La agonía de la pesca artesanal
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LA AGONÍA DE LA PESCA
ARTESANAL
La falta de promoción del consumo humano de anchoveta y las precarias
infraestructuras de los muelles incentivan a los pescadores artesanales a
vender su pesca para la "harina negra". Tanto los artesanales como los hoy
bautizados "pescadores de menor escala" ven en el Decreto Supremo 005 una
tabla de salvación para no ahogarse y piden a Nadine Heredia que la anchoveta
sea impulsada por Qali Warma.
Beatriz Jiménez
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Perú asiste en las últimas semanas a una discusión acalorada entre dos grupos: el Estado
y las grandes industrias pesqueras agremiadas a la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP).
El desencadenante del conflicto es el Decreto Supremo 005-2012, promulgado por el
Ministerio de la Producción (Produce) en agosto pasado. La ley desplaza a las pesqueras
industriales más allá de las 10 millas; crea una franja exclusiva de 5 a 10 millas para la
pesca de menor escala (de 10 a 32 m3 de bodega); y reserva las 5 primeras millas para
los pescadores artesanales.
El decreto es alabado por ser "una licencia para conservar", pero también se le atribuye
funcionar como una "licencia para depredar", según cada uno de los bandos inmersos en
la tormenta.
Según el Produce y el Instituto del Mar del Perú (IMARPE), el decreto 005 es una medida
de ordenamiento que promueve el consumo humano de nuestra pesca y disminuye el
esfuerzo pesquero en las primeras 10 millas para proteger el ecosistema.
Sin embargo, para la SNP, que agrupa a una docena de grandes empresas con barcos de
acero de hasta 600 TM de bodega que monopolizan la cuota de pesca para harina, crear
este corredor exclusivo para las embarcaciones de menor escala solo generará más
"harina negra".
En el medio de esta discusión se encuentran los pescadores artesanales y los hoy llamados
de menor escala, obligados por ley a pescar exclusivamente para el consumo humano. La
República se acercó a los embarcaderos para conocer su opinión e intentar comprender
por qué un 80% de su pesca acaba ilegalmente convertida en harina de pescado y no
llega a nuestras mesas.
¿CONSUMO HUMANO?
Los peruanos, a pesar de contar con un litoral de 3080 km –considerado entre los más
ricos del mundo y tener la segunda flota pesquera después de China–, consumimos en
promedio solo 22 kg de pescado al año, según datos de la Asociación Pesquera para el
Consumo Humano Directo.
En la sierra, estos rangos bajan hasta 2,5 kg persona/año. En contraposición, China (con
más de 1300 millones de habitantes) consume 26 kg o Vietnam, destruido por la guerra,
40 kg. La industria de acuicultura de ambos países es alimentada principalmente con
harina de anchoveta peruana. Un 98% de nuestra anchoveta, el principal recurso de
nuestro mar, se convierte en harina que consumen peces asiáticos.
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¿Por qué no llega a nuestras mesas? El "boom" del precio de la harina de pescado, la falta
de un mercado interno para la anchoveta y la agónica situación de la pesca artesanal
explican esta triste ausencia de un pescado que alimentó a los antiguos peruanos y
propició su desarrollo como civilización.
Solo un 2% de la biomasa de anchoveta es pescada por la flota artesanal. Entre los
44,161 pescadores artesanales del país censados por Produce, solo 2,226 dicen dedicarse
a la anchoveta.
En San Andrés (Pisco) se encuentra una importante colonia de ellos. La Asociación de
Bolichitos "Víctor Peña Ormeño" es esencialmente anchovetera y cuenta con 58
embarcaciones. Estos pescadores autodefinen San Andrés como la única caleta
verdaderamente artesanal del país. "En los bolichitos (de máximo 10m3 de bodega)
levantamos la pesca a mano, no con macaco", presumen mostrando sus manos, grandes y
ajadas. Ven en el decreto 005 una tabla de salvación y piden al gobierno invertir en
infraestructuras para la pesca artesanal.
Las 10 plantas de consumo humano que hay en Pisco dan trabajo a 40 embarcaciones. El
problema es que en este distrito existen otras 110, muchas de ellas sin permiso, que para
sobrevivir venden su pesca a las plantas ilegales de harina de pescado. Los harineros
ilegales les pagan una miseria (250 soles por tonelada), pero es eso o nada. La Asociación
de Bolichitos integra una asociación para fomentar el consumo humano de la anchoveta.
No lo tienen nada fácil. Para lograr que la anchoveta que pescan sirva para el consumo, el
hielo es crucial. En Pisco solo existen dos plantas de hielo con capacidad de producir unas
24 Tm/ día. Sin embargo, las 150 embarcaciones de San Andrés necesitan como mínimo
750 TM diarias.
Para colmo, sus muelles se han quedado obsoletos. La cola para desembarcar en el muelle
de San Andrés –inaugurado en 2011 tras una supuesta inversión de 15 millones de soles–
hace que el pescado se malogre rápidamente. En el cercano muelle de La Puntilla, con una
planta de hielo colapsada, la realidad no es mucho mejor.
MENOR ESCALA
La situación de San Andrés ejemplifica la agonía de la pesca artesanal del país, enferma
por la falta de inversión del Estado. De los 116 puntos de desembarque inventariados por
Produce, solo 22 cuentan con fábricas de hielo y 31 con cámaras de conservación. El
resto, son potencialmente insalubres. Incluso existen 23 puntos que no cuentan con
ningún servicio, es decir, no tienen ni siquiera luz eléctrica, recojo de residuos o servicios
higiénicos.
