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guia del centro historico

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  • kilmetro cero. NoticiAS Del ceNtro HiStrico De lA ciUDAD De mXico marzo 2012 / No. 44

    el grUpo coNtemporNeoS, eN UNA reUNiN, el 2 De Septiembre De 1932. SeNtADoS y De izqUierDA A DerecHA: SAmUel rAmoS, roberto moNteNegro, JUlio torri,

    SAlvADor Novo, eNriqUe Diez-cANeDo, pAlmA gUillN, goNzAlo zAlDUmbiDe, eNriqUe goNzlez mArtNez y mAriANo AzUelA.

    De pie: FloriSel, XAvier villAUrrUtiA, FrANciSco moNterDe, JoS goroStizA, cArloS pellicer, mANUel toUSSAiNt, Artemio De vAlle-Arizpe, XAvier icAzA,

    eNriqUe goNzlez roJo, berNArDo ortiz De moNtellANo, gUillermo JimNez, Jorge cUeStA y celeStiNo goroStizA.

    La volatilidad de la vida litera-ria, tan etrea como no tener para la renta y tomar un par de maletas con libros y ropa convier-te el paso de los escritores por la ciu-dad en un rastro difcil de seguir. Tan fcil como dejar una casa de huspe-des y como fundar revistas literarias de destino impreciso, su existencia

    se concreta en escribir y pasar. Y si una generacin instaura un sitio de reunin en un cntrico caf, nada evitar tanto la generacin siguiente como darse la vuelta por ah.

    La fisonoma de las calles cambia a capricho; en el mismo lugar en el que sor Juana estudi y escribi su obra literaria, el convento de la or-

    den de San Jernimo en donde las monjas jernimas elaboraban los calabazates ms famosos de la Colo-nia, ah mismo, tres siglos despus otra mujer, Antonieta Rivas Merca-do, bailara danzn con sus amigos Salvador Novo y Xavier Villaurrutia. El antiguo convento de San Jer-nimo gracias a la secularizacin

    juarista se convirti en 1929 en el cabaret Smyrna, as como el Oratorio de San Felipe Neri se transform en el teatro ms grande del siglo xix, el Teatro Nacional, el primero en poner butacas reclinables que se levanta-ban para dejar pasar a los espectado-res impuntuales. El antiguo Oratorio

    loS eScritoreS y el ceNtro HiStrico

    Por pvel grANADoS

    pASA A lA pgiNA 4

    www.km-cero.tvviStANoS eN: DiStribUciN grAtUitA

    Calmcac:Cpsula del tiempo

    11 cafs bsicos

    Caja de milagros

    p. 8 p. 14p. 10

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  • 2 km.cero nm 44 marzo 2012 marzo 2012 nm 44 km.cero 3

    Gracias a una colaboracin del escritor Pvel Granados pudimos abor-dar en el reportaje de portada de este nmero un tema que se antojaba desde hace mucho a la redaccin de km. cero: la intensa relacin entre los escritores y lo que hoy es el Centro Histrico.

    Algunos edificios, cafs y cantinas de la zona fueron los recintos donde nacie-ron publicaciones que hicieron historia, en donde tambin acontecan reuniones y animadas tertulias literarias, donde se formaron casas editoriales, leyendas y movimientos estticos.

    El texto explora sobre todo el siglo xix y la primera mitad del xx, periodo en el que se ciment la identidad literaria de Mxico. No resistimos la tentacin de dar aqu una pequea muestra de la actividad registrada en los aos treinta del siglo xx en uno de tantos santuarios de la palabra: El caf Pars relata Humberto Musacchio en su Historia del periodismo cultural en Mxico fue sala de redaccin de varias revistas. Efran Huerta, Rafael Solana y Octavio Paz formaron sobre sus mesas ms de un nmero de Taller, y Octavio G. Barreda, quien sola despachar en aquel oloroso bebedero, trabajaba con otros editores, a quienes encargaba pre-parar nmeros de El Hijo Prdigo y Letras de Mxico (....). En otra mesa, ya en los aos cuarenta, Clemente Soto lvarez y Arturo Adame Rodrguez editaron Tiras de colores (...) La escritora estrella era Margarita Michelena, quien (ya) sacuda el mundillo intelectual, buena parte del cual caba en el famoso cafetn.

    Esta rica vida literaria se dispers cuando la unam sali de la zona, y sta dej de ser el epicentro de la vida cultural de la Ciudad.

    Hoy, sin embargo, en el Centro Histrico vuelven a hacer nido la creacin y el intercambio en torno a las letras. Festivales de poesa, encuentros literarios y fe-rias, as como pequeas editoriales independientes, han empezado a echar races aqu. El entorno arquitectnico y el eco de aquella gran tradicin, son nutrientes para las generaciones que estn renovando desde el Centro la poesa, la narrativa, el ensayo, el teatro y dems gneros. ste es otro signo de la nueva vitalidad del Centro Histrico.

    Tambin damos cuenta de cmo el pasado prehispnico y el presente pueden convivir armnicamente. Un vestigio tan importante como el Calmcac mexica fue arropado por un edificio cuya arquitectura y usos sobre todo culturales son totalmente contemporneos. sas son las caractersticas de la ampliacin del Centro Cultural de Espaa, en la calle de Donceles. Hay que correr a conocerlo.

    Adems, informamos sobre una intervencin urbanstica que con seguridad transformar Tlaxcoaque: la construccin de una plaza, una fuente seca, un co-rredor arbolado y un escenario al aire libre. El proyecto promete convertir a la puerta sur del primer cuadro en un interesante punto de esparcimiento.

    Por ltimo, la seora Clara Franco, quien encabeza la asociacin Comercian-tes, vecinos y no asalariados Anillo de Circunvalacin, A. C., nos cuenta cmo se convirti en representante de casi mil vendedores informales, cmo fue el proce-so de apertura de la plaza comercial Revolucin, y cmo esa experiencia ha cam-biado su percepcin del Centro Histrico.

    e D i t o r i A l

    km.cero se reparte en bicicleta

    www.ciclosmensajeros.com Telfono: 5516 3984

    De loS lectoreS

    De JeSS roDrgUez petlAcAlco:

    El propsito de mi correo es en primer lugar felicitarte junto con tu equipo por el esplndido nmero de km. cero dedicado al barrio de la Merced, no sin agradecer adems su apoyo en la difusin de nuestras actividades y la confianza por la colaboracin en el mismo.

    He recibido mucho reconocimiento de parte de amigos y seguidores del proyecto a tan laudable ejemplar, a lo que he respondido que lo nuestro es slo una colaboracin y que la idea y esfuerzo genuino es de parte de ustedes. Incluso me comentaron que el da de ayer fue halagado por el Lic. Zabludovsky en su programa de radio.

    Una vez ms, gracias, en nombre personal y de todas aquellas personas que ven en esta valiosa aportacin un escenario distinto y luminoso de nuestro origen.

    Un abrazo y, por favor, haz extensiva la felicitacin y el reconocimiento para Patricia, Ada y todo el equipo de km. cero.

    eStimADo JeSS:

    Muchas gracias. Tal como lo decimos en el editorial, el especial temtico sobre La Merced no hubiera sido posible sin los conocimientos, pistas, deta-lles y orientaciones que t y Luisa Corts compartieron tan generosamente con km.cero.

    De cUAUHtmoc DomNgUez:

    Quiero felicitar a los que hacen posible la publicacin del peridico km.cero, en particular por el nmero especial temtico sobre La Merced.Aprovecho para preguntar si es posible enviar alguna aportacin y cules seran los requisitos.

    Atentamente: Mtro. Cuauhtmoc Domnguez Nava. Acadmico UNAM.

    eStimADo cUAUHtmoc:

    Muchas gracias por escribirnos. Va correo electrnico le hacemos llegar los detalles sobre las colaboraciones.

    De eNriqUe ArecHAvAlA:

    Les envo una gran felicitacin por su publicacin. Un comentario respecto a su sitio web: no usen el programa flash para que se pueda ver correcta-mente la pgina en los dispositivos mviles. Saludos.

    eStimADo eNriqUe:

    Gracias por las felicitaciones, tomaremos en cuenta su recomendacin.

    otra vez, HoGar de Las Letras

    No dejes de escribirnos a:[email protected]

    Las fuentes secas que tanto entusiasmo han causado en la Plaza de la Repblica po-drn disfrutarse tambin a partir de mayo prximo en la entrada sur del Centro Histrico, en la Plaza Tlax-coaque, ubicada en el cruce que for-man 20 de Noviembre, San Antonio y Fray Servando.

    As como se rehabilit la Plaza de la Repblica y se integr un eje urbano de ella hasta el Zcalo dando al Centro Histrico una puerta urba-na desde el poniente, ahora se trata de rehabilitar la puerta sur, que es la

    En la Plaza Tlaxcoaque se lleva a cabo un proyecto de recuperacin del espacio pblico para habilitarla como un lugar para la convivencia y el esparcimiento.

    Por SANDrA ortegA

    nueva puerta sur

    CiCLova CHapuLtepeC-Centro HistriCo

    Plaza de Tlaxcoaque, lo primero que se ve al salir del tnel cuando se lle-ga por el sur, explic a km. cero el titular de la Autoridad del Espacio Pblico (aep).

    La obra, que se inici en enero pasado, es financiada en su totalidad por la embajada de la Repblica de Azerbaiyn en Mxico.

