Juventud Franciscana de Chile

OREN

OREN

Manual de oraciones y celebraciones litúrgicas. “Aplíquense los hermanos a lo que por encima de todo deben anhelar: tener el Espíritu del Señor y su santa

operación” (2 R 10, 8-9)

2017

PRESENTACIÓN

Estimados/as hermanos/as jóvenes, Con alegría les presento el Manual de oraciones y celebraciones de Jufra Chile, que llamaremos “OREN”. Las celebraciones del movimiento deben celebrarse festivamente, con solemnidad y dedicación. Desde ahora en adelante, ya no será una hoja la que acompañará nuestras celebraciones sino este manual litúrgico que apoyará los momentos en que nos reunamos en torno al Señor Resucitado para: celebrar nuestros aniversarios, las etapas de los distintos procesos en la Jufra, los envíos a la misión, y los compromisos definitivos con Jesucristo en la espiritualidad franciscana. El imperativo “oren”, lo podemos contemplar en los textos evangélicos (Mc 14, 38; Lucas 6,12; Mateo 6, 5-15) y en las fuentes franciscanas (2 R, 10, 8-9). Para Jesús la oración es el medio para escuchar y permanecer en el Padre, mientras que para el hermano Francisco de Asís, la oración es el modo de asentir al Espíritu del Señor y su santa operación. Por eso, podríamos decir que orar es la primera manera de fraternizar, ya que por impulso del mismo Señor recuperamos y volvemos a la comunión con él, en la escucha y el dialogo. Una fraternidad de jóvenes sin oración, es un grupo que no aprenderá por si solo a fraternizar auténticamente. Cuando oramos afirmamos que no podemos construir nuestra vida independiente a Dios, sino que necesitamos de él, pues reconocemos que venimos de él. Esta misma convicción y actitud es la que luego trasvasijaremos en la relación horizontal con los hermanos. Si no necesito de Dios, tampoco necesitaré de los hermanos. Por lo tanto, si no oramos la fraternidad corre el riesgo de quedarse solo en el ámbito de la simpatía y el gusto, pero sin convicción profunda de fraternidad porque solo Dios es quien me enseña a ser hermano. En el ícono de la portada contemplamos a la Santísima Trinidad, que nos recuerda que al orar, entramos en relación con el Dios Trino y Uno, con el Dios que es fraternidad, y por tanto relación. Mirando esa comunidad divina, nosotros también aprendemos a relacionarnos sanamente como hermanos. Aprender a ser fraternos, no es para quedarnos en la comodidad y la protección que esta me brinda sino que es para salir, y dar testimonio de que es posible crear lazos y redes de fraternidad, incluso con nuestras diferencias. En otras palabras, cuando aprendemos del Dios Trino y Uno a ser hermanos, somos llamados al mismo tiempo a construir una nueva sociedad, un nuevo sistema, una nueva lógica de relación, una nueva economía. Por lo mismo, el ícono nos muestra un pueblo caminante que se sabe acompañado por Dios en el camino, pues este se ha encarnado, y vive en medio de su pueblo. Les animo con fuerza y convicción a seguir poniendo a Jesucristo en el centro de sus vidas, pues seguimos a su Padre, movidos por su Santo Espíritu. Los jóvenes de nuestro tiempo, quieren simpatía y algo más, quieren acogida y algo más, quieren cercanía y algo más; ese algo más de sentido profundo, de búsqueda existencial y de deseo aún no satisfecho, lo podemos encontrar y comunicar solo en Dios. Quiero agradecer a quienes han colaborado con la elaboración de este sencillo material litúrgico. Agradecer a Christian Galaz que nos ayudó a recopilar las distintas celebraciones de Jufra, a Paloma Galindo que nos aportó con el diseño del ícono de la portada, y a Fr. Saúl Zamorano que revisó y corrigió el texto en su etapa final. “Nada, pues, impida, nada separe, nada se interponga; nosotros todos, dondequiera, en todo lugar, a toda hora y en todo tiempo, todos los días y continuamente, creamos verdaderamente y humildemente y tengamos

en el corazón y amemos, honremos, adoremos, sirvamos, alabemos y bendigamos, glorifiquemos y

sobreexaltemos, engrandezcamos y demos gracias al altísimo y Sumo Dios eterno, Trinidad y Unidad, Padre, e Hijo, y Espíritu Santo, creador de todas las cosas y salvador de todos los que en El creen y

esperan y lo aman…” (1 R 23,10).

La paz y el Bien del Señor para cada uno,

Fr. Luis Andrés Cisternas Aguirre, ofm Asistente Espiritual Nacional Jufra.

Martes 15 Agosto 2017, Santiago de Chile Solemnidad de la Asunción de la Virgen María.

1.- LECTURA ORANTE DE LA PALABRA DE DIOS.

(1) LECTIO DIVINA

Cuando se presentaban tus palabras, yo las devoraba, tus palabras eran mi gozo y la alegría de mi corazón, porque soy llamado con tu Nombre”. Jeremías, 15,16“

Nuestros Estatutos Nacionales dicen: “La forma de vida de la Juventud Franciscana, o en adelante JUFRA es esta: vivir el Santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo siguiendo el ejemplo de San Francisco de Asís”. Es por esta razón, que la Palabra de Dios, Buena Nueva para el hombre de todo tiempo, esta destinada a ocupar un lugar primordial en la vida de nuestras fraternidades. La Palabra de Dios, no es cualquier palabra, pues ella contiene el fundamento de nuestra existencia, vida y vocación. En ella encontramos, nuestra alegría más plena, y la respuesta a nuestros deseos más profundos. Ella es luz para nuestra vida personal y fraterna, es alegría en nuestro caminar, es empuje a una nueva vida, es interpelación de la propia vida y es el dinamismo que nos permite hacer presente el Reino de Dios. Entonces, la Palabra de Dios no puede ser un simple trámite que realizamos al inicio o final de nuestros encuentros fraternos, sino que ella debe ocupar un tiempo y espacio considerable, para que por la escucha de esta misma Palabra podamos ser transformados a imagen y semejanza del Hijo de Dios, Jesucristo, Nuestro Señor. Es así, como también San Francisco de Asís descubrió en el Evangelio su vocación personal y fraterna (1 Cel 22; cf. TC 25; LM 3,3-4). Entonces, la JUFRA, hoy esta invitada a aplicarse por encima de todo a la oración, “para tener el Espíritu del Señor y su santa operación” (Rb X 9). La práctica de la Lectio Divina o lectura orante de la Palabra de Dios, es un medio orante

practicado durante siglos en la Iglesia, y que ha permitido a muchos hombres y mujeres

tener un auténtico encuentro con Jesús, pues esta practica es ante todo esto, un encuentro

vital.

Cuando somos conscientes de todo lo que se esconde detrás de la Lectio Divina, dejamos de hacerla como un simple trabajo intelectual o rutinario, para integrar en ella, la vida entera, mi situación vital. Porque en cada encuentro con la Palabra de Dios, Jesús habla a tu vida concreta, a tus alegrías, a lo que vives en ellas, a tus penas y frustraciones, a tus heridas y dones, para tocar todo esto y así transformarlo y plenificarlo. Jesús quiere hacernos cristianos felices, dejémonos visitar y tocar por Él, de modo que luego restituyamos este amor, expandiéndolo a quienes nos rodean.