Hasta la promulgación del decreto 005, las embarcaciones de 10 a 32 m3 de bodega eran
consideradas artesanales y solo eran supervisadas por los gobiernos regionales. Tras el
decreto de la discordia, ahora son consideradas de "menor escala" y fiscalizadas
directamente por el Ministerio de la Producción.
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El problema es que, a diferencia de la pesca artesanal, no existe ningún estudio sobre esta
flota. Por eso, la Sociedad Nacional de Pesquería acusa al Ministerio de la Producción de
haberse precipitado con el 005, al haber concedido a estas embarcaciones una franja de 5
a 10 millas para pescar. Produce, por estos días inmerso en el censo, adelanta que son
alrededor de 600 en toda la costa y que ahora serán obligadas a respetar las vedas y a
contar con baliza satelital para su control .
La flota de menor escala más numerosa se encuentra en la bahía de Chimbote. El
presidente regional de Áncash, César Álvarez, defiende a estas embarcaciones, aunque
reconoce la existencia de "un máximo de 50" barcos de menor escala que se dedican a la
harina "negra" y pide a la Dicapi que actúe y "las desguace". William Hernández es el
presidente de la Asociación de Armadores Artesanales de Consumo Humano Directo de
Áncash, que cuenta con 107 embarcaciones legales e inscritas en un registro del Gobierno
Regional. Según Hernández, el decreto 005 "reconoce que sí tenemos derecho a la pesca".
Esta flota anchovetera trabaja para las 31 plantas de consumo humano directo de esta
región, que han producido un 80% de las cajas de conservas del país.
Para la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP), el 005 da "incentivos perversos" para que
esta flota se dedique a la harina.
"La SNP dice que no sabemos cuántos somos, que no pagamos impuestos, que pescamos
todo el año y que toda la pesca va para hacer harina", responde enojado Hernández.
En 2012, los barcos de esta asociación pescaron 5 meses por falta de anchoveta, de cuya
depredación acusan a las embarcaciones industriales de la SNP, multadas en 2012 por
pescar juveniles.
Este domingo, la flota de la asociación saldrá por primera vez este año para inspeccionar
cómo se encuentra el recurso en la nueva franja que les otorga el 005. "En la pesca está
la verdadera inclusión social", defiende Hernández, dirigente de la principal asociación de
embarcaciones de menor escala de Áncash y del país.
En Chimbote la pesca de menor escala da trabajo directo a más de 36 mil personas según
el gobierno regional, entre pescadores, estibadores, transportistas y fileteras. Estos
colectivos piden al gobierno, especialmente a Nadine Heredia, que promocione la
anchoveta con tanto énfasis como lo hace con la quinua.
La Asociación de Conserveros de Chimbote critica que este gobierno haya anulado el
Decreto Supremo 002-2007, que declaraba de interés nacional la promoción de la
anchoveta y obligaba a las instituciones públicas a destinar no menos del 8% de su
presupuesto a la compra de alimentos elaborados con este nutritivo pescado. Este hecho,
unido a la desactivación del Pronaa, ha bajado las ventas de conservas de anchoveta
considerablemente. Este colectivo de conserveros pide al gobierno comprar conservas
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nacionales para el programa de alimentación escolar Qali Warma, a cargo del Ministerio de
Inclusión Social.
Al respecto, afirman que no han recibido ningún pedido de compra y denuncian que
existiría la intención de comprar atún al vecino Ecuador para etiquetarlo en Perú. César
Álvarez, el presidente regional de Áncash, se unió a esta denuncia de los conserveros. Al
respecto, el programa Qali Warma aseguró a La República que ha comprado más de 480
TM de anchoveta enlatada para el primer semestre de 2013 y que se espera adquirir un
volumen similar para el segundo. Sin embargo, estas compras no están publicadas a la
fecha en la web de Qali Warma ni en el portal de Transparencia del Ministerio de
Economía.
En busca de recuperar el 40% de la biomasa perdida
En octubre del 2012 el Instituto del Mar del Perú (IMARPE) denunció que la biomasa de
anchoveta había descendido un 40% debido a condiciones ambientales y al descarte de
juveniles en el mar por las empresas de la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP). Para
recuperar esa biomasa, el IMARPE recomendó una cuota social de tan solo 810 mil TM de
anchoveta para la segunda temporada de pesca.
Entre noviembre del 2012 y enero del 2013, el 90% de infracciones cometidas por las
grandes pesqueras fueron por exceder el límite de captura de juveniles. De la semana de
pesca 7 a la 10 se registraron desembarques con hasta un 45% de juveniles. El máximo
permitido es de un 10%.
Según la SNP, si se realiza un promedio de la pesca de juveniles durante toda la segunda
temporada de pesca, sus desembarques no superaron el 10%.
"Los juveniles que se perdieron, se perdieron", señala Andrés Chipollini, director científico
del Imarpe, institución inmersa en estos días en un crucero científico para determinar si se
ha recuperado la biomasa. "Vamos a ver si la tasa de renovación es lo suficientemente
grande para decir que estamos con una biomasa saludable".
Fuente:
http://www.larepublica.pe/12-04-2013/la-agonia-de-la-pesca-artesanal