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    textos universitario

    C O O R D I N A C I N D E H U M A N I D A D E S

    K e L

    HANSKELSEN

    4co

    TEORA GENERAL

    DEL DERECHO

    Y DEL ESTADO

    Traduccin

    EDUARDO GARCA MYNEZ

    RJMS

    1MH

    UNIVERSIDAD NACIONAL AUTNOMA DE MXICO

    MXICO

    1995

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    Primera edicin: 1949

    Segunda edicin: 1958

    Primera reimpresin: 1969

    Segunda reimpresin: 1979

    Tercera reimpresin: 1983

    Cuarta reimpresin: 1988

    Quinta reimpresin: 1995

    DR 1995, Universidad Nacional Autnoma de Mxico

    Ciudad Universitaria, 04510 Mxico, D. F.

    DIRECCIN GENERAL DE PUBLICACIONES

    Impreso y hecho en Mxico

    ISBN 968-58-0541-5

    PROLOGO

    El presente libro tiene por objeto formular nuevamente, ms bien que

    volver a publicar, pensamientos e ideas anteriormen te expuestos en alemn

    y en francs.

    *

    El propsito ha sido doble: en primer termin o, presentar los

    elementos esenciales de lo que el autor ha denominado la "teora pura del

    derecho", en forma tal que esos elementos resulten ms accesibles a quie

    nes se han educado en las tradiciones y atmsfera del

    Common La w;

    en se

    gundo lugar, dar a tal teora una formulacin que la haga capaz de abarcar

    tanto los problema s e instituciones de los derechos ingls y norteamerica no,

    como los de los pases de derecho escrito, para los que fue originariamen te

    formulada. El autor confa en que esta nueva formulacin haya podido

    traducirse en un perfeccionam iento.

    La doctrina que ser expuesta en la parte principal d e esta obra es

    una teora general del derecho positivo. E l derecho positivo es siempre el

    derecho de una comunidad determinada: el derecho de los Estados Unidos,

    el de Francia, el mexicano, el internacional. Realizar una exposicin cient-

    fica de estos rdenes jurdicos particulares con stitutivos de las correspon

    dientes com unidade s jurdicas, es el propsito de la teora general del derecho

    contenida en este tratado. Dicha teora, resultado de un anlisis compara

    tivo de los distintos orde namientos ju rdicos po sitivos, ofrece los conceptos

    fundamentales que permiten describir el derecho positivo de una comuni

    dad jurdica determinada. El objeto de estudio de una teora general del dere

    cho consiste en las normas jurdicas, sus elementos, su interpretacin, el orden

    jurdico como totalidad , su estructura, la relacin entre los diferentes orde

    namiento s jurdicos y, por ltimo, la unidad del derecho en la pluralidad

    de los ordenam ientos jurdicos positivos.

    Como el objeto de esta teora general del derecho es permitir al jurista'

    que se ocupa de un orden jurdico particular

    ya se trate del abogado, del

    1

    AHaeincine Staatslehre

    (1925);

    ThoricGenrale d it Droit Internationa l

    Public

    (1928);

    Reine Reehfslehrc

    (1934).

    V

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    juez, del legislador o del profesor de derecho ,entender y describir en la

    forma ms exacta posible su propio derecho positivo, tal teora tiene que

    derivar sus conceptos exclusivamente del contenido de las normas jurdicas

    positivas. No debe hallarse influida por los motivos o intenciones del legis

    lador o por los deseos o intereses de los individuos con respecto a la forma

    cin del derecho a que se encuentran sujetos, excepto en la medida en que

    esos motivos o intenciones, esos deseos o intereses, se manifiestan en e l ma

    terial producido por el proceso de la legislacin. Lo que no logre encontrarse

    en el contenido de las normas jurdicas positivas, no puede formar parte

    de un concepto jurdico. La teora general, tal como es presentada en este

    libro, se dirige a un anlisis estructural del derecho positivo, ms que a

    una explicacin psicolgica o econmica de sus condiciones, o a via estima

    cin moral o poltica de sus fines.

    Cuando esta doctrina es denominada teora pura del derecho , se quie

    re expresar con ello que se la ha mantenido libre de todos los elementos ex

    traos al mtodo especifico de una ciencia cuyo exclusivo propsito es el

    conocimiento del derecho, no la formacin del mismo.

    2

    La ciencia tiene que describir su objeto tal como realmente es, y no

    prescribir cmo debiera o no debiera ser desde el punto de vista de determi

    nados juicios estimativos. Este ltimo es un problema poltico y, como tal,

    concierne al arte del gobierno, que es una actividad dirigida hacia valores,

    no un objeto de la ciencia, ya que sta estudia realidades.

    Sin embargo, la realidad a que la ciencia del derecho se refiere, no es

    la realidad que constituye el objeto de la ciencia natural. Si es necesario se

    parar la ciencia jurdica de la poltica, no es menos necesario separarla de

    la ciencia natural. Una de las tareas ms difciles de una teora general del

    derecho es determinar la realidad especfica de su objeto, mostrando la dife

    rencia que existe entre la realidad jurdica y la realidad natural. La realidad

    especfica del derecho no se manifiesta en la conducta real de los individuos

    sometidos al orden jurdico. Tal conducta puede hallarse o no de acuerdo

    con el orden cuya existencia constituye la realidad en cuestin. El orden

    jurdico determina cmo debe ser la conducta de los hombres. Es un siste

    ma de normas, un orden normativo. El comportamiento de los individuos,

    tal como realmente es, se encuentra determinado por leyes de la naturaleza,

    de acuerdo con el principio de causalidad. Este comportamiento es una rea-

    2 Cf. mi estudio

    Th e

    Function

    of the Pur Theory of Law,

    en

    Law, A

    Century of Progress,

    1835-1935; Contributions in Celebration of the lOth. An-

    niversary of the Founding of the School of Law of the New York University

    (1937), 231-241.

    V I

    lidad natural. Y en la medida en que la sociologa trata esta realidad en

    cuanto determinada por leyes causales, tal disciplina es una rama de la cien

    cia natural. La realidad jurdica, la existencia especfica del derecho, se ma

    nifiesta a s misma en un fenmeno que suele designarse con el nombre de

    positividad del derecho. El objeto especfico de la ciencia jurdica es el dere

    cho real o positivo, en opo sicin a un derecho ideal, meta de la poltica.

    As como la conducta real de los individuos puede corresponder o no a las

    normas del derecho positivo que la regulan, el derecho positivo puede co

    rresponder o no a un derecho ideal, que se presenta como encarnacin de

    la justicia o derecho natural . La realidad del derecho positivo aparece

    precisamente en esta su relacin con el derecho ideal, llamado natural

    o justo.

    La teora pura del derecho no considera su objeto como una copia ms

    o menos imperfecta de una idea trascendente. No pretende concebir el dere

    cho como creacin de la justicia, o como criatura humana de un progenitor

    divino. La teora pura del derecho insiste en una clara distincin entre dere

    cho emprico y justicia trascendente, excluyendo a esta ltima de su objeto

    especfico. No ve en el derecho la manifestacin de una autoridad sobrehu

    mana, sino una tcnica social especfica basada en la humana experiencia;

    la teora pura del derecho se niega a ser una metafsica jurdica. Consecuen

    temente, no busca la base del derecho esto es, la razn de su validez

    en un principio metajurdico, sino en una hiptesis jurdica

    es decir, en

    una norma bsica que debe establecerse por medio de un anlisis lgico

    del pensamiento jurdico real.

    Casi toda la ciencia jurdica tradicional se caracteriza por su tendencia

    a confundir la teora del derecho positivo con ideologas polticas, disfraza

    das unas veces con el ropaje de la especulacin metafsica acerca de la justi

    cia,

    otras con el de la doctrina del derecho natural. La ciencia jurdica tra

    dicional confunde el problema de la esencia del derecho

    esto es, la cuestin

    acerca de lo que el derecho realmente sea

    con la cuestin acerca de lo

    que debiera ser. Esa teora se inclina ms o menos a identificar el derecho

    con la justicia. Por otra parte, algunas teoras jurdicas tienden a igno

    rar la linea divisoria que separa la teora de las normas jurdicas que regulan

    la conducta humana, de la ciencia que explica en forma causal el comporta

    miento real de los hombres, y esa tendencia implica la confusin del proble-'

    ma de cmo d eben los hombres conducirse jurdicamente con el de cmo se

    conducen en realidad y habrn probablemente de conducirse en lo futuro.

    Si la ltima cuestin es soluble, solamente podr serlo sobre la base de una

    VII

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    sociologa general. Fundirse con esta ltima disciplina parece ser la ambi

    cin de la ciencia jurdica moderna. Pero nicamente separando la teora

    del derecho de la filosofa de la justicia y de la sociologa, ser posible es

    tablecer una ciencia jurdica especfica.

    La orientacin de la teora jurdica pura es, en principio, la misma de

    la llamada jurisprudencia analtica. A semejanza de lo que hace John Austin

    en su famoso libro

    Lectures on Jurisprudence,

    la teora pura del derecho

    trata de obtener sus resultados exclusivame nte a travs de un an lisis del

    derecho positivo. Toda afirma cin so stenida por la ciencia jurdica tiene

    que hallarse fundada en un orden jurdico positivo o en la comparacin

    del contenido de ordenamientos diversos. La ciencia jurdica se distingue de

    la filosofa de la justicia y d e la sociologa jurdica, en cuanto se cie a

    un anlisis estructural del derecho positivo, nica forma en que puede lograr

    la pureza de su mtodo. En este respecto no hay diferencia esencial entre la

    jurisprudencia analtica y la teora pura del derecho. Las divergencias se

    deben a que la teora jurdica pura trata de desenvolver el mtodo de la

    jurisprudencia analtica en una forma ms consistente que la seguida por

    Austin y sus partidarios. Lo dicho resulta especialmente verdad ero en re

    lacin con conceptos fundamentales como los de norma jurdica, por una par

    te, y derecho subjetivo y deber jurdico, por la otra, que en la ciencia jurdica

    francesa y alemana se presentan como un contraste entre l derecho en senti

    do objetivo y en sentido subjetivo; y, por ltimo, en lo que respecta a la

    relacin entre derecho y Estado.

    Austin comparte la opinin tradicional de que el derecho y el Estado

    son dos entidades diferentes, aun cuando no va tan lejos como la mayora

    de los juristas, que conciben al Estado como creador del derecho, como el

    poder y autoridad moral detrs de ste, como el dios del mundo jurdico.

