde el ejercicio de la potestad jurisdiccional; esa
defensa del derecho objetivo ha sido llamada por algunos tratadistas como nomofilaquia, que naturalmente se refiere a eso, a la
defensa de la norma jurídica objetivamente considerada (...) otra de las finalidades que persigue el recurso de casación es la
uniformidad jurisprudencial, y, naturalmente, hacia ese punto se dirigen los esfuerzos del mayor número de legislaciones que recogen
este tipo de recurso…” (La Casación, estudio sobre la Ley No. 27 Serie Estudios Jurídicos 7, Quito, 1994, p. 45). Sin embargo de ello, al
expedirse la Constitución de 2008 y conceptualizar que el Ecuador es un Estado Constitucional de derechos y justicia, democrático,
soberano, independiente, unitario, intercultural, plurinacional y laico, cambió radicalmente el marco en el que se ha desenvuelto la
administración de justicia en forma tradicional y exige que juezas y jueces debamos garantizar en todo acto jurisdiccional los
principios de supremacía de la Constitución y de los derechos fundamentales de los justiciables; por tanto, es necesario tener en cuenta
como señala la Corte Constitucional, en la sentencia No. 66-10-CEP-CC, caso No. 0944-09-EP, Registro Oficial Suplemento No. 364,
de 17 de enero del 2011, p. 53 que, “El establecimiento de la casación en el país, además de suprimir el inoficioso trabajo de realizar
la misma labor por tercera ocasión, en lo fundamental, releva al juez de esa tarea, a fin de que se dedique únicamente a revisar la
constitucionalidad y legalidad de una resolución, es decir, visualizar si el juez que realizó el juzgamiento vulneró normas
constitucionales y /o legales, en alguna de las formas establecidas en dicha Ley de Casación”. Por tanto, siendo el recurso de casación
de carácter extraordinario y formalista, por su naturaleza jurídica únicamente procede en
casos excepcionales cuyos límites impone la ley y es así que a partir de esta conceptualización este recurso debe cumplir su rol de
control de legalidad de las sentencias de instancia y con ello precautelar, de una parte, la defensa del derecho objetivo; y de otra,
propiciar la unificación de la jurisprudencia mediante el desarrollo de un sistema de precedentes jurisprudenciales fundamentados en
fallos de triple reiteración. CUARTO: FUNDAMENTOS DEL RECURSO Y MOTIVACIÓN DE LA SENTENCIA.- Con el fin de
verificar la existencia de los vicios acusados a la sentencia impugnada, que el actor fundamenta apoyado en las causales primera, tercera,
cuarta y quinta del Art. 3 de la Ley de Casación; bajo el requisito del Art 76.7.l de la Constitución de la República y aplicando la lógica
para el orden de estudio, esto es el análisis de las causales que contienen errores in procedendo (quinta y cuarta) y luego aquellas que
contienen errores in iudicando (tercera y primera); se realizan las siguientes consideraciones: 4.1.- Causal Quinta.- Para exponer su
recurso por la causal quinta del Art. 3 de la Ley de Casación, el recurrente alega que la sentencia no contiene el requisito constitucional
de la debida motivación, contenido en el en el Art. 130 de la Ley Orgánica de la Función Judicial y el Art. 274 del Código de
Procedimiento Civil, manifiesta que la sentencia no se encuentra debidamente motivada, careciendo por lo tanto de un requisito que
impide que sea considerada válida; que esta norma ha alcanzado el rango de garantía del debido proceso y por lo tanto de derecho
constitucional, al punto que su falta acarrea la nulidad del fallo, como así lo dice el Art. 76.7.l de la Constitución que determina que no
