KAY, Cristobal, 1998, Neoliberalismo y Estructuralismo. Regreso Al Futuro, Memoria, Num 117, Pp....
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ceinos
'DIRECTOR: FOR DIAZ-P01 ANCO • NOVIEMBRE DE 1998 • N IIM § I S. 01)
Globalización estructuralismo yr
neoliberalismo IMMANUEI
WALLERSTEIN
Nueva Sección: Etnicidad
Derechos indígenas1 en la actualidad' HÉCTOR DÍAZ POLANCO
CRISTÓBAL RAY
• .4 CARLOS MALLORQUÍN
PAULO NOGUF IRA
""11
14ARINA SALGADO
JOSÉ GUADALUPE
GANDARILLA
El golpe de Estado en Chile según JAMES PETRAS
Dios según GERARDO DE LA FIJEN l'E
DIRECTORA GENERAL
Elvira Concheiro •
MEMORIA Número I 17
Noviembre de 1998
MI
DIRECTOR
Nector Díaz-Polanco
EDITOR
Pablo Maria Mdinet
CONSEJO EDITORIAL
Barry Carr
ElvIra Concheiro Bórquez
Geranio de la Fuente
Héctor Díaz-Polanco
Pablo González Casanova
José Angel Leyva
Luciano López Zarnudio
Amoldo Martínez Verdugo
Rcardo Melgar Bao
Garlas Payán Velver
Andrés Ruiz
Enrique Serno
Raquel Sosa Elízaga
Raquel Tbol
Gabnel Vargas Lozano
Mano J. Zepeda
JEFE DE REDACCIÓN
Alejandro Miguel
ADMINISTRACIÓN Y VENTAS
Encarnación Baldomnos
DISEÑO Y FORMACIÓN
Ouetzad León Caluxto
Ig III E
`:rernona es una publicar en mensual dei Cer,tro de Estudios
del Deur-Rento Dbrerc. Suciáista. A.C. Suscripciones y
rerresoundercia: Rallares y Poni» No 99. Col. Parque San
Andres. Deiegacen Coyoacár. C.P 04040, México D F
519 6, ' 7. 5+X 9826 y 544 98 I 6. 549 02 53. Certificado
fictud de titulo No 5008 (otorgados el I 3 de mayo de
1992) Reserva oe Titulo No 1 1796-92. ISSN 0186-1395.
E-maii. cemos(dserndecuram rrts
Página web. Ettp~xrrieunrid.com ,mx
Meco det ejemoiar i 5 00
Númer05 drera de circulación: $ 2000
Suscripción. 12 números.
déme°. 50 pesos
Norte y Centroaménca. 90 dólares USA
Europa, i dólares USA
.krica y Oceada. 135 ddares USA
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CON T E N IDO XENTHO DE [sumos DEL MOVIMIENTO OilltEk0 Y SOCIAINEV
hl R9ES,DEN-E Y DIRECTOR F uNDADOR
Arnoldo Mortmez Verdugo
MEMORIA 117
TERCER MILENIO
5 Sobre la economía-mundo actual
Entrevista con Immanuel Wallerstein
Karina Salado
y José Guadalupe Gandarilla
10 Neol beralismo y estructuralismo
Regreso al futuro
Cristóbal Kay
16 El estructuralismo de Celso Furtado
Carlos Mallorquín
23 C nco mitos de la "globalización"
Paulo Nogueira Batista, jr.
ETNICIDAD
27 Derechos indígenas en la actualidad
Héctor Dín-Polanco
28 Luchas indígenas
Jorge Nahuel
Survival International
Comunidad Mapuche Antonio Paillao
TERCER MILENIO
Neoliberalismo y estructuralismo Regreso al futuro
7, s ; o ; a;
n este texto, tulio algunas preocupaciones contemporáneas
tienen quever con la "contrarrevolución" neoclásica o neoltberal
E acerca de los estudios del desarrollo, especialmente aquellas que -
en la teoría del desarrollo. Contrasto la posición neoliberal con la
estruct-uralista y pongo atención en cuatroastmtosdave el ajuste estructural,
el nuevo orden mundiaL el Estado y los Mercados y las estrategias de
desarrollo_ Esta comparación me pemáte acercarme a la contribución .
htinoamdicana a los estudios del desatollo a partir de la segunda guerra
mundial. Regresaré al futuro, por decirlo así, para contribuir a la
fundación de Ulla teoría del desarrollo deSpues de la guerra fría.
