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EVIDENCIAS ARQUEOLÓGICAS SOBRE LA AGRICULTURA PREHISPÁNICA EN EL SUROCCIDENTE DE COLOMBIA Dr. Carlos Armando Rodríguez Director, Museo Arqueológico Julio Cesar Cubillos Universidad del Valle _______________ Artículo publicado en: Agricultura Orgánica en Colombia. Un enfoque analítico y sintético: 15-46. Orlando Zúñiga y Jürgen Pohlan, Editores. Universidad del Valle – Universidad de Bonn. Cali. 2002. _______________ Introducción. Las investigaciones arqueológicas realizadas en el espacio correspondiente a las regiones geohistóricas del Alto y Medio Cauca y la Costa Pacífica colombo-ecuatoriana, especialmente durante los años 90 del sigo XX, arrojaron una gran cantidad de datos paleoambientales y arqueobotánicos que nos permiten aproximarnos a la forma cómo las poblaciones antiguas que ocuparon esos territorios, iniciaron y fortalecieron el proceso de producción de alimentos a través de la agricultura, la cuál sirvió de fundamento a los procesos de jerarquización social que implementaron las poblaciones indígenas milenios antes de la conquista española. 1 En el presente artículo tratamos de dar una visión de conjunto de todos los procesos relacionados con la sedentarización y la producción de alimentos que implementaron las comunidades indígenas del suroccidente de Colombia, desde principios del holoceno y que culminaron hacia mediados del siglo XVI, 1 Rodríguez 2002. 1

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EVIDENCIAS ARQUEOLÓGICAS SOBRE LA AGRICULTURA PREHISPÁNICA EN EL SUROCCIDENTE DE COLOMBIA

Dr. Carlos Armando RodríguezDirector, Museo Arqueológico Julio Cesar Cubillos

Universidad del Valle_______________

Artículo publicado en: Agricultura Orgánica en Colombia. Un enfoque analítico y sintético: 15-46. Orlando Zúñiga y Jürgen Pohlan, Editores. Universidad del Valle – Universidad de Bonn. Cali. 2002.

_______________

Introducción.

Las investigaciones arqueológicas realizadas en el espacio correspondiente a

las regiones geohistóricas del Alto y Medio Cauca y la Costa Pacífica colombo-

ecuatoriana, especialmente durante los años 90 del sigo XX, arrojaron una gran

cantidad de datos paleoambientales y arqueobotánicos que nos permiten

aproximarnos a la forma cómo las poblaciones antiguas que ocuparon esos

territorios, iniciaron y fortalecieron el proceso de producción de alimentos a

través de la agricultura, la cuál sirvió de fundamento a los procesos de

jerarquización social que implementaron las poblaciones indígenas milenios

antes de la conquista española. 1 En el presente artículo tratamos de dar una

visión de conjunto de todos los procesos relacionados con la sedentarización y

la producción de alimentos que implementaron las comunidades indígenas del

suroccidente de Colombia, desde principios del holoceno y que culminaron

hacia mediados del siglo XVI, con la imposición por la espada y la cruz,, de

nuevos patrones culturales europeos que desarticularon las formas de

producción indígenas milenarias y trataron de borrar de la memoria colectiva de

los pueblos indígenas la sabiduría con que estos habían manejado el medio

ambiente, implementando una visión holística en la cual cada ser viviente

ocupaba un papel importante. Afortunadamente, dichas prácticas culturales aún

persisten en muchas comunidades indígenas actuales y son un ejemplo de

cómo las enseñanzas del pasado constituyen un ejemplo vivo a tener en

cuenta para la construcción de un mundo mejor.

1 Rodríguez 2002.

1

Los primeros experimentos agrícolas(8000-2000 a.C.)

A finales del Pleistoceno, hacia el 8000 a.C. comienzan a modificarse las

condiciones medioambientales en el territorio americano y simultáneamente se

inicia un proceso que conllevaría a la declinación del modo de vida de

cazadores especializados, característicos de finales del Pleistoceno. Se inicia

el Holoceno, caracterizado a nivel americano por una secuencia de cambios

climáticos, la modificación de las formaciones vegetales y la extinción de la

megafauna. Estas nuevas condiciones impulsaron al hombre a modificar

significativamente sus patrones socioculturales, generando nuevos procesos

adaptativos a la cambiante realidad física americana. Surge entonces un nuevo

modo de vida denominado de recolectores y productores de alimentos, el cual

existió, con diversas variantes regionales, a lo largo de toda la fase inicial y

media del Holoceno, durante unos 4500 años. 2

Para la región geohistórica del Alto y Medio Cauca contamos actualmente con

26 sitios arqueológicos y 58 fechas de radiocarbono que evidencian

asentamientos continuos de poblaciones precerámicas con un modo de vida

recolector-productor, que existieron entre 8000 y 2000 a.C., es decir, durante el

Holoceno inferior y medio, asociados con procesos que van desde la caza y la

recolección de animales y vegetales hasta el manejo, procesamiento,

domesticación y cultivo de especies vegetales, evidencia esta última de

producción de alimentos por medio de una agricultura incipiente (horticultura).

Estos sitios se encuentran agrupados en cuatro zonas: la primera de ellas

corresponde al valle de Popayán, la segunda a la región Calima en la Cordillera

Occidental, la tercera al Viejo Caldas y la cuarta al Departamento de Antioquia.

(Figura 1) El yacimiento arqueológico más antiguo de poblaciones con el modo

de vida recolector-productor es el de San Isidro, ubicado a 8 Km. del municipio

de Morales, en el departamento del Cauca. Este es un sitio donde aparecieron

las evidencias materiales de una sola ocupación precerámica fechada entre

8100 y 7580 a.C. Entre los 752 artefactos recuperados (de más de 65000

2 Vargas 1988.

2

piezas líticas, especialmente desechos), la mayoría sin retoque y elaborados

en chert, se presentaron puntas de proyectil unifaciales y bifaciales

lanceoladas, raspadores terminales, cantos con borde desgastado, molinos

planos y hachas. Con esta industria lítica dedicada evidentemente más a la

recolección y al procesamiento de vegetales que a la caza, aparecieron

asociadas semillas de palmas y de especies domesticadas como aguacate,

chachafruto y virola. San Isidro representa uno de los principales yacimientos

precerámicos del sur occidente de Colombia, donde podemos estudiar los

procesos más antiguos de movilidad restringida y territorialidad y la tala

seleccionada del bosque con el fin de realizar experimentos hortícolas. 3

Figura 1. Zonas de dispersión geográfica de los sitios arqueológicos de recolectores y productores antiguos en el Alto y Medio Cauca: 1. Popayán. 2. Calima. 3. Viejo Caldas. 4. Antioquia.Otro de los sitios arqueológicos importantes es La Elvira, localizado a cielo

