Julio 01 2016 guarda tú corazón

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Guarda tu corazón 11 Noviembre 2006 Proverbios 4:23 JCHR San Mateo El consejo divino a través del proverbista es, que sobre toda cosa guardada guardemos nuestro corazón, porque de él mana la vida. Desafortunadamente a muchos de nosotros no nos enseñaron desde pequeños a guardar nuestro corazón. Tal vez nos hayan enseñado a guardar el carro, los trastos, la ropa, el dinero, incluso a guardar un secreto. Pudimos haber sido enseñados en guardar muchas cosas llámense, joyas, dinero, artículos de valor, incluso la virginidad, que no es malo hacerlo. Sin embargo, no nos enseñaron a guardar lo más importante y vital para nuestro diario vivir, nuestro corazón, y al no enseñarnos a guardarlo pues a quedado al descubierto, con las puertas abiertas de par en par permitiendo la entrada de todo tipo de basura, actitudes y sentimientos contrarios al amor. Ese corazón que no nos enseñaron a guardar, es muy probable que hoy este saturado de resentimiento, de amargura, de odio, de deseos de venganza, a lo mejor de indiferencia, de frialdad, de apatía para las cosas de Dios y para la vida misma. Ese corazón debería estar saturado de amor, ya que para eso fue diseñado. En la vida diaria, con tanto adelanto de la ciencia cuando nuestro corazón no funciona bien, inmediatamente es detectado el mal por un electrocardiograma, y el doctor al extender su diagnostico y la receta nos dice de que alimentos debemos abstenernos, y que podemos ingerir, en pocas palabras nos da una dieta, medicamentos e instrucciones para que vivamos más, pero sobre todo para que cuidemos o guardemos nuestro corazón. Con la consigna de que en caso de no hacerlo podríamos propiciar la muerte. Hoy el Señor quiere tomarnos un electrocardiograma espiritual para mirar como anda nuestro corazón. Hoy quiere probar nuestro corazón para bien propio. Y hoy usted y yo estamos en el hospital divino. Llámese iglesia para que se nos practique ese electrocardiograma y si hay fallas en nuestro corazón, estás puedan ser detectadas y Dios nos de la receta, la medicina y las instrucciones para salir adelante. ¿Cómo saber si mi corazón está enfermo? Es muy sencillo, la escritura nos dice como saber si nuestro corazón está enfermo o no. Comencemos desde el Antiguo Testamento: Gene 6:5 Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. Ahí, miramos el primer síntoma de un corazón enfermo, maldad y malos pensamientos del corazón. Fíjese nada más, que curioso, y nosotros creíamos que pensábamos con la cabeza, talvez nuestra mente únicamente nos de la orden de ejecutar o no ejecutar lo que sale de nuestro corazón, porque en el corazón es en donde se asienta lo bueno y lo malo del hombre Marcos 7:21-23 Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, 22 los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. 23 Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre. Ahí, está una parte de la lista de un corazón enfermo: Malos pensamientos. Adulterio. Fornicación. Homicidio. Robar. Avaricia. Maldades. Engaño. Envidia. Maledicencia. Soberbia. Insensatez. Y le podemos seguir agregando Resentimiento. Amargura. Odio. Frialdad. Indiferencia.

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Guarda tu corazón 11 Noviembre 2006 Proverbios 4:23 JCHR San Mateo

El consejo divino a través del proverbista es, que sobre toda cosa guardada guardemos nuestro corazón, porque de él mana la vida.Desafortunadamente a muchos de nosotros no nos enseñaron desde pequeños a guardar nuestro corazón.Tal vez nos hayan enseñado a guardar el carro, los trastos, la ropa, el dinero, incluso a guardar un secreto.Pudimos haber sido enseñados en guardar muchas cosas llámense, joyas, dinero, artículos de valor, incluso la virginidad, que no es malo hacerlo.Sin embargo, no nos enseñaron a guardar lo más importante y vital para nuestro diario vivir, nuestro corazón, y al no enseñarnos a guardarlo pues a quedado al descubierto, con las puertas abiertas de par en par permitiendo la entrada de todo tipo de basura, actitudes y sentimientos contrarios al amor. Ese corazón que no nos enseñaron a guardar, es muy probable que hoy este saturado de resentimiento, de amargura, de odio, de deseos de venganza, a lo mejor de indiferencia, de frialdad, de apatía para las cosas de Dios y para la vida misma.Ese corazón debería estar saturado de amor, ya que para eso fue diseñado.

