KERVYN, Bruno. La economía campesina en el Perú. Teorías y políticas (1987)

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  • LA ECONOMA CAMPESINA EN EL PER:TEORAS Y POLTICAS*

    Bruno Kervyn**

    El objetivo de este ensayo es discutir algunos de los temas msrelevantes que han sido investigados durante los ltimos aos en elPer sobre la economa campesina, pero debatiendo las teoras quesubyacen a las investigaciones e insistiendo en sus consecuencias parala poltica econmica.

    Documento preparado para el Segundo Seminario Permanente deInvestigacin Agraria (SEPIA II) realizado en Ayacucho en juniode 1987. Por razones de espacio, se publica slo parte del trabajooriginal, el que incluye un captulo sobre la dinmica y otro sobreel cambio tcnico, que no aparecen en esta edicin. El textointegral est publicado por el Centro Bartolom De las Casas(Cusco).

    * Agradezco a Adolfo Figueroa, Ral Hopkins, Daniel Cotlear,Efran Gonzales, Enrique Mayer, y especialmente a Jean-Philippe Platteau porsus comentarios y sugerencias. Esta versin seguramente no satisfar lasexpectativas de todos, pero la culpa es slo ma.

    ** Master en Economa de la Universidad Catlica de Lovaina,investigador asociado al Centro Bartolom De las Casas, Cusco.

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    Quiero romper con una tradicin casi establecida en lapresentacin de balances1 de investigacin; tradicin que consiste enrecordar los aportes de los principales autores peruanos (o asimilados)sobre determinados temas, relevando las coincidencias ycontradicciones entre ellos, indicando el estado actual de la cienciay las pistas para futuras investigaciones. Existen ya excelentes balancesque deben constituir puntos de partida (y no de llegada) para arriesgaralgunas reflexiones sobre la investigacin en economa campesina enel Per.

    Entonces, mi aproximacin al problema ser un tanto subjetivaen la seleccin de los temas y voluntariamente polmica (con todoslos riesgos de simplificacin y exageracin que esto implica), pues esnotoria la escasez de debates escritos entre investigadores agrarios,que son demasiado pocos y se conocen demasiado bien. Luego, quieroubicar los estudios peruanos dentro de los respectivos debatesinternacionales, no tanto por exotismo sino para escapar a lo que AdolfoFigueroa llama el provincialismo peruano2.

    Despus de presentar una visin impresionista y muy generalde las investigaciones realizadas, me limitar a dos temas: 1) los aportesde la descripcin econmica para la accin; 2) la lgica defuncionamiento de las economas campesinas. Salta a la vista quecuestiones muy importantes no sern abordadas ac. Por ejemplo, nopretendo tratar como tal el tema de las relaciones con el mercado elrol del Estado, ni la organizacin (la significacin y el papel e acomunidad campesina). Adems, como el trmino economacampesina tiene una connotacin bastante especfica3, dejar de lado

    1 Me refiero, sobre todo, a los trabajos de Caballero (1983), Hopkins(1984), Gmez (1986) y Revesz (1986).

    2 Provincialismo que no es en nada caracterstico de los peruanos,pues muchos investigadores extranjeros parecen particularmente sensibles ala utopa andina y esto porque son tal vez los principales promotores deella.

    3 Daniel Thorner, descubridor de Chayanov, populariz elconcepto economa campesina en 1962, pero l lo utiliza para economastotales (como un modo de produccin) y no solamente para describir elfuncionamiento de la explotacin familiar individual, que es el enfoque adoptadoaqu. Su definicin de la economa campesina es inaplicable al caso del Peractual. (Ver Thorner, 1962).

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    muchos aspectos macroeconmicos por los cuales, tal vez, deberaempezar todo estudio sobre el campesinado peruano4.

    Finalmente, creo que la mayor limitacin de este trabajo radicaen mi desconocimiento de la antropologa y de otra ciencia msimportante, la reina de las ciencias sociales: la historia.

    LAS INVESTIGACIONES EN ECONOMIA CAMPESINAVISTAS DESDE LAS ALTURAS

    En muchas investigaciones sobre economa campesina en elPer -y especialmente en las ms importantes de ellas- predomina uncarcter emprico, descriptivo y esttico. La falta de contenido terico5no es necesariamente un defecto -pues, como lo veremos, implicatambin grandes ventajas-, pero merece un intento de explicacin.Creo que sta se encuentra en el origen de los estudios quecorresponden a lo que Bruno Revesz llama la segunda ruptura de lainvestigacin agraria en el Per6.

    En efecto, la mayora de los trabajos sobre economacampesina ha surgido de tres tipos de intereses: una preocupacinredistributiva (justicia social), que conduce a entender las economas

    4 Analizar las economas campesinas cobra todo su sentido sipreviamente se tiene una idea relativamente clara sobre la composicin delcampesinado, su importancia (demogrfica, social y econmica), sus relacionescon otros sectores, sus funciones econmicas en el desarrollo del pas y susdinmicas de largo plazo. Sobre los primeros aspectos habr que referirse en elfuturo inevitablemente, a la Encuesta Nacional de Hogares Rurales -ENHAR(INE, 1986)- Tambin son referencias obligatorias los trabajos descriptivos sobreregiones realizados por el INP, BCR, etc. (Ver, por ejemplo, UNA La Molinay CERA Bartolom De las Casas, 1986).

    5 La falta de contenido terico significa, para m, que las teorasque subyacen a las investigaciones no son explicitas., es decir, que no sonclaramente explicadas para su contrapuestas a los resultados de lasinvestigaciones.

    6 Es decir, el desplazamiento de los temas (e investigadores) ligados ala reforma agraria por temas, de un lado, mucho ms diversificados y, de otro,que otorgan especial importancia al minifundio andino, a las comunidades y asus posibilidades de modernizacin (Revesz, 1986).

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    del sector ms pobre de la poblacin peruana; la necesidad de conocerms a fondo los grupos beneficiarios de numerosos proyectos dedesarrollo, especialmente en el sur andino (Kervyn, 1986) y,recientemente, la obligacin de participar de manera activa en el debatesobre polticas agrarias, lo que explica el nuevo inters por la cuestindel cambio tcnico. En otras palabras, desde su inicio, la investigacinestuvo ligada a una preocupacin concreta -qu hacer y cmo- antesque a motivos acadmicos (Caballero, 1983). El resultado es que losinvestigadores no estn en general muy interesados en probar teoras-a su vez ligadas a determinadas posiciones ideolgicas7-, sino queparten de la necesidad de descubrir una realidad que a nivel econmicoera, en buena parte, desconocida hasta la dcada de los 60. La granventaja de este enfoque es que permitira rearticular las teoras a laluz de los estudios empricos y no a la inversa, y escapar as a losentrampamientos en los cuales han cado las investigaciones agradasen varios pases8.

    As, los trabajos de muchos economistas agrarios se distanciande los dos patrones dominantes de la ciencia econmica en el TercerMundo: los paradigmas marxistas y neoclsicos. El primero aseguraque la pobreza campesina proviene de la explotacin de la cual esobjeto el campesinado en un sistema capitalista. Esta explotacin seda por la transferencia de los excedentes generados en el sectorminifundista hacia otros sectores de la economa (agrarios o no). Si sequiere mejorar el nivel de vida de la poblacin campesina hay queinvertir esos flujos, con todas las consecuencias de cambiosestructurales y polticos que esto implica. El papel de la investigacines estudiar cmo se da la extraccin del excedente, y, por lo tanto,pone especial nfasis en el anlisis de las relaciones sociales y detodos los puntos de contacto, entre los campesinos y el mercado oel resto de la economa en general (Deere y De Janvry, 1979). Pero,los mayores aportes del marxismo consisten tanto en relevar laimportancia de las condiciones locales concretas, histricas, sociales y

    7 Es por lo dems evidente que hay teoras e ideologas -a menudoimplcitas detrs de todos los estudios, y a veces contradicciones entre estasteoras y la posicin ideolgica de los autores que defienden.

    8 Para el caso de Mxico ver, por ejemplo, Heynig, 1982.

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    geogrficas lo que debera impedir la extensin mecnica, a otroscontextos, de un anlisis realizado para determinados pases, comoen proponer una teora del cambio agrario9.

    A nivel del anlisis de la problemtica agraria, el paradigmaneoclsico consiste en establecer modelos de comportamiento y deracionalidad individual de los campesinos, basados en la hiptesis dela maximizacin de una funcin de utilidad, lo que permite medir elgrado de eficiencia 10de los pequeos agricultores, de mercados, dedeterminados sistemas de tenencia de la tierra, etc. Contrariamente alo que muchos piensan, los economistas neoclsicos son, a menudo,los ms entusiastas defensores del minifundio y de las reformas agrariasque lo favorecen directamente, cuando constatan que es el sistemams eficiente para producir alimentos, ocupar la mano de obra ydistribuir ingresos ms equitativamente.

    El Per no cuenta con una slida tradicin marxista enestudios econmicos agrarios. La razn de esto se debe posiblementea que los economistas (aun los de izquierda) encontraron en la teoramarxista herramientas poco adaptables a estudios microeconmicosy estticos; es decir, que hubo pocas coincidencias entre la teora y lasnecesidades de investigacin que surgieron a fines de la dcada de lossetentas. Esto explicara que el paradigma suda solamente al tratarse eltema ms macroeconmico de las relaciones entre economa cam-pesina y desarrollo capitalista, o en el debate sobre la reestructuracinagraria. Pero, como consecuencia, sabemos poco sobre la importanciade cada uno de los mecanismos de extraccin de excedentes11 y su

    9 Este punto es retomado en la seccin sobre dinmica dentro deltexto ntegro, pero no aparece en esta edicin.

    10 Tratar extensivamente la nocin de eficiencia en la seccin sobrela lgica de funcionamiento de las economas campesinas.

    11 S in embargo, los t raba jos p ioneros de Webb (1977) yHopk ins (1981) tienden a mostrar que la extraccin de excedentes vamecanismos de precios ha sido significativa en el pasado (lo es todava?),aunque transferencias inversas en servicios compensaron en parte estosflujos. Un anlisis convincente de esta cuestin debera basarse en modelosintersectoriales y tablas insumo-producto. Este tipo de anlisis fue desa-rrollado para el caso de Taiwan, con resultados espectaculares (ver Yotopoulosy Nugent, 1976, Pgs. 262-270).

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    efecto global sobre las economas campesinas. Constituyen realmenteuna traba fundamental al desarrollo del sector de minifundio? Lapobreza campesina se debe al tipo de desarrollo capitalista que conociel Per? En qu medida y cmo? Gracias a estudios de historiaeconmica (Thorp y Bertram, 1978) sabemos que el desarrollo delcapitalismo en el Per no se hizo en base a la explotacin delcampesinado, y otros estudios mostraron que ste no es funcional aaqul (Kervyn, 1984). Sin embargo, quedan muchas dudas sobre elpapel del campesinado en la economa peruana y en su historia,problema que son tradicionalmente planteados (o influenciados) porla teora marxista.