abierto en una terraza cerca del río Blanco, a 10 Km. de Popayán, no lejos de 3 Gnecco (2000:69) sugiere que los pobladores de San Isidro ya habían domesticado dos especies vegetales, el aguacate (Persea americana) y el chachafruto (Erythrina edulis). De ser correcta su apreciación estos serían los cultígenos más antiguos que habrían domesticado las poblaciones antiguas en el actual territorio colombiano. También fue recuperado polen de tubérculos (Maranta cf. Arundinaca, cf. Xanthosoma/Ipomoca y/o Manihot), que aunque no se sabe aún con certeza si corresponden a especies domesticadas, si es claro que fueron procesadas e incorporadas a la dieta de estas poblaciones (Piperno y Pearsall 1998:200).

3

las estribaciones de la Cordillera Central. Corresponde a un yacimiento

multicomponente de tres ocupaciones precerámicas y una cerámica. Los

horizontes precerámicos fueron fechados entre 3650 y 2930 a.C. y en ellos

apareció un taller donde se recolectaron más de 5000 piezas líticas, el 10% de

las cuales fueron identificadas como artefactos. Entre estos debemos

mencionar unifaciales y bifaces ovaladas, hoja de sauce, pedunculadas, con

semihombros, con hombros, raspadores plano-convexos, becs o buriles?

utilizados principalmente en actividades de caza. 4 Un tercer sitio, denominado

La Balsa está ubicado en el municipio de Cajibío. En estratos aún sin fechados

radiocarbónicos, pero que podrían asociarse al Holoceno inferior y medio

fueron recuperados perforadores, buriles, machacadores, manos y metates. 5

Más al norte, en la región Calima, departamento del Valle del Cauca, estudios

arqueobotánicos recientes indican que hacia el 8000 a.C. en el valle de El

Dorado, subregión Calima, el clima era más frio que el actual y la vegetación

fluctuaba entre bosque andino y subandino, con predominio de especies

madereras como el roble (Quercus) y árboles de las familias Clusia, Hediosnum

sp e Ilex, y se registra un incremento de las Dyperaceas y esporas de

helechos, característicos de zonas abiertas con predominio de suficiente luz

solar. Posiblemente el bosque era menos cerrado, con pequeños claros

realizados seguramente por el hombre con fines culturales. Es en este contexto

medioambiental cuando detectamos la presencia inequívoca de las primeras

poblaciones antiguas, documentada arqueológicamente en el nivel 7 del sitio

Sauzalito. En este sitio, ubicado en una loma con una vista espectacular del río

Calima, además de una serie de instrumentos líticos asociados con actividades

hortícolas, se pudo detectar una alta actividad biológica, debida en gran parte a

la acción antrópica, abundante carbón, y fragmentos carbonizados de madera,

semillas de aguacate (Persea americana) y frutos de palmas. En los niveles 7 y

5 fechados entre 7720 y 7650 a.C. los artefactos líticos hechos con materia

4 El análisis de los datos arqueológicos y paleoambientales le permite concluir a Gnecco (2000:71-94) que los sitios de La Elvira y San Isidro sugieren los procesos de movilidad restringida y territorialidad en el valle de Popayán desde hace unos 10.000 años. Como veremos más adelante, este parece haber sido el caso de todas las poblaciones precerámicas que ocuparon la región geohistórica del Alto y Medio Cauca desde finales del pleistoceno hasta la introducción de la agricultura mixta del maíz y el fríjol y la tecnología cerámica hacia el 4000-2500 a.C.5 Méndez 1985:86-91.

4

prima local (rocas ígneas intrusivas), correspondieron a lascas obtenidas por

percusión, yunques con martillos, desechos de manufactura de otros tipos de

instrumentos utilizados para machacar tallos y romper semillas. Además fue

recuperado un instrumento tipo azada con borde curvo y dos escotaduras para

enmangarlo, utilizado posiblemente para roturar las tierras de cultivo y/o

procesar vegetales. Aparecieron también dos huellas de poste de algún tipo de

vivienda de forma indeterminada.6

Al período comprendido entre 6800 y 6030 a.C. pertenecen instrumentos

similares encontrados en varios estratos culturales del sitio El Recreo, ubicado

cerca de Sauzalito, entre los cuales debemos mencionar lascas con retoque e

instrumentos para enmangar tipo azada como los aparecidos en Sauzalito. En

El Pital, otro de los yacimientos arqueológicos estudiados, hacia el 5360 a.C. el

hombre continuaba elaborando y utilizando un complejo de artefactos líticos

similares a los encontrados en los otros dos sitios ya mencionados

(machacadores, bases para molienda o yunques, percutores y azadas), en

labores relacionadas con el procesamiento de vegetales. Instrumentos muy

parecidos se encontraron en el estrato correspondiente a la segunda ocupación

del sitio fechada en 2140 a.C. 7 (Figura 2)

6 Herrera et al 1999.7 Salgado (1995:96) propone que la segunda ocupación precerámica de El Pital representó posiblemente una serie de ocupaciones sucesivas de pequeños grupos a través del tiempo. Igualmente, constata un aumento considerable en los artefactos asociados con actividades de recolección y procesamiento de especies vegetales.

5

Figura 2. Azada del sitio arqueológico El Pital, asociada a actividades hortícolas de hace 9000 años

La ubicación de los tres sitios precerámicos hasta ahora estudiados en el

departamento del Valle del Cauca (Sauzalito, El Recreo y El Pital), sugieren

que estas poblaciones de principios del holoceno empezaban a ocupar

estacionalmente espacios a cielo abierto, cerca de los ríos y quebradas

practicando actividades hortícolas con especies posiblemente ya domesticadas

y utilizando recursos bióticos como peces de los ríos y quebradas, así como

también una abundante fauna y flora terrestres.