    La teora pura del derecho muestra el verdadero significado de estas figu

    ras de lenguaje. Ensea que el Estado, como orden social, tiene que iden

    tificarse necesariamente con el derecho o, cuando menos, con un orden jur-

    dico especfico, relativamente centralizado, es decir, con el orden jurdico

    nacional, en oposicin al internacional, que es un orden altamente descen

    tralizado. La teora pura del derecho no slo elimina el dualismo de derecho

    y justicia y el de derecho objetivo y derecho subjetivo, sino que suprim e

    tambin el que suele establecerse entre derecho y Estado. Al proceder de

    este modo hace de la teora del Estado una parte integrante de la teora del

    derecho, y postula la unidad del derecho nacional y el derecho internacional

    dentro de un sistema jurdico que abarca todos los ordenamientos jurdi

    cos positivos.

    VIII

    La teora pura del derecho es una teora monista. Pone al descubierto

    que el Estado, concebido como ser personal, no es, en el mejor de los casos,

    sino la personificacin del orden jurdico nacional y, de manera ms fre

    cuente, un a simple hipstasis de ciertos postulados morales y polticos. Al

    abolir tal dualismo , mediante la disolucin d e la hipstasis que suele conec

    tarse con el ambigu o trmino "Estado", la teora jurdica pura descubre

    las ideologas polticas que an idan en la ciencia jurdica tradicional.

    Precisame nte en virtud de su carcter anti-ideolgico, la teora pura

    del derecho se revela como una verdadera ciencia jurdica. La ciencia, com o

    conocimiento, tiene siempre la tendencia inmanente a poner su objeto al

    descubierto. P ero la ideologa po ltica vela la realidad, ya sea transfigurn

    dola, a fin de conservarla y defenderla, ya desfigurndola, a fin de atacar

    la, destruirla o reemplazarla por otra realidad. Toda ideologa poltica tiene

    sus raices en la voluntad, no en el conocimiento; en el elemento emocional

    de nuestra conciencia, no en el elemento racional. Brota de ciertos intereses

    o, ms bien, de intereses distintos del inters por la verdad. Naturalmente

    que esta observacin no implica un juicio de valor acerca de los intereses.

    No existe la posibilidad de adoptar una decisin racional relativamente a va

    lores opuestos. Es precisamente de esta situacin de donde surge un con

    flicto realm ente trgico: el conflicto entre la

    verdad,

    como principio funda

    mental de la ciencia, y la justicia, com o supremo desidertum de la poltica.

    La autoridad poltica que crea el derecho y, por tanto, que desea con

    servarlo, puede dudar de que sea deseable un conocimiento puramente cien

    tfico de tal derecho, al margen de toda ideologa poltica. De manera se

    mejante, las fuerzas q ue tienden a destruir el orden actual y a reemplaza rlo

    por otro que consideran mejor, es seguro que no harn gran uso del conoci

    miento cientfico del derecho. Pero a la ciencia jurdica no le interesa ni

    una cosa ni la otra. Este es el tipo de cienc ia que trata de ser la teora pura

    del derecho.

    El postulado de la completa separacin de la jurisprudencia y la pol-

    tica no puede ser sinceramente puesto en tela de juicio, si ha de existir una

    ciencia jurdica autntica. Lo nico dudoso es el grado que en este cam po

    pueda alcanzar dicha separacin. En tal respecto no hay realmente una di

    ferencia m uy marcada entre la ciencia natural y la social. Por supuesto

    que nadie sostendr que la ciencia natural no corre el peligro de que los

    intereses polticos traten de influir en ella. La historia demuestra lo contra

    rio, y revela con suficiente claridad cmo algunas veces un poder terreno

    se ha sentido amenazado por verdades concernientes al curso de los astros.

    IX

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    Pero el hecho de que en pocas pretritas la ciencia natural haya sido capaz

    de alcanzar una completa independencia frente a la poltica, se debe al po

    deroso inters social en esta victoria: el inters en el progreso de la tcnica,

    que slo una ciencia libre puede garantizar. Pero la teora social no conduce

    a una ventaja directamente derivada de la tcnica social, del tipo de la que

    producen la fsica y la qumica en la adquisicin de los conocimientos de

    ingeniera y de terapia mdica. En la ciencia social y, especialmente, en la

    jurdica, no hay todava una influencia capaz de contrarrestar el inters

    arrollador que quienes detentan el poder, lo mismo que aquellos que tratan

    de alcanzarlo, ponen en una teora que favorece sus deseos, esto es, en una

    ideologa poltica.

    Lo dicho resulta verdadero especialmente en nuestra poca, poca de

    desquiciam iento en que los cimientos de la vida social se han visto estreme

    cidos hasta lo ms hondo por dos guerras mundiales. El ideal de una ciencia

    objetiva del derecho y del Estado, libre de todas las ideologas polticas, tie

    ne mayores probabilidades de ser aceptada en un perodo de equilibrio social.

    Parece, pues, que una teora pura del derecho es inoportuna en la ac

    tualidad, criando hemos visto cmo, en pases poderosos e importantes, some

    tidos a una dictadura de partido, algunos de los ms destacados representan

    tes de la ciencia jurdica parecen no tener tarea ms alta que la de servir

    (r

    con su ciencia

    al poder po ltico del mom ento. Si, a pesar de ello, el

    autor se aventura a publicar esta teora general del derecho y del Estado,

    lo hace en la creencia de que en el mundo angloamericano, en donde la liber

    tad cientfica sigue siendo respetada y el poder poltico se encuentra m s

    estabilizado que en cualquiera otra parte, las ideas gozan de una estimacin

    mayor que el poder; y, tambin, con la esperanza de que en el Continente

    Europeo , una vez con sumad a su liberacin de la tirana poltica, la nueva

    generacin ser orientada hacia el ideal de una ciencia jurdica independien

    te, ya que el fruto de una ciencia tal no se pierde nunca .

    El autor slo pudo hallarse en condiciones de preparar este libro por

    que tuvo el privilegio de venir a los Estados Unidos y de trabajar durante

    dos aos en la Universidad de Harvard. La oportunidad la debe principal

    mente a la generosa ayuda de la Fundacin Rochefeller, a quien desea ex

    presar su sincera gratitud.

    Reconoce igualmente agradecido la considerable ayuda que le fue pres

    tada por el

    Bureau of International Research,

    cuya beca le permiti elaborar

    la parte del libro relativa a la teora del derecho internacional.

    X

    Expresa, adems, su reconocimiento al Comit de la Asociacin de las

    Escuelas Norteamericanas de Derecho, encargado de la traduccin y la pu

    blicacin de la

    20th Ontury Legal Philosophy Series,

    que procur los fondos

    para la traduccin.

    El autor est grandemente obligado con el profesor Jerome Hall por

    las mltiples y valiosas sugestiones que le hizo, as como por el trabajo que

    se tom al leer las pruebas.

    Por ltimo, quiere dar las gracias al doctor Anders Wedberg por la va

    liosa ayuda que prest al hacer la traduccin inglesa de la mayor parte de

    la obra, traduccin que fue posteriormente revisada por el autor, asi como al

    doctor Wolfgang Kraus, por la traduccin de la monografa

    Die Philosophis-

    chen Grundlagen der Naturrechetslehre und des Rechtspositivismus

    (1929)

    que aparece en el apndice con el ttulo de

    La Doctrina del Derecho Natural

    y el Positivismo Jurdico.

    8

    Berkeley, California, abril de 1944.

    3 1 mencionado apndice no figura en esta traduccin castellana.

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    r

    PR I M E R A PA R T E

    EL DERECHO

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    representan un comportamiento humano pueden entrar en el contenido de

    una norma de derecho. Pero slo pertenecen a tal contenido en cuanto se

    refieren a la conducta humana, ya como condicin, ya como efecto de la

    misma.

    Podra parecer que lo anterior slo es aplicable al derecho de los pue

    blos civilizados. En el derecho primitivo, animales e incluso plantas y otros

    objetos inanimados son a menudo considerados en la misma forma que los

    seres humanos, y a veces se les impone un castigo. * Sin embargo, este he

    cho debe ser estudiado en su conexin con el animismo del hombre primi

    tivo. Considera ste a los animales, las plantas y los objetos inanimados,

    como dotados de un "alma", en cuanto les atribuye facultades mentales

    humanas e incluso, algunas veces, sobrehumanas. La diferencia fundamen

    tal entre los seres humanos y los dems seres, que constituye una parte de

    la actitud del hombre civilizado, no existe para el primitivo. Y el segundo

    aplica su derecho a seres no humanos porque para l son humanos o, al

    menos, semejantes al hombre. En este sentido, el derecho primitivo es, igual

    mente, un orden de la conducta humana.

    Pero al lado del derecho hay otros rdenes de la conducta del hombre,

    como la moral y la religin. Una definicin del derecho debe especificar

    en qu respectos difiere el derecho de esos otros ordenamientos de la con

    ducta humana.

    b) Definicin cientfica y definicin poli ica del derecho

    Cualquier intento de definicin de un concepto debe tomar como pun

    to de partida el uso comn de la palabra que designa el concepto en cues

    tin. Al definir la nocin del derecho, debemos empezar por examinar los

    1 En la antigedad haba en Atenas un tribunal especial cuya funcin con

    sista en condenar a objetos inanimados, por ejemplo, una lanza con la cual un

    hombre haba sido muerto. En su Oracin contra Aristcrates, 76 (Trad. inglesa

    por J. H. Vince, 1935, pg. 267), dice Demstenes: "Hay tambin un cuarto

    tribunal, el del Pritneo. Su funcin consiste en que si un hombre es herido por

    una piedra, o por una pieza de madera o de hierro o por cualquier otro objeto

    de la misma especie que cae sobre l, y alguien, sin saber quin lo arroj, conoce

    y posee el instrumento homicida, el tribunal debe proceder contra dicho instru

    mento". Cf. tambin Platn, Las leyes, 873, y Aristteles, Athenensium Res

    Publica, cap. 57. En la Edad Media era todava posible seguir un proceso contra

    un animal, por ej-emplo, un perro o un toro que haba matado a un hombre, o

    langostas que causaban un dao al destruir la cosecha; y el tribunal condenaba

    a muerte al animal acusado, despus de lo cual era ejecutado, exactamente en

    la misma forma que un ser humano. Cf. Karl Von Amira, Thierstrafen und

    Thierprocesse

    (1892).