Esta concepción tan nueva y vieja a la vez, quiere ampliar el contacto que nosotros podamos tener con Jesucristo, cuando oramos con la Palabra, pues Jesús, no es solo un personaje histórico que podamos simplemente recordar. En otras palabras, Jesús no está en la historia solamente para ser observado, examinado y juzgado… para ser visto con los ojos del cuerpo o de la mente. Él está para ser conocido en una relación, conocido con el ojo del corazón. Entonces, querido hermano y querida hermana, entra a la práctica de la Lectio Divina, con

toda tu persona, dispone tus sentidos y facultades a la persona de Jesucristo, que te sale al

encuentro por medio de la lectura orante de la Palabra de Dios. El quiere preguntarte

“¿Qué vas conversando por el camino?”, ¿qué vives?. A continuación, te proponemos seis

momentos para practicar, en la vida personal y fraterna, el encuentro con la Palabra de

Dios. Buen camino.

A. PREPARACIÓN -Invocación al Espíritu Santo

Este no es cualquier momento, y por lo mismo, no debe hacerse como uno más. Podríamos decir, es la base sobre la cual se realiza la Lectio Divina. La Palabra de Dios, ha sido inspirada a los autores sagrados por el Espíritu Santo, y por eso, también accedemos a ella inspirados por este mismo Espíritu. Además, es el Espíritu Santo, quien nos dispone y ayuda a abrir nuestra misma vida a su presencia, para que Él mismo sea cada vez más Dios en nosotros. Por tanto, es el Espíritu Santo quien nos capacita para entender lo que por nuestros propios medios y capacidades no podemos. El Espíritu Santo quita los obstáculos físicos, psicológicos y ambientales para centrar la atención en la Palabra de Dios. -Ejercicio para disponer el cuerpo No acogemos esta Palabra de Vida, solamente con la razón, sino también con el corazón, que en la Sagrada Escritura, nos refiere al lugar donde todas nuestras facultades de conocimiento se entrelazan. Entonces, en este momento, nos hacemos conscientes de nuestra corporalidad, porque allí también acogemos la Palabra del Verbo Encarnado. Se recomienda realizar en este momento algún ejercicio de relajación, para estar más despiertos y atentos.

B. LECTURA En este momento se hace la lectura del texto bíblico con el cual se va a orar. Es recomendable hacerlo pausadamente, y las veces que sea conveniente.

C. CONTEXTUALIZACIÓN. ¿Qué dice?

Para introducirnos en el texto, hacemos lo que llamamos la contextualización, es decir, vamos aprendiendo la secuencia cronológica del texto, el lugar, los personajes, etc. Para esto, se pueden hacer preguntas que refieran al texto mismo, sin todavía interpretar o

“Francisco iluminado con los

resplandores de la luz eterna, llegaba

a sondear, con admirable agudeza de

entendimiento, las profundidades de

las Escrituras… penetraba los más

ocultos misterios, y allí donde no

alcanza la ciencia de los maestros, se

adentraba el afecto del amante” (LM

11, 1)

asimilar el texto con nuestra vida. Se recomienda para este momento, de acuerdo a nuestras posibilidades, haber preparado el texto bíblico, es decir, haberlo estudiado históricamente, pues esta Palabra corresponde a un tiempo y cultura determinada.

D. MEDITACIÓN Por la repetición del texto continuamos profundizándolo. Para esto, ocupa el tiempo que sea necesario, de modo que luego nos quedemos con una Palabra o un versículo, el cual lo repetiremos interiormente. Este versículo será elegido porque algo provoco en mi interior: interpelo mi vida, o me consoló, o me animó, etc. Por ejemplo: “el sembrador salió a sembrar”, lo vamos repitiendo lentamente por unos 10 minutos, al ritmo de la respiración y dejando que todo nuestro ser se centre en esas palabras. Es el momento en la cual, la Palabra descansa en la tierra personal por la repetición de la misma. Es la repetición de esta Palabra la que permitirá que ésta sea sembrada profundamente. Por ello, no dejes pasar indiferente este momento. Aquí dejamos que la Palabra sea sembrada, y que ella misma como Palabra viva de frutos en nosotros, de modo que vaya transformándonos desde adentro, incluso muchas veces sin darnos cuenta de aquello, porque la transformación llega privilegiadamente por la presencia que contiene la Palabra y no solo por la reflexión que nosotros podamos hacer de ella.

E. ORACIÓN. ¿Qué me dice?

Inmerso en lo regalado por el Señor, es decir, aquella Palabra Sagrada, la sigo escuchando, pero ahora preguntando al mismo Señor, qué es lo que quiere decir a mi vida. ¿Qué nueva percepción estoy siendo invitado o invitada a aceptar? Este es el momento del dialogo con el Señor en la desnudez de la confianza. En otras palabras, es el momento de la personalización de la utopía del evangelio, es decir, voy haciendo mías las palabras del Señor, ya que ellas son dirigidas a mi vida.

F. RESTITUCIÓN. ¿Qué le digo? Es bueno “restituir” a Dios, mediante la alabanza, la acción de gracias, la bendición, la súplica y la invocación, todo cuanto él nos ha ofrecido a través de la Palabra que nos ha dado en el Espíritu y que ha sido leída y compartida como una buena noticia para cada uno y para la fraternidad entera. Aquí formulamos un propósito de vida como fruto del dialogo con el Señor, tenido anteriormente. A la vez, somos invitados a restituir al Señor mediante la salida de uno mismo, compartiendo con los hermanos lo orado. Termina este encuentro, agradeciendo al Señor, y pidiéndole que te asista para vivir lo que él mismo te ha señalado, y así restituirle al Señor las obras y las palabras.

2.- ORACIONES.

(2) ORACIÓN DE LA JUVENTUD FRANCISCANA

INTERNACIONAL

Señor Jesucristo,

Tú que eres la luz y alegría de nuestras vidas, Humildemente te pedimos que nos concedas

Tu Espíritu de pobreza para que nos proteja del mal; Concédenos tu Espíritu de humildad y sencillez

Para que nos libere de ser esclavos de nosotros mismos;

Danos sabiduría y una comprensión generosa de la cruz Para que te amemos sólo a Ti, y contigo y en ti,

Amemos a toda la creación, a todas las personas y cosas.

Ante todo, Señor, danos corazones y cuerpos puros Para que podamos sembrar alegría donde quiera que vayamos,

Buscar el bien y oponernos al mal; Para que ayudemos a nuestros hermanos y hermanas, en los que estás presente,

A hacer el bien cada día y estar más cerca de ti.

Mira, oh Señor, a nuestros corazones y almas, Que están dispuestos a responder a todas tus llamadas;

Danos tu gozo para que seamos alegres heraldos de tu Reino.

Esto te lo pedimos, Señor, Unidos a tu madre y nuestra madre, la bienaventurada Virgen María,

Y a nuestro seráfico padre y hermano, A quien hemos escogido como guía para nuestro camino.

¡Amén!

(3) ORACIÓN VOCACIONAL DE JUFRA CHILE

(Fray Luis Cisternas Aguirre, ofm)

Padre Nuestro, te agradecemos por llamarnos: A la vida para ser felices junto a los demás, siguiendo tus huellas.

Danos tu Santo Espíritu, para escuchar y discernir, la voz de nuestro Buen Pastor, Jesucristo, y en medio de tantos ruidos,

caminar con aquel que nos convoca a vivir como hermanos. Somos tus jóvenes franciscanos,

y hoy te pedimos que nos ayudes a profundizar en nuestra vocación, en aquello que tú quieres de nosotros,

para salir de nuestros egoísmos personales y eclesiales, aprendiendo que la vida esta hecha para darla,

y así, provocar junto a nuestros hermanos, el lío y la revolución de la ternura, la fraternidad y la minoridad.

Ayúdanos a hacer de nuestros estudios, trabajos y profesiones,

un lugar de testimonio, para anunciarte ante todo con nuestra vida, y nunca dejar a nadie sin una mirada misericordiosa.

