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Congruencia - Julio de 1987 - Año I • N° 2

Órgano de difusión del E.C.P. (Enfoque Centrado en laPersona — C.R.) en Argentina

PUBLICACIÓN DE: LA AECP (Asociación del EnfoqueCentrado en la Persona: Carl Rogers).

DIRECTOR RESPONSABLE: Manuel F. Artiles

COMITÉ DE REDACCIÓN: Manuel F. ArtilesClaudio A. RudAndrés R. Sánchez Bodas

ASESOR TÉCNICO : Alberto Conesa P.

DISEÑO DE TAPA: Miguel Tiraboschi

DIBUJOS: Mario Botana

COMPOSICIÓN Y ARMADO: Estudio Idea

Publicación cuatrimestral

La revista no se hace responsable por el contenidode los artículos publicados en la misma.Sus redactores se reservan el derecho de realizarmodificaciones de forma en los artículos para adap-tarlos a las normas de la revista.Los originales enviados no se devuelventación no compromete necesariancación.

Reg. Prop. Intelectual 10393Scalabrini Ortiz 2368 - 3o A - 1425 Buenos AiresTel. 72 - 6789

EDITORIAL

Aunque con lamentable demora, hemos logrado, con estedeseado segundo número de Congruencia, estar otra vez conUds. nuestros lectores.

En el lapso transcurrido ha habido dos hechos realmentetrascendentes. El primero de ellos es, en particular para noso-tros, profundamente doloroso: el Dr. Carl Rogers falleció acomienzos de este año. Maestro y amigo a la distancia, cercanosiempre en el hondón de nuestras vidas, debemos hoy aceptar supartida irreversible. Sobre su significación humana y científicada cuenta en este número nuestro artículo "Ih Memoriam". . .

El segundo de los hechos se refiere a la creación de la "Aso-ciación del Enfoque Centrado en la Persona: Carl Rogers" (A.E. C. P.). Fruto de un largo proceso de maduración institucio-nal, así como de los miembros que la componen, se instala, lle-na de iniciativas y proyectos en nuestro medio. La A. E. C. P.asume además la publicación de Congruencia, como le corres-ponde en la actual reestructuración sobre la cual informamosen estas páginas. Tal como es la Vida en sí misma se unen aquídolor y alegría.

Si nos volvemos a nuestra realidad editorial debemos expre-sar una real satisfacción: Congruencia ha recibido una generali-zada aceptación que nos ha resultado estimulante. Con entusias-ta intención hemos enviado nuestro N° 1 a los distintos centrosE. C. P. en América y Europa. Hemos tenido hasta el presenteun reconocimiento alentador y particularmente, debemos des-tacarlo, de nuestros vecinos brasileros. Entendemos que nos ca-be, en lengua española, una representatividad, estamos hablandopues de "hacer presente" a alguien o algo. . .¿Quées lo que in-tentamos hacer presente en estas páginas que entregamos a Uds.?Pensamos que se trata de un aporte de creación y de recreaciónde las distintas perspectivas que el E. C. P. suscita en nuestromedio. Se refiere por lo tanto ese aporte a un esfuerzo de crea-tividad en áreas determinadas. "

Rogers en su obra "El proceso de convertirse en persona"escribió que: "La creatividad imprime el sello del individuo en elproducto, pero éste no es el individuo ni sus materiales, sino quesintetiza la relación entre ambos" . . . y párrafos mas abajo ex

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presa: "El móvil de la creatividad parece ser la misma tendenciaque en la psicoterapia se revela como la fuerza curativa mas pro-funda: la tendencia del hombre a realizarse, a llegar a ser sus po-tencialidades".

Nuestra publicación aspira a ser la concreción impresa deesa dialéctica de la cual emerje un producto fruto de la relacióndiádica entre autores-lectores y el material publicado.

Aspiramos claramente a que esa dialéctica sea la expresiónde la capacidad creativa del E. C. P. entre nosotros.

Confiamos en que esa fuerza creativa será también realiza-ción de nuestras potencialidades.

Inmersos como estamos en una sociedad que ha sufrido do-lores y humillaciones inéditas para la misma, sentimos y pensa-mos (las dos cosas) que los caminos y el horizonte del E. C. P.deben aportar en el campo variado de las relaciones humanas alcual se aplica (lo psicoterapéutico, lo educativo, lo empresarial,lo religioso, lo social, lo político. . .)perspectivasque sirvan a lacomunidad en la cual convivimos. No podemos concebir nues-tras reflexiones teóricas y nuestras distintas prácticas profesiona-les como algo aislado de la realidad circundante.

Aquí nos urge la necesidad de la creatividad. Desde nuestrapresencia total debemos realizar nuestro aporte de encuentrohumano en sus dimensiones sociales e individuales. El E.C.P.implica cierta concepción del Hombre, de la Sociedad, de losvínculos humanos que entrelazan ambas realidades.

Creemos que al través de las distintas colaboraciones queirán imprimiéndose en las páginas en blanco de cada número deCongruencia, lo que aquí enunciamos como un propósito vayatomando color y forma.

El "sello" (como nos dice Rogers) del grupo de quienes ad-herimos al E.C.P. debe estar inscripto en este producto escritoque Ud. lector tiene en sus manos ahora. Y,el sello identifica ylegaliza todo producto.

Asumimos por lo tanto nuestra responsabilidad respecto dela genuinidad y calidad de ese producto. Sólo así nos haremosrespetables por lo que pensamos, sentimos y hacemos en lasáreas en las cuales cada uno aplica y desarrolla creativamente,en función de nuestro marco referencial, las propuestas que jus-tifican el esfuerzo que nos es común.

Cerramos aquí esta apertura de nusetro segundo número.La aceptación y los estímulos recibidos nos hacen confiar enque la difusión que anhelamos crecerá fecundamente. Asumidanuestra rseponsabilidad, queda esto en manos de quienes nosleen y desean compartir nusetro intento.

Comité de Redacción

PALABRAS PARA HOY

" ¡Estoy tan cansado de polémicas, de exclusividades, defanatismos!, en tu casa puedo entrar sin vestirme con un uni-forme, sin someterme a la recitación de un Corán, sin renun-ciar a nada de mi Datria interior. Junto a tí no tengo ya quedisculparme, no tengo que defenderme, no tengo que pro-bar nada. Más allá de mis palabras torpes, más allá de los ra-zonamientos que me pueden engañar, tú consideras en mísimplemente al Hombre, tú honras en mí al embajador decreencias, de costumbres, de amores particulares. Si diñe-ro de tí, lejos de menoscabarte, te engrandezco. Me inte-rrogas como se interroga al viajero.

Yo, que como todos, experimento la necesidad de serreconocido, me siento puro en tí y voy hacia tí. Tengo ne-cesidad de ir allí donde soy puro. Jamás han sido mis fór-mulas ni mis andanzas las que te informaron acerca de loque soy, sino que la aceptación de quien soy te ha hecho,necesariamente, indulgente para con esas andanzas y esasfórmulas. Te estoy agradecido porque me recibes tal comoaay. ¿Qué he de hacer con un amigo que me juzga? Si re-dbo un amigo a mi mesa, le ruego que se siente si renguea,pero no le pido que baile."

Nota: Creemos que este hermoso texto de "Carta a unrehén" de Saint Exupery ilustra profundamente lo que

Carl Rogers llamó: "Aceptación incondicional")

IN MEMORIAM. CARL ROGERS

Carl Rogers ha muerto . . . Breve, escuetamente, como todas las noti-cias realmente trascendentales, esas cuatro palabras nos sacudieron dela modorra del verano. El espacio veraniego perdió súbitamente su brillo,su olor a libertad, su despreocupación, su displicente transcurrir. Ese es-pacio se hizo denso, pesado, nos apretó por dentro para hacernos sen-tir que no hay vacación para el hecho cotidiano de la Muerte. El ciclovital de quien tan intensa y fecundamente vivió estaba cerrado. Fue el4 de febrero de este año, nada, hacía suponer este hecho, sus normalesachaques para un anciano de 85 años eran simplemente eso: "normales"...Pero la espiral debía detener su giro en algún punto del tiempo y así fue.

Todos dialogamos con él, por decenios, a través de sus escritos; algu-nos pocos pudimos conocerlo personalmente: alto, delgado, calva emi-nente, perfil recortado, paso vacilante, algo encorvado ya, su figura tra-suntaba bonhomía y afabilidad. Unas manos gruesas, como de chacarerogringo, hablaban por sí mismas de su pasada juventud en la granja pater-na y de su presente como vocacional jardinero.

Como muchos otros profesionales en el mundo lo tuvimos comomaestro. Una espontánea e impensada afinidad nos vinculó a sus ideas ynos formó como psicoterapéutas o educadores. .. Leerlo, pensarlo, sen-tirlo, practicar k» que exponía en tantas páginas que leímos y releímosnos dio la sensación de ese contacto personal que era su principal obje-tivo. Siempre advertimos que estallamos ante una realidad personal quese transmitía al través de sus concepciones en lo educativo o lo psico-terapéutico. Sin duda, como tantas personalidades que han pesado so-cialmente, sus ideas tuvieron el sostén de eso que se llama presencia per-sonal, eso les dio la fuerza de convicción que les reconocemos. Definiti-vamente ausente, será esa "presencia" lo que en lo profundo de noso-tros mismos nos hará partícipes de su herencia en lo humano y lo cien-tífico, lo que nos ayudará a ser: personas terapéuticas

Hagamos la pregunta ingenua: ¿Qué hizo Carl Rogers?. A los 70 añosse le pidió que describiera el curso de su vida. Lo hizo en un escrito quetituló: '"Retrospección de cuarenta y seis años " . Algunos párrafos nosdarán su propia respuesta, con tal intención los transcribimos:"Practico la psicología desde 192". Realicé estudios diagnósticos de ni-ños y elaboré recomendaciones para el tratamiento de sus problemas; en1928 desarrollé un inventario para la valoración del mundo interior delniño que - Dios me perdone - sigue vendiéndose por miles. Asesoré a pa-dres, estudiantes y otros adultos; hice psicoterapia intensiva de personasnormales, neuróticas y psicóticas, portadoras de problemas; me dediqué,como participante y como investigador responsable, a buscar la relaciónentre psicoterapia y cambios de personalidad; formulé una teoría rigu-

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rosa respecto de la psicoterapia. Me dediqué a facilitar el desarrollo per-sonal mediante la experiencia de grupo intensiva; intenté esclarecer tan-to los procesos de la terapia individual como los de la experiencia degrupo, por medio de grabaciones, tests y películas; traté de comunicarmi experiencia mediante publicaciones, películas y cassetes que hoy meparecen "innumerables".Cumplí con mi cuota de trabajo en las asociaciones profesionales de psi-cología; tuve una vida profesional ininterrumpida, variada, controverti-da y magníficamente estimulante. Ya no me dedico a la terapia indivi-dual o a la investigación empírica de forma activa. Estoy descubriendoque después de los 70 años hay límites físicos a lo que podemos hacer.Sigo dedicándome a los grupos de encuentro que puedan tener una re-percusión social importante . ' . . Ayudé a patrocinar grupos interracialese interculturales y participo en algunos de ellos, pues creo que un mejorentendimiento entre grupos diferentes es esencial para la supervivenciadel planeta...Sigo escribiendo . . . Ya no es la terapéutica individual mi interés prin-cipal, sino los problemas sociales cada vez mas amplios... También prac-tico la jardinería. . . Cuando, mediante cuidados pacientes, inteligentesy sensibles, obtengo las condiciones que dan por resultado una flor raray hermosa, experimento el mismo tipo de satisfacción que al facilitarel crecimiento de una persona o de un grupo".

Hasta aquí su respuesta de hace ya quince años en la cual modesta-mente resume la proyección mundial de su figura. Los distintos centrosde difusión del E.C.P. que abarcan América, Europa occidental y hastalejanas regiones como Israel, Japón y Australia, son el eco testimonialdel valor de su renovadora presencia en la segunda mitad del siglo. Suúltimo viaje fue el que realizó en los últimos meses de 1986 a la UniónSoviética. En octubre de este año pensaba estar presente en el III - Fo-ro Internacional del E. C. P. que se realizará en California...

C. E. P. O. R., eco también en nuestro país de su fecundo pensa-miento desde hace unos quince años, a través de "Congruencia", mani-fiesta el dolor y el reconocimiento de los egresados y alumnos en for-mación que descubrimos en su palabra ese camino de encuentro huma-no que son la psicoterapia y la educación.

Carl Rogers no buscó hacer "discípulos" ni tener "continuadores".Su horizonte fue impulsarnos a la "libertad" y la "creatividad" en uncompromiso humano y profesional. Nuestra tarea estará fielmente ins-pirada en lo que él durante su vida trató de comunicarnos, desde lo masprofundo de su experiencia, si somos capaces de enriquecer su memoriacon nuestra propia libertad y creatividad. Allí estará nuestro más auten-tico homenaje y reconocimiento por todo lo que, para cada uno, pudosignificar su existencia.

COMITÉ DE REDACCIÓN

DEL DIALOGO REAL ALMONOLOGO IMAGINADO

Jorge Andrés Kappel

" . . . el terapeuta, esa otra personaque es sólo parcialmente otra persona .. ."

Carl Rogers.

Para el terapeuta orientado hacia los principios rogerianos, una delas precondiciones para reflejar operativamente consiste en otorgar vali-dez a la comunicación de su paciente sin cuestionarla y sin la suposiciónde co'mo éste debería pensar, sentir u obrar, aceptándolo tal cual se lepresenta fenomenológicamente a través de lo que su cuerpo y sus pala-bras expresan. Además, el terapeuta reconoce que el material reflejado,propiedad exclusiva del paciente, es consecuencia de las percepciones delmundo interior y de las circunstancias de este.

Sabemos que la intervención del terapeuta se basa en su compre-hensión empática, procurando captar los sentimientos vivenciados por elconsultante desde el mismo punto de vista de éste y admitiéndolo comoel único conocedor de lo que le está sucediendo. El terapeuta solamentele propone una formulación, un desciframiento de lo que supone que sucliente le está comunicando, para facilitar que sus auténticos Significa-dos Emocionales puedan emerger.

Ahora bien, el proposito de la Respuesta-Reflejo, el recurso téc-nico fundamental del dialogo terapéutico, es que el paciente re-encuen-tre al sí mismo extraviado. Se trata de un Reflejo simple que, guestálti-camente expresado, estabiliza y fortalece la "figura" o de un Reflejo delsentimiento que amplía la "figura" iluminando más el "fondo", la con-secuencia siempre será que ". . . la imagen reflejada le aparecerá cons-tantemente como un permanente testimonio de sí mismo en el cual seve desde el "espejo terapéutico". . . (Manuel Artiles, la actitud psicote-rapéutica, pág 82).

Partamos de la premisa que el paciente va "leyendo" progresiva-mente en él mismo el auténtico significado de su discurso, auxiliadopor esa "te'cnica de contenido actitudinal" que llamamos Respuesta -

- Reflejo. De este modo el consultante se verá reflejado en su estructuraemocional, resultando de este proceso de realimentación una Experien-cia Emocional Correctora.

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El discurso significante del paciente, a través del Reflejo, adquieresignificado emocional y así aquel podrá re-percibir sus auténticos signi-ficados hasta ese momento desconocidos, negados o distorsionados de-bido a mecanismos defensivos interpuestos entre él y su experiencia.

Así entendido, el Reflejo es un instrumento facilitador de la co-municación del paciente consigo mismo; es una intervención informan-te de la propia actividad estructurante.

En base a lo señalado hasta ahora, puedo sugerir mi hipótesis: sila respuesta del terapeuta al discurso del paciente corresponde realmen-te al "experiencing" y a las percepciones de éste, podríamos transfor-mar imaginariamente el diálogo real en "monólogo" (del paciente), consolo "leerla" en primera persona del singular en su totalidad, mantenién-dose la coherencia semántica de la comunicación y reconociéndose enel mismo al paciente como único autor y responsable.