hay motivación, si en la resolución no se anuncian las normas o principios jurídicos en que se funda y no se explica la pertenencia de su
aplicación en los antecedentes de hecho. 4.1.1.- La causal quinta se configura “Cuando la sentencia o auto no contuvieren los
requisitos exigidos por la Ley o en su parte dispositiva se adoptan decisiones contradictorias o incompatibles”; se la
conoce doctrinariamente como casación en la forma: aquello, porque la sentencia, o no contiene alguna de sus partes
(expositiva, considerativa y dispositiva), o porque existe incompatibilidad entre las partes integrantes de la misma. En el
presente caso el reclamo se remite a la falta de motivación; el Código Orgánico de la Función Judicial, en el Art. 130 le asigna al
Juez la facultad de ejercer las atribuciones jurisdiccionales al unísono con la Constitución, instrumentos internacionales de derechos
humanos y leyes; y el numeral 4 del mismo artículo, le impone el deber de motivar apropiadamente sus resoluciones: “No habrá
motivación si en la resolución no se enuncian las normas o principios jurídicos en que se funda y no se explica la pertinencia de su
aplicación a los antecedentes de hecho. Las resoluciones o fallos que no se encuentren debidamente motivados serán nulos;”. En esta
misma línea, Fernando de la Rúa, ha señalado: "La motivación debe ser completa, para lo
cual tiene que abarcar los hechos y el derecho. Respecto de los hechos, debe contener las razones que llevan a una conclusión
afirmativa o negativa sobre la existencia de los episodios de la vida real con influencia en la solución de la causa. Para ello, tiene que
emplear las pruebas incorporadas al proceso, mencionándolas y sometiéndolas a valoración crítica. No es suficiente que el juez se
expida sobre el sentido del fallo, sino que debe exponer las razones y fundamentos que lo determinan. Por eso no puede dejar de
indicar las pruebas utilizadas, ni soslayar su análisis crítico mediante alusiones globales a los elementos probatorios reunidos, o por
un resumen meramente descriptivo de ellos, sin explicar el valor que les atribuye, el criterio selectivo empleado y las conclusiones
que extrae. El juez debe consignar las conclusiones de hecho a que llega, y esta exigencia atañe ya a la fundamentación en derecho
de la sentencia, porque constituirá la base de aplicación de la norma jurídica. La motivación en los hechos está constituida por la
valoración probatoria: la fundamentación en derecho tiene como punto de partida la fijación de esos hechos.” (Fernando de la Rúa,
Teoría General del Proceso, Depalma, Buenos Aires, 1991, P. 150 y Ss.); por lo tanto, le corresponde al juzgador expresar de manera clara, completa,
legítima y lógica los razonamientos con argumentos convincentes, de modo tal que el hecho fáctico se subsuma en el hipotético de la norma jurídica que ligue a las
partes con el proceso y le lleven a concluir afirmativa o negativamente. 4.1.2.- En el caso presente, no se advierte el yerro alegado, por lo tanto correspondía al recurrente
fundamentar la causal expresando de manera precisa su censura y no limitarse a identificar las normas que se relacionan con el vicio, sin establecer una correlació
n con la sentencia que se impugna, anunciándolo de manera general, razón por la cual el cargo imputado no progresa. 4.2.- Causal Cuarta.- El
fundamento traído por el recurrente para invocar esta causal lo consigna en el Art. 636 literal b. del Código del Trabajo, manifiesta que consta en la
demanda inicial, que la solicitud de visto bueno solicitada por el representante de la empresa AFP Génesis Administradora de Fondos y Fideicomisos S.