    Contempla la recuperacin de 1.6 hectreas a travs de la reno-vacin de pavimentos, mobiliario urbano (136 bancas de concreto, 53 basureros), alumbrado pblico (65 luminarias), y la instalacin de 6

    proyecto ArqUitectNico De lA plAzA tlAXcoAqUe.

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    Se eSperA qUe lA FUeNte SecA, cUyoS 60 chorros de agua sern de 15 meTros De AltUrA, y el eSpA-cio pArA coNciertoS, coNviertAN A tlAX-coAqUe eN UN pUNto De AtrAcciN.

    durante 2012 se construir una ciclova de casi cinco kilmetros que unir al bosque de Chapultepec con el Centro.

    De acuerdo con la Secretara del Medio Ambiente (sma), ser muy si-milar a la de Reforma: confinada al lado derecho de la vialidad, con sem-foros ciclistas y cajas bici seala-mientos en el suelo para que se ubi-quen las bicicletas, tengan prioridad

    coNcUrSo De cUeNto Sobre el ceNtro HiStrico

    pArticipA!

    los textos seleccionados integrarn el libro estacin central volumen tresconsulta las bases en www.km-cero.tv los textos se recibirn hasta el 30 de abril de 2012

    hostera la bota cultubar y ficticia editorial, con el aPoyo del fideicomiso centro histrico de la ciudad de mxico, convocan alkm.cero publicacin mensual editada por el fideicomiso centro histrico de la ciudad de mxico. sandra ortega responsable de la publicacin / patricia ruvalcaba y sandra ortega editoras responsables hctor fabricio flores y patricia ruvalcaba reporteros / patricia ruvalcaba no te pierdas / rigoberto de la rocha diseo original / igloo diseo y formacin / eikon fotografa / no te pierdas / liliana contreras coordinacin de fotgrafos / omar aguilar y hctor fabricio flores apoyo a la edicin impresin: comisa, gral. victoriano zepeda 22, col. observatorio, c.p. 840 www.centrohistorico.df.gobredaccin: repblica de brasil 74, 2o piso, plaza de sta. catarina, colonia centro. mxico, d.f. telfono 5709-8005, 6974, 8115 o 9664. [email protected] nmero de certificado de reserva otorgado por el instituto nacional de los derechos de autor: 04-2008-063030300-0 Certificado de licitud de contenido: No. 76 Certificado de licitud de ttulo: No. 443

    para el arranque y sean visibles para los automovilistas.

    La novedad sern los biciestacio-namientos en los puntos donde la ruta conecta con estaciones de me-tro, metrobs y trolebs.

    La ruta arrancar en la calle de Sonora, continuar por Avenida Cha-pultepec, y en el cruce con Cuauht-moc se dividir en dos ramales. El primero correr por Arcos de Beln

    e Izazaga y concluir en el entronque con Isabel La Catlica. El segundo correr por Dr. Ro de la Loza y Fray Servando hasta 20 de Noviembre.

    Se espera que esta ciclova au-mente el nmero de viajes en bicicle-ta, como lo hizo la de Reforma. Desde que sta se inaugur en 2010, se ha registrado un aumento de 60 por ciento en los viajes por esa avenida, inform la sma. (S. o.)

    mdulos de bici estacionamientos. Asimismo, una fuente seca circular de 15 metros de dimetro, formada por 60 chorros que alcanzarn 15 metros de altura, el doble de los de la Plaza de la Repblica.

    Tambin se sembrarn rboles: 11 jacarandas en un corredor con bancas, 35 liquidmbar, 29 palmas washingtonianas y un flamboyn.

    En esta plaza se encuentra la Er-mita de la Concepcin de Tlaxcoa-que, una pequea capilla barroca del siglo xvii restaurada recientemente por el inah. La fuente se construir justo enfrente, lo que generar en-tre ambos elementos un espacio de trnsito y esparcimiento.

    A espaldas de la capilla se rea-lizar un talud de pasto que inte-grar una especie de gora muy ldico, nada formal, pero que dar al conjunto un sitio para celebrar conciertos y actividades culturales y convertirse, junto con la fuente, en un punto de atraccin, explic el funcionario.

    Tambin se construye una pla-zoleta que albergar una escultura conmemorativa de la matanza de Jodyal, en la que 613 personas fue-ron asesinadas en 1992 por fuerzas armenias, en el marco del conflico

    de Nagorno Karabaj. La escultura de bronce, de cuatro metros de alto, representa a una mujer que llora la muerte de sus hijos.

    Esta zona qued aislada tras la apertura de la avenida 20 de No-viembre, y progresivamente se fue despoblando y deteriorando. Su re-cuperacin mejorar el entorno ur-bano para vecinos y comerciantes, y propiciar que los edificios de los alrededores remonten el abandono en el que se encuentran.

    Con una inversin de 60 millo-nes de pesos, se espera que la obra a cargo de la Autoridad del Espa-cio Pblico est concluida a fina-les de abril.

    breveS

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    Los esCritoresy eL Centro HistriCo

    se encuentra hoy decorado por los murales del pintor ruso Vlady y su interior alberga la Biblioteca Lerdo de Tejada, en Repblica de El Salvador 49.

    El centro literario del Centro de la ciudad es la Casa de los Azulejos, antigua casa construida en 1524 por Hernando de vila; sin embargo, los azulejos que la distinguen fueron instalados por la quinta condesa del Valle de Orizaba, quien anteriormente haba vivido en Puebla. A partir de 1892 se convirti en el princi-pal sitio de reunin de la alta sociedad porfiriana: la puerta de entrada a la calle de Plateros (hoy Madero), lugar en el que culminaban las caminatas de los flneurs (paseantes) profesionales: Manuel Gutirrez Njera, Manuel Jos Othn, Amado Nervo, Jos Juan Tablada, Jess E. Valenzuela, entre otros.

    Con slo cruzar una calle se poda llegar a la tienda La Sorpresa, mercera que atenda la Duquesa Job: la belleza ms notable entre la calle de Plateros y la de Nio Perdido (hoy Eje Central). Derrocado el mundo profiriano, el anti-guo smbolo del esplendor y el lujo se convirti en la Casa del Obrero Mundial, sede del anarquismo por un tiempo ya que poco despus bajo el gobierno de Carranza los hermanos Sanborns alquilaran el lugar para instalar una farmacia y un restaurante. Modernistas, atenestas, con-temporneos, todos los escritores hasta llegar a los autores de medio siglo, lo convirtieron en sitio de reunin. Los s-bados, por ejemplo, coman ah los integrantes de la revista Contemporneos, particularmente Enrique Gonzlez Rojo, Jos Gorostiza, Bernardo Ortiz de Montellano, Salvador Novo, Jaime Torres Bodet y Xavier Villaurrutia.

    qU HAS HecHo, roSArio!

    Parado en medio de la Plaza de Santo Domingo, Salvador Novo acostumbraba decir, con la suficiencia que otorga-ba la erudicin y el dominio de la obra de los cronistas:

    Aqu fue donde el guila devor a la serpiente.De un lado se encuentran los escribanos, representantes de la literatura epis-

    tolar; del otro, la Secretara de Educacin Pblica, de donde salieron las ediciones de clsicos con la encomienda de alfabetizar. Casi todo en los alrededores de la Plaza tiene referentes literarios: en el templo situado al lado izquierdo de la Co-rregidora se encontr por un tiempo el cadver de fray Servando Teresa de Mier hasta el momento en que parte del edificio fue destruido. Fue entonces que un empresario argentino compr las momias del lugar y las llev de gira por el mun-do formando parte de un circo. Manuel Payno busc intilmente el rastro del

    padre Mier. Enfrente, en la casa que hoy alberga la Direc-cin de Literatura del INBA (Brasil 37), vivi Leona Vica-rio, revolucionaria que al lado de su esposo, don Andrs Quintana Roo, luch por la causa de Morelos. Doa Leona escribi un texto en defensa de las mujeres para rebatir al historiador Lucas Alamn, quien consideraba inferior al entonces llamado bello sexo. Alamn, por cierto, muri en Isabel La Catlica 63 donde hoy se encuentra el Hotel Isabel. Hasta estos das aseguran los mozos del hotel se aparece causando pnico en el elevador y sobre todo en la habitacin 101, cuarto en el que se asegura que muri en 1853.

    Contra esquina de la misma Plaza, el intimidante Pala-cio de la Inquisicin tuvo como prisionero a fray Servando en 1817, durante los aos de la revolucin de Independen-cia. Aos despus, cuando el edificio se haba convertido en la Escuela de Medicina, en el cuarto 13 se hospedaron en distintos aos dos jvenes escritores: Juan Daz Cova-rrubias y Manuel Acua. El primero sali de ah en 1859 para dirigirse a Tacubaya y atender a los heridos liberales en la lucha contra los conservadores. Aunque se trataba

    slo de un practicante, el feroz general Leonardo Mrquez no mostr clemencia y fusil por igual a mdicos y soldados. Clementina Daz y de Ovando reuni la exigua obra del escritor asesinado a los 22 aos; vale la pena conocer su novela Pasionaria, smbolo literario de la poca.