Creó que para superar el imparre en el que han caído los estudios del
desarrollo es necesario regresar a sus fundamentos, por una parte, y,
por la otra, replantear tales estudios a la luz de nuevas realidades, críticas
y elaboraciones teóricas. Esto es especialmente neceaario si queremos
contrarrestar la actual supremacía hegemónica del neoliberalismo en
las ciencias sociales y especialmente en las políticas económicas. Espero
que, más adelante, este ensayo subrayará lo fructíferas que resultan las
teorías del desarrollo latinoamericanas para entender los actuales
problemas del desarrollo y para proveer un marco alternativo al análisis
y política neoliberales.
EL CÍRCULO QUE SE CIERRA: LA CRISIS Dr, LA TEORÍA DEL
DESARROLLO Y EL RESURGIMIENTO DE LA TEORÍA
NEOCLÁSICA Y LAS POLÍTICAS NEOLIBERALES
ME
MO
RIA
117
En los años de la posguerra, especialmente durante el decenio de los
cincuenta, la escuela estructuralista latinoamericana desafió a la teoría
neoclásica en general y a la teoría ortodoxa del comercio en particular.
La feroz crítica del estructuralismo latinoamericano hacia la teoría
Traducción de: ingjés: Pablo Maria Molinet / Carlos Mallorquín FRONTERA coo ESTADOS UNIDOS, 1995
• 10
neodásica y los debates que esta crítica generó eran parte de un proceso
más general que vio el surgimiento de la economía del desarrollo.
La teoría del, ,desarrollo floreció durante los decenios de 1950 y
1960, pero a mediados„de loS años setenta sufrió el creciente ataque de
la teoría neoclásica, quéresurgiócuando la teoría del desarrollo comenzó
a dudar de sí Misma. Hoy triunfa d neoliberalismo, especialmente
después del fin de la guerra fría. Los neoliberales se apresuran a proclamar
el "fin de la historia", el surgimiento de un nuevo orden mundial .
,
neoliberal y, como una nota a pte menor, la irrelevancia de los estudios
del desarrollo. No obstante, esta posición —confiada de sí si no es que
arrogante— es cada día más cuestionada, especialmente cuando tenemos
los pelos de la burra en la mano: la evidencia de y la protesta social
contra las consecuencias negativas de la economía neohberal. Es cada
día más daro que para 1992 el neoliberalismo había alcanzado su cenit,
y que ello podría dejar espacio para paradigmas alternativos. Más aún,
los estudios del desarrollo pueden estar en una "encrucijada" o en un
imparte, pero eso no los invalida. La guerra fría puede haber terminado,
pero no los problemas del desarrollo del sistema-mundo, sin considerar
la periferia y los países pobres. Las recientes compilaciones acerca de la
economía del desarrollo, indican que por lo menos esta rama de la teoría
del desarrollo ha alcanzado cierto grado de madiaret,i incluso La12
demuestra cate punto, a pesar de su descalificación dela tronomía del desarrollo.
¿Qué factores han llevado a este resurgimiento y contrarrevolución
neoclásicos en el pensamiento y Itpolítica del desarrollo? Primero, la
crisis del Estado de bienestar y del keynesianisrno en los países
desarrollados, que engem» el thatcherismo en Inglaterra y la reaganomscs
en Estados Uruclos,40 -'-ja-robas que epitornizaban el discurso
neoliberal. Segundo, eti tracas as estrategias de desarrollo y de una
1.H. Chenery y T N. Sriniyasan: F/
kpmentEconomks,v015. 1 y 2, ed. North-Holland. Holanda, L988 y 1989. 2. D. Lal, led.): Detre kpment &momia (4 ots rd Elgar Inglaterra, 1992.
