Jurisprudencia Del Parricidio

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Corte de Apelaciones de Talca, 10/10/2007, 517-2007 Texto Sentencia Corte de Apelaciones: Talca, diez de octubre de dos mil siete. VISTO: A fojas 31 se presenta la Fiscal adjunto de Talca, doña Grace Salazar Barra, en causa RUC 060054072 6, RIT 52 006, interponiendo recurso de nulidad, en conformidad a lo dispuesto en los artículos 352, 372 y 399 del Código Procesal Penal, en contra de la sentencia dictada en la causa ya mencionada, con fecha 30 de agosto de dos mil siete, del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Talca mediante la cual se condenó a Clodomiro Fernando Moraga Farías como autor del delito de homicidio simple. Expone la recurrente que el día cuatro de agosto de dos mil seis, a las 11:10 horas, el imputado ya individualizado, se reunió con su conviviente doña Carmen Gloria Farías Osses en la Placilla ubicada en calle 8 Oriente y 2 Norte de la ciudad de Talca, procediendo a agredir a la misma con un arma cortopunzante del tipo cuchillo de una extensión de 25, 5 centímetros, provocándole 5 heridas que le afectaron la columna vertebral, el páncreas, el riñón izquierdo, el diafragma, el hígado y la aorta abdominal, las que en definitiva causaron su muerte, horas más tarde, por anemia aguda, hecho que es constitutivo de parricidio, en grado de consumado, sancionado en el artículo 390 en relación con el artículo 7º del Código Penal, correspondiéndole al acusado participación en calidad de autor. Reconociéndole, al imputado, la atenuante del Nº 6 del artículo 11 del Código Penal y las agravantes de alevosía y premeditación establecidas en el artículo 12 Nº 1 y 5 del mismo cuerpo legal, por lo que solicitó la pena de veinte años de presidio mayor en su grado máximo, más las accesoria correspondientes. Continúa la recurrente diciendo que el Tribunal Oral, sin embargo, dictó sentencia condenatoria por el delito de homicidio simple, a pesar de dar por acreditado la agresión antes señalada y la relación de convivencia entre la víctima y el victimario durante varios años y tres hijos en común, convivencia que estimaron terminada el día 20 de julio de 2006, fecha en que la victima manifestó al acusado su decisión de ponerle término, abandonando el hogar común, desestimando las modificatorias de alevosía y premeditación conocida. Fundamenta como causal principal, la establecida en el artículo 373 letra b), debido a que el tribunal en su fallo aplicó, en forma errónea, el artículo 391 Nº 2 del Código Penal, debiendo aplicar el artículo 390 del mismo código, pues el mismo tribunal, en el considerando octavo, reconoce los elementos que configuran en la especie la convivencia entre victima y el victimario, pero considera que dicha relación habría finalizado 14 días antes del actuar ilícito del imputado, ignorando el sentenciador lo establecido por la ley 20.066 de Violencia Intrafamiliar que señala expresamente la circunstancia temporal anterior, de la relación de convivencia, con el objeto de ser la victima considerada sujeto pasivo del ilícito que ella sanciona, ley que por lo demás modifica el artículo 390 del Código Penal, acotando que habría de atenderse a la finalidad o elemento subjetivo del sujeto activo que lo llevó a realizar determinada conducta. Por otra parte, continúa la recurrente, el sentenciador incurrió en una errónea aplicación del derecho al desconocer la concurrencia de las dos circunstancias agravantes de responsabilidad penal ya señaladas, por cuanto han sido establecidas en los hechos que se dieron por probados pero no reconocida su existencia jurídica, por que en el peor de los casos de no considerarse el parricidio claramente estas configurarían al menos un parricidio calificado. Como causal subsidiaria alega la de la letra e) del artículo 374 en relación con el artículo 342 letra c) y d), ambos del Código Procesal Penal, puesto que el parricidio sanciona al autor y no a la víctima y al lazo en virtud del cual se comete el delito, esto es, porque era su conviviente y la madre de sus hijos. En definitiva, de acuerdo a lo expuesto y lo dispuesto en el artículo 385 del Código Procesal Penal y demás normas legales pertinentes, la señora Fiscal solicita se declare la nulidad de la sentencia definitiva y el juicio oral que la motivó, ordenando la realización de un nuevo juicio. A fojas 46 se adhiere al recurso de nulidad el abogado querellante Augusto Marcelo Santis Poblete, por las mismas causales del recurso del Ministerio Público, tanto en cuanto a la errónea tipificación, como a la no calificación de las agravantes alegadas y a la causal absoluta de nulidad también impetrada.