El proceso de producción de alimentos tomó un rumbo diferente en Calima con

la introducción del maiz (Zea mays) ya domesticado. Este cereal, denominado

acertadamente el pan de América, comienza a aparecer, de acuerdo a los

diagramas de polen del sitio Hacienda El Dorado, en el límite superior de la

zona 4B, datada hacia el 4730 a.C. 8 Allí se presentó igualmente polen de

8 Herrera et al 1990.

6

especies características de zonas abiertas, lo que estaba indicando una

creciente deforestación con el objeto de ganar tierras para los cultivos. 9 Esta

fecha tan antigua de la introducción de este cereal en Calima apoya la hipótesis

de que el maíz domesticado fue utilizado por las poblaciones antiguas

colombianas mucho antes de lo que pensabamos hace algunos años. Esto

podría confirmarlo la presencia antigua de esta especie vegetal en otras

regiones geohistóricas como el altiplano cundiboyacense . Polen de maíz con

fechas también muy tempranas ha sido reportado en el yacimiento Páramo de

Peña Negra I, donde este cultígeno aparece continuamente desde el 6370

hasta 3260 a.C. 10 En otro sitio denominado Páramo de Aguablanca II, se

reportó también polen de Zea mays encima de un estrato fechado en 4680 a.C.

Algunos autores como Kuhry, Piperno y Pearsall apoyan la idea de que este

maiz fue introducido a la Sabana de Bogotá posiblemente por poblaciones

provenientes del valle del Magdalena. 11

Es poco lo que conocemos sobre el período comprendido entre 2140 y 1300

a.C. , es decir, entre la última ocupación de El Pital por parte de estos grupos

con un modo de vida recolector-productor y la aparición de las primeras

comunidades agroalfareras asociadas con la denominada Cultura Ilama. Lo

que si parece evidente es que dichas poblaciones precerámicas no

evolucionaron hacia un modo de vida jerárquico o cacical característico de la

Formación Social Tribal, debido seguramente a fuertes cambios

medioambientales que les presionaron a abandonar la región. También es claro

que la sociedad Ilama aparece en la región como producto de fenómenos

exógenos y ocupa los valles interandinos de Calima y El Dorado posiblemente

a partir del 1300 a.C., período en el cuál las poblaciones precerámicas

seguramente ya no se encontraban en la región Calima.

9 José Monsalve, quien analizó la columna de polen de la Hacienda El Dorado plantea que: “Inicialmente (90 cm.) las cantidades (de polen) son pequeñas, incrementándose gradualmente hasta alcanzar su máximo a los 60 cm. En este estadio hay también un aumento del nivel freático, debido probablemente a la deforestación. Esto lo indica un alto porcentaje de algas Botryococcus y la presencia de Spirogyra y Zygnemataceae. Esta zona de polen parece corresponder al primer período agrícola de la región.” (Traducción y subrayado nuestro). (Monsalve 1985:41).10 Piperno y Pearsall 1998: 202.11 Kuhry 1988 (en Piperno y Pearsall 1998: 203). Esto pondría nuevamente sobre el tapete la hipótesis de Birket-Smith expuesta en los años 40 del siglo XX sobre la posibilidad de que el bajo Magdalena pudiera haber sido un centro temprano de domesticación del maíz (Birket-Smith 1943).

7

El modo de vida recolector-productor también fue compartido por las

poblaciones que ocuparon los diferentes ecositemas del territorio del Viejo

Caldas (departamentos de Risaralda, Caldas y Quindío). Allí también grupos

humanos con tradiciones culturales similares a las de Calima y el valle de

Popayán existieron durante un período de unos 6000 años, prácticamente

desde inicios del Holoceno. En la terraza artificial de La Selva, ubicada en el

municipio de Marsella, en suelos derivados de cenizas volcánicas, arqueólogos

del Instituo Vallecaucano de Investigaciones Científicas, pudieron documentar

la presencia de un primer asentamiento precerámico hacia el 7560 a.C. y una

segunda ocupación del sitio en el 5735 a.C. Ambas poblaciones utilizaron un

conjunto lítico muy sencillo, en el cual sobresalían lascas, guijarros, piedras

fracturadas por el fuego y especialmente cuatro herramientas para enmangar

tipo azada con filo curvo, similares a las manufacturadas y usadas en ese

entonces por los habitantes precerámicos de otras regiones del suroccidente

colombiano. 12

Poblaciones antiguas, que manejaban recursos de un medio ambiente de selva

tropical andina, con una tecnología lítica sencilla, también han sido detectadas

recientemente en los alrededores del municipio de Pereira. El yacimiento

arqueológico Cuba (66PER001) corresponde a una terraza deposicional

ubicada en la confluencia de las quebradas La Condina y El Oso; allí en la

primera ocupación precerámica del sitio (Horizonte IIA) se obtuvo una fecha de

7780 a.C. asociada a restos de carbón, cantos rodados y lascas de cuarzo. La

segunda ocupación fechada en 2270 a.C. estuvo relacionada con artefactos

bifaciales tipo azada. Otro de los sitios arqueológicos multicomponentes de

gran importancia es La Mikela, ubicado en una terraza aledaña a la margen

izquierda del río Consota. En sus estratos culturales más profundos fueron

excavados abundantes materiales líticos, especialmente lascas, asociadas con

una fecha de 3900 a.C. 13

12 Patiño et al 2001.

13 Cano 2001.

8

Cerca del municipio de Pereira, en la vereda Montenegro se encuentra ubicado

también el yacimiento de Génova 19 sobre una cima plana rodeada por las

quebradas Condina y Parra. Allí fue excavada una concentración de rocas

fracturadas por el fuego y una azada, materiales líticos idénticos a los que se

han presentado en otros sitios precerámicos cercanos. Y aún cuando no se

obtuvieron fechas de radiocarbono para este sitio, los arqueólogos que

excavaron estos materiales piensan que seguramente estos podrían pertenecer

al Holoceno. 14 De igual importancia son los yacimientos de El Antojo, El

Jazmín y Guayabito descubiertos hacia finales de los años 90 del siglo pasado

en el municipio de Santa Rosa de Cabal (departamento de Risaralda). El Antojo

es un sitio multicomponente localizado sobre una terraza natural de unos 1200

metros cuadrados de extensión y a 1450 m.s.n.m. sobre la margen izquierda

del rio Campoalegre, en la vereda homónima. En el Estrato IV (70-85 cm.)