CONTROVERSIAS ENTRE PENSADORES ES I KUC 1 URALISTAS
Y NEOLIBERALES EN LA ERA DEL AJUSTE ESTRUCTURAL
En esta sección, trato algunos asuntos que surgen de los paradigmas
S PARADOJAS DEL AJUSTE "ESTRUCTURAL"
Ksudemne hea, Niearagui
_ y demáts.sorserscigieraso, eenl iéngixitéGs) en e RecietPnteccmodenateolndustrializados
PPaises mas de Ajuste Estructural m- unjas ,
Internacional tau) vocerol clave del mensaje neoliberaliquinto y últunno
pero no menor, el'. :colapso del 'socialismo realidern; existente e
Europa del Este y su &Ce
asiát codei Tereerlma crionsdis.ddeeiluaedieottimsdac'osTaciavitilnerabilidad de mu los
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ptación (mor cuánto tierirnMs?)]del mensaje
Ybli (5:á a".centar o a someterse aEsto
d Fondo Mon
I Suereshorse
neoliberal,
No obstante, este resurgimiento del neoliberalismo significa
que la teoría del desarrollo en general ni la escuela latinoamericana en
particular estén del todo equivocadas. De ninguna manera. El dominio
del neoliberalismo se debe con mucho, a la nueva fuerza del capitalismo
internacional y a las fuerzas sociales e instituciones que lo apoyan,
como el RAI y el Banco Mundial. Sin embargo, debemos reconocer que
las posibles debilidades y deficiencias de las teorías del desarrollo han
contribuido a este estado de cosas. Pero la historia está vivita y coleando,
y es más que prematuro dar por muertos a los estudios del desarrollo.
El predominio de la pobreza en el mundo, la crisis ecológica, los
crecientes conflictos étnicos y los problemas de carnbio estructural en
Europa del Este, muestran que la humanidad todavía e.s capaz de
resolver algunos problemas fundamentales del. desarrollo. Estos y otros
problemas siguen siendo un gran desafio para todos nosotros y creo
que la teoría del desarrollo éitt !mejor eiiuipida que el neoliberalismo
para entender estos problemas y encontrarles soluciones apropiadas.
neoliberales y neoclásicos dominantes que pueden ser útilmente
comparados con los paradigmas estructuralistas. Cuando La13 lanzó su
crítica ideológica y mal informada conta "la pobreza de la 'economía
del desarrollos'', xesuCitó algunas vidas controversias entre los
economistas neoclásicos y desarrollistas. No obstante, mientras que a
finales de los años cuarenta y cincuenta los economistas del desarrollo
desafiaban seriamente a los teóricos neoclásicos, a finales de los años
setenta y ochenta era exactamente al contrario. El resurgimiento de la
teoría neoclásica y de las políticas neohberales puso a los pensadores
del desarrollo a la defensiva.
Me concentraré en tres asuntos controversiales. El prirnero de ellos
tiene que ver con la dimensión internacional, y puede ser resumido
corno el debate entre aquellos que favorecen un"nuevo orden económico
internacional" contra aquellos que promueven un"nuevo orden internacional"
o, mejor chcho, "un nuevo orden mundial neoliherar. El segundo asunto
se refiere a la vieja contmversia Estado contra Mercado, y el tercero al
debate entre estrategias de desarrollo orientadas 'hacia adentro" o "hacia -
afuera" o, más ceñidamente, entre industrialización por vía de la
sustitución de nnportaciones versus industrialización exportadora.