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Corte de Apelaciones de Talca, 10/10/2007, 517-2007

Texto Sentencia Corte de Apelaciones: Talca, diez de octubre de dos mil siete. VISTO: A fojas 31 se presenta la Fiscal adjunto de Talca, doña Grace Salazar Barra, en causa RUC 060054072 6, RIT 52 006, interponiendo recurso de nulidad, en conformidad a lo dispuesto en los artículos 352, 372 y 399 del Código Procesal Penal, en contra de la sentencia dictada en la causa ya mencionada, con fecha 30 de agosto de dos mil siete, del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Talca mediante la cual se condenó a Clodomiro Fernando Moraga Farías como autor del delito de homicidio simple. Expone la recurrente que el día cuatro de agosto de dos mil seis, a las 11:10 horas, el imputado ya individualizado, se reunió con su conviviente doña Carmen Gloria Farías Osses en la Placilla ubicada en calle 8 Oriente y 2 Norte de la ciudad de Talca, procediendo a agredir a la misma con un arma cortopunzante del tipo cuchillo de una extensión de 25, 5 centímetros, provocándole 5 heridas que le afectaron la columna vertebral, el páncreas, el riñón izquierdo, el diafragma, el hígado y la aorta abdominal, las que en definitiva causaron su muerte, horas más tarde, por anemia aguda, hecho que es constitutivo de parricidio, en grado de consumado, sancionado en el artículo 390 en relación con el artículo 7º del Código Penal, correspondiéndole al acusado participación en calidad de autor. Reconociéndole, al imputado, la atenuante del Nº 6 del artículo 11 del Código Penal y las agravantes de alevosía y premeditación establecidas en el artículo 12 Nº 1 y 5 del mismo cuerpo legal, por lo que solicitó la pena de veinte años de presidio mayor en su grado máximo, más las accesoria correspondientes. Continúa la recurrente diciendo que el Tribunal Oral, sin embargo, dictó sentencia condenatoria por el delito de homicidio simple, a pesar de dar por acreditado la agresión antes señalada y la relación de convivencia entre la víctima y el victimario durante varios años y tres hijos en común, convivencia que estimaron terminada el día 20 de julio de 2006, fecha en que la victima manifestó al acusado su decisión de ponerle término, abandonando el hogar común, desestimando las modificatorias de alevosía y premeditación conocida. Fundamenta como causal principal, la establecida en el artículo 373 letra b), debido a que el tribunal en su fallo aplicó, en forma errónea, el artículo 391 Nº 2 del Código Penal, debiendo aplicar el artículo 390 del mismo código, pues el mismo tribunal, en el considerando octavo, reconoce los elementos que configuran en la especie la convivencia entre victima y el victimario, pero considera que dicha relación habría finalizado 14 días antes del actuar ilícito del imputado, ignorando el sentenciador lo establecido por la ley 20.066 de Violencia Intrafamiliar que señala expresamente la circunstancia temporal anterior, de la relación de convivencia, con el objeto de ser la victima considerada sujeto pasivo del ilícito que ella sanciona, ley que por lo demás modifica el artículo 390 del Código Penal, acotando que habría de atenderse a la finalidad o elemento subjetivo del sujeto activo que lo llevó a realizar determinada conducta. Por otra parte, continúa la recurrente, el sentenciador incurrió en una errónea aplicación del derecho al desconocer la concurrencia de las dos circunstancias agravantes de responsabilidad penal ya señaladas, por cuanto han sido establecidas en los hechos que se dieron por probados pero no reconocida su existencia jurídica, por que en el peor de los casos de no considerarse el parricidio claramente estas configurarían al menos un parricidio calificado. Como causal subsidiaria alega la de la letra e) del artículo 374 en relación con el artículo 342 letra c) y d), ambos del Código Procesal Penal, puesto que el parricidio sanciona al autor y no a la víctima y al lazo en virtud del cual se comete el delito, esto es, porque era su conviviente y la madre de sus hijos. En definitiva, de acuerdo a lo expuesto y lo dispuesto en el artículo 385 del Código Procesal Penal y demás normas legales pertinentes, la señora Fiscal solicita se declare la nulidad de la sentencia definitiva y el juicio oral que la motivó, ordenando la realización de un nuevo juicio. A fojas 46 se adhiere al recurso de nulidad el abogado querellante Augusto Marcelo Santis Poblete, por las mismas causales del recurso del Ministerio Público, tanto en cuanto a la errónea tipificación, como a la no calificación de las agravantes alegadas y a la causal absoluta de nulidad también impetrada.