correspondiente a un suelo antrópico precerámico y fechado en 6430 a.C. fue

encontrado un taller especializado en la talla de instrumentos de cuarzo

lechoso, entre los cuales habían raspadores, lascas filudas de diversas formas,

desechos de talla, núcleos activos y agotados. Igualmente, en la superficie se

recolectó una azada. 15 Por su parte, El Jazmín es uno de los yacimientos más

importantes en la región del Viejo Caldas, se encuentra localizado en un

aterrazamiento de 1500 metros cuadrados, sobre la margen derecha del río

San Eugenio, a 1650 m.s.n.m. En el horizonte precerámico más antiguo (UE

VI) fechado en 7070 a.C. se logró detectar un área de manufactura de diversos

instrumentos líticos, así como también de actividades domésticas. Allí se

presentó una gran cantidad de cantos rodados con desconchamiento, placas

de molienda, yunques, percutores, maceradores, machacadores y azadas. Una

segunda ocupación datada en 5640 a.C. estuvo asociada a un conjunto de

artefactos líticos similar a los de la primera ocupación, entre los cuales el

instrumento más representativo fue la azada. La recuperación de unas 27

azadas en las dos ocupaciones evidencia la gran importancia que tuvo este

instrumento durante las labores de preparación del suelo para el cultivo, como

también seguramente en el desenterramiento de tubérculos y el trabajo con las

palmas. El sitio arqueológico El Jazmín presenta la mayor cantidad de este tipo 14 Rojas y Tabares 2000.15 Múnera et al 1997.

9

de artefactos encontrada hasta el presente en cualquier yacimiento

precerámico del suroccidente colombiano. Y por último, debemos mencionar el

yacimiento de Guayabito ubicado sobre una terraza también artificial de unos

820 metros cuadrados a 1620 m.s.n.m. en la margen derecha del río San

Eugenio. La primera ocupación del sitio fechada en 6040 a.C. estuvo asociada

con madera carbonizada producto seguramente de actividades domésticas. La

segunda ocupación fechada en 2230 a.C. se relaciona con instrumentos de

molienda y procesamiento de vegetales como: maceradores, percutores,

yunques, cantos fragmentados, piedras y guijarros con desconchamiento.

A los sitios antes mencionados se suman dos más descubiertos recientemente

en el departamento de Caldas. Campoalegre Y15 es un yacimiento ubicado

también en una terraza de unos 500 metros cuadrados a una altura de 1375

m.s.n.m. en la margen derecha del rio Campoalegre, en el municipio de

Chinchiná. Este es un sitio multicomponente con dos estratos precerámicos. El

primero de ellos (Estrato IVa, Horizonte B2) datado en 5650 a.C. correspondió

a un área de actividad para la elaboración de instrumentos líticos, donde fueron

encontrados cantos rodados con desconchamiento intencional, yunques,

placas de molienda con superficies planas o cóncavas, hachas (azadas?)

desbastadas con borde pulido, raspadores, percutores y maceradores. Las

rocas utilizadas para su elaboración fueron: andesita, diorita y granito. En una

segunda habitación del sitio asociada a una fecha de 2320 a.C. se recuperaron

una azada, placas y manos de moler, percutores y raspadores. 16 El otro es el

sitio multicomponente de Los Arrayanes, ubicado en una colina a 2400

m.s.n.m. cerca de las quebradas La Albania y La Palma. Allí se presentaron

tres ocupaciones precerámicas y una agroalarera. La primera ocupación, sin

fechas de radiocarbono, posiblemente perteneció al Holoceno Inicial; la

segunda, la más intensa (Piso 2C), está asociada con una fecha de 4570 a.C.

y artefactos como molinos, placas alisadas, yunques, morteros, percutores y

azadas. Igualmente, a semillas carbonizadas de nogal o cedro negro (Juglas

nigra) y palmas. 17

16 Ibíd.: 46-74.

17 Rodríguez Ramírez 1997a.

10

Y terminamos nuestra descripción de los asentamientos precerámicos en el

Viejo Caldas con dos sitios más excavados recientemente en el municipio de

Salento, Departamento de Caldas: Salento 21 y Salento 24. Salento 21 es un

yacimiento arqueológico situado sobre una cima aplanada en la vereda San

Antonio. Al igual que en otros sitios del sector, en este yacimiento se

presentaron tres ocupaciones precerámicas. El primer asentamiento tuvo lugar

en el 6480 a.C. y estuvo relacionado “con un área destinada al procesamiento

de alimentos, representada por un fogón, restos vegetales (semillas

fragmentadas de un tipo de nuez), rocas quemadas, elementos líticos

desconchados y algunos artefactos modificados por uso y tallados.” 18 Por su

parte, el sitio Salento 24 está ubicado sobre la cima de una loma erosional, en

la vereda El Roble. Una muestra de carbón procedente del Nivel 15, Horizonte

ABb2 fue fechada en 7730 a.C. y corresponde a la primera ocupación,

asociada con lascas sin uso y microlascas. Una segunda ocupación, aún sin

fechados radiocarbónicos (6000-6500 a.C.?) se presentó en el Horizonte Ab2,

asociada a lascas y una azada con retoque perimetral y filos en su extremo

distal. La última ocupación precerámica correspondió al nivel 10 del Horizonte

ABb1 datado en 5450 a.C., donde aparecieron lascas y microlascas, un

raspador, cantos rodados y rocas fragmentadas con huellas de haber sido

sometidas al fuego. 19 Para el territorio antioqueño contamos con el yacimiento

precerámico de El Pedrero, en el municipio de El Carmen de Viboral, con

fechas de radiocarbono entre 4670 y 2560 a.C. Con ambas ocupaciones del

sitio están asociados una gran variedad de artefactos tales como yunques,

machacadores, manos de moler, los cuales seguramente fueron utilizados

para el procesamiento de vegetales (tallos, frutos y semillas) y posiblemente el

trabajo de la madera. 20

18 Rojas y Tabares 2000: 53.19 Ibíd: 55-59. La presencia de un artefacto elaborado en chert proveniente seguramente del valle del Magdalena sugiere la existencia de una importante interacción de las poblaciones precerámicas del Viejo Caldas con sus homólogas de la región geohistórica del Magdalena Medio. Recientemente se ha reportado otro sitio precerámico cerca de Salento con artefactos líticos relacionados con horticultura, el cuál fue fechado en 2060 a.C.

