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LA ACCESION
La accesión para nuestro ordenamiento jurídico, es aquel “modo de adquirir por
el cual el dueño de una cosa pasa a serlo de lo que ella produce, o de lo que se
junta a ella”. Esta es la definición que proporciona el Código Civil en su Libro
segundo, titulo quinto, articulo 625.
Según la definición anterior, el código enuncia dos clases de accesión: cuando
una cosa se junta a otra y la que se refiere de los frutos derivados de una cosa.
La primera, considerada como verdadera accesión, y la segunda denominada
así por el código pero que no obedece a la realidad del fenómeno jurídico y
que la doctrina considera como una simple extensión del derecho real de
propiedad.
El artículo 713 del Código Civil en su parte final preceptúa que los productos
de las cosas son frutos naturales o civiles, confundiendo las nociones de fruto y
producto, que en realidad pertenecen a fenómenos diferentes.
El fruto se da con cierta periodicidad y sin detrimento de la cosa que lo
produce. En cambio, un producto no esta sometido a la periodicidad y se
obtiene con detrimento o disminución de la cosa que la origina, como los
materiales de una mina.
Los frutos son:
Naturales: los que da la naturaleza, ayudada o no de la actividad humana
(art.625 C.C). L a legislación civil acogen esta definición tanto, el fruto que se
produce espontáneamente, es decir el generado por el hombre como también
el que requiere su ayuda o colaboración , denominado industrial en otras
legislaciones.
Civiles: Los rendimientos que obtiene el propietario de una cosa por el uso que
de ella haga un tercero, como los intereses de un capital o el canon que
percibe el arrendador por el arrendamiento de un bien (628 C.C).
La verdadera accesión es entonces la continua o por unión propiamente tal,
que implica la unión de dos o más cosas de diferentes dueños y que forman un
todo inseparable indivisible. Si la cosa se pude separar sin detrimento del todo
o sin que este desmerezca su valor, la accesión no se presenta.
Fundamento de la accesión. Si se trata de la accesión por producción o de
frutos, su fundamento se origina en los rendimientos que produce la cosa que,
como regla general, pertenecen a su dueño. Quien es propietario de una cosa
tiene derecho a todo lo que produce.
Excepcionalmente los frutos pueden pertenecer a un tercero diferente del
propietario, como ocurre con el poseedor de buena fe derrotado por aquel en
ejercicio de la acción reivindicatoria. También seria una excepción a la regla de
accesión de frutos, cuando el poseedor cumple el plazo de prescripción y
obtiene el domonio, caso en el cual los frutos los adquiere desde el momento
mismo de la iniciación de la posesión por el efecto activo de la prescripción.
Por medio de la accesión continua, él legislador busca que las cosas unidas de
diferentes dueños pertenezcan en un todo al propietario de la más importante o
relevante y evita con ello una separación, que de presentarse, podría
destruirlas o desmejorarlas.
DE LAS ACCESIONES DEL SUELO
Una corriente doctrinaria de notorio arraigo en el derecho moderno es la de
considerar al dueño del terreno como propietario del espacio aéreo y el
subsuelo hasta donde le sean útiles esa utilidad no la define el principio de la
autonomía de la voluntad, sino la respectiva normativa urbanística cuya
competencia corresponde dictar al municipio donde esta situado el inmueble.
De no existir el concepto de utilidad expuesto, el Estado seria el único titular
bajo el rotulo del uso publico o particular. Definida la utilidad por el Estado,
relaciones jurídicas derivadas del derecho de propiedad sobre el suelo,
extendido al espacio aéreo y al subsuelo, tienen un entorno material o físico
posible y pueden ser objeto de declaraciones de voluntad entre los propietarios
y terceros.
ALUVION
Se llama así al aumento que recibe la ribera de la mar o de un rio o de un lago
por el lento e imperceptible retiro de las aguas (Art.630C.C).Si la naturaleza le
ha dado al riberano el privilegio de estar en contacto con la corriente, a la ley
no le interesa modificarle dicha situación. Así como el riberano corre el riesgo
de que parte de su predio lo arrastre la corriente, la ley le compensa este hecho
con la posibilidad de adquirir lo que se adhiera a el por obra de la naturaleza
misma.