Por eso, nuevamente te decimos con nuestro hermano Francisco de Asís: “¿qué quieres que hagamos?”

Gracias Padre Nuestro, porque todo es don. Amén

(4) SALUDO A LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA (s. francisco)

Salve, Señora, santa Reina, santa Madre de Dios, María, que eres virgen hecha iglesia

y elegida por el santísimo Padre del cielo, a la cual consagró Él

con su santísimo amado Hijo y el Espíritu Santo Paráclito,

en la cual estuvo y está

toda la plenitud de la gracia y todo bien.

Salve, palacio suyo; salve, tabernáculo suyo;

salve, casa suya.

Salve, vestidura suya; salve, esclava suya; salve, Madre suya

y todas vosotras, santas virtudes, que sois infundidas por la gracia e iluminación del Espíritu Santo en los corazones de los fieles,

para que de infieles hagáis fieles a Dios.

(5) ANTÍFONA DEL OFICIO DE LA PASIÓN

(S. Francisco)

Santa Virgen María, no ha nacido en el mundo

ninguna semejante a ti entre las mujeres, hija y esclava del altísimo y sumo Rey,

el Padre celestial, Madre de nuestro santísimo Señor Jesucristo,

esposa del Espíritu Santo: ruega por nosotros

ante tu santísimo amado Hijo, Señor y maestro.

Gloria al Padre. Como era.

(6) ORACIÓN DEL MISIONERO JUFRA Señor Jesús, hoy queremos ser instrumentos

para la construcción de Tu Reino. Toma nuestras vidas y transfórmalas en beneficio de nuestros hermanos.

Fortalece nuestra fe y pon en nuestros labios las palabras precisas, para llegar al corazón de cada persona que pongas en mi camino.

Bajo el amparo de María, nuestra Madre, nos abandonamos a tu amor para que guíes nuestros pasos

y no permitas que el cansancio nos haga desfallecer. San Francisco y Santa Clara de Asís,

hemos querido continuar el camino misionero propuesto por ustedes, animen nuestros pasos tras las huellas de Jesucristo.

Amén

(7) ORACIÓN DE ENVÍO A LA MISIÓN Jesús, gracias por haberme invitado

a ser parte de la misión Jufra Chile en (se dice el lugar de misión)………….., para que tu Palabra se haga joven con los jóvenes.

Respondo a tu llamado, como hermano/a misionero/a, en esta Misión,

para hacerte presente con mis acciones. Me comprometo a vivir durante estos días la fraternidad,

la vida de oración, la confianza, y la pobreza, con el espíritu propio del discípulo/a misionero/a tuyo franciscano.

¡Bendice mi compromiso y envía a tu Espíritu para que me ilumine

y dé las fuerzas necesarias para llevar a cabo tu misión! María, Madre de Jesús y madre nuestra,

que por tu “sí” permitiste la encarnación de tu Hijo en nuestra historia,

acompáñame en esta Misión, para que el Espíritu Santo actúe a través de mí

y la Palabra se haga joven con los jóvenes San Francisco de Asís, hermano nuestro, ayúdanos a vivir

Confiados en la Providencia, y con los brazos abiertos A nuestros hermanos, especialmente a los pobres. Amén.

(8) ORACIÓN POR LAS VICTIMAS DE LOS INCENDIOS FORESTALES (2017).

(Fray Luis Cisternas Aguirre, ofm)

¡Padre, hermano y consolador nuestro, Altísimo, Omnipotente y Buen Señor!

Te damos gracias porque así como nos has creado, sigues caminando al lado de nosotros, tus hijos,

para enseñarnos que somos una gran familia de hermanos, llamados a consolar a quienes sufren por la soledad, la enfermedad,

la marginación y las tragedias. Hoy te pedimos por los muchos hermanos y hermanas,

víctimas de los desastres naturales de Chile. Suscita en muchos hombres y mujeres de buena voluntad, y en especial en los jóvenes de nuestro movimiento Jufra,

la capacidad de cuidar y respetar la hermana y madre tierra, que nos sustenta, gobierna, y produce variados frutos.

Ayúdanos a mirar fraternalmente a todas nuestras hermanas criaturas, para que nuestros proyectos económicos, políticos y sociales,

nunca atenten con la dignidad de ellas, alterando su aporte a la armonía de la tierra. Hermano Francisco de Asís, hermano de todos,

enséñanos a ir y abrazar a los hermanos que sufren, y reconocer en ellos a Cristo pobre y crucificado.

Virgen del Carmen, Patrona de Chile, ruega y camina con tu pueblo, que una vez más siente el peso de la Cruz.

Amén.

(9) ORACIÓN POR EL MEDIO AMBIENTE

Padre del Universo, tú estás en el origen de todo lo que nos rodea, visible e invisible.

Estás presente en la creación, pero tu presencia es discreta

y nos resulta difícil descubrirla. Ayúdanos a conocerte y amarte en todas las cosas,

en las personas, en los animales, en las plantas. Te damos gracias y bendecimos tu nombre. Tú nos has encomendado esta obra tuya,

para que la perfeccionemos y la usemos en bien de todos. No permitas que utilicemos la creación para beneficio nuestro

en menoscabo de los demás. Haznos pequeños y humildes

ante la grandiosidad de lo que nos rodea. Tú, que has querido hacerte presente en la creación,

y eres el agua y el pan de vida, sacia nuestra sed y hambre de Ti,

transfórmanos y transforma esta vida mortal en vida, que nunca acaba. Te lo pedimos en nombre de Jesús,

tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo

por los Siglos de los siglos. Amen.

(10) ORACIÓN POR TODOS LOS ANIMALES Bendito seas, Dios Todopoderoso, creador de todos los seres vivos.

En el quinto y sexto días de la creación, Tú creaste peces en los mares, aves en el aire y animales en la tierra.

Tú inspiraste a San Francisco para que considerara a todos los animales

como sus hermanos y hermanas. Te pedimos que bendigas a este animal.

Por el poder de Tu amor, permite que [el animal] viva según Tu deseo.

Siempre serás alabado por toda la belleza de Tu creación. ¡Bendito seas, Dios Todopoderoso, en todas Tus criaturas! Amén.

(11) CREDO DE CIVILIZACION DEL AMOR

Creemos que nuestro Dios

nos ha llamado a vivir en América Latina para construir su Reino.

Creemos que todos los habitantes de ESTA TIERRA

tienen derecho a vivir con dignidad, con justicia, con paz y libertad.

Creemos que todos los CRISTOS CRUCIFICADOS

de América se levantarán resucitados y gloriosos por la solidaridad entre nuestros pueblos.

Creemos que podemos vivir en COMUNIÓN

sin violencia, sin guerras y sin opresión.

Creemos que los POBRES, los indígenas,

los niños y los tristes, son preferencialmente amados por el Padre,

y por eso de ellos nos declaramos sus hermanos.

Creemos que cada FAMILIA de nuestra tierra, necesita vivir en la fidelidad y en la ternura.

Creemos que los JÓVENES americanos

no pueden vivir pasivamente sus horas y sus días, sino que deben ser los primeros ciudadanos

de esta nueva Civilización.

Creemos que hacer una PATRIA grande es posible entre nosotros,

los pueblos del Caribe, del Atlántico y del Pacífico, de modo que nuestras fronteras

no sean murallas que nos dividen, sino líneas de encuentro fraternal.

Creemos que el ESPÍRITU DE DIOS

anima a la Santa Iglesia, que como un gran Pueblo de liberación

peregrina en el Continente.

Creemos que MARÍA, la Madre de Jesús, nos ha protegido con cariño a lo largo de nuestra historia.

Ella nos impulsa a compartir el pan con los hambrientos,

y a levantar del polvo a los humildes.