    4

    siguientes problemas: presentan los fenmenos sociales generalmente deno

    minados "derecho" una caracterstica comn que los distinga de otros fe

    nmenos sociales de naturaleza semejante? Tiene esa caracterstica tal im

    portancia en la vida social del hombre que podamos hacer de ella la base

    de un concepto capaz de servir para el conocimiento de esa misma vida?

    Por razones de economa de pensamiento, cabe partir del uso ms amplio

    de la palabra "derecho". Tal vez no sea posible encontrar una caracters

    tica del tipo de la que estamos buscando. Acaso el uso actual es tan vago

    que el fenmeno llamado "derecho" no presenta ninguna caracterstica

    comn verdaderamente importante. Pero si tal caracterstica puede ser des

    cubierta, la inclusin de la misma en la definicin se justificar plenamente.

    Ello no significa que sea ilegtimo acuar un concepto ms estricto

    del derecho, que no abarque todos los fenmenos usualmente designados

    por la misma palabra. Podemos definir a nuestro arbitrio aquellos trminos

    que deseamos emplear como instrumentos de nuestro trabajo intelectual.

    El nico problema es saber si podrn servir para el fin terico que les he

    mos asignado. Un concepto del derecho cuya extensin coincide de ma

    nera aproximada con el uso comn, es obviamente en circunstancias

    iguales preferible a otro slo aplicable a una clase de fenmenos mucho

    mis pequea. Pongamos un ejemplo: desde el advenimiento del bolchevi

    quismo, del nacional-socialismo y del fascismo, se habla de "derecho" ruso,

    alemn e italiano. Sin embargo, nada podra impedirnos incluir en nues

    tra definicin del orden jurdico cierto mnimum de libertad personal, as

    como la posibilidad de la propiedad privada. La consecuencia de adoptar

    semejante definicin sera que los ordenamientos sociales que existen en

    Rusia, Italia y Alemania no podran ser ya considerados como jurdicos, a

    pesar de tener en comn con el orden social de los Estados democrtico-

    capitalistas, elementos muy importantes.

    El co ncepto mencin? do anteriormente defendid o en obras recientes

    de filosofa del derecho revela tambin hasta qu punto una tendencia

    poltica puede influir sobre la definicin del derecho. El concepto del dere

    cho se hace entonces coincidir con un ideal especfico de justicia, a saber,

    el de la democracia y el liberalismo. Desde el punto de vista de la ciencia,

    libre de toda clase de juicios de valor morales o polticos, la democracia

    y el liberalismo son nicamente dos principios posibles de organizacin so

    cial, lo mismo que la autocracia y el socialismo. No hay ninguna razn cient

    fica por la que el concepto del derecho tuviera que definirse de tal modo que

    excluyese las dos ltimas clases de organizacin de la sociedad. Tal como

    5

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    lo empleamos en estas investigaciones, no tiene connotacin moral ninguna.

    Designa una tcnica especfica de organizacin social. En cuanto problema

    cientfico, el del derecho es un problema de tcnica social, no un proble

    ma tico. El aserto "un cierto orden social tiene el carcter de derecho

    o es un orden jurdico", no implica ningn juicio moral, en el sentido de

    que tal orden sea bueno o justo. Hay ordenamientos jurdicos que, desde

    cierto punto de vista, son injustos. Derecho y justicia son conceptos dife

    rentes. En cuanto lo distinguimos de la justicia, el orden jurdico aparece

    como derecho positivo. Este libro se limita a estudiar el concepto del dere

    cho positivo y, por tanto, debe distinguir claramente la ciencia del derecho

    positivo y la filosofa de la justicia.

    c) El concepto del derecho y la idea de la justicia

    Liberar el concepto del derecho de la idea de la justicia es difcil,

    porque ambos se confunden constantemente en el pensamiento poltico no

    cientfico, as como en el lenguaje cotidiano, y porque esta confusin co

    rresponde a la tendencia ideolgica que trata de hacer aparecer el derecho

    positivo como justo. Si el derecho y la justicia son identificados y slo un

    orden justo es llamado derecho, un orden social presentado como jurdico

    aparece al mismo tiempo como justo, esto es, como moralmente justi

    ficado. La tendencia a identificar derecho y justicia es la tendencia a justifi

    car un orden social dado. No se trata de una tendencia cientfica, sino

    poltica. De acuerdo con ella, el esfuerzo de tratar el derecho y la justicia

    como problemas diferentes despierta la sospecha de que se trata de repudiar,

    al mismo tiempo, la exigencia de que el derecho positivo sea justo. Tal

    exigencia es evidente por s misma; pero lo que en realidad significa es

    una cuestin diversa. Una teora pura del derecho de ningn modo se opone

    a la exigencia de un derecho justo cuando se declara a s misma incompe

    tente para resolver la cuestin de si un determinado derecho es justo o no,

    o el problema acerca de cul sea el elemento esencial a la justicia. Una

    teora pura del derecho en cuanto ciencia no puede contestar esa

    pregunta, en virtud de que es imposible en absoluto responder a ella cient

    ficamente.

    Qu es lo que realmente significa la afirmacin de que un orden

    social es justo? Significa que ese orden regula la conducta de los hombres

    en una forma satisfactoria para todos, es decir, de tal modo que todos en-

    6

    cuentren en l su felicidad. La aspiracin a la justicia es el eterno anhelo

    humano de felicidad. El individuo aislado no puede, en cuanto tal, encon

    trar la felicidad, y por ello la busca en la sociedad. Justicia es felicidad social.

    1.

    La justicia como juicio subjetivo de valor.

    Es obvio que no puede existir un orden justo, esto es, capaz de procu

    rar la felicidad de cada uno, si el concepto de felicidad se define en tu

    sentido originario y estricto de felicidad individual, y se entiende por fe

    licidad de un hombre lo que ste considera como tal. Porque entonces re

    sulta inevitable que en cierto momento la felicidad de una voluntad indi

    vidual entre directamente en conflicto con la de otra voluntad. Tampoco

    es posible un orden justo en el supuesto de que lo que se trate de realizar

    no sea la felicidad de cada uno, sino la mayor felicidad del mayor nmero

    posible de individuos. La felicidad que un orden social es capaz de ase

    gurar puede ser nicamente felicidad en sentido colectivo, esto es, la satis

    faccin de ciertas necesidades, reconocidas por la autoridad so cial, el legislador,

    como dignas de ser satisfechas, tales como la necesidad de alimentos, vesti

    dos y habitacin. Pero qu necesidades humanas son dignas de ser satis

    fechas y, sobre todo, cul es el orden jerrquico que les corresponde? Estos

    problemas no pueden ser resueltos por medio de un conocimiento racional.

    La solucin de los mismos implica un juicio de valor determinado por fac

    tores emocionales y tiene, por ende, carcter subjetivo, vlido nicamente

    para el sujeto que juzga y, por tanto, relativo slo a l. La respuesta sera

    diferente segn que proviniese de un creyente cristiano que considera el

    bien de su alma en el otro mundo ms importante que los bienes terrenos,

    o de un materialista que no cree en otra vida; y sera tambin diferente si

    proviniese de quien considera la libertad personal como el bien mi s alto, en

    el caso del liberalismo, por ejemplo, o de quien piensa que la seguridad social

    y la igualdad de todos los hombres es superior a la libertad, como ocurre

    en el socialismo.

    La cuestin que consiste en saber si los bienes espirituales o materia

    les, si la libertad o la igualdad representan el valor supremo, no puede ser

    resuelta racionalmente. Sin embargo, el juicio de valor subjetivo y, por

    tanto, relativo, mediante el cual la cuestin es decidida, suele ser presentado

    como un aserto que tiene valor objetivo y absoluto, es decir, como norma

    dotada de validez general. Constituye una pecularidad del ser humano la

    de tener una profunda necesidad de justificar su conducta, la expresin

    7

  • 8/10/2019 Kelsen. Teora General Del Derecho

    10/245

    de sus emociones, sus anhelos y deseos, a travs de la funcin de su inte

    lecto, su pensamiento y su facultad cognoscitiva. Esto es posible, al menos

    en principio, en la medida en que los anhelos y deseos se refieren a medios

    por los cuales alguna finalidad puede alcanzarse; pues la relacin entre

    medios y fines es una relacin de causa a efecto, y puede determinarse

    sobre la base de la experiencia, esto es, racionalmente. De acuerdo con el

    estado actual de la ciencia social muchas veces ello no es posible, ya que en

    gran nmero de casos no tenemos una experiencia adecuada que nos capa

    cite para determinar en qu forma ciertas finalidades sociales puedan ser

    realizadas con mayor eficacia. En consecuencia, este problema de los medios

    adecuados es a menudo resuelto de acuerdo con juicios subjetivos de valor,

    ms bien que por un conocimiento objetivo de la conexin entre medios y

    fines, esto es, entre causas y efectos; de aqu que, al menos por el momento,

    el problema de la justicia, incluso como determinacin de los medios ade

    cuados para alcanzar un fin generalmente reconocido, no siempre pueda

    ser resuelto en una forma racional. La pugna entre liberalismo y socialis

    mo, por ejemplo, en gran parte versa no sobre el objeto de la sociedad, sino

    ms bien sobre el procedimiento correcto para conseguir una meta en la

    cual los hombres se hallan en gran medida de acuerdo; y, al menos por

    ahora, esta pugna no puede ser cientficamente liquidada.

    El juicio por el cual se declara que algo es un medio eficaz para un

    fin postulado de antemano, no es un verdadero juicio de valor; es segn

    se ha dicho relativo a la conexin entre causa y efecto y, como tal, un

    juicio sobre la realidad. Juicio de valor es un aserto por el cual se declara

    que algo es un fin, un ltimo fin que no puede servir como medio para el

    logro de otro fin ulterior. Semejante juicio se halla siempre determinado

    por factores emocionales.

    La justificacin de la funcin emocional por otra racional se halla,

    sin embargo, excluida en principio cuando se trata de ltimos fines que ya

    no pueden ser medios para finalidades ms elevadas.