A., fue presentada el 17 de agosto de 2010, esto es fuera del plazo establecido en el Art. 636 del Código del Trabajo, en concordancia con la Resolución
S/N de la Corte Suprema de Justicia, publicada en el R.O. No. 365-21-VII-1998, que dispone “que el computo del plazo para que opere la
prescripción liberatoria de la acción de visto bueno a que tiene derecho el empleador, debe hacerse por regla general a
partir de la fecha en que ocurrieron los hechos determinantes del visto bueno”; y el Art. 636 literal b. del Código del
Trabajo expresa: “PRESCRIBE EN UN MES: A) “LA DE LOS EMPLEADORES PARA DESPEDIR O DAR POR
TERMINADO EL CONTRATO CON EL TRABAJADOR”; añade que en la diligencia de investigación, en el trámite de visto
bueno, efectuada el 5 de octubre del 2010, a las 10h39, pág. 131 (vuelta), consta la declaración del señor JIMMY
BOLIVAR JOUVIN SORIA, quien era su jefe inmediato en la empresa AFP Génesis Administradora de Fondos y
Fideicomisos S.A., que expresa
“Adicionalmente aclaro que el proceso de emisión de estados de cuenta de Fondos de Inversión ya no se realiza en
poligráfica desde hace seis meses, se realiza aquí en GENESIS por nuestro Operador Nocturno. En cuanto a lo que
menciona el señor Tandazo respecto a los procesos de cierre que son realizados en fin de mes, cuando la fecha de
proceso es un feriado o un fin de semana; el cierre se realiza el último día hábil del mes y no precisamente el fin de
semana cuando se da el fin de mes”; e indica que es obvio que el último día del mes de mayo fue el lunes 31 de mayo de
2010, es decir que el 31 de mayo en horario nocturno y bajo la responsabilidad del Operador Nocturno se procedió a emitir
los estados de cuenta del fondo de cesantía correspondiente al mes de mayo del 2010; y el último día del mes de junio
de 2010, fue el martes 30 de junio de 2010 , fecha en la que se emitieron los estados de cuenta correspondientes al mes
de junio del 2010, en horario nocturno y bajo la responsabilidad del Operador Nocturno; alega que el Tribunal de alzada
sin tratar sobre la prescripción alegada, declara que no existió despido intempestivo, en resumen, por no haberse probado
que los demandados se negaron al reintegro. 4.2.1.- Respecto a lo manifestado por el recurrente, es preciso anotar que la
causal cuarta del Art. 3 de la Ley de Casación, recoge los vicios de ultra y extra petita, así como los de citra petita o mínima petita; pues é
stos implican inconsonancia o incongruencia en la sentencia, resultante de la confrontación de la parte resolutiva del fallo con las
pretensiones de la demanda y con las excepciones propuestas. Esta incongruencia, que es un error de procedimiento (in procedendo),
puede ocurrir bajo tres aspectos: a) Cuando se ha otorgado más de lo pedido (plus o ultra petita); b) Cuando se ha otorgado algo distinto a
lo pedido (extra petita); y, c) Cuando se ha omitido resolver sobre algo pedido (citra petita); por lo tanto, para determinar si existe uno
de estos vicios, es preciso hacer una comparación entre lo que se ha demandado, las excepciones opuestas y lo que se ha resuelto en
sentencia; más el recurrente al argumentar la causal debía cuidar que entre la causal invocada y la parte dispositiva de la sentencia
exista absoluta correspondencia a fin de señalar de manera precisa el vicio ocurrido, sin encontrar dentro de la fundamentación del
recurso el yerro que ligue con la causal; en esta virtud, es necesario tomar la cita de Manuel Tama “…Se debe entender que tales
causales tienen individualidad propia, pues cada una de ellas corresponden a motivos y circunstancias que las caracteriza.” (Manuel
Tama, El Recurso de Casación en la Jurisprudencia Nacional, Edilex S.A. Editores, Guayaquil – Ecuador 2011, P. 121) por lo
manifestado, la causal de la manera como se ha fundamentado no es procedente. 4.3.- Causal Tercera.- Bajo la causal tercera el
recurrente objeta el fallo emitido por la Primera Sala de lo Laboral al revocar el fallo del juez a quo que declaró con lugar su demanda ad
uciendo que en ningún momento valoraron en base a la sana crítica y en derecho las diversas pruebas agregadas al proceso, así como
la solicitada y evacuada en la audiencia definitiva, que conforme obra del
proceso, se trata de prueba documental, esto es, copia del expediente de visto bueno en su contra, solicitada por AFP Génesis