    El otro husped del cuarto 13, Manuel Acua, fue el primer escritor en mostrar pblicamente la tragedia de su vida ntima. El 6 de diciembre de 1873 apareci muerto sobre su cama hay quienes aseguran que el original del Nocturno se encontraba a su lado envenenado con arsnico. Los compaeros que trataron de revivirlo cayeron desmayados por la cantidad de veneno que el poeta haba ingerido. Apenas enterado de la noticia, Ignacio Manuel Altamirano sali de su casa en Tacuba 2 y cruz Nio Perdido para tocar en el nmero 10 de la calle de Santa Isabel (hoy, el costado norte del Palacio de Bellas Artes) en donde viva la musa del poeta, Rosario de la Pea. Sin detenerse, subi a su cuarto y la acus:

    Qu has hecho, Rosario! Manuel acaba de suicidarse.Sin embargo, hoy se asegura que muy distintos fueron los motivos de Acua

    para quitarse la vida; entre otros, la imposibilidad de mantener al hijo que es-peraba su pareja, la extraordinaria escritora Laura Mndez de Cuenca. La noche anterior haba recorrido por ltima vez las calles de la ciudad con su amigo Juan de Dios Peza, a quien le haba anunciado el inicio de un largo viaje.

    La casa de Rosario de la Pea fue el sitio de reunin obligado para los escri-tores del segundo Romanticismo mexicano: Ignacio Ramrez, Altamirano, Peza, Guillermo Prieto, Manuel M. Flores y el propio Acua fueron los principales invi-

    vieNe De lA pgiNA 1

    lAS AcADemiAS y SitioS De reUNiN tieNeN SU iNicio eN lA AcADemiA De letrN, eN lA qUe

    los jvenes de 1836 se reUNieroN A eScribir y A leer SUS teX-

    toS. gUillermo prieto, SU FUNDADor, FUe el mS DiStiNgUiDo De elloS.

    loS AzUleJoS, lUgAr De reUNiN De moDerNiStAS, AteNeStAS y coNtemporNeoS.

    tados. Hasta Jos Mart, de paso por Mxico e instalado en la casa del diplomtico Manuel Mercado, en San Ildefonso 40, visit las tertulias de Rosario y rindi su cuota de admiracin.

    Volviendo a Peza, el autor que introdujo en la poesa el habla de todos los das y que dej constancia de la vida cotidiana de la clase media del siglo xix, amigo de juventud de Acua: haba nacido a la vuelta de la esquina, en el nmero 16 de Luis Gonzlez Obregn. Como una deferencia para los cronistas oficiales de la ciudad, la calle en la que viven luego lleva su nombre: frente al edificio donde naci Peza, Luis Gonzlez Obregn muri en 1938 en el nmero 9 de la calle que lleva su nombre. A causa de la ceguera que lo aquej durante sus ltimos aos, el joven Fernando Bentez fue contratado para leerle en voz alta al autor de Mxico viejo.

    Si un moderno flneur se para en la calle de Luis Gonzlez Obregn, de espaldas a la casa del cronista y voltea hacia el segundo piso del Convento de la Encarnacin la sep actual ver sobre el portn de madera la ventana de la que fuera oficina de Jaime Torres Bodet: en ese preciso sitio se concibi la idea de publicar la revista Contemporneos. El edificio fue fundado en 1594 por las monjas concepcionistas y f

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    lUcAS AlAmN vivi y mUri eN el eDiFicio qUe Hoy ocUpA el Hotel iSAbel.

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    igNAcio mANUel AltAmirANo Sor JUANA iNS De lA crUz

    mANUel gUtirrez NJerASAlvADor Novo

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    UNA portADA De lA reviStA coNtemporNeoS.

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    Justo Sierra. Acurrucado detrs de un mostrador, escondido como ratn, prefera leer que atender a los clientes; si alguien llegaba a preguntar por un libro, replicaba:

    Pero para qu quiere leer eso. Ya ley acaso El Quijote? Cmo es posible que se atreva a leer un libro sin conocer a don Quijote?

    Como es natural, muy poco tiempo despus la librera cerr por falta de clien-tes. Dice Al Chumacero que un da, Efrn Hernndez decidi dejar de comer, que nada fue suficiente para convencerlo y muri el 28 de enero de 1958 en su casa de Tacubaya. Heroico como Po Cid, el personaje de ngel Ganivet, que quiso desas-nar a unos estudiantes, Efrn Hernndez defendi todo tipo de causas pequeitas. Cuando diriga la revista Amrica casi sac de la basura un cuento de Juan Rulfo, su joven redactor, para publicarlo en el nmero 40 de la revista, La vida no es muy seria en sus cosas.

    Pero libreras ms prsperas que la de Efrn Hernndez han proliferado en el Centro durante aos. La primera gran librera de la ciudad fue la de don Mariano Galvn, en el antiguo portal de los Agustinos; hoy, demolidos los portales, en la calle de 5 de Febrero nmero 5, una zapatera ocupa el lugar en donde Ignacio Rodrguez Galvn comenz a escribir los primeros textos de nuestro Romanticis-mo. Inspirado en poetas como el ingls Eduard Young, autor del plaidero poema Las noches, Rodrguez Galvn escribi el poema La profeca de Guatmoc, en la que el pasado prehispnico reviva. En ese mismo local comenz a venderse desde 1827 el ms antiguo calendario Galvn, el que tiene el clima, los eclipses y los santos y mrtires que se recuerdan cada da del ao.

    Otra librera, que estuvo ubicada en Madero 12, y llevaba el nombre de esa calle, es el lugar en donde naci la editorial era. Fue primero propiedad de don To-ms Espresate y de don Eduardo Naval en los aos cincuenta. Junto con Jos Azo-rn y los hermanos Jordi y Francisco Espresate, quienes tenan una imprenta en la Zona Rosa, decidieron fundar una editorial. Con los aos se les unira el diseador Vicente Rojo. Las iniciales de sus fundadores Espresate, Rojo, Azorn forman el nombre de la editorial. Actualmente la Antigua Madero Librera se encuentra en Isabel La Catlica 97, donde estuvo el Ateneo Espaol.

    Libreras como la Porra, Mxico viejo, Manuel Porra se suman a las ms de veinte que se encuentran sobre las calles de Donceles; los libros que en una cuestan ms de mil pesos, en la de junto se encuentran a montones en 5 pesos.

    reNAcimieNto

    Las academias y sitios de reunin tienen su inicio en la Academia de Letrn, en la que los jvenes de 1836 se reunieron a escribir y a leer sus textos. Guillermo

    lAS NUevAS cApillAS literAriAS

    Prieto, el ms distinguido de ellos, fue el fundador de esta agrupacin que en cier-to momento cont entre sus miembros a Ignacio Ramrez, Fernando Caldern e Ignacio Rodrguez Galvn. En el recinto del colegio casi abandonado, se escuch por vez primera la voz de un ateo que no muri quemado por la Inquisicin: Ig-nacio Ramrez, quien en una de las sesiones pronunci el discurso que lo hizo clebre: No hay Dios.

    La primera agrupacin de la literatura mexicana tuvo un inicio modesto: para festejar su primera sesin sus integrantes brindaron con vasos de agua y rebana-das de pia espolvoreadas con azcar. La librera Juan Jos Arreola del Fondo de Cultura Econmica se encuentra en el sitio donde se reunan los jvenes escrito-res de la Academia de Letrn (Eje Lzaro Crdenas 24).

    Luego de las actividades acadmicas, el lugar de reunin fue el caf El Cazador (hoy, parte del Hotel Majestic, en Madero 73): durante 65 aos (1835-1900), todos los escritores formaron parte de sus tertulias. Pero tal vez, el que tenga el aura de leyenda por sobre todos los cafs del Centro sea el caf Pars. Primero estuvo en Gante 21 durante los aos treinta: lo frecuentaban escritores surrealistas como Antonin Artaud y Csar Moro. Luego pas a la Calle de 5 de Mayo nmero 10 F. Entre los habitus del lugar pueden mencionarse a Octavio Paz, Octavio G. Ba-rreda, Xavier Villaurrutia, Salvador Novo, Jorge Cuesta, Gilberto Owen, Ermilo Abreu Gmez, Andrs Henestrosa, Rubn Salazar Malln, Rodolfo Usigli, Juan de la Cabada, Efran Huerta, Neftal Beltrn, Al Chumacero, Jos Luis Martnez, Rubn Bonifaz Nuo, Jorge Hernndez Campos, Len Felipe, Celestino Gorostiza, Jos Mancisidor, Lupe Marn, Frida Kahlo, Jos Revueltas y Pablo Neruda.

    Luego vino la explosin demogrfica, la desaparicin del barrio universitario con la creacin de Ciudad Universitaria y el deterioro urbano del Centro, que lleg a su culminacin con el temblor de 1985.

    La Zona Rosa, San ngel y Coyoacn se convirtieron en los lugares de reunin de los escritores.

    Sin embargo, lentamente, en el Centro ha surgido una ciudad nueva, de poca nostalgia, ms bien de curiosidad por su tradicin, con calles para peatones, para gozadores de la arquitectura. Una ciudad para caminantes, nunca se queda sin cro-nistas. La conocen los escritores; Armando Ramrez, la hace protagonista de sus novelas; Juan Carlos Bautista, poeta, la camina diariamente pues lleva la batuta del Marakech, capital de la vida nocturna gay. El inba organiza caminatas guiadas por especialistas que hablan de literatura e historia; los jvenes escritores realizan festivales y encuentros de literatura.