REQUISITOS DE LA ALUVION:
1) Que exista aumento de la ribera con el retiro de las aguas.
2) Que el retiro de las aguas sea lento, imperceptible, es decir, ni violento ni
intempestivo. Si el retiro es violento, se presenta la mutación de cauce.
3) Que el retiro sea obra de la naturaleza. Si el terreno dejado se arrebata a las
aguas por obra del hombre, no se presenta el aluvión.
4) Que el retiro de las aguas sea completo y definitivo. Si el agua ocupa y
desocupa el terreno alternativamente en su baja y crecidas periódicas, dicho
terreno hace parte de la ribera y no se adquiere por accesión.
¿A quien pertenece el aluvión? En los puertos habilitados, esto es aquellos
aptos para operaciones de exportación e importación, el aluvión pertenece a la
nación (Art.631 C.C). En los otros casos a los propietarios riberanos de la
siguiente manera: si las líneas de demarcación de los respectivos predios no se
cruzan, el aluvión accede a las propiedades riberanas comprendidas dentro de
dichas líneas y extendidas hasta el agua.
AVULSION
“Cuando una porción de tierra es transportada de un lugar a otro por fuerza de
la naturaleza en forma abrupta, y su dueño no la reclama dentro del año
posterior al hecho, el dueño del predio al que se junto la porción de tierra
adquiere su dominio por accesión. La expresión de la ley “para el solo objeto
de llevársela” no quiere decir que el dueño de la porción segregada deba
trasladarla físicamente; puede realizar actos de señor y dueño explotándola
económicamente” (Art.633 C.C).
MUTACION DE ALVEO O CAMBIO DE CAUCE DE UN RIO
Se pueden presentar dos situaciones al respecto:1) El cambia de cauce
(Art.635 CC); 2) Se abre en dos brazos que no vuelven a juntarse (636 CC).
En el primer caso los riberanos, conforme al artículo (635), pueden hacerse
las obras necesarias para restituir, las aguas a su antiguo cauce. Si no se
pueden restituir, la parte que queda en seco accede a las propiedades
riberanas en la misma forma del aluvión (Art. 630 CC). Si la corriente toma un
sendero distinto en forma definitiva, se traza una línea longitudinal por la mitad,
que divida la porción de tierra correspondiente al antiguo cauce y de acuerdo0
con las líneas de demarcación de las propiedades de lado a lado, se extiende
hasta tener contacto con la línea longitudinal divisoria.
En el segundo caso, si el rio se divide en dos brazos que no vuelven a
juntarse, la parte del anterior cauce que queda en seco se distribuye entre los
propietarios riberanos, como en el caso del artículo 632, partiendo tal porción
por la mitad con la línea longitudinal.
FORMACION DE ISLAS
Art.637 CC. Acerca de las nuevas islas que no hayan de pertenecer al Estado
según el artículo 578, se observaran las reglas siguientes:
1ª. La nueva isla se mirara como parte del cauce o lecho, mientras fuere
ocupada y desocupada alternativamente por las aguas en su creces y bajas
periódicas, y no accederá entre tanto a las heredades riberanas,
2ª. La nueva isla formada por un rio que se abre en dos brazos que vuelven
después a juntarse, no altera el anterior dominio de los terrenos comprendidos
en ella; pero el nuevo terreno descubierto por el rio accederá a las heredades
contiguas como el caso del articulo 635;
3ª. La nueva isla que se forme en el cauce de un rio, accederá alas heredades
de aquella de las dos riberas a que estuviera más cercana toda la isla y sobre
la superficie de ella.
Si toda la isla no estuviere mas cercana a una de las dos riberas que a la
otra, accederá a las heredades de ambas riberas; correspondiendo a cada
heredad la parte comprendida entre sus respectivas líneas de demarcación,
prolongadas directamente hasta la isla y sobre la superficie de ella.
Las partes de la isla que en virtud de estas disposiciones correspondieren a
dos o más heredades, se dividirán en partes iguales entre las heredades
comuneras;
4ª. Para la distribución de una nueva isla, se prescindirá enteramente de la isla
o islas que hayan preexistido a ella; y la nueva isla accederá a las heredades
riberanas como si ella sola existiese;
5ª. Los dueños de una isla formada por el rio adquieren el dominio de todo lo
que por aluvión acceda a ella, cualquiera que sea la ribera de que diste menos
el nuevo terreno abandonado por las aguas;
6ª. A la nueva isla que se forme en un lago se aplicara el inciso 2º. De la regla
3ª. Precedente; pero no tendrán parte en la división del terreno formado por las
aguas las heredades cuya menor distancia de la isla exceda a la mitad del
diámetro de esta, medido en la dirección de esa misma distancia.