20 Botero y Salazar 1998:178-183.

11

El modo de vida recolector-productor también fue compartido por las

poblaciones del río Porce, en el norte antioqueño donde se implementó un tipo

de agricultura mixta que incluyó el cultivo del maiz (semicultura) y de la yuca

(vegecultura). En efecto, ambas especies domesticadas aparecen en estratos

superiores del sitio Porce II alrededor del 4000 a.C. Unos 3000 años antes,

hacia el 7170 a.C., cuando las condiciones medioambientales seguramente no

eran muy diferentes a las actuales, la población que ocupó el lugar había

comenzado a utilizar un variado conjunto de artefactos líticos para machacar

tallos o tubérculos, romper nueces y semillas y triturar cereales, entre los

cuales debemos mencionar placas con superficies aplanadas, martillos,

percutores, y yunques. Hecho que indudablemente sugiere que ya desde

inicios del Holoceno, existía una tendencia creciente hacia la producción de

alimentos, con la introducción paulatina de especies vegetales en la dieta de

estas poblaciones semisedentarias, utilizando tecnologías apropiadas de

recolección y horticultura, aprovechando así la gran biodiversidad existente en

la región. Especies como el chontaduro (Bactris gasipaes) y otras palmas de

Attalea sp. aparecen desde los primeros niveles de la ocupación fechados en

7170 a.C. Una segunda ocupación fechada en 5290 a.C. incluye cantos

rodados con bordes desgastados (edge ground cobbles), instrumentos de

piedra tallada con borde pulido (azadas?), placas planas, martillos, percutores y

cuchillas de diferentes variedades. Instrumentos similares son comunes

también en estratos superiores del sitio fechados en 4990 y 3930 a.C.

respectivamente. A partir del 5290 y hasta el 3930 a.C. estos grupos enterraron

a sus muertos en espacios rituales, utilizando prácticas como los entierros

primarios, calcinación parcial de los muertos antes de enterrarlos, consumo y

entierro de partes de animales durante los festines que acompañaban al

entierro. Entre estas poblaciones, una alta mortalidad infantil, se conjugaba con

una expectativa de vida de no más de 35 años, fenómeno muy similar al de

otras poblaciones de cazadores-recolectores y productores antiguos de otras

regiones geohistóricas de Colombia. 21

Y para terminar con la región antioqueña debemos mencionar tres de los más

recientes yacimientos precerámicos excavados, uno de ellos en Abejorral y dos

21 Castillo 1998; Castillo et al 1999; Aceituno 1998a, 1998b.

12

en el Valle de Aburrá: Abejorral, Casablanca y La Blanquita. Abejorral-YAC023

es un sitio precerámico localizado en una cima plano convexa a 2200 m.s.n.m.

en el municipio homónimo, donde con una fecha de 7250 a.C. aparecieron

asociados cuatro núcleos, una placa alisada y una mano de moler utilizados en

labores de procesamiento de vegetales. Con una ocupación corta del sitio pudo

relacionarse una huella de poste de algún tipo de estructura habitacional. 22 Por

su parte, Casablanca es un sitio multicomponente de cinco ocupaciones

prehispánicas, ubicado en una pequeña colina a 2100 m.s.n.m. en la vereda

San José del municipio de La Estrella, cuya primera ocupación precerámica fue

fechada en 2850 a.C. Durante esta época la gente practicaba la caza y la

recolección, pero igualmente ya se había comenzado a producir alimentos por

medio del cultivo del maíz. Los instrumentos líticos recuperados en el sitio son

característicos de sociedades que ya habían incorporado en su economía un

intenso manejo de especies vegetales. 23 Y finalmente, el yacimiento de La

Blanquita representa también otro sitio multicomponente, ubicado en la vereda

Manzanillo, municipio de Medellín, a una altura de 2030 m.s.n.m., donde en sus

estratos culturales inferiores fueron hallados instrumentos líticos utilizados

probablemente en labores hortícolas. Los artefactos recuperados, fechados

hacia el 5700 a:C., se asemejan por forma y tecnología a los encontrados en

otros yacimientos arqueológicos de la región geohistórica estudiada, ubicados

entre el Holoceno inicial y medio. En ese sitio, en recolección superficial fue

hallada la segunda azada reportada hasta ahora para el territorio antioqueño. 24

La agricultura de las primeras sociedades agroalfareras(3500-1300 a.C.)

22 Briceño y Quintana 1999.23 Langebaek et al 2000.24 Martínez y Botero 2002. Existe otra azada recolectada superficialmente en el sitio arqueológico El Derrumbe, vereda Boquerón, municipio de Medellín, que presenta las mismas características tecnológicas y formales que la azada de La Blanquita (Castillo y Santos 1992).

13

Las primeras sociedades agroalfareras con un modo de vida igualitario y una

vida aldeana sedentaria, 25 que implementaron una agricultura mixta del maíz y

la yuca aparecen en la región antioqueña hacia el 3500 a.C. y están asociadas

con la denominada Cultura La Cancana (3500-1300 a.C.) Estas poblaciones

existieron durante unos 2200 años y posiblemente evolucionaron

socioculturalmente en dicho territorio a partir de los grupos humanos

precerámicos con un modo de vida recolector productor que habían ocupado

la región durante el Holoceno inferior y medio. Actualmente contamos con 15

fechas de radiocarbono que evidencian la persistencia de esta sociedad

durante 2200 años. Hasta el presente los sitios arqueológicos relacionados con

estas expresiones culturales han sido reportados en un amplio territorio que

incluye el nordeste antioqueño, principalmente la cuenca media y baja del río

Porce y el río Nechí y el oriente antioqueño, municipios de Abejorral y La

Unión.

Según los datos arqueológicos existentes parece que unos 500 años después

de introducir la agricultura del maíz y la yuca, hacia el 3500 a.C. las

poblaciones antiguas en el actual territorio antioqueño comenzaron a producir

cerámica localmente. Las implicaciones de la introducción de esta nueva

tecnología fueron muy importantes y tuvieron que ver no sólo con el desarrollo

de las fuerzas productivas de la sociedad, sino con fenómenos como una

mayor división social del trabajo y la generación de un nuevo tipo de

excedentes de producción, además de un posible incremento poblacional. La

introducción de la cerámica en estos períodos tan tempranos es sugerida por

varias fechas de radiocarbono asociadas a las primeras ocupaciones

25 Estudiando la presencia del modo de vida igualitario mixto en el sur del Lago Maracaibo (Venezuela) Mario Sanoja e Iraida Vargas lo definen como: “un modo de trabajo que combina actividades productivas con actividades apropiadoras, pero en donde la producción controlada de alimentos supuso el sincretismo de las dos formas productivas: vegecultura y semicultura, teniendo esta última carácter secundario respecto a la primera. Como es posible imaginar, este modo de trabajo permitió a las sociedades que lo implementaron aumentar el desarrollo de las fuerzas productivas, pues al diversificarse la producción ello proveía, por una parte, de una mayor flexibilidad para tratar con el objeto de trabajo, al mismo tiempo que permitía producir mayor cantidad de plusproductos, lo que a su vez, dejaba a los individuos más tiempo para dedicarse a otras actividades no necesariamente ligadas a la subsistencia. Es esto último lo que permitió el surgimiento de funciones sociales nuevas que, en última instancia, pudieron generar cambios estructurales” (Sanoja y Vargas 1999a: 107-108).