    El Centro Histrico, con ambulantes o sin ambulantes, es la parte ms vital del pas, me dijo hace muchos aos Carlos Monsivis. Mi generacin no conoci la ciudad antigua, la que se recuerda en este texto. Qued bajo el derrumbe. Supimos de ella y la quisimos gracias al retrato literario de Las batallas en el desierto. Pero tambin le dijimos adis. Ahora caminamos por esta ciudad renovada luz en las maanas, posible en la noche, bicicletas los domingos, estatuas humanas y msica en las calles, y una flor de piedra me recuerda que no se marchita.

    Hotel De cortS, DoNDe vivi por UN tiempo el poetA eFrN HerNNDez.

    mi geNerAciN No coNoci lA ciUDAD qUe Se recUerDA eN

    eSte teXto. SUpimoS De ellA y lA qUiSimoS. AHorA cAmiNAmoS por

    ellA, reNovADA lUz eN lAS mAA-NAS, poSible eN lA NocHe, bicicletAS

    loS DomiNgoS, eStAtUAS HUmANAS y m-SicA eN lAS cAlleSy UNA Flor De pie-DrA me recUerDA qUe No Se mArcHitA.

    el eScritor eFrN HerNNDez pUSo UNA librerA eN lA cAlle

    De JUSto SierrA. Si AlgUieN llegAbA A pregUNtAr por

    UN libro, replicAbA:pero pArA qU qUiere leer

    eSo. yA ley AcASo el qUiJote?

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    Jos Vasconcelos eligi el lugar para fundar la sep. Ya en el siglo xx, fue ocupado un tiempo por la Biblioteca Iberoamericana: por los aos en que el mismo Secretario cambi los antiguos nombres de las calles cercanas y los sustituy por los nombres de las repblicas de Amrica, llevado por sus ideales iberoamericanistas.

    En el interior del recinto se encuentra el mural de Diego Rivera basado en el poema Al minero del poeta proletario Carlos Gutirrez Cruz (1897-1930). El muralista titul a su obra Corrido de la Revolucin. Un fragmento es una descrip-cin de la burguesa panzona y decadente que gracias a la revolucin ser puesta a trabajar. La lira rota de los poetas exquisitos aparece en uno de los apartados del mural, a un lado, una mujer proletaria con un brazo le extiende a Antonieta Rivas Mercado una escoba y con el otro le seala el piso en donde se encuentran tiradas las revistas literarias que patrocin; junto a ellos, con orejas de burro y en cuatro patas, se encuentra retratado Salvador Novo. Este ltimo no pospuso demasiado su venganza: cuando Lupe Marn, la esposa de Diego, lo abandon para escaparse con el poeta Jorge Cuesta, Novo public La diegada, la pica del muralista y sus sienes coronadas por frondosos cuernos. El poeta, con una serie de sonetos le dio una es-tocada al pintor: el agrarismo de Diego, en virtud de sus astas, se torn agricultura.

    Sin embargo, con los aos, las diferencias terminaron y Novo escribi para Diego el mejor homenaje posible hacia la obra de un pintor:

    Nuestro siglo es el de Diego Rivera. En sus increbles setenta aos cabe nues-tra historia, vuelta, en sus manos pequeas, raza, grito, color, pasin y dulzura; dolo y nio, mazorca y bandera, selva, nube, estrella.

    Qu orgullo haber convivido su tiempo! Haberle conocido, apenas ayer, areo como un colibr gigantesco y contradictorio que inyectaba colores en los muros grises del Anfiteatro de la Preparatoria hasta hacerlos florecer en la gran primera leccin de nuestra pintura!.

    En otros fragmentos del mural pueden observarse los retratos de otros odia-dos intelectuales: Rabindranath Tagore y su moda hinduista con un embudo en la cabeza y Jos Juan Tablada taendo un arpa con las uas largas mientras Jos Vasconcelos y Ezequiel A. Chvez escuchan arrobados.

    librerAS legeNDAriAS

    A los estudiantes de Derecho, cuando estudiaban el Cdigo de procedimientos, el profesor les preguntaba:

    Qu cosa son tachas?Y el escritor Efrn Hernndez, ms cercano de la luna y los pajaritos de los

    alambrados, ignorante de que las tachas son los motivos legales para desestimar la declaracin de un testigo, decidi, vctima del hartazgo, dejar la carrera de Le-yes. En 1928, su cuento Tachas lo hizo realmente popular; sin embargo, su vida siempre vivida a media voz, frgil y con poca luz como la llama de una velita, lo destin a estar siempre detrs de un escritorio, ya fuera en la Direccin de Publica-ciones de la SEP o en la revista Amrica. No tuvo dolor ms profundo que escuchar llorar a un perro a la mitad de la noche o imaginar que alguien a unas cuantas calles de distancia pudiera llorar por la lluvia que cae sobre las calles.

    Durante aos vivi en una vecindad en Avenida Hidalgo 85, donde hoy est el Hotel de Corts. Es la primera hospedera de Mxico y fue fundada en 1780. Un da decidi poner una librera frente a la Escuela Nacional Preparatoria, en la calle de

    JoS mArt vivi eN SAN ilDeFoNSo 40, A SU pASo por mXico.

    eN el Siglo XiX, el cAF Del cAzADor FUe pUNto De reUNiN De eScritoreS.

    Los devotos de la literatura tienen los tres denominadores de una iglesia: una comunidad de fieles, un lugar que puede ser un templo y un ceremonial prescrito, ms o menos rgido o institucionalizado. A partir de esta triada, se configura la pluralidad de la vida literaria que en el Centro Histrico de hoy va de la solemnidad marmrea de la Sala Manuel M. Ponce en el Palacio de Be-llas Artes, a la cantina del Bar Allende, donde una secta ministra su fidelidad ultraminoritaria a John Fante un escritor que slo conocen los lectores de Bukowski, y, sin embargo, aqu es patrn de su parroquia, formal hasta tener una revista: Los bastardos de la uva.

    Las comunidades de fieles que gregariamente frecuentan altares, capillas, parroquias, o paradas de alguna ruta de peregrinacin literaria que pasa por el Centro, conviven al amparo de estructuras institucionales pblicas o privadas, o resisten en la autonoma relativa. El Centro ha sido lu-gar de las tertulias privadas del siglo pasado, de las que slo saban sus iniciados. No s de los lugares de las tertulias de hoy, si las hay con la asiduidad, lealtad y regularidad cere-moniales que exige mi definicin de sus adep-tos, pero podra ser que el parroquiano de esta noche, en la llamada Policlnica (Cantina La Madrid), sea el Burroughs de maana.

    La literatura lleva una vida bien activa en el Centro. Aparte de las actividades deriva-das de la densa concentracin geogrfica de instituciones pblicas de carcter cultural, cito en primer lugar a las empresas literarias independientes, que luchan por sobrevir e histricamente sustentan a una generacin todava sin posicin estamental. La Bota, Casa Vecina y Marrakech/La Pursima ocu-pan la primera fila, cada una a partir de su local; con Too Calera, Luis Felipe Fabre y Juan Carlos Bautista, respectivamente; cada uno empuando un arma editorial: Manta-rraya, La Galleta China y Mafia Rosa (a partir de marzo). Este tringulo, con sus espacios, sus publicaciones, sociabilidades, estilos, fie-

    les y rituales predilectos (presentaciones, lecturas y espectculos), animan a la literatura ms all del mbito institucional centralizado. Sobre el pabelln que erigen, cantidad de novicios se consagran.

    El suceso culminante de la vida pblica de la literatura en el Centro Hist-rico es, por su escala, la Feria del Zcalo, que seal con su inauguracin un re-greso del alma literaria al Centro desde que la Universidad se la llevara al sur.

    La genealoga inclusive de empresas como La Bota se remite me dice Calera a esta demostracin enftica de voluntad y caudal literarios. El otro titn es la Feria de Minera. Con sus lecturas, talleres, etc., estos monstruos bastaran para poblar un ao de agitacin en torno al libro, con todos los jue-gos en equipo a que la literatura da lugar.

    Este cuadro no es comprensivo ni remo-tamente. En marzo, el Centro Cultural de Es-paa organiza una pasarela de poesa con Vrtigo de los aires, que cada ao arma un festival de poesa por localidades del Centro. Donceles 66, de Editorial Jus, es otro foco per-severante; el Estanquillo, con su nueva Sala de lectura y su terraza; el Munal, que llev a Cas-tan y Carballo a hablar sobre la vida litera-ria de los cuadros, y hoy, con escritores jve-nes, anima el concurrido Mira, lee, de todos los sbados. El Colegio Nacional, la Casa de la Primera Imprenta, el Claustro de Sor Juana, el Ateneo Espaol, que ya se mud a la Cuauht-moc, pero deja su domicilio a la venerable li-brera Madero. El Centro Cultural Jos Mart, la Central del Pueblo, la Casa Talavera, la Casa frica, el inesperado y ostentoso Centro Cul-tural del Mxico Contemporneo, en Leandro Valle, incluso la cantina Dos Naciones, duran-te algn tiempo, contribuyen con mayor o menor regularidad y sacrificio al calendario de la vida literaria en el Centro. Aparte de la silenciosa inquietud de sus cincuenta y tantas bibliotecas, del ilustre comercio de sus ciento y tantas libreras, del trato amable y anticua-do del librero.

    Por Diego FloreS mAgN

    donceles 66, uno de los focos de acTividad liTeraria.

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    yuri Valecillo naci en Venezuela en 1961. Lleg a Mxico en 1989 y desde entonces ha vivido aqu de manera inter-mitente. La fotografa fue para m un camino tardo, pero hoy es mi condicin de vida, hoy mi cerebro hace clik, prcticamen-te todo el tiempo buscando cmo capturar una imagen, con o sin cmara.