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CONSIDERANDO: PRIMERO: Que, a fojas 31, la recurrente arguye que la sentencia dictada en la causa RIT 52 006, por el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Talca, de fecha 30 de agosto de dos mil siete, mediante la cual se condenó a Clodomiro Fernando Moraga Farías como autor del delito de homicidio simple de Carmen Gloria Farías Osses, adolece de nulidad. Como causal principal, la recurrente aduce la contenida en la letra b) del artículo 373 del Código Procesal Penal, debido a que el tribunal tipificó los hechos motivos de la acusación en el artículo 391 Nº 2 del Código Penal, erróneamente debiendo aplicar el artículo 390 del mismo código, ello en atención a que el mismo tribunal, en el considerando octavo de su fallo, si bien reconoce los elementos que configuran la convivencia entre victima y el victimario, la estima terminada 14 días antes del actuar ilícito del imputado, ignorando el sentenciador lo establecido por la Ley Nº 20.066 de Violencia Intrafamiliar que señala, expresamente, la relación de convivencia, texto legal que modifica el artículo 390 del Código Penal, acotando que habría de atenderse a la finalidad o elemento subjetivo del sujeto activo que lo llevó a realizar determinada conducta. SEGUNDO: Que la recurrente señala que el Tribunal Oral, dictó sentencia condenatoria por el delito de homicidio simple, a pesar que en su fallo dio por acreditada la agresión y la relación de convivencia entre víctima y el victimario durante varios años y haber tenido en ese lapso tres hijos en común, pero estimaron terminada la convivencia el día 20 de julio de 2006, fecha en que la victima manifestó al acusado su decisión de ponerle término, abandonando el hogar común. Por otra parte, se sostiene, que el sentenciador incurrió en una errónea aplicación del derecho al desconocer la concurrencia de las dos circunstancias agravantes de responsabilidad penal ya señaladas, por cuanto si bien han sido establecidas en los hechos que se dieron por probados, no ha sido reconocida su existencia jurídica. TERCERO: Que como causal subsidiaria, el acusado alega la causal de la letra e) del artículo 374 en relación con el artículo 342 letra c) y d), ambos del Código Procesal Penal, puesto que el parricidio sanciona al autor y no a la víctima y al lazo en virtud del cual se comete el delito, esto es, porque era su conviviente y la madre de sus hijos. En definitiva, la señora Fiscal solicita se declare la nulidad de la sentencia definitiva y el juicio oral que la motivó, ordenando la realización de un nuevo juicio. En los mismo términos argumenta el adherente de nulidad solicitando, también, la nulidad de la sentencia y del juicio. CUARTO: Que el fallo impugnado dio por acreditado los siguientes hechos: A. Que alrededor de las 11.00 horas del día cuatro de agosto de dos mil seis, Clodomiro Moraga Farías, después de sostener una conversación con Carmen Gloria Farías Osses en la placilla llamada “Los Tulipanes ubicada en calle 8 Oriente y 2 Norte de Talca, la agredió con un cuchillo y le ocasionó cinco heridas cortantes penetrantes: tres en la zona posterior toráxico y dos en la anterior que afectaron su bazo, páncreas, riñón, diafragma, hígado y la arteria aorta abdominal y ocasionaron su muerte, ese mismo días, pese al socorro médico que recibió en el Hospital Regional de Talca. B. Que víctima y victimario mantuvieron una relación de convivencia, durante varios años y tuvieron tres hijos, la que se prolongó hasta el día 20 de julio de 2006, fecha en la que Farías Osses manifestó al acusado su decisión de ponerle término, abandonó el hogar común, llevándose su ropa e inició una nueva relación sentimental con otro sujeto. QUINTO: Que los jueces en el apartado octavo reconocen que debe asimilarse la convivencia al vínculo matrimonial, pero arriban a la conclusión, conforme al mérito de los antecedentes del juicio, que en este caso, la víctima puso término unilateral y formalmente a dicha convivencia el día 20 de julio de 2006, cuando abandonó la casa, por lo que no existiendo relación de convivencia no hay parricidio. SEXTO: Que el artículo 390 del Código Penal incorpora al conviviente entre los sujetos pasivos del delito de parricidio, asimilándolo al cónyuge, como lo reconocen los propios jueces recurridos. Dicha norma no hace exigible a la convivencia un tiempo de duración determinada para considerar como parricidio la muerte de la pareja, como tampoco una especie de “caducidad para dejar de considerar que hubo convivencia, de allí que no resulta ajustado a derecho la interpretación que de la norma citada hacen los jueces recurridos sino que más bien un arbitrio judicial, tanto más cuando el componente que sustenta este tipo de delito es la existencia de una relación afectiva que se ve alterada por diversas circunstancias, entre ellas, los celos o la exacerbación posesiva del hombre sobre la mujer, conductas que pueden darse durante el matrimonio o convivencia y prolongarse mas allá del término de una u otra, sin olvidar que parte de los miembros de la sociedad optan –en lo cual puede o no estarse de acuerdo– en una convivencia sin sujetarse a las reglas escritas del matrimonio, pero si a sus derechos y obligaciones.