14

agroalfareras de los sitios arqueológicos El Bosque Y-22, Porce-Y021, Porce-

Y045 y Porce-Y107. El yacimiento El Bosque Y-22, ubicado en el municipio de

Yolombó, corresponde a un conjunto de terrazas utilizadas como asentamiento.

El inicio de la ocupación humana en este sitio, fechado en 3510 a.C. presentó

materiales cerámicos elaborados localmente, los cuales fueron incluidos en el

denominado tipo cerámico El Bosque Alisado Cremoso. Una segunda

ocupación de los mismos grupos humanos arrojó una fecha de 1330 a.C.

asociada a cerámica del mismo estilo. Es decir, el sitio estuvo habitado unos

2200 años por poblaciones con una misma tradición cultural. 26 Recientemente

se han reportado evidencias cerámicas también muy tempranas en el oriente

antioqueño, fechadas hacia el 2630 a.C. en el sitio Guayco-Y43. 27

Por su parte, los sitios Porce-Y021, Porce-Y045 y Porce-Y127 arrojaron la

mayor cantidad de información existente hasta ahora para el estudio de las

poblaciones andinas sedentarias con un modo de vida igualitario. El yacimiento

Porce-Y021 es un montículo artificial de unos 640 m2 ubicado sobre una terraza

aluvial en la margen izquierda del río Porce, a una altura de 875 m. sobre el

nivel del mar. La secuencia estratigráfica de este sitio estuvo conformada por

seis estratos, en uno de los cuales (Estrato III) se presentaron evidencias

cerámicas de poblaciones que vivieron en el sitio entre 2720 y 2400 años a.C.

Junto con la cerámica fueron detectadas huellas de postes correspondientes a

algún tipo de vivienda. Porce-Y045, situado sobre una terraza aluvial del río

Porce presentó una estraficación cultural similar a la del sitio anterior. El Estrato

III contenía los restos cerámicos más antiguos, fechados entre 3000 y 2200

a.C. Allí también aparecieron huellas de poste de estructuras habitacionales. 28

Por su parte, Porce-Y107 está ubicado en una terraza coluvioaluvial entre las

quebradas Guayabito y La Cancana. En este sitio las fechas asociadas con la

cerámica tuvieron un rango entre 3000 y 2000 a.C. La cerámica doméstica

temprana de todos estos sitios (3000-2300 a.C.) presenta usualmente una

pasta con desgrasante fino muy homogéneo y buen acabado con alisado y

pulimento de sus superficies; las formas más representativas hechas con las

26 Correa 1997:181.27 Jaramillo 1998. 28 Castillo et al. 1999.

15

técnicas de modelado directo simple, modelado con soporte y enrollado, son:

cuencos semisféricos, cántaros, platos y tapas, figuras antropomorfas (caras

humanas) y zoomorfas (especialmente aves, entre ellas una lechuza). La

decoración incluye incisiones finas, punteado dentado en hileras sencillas y

dobles, impresión zonificada y pintura monocroma y bicroma. Junto con la

cerámica de producción local (complejo La Cancana) aparecen fragmentos de

vasijas típicas de los complejos cerámicos de las tierras bajas de la costa

atlántica colombiana, lo cual evidencia el estrecho contacto que existió entre

las poblaciones costeras y andinas durante este período. 29 Los estudios de

polen sugieren una mayor tala del bosque y la intensificación del cultivo de

plantas domesticadas como Zea mays, Manihot sp. y Amaranthus sp. En un

segundo período (2200-1500 a.C.) se intensifica la producción cerámica local

aún cuando se continúan elaborando los tipos de vasijas del período anterior y

se estandarizan las técnicas y motivos decorativos. Aparecen figuras

antropomorfas (caras humanas) y zoomorfas manufacturadas por la técnica

del modelado directo. Al igual que en período anterior se continúa con la

práctica cultural de reutilizar los fragmentos de vasijas rotas para hacer pisos

de vivienda con el objeto de aislar la humedad del suelo. Por otra parte, en

Porce no se evidencian mayores cambios tecnológicos en los instrumentos

líticos de producción, excepto un mayor incremento en el tamaño de las hachas

y la desaparición de las técnicas de reducción bifacial y talla bipolar.

La agricultura de las primeras sociedades cacicales(1500-0 a.C.)

Hacia el 1500 a.C. las diversas poblaciones que ocupaban el territorio del

suroccidente colombiano implementaron un cambio revolucionario en su 29 Varios tiestos presentaron acanaladuras anchas incisas y diseños curvilíneos conformando espacios circulares o triangulares (Castillo 1998: Láminas 1,2), elementos típicos de los complejos cerámicos Rotinet, Barlovento y Canapote, fechados por radiocarbono entre 2200 y 1500 a.C. (Angulo 1995: Figuras 9 y 10).