    Desde 1994 empez a fotografiar el Centro, primero asombrado por la monumentalidad de los edificios, despus por la cantidad de micromundos que parecen congelados en el tiempo y conviven con una vitalidad extrema. La cantidad de oficios, productos que se co-mercian, fiestas ritos y protestas. Una diversidad que yo no he visto en ningn otro lugar del mundo. Una autntica caja de milagros.

    Caja de miLaGrosfotos yUri vAlecillo

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    cAF De lA grAN ciUDAD: lA meJor viStA De bellAS ArteS.

    El Centro Histrico es un territorio rico en opciones para disfrutar de un buen caf, ya sea por la calidad del lquido, por la variedad de ambientes o por el goce de una vista inspiradora.

    Por FAbiolA gArDUo

    a mediados de la dcada de 1930 abrieron un gran nmero de molinos y ex-pendios de caf, que se sumaron a las elegantes cafeteras heredadas del Porfiriato. De aquellos negocios solo quedan unos cuantos como el Caf Equis en la calle de Roldn o el Villa-ras en Lpez pero las nuevas gene-raciones agregaron propuestas inno-vadoras como nuevos ingredientes, postres exticos o la posibilidad de acompaar cada sorbo con una expo-sicin fotogrfica o un son jarocho.

    coN HiStoriA

    El caf equis, con su alegre fachada de mosaicos amarillos que lo anun-cian como La casa del caf, es uno de los sobrevivientes de los aos treinta.

    Aunque su fuerte sigue siendo la molienda y la venta por kilo, para los clientes de a taza el Caf Equis cuenta con dos mquinas despacha-doras cargadas con la mezcla especial de la casa, hecha con caf de Veracruz, Chiapas y Oaxaca, tostado medio. Es casi un autoservicio, slo hay que

    pagar 8 pesos en la caja, y elegir en-tre americano, expresso, capuchino tradicional o con sabor vainilla o chocolate.

    No hay mesas, pero s un par de bancas jardineras donde sentarse.

    El lugar, nostlgico, conserva casi intacta su decoracin de ms de 70 aos de antigedad: las viejas vitrinas que exhiben los granos, las gavetas de madera y los rtulos.

    El caf cordobs, fundado en 1939, ofrece una mezcla de caf ve-racruzano, chiapaneco y oaxaque-o. Adems del americano aroma intenso y cuerpo ligero (16 pesos) y capuchino (22), para los das calu-rosos hay americano con hielo (25) o pinolillo, bebida de la casa que con-siste en una deliciosa combinacin frapeada de caf y pinole (25).

    Situada en la esquina de Ayunta-miento y Lpez, esta cafetera tiene un balcn desde el que aprecia el tra-jn callejero.

    En Lpez tiene un anexo muy acogedor, adornado con maderas. Hay una sucursal en Donceles 87.

    11 Cafs impresCindibLes

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    Cada maana, antes de iniciar la jornada laboral, trabajadores de las calles aledaas a Lpez pasan all o al vecino caf villaras.

    Don Leoncio Villaras lleg de Es-paa en 1942 y adquiri este expen-dio y molino de caf. Despus de 65 aos, sus nietos, ahora encargados del lugar, ofrecen El mismo caf desde 1942, ahora en taza.

    La pequea cafetera, ubicada a unos pasos del expendio, atrae por el aroma a caf recin tostado. Es un lu-gar sencillo donde se degusta caf de Chiapas. Hay americano (13 pesos), capuchino (18), expreso o cortado (14), y para los antojadizos, el espe-cial de la casa, el San Tona (22), caf con cajeta o chocolate.

    En la bulliciosa calle de Bolvar est caf Do brasil, otros expertos en buen caf. El sabor puro del elxir se puede apreciar en el americano y el expreso (17 pesos), o con un toque lcteo, en el cortado y el capuchino (19 y 24). Tambin hay malteadas (28), caf frap (30), limonadas y so-das italianas (28).

    El lugar tambin cuenta con una amplia zona para fumadores.

    Regina es una de las calles preferi-das para las reuniones de amigos. En la esquina con Isabel La Catlica se encuentra El prncipe de los cafs.

    En el Jekemir se puede conversar y observar el ir y venir de la gente mientras se toma una de sus muchas variedades de caf. El local es vasto y muy popular, y los cafs americano (17-25), capuchino (25) o expreso (17) se sirven ligero, medio o cargado.

    Los postres ms demandados son el panqu de elote y el de nata (12), pero el rey es el dedo de novia (20), dulce rabe que deja ver la ascenden-cia de los fundadores del negocio. En invierno, el interior es muy agrada-ble y durante el verano vale la pena esperar una mesa al aire libre.

    cAFS De AltUrA

    El Caf de la Gran Ciudad y el Deli Mayor son lugares donde la vista vale tanto como el caf.

    Deli mayor es la cafetera al aire libre del restaurante El Mayor, loca-lizado en los altos de la librera Po-rra, a espaldas de la Catedral. Por su decoracin minimalista, su jardn de cactceas y su inigualable vista al

    el miSmo cAF DeSDe 1942, AHorA eN tAzA, eN el cAF villArAS.

    el eNtrAAble cAF eqUiS, eN el bArrio De lA merceD.

    lA viStA, ApArte Del bUeN cAF, eS el grAN AtrActivo Del Deli mAyor.

    Templo Mayor, es de los sitios favori-tos de oficinistas y turistas.

    Las recomendaciones son el cho-colate mexicano y el caf late (30). Para los clsicos: el americano (18) capuchino (25) y expreso (15-22), y los ts (25). Ya estando ah, vale la pena esperar 25 minutos para probar el pastel de chocolate caliente (68), o los panques de guayaba, t verde o naranja (18). En das soleados hay que llevar gorra o sombrero.

    Quiz la mejor vista panormica del Palacio de Bellas Artes sea la que ofrece el caf de la gran ciudad, ubicado en el piso 8 de la Torre Sears, justo frente al recinto de mrmol. A veces hay que aguardar por una mesa, pero vale la pena.

    La mezcla exclusiva de este caf al aire libre es de oaxaqueo (arbi-go y caracolillo), tostado robusto. Al americano (18-22), expreso (20-25) y capuchino (28-34) se les puede agre-gar cajeta, vainilla o moka (8).

    cAF mUlticUltUrAl

    Bajo el concepto de caf cultural hay opciones que invitan a conocer, compartir y establecer vnculos con otras culturas a travs de sus pro-puestas gastronmicas y artsticas, ya sea mediante la fotografa, la li-teratura o la msica. Y claro, el caf.

    Uno de ellos es el tintico, de races colombianas. Las bondades del caf colombiano y del mexicano (mezcla de Chiapas, Veracruz y Oaxaca) se pueden degustar en un americano o un expreso (10-15) de sabor suave y afrutado, y cuerpo ligero, o un capu-chino (25). Pruebe el pastel de choco-late con mousse de caf (40).

    Este local, en la calle de Cuba, ofrece una gran variedad de ts (15), algunos preparados con hierbas re-cin cortadas de un huerto propio.

    Todos los viernes en la noche hay msica tradicional mexicana o colombiana, y cada mes se inaugura una exposicin fotogrfica.

    Los amantes de la repostera ya de-ben haber descubierto Noisette gour-met, a unos pasos de la Alameda. Al coqueto ambiente de pequeo bistr francs se suma el hecho de que pre-paran sus productos con ingredientes naturales y frescos, sin conservadores.

    Hay ms de 10 variedades de pan-qu (14-18) como los de crema de avellana, salvado con nuez y nata. La barra de bebidas sirve, aparte de cafs, t chai (17-39), t noisette (leche, con

    avellana, 16-39) y gratash, hielo frap con fruta de estacin (41).

    En plena Alameda, el caf Den-medio es un pequeo y acogedor espacio donde un viejo televisor o un tablero de ajedrez hacen de mesa, mientras se renen igual roqueros que punks, politlogos que poetas.

    Adems de los tradicionales ame-ricano y expreso (12), mezcla de caf de Oaxaca y Puebla, los propietarios reivindican la herbolaria mexicana proponiendo mezclas de flores, hier-bas y frutas para preparar originales bebidas, como el beso de ngel (27) limn, amaretto, fresa y menta, el amor fresco (22) t helado de jamai-ca, limn, menta, manzanilla y cane-la o las sodas mexicanas (20), frutas de temporada. Tambin el estrudel de manzana (30) y los panqus de naran-ja o elote (12) tienen toque casero.

    En El Caf Denmedio nada est dicho: toda propuesta artstica y gas-tronmica es bienvenida.

    Frente a la Plaza de la Repblica, Don porfirio caff se ha convertido en el favorito de oficinistas y estu-diantes de la zona. Adems de la ca-lidad del caf (italiano y chiapaneco), es uno de los pocos sitios que ofrecen tempranito el primer americano, ex-preso o cortado (17-22) del da, pues abren a las 7 de la maana. Tambin hay lechero (20-25), de olla (12-15), capuchino (23-32), tisanas (23), cho-colate tradicional mexicano (29-31) y el gourmet (33-36) con toque de menta, coco o vainilla.

    Para los bohemios, los mircoles son de jazz o trova en vivo, a partir de las 20 horas. Y muy pronto, Don Por-firio Caff abrir una pequea sala de lectura, con los peridicos del da, re-vistas y ms de 200 ttulos literarios. Ojo: aceptan vales de restaurante.