A modo de ilustración, veamos un fragmento de una entrevistaterapéutica de Carl Rogers (1) traducida de la banda sonora del filmen el cual se registró:

Paciente: . . . conseguir lo que yo quiero en la relación, y no centrando•el foco en la otra persona, porque pienso que como yo soy "la enferme-ra perfecta" hacer todo por los demás siempre pensando en todos me-nos en mí. Sabe, tengo demasiado miedo de hacer algo por mí, pero megustaría poder centrar la atención en mis propias necesidades primero.Me siento un poco egoísta cuando lo veo de esa forma, me siento comouna persona que lo pide todo en vez de una que lo dá todo y eso es unpoco negativo.Terapeuta: Usted se siente una enfermera en tal forma.que el sólo pen-sar "necesito esto para mí misma" le parece mal, como ser egoísta.p: Es como decir, un momento ¿sabes que eres enfermera, no?T: Usted debería preocuparse por los demás, no?P: Así es.T: Pero de vez en cuando usted se da cuenta de "me gustaría preocu-parme por mí misma".P: Me siento horrenda (se rie)!T: Con sólo decirlo.P: Me siento mal con solo pensarlo!T: Que egoísta que soy.P: Si.T: Malísima, horrible!P: Me siento malvada pero estoy disfrutando de pensarlo, sin embar-go.T: Es divertido so'lo imaginar "yo podría querer algo para mí misma!'P: Es realmente una fantasía adorable ser completamente narcisista,completamente centrada en una misma y en el placer y la comodidad.T: Solo ser buena con usted misma.

(1) Entrevista terapéutica del Di. Carl Rogers, (paciente Kathy). Fragmentodel texto traducido de la banda del film. Publicación interna de C.E.P.O.R.

DEL DIALOGO REAL AL MONOLOGO IMAGINADO

P: De alguna manera» sabe, de alguna manera yo estoy siendo buenaconmigo misma, guardando esa parte vulnerable hasta que esté a salvopara salir. Porque no toda la gente es buena con una, no todos son ama-bles, hay gente que usa sin hacerse el mínimo problema.T: Entonces usted tiene un gran respeto por su instinto de conser-vación.P:T:ría.P:T:

Así es.Usted no puede confiar en todos porque no a todos les importa-

Yo estaba sonriendo y mientras pensando que a mí sí me importa.Usted lo dice sonriendo pero es algo bastante profundo eso de:

"Me preocupo por mí misma".P: Yo me preocupo por mí misma y me gusta interesarme en mí mis-ma y no regalar partes mías.T: "Yo realmente me valoro y estoy orgullosa de eso. No puedo en-tregarme así nomás".P: Así es, es lindo tener ese sentimiento de interés y preocupaciónpor mí misma, eso es bueno pero, usted sabe, yo estaba pensando quepuedo llegar a morirme mañana, cualquiera de nosotros podría morir, yme estoy perdiendo muchas cosas, quiero tener más, no quiero solamen-te preocuparme por mí misma, quiero ser capaz de recibir y asimilarmas la vida pero no lo estoy haciendo. Yo me cerré hacia todo. Si pudie-ra encontrar la forma de hacerlo, sería fabuloso . . . !Usted está sonriendo.T: Ser capaz de preocuparse por usted misma y al mismo tiempomantenerse abierta hacia la vida y de alguna forma eso también está li-gado con el tomar conciencia de que bueno. . . la muerte vendrá algúndía y a usted le gustaría vivir antes de morir.

Su transformación en "Monologo" es como sigue:

Paciente: Me siento como una enfermera, en tal forma, que el sólo pen-sar: necesito esto para mí misma, me parece mal, como ser egoísta. Escomo decir, un momento^ sabes que eres enfermera, no? Yo deberíapreocuparme por los demás^no es así? Pero de vez en cuando me doycuenta de que me gustaría preocuparme por mí misma. Me siento ho-rrenda con solo decirlo. Me siento mal con solo pensarlo . . . Qué egoís-ta que soy! Sí, malísima, horrible! Me siento malvada pero estoy disfru-tando de pensarlo sin embargo. Es divertido imaginar que yo podría que-rer algo para mí misma. Es realmente una fantasía adorable ser comple-tamente narcisista, completamente centrada en una misma y en el pla-cer y la comodidad. Sólo ser buena conmigo misma. De alguna manera,lo sé, de alguna manera yo estoy siendo buena conmigo misma, guar-dando esa parte vulnerable hasta que esté a salvo para salir. Porque notoda la gente es buena, no todos son amables. Hay gente que usa sinhacerse el mínimo problema. Tengo un gran respeto por mi instinto deconservación. Así es. No puedo confiar en todos porque no a todos les

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importaría. Lo digo sonriendo, pero es algo bastante profundo eso deque me preocupo por mí misma. Me gustaría interesarme en mí mismay no regalar partes mías. Yo realmente me valoro y estoy orgullosade eso. No puedo entregarme así nomás. Así es, es lindo tener ese sen-timiento de interés y preocupación por mí misma.Eso es bueno pero, vo estaba pensando que puedo llegar a morirme ma-ñana, cualquiera de nosotros podría morir, y me estoy perdiendo mu-chas cosas. Quiero tener más, no quiero solamente preocuparme por mímisma, quiero ser capaz de recibir y asimilar más la vida, pero no lo es-toy haciendo. Yo me cerré hacia todo. Si pudiera encontrar la forma dehacerlo seria fabuloso . . .! Estoy sonriendo. Ser capaz de preocuparmepor mí misma y al mismo tiempo mantenerme abierta hacia la vida. Dealguna forma eso también está ligado con el tomar conciencia de quebueno. . . la muerte vendrá algún día y a mí me gustaría vivir antes demorir.

Comencemos ahora directamente con un soliloquio:

Paciente: Como si algunos de mis aspectos físicos más delicados hubie-ran sido aplastados o heridos. Sí y tengo una sensación de . . . ay pobre-cita! (Pausa) No puedo evitar sentirme profundamente compadecida dela persona que soy. No creo estar compadeciéndome de toda mi persona,es sólo un aspecto de mí. Lamento verlo herido. Sí Mmmm . . . Mmmm...Y También está esa maldita amargura de la que quiero deshacerme por-que no me hace bien tenerla conmigo. (Llora. Pausa prolongada) No sé.Me parece que estoy acertada al sentir que para qué diablos serviría lla-mar a eso culpa. Si rebuscase las cosas, tendría una historia clínica inte-resante, digamos. Y eso para que serviría? Me parece que. . . que la claveestá en este sentimiento que tengo. Podría tomar un extremo u otro delasunto y rebuscar a partir de ahí, pero me parece que la esencia del asun-to está en el tipo de experiencia que estoy viviendo aquí mismo.

Podríamos inferir de este "Monologo": ¿que' fue lo expresado porla paciente y qué fue lo reflejado por el terapeuta durante el diálogoreal?

La entrevista terapéutica, también realizada por Rogers, corres-ponde a un pasaje de una trigésimo primera reunión (2) y fue como si-gue:Terapeuta: Como si algunos de sus aspectos físicos más delicados hubie-ran sido aplastados o heridos.Paciente'. Sí, y mire, tengo una sensación de . . . ay pobrecita! (Pausa)T: No puede evitar sentirse profundamente compadecida de la per-sona que Ud. es.P: No creo estar compadeciéndome de toda mi persona; es sólo uncierto aspecto de mí.T: Lamenta verlo herido.

(2) "El proceso de convertirse en persona", pág. 92 - 93, (paciente Sra. Oak).

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P: Sí.T: Mmmm... Mmmm...P: Y también esta maldita amargura de la que quiero deshacerme.Me . . . me crea problemas. Es porque es una amargura engañosa. Me ha-ce jugarretas. (Pausa).T: Siento como si esa amargura fuera de lo que quiere deshacerse por-que no le hace bien tenerla consigo.P; (Llora. Pausa prolongada) No sé. Me parece que estoy acertada alsentir que para qué diablos serviría llamar a eso culpa. Si rebuscase lascosas, tendría una historia clínica interesante, digamos ¿Y eso para queserviría? Me parece que la clave está en este sentimiento que tengo.T: Podría tomar un extremo u otro del asunto y buscar a partir deahí, pero la parece que la esencia del asunto está en el tipo de experien-cia que está viviendo aquí mismo.

Como vemos, leyendo ambos "Monólogos", resulta casi imposi-ble por su engarce desglosar las expresiones del terapeuta de las de suinterlocutor.¿Qué sucederá en otros enfoques terapéuticos cuando inter-venciones verbales distintas del Reflejo sirven de puente para la comu-nicación?

En su libro'Teoríay técnica de psicoterapias", (pag. 145 - 146)Héctor Fiorini proporciona un inventario de esas intervenciones, (nofigura entre ellas el Reflejo) consideradas como herramientas en psico-terapia: interrogar, proporcionar información, confirmar o rectificar,clarificar, recapitular, señalar, interpretar, sugerir, intervenciones di-rectivas, operaciones de encuadre, meta - intervenciones. De este lis-tado elegiremos a la interpretación, instrumento por excelencia delpsicoanálisis, para constatar si a través de ella también podemos lograrimaginariamente la conversión del diálogo terapéutico en "Monólogo",pero ahora desde el marco psicoanalítico. Para ello tomaremos de unasesión el siguiente fragmento: (3)

Paciente: . . . tengo una sensación . . . (carraspea) de haberme engan-chado del trabajo que estaba haciendo. . . y haberme encontrado aquí. . . vine pensando incluso en todo el trayecto en el proyecto que esta-ba haciendo y . . . creo que salir para venir aquí me interrumpió . . .(silencio) un proyecto de decoración que tengo que entregar ahora cuan-do salga . . .La terapeuta pensó para sus adentros lo siguiente: "está despectivamen-te de pasada, pero su tono de voz y su actitud corporal son de temor".El paciente ha puesto los cigarrillos junto a él.P: Me siento. . . obligado... creo (mueve la mano extendiéndola ha-cia la terapeuta como para que se la tome con la suya).A: Se siente asustado de encontrarse en el espacio abierto de la se-sión que ya intentó achicar con la llegada tarde y que ahora intenta cal-mar con la necesidad (aunque sea difícil para usted) de que yo lo agarre

(3) "Lenguaje y técnica psicoanalítica", (paciente Horacio), pág. 63 - 64.

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de la mano y lo cruce, obligado de la entrada a la salida, porque si no sequeda perdido en un enorme espacio abierto.P: (Abre la boca, se agárralos brazos cruzándolos, toca la caja de fós-foros, prende un cigarrillo y echa humo. Después se queda en silencio,sigue echando humo. Silencio). La sensación de espacio abierto (carras-pea) es confortable cuando puedo armarme un entorno. . . eso. .. másbien. .. es. . .(se queda en silencio y echa humo).A: Le dije "espacio abierto" y usted se tocó como para no desparra-marse, tocó la caja de fósforos, se agarró del cigarrillo buscando compa-,nía frente a todo lo desconocido que soy yo y esta situación y ahora síesta más confortable en el entorno de humo y de sus propias palabras.P: (Se acomoda. Hace silencio. Carraspea). Cuando empecé la facul-tad, yo tenía miedo de andar por la calle y llevaba un libro en la mano...es asombroso. . .(se refiere a lo parecido de la situación). Pero primerobusqué formas... pero después me decidí por espacios... bueno... creoque es confuso esto que le diso, pero vale la pena que le hable de cómoproyecto (explica técnicamente su forma de trabajar).A: Esta es la dispersión que sintió, al llegar a la sesión, que tuvo queachicarla llegando quince minutos tarde, fumando hasta formarse supropio entorno de humo y de palabras, y después, encontrando respues-tas en mis palabras, pudo invitarme a pasar dentro de su vida y sus pro-yectos.P: Creo... que vale... la pena...

Imaginemos este material en forma monologada:

Paciente: . . . tengo una sensación... (carraspea) de haberme engancha-do del trabajo que estaba haciendo.. .y haberme encontrado aquí. . . vi-ne pensando incluso en todo el trayecto en el proyecto que estaba ha-ciendo y creo que salir para venir aquí me interrumpió.. .(silencio) unproyecto de decoración que tengo que entregar ahora cuando salga. (Elpaciente ha puesto los cigarrillos junto a él). Me siento. .. obligado...creo (mueve la mano extendiéndola hacia la terapeuta como para quese la tome con la suya). Me siento asustado de encontrarme en el espa-cio abierto de la sesión que ya intenté achicar con la llegada tarde y queahora intento calmar con la necesidad, aunque sea difícil para mí, deque usted me agarre de la mano y me cruce, obligado de la entrada a lasalida, porque si no me quedo perdido en un enorme espacio abierto.(Abre la boca, se agarra los brazos cruzándolos, toca la caja de fósforos,prende un cigarrillo y echa humo. Después se queda en silencio y echahumo). La sensación de espacio abierto (carraspea) es confortable cuan-do puedo armarme un entorno... eso.. .más bien.. . e s . . . (se queda ensilencio y echa humo). Me dijo "espacio abierto" y yo me toqué comopara no desparrramarme, toqué la caja de fósforos, me agarré del cigarri-llo buscando compañía frente a todo lo desconocido que es usted y estasituación y ahora sí estoy más confortable en el entorno de humo y de


mis propias palabras. (Se acomoda. Hace silencio. Carraspea). Cuandoempecé la facultad, yo tenía miedo de andar por la calle y llevaba un li-bro en la mano. .. es asombroso.. jne refiero a lo parecido de la situa-ción. Pero primero busqué formas. . . pero después me decidí por espa-cios. .. bueno... creo que es confuso esto que le digo, pero vale la penaque le hable de cómo proyecto técnicamente mi forma de trabajar. Estaes la dispersión que sentí, al llegar a la sesión, que tuve que achicarla lle-gando quince minutos tarde, fumando hasta formarme mi propio entor-no de humo y de palabras, y después, encontrando respuesta en sus pa-labras, pude invitarla a pasar dentro de mi vida y mis proyectos.

El fragmento de un segundo ejemplo psicoanalítico es como si-gue: (4)Paciente: Le quería comentar un sueño que tuve, soñé que iba por unacalle que era una barranca que iba a un río, muy despreocupada, y muybien, en ese momento pasaron dos personas llevando un bote dado vuel-ta, yo los encontraba conocidos y creía que eran amigos míos, pero noles veía las caras, al llegar con el bote a la orilla lo dan vuelta y empie-za a crecer, y crecer hasta convertirse en un velero hermoso con sus ve-las blancas grandes desplegadas, me invitan a subir para dar un paseo yyo les decía que no quería navegar, en ese momento el cielo empieza aponerse negro, negro y el agua empieza a dar vueltas así (con las manosunidas hace un gesto ondulatorio de derecha a izquierda y vuelta, a mo-do de un péndulo) hasta que se da vuelta del todo y el yacht se caía yla gente también y yo corría hacia la orilla y gritaba sálvame! y me des-perté en la desesperación total. . .Pense'que podría ser un sueño muy importante.4flflfiste:¿Importante en que sentido? Con que asocia el río, ia calle? •P: Era el Río de la Plata, yo iba por una calle de la zona de B. o algoparecido, mire parecía la calle España...A: ¿Qué es eso?P: r Una calle cerca de la casa de B., no sé si llega al río, pero yo la ca-mine' muchas veces sola, cuando vivía por allí caminaba sola (se ríe) ydespreocupadamente...A: ¿Piensa algo acerca del bote que se transforma en yacht en su sue-ño?P: Yo creo que estaría relacionado con un amigo del trabajo que tie-ne un velero que me gustó mucho y yo le pedí que me invitara a paseary me dijo que sí. •A: ¿Sabe? A mí se me ocurren dos cosas, el aumento de tamaño repen-tino del bote, podríamos tal vez pensar que representa un pene que sepone en erección, o tal vez los quistes de sus pechos, tal vez la imagendel vientre de una mujer al embarazarse...Creo también que hay una oferta que le hacen y que usted rechaza por-que esos hombres no le ofrecen lo que usted necesita, tal como sucedió

(4) Presentado en e! Ateneo interno de la Asociación Escoda de Psicoterapiapara Graduados. Buenos Aires, abril 1986.

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con el Negro y con el pene y el dinero que el le dio en lugar de darlecompañía. El sueño representa nuevamente al pene como algo no satis-factorio, insuficiente en el marco de la orilla que se mece, como los cuer-pos en el coito.P: De un sueño tan chiquito tantas cosas. Yo ya me sentía encerradapor Julio, yo no quería que me tocara siquiera, es un pegote.A: Su comentario parecería señalar}como una burla,aspectos chiqui-tos en m í . . .P: Ja, ja, ja. . .yo no (rie) yo no quise...A: ¿No me había comentado usted que Julio era un genio en la cama?P: Sí, pero esos orgasmos no me llenaban...A: Otro coito que no llena...P: En una comparación, cogei hoy con Jubo es como tomar un vasode leche de magnesia...A: Que es un purgante que vacía, el mismo caso con el pito del Ne-gro a quien le permite hacer pis y ponerse erecto en su honor pero notener orgasmo; lo único que usted desea es poseer el pene de los hom-bres pero como un hombre y no como una mujer.