Creemos ardientemente en un cielo nuevo y en una tierra nueva.

Y pedimos con insistencia

que la Civilización del Amor sea pronto realidad entre nosotros.

Amén.

3.- CELEBRACIONES JUFRA CHILE

(12) COMPROMISO INICIACIÓN

La entrega del símbolo (Evangelio) la debe hacer el Animador Local, o en su defecto un representante

del Equipo Local, si la ceremonia es celebrada a nivel local.

De ser todos los hermanos la fraternidad quienes pasen de etapa, la entrega del símbolo debe realizarla

el Animador Zonal, o en su defecto un representante del Equipo Zonal.

De recibir el símbolo hermanos de distintas fraternidades en instancia zonal, se recomienda que el

Animador Zonal (o en su defecto un representante del Equipo Zonal) haga la entrega del símbolo

Se recomienda que la celebración de este compromiso de iniciación se realice durante la Eucaristía,

después de la oración post- comunión).

Animador: El/los joven/es inician en este día un tiempo fuerte de discipulado, para escuchar a Jesucristo con la ayuda de la experiencia del hermano Francisco de Asís. Pidamos por el/los joven/es, para que el Señor les regale la gracia de permanecer en esta aventura evangélica.

Sacerdote/o Asistente espiritual: Acérquense los hermanos que quieren iniciar su formación en la JuFra.

Jóvenes: Aquí estoy Señor para hacer tu voluntad (cada uno de los candidatos repite la frase).

Sacerdote/o Asistente espiritual: Hermanos antes de ser integrados a JuFra Chile y al dar inicio a lo que es su etapa de Formación, en ella les pregunto: Como jóvenes ¿quieren vivir el estilo de vida de Francisco de Asís?

Jóvenes: Sí, quiero.

Sacerdote/o Asistente espiritual: ¿Se comprometen a proteger, salvaguardar y cuidar la creación que Dios nos ha dado?

Jóvenes: Sí, me comprometo.

Sacerdote/o Asistente espiritual: ¿Quieren servir a todos sus hermanos en especial a los más necesitados?

Jóvenes: Sí, quiero.

Sacerdote/o Asistente espiritual: ¿Quieren vivir los valores humanos, cristianos, franciscanos y en fraternidad?

Jóvenes: Sí, quiero.

Sacerdote/o Asistente espiritual: Ahora los invito a que renueven su fe. ¿Renuncian al pecado para vivir en la libertad de los hijos de Dios?

Jóvenes: Sí, renuncio.

Sacerdote/o Asistente espiritual: ¿Renunciáis a todas las seducciones del mal, para que no domine en vosotros el pecado?

Jóvenes: Sí, renuncio.

Sacerdote/o Asistente espiritual: ¿Renunciáis a satanás, padre y príncipe del pecado?

Jóvenes: Sí, renuncio.

Sacerdote/o Asistente espiritual: ¿Creen en Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y la tierra?

Jóvenes: Sí, creo.

Sacerdote/o Asistente espiritual: ¿Creen en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que nació de Santa María Virgen, murió, fue sepultado, resucitó de entre los muertos y está sentado a la derecha del Padre?

Jóvenes: Sí, creo.

Sacerdote/o Asistente espiritual: ¿Creen en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida que habló, que habla y que hablará a través de todos los profetas de todos los tiempos?

Jóvenes: Sí, creo.

Sacerdote/o Asistente espiritual: ¿Creen en la santa Iglesia católica, en la comunión de los santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de la carne y en la vida eterna?

Jóvenes: Sí, creo.

Sacerdote/o Asistente espiritual: Ahora los invito a realizar su compromiso de vivir en fraternidad y en JuFra Chile.

Jóvenes: “Dios, Padre Misericordioso, que envió su palabra al mundo y, por medio del Espíritu Santo, Nos guía hasta la verdad plena, te pedimos que nos haga anunciadores del Santo Evangelio y testigos de su amor en el mundo.” Amén.

Animador: En este momento se hace entrega del signo de la Cruz de San Damián, imagen que el hermano Francisco encontró en la Capilla derruida de San Damián, y de la cual escuchó el llamado a “Reconstruir la iglesia”. Acompañamos este momento con el canto. (Terminada la interrogación se entregan los Evangelios)

(13) COMPROMISO CAMINO DE VIDA

(La entrega del símbolo (Cruz de San Damián) la debe hacer el Animador Local, o en su defecto un

representante del Equipo Local, si la ceremonia es celebrada a nivel local.

De ser todos los hermanos la fraternidad quienes pasen de etapa, la entrega del símbolo debe realizarla

el Animador Zonal, o en su defecto un representante del Equipo Zonal.

De recibir el símbolo hermanos de distintas fraternidades en instancia zonal, se recomienda que el

Animador Zonal (o en su defecto un representante del Equipo Zonal) haga la entrega del símbolo

Se recomienda que la celebración de este compromiso de camino de vida se realice durante la Eucaristía,

después de la oración post- comunión).

Animador: El día de hoy nuestro/s hermano/s joven/es de JuFra, continúan avanzando en su proceso personal y fraterno de identificación con Cristo. Por eso, hoy quieren comprometerse como jóvenes para seguir construyendo el Reino de Dios en los lugares familiares, académicos y laborales. Con nuestra oración silenciosa, pedimos al Señor que les regale su Espíritu Santo, para que puedan ser instrumentos creativos de la paz y el bien del Señor. Compromiso Jóvenes:

Yo……………………. he vivido en busca del amor, por medio de la fraternidad teniendo como testigo a Cristo, al hermano Francisco y a nuestra querida hermana Clara. Hoy quiero ofrecer con la misma fuerza que ellos siguieron a Jesucristo mi compromiso siendo sal y luz del mundo, y trabajando con firmeza por el Reino de los cielos.

Por ello, hermanos franciscanos aquí presentes, y delante de toda la fraternidad, pido que me den su bendición y aprobación para seguir construyendo el Reino, siendo un nuevo Francisco y una nueva Clara en medio de este mundo.

(Terminado el compromiso de los jóvenes, se les hace la entrega de las Cruces de San Damián)

Animador: La vida de estos jóvenes debe irradiar mediante sus gestos y palabras, la luz del Evangelio. Por eso, cada uno recibe el Evangelio, para seguir profundizando en la escucha discipular y en el conocimiento amoroso de Cristo.

(14) COMPROMISO APOSTOLADO

(La entrega del símbolo (Tau) la debe hacer el Animador Zonal, o en su defecto un representante del

Equipo Zonal.

Este signo es el último en el proceso juvenil de Jufra. Por eso, la tau es signo del compromiso serio y decidido frente a la llamada de Jesús a una vida apostólica juvenil desde la realidad vocacional

personal, ya sea como laico comprometido, como profesional, como padre o madre, o consagrado.

Es imperativo que la celebración de este compromiso se haga durante la Eucaristía, después de la

oración post- comunión).

Sacerdote/o Asistente espiritual: Ustedes han sido llamados a vivir la forma y vida de la fraternidad franciscana, ¿Están dispuestos a ser luz para el mundo?

Jóvenes: Sí, estoy dispuesto.

Sacerdote/o Asistente espiritual: ¿Quieren seguir a Cristo pobre y crucificado que sufre con dolor en los pobres, marginados e incomprendidos?

Jóvenes: Sí, quiero.

Oración de la imposición de las manos. Señor, ¡haz de mí un instrumento de tu paz! Que allí donde haya odio, ponga yo amor; donde haya ofensa, ponga yo perdón; donde haya discordia, ponga yo unión; donde haya error, ponga yo verdad; donde haya duda, ponga yo fe; donde haya desesperación, ponga yo esperanza; donde haya tinieblas, ponga yo luz; donde haya tristeza, ponga yo alegría. ¡Oh, Maestro!, que no busque yo tanto ser consolado como consolar; ser comprendido, como comprender; ser amado, como amar. Porque dando es como se recibe; olvidando, como se encuentra; perdonando, como se es perdonado; muriendo, como se resucita a la vida eterna. Amén.