    La escasa utilizacin del paradigma neoclsico en los estudiosperuanos se debe probablemente a la misma lgica interna del modelo:economistas neoclsicos, maximizando su ganancia, igualan el preciode su mano de obra con el valor de su producto marginal y, por lotanto, no se meten en investigaciones agrarias, y menos en trabajosde, campo que ofrecen una rentabilidad individual relativamentebaja12.En consecuencia, nadie todava se ha atrevido a tratar de probarque los campesinos son eficientes asignadores de recursos, en el sentidoque los usan hasta igualar el producto marginal de cada factor con suprecio de mercado. Tampoco se ha demostrado que los mercadosrurales funcionen en competencia perfecta, ni que el minifundiopermita una ptima utilizacin de la mano de obra en la agricultura.

    En definitiva, las caractersticas antes sealadas de los estudiossobre economa campesina explican, en buena parte, que laproductividad marginal social de esos trabajos sea tan alta; es decir,que ofrezcan resultados casi inmediatamente utilizables por losprogramas de desarrollo rural y por la poltica agraria en general.Ahora, veamos brevemente los principales aportes de lo que llamarla descripcin econmica.

    12 Esta baja rentabilidad se debe a la escasez de informacin estadsticasobre el campesinado peruano y, ms que todo, a la marginacin de este sector elgobierno y las empresas privadas no tienen mucho inters en financiarinvestigaciones sobre economa campesina; stas se realizan gracias -fundamentalmente- a contados apoyos internacionales, pero raras veces deparana sus autores un estatus similar a aqul alcanzado por los economistas que seocupan de temas considerados ms serios.

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    DESCRIPCIN ECONMICA Y ACCIN

    Los principales aportes operativos de las investigacionesen economa campesina son bien conocidos y han sido a menudorelevados, pero su escasa utilizacin en los programas de desarrollojustifica que se los recuerde ac. A mi juicio, estos aportes son cuatro:la heterogeneidad del campesinado, la diversificacin de actividades,la interdependencia entre stas y la aversin al riesgo.

    HETEROGENEIDAD

    El campesinado constituye un mundo profundamenteheterogneo. No solamente por evidentes razones ecolgicas,geogrficas y culturales, sino, tambin, por su disponibilidad derecursos, niveles y composicin de ingreso, tipos de organizacin,relaciones con el mercado, etc. Esta heterogeneidad se manifiesta, noslo a nivel familiar, tambin est presente entre comunidades y entreregiones13.

    Desde el punto de vista de la accin, esto implica que existenpocas soluciones tcnicas, econmicas y sociales vlidas para todoslos campesinos del pas, o aun para los de un slo distrito: losprogramas de desarrollo deben realizar un considerable esfuerzo deadaptacin a condiciones locales diferenciadas. Luego, como no existeun campesino representativo no puede haber tampoco un efectouniforme de programas de desarrollo; el impacto sobre la produccin,las relaciones sociales y el ingreso ser bastante diferente de uncampesino a otro, de una comunidad a otra, de una regin a otra.Sin embargo, las instituciones de desarrollo disean sus acciones,por lo general, en funcin de los campesinos ms ricos o msintegrados al mercado; lo que no sera en s un problema si no fuerapor las distancias que tan a menudo existen entre la accin y su

    13 Por ejemplo, Cotlear (1986) encuentra que, en promedio, el ingresofamiliar y la productividad de la tierra son cinco veces ms altos en una reginde la sierra central (Acolla) que en una regin de la sierra sur (Pomacanchi), apesar de que comparte las misma caractersticas ecolgicas y la misma estructurade tenencia de la tierra.

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    discurso justificatorio, y entre los paquetes tecnolgicos propuestosa los campesinos y sus necesidades14.

    Ahora, tan fuerte diversidad plantea un serio problema deinvestigacin tecnolgica, pues se supone que necesidades muydiversas requieren de una oferta tcnica de tal diversidad; lo que,implica la organizacin de sistemas de investigacin muy diferentesde los que existen actualmente. Si hay que adaptarla oferta tecnolgicaal medio andino, hay que descentralizar la investigacin y abaratarla.Una manera de hacerlo sera realizar directamente con los campesinosparte de los ensayos agronmicos, en conservacin de suelos, etc. Laprctica ha demostrado no solamente que esto es posible, sino muchoms eficiente que los sistemas tradicionales de experimentacin, puesse garantiza ms fcilmente la adecuacin de la tcnica al medio -y suposterior difusin-, se aprovecha la propensin natural de loscampesinos a ensayar nuevas tcnicas y se incorpora el conocimientoque tienen sobre ciertas tcnicas, llamadas tradicionales.

    Desde el punto de vista de la investigacin econmica, laheterogeneidad del campesinado plantea otros tipos de problemas paralos estudios que utilizan fuentes primarias de informacin (encuestas,estudios de casos, etc.). Si en los Andes los promedios tienen pocasignificacin -y es prcticamente imposible establecer muestrasrepresentativas pequeas-, entonces, tipologas de agricultores seconvierten en instrumentos indispensables de trabajo.

    En el Per los ensayos de tipologas son todava excepciona-les15, probablemente debido a la escasez de informacin estadstica.Sin embargo, las tipologas dependen totalmente de los objetivos dela investigacin. Para citar algunos ejemplos, el tamao de la finca, ladistancia con respecto al mercado, la densidad demogrfica, la espe-

    14 El mismo autor citado en la nota anterior hace interesantesobservaciones sobre el problema de la adecuacin de los servicios de extensinagrcola a las caractersticas socioeconmicas de los productores.

    15 El trabajo de Hopkins y Barrantes (1987) constituye una notableexcepcin, y muestra que la clasificacin de los productores por tamao de lafinca no es necesariamente la ms apropiada. Las limitaciones de los datoscensales condicionan este tipo de ensayo e impiden incluir variables msrelevantes o desagregaciones ms finas.

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    cializacin productiva, la contratacin de mano de obra asalariada, laproporcin de la produccin vendida en el mercado, etc., son todosindicadores que pueden ser utilizados simultnea o alternativamentepara establecer una tipologa de productores. Pero es evidente que laeleccin de los indicadores depende: 1) de lo que se quiere investigar-es decir, cul(es) es(son) la(s) variable(s) dependiente(s)16 y 2) de ladisponibilidad de informacin. Es ilusorio pensar que un buen trabajode clasificacin de los agricultores peruanos podr un da satisfacer atodos los investigadores. Slo podr hacerlo un aumento significativode la base estadstica de la cual disponemos a nivel nacional. Mientrastanto, cualquier generalizacin de estudios parciales debe ser hechacon extremo cuidado.

    La importancia de las tipologas no proviene slo de la hete-rogeneidad (fuerte, mas no excepcional) del campesinado peruano.La tradicin marxista de anlisis del problema agrario descansa sobreel estudio de las relaciones de produccin, lo que obliga, como mni-mo, a distinguir entre productores menos o ms capitalistas. Estadistincin tiene evidentes e importantes efectos polticos. As, desdeLenin (1967) hasta Mao Tse-Tung (1967) existe una importanteliteratura y se han realizado interminables debates sobre el tema, puesestablecer categoras implica utilizar (y definir) trminos comoclases, grupos sociales, relaciones de produccin, formacinsocial, relaciones de produccin capitalistas o pre-capitalistas,etc.17. Por falta de consenso sobre estas definiciones (y sobre muchasotras ms), el debate no aporta mucho al investigador, ms preocupadoen encontrar categoras operativas que discusiones abstractas, perosubraya la necesidad de precisar la significacin de los conceptos queutiliza18.

    16 Buenos ejemplos de relacin entre objetivos de investigacin ycriterios de seleccin de la muestra se encuentran en Figueroa (1981, apndice1) y Cotlear (1986).

    17 Para una buena discusin del entorno del problema y su aplicacinal caso de la India, ver Rudra (1982, caps. 15 al 21).

    18 Por ejemplo, por qu considerar como minifundista al campesinoque tiene menos de cinco hectreas?, Por qu no guiarse por cuatro o diez?Luego, qu implica este criterio?

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    Luego, en la tradicin marxista, una tipologa es uninstrumento para el anlisis dinmico, es decir, para comprender laevolucin del campesinado en el largo plazo. En esta perspectiva, lasimple caracterizacin de los pequeos productores por cantidadesde recursos posedos, o relaciones de produccin utilizadas (comprao venta de fuerza de trabajo), resulta insatisfactoria, pues no permitecaptar los cambios que se estn dando a nivel familiar o comunal. Esposible desarrollar tipologas alternativas y ms satisfactorias a partirde las tendencias hacia la acumulacin o desacumulacin de capitalhacia la campesinizacin o descampesinizacin. (Por ejemplo:los cambios en la posesin de tierra y ganado y la evolucin de lasactividades no agropecuarias son buenos indicadores de la dinmicaagraria.) Sin embargo, estas tipologas necesitan de una baseinformativa demasiado profunda, y solamente pueden ser utilizadasen muestras relativamente pequeas.

    Los ensayos empricos de establecer una tipologa en funcindel anlisis marxista conducen a dos conclusiones. En primer lugar,tipologas dualistas (capitalistas y no capitalistas, ricos y pobres,explotadores y explotados, minifundistas o no, etc.) conducen a muchasarbitrariedades y son a menudo poco operativas, pues, cualquiera quesea el criterio elegido, encontramos que los campesinos se repartende manera continua a lo largo de una escala19.

    En segundo lugar, las relaciones entre caractersticas (porejemplo, entre el tamao de la finca y las relaciones de produccin,entre la venta de fuerza de trabajo y el ingreso, entre el trabajo familiary el extrafamiliar, entre el tamao de finca y el rendimiento, etc.) sonraras veces evidentes, lo que complica singularmente la tarea deestablecer tipologas explicativas20 en la agricultura.

    Finalmente, la heterogeneidad del campesinado ofrece unaenorme ventaja al economista agrario; le proporciona exactamente loque necesita para establecer relaciones cuantitativas en anlisis decross-section una gran dispersin de observaciones en un mismo

    19 Para una aplicacin el caso de Mxico, ver Crummett (1985).20 Por tipologa explicativa entiendo el uso de categoras para probar

    una hiptesis: por ejemplo, que los pequeos agricultores son ms productivosque los grandes. que los pobres tienden a proletarizarse, que existen clases socialesmarcadamente distintas en el campo, etc.

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    tiempo. Es as relativamente fcil (?) relacionar, por ejemplo, ladistancia al mercado con la tecnologa, los precios con el patrn decultivos, etc. Pero notamos que la heterogeneidad dificulta el uso delinstrumental neoclsico, que se basa sobre comportamientos yracionalidades homogneas. Evidentemente una funcin de utilidadpuede admitir tantas restricciones como sea necesario, pero en estecaso la tipologa de productores debe ser diseada con sumo cuidado(suponiendo que cada tipo tendr una funcin diferente).