Transformemos el diálogo en el "Monólogo" propuesto:

Paciente: Le quería comentar un sueño que tuve. Soñé que iba por unacalle que era una barranca que iba a un río, muy despreocupada, y muybien. En ese momento pasaron dos personas llevando un bote dadovuelta. Yo los encontraba conocidos y creía que eran amigos míos, pe-ro no les veía las caras. Al llegar con el bote a la orilla lo dan vuelta yempieza a crecer y crecer hasta convertirse en un velero hermoso consus velas blancas grandes desplegadas. Me invitan a subir para dar unpaseo y yo les decía que no quería navegar.

En ese momento el cielo empieza a ponerse negro, negro y elagua empieza a dar vueltas así, (con las manos unidas hace un gesto on-dulatorio de derecha a izquierda y vuelta, a modo de un péndulo) has-ta que se da vuelta del todo y el yacht se caía y la gente se caía tambiény yo corría hacia la orilla y gritaban sálvame, sálvame! Y me despertéen la desesperación total. . Pensé que podría ser un sueño muy impor-tante. ¿En qué sentido importante? ¿Con qué asocio el río, la calle? Erael Río de la Plata, yo iba por una calle de la zona de B. o algo parecido;mire parecía la calle España. . . que es una calle cerca de la casa de B.,no sé si llega al río, pero yo la caminé muchas veces sola. Cuando vivíapor allí, caminaba sola (se ríe) y despreocupadamente...

Acerca del bote que se transforma en yacht en mi sueño, yo creoque estaría relacionado con un amigo del trabajo que tiene un veleroque me gustó y yo le pedí que me invitara a pasear y me dijo que sí.¿Sabe? A mi se me ocurren dos cosas: el aumento de tamaño repentinodel bote, podría tal vez pensar que representa un pene que se pone enerección, o tal vez los quistes de mis pechos, tal vez la imagen de unamujer al embarazarse. . . Creo también que hay una oferta que me ha-


cen y que yo rechazo porque esos hombres no me ofrecen lo que yo ne-cesito, tal como sucedió con el Negro y con el pene y el dinero que elme dio en lugar de darme compañía. El sueño representa nuevamente alpene como algo no satisfactorio, insuficiente en el marco de la orilla,que se mece como los cuerpos en el coito.De un sueño tan chiquito tantas cosas.Yo ya me sentía encerrada por Julio. Yo no quería que me tocara siquie-ra, es un pegote.

Mi comentario parecería señalar, como una burla, aspectos chi-quitos en usted.. . ja , ja , ja . . . yo n o . . . yo no quise...

¿No le había comentado que Julio era un genio en la cama? Si,pero esos orgasmos no me llenaban... otro coito que no llena...

En comparación, coger hoy con Julio es como tomar un vaso deleche de magnesia. . . que es un purgante que vacía; el mismo caso conel pito del Negro a quien le permitió hacer pis y ponerse erecto en mihonor pero no tener orgasmo; lo único que vo deseo es poseer el penede los hombres pero como un hombre y no como una mujer

Es evidente que ninguno de los dos pasajes psicoanalíticos presen-tados resiste su imaginaria transformación en soliloquio, sin caer en undiscurso inconexo, absurdo por momentos y difícilmente creíble desdela óptica del analizado.

Sin proposito crítico al método analítico, y simplemente tomán-dolo como modelo comparativo, su lectura como "Monólogo coherente"resulta casi imposible sobre todo en aquellos tramos en los que el tera-peuta provee al paciente de un análisis de una explicación de su diná-mica psicológica, y además cuando aquél se involucra como objeto de latransferencia. En este caso especialmente, es decir, a través del análisisdel vínculo transferencia!, se pone de manifiesto la referida dificultad,notándose en el "Monólogo" material'nuevo y ajeno al discurso origi-nal del paciente.

En tanto, en el Enfoque Centrado en la Persona, la intervencióndel facilitador, mediante el Reflejo, encauza constantemente al consul-tante a centrarse en sí mismo y, señalo desde Manuel Artiles: " . . . quelo que hace (el terapeuta) es asegurar reflexivamente que su intuición,concretada en el reflejo, sea realmente correspondencia al discurso delotro." (La actitud psicoterapéutica, pág 80). Y además, "la respuestadel terapeuta debe adaptarse al pensamiento del paciente hasta el puntode rehacerlo dándole una forma equivalente o que, al menos, el pacientereconozca como suya". (Marian Kinget, Psicoterapia y relaciones huma-nas, tomo II, pág 62).

Las cuatro muestras de diálogo terapéutico fueron presentados sinacompañarse de antecedentes de los consultantes para permitir su lectu-ra sin preconceptos, "sorprendiendo" a la pareja terapéutica en plenainteracción. La selección de "casos redondos" se basó en una finalidad

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didáctica sin que ello signifique que todo material proveniente del E.C.P.sea convertible en "Monólogo" y tampoco que ninguno de origen psi-coanalítico lo sea.

Concluyendo, la hipótesis de trabajo que presenté es un sencillométodo de evaluación, especialmente para ser aplicado por el reciéniniciado en el Enfoque Centrado en la Persona, a fin de verificar concre-tamente si sus intervenciones son producto de su aceptación incondicio-nal y comprehensión empática, en una etapa de su formación como te-rapeuta en la que es frecuente y hasta necesario ser más rogeriano que elpropio Rogers.

Nota: El presente trabajo es la monografía presentada por el autor aC.E.P.O.R., como condición de la institución para ser consideradoegresado de la misma.

BIBLIOGRAFÍA

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Manuel Artiles. Interpretación y reflejo rogeriano. (síntesis). Comunicaciónlibre.

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LA FUNCIÓN TERAPÉUTICADE LA PAREJA

; Manuel F. Artiles

— "Tristón no ama realmente a Isolda.El no la ve, él proyecta. Lo que amaes el amor, estar en estado de amor"- fDenis de Rougemont: "El amor yoccidente ").

- "Lo que se opone coopera, de la luchade los contrarios procede la armoníamas bella"-fHeráclito/

Fusión y separación, confusión y desgarramiento, como evocan es-tos epígrafes del presente trabajo, son típicos polos de los conflictosque llevan a hombre y mujer a la dolorosa y "humillante" situación detener que recurrir a un tercero (en nuestro caso el psicoterapeuta o elconsultor psicológico) que les sirva de "mediador" en su zozobra.

Al finalizar la 2o Guerra Mundial comenzó a difundirse en tóS me-dios psicoterapéuticos una nueva modalidad: la psicoterapia de pareja(de la cual Ackerman ha sido pionero). La misma debía enfrentar la yainnegable crisis del matrimonio como institución tradicional. Desde en-tonces distintas modalidades, desde la psicoanalítica hasta la actualsistémica, han intentado aportar sus elementos en la conflictiva de esevínculo esencial que durante siglos ha fundamentado la sociedad de oc-cidente. Hoy resulta obvio que las funciones de una vida de pareja esta-ble no son meramente la reproductiva y la educativa de la prole. Entrelos distintos y posibles análisis de tales funciones nos interesa detectaruna función poco trabajada en general: la función terapéutica de la pa-reja en sí misma en relación con cada uno de sus miembros, es decir, encuanto vínculo "sanante" de hombre y mujer.

Creemos, según nuestra experiencia humana y nuestra prácticaclínica nos lo han enseñado, que antes que cualquier modalidad terapéu-tica ("científica") la vida misma en su decurso habitual, en mayor omenor grado dramático, es el elemento natural terapéutico por exce-lencia. A través de nuestro devenir histórico, obscuro o brillante, hu-milde u opulento en vivencias, cada uno de nosotros debiera poder su-perar aquellas redes internas emocionales, adquiridas y "heredadas",que traban nuestra existencia y nos abocan a esos procesos que los téc-

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nicos llaman neuróticos. La condición humana no es tan absurda comopara no tener en sí misma recursos de regulación y reestructuración.La Tendencia Actualizante, que todos conocemos, podría darnos alrespecto una explicación válida.

Pensamos pues que una pareja es la ocasión natural de poner enjuego esa potencialidad que la vida tiene para sanear las estructurasemocionales de cada uno de sus miembros. ¿Por qué?...

La unión de un hombre y una mujer física, emocional y existen-cialmente comprometidos abre, por su enorme profundidad biológica,las posibilidades de una afectiva y efectiva reparación de las relacionesprimarias que siendo niños hemos vivido con nuestros naturales polosafectivos de padre y madre. Sabemos que la mayoría de las distorsionesde personalidad que padece el adulto tienen en aquellos polos su marcoreferencial. Ellos constituyen nuestra matriz de amor. Cómo hemos vivi-do en esa matriz y a esa matriz, son datos claves de muchos procesosposteriores que reconocemos como patologías. El cómo amamos y fui-mos amados en nuestra infancia modela, ya lo sabemos, a nuestra perso-na entera. Más aún, configura nuestra vivencia personal de aquello quedenominamos amor, física o espiritualmente, o nuestra imposibilidad depoder vivenciar realmente qué es amar y ser amados. Los trabajos deWinnicot y de Bowlby son ilustrativos al respecto. (1)

La pareja en su proceso vincular repararía, así lo estimamos, lasdeficiencias e insuficiencias de las relaciones parentales de cada miem-bro. Sería esta su función terapéutica arqueológica: reparar y reconstru-ir los deseos, impulsos y afectos primarios, normal y anormalmente frus-trados.

La vida en comün posibilita la expresión y realización real y/o sim-bólica de actitudes, impulsos, deseos arcaicos, tendencias afectivas y cor-porales que al adulto no le están socialmente permitidas satisfacer. Sinembargo estas forman la trama más emocional y profunda de su perso-nalidad en cuanto ligada a una historia concreta. En ella pueden vivirseprocesos que, fuera del marco de la misma, aparecerían hasta como pa-tológicos. Identificación, proyección, incorporación, transferencia, agre-sión, "perversión" y las distintas formas de contacto corporal, puedenallí ser espontáneamente canalizadas. Esta posibilidad es la que permiteauténticos desarrollos humanos sanantes de enquistadas áreas conflic-tuadas en el individuo, al permitir su desbloqueo (con toma de concien-cia o no) y su reelaboración en un vínculo amoroso madurativo caracte-rizado por la mutua empatia, aceptación incondicional, ternura, confian-za y libertad expresiva. Es así cómo procesos y tendencias conflictuan-tes pueden metabolizarse y cómo pueden emerger nuevos y positivosMecanismos de Defensa adaptativos a una realidad social y adulta. Esasí como irreductibles focos de conflictos primarios pueden quedar con-

(1) - de este último en particular cfr. "El vínculo afectivo" y "La separaciónafectiva" — Ed. Paidos.

LA FUNCIÓN TERAPÉUTICA DE LA PAREJA 19

trolados y circunscriptos permitiendo una mayor libertad a la personali-dad total.

Creemos incluso que, en no pocos casos, una saludable utilizaciónde la vida en pareja hace posible una "neurosis" interior para lograr unamayor liberación exterior socialmente fecunda.

No debemos olvidar que nuestro cuerpo está marcado por su his-toria vivencial (ahora sabemos que ya desde el comienzo fetal). El con-tacto sexual-corporal y en particular el genital traducen en sus modali-dades de expresión situaciones y emociones, algunas realmente prima-rias, provenientes de nuestra primera infancia y el posterior desarrollopsicosexual. El chupar, el morder, el acariciar, el abrazar, los gestos y losimpulsos físicos "sádicos y masoquistas", donde ternura y agresión seconfunden, tienen su historia y repiten, rehacen y reordenan,todo aque-llo que ha marcado desde temprana edad nuestro yo-corpóreo y su "au-ra" afectiva para con los otros y con nosotros mismos. La búsqueda delcuerpo de los amantes permite retomar esa historia vivida en lo más obs-curo y psicobiológico del ser humano y, por lo tanto, al ser así evocada,su eventual reparación y reelaboración "terapéutica" en la pareja. En es-te sentido, hasta lo socialmente "perverso" resulta admisible en la inti-midad de dos, facilitando así procesos desrepresivos o deshinibidoresque contribuyen a la maduración adulta del yo integrado y socializado.Sin duda fue Sigmund Freud quien abrió para todos la impostergableconciencia de la realidad de la totalidad humana, durante tanto tiemponegada o distorsionada por una corriente que se hunde en la remota di-sociación que estableció, muchos siglos atrás, el fatal pensamiento gnós-tico con todas sus derivaciones culturales posteriores... hasta hoy mismo.

Recuérdese cómo el encuentro afectivo-sexual es ante todo y jus-tamente: juego sexual. Este esencial carácter lúdico es lo que permite aese encuentro estar libre de mutuas amenazas para sus participantes. To-do allí es un gozoso "como-si". No hay en él un fantasma de real viola-ción, por ejemplo. Por eso el cuerpo que se sabe amado y deseado pue-de abrir su espacio al otro sin temor alguno, allí no puede haber viola-ción del íntimo espacio del yo-corpóreo. La confianza en ese otro esabsoluta y esto es lo que posibilita la creación de un espacio corpóreocomún en el nosotros de la fusión genital. Aquí es donde la natural tera-pia de pareja que estudiamos, se ve realizada en este "juego" de modotal que hace posible que la "memoria" del cuerpo (a veces traumática-mente herida), emerja, cree y recree gestos y situaciones cuyo resultadoelaborativo hemos destacado anteriormente. Así se afirman e integranen el sujeto identidad psicofísica, autoestima, conciencia holística de sí,sentimientos de alteridad y multitud de elementos psicológicos antesdesviados, empobrecidos o negados desde remotos orígenes individuales.

Resulta útil hacer referencia a unos párrafos del psicoanalista bel-ga Jean Lemaire en su libro "Terapias de pareja", tanto más cuanto elautor en varias ocasiones hace una valiosa referencia al pensamiento deCari Rogers y su aporte a este tema. Nos dice por ejemplo que: "En la

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mayoría de los casos, la pareja puede utilizar esas tendencias arcaicas ynecesidades narcisistas. A veces son muy intensas o se concilian tan malque no pueden ser absorbidas por la pareja: entonces adoptan una for-ma patológica precisa, neurótica o psicótica. Aún en este caso puedeconsiderarse que el matrimonio permite una salida utilizable de esas ten-dencias excesivas y es como un "pasaje al acto" que da ciertas satisfac-ciones libidinosas a los inconcientes de los compañeros; por esta razón,se trata de una especie de "relación natural terapéutica", según la expre-sión de H. V. Dicks (pág 28), - " . . . el contexto matrimonial es particu-larmente propicio para constituir el centro de manifestaciones regresi-vas muy importantes. Se lo vive como el lugar donde se descansa, sereposa, se duerme, se obtiene placer y se cumplen las diversas funcionesbiológicas que originariamente apuntaban a las pulsiones sexuales; esvivido fundamentalmente como lugar que ofrece seguridad. Representael tiempo de la relajación y la regresión más natural, después que el indi-viduo ha enfrentado las obligaciones materiales y sociales de la vida co-tidiana. ¿Qué tiene de extraño el hecho de que allí, en ese marco queofrece seguridad y protección, se manifiesten, más que en otra parte, lastendencias insatisfechas del ser? . . .A ello se debe la gran importanciaque adquieren, en la elección conyugal, las necesidades o los deseos in-satisfechos, inhibidos en su objetivo o prohibidos por la sociedad" -(Pág. 45).

Es obvia nuestra coincidencia con ésta síntesis de Lemaire.Conviene ahora aunar las perspectivas de esta función terapéutica

de la pareja. Entramos aquí en el terreno de lo primariamente psicológi-co y aún lo humanamente espiritual.