En la vida diaria, con tanto adelanto de la ciencia cuando nuestro corazón no funciona bien, inmediatamente es detectado el mal por un electrocardiograma, y el doctor al extender su diagnostico y la receta nos dice de que alimentos debemos abstenernos, y que podemos ingerir, en pocas palabras nos da una dieta, medicamentos e instrucciones para que vivamos más, pero sobre todo para que cuidemos o guardemos nuestro corazón. Con la consigna de que en caso de no hacerlo podríamos propiciar la muerte. Hoy el Señor quiere tomarnos un electrocardiograma espiritual para mirar como anda nuestro corazón. Hoy quiere probar nuestro corazón para bien propio.Y hoy usted y yo estamos en el hospital divino. Llámese iglesia para que se nos practique ese electrocardiograma y si hay fallas en nuestro corazón, estás puedan ser detectadas y Dios nos de la receta, la medicina y las instrucciones para salir adelante.¿Cómo saber si mi corazón está enfermo?Es muy sencillo, la escritura nos dice como saber si nuestro corazón está enfermo o no. Comencemos desde el Antiguo Testamento: Gene 6:5 Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.Ahí, miramos el primer síntoma de un corazón enfermo, maldad y malos pensamientos del corazón.

Fíjese nada más, que curioso, y nosotros creíamos que pensábamos con la cabeza, talvez nuestra mente únicamente nos de la orden de ejecutar o no ejecutar lo que sale de nuestro corazón, porque en el corazón es en donde se asienta lo bueno y lo malo del hombre Marcos 7:21-23 Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, 22 los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. 23 Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre.Ahí, está una parte de la lista de un corazón enfermo: Malos pensamientos. Adulterio. Fornicación. Homicidio. Robar. Avaricia. Maldades. Engaño. Envidia. Maledicencia. Soberbia. Insensatez. Y le podemos seguir agregando Resentimiento. Amargura. Odio. Frialdad. Indiferencia. Apatía.Cuando nos asomamos a la escritura descubrimos cosas sorprendentes, como toda la maldad que podemos ir acumulando en nuestro corazón Génesis 27:41 Y aborreció Esaú a Jacob por la bendición con que su padre le había bendecido, y dijo en su corazón: Llegarán los días del luto de mi padre, y yo mataré a mi hermano Jacob.En este ejemplo, miramos como dentro del corazón de Esaú surgió la idea de matar. Lo leemos fácil, sin embargo, es cosa terrible cuando se ejecuta cada uno de estos actos de un corazón enfermo.Es por ello de vital importancia el que aprendamos a guardar nuestro corazónme gusta como traduce este pasaje bíblico la Biblia el Día: “Por sobre todo guarda tus sentimientos, porque ellos influyen en la totalidad de tu vida”.Tenemos que estar bien alerta porque nuestros pensamientos no son los pensamientos de Dios, tenemos que estar bien alerta porque nuestro corazón es engañoso Jeremías 17:9 Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿Quién lo conocerá?Aquí miramos otros dos “atributos” más del corazón: engañoso y perverso.Por ello es que el Señor nos manda a guardar nuestro corazón:Ahora bien ¿Qué significa guardar?