ACCESION DE UNA COSA MUEBLE A OTRA
ADJUNCION (Art.638-642)
El Art. 638 del Código Civil contiene el siguiente texto:”La Adjunción es una
especie de accesión, se verifica cuando dos cosas muebles pertenecientes a
diferentes dueños se junta una a otra, pero de modo que puedan separarse y
subsistir cada una después de separada; como cuando el diamante de una
persona se engasta en el oro de otra, o en un marco ajeno se pone un espejo
propio”.
Ocurre cuando dos o mas cosas muebles de diferentes dueños se unen entre
si e integran una cosa nueva sin que ninguna de ellas pierda su individualidad,
ya que pueden separarse de nuevo sin detrimento.
Lo anteriormente expresado por el código merece reparo en cuanto a que: da
a entender que las cosas deben separarse para que se presente esta clase de
accesión. Todo lo contrario, si las cosas no se pueden separar o tal separación
es difícil, con mayor razón obra el fenómeno.” Lo que en verdad la ley quiso
decir es que la adjunción supone una conexión de tal naturaleza que no hace
perder su fisonomía individual a las cosas juntadas; que estas, en caso de
separarse, puedan subsistir después, conservando su ser especifico”.
ESPECIFICACION (Art.643)
El Código Civil preceptúa lo siguiente:
“Otra especie de accesión es la especificación que se verifica cuando de la
materia perteneciente a una persona, hace otra persona una obra o artefacto
cualquiera, como si de uvas ajenas se hace vino, o de plata ajena una copa, o
de madera ajena una nave.
No habiendo conocimientos del hecho por una parte, ni mala fe por otra, el
dueño de la materia tendrá derecho a reclamar la nueva especie, pagando la
hechura.
“A menos que la obra o artefacto, el precio de la nueva especie valga mucho
mas que el de la materia, como cuando se pinta el lienzo ajeno, o de mármol
ajeno se hace una estatua; pues en este caso, la nueva especie pertenecerá
en común a los dos propietarios; pues en este caso, la nueva especie
pertenecerá al especificante, y el dueño de la materia tendrá solamente
derecho a la indemnización de perjuicios”.
“ Si la materia del artefactos es, en parte ajena, y en parte propia del que la
hizo o mando hacer, y las dos partes pueden separarse sin inconveniente, la
especie pertenecerá en común a los dos propietarios: al uno a prorrata del
valor de su materia, y al otro a prorrata del valor de la suya y de la hechura”.
En el derecho romano, según la opinión de Justiniano, el trabajo humano, la
obra del artista o escultor era superior al valor del material sobre el cual se
elaboraba, si no podía volver a su antigua forma. Si el material (lienzo o
madera) podía volver a su estado original sin detrimento, significaba que la
cosa primitiva no perecía y por tanto no cambiaba de propietario.
NATURALEZA JURIDICA DE LA ESPECIFICACION
Para nuestro código la especificación es una forma de accesión, ya que hay la
unión del trabajo propio y la materia ajena. Este criterio legal se critica por que
no se puede incluir como cosa mueble el trabajo del hombre; solo hay una
cosa, la materia.
“El trabajo no se junta o confunde con la cosa ajena, sino que actúa sobre
ella, transformándola”
¿A QUIEN PERTENECE LA OBRA NUEVA EN LA ESPECIFICACION?
El dominio según el código se atribuye al dueño de la materia, a no ser que la
obra del artífice tenga un mayor valor económico, caso en el cual la obra le
pertenece, con la obligación de reconocer el valor de la materia a su dueño.
Si del trabajo del hombre no se produce una obra nueva, como el sastre que
arregla un vestido o el relojero que repara un reloj, no se produce la
especificación.
Lo mismo si hay conocimiento del hecho por una parte o se obra de mala fe.