El destacado psicoanalista francés Daniel Lagache en una de susclases en la Sorbona, a la cual tuvimos la satisfacción de asistir, expresóuna concepción de la pareja que nos pareció fulgurante; dijo entoncesque una pareja es "la muerte de dos narcisismos en función de la mutuaoblatividad". Esta sola frase resume un largo discurso. Lagache se refie-re al narcisismo. En una estricta conceptualización psicoanalítica se en-tiende como "la vuelta al yo de la libido, retirada a sus catexias objeta-Íes". Si queremos ampliar esta concepción podemos evocar el mito grie-go de Narciso, en el cual Freud se inspira, y recordar cómo la fascina-ción ante su imagen especularmente reflejada en el agua, lo arrastra a superdición y muerte, enamorado de sí, absorbido por su propio reflejo.Pensamos que el Narcisismo en la pareja es el intento fatal de estructu-rar una relación especular haciendo al otro "a su imagen y semejanza"(como la Biblia dice de un Dios creador), dominándolo por la posesióny/o destrucción al modo de un dios maligno, soberbio de omnipotenciay egocentrismo. Por la cosificación se arriba a la destrucción del otro entanto otro, en tanto persona. Por la fusión se intenta la posesión fagoci-tante propia del amor-pasión simbiótico y caracterizado en el Romanti-cismo por Armando y Margarita o en el medioevo por esos infelices Tris-


tan e Isolda a los cuales Denis de Rougemont toma como paradigma ensu valiosa obra.

A todo esto, tan frecuentemente hallado en parejas inmadurasafectivamente, Lagache contrapondrá la oblatividad en cuanto concien-cia y respeto por la alteridad, por el reconocimiento de la insalvable dis-tancia y separación a través de la cual se vinculan los amantes como au-ténticas personas. A través también de una comprehensión empáticamutua, diremos nosotros, que asegura los canales de una real comunica-ción y recíproca abnegación en el esfuerzo constante por ponerse en ellugar del otro. Justamente es esta ab-negación de ambos lo que llevaráa la muerte que el psicoanalista francés afirma como condición de unavida de pareja sanamente unida. El Narcisismo, condición neurotizanteo psicotizante, halla así la natural contrapartida que podrá resultar tera-péutica en el amor de oblación, es decir, de entrega abnegada y lúcidaque suscita un control y aún extinción de las raíces egotistas de la per-sonalidad infantilmente condicionada. La pareja debe ser realmente lamuerte de dos Narcisismos; entendiendo esto último no sólo ni tantocomo el Psicoanálisis expresa, sino con los pluriformes matices que elegocentrismo posesivo adquiere frecuentemente en multitud de parejas.De acuerdo a lo dicho bien puede concebirse a esta relación hombre-mu-jer como el vínculo humano que se configura como una relación dialéc-tica de dependencia-independencia-interdependencia mutuas, cuyo de-sarrollo tiende a mantenerse en un progresivo equilibrio inestable deambos polos relaciónales. Creemos que esta formulación nuestra exclu-ye ciertas ingenuidades "románticas" y nos enfrenta a una realidad queconviene no olvidar en el caso de una psicoterapia sistemática y científi-ca.

Resultará orientador en nuestro tema recordar las característicasque Erich Fromm señala como características del amor maduro:

1. Preocupación activa por la vida y desarrollo del otro miembro.2. Responsabilidad por las necesidades físicas y emocionales del

otro.3. Capacidad y respeto para aceptar al otro tal como es.4. Percepción de la individualidad propia.5. Conocimiento de sí mismo, del otro y del vínculo amoroso

constituido.

Por su parte el francés Max Pagés, en su período rogeriano descar-tado en muchos aspectos de su obra actual, ha hecho valiosos aportessobre el tema. Hablando del amor posesivo lo define como la "tenden-cia a poseer al ser amado, a incorporarlo o a ser poseído e incorporadopor él, hasta realizar la fusión perfecta entre amante y amado"...

...'"Relación funcional, niega la diferencia, la oposición, el conflic-to. Es el dominio de la identidad absoluta. Crea una relación de identifi-cación entre uno mismo y el otro, en la cual ni el otro ni yo mismo exis-timos más en tanto que personas distintas, dotadas de autonomía, de

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particularidades individuales... El otro es a la vez fuente de angustia sicreo que rehusa mi amor y fuente de tranqulización si creo que me loacuerda. Mis relaciones con él no pueden ser sino ambivalentes".

A esto contrapone su concepción del amor auténtico como:"una compasión por el ser humano en tanto que ser-separado, reconoci-

• miento y participación del sufrimiento de la separación, deseo activo deayudar a soportar la angustia" (de existir)... "Es un amor lúcido. No nie-ga la separación sino que por el contrario la reconoce. Está fundado so-bre ella misma. No niega la individualidad de los seres amados, la incom-prensión, los desacuerdos, los conflictos, aún las rupturas, pero de todoeso y por sobre todo eso, reconoce una solidaridad fundamental en unacomún miseria humana, que no está desmentida por nada y que se tejeincansablemente. Es, podría decirse, la conciencia de un vínculo amena-zado y sin embargo indestructible".

El autor indica además un elemento fundamental de la relación alseñalar el papel de la ternura en ese vínculo amoroso: "Si por ternura seentiende ese "cuidado" real por el otro, sin proyección ni identificación,el "caring" del cual habla Rogers, esa compasión se confunde entoncescon el amor auténtico... La ternura está en el origen de la experienciasexual y no es el subproducto de una sexualidad abortada. La ternura esel pedestal de toda experiencia sexual, incluida la sexualidad agresiva oposesiva que no son sino reacciones de defensa contra la misma".

Entroncamos aquí con nuestro tema de fondo: la pareja terapéu-tica. Creemos que la ternura está en ese punto psicogenético del amorque es la matriz del mismo: la pareja parental, y en esta, de manera pri-vilegiada la figura materna.

Es primariamente nuestra madre la que nos enseña vivencialmentequé es el amor. Y lo hace ciertamente a través de la ternura: del tiernocontacto con el hijo. La palabra ternura en sí misma nos lleva a asocia-ciones referidas a la concretez. Son los cuerpos sólidos aquellos que, se-gún la física, pueden tener las notas de dureza o ternura con calidez ofrialdad. En nuestro caso se trata de la vivencia elemental, irracional pe-ro profundísima, como Freud ha señalado, del contacto tibio y acaricia-dor del bebé con el cuerpo materno. Su seno,sus manos.su piel, su olor,son elementos aseguradores del pequeño niño. No por nada hoy se colo-ca al recién nacido sobre el vientre de su madre enseguida del parto. Esnecesario no interrumpir esa relación surgida de la matriz uterina, queadquiere luego formas socioculturales distintas. La madre resulta, en lamás noble y no desvirtuada expresión, la "encarnación" primera de laexperiencia amorosa de la ternura ya se trate de hombre o de mujer. Elpadre la ordena y culturaliza, como sabemos, evitando así fatales iden-tificaciones simbióticas. El cuerpo tiene su "memoria" radical (de "ra-dice" en latín, es decir: raíz...) y en consecuencia la ternura, como ges-to corporal amoroso, reproducirá "en clave de adulto" lo que constitu-ye su ontogénesis psicológica: la experiencia de tierno contacto que asi-miló en la primera edad. No es al azar que la esposa se deleitará "jugan-

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do" con el pene de su amado como si fuera un "bebé" y recíprocamen-te éste lo hará con los pezones y pechos de su amada. Allí está una pro-funda experiencia de contacto humano, la más libre y ab-negada reso-nancia de nuestra matriz de amor asimilada en la ternura materna. Allí,en una insondable, obscura y subconciente profundidad, el ser humano,por la renovación de ciertos gestos puede "sanear" o alcanzar deficien-cias de aquel primer contacto que alteran la propia identidad psicosexualadulta, o renovar, de modo bien distinto, vivencias que contribuyen aese mismo desarrollo. Se comprenderá así que la negación individual orecíproca de la ternura en la pareja, la reducción de la relación a una ge-nitalidad sin ternura, atentan contra la esencia misma de los aspectos dereparación y desarrollo personal, que constituyen elementos fundamen-tales de una pareja terapéutica.

Es en la ternura amorosa, más aún que en el coito, que puede sermeramente funcional, instintivo o egocéntrico, como sentimos la nece-sidad del "otro" como "otro", y también nuestros límites e insuficien-cias. Cosas ambas que constituyen la intuición ontológico-existencial dela condición humana misma como seres ligados, pues co-existimos, perotambién como seres separados, pues somos identidades inalienables.

Es sabido, como muy bien se ha dicho, que el "cuerpo es símbolode la persona". Paul Ricoeur nos dirá que símbolo es: "Toda estructurade significación en la cual un sentido directo, primario, literal, designaademás otro sentido indirecto, figurado, que no puede ser aprehendidosino a través del primero".

Como tal, su presencia es alusiva y significante de la persona encuanto significado totalizante que lo incluye. Esto hace evidente el pa-pel que el "cuerpo-sexualidad" juega en los avatares del encuentro y de-sencuentro de los amantes. Separar el cuerpo de la persona conduce adolorosas aberraciones. La perversión o el Narcisismo, en sus diversasformas, son justamente las tendencias y conductas que desgarran esaunidad y hacen de la persona mero objeto depositario de deseos en ma-yor o menor grado patológico.

Carl Rogers (2) aporta sobre nuestro tema útiles precisiones quetransmitimos aquí. El nos dice que una pareja en buen funcionamientoes aquella en la cual ambos miembros pueden afirmar: "Nos comprome-temos, cada uno de nosotros, a trabajar juntos en el proceso cambiantede nuestra relación presente, porque esta relación está enriqueciendo engeneral nuestro amor y nuestra vida y deseamos que ésta crezca". Creceres desbloquear, impulsar, reparar, desarrollar la vida contenida comosimiente.

Considera como elementos positivos de la comunicación en la re-lación hombre-mujer: la leal comunicación de los sentimientos negati-vos que son fuente de equívocos, mensajes paralelos o dobles; de contra-

(2) cfr. su obra: "Remingpartners"Becoming a partners (Ed. Cast. "Haciéndo-se pareja - El matrimonio y sus alternativas ")•

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posición conflictiva, en fin. Además la aceptación del riesgo de esa co-municación.

Otro punto clave será la disolución de roles estereotipados. Aque-llos provenientes del aprendizaje familiar y social que conducen a unapercepción distorsionada de las conductas del otro y a una expresiónconductal anacrónica (por "ancestral") en la actualidad del vínculo. Elmaternalismo o paternalismo, el machismo, el infantilismo, entre otros,son un ejemplo. Rogers alude también a un punto ya comentado en es-tas páginas. Habla él de que hombre y mujer deben convertirse en "símismos separados". Esto conlleva al descubrimiento de uno mismo, laaceptación del sí mismo personal, el desprendimiento de las máscaras,el vivir desde valores experienciados como propios y los mutuos proce-sos de crecimiento humano y satisfacción sexual, según expresa en eltexto al cual nos referimos.

Resulta evidente que, a través de estos conceptos, Rogers destacacomo esenciales para la dinámica de una pareja, valores tales como laautenticidad personal y la renuncia al amor posesivo.

Por la primera se destaca el poder ser realmente lo que uno es enreferencia al otro, lo cual afirma la identidad personal y las consiguien-tes autoestima y seguridad de sí.

Por la segunda se supera la tendencia a poseer al amado con las se-cuelas y antecedentes que ya hemos explicitado aquí.

El modelo rogeriano establecido en sus conocidos trabajos respec-to de la relación terapeuta-cliente, tiene pues su aplicación en el áreaque estamos estudiando.

El eje psicodinámico de una resolución de conflictos en el interiorde la pareja tendrá también que transitar por la mutua comprehensiónempática. la aceptación positiva incondicional y, de un modo particular,por la transparencia recíproca y la congruencia individual. Estos dos úl-timos garantizan la honestidad y lealtad de cada uno así como la indis-pensable confianza del uno en el otro. Factores todos estos que debenser suficientemente percibidos por ambos miembros a los efectos de po-ner en marcha el proceso de reparación, "sanación" y desarrollo queenunciamos. Resulta obvia toda referencia a la subsecuente consolida-ción del vínculo y la implicada personalización de cada polo, en el esfuer-zo por la realización de estas actitudes relaciónales.

Los psicólogos rogerianos Reinhard Fox y Reinhard Tausch publi-caron en 1982 un trabajo sobre: "Cualidades del centrarse en la personapara vivir en pareja o matrimonio". Resumimos aquí la investigación:

- Se operó sobre una muestra de 120 adultos entre 18 y 58 años,de ellos el 53% estaban casados y el 47% viviendo con su pareja duran-te un promedio de 3 años. El 45% eran trabajadores y empleados y el17% estudiantes.

- Las personas fueron ubicadas en dos grupos distintos de acuer-do a su sentirse satisfechas o insatisfechas en su vínculo.

- Las personas satisfechas percibían en ellos de manera más i.


rabie que el grupo insatisfecho las tres cualidades de Actitud destacadaspor Rogers. La congruencia 57% contra el 18%; la aceptación incondi-cional en un 75% contra 10%; la empatia en un 28% contra 2%.

— Esas personas satisfechas percibían en ellos sólo un 4% desfavo-rable en las tres Actitudes, mientras que las insatisfechas lo hacían enun 44%.

— Las parejas consideradas congruentes, con aceptación incondi-cional y empatia, fueron estimadas poco directivas en general y nada di-rectivas respecto de una ayuda activa al otro.

— Los insatisfechos consideraron a su pareja frecuentemente co-mo poco empática.

— Las personas satisfechas se consideraban con aceptación incon-dicional, más empáticas y congruentes en relación con las insatisfechas.

— En 7 de las 12 áreas de salud psíquica exploradas, las personassatisfechas indicaron más salud psíquica que las insatisfechas.

No existe diferencia significativa respecto a los antecedentes so-ciales para quienes están satisfechos o insatisfechos con su pareja. Estosignifica que los datos obtenidos son en su mayoría independientes dela edad, del sexo, del tiempo de unión, de la educación y profesión y deque el vínculo sea legal o no.

De acuerdo a esto se concluye que las Actitudes afirmadas porRogers como necesarias para una relación terapéutica o de orientaciónforman parte también de la necesaria satisfacción de la vida cotidiana deuna pareja y que su existencia, en mayor o menor grado.tiene relacióncon el bienestar o malestar psíquico de la pareja. Se concluye ademásque las mismas son el fundamento básico y favorable para el desarrollopositivo del vínculo.

Creemos que estas líneas pueden ayudar a revalorizar la profundi-dad natural del encuentro mujer-hombre. El ser humano, en su mismacondición de tal, cuenta con recursos a menudo descuidados. Si recor-damos esa confianza que Rogers hace al mismo y a la base teórica de suplanteo cuyo eje es la Tendencia Actualizante, sabremos esperar de losotros y de nosotros mismos la emergencia de recursos de los cuales esta-mos dotados por el solo hecho de ser personas.

Ciertamente que la capacidad vivencial de una pareja puede estarde tal modo bloqueada o distorsionada,que se le haga imposible aprove-char las posibilidades terapéuticas del encuentro amoroso y la conviven-cia. En tal caso y lamentablemente, sólo queda el recurso de una psico-terapia de pareja estrictamente tal, en la cual un tercero, el terapeuta,intentará poner en marcha (no otra cosa hará) un proceso facilitador delreencuentro sano o la impostergable separación preventiva de mayoresmales. El fracaso de una pareja evidencia, fuera de toda apariencia social,consideración convencional o presunta culpabilidad de las partes encuestión, el no haber logrado esa función básica terapéutica y naturalque hemos tratado de clarificar. El éxito supone pues el espontáneoaprovechamiento de ese encuentro hombre-mujer, al cual debe condu-

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cirnos una lúcida y adulta decisión de coexistencia, más allá de los per-turbadores mecanismos primarios que hemos vivido y que pueden hallarsu positiva re-solución en la pareja.

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PSICOTERAPIA CRUPAL - 2da. NOTA"COMENZANDO A SER UN GRUPO"

La primera sesión

Dr. Jorge Andrés Kappellie. Andrés R. Sánchez Bodas

Nos proponemos en esta nota seguir desplegando los conceptosvertidos en la primera comunicación para esta publicación (ver Con-gruencia, año 1, num. 1, pág. 44) acerca de nuestra manera de trabajarcon grupos psicoterapéuticos. En aquella diferenciamos tres modalida-des básicas de coordinación grupal, a saber:

1 - Centrada en el líder.2 — No directiva.3 — Integradora.Dijimos al respecto que orientamos la tarea desde este tercer mo-

delo, en el cual facilitadores grupales se desempañan como catalizadores,utilizando recursos diversos.