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Guardar significa: “vigilar, cuidar, custodiar, observar, preservar de riesgo o daño, atender, o precaverse de algún peligro.Por ello me gustó como lo dice la Biblia al Día “Por sobre todo guarda tus sentimientos, o vigílalos o cuídalos “porque ellos influyen en la totalidad de tu vida”.Permítame con todo respeto parafrasear de este modo ese versículo.“Por sobre todo vigila, cuida, preserva tu corazón de cualquier riesgo, peligro, daño o deseo engañoso, rechazo, injusticia y de todo mal comentario, ya que si no lo haces en lugar de que fluya la vida, fluirá el pecado llámese adulterio, fornicación, resentimiento, amargura, odio, rencor, rechazo y tus sentimientos serán contaminados.

Un corazón enfermo es fácil de detectar, porque por lo general muestra amargura y resentimiento contra todo y contra todos.Aunque es bien cierto que nacimos con inclinación al mal, también es muy cierto que seguramente desde pequeños aprendimos el “Arte” de odiar, de hacer el mal. Nadie nace odiando (251-504)

Una persona se fue a vivir al sureste de los Estados Unidos, y allí vio con horror que el Ku Klux Klan realizaba todavía marchas por la calle principal de la ciudad.

En esas marchas había niños, acompañando a sus padres, que llevaban puestos capuchones blancos. De esa manera los niños están siendo entrenados para odiar con el mismo odio de sus padres.

Es bueno recordar que nadie nace odiando.El prejuicio no es un paquete que llega con el nacimiento.Es algo que aprendemos, nos lo enseñan.Para odiar tenemos que ser enseñados.¿Qué estamos enseñando nosotros con nuestras palabras y hechos: a amar o a odiar? ¿A perdonar o a rechazar? ¿Ha hablar la verdad o a mentir? ¿A ser sinceros o a ser hipócritas? ¿A hacer de un ánimo o volubles? ¿Firmes o indecisos? ¿A abrazar o rechazar? ¿Cariñosos o fríos? ¿Apáticos o fervientes?

Una manera de guardar nuestro corazón es haciendo caso a la Palabra ya que ella es como un escudo, una coraza impenetrable que cuando obedecemos el mandamiento inmediatamente se activa y no deja pasar nada, pero de nada nos sirve conocerla si al momento de la prueba, no la ponemos por obra.Por ejemplo la palabra nos dice en Levítico 19:17-18 No aborrecerás a tu hermano en tu corazón; razonarás con tu prójimo, para que no participes de su pecado. 18 No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová.

Sin embargo a pesar de que está escrito, que no debemos aborrecer a nuestro hermano a nuestro prójimo, hacemos lo contrario aunque no lo digamos.

Y como no hacerlo si desde pequeños se nos moldeó para aborrecer:

“Un matrimonio tuvo un hijo, el cuál antes de que naciese no había sido deseado, fue producto de un mal cálculo, al enterarse el padre del embarazo golpeo salvajemente a su esposa deseando que el bebe muriera y fuera abortado.Sin embargo a pesar de la golpiza la mujer no aborto, cuando nació el bebé lo único que recibió, fue humillaciones, golpes y desprecios.Ni una sola caricia de sus padres y si mucho odio que le fue sembrando su madre hacía su padre. Había una discusión y la madre corría con el hijo para ponerlo en contra de su padre. Hijo debes saber, que tu padre me golpeó salvajemente para que no

nacieras. En las madrugadas que tu llorabas para pedir tu alimento o que tenías

frío. Tu padre no me dejaba atenderte y te daba tremendas golpizas. En una ocasión te dejó amarrado a la pata de la cama por dos días. Y por si fuera poco, él no creé que seas su hijo. Él piensa que yo lo

engañé.