(15) RENOVACIÓN DE COMPROMISO FRATERNO

JUFRA CHILE

Se sugiere que se realice para celebrar el Aniversario de las fraternidades de nuestro movimiento,

durante la Eucaristía, o alguna liturgia de la fraternidad.

(Después de rezar el Credo se da inicio a la renovación, si se realiza en la Eucaristía)

Animador: En este día la Fraternidad Jufra……………. celebra…. años de vida. Por eso, ellos quieren agradecer a Dios Trino y Uno que les ha llamado a la fraternidad, para juntos seguir las huellas del Cristo pobre y crucificado. En este tiempo, Dios le ha permitido profundizar en la vocación personal, para así llegar por su gracia y la colaboración de ustedes, a hacer lo que él quiere en sus vidas. Les invitamos a todos los jóvenes de la fraternidad a pasar adelante para renovar su compromiso de vida cristiana y franciscana.

Sacerdote/o asistente espiritual: estimados jóvenes, ¿Quieren continuar respondiendo al llamado que el Señor les ha confiado de seguir poniendo sus vidas en las manos de Dios, para ser instrumentos de misericordia y paz?...

Jóvenes: Sí, quiero.

Sacerdote/o asistente espiritual: ¿Quieren continuar profundizando en “el espíritu de la oración y la santa devoción, es decir, la relación con el Señor, mediante la oración y los sacramentos, especialmente la Eucaristía en donde vemos al mismo Señor donándose como alimento de salvación ?...

Jóvenes: Sí, quiero.

Sacerdote/o asistente espiritual: ¿quieren continuar profundizando en las relaciones fraternas, que solo es posible construir cuando le damos espacio en nuestras vidas al Espíritu Santo, y así cumplir la voluntad del Padre?...

Jóvenes: Sí, quiero.

Sacerdote/o asistente espiritual: ¿Quieren salir de la comodidad y anquilosamiento fraterno, para ir juntos a anunciar a la sociedad, mediante el testimonio y la vida, que es posible vivir como hermanos y construir la civilización del amor?...

Jóvenes: Sí, quiero.

Sacerdote/o asistente espiritual: ¿Quieren poner sus estudios y profesiones al servicio del Reino de Dios, en las personas de los privilegiados del Señor, los pobres?...

Jóvenes: Sí, quiero.

Sacerdote/o asistente espiritual: ¿Quieren vivir como hermanos respetando la vida y dignidad de toda creatura, especialmente de la creación, optando por un nuevo estilo de vida, que favorezca el cuidado, la justicia y la paz?...

Jóvenes: Sí, quiero.

Sacerdote/o asistente espiritual: ¿Quieren poner a disposición del Reino de Dios, los dones y talentos que Dios les ha regalado?...

Jóvenes: Si, quiero.

Sacerdote/o asistente espiritual: ¿Quieren vivir insertos en la sociedad como jóvenes franciscanos, poniendo amor donde haya odio, perdón donde haya ofensa, armonía donde haya discordia, verdad donde haya error, esperanza donde haya desesperanza, luz donde haya tinieblas y alegría donde haya tristeza?...

Jóvenes: Sí, quiero…

Sacerdote/o asistente espiritual: Dios que los llamo a la fraternidad para construir su Reino, les ayude a continuar hasta el fin….

Jóvenes: Amén…

(A continuación, todos los jóvenes de la fraternidad rezan juntos esta oración)

(Se sugiere que un integrante de la fraternidad, antes de terminar la Eucaristía pueda testimoniar con

unas breves palabras los años de vida)

Omnipotente, eterno y misericordioso Dios, concédenos a nosotros, los jóvenes,

hacer por Ti lo que sabemos Tú quieres y siempre querer lo que te agrada; para que interiormente purificados,

iluminados y encendidos por el fuego del Espíritu Santo, podamos seguir las huellas de tu Hijo,

nuestro Señor Jesucristo, y por sola tu gracia llegar a Ti, ¡oh Altísimo! Que vives y reinas en Trinidad perfecta

y muy simple Unidad, y eres glorificado, Dios Omnipotente, por los siglos de los siglos. ¡Amén!

(16) ENVIO A LA MISIÓN

(Después de la “Oración post- comunión”, el Presidente (sacerdote) de la celebración junto al animador

local de la fraternidad, llamará adelante a quien (o quienes) va/n a ser enviado/s. Se procederá cómo se

indica a continuación…)

- Animador de la Misa: Entre los días……………………., en las localidad/es de ………………………, respectivamente, los hermanos/as de JUFRA Chile, se encontrarán en misión. Por eso, hoy en nombre del Señor del Jesús los enviamos a la misión. A continuación, el animador local de la fraternidad JUFRA (nombre)…………… leerá un texto de una leyenda medieval, que nos ayudará a aclarar, en qué consiste la predicación y misión franciscana:

- Animador local:

“En cierta ocasión, saliendo del convento, San Francisco se encontró con Fray Junípero. Este era un hermano sencillo y bueno y San Francisco le quería mucho. Francisco le dijo: - “Fray Junípero, ven, vamos a predicar”. - “Padre mío, respondió Fray Junípero, sabes que no tengo ninguna formación”. ¿Cómo crees que puedo hablar a la gente?” Pero ya que San Francisco insistía, Fray Junípero consintió en la idea. Anduvieron por toda la ciudad dando vueltas y más vueltas, orando en silencio por todos aquellos que trabajaban en los talleres y en las huertas. Sonreían a los niños, especialmente a los más pobres. Intercambiaban alguna palabra con los más ancianos. Abrazaban a los enfermos. Ayudaron a una mujer a llevar un recipiente muy pesado lleno de agua. Después de dar varias vueltas, dijo San Francisco: “ - Fray Junípero, ya es hora de regresar al convento”. - “¿Y nuestra predicación”? “Ya hemos predicado, ya hemos predicado”, respondió el santo sonriendo” (Pellegirni e forestieri, 229)

(Las siguientes palabras pueden ser omitidas, para introducir directamente los signos)

- Sacerdote: La misión en el proyecto franciscano consiste en vivir de una determinada manera, con libertad, con holgura, con alegría, acogiendo y ofreciendo los dones que el

Importante:

-Todas las fraternidades que tengan presente a algún hermano o hermana que participará

de las misiones de JUFRA Chile, debe enviar a éstos hermanos, mediante este sencillo momento en sus lugares de origen (Capilla o Parroquia perteneciente).

- Cada hermano y hermana joven, que será enviado como misionero, debe llevar a este

momento, su mochila o bolso con que viajará, junto a su Biblia y la Cruz de San Damián

o la Tau. -Además, se debe procurar que este momento de envío se realice durante la eucaristía, ya

que es Cristo en la comunidad reunida quien nos envía.

- Los tres signos (cruz o tau, mochila y biblia) pueden ser presentados previamente en la

presentación de los dones.