Antes de tratar con controversias, quiero plantear una paradoja y clarificar
lo que entendernos por ajuste "estructural". La paradoja surge del hecho
de que mientras los SAP proclaman una drástica reducción del Estado, su
implementación exitosa requiere una intervención estatal aún mayor para
llevar a cabo las reformas necesarias y para reprimir las protestas sociales
que estas reformas provoquen. Más aúrL con los sár, la intervención de
agencias supranacionales como el Banco Mundial en asuntos nacionales
3. D. Lat The Powny of Development amamos; Instante o f Economic Affain. Inglaterra,
1983.
u •
EL PRADO, CHIAPAS, I 995
ha alcanzado dimensiones inéditas. Todo esto es, por supuesto, hecho
por los neoliberales en nombre de la no intervención
Esta no es la única paradoja. De alguna manera, podemos incluso
afirmar que neoliberales, neoclásicos y especialmente el Banco Mundial
se han vuelto una especie de estructuralistas. Podemos llamarlos
"estructuralistas neoliberales" para distinguirlos de los "estructuralistas del
sistema-mundo", como Wallerstein. El Banco Mundial reconoce ahora
la importancia de los factores estructurales del desarrollo y busca
"persuadir" a los gobiernos del Tercer Mundo de hacer cambios
estructurales a gran escala No obstante, estas reformas van en dirección
contraria a las propuestas por los estructuralistas latinoamericanos originales. Los cambios estructurales neoliberales involucran un drástico
retroceso del Estado al reducir radicalmente el gasto gubernamental
(especialmente el social), privatizar las empresas estatales, eliminar el
proteccionismo y los subsidios y liberalizar los mercados, así como
o 7
U 12
TERCER MILENIO '
cambiar la estrategia de desarrollo "hacia adentro" por la que se dirige
"hacia afuera". El cambio a la exportación no es promovido solamente
por razones de eficacia, sino por otros intereses: el Banco Mundial y la
comunidad bancaria internaciOnal esperan que con este cambio la deuda
sea repagada, al menos parcialmente.
Así, en cierto sentido, podemos afirmar que los "neoliberales de
los sm" son "estructuralistas perversos", no sólo por las razones antes
mencionadas sino porque culpan a los estructuralistas "originales" o
"progresistas" y a los economistas del desarrollo en general por los
problemas de desarrollo del Tercer Mundo.' Los economistas del
desarrollo también son acusados de sostener una teoría económica
errónea y, por tanto, de contaminar la economía. Hay un buen ejemplo
de estos puntos de vista acerca del "poco lamentable fallecimiento de la
'economía del desarrollo'" al final del libro de LaE5 este autor sostiene
que "el fallecimiento de esta teoría económica conducirá al saneamiento
de la economía y de los estudios económicos en los países en vías de
desarrollo".
EL NUEVO ORDEN ECONÓMICO INTERNACIONAL
CONTRA EL NUEVO ORDEN NEOLIBERAL
En primer lugar, me referiré al debate acerca del nuevo orden económico
internacional contra el nuevo orden neoliberal. Cuando el paradigma
del centro-periferia y la tesis del deterioro de los términos del comercio
vieron la luz por vez primera, provocaron el escándalo y las críticas
viciosas de los economistas ortodoxos. Estos economistas consideran
al comercio internacional como un motor del crecimiento, como un
proceso armónico donde todos los socios se benefician y, sobre todo,
donde la brecha de ingresos entre los países industrializados y los que
dependen de la producción primaria será gradualmente reducida y
eventualmente eliminada. Por su parte, estructuralistas como Prebisch
y Singer, arguyeron a fines de los cuarenta y principios de los cincuenta
que los beneficios del comercio eran distribuidos inequitativamente y que,
como consecuencia del deterioro de los términos de aquél, la
inequitatividad seguía reproduciéndose.
Es una consecuencia lógica del análisis de Prebisch el que éste propusiera,
a medidados de los sesenta, el establecimiento de la Conferencia de las
Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (uNcrpo, por sus siglas
en inglés) para propagar la idea de un "nuevo orden económico internacional"
durante los anos sesenta y los setenta, idea que intentaría reformar el sistema
económico internacional con la esperanza de aear un mundo más equitativo.
4.Véanse World Bank: Accekrated Development in Sub-Saharan Africa (The BergReport), World Bank. Estados Unidos, 1981: I. M. D. Littic Development: T Mary, Po licür and International Relations, Basic Books. Estados Unidos, 1982; y R Bauer: Rralip, and Rhetorir Duches in the Ewnomim of Developmenh ed. Weidenfeld and Nicolson. Inglaterra, 1984. 5.o. c. en nota 3, p. 109.