Con todas estás semillas sembradas en el corazón de este niño ahora ya joven ¿Cuál cree que sería el fruto que este muchacho diera?¿Amor, respeto hacía su padre?¿Amor, respeto hacía su madre?¿Amor, respeto hacía la gente que le rodea?Este jovencito no tendrá amor, estará lleno de odio de resentimiento contra él y contra todos.¿Por qué? Porque no le enseñaron a guardar su corazón, al contrario sus padres se lo abrieron de par en par para echar basura tanto de uno como del otro.Hubo una vez una pequeñita de 5 años que estaba espiando hacía la sala, para ver que le iban a regalar sus padres en navidad, el padre se dio cuenta de que la hija lo estaba espiando y salió con el rostro desencajado hacía su hijita, y tomó a la niñita de una manera poco considerada halándole por los cabellos, de esa manera la llevó a rastras hasta su habitación y después de proporcionarle una severa golpiza la dejo encerrada por un día entero en el closet. Esa misma niñita sufrió en manos de su abuelo lo inimaginable y cuando esta pequeña creció, hizo su mundo aparte no queriendo saber nada de amistad y menos de noviazgo con hombre alguno.¿Por qué? Porque ella había sido dañada en su corazón y creció así porque nadie le enseñó el perdón.

Otra de las maneras en que nuestro corazón pueda ser dañado es por que nos prestamos para el chisme, ¿Y qué dijeron de mi? el chisme ya sea que lleve verdad o mentira, es una de las cosas más dañinas que se pueda imaginar para el corazón humano, ya que a través de ello se siembran calumnias, discordias y ese corazón que antes amaba y que estaba lleno de buenos recuerdos ahora odia y está lleno de resentimiento, Proverbios 6:19 El testigo falso que habla mentiras, Y el que siembra discordia entre hermanos.

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Verdad ¿qué cuando nos traen algún chisme, algún comentario que es en contra nuestra, como que nuestro corazón no es el mismo, como que ya no mira uno a la persona con la misma confianza? Y nuestro corazón y mente comienzan a hervir a muchos grados de temperatura a tal grado de parecer olla Express a punto de explotar y a veces explotamos.Y eso se soluciona cuando se aclaran los malos entendidos, ¿pero si no fueron malos entendidos y en verdad se dijo? En esa situación tenemos dos alternativas: perdonamos o nos amargamos. Bendecimos o nos desquitamos.

Y podemos citar muchos ejemplos de cómo puede ser uno herido o lastimado: Ofensas de parte del cónyuge. Falta de interés por nuestra persona. Alguna palabra hiriente. El que nos ignoren. El que nos calumnien. El que nos engañen. El que nos defrauden. El que no nos cumplan. Alguna indirecta. Golpes. El que divulguen algún secreto, alguna intimidad. El que nos señalen.

Uno con todos estos argumentos bien podría justificar o incluso desquitarse del resentimiento, del rencor, del odio, de la amargura que nos carcome por dentro sin embargo, si así lo hacemos nos lleva a prisiones de terror, porque en donde no hay perdón no hay vida sino muerte.

Odio de lo que es capaz (338-501)Había una vez dos amigos que se llevaban muy bien, un día uno sin querer ofendió al otro.Aquél le pidió perdón, pero este no quiso perdonarle de ninguna manera.Al contrario, le dijo: “Viviré para maldecir tu nombre todos los días”.Y así lo hizo.

Todos los días, al despertar, le echaba una maldición.Pero para su enojo sucedía que las maldiciones no le llegaban al otro.Al contrario por cada maldición que este le decía el otro recibía una bendición.Mientras tanto, el que maldecía se iba amargando y oscureciéndose por dentro. Su semblante antes agradable, poco apoco se fue cambiando en un rostro sin chispa sin alegría, su rostro se hizo amargo, su mirada era cruel, su sonrisa no era tal, más bien era una mueca de desprecio, y así poco a poco fue languideciendo. Su cuerpo antes atlético ahora estaba todo enclenque y encorvado.Poco a poco se fue alejando de las demás personas. Y las personas de él.

Corrían muchas versiones acerca de él; unos decían que llevaba el recuerdo de un crimen en su conciencia; otros que había sufrido un desengaño amoroso en su juventud; otros que lo habían abandonado desde pequeño. Otros que tenía una enfermedad incurable.

Finalmente se fue a vivir a un caserón en las afueras de la ciudad. Y allí murió rodeado de negros pensamientos y presa de una terrible agonía.Sólo porque no supo guardar su corazón ante una ofensa de su mejor amigo y eso le llevó a no querer perdonar.Levítico 19:17-18 No aborrecerás a tu hermano en tu corazón; razonarás con tu prójimo, para que no participes de su pecado. 18 No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová. Esa es la medicina o uno de los medicamentos para un corazón herido.