Señor pone en la vida. No existe norma fija, no existe ley; existen hermanos en el mundo, hermanos cuya misión consiste en ir por el mundo de una determinada manera:

con las manos abiertas y brazos extendidos para acompañar los procesos y situaciones de las personas,

con los oídos abiertos para escuchar “la voz de Aquel que nos ama y llama” y conectar con el grito del hermano,

con los labios desplegados para adorar y alabar al Señor y poner una palabra de ánimo y de confianza entre los hermanos los hombres,

con los ojos abiertos para ver y contemplar la belleza de la creación y de todo lo creado, prolongación de la belleza que es Dios mismo y ver al mismo tiempo al que anda despeñado y descarriado para amarlo,

con los pies ligeros para caminar detrás de Jesús estrenando siempre los caminos siempre nuevos del evangelio, buscando siempre a los más perdidos y despeñados de la tierra,

con las espaldas sin peso ni cargas, ligeros de equipaje porque la vida es paso, hacia la pascua, anhelando al que es Amor eterno,

con el corazón desarmado y pacificado y amar dejándose amar…

- Animador de la Misa: los jóvenes misioneros han ofrecido en el altar del Señor, algunos signos de la misión que vivirán: 1. Cruz de San Damian o Tau: les recuerda que quien los ha enviado a la misión es Jesucristo. ¡Van en su nombre!, por eso, no olviden cada día encontrarse con él para conversar y orar. (El sacerdote junto al animador local le entrega a cada uno la tau o cruz de San Damián)

2. La mochila: les recuerda que van de camino, como hermanos, peregrinos y misioneros para encontrarnos con rostros e historias concretas. Nuestra vida es un caminar hacia un destino común, el Padre Dios. (El sacerdote junto al animador local les entrega la mochila para que cada uno la cargue en la espalda)

3. Biblia: les recuerda aquello que van a anunciar, esto es, la “Buena Noticia del Reino de Dios”, que tiene como palabra central, la “misericordia”. Anuncien esta Buena Nueva con su vida. (Se le entrega a cada misionero la biblia que trajo)

(En este momento los misioneros realizan su oración de compromiso por la misión)

- Jóvenes Misioneros:

Jesús, gracias por haberme invitado

a ser parte de la misión Jufra Chile en (se dice el lugar de misión)………….., para que tu Palabra se haga joven con los jóvenes.

Respondo a tu llamado, como hermano/a misionero/a, en esta Misión,

para hacerte presente con mis acciones. Me comprometo a vivir durante estos días la fraternidad,

la vida de oración y la pobreza, con el espíritu propio del discípulo/a misionero/a tuyo franciscano.

¡Bendice mi compromiso y envía a tu Espíritu para que me ilumine

y dé las fuerzas necesarias para llevar a cabo tu misión!

María, Madre de Jesús y madre nuestra, que por tu “sí” permitiste

la encarnación de tu Hijo en nuestra historia, acompáñame en esta Misión,

para que el Espíritu Santo actúe a través de mí y la Palabra se haga joven con los jóvenes

San Francisco de Asís, hermano nuestro, ayúdanos a vivir Confiados en la Providencia, y con los brazos abiertos

A nuestros hermanos, especialmente a los pobres. Amén. (El Sacerdote al impartir la bendición final a la asamblea, la hace de manera particular a los

misioneros)

4. CELEBRACIONES EN LA FRATERNIDAD DE

LA JUVENTUD FRANCISCANA (CIOFS).

1) Introducción 2) Celebración de la Admisión 3) Celebración de la Promesa/Compromiso 4) Celebración de las Elecciones del Consejo 5) Oración de la Juventud Franciscana

INTRODUCCIÓN Este documento es de naturaleza normativa. Al mismo tiempo ha de estar abierto a adaptaciones legítimas de diferentes culturas.

I. La naturaleza del compromiso personal y formal hecho ante Dios y la

Fraternidad de la Juventud Franciscana

1. La Juventud Franciscana es la comunión de todas las fraternidades locales

existentes de la JUFRA alrededor del mundo. Es una parte integrante de la Familia Franciscana, que vive la experiencia de vida cristiana a la luz del mensajes de San Francisco de Asís y profundiza su camino vocacional en el ámbito de la Orden Franciscana Seglar. (cf. Conclusiones de la 1ª Asamblea Internacional de la Juventud Franciscana – Introducción; cf. CC.GG. art. 96,2)

2. Los miembros de la JUFRA, ya sea individualmente o en grupo, consideran la Regla de la OFS como documento de inspiración para el crecimiento de su vocación cristiana y franciscana. Después de un adecuado período de formación de al menos de un año, el candidato confirma esta opción con un compromiso personal ante Dios y en presencia de los hermanos. (cf. GG.CC. art. 96,3)

II. Las celebraciones que acompañan al camino de vocación en la Juventud

Franciscana

3. Los jóvenes en la JUFRA profundizan su propio camino de vocación a la luz del

mensaje de San Francisco. Tras un período de conocimiento inicial de la fraternidad, se incorporan a la vida de la fraternidad con la Celebración de la Admisión. Posteriormente, confirman su camino de vocación en JUFRA con la Celebración de la Promesa/Compromiso. (cf. JuFra: Camino de Vocación Franciscana, n. 19; 21; 22)

La acogida, en ambas celebraciones, corresponde al presidente de la fraternidad local a la que se incorpora o con la que se compromete el joven. En el caso de que ningún hermano de la fraternidad local haya realizado su promesa, como en el caso de una fraternidad emergente, la acogida corresponderá al presidente del nivel superior o, en su defecto, al Ministro de la Fraternidad local OFS o su delegado. Durante las celebraciones mencionadas con anterioridad, el papel y la presencia del asistente espiritual son medios para garantizar la fidelidad al carisma franciscano, la comunión con la Iglesia y la unión con la Familia Franciscana. (cf. JuFra: Camino de Vocación, Franciscana, n. 21, 28; Conclusiones de la 1ª Asamblea Internacional de la Juventud Franciscana).

III. Celebración de la Admisión en la fraternidad de la Juventud Franciscana

5. El tiempo de admisión en la JUFRA es un período de búsqueda, de toma de

primeros contactos, de acercamiento, de acogida, que termina con la decisión de iniciar el período de formación. (Modelo de Estatutos Nacionales, art. 24)

6. La Celebración de Admisión en la fraternidad de JUFRA precede al período de formación para la Promesa/Compromiso. La celebración deberá ser modesta y sencilla. Se aconseja que antes que se realice esta celebración, el joven franciscano haya recibido ya el sacramento de la confirmación. (cf. Conclusiones de la 1ª Asamblea Internacional de la Juventud Franciscana)

7. La celebración será llevada a cabo durante una oración propia de la fraternidad y no durante la misa. Tras la celebración, se podrán entregar al joven el Evangelio y otros documentos de la JUFRA. (cf. Conclusiones de la 1ª Asamblea Internacional de la Juventud Franciscana)

IV. Celebración de la Promesa/Compromiso

8. Tras al menos un año de formación, los candidatos pueden confirmar su decisión

con una promesa personal hecha ante Dios y en presencia de sus hermanos. Compete al Consejo local de la JUFRA admitir a los candidatos a la Promesa/Compromiso, y mediante este Celebración, el joven se incorpora plenamente a su Fraternidad. Cada año, el joven que haya realizado su Promesa/Compromiso deberá llevar a cabo una renovación de la misma, como se define en los Estatutos Nacionales. (cf. JuFra: Camino de Vocación Franciscana, n. 21; Modelo de Estatutos Nacionales, art. 27-28; Conclusiones de la 1ª Asamblea Internacional de la Juventud Franciscana)

9. Antes de la celebración de la Promesa/Compromiso, por la que se entra a la

fraternidad de la JUFRA, el candidato deberá participar en un retiro espiritual

preparado para tal fin. (cf. Conclusiones de la 1ª Asamblea Internacional de la Juventud

Franciscana) 10. Cuando sea posible, la promesa/compromiso en la JUFRA deberá hacerse durante

una celebración eucarística y ha de estar abierta a toda la comunidad. Se entregará la Tau al joven Franciscano, posiblemente diseñada de un modo especial. (cf. Modelo de Estatutos Nacionales, art. 28; Conclusiones de la 1ª Asamblea Internacional de la Juventud Franciscana)

11. La celebración de la Promesa/Compromiso en la fraternidad de JUFRA incluye: a) La renovación del Bautismo b) La aceptación personal y pública de vivir el evangelio en fraternidad según el

ejemplo de San Francisco. c) Aceptación de la Regla de la OFS como documento de inspiración. (cf. JuFra: Camino de Vocación Franciscana, n. 6; 21)

12. Los miembros de la Fraternidad Local de la OFS, si existe una, han de ser invitados a la Celebración de la Promesa/Compromiso, ya que la OFS es considerada como particularmente responsable de la JUFRA, debiendo estar dispuesta a compartir con ella su experiencia de vida evangélica.