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SÉPTIMO: Que, en consecuencia, la decisión a que arriban los jueces recurridos la hacen con errónea aplicación del derecho, específicamente, al artículo 390 del Código Penal y a la ley Nº 20.066, ley esta última que debió tenerse presente al momento de interpretar el sentido de “convivencia a que alude el artículo del código penal sustantivo citado, ya que en ella se establece que la violencia intrafamiliar se ejerce sobre una persona “con la cual se tenga o haya tenido la calidad de cónyuge o una relación de convivencia. A juicio de estos falladores los jueces recurridos han vulnerado el verdadero sentido y alcance del artículo 390 del Código Penal que sirvió de sustento para la dictación de la sentencia recurrida y ese error tuvo un efecto trascendente y concreto para la pretensión de los recurrentes. OCTAVO: Que resulta inoficioso analizar los otros capítulos en que hacen consistir, también, la errónea aplicación del derecho, como, lo referente a la causal subsidiaria. Conforme a lo razonado, disposiciones legales citadas y visto lo dispuesto en los artículos 352, 358, 360, 372, 373 letra b) y 386 del Código Procesal Penal, se ANULA la sentencia recurrida de treinta de agosto pasado que se lee de fojas 1 a 31 de esta carpeta judicial y la audiencia de juicio oral que le precedió, debiéndose llevar a efecto un nuevo juicio por tribunal no inhabilitado, hasta la dictación de sentencia definitiva. Insértese en el acta respectiva. Redacción del Presidente de la Primera Sala, Ministro don Rodrigo Biel Melgarejo. Regístrese y devuélvase Rol Nº 517 2007.

Corte de Apelaciones de Talca, 10/10/2007, 517-2007 Ministerio Público con Clodomiro Fernando Moraga Farías Tipo: Recurso de Nulidad (Proceso Penal)Resultado: Acogido

Descriptor Parricidio. Conviviente como sujeto pasivo del delito. Víctima que puso término a relación. Persona con la cual se tenga o haya tenido relación de convivencia. Circunstancias que alteran relación afectiva.