La elección de una primera sesión, como ejemplo, nos permitiríacompenetrarnos en la praxis entendiendo por tal la integración dialéc-tica entre práctica y teoría.*

Ante la iniciación de un nuevo grupo terapéutico, conformado eneste caso por seis mujeres y cuatro varones, siendo 34 años la edad pro-medio, planificamos para esta primera sesión posibles modos de facilitarla apertura, intercambio e integración. Ideamos para ello algunas expe-riencias tentativas, estando estos estímulos supeditados al "aquí y aho-ra", es decir, trabajamos centrados en el grupo, abordándolo con varias"herramientas" posibles a utilizar de acuerdo a los emergentes. Estaprogramación tiene tres objetivos: a) favorecer el despliegue de la Ten-dencia Actualizante de cada individuo, b) interesar a las personas en laexploración de nuevos modos de relacionarse entre sí, sin sentirse ame-nazadas y c) facilitar la superación de la etapa que J. P. Sartre denomi-nó Serialidad, accediendo con ello al momento de Fusión, que implicael nacimiento de lo grupal.

Dado que hablamos de una programación, es obvio que la mismase realiza previamente, tomando en cuenta las características de los inte-

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grantes, los cuales han sido entrevistados individualmente. Esta tarea deentrevistas y selección es parte de la coterapia para la cual nos reunimosen un intercambio de información y puesta en común de emociones,fantasías, intuiciones, etc., sobre el posible modo de funcionamientodel futuro grupo. La capacidad empática es la apoyatura necesaria parala realización de esta planificación; la misma será puesta a prueba en larealidad de la sesión propiamente dicha exigiéndonos una adecuada flexi-bilidad que permita modificar el rumbo si la situación lo requiere.

Es conveniente aclarar la diferencia entre un ejercicio y un expe-rimento. Un ejercicio grupal es preparado previamente a la sesión, noteniendo relación con el despliegue espontáneo del proceso grupal, sien-do su finalidad la facilitación de la interacción. En cambio, un experi-mento emerge del aquí y ahora grupal (evento creativo no premeditado);apunta a la apertura perceptual a través del aprendizaje por experiencia.

La referida primera sesión se realiza en nuestro consultorio grupal.El mismo consiste en un salón de 5x4 m. despojado de muebles, conalmohadones distribuidos en su contorno y un equipo de música, i.

Al arribo de los pacientes damos las primeras consignas: que seubiquen según su preferencia y que no comenten nada entre ellos que re-vista carácter personal antes de comenzar la sesión. Nuestro objetivo esfavorecer desde el inicio el sentido grupal. Nosotros, los coordinadores,acostumbramos a sentarnos juntos para poder mantener intercambios siel proceso grupal lo reclamase.

Iniciamos la tarea pidiendo que cada uno diga su nombre bajo laformula: "yo soy . . ." apuntando con ésto a un modelo de trabajo don-de el compromiso personal esté remarcado. Nos incluimos en esta con-signa.

Una vez presentados, el silencio inunda la sala; percibimos un cli-ma expectante, surgen algunas preguntas dirigidas a nosotros en funciónde saber cómo se va a trabajar. Nuestra intervención verbal apunta a re-flejar (respuesta reflejo) acerca de "cuales serán las reglas de juego" ylas emociones implícitas en estas preguntas. A estos reflejos sigue uninstante de silencio reflexivo (aprehensión vivencial, contacto-retirada)desde el cual proponemos una exploración del "territorio" en dóndenos vamos a reunir semanalmente. Mientras uno de nosotros se ocupade colocar un cassette y comienza a oirse la música.* el otro pregunta:¿"quisieran pararse"? El grupo acepta la invitación, "empiecen a caminarpor el salón, por favor..., déjense llevar por la música.. ."Incluidos enesta tarea, sugerimos mientras transcurre el ejercicio, que usen todos sussentidos para conocer el lugar. Que miren, toquen y huelan paredes, cua-dros, almohadones, etc. Siguiendo la consigna, los integrantes se disper-san por la habitación realizando la exploración individualmente. Algu-nos amplían su campo entreabriendo puertas adyacentes que comuni-can con la cocina, el baño y un pequeño patio.

A esta actividad sigue, por nuestra sugerencia, una toma de con-tacto interpersonal utilizando el mismo modo exploratorio. La consigna

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es: "ahora vamos a intentar conocernos entre todos.. . . utilizemos nue-vamente nuestros sentidos acerquémonos..., mirémonos a los ojos.. . ..toquémonos, si sentimos ganas. . ., no nos olvidemos del olfato....estemos abiertos a escuchar y escucharnos. . .. si deseamos expresarnoshagámoslo sin palabras".

Aclaramos al grupo que nadie esta "obligado a . . . " y desde nues-tra participación, que implica un "permiso" desde el compromiso, da-mos las indicaciones respetando el tiempo de las interaccciones y lasmodalidades personales.

Las personas se desplazan entremezclándose lentamente influfdospor el clima que genera la música seleccionada para este ejercicio. Sur-gen risitas nerviosas, gestos de incomodidad, movimientos torpes y du-bitativos, acercamientos y alejamientos, aislamientos. Aparecen intentosde comentarios que desalentamos induciendo al uso total del cuerpo,pues las palabras en este caso dificultarían la toma de contacto con lavivencia.

Promovemos el acercamiento acercándonos a alguien, tocando sucabeza, acariciando su pelo, mirándolo a los ojos, oliéndolo, y así nues-tra participación se convierte en estímulo y también en un modelo.Además somos observadores desde la participación. Aclaramos que lasintervenciones no deben constituirse en exigencias que fomenten "ac-tuaciones" ni dependencias. Una adecuada prudencia logra que el ejer-cicio transcurra por canales "socialmente aceptables". Es parte de nues-tra responsabilidad.

Luego de esta experiencia, que duró alrededor de veinte minutos,el grupo es invitado a sentarse. Mientras cada persona se ubica en su lu-gar inicial (por propia elección), notamos que la mayoría presenta pos-turas relajadas, lo cual indica que hubo una adecuada descarga de ener-gía que implica probablemente disminución de los temores iniciales. Seles pide que comenten lo que les fue-sucediendo. Los primeros comen-tarios se focalizan en el alivio que representa, ahora sí, poder usar laspalabras. El grupo se refiere al impacto de lo inesperado y al temor porcontactar con desconocidos, surgiendo la sensación de que ya no lo sontanto. Algunos entran en detalles sobre lo que les fue pasando en y conel grupo, otros se manifiestan más globalmente. El germen de la Fusióncomienza a percibirse.

Nuestra tarea sigue siendo la de un escuchar basado en la Empatiay la Aceptación incondicional. No nos preocupan todavía las interven-ciones terape'uticas verbales. Procuramos facilitar un contacto más ple-no con las sensaciones que emergen de las experiencias vividas.

En un momento percibimos que la energía grupal puesta en los re-latos va disminuyendo, aumentando simultáneamente el deseo y la ne-cesidad de conocer a "ese otro" con el cual se tuvo una comunicaciónsignificativa. Debemos recordar que nuestro objetivo es favorecer la crea-ción de una comunidad de ayuda psicológica. A continuación sugerimosque se presenten del modo que elijan. Cada uno va contando quién es.

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qué hace, con quien vive, datos familiares, edad,intereses, gustos, etc.Estas comunicaciones derivan en el por qué y para qué están en este gru-po. Facilitamos la intervención de cada uno sin que esto implique un in-terrogatorio, sino que todos puedan decir algo de sí mismo que ayude alos demás a conocerlo (re-conocerlo). Nosotros también nos presenta-mos brindamos alguna información referida a aspectos profesionales ypersonales puesto que algunos pacientes conocen previamente a uno denosotros pero no al otro.

Aprovechamos este momento para dar pautas del encuadre talescontó horarios, monto de los honorarios, ajuste de los mismos, forma depago, vacaciones, etc. Hacemos también referencia a la sesión anual pro-longada (tema que trataremos en otro número de esta publicación). Sibien estos tópicos eran del conocimiento de cada uno de los miembrospor las entrevistas consideramos conveniente explicitarlos en común.

Para fortalecer el contacto grtipal, aún endeble, proponemos unnuevo ejercicio. SoBcátamos que se levanten y formen un círculo en elcentro de la sala, tomándose de las manos y cerrando los ojos. Dismi-nuimos la intensidad de la luz., mientras se escuchan los compases ini-ciales de la melodía.* Les pedímos que intenten compenetrarse con suscompañeros a través de las manos; la derecha transmitiendo y la izquier-da recibiendo un mensaje de presencia. Acercándonos al final de esteejercido, que coincide con la conclusión de la obra musical, sugerimosque se despidan eos el "'lenguaje" de las manos. Indicamos que abransus ojos, y sin mostrarnos interesados por los comentarios, los despedi-mos hasta la próxima: sesión.

En esta experiencia, para favorecer la integración, no nos inclui-mos como tampoco hicimos un análisis grupa! de la misma.

El grupo cutama se primer encuentro. Quedamos a solas y nospreguntamos: los objetivos propuestos han sido alcanzados?; se habránsentido cómodos en este lugar, entre ellos y con nosotros?; la planifica-ooa previa habrá servido para facilitar una integración fluida?; ésta fa-voreció la expresión de sentimientos e ideas del Sí mismo?; habrá ayu-dado a disminuir las expectativas amenazantes?.; se estará gestando enelos la sensación de pertenencia a este grupo?.

También nos preguntamos por nosotros mismos: nos hemos sen-tido cómodos el uno con el otro?; nos ayudamos mutuamente en la ta-rea de enfrentar nuestras propias "escenas temidas", inherentes a estegrupo y de su probable evolución. Aquí termina para nosotros esta pri-mera sesiÓB.

El relato de la misma y su culminación nos reencuentra con la in-tencién de poner en claro nuestro modo de trabajo con grupos de tera-péuticos. Esta mostrados se refiere a un comienzo, y como tal no esfiel a todo proceso, sino al inicio del mismo, en el cual nos hicimos res-ponsables de una "puesta en marcha". Con este fin elaboramos la pro-gramación expuesta, siendo nuestra intencionalidad que a partir de su-cesivas sesiones, el grupo, vaya haciéndose responsable de si mismo,

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adueñándose de su propia dinámica, creciendo y desplegándose en labúsqueda compartida. Esto implica que nosotros (los facilitadores)formaremos parte de esa corriente grupal; con un rol, el de estar centra-dos en esa dinámica y procurar los recursos que la favorezcan. En tornoa estos, nos referimos a: reflejos - confrontaciones - señalamientos - dra-matizaciones - experimentos gestálticos - viajes imaginarios - ensueño di-rigido - trabajos corporales. Los ejercicios programados quedarán parasituaciones especiales que asilos requieren, y para las sesiones prolonga-das.

Si consideramos que un grupo terape'útico debe permitir la Re-,-percepción del Si mismo de cada consultante, a través de la apariciónde nuevas "miradas" que constituyen un nuevo modo de mirarse.

Si pensamos que esto conllevará una resignifícación de las expe-riencias vividas, lo cual implica el cuestionamiento de los constructosexperienciales y cognitivos, que han sido elaborados en vínculos arcai-cos (familiares) con personas Criterio (padres - personas significativamen-te ligadas - grupos de pertenencia etc.)

Y si además, observamos que al darse este proceso, las personas semovilizan, buscan nuevas opciones de relacionarse,replantean sus víncu-los, sus relaciones entran a modificarse y eso produce conflictos.

Esta'en nosotros la implementación de un clima de ayuda que fa-vorezca el libre fluir de la Tendencia Actualizante de cada uno de losmiembros y del grupo como un todo, sabiendo por experiencia quecuando esto se dá, la elección existencial es siempre favorable para laspersonas y su entorno.

Esta actitud de confianza básica en el potencial humano, debe anuestro entender, estar presente desde la primera sesión. Los recursosterapéuticos son instrumentos puestos al servicio de la misma.

Hoy, a ocho meses de la primera sesión relatada, el grupo conti-núa su desarrollo, podemos cuestionarnos los ejercicios que utilizamos,podemos plantearnos otros, podemos imaginarnos otro modo de habercomenzado la tarea, podemos dudar de los instrumentos que utilizamos.De lo que estamos seguros es de nuestra actitud, de nuestra confianzaen ellos y en nosotros mismos, como personas en crecimiento.

Hoy somos un grupo que fluye con las contradicciones del SerPersona.

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BIBLIOGRAFÍA

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PSICOHUMOR

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AUTORES INVITADOS

Incorporamos a este número de Congruencia un espaciodestinado a quienes desde una posición afín o no al E. C. P.,pueden aportarnos valiosos elementos de reflexión y confronta-ción científica y humana. Creemos que esta intención nuestra fa-cilitará el imprescindible diálogo entre escuelas, hombres y pen-samientos. Abierta esta puerta damos paso al primero de nues-tros invitados.

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LOCURA Y NEUROSIS

Jorge Saurí

Al ir haciéndose el proceso de personalización se despliega en dosejes fundamentales y sincrónicos pues mientras se hace en-la-situación,simultáneamente se hace también con-los-otros. Las preposiciones queindican estas diversas modalidades, "en" y "con", señalando los tipos es-

pecíficos de relaciones que ella contrae con la realidad. Ninguna de es-tas versiones es anterior a la otra, ni tiene precedencia; se dan al uníso-no y se intercambian de modo tan unido que sólo un análisis logra sepa-rarlo introduciendo, por lo tanto, distorsiones de las cuales hemos decuidamos.

I — El circuito de la locura

"En" remite al modo en que algo está ubicado sea en el tiempo,en el espacio, en la preocupación, etc.... Navidad, decimos, se festeja endiciembre, y al decirlo fijamos parámetros temporales diacrónicos útilespara saber cuando "cae" la fiesta; París, aseguramos, está en Francia ymentamos con ello una ubicación espacial y otro tanto hacemos todaslas veces que usamos esta preposición. Pero no todo para aquí, pues tam-bién digo en-cargar, en-amorar, usando términos donde la preposición,haciendo las veces de pre-verbo, menta un "estar-ubicado-dentro" de laacción decretada; quien en-carga, trasmite y comunica un cargo, unasunto, un negocio que era suyo, quien en-amora busca ubicar o ubicar-se dentro del amor, etc.... En todos los casos "en" remite pues a una re-lación peculiar mediante la cual los protagonistas "en-cajan" unos den-tro de los otros en una armonía más o menos equilibrada. Tal encaje ar-monioso es lo que podemos denominar globalmente habitar, vasto pro-ceso antropológico consistente en un modo de "hacerse-en-la-situación".Un ejemplo contribuirá a aclarar nuestra afirmación que, por otra parte,no hace sino glosar un tema bien descripto por la fenomenología.

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Compro un departamento, comienzo a arreglarlo, ubico en él losmuebles y luego me mudo, duermo, como y recibo en él a mis amigos,pero sólo realmente lo habito cuando lo hago mío, cuando me apropiode él y lo marco con mis señales personales: cuelgo cuadros que me gus-tan, ubico mi biblioteca en un rincón, lo adorno con flores y lo trans-formo en "estancia" es decir en el sitio donde estoy. Y esto es habitar,o sea, estar en el sitio del cual me he apropiado. Y de aquello que pri-mero me apropio es de mi cuerpo y lo habito bien o mal, en bienestar omalestar. Tales temples fundamentales dicen pues el modo en que meencuentro habitando la situación -mi amigo, mi casa, mi profesión,etc. . . .- y marcan la modalidad afectiva del modo de hacerlo propio.

La vida actual lleva, a veces, a tener que pasar la noche en un ho-tel o, incluso, vivir en él durante un tiempo; pero no decimos que habita-mos en él porque la razón de ser del hotel es lo transitorio y lo transeún-te. Quienes lo ocupan son pasajeros y mal pueden decir que lo habitanporque la apropiación no es cuestión pasajera. No basta, en efecto, estarmomentáneamente "en" una situación para habitarla; es necesario queeste estar sea estable, de cierta duración y, básicamente, histórico. Poreste motivo, dejar la casa solariega es una pérdida importante porque, alalejarme, dejo algo propio, a lo cual estaba enraizado y daba sentido ami vida. Aquel pasaje del Génesis donde Adán, asombrado ante la mujer,declara que ella será carne de su carne, hueso de sus huesos, testimoniaclaramente la esencia del habitar, proceso de hacer suya una situaciónque puede ahora ser designada con el pronombre posesivo. Mía es mi ca-sa, mi traje, mis pensamientos, mi vida.