Un corazón, que no hemos sabido o no hemos querido guardar, será un corazón enfermo y el corazón enfermo se nota por el odio, amargura o resentimiento que se manifiestan con malas palabras, golpes o cosas peores, el cual nos lleva a la perversidad el andar pensando mal en todo tiempo.Proverbios 6:14 Perversidades hay en su corazón; anda pensando el mal en todo tiempo; Siembra las discordias.

Esa persona aparentara que es todo un caramelo, todo dulzura, sin embargo al no saber guardar su corazón lo lleva a la hipocresía y querrá con palabras dulces envenenar a las personas que le rodean porque está amargado o amargada: Salmo 55:21 Los dichos de su boca son más blandos que mantequilla, Pero guerra hay en su corazón; Suaviza sus palabras más que el aceite, Mas ellas son espadas desnudas.Como la esposa de Job, era tal su amargura que terminó blasfemando en contra de Dios mismo: Resentimiento sus efectos (451-503)

La esposa de Job le dijo:¡Maldice a Dios y muérete!Muchas personas eligen este camino de resentimiento y con el paso del tiempo se amargan cada vez más.Viven sin gozo, sin esperanza, sin alegría, solo tienen enojo y hostilidad.Una mujer vivía exclusivamente en el pozo del resentimiento, se levantaba por la mañana y se acostaba por la noche maldiciendo.

Cuando alguien iba a verla empezaba inmediatamente con sus quejas.Hablaba mal del gobierno, del presidente municipal, de la iglesia, de su marido, de sus vecinos, de sus suegros, prácticamente de todo y de todos con decirle que hablaba mal ¡Hasta de su perro!Las personas al darse cuenta de su actitud amarga, hostil y cínica, huían de ella. ¡Qué tragedia!

Sin embargo no siempre había sido así.

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Muchos la recordaban cuando había sido creativa, divertida, productiva y feliz.Ahora ya no lo era. El resentimiento era la fuerza controladora de su vida.Era cierto que había tenido algunas dificultades importantes, le habían ocurrido algunas cosas graves. Había experimentado dolor y sufrimiento.Sin embargo ¿Quién no los tiene?No hay nada más devastador para el alma, nada más debilitante para el corazón para la vida espiritual que el resentimiento.Necesitamos evitarlo como si fuera una plaga.Sin embargo es algo que nosotros tenemos que decidir.Cuando la vida nos golpea fuerte con sus problemas y tragedias podemos elegir entre el resentimiento y vivir una vida miserable y destructiva o podemos hacer lo que hizo Job, a pesar de todo guardo su corazón y terminó diciendo: Job 13:15 He aquí, aunque él me matare, en él esperaré; No obstante, defenderé delante de él mis caminos,

Alguien podrá decir, es que con justa razón uno es como es, todo lo que me han hecho no es para menos. No es que este minimizando lo que nos pueden hacer o lo que nos han hecho o lo que hemos hecho, lo importante de esto es que debemos guardar nuestro corazón. Porque, sino, vamos a vivir amargados y amargando a los que nos rodean por el resto de nuestras vidas, y viviremos como bombas programadas para estallar en cualquier momento y lo peor es que puede ser dentro de la familia.

Minas que hay que desarmar hno. Pablo

Se tendió boca abajo en el suelo. Llevaba un desarmador en la mano y debía recorrer sólo un metro de distancia. Se arrastró centímetro a centímetro. El aparato estaba allí —silencioso, amenazador, impasible— como víbora al acecho.

El aparato era una mina enterrada que el, soldado Iraquí, tenía que desactivar. Tomó el desarmador y lentamente empezó a desarmar el seguro, pero antes de que terminara la operación, la bomba estalló y el soldado quedó despedazado.

