Juzgando el pasado

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Juzgando el pasado

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El Líder de Israel

PorWilliam Yessid Beltrán

IntroducciónEn contadas ocasiones, hemos pensado como ha de ser el momento, cuando conozcamos a los hombres y mujeres que fielmente siguieron y obedecieron a nuestro Dios, cuyas vidas fueron registradas en las Sagradas Escrituras; programas como este, nos dan una idea de cómo eran estas reconocidas personas y nos permiten relacionarnos más con sus experiencias.

Para el DirectorSe debe preparar a un pequeño número de jóvenes, para que encarnen en los personajes, que siempre acostumbran estar en un juicio: Un juez, una secretaria, una fiscal, un abogado defensor, un oficial y dos testigos; además de un octavo joven que protagonice el drama, en este caso siendo Moisés.

Lectura BíblicaY Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Por cuanto no creísteis en mí, para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto, no meteréis esta congregación en la tierra que les he dado. Números 20: 12

ProgramaAl iniciarse, cinco de los personajes entraran al estrado, excepto los dos testigos y el acusado; el juez se sentará de último en su silla y la secretaria estará a su lado, mientras que el defensor y la fiscal se sentarán frente a él, cada uno en una silla separada y oficial permanecerá en pies al lado derecho del juez.

-Oficial. De pies para recibir, al juez de la suprema corte…(La secretaria y los dos abogados se levantan, en tanto que el juez entra y se sienta).

-Juez.Pueden sentarse…(Al oírlo le obedecen).Es el momento, para iniciar el juicio en contra del antiguo líder de Israel…Traigan al acusado. (El oficial sale del estrado y al instante vuelve con Moisés).

-(El acusado es puesto junto a su abogado defensor, mas aun no se le permite sentarse).

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-Secretaria. Moisés hijo de Amram, hijo de Coat, hijo de Leví…Se le acusa de haber pecado contra Jehová Dios Israel, después de haber sido el líder de su pueblo por tanto tiempo. (Moisés se encuentra en Silencio, frente a la acusación).

Juez.¿Cómo se declara?

-Moisés(Queda pensativo por unos segundos).No puedo decir inocente, porque si he pecado…(La secretaria, quien apunta registro de todo, se sorprende al escucharlo).Pero, tampoco puedo decir culpable, porque el Señor me ha perdonado.

-Juez.Es lo veremos, siéntese…La fiscalía tiene la palabra.(Moisés se sienta, en tanto que la fiscal se levanta).

-Fiscal.En vista de la actitud del acusado, seré breve al mostrar mis fundamentos…Primero, quiero referir la base de esta acusación; Sagradas Escrituras, libro de Números, capitulo 20 y versículo 12: Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Por cuanto no creísteis en mí, para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto, no meteréis esta congregación en la tierra que les he dado.Esto Señoría, quiere decir que principalmente por culpa del acusado, aquella multitud aturdida por las necesidades, no recibió perdón, no como él quien según si lo recibió y no solo eso, aquellas personas tampoco pudieron entrar a su tierra prometida.(Moisés y el defensor, observan en silencio a la fiscal).Pero que mis palabras no sean suficientes, por esto quiero llamar a un testigo…Alguien que estuvo allí presente y que también debió pagar por aquel pecado, pero no será uno de los que estuvieron en la multitud, será aquel que estuvo junto al acusado en esa situación.

Juez.Traigan al testigo…(El oficial se adelanta y trae al testigo, a Aarón).(Aarón se sienta al lado derecho del juez, mientras que el oficial se para junto a él).

-Juez.Aquí no hay necesidad de juramento, porque las Sagradas Escrituras lo han registrado todo… (Le dice a Aarón, mirándolo fijamente).

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Así que, tenga mucho cuidado con sus respuestas.

-Fiscal.Muy bien Aarón, dígame…¿Usted y Moisés escucharon claramente el mandato de Dios, con respecto a las quejas del pueblo?

-AarónSi…Cuando nos arrodillamos llevando nuestros rostros al suelo, la gloria de Jehová se nos presentó y Él nos habló con mucha claridad.

-Fiscal.¿Actuó Moisés como Dios le ordenó? -Aarón.No.

-Fiscal.¿Por qué?

-Aarón.(Queda un instante en silencio).Porque golpeó con soberbia la peña…Y, porque no dio gloria a Dios por aquel milagro.

-Fiscal.¿Y fue esto la causa de un pecado colectivo?

-Aarón.Si… (Aarón intenta continuar su respuesta, pero la Fiscal se lo impide).

-Fiscal.Me hubiese gustado hacerle también unas preguntas al acusado…Pero creo que con esto es suficiente, la fiscalía descansa. (Al decir esto, la fiscal se vuelve a su asiento).

-Juez.Es tiempo para la defensa…Señor abogado, si quiere también puede usar a este testigo.(El aboga se pone en pies, mientras que el Juez le habla).

-Abogado.No, gracias Señoría…Yo tengo mi propio testigo, además la fiscal ha utilizado muy bien su tiempo y yo quiero hacer igual…

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-Juez.Traigan al segundo testigo…(El oficial se lleva a Aarón y trae al segundo testigo, el cual es un ángel).(El ángel se sienta al lado derecho del juez, mientras que el oficial se para junto a él).

-Abogado.Señoría. He aquí un ángel de Dios, quien voluntariamente ha querido venir en ayuda de mi cliente… (El abogado toma la Biblia en sus manos).Solo quiero hacer una pregunta y que el testigo tenga toda libertad para responder…Si mi cliente se arrepintió ¿Puede él tener seguridad, que Dios le ha perdonado?

-Ángel.Tú tienes una Biblia en tus manos y si la has leído, sabrás que en Cristo Jesús toda la raza humana encontró la salvación y el perdón de sus pecados…No importa si naciste al principio de la creación o si aun no has nacido, no importa si tu falta ha sido pequeña o enorme, para Dios todos sus hijos son iguales y su amor para con todos es el mismo, para Él no hay pecado grande o pequeño y todo aquel que se arrepiente de corazón, recibe perdón por la sangre de su Salvador.

-Abogado.(Deja que un segundo de silencio, acompañe la respuesta del ángel).No más preguntas su Señoría.(El abogado vuelve a su asiento).

-Juez.Frente a esta respuesta tan cierta, no podemos hacer más…Y guiándome por las Sagradas Escrituras, debo decir que el testigo tiene toda la razón.El acusado queda en libertad.(Al escuchar el veredicto, el abogado y su cliente se dan la mano).Señor Moisés ¿Tiene alguna cosa por decir?

-Moisés. -Conclusión-Si…Nosotros somos humanos y nos estamos libres de pecar, pero el yugo del pecado fue roto hace ya mucho tiempo y en Cristo Jesús todos tenemos perdón y redención.No importa el pecado que hayamos cometido, si nuestro arrepentimiento es verdadero, no debemos tener duda, que nuestro Señor nos ha perdonado.

Cortesía www.revistagospel.org