Administradora de Fondos y Fideicomisos S.A., que en forma ilegal fue concedida por el Inspector de Trabajo del Guayas, y copia
autenticada de la acción de protección resuelta por el Juez Sexto de lo Penal del Guayas que declaró con lugar la acción de protección,
declarando la nulidad del visto bueno y mediante ampliación de la resolución, dispuso el reintegro al lugar de trabajo dentro de las 72
horas, debiendo comunicarse a esa judicatura su cumplimiento. El acta de reintegro suscrita por la inspectora de trabajo Ab. Edith
Duque Cevallos, da cuenta de la imposibilidad de su observancia, al negarse el ingreso al lugar de trabajo por parte del Guardia señor
Víctor Cruz, quien por instrucción de la señorita Mayra Espinoza del Departamento de Recursos Humanos, le indica que no puede autoriz
ar su ingreso hasta que no se comunique con el abogado. Dicho documento, alega el recurrente, “…de ninguna manera puede ser
considerado como un instrumento de los que requieren los elementos o requisitos que puntualiza el Art. 173 del Código de
Procedimiento Civil; el acta aludida es un instrumento público de los mencionados en el Art. 169 ibídem, que dice “hacen fe y
constituyen prueba todos los instrumentos públicos, o sea todos los instrumentos autorizados en debida forma por las personas
encargadas de los asuntos correspondientes a su cargo o empleo..”; el cual vale como prueba por haber sido expedido por el
Inspector del Trabajo, cuya firma y sello consta en el mismo, en cumplimiento de un asunto relativo a su cargo. No ha existido, por
consiguientes, por parte de los juzgadores de segunda y última instancia, violación de las disposiciones contenidas en los Arts. 173 y
174 del Código de Procedimiento Civil..”. 4.3.1.- Adicionalmente el recurrente alega que, mediante historia laboral obtenida del IESS
se aprecia que su empleadora no le aportaba sobre el total del sueldo que percibía, sino con un sueldo inferior, causándole un grave
perjuicio, a más de que no ha pagado sus aportes desde el mes de septiembre de 2010, hasta el 8 de abril de 2011, fecha en que fue
despedido por su empleador; y que a esto se suma las respuestas que dieron los demandados Bolívar Gregorio Vaca Robles, Jimmy
Bolívar Jouvin Soria y Carlos Luis Lecaro Vélez , a las preguntas formuladas respecto al reintegro a su trabajo en la confesión judicial,
siendo las respuestas evasivas y contradictorias, siendo lógico, que las interrogaciones hechas a los accionados no podían recaer sino
sobre los hechos conexos de la demanda, como en efecto ocurrió, lo que no ha sido valorado por los jueces de la Primera Sala. Añade que
las pruebas que introdujo al juicio fueron debidamente actuadas, esto es, pedidas, presentadas y practicadas conforme a la ley, que el
fallo de la Sala no tiene en cuenta estos detalles, suficientes para ordenar el pago que realmente le corresponde, como el de sus remunera
ciones, la indemnización por despido intempestivo, el pago de sus vacaciones y beneficios sociales, desconociendo de esta forma sus
derechos que están garantizados en el Código del Trabajo y la Constitución de la República del Ecuador; a cuyo efecto ha transcrito los
Arts. 117 y 121 del Código del Trabajo; de la
misma manera transcribe el Art. 131 del Código de Procedimiento Civil, razonando que, no obstante la comparecencia de los
demandados a la audiencia definitiva, en las respuestas que dieron a las preguntas claramente faltaron a la verdad, cometiendo perjurio,
ya que negaron hechos que probó con su confesión judicial, juramento deferido, la prueba documental y declaración de testigos. 4.3.2.- O
tro punto que objeta y que se refiere a lo sentado en el Considerando Cuarto de la sentencia que se impugna y que se refiere a la jornada
suplementaria y extraordinaria, manifiesta que lo indicado por los jueces en el fallo, causa admiración porque hablan como si hubieran
declarado varios testigos, cuando solo declaró un testigo, el que conforme obra en autos manifestó lo siguiente: “…recuerdo que fuimos
compañeros de trabajo y su horario de entrada era de 07h30 18h30” declara que se llevaba el control de 2 maneras con detector
biométrico y la bitácora que llevaba el guardia de la compañía de seguridad, oponiendo que de ninguna forma podía el fallo de la Sala
desestimar medios probatorios que aportó en cumplimiento de su carga de prueba para demostrar los hechos afirmados en el juicio. 4.3.