16

estructura social. Adoptaron un nuevo modo de vida denominado jerárquico

cacical, el cual existió básicamente durante unos 3000 años, hasta la invasión

española. En términos económicos la principal característica de este nuevo tipo

de sociedad fue el desarrollo eficaz de los instrumentos y medios de

producción. La producción de alimentos, a través de una agricultura extensiva e

intensiva se torna un proceso regular que genera permanentemente

plusproductos. Igualmente, se amplia y diversifica la producción no sólo de

bienes de consumo primarios sino también de bienes manufacturados de mejor

calidad para el consumo interno y el intercambio con otras comunidades. El

crecimiento de la población, una nueva concepción cosmogónica de la

territorialidad y del manejo de los espacios domésticos y rituales, así como una

división social de trabajo más compleja, influyeron radicalmente en la aparición

de nuevas formas de relación social. La célula productiva básica de las

sociedades cacicales fue la unidad doméstica reforzada por vínculos de

parentesco (consanguíneo, adhesión y filiación), que luego se van convirtiendo

en políticas de subordinación. El control de la fuerza de trabajo dentro de un

mismo grupo de parentesco y la integración de varias unidades domésticas

permiten el surgimiento de los linajes. Al interior de dichos linajes surge y se

estructura un sector privilegiado con funciones especializadas, el cual es

mantenido por el resto de las unidades que conforman el linaje, que se ocupan

de la producción de bienes alimenticios que este sector no produce

directamente. Estos linajes, junto con su lider o jefe que los dirige comienzan a

enajenar parte del plusproducto generando una estratificación social cuyos

niveles de intensidad fueron diferentes entre las diversas sociedades cacicales

a través del tiempo. A nivel ideológico una de las expresiones más importantes,

además del arte, fue la institucionalización del pensamiento ritual, representada

en el chamanismo, cuya principal función, entre otras, era la de reforzar y

justificar la posición del grupo dominante. El chamán gracias a sus

conocimientos especializados y su prestigio ocupa un papel muy importante

dentro de la comunidad, sin generar necesariamente una desigualdad. Otro

aspecto ideológico importante fue el reforzamiento de la posición del grupo

dominante, al vincularse éste y su grupo familiar, por parentesco imaginario, a

las divinidades superiores a los que rinde culto el resto de la sociedad. Y

finalmente, las nuevas concepciones sobre la territorialidad, cuando los

17

individuos se sienten ya dueños del espacio donde viven y mueren, genera

necesidades básicas de defensa. 30 (Figura 3)

Figura 3. Las sociedades cacicales del Alto y Medio Cauca entre 1600 a.C – 500 d.C.: 1. Ferrería. 2. Quimbaya Clásico. 3. Ilama. 4. Yotoco. 5. La Balsa.

A pesar de que la economía de la Sociedad Ferrería (450 a.C.-1550 d.C.) era

mixta, parece que la agricultura intensiva del maíz y la yuca ocuparon un papel

central. 31 La presencia de una cantidad significativa de sitios arqueológicos de

esta cultura en territorios con suelos fértiles, como es el caso del sector

30 Para una ampliación de la información sobre todos los fenómenos característicos de este nuevo tipo de sociedad puede consultarse a Sarmiento 1993, 1994; Vargas 1992; Sanoja y Vargas 1999a y Bate 1998. Igualmente, para entender las diferencias entre las sociedades cacicales y las sociedades estatales, así como también su surgimiento, recomendamos consultar a Lumbreras 1994.

31 Polen de Zea mays y Manihot apareció en la Subzona de Polen 2A (28-38 cm.) del sitio arqueológico La Argentina (municipio de Heliconia), asociado con una fecha de 450 a.C. (Cardona 2000:75). Esto significa que el duo maíz-yuca continuó siendo fundamental en la subsistencia de estas comunidades 4500 años después de haber sido introducidos estos cultígenos por las poblaciones precerámicas de la región.

18

suroccidental y partes altas del valle de Aburrá, ha permitido a algunos autores

sugerir la posibilidad de que estas poblaciones practicaron una agricultura

permanente especializada, la cual generaba seguramente excedentes de

producción regulares, a diferencia de otros sitios ubicados por ejemplo en el

altiplano de Oriente donde los suelos no son muy aptos para las labores

agrícolas. 32

Por su parte, uno de los métodos agrícolas utilizados por la sociedad

Quimbaya Clásico (1600 a.C.-1550 d.C.), en el valle de Aburrá parece haber

sido el de campos circundados, estudiados recientemente en el yacimiento

arqueológico de Piedras Blancas. Estos representan una especie de

estructuras cerradas pero delimitadas con muros de contención que alcanzan

hasta dos metros por encima del nivel actual del suelo. La adecuación de este

tipo de campos para la producción agrícola, podría corresponder a las

primeras etapas de desarrollo de la Cultura Quimbaya Clásico en la región.

Desafortunadamente ninguna de las dos únicas fechas obtenidas de estos

campos, están asociadas ni con macrorestos, ni con polen de especies

vegetales. Pero contamos con restos de maíz hallados en contextos funerarios

en el sitio La Lorena, en inmediaciones del río La Miel, en el curso medio del río

Magdalena, relacionados con cerámica típica del estilo marrón inciso 33 y

también con instrumentos líticos utilizados en actividades de molienda de este

cereal, tales como manos y metates, hallados en varios sitios arqueológicos

excavados. En el yacimiento de Chorroclarín-El Tambo, donde aparecen

campos circundados, plataformas, cabezas de puente y construcciones

realizadas para una explotación intensiva de los salados, uno de esos campos

circundados, asociado con abundante cerámica fue fechado en 560 d.C. y

corresponde al período terminal de los cacicazgos Quimbaya Clásico. Mucho

más tempranas parecen haber sido las prácticas agrícolas intensivas en el sitio

La Concha en el caserío de Mazo, donde se obtuvo una fecha de 950 a.C.

32 Castillo 1995: 83.33 La presencia de este sitio arqueológico en el Magdalena medio es una clara evidencia de que los cacicazgos Quimbaya Clásico explotaban igualmente ecosistemas de esta importante región geohistórica (Castaño 1988: 7,8).

19

asociada con el inicio de la huerta y que correspondería a los primeros siglos

de desarrollo de esta cultura. 34 (Figura 4)

Figura 4. Poporo ritual fitomorfo de la Cultura Quimbaya Clásico.

En el departamento del Valle del Cauca, la agricultura fue la principal actividad

económica de la Sociedad Ilama (700-80 a.C.), complementada con la caza, la

pesca y la recolección. Estas poblaciones practicaron una agricultura migratoria

de roza y quema sobre las laderas y sembraron en los claros formados entre

las zonas de bosque espeso. Los estudios de polen y fitolitos han permitido

identificar variedades tanto de especies domesticadas como de frutales, tales

como calabaza o ahuyama (Cucurbita, sp.), arrurúz (Maranta arundinacea L),

frutas tropicales de la familia de la chirimoya (Annonaceas) y palmas silvestres 34 Botero y Vélez 1997: 166.