    Si la afirmacin de los ltimos fines aparece en la forma de postulados

    o normas de justicia, stos descansan siempre en juicios de valor puramente

    subjetivos y, por ende, relativos. Por sabido se calla que gran nmero de

    esos juicios subjetivos son muy diferentes y, a veces, irreconciliables entre

    s. Lo anterior no significa, por supuesto, que cada individuo tenga un

    sistema propio de valores. De hecho, gran nmero de individuos coincide

    en sus juicios de valor. Un sistema positivo de valores no es creacin arbi

    traria del individuo aislado, sino siempre resultado de la influencia rec-

    8

    proca que los individuos ejercen unos sobre otros, dentro de un determinado

    grupo, familia, tribu, clase, casta o profesin. Los sistemas de valores, es

    pecialmente el moral y su idea central de la justicia, son fenmenos colec

    tivos, productos sociales y, por consiguiente, difieren en cada caso de acuer

    do con la naturaleza de la sociedad en cuyo seno surgen. El hecho de que

    en una determinada sociedad haya ciertos valores generalmente aceptados,

    en modo alguno contradice el carcter subjetivo y relativo de esos juicios

    de valor. La circunstancia de que muchos individuos coincidan en sus jui

    cios estimativos no prueba que tales juicios sean correctos. Del mismo mo

    do, la circunstancia de que un gran nmero de gente crea o haya credo

    que el sol gira alrededor de la tierra, no es ni era prueba de la verdad de

    dicha idea. El criterio de la justicia, como el de la verdad, no depende de

    la frecuencia con la cual se hagan determinados juicios sobre la realidad

    o determinados juicios valorativos.

    Como la humanidad est dividida en muchas naciones, clases, religio

    nes, profesiones, etc., a menudo en desacuerdo recproco, hay una gran

    multiplicidad de ideas sobre lo justo; tantas, que resulta imposible hablar

    simplemente de "justicia".

    2. Derecho natural.

    Todo individuo se siente inclinado a postular su propia idea de la jus

    ticia como la nica correcta o absolutamente vlida. La necesidad de una

    justificacin racional de nuestros actos emocionales es tan grande, que tra

    tamos de satisfacerla aun a riesgo de engaarnos a nosotros mismos. Y la

    justificacin racional de un postulado que se basa en un juicio subjetivo

    de valor, esto es, en un deseo, en el que todos los hombres sean libres, por

    ejemplo, o en el de que sean tratados igualmente, es un autoengao o lo

    que equivale a lo mismo una ideologa. Ideologas tpicas de esta clase

    son las afirmaciones de que determinada especie de ltimo fin y, por tan

    to , determinada regulacin de la conducta humana, derivan de la "natu

    raleza", esto es, de la de las cosas o de la del hombre, de la razn humana o de

    la voluntad divina. En este punto radica la esencia de la doctrina del

    llamado derecho natural. Sostiene esta doctrina que hay una ordenacin

    de las relaciones humanas diferente del derecho positivo, superior a ste y

    absolutamente vlida y justa, en cuanto oriunda de la naturaleza, de la

    razn humana o de la voluntad de Dios.

    9

  • 8/10/2019 Kelsen. Teora General Del Derecho

    11/245

    La voluntad divina en la doctrina del derecho natural es idntica

    a la naturaleza, en la medida en que la segunda es concebida como creada

    por Dios, y las leyes de la misma como expresin de su voluntad. Conse

    cuentemente, las leyes de la naturaleza poseen, de acuerdo con tal teora, el

    mismo carcter que se atribuye a las normas juridicas promulgadas por un

    legislador: son mandatos dirigidos a la naturaleza, que obedece esos man

    datos o leyes en la misma forma en que el individuo acata las dictadas por

    un legislador.

    2

    1 derecho creado por un legislador, es decir, por un acto

    de voluntad de autoridad humana, es derecho positivo. 1 natural, de

    acuerdo con su doctrina especifica, no es creado por el acto de la volun

    tad humana; no es producto artificial o arbitrario del hombre. Puede ser

    y ha sido deducido de la naturaleza por una operacin mental. Examinando

    cuidadosamente a sta, especialmente la del hombre en sus relaciones con

    2 Blackstone,

    Commentaries on the laws ofEngland,

    prrafos 36 y 39 : "Ley

    en su sentido ms general y comprensivo, significa una regla de accin; y se

    aplica indistintamente a todas las clases de accin, animadas e inanimadas, ra

    cionales e irracionales. Por ello hablamos de las leyes del movimiento, de la

    gravitacin, de la ptica o de la mecnica, lo mismo que de leyes de la natu

    raleza y de las naciones. Se trata de esa regla de accin prescrita por un supe

    rior y que el inferior est obligado a obedecer. As, cuando el Ser Supremo

    form el universo y cre la materia de la nada, dej impresos en esa materia

    ciertos principios, de los que nunca puede apartarse, y en ausencia de los cuales

    dejara de ser. Cuando puso la materia en movimiento, estableci ciertas leyes

    de tal movimiento a las que todos los cuerpos que se mueven tienen que con

    formarse .. . Esta, en consecuencia, es la sign ificacin general de la le y: una

    regla de accin dictada por un ser superior; y, en aquellas criaturas que no

    tienen el poder de pensar ni el de querer, las leyes que las rigen tienen que ser

    invariablemente obedecidas, en tanto la criatura subsiste, puesto que su existen

    cia depende de tal sometimiento. Pero las leyes, en su sentido ms estricto, en

    el cual se trata ahora de considerarlas, no son reglas de accin en general, sino

    de la

    humana

    o conducta: esto es, los preceptos por los cuales el hombre, el ms

    noble de todos los seres sublunares, criatura dotada a la vez de razn y libre

    arbitrio, recibe la orden de hacer uso de tales facultades en la regulacin general

    de-su comportamiento." "Como el hombre depende absolutamente de su Crea

    dor en todas las cosas, es necesario que en todas ellas se sujete a la voluntad de

    ste. Tal voluntad de su Creador es llamada ley de la naturaleza, pues as como

    Dios, cuando cre la materia, sometindola al principio de la movilidad, estable

    ci ciertas reglas para la direccin perpetua del movimiento, del mismo modo, al

    crear al hombre y dotarlo de una voluntad libre para conducirse a s mismo en

    todos los momentos de su vida, estableci ciertas leyes inmutables de la humana

    naturaleza, por las cuales esa libre voluntad se encuentra en cierto grado regida

    y limitada, y le dio tambin la facultad de razonar para descubrir el significado

    de tales leyes .. . El ha establecido nicamente aquellas leyes fundadas en las

    relaciones de justicia que existan en la naturaleza de las cosas antes del esta

    blecimiento de cualquier precepto positivo. Son stas las eternas e inmutables

    leyes del bien y del mal, a las cuales el mismo Creador se conforma en todas

    sus dispensaciones; leyes que de acuerdo con la voluntad de ste la razn humana

    es capaz de descubrir, hasta donde son necesarias para la direccin de las accio

    nes del hombre."

    10

    otros hombres, podemos encontrar las reglas que norman la conducta hu

    mana en una forma correspondiente a la naturaleza y, por tanto, perfecta

    mente justa. Los derechos y deberes del hombre, establecidos por esta ley

    natural, son considerados como innatos en el individuo, en cuanto implan

    tados en l por la naturaleza y no impuestos o concedidos a ste por un

    legislador humano; y en cuanto la naturaleza manifiesta la voluntad de

    Dios, tales derechos y deberes son sagrados.

    Sin embargo, ninguna de las numerosas teoras sobre el derecho natu

    ral ha logrado definir con xito el contenido de ese orden justo en una

    forma que siquiera se aproxime a la exactitud y objetividad con la cual

    la ciencia natural puede determinar el contenido de sus leyes, o la jurdica el

    contenido de un ordenamiento positivo. Lo que ha sido presentado como

    derecho natural o, lo que equivale a lo mismo, como justicia, consiste en

    su mayor parte en frmulas vacas, como

    suum cuique,

    "a cada quien lo

    suyo", o tautologas desprovistas de significado, como el imperativo cate

    grico, esto es, la doctrina kantiana de que uno debe hallarse determinado

    solamente por principios que pueda querer que sean obligatorios para todos

    los hombres. Pero la frmula "a cada quien lo suyo", no contesta la pre

    gunta sobre qu es lo suyo de cada quien, y el imperativo categrico no

    dice cules son los principios que uno debiera querer se transformasen en

    obligatorios para todos. Algunos escritores definen la justicia por medio de

    la frmula "debes hacer el bien y evitar el mal". Pero qu es el bien y

    qu el mal? Esta es la cuestin decisiva, y tal cuestin permanece sin respues

    ta .

    Casi todas las famosas definiciones de la justicia suponen de antemano

    que la respuesta esperada es evidente por s misma. Pero tal respuesta en

    modo alguno tiene ese carcter. De hecho, la respuesta a la pregunta so

    bre qu es lo suyo de cada quien, o cul debe ser el contenido de los prin

    cipios generales obligatorios para todos los hombres, o qu es lo bueno y

    qu lo malo, se supone debe ser dada por el derecho positivo. Consecuente

    mente, todas esas frmulas de justicia tienen como resultado justificar cual

    quier orden jurdico positivo. Permiten que cualquier orden positivo desea

    do por nosotros aparezca como justo.

    Cuando las normas que se pretende son "la ley de la naturaleza" o la

    expresin de la justicia tienen un contenido definido, aparecen como princi

    pios ms o menos generalizados de un determinado derecho positivo y, sin

    razn suficiente para ello, son postuladas como absolutamente vlidas, o

    de derecho justo o natural.

    11

  • 8/10/2019 Kelsen. Teora General Del Derecho

    12/245

    Entre los llamados derechos naturales, innatos y sagrados del hombre,

    la propiedad privada desempea un papel importante, si no el de mayor

    importancia. Casi todos los escritores que encabezan el movimiento afirma-

    dor del derecho natural sostienen que la institucin de la propiedad pri

    vada corresponde a la naturaleza intrnseca del hombre. Consecuentemente,

    un orden jurdico que no la garantiza y protege es declarado contrario a

    la naturaleza y, por tanto, no se le concede larga duracin. "Desde el mo

    mento en que en la sociedad se admite la idea de que la propiedad no es

    tan sagrada como las leyes de Dios y de que no hay un poder legal y una

    justicia pblica para protegerla, comienzan la anarqua y la tirana. Si las

    normas 'no debes codiciar' y 'no debes robar' (que presuponen la institucin

    de la propiedad privada), no fuesen mandamientos del cielo, tendran que

    ser convertidas en preceptos inviolables en cada sociedad, antes de que sta

    pudiera ser civilizada o hecha libre."

    8

    John Adams fue quien escribi estas

    frases, expresando con ellas una conviccin generalmente admitida en su

    poca. De acuerdo con tal teora, una organizacin comunista que suprime

    la propiedad privada y reconoce nicamente la pblica, un orden que re

    serva la propiedad de la tierra y de otros medios de produccin a la comu

    nidad, especialmente al Estado, no slo es contrario a la naturaleza y, por

    tanto, injusto, sino tambin prcticamente insostenible.