3.- Esta causal tercera, en la que el principio básico es la soberanía de los jueces de instancia para examinar los hechos, limita
ndo así, dicha capacidad a los tribunales de Casación, es la causal de la infracción indirecta de la norma jurídica substancial, en el cual, el
vicio de aplicación indebida, falta de aplicación o errónea interpretación del precepto jurídico aplicable o la valoración de la prueba
conduce a la equivocada aplicación o inaplicación de otra norma de derecho. Para que ésta encuentre sustento , no bastaba citar el
precepto infringido bajo esta causal sino que era necesario señalar la norma sustantiva que ha sido violentada como resultado de la
infracción al momento de valorar la prueba; 4.3.4.- Bajo esta causal tercera, el recurrente ha refutado respecto a que su empleadora no le
aportaba sobre el total del sueldo percibido, precisando este Tribunal de casación, advertir que aquello no es competencia de instancia
judicial, pues se trata de un reclamo administrativo que se lo debió dirigir directamente a la Institución rectora; y respecto a las
respuestas al interrogatorio planteado en la confesión judicial, que a decir del recurrente fueron evasivas y contradictorias, la pretensión
y planteamiento de la manera como se lo formula en el recurso desvía al juzgador a revalorar la prueba, evidenciándose así la pretensión
del casacionista de que se la revise nuevamente. A ello, es preciso aclarar que no es potestad del tribunal de casación
revalorizar la prueba, el juzgador de instancia para llegar al convencimiento sobre la veracidad de las afirmaciones realizad
as por las partes, relativas a la realidad de los hechos, puede acoger o desestimar libremente ciertos elementos de prueba
aportados, conforme su pertinencia, de lo cual el Tribunal de Casación no tiene atribución para reestructurar ni calificar el
método utilizado para llegar a tal o cual
conclusión; la facultad del tribunal de casación, se limita a vigilar que en la valoración de la prueba no se hayan aplicado
indebidamente, o dejado de aplicar o interpretado erróneamente las normas procesales que regulan la valoración de la
prueba, que le han conducido al juzgador a transgredir la norma sustancial en la parte resolutiva, condición que no se ha
formulado conforme la causal lo exige, desestimando de esta manera el cargo. 4.3.5.- Con relación al despido intempestivo, vemos que
el Tribunal de alzada al valorar la prueba aportada, conforme lo establece el Art. 117 del Código de Procedimiento Civil, no presta
mérito a la sentencia pronunciada por el Juez Sexto de Garantías Penales del Guayas, pues si al valorar la prueba lo hace en aplicación
del Art. 115 ibídem, disposición legal, que exige a los jueces y tribunales de instancia apreciar la prueba empleando las reglas de la sana
crítica, no tomó en cuenta que tal independencia valorativa, se limita cuando procede aplicar los principios de la tarifa legal o prueba
tasada, que nuestra legislación en ciertos casos en materia laboral aún lo mantiene; como lo constante en el Art. 596 del Código del
Trabajo, que establece “Documentos que constituyen prueba legal.- Constituirán prueba legal los informes y certificaciones de las
entidades públicas, de las instituciones de derecho privado con finalidad social o pública y de los bancos; pero cualquiera de las partes
podrá solicitar, a su costa, la exhibición o inspección de los documentos respectivos.”; pues en el presente caso, el Tribunal de alzada en
la Consideración Quinta haciendo referencia al trámite de visto bueno, expresa: “…se ha probado en autos que la relación laboral
concluyó con la resolución de visto bueno emitida por el Inspector de Trabajo del Guayas ante lo cual el accionante interpuso una
acción de protección, que concluyó con la decisión del Juez Sexto de Garantías Penales de declarar nulo el trámite de visto bueno
impugnado.”, deduciendo de aquello, que la declaración de nulidad del visto bueno por parte del juez constitucional mediante sentencia,