(17) CELEBRACIÓN DE ADMISIÓN

EN LA JUVENTUD FRANCISCANA

APERTURA

La celebración comienza con una canción apropiada, la señal de la cruz y algunas palabras de bienvenida del asistente que preside y ejercita el papel de celebrante o, si no es un clérigo, de líder de la oración. El Presidente de la fraternidad o su delegado explica el significado de la Celebración y alienta a participar, con estas palabras u otras parecidas:

Presidente o delegado El Señor nos ha llamado a vivir en fraternidad la forma de vida Evangélica que le

mostró a Francisco de Asís. Él nos reúne hoy aquí para recibir a aquellos que, movidos por el Espíritu Santo, han pedido ser admitidos en la Juventud Franciscana y desean comenzar su período de formación, el cual culminará con su Promesa/Compromiso.

Invoquemos la presencia del Espíritu Santo para que nos ayude a dar testimonio a nuestros hermanos y hermanas de una auténtica vida cristiana y franciscana.

Celebrante o líder de la oración (Asistente espiritual/o Sacerdote)

Oremos. Dios nuestro Señor. Tú que nos mandaste a tu hijo Jesucristo para que sea para nosotros el camino, la verdad y la vida, concede a estos jóvenes, que piden ser admitidos en la Juventud Franciscana, que escuchen atentamente las palabras del evangelio y las observen plenamente como hizo San Francisco. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.

Todos: Amén.

LECTURA BREVE Se puede elegir una lectura adecuada.

1) Rom 6,3-11 – “Vivamos una vida nueva.” 2) Mc 1,12-15 – “Convertíos y creed en la Buena Nueva” 3) Ecles 11,7-10; 12,1 – “Acuérdate de tu Creador en tus días de juventud ” 4) Jer 1,4-10 – “No digas que eres muy joven, tu irás donde yo te mande y harás lo que yo te

ordene.”

El celebrante o líder de la oración puede hacer una breve reflexión espiritual

CELEBRACIÓN DE ADMISION

Los candidatos expresan su deseo de ingresar a la Juventud Franciscana. El presidente de la fraternidad, o su delegado, recibe su petición con estas palabras u otras parecidas:

Presidente o delegado

Aquellos que piden ser admitidos en la fraternidad acercaros por favor, a saber: N. N.

Los candidatos se levantan y contestan uno por uno: Candidato

¡Aquí estoy!

Entonces, los candidatos responden todos juntos:

Candidatos

Hermanos y hermanas, nosotros aquí presentes os pedimos entrar en esta fraternidad de Juventud Franciscana, para que podamos vivir más intensa y fielmente la gracia y entrega de nuestro bautismo siguiendo a Jesucristo, de acuerdo con las enseñanzas y el ejemplo de San Francisco de Asís. Queremos ser oyentes perseverantes y atentos de la Palabra de Dios; perseverantes en oración personal y en comunidad. Queremos gozar del amor de Dios en el Sacramento de la Reconciliación y la Eucaristía.

Que María, la Madre de Jesús y Madre nuestra, encomiende a Señor nuestros deseos y oraciones.

Presidente o delegado

Con alegría en nuestros corazones, esta fraternidad se complace en aceptar vuestra petición y os da la bienvenida para que comencéis vuestra etapa de formación.

Celebrante o líder de la oración (Asistente espiritual/o Sacerdote) La Iglesia y la Familia Franciscana, especialmente la OFS, reconoce y se alegra con

vuestras sinceras intenciones. Que el Señor os de paz y perseverancia en esta decisión.

Todos: Amén. Demos gracias a Dios.

Celebrante o líder de la oración (Asistente espiritual/o sacerdote)

Demos gracias a Dios por estos hermanos y hermanas rezando todos juntos la oración que Dios nos enseñó: Padre nuestro, que estás en el cielo…

Al final de la celebración se puede rezar la oración de la Juventud Franciscana. La celebración termina con la bendición de San Francisco y una canción adecuada. Si el momento es adecuado, el presidente puede entregar a cada miembro los símbolos característicos (el Evangelio y otros documentos de JUFRA).

(18) CELEBRACIÓN DE PROMESA/COMPROMISO

EN LA JUVENTUD FRANCISCANA A ser posible, la Promesa/Compromiso de los miembros de JUFRA, debería celebrarse durante la celebración de la Eucaristía. Tras la lectura del Evangelio, el presidente de la fraternidad o su delegado, invita a aquellos que van a hacer una promesa a presentarse y expresar públicamente sus intenciones.

Presidente de la fraternidad o su delegado

Aquellos que quieran hacer (renovar) su promesa/compromiso de vivir el Evangelio en la fraternidad de la Juventud Franciscana acercaros.

El presidente o su delegado lee los nombres de los candidatos. Los candidatos, una vez que sus nombres han sido leídos, se levantan y expresan que están preparados contestando: Candidato

¡Aquí estoy!

Delegado del grupo de los candidatos

Somos un grupo de jóvenes que queremos compartir la experiencia de vida Cristiana en la fraternidad de la Juventud Franciscana (por un año) y responder así al amor de Jesucristo. Queremos ser una comunidad de fe, con el Evangelio como guía, la Eucaristía como centro, la Iglesia como Madre y los pobres y humildes como hermanos y hermanas.

Todos: Amén.

Homilía El Celebrante (Sacerdote/o asistente espiritual) dice la homilía a partir de las lecturas de la Misa a aquellos presentes. Tras la homilía, el celebrante invita a los presentes a rezar.

Celebrante (Sacerdote/ o asistente espiritual)

Queridos hermanos y hermanas, todos anheláis un mundo mejor donde reinen el amor y la alegría. Pero a menudo no hay suficientes trabajadores para construir este mundo mejor. “La mies es mucha pero los obreros pocos”, dice el Señor. Por eso, demos gracias a Dios por este grupo de jóvenes que, en comunión con la Familia Franciscana, están dispuestos a dar su valiosa contribución para llegar a esa meta. Recemos para que Dios en su bondad os ayude a ser testigos del amor y la alegría del Evangelio en nuestro mundo.

Tras un momento de silencio el celebrante reza en estas palabras o parecidas:

Dios, Padre bueno, fuente de alegría y fortaleza para el débil, guarda a estos jóvenes

que inspirados por el ejemplo de San Francisco, están ofreciendo su juventud para construir un mundo mejor. Dales la gracia de ser fuertes y generosos. Por Jesucristo nuestro Señor.

Todos: Amén.

Entonces sigue el acto de la promesa/compromiso. Puede ser expresada individualmente o por un candidato en nombre de todos (si se trata de un grupo grande de jóvenes).

Puesto que sólo hay una fórmula, se ha de tener cuidado de evitar confusión entre los que renuevan su promesa y los que la hacen por vez primera.