    Resulta, sin embargo, casi imposible probar esta doctrina; al lado de

    ordenamientos jurdicos que instituyen la propiedad privada, la historia re

    vela otros que slo la reconocen en forma muy restringida. Sabemos de

    sociedades agrcolas relativamente primitivas en donde el bien ms impor

    tante, la tierra, no es propiedad de los particulares, sino de la comunidad;

    y las experiencias de los ltimos 25 aos demuestran que incluso dentro

    de un Estado poderoso y fuertemente industrializado, una organizacin co

    munista es perfectamente posible. Otra cuestin es la de decidir cul sis

    tema es mejor, el capitalista basado en el principio de la propiedad privada,

    o el comunista, que se basa en el de la propiedad pblica. En cualquier

    caso, la propiedad privada no es histricamente el nico principio en que

    pueda basarse un orden jurdico. Declarar que aqulla es un derecho natu

    ral por ser la nica que corresponde a la naturaleza, es un ensayo que tiende

    a dar carcter absoluto a un principio especial que histricamente slo se

    ha convertido en derecho positivo en una cierta poca y en determinadas

    condiciones polticas y econmicas.

    3

    Works of John Adams

    (1851), 9.

    12

    Igualmente sucede, aun cuando con menos frecuencia, que los princi

    pios postulados como "naturales" o "justos" se oponen a un determinado

    derecho positivo. Tambin el socialismo ha sido defendido por el mtodo

    especfico de la doctrina del derecho natural, y algunos han declarado que

    la propiedad privada es contraria a la naturaleza. Con semejante mtodo

    siempre es posible sostener y en apariencia probar postulados contradictorios.

    Si los principios del derecho natural son presentados para aprobar o des

    aprobar un orden jurdico positivo, su validez descansa en cualquiera de

    los dos casos en juicios de valor, desprovistos de objetividad. Un anlisis

    crtico revela siempre que stos no son otra cosa que la expresin de ciertos

    intereses de grupo o de clase. De acuerdo con ello, la doctrina del derecho

    natural es a veces conservadora, a veces reformadora o revolucionaria. Ya

    justifica al derecho positivo al proclamar su conformidad afirmada pero

    no probada con el orden natural, razonable o divino, ya pone en tela de

    juicio la validez del derecho positivo, al sostener que se halla en contra

    diccin con alguno de los principios postulados de antemano como absolu

    tos. La doctrina revolucionaria del derecho natural, lo mismo que la conser

    vadora', no se refiere al conocimiento del derecho positivo, de la realidad

    jurdica, sino a su defensa o ataque, y, por ende, su tarea no es cientfica,

    sino poltica.

    4

    3.

    El dualismo de derecho positivo y derecho natural.

    6

    La doctrina del derecho natural se caracteriza por el establecimiento

    de un dualismo fundamental entre derecho positivo y derecho natural. Por

    encima del imperfecto derecho positivo existe un derecho natural perfecto,

    absolutamente justo; y aqul se justifica nicamente en la medida en que

    corresponde al natural. El dualismo de los derechos positivo y natural, ca

    racterstico de la doctrina, se asemeja en tal respecto al dualismo meta-

    4 Roscoe Pound, en su obra titulada An ntroduction to the Philosop hy of

    Law,

    dice: "La concepcin del derecho natural como algo de lo cual el derecho

    positivo es meramente declaratorio, y por lo cual las normas vigentes tienen que

    ser juzgadas y con lo cual tienen que coincidir en la mayor medida posible; por

    lo cual nuevas normas tienen que ser creadas y las antiguas aplicadas o restrin

    gidas en su aplicacin, era un poderoso instrumento en las manos de los juristas

    y los pona en condiciones de proceder en su tarea de construccin jurdica con'

    una segura confianza." U n "poderoso instrumento" en verdad Pero este ins

    trumento es una mera ideologa, o, para usar un trmino ms familiar a los

    juristas, una ficcin.

    5 Cf. el apndice de la edicin inglesa.

    13

  • 8/10/2019 Kelsen. Teora General Del Derecho

    13/245

    fsico de la realidad y la idea platnica. 1 centro de la filosofa de Platn

    es la doctrina de las ideas. De acuerdo con dicha doctrina que tiene un

    carcter totalmente dualista hllase el mundo dividido en dos esferas di

    ferentes: una es el mundo visible que slo podemos percibir a travs de

    nuestros sentidos y al cual damos el nombre de realidad; la otra est cons

    tituida por el mundo invisible de las ideas. Cada objeto del mundo visible

    tiene su patrn ideal o arquetipo en el invisible. Las cosas en el orden de

    la sensibilidad son slo copias imperfectas, sombras, por decirlo as, de las

    ideas que existen en el mundo invisible. 1 dualismo entre realidad e idea,

    entre el mundo imperfecto de nuestros sentidos y otro mundo perfecto,

    inaccesible a la experiencia de los mismos sentidos, es decir, el dualismo

    entre naturaleza y supernaturaleza, entre lo natural y lo sobrenatural, lo

    emprico y lo trascendente, el ms ac y el ms all, esta reduplicacin del

    universo,

    6

    no es slo un elemento de la filosofa platnica, sino ingre

    diente tpico de toda interpretacin metafsica o, lo que es lo mismo, re

    ligiosa, de lo existente. Tal dualismo tiene a veces un carcter optimista

    y conservador, a veces pesimista y revolucionario, segn que se pretenda

    que hay conformidad o contradiccin entre la realidad emprica y las ideas

    trascendentes. 1 propsito de semejante metafsica no es, como el de la

    ciencia, explicar racionalmente la realidad, sino ms bien aceptarla o re

    chazarla en actitud emocional. Y el sujeto es libre para elegir la primera

    o la segunda de esas interpretaciones de la relacin entre la realidad y las

    ideas, porque el conocimiento objetivo de estas ltimas no es posible, a causa

    del carcter trascendente implicado en su misma definicin. Si el hombre

    tuviese un conocimiento cabal del reino de las ideas, estara en condicio

    nes de adaptar su mundo, especialmente su mundo social, su conducta, a

    ese arquetipo; y como se convertira en un ser perfectamente feliz si su

    conducta correspondiese a dicho ideal, seguro es que se conducira de tal

    manera. Tanto l como su mundo emprico devendran enteramente buenos.

    No habra ya, en consecuencia, un mundo real emprico diferente del mun

    do ideal trascendente. 1 dualismo entre este mundo y el otro, resultado

    de la imperfeccin del hombre, desaparecera. Lo ideal sera lo real. Si te

    pudiera conocer el orden absolutamente justo cuya existencia es afirmada

    6 En su crtica de la doctrina platnica de las Ideas (Metaphysica,900 b.)

    dice Aristteles: "Aquellos que ponen las ideas como causas, tratando de des

    cubrir las de las cosas que nos rodean, introdujeron otras iguales en nmero a

    stas, como si un hombre que quisiera contar las cosas pensara que no podra

    hacerlo mientras fueran pocas y tratara de contarlas despus de haber aadido

    otras a su nmero. Pues las formas son prcticamente tantas como las cosas

    o no menos que ellas ..."

    14

    por la doctrina del derecho natural, el derecho positivo resultara supe

    fluo,

    es ms, no tendra ningn sentido. Frente a la existencia de un

    ordenamiento justo de la sociedad, fundado en la naturaleza, en la razn

    o en la voluntad divina, la actividad de los legisladores positivos sera com

    parable al esfuerzo de quienes pretendiesen realizar una iluminacin arti

    ficial a la luz del sol. Si fuera posible resolver el problema de la justicia

    en la forma en que somos capaces de resolver los de la tcnica de la ciencia

    natural o de la medicina, apenas se pensara en regular las relaciones entre

    los hombres por medio de medidas autoritarias de coaccin, as como en

    la actualidad a nadie se le ocurre prescribir coactivamente, a travs del

    derecho positivo, en qu forma deba construirse una mquina de vapor o

    curarse determinada enfermedad. Si existiera una justicia objetivamente cog

    noscible, no habra derecho positivo y, por tanto, no existira el Estado;

    pues ninguna necesidad habra de constreir a la gente a ser feliz. La usual

    afirmacin de que existe realmente un orden natural absolutamente bueno,

    pero trascendente y por tanto no inteligible, o la de que hay un objeto

    que se llama justicia, pero que no puede ser claramente definido, encierra

    una contradiccin flagrante. De hecho no es sino una frase eufemstica

    para expresar la lamentable circunstancia de que la justicia es un ideal

    inaccesible al conocimiento humano.

    4. Justicia y paz.

    La justicia es un ideal irracional. Por indispensable que sea desde el

    punto de vista de las voliciones y de los actos humanos, no es accesible al

    conocimiento. Considerada la cuestin desde el punto de vista del conoci

    miento racional, slo existen intereses y, por ende, conflictos de intereses.

    La solucin de tales conflictos slo puede lograrse por un orden que o bien

    satisface uno de los intereses en perjuicio del otro, o bien trata de estable

    cer una transaccin entre los opuestos. El que slo uno de esos dos ordenes

    sea "justo" es algo que no puede establecerse por un conocimiento racional.

    El conocimiento slo puede revelar la existencia de un orden positivo, evi

    denciada por una serie de actos objetivamente determinables. Tal orden

    es el derecho positivo. Slo ste puede ser objeto de la ciencia; y slo l

    constituye el objeto de una teora pura del derecho que no sea metafsica,

    sino ciencia jurdica. La teora jurdica pura presenta al derecho como es,

    sin defenderlo llamndolo justo, ni condenarlo llamndolo injusto. Inves-

    15

  • 8/10/2019 Kelsen. Teora General Del Derecho

    14/245

    tiga el derecho real y posible, no el derecho perfecto. En

    este sentido es

    una teora radicalmente realista y emprica. Se rehusa a hacer una valora

    cin del derecho positivo.

    Hay, sin embargo, una afirmacin que en el orden de la experiencia

    puede ser hecha por la teora, a saber: nicamente un orden jurdico que

    no satisface los intereses de uno en perjuicio de los de otro, sino que esta

    blece entre los intereses contrapuestos un compromiso, a fin de reducir

    al mnimo las fricciones posibles, puede aspirar a una existencia relativa

    mente larga. Slo un orden de este tipo se hallara en condiciones de ase

    gurar a los sometidos a l una paz social sobre bases relativamente perma

    nentes. Y aun cuando el ideal de justicia en el sentido originario aqu des

    envuelto es algo enteramente distinto del ideal de paz, existe una clara

    tendencia a identificar los dos ideales o, cuando menos, a substituir el de

    paz por el de justicia.