no tiene ninguna consecuencia o efecto jurídico; lo cual pone en evidencia que al realizar tal deducción ha contrariado la decisión emitida por el
indicado juez, dictada en la acción de protección, en la cual, el juez referido dando cumplimiento a lo dispuesto en la parte final de la
disposición común tercera del Art. 86 de la Constitución; y, lo constante en el Art. 18 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y
Control Constitucional, que obligan a juezas y jueces constitucionales, que al resolver las causas y en caso de constatarse vulneración de
derechos, deberán declararlos y ordenar la reparación integral, material e inmaterial y especificar e individualizar las obligaciones
positivas y negativas a cargo del destinatario de la decisión judicial y las circunstancias en que deban cumplirse, a consecuencia de lo
cual en la sentencia emitida se ha dispuesto como forma de reparación, a su juicio, el reintegro de quien ha propuesto la acción de
protección y el pago de los “sueldos” que ha dejado de percibir y los “beneficios sociales” que le corresponde, del modo que consta en la s
entencia y aclaración y ampliación respectivas en la acción de
protección (fs. 525 a 527 del cuaderno de primer nivel). Por lo indicado correspondía al Tribunal, por una parte, acatar la decisión
constitucional, misma que había causado estado, sin que sea de su competencia calificar el contenido de la indicada resolución en el
ámbito de la justicia constitucional, teniendo en cuenta además que por lo previsto en el primer inciso del Art. 1704 del Código Civil, “La
nulidad pronunciada en sentencia que tiene fuerza de cosa juzgada, da a las partes derecho para ser restituidas al mismo
estado en que se hallarían si no hubiese existido el acto o contrato nulo; sin perjuicio de lo prevenido sobre el objeto o
causa ilícita.”. En la especie, obra de autos, que la parte accionada al contestar la demanda expresa haber tenido
conocimiento de la acción de protección propuesta por el actor en el presente juicio; así como que la inspectora de trabajo
en cumplimiento de la sentencia en la acción constitucional propuesta ha concurrido al lugar del trabajo del recurrente y
actor en el proceso, para dar cumplimiento con la resolución de la sentencia en la acción de protección a fin de que se
proceda con el reintegro dispuesto en aquella, lo cual no ha ocurrido. En la “ACTA DE REINTEGRO”, de fecha 8 de abril
de 2011 a las 14h10 (fs. 520 del cuaderno de primer nivel) de cuyo contenido se establece, que la parte empleadora no
ha permitido el cumplimiento de la sentencia dictada en la acción de protección; esto es, con el reintegro del actor señor
Máximo Giovani Tandazo Espinoza, produciéndose de este modo de manera inequívoca que la relación laboral entre las
partes ha concluido por decisión unilateral de la parte demandada y no como en forma errada ha expresado el Tribunal
ad quem al decir que aquella ha concluido con la resolución de visto bueno, que como quedó indicado la misma ha sido
declarada nula por el juez constitucional. Es necesario precisar además que, acorde a los términos de la sentencia objetada, en
la que se manifiesta, “De la revisión de dicha decisión judicial no se advierte que se haya ordenado que el Inspector del Trabajo del
Guayas realice el trámite de reintegro al trabajo del accionante; y el acta de inspección a que hace referencia el inferior y la propia
parte actora no presta mérito como prueba por no encontrarse suscrita por las partes procesales, los empleados que supuestamente
informan ni por el representante de la empresa en cuestión…”, así, el Tribunal ad quem considera que el acta de reintegro debió estar
suscrita por las partes procesales, aquello no tiene soporte legal, la diligencia realizada por la Inspectora de Trabajo es una de las
atribuciones dispuestas en el Art. 545 del Código del Trabajo, en el numeral 2 “Son atribuciones de los inspectores de trabajo: 2.