    DIVERSIFICACIN

    La economa campesina combina diferentes actividades endiferentes tiempos y espacios. El papel de la agricultura no es siem-pre primordial en la asignacin del tiempo o en la formacin delingreso, aunque es normalmente la actividad prioritaria, pues asegurabuena parte de la alimentacin familiar (es la base de la repro-duccin). Esto implica que programas especializados dirigidos a unasola actividad o -peor- a un solo cultivo, tendrn un impacto reducidosobre el ingreso familiar, y que el impacto ser mayor cuando msintegrales y flexibles sean los programas (Kervyn, 1986). Por ejemplo,si la agricultura es la fuente de la mitad del ingreso anual de unafamilia campesina, y dado que el cultivo de papa representa el 40%de este ingreso agrcola, entonces una nueva tcnica (o un aumentodel precio de la papa) que logre duplicar el valor agregado en estecultivo -por unidad de superficie- aumentar el ingreso total en un20% solamente.

    Desde el punto de vista de la investigacin, esta diversidadplantea un problema de definicin (agricultor a tiempo parcial?,semi-proletario?); otro de tendencia (esta diversidad est aumen-tando?, reducindose?, por qu?, con qu consecuencias?) e, in-clusive otro, como lo veremos, de lgica de funcionamiento (dife-rentes actividades implican diferentes lgicas de funcionamiento?,cules son?, es posible asignar un orden de prioridad a estasracionalidades?). Este ltimo problema ha sido parcialmente abor-dado en los estudios peruanos, mientras que sobre la tendencia demediano-largo plazo tenemos todava indicaciones muy fragmen-tarias, que parecen apuntar hacia un aumento de la diversificacin deactividades en algunas regiones serranas. Tambin existen estudios

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    que tienden a mostrar que el aumento del ingreso y de la intensidad dela agricultura no va acompaado con una mucho mayor especializacinen las actividades y cultivos ms rentables (Figueroa, 1987; Cotlear,1986).

    INTERDEPENDENCIA GENERAL

    Las diferentes actividades productivas de los campesinos estntotalmente interrelacionadas. Hay una dependencia mutua de laagricultura, ganadera y artesana que puede ser ilustrada por una matrizinsumo-producto, mostrando cmo y qu aporta cada actividad a otra(Figueroa, 1981; Gonzales, 1984). Un modelo insumo-producto sirvepara saber, en un momento del tiempo, qu insumos (qu productos)de una actividad -o sector- provienen de (se destinan a) otrasactividades o a la misma, y para calcular el efecto de un cambio en unelemento de la matriz sobre los dems elementos. De la misma manera,en la economa campesina, parte de los insumos de la agriculturaproviene de la ganadera, y viceversa; parte de los productos de laartesana se destina a la agricultura o a la ganadera, y viceversa. Luego,un cambio en una actividad o en un cultivo -generado, por ejemplo,por una innovacin tcnica- tendr efectos sobre el conjunto delsistema, es decir, sobre los insumos y productos de los dems cultivosy actividades.

    Este sistema se puede ver como un portafolio cuidadosamenteestablecido y experimentado (Figueroa, 1981. pg. 126), lo queexplica que muchos cambios tcnicos no se dan, simplemente porqueel efecto positivo sobre una actividad o cultivo es ms que compensadopor efectos negativos sobre otras actividades, o implica una adaptacindel conjunto del sistema, que solamente se puede dar en el medianoplazo. Esto significa que hay que tomar en cuenta la matriz tecnolgicapara proponer innovaciones; es decir, ver la economa campesina comoun todo y no solamente como la suma de sus partes.

    El aspecto ms importante es comprender la complementaridadentre los diferentes cultivos, de un lado, y de otro, entre agricultura yganadera, en lugar de analizar diferentes cultivos y actividades comocompetitivas. Otra consecuencia es que, a veces, la produccinintermedia es ms importante que la produccin final. Por ejemplo,se cultiva maz a 3,600 m. para alimentar el ganado, o se cra vacunos

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    para jalar el arado. Entonces, si slo se toma en cuenta el productofinal (destinado al intercambio o al consumo directo), se concluyefcilmente que tal cultivo o actividad es antieconmico; pero, enrealidad, encuentra su justificacin en el conjunto del sistema.

    As, un error frecuente consiste en no entender ni los sistemasde alimentacin, ni las, funciones econmicas del ganado: serecomienda que la cantidad de ganado no exceda la soportabilidad dela superficie disponible de pastos y se propone introducir ganadomejorado, sin darse cuenta que en muchos casos los subproductosagrcolas son ms importantes que los pastos en la alimentacin delganado (Kervyn et al, 1982), y que las caractersticas del ganadovacuno deben ser adaptadas a su funcin de proveedor de insumos(Gonzales y Kervyn, 1987).

    El modelo de anlisis intersectorial (matriz insumo-producto)ofrece, entre otras muchas cosas, una entrada al entendimiento de lautilizacin de la mano de obra en la economa campesina. En efecto,el principal insumo utilizado por cada sector (cultivo o actividad)es la mano de obra, es decir, que sta se reparte entre todas las lneas(sectores) de la matriz. Evidentemente, esto implica que un cambioen un elemento afectar tambin esta reparticin. Pero, ms all delproblema de la disponibilidad de esta mano de obra (cundo y enqu medida est desocupada?), la pregunta interesante concierne a suproductividad, es decir, al determinante del ingreso.

    Constatamos que esta productividad vara mucho de unaactividad a otra, de un cultivo a otro (EQUIPLAN, 1979). Pero, enqu medida es justificable hablar de productividades para cadaactividad o cultivo? Si las economas campesinas se describen comoun modelo de interdependencia general y obedecen a una racionalidadno capitalista21, entonces habra que ver el problema de la pobrezacomo un problema -entre otros- de la productividad del conjunto delsistema (Maletta, 1979, pg. 65) y no de cada una de sus partes. En

    21 Si los campesinos obedecieran a una racionalidad capitalista, loprimero que haran sera abandonar aquellas actividades que contablementearrojan prdidas, salvo, justamente, si esas actividades se justifican por lainterdependencia general. Al respecto, ver las observaciones que A.K. Sen hacaya en 1966 (Sen, 1966, pg. 443), sin mencionar, por supuesto, la teora deChayanov (1924).

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    este caso el anlisis marginalista debera ser sustituido por un anlisisdiscreto. Lo interesante es que parece que las mismas conclusiones seaplican a los agricultores de los pases europeos desarrollados, aunqueme parezca difcil imaginar que stos sean impermeables a laracionalidad capitalista.

    AVERSION AL RIESGO

    Relacionada a lo anterior est la incorporacin del riesgo enel anlisis de la economa campesina. Los economistas han utilizadoeste concepto desde hace ms de veinte aos22, pero en el Per lainsistencia sobre el riesgo es relativamente reciente (Figueroa, 198l).Parte de la idea de que los campesinos minimizan los riesgos,simplemente porque estn tan cerca del mnimo de subsistencia queno pueden tomarse el lujo de riesgos importantes. En trminoseconmicos, se dir que el objetivo de reduccin de la varianza delingreso tiene prioridad sobre el objetivo de maximizacin de laesperanza matemtica del ingreso. Evidentemente, estos dos ob-jetivos son a menudo contradictorios: si la finalidad es la sobre-vivencia econmica, entonces el ingreso no ser normalmentemaximizado, y viceversa. Esta actitud no es en nada especfica de laagricultura andina, pero es fundamental para explicar comportamien-tos que, de otro modo, pareceran irracionales. Una cierta aversin alriesgo23 es una actitud indispensable a la sobre vivencia campesina;actitud que, curiosamente, es a veces totalmente pasada por alto enproyectos de desarrollo, que insisten en proponer paquetes tec-nolgicos que aumentan el riesgo, a la vez que se extraan de la poca

    22 Uno de los trabajos ms conocidos y que ms ha contribuido ageneralizar la idea de la importancia del riesgo en la agricultura del TercerMundo, y en la explicacin de los comportamientos de los campesinos, esel de Roumasset (1976). Esta idea fue tambin popularizada por Scott(1976).

    23 Una persona es aversa al riesgo cuando es indiferente entre el valormonetario de un evento incierto, y el valor menor de un hecho futuro cierto, loque implica calcular la esperanza matemtica de diferentes alternativas. Pero enla agricultura es imposible asignar probabilidades precisas a determinadossucesos, y es entonces difcil precisar la actitud frente al riesgo. Por esta raznes preferible hablar de una cierta aversin al riesgo, lo que nunca constituyeun rechazo total a ste.

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    receptividad de los campesinos a ciertas innovaciones. Todava laaversin al riesgo es confundida con una supuesta oposicin a lamodernizacin o con una actitud tradicional, aunque hay quereconocer que esta confusin se da ms a menudo en los tcnicos queen los economistas, que tienen acceso a los buenos textos sobreeconoma campesina.

    Ahora, es necesario hacer dos precisiones sobre la utilizacinde la aversin al riesgo para explicar comportamientos. La primera,parte de comprobar que, muy a menudo, los campesinos asumenvoluntariamente riesgos enormes en la produccin o en actividadesno agrcolas, lo que impide una generalizacin demasiado rpidadel concepto de aversin y obliga a precisar los determinantes dela actitud frente al riesgo. Mencionar dos posibles factores expli-cativos:

    a) Frente a eventos cuya probabilidad puede ser estimada(porque son recurrentes), el campesino busca establecer mecanismosde seguro contra los riesgos. As, la diversificacin de actividades ocultivos, las relaciones patrn-cliente (clientelismo), los crditos demediano o largo plazo (como ciertos aynis), las alianzas familiares ycomunales y las estrategias demogrficas son todos ejemplos desistemas de seguros. Estos mecanismos (como la eleccin de un ciertopatrn de cultivos o actividades) traducen el comportamiento delcampesino frente al riesgo: l suscribe un seguro que no elimina elriesgo, pero lo controla. Ms adversa ser su actitud frente al riesgo yms importantes (y complejos) sern los sistemas de seguro.

    Este comportamiento no es totalmente subjetivo, sino que seexplica por razones econmicas (ingreso, disponibilidad de recursos,etc.), pero, adems, no sigue un orden lexicogrfico continuo: existendiscontinuidades que pueden ser debidas, por ejemplo, al nivel delingreso o al costo de oportunidad de los factores. Una vez aseguradoun ingreso mnimo, o cuando el costo de oportunidad de un factor esmuy bajo, se toman riesgos importantes. As se explicara el quemuchas decisiones concernientes a la asignacin de mano de obra(ciertas migraciones temporales, por ejemplo) o sembros impliquenriesgos elevados.

    Finalmente, no es posible asegurarlo todo; sea porque ciertoseventos son poco recurrentes, o porque estn menos sujetos aseguros por razones tcnicas (la ganadera es ms difcil de asegurar

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    que la agricultura), llega un momento en que es necesario asumirriesgos importantes.

    b) Ms determinante ser un insumo, cultivo o actividad parala subsistencia de la familia, y ms importantes sern los mecanismosde seguro que expresen una mayor aversin al riesgo. Estasdiferencias explican tambin la diversidad de los comportamientosfrente al riesgo.