Doctrina El artículo 390 del Código Penal, que contempla y sanciona el delito de parricidio, vio incorporado como sujeto pasivo al conviviente, asimilándolo al cónyuge, sin hacer exigible a la convivencia un tiempo de duración determinado para considerar como parricidio la muerte de la pareja, ni contemplando una especie de caducidad para dejar de considerar que hubo convivencia, toda vez que para interpretar la norma penal aludida debe recurrirse al concepto que da la Ley Nº 20.066 sobre la violencia intrafamiliar, de la cual dice que se ejerce sobre una persona “con la cual se tenga o haya tenido” la calidad de cónyuge o una relación de convivencia. De esta manera, incurren en errónea aplicación del derecho los sentenciadores cuando condenan por homicidio simple, entendiendo que al haber puesto la víctima término unilateral y formalmente a la convivencia ello importaba que ya no había relación de convivencia En efecto, pese a que la víctima hubiera puesto fin a la convivencia, como el componente que sustenta este tipo de delitos es la existencia de una relación afectiva que se ve alterada por diversas circunstancias, tal como los celos o la exacerbación posesiva del hombre sobre la mujer, estas conductas pueden darse tanto durante el matrimonio o convivencia y prolongarse más allá del término de una u otra.

Legislación aplicada en el fallo: Código Penal art 390; Ley N° 20066 Año 2005 Ley de Violencia Intrafamiliar art 5;

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Ministros: Rodrigo Biel Melgarejo;

Texto completo de la Sentencia Talca, diez de octubre de dos mil siete. VISTO: A fojas 31 se presenta la Fiscal adjunto de Talca, doña Grace Salazar Barra, en causa RUC 060054072 6, RIT 52 006, interponiendo recurso de nulidad, en conformidad a lo dispuesto en los artículos 352, 372 y 399 del Código Procesal Penal, en contra de la sentencia dictada en la causa ya mencionada, con fecha 30 de agosto de dos mil siete, del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Talca mediante la cual se condenó a Clodomiro Fernando Moraga Farías como autor del delito de homicidio simple. Expone la recurrente que el día cuatro de agosto de dos mil seis, a las 11:10 horas, el imputado ya individualizado, se reunió con su conviviente doña Carmen Gloria Farías Osses en la Placilla ubicada en calle 8 Oriente y 2 Norte de la ciudad de Talca, procediendo a agredir a la misma con un arma cortopunzante del tipo cuchillo de una extensión de 25, 5 centímetros, provocándole 5 heridas que le afectaron la columna vertebral, el páncreas, el riñón izquierdo, el diafragma, el hígado y la aorta abdominal, las que en definitiva causaron su muerte, horas más tarde, por anemia aguda, hecho que es constitutivo de parricidio, en grado de consumado, sancionado en el artículo 390 en relación con el artículo 7º del Código Penal, correspondiéndole al acusado participación en calidad de autor. Reconociéndole, al imputado, la atenuante del Nº 6 del artículo 11 del Código Penal y las agravantes de alevosía y premeditación establecidas en el artículo 12 Nº 1 y 5 del mismo cuerpo legal, por lo que solicitó la pena de veinte años de presidio mayor en su grado máximo, más las accesoria correspondientes. Continúa la recurrente diciendo que el Tribunal Oral, sin embargo, dictó sentencia condenatoria por el delito de homicidio simple, a pesar de dar por acreditado la agresión antes señalada y la relación de convivencia entre la víctima y el victimario durante varios años y tres hijos en común, convivencia que estimaron terminada el día 20 de julio de 2006, fecha en que la victima manifestó al acusado su decisión de ponerle término, abandonando el hogar común, desestimando las modificatorias de alevosía y premeditación conocida. Fundamenta como causal principal, la establecida en el artículo 373 letra b), debido a que el tribunal en su fallo aplicó, en forma errónea, el artículo 391 Nº 2 del Código Penal, debiendo aplicar el artículo 390 del mismo código, pues el mismo tribunal, en el considerando octavo, reconoce los elementos que configuran en la especie la convivencia entre victima y el victimario, pero considera que dicha relación habría finalizado 14 días antes del actuar ilícito del imputado, ignorando el sentenciador lo establecido por la ley 20.066 de Violencia Intrafamiliar que señala expresamente la circunstancia temporal anterior, de la relación de convivencia, con el objeto de ser la victima considerada sujeto pasivo del ilícito que ella sanciona, ley que por lo demás modifica el artículo 390 del Código Penal, acotando que habría de atenderse a la finalidad o elemento subjetivo del sujeto activo que lo llevó a realizar determinada conducta. Por otra parte, continúa la recurrente, el sentenciador incurrió en una errónea aplicación del derecho al desconocer la concurrencia de las dos circunstancias agravantes de responsabilidad penal ya señaladas, por cuanto han sido establecidas en los hechos que se dieron por probados pero no reconocida su existencia jurídica, por que en el peor de los casos de no considerarse el parricidio claramente estas configurarían al menos un parricidio calificado. Como causal subsidiaria alega la de la letra e) del artículo 374 en relación con el artículo 342 letra c) y d), ambos del Código Procesal Penal, puesto que el parricidio sanciona al autor y no a la víctima y al lazo en virtud del cual se comete el delito, esto es, porque era su conviviente y la madre de sus hijos. En definitiva, de acuerdo a lo expuesto y lo dispuesto en el artículo 385 del Código Procesal Penal y demás normas legales pertinentes, la señora Fiscal solicita se declare la nulidad de la sentencia definitiva y el juicio oral que la motivó, ordenando la realización de un nuevo juicio. A fojas 46 se adhiere al recurso de nulidad el abogado querellante Augusto Marcelo Santis Poblete, por las mismas causales del recurso del Ministerio Público, tanto en cuanto a la errónea tipificación, como a la no calificación de las agravantes alegadas y a la causal absoluta de nulidad también impetrada.