TORONTO, 1998
corporaciones transnacionales y en el interior de la economía mundial.
Pero esta es una visión economicista y tecnocrática del Estado que ignora
su carácter de clase, sus contradicciones y conflictos. Los estructuralistas
carecían de una teoría del Estado apropiada, pero con el ascenso y caída
de los gobiemos autoritarios en los dos últimos decenios, este vacío ha
sido reconocido y comienza a ser remediado.
Hoy, los neoestructuralistas tienen un punto de vista más realista
acerca del Estado. Favorecen la intervención estatal y quieren "obtener
el equilibrio correcto" entre el Estado y el mercado (en lugar de
meramente "establecer los precios correctos", como hacen los
II CRISTOBAL NAY
Pero este nuevo orden nunca llegó y la influencia de la UNCTAD decayó
mucho durante los neoliberales años ochenta.
Hoy la idea clave es "nuevo orden internacional", aunque sería
más preciso llamarlo "nuevo orden neoliberat". Este es un nuevo orden
económico y político promovido por los países de la OECID y por Estados Uni-
dos en particular. Estos países tienen tres centros de poder: Estados
Unidos con la iniciativa del Tic; el sistema de poder de Japón,
contorneado en el Pacífico y la "fortaleza Europa" compuesta por los
países de la Unión Europea con una Alemania unificada como centro.
Este mundo tripolar emergente ha llevado a la marginación del Tercer
Mundo y a la desaparición del segundo. Pero quizá lo peor es que este
nuevo sistema no sabe ver los problemas claves de la pobreza y la
inequidad en el Tercer Mundo.
Así que el riogair de los neoliberales consiste en que las políticas de
desarrollo orientadas al exterior han sido, son y serán superiores a las
orientadas hacia adentro.' Los neoliberales esparcen el evangelio de IOS
SAP para más adelante integrar a los países en vías de desarrollo al sistema
mundial capitalista con la promesa de que en ello está la clave de su
desarrollo. Mientras tanto, los neoestructuralistas enfatizan el "desarrollo desde
adentro",' noción que se hace eco del viejo concepto de desarrollo
dirigido hacia adentro pero que, al mismo tiempo, promueve las
exportaciones, particularmente industriales, a la vez que demanda la
eliminación del proteccionismo de los países desarrollados contra las
exportaciones del Tercer Mundo. Eri este sentido, los neoestructuralistas
ya no son pesimistas ante el comercio como los "viejos estructuralistas".
EL ESTADO CONTRA EL MERCADO
El otro gran debate es el del Estado contra el mercado, o el papel de éste
y de aquél en el desarrollo. Para el pensamiento estructuralista, el Estado
juega un papel clave en el desarrollo y de hecho en la economía del
desarrollo. El Estado planea e interviene en la economía para superar
fallas del mercado, toma en cuenta circunstancias económicas externas,
proveer bienes públicos, superar la falta de actividad financiera del sec-
tor privado, o lo inadecuado de ésta, etcétera. Los estructuralistas ven
con buenos ojos al Estado; para ellos es racional, progresista y actúa en
favor del interés nacional. Justifican un Estado fuerte para elevar el
poder de negociación financiera del país en relación con las
6. Vel A. O. Krueger. 'Altemative trade strategies and employment in =si, en American ECOROISC Review, no. 68. Estados Unidos, 1978; y D. Lal y S. Rajapatirana: 'Foreign trade regimes and economic growth in developing countries', en World
Bank Restaren (»cerner, no. 2. F,stados Unidos, 1987 (este texto también está en el vol. 3 de DE Pe 10pOtellt EC011017lia, cit. en nota 2).
7.J. Ramos y O. Sunket loward a neostructuralist synthesis', y Sunkel: 'From inwarchlooking development to development from within' en Sunkel (ed.): Develop-ment from Witbi n: Tonta& a Neostructuralist Appromn for Lane, America, Lynne Rienner Publishers. Estados Unidos, 1993.