20

de los géneros Scheelea y Elaeis, de las cuales debieron aprovechar el

alimento, grasa, líquidos fermentados, hojas y fibras. Se han encontrado

fitolitos de juncos, utilizados seguramente para la fabricación de esteras. Como

evidencia directa, se han rescatado restos carbonizados de maíz (Zea mays)

en cercanías a áreas de fogones, lo cual hace suponer que se consumía de

diferentes formas, incluyendo la mazorca asada. La variedad de maíz

corresponde a un posible ancestro del Chapalote / Nal Tel / Pollo. Otros restos

carbonizados recolectados en las excavaciones son el achiote (Bixa orellana) y

el fríjol común (Phaseolus vulgaris). 35

Igualmente, los sistemas de cultivo desarrollados por los representantes de la

Sociedad Yotoco (0-1100 d.C.), reflejan en gran medida los procesos de

adaptación y modificación del medio ambiente por parte del hombre, en este

caso, de las condiciones geomorfológicas y edafológicas. Uno de los primeros

impactos sobre el medio fue la implementación de la tecnología de tala y

quema de la vegetación circundante, en procura de áreas abiertas y mayor

espacio para sembrar. Este fenómeno está documentado para los primeros

siglos de la era cristiana, no sólo en Calima sino en muchas otras partes de

Colombia, en donde el paisaje natural es cambiado por un paisaje antrópico de

agricultura intensiva. Inicialmente, el cambio de una agricultura migratoria,

típica de la sociedad Ilama, a una intensiva, característica de la sociedad

Yotoco, está asociado a un posible aumento de la población y por ende, a una

mayor demanda de alimentos. El segundo sistema agrícola utilizado

correspondió al trazado de zanjas, en áreas pantanosas como el Valle del

Dorado (municipio de Restrepo), el cual está rodeado de colinas bajas donde

se ubicaron los asentamientos Yotoco. En el propio valle, las condiciones de

inundación prevalecen en épocas de humedad, lo cual llevó a la población a

crear zanjas para canalizar las aguas y ayudar a mantener bajo el nivel freático.

Son zanjas de drenaje de 20 a 50 metros de ancho aproximadamente, trazadas

hasta encontrar el suelo arcilloso gris, las cuales se unen en ángulos rectos

que al cruzarse forman espacios cuadrangulares de 50 metros

aproximadamente y cubren toda el área, incluyendo la parte del terreno

35 Cardale 1992; Kaplan and Smith 1988:43.

21

ligeramente elevado. Al limpiar las zanjas, el material fangoso sobrante, la

maleza y todos los desechos resultantes de las limpiezas periódicas de estas,

se convirtieron en una especie de abono natural provisto de materia orgánica,

fósforo, potasio y nitrato de amonio. El tercer sistema de cultivo es

complementario al anterior y surge por los mismos motivos. Por medio de eras

de cultivo se creó un sistema elevado, de apariencia corrugada, de 2 a 4

metros de ancho y más de 100 metros de largo, separadas unas de otras por

canales pandos encargados de llevar el agua hacia las zanjas para ser

finalmente depositada en el riachuelo mas próximo que recorre el valle a lo

largo. Las eras, quedaron por encima de los niveles de inundación,

superándose así los problemas iniciales que impedían el buen desarrollo de la

agricultura. El objetivo central de esta adecuación, además de drenar, era el de

secar y airear el suelo de cultivo, incrementar el grosor del piso y aumentar la

fertilidad. Y finalmente, practicaron el cultivo de pequeñas huertas, localizadas

en los alrededores de las viviendas y en ocasiones en zonas de laderas

cercanas y canales en las pendientes de las colinas. Para algunos

investigadores, los sistemas agrícolas utilizados por la sociedad Yotoco tenían

como finalidad controlar las aguas, y para otros, se trata de un modo de

conservar la humedad en los canales durante las épocas de sequía. 36

En el caso de los cacicazgos del valle geográfico del río Cauca, los análisis de

suelos obtenidos en el yacimiento La Cristalina (municipio de El Cerrito),

indican un uso muy moderado de estos para actividades agrícolas. Este fue un

sitio utilizado básicamente como vivienda, donde enterraron a sus muertos,

hicieron fogones y depósitos, y no se evidenció un uso intensivo en agricultura,

a excepción de los horizontes superiores que corresponden a paleosuelos

ocupados probablemente por las sociedades cacicales tardías del sector. Por lo

demás, los habitantes Yotoco del lugar debieron manejar un ambiente lacustre,

con inundaciones periódicas provocadas por las fuentes de agua cercanas.

Diferente parece haber sido la situación en el yacimiento de Malagana,

(municipio de Palmira), donde los suelos de la ocupación Yotoco eran bien

drenados y muy fértiles. 37 Recientemente, durante la temporada de

36 Herrera et al 1990, 1999.37 Botero 1999:95,96, en Cardale et al 1999.

22

excavaciones arqueológicas realizadas en el primer semestre del 2001 los

investigadores Leonor Herrera, Marianne Cardale y Diógenes Patiño,

descubrieron en Malagana un interesante sistema de camellones similar al

utilizado por los agricultores de la Sociedad Tumaco-Tolita en la llanura aluvial

del pacífico colombiano, en el sector de Tumaco. Si se demuestra que dicho

sistema fue construido por los representantes de la sociedad Yotoco, esto

fundamentaría el carácter intensivo y extensivo de la agricultura en el sector, lo

cuál a su vez, podría explicar el alto nivel de desarrollo alcanzado en la

alfarería y la metalurgia por los representantes del Cacicazgo de Malagana, en

el valle geográfico del río Cauca. 38

En cuanto a la variedad de plantas cultivadas, debemos decir que los

cultígenos que conocemos han sido identificados mediante el análisis de los

restos de las plantas encontrados en contextos arqueológicos, los estudios de

polen y nuevamente, los análisis iconográficos de las vasijas cerámicas. En el

sitio San Rafael (región Calima), se recuperaron semillas de fríjol y maíz

carbonizado. El maíz corresponde a la misma variedad Chapalote/Nal/Tel/Pollo

hallada en el mismo yacimiento con asociación Ilama. 39 También se

encontraron otros granos de maíz de mayor tamaño, que al parecer

corresponderían a una variedad más moderna conocida como cabuya. Se han

documentado igualmente tubérculos como yuca dulce, calabaza, arracacha,

batata y mafafa, así como el ají, piña, aguacate y variedades de frutas. En el

caso del fríjol (phaseolus vulgaris), las comparaciones