Promesa/Compromiso Yo, N.N., por la gracia de Dios, renuevo mis promesas bautismales y me encomiendo

al servicio del Reino de Dios, siguiendo el ejemplo de San Francisco de Asís e inspirándome en la Regla de la Orden Franciscana Seglar. Así pues, prometo (renuevo mi promesa de) vivir el Evangelio de Jesucristo en la fraternidad de la Juventud Franciscana (durante este año) siguiendo su forma de vida. Prometo responder a todas las llamadas del bien, cobrar fuerzas de la Eucaristía, reconocer en el pobre y el humilde el rostro del Cristo sufriente, así como buscar y realizar la voluntad de Dios. Que la intercesión de la Virgen María y nuestro seráfico padre San Francisco me ayuden en este camino. Amén.

Celebrante (Sacerdote/ o asistente espiritual) ¡Que Dios confirme vuestra decisión y bendiga vuestra juventud! ¡En el nombre del

Padre, del Hijo y del Espíritu Santo! Amén.

Todos: Amén.

Cuando todo haya terminado, los jóvenes que se han comprometido se acercan a recibir los símbolos característicos (la Tau, que representa la pertenencia a la Familia Franciscana, el Nuevo testamento o la Regla de la OFS como documento de inspiración…) mientras se canta un himno. La firma del documento se hará después de la celebración de la Eucaristía. La celebración de la Promesa/Compromiso puede concluir con la oración de la Juventud Franciscana. La misa continúa en la Oración de los Fieles.

(19) CELEBRACIÓN DE LA ASAMBLEA ELECTIVA DE LA FRATERNIDAD

EN LA JUVENTUD FRANCISCANA

La celebración de la Asamblea Electiva empieza con un himno adecuado y la señal de la cruz, seguida de una invocación al Espíritu Santo.

Asistente Espiritual

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Todos: Amén.

El que preside las elecciones anima con estas palabras u otras parecidas: Presidente del capítulo

Queridos hermanos y hermanas, el Señor nos llama hoy a ser responsables: a elegir a algunos de nuestros hermanos y hermanas que, en nombre de Dios, guiarán, animarán y coordinarán a esta fraternidad de Juventud Franciscana. Invoquemos al Espíritu Santo para que nos guíe.

Himno al Espíritu Santo u otro canto adecuado.

Ven, Espíritu Creador

Ven, Espíritu Creador, visita las mentes de tus fieles; llena de la gracia

divina

los corazones que tú has creado.

Tú, llamado el

Consolador, Don del

Dios Altísimo; Fuente

viva, Fuego, Caridad y

espiritual Unción.

Tú, con tus siete dones, eres Fuerza de la diestra de Dios. Tú, el prometido por el Padre. Tú pones en nuestros labios tu Palabra.

Enciende tu luz en nuestras mentes, infunde tu amor en nuestros corazones, y, a la debilidad de nuestra carne, vigorízala con redoblada fuerza.

Al enemigo ahuyéntalo

lejos, danos la paz

cuanto antes; yendo tú

delante como guía,

sortearemos los peligros.

Que por ti conozcamos al Padre, conozcamos igualmente al Hijo y en ti, Espíritu de ambos, creamos en todo tiempo.

Gloria al Padre por

siempre, gloria al Hijo,

resucitado de entre los muertos, y al

Paráclito por los siglos y

siglos.

Amén.

LECTURA BREVE Se escoge una breve lectura de las Sagradas Escrituras o de los escritos de San Francisco.

1) Col 3:9-17 – “Revestíos de tierna compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia… Y

sobre todas estas cosas, vestíos de amor, que es el vínculo de la unidad.” 2) Mt 5:1-12 – “Dichosos los pobres de espíritu, los gentiles y los misericordiosos” 3) Mt 11:20-30 – “Escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los

niños.” 4) Lc 10:1-9 – “Id; he aquí yo os envío.” 5) Lc 1:26-38 – “Aquí tienes a la sierva del Señor, que el haga conmigo lo que me has dicho.” 6) Jn 13:1-15 – “Pues si yo, el Señor y Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis

lavar los pies los unos A los otros.” 7) Escritos de San Francisco: La Exhortación de los hermanos y hermanas de la penitencia 8) Escritos de San Francisco: Carta a los fieles 9) Escritos de San Francisco: Regla no bulada de 1221, capítulos 22 y 23

El asistente espiritual se dirige a los presentes con palabras de aliento.

Presidente del capítulo

Y ahora, tras la invocación al Espíritu Santo y la lectura que hemos escuchado, tendréis que elegir, sin interés personal, a aquellos que actuarán en beneficio de esta fraternidad. ¿Prometéis votar en conciencia y con libertad plena, por el beneficio de la fraternidad?

Todos: Sí, lo prometemos.

El proceso de elección continúa con la elección del presidente, vice-presidente y los miembros del Consejo, tal y como se define en el reglamento de las elecciones.

PROCLAMACIÓN DE LOS MIEMBROS ELECTOS Los nuevos miembros electos se acercan al presidente del capítulo y al asistente espiritual. Tras una proclamación oficial del resultado de las elecciones, el presidente pide su aceptación.

Presidente del capítulo

¿Aceptas el servicio que la fraternidad te ha encomendado mediante el proceso de elección y por voluntad de Dios?

Miembro elegido

Sí, acepto.

Presidente del capítulo

Que el Señor te dé su gracia para poder servir humildemente a esta fraternidad con los servicios que se te han encomendado.

Todos: Amén.

El asistente espiritual dice esta oración:

Asistente espiritual

Señor del Cielo y de la Tierra, que invitas a tu pueblo a colaborar en tu plan de salvación, haciéndolo artífice de Tú Reino –un Reino basado en el amor, la paz y el don de sí mismo al prójimo–, bendice a estos hermanos y hermanas elegidos para el servicio de consejeros y servidores de esta fraternidad.

Haz que rebosen de tu Espíritu para que puedan penetrar en la verdad de tu Palabra, conducir a sus hermanos en el camino de perfección, animar cuando aparezca la indiferencia, alentar en los momentos de incertidumbre, y ser, en todo momento y circunstancia, heraldos de Tu Reino.

Les diste el ejemplo de nuestro seráfico padre San Francisco, dales ahora la fuerza necesaria para que sigan siendo como él, sencillos y bondadosos, pobres y generosos, testigos alegres y espirituales, portadores de la paz y el bien por donde vayan.

Te lo pedimos por la intercesión de la bienaventurada Virgen María y su hijo

Jesucristo que vive y reina por los siglos de los

siglos.

Todos: Amén.

La celebración termina con la Oración de la Juventud Franciscana, seguida por la bendición del seráfico padre San Francisco y un canto adecuado.

ORACIÓN DE LA JUVENTUD FRANCISCANA

Señor Jesucristo, Tú que eres la luz y alegría de nuestras vidas, humildemente te pedimos que nos concedas tu Espíritu de pobreza para que nos proteja del

mal; concédenos tu Espíritu de humildad y

sencillez

para que nos libere de ser esclavos de nosotros mismos;

Danos sabiduría y una comprensión generosa de la

cruz para que te amemos sólo a Ti, y contigo y en ti,

amemos a toda la creación, a todas las personas y

cosas.

Ante todo, Señor, danos corazones y cuerpos puros para que podamos sembrar alegría donde quiera que vayamos, buscar el bien y oponernos al mal; para que ayudemos a nuestros hermanos y hermanas, en los que estás presente, a hacer el bien cada día y estar más cerca de Ti.

Mira, oh Señor, a nuestros corazones y almas, que están dispuestos a responder a todas tus llamadas; danos tu gozo para que seamos alegres heraldos de Tu Reino.

Esto es lo que te pedimos, Señor, unidos a tu madre y nuestra madre, la bienaventurada Virgen María, y a nuestro seráfico padre, a quien hemos escogido como guía para nuestro camino.

¡Amén!