MEZCLA (Art.644-648)
El código civil se refiere a la mezcla, así:
“Si se forma una cosa por mezcla de materias áridas o liquidas,
pertenecientes a diferentes dueños, no habiendo conocimiento del hecho por
una parte, ni mala fe por otra, el dominio de la cosa pertenecerá a dichos
dueños pro indiviso, o prorrata del valor de la materia que a cada uno
pertenezca”
“A menos que el valor de la materia perteneciente a uno de ellos fuere
considerable superior, pues en tal caso el dueño de ella tendrá derecho para
reclamar la cosa producida por la mezcla, pagando el precio de la materia
restante”.
Se presenta la mezcla cuando se produce una cosa nueva por la reunión de
materias áridas o liquidas pertenecientes a diferentes dueños, sin que puedan
separarse. La unión de la arena y el cemento, la del colorante y el agua, son
ejemplos de esta figura.
Sintéticamente, si la materia vale mucho mas que la obra, se aplica la mezcla
y, en caso contrario, surge la comunidad.
ACCESION DE COSAS MUEBLES A INMUEBLES
Se presenta cuando una persona edifica, siembra o planta con materiales
ajenos en suelo propio, o cuando con sus propios materiales construye,
siembra o planta en suelo ajeno. Es necesario que la obra nueva adhiera al
suelo en forma que no sea posible su separación sin detrimento del todo.
“Si se edifica con materiales ajenos en suelo propio, el dueño de los materiales
por el hecho de incorporarlos en la construcción; pero estará obligado a pagar
al dueño de los materiales su justo precio, u otro tanto de la misma naturaleza,
calidad y aptitud.”
Si por su parte no hubo justa causa de error, será obligado al resarcimiento de
perjuicios, y si ha procedido a sabiendas, quedara también sujeto a la acción
criminal competente; pero si el dueño de los materiales tuvo conocimiento del
uso que se hacia de ellos, solo habrá lugar a la disposición del inciso anterior.
La misma regla se aplica al que la planta o siembra en suelo propio vegetales o
semillas ajenas.
Mientras los materiales no están incorporados en la construcción o los
vegetales arraigados en el suelo, podrá reclamarlos el dueño (Art.649).
“El dueño del terreno en que otra persona, sin su consentimiento, hubiere
edificado, plantado o sembrado, tendrá el derecho de hacer suyo el edificio,
plantación o sementera, mediante las indemnizaciones, prescritas a favor de
los poseedores de buena o mala fe en el titulo “De la reivindicación”, o de
obligar al que edifico o planto a pagarle el justo precio del terreno con los
intereses legales por todo el tiempo que lo haya tenido en su poder, y al que
sembró a pagarle la renta y a indemnizarle los perjuicios.
Si se ha edificado, plantado o sembrado a ciencia y a paciencia del dueño del
terreno, será este obligado, para recobrarlo, a pagar el valor del edificio,
plantación o sementera” (Art.650).
Según lo anterior, se presentan en esta clase de accesión dos situaciones:
1) Se realizan obras en terreno propio con materiales ajenos; 2) Se
ejecutan obras en terreno ajeno con materiales propios.
OBRAS EN TERRENO PROPIO CON MATERIALES AJENOS
El dueño de los materiales pierde el dominio a favor del propietario del suelo
aplicando el principio romano: “lo accesorio sigue la suerte de lo principal”;
quien es dueño de la cosa principal se hace dueño de lo accesorio”. Este es un
caso de expropiación por utilidad privada, como acertadamente lo manifiesta el
profesor Valencia Zea.
OBRAS EN TERRENO AJENO CON MATERIALES PROPIOS
En este caso se realiza una obra en suelo ajeno, con o sin conocimiento del
dueño del terreno.
Si se edifica, la planta o siembra sin conocimiento del dueño del fundo, este
tiene un derecho de opción para hacer suya la obra u obligar a quien la ejecuto
a adquirir el suelo. Si hace suya la edificación o plantación, debe pagar el valor
de los materiales al constructor. Si opta por recibir el justo precio del terreno,
debe pagar además los intereses legales por todo el tiempo que lo haya tenido
en su poder más el valor de los perjuicios causados.
Si la obra se realiza con consentimiento del dueño del terreno, esto es, a
ciencia y a paciencia de él, este, si quiere recobrarlo, debe pagar el valor del
edificio, plantación o sementera.