    El anlisis del riesgo conduce, igualmente, a entender por qudeterminadas instituciones, a veces justificadas por supuestossentimientos de solidaridad, tienden a desaparecer cuando sedesarrollan sistemas extracomunales de seguro, como son precios degaranta, crdito estatal, mercados estables, etc.

    La segunda precisin concierne a la aplicacin del conceptoal anlisis del cambio tcnico. Es muy acertado afirmar que la aversinal riesgo constituye un obstculo al cambio tcnico, pero, en realidad,lo que afecta es solamente la rapidez de la difusin de los cambios,que aumentan la varianza del ingreso. En otras palabras, la aversinal riesgo es una variable explicativa slo en el corto-mediano plazo ypara ciertas innovaciones. No lo es en el largo plazo, cuando cambianlos ingresos y los mecanismos de seguro, y tampoco afecta la difusinde las innovaciones que no aumentan los riesgos. Por ejemplo, si unoquiere explicar por qu la agricultura europea se demor un mileniopara adoptar el arado de vertedera, que constitua una tecnologadisponible no apelar a la aversin al riesgo. Tampoco lo har paraentender por qu, casi 5 siglos despus de la conquista, los campesinosandinos siguen utilizando la segadera en lugar de la guadaa, que esmucho ms eficiente.

    Normalmente se distingue entre riesgos que provienen de laactividad productiva (debidos a factores naturales), riesgos que pro-vienen del mercado y riesgos personales (salud). Los primeros hansido objeto de un cuidadoso anlisis realizado, en gran parte, poragrnomos desde hace unos diez aos24. Estos trabajos han incre-mentado considerablemente nuestros conocimientos sobre la diver-

    24 Ver Tapia (1982) y, en general, todos los trabajos publicadospor el Proyecto de Investigacin de los Sistemas Agrcolas Andinos (PISCA)en el Per. Tambin, varios trabajos presentados en los seminarios sobrecultivos andinos.

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    sidad y la racionalidad de las prcticas agronmicas de los campesinosandinos. Uno de los principales mritos de los estudios que muestrancmo los sistemas agrarios se adaptan a las condiciones naturales delos Andes, es superar la oposicin entre modernistas ytradicionalistas en tecnologa. Concluyen que cualquier esfuerzode modernizacin debe partir de las prcticas existentes -es decir,mejorarlas en vez de sustituirlas- y debe adaptarse, igualmente, a losriesgos y ventajas ecolgicas andinas.

    Estos trabajos no han recibido todava mucha atencin porparte de los economistas, a pesar de las aplicaciones que prestan alanlisis econmico. Como las condiciones naturales determinan enparte los sistemas de produccin, que condicionan a su vez la matriztecnolgica, es indispensable tener en cuenta los sistemas agrarios -ysus explicaciones- para entender las economas campesinas.Particularmente importante es, por un lado, comprender la utilizacinde los recursos en el tiempo y en el espacio, y, por otro lado, integrarlas razones de determinadas asignaciones al anlisis econmico. Estodava un defecto frecuente entre los economistas descuidar losparmetros ambientales. Felizmente, este sesgo est siendo corregidoa nivel internacional25 y no dudo que en los Andes, donde lasvariaciones en las condiciones ambientales son particularmente fuertes,se reconocer la importancia de estos factores para explicarcomportamientos e instituciones agrarias (sistemas organizativos).

    La otra caracterstica de la realidad rural, que ha sido hastaahora muy poco tomada en cuenta en los estudios peruanos, es larelacin entre recursos y poblacin; es decir, la mayor o menor presindemogrfica sobre los recursos. La importancia de esta relacin sedebe a tres razones principales:

    a) Determina en buena parte los sistemas agrcolas utilizados,o sea, la intensidad relativa de la agricultura. Segn Boserup (1970)un sistema agrcola se define por el ratio entre la superficie cosechadaanualmente y la superficie total poseda con alguna aptitud agrcola.Diferentes sistemas agrarios implican diferentes productividades dela tierra y de la mano de obra, diferentes herramientas, tcnicas decultivo, etc.

    25 Ver, por ejemplo, Binswanger y Rosenzweig (1986) y Bray(1983).

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    b) Influencia el tipo de organizacin social que encontramosen los Andes. Las organizaciones sirven, entre otras cosas, paracontrolar el uso de recursos. As, la funcin y las caractersticas deorganizacin de una comunidad que posee mucha tierra y poca manode obra ser muy distinta de aqulla de una comunidad que tiene pocatierra y dispone de mucha mano de obra. En el primer caso, el rol dela comunidad consistir en controlar la mano de obra (recurso escaso),mientras que el acceso a la tierra (bien abundante) ser muy pocoregulado; en el segundo, la transferencia de la tierra (recurso escaso)ser muy importante y, por lo tanto, controlada (por los mecanismosde herencia, por ejemplo), mientras que no tendr sentido imponerreglas coercitivas al acceso a la mano de obra.

    c) La evolucin de esta relacin entre recursos y poblacin esuno de los determinantes del cambio tcnico en el largo plazo.

    LAS LGICAS DE FUNCIONAMIENTO DELAS ECONOMAS CAMPESINAS

    Este tema es importante por dos motivos: tiene inmediatasconsecuencias para la poltica econmica, y es objeto de teoras aveces totalmente opuestas. Por ello quiero exponer, en primer lugar,conceptos y teoras antes de atreverme a emitir comentarios mspuntuales sobre su aplicacin en los estudios peruanos y, finalmente,sacar conclusiones de polticas econmicas.

    Para abordar el tema distinguir tres conceptos que estnligados, pero que no deben ser confundidos:

    1) Los objetivos que persiguen los campesinos.2) Los comportamientos que adoptan para conseguir estos

    objetivos, lo que en general se llama su racionalidadeconmica.

    3) La eficiencia, es decir, la cuestin de saber si esoscomportamientos son o no compatibles con ciertos criterios apriori de eficiencia.En la discusin quisiera separar los dos primeros conceptos

    del tercero, que plantea problemas particulares.

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    OBJETIVOS ECONMICOS Y COMPORTAMIENTOS:LA TEORA

    Para la teora marxista clsica, cuando el modo de produccincapitalista es dominante26 hay un solo objetivo econmico posible: lamaximizacin de la ganancia27. As, un productor adopta la lgica deproduccin capitalista, aun cuando es slo formalmente subsumido alcapital (es decir, cuando est relacionado con el mercado capitalista yexplotado a travs de l) y no exclusivamente cuando participa de lasrelaciones de produccin capitalista28. Por esta razn los pequeosproductores campesinos pueden, hasta un cierto punto, ser asimiladosa productores capitalistas (Maletta, 1979): las caractersticas,categoras y lgica de la economa capitalista se aplican, mutatismutandis, a los campesinos.

    En realidad, la integracin al capitalismo es un proceso gra-dual que implica que los comportamientos sean cada vez ms indivi-dualistas y competitivos (teidos de lgica capitalista), y que actitudes

    26 Es decir, cuando todos los productores son subsumidos real oformalmente al capitalismo.

    27 Los marxistas modernos admiten otros objetivos -como la sub-sistencia, por ejemplo-, que forman parte de teoras corno de las articulacionesentre modos de produccin o de la funcionalidad del campesinado (ver luego,la discusin al respecto).

    28 Cuatro caractersticas fundamentales, que deben ser simult-neamente cumplidas, definen las relaciones de produccin capitalista. Estas son:

    a) La existencia de un mercado libre de mano de obra, mercado porel cual un excedente es extrado de los vendedores de fuerza de trabajo.

    b) Este excedente es realizado en un mercado de bienes: los productoresvenden la mayor parte de su produccin en este mercado.

    e) El excedente es reinvertido, lo que da lugar a la acumulacin decapital y a la reproduccin ampliada.

    d) La bsqueda de la mayor ganancia provoca un aumento de lacomposicin orgnica del capital (una mayor productividad de la mano de obra)y un progreso tcnico continuo.

    Cada una de estas condiciones es necesaria, mas no suficiente parala existencia de relaciones capitalistas de produccin (Rudra, 1982, pg.404).

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    de solidaridad o reciprocidad no sean sino meras ilusiones o vestigiosdel pasado condenados a desaparecer.

    En cuanto a la eficiencia, los clsicos del marxismo subrayanque la pequea explotacin no slo es tecnolgicamente primitiva,sino que representa un mal uso de la mano de obra; mal uso causantede la pobreza y necesidad (ruin and want) de los campesinos(Deere, 1984). Esta ineficiencia se debe a que la economa parcelariano permite aprovechar los rendimientos de escala inherentes alprogreso tcnico en la agricultura.

    Para la teora neoclsica, el objetivo general es la maxi-mizacin de una funcin de utilidad29. Pero muchos autores siguenrestringiendo el objetivo de los campesinos a la maximizacin de laganancia, lo que implica igualar el ratio de los valores de los pro-ductos marginales de dos insumos, con el ratio de los precios demercado de estos dos mismos insumos. En este caso, se dir que unagricultor es eficiente en la asignacin de sus recursos. (Ver, msadelante la discusin sobre la nocin de eficiencia.) Adems, esteobjetivo implica una actitud neutra frente al riesgo: los campesinosno pueden ser adversos al riesgo si son buenos neoclsicosmaximizando su ganancia (Bliss y Stern, 1982, cap. 3; Lipton, 1968;Ghatak e Ingersent, 1984, pg. 127).

    Si el objetivo es la maximizacin de una funcin de utilidad,entonces es posible, a la vez de introducir la aversin al riesgo,cualquier restriccin de orden econmico, sociolgico o ambiental(por ejemplo, la preferencia por el ocio, el objetivo de ingreso mnimo,etc.), y seguir haciendo las mismas hiptesis neoclsicas sobre loscomportamientos y la eficiencia. En realidad, las funciones de utilidadson poderosos instrumentos de anlisis, justamente porque permitenuna gran flexibilidad en la definicin de objetivos y comportamientos.

    Pero, en este, caso, la gran diferencia entre las teoras marxis-ta y neoclsica radica en que la primera afirma, como un hechoemprico, la existencia de rendimientos de escala crecientes en la

    29 Una funcin de utilidad relaciona la satisfaccin (o utilidad, obienestar) de un individuo con una serie de variables (bienes, servicios u otros)que influyen sobre esta satisfaccin. En realidad, una funcin de ganancia essimplemente un caso particular de una funcin de utilidad supone que la utilidaddepende slo de la ganancia.

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    agricultura, mientras que la segunda supone rendimientos constantes,a menudo por razones de comodidad analtica. As, ambas teoras llegana resultados opuestos: campesinos ineficientes en un caso, y eficientesen el otro.