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CONSIDERANDO: PRIMERO: Que, a fojas 31, la recurrente arguye que la sentencia dictada en la causa RIT 52 006, por el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Talca, de fecha 30 de agosto de dos mil siete, mediante la cual se condenó a Clodomiro Fernando Moraga Farías como autor del delito de homicidio simple de Carmen Gloria Farías Osses, adolece de nulidad. Como causal principal, la recurrente aduce la contenida en la letra b) del artículo 373 del Código Procesal Penal, debido a que el tribunal tipificó los hechos motivos de la acusación en el artículo 391 Nº 2 del Código Penal, erróneamente debiendo aplicar el artículo 390 del mismo código, ello en atención a que el mismo tribunal, en el considerando octavo de su fallo, si bien reconoce los elementos que configuran la convivencia entre victima y el victimario, la estima terminada 14 días antes del actuar ilícito del imputado, ignorando el sentenciador lo establecido por la Ley Nº 20.066 de Violencia Intrafamiliar que señala, expresamente, la relación de convivencia, texto legal que modifica el artículo 390 del Código Penal, acotando que habría de atenderse a la finalidad o elemento subjetivo del sujeto activo que lo llevó a realizar determinada conducta. SEGUNDO: Que la recurrente señala que el Tribunal Oral, dictó sentencia condenatoria por el delito de homicidio simple, a pesar que en su fallo dio por acreditada la agresión y la relación de convivencia entre víctima y el victimario durante varios años y haber tenido en ese lapso tres hijos en común, pero estimaron terminada la convivencia el día 20 de julio de 2006, fecha en que la victima manifestó al acusado su decisión de ponerle término, abandonando el hogar común. Por otra parte, se sostiene, que el sentenciador incurrió en una errónea aplicación del derecho al desconocer la concurrencia de las dos circunstancias agravantes de responsabilidad penal ya señaladas, por cuanto si bien han sido establecidas en los hechos que se dieron por probados, no ha sido reconocida su existencia jurídica. TERCERO: Que como causal subsidiaria, el acusado alega la causal de la letra e) del artículo 374 en relación con el artículo 342 letra c) y d), ambos del Código Procesal Penal, puesto que el parricidio sanciona al autor y no a la víctima y al lazo en virtud del cual se comete el delito, esto es, porque era su conviviente y la madre de sus hijos. En definitiva, la señora Fiscal solicita se declare la nulidad de la sentencia definitiva y el juicio oral que la motivó, ordenando la realización de un nuevo juicio. En los mismo términos argumenta el adherente de nulidad solicitando, también, la nulidad de la sentencia y del juicio. CUARTO: Que el fallo impugnado dio por acreditado los siguientes hechos: A. Que alrededor de las 11.00 horas del día cuatro de agosto de dos mil seis, Clodomiro Moraga Farías, después de sostener una conversación con Carmen Gloria Farías Osses en la placilla llamada “Los Tulipanes ubicada en calle 8 Oriente y 2 Norte de Talca, la agredió con un cuchillo y le ocasionó cinco heridas cortantes penetrantes: tres en la zona posterior toráxico y dos en la anterior que afectaron su bazo, páncreas, riñón, diafragma, hígado y la arteria aorta abdominal y ocasionaron su muerte, ese mismo días, pese al socorro médico que recibió en el Hospital Regional de Talca. B. Que víctima y victimario mantuvieron una relación de convivencia, durante varios años y tuvieron tres hijos, la que se prolongó hasta el día 20 de julio de 2006, fecha en la que Farías Osses manifestó al acusado su decisión de ponerle término, abandonó el hogar común, llevándose su ropa e inició una nueva relación sentimental con otro sujeto. QUINTO: Que los jueces en el apartado octavo reconocen que debe asimilarse la convivencia al vínculo matrimonial, pero arriban a la conclusión, conforme al mérito de los antecedentes del juicio, que en este caso, la víctima puso término unilateral y formalmente a dicha convivencia el día 20 de julio de 2006, cuando abandonó la casa, por lo que no existiendo relación de convivencia no hay parricidio. SEXTO: Que el artículo 390 del Código Penal incorpora al conviviente entre los sujetos pasivos del delito de parricidio, asimilándolo al cónyuge, como lo reconocen los propios jueces recurridos. Dicha norma no hace exigible a la convivencia un tiempo de duración determinada para considerar como parricidio la muerte de la pareja, como tampoco una especie de “caducidad para dejar de considerar que hubo convivencia, de allí que no resulta ajustado a derecho la interpretación que de la norma citada hacen los jueces recurridos sino que más bien un arbitrio judicial, tanto más cuando el componente que sustenta este tipo de delito es la existencia de una relación afectiva que se ve alterada por diversas circunstancias, entre ellas, los celos o la exacerbación posesiva del hombre sobre la mujer, conductas que pueden darse durante el matrimonio o convivencia y prolongarse mas allá del término de una u otra, sin olvidar que parte de los miembros de la sociedad optan –en lo cual puede o no estarse de acuerdo– en una convivencia sin sujetarse a las reglas escritas del matrimonio, pero si a sus derechos y obligaciones.