Cuidar de que en las relaciones provenientes del trabajo se respeten los derechos y se cumplan las obligaciones que la ley impone a
empleadores y trabajadores;” pues dicha acta se origina en el cumplimiento que demanda su cargo, en relación con el Art. 21 de la Ley O
rgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional que dispone: “Cumplimiento.- La jueza o juez deberá emplear todos los
medios que sean adecuados y pertinentes para que se ejecute la sentencia o el acuerdo reparatorio, incluso podrá disponer la
intervención de la
Policía Nacional. Durante esta fase de cumplimiento, la jueza o juez podrá expedir autos para ejecutar integralmente la sentencia e
incluso podrá evaluar el impacto de las medidas de reparación en las víctimas y sus familiares; de ser necesario podrá modificar las
medidas. La jueza o juez podrá delegar el seguimiento del cumplimiento de la sentencia o acuerdo reparatorio a la Defensoría del
Pueblo o a otra instancia estatal, nacional o local, de protección de derechos. Estos podrán deducir las acciones que sean necesarias
para cumplir la delegación. La Defensoría del Pueblo o la instancia delegada deberá informar periódicamente a la jueza o juez sobre
el cumplimiento de la sentencia o acuerdo reparatorio. El caso se archivará sólo cuando se haya ejecutado integralmente la sentencia
o el acuerdo reparatorio.”; de lo expuesto se establece en esta parte que el cargo alegado es procedente y al no haberse dado
cumplimiento con el reintegro del actor a su puesto de trabajo, como se dispone en la sentencia de acción de protección y habiéndose
producido el despido intempestivo del modo señalado, corresponde indemnizar al trabajador conforme a los Arts. 188 y 185 del Código
del Trabajo, a cuyo efecto se tiene: como remuneración, la que estuvo percibiendo el trabajador al momento del despido, y que la propia
parte empleadora por efectos del trámite de visto bueno con suspensión de labores lo ha consignado en el valor de US$ 1.281,91 y por
tiempo laborado, desde el 15 de noviembre de 2007 hasta el 8 de abril de 2011, esto es 3 años, 4 meses y 23 días. En las demás pretensione
s del actor, éstas fueron resueltas en la sentencia de acción de protección, que ordenó el pago de haberes durante el tiempo que se
tramitó el visto bueno, por lo que se deja a salvo el derecho del actor para que ejecute la indicada sentencia ante el Juez Constitucional Se
xto de Garantías Penales, que conoció, resolvió dicha acción y que por lo mismo constituye Cosa Juzgada Constitucional.- 4.4.- Causal
Primera.- Al amparo de esta causal, manifiesta el recurrente que la sentencia impugnada deja en letra muerta las normas
constitucionales a las que se refiere, (Art. 11, numerales 3, 4, 6 y 9; Art. 169; Art. 326 números 2 y 3; y Art. 327), esto es
el derecho al debido proceso, que no se concreta por la actuación de la Sala de instancia en la sentencia que emite, al no
tomar en cuenta que en caso de duda sobre el alcance de las disposiciones legales, reglamentarias o contractuales en
materia laboral, estas las debían aplicar en el sentido más favorable del trabajador, como lo es en su caso, lesionando su
interés, porque sin apoyo legal desestima sus pretensiones subjetivas en cuanto al reconocimiento de la relación laboral,
así como al pago de las indemnizaciones por despido intempestivo, remuneraciones y beneficios sociales, horas
suplementarias y demás rubros indicados en la demanda. Protesta, que la tutela efectiva imparcial es antecedente de la
garantía del debido proceso que reconoce el Estado a favor de los ciudadanos, pero para el Tribunal juzgador es lirismo,
negándole en forma ilegal y errónea la tutela efectiva imparcial, y por consecuencia el debido proceso que es garantía
para todo litigante en juicio; ya que sin contenido práctico en forma errónea al reformar el fallo del juez inferior y declarar
sin lugar su demanda, desconoce su