    La hiptesis de maximizacin de la ganancia ha sido atacadaen todos los terrenos posibles, desde la teora hasta la prctica. Losargumentos centrales son:

    Los comportamientos de los campesinos no confirman estahiptesis. En general, los pequeos agricultores son adversosal riesgo, y el valor de la productividad marginal de un factordifiere de su precio30; no hay relacin, en la agriculturacampesina, entre la superficie cultivada y la rentabilidadde un cultivo, ni entre sta y su grado de comercializacin(Rudra, 1983; Kervyn et al, 1982, pg. 115). La teora de lalgica capitalista, pues, deja inexplicados muchoscomportamientos de los campesinos (Chayanov, 1924).Esta hiptesis no logra dar cuenta de la inmensa variedadexistente en el uso de recursos similares y en los resultadosobtenidos. Si hay tantos comportamientos diferentes, es queexisten diferentes objetivos y diferentes restricciones (deorden econmico, social o natural). En teora, funciones deutilidad pueden dar cuenta de esta diversidad y de suutilizacin para incluir parmetros ambientales, costos detransaccin, etc. (ver, por ejemplo. Binswanger y Rosenzweig,1986), constituyendo, tal vez, uno de los avances msinteresantes de la economa campesina de los ltimos aos.As, podra ser posible definir unos pocos objetivos simplesy universales, y luego explicar las diferencias encomportamientos, resultados e instituciones agrarias, por lasdiferentes restricciones existentes.Fuera de estas dos teoras -o como variantes de ellas-

    encontramos otras hiptesis sobre los objetivos de los campesinos.

    1)

    2)

    30 Aunque se acerque a su precio, cuando se utiliza una funcin deproduccin con datos de cross-section, no podramos derivar de esto nin-guna conclusin, debido a la imposibilidad de especificar correctamente unasola funcin de produccin dentro de las muchas posibles (Lipton 1968; Rudra,1982).

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    En oposicin radical a las teoras precedentes, algunos autorespretenden simplemente que los campesinos no maximizan: slo buscanun objetivo, como la seguridad alimentaria, la reproduccin de sufuerza de trabajo, la satisfaccin de ciertas necesidades bsicas o uningreso mnimo. Estas teoras, que llamar de objetivo desubsistencia no admiten la bsqueda de la ganancia, la acumulacino el aumento del bienestar (es decir, comportamientos maximizadores):los campesinos buscan reproducir el mundo tal como lo han conocidosus antepasados. En este caso, es evidente que tanto la teora marxistacomo el instrumental neoclsico resultan intiles para explicarcomportamientos de subsistencia. Esas ideas provienen directamentede los estudios antropolgicos sobre comunidades primitivas31, y delos realizados por Chayanov. En esta escuela agrupara a todos losdefensores de la forma de produccin mercantil simple32. Loscomportamientos que derivan del objetivo de subsistencia implicanuna minimizacin de los riesgos33, una cierta reciprocidad entre losproductores (pues la subsistencia de la familia depende de la accindel grupo) y una resistencia a todas las formas de penetracin delcapitalismo.

    No voy a resumir ac todas las consecuencias de esta escuela,y menos los ataques tericos y polticos que ha sufrido (ver, porejemplo, aqullos de Janvry, 1981, y Patnaik, 1979). Quiero relevarsolamente el origen de una teora que tiene un evidente impacto sobrelos investigadores agrarios andinos.

    Existe el consenso cada vez ms generalizado que en una

    31 Ver, por ejemplo, los artculos contenidos en R. Firth, 1967 y M.Godelier, 1974.

    32 The Journal of Peasant Studies se ha hecho el portavoz deldebate alrededor de la produccin mercantil simple. Ver, por ejemplo: G.Smith, 1985. C. Smith, 1984, a y b; C. Meillassoux, 1973; J. Chevalier,1983.

    33 La minimizacin del riesgo es, entonces, una norma praxeo-lgicadel objetivo de subsistencia y no un objetivo en s mismo. Nadie vive paraminimizar el riesgo! (Ver Platteau, cap. 5, 1982). Esto es tambin diferente delcaso de las funciones de utilidad que introducen el riesgo como una restriccin.En el primer caso, los campesinos son adversos al riesgo porque buscan slo susubsistencia; en el segundo, maximizan su utilidad bajo la restriccin deminimizacin del riesgo.

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    economa campesina no puede haber un nico objetivo posible. Ladiversidad de comportamientos se debe a evidentes factoresinstitucionales y ambientales, pero podra tambin encontrar uno desus orgenes en el hecho que la economa campesina produce, a lavez, para su subsistencia y para el mercado. Este dualismo tendrarepercusiones tanto sobre los objetivos de los campesinos como sobresus procesos de decisin, respuesta a los incentivos de mercado, etc.Es decir, la economa campesina no es ni de autosubsistencia nimercantil, sino una mezcla de las dos. Qu racionalidad particularimplica esta mezcla?

    Esta lnea de razonamiento ha sido seguida en dos direccionesdiferentes. De un lado, economistas han estudiado las condiciones deequilibrio de estas economas duales y sus respuestas a cambiosexgenos, con diferentes niveles de autoconsumo, presin sobre latierra, productividad, salarios, precios, etc. (Fisk, 1975; Nakajima,1970, partes I y II; Sen, 1966). Concluyen que es indispensable tomaren cuenta la produccin de autosubsistencia -que es el principaldeterminante del bienestar-, pero que cuando las hiptesis demaximizacin se aplican a economas parcialmente mercantiles noconducen ni a comportamientos irracionales ni a una asignacinineficiente de recursos; es decir, que no es necesario apelar a razonesculturales u otras (tradicionalismo, etc.) para explicar suscomportamientos.

    La segunda direccin seguida es la de la antropologaeconmica, y consiste en analizar los procesos de decisin en estaseconomas duales; es decir, produciendo cultivos exclusivamentecomerciales y otros solamente para el autoconsumo. La conclusin esque los procesos de decisin son claramente diferenciados: loscampesinos no tienen los mismos comportamientos (actitudes frenteal riesgo, a cambios de precios, a posibilidades de innovacionestecnolgicas, etc.) en ambos sectores de su economa, lo que significaque polticas tiles para el sector comercial pueden ser totalmenteinoperantes para el sector de autoconsumo (Ortiz, 1967 y 1973).

    En conclusin, la tendencia en las investigaciones econ-micas es aceptar que no hay necesariamente un objetivo nico, ni unsolo modelo de comportamiento, sino una diversidad que se debe adiferentes contextos socioeconmicos (integracin al mercado, estruc-turacin econmica, etc.) y fsicos. Se ha avanzado en la construccin demodelos que -utilizando funciones de utilidad- presentan unos pocos

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    objetivos homogneos pero admiten una gran diversidad derestricciones, lo que permite explicar (y predecir) diferentescomportamientos. Las investigaciones en este sentido han precisadolas relaciones entre contexto y comportamiento, por lo que sonextremadamente tiles; sin embargo, los ensayos para adecuar modeloseconmicos formales a esta diversidad no muestran todava unacorrelacin significativa entre los esfuerzos desplegados (por loseconomistas) y sus aplicaciones prcticas.

    OBJETIVOS Y COMPORTAMIENTOS:LAS INVESTIGACIONES PERUANAS

    Debido a sus motivaciones propias, los estudios peruanos nopartieron de hiptesis bien definidas sobre los objetivos econmicosde los campesinos, sino de las caractersticas de las economascampesinas (confundiendo a veces objetivos con caractersticas). Alenfatizar la aversin al riesgo, la heterogeneidad, la diversificacinde actividades, la reciprocidad, etc., muchos estudios llegannaturalmente a admitir el objetivo de subsistencia como el msrazonable (salvo contadas excepciones; por ejemplo, Snchez, 1982),pero sin insistir demasiado en la diversidad de comportamientos, quees ms descrita que explicada. As, tal vez por el escaso nfasis dadoal anlisis microeconmico, las hiptesis marxistas y neoclsicas sonpoco tomadas en cuenta, y los trabajos peruanos parten de donde otroshan llegado despus de aos de debates e investigaciones. Sin embargo,no creo que los economistas agrarios admitiran todas las implicacionestericos del objetivo de subsistencia, y mucho menos sus consecuenciaspolticas34.

    El nico texto que conozco -que discute de manera siste-mtica y original las diferentes observaciones e hiptesis sobre laracionalidad del campesinado andino- es el de Caballero (1983, pg.300 y ss.), por esta razn lo tomar como base para la discusin deltema.

    34 Segn De Janvry (1981, Pgs. 100-106), negar la bsqueda de laganancia en el campesinado implica reemplazar las relaciones de clases y deexplotacin por un concepto de articulacin; lo que es muy til desde el puntode vista de los neopopulistas, que quieren minimizar la conciencia del desarrollode clases en el campo (ibdem, pg. 106).

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    Primero, Caballero (corno muchos otros autores) admite elobjetivo de subsistencia: El elemento motor (de la vida econmicadel campesinado) es la satisfaccin de las necesidades familiares(presentes y futuras), ms que la acumulacin o que algn -principioabstracto de reciprocidad.

    Segundo, impresionado tambin por la diversidad de laeconoma campesina y su integracin al mercado, avanza una hiptesismuy similar a la de Sutti Ortiz, la que consiste en distinguir dosprincipios en la programacin de la asignacin de recursos de la familiacampesina (que pueden verse como dos fases, aunque no separadasen el tiempo): 1) de acuerdo a la actitud frente al riesgo, y 2) de acuerdoa la finalidad perseguida. La actitud frente al riesgo responde alobjetivo de asegurar sus necesidades elementales, para lo cual elcomportamiento campesino estar dominado por la aversin al riesgo;en cuanto a la finalidad perseguida, este principio obra comorespuesta a un objetivo de maximizacin del ingreso neto en base alos recursos que quedan, y aqu la actitud frente al riesgo es neutralo inclusive favorable (ibdem, pg. 301).

    Tercero, el autor parte de una hiptesis de Figueroa (1981, a,pg. 95), que consiste en suponer que los campesinos priorizan sutiempo de trabajo en funcin, primero, de las actividades agropecuariasy, luego, de las otras actividades, para proponer un orden de prioridaden los objetivos econmicos de los campesinos; as, la satisfaccin delas necesidades (subsistencia) sera el objetivo prioritario, seguidopor la maximizacin del ingreso.

    Cuarto, y en aparente contradiccin con las hiptesis anterior35,Caballero seala que los campesinos no llevan al mercado elexcedente despus de cubrir sus necesidades; en su estrategia deasignacin de recursos la produccin para el mercado est desde uninicio presente(ibdem, pg. 300).

    Quinto, el autor subraya la importancia de este tema y la faltade investigaciones que permitan confirmar las hiptesis avanzadas:Queda por delante un esfuerzo conjunto entre antroplogos y econo-

    35 La contradiccin es slo aparente, pues la tercera hiptesis implicaun orden de preferencia en la asignacin de recursos y objetivos econmicos,mientras que esta cuarta hiptesis alude a un principio de planificacin en lautilizacin de estos mismos recursos.

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    mistas para establecer, en forma ms exacta y matizada, cul es laracionalidad econmica del campesinado andino y qu consecuenciasse derivan de ella para la poltica econmica (y no econmica),(ibdem, pg. 312)36.