Si hay un trabajo peligroso en todas las guerras, especialmente después del conflicto en sí, es el de desactivar las bombas y minas que no han estallado. Los soldados que desempeñan esa función se juegan la vida en cada operación. A veces ganan en su intento; a veces no.

Así como hay minas físicas enterradas en la tierra, hay minas espirituales enterradas en el seno del matrimonio. Y éstas también suelen aparentar estar quietas, impasibles, inofensivas; pero son igualmente destructivas.

Mientras todo va bien y las cosas transcurren en calma, estas bombas no hacen nada. Pero a la menor provocación, estallan. Son los pequeños enconos, los disgustos, los desencantos, la falta de respeto y los enojos que llegan a ser parte del matrimonio. Éstos se van acumulando y van formando una carga explosiva que un día explota, y el resultado es la destrucción total del matrimonio.

¿Se podrán desarmar estas minas? Una vez que se entrelazan en la relación matrimonial, es difícil. Pero si no se desarman, destruirán totalmente la unión. El problema es el egoísmo, el orgullo y la rebeldía, ya sea de uno u otro, o de los dos.

Sin embargo, hay muchas parejas que, estando en esa misma condición, han logrado desarmar tales minas. Muchos matrimonios han salvado su unión, y hoy, llenos de amor puro y fidelidad absoluta, disfrutan de un matrimonio feliz.

Esto ocurre cuando en vez de ser nosotros mismos el centro de interés, lo es Jesucristo. Cuando Cristo es nuestro dueño y Señor, algo cambia. Empezamos a ver a nuestro cónyuge a través de los ojos de Dios. Eso hace que nos aceptemos tal como somos. Permitamos que Cristo desarme esa bomba. Él quiere y puede hacerlo.Hermanos, nosotros podemos decir que odiamos a aquella persona porque lo merece, y que por culpa de él, de ella o de ellos o de ellas, nuestra vida se a convertido en un infierno.Sin embargo, si realmente tenemos la vida destrozada es porque nosotros lo hemos permitido, no guardando, no vigilando, no cuidando nuestro corazón.

“Es que yo antes era una perita en dulce, pero desde que me casé parezco chayote maduro” “Yo era manso como un corderito, pero me casé y ahora parezco puerco espín” en verdad desde que me casé mi vida cambio.

“Yo era muy sonriente, pero ahora ya ni sonreír puedo” “Antes reconocía virtudes, sin embargo ahora me la paso

criticando” “Antes amaba pero ahora odio” “Antes era sensible a la voz de Dios, amaba a Dios, ardía para

Dios pero ahora soy indiferente a las cosas de Dios. “Mí corazón se ha endurecido” “¿Cómo quiere que ame si desde la mañana me están

ofendiendo?” “¿Cómo quiere que respete a mis padres, si son unos

irresponsables?” ”Cómo quiere que siga siendo cristiano si todos son unos

hipócritas incluyéndole a usted”

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Mire, nuestra manera de ser actual, llámese endurecimiento de corazón, frialdad espiritual, apatía, amargura odio resentimiento la podemos justificar de una y mil maneras. Echándole la culpa a quién usted quiera cónyuge, hijos, vecinos, padres, familiares, hermanos, incluso al pastor.Sin embargo si nos enfrentamos con la realidad nos daremos cuenta que no es así, un escritor lo dijo de esta manera:“El mal que está en tu corazón, ha nacido de tú propia frustración, el problema no es la gente, el problema está en ti.

Y concuerdo con el porque la Biblia así nos lo enseña:

Job pudo haberse amargado con tanta tragedia que le sobrevino; Perdió en un día sus bueyes y sus asnos cuando los sabeos se

los robaron matando incluso a sus sirvientes Perdió por causa de fuego del cielo a todas sus ovejitas y a

sus pastores. Perdió a todos sus camellos cuando los caldeos se los

robaron. Perdió en un día a sus hijos y a sus hijas cuando estaban en

plena fiesta, cuando vino un fuerte viento y tirando las paredes los aplastó.

Perdió su salud cuando una sarna maligna lo hirió desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza.