E o
13
CIUDAD DL MEXIC o, 1998
L ;HALA M
EM
OR
IA 1
17
neoliberales). Así, pues, los neoestructuralistas ahora
reconocen la importancia de los precios y el mercado y
buscan una correcta, interacción entre el Estado y el
mercado para estimular una interacción dinámica y
positiva entre ellos. Como consecuencia de la crítica
neoliberal, los neoestructuralistas han adoptado una
posición que resulta "amistosa con el mercado" y "realista
con el Estado" si se compara con la visión de los
"estructuralistas ortodoxos".
En contraste, los neoliberales son hostiles al Estado
y a los sindicatos y vindican la privatización, la
liberalización, la actividad finanicera privada y la destegulación del
mercado de trabajo. El Estado es visto como la fuente de muchos de los
problemas de desarrollo de los países del Tercer Mundo. Los neoliberales
sostienen que el intervencionismo estatal (o "dirigismo", en la
terminología de Lal) ha generado distorsiones en los mecanismos del
precio que han provocado una discolocación de los recursos
productivos y, en cOnsecuencia, tasas más bajas de crecimiento. El slo-
gan neoliberal es que mercados imperfectos trabajan mucho mejor que
gobiemo y planeación imperfectos.°
ESTRATEGIAS DIRIGIDAS HACIA ADENTRO
CONTRA ESTRATEGIAS DIRIGIDAS HACIA AFUERA
Ahora trataré la controversia entre las estrategias de desarrollo dirigidas
hacia adentro y hacia afuera o, para decirlo con los neoestructuralistas,
"desarrollo desde adentro" contra "desarrollo hacia afuera". No iré al
terreno familiar de los relativos méritos de la Industrialización por
medio de la Sustitución de Importaciones (BO y de la Industrialización
Orientada a la Exportación (Fu, por sus siglas en inglés), cosa que hace
hien Kirpatrick: es más interesante destacar el entusiasmo que los
neoliberales sienten por los NIC y las E0I, entusiasmo que —como
demostraré— está basado en la desmemoria y en ciertas concepciones
no.del todo correctas, por no mencionar el peso de la ideología.
Por una amnesia aparente, los neoclásicos y los neoliberales no
quieren adrnitir que en un tiempo estuvieron en contra de la
industrialización del Tercer Mundo. Defendieron fuertemente la tesis
de que la ventaja comparativa natural de los países en vías de desarrollo
estaba en la producción y exportación de productos primarios (agrícolas,
minerales y demás). Tampoco pueden explicar por qué han cambiado
de posición, ya que ahora están dispuestos a considerar la
inchlistrialización de al menos algunos países del Tercer Mundo. Pero
esta industrialización es vista como palie de una estrategia de desarrollo
8. Véase Ld, o. c. en nota 3.
orientada hacia afuera. Sin duda, ei éxito de los mc ha
cambiado el parecer de los neoliberales, pero su
racionalización de este fenómeno es no sólo expost, sino
que también está mal concebida, como veremos más
adelante.
Me referiré a tres concepciones ncorrectas: la primera
es que a menudo los estructuralistas son percibidos como
contrarios a las exportaciones industriales. Es al contrario.
A mediados de los cincuenta, Prebisch urgió a los
gobiernos latinoamericanos a promover las exportaciones
industriales, pero en ese tiempo aquello era mucho más
difícil» Latinoamérica no estaba ubicada tan estratégicamente como
Corea del Sur o Taiwán en términos de la Guerra Fría. Más aún, los bac
del Sureste asiático eran economías pequeñas y por tanto no significaban
un desafío serio para los países de la OECD. Entonces Estados Unidos y
otros países de la organización mencionada hicieron excepciones con
las exportacione.s industriales de estos NIC.. Pero sabemos que los
estructuralistas eran pesimistas frente al mercado en ese tiempo y que
por eso no lograron entender el potencial de las exportaciones indus-
triales.
La segunda cóncepción errónea parte del hecho de que los
neoliberales se presentan como los primeros y únicos críticos de la El.