derecho que está garantizado en la Constitución. Respaldado en el Código del Trabajo, invoca los Arts. 4, 5, 8, 16,22, 55
y 188, y señala: que el Art. 4 del Código del Trabajo es una garantía para el ciudadano trabajador, ya que en este caso su d
erecho al reconocimiento de la relación de trabajo así como al pago de la indemnización por despido intempestivo y
demás beneficios sociales son irrenunciables, conforme lo probó y demostró en la etapa de prueba; que el Art. 5 ibídem le
obligaba prestar oportuna y debida protección para la eficacia de sus derechos; que en la audiencia definitiva, en la
declaración de su testigo, éste fue claro al indicar su horario de trabajo, por lo que tenía derecho al pago de las horas
suplementarias demandadas; que de las pruebas aportadas demostró que fue víctima de despido intempestivo, por lo
que tiene derecho a dicha indemnización. Finalmente, invocando normas del Código Orgánico de la Función Judicial,
transcribe los Arts.: 23, 25, 27, 29 130 numerales 1, 2 y 3, e indica que de las normas mencionadas y de las pruebas
agregadas y evacuadas en el proceso, claramente se puede establecer la obligación a prestar oportuna y debida
protección para la eficacia de sus derechos y a una tutela judicial efectiva, ya que no se respetó el debido proceso, no se
tomó en cuenta la verdad procesal en base a la prueba aportada, por el contrario, viola estas normas que no fueron
consideradas por los jueces de la Sala en el fallo emitido, al reformar el fallo del inferior y declarar sin lugar la demanda. 4.
4.3.- El recurrente a efectos de fundamentar la causal, no tiene en cuenta que por la causal primera se imputa al fallo de
hallarse incurso en errores de violación directa de la norma sustantiva, cuando no se ha subsumido adecuadamente los elementos
fácticos dentro de la hipótesis normativa que le corresponde; hechos que habiendo sido probados y admitidos por las partes, pueden alega
rse bajo tres circunstancias: 1) cuando el juzgador ha dejado de aplicar la norma sustancial que ha debido aplicar; 2)
cuando el juzgador entiende la norma pero la aplica a un supuesto fáctico diferente del hipotético contemplado en ella,
equivoca la relación del precepto con el caso controvertido; 3) cuando el juzgador al interpretar la norma le atribuye un
sentido y alcance que no tiene. En el presente caso, la acusación a la sentencia no se enmarca en ninguno de los yerros
mencionados, más bien se ha encaminado a impugnar la apreciación del Tribunal de alzada; pues, la argumentación que
sostienen los cargos más que la sustanciación de un recurso, es un alegato de instancia que resulta ajeno a la causal
primera del Art. 3 de la Ley de Casación, en esa razón los cargos atribuidos no se encuentran justificados. QUINTO:
RESOLUCIÓN.- Este Tribunal de la Sala Especializada de lo Laboral, ADMINISTRANDO JUSTICIA EN NOMBRE DEL
PUEBLO SOBERANO DEL ECUADOR Y POR AUTORIDAD DE LA CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES DE LA REPÚBLICA,
casa parcialmente la sentencia dictada por la Primera Sala Laboral, de la Niñez y
Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia del Guayas, de 7 de mayo de 2013 a las 13h38, y en su lugar dispone que la empresa AFP
Génesis Administradora de Fondos y Fideicomisos S.A., pague al señor Máximo Giovani Tandazo Espinoza la suma total de US$ 6.
089,07 que desglosados corresponden: indemnización por despido intempestivo, US$ 1.281,91 X 4 = US$ 5.127,64; bonifica
ción por desahucio, US$ 1.281,91 X 25% X 3 = US$ 961,43; conforme los términos de este fallo, expuestos en el
Considerando Cuarto, al momento que se analiza la causal tercera y según lo señalado en el numeral 4.3.5. Notifíquese y devuélvase.
Dr. Alfonso Asdrúbal Granizo GavidiaJUEZ NACIONAL
Dr. Merck Benavides Benalcázar Dra. Paulina Aguirre Suárez JUEZ NACIONAL JUEZA NACIONAL
Certifico.-
Dr. Oswaldo Almeida Bermeo.SECRETARIO RELATOR.