Henos aquí ante otro momento estructural. Para decir "mi" lapersona debe, previamente, salir de sí para apoderarse de aquello que se-ría suyo y retornar luego a ella misma con aquello de lo cual se apropió.En un contexto diferente, Hegel se refiere a un proceso similar en ordena la consciencia y muestra cómo por ser "consciencia-de-sí" debe pre-viamente salir de sí misma, enajenarse, para poder luego retornar a símisma. O sea que apropiarse de algo, "hábitar-la-situación". implicasiempre un momento de enajenación durante el cual la persona, fuerade sí, queda expuesta en la situación de la cual se apropiará. Habitar su-pone pues enajenarse para poder apropiarse. Dos mil quinientos años ha,Platón —el Platón del Fedro— señalaba algo similar refiriéndose a la ma-nía, vocablo que traducimos hoy día por enajenación. De ella el filósofodescribía varias clases: cuatro -la amorosa, la profética, la poética y lamística— las consideraba habituales en el ser humano y en cada una deellas la persona puede permanecer un tiempo más o menos largo sinconsecuencias nocivas, pero ninguna, ni siquiera la mfstiea es continua,porque la vida misma tiene exigencias estructurales que reclaman el re-torno a sí mismo. En estos casos, la enajenación es siempre transeúnte,momentánea y, cualquiera sea su duración, limitada. Pero una quintamodalidad de enajenación, de estar "en" lo ajeno y extraño a sí mismo,

LOCURA Y NEUROSIS 39

y que Platón ejemplificaba con los Labdácidas, atormentada y sufrientefamilia de la cual provino Edipo, ya no tiene tal carácter sino el de la lo-cura. No adelantemos los pasos, la enajenación es un momento estructu-ra] de la apropiación, necesaria para habitar y hacerse en-la-situación,pero puede perder estos caracteres cuando se hace dominante. Entoncesla "manía" -recordemos que el "Tratado médico filosófico de la aliena-ción mental" escrito por Pinel se llamaba en su primera edición "Trata-do médico filosófico de la manía"— se hace patológica y surge la posibi-lidad de la locura. Mas posibilidad no es hecho plasmado.

Distingamos antes de entrar a considerar este aspecto, otras nomenos importantes acerca de la enajenación. Ella surge, en efecto, deuna contradicción dialéctica: apropiación y enajenación son polos de unmismo proceso de hacer suya la realidad, no opuestos. No hay aquí cho-que de una tesis con una antítesis, ni menos aún Aufhebung, sino dife-rencia entre polos capaces o no de ser dominantes; si bien como lo diceel refrán, de "locos todos tenemos un poco", la enajenación siempre es-tá presente, aunque sea en mínimas dosis, en el habitar. El ser diferenciapermite el retorno de la persona a sí misma, salir de la enajenación yvolver enriquecida; mas cuando por algún motivo pierde esta posibilidad,aparece el antagonismo, y el proceso de personalización queda "atrapa-do" en la enajenación. En ese momento se anula la diferencia y la perso-na presa en una situación "otra" extraña a sí misma, ajena a su realidad,se despersonaliza. Uno de los motivos que inducen esta circunstancia seencuentra en la textura misma del apropiarse. En efecto, la persona nosale de sí a secas, de modo indiferente o de manera automática. La reali-dad, su riqueza o importancia, la lleva a ello y este tránsito queda vehi-culizado por el "enthousiasmos" o, de modo más global, por las pasio-nes, modalidades páticas globales capaces de poner a la persona fuera desí. Mas, como hemos dicho más arriba, si son dominantes, si es imposi-ble contenerlos o criticarlos, la personalización queda apresada en susefectos sin posibilidad de retorno. Entonces, prisionera de "lo otro",extraña a sí misma y ubicada en lo ajeno, procede a buscar un modo deinstalarse -no ya de habitar- en una "realidad-otra" desarrollando mo-dalidades específicas de existir nunca firmes o fijas porque es de laesencia de la enajenación, la continua movilidad engendrada por la ex-trañeza. Ella arroja a lo extraño, a lo inseguro y al abismo sin fondo queimposibilita enraizarse en nada. Y esto es la locura que vive la persona;busca organizar de algún modo para explicarse ese "ser-extraño-a-sí-mis-mo" y vivir tal fenómeno.

Suspendamos un momento nuestras reflexiones para recordaraquellos trenes de juguete de nuestra infancia: una locomotora, variosvagones, un triler, recorrían circuitos cerrados marcados de vías y se de-tenían en determinadas estaciones. Con la locura sucede lo mismo, puesla persona atrapada en "lo otro", recorre un circuito -el circuito de lalocura- y se detiene en diversas estaciones de modalidades específicas.

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Tales modos, mostré en una publicación anterior, son en realidad flexio-nes de un mismo fenómeno y hoy en día la llamamos psicosis, psicopa-tías, perversiones y afecciones psicosomáticas graves (1). No cabe en es-tas líneas detenerse a describir cada una de ellas pues mi intención sóloapunta a describir de modo general el fenómeno de ía locura o modopersonal de instalarse en la enajenación. El tren al cual me referí másarriba podía suspender su marcha en una estación cualquiera, pero paraello necesitaba ser detenido —quien lo manejaba cortaba, por ejemplo,la corriente eléctrica de las vías, es decir, que dentro del mismo circuitoaparecía "algo" que lo detenía lo frenaba y, por fin, lo apresaba. Los es-tudios psicopatológicos han aclarado, parcialmente, la identidad de es-tos "algo" apresadores: la familia, cuyo papel es fundamental en laflexión psicótica, el medio cultural y sociopolítico, básico en la perver-sión y la psicopatía, y la trastornada vivencia del cuerpo, en las afeccio-nes psicosomáticas.

Mas no por quedar detenido se desarrolla un nuevo modo de habi-tar "lo otro", ni una familia muy conflictuada genera, necesariamente,una psicosis, ni una sociedad una psicopatía o una perversión, ni una al-teración de la vivencia corpórea un cáncer o una litis ulcerosa; siendosiempre necesaria, al mismo tiempo, la participación personal. Esto noniega que en la detención, en la enajenación, el grupo de referencia, fa-miliar o cultural, tenga un papel destacado al punto que, en función deél, ciertas flexiones predominan sobre otras. No se trata sin embargo deun fenómeno específicamente patológico -de hecho ningún fenómenolo es- y la historia muestra familias de músicos -los Bach, por ejemplo-,de matemáticos -los Bernouilli-, de financistas -los Rotschild-juntocon otras de esquizofrénicos o de cancerosos. En vano ha sido buscarla explicación de tales hechos en los caracteres genéticos. Ningún estu-dio ha logrado probar nada al respecto, ni -al parecer- lo logrará, por-que el interrogante no se ubica a nivel del campo de la ciencia positivasino en la antropología. Y, siguiendo esta vía de reflexión, se cae en lacuenta de la capital importancia de la situación ya que para quedar po-seído en la enajenación no bastan la estructura personal, ni la acción delgrupo familiar o cultural.

En efecto, la persona se hace-en-situación constituyendo una tota-lidad apresada del mismo modo en la locura. ¿Qué papel juega, enton-ces, la situación, es decir la totalidad de importancias y sucesos en loscuales se va haciendo?. Largo sería discurrir acerca de este tema que,para cada persona, tiene caracteres diferentes y particulares; pero en to-das estas posibles variaciones aparecen siempre dos notas peculiares: lasituación se da como resistencia y como asistencia, polos de una dife-rencia en el hacerse, no antagonismo dialéctico. Ambas posibilidadestienen sus ventajas y desventajas pero, cierto es que al ser resistenciacontribuye a la "posesión" por la enajenación, por tanto, el proceso depersonalización ha de hacerse en un medio desfavorable. La antropolo-


gía se refiere en estos casos a "conflictos" —la persona choca con la si-tuación— a "pérdidas" —la persona no cuenta ya con la situación—, o a"abandonos" —la situación no acompaña a la persona— entendiendoque todas estas vicisitudes se presentan normal y habitualmente a lolargo del proceso de personalización el cual las enfrenta con defensas—los mecanismos de defensa descriptos por S. Freud y Melanie Klein—con el proceso de duelo y con procesos compensatorios. Por diversosmotivos tales fenómenos pueden fracasadlo cual hace que la "situación-como-resistencia" se torne peligrosa y amenazante. Y tal peligro creceen momentos de crisis cuando los modos anteriores de habitársela conla realidad no son ya válidos. Estos sucesos, habituales en todo procesoecosistémico, son locii minóme resistentiae y marcan momentos de es-pecial exposición para la integridad de la persona.

La influencia de la situación no queda restringida a su aspecto re-sistencia! y se traduce también en su apartamiento, pues la personaliza-ción, abocada a una realidad con la cual se topa dolorosamente, buscaeliminarla. Y para eso procede a su rechazo cuyas versiones sabemos sonvarias pero que, en la locura, centran en el juicio de existencia, esto esen el rechazo de una realidad resistente imposible de superar. Tampocohe de detenerme en este aspecto pues mi propósito es sentar, repito,rasgos generales, no entrar a discriminarlos. Pero la enajenación no paraaquí: supone una modalidad otra de estructuración del proceso de per-sonalización y, por este motivo, implica un cambio en su arquitectó-nica. En primer término, una alteración en los procesos de selección es-pecíficamente a nivel de la represión primordial cuya función de cribaestá perturbada. Tal modalidad selectiva, actuando de modo similar acomo lo hace un filtro, retiene notas de la realidad y deja pasar otras;pero, si por alguna circunstancia, este filtro se horada o ciega, deja deactuar e irrumpen en el proceso de personalización notas que lo tomanpor asalto invadiéndolo con datos no previstos. Es la instalación de loinsólito que acarrea una ruptura de la cotidianeidad, con la constanteaparición de fenómenos sorpresivos. Recordemos, por vía de ejemplo,las amargas quejas del Presidente Schreber cuando se refería a las alu-cinaciones que no le concedían respiro ni paz, pues la irrupción de lo in-sólito obliga a una constante vigilancia y a una agobiadora tensión. Ensegundo lugar la habitual tarea de diferenciación cambia: la escisión sehace fracturación —recordemos lo enseñado por Bleuler acerca de laSpaltung y de la Zerspaltung- mientras que la dispersión se torna agru-mación. La consecuencia es que las diversas preguntas planteadas cons-tantemente por la realidad se yuxtaponen unas a otras, se conglomeran,se yuxtaponen como los componentes de un mosaico sin lograr unaconfiguración estable. Y, por último, la repetición se torna persecutiva,de suerte que, como le sucede a un automóvil encajado en el barro, lapersona "patina", atrapada en la desesperante reiteración de la misma.

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II — La neurosis

Dejemos, por ahora, el círculo de la locura y preguntémonos porla personalización en un contexto diferente. Cuando los trastornos seubican a nivel del "en", esto es del habitar, recordemos que la personaentra en la enajenación y a través de ella puede hacerlo al circuito de lalocura; pero el proceso de personalización se hace también con losOtros y esto supone un modo específico de relación con las personasque integran la situación. En efecto, los Otros están siempre presentesen mi vida sin que pueda prescindir de ellos. Max Scheller demostró cla-ramente la imposibilidad de que existiera un Robinson perfecto; perocierto es que estos Otros participan de la personalización de dos modosdiferentes. Uno como integrante de la situación en tanto ésta está inte-grada por todo aquello que no es el Sujeto mismo, y otro como "Tú",personas identificables con iguales caracteres en los míos. Tengamos pre-sente este dato pues también aquí, en orden a los trastornos del "con"o del encuentro, para decir con mayor precisión antropológica, hemosde tener en cuenta el aspecto resistivo de la realidad de los diversos "Tú"y el rechazo que se puede hacer de sus atributos mediante la represióny la negación.

Detengámonos un poco en el encuentro, preguntémonos por elcarácter de las relaciones al cual alude la preposición "con" y vayamos,para abordar el tema, a un ejemplo. Estoy en una relación, en una co-mida ofrecida a una persona que conozco y concurro a ella con mi ami-go Juan. Con ambos, con el homenajeado y con Juan, establezco una re-lación pero de diferente estructura y valor: el homenajeado es un cono-cido, Juan es mi amigo ¿Cuál es la diferencia?. En ambos casos me rela-ciono, pero se circunscribe a ser Otro, Juan el conocido es para mí unTú y con él establezco un vínculo. Vinculare, el verbo latino que servíapara marcar esta diferencia, mentaba el hecho de anudar y el sustantivocorrespondiente señala un fenómeno en el cual dos personas anudan en-tre sí una peculiar relación de alianzas.

Ahora bien, no puedo anudar dos casos sin rasgos en común; noanudo un automóvil con una silla, ni una pared con una casa, pues elhecho de que entre ambos participantes exista algo en común, les permi-te unirse si tienen la suficiente flexibilidad como para hacerlo. Mas estono basta y puedo amarrar algo con algo, un barco con una soga, un pa-quete con un cordel, pero no los anudo entre sí y si bien los entes invo-lucrados pueden tener una relación próxima, nunca es una vinculación.La flexibilidad, la primera nota requerida, significa que los protagonis-tas del encuentro - recordemos que este fenómeno siempre se da con un"Tú" - han de tener la maleabilidad suficiente como para, sin quebrarse,unirse uno con el otro manteniendo la respectiva individualidad y laidentidad personal, por precaria que ésta sea. Un junco no deja de serlopor estar entretejido con otro, pero una varilla de madera se quiebra si


pretendemos que se comporte así porque a causa de su rigidez tolera unlímite mínimo de flexión, pues lo flexible acepta varias modificacionessin perder la identidad. Sirvan de ejemplo las diversas flexiones de unverbo o las declinaciones de los sustantivos, lo cual supone un bajo gradode redundancia o también lo que acontece entre los vínculos simbióti-cos, narcisistas y edípicos en quienes, desde el primero al último, va dis-minuyendo la redundancia. Mas no basta la flexibilidad ni el grado deredundancia comunicacional para caracterizar un vínculo. Cuando anu-damos dos cuerdas entre sí éstas han de tener, además, otras notas, porlo cual no lo podemos hacer entre una soga para amarrar un velero y unpiolín para atar un pequeño paquete con un obsequio. En un caso se re-quieren ciertas condiciones y otras en el otro. El idioma francés diríaque lo obtenido "ne marie pas", es decir "no se casa" porque entre unoy otro elemento no hay posibilidad de alianza, tipo esencial de unióncuya esencia está dada por la relación de don y contradon y por la fun-ción testimonial de recíprocos testimonios. En la berit establecida entreYhavé y su pueblo, en el testamentum dejado por Cristo a sus fieles,donde cada parte es testigo de la otra, cada una de las acciones parcialessolicita una reciprocidad del mismo modo que una pregunta solicita unarespuesta. Esta nota responsiva-reciprocante es propia a todo vínculo.

No basta ni la flexibilidad ni la responsividad reciprocante paraagotar el análisis de un vínculo pues sólo son notas estructurales de lascuales está ausente el carácter pático que entona todo el proceso de lapersona. Conviene recurrir otra vez a un ejemplo. En efecto, pueden in-vitarnos a comer afuera con una persona desconocida pero si en el mo-mento de proponérnoslo, nos dicen que es antipática, hipócrita, aburri-da, de trato difícil, e t c . . . . no vivimos el encanto propio a todo encuen-tro, suerte de hechizo que permite al hombre acercarse a otro, sentirseatraído por él y nacer el deseo de anudar un vínculo. Pero no equivo-quemos el camino; tal encanto es no un valor, no sentimiento, porquequedar encantado supone pues sentirse atraído por el valor descubierto;pero tampoco esto basta, pues para que tal valor surja es necesaria lasimpatía, aditamento imprescindible para poder establecer un vínculo.

A la flexibilidad, a la reponsividad reciprocante de la alianza, al en-canto y a la simpatía, hemos de agregar una quinta nota: la intimidad,fenómeno propio al encuentro, que se caracteriza por ser inefable, uni-císima e irrepetible.