Perdió todas sus riquezas. Su esposa lo instaba a blasfemar en contra de Dios. Sus amigos en lugar de consolarle, le reprochaban, lo

condenaban. Las personas se burlaban de él. Lo dejaron solo.

Job, tenía todo absolutamente todos los pretextos o justificantes para vivir amargado, y no lo hizo. Sin embargo a pesar de toda adversidad e injusticia Job supo guardar su corazón de su familia, de sus amigos, de la critica, de la condenación, del dolor, de la perdida de sus hijos, de la enfermedad, de la perdida de sus bienes, él supo cerrar a tiempo su corazón y ganó la vida. En pocas palabras supo manejar la situación de una manera constructiva.

Sin embargo miramos a otro personaje que no supo guardar su corazón Saúl. Envidió, los celos le carcomían cuando el pueblo gritaba Saúl

mató a sus mil y David a sus diez mil. No resistió que David tuviese éxito. No resistió el perder el reino. Fue un maldiciente. Aun contra su propio hijo. Endureció su corazón a tal grado de querer matar por envidia

a David y no conforme con ello en lugar de esperar en Dios, consultó a la adivina de Endor.

Saúl no supo guardar su corazón y perdió su vida Proverbios 4:23 Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.Marcos 7:21-23 Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, 22 los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. 23 Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre

O guardamos nuestro corazón, o perdemos la vida, o vivimos felices o vivimos amargados Hebreos 12:15 Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados;

Es probable que en lugar de guardar nuestro corazón de injusticias, engaños, tristezas, calumnias, difamaciones, dolores, resentimiento, amargura. Nos dediquemos a guardar todo lo que se nos echó encima, todo lo que de manera justa o injusta nos hicieron, y ahora ya traemos el costalito llámese corazón bien cargado que nos impide vivir como Dios quiere que vivamos:

Amargura como un costalito

¿Acumula resentimientos y su espíritu experimenta enojo, amargura, depresión? No ser franco con su prójimo llámese cónyuge, papá, mamá amigo amiga, es la chispa que hará estallar su relación. Quizás pierda a un amigo... o al amor de su vida. Sin embargo el hablar a tiempo le ahorrará muchos sinsabores.Cuando en una relación su pareja, su amigo su jefe, su papá o mamá le ofende y no se lo dice, es como si fuera guardando los malos detalles en un "costalito" al más puro estilo "Santa Claus" solo que su cargamento no es tan emocionante de llevar ¿Verdad? Su cargamento de rencores y resentimientos lo carga en sus espaldas. En su corazón... ¡Eres un tonto! Nos dicen. Y va a nuestro costal... Llega tarde a la hora a la que usted le cita, está que hierve como olla Express por dentro. "¿Qué se ha creído?" y cuando le pregunta "¿Estas enojado(a) mi amor?" y usted le responde con un coraje mal disimulado "no mi amor, no te preocupes..." ¡Es otra más a nuestro costal! Y para no hacerle larga la historia, después de un ciento de "detallitos", su pareja llega con usted y le dice en plan de broma:"Que, ¿Estás de malas?" y paaass también lo aventamos a nuestro costal, pero ya lo tenemos lleno, ya no lo podemos soportar... ¡Y pooom! le azotamos en la cara todo...si... todo lo que teníamos guardado, acumulado de mucho tiempo... ¡Te has convertido en un León rugiente! su cónyuge sorprendido y ofendido le responde "¿¿¡¡Sólo por eso te molestas!!??" y le saca toda la lista de navidad... de reyes, de semana santa, del primero de mayo, del 10 de mayo el 20 de noviembre.

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¿Y usted creía que no nos afectaba tolerar pequeñas cosas de nuestro cónyuge? ¿Moraleja? No se guarde nada. Dígale a su prójimo lo que sienta y lo que no le gusta. Hágalo con tacto pero con claridad ¡Tire su costal! Que no haya ningún lugar en el que usted guarde rencores. Siempre exprésele a su prójimo lo que siente. Hermanos si estamos viviendo en un infierno es porque nosotros así lo decidimos.Debemos tener mucho cuidado con el endurecimiento de corazón esto es, que ya nada nos redarguye, oímos la voz de Dios y no la obedecemos ¡Cuidado!Ahora bien, los que tenemos hijos: Debemos enseñar a toda costa a guardar su corazón, ¿Cómo lo hacemos?