    Tampoco puede perderse el caf ro, en la calle de Donceles; el tardn, mirando al Zcalo, y el caf capital, en las inmediaciones de Tlaxcoaque.

    En el Centro Histrico, tanto los cafeteros de viejo cuo como los be-bedores de nueva generacin tienen sitio donde deleitarse.

    caf equisroldn 16, esquina venustiano carranza. m Zcalo.lun-vie 11-17hrs., sb 10-17hrs. tel. 5522 4263.solo efectivo.

    caf cordobs ayuntamiento 18, esq. lpez. m san Juan de letrn.lun-sb 8-20 hrs., dom y das festivos 10-18hrs.tels. 5512 5545 y 5510 3413.www.cafecordobes.netefectivo y tarjetas; internet.

    caf villarasPasaje san Juan, isla 1, casi esquina lpez. m san Juan de letrn.tels. 5512 8688 y 5510 3881.lun-sb 9-19hrs.solo efectivo.

    Jekemirisabel la catlica 88. m isabel la catlica.tels. 5709 7038 y 5709 7086.lun-vie 9-20hrs., sb 9-19:30hrs.efectivo y tarjetas; internet.

    caf Do brasil la balsabolvar 45. m isabel la catlica.lun-sb 10-17:30hrs.tels. 5521 6883 y 5510 3658.www.dobrasil.com.mx.

    caf de la gran ciudadJurez 14, piso 8. m bellas artes.tel. 5521 0041.lun-Jue 11-8:30hrs; vie-dom 11-21hrs.efectivo y tarjetas; internet mvil.

    Deli mayorrepblica de argentina 17 (te-rraza). m Zcalo.tel. 5704 7580.lun-dom 10:30-20hrs.

    tinticorepblica de cuba 41 y 43. m allende y bellas artes. lun-Jue, 8-20hrs., vie 8-01hrs., sb 11-01hrs.tel. 5510 3153.efectivo y tarjetas; internet.

    Noisette gourmetconjunto Puerta alameda, lo-cal f (entrada por independen-cia). m Jurez.dom-ma 7-22hrs., mi-sb 7-24hrs.tel. 5518 7224.efectivo y tarjetas; internet.

    el caf Denmediocerrada coln 1, local f (junto al museo mural diego rivera). m hidalgo.lun-dom 10-22hrs.tel. 5512 2405.solo efectivo; internet.

    Don porfirio caffPlaza de la repblica 46, col. tabacalera. m revolucin.lun-sb 7-23hrs; dom 10:30-23hrs.tel. 5705 5382. efectivo y tarjetas; internet.

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    eN el ceNtro HiStrico, tANto loS cAFeteroS De vieJo cUo como loS bebeDoreS De NUevA geNerAciN tieNeN DNDe DeleitArSe.

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    restaurantesespaa y mxico en verde pistache

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    teatroel Divino Narciso de Sor Juana

    Entre la vasta obra de Sor Juana Ins de la Cruz, La Dcima Musa, estn tres autos sacramentales, piezas tea-trales religiosas, comunes entre los siglos xvi y xviii; en la Nueva Espaa se usaron primero como vehculo de adoctrinamiento.

    De ellos, El Divino Narciso (1685) es no slo el ms conocido, sino el ms original y perfecto del gnero, segn Flix Novohispano Compaa de Nacional de Teatro Clsico, que lo escenifica actualmente en el hermo-so templo de La Enseanza.

    La obra presenta personajes mi-tolgicos y alegricos provenientes de la literatura latina y los inme-

    moriales mitos helnicos, explica la produccin. La pieza narra cmo Eco (naturaleza anglica rebelde y cada, es decir, el demonio) trata de inducir la cada del Divino Narciso (personi-ficacin de Jesucristo), envidiosa del amor que ste le tiene a la Naturaleza Humana (quien es su propio reflejo) y por quien decide morir y permane-cer en blanca flor convertido.

    En el reparto figuran Markin Lpez (Divino Narciso), Jacqueline Bribiesca (Eco) e Indra Duarte (Na-turaleza Humana) y muchos otros actores. La obra, una muestra ms del genio de Sor Juana, ha sido poco representada, as que no se la pierda.

    Desde la hora del almuerzo, por ah de las once y media, en la calle de Lpez, entre Ayuntamiento y Puente Peredo, es comn ver colas afuera de un pequeo local que se distingue por sus maderas pintadas y repinta-das en color verde pistache. Es la co-cina econmica Mi Fonda, que desde hace unos 70 aos ofrece comida es-paola y mexicana casera.

    Jess Santos Galnares, de 70 aos, era un joven recin casado cuando lleg a Mxico desde su natal Santan-der. Sus suegros, segundos dueos de Mi Fonda, le heredaron el negocio. Desde siempre, la carta del da se es-

    cribe con caracteres Palmer y gis en un pizarrn potaje de lentejas, 15, filete de pescado, 46, lengua estofada, 55, flan, natilla o arroz con leche, 12 y el verde pistache de las paredes, como el amarillo pas-tel del mobiliario, permanece idnti-co. Entre los platos fijos estn la pae-lla (55 pesos) y el chile relleno (22).

    La comida es fresca: Se guisa a diario, porque diario se acaba. Si se llega muy temprano, algunos platos an no estarn listos, y si tarde, algu-nos se habrn terminado. Sobre su xito, Santos concluye: Dios protege a los inocentes.

    merCado deL artegaleras castillo: para empezar o ampliar tu coleccin

    el Divino Narciso

    templo de nuestra seora del Pilar-la enseanza, donceles 102, entre repblica de brasil y repblica de argentina. m Zcalo.todos los jueves de marzo, 19:30hrs.admisin: general, 120 pesos; estudiantes, maestros y adultos mayores, 80; grupos pares, a partir de seis miembros, 60 pesos por persona.informes: 04455 9196 6337.

    Para dar el salto de la contemplacin del arte en una exposicin, y gozar de piezas propias, se requiere de un gua. Galeras Castillo, la nica ga-lera de arte del Centro Histrico, ofrece el arte, y el gua, dice Ricardo Castillo, hijo del propietario.

    La historia de esta casa empez cuando su fundador, Jos Castillo, era empleado de una galera en el pasaje del metro Pino Surez. Al ahora res-taurador le ha llevado 50 aos formar una coleccin de pintura, escultura y antigedades que desde hace 10 aos se ofrece en el Centro, primero en el Pasaje Iturbide, y desde noviembre

    pasado en la calle de Marconi, junto al imponente Museo Nacional de Arte.

    En Galeras Castillo se pue-den adquirir obras de firmas como Rufino Tamayo, Janitzio Escalera, Francisco Toledo, Pedro Friedeberg, Leonardo Nierman y Sebastin. En la seccin de arte europeo antiguo figuran piezas como Los nios de Gre-try, de Faustin Besson, quien decor los aposentos de Napolen iii y parte del techo del Palacio de Versalles.

    Pero si algo distingue a esta casa es la atencin: Persona que entra, se le explica la historia, las tcnicas, todo, dice Ricardo Castillo.

    LibrerasAntigua madero, nuevos brosDespus de haber estado en la aveni-da Madero desde 1939, ao en que la fundara el republicano espaol To-ms Espresate, la mtica Librera Ma-dero, llamada ahora Antigua Madero Librera, estrena sede.

    El lugar le viene al dedillo: Isabel La Catlica y San Jernimo. Por qu? Se sita en un mbito estudiantil junto a la Universidad del Claustro de Sor Juana, a unos pasos de la Hostera La Bota Cultubar templo de no pocos lectores y a una cua-dra del corredor cultural Regina. Eso nos ilusiona mucho, dice el dueo actual de la Madero, don Enrique Fuentes. Todo ocurre bajo la gida de

    San Jernimo, patrn de los libreros, de quien Fuentes coloc un retrato hecho de azulejo, en el costado del edificio que da a esa calle.

    Los telfonos suenan impacien-tes: Cundo abre?. Ser a media-dos de este mes cuando las bellas y restauradas estanteras de madera algunas de 1894, ex propiedad de los hermanos Sanborns; otras hereda-das del Ateneo Espaol, que durante dcadas estuvo en el edificio mues-tren el contenido de mil 500 cajas de libros sobre historia, arqueologa, arte y antropologa, de Mxico. En-horabuena a la Madero y a sus devo-tos clientes, y a los que se sumarn.

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    exposiCionestres siglos de escultura novohispana

    paseos temtiCosla merced y ruta juarista

    Con ms de 50 esculturas de los si-glos xvi al xviii, la exposicin Los escultores novohispanos y sus obras muestra la importancia de esa disci-plina en la Nueva Espaa, y su papel como medio evangelizador.

    En la expresin de dolor de los santos, los ojos de vidrio de un cris-to, las lgrimas hechas con gotas de resina, se ve la intencin de conmo-ver. As lo requiri la Iglesia durante la Colonia para crear vnculos con sus fieles y ganrselos, informa Con-suelo Maquvar, curadora de la ex-posicin, que se exhibe en el Museo Franz Mayer.