¿Qué sucede cuando estos vínculos, cuyos caracteres hemos seña-lado se alteran? Decía un poco más arriba que, entre todos los tipos po-sibles, la persona se va haciendo con simbióticos, especulares y edípicos.Numerosas particularidades los distinguen unos de otros, pero lo impor-tante para nuestro propósito es, más allá de estas diferencias, insistir enun aspecto específico respecto al Tú enjuego. En los vínculos simbióti-cos éste, un poco diferenciado, es la madre o bien toda importancia pro-tectora y amparadora. Por este motivo puede ocupar este lugar una ins-

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titución que cumpla estas funciones, y una rápida mirada al mundo la-boral muestra cómo ciertas empresas o cuerpos armados así lo hacen re-teniendo fuertemente a sus miembros. Algo diferente ocurre con losvínculos especulares y este punto nos interesa en particular. Aquí el Tú,todavía no bien configurado, con quien se establece el nexo es el espe-cular, en realidad la misma persona en cuanto se refleja a sí misma. Elmito de Narciso, muriendo prendado de su imagen reflejada en el espejode las aguas de una laguna, lo muestra claramente. Lo importante es ca-er en la cuenta que en estas circunstancias el Tú es aparente y en reali-dad encubre al "sí-mismo" como lo hace un doble imaginario; pero estetransitar por "sí-mismo" es el único modo de alcanzar el "Tú". Así escómo la persona deja de estar imaginariamente llena de sí misma, y elOtro empieza a ser vivido, no ya'Como una función sino como un Túreal y, más particularmente, como un testigo. Este aspecto testificantees de la mayor importancia, pues implica dejar la posición refleja y en-trar en la triangulación edípica. Este tránsito de Otro-función a Tú-tes-tigo supone, siempre y en todos los casos, una renuncia narcisista. Yasí como para poder apropiarse de la realidad y habitar en ella era nece-saria la enajenación, para poder reconocer al Tú como testigo de mi vidaes menester renunciar al Otro especular, es decir a mi creación del Tú.El psicoanálisis ha sabido ver en la idealización y la identificación losprocesos fundamentales que Devan a inventar este Otro-especular y lapuesta en su lugar de estos procesos, en armonía con la realidad, suponeel paso previo del despegue o renuncia a la cual me he referido.

Detengámonos a considerar este hecho. Para habitar es necesarioapropiarse de la realidad y, para ello, enajenarse retornando luego a símismo; en este recorrido surge el peligro de permanecer "fuera de símismo y entrar en el circuito de la locura; sin embargo, este retorno a símismo no garantiza la seguridad de permanecer en él. De la realidad dela cual se apropia la persona, "lo otro" que ingresa a sí, hay algunas per-sonas, "Otros" que son tratados de modo diferente. No es ya cuestiónde apropiarse de ellos, sino de encontrarse, vinculación mediante y, porlo tanto, reconocer al Tú como testigo de mi propia vida. Esto suponecaer en la cuenta que "mi" vida no es mi exclusiva creación sino que,por mor de la responsividad reciprocante, el Tú interviene en ella entanto coautor. Ni la realidad está escindida, como lo creyó el natura-lismo, ni el Sujeto o el objeto son entes cerrados en sí mismos, estánrelacionados y no existe el uno sin el Otro así como no puede existiruna persona sin un Tú quien testifique su existencia. Mas así como laapropiación de la realidad guardaba en ella el peligro de quedar atrapa-da en la enajenación, el vincularse encierra aquél de quedar atrapado enla fascinación imaginaria sin renunciar o poder renunciar a ella. Narcisopudo arrancarse de la autocontemplación, pero ya antes del episodio fi-nal de la laguna estaba perdido en sí mismo y rechazaba toda participa-ción con los posibles amigos,desdeñaba a las ninfas y huía de Eco. Estaba


por sí mismo diciendo un "no" parcial a la realidad. Aquí también, co-mo en el caso de la locura, participa el aspecto resistivo de la situación ylos procesos de rechazo que, como sabemos, son constantes a lo largode la personalización pero, como hice notar más arriba, en lugar de re-chazarse el juicio de existencia se lo hace con aquél de atribución. Co-mo resultado, la represión contribuye a edificar un Sujeto asentado enla irrealidad de una situación fruto de su propia cosecha, no de aquelloque es. Tal Sujeto aceptando la realidad sólo en función de sus deseos,no se pregunta por aquello que le solicita, sino por lo que él le exige. Ycon ello entra en el autoengaño. No se trata de nada específico: dada sucondición toda persona se autoengaña y librada a sí misma no existe po-sibilidad de escapar; sólo el poder remitirse al Tú permite desengañarse,pero si éste es un espejo, no un testigo, se cae preso de la fascinación deh autocreación. O, si preferimos decirlo en otros términos, el Sujetoqueda atrapado en las ilusiones que necesariamente ha de construir pa-ra ir desarrollándose.

Construir ilusiones es, en efecto, función imaginaria de capitalimportancia para el proceso de personalización pero, como todo proce-so imaginario, encierra el peligro de que el Sujeto quede preso en él.Tal amenaza se sortea cuando surge la desilusión y se aprende de éstaobteniéndose una experiencia útil para seguir desarrollándose; mas si, poralgún motivo, no se toleran las desilusiones ni las frustraciones que aca-rrean, el Sujeto no se desarrolla de modo adecuado o armónico. Atadu-ra al Otro especular con dificultad de renunciar a él, persistencia en elautoengaño, fascinación por la ilusión, es aquello de lo cual la personava emergiendo al irse vinculando al Otro. Todo esto requiere una com-ponente básica: la opción pues renuncia a lo especular, aceptación deltestimonio del Otro, y aprendizaje mediante la desilusión, selecccionesposibles sólo en el contexto de la libertad. No es trata sólo de un asun-to de represión - recordemos lo dicho acerca del rechazo del juicio deatribución - sino también de negación por lo cual no se efectúa el trán-sito de lo especular a lo edipiano. Y entonces se instala una crisis y entanto persisten modalidades estructurales que no son adecuadas, ni res-ponden a la realidad vivida, ella queda sin resolverse. Estamos ahora enel campo de la neurosis, en el cual el Sujeto puede instalarse lo mismoque, ya lo vimos, lo puede hacer en la acción.

Largo sería discurrir acerca de la significación del vocablo neu-rosis, pero no es éste el lugar para desarrollar un tópico aún no tratadocon el merecido detenimiento. Digamos, a grandes rasgos, que se puededenominar así aquella modalidad crítica en la cual el Sujeto fascinadopor las vinculaciones especulares propias a la ilusión, no renuncia a ellasni da respuesta afirmativa a la realidad- Mas repito, la neurosis no es co-mo la locura un modo de existir con producción de nuevas estructurassino de una crisis; es decir, la condición previa a una situación no imple-mentada de una modalidad estructural anterior y antes vigente, por otra.

46 CONGRUENCIA

III — Locura y neurosis

Huelga decir que lo analizado más arriba son hechos polares, "pu-ros" por decir así e inexistentes en la praxis donde interactúan entre sí,intrincándose uno en el otro y recubriéndose mutuamente. La persona,"en-la-situación-con-el-Otro", es un fenómeno holístico imposible de sé-parar sin desnaturalizarlo. No hay pues un habitar y un encuentro inde-pendientes; ambos son partes de un mismo todo. Sin embargo puede su-ceder que, en virtud de la lectura hecha por el observador, un aspectoaparezca subrayado y pase a primer plano. Tal emergencia de habitar yencuentro se traduce en lo que podemos denominar "figuras de com-portamiento" totalidades funcionales prácticas que concretan el modode existir. En la clínica psiquiátrica ellas han sido estudiadas y analiza-das por numerososo autores quienes las han caracterizado con precisión.Recordémoslas: histérica, fóbica, obsesiva, paranoica, depresiva (y sumodalidad maníaca), delirante y confusional. Tales denominacionesmuestran un carácter capital y básico: habitar y encontrarse son estruc-turas fenomenológicas, atañen a la esencia misma de la persona, las "fi-guras de comportamiento" surgen por mor de un criterio descriptivo locual supone alguien, extraño a quien las vive, capaz de realizar esta tarea.Tomemos por ejemplo la figura obsesiva. La presencia de determinadasnotas servirá para definirla: duda constante, formalización y racionali-zación, aislamiento, freno de lo imaginario y adhesión a lo imaginarioconvencional, culpabilidad, etc. . . . Reparemos en la distinta filiaciónde estas notas. Cada una de ellas no es, por sí sola, patológica: nada tieneen sí misma de alteración: Descartes se apoya en ella para desarrollar unmétodo analítico, Hegel reconoce que el entendimiento natural humanono puede seguir otro camino a no ser aquél "de la duda o más propiamenteel camino de la desesperación" (Phaeno. d. Geist, 57). Ortega ve en ellouna de las notas capitales de la vida humana, etc.; tampoco es patológi-co formalizar y racionalizar: el primer Wittgestein, el círculo de Viena,lo propugnaban para lograr un conocimiento positivo y los matemáticosproceden de esta manera: el aislamiento es un fenómeno antropológicopropio a la diferenciación y así sucesivamente. O sea, que una figura decomportamiento supone la concurrencia de varias notas diferentes quela hermenéutica configura como una unidad. Tal unidad surge de la in-terpretación, no de la esencia misma del fenómeno estudiado. Esto nosupone error sino otro plano de reconocimiento pues son, en efecto,modalidades sintéticas con las cuales la persona busca describir el modode existir en el mundo. Y como sólo atienden a una finalidad descripti-va y, en última instancia, taxonómica, esto las hace relativas y momen-táneas. Para desenvolvernos en el mundo, los hombres necesitamos or-denarlo, diferenciarlo y circunscribirlo: a ello atienden las "figuras decomportamiento" que se atienen, digámoslo una vez más, a lo contin-


gente e interpretativo. Ello no significa que sean arbitrarias - el ordena-miento de la situación obsesiva responde a un intento subjetivo de clari-ficación - ni que su existencia sea meramente heurística. Habitar y en-cuentro concretan una situación histórica determinada compuesta pornumerosas variables: cultura, política, economía, religión, intereses pro-fesionales, etc. . . . donde las figuras de comportamiento son "recorta-das" de modo diversos. La psicopatología ha elegido algunas modalida-des - el análisis de las ciencias ha mostrado cuan variables son estas elec-ciones - y, sobre ellas, trata de basar sus conclusiones; pero tales figurascomponen una suerte de lenguaje convencional y mientras no exista con-tradicción, nada obsta para que se puedan combinar sus notas constitu-tivas de otro modo. Así, por ejemplo, lo ha hecho la teoría de la comu-nicación y en parte la psicoanalitíca.

Pues bien, aquello con lo cual los hombres topamos en concretoes con estas "figuras de comportamiento" o "figuras clínicas" cuandode psicopatología se trata; pero tampoco la presencia de una figura - deun comportamiento fóbico ante la presencia de una laucha o de una cu-caracha, por ejemplo - no es, de por sí, patológico. De hecho ciertoscomportamientos pueden ser recomendables en ciertas circunstancias- el obsesivo es útil para desempeñar tareas minuciosas o que requierendetallismo, el histérico puede favorecer un necesario histrionismo en eltrato o arengando a una multitud - pero no en otras. La medida es laeficacia, pues si bien es útil para un orador cierta dosis de comporta-miento histérico, no lo es, por ejemplo, para convivir en su familia. Osea, que las figuras de comportamiento se valoran como psicopatológi-cas o no según su eficacia, pues su constitución es ideológica, lo cual las"diferencia" de la estructura de sentido propia al habitar o al encuentro.Que el Sujeto entre y persista en el círculo de la locura o que lo haga enla neurosis es un problema de sentido; la modalidad de comportamientomediante la cual puede el observador interpretar lo que acontece es unproblema ideológico. Pero argüir que la neurosis y la locura son pro-blemas de sentido mientras que sus manifestaciones clínicas lo son ideo-lógicas, no nos deben llevar a una falsa dicotomía. Todo sentido se ex-presa, siempre y en todas circunastancias - excepto en las analíticas ydiscriminantes - de modo ideológico,para llegar a él es menester pasarpor éste. Y por este motivo nunca llegaremos a conocer la locura o laneurosis si, como paso necesario, no la asimos en sus manifestacionessintomáticas de "figura clínica", modos concretos de darse en la reali-dad.

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PSICOLOGÍA Y LETRAS

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A CARL (un desconocido)

Ese momento,cuando anunciaron tu muerte,no fue solemne,ni fue majestuoso,Ninguna música celestial,ningún sol iluminóel recinto conluz santificada,sólo nubes,Hasta hubo miseria...y sin embargo,o tal vezpor eso.Allí estabas,en la intensidad de algunasmiradas,en gestos apenas surgidosen ese temblor delagrimas discretas,.... y ....finalmentepude conocerte.

Claudio RudSan Sebastián 4/2/87

52 CONGRUENCIA

DESPERTAR

Un amanacer me espetó la realidad,y otro me estrelló contra el presente;y la luz taimada, rosa y sugerente,apuñaló el fiero centro de la oscuridad.

Me renacieron soles extinguidospor páginas de arena y de batallas;me trepé de un salto a la murallaque separa mi memoria de mis olvidos.

Y así, endemoniada de vestigios,me trasunté en la vida que me resta;sumándole los ayes de las vidas nuestras,las historias de los tuyos y los míos.

Seguir, hasta que me atardezcanlas funestasmarcas,de la muerte o el desvarío.

MARÍA GABRIELA CAZZANIGA

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EL TAO DE LA POESÍA

Manuel F. Artiles

Leyendo, una vez mas, los escritos de figuras como el poeta Ro-berto Juarroz, el científico y místico Teilhard de Chardin y el filósofode la ciencia Frithof Capra (el cual recién comienza a leerse entre noso-tros) surgieron en mí ciertas reflexiones (de las cuales no he eliminadoel "tempo" personal a fin de no racionalizarlas) que tal vez nada digana muchos, o tal vez sí, pero que de todas maneras pueden ser "puntosde luz" en el común camino que llamamos vivir y morir. Son las siguien-tes:— Sabemos que la Poesía es "iluminación"(el camino del Tao), devela-ción y revelación de lo existente.— la Poesía revela la realidad última (?) de cuanto nos rodea y de noso-tros mismos. A través de lá experiencia inmediata, del sentimiento vi-vido consecuentemente, mas allá de todo "aparato" racional, nos per-mite acceder al través de la apariencia de las cosas, nos permite sondearen luminosa tiniebla "Petoffe de l'Univers" (Teilhard de Chardin).— la Poesía de-vela la esencia misma de la realidad des-naturalizandonuestra percepción de su habitual convencionalidad. En la irradiaciónde las palabras mas allá del concepto, saca a estas de su significado co-rriente y representa el Universo que somos y habitamos en otra dimen-sión vivencial y ontológica. Su irradiación hace palpar en la obscuridadla inconsistencia del Todo, la no consistencia de lo aparente que nosrodea. Al no ser lo que dice pero siendo lo que es, la palabra poéticanos obliga a una repercepción en la extrañeza y el asombro, en la per-plejidad de lo que desde siempre está-ahí pero es otra realidad que lapercibida por nuestros sentidos, nuestra imaginación y nuestra cultura.— la Poesía, como el Tao de la intuición budista o la experiencia de laFísica atómica, nos sumerge en la trama real de la realidad ("Fetoffe"):el tiempo y el espacio son un continuo, las "cosas" una red infinita ysubmicroscópica en la cual lo existente se divide, disipa y rehace in-cesantemente sin tocar un fondo "duro" y consistente de substanciaen la cual el Todo se consolide y afirme.

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INFORMACIÓN E.C.P.

INFORMACIÓN E.C.P. 57

ASOCIACIÓN DELENFOQUE CENTRADO EN LA PERSONA

"CARL ROGERS"

SU FUNDACIÓN

En el mes de Marzo de 1987, se ha fundado en la Ciudad de Bue-nos Aires, República Argentina, esta Asociación cuyas siglas de identi-ficación son A. E. C. P.

La misma emerge como resultado de largos debates del grupo dedocentes y egresados del CEPOR (Centro de Estudios Psicolo'gicos deOrientación Rogeriana).

El objetivo de esta fundación es crear un ámbito, que dé cabida atodos aquellos interesados en el pensamiento que sustenta el E. C. P.Hasta ahora ese rol lo intentaba cumplir nuestro querido CEPOR, peroera desbordado, y por lo tanto insuficiente, ante cantidad de necesida-des y expectativas que surgían de sus componentes dado que es un Cen-tro de Estudios y no una Asociación.

Otro elemento que limitaba, era el de su nombre específico "Ro-geriano" y hoy el Enfoque abarca más que a Carl Rogers, incluye a pen-sadores de la talla de A. Maslow, G. Murphy, Laing, Allport, E. Fromm,es decir,a la psicología Humanística y afines a la misma.