    5.

    Justicia y legalidad.

    Este cambio de significacin del concepto de la justicia corre para

    lelamente a la tendencia a sustraer el problema de la justicia del inseguro

    reino de los juicios subjetivos de valor, para establecerlo sobre la firme

    base de un orden social dado. "Justicia" en este sentido significa legalidad;

    "justo" es que una regla general sea efectivamente aplicada en aquellos

    casos en que, de acuerdo con su contenido, debe aplicarse. "Injusto" sera

    que la regla fuese aplicada en un caso y dejase de aplicarse en otro similar.

    Y esto parece "injusto" independientemente de cul sea el valor intrnseco

    de la regla general cuya aplicacin es examinada. Justicia, en el sentido de

    legalidad, es una cualidad que no se refiere al contenido de un orden posi

    tivo, sino a su aplicacin. En este sentido, la justicia es compatible con un

    orden jurdico positivo y exigida por l, ya se trate de un sistema capita

    lista o comunista, democrtico o autocrtico. "Justicia" significa subsisten

    cia de un orden jurdico a travs de una consciente aplicacin del mismo.

    Se trata de la justicia "bajo el derecho". La afirmacin de que la conducta

    de un individuo es "justa" o "injusta" en e l sent ido de "legal" o "i legal",

    significa que su comportamiento corresponde o no a una norma jurdica

    que el sujeto que juzga presupone como vlida, en cuanto pertenece a un

    orden jurdico positivo. Tal aserto tiene lgicamente el mismo carcter

    que aquel por el cual subsumimos un fenmeno concreto bajo un concepto

    abstracto. Si la afirmacin de que cierta conducta corresponde o no a una

    16

    norma jurdica es llamada juicio de valor, entonces este ser un juicio ob

    jetivo de. valor que tendr que ser claram ente distingu ido del juicio subje

    tivo mediante el cual expresa un deseo o un sentimiento el sujeto que juzga.

    La afirmacin de que determinada conducta es legal o ilegal es independiente

    d los sentimientos y deseos del que juzga, y puede ser verificada en una

    forma objetiva. Slo en el sentido de legalidad puede el concepto de la justi

    cia entrar en el mbito de la ciencia jurdica.

    7

    B) EL CRITERIO DEL DERECHO. (EL DERECHO

    COMO UNA TCNICA SOCIAL ESPECIFICA)

    Si limitamos nuestra investigacin al derecho positivo y comparamos

    todos los ordenamientos sociales, pasados y presentes, a los que generalmen

    te se da el nombre de "derecho", descubriremos que tienen una caracters

    tica comn, que los rdenes sociales de otra clase nunca presentan. Esta

    caracterstica constituye un hecho de importancia suprema para la vida so

    cial y su estudio cientfico. Y tal caracterstica es el nico criterio por el

    cual podemos distinguir claramente el derecho de otros fenmenos socia

    les, como la moral y la religin. Cul es ese criterio?

    a)

    Motivacin directa e indirecta

    Es funcin de todo orden social, de toda sociedad ya que la socie

    dad no es sino un orden social provocar cierta conducta recproca de

    los seres humanos: hacer que se abstengan de determinados actos que por

    alguna razn se consideran perjudiciales a la sociedad, y que realicen otros

    que por alguna razn reptanse tiles a la misma.

    De acuerdo con la forma en la cual se lleva a cabo la conducta social

    deseada, pueden distinguirse varios tipos de rdenes sociales. Estos tipos

    entindase que los que aqu queremos presentar son tipos ideales h-

    llanse caracterizados por la motivacin especfica utilizada por el orden

    social para inducir a los individuos a comportarse en la forma que se desea.

    La motivacin puede ser directa o indirecta. El orden puede enlazar ciertas

    ventajas a su observancia y ciertos perjuicios a su inobservancia y, por tan- '

    to ,

    convertir el deseo de las ventajas prometidas o el temor de los perjuicios

    con que se amenaza, en un motivo determinante del comportamiento. La

    7 Cf.

    infra,

    p. 56.

    17

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    15/245

    conducta conforme al orden establecido es,ejecutada a travs de una sancin

    estipulada por el mismo orden. El principio de la recompensa y el castigo

    o principio de retribucin, fundamental para la vida social, consiste

    en ligar la conducta que se ajusta al orden establecido y la contraria a ste,

    con la ventaja prometida o con el perjuicio objeto de la amenaza, conside

    rados como sanciones.

    El orden social puede, sin embargo, incluso sin prometer una recom

    pensa en caso de obediencia y sin amenazar con un mal en caso de desobe

    diencia, esto es, sin decretar sanciones, exigir la conducta que aparece di

    rectamente a los individuos como ventajosa, de tal manera que la simple

    representacin de una norma que decrete tal conducta sea suficiente como

    motivo para el comportamiento reclamado. Este tipo de motivacin directa

    rara vez se encuentra en la realidad social en toda su pureza.

    En primer lugar, apenas hay normas cuyo contenido apele directamente

    a los individuos cuya conducta regula, en forma tal que la mera represen

    tacin de este contenido baste para determinar la conducta. Adems, la

    conducta social de los individuos se halla siempre acompaada por un juicio

    de valor, a saber: la idea de que la conducta en concordancia con el orden

    es "buena", mientras que la contraria al mismo es "mala". De aqu que la

    conformidad con el orden se ponga normalmente en conexin con la apro

    bacin de los actos del prjimo y la no conformidad con la censura de

    tales actos. El efecto de esta reaccin del grupo frente a la conducta de los

    individuos conforme o contraria al orden, es una sancin del mismo orden.

    Desde un punto de vista realista, la diferencia decisiva no radica entre

    rdenes sociales cuya eficacia se basa en sanciones y rdenes sociales cuya

    eficacia no se basa en ellas. Cada orden social se encuentra en alguna forma

    "sancionado" por la reaccin especfica de la comunidad frente a la con

    ducta de sus miembros conforme o contraria al orden. Lo anterior vale

    tambin para sistemas morales altamente desarrollados que en forma ms

    perfecta se aproximan al tipo de la motivacin directa por normas no san

    cionadas. La nica diferencia es que ciertos rdenes sociales establecen san

    ciones definidas, mientras que, en otros, las sanciones consisten en una

    reaccin automtica de la comunidad no sealada expresamente por el

    orden en cuestin.

    b)

    Sanciones trascendentes y sanciones socialmente organizadas

    Las sanciones estipuladas por el orden social pueden tener un carcter

    trascendente, esto es, religioso, o un carcter social inmanente.

    18

    En el primer caso las sealadas por el orden consisten en ventajas o

    desventajas que deben ser aplicadas a los individuos por una autoridad so

    brehumana, por un ser caracterizado ms o menos como divino. De acuerdo

    con la idea que los individuos tienen de los seres sobrehumanos, en los co

    mienzos del desenvolvimiento religioso, esos seres no existen en un ms all

    diferente de este mundo, sino que se encuentran estrechamente ligados con

    los hombres en la naturaleza circundante. El dualismo del ms all y de

    este mundo no es conocido todava para el hombre primitivo.

    8

    Sus pri

    meros dioses son probablemente las almas de los muertos, particularmente

    de sus antepasados, que viven en rboles, ros, rocas y, especialmente, en

    ciertos animales. Son ellos quienes garantizan el mantenimiento del orden

    social primitivo al castigar su violacin con la muerte, la enfermedad, la

    falta de suerte en la cacera y en otras formas semejantes, y al recompensar

    su observancia con la salud, la longevidad y la fortuna en la caza. La re

    tribucin emana de la divinidad pero se realiza en este mundo. El hombre

    primitivo explica la naturaleza de acuerdo con el principio de retribucin.

    Considera los acontecimientos naturales slo en relacin con las ventajas

    o desventajas ligadas a esos acontecimientos, o interpreta los hechos venta

    josos como recompensa, los desventajosos como castigo que le es impuesto

    por los seres personales y sobrehumanos a quienes imagina existentes dentro

    o detrs de los fenmenos naturales. El orden social ms primitivo tiene

    un carcter completamente religioso. Originariamente no conoce ms san

    ciones que las religiosas, es decir, las que emanan de una autoridad sobre

    natural. Slo ms tarde, al menos dentro del grupo ms restringido, apa

    recen al lado de las sanciones trascendentes otras que tienen un carcter

    social inmanente, esto es, organizado, y cuya ejecucin se encomienda a

    un individuo determinado por el orden social y de acuerdo con las normas

    del mismo. En las relaciones entre grupos diferentes, la venganza de la

    sangre aparece en poca muy remota como una reaccin socialmente orga

    nizada contra ofensas que se consideran injustificadas y que son imputables

    a un miembro de un grupo extrao.

    El grupo del cual proviene la reaccin es una comunidad basada en re

    laciones de parentesco. La reaccin es provocada por temor al alma de la

    persona asesinada. Se piensa que la vctima no puede vengarse por s misma

    de su asesino si ste pertenece a un grupo extrao. Por ello constrie a sus ,

    parientes a ejecutar la venganza. La sancin socialmente organizada en la

    forma que se acaba de indicar, se halla garantizada, a su vez, por una san-

    8 Cf. mi

    Socicty and Nature

    (1943), pp. 24 if.

    19

  • 8/10/2019 Kelsen. Teora General Del Derecho

    16/245

    cin trascendente. Aquellos que dejan de, vengar la muerte de su pariente

    en la persona del asesino extranjero y de su grupo, son amenazados con la

    enfermedad y con la muerte por el alma del asesinado. Parece que la ven

    ganza Je la sangre es la ms antigua de las sanciones socialmente organi

    zadas. Conviene advertir que originalmente tena un carcter intertribal.

    nicamente cuando la comunidad social comprende varios grupos basados

    en relaciones de parentesco, la venganza de la sangre se convierte en una

    inscitucin intra-tribal.

    En el desenvolvimiento ulterior del desarrollo religioso, la divinidad es

    concebida dentro de un reino completamente distinto de este mundo y muy

    lejano a l, y la realizacin de la retribucin divina es relegada al ms all.