    Dentro de su programa Rutas domi-nicales del Patrimonio Mundial por el barrio de La Merced 2012, la asocia-cin Proyecto Patrimonio Mxico ofre-ce en marzo dos paseos interesantes:

    El 4, La Merced: un barrio de leyenda. Leyendas y personajes le-gendarios de este emblemtico ba-rrio. El 11, Historias de un amoroso convento: Historia del ex convento de Nuestra Seora de las Mercedes y Redencin de Cautivos. En ambos casos, la cita es a las 10 horas en la es-quina de Jos Mara Pino Surez y ca-lle Venustiano Carranza. Informes, tarifas y reservaciones: [email protected]

    Adems de las piezas de madera, pasta de caa de maz, piedra o alabas-tro, admire la perfeccin de los mo-saicos de plumaria, una tcnica pre-hispnica en la que las imgenes se delineaban con plumas de aves, cada una pegada, casi siempre con cera, en una superficie de papel amate.

    Mediante un video y documen-tos se explican las tcnicas escult-ricas, el anonimato predominante, y por qu algunas obras se llevaban a lugares distantes como Guatemala, para que les aplicaran el estofado, una fina capa de pintura que las ha-ca lucir ms vivas y conmovedoras.

    Por otro lado, se repone Un paseo en tranva con don Benito, lanzado en 2011 por el aniversario luctuoso de Jurez y que ahora conmemora su natalicio. Con guas y actores caracterizados, el trayecto incluye: Recinto Homenaje a don Benito Ju-rez (Palacio Nacional), Museo Pan-ten de San Fernando y Hemiciclo Escultrico a Benito Jurez en la Ala-meda Central.

    Todos los sbados de marzo de 2012 a las 19:45hrs., con duracin de 2hrs. Cita: Palacio Nacional en la en-trada de la calle de Moneda. Informes y reservaciones: 5491 1615 y [email protected]

    Antigua madero librera

    isabel la catlica 97, esq. con san Jernimo. m isabel la catlica.lun-vie 10-18:30, sb 10-14hrs.tels. 5510 2068 y 5521 0191 (los mis-mos de antes).

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    galeras castillo

    marconi 2, local 2. m bellas artes y allende.lun-dom 10-19hrs.tel. 5521 2644.

    los escultores novohispanos y sus obras

    museo franz mayer. hidalgo 45. m hidalgo y bellas artes.hasta el 15 de abril de 2012. mar-dom 10-17hrs.admisin: general, 45 pesos; estudiantes y maestros, 25; en-trada gratuita a adultos mayores de 60 aos y nios menores de 12 aos; martes, entrada libre.tel. 5518 2266 ext. 251 y 254.www.franzmayer.org.mx

    mi Fonda

    lpez 101, m san Juan de letrn.mar-dom 11:30-17hrs.slo efectivo; paella especial, sobre pedido.tel. 5521 0002.

  • 14 km.cero nm 44 marzo 2012 marzo 2012 nm 44 km.cero 15

    CpsuLa de tiempo

    La fachada metlica deja ver una terraza enmarcada por un barandal de cristal. El porte contemporneo del edificio hace difcil imaginar que en el pri-mer nivel reposan los vestigios del Calmcac, uno de los recintos ms significativos de la antigua Teno-chtitlan. All asistan hace ms de cinco siglos, alrededor de 1485 los hijos de los nobles mexicas a recibir educacin.

    El museo que alberga esos vesti-gios est en el primero de los cuatro niveles del nuevo inmueble.

    El Museo de Sitio del Calmcac fue concebido como una cpsula de tiempo en la que se exponen ob-jetos de valor histrico de las poca prehispnica, colonial y contem-pornea, dice el arquelogo Ral Barrera, supervisor del Programa de Arqueologa Urbana (pau) del inah y responsable de las excavaciones del sitio. De las 88 piezas que all se ex-hiben, 40 son prehispnicas, princi-palmente vestigios del Calmcac; 20 son coloniales, como piezas de cer-mica vidriada y maylica de uso do-mstico, y 23 son contemporneas, herraduras, tinteros y un revlver. Esto ofrece un panorama general de

    En el nmero 97 de Donceles abri sus puertas en febrero pasado la ampliacin del Centro Cultural de Espaa en Mxico (CCE). El recinto es un ejemplo de cmo pueden convivir el cuidado del patrimonio y los usos contemporneos.

    Por Hctor FAbricio FloreS

    la ocupacin humana en este espa-cio, explica Barrera.

    Tambin, dice Germn Rostn, coordinador de la ejecucin de la obra y responsable de museografa del cce, lo interesante es encontrar toda la historia (arquitectnica) de la Ciudad de Mxico en una sola caja que integra desde unos basa-

    mentos mexicas hasta arquitectura del siglo xxi.

    En el Museo, cuya superficie es de 714m2, se aprecian los restos de una plaza abierta de lo que fue el colegio mexica, desde donde arran-ca una escalinata correspondiente a la etapa constructiva vii del Templo Mayor (1502-1519 d.C.).

    Tambin hay un fragmento de piso de estuco con pilastras y una ban-queta interior de dos metros de ancho adosada a un muro de piedra, que co-rresponden a la etapa constructiva vi del Templo Mayor (1486-1502 d.C).

    A un lado de esos vestigios, una pantalla de 50 pulgadas muestra una reconstruccin virtual del recinto sagrado de Tenochtitlan, para que el visitante pueda ubicar el Calmcac en su contexto urbano.

    ArqUeologA UrbANA

    Al Calmcac acudan a estudiar los hijos de los lderes polticos y religio-sos, de los que escriban los cdices y de los astrnomos.

    Este colegio funcionaba como un internado. Los alumnos eran entregados por decisin de sus padres mediante una ceremonia religiosa y de iniciacin. Se desconoce la edad a la que ingresaban, pero debi rondar los 8 o 9 aos.

    Como la esperanza de vida era mucho menor en aquella poca, se estima que los estudios termi-naban alrededor de los 20 aos, explica Ral Barrera.

    A los alumnos del Calmcac se les enseaba m-sica y danza, a interpretar y a escribir cdices, as como a observar los movimientos de las estrellas, tanto con fines astronmicos como religiosos. Se les enseaba a ser disciplinados, para lo cual, por ejemplo, hacan penitencias en los cerros aledaos.

    Hasta donde se sabe, la educacin que imparta el Calmcac era tanto para hombres como para mujeres.

    Quetzalcatl era el dios tutelar del colegio. Por eso el hallazgo de las siete almenas con grabados alusivos a la serpiente emplumada

    refuerzan la teora de que las ruinas encontradas pertenecen al Calmcac mexica.

    De acuerdo con Barrera, la ubicacin de los vestigios co-incide con la que los primeros cronistas de la Nueva Espaa como Fray Bernardino de Sahagn y Hernn Corts, le dieron al Calmcac: A un costado del Templo Mayor, en el subsuelo de lo que hoy es la calle Donceles.

    Tambin coincide con la que estableci en sus mapas, a mediados del siglo xx, el arquelogo y arquitecto Ignacio Mar-

    quina. El autor de Arquitectura prehispnica dedic gran parte de su vida a ubicar en un plano todos y cada uno de los edificios

    del Recinto Sagrado de la antigua Tenochtitlan.

    El Programa de Arqueologa Urbana de la Ciudad de Mxi-co (pau) fue creado en 1991 por iniciativa de Eduardo Matos Moctezuma como derivacin del Proyecto Templo Mayor. Su finalidad es recuperar, proteger e investigar el patrimonio arqueo-lgico asociado con el rea del Recinto Sagrado de Tenochtitlan.

    El Programa estudia tres pe-riodos: la antigua Tenochtitlan, desde su fundacin en 1325 has-ta su cada en 1521; la Colonia, desde 1521 hasta 1821, y la po-ca contempornea, desde la con-sumacin de la independencia de Mxico hasta nuestros das.

    Su rea de trabajo qued de-limitada en 500 metros por lado, partiendo del Templo Mayor. Llega hacia el norte hasta las ca-lles de Luis Gonzlez Obregn y San Ildefonso, hacia el oriente hasta Correo Mayor y El Carmen, hacia el sur hasta Moneda y la fa-chada principal de la Catedral, y hacia el poniente hasta Monte de Piedad y Brasil. En ese espacio se encuentran siete manzanas que definen los bloques de la investi-gacin arqueolgica.

    En este nuevo recinto se exhiben tambin dos de las siete almenas de barro en forma de caracol cortado que se hallaron en las excavaciones; las otras cinco se trasladaron al Templo Mayor. Tienen grabados alusivos al dios Quetzalcatl y miden 2.38 me-tros de largo por uno de ancho. Es pro-bable, segn Barrera, que hayan deco-rado la parte superior del Calmcac.

    Adems hay piezas como una mandbula esgrafiada con la repre-sentacin de una xiuhcatl (serpien-te de fuego) y un rostro de mixcatl (serpiente de nube), cinco lpidas de piedra con grabados alusivos a sacri-ficios y a prcticas de desmembra-miento humano, y un rostro ptreo de Ehcatl, dios del viento.

    El recorrido incluye una proyec-cin con fotografas sobre las ex-cavaciones del sitio, la historia del edificio y la restauracin de los ves-tigios del Calmcac. Se le Hizo UN

    boNito empAqUe Al cAlmcAc. Se coNStrUy toDo el eDiFicio A SU AlreDe-Dor. el cAlmcAc eS pArte Del eDiFicio, o No S Si Ste eS pArte Del cAlmcAc.

    germn rostn, coordinador de la eJecucin

    de obra Por Parte del cce.

    toDo cAbe eN UN JArrito

    En 1997 el cce recibi de parte del Gobierno del Distrito Federal (gdf) dos predios en comodato, uno con acceso por la calle de Guatemala y otro por la de Donceles.