    As, en pocas lneas, quedan planteadas cinco hiptesiscoherentes, sobre objetivos y comportamientos, y una gua para futurasinvestigaciones.

    Creo que la propuesta de Caballero (que incluye, claro est,ideas de otros investigadores) constituye un importante avance frentea las teoras que postulan un solo objetivo y un solo tipo de com-portamiento posible. Sin embargo, har las siguientes observaciones:

    1) Dudo de la posibilidad -o validez- de generalizar unorden de prioridad en la asignacin de los recursos y en los objetivoseconmicos. Los trabajos de Butti Ortiz (1967 y 1973) -confirmadospor mi propia experiencia de campo- muestran que la priorizacin esfuncin de los recursos disponibles y de otras restricciones, como sonel acceso al mercado, el nivel de la informacin, etc., y no de unaracionalidad inherente al campesinado en general. As, campesinoscon muy poca tierra priorizan las actividades Z-L (artesana, comer-cio, trabajo asalariado), y cuando uno les pregunta por qu descuidansu chacra, dan la misma respuesta que la obtenida por Figueroa: Oporque no tengo tiempo37. De la misma manera es frecuente obser-var que los campesinos con ms tierra dedican un lapso menor a laagricultura que los campesinos llamados medios38. Evidentementeesto no significa que las hiptesis de Caballero y Figueroa sean

    36 Norman Long (1984) comparte las preocupaciones de Caballero,cuando apela a investigaciones de campo que permitan saber si en algunosestratos campesinos, las actividades no agrcolas no se estn volviendodominantes, en el sentido de determinar las estrategias econmicas de losmiembros de la familia. En este caso, la agricultura jugara un rol subordinadotendra sentido hablar de un proceso de descampesinizacin.

    37 La pregunta de Figueroa apuntaba a lo siguiente: Por qu no mi-gran temporalmente a trabajar en otros lugares donde el salario escomparativamente ms alto?

    38 Esta es una observacin de campo, pero est ligada al debatesobre la relacin inversa entre tamao de la finca y rendimiento, debate espe-cializado de la literatura econmica agraria de la India. Parece que, en ltima

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    falsas, sino que es indispensable partir de una tipologa de campesinospara hablar de comportamientos. En este caso, creo que sera msrazonable volver al modelo neoclsico, que define un comportamientohomogneo de maximizacin bajo diversas restricciones posibles. Lagran ventaja de este concepto es que permite incluir las hiptesis deCaballero y Figueroa, pero con un nivel mucho mayor de generalidad.Como lo veremos, estas observaciones tienen importantesconsecuencias para la poltica econmica, pues diferentescomportamientos (es decir, diferentes restricciones) implicandiferentes respuestas a incentivos econmicos.

    2) Postular el objetivo de subsistencia como opuesto a laacumulacin (Caballero no los opone) conduce, fcilmente, a olvidarseque para los campesinos la produccin de excedentes es una necesidad.De un lado, lo ha sido a lo largo de la historia cuando el campesinadotuvo que producir excedentes para pagar tributos, impuestos y variasformas de renta precapitalista; de otro lado, la inversin y laacumulacin son necesarias para la reproduccin del patrimoniofamiliar (Ossio y Medina, 1985, pg. 218), su pena de ver disminuirlos recursos al mismo ritmo que se incrementa la poblacin. Lo quepuede ser eventualmente cuestionado es el objetivo de acumulacinper se, mas no el hecho de la acumulacin.

    Ahora bien, acumular en la agricultura -en una economacampesina- no significa tener necesariamente ms tierras, sino tierrasde mejor calidad. A su vez, este proceso no se da slo por la ine-vitable adquisicin (o alquiler) de mejores tierras, sino que tambinpuede darse por el mejoramiento de las tierras existentes (Boserup,1970 y 1984). As, la inversin monetaria en la agricultura es unindicador imperfecto del grado de acumulacin en el campo. Lasinversiones ms importantes (tenazas, canales, reservorios, etc.)requieren de una inversin monetaria muy reducida en comparacin

    instancia, esta relacin es cierta dentro de la economa campesina, pero deja deserio cuando se incluye en el anlisis tamaos mayores de finca, es decir,cuando la economa campesina. (el minifundio) es comparada con economascapitalistas o semicapitalistas. En general, una relacin directa entre tamao yrendimiento sera muy poco probable en pequeos agricultores, pero, unavez pasado cierto umbral de extensin de finca, es perfectamente dable (Rudra,cap. 7. 1982; Patnaik 1979).

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    con la inversin en mano de obra. Calculadas en das trabajados, lasinversiones agrcolas aparecen mucho ms importantes que cuandoson estimadas en dinero.

    3) La cuarta hiptesis de Caballero (los campesinos nollevan al mercado el excedente despus de cubrir sus necesidades)ataca un mito bien establecido, pues est basado en el sentido comn:por ejemplo, se considera evidente que la proporcin vendida de laproduccin agropecuaria est directa y positivamente relacionada conla produccin total y con la disponibilidad de recursos. Esta relacines seguramente cierta sobre un rango amplio de productores (porejemplo, de 0 hasta 50 hectreas cultivadas), pero puede no serlo dentrode la economa campesina, es decir, sobre un rango muy estrecho deproduccin. As, una investigacin realizada en cinco comunidadesdel Cusco sobre el destino de la produccin agrcola (Blum y Frieben,1984), muestra que son los ms pobres quienes venden la mayorproporcin de su produccin en el mercado, y slo cubren entre el 10y el 20 por ciento de sus necesidades alimenticias a partir de suproduccin propia. Adems, estos pobres no podran abastecerse sicomieran la totalidad de su produccin agrcola, y a pesar de esto,ellos venden por lo menos la quinta parte de lo que producen. Estosresultados no son nada extraos; las encuestas de Cotlear en la sierra(Cotlear, 1986) muestran varios casos de cuartiles pobres que tienenuna proporcin de ingresos monetarios mayor a aqulla de cuartilesms ricas.

    Estudios dinmicos realizados en vanos pases del Asia, ascomo trabajos actuales en la India, reportan que la relacin entre elporcentaje de la produccin comercializada y el tamao de la fincatiene muchas veces una forma de U, indicando que loa ms pobres(fincas muy pequeas) a menudo venden una proporcin mayor de suproduccin que los medianos. Esto implicara que cualquier programaque aumentase los rendimientos agrcolas de los muy pequeosagricultores en la sierra (all donde existen pocos cultivosexclusivamente comerciales) tendra un impacto inmediato y positivosobre el nivel alimenticio de esos campesinos (aumentara el nivel deautoconsumo). Otra, implicancia se dara en cuanto la produccincomercializada de los pobres, que es probablemente ms elevada delo que se piensa generalmente; es decir, no sera cierto que las polticasde precios afectan solamente a los campesinos ms ricos.

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    Creo que no hay que tomar demasiado al pie de la letra lasegunda parte de la frase de Caballero (...en su estrategia deasignacin de recursos la produccin para el mercado est desde uninicio presente). Es cierto que algunos cultivos se destinannaturalmente al mercado (las hortalizas o la cebada, en el Cusco),pero en la mayora de los casos (para productos a la vez comerciales yde autoconsumo) las decisiones de vender o no vender se toman enlos meses que siguen a la cosecha y raras veces en el momento de lasiembra39. As, la economa campesina est muy lejos de constituir unsistema rigurosamente planificado, por el contrario, es unaorganizacin flexible que deja abiertas muchas opciones posibles, afin de poder adaptarse rpidamente a cambios exgenos. Lasubsistencia campesina requiere de estas posibilidades de ajustes.

    4) ...establecer en forma ms exacta y matizada cules laracionalidad econmica del campesinado andino es una tarea biencomplicada, no slo por las mltiples racionalidades posibles, sinopor la dificultad de reflejar fielmente una realidad muy diversificaday compleja. Pienso que habra que invertir la frase de Caballero ypartir de las preguntas (o evaluaciones) planteadas por la polticaeconmica, para luego definir las necesidades de investigacin en estecampo. Por ejemplo, un anlisis comparativo de polticas alternativasde crdito y de sus efectos en diferentes estratos campesinos puedeensear mucho sobre un problema bien preciso de racionalidadeconmica: La baja inversin monetaria en la agricultura es,principalmente, un problema de costo de capital o de disponibilidad?,y luego, cules son los efectos sobre la asignacin de recursos dediferentes tipos de crdito? En general, el anlisis de las reaccionescampesinas a diferentes estmulos externos echa ms luces sobre elproblema de la racionalidad que muchas investigaciones basadas encomparaciones estticas.

    39 Todos los modelos duales de la economa campesina separanradicalmente los cultivos comerciales de los cultivos de autosubsistecia. Estaseparacin es casi una necesidad para la formalizacin de los modelos, pero seaplica mas al caso del campesinado andino que cultiva pocos productosexclusivamente para el mercado.

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    ECONOMA CAMPESINA Y EFICIENCIA

    El debate sobre la eficiencia de la economa campesina puedeparecer esotrico, pero existen pocos conceptos econmicos quetienen efectos tan directos sobre la poltica econmica. La teora delcampesino pobre pero eficiente tiende a idealizar el minifundio, yha sido utilizada para sustentar que el problema de la pobreza noproviene de la explotacin, sino de la falta de recursos; que no existeninguna razn para buscar cambios en la estructura agraria, es decir, deincentivar formas de cooperacin en la produccin (y menos formascolectivas de propiedad); para demostrar que es muy poco lo que se puedehacer en base al mejoramiento de los recursos existentes (hay que introducirnuevos recursos en la economa campesina); para defender el rol delmercado (de precios libres) en la eficiente asignacin de recursos; aveces, para orientar las polticas pblicas hacia los agricultores mspudientes (que pueden aumentar su produccin a un menor costo social)y, por ltimo, para justificar los grandes proyectos de desarrollo rural,cuyo objetivo es llegar rpidamente a una modernizacin de la agriculturaen zonas estratgicas.

    Paralelamente, la teora de la ineficiencia del campesinadojustifica polticas voluntaristas y coercitivas, obliga a tomar en cuentael problema de la estructura y de la organizacin agraria, plantea lanecesidad de imponer reglas y controles y ha dado lugar a los diferentesmodelos de agricultura socialistas, basados en la cooperacin y/oconcentracin de recursos.

    En el Per, confundiendo lo cultural con lo econmico, sepodra pretender que los campesinistas creen en la eficiencia: paraellos, los campesinos toman las mejores decisiones posibles y, por lotanto, hay que respetarlas y no inducir comportamientos extraos ala cultura campesina.

    Qu significan la eficiencia y la ineficiencia? Quimplican esos conceptos? Cules son las consecuencias de polticaeconmica de la aceptacin del uno o del otro?