    Muy a menudo este ms all es dividido de acuerdo con el doble carcter

    de la retribucin en un cielo y un' infierno. En esta etapa, el orden social

    ha perdido su carcter religioso. El' orden religioso funciona solamente c omo

    un suplemento y soporte del social. Las sanciones del ltimo son exclusiva

    mente actos de indivHuos humanos reculados por " mismo orden social.

    c) Castigo y recompensa

    Es un hecho digno de ser subrayado que, de las dos sanciones que he

    mos presentado aqu como tpicas la desventaja cen que se amenaza para

    el caso de desobediencia (castigo en el sentido ms amplio del trmino) y

    la ventaja prometida para el caso de obediencia (recom pens a), la prime

    ra desempea en la realidad social un papef mucho ms importante que la

    segunda. Que la tcnica del castigo es proferida a la de la recompensa se

    advierte con claridad espacial cuando o orden social tiene todava un ca

    rcter esencialmente religioso, es decir, cuando est garantizado por san

    ciones trascendentes. La conducta de los puebles primitivos conforme al

    orden social y, sobre todo, la obesrvancia de las numerosas prohibiciones

    llamadas "tabs", encuntrase principalmente determinada por el temor

    que domina la vida de tales pueblos. Es el temor del grave dao con el cual

    la autoridad sobrehumana reacciona contra ca

    4

    ; Colacin de las costum

    bres tradicionales. Si las violaciones de las normas sociales son mucho menos

    frecuentes en las sociedades primitivas que en las civilizadas, como algunos

    etnlogos lo afirman, el responsable de este efecto de preservacin del or

    den social es principalmente el temor a la venganza de los espritus, castigo

    de origen divino, pero que tiene lugar en el mundo. La esperanza de una

    recompensa posee slo un significado secundario. E incluso en religiones

    20

    ms altamente desarrolladas, donde la retribucin divina no se realiza ya

    o no se realiza nicamente en este mundo sino en el otro, la idea de un

    castigo para despus de la muerte ocupa el primer plano. En las creencias

    actuales de la humanidad el miedo al infierno se encuentra mucho ms

    vivo,

    y la imagen de un lugar de expiacin es mucho ms concreta que la

    esperanza usualmente muy vaga de un paraso en donde nuestra virtud en

    contrar su recompensa. Incluso cuando la fantasa d* los indi' iduos no

    se h-lla limitada, en 'elacin con la satisfaccin de sus deseos, por restric

    ciones de ninguna especie, imaginan aqullos un orden trascendente cuya

    tcnica no es enteramente distinta de la de la sociedad emprica.

    Esto puede deberse al hecho de que la ideologa religiosa refleja siem

    pre en forma ms o menos intensa la realidad social efectiva. Y por lo que

    toca a la organizacin del grupo, nicamente es tomado en cuenta de ma

    nera esencial un mtodo para lograr la conducta socialmente deseada: la

    amenaza y la aplicacin de un mal en caso de la conducta contraria; esto

    es, la tcnica del castigo. La de la recompensa desempea un papel impor

    tante slo en las relaciones privadas entre individuos.

    d) El derecho como

    x

    orden coactivo

    El dao aplicado al violador del orden cuando la sancin est social

    mente organizada, consiste en la privacin de ciertas posesiones: vida, salud,

    libertad o propiedad. Como las posesiones le son quitadas contra su volun

    tad, esta sancin tiene el carcter de medida coercitiva. Lo anterior no sig

    nifica que al aplicar la sancin tenga que hacerse uso de la fuerza fsica.

    Ello es necesario nicamente en el caso de que al aplicarse la sancin haya

    resistencia del sujeto sancionado. Si la autoridad" q

    Ue

    npl

    c

    j \

    x

    ".icii- tiene

    un podsr adecuado, ni cc-a ocui slo excepcion-im ente. Un orden ocia.

    que trata de provocar la conducta deseada mediante el establecimiento de

    esas medidas recibe el nombre de orden coactivo. Tiene este carcter porque

    amenaza los actos socialmente daosos con medidas coercitivas y aplica

    tales medidas. Como tal, difiere de todos los otros rdenes sociales posibles

    aquellos que establecen la recompensa ms bien que el castigo como

    sancin y, especialmente, los que no establecen sanciones en absoluto y

    descansan en la tcnica de la motivacin directa. En contraste con los r

    denes que establecen medidas coactivas como sanciones, h eficacia de los

    dems no se apoya en la coaccin, sino en la obediencia voluntaria. Este

    contraste no es sin embargo tan claro como pudiera parecer a primera vista.

    21

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    17/245

    Ello se debe al hecho de que la tcnica de la recompensa, como tcnica de

    motivacin indirecta, ocupa un lugar intermedio entre la tcnica de mo

    tivacin indirecta a travs del castigo, tcnica de coaccin, y la tcnica

    de la motivacin directa, que supone la obediencia voluntaria. La obedien

    cia voluntaria es por si misma una forma de motivacin, esto es, de coac

    cin, y, por tanto, desde el punto de vista psicolgico no es libertad, sino

    coaccin. Si los rdenes coactivos son comparados con aquellos que no tienen

    tal carcter sino que descansan en la obediencia voluntaria, tal cosa slo es

    posible en el sentido de que unos establecen como sanciones medidas de

    coercin, en tanto que los otros no lo hacen. Y estas sanciones son medidas

    coactivas nicamente en cuanto los individuos de que se trate son priva

    dos contra su voluntad de ciertas posesiones y, si es necesario, mediante el

    empleo de la fuerza fsica. En este sentido el derecho es un orden coactivo.

    Si llamamos ordinariamente jurdicos a todos esos rdenes sociales, tan

    extraordinariamente diferentes en sus contenidos, que han prevalecido en

    diferentes pocas y entre los pueblos ms diversos, podra suponerse que

    estamos empleando una expresin casi desprovista de sentido. Qu puede

    tener en comn el llamado derecho de los antiguos babilonios con el que

    existe actualmente en los Estados Unidos? Qu puede tener en comn el

    orden social de una tribu negra sometida a un cacique desptico orden

    al que tambin se da el nombre de derecho con la Constitucin de la

    Repblica Suiza? Hay sin embargo un elemento comn que justifica ple

    namente tal terminologa y permite a la palabra "derecho" aparecer como

    expresin de un concepto que tiene un significado social altamente im

    portante. Pues la palabra se refiere a esta tcnica social especfica de un

    orden coactivo que, pese a las grandes diferencias entre el derecho de la

    Babilonia antigua y el de los Estados Unidos en la actualidad o entre el

    de los Ashanti en frica occidental y el de Suiza en Europa, es, sin em

    bargo, esencialmente el mismo para todos estos pueblos, tan diversos desde

    el punto de vista del tiempo, del lugar y de la cultura, a saber: la tcnica

    social que consiste en provocar la conducta socialmente descada a travs

    de la amenaza de una medida coercitiva que debe aplicarse en caso de un

    comportamiento contrario. Cuestin sociolgica muy importante es la que

    estriba en saber cules son las condiciones sociales que hacen necesaria esta

    tcnica. Ignoro si podemos contestar satisfactoriamente tal pregunta. Tam

    poco s si es posible a la humanidad emanciparse totalmente de tal tcnica

    social. Pero si el orden social no hubiera de tener ya en el futuro el carcter

    de un orden coactivo y la sociedad pudiera existir sin "derecho", entonces

    22

    la diferencia entre la sociedad del futuro y la de nuestra poca sera in

    conmensurablemente mayor que la que hay entre los Estados Unidos y la

    Babilonia antigua o entre Suiza y la tribu de los Ashanti.

    e)

    Derecho, moralidad y religin

    Al reconocer al derecho como la tcnica social especfica de un orden

    coactivo, podemos distinguirlo netamente de otros rdenes sociales que en

    parte tienen los mismos fines que el derecho, si bien los persiguen por me

    dios enteramente diversos. El derecho es un medio, un medio social espe

    cfico, no un fin. Tanto el derecho como la moral y la religin prohiben el

    asesinato. Pero el derecho lo hace estableciendo que si un hombre comete

    el delito de homicidio, entonces otro hombre, designado por el orden jur

    dico,

    deber aplicar en contra del homicida una cierta medida de coaccin

    prescrita por el mismo orden. La moral se limita por su parte a decirnos:

    "No matars". Y si un asesino sufre ostracismo moral de parte de sus

    prjimos, y ms de un individuo se abstiene de matar no tanto porque quie

    ra evitar la sancin del derecho, sino porque teme la desaprobacin moral

    de sus semejantes, en todo caso subsiste una diferencia esencial: la de que

    la reaccin del derecho consiste en una medida coactiva impuesta por el

    orden y socialmente organizada, mientras que la reaccin moral contra la

    conducta contraria a las normas ticas no est establecida por el orden

    moral, ni, en caso de existir, se halla socialmente organizada. Desde este

    punto de vista, las normas religiosas se encuentran ms prximas a las

    jurdicas que las de la moral. Pues las religiosas amenazan al asesino con

    el castigo de una autoridad sobrehumana. Pero las sanciones establecidas

    por tales normas tienen un carcter trascendente; no el de sanciones social

    mente organizadas, ni siquiera cuando es el orden religioso el que las esta

    blece. Probablemente son ms efectivas que las jurdicas. Su eficacia, sin

    embargo, presupone la creencia en la existencia y en el poder de una auto

    ridad sobrehumana.

    No es, sin embargo, la eficacia de las sanciones lo que est en cuestin,

    sino nicamente saber si son establecidas, y en qu forma, por el orden

    social. La sancin socialmente organizada es un acto coercitivo que un

    individuo determinado por el orden social dirige, en la forma establecida'

    por el mismo orden, contra el responsable de la conducta contraria al pro

    pio orden. A esta conducta le damos el nombre de "acto antijurdico".

    Tanto el acto antijurdico como la sancin, encuntrense determinados por

    23

  • 8/10/2019 Kelsen. Teora General Del Derecho

    18/245

    el 01J. * -. iro. La sancin es la reaccin de dicho orden contra el a cto

    antijurdico, o lo que equivale a lo mismo, la reaccin de la comunidad,

    constituida per el orden jurdico, frente al violador del propio orden. El

    individuo que ejecuta la sancin obra como un agente del orden jurdico.

    Esto equivale a decir que la persona que ejecuta la sancin acta como r

    gano de la comunidad constituida per ese orden. Una comunidad social no

    es otra cosa que el orden social que regula la conducta mutua de los indi

    viduos sometidos al mismo. Decir que determinados individuos pertenecen

    a cierta comunidad, o forman cierta comunidad, significa solamente que se

    encuentran sujetos a un orden comn que regula su conducta recproca.