Es nuestra intención que la AECP, se convierta en un nucleadorde todo el ECP en la Argentina, y especifícamente en Buenos Aires.

CEPOR puede continuar así su tarea de formación de profesio-nales de la Ayuda Psicológica de acuerdo y en torno a Carl Rogers.

Hemos, sin embargo, puesto el nombre de Carl Rogers a continua-ción de la denominación de la Asociación, a modo de homenaje ante sumuerte (acaecida en el mes de Febrero/87) por ser nuestro principalmaestro.

La AECP ha creado su propio estatuto y ha elegido su primer gru-po coordinador que quedó constituido de la siguiente manera:Coordinador General : Dr. Claudio RudCo - coordinador : Uc. Luis M. De NicolaCoordinador de Prensa y Difusión : Lie. Andrés R. Sánchez Bodas

" Relaciones Publicas: Lie. Orlando Martín" Eventos y proyectos: Dr. Jorge A. Kappel" Investigación y Docencia : Lie. Susana Pacifico

Tesorero Dr. Osvaldo Cassoli

58 CONGRUENCIA

CEPOR continúa siendo coordinado por el Prof. Manuel Artiles,quien a su vez es miembro Titular Honorario de la Asociación y directorde nuestra revista. Hablamos de "nuestra", dado que "Congruencia" erahasta el momento un órgano de CEPOR, ahora lo hace de la AECP.

Hemos nombrado al Dr. Carl Rogers y a Rachel Rosemberg (deBrasil) Miembros Honorarios.

Tenemos en la actualidad alrededor de 60 socios, entre Titulares yAdherentes. Todo aquel que desee hacerse socio entra en la categoríaAdherente y si es egresado de CEPOR o de Institución afin y cumpleun año en la primera condición puede (si asi lo desea) pasar a ser Titu-lar. Puede ser también Titular todo aquel que, sin haber egresado delas instituciones reconocidas lo solicita, y a juicio de la Asamblea(que se reúne a tal efecto) lo considera pertinente.

La diferencia entre una categoría y otra es que los Titulares pue-den acceder a puestos de conducción, si así lo desean, se postulan pa-ra ello y son elegidos por voto. Para todo lo demás no existen diferen-cias. Los estatutos están a disposición en nuestra dirección.

La Asociación ya se ha puesto en marcha con las siguientes acti-vidades (algunas de las cuales han acontecido antes de la salida de es-ta edición):

CICLOS

De Investigación: Grupo de autogestión que se reúne los primerosMiércoles de cada mes a las 21 horas. Su temario abarcará: "Aspec-tos poco Explorados y/o controvertidos del E. C. P."

"A Puertas Abiertas": Reunión, tipo mesa redonda, que se reunirá losterceros Mie'rcoles de cada mes a las 21 horas. Estará a cargo de diser-tantes invitados, con participación de miembros de la Asociación. Sehan programado ya tres temas:

Mie'rcoles 20 de Mayo - "¿Porquees terapéutico un grupo terapéutico?"Panelistas : Dra. Ménica Zuretti, Lie. AníbalLentini Iturralde y Dr. Raúl Camino.

Miércoles 17 de Junio —"Ensueño Dirigido"Panelistas : Dr. Roberto Roca, Lie. CristinaGiacomussi y Prof. Manuel Artiles.

Miércoles 22 de Julio - "De la Filosofía a la Intuición "Panelistas : Prof. Luis Jalfen y Prof. EzequielSaad.

El primer ciclo es sólo para asociados, el segundo está (como sunombre lo indica) abierto a todos los interesados.


ENCUENTROS INTERNOS

Se realizarán dos anuales. Es una actividad de convivencia, sin ta-rea pautada con anterioridad, su duración será de doce horas. Su pro-pósito es tender a facilitar un mayor y mejor encuentro personal entrelos miembros de nuestra institución.

El primero se realizó el Sábado 6 de Junio de este año de 9 a 21 hs.Sobre el segundo será oportunamente informada su fecha, calcu-

lándose para fines de año su realización.

Torneo Centrado en el Tenis

En el mes de Junio se abrió la inscripción a dicho torneo, que reali-zaremos a mediados de este mes y organizaremos de acuerdo a la canti-dad de miembros que se inscriban.

Estamos pensando más actividades y recibimos con agrado todotipo de sugerencias.

GRUPO COORDINADOR

CONGRUENCIA 60

Segundo encuentro Argentino del E.C.P.

Se realizará del 9 al 12 de Octubre de 1987, en la Ciudad de Men-doza, Capital de la provincia del mismo nombre, en la República Argen-tina. Reunirá a profesionales de las Ciencias Humanas (Psicología, Me-dicina, Ciencias de la Educación, Sociología etc.) que trabajan desde elEnfoque. Tiene por objetivo favorecer el intercambio y encuentro, fo-mentar la reflexión, investigación y sistematización del E.C.P., dentrode la praxis propia de la Argentina.

Informes e Inscripción:

En Buenos Aires -A.E.C.P. Avda. Scalabrini Ortiz 2368 - 3o ATel. 72 - 6789 (17 a 21 hs.) - Cap. Fed.

En Mendoza - Marco Carbonetti Feo. Moyano 1525 - 1°P 7Mendoza (5.500)

Cuarto encuentro Latinoamericano de laOrientación Centrada en la Persona

Se realizará en el Mes de Abril de 1988, en el Uruguay. Su obje-tivo es el de crear condiciones para que los profesionales que utilizan elEnfoque, puedan encontrarse e intercambiar experiencias, repensar lasdistintas aplicaciones dentro de las prácticas y realidades Latinoamerica-nas.

A tal efecto concurrirán (tal como ha ocurrido en los tres anterio-res) colegas de países de Latinoamérica.

Informes e Inscripción

Casilla de Correo 12.213Tel. 39-6188Telex FYM - UY 6446Montevideo - Uruguay

International Conference on Client-Centeredand Experiential Psychotherapy

Se realizará" del 12 al 16 deSeptiembre de 1988, en la Ciudad deLovaina, Bélgica. Participarán profesionales de la Psicoterapia de todoel mundo, según nos han informado los organizadores del evento, tenien-


do y a mediados del corriente año más de 100 inscriptos. El idioma ofi-cial será el inglés y para recabar informaciones deben dirigirse en ese idio-ma. El Counseling Centrum y la Universidad Católica de Lovaina son lasinstituciones que preparan la Conferencia.

Informes

Counseling CentrumBlidje Inkomststraat 133000 Leuven - BelgiumTel. (o 16) 220664

Person Centered Review

Hemos recibido el cuarto número de la revista. La misma es edita-da en EEUU, por SAGE Publications yes David Cain su director editor.Su organización tiene consultantes de todo el mundo, los cuales formanel Editorial Board. Su objetivo es crear un espacio de reflexión y difu-sión del E.CP. en todo el mundo. Carl Rogers era su principal consul-tante, y dado que todavía vivía al ser editado este número, el mismotrae un artículo de él. El contenido de la revista recibida es el siguiente:

"On learning from our teachers" - David Cain

"Reflection of Feelings" — Carl Rogers

Psychotherapy

"On methods, Conditions, and Goals" — Arthur W. Combs

"Client - Centered Group Psychotherapy, Part II" - Nathaniel J. Raskin.

Theory

"Carl Rogers and Martin Buber" — Maurice Friedman

Research

"Client and Therapist Perceptions of Helping Processes in Client - Cen-tered Experiential Psychoterapy" - Germain Liatear and Marleen Neirink

"Research With People" - Peter Reason and John Heron

62 CONGRUENCIA

Litera ture Review

Activities and events

A los interesados en recibir esta revista, sugerimos dirigirse anuestra redacción.

Fallecimiento

El 26 de Junio dejó de existir en su país: Brasil, la Dra. RachelRosemberg. Ha sido ella la introductora en su tierra del E.C.P. Fueuna muy cercana colaboradora de Carl Rogers en La Jolla (California),publicó con él obras y artículos, animó grupos de encuentro y desarro-lló una amplia y seria difusión del E.C.P. Muchos de nosotros la cono-cimos en Encuentros internacionales. Nos queda su recuerdo y la cer-teza de su valor como mujer y profesional, profundamente comprome-tida con aquello donde volcó su vida apasionada. Por todo ello le esta-mos reconocidos.


Selección bibliográfica E.C.P.en castellano

A) Obras de Carl Rogers:

- y otros. Psicología existencia!. Ed. Paidos. 1963- Psicoterapia centrada en el cliente. Ed. Paidos. 1966- y Marian Kinget. Psicoterapia y relaciones humanas. (2t) Ed. Alfa-

guara, Madrid. 1967- El proceso de convertirse en persona. Ed. Paidos. 1972- Grupos de encuentro. Ed. Amorrortu. 1973- Libertad y creatividad en la educación. Ed. Paidos. 1975.— Orientación psicológica y psicoterapia. Ed. Narcea, Madrid. 1978- y otros. La educación y la personalidad del niño. Ed. Paidos. 1978- y otros. Persona a persona. Ed. Manual Moderno, México. 1980- El poder de la persona. Ed. Manuel Moderno, México.l 980- y otros. Desarrollo del potencial humano. J. Lafarga, J.G. del Campo,

(comp.) Ed. Trillas, México. (2t) 1980.- y R. Rosenberg. La persona como centro. Ed. Herder, Madrid. 1981- Teoría de la personalidad. Ed. Nueva Visión.- El matrimonio y sus alternativas. Ed.Kairós.

B) Obras sobre el E. C. P.

- La psicoterapia autagógica - "Counseling"y sus aplicaciones educati-vas y pastorales. Charles A. Curran. Ed. Razón y Fe, Madrid. 1963

- Orientación autodirectiva y psicoterapia C.H.Patterson. Ed. Trillas,México, 1970.

- Fundamentos de orientación - La empatia en el proceso orientador.E. Repetto. Ed. Morata, Madrid. 1970.

- Libertad y relaciones humanas. André de Peretti. Ed. Marova, Ma-drid. 1971.

- Introducción al "counseling" - El pensamiento de Carl Rogers. Hiros-hi Ito. Ed. Razón y Fe, Madrid. 1971

- Manual para el asesoramiento psicológico ("Counseling"). B. Shertzery S. Stone. Ed. Paidos. 1972.

64 CONGRUENCIA

- Psicología Humanística. Willard B. Frick. Ed. Guadalupe. 1973- Introducción a la psicoterapia de Rogers. Marcelo Lerner. Ed. Nueva

Visión. 1974- La psicoterapia de Carl Rogers. I. M. Gondra. Ed. Desclée de Brouwer,

Bilbao. 1975.- La actitud psicoterapéutica - En tomo a Carl Rogers. Manuel F. Ar-

tiles. Ed. Bonum. 1975.• Psicoterapia rogeriana y psicología social no-directiva. Max Pagés.

Ed. Paidos. 1976.Orientación Vocacionalen la escuela. Clara Cavana de Barbero Sarza-bal. Ed. Bonum. 1976.Nuevas actitudes en la relación pedagógicas. G. Ferry, A. de Peretti,G. Snyders. Ed. Librería del Colegio. 1976.El pensamiento de Carl Rogers. André de Peretti. Ed. Soc. de Educ,Atenas, Madrid. 1976.De Skinner a Rogers -Dos maneras contrastantes de encarar la edu-cación. Frank Millhollan, Bill E. Florisha. Ed. Bonum. 1977.Palabras a mí mismo. Hugh Prather. Ed. Cuatro vientos, Chile. 1977.La personalización en la relación orientadora. Elvira Repetto. Ed.Miñón. Valladolid. 1977.El riesgo de la educación no-directiva - Un estudio de Rogers y Lo-brot. Ma. Amparo Poveda de Agustín. Ed. Paulinas, Chile. 1979.La educación centrada en la persona. Salvador Moreno. Ed. ManualModerno, México. 1979.4 Psicologías aplicadas a la educación, vol. 2° Th. Roberts. (comp.)Ed. Narcea, Madrid. 1980.Psicología de la educación. R. Tausch y Anna Ma. Tausch. Ed. Her-der, Barcelona. 1981.Introducción a la psicología clínica. D.A.Bernstein y M.T. Nietzel.Ed. Me. Graw Hill, México. 1982.El niño feliz. Dorothy Corkille Briggs. Ed. Gedisa, México. 1983.Técnicas psicológicas de asesoramiento y ayuda personal ("Counse-ling") P. Jiménez, H. Pinzón. Ed. Narcea, Madrid. 1983.La educación según Rogers - Propuestas de la no-directividad. M.I.Poeydomenge. Ed. Narcea, Madrid. 1986:La vida afectiva de los grupos. Max Page's.

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LOS AUTORES

Dr. JORGE ANDRÉS KAPPEL

Nacido en Transilvania, Rumania, naturalizado argentino. Médico,egresado de U. B. A. en 1962. Psicoterapeuta de Grupos e Individual.Formación: Escuela Argentina de Psicoterapia para graduados, Escuelade Psicología Social (Pichón Riyiere) y C. E. P. O. R. Docente enCEPOR y en Consultoria Psicológica del ADEI. Miembro fundador yCoordinador de Eventos de la A. E. C. P.

Dirección Profesional : Medrano 917 - Io "C" Cap. Fed.Tel. 782-5183/ 86-5230

Lie. ANDRÉS R. SÁNCHEZ BODAS

Nacido en Buenos Aires, Argentina. Licenciado en Psicologia,egresado en U. B. A. en 1971. Psicoterapeuta de grupos e individual.Egresado de CEPOR. Ex docente de Psicologia de la Personalidad enUBA., ex Profesor Adjunto de Orientación Psicológica en UBA. y exProfesor Titular Asociado de Psicología Social en Universidad delSalvador. Director Académico de Consultoria Psicolo'gica en ADEI.Ha publicado "Teoría de la Personalidad en Carl Rogers" - UBA.Miembro Fundador y Coordinador de Prensa de la A.E.C.P.

Dirección Profesional : Pueyrredón 538 - 8o "B" (1032) Cap.Fed. Tel. 961-8286 / 855-9626.

Prof. MANUEL F. ARTILES

Nacido en Bahía Blanca (Prov. de Bs. Aires) Argentina, en 1927.Obtuvo su diploma en Psicología en el Instituto Católico de París(Francia), hizo estudios de Psicopatología en la Sorbona (Univ. deParís) y de dinámica de grupos en L.A.N.D.SH.A. en la misma ciudad.Fundador, docente y coordinador de C.E.P.O.R. (Centro de EstudiosPsicológicos de Orientación Rogeriana), es autor del libro: "La Acti-tud psicoterapéutica - En torno a Carl Rogers" y otros trabajos de laespecialidad.

Dirección Profesional : Pueyrredón 569 - 1°D T.E. 962-6655

66 CONGRUENCIA

Dr. JORGE SAURI

Nacido en Buenos Aires, Argentina, en 1923. Médico egresado dela U.B.A., psiquiatra y psicoterapeuta. Ex Jefe de Sala en el H. Borda,docente en distintas universidades, es en la actualidad catedrático dePsicopatología e investigador en la U.B. Autor de numerosos trabajosde la especialidad ha publicado distintas obras entre las cuales: "Intro-ducción general a la Psicología Profunda", "Historia de las Ideas Psi-quiátricas" , "Las Fobias", "John Perceval - La locura de un gentleman".

Dirección Profesional: Córdoba 435 - 9o A - T.E. 312-6921

Lie. INÉS JAPPUControl Mental

942 - 7249

Lie. RODOLFO LAZZARINÍPSICÓLOGO

Murguiondo 3821, 2oC CapitalTel. 602-5668 - 601-0078

Dr. ALBERTO LUIS MORRAMédico Psicoterapeuta

ENTREVISTAS 51 - 7633

Dr. CAMINOPsiquiatría DinámicaGrupos de Estudio

Av. Pueyrredón 538, 8o B 961-8286

ANÁLISIS TRANSACCIONALY

TERAPIA GESTALT

DR. ABRAHAM BOTBOL

Miembro Regular de la I.T.A.A. (Asociación Internacional de AnálisisTransaccional)

Miembro Clínico de ALAT (Asociación Latinoamericana de AnálisisTransaccional)

Rivadavia 3561 - 8o - 44 TE. 87 - 5939

Diariamente de 15 a 19 hs.

Se terminó de imprimir en el

mes de julio de 1987 en

IDEA

México 3610 - (1223) - Buenos Aires

Julio de 1987 - bibliotecaparalapersona-epimeleia.com · Rogers en su obra "El proceso de...

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