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SÉPTIMO: Que, en consecuencia, la decisión a que arriban los jueces recurridos la hacen con errónea aplicación del derecho, específicamente, al artículo 390 del Código Penal y a la ley Nº 20.066, ley esta última que debió tenerse presente al momento de interpretar el sentido de “convivencia a que alude el artículo del código penal sustantivo citado, ya que en ella se establece que la violencia intrafamiliar se ejerce sobre una persona “con la cual se tenga o haya tenido la calidad de cónyuge o una relación de convivencia. A juicio de estos falladores los jueces recurridos han vulnerado el verdadero sentido y alcance del artículo 390 del Código Penal que sirvió de sustento para la dictación de la sentencia recurrida y ese error tuvo un efecto trascendente y concreto para la pretensión de los recurrentes. OCTAVO: Que resulta inoficioso analizar los otros capítulos en que hacen consistir, también, la errónea aplicación del derecho, como, lo referente a la causal subsidiaria. Conforme a lo razonado, disposiciones legales citadas y visto lo dispuesto en los artículos 352, 358, 360, 372, 373 letra b) y 386 del Código Procesal Penal, se ANULA la sentencia recurrida de treinta de agosto pasado que se lee de fojas 1 a 31 de esta carpeta judicial y la audiencia de juicio oral que le precedió, debiéndose llevar a efecto un nuevo juicio por tribunal no inhabilitado, hasta la dictación de sentencia definitiva. Insértese en el acta respectiva. Redacción del Presidente de la Primera Sala, Ministro don Rodrigo Biel Melgarejo. Regístrese y devuélvase Rol Nº 517 2007.