Evitar hablar mal con ellos de nuestro cónyuge. Evitar que nos vean pelear. Si ya nos vieron también que vean

que nos hemos reconciliado. Evitar hablar mal de las personas. Ya que sí así lo hacemos

estaremos enseñando a nuestros hijos a ser criticones, murmuradores, vengativos.

Evitar malas palabras, esto es no ser maldiciente. Evitar ser mal ejemplo. Evitar todo tipo de pornografía y escenas deshonestas a

través de revistas, o cualquier medio de comunicación. Enseñarles el amor a Dios y al prójimo. Enseñarles el perdón, no la venganza. Enseñarles a reconocer en los demás sus virtudes,

perdonando sus defectos. Enseñarles el amor y respeto que tenemos por la casa de

Dios.

Y si ellos han mirado que hemos fallado en algún área, tenemos que pedirles perdón. Ellos deben mirar en nosotros humildad y frutos dignos de arrepentimiento.Nosotros si hemos dañado a alguien es hora de pedir perdón, y si nos han dañado es hora de perdonar, no podemos seguir cargando el costal del odio o resentimiento.Recordemos que a las personas que más amamos es la que más nos pueden lastimar, sin embargo que eso no sea motivo para cerrar nuestro corazón.Recordemos que cualquier ser humano tal vez pueda herirnos, lastimarnos, ultrajarnos, calumniarnos, pisotearnos, pero no puede llegar más lejos, podrá incluso quitarnos la vida, pero no tiene ningún poder para ultrajar nuestro corazón, sino se lo permitimos.

El corazón (46-503)Los chinos tienen un poema bellísimo acerca del corazón que dice así:Si hay rectitud en el corazón, habrá belleza en el carácter.Si hay belleza en el carácter, habrá armonía en el hogar.Si hay armonía en el hogar, habrá orden en la nación.

Si hay orden en la nación habrá paz en el mundo.

El Señor en este día nos examinó, y no quiere que salgamos con nuestro corazón enfermo él quiere hacer algo en nosotros, habrá el costal y dígale al Señor lo que en el hay. Ya que si nuestro corazón está afectado poderoso es Dios para crear uno nuevo.

Proverbios 23:26 Dame, hijo mío, tu corazón, Y miren tus ojos por mis caminos.El salmista decía: Salmo 51:10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí.

Se necesita un corazón nuevo (323-502)Una mujer le dijo en una ocasión al doctor Moody:¡Ore, por favor, por mi esposo inconverso, hace algunas cosas malas, pero tiene buen corazón.A lo que respondió este predicador:En eso está usted equivocada querida hermana, su esposo hace cosas malas porque tiene un mal corazón. Del corazón proceden los malos pensamientos y las malas actitudes y acciones. Su esposo necesita urgentemente un nuevo corazón.

Y ¿usted y yo que necesitamos? ¿Cirugía o corazón nuevo? Él Señor tal vez quiere hacer una cirugía urgente en nuestro corazón ¿Se lo permitimos y somos libres, o se lo impedimos y seguimos amargados y amargando a los demás? ¿O, pedimos un corazón nuevo o nos quedamos con el de piedra?¿Cree que el Señor nos lo puede dar?

Mire lo que contesta Dios: Ezequiel 11:19-21 Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les daré un corazón de carne, 20 que anden en mis ordenanzas, y guarden mis decretos y los cumplan, y me sean por pueblo, y yo sea a ellos por Dios. 21 Mas a aquellos cuyo corazón anda tras el deseo de sus idolatrías y de sus abominaciones, yo traigo su camino sobre sus propias cabezas, dice Jehová el Señor.

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