    En primer lugar, no se debe confundir las nociones deracionalidad y eficiencia. Un individuo (o un grupo) es racionalcuando confrontado con un conjunto de acciones alternativas lasevala y prioriza de acuerdo a un objetivo. En trminos econmicosse dir que la racionalidad implica estar en la frontera de un conjunto

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    de oportunidades, es decir, que no se elegir una oportunidad que paraun costo igual o mayor conlleve un nivel menor en el objetivo perseguido.Esto no implica que todos somos siempre racionales, pero la hiptesisde racionalidad est en la base de todos los modelos econmicos, puessin ella sera imposible predecir comportamientos. Hay poca duda deque los campesinos sean tan racionales como cualquiera de nosotros(es decir, que cada una de sus decisiones econmicas obedece a unobjetivo), lo que no implica una hiptesis sobre sus objetivos40 ytampoco sobre su eficiencia, trmino que, en la teora econmica, tieneaceptaciones muy precisas41.

    Quiero precisar ac estas acepciones, pues la nocin deeficiencia constituye el ncleo de la famosa hiptesis de Schultz(1964): el campesino es pobre pero eficiente que tantos debates haprovocado. En el Per, esta teora ha sido popularizada por Figueroa(1981, a), guiando importantes trabajos de investigacin yconstituyendo la base de propuestas de accin, pero sin que el conceptode eficiencia haya sido definido (hasta donde yo s) y, mucho menos,probado. En consecuencia, estamos ante un tpico debate42, cuyosfundamentos tericos y empricos son particularmente confusos. Sonpocos los economistas que pueden decir lo que significa la eficienciade la economa campesina.

    Notamos que los conceptos de eficiencia ac discutidosprovienen todos del modelo neoclsico, que suponen un mundoesttico, la maximizacin del ingreso, la competencia perfecta, etc. El

    40 Un objetivo de maximizacin del prestigio social puedeconducir a comportamientos perfectamente racionales en funcin a esteobjetivo (por ejemplo, derrochar en una fiesta el excedente acumulado enun ao), los que seran irracionales para un objetivo de maximizacin delingreso.

    41 As el ttulo provocador del libro de Kusum Nair (1979): Indefense of the irrational peasant traduce esta confusin, pues lo que la autoraest defendiendo es la posibilidad de que los campesinos sean ineficientes y noirracionales. La misma confusin aparece en Caballero (1983. pg. 301). quienluego de indicar que la economa campesina parece ser eficiente, da ejemplosque slo muestran que es econmicamente racional.

    42 Debate que consiste en discutir la validez de la va campesina(Figueroa, 1986) como propuesta de accin y alternativa (revolucionaria?) dedesarrollo en el campo.

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    inters de presentar esos conceptos es que el modelo neoclsico fueprecisamente el cuadro de anlisis utilizado por Schultz y por otrosautores (por ejemplo, Yotopoulos y Nugent, cap. 6, 1976), que handemostrado la eficiencia de la economa campesina.

    Para empezar, hay que distinguir entre eficiencia tcnica,eficiencia en la asignacin de recursos y eficiencia econmica -quees una combinacin de los dos conceptos anteriores (Ghatak eIngersent, 1984, pg. 123).

    Un agricultor es tcnicamente eficiente si est en una fronterade produccin, es decir, si logra la produccin mxima que puede serobtenida utilizando diferentes combinaciones de insumos y dado uncierto nivel de conocimiento tecnolgico. As, habr una frontera deproduccin para cada nivel de conocimiento o tecnologa. Se suponetambin que los insumos son sustituibles y no complementarios; porlo tanto, que se pueden utilizar ms de uno con menos del otro (trabajoy herbicidas, o trabajo y maquinaria). De otra manera (con insumoscomplementarios: trabajo y fertilizantes, o semillas mejoradas),agricultores tcnicamente eficientes utilizaran todos la misma cantidadde insumos.

    Un agricultor es tcnicamente ineficiente si, conociendo lamisma tecnologa que el campesino eficiente, est por debajo de lafrontera; o sea, si logra una produccin menor. Finalmente, notarnosque una frontera de produccin puede ser definida slo en relacin auna tecnologa, y que habrn tantas fronteras como tecnologas existan;por lo tanto, es indispensable precisar la definicin de una tecnologapara aplicar concretamente el concepto de eficiencia tcnica. Porejemplo, si cada combinacin de insumos, cada dotacin de factores,cada conocimiento definen una tecnologa diferente, entonces cadaagricultor estar solo en un espacio y en su frontera de produccin:cada agricultor ser eficiente pues utiliza una tecnologa diferente.En este caso, el concepto de eficiencia tcnica se vuelve tautolgico einoperante, pues consiste en decir que todos los agricultores sondiferentes y no pueden ser comparados. Por lo tanto, para utilizar elconcepto, hay que admitir que los agricultores son comparables, esdecir, que utilizan tecnologas suficientemente similares como paraque se los pueda ubicar en un solo espacio (en relacin con una solafrontera de produccin).

    La eficiencia en la asignacin de recursos implica, sim-

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    plemente, que el ratio de las, cantidades utilizadas de los insumos seaigual al ratio de sus precios de mercado. Como este concepto implicaque el agricultor est en un punto de tangencia entre un isocosto y unaisocuanta -mientras que la eficiencia tcnica implicaba que est en sufrontera de produccin-, un agricultor tcnicamente eficiente no esnecesariamente eficiente en la asignacin de sus recursos, y viceversa,pues una isocuanta puede muy bien no ser la frontera de produccin.Es slo si logra ser eficiente en ambos sentidos (y nicamente en estecaso) que ser econmicamente eficiente. La eficiencia en la asignacinde los recursos no implica la eficiencia tcnica y viceversa son, por lotanto, nociones distintas.

    El concepto de eficiencia en la asignacin de recursos significauna adaptacin inmediata de las proporciones de insumos usados anuevos precios relativos. Si los precios relativos son comunes a todoslos agricultores, entonces hay una sola combinacin posible de insumossustituibles que garantice la eficiencia econmica (todos utilizaninsumos en las mismas proporciones para producir la misma cantidadde producto).

    Entonces, estos tres conceptos diferentes de eficienciaimplican, todos, hiptesis bastante restrictivas. Es en este terreno quela teora de Schultz ha sido constantemente atacada. Desde el puntode vista de la calidad peruana, creo que las principales crticas quepueden interesar a las investigaciones en economa campesina son lassiguientes:

    1) Hasta qu punto los conceptos de eficiencia estn ligadosa la hiptesis de maximizacin del ingreso? Brevemente, la respuestasera (Ghatak e Ingersent, 1984, pg. 135): si no se maximiza el ingreso(o ganancia), entonces la eficiencia econmica es imposible y laeficiencia tcnica poco probable; en tanto que la eficiencia en laasignacin de recursos es posible si hay conocimiento perfecto de losvalores de las productividades marginales de los insumos, as comode los precios.

    2) Varios autores han mostrado que la hiptesis demaximizacin del ingreso era incompatible con la aversin al riesgo.Entonces, campesinos que tienen un comportamiento adverso al riesgono maximizan su ingreso esperado y, por lo tanto, es muy poco probableque sean tcnicamente eficientes. En otras palabras, cuando unindividuo es adverso al riesgo y no puede comprar un seguro contra

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    ste, estar dispuesto a modificar su comportamiento a fin de reducirsu exposicin al riesgo. Estos sustitutos de seguros incluyen reservas,diversificacin, niveles de insumos suboptimales inversiones enrelaciones sociales e imgenes (Binswanger y Rosenzweig, 1986, pg.508). An as, los individuos no asumen los riesgos que implicaranmaximizar el ingreso.

    3) Generalmente, algunos autores han subrayado que elhombre no es naturalmente eficiente, como todos lo sabemos muy,bien por experiencia directa (Nair, 1979). Todas las sociedades tienena la mano dos instrumentos para obligarnos a llegar a un cierto gradode eficiencia: imponer la competencia, o imponer reglamentos ynormas. Ggrosso modo, el primero es elegido por las sociedadescapitalistas (por lo menos a nivel de la teora) y el segundo por lassociedades socialistas. Estos dos instrumentos son, entonces, elmercado que expulsa a los productores ineficientes y el Estado quecastiga a los ineficientes con impuestos, multas, etc. La caractersticade los pequeos productores campesinos es justamente la de escapara ambos instrumentos: su organizacin social y de produccin lespermite sufrir menos que otros las leyes del mercado, y el Estado (porlo menos en el Per) no interviene en sus decisiones de produccin, ymenos en la combinacin de insumos que utilizan. Entonces, porqu suponer que con menos mercado y pocos reglamentos loscampesinos seran naturalmente ms eficientes que otros sectoresde la sociedad?

    4) La experiencia de campo (y las investigaciones sobre eltema) nos muestra rpidamente la gran diversidad que existe en laproduccin obtenida por campesinos utilizando insumos comparablesy disponiendo de recursos similares. Esta diversidad es incompatiblecon la hiptesis de eficiencia, hasta tal punto que es el mejor argumentopara probar empricamente la ineficiencia neoclsica. Resulta, por lotanto, inexplicable encontrar -en las caracterizaciones de la economacampesina- que los campesinos sean eficientes luego aversos alriesgo, y luego que la productividad de los factores difieresustancialmente de un campesino a otro. Claramente hay que optarpor la primera caracterstica contra las dos otras, o al revs, pero nopor las tres juntas. Salvo que se cambien las hiptesis del modelo (porejemplo, admitiendo que el mundo esttico no existe) o que se ofrezcauna nueva definicin de la eficiencia43.

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    5) Finalmente, varios estudios empricos han medido el gradode eficiencia tcnica44 de los campesinos, utilizando las mismastcnicas ofrecidas por el modelo neoclsico. Aqu unos ejemplos: EnTanzania, entre productores de algodn, el promedio de una muestraproduce, sobre una hectrea, el 66 % de la produccin de losagricultores ms eficientes (citado en Ghatak e Ingersent, 1984, pg.135).

    En la India, un estudio hecho a 149 pequeos productores delBengal muestra que, por unidad de superficie, el 59 % de losagricultores muestreados produce menos del 40 % de lo que producenlos ms eficientes (Rudra, 1982, pg. 275).

    En el Per; aunque utilizando tcnicas menos sofisticadas queen los casos anteriores, un estudio entre agricultores de papa de tresregiones de la sierra, muestra que la produccin bruta por hectreadel cuartil inferior de la regin ms pobre representa el 5% de aqulladel cuartil superior de la regin ms rica. Seguramente nos enfrentarnosac a un caso de tecnologas diferentes, que por lo menos no puedensor comparadas para hablar de eficiencia; pero el mismo estudiomuestra que, dentro de cada regin, el cuartil inferior produce, enpromedio, entre un 20 y 35 % de la produccin del cuartil ms rico(Figueroa, 1987; Cotlear, 1986, pg. 173).