    El cce restaur primero el edifi-cio de Guatemala 18, una casona del siglo xviii, e inici all actividades culturales en noviembre de 2002.

    Despus la Agencia Espaola de Cooperacin Internacional para el Desarrollo (aecid), de la que depen-de el cce, plane la ampliacin de su sede principal, en el nmero 97 de la calle Donceles. Este predio se ubica a espaldas del de Guatemala 18.

    Debido a la cercana con el Tem-plo Mayor, y la posibilidad de que hubiera vestigios arqueolgicos, la aecid recurri al inah. Como el predio est dentro del permetro conside-rado rea de trabajo del pau, fue este programa el que realiz las excava-ciones, financiadas por la aecid. Las excavaciones comenzaron en 2006 y

    concluyeron en diciembre de 2008.Tras los hallazgos arqueolgicos,

    las oficinas involucradas, principal-mente el inah y la aecid, considera-ron que era posible construir un edi-ficio que albergara tanto los vestigios hallados como los espacios que el cce requera para su mejor funciona-miento: un auditorio, salas de usos mltiples y reas de exposicin.

    Los autores del proyecto son los arquitectos Javier Snchez y Jos Castillo. Colaboraron tambin ar-quelogos, arquitectos, ingenieros y muselogos.

    El nuevo edificio, concluido en 2011, tiene cuatro niveles. En el pri-mero se encuentra el Museo de Sitio del Calmcac.

    El segundo est compuesto por una sala amplia, llamada sala X que se puede usar para fines diversos pero en principio se le considera un auditorio con 300 asientos.

    El tercer piso alberga una galera de 420m2 de superficie, divisible con muros movibles.

    En el cuarto piso hay tres salones para impartir talleres y otro saln donde se pueden hacer proyecciones cinematogrficas o impartir semina-rios. Los pisos tres y cuatro tienen terrazas al aire libre.

    iNtegrAciN y reSpeto

    El tema de todo este edificio es un tema de respeto. El edificio est res-petando a su vecino, que es el Cole-gio de Cristo (construido en 1612), prcticamente ni lo est tocando; tambin se protegi al Hotel Cate-dral (su otro vecino); se cuidaron las fachadas, las tonalidades, la calle Donceles y al actual Centro Cultu-ral, afirma Germn Rostn.

    Este edificio respeta a sus mayo-res, aade; resguarda al Calmcac y es de entrada libre, la gente puede entrar en cualquier momento.

    El proyecto arquitectnico con-cibi un inmueble ligero y vers-til, con pocos muros, generosas entradas de luz y una fachada que permite ver a travs de ella.

    Tambin se construy un pasaje para unir las dos sedes del cce. Fue como hacerle un pequeo brazo a la calle y tener aqu adentro un espacio pblico.

    La bsqueda de pertenencia e in-tegracin se repiti en el diseo del Museo de Sitio.

    No queremos que (el Museo) sea otra cosa independiente, sino que se entienda que todo pertenece al mis-mo espacio, explica Rostn. Para lograr este efecto se usaron luces y materiales similares a los que hay en el resto del edificio.

    Por ejemplo, algunos vestigios arqueolgicos del Calmcac se exhi-ben en cajas de cristal que recuerdan los barandales de los balcones en los pisos superiores y la terraza del edi-ficio de Guatemala 18.

    lAS terrAzAS oFreceN UNA viStA privilegiADA De loS AltoS De cAteDrAl.

    roStro ptreo De eHcAtl, DioS Del vieNto

    UN ASpecto Del mUSeo De Sitio Del cAlmcAc.

    pASAJe qUe UNe lAS DoS SeDeS.

    iNterNADo mUltiDiScipliNArio

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    museo de Sitio del calmcac, dentro del centro cultural de espaa. donceles 97 / guatemala 18. m Zcalo. mar-sb 11-17hrs.,dom 11-15hrs. tel. 5521 1925. [email protected] gratuita. recorridos cada hora en grupos de 5 a 30 personas.

  • 16 km.cero nm 44 marzo 2012

    La voz de Clara Franco es sua-ve, pero firme. Ya sea que esa voz hable de los aos infan-tiles pasados en un internado; o de otros aos, vividos bajo el rayo del sol en una calle del Centro, vendiendo ropa; o de los aos en que aprendi a representar a un grupo de mil vendedores informales, o bien de los recientes, cuando consigui una pla-za comercial en una de las calles ms rentables del Centro para ubicar a un centenar de esos comerciantes, es la voz de alguien que sabe dnde est y a dnde va.

    FUi lA bASe De lA FAmiliA

    Fuimos veinte de familia. Yo soy como la nueve, ms o menos. Familias grandes que se daban, y cuando los hombres eran as como muy machis-tas y cada ao las queran tener emba-razadas a las mujeres y si no. La voz de Clara calla, pero su mano derecha hace un gesto que significa golpes.

    Tantos eran no haba ni para comer a veces que Clara y tres her-manos fueron internados varios aos en instituciones oficiales, mientras su madre venda ropa interior en la calle de Manzanares.

    A los once aos, Clara sali del in-ternado y se apost junto a su madre. Estudiaba primaria en la maana, en la escuela Cristbal Coln, del Centro. A la salida iba a trabajar y terminaba hasta la noche. Al principio no me gustaba el trabajo, luego ya me gust.

    Fui la base de la familia, dice, pues hasta los 26 aos, cuando sus hermanos haban crecido, puso un puesto propio en Corregidora y Anillo de Circunvalacin. He vendido nove-dades, ropa de caballero y de dama, eso fue lo que me sac adelante.

    lA DiFereNciA

    La mano de Clara toca las manchas de pao que ella tiene en el rostro: Fueron aos bajo el sol, dice.

    Como otros vendedores informa-les, Clara estuvo durante aos al am-paro de Guillermina Rico, lder que oper en la zona La Merced. Tras la muerte de Rico, en 1996, se quedaron sin representacin.

    Fue en el 2000 que yo empec a representar. Porque yo no soy l-der, soy representante de los com-paeros, puntualiza. Cul es la

    Por pAtriciA rUvAlcAbA

    eSperAmoS qUe NUeStrA plAzA SeA UN eJemplo De qUe el comercio S pUeDe eStAr orDeNADo, qUe S poDemoS DiScipli-NArNoS, eN coNJUNto coN el gobierNo.

    diferencia? En la calle de Anillo (de Circunvalacin) aprend que la gen-te es noble, es buena, tiene necesida-des, tiene muchos problemas, y por lo mismo decid no hacer lucro con ellos. Era la nica calle en que no se cobraba un solo peso.

    Bajita y de pelo ensortijado, Cla-ra Franco se form representando a unos mil comerciantes informales ubicados en Anillo de Circunvala-cin, entre Soledad y San Pablo.

    La mayora eran personas de la tercera edad y sin preparacin; Cla-ra empez a hacer trmites por ellos ante las autoridades.

    Lo que buscbamos era que los compaeros tuvieran estabilidad. No tenan que trabajar para una l-der, sino para sacar adelante a sus familias.

    DAAmoS Al ceNtro

    La asociacin Comerciantes, vecinos y no asalariados Anillo de Circunva-lacin, A. C., encabezada por Clara, negoci con el gdf la reubicacin de sus 987 miembros.

    En octubre de 2007, cuando la autoridad promovi la salida de los vendedores informales de 87 calles del Centro, Clara y sus compaeros pensaron que el cambio era tempo-ral. Pero no fue as y cundi la des-

    esperacin, pues los recursos de las familias se iban agotando.

    Clara prosigui las negociacio-nes. Los primeros predios que les ofrecieron no eran convenientes, as que esperaron. En 2009 Dios nos premi con la asignacin de un edi-ficio en obra negra en Correo Mayor 36. All la asociacin fund, en noviembre de ese, ao la Plaza Re-volucin, una plaza comercial limpia y organizada que vende sobre todo ropa, accesorios y comida.

    Clara, ahora de 49 aos, eligi ese nombre porque me gustan mucho las ideas de la Revolucin.

    En el proceso, dice, aprendimos

    el comercio eS pArte Del ceNtro, NomS qUe DeberA De HAber UNA cUltUrA DoNDe NoS eNSeeN A cUiDArlo.

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    no soy Lder, soy representante

    a hacernos responsables. Adems de pagar servicios y mantenimiento, los 105 vendedores de la Plaza de la que dependen unas 800 personas se integraron al padrn fiscal en la modalidad conocida como repeco.

    La asociacin arregl los locales, baos pblicos y comedores, y tiene opcin a compra.

    Tambin comprendieron que pueden contribuir a cuidar el patri-monio.

    Le hicimos dao al Centro, hay que reconocerlo. Porque estamos acostumbrados a dejar toda la basu-ra, a hacerle hoyos a las fachadas, a sentirnos dueos, a cerrar calles para poner ms negocios.

    El Centro es muy bonito, es patri-monio de la humanidad, y nosotros no nos habamos dado cuenta. Pero tambin la gente tiene necesidad, y el comercio es parte del Centro, noms que debera de haber una cultura donde nos enseen a cuidarlo.

    Vecina del Centro desde hace 13 aos, Clara tiene un esposo que la ayuda y admira, cuatro hijos y dos nietos. El comercio, adems de que le permiti darle educacin a sus hijos, le ense a trabajar y a luchar. Yo la verdad no me caigo con cualquier cosa, soy muy trabajadora, dice, y su mano se hace puo, y vibra.

    clArA FrANco, comerciante.