    La sancin jurdica es de este modo interpretada como un acto de la co

    munidad jurdica; mientras que la sancin trascendente enfermedad o

    muerte del pecador o castigo en el otro mundo nunca se interpreta como

    reaccin de un grupo social, sino siempre como acto de una autoridad so

    brehumana y, por ende, superior a la autoridad social.

    f) Monopolio del uso de la fuerza

    Enitv J

    ai

    paradojas de la tcnica social c^ue hemos caracterizado como

    orden coactivo se ncuentra el hecho de que su instrumento especfic o, el

    acto coercitivo de la sancin, es exactamente de la misma especie que el que

    trata de prevenir en las relaciones de los individuos, esto es, el acto anti

    jurdico; pues la sancin contra la conducta perjudicial a la sociedad es

    tambin conducta. Aquello que debe obtenerse mediante la amenaza de

    una privacin forzada de la vida, la snlud, la libertad o la propiedad, es

    precisamente que los hombres en su actividad recproca se abstengan de

    privarse por la fuerza uno a otro de la vida, la salud, la libertad o la pro

    piedad. La fuerza es empleada para prevenir el empleo de la fuerza en la

    vida social. Esto parece ser una antinomia; y el esfuerzo para evitarla con

    duce a la doctrina del anarquismo absoluto, que proscribe la fuerza, incluso

    como sancin. El anarquismo tiende a establecer el orden social exclusiva

    mente sobre la base de la obediencia voluntara de los individuos. Tal doc

    trina rechaza la tcnica de un orden coercitivo y, por tanto, repudia al

    derecho como forma de organizacin.

    Sin embargo, la antinomia slo es aparente. El derecho es, sin duda

    alguna, un orden establecido para promover la paz, ya que prohibe el uso

    de la fuerza en las relaciones de los miembros de la comunidad. Empero, no

    excluye de manera absoluta su empleo. El derecho y la fuerza no deben ser

    24

    entendidos como absolutamente incompatibles entre s. Aqul es la orga

    nizacin de sta. Pues el primero seala ciertas condiciones al uso de la

    fuerza en las relaciones entre los hombres, autorizando el empico de sta

    nicamente por ciertos individuos y en determinadas circunstancias. El

    derecho permite formas de conducta que, en otras circunstancias, tendran

    que considerarse como "prohibidas"; en la inteligencia de que jurdica

    mente prohibido quiere decir aquello que constituye la condicin para la

    imposicin de un acto coactivo, con el carcter de sancin. El individuo que,

    autorizado por el orden jurdico, aplica la medida coactiva (la san cin ),

    obra como un agente de ste, o lo que equivale a lo mismo como r

    gano de la comunidad constituida por tal orden. nicamente ese individuo,

    nicamente el rgano de la comunidad, est autorizado para emplear la

    fuerza. Podra decirse, en consecuencia, que el derecho hace del uso de la

    fuerza un monopolio de la comunidad. Y precisamente al proceder as, pa

    cifica a sta.

    g) Derecho y paz

    La paz es el estado en el que no se hace uso de la violencia. En este

    sentido de la palabra el derecho procura slo una paz relativa, no absoluta,

    ya que priva al individuo del derecho de emplear la fuerza, pero reserva

    a la comunidad tal derecho. La paz del derecho no es una condicin de ab

    soluta ausencia de fuerza, un estado de anarqua, sino una condicin de

    monopolio de la fuerza, un monopolio de sta en favor de la comunidad.

    En ltima instancia, una comunidad slo es posible si cada indi

    viduo respeta ciertos intereses vida, salud, libertad y propiedad de los

    dems, es decir, si cada uno se abstiene de interferir violentamente en

    las esferas de inters de los otros. La tcnica social que llamamos "derecho"

    consiste en Inducir al individuo a abstenerse de la interferencia violenta en

    la esfera de intereses de los otros, gracias al empleo de un medio especfico:

    si tal interferencia existe, la comunidad jurdica reacciona interfiriendo en

    la esfera de intereses del responsable de la interferencia previa. Ojo por ojo.

    La idea de la retribucin se encuentra en la base de esta tcnica social.

    Solamente en un estadio relativamente avanzado de la evolucin aquella idea ,

    es substituida por la de prevencin. Pero entonces slo se opera un cambio

    en la ideologa que justifica la tcnica especfica del derecho. La tcnica

    sigue siendo la misma.

    25

  • 8/10/2019 Kelsen. Teora General Del Derecho

    19/245

    De este modo la interferencia violenta en la esfera de intereses de otra

    persona constituye por una parte un acto antijurdico y, por otra, una

    sancin.

    1 derecho es el orden de acuerdo con el cual el uso de la fuerza es

    generalmente prohibido, pero excepcionalmente, bajo ciertas circunstancias

    y para ciertos individuos, permitido como sancin. En la proposicin jur

    dica, el empleo de la fuerza aparece ya como acto antijurdico, esto es,

    como condicin de la sancin, o como sancin, es decir, como reaccin de

    la comunidad jurdica contra el acto violatorio.

    En cuanto la interferencia coactiva en la esfera de los intereses de los

    individuos slo se permite como reaccin de la comunidad contra la con

    ducta prohibida, tal interferencia es convertida en un monopolio de la co

    munidad, con lo cual determinada esfera de intereses de los individuos re

    sulta protegida. Mientras no existe un monopolio de la comunidad para la

    interferencia coactiva en la esfera de intereses del individuo, esto es, mien

    tras el orden social no estipula que tal interferencia nicamente puede efec

    tuarse en ciertas condiciones claramente definidas (a sab er: como reaccin

    contra la interferencia ilegal en la esfera de esos mismos intereses y slo

    por los individuos sealados al efecto), no cabe hablar de una esfera de

    intereses protegida por el orden social. En otras palabras; no hay en el

    sentido que aqu hemos expuesto una situacin de derecho, que es, esen

    cialmente, una situacin de paz.

    h ) Coaccin psquica

    La opinin de que la coaccin es un elemento esencial al derecho es a

    menudo falsamente interpretada, cuando se afirma que la efectividad de la

    sancin jurdica es una parte del c oncepto del derecho. Se dice .que la san

    cin es efectiva cuando los individuos sometidos al derecho se comportan

    "legalmente", a fin de evitar el dao de la sancin. Tambin se habla de la

    efectividad de la sancin cuando sta es ejecutada al realizarse su supuesto,

    el acto antijurdico. Una expresin de este punto de vista es el aserto tan

    frecuentemente repetido de que el derecho es una norma "coercible", o

    inclusive una norma que es efectivamente impuesta de modo "coactivo"

    por determinada autoridad. Tpica a este respecto es la muy conocida de

    finic in propuesta por Hol land: "Ley, en el sentido propio del trmino e s . . .

    una regla general de la accin humana externa sancionada por una autori-

    26

    dad poltica soberana."

    9

    Es decir, es. de la esencia de la regla jurdic a que

    la sancin que prescribe sea ejecutada por el rgano correspondiente. Pero

    este

    es

    el

    caso nicamente cuando un individuo no se comporta de acuerdo

    coa la ley, es decir, cuando "viola" la norma jurdica. En otras palabras,

    la sancin que debe ser ejecutada por el rgano es establecida slo para

    aquellos casos concretos en que la conducta que el orden legal pretende

    provocar no ha sido "ejecutada" y, por ende, se ha revelado como suscep

    tible de no ser "ejecutada". Y la sancin se establece nicamente para este

    caso.

    Usemos el trmino "subdito" para designar el individuo que obedece

    o deja de obedecer la ley, y el trmino "rgano" para el que ejecuta la

    sancin y al ejecutarla aplica la ley. Si el derecho es definido como una nor

    ma coercible de la conducta humana, entonces tiene que hacerse una dis

    tincin entre la conducta del subdito y la del rgano. En su definicin

    Holland parece referirse a la conducta del rgano. Sin embargo, aquellos

    que hablan de la "coercin" jurdica por regla general tienen presente la

    conducta del subdito: el hecho de que ste es compelido a obedecer la

    norma jurdica. Refirense, no a la medida coactiva que el rgano efectiva

    mente ejecuta, sino al temor del subdito de que en caso de desobediencia,

    es decir, en caso de una conducta antijurdica, esta medida sea tomada.

    La "coercin" que tienen presente es pues una compulsin psquica, nacida

    de la idea que los hombres se forman del orden jurdico. Esta idea es "coer

    citiva" si procura un motivo para la conducta deseada por el orden jur

    dico. En la medida en que existe esta compulsin psquica, el derecho no

    difiere de las normas morales o religiosas. Pues tales normas son tambin

    coercitivas en la medida en que la representacin de las mismas nos hace

    conducirnos de acuerdo con ellas.

    i)

    Los motivos de la conducta conforme al derecho

    El intento de convert i r esta "compulsin psquica" en un elemento

    esencial del concepto del derecho est expuesto a otra objecin grave. No

    conocemos exactamente qu motivos inducen a los hombres a cumplir las

    normas jurdicas. Ningn orden jurdico posi t ivo ha sido nunca invest igado

    en una forma cientfica satisfactoria con el propsito de responder a esta

    pregunta. En la actualidad ni siquiera tenemos a nuestra disposicin mto-

    9 Sir Tilomas Erskine Holland,

    The Elemenis of Jurisprudence

    (13 th.

    ed., 1924). 41 f.

    27

  • 8/10/2019 Kelsen. Teora General Del Derecho

    20/245

    dos que nos capaciten para tratar de una manera cientfica, desde los

    puntos de vista sociolgico y poltico, un problema tan extraordinariamente

    importante. Lo nico que podemos hacer son conjeturas ms o menos plau

    sibles. Muy probablemente, sin embargo, los motivos de la conducta con

    forme al derecho no son nicamente el temor a las sanciones jurdicas o in

    cluso la creencia en la fuerza obligatoria de las normas de aqul. Cuando

    las ideas morales y religiosas en un individuo corren paralelamente al or

    den jurdico a que l mismo est sometido, su conducta jurdica se deb?

    a menudo a estas ideas morales y religiosas. Tambin pueden ser un motivo

    para obrar de acuerdo con el derecho ciertos beneficios que en modo alguno

    estn determinados por el orden jurdico, pero que se encuentran de hecho

    en conexin con la conducta jurdica. Muy a menudo un hombre cumple

    el deber jurdico de pagar las deudas que tiene, no porque desee evitar

    la sancin establecida por la ley contra la persona que no paga sus deudas,

    sino porque sabe que si las paga cuidadosamente su crdito aumentar, en

    tanto que si no las paga, perder ste. La ventaja del crdito no es estable