Ignoran u olvidan convenientemente que una de las primeras y más
fieras críticas a la "industrialización por medio de la sustitución de
importaciones realmente existente" —como puede ser Llamada ahora—
Fue llevada a cabo por los estructuralistas."
La tercera concepción errónea es de origen ideológico. Según los
neoliberales, el éxito de tos NIC emana del l'irse-S -aire, del rechazo del
dirigismo y de una política de desarrollo orientada exclusivamente hacia
afuera. Pero desde mediados de los ochenta, un número creciente de
estudios ha cuestionado este punto de vista» Países como Corea del
Sur practicaron y practican una fuerte intervención estatal en la
economía; muchas industrias estaban protegidas y el país sólo se
aventuró en las exportaciones después de una fase inicial (aunque breve)
de sustitución de importaciones. Pero este proteccionismo era
discriminatorio, flexible, con tiempos específicos y ordenado de acuerdo
9.C Kirkpatricle (1987)1rade policy and industrialigation tea', en N. Cern mel (d.): Sunny Development Blackwell Publishers. Inglaterra, 1987. 10.A; Gurrieri (ed.): La ohm de PrehOch en la CEP4L, Fondo de Cultura Económica, (2 vols.). México, 1982. 11.Véanse Prebisclt The EtonontE Development of Latin Amoica and lar Principal Problems, United Nations. Estados Unidos, 1950; M. C. Tavares:lle growth and decline o f import subs titutto n in Brazir, en Eanomie Edith' n for Latin America, no. 9. 1964; C. Furtado: Sanan& Development of buirtAninico,Gmbridge University Press. Inglaterra, 1970. 12. N. Harris: The End of tele T Uní World Nentb,IndustriakeptgCountdes and the Dedne of
an IdeoloD, Harmondsworth, Penguin Books. Estados Unidos, 1987. 13. D. Colman y F. Nixsom Eronotmer of Change in the Less Deteloped Colo:fries, ed. Philip Inglaterra, 1993.
14
C0.:STÓBAL KAY
a las cambiantes prioridades nacionales y a las circunstanc aS
intemacionales.''
Como consecuencia de las críticas estructuralistas y neoliberales a
la ist y a la exitosa experiencia de los NaC, los neoestructuralistas presentan
el asunto de la industrialización como la mezcla correcta de El y E01.
Favorecen, pues, la combinación de la industrialización por sustitución
de importaciones con la industrialización orientada hacia la exportación.
Al contrario de los neoliberales, los neoestructuralistas están más ciertos
de que el éxito de los Nac sudasiáticos tiene sus especificidades y no
puede ser generalizado automáticamente. Entonces, la lección correcta,
tanto para los NIC como para los lectores, es que deben mantenerse a
distancia del dogmatismo neoliberal en esta materia
REFLEXIONES FINALES
Como fue mencionado, el estructuralismo surgió como una crítica de la
teoría económica ortodoxa en general y de la neoclásica en particular.
Durante los cincuenta, los sesenta y muy a principios de los setenta, el
mensaje estructuralista fue en verdad influyente en los gobiernos
latinoamericanos y en el diseño de sus políticas, a la vez que alcanzó
respetabilidad en los estudios del desarrollo, pero cayó del favor
gubernamental y académico con la crisis del populismo y del desarrollismo.
Ello permitió el resurgimiento de la teoría neoclásica y de las políticas
neoliberales, que ganaron influencia durante el decenio de los setenta y se
volvieron dominantes durante los ochenta en casi toda América Latina.
Sin embargo, no me convence la tesis de que el neoliberalismo
tiene la respuesta para los problemas de desarrollo del Tercer Mundo, si
entendemos el desarrollo no sólo como la eliminación de la pobreza,
sino como la construcción de un sistema-rmindo más equitativo y
participativo. La brecha de ingresos entre el Norte y el Sur ha seguido
ensanchándose, especialmente durante el "decenio perdido", "agobiado
por la deuda" de los ochenta. Pocos bac han logrado reducir esta brecha
y los que lo han hecho son la excepción que confirma la regla. Los bac
no anuncian (todavía) "el fin del Tercer Mundo", como sostiene Ha-
rris,14 o la "desintegración del Tercer Mundo" como dice Killidc."
La naturaleza esencialmente desigual del sistema-inundo persiste y se
reproduce En este sentido, la crítica estructuralista original del comercio
intemacional como teoría y como práctica es aún válida, aunque a nivel
teórico el análisis estructuralista no siempre acertara ni fuera
suficientemente amplio. Pero es un acercamiento brillante y esencial sobre
el cual podemos seguir construyendo. Por lo tanto, mi argumento es que
las teorías latinoamericanas —y los debates que éstas generaron— pueden
constituir una contribución valiosa al surgimiento de una ciencia histórica
y social cuyo centro podrían ser los estudios del desarrollo.
14.o. c en nota 12, 15.T. Killik: 'Wither development economics?', en Economia. Verano de 1990.
Más aún, el nuevo sistema mundial que está emergiendo de la era
de la postguerra fría necesita una teoría social unificada para su análisis
y comprensión. La visión histórica interdisciplinaria del mundo de las
teorías latinoamericanas calza muy bien a esta tarea. Pero la escuela
latinoamericana es sólo una de las contribuciones requeridas para esta
disciplina alternativa de los estudios del desarrollo, puesto que ésta debe
ser síntesis de varias ramas de las ciencias sociales. Esta universalidad
ha de ser la meta de los estudios del desarrollo.
Entonces, la teoría del desarrollo tiene una gran tarea por delante,
especialmente si es entendida como el estudio de los procesos del desarrollo
en cualquiera de los tres mundos, esto es, el primero, el segundo (ahora en
transición) y el tercero. Debemos enfatizado: los estudios del desarrollo
pueden volverse la disciplina mayor de las ciencias sociales, porque los
problemas de hoy conciernen cada vez más a todo ei mundo; hablamos
del ambiente, la pobreza, los refugiados, la inmigración internacional, el
comercio, las finanzas, la seguridad, etcétera.
Para terminar, expongo algunas advertencias y una expresión de
esperanza. Es esencial recordar constantemente que cada sociedad tiene
sus particularidades, su propia historia y cultura. Para esta renovada
teoría del desarrollo, es crucial evitar el etnocentrismo anglosajón que
ha permeado mucho del pensamiento ortodoxo del desarrollo y que es
parte central de la teoría neoclásica o neoliberal con todo y su falso
clarnor de universalidad. En este sentido, la más grande contribución
de la escuela latinoamericana ha sido introducir una visión que desnudó
el etnocentrismo sajón y afirmó la historia específica del Sur.
En nombre de la modernización y el desarrollo muchas ilusiones y
falsas esperanzas han sido creadas sólo para ser aplastadas más tarde.
Esta es una razón más para renovar la teoría del desarrollo y no justifica,
desde rni punto de vista, el rechazo del desarrollo y el abandono de su
estudio. Ello debe alertarnos, también, contra la imposición y
construcción de una sola teoría cerrada que puede conducir a una "tiranía
del globalismo". Es profundamente erróneo interpretar las tendencias
globalizantes en el sistema mundial y el colapso del Segundo Mundo
como “el fin de la historia", que algunos pensadores neoliberales
proclaman confiadamente. Las luchas contra la opresión y por la
democratización han alcanzado éxitos notables en los años recientes,
éxitos que han cambiado el curso. de la historia Los conflictos étnicos
y nacionales en Europa del Este son también un recordatorio dramático
—si no es que trágico— de que la historia está vivita y coleando. Los
nuevos movimientos sociales hacen la historia, así como otras fuerzas
menos deseables. La historia también está llena de sorpresas como lo
muestran los eventos que llevaron al súbito e inesperado final de la
guerra fría. Nuestra esperanza es que el pensamiento del desarrollo pueda-
enfrentar estos desafíos y contribuir constructivamente a la historia
que se está haciendo.
(Acompaña a este texto un amplio COIplI de notas y catorce cuartillas
de bibliografía que no incluimos por razones de espacio).
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