    Es muy probable que la ineficiencia neoclsica de loscampesinos sea una regla universal. Pero puede ser que los campesinosperuanos sean ms ineficientes que otros, si el componente noagrcola de su economa es mayor. En efecto, y como se mencionanteriormente, es muy comn observar que otras actividades -y enparticular las migraciones- tienen un efecto negativo sobre la ac-tividad agrcola. Si describimos la economa campesina por unmodelo de interdependencia general, habra que aplicar la nocin deeficiencia al conjunto del sistema y no solamente a su parte agrcola.En otras palabras, las relaciones entre actividades puede muy bien

    43 La utilizacin del concepto de eficiencia energtica est actual-mente muy en boga en la agricultura y parece ofrecer resultados interesantes.

    44 Me refiero ac slo al concepto de eficiencia tcnica, pues meparece que es el nico relevante para economas campesinas parcialmentemercantiles, y porque creo que es a este concepto que se refieren los autoresperuanos que defienden la eficiencia de la economa campesina.

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    conducir a la aparente ineficiencia de una de ellas: la ganadera, vistaaisladamente, es ineficiente, pero su funcin puede ser contribuir msa la produccin intermedia (para la agricultura) que al producto final;la agricultura ser ms ineficiente cuanto ms dependa el campesinode ingresos por migraciones temporales, pero de esta manera l asegurael ingreso global de la familia.

    En conclusin, quiero resumir los aportes y defectos de lateora que supone que los campesinos son pobres pero eficientes.

    El principal mrito de la teora es de apartarnos definitivamentede las apreciaciones subjetivas que consideran que los campesinosestn encerrados en una cultura tradicional, guiados solamente por lacostumbre, y que estas actitudes constituyen el principal freno alprogreso de la agricultura45. Schultz y sus seguidores han mostradoque en un mundo de escasos y pobres recursos, pero esttico (es decir,donde los cambios son casi inexistentes), los agricultores estnobligados a una cierta eficiencia en el uso de sus recursos, pues estaeficiencia es una condicin de su sobre vivencia. Es posible, entonces,aplicar a la economa campesina la hiptesis de racionalidadeconmica. Luego, estos investigadores subrayan que el desarrollode la agricultura tradicional depende de la cantidad y calidad de losrecursos puestos a disposicin de los campesinos, y que uno de losrecursos ms importantes es el conocimiento, que debe serincrementado por la educacin. Hasta ac el anlisis es inobjetable.El cuestionamiento surge cuando la teora es llevada a sus extremos,lo que conduce al descuido de otros factores.

    El problema no es tanto saber hasta qu punto los cam-pesinos estn cerca o lejos de su frontera de produccin (se hademostrado, hasta la saciedad, que era absurdo suponer que todos loscampesinos son tcnicamente eficientes), sino de descubrir cmopuede desplazarse esta frontera y qu pasa cuando este des-plazamiento ocurre. Para esto necesitamos pasar de la esttica a ladinmica y estudiar la eficiencia (o ineficiencia) dinmica de losproductores: Qu tecnologas, incentivos e informaciones necesitanlos campesinos? La disponibilidad de una nueva y mejor tecnologa

    45 Un aporte importante de la teora de Schultz es de pasar de laimagen del campesinado como obstculo a la modernizacin, a la del campesinadoen tanto medio de modernizacin.

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    -o una mayor educacin- provoca un aumento de la produccin delconjunto de los agricultores y en qu condiciones? En otras palabras,no importa tanto el punto de partida (si los campesinos son o noeficientes desde el punto de vista esttico), sino las condiciones delmovimiento y su direccin. Direccin, por otro lado, significa sabersi la modernizacin provoca un aumento de las desigualdadesproductivas, una concentracin de los recursos y una mayor migracin.

    El otro grave defecto de la teora de la eficiencia es considerarel problema slo desde la ptica individual; es decir, de no abordarlacuestin de la eficiencia social. Este sesgo se explica por las mismashiptesis neoclsicas utilizadas, las cuales suponen apriorsticamenteque la eficiencia individual conduce a la eficiencia social46 y que losrendimientos de escala son constantes. As se obvian los problemasde la organizacin, del uso de los recursos colectivos y de la eleccintecnolgica, que son los tres principales aspectos que condicionan laeficiencia social en la agricultura. Para muchos economistas es cadavez ms evidente que el desarrollo agrario en los pases que conocenuna fuerte presin sobre la tierra depende, vitalmente, de las formasde organizacin y de la capacidad de manejar bienes colectivos(Ishikawa, 1986). Hay que reconocer que la teora de Schultz, en estepunto, nos aporta poco o nada.

    LGICAS DE FUNCIONAMIENTO Y POLTICASECONMICAS47

    Para los que creen que los campesinos son eficientes maxi-mizadores, el problema principal de poltica econmica consiste en

    46 En la misma teora neoclsica, la maximizacin del beneficioindividual lleva a la maximizacin del beneficio social slo si hay:

    1) Competencia perfecta en todos los mercados.2) Pleno empleo.3) Ninguna influencia externa en las decisiones privadas.4) Una distribucin del ingreso socialmente ptima (Ghatak e

    Ingersent, 1984, pg. 335). Es intil subrayar que el enfoque individual esinsuficiente -aun dentro del modelo neoclsico- para tratar el problema de laeficiencia social en la agricultura.

    47 Aqu no har mayores referencias a la teora marxista, segn lacual la economa campesina es una forma en transicin hacia un proletariadoo hacia una burguesa agraria. En ese cuadro terico, la discusin sobre la

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    aumentar el excedente comercializado. Los medios sern: 1)incrementar la cantidad y calidad de los recursos puestos a disposicinde los campesinos, y 2) establecer la libre competencia en los mercadosde tierras, insumos, productos, mano de obra y crditos; pues slo deesta manera se garantiza el uso ptimo de los recursos, tanto privadacomo socialmente. Los instrumentos sern, de un lado, los grandesproyectos de desarrollo que tienden a modernizar rpidamente laagricultura y, de otro lado, los cambios institucionales y legales(abrogacin de reglamentos, privatizacin, lucha contra losmonopolios, etc.) que permitan una mayor fluidez en los mercados.

    Fuera de este modelo, concebir la economa campesina comoun sector de pequeos productores imbuidos de lgica capitalista yhaciendo un uso eficiente de los pobres recursos disponibles, implicavarias consecuencias.

    En primer lugar se puede interpretar lo precedente como unaventaja de la pequea ante la gran agricultura (cooperativas o granjascapitalistas). En este sentido, muchos autores han subrayado que elminifundio haca un uso ms intensivo de la mano de obra, lo que essocialmente ms eficiente (ms cerca de un ptimo social) en pasesdonde la mano de obra es relativamente abundante frente a otrosrecursos. As, el tamao ptimo de una finca sera bastante pequeo,y lo que habra que hacer es generalizar el modelo de la economacampesina va reformas o reestructuraciones agrarias. Adems, si lamayor productividad de la tierra en el minifundio constituye unacaracterstica inherente a la agricultura campesina, entonces stapuede ser una forma viable a largo plazo48.

    En segundo jugar, se puede interpretar la relativa eficienciadel minifundio como un simple reflejo de su dramtica pobreza:campesinos luchando arduamente para lograr su sobrevivencia notendran otra alternativa que sacar el mximo provecho de los pocosrecursos que poseen. Como normalmente nadie se fija la pobreza

    poltica econmica dirigida a este sector tiene un sentido muy distinto de aquladoptado ac.

    48 Uno se olvida fcilmente que si bien la productividad de la tierra esrelativamente alta en el minifundio, la productividad de la mano de obra es -engeneral- extremadamente baja. Es esta ltima la que condiciona el ingreso yexplica la pobreza. As, idealizar el minifundio eficiente equivale a proponer lapobreza como ideal.

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    como objetivo, habra que esperar la desaparicin de la agriculturacampesina, sea por su absorcin por los sectores capitalistas, sea porsu reestructuracin en cooperativas. De todas maneras, la primera deestas vas significara un considerable crecimiento de los sectores nocampesinos de la economa.

    Finalmente, la tesis de Schultz conduce a concluir que elproblema de la pobreza campesina no est ni en la estructura agrariani en los mecanismos de explotacin, sino principalmente en una faltade disponibilidad de tecnologas que permitiran aumentar laproduccin. Por lo tanto, no servira de mucho redistribuir recursos;hay que promover una revolucin tecnolgica en el campo paraponer al alcance de los campesinos nuevos factores de produccin, yaque es imposible mejorar la eficiencia de los factores existentes. Co-mo esos programas son bastante caros (incluyen educacin, trans-ferencia de paquetes tecnolgicos, obras de infraestructura y crditomasivo) estn normalmente concentrados en reducidas zonas estra-tgicas y el costo por beneficiario es, en general, muy alto. Aquencontramos dos posiciones opuestas en los seguidores de Schultz:una que insiste en que el Estado debe asumir esos proyectos ymodernizar la agricultura campesina, y otra que estima que mejorsera dejar a su suerte a los eficientes pequeos campesinos, paraconcentrar las acciones del Estado en los agricultores que puedenresponder con mayor rapidez a los programas de modernizacin49.En el primer caso, los proyectos se ubicaran en las zonas de mayorpobreza, y en el segundo, en las regiones con mayor potencialproductivo o desarrollo relativo.

    Ahora, cuando se abandonan las hiptesis de racionalidadcapitalista y de eficiencia, los problemas que plantea la polticaeconmica y sus posibles soluciones son bien distintos.

    Notamos primero que, por lo menos en el Per, hay unconsenso casi generalizado de que el mejoramiento del nivel de vida

    49 La poltica agraria de la India, desde fines de la dcada de los 60ofrece buenos ejemplos de aplicaciones de algunas recomendaciones de Schultz.Sin ir tan lejos, la realidad peruana tambin presenta fuertes contrastes entrecostos y beneficios de proyectos en zonas deprimidas (sierra sur, por ejemplo) yen zonas de mayor desarrollo (ciertos proyectos de irrigacin en la costa y decolonizacin en la selva).

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    de los campesinos requiere de polticas voluntaristas. La pobrezacampesina no es solamente un problema de poder y de estructuraagraria: no podemos sentamos a esperar una revolucin que cambiarla estructura econmica del pas, ni satisfacemos con esperar quedesaparezcan las economas campesinas, o que stas se integren a laagricultura capitalista o que subsistan pobres como estn. Como diceAdolfo Figueroa: hay que desarrollar directamente esas economas,lo que significa, entre otras cosas, aumentar la produccin.

    Partimos, entonces, de las hiptesis de que las economascampesinas no son eficientes en el sentido neoclsico, que tampocose logra la eficiencia social y, finalmente, que los campesinos tienenuna diversidad de objetivos y comportamientos dentro de los cualeses posible que encontremos, tambin, la maximizacin del ingreso,pues maximizan su utilidad bajo diversas restricciones. Qu implicanestas hiptesis desde el punto de vista de la poltica econmica?

    Si no hay un nico objetivo posible, el primer reto que enfren-tamos es el de adecuar las acciones a los objetivos. Por ejemplo, lostradicionales paquetes tcnicos que aumentan significativamente elexcedente comercializado durante unas pocas semanas al ao puedenno mejorar mucho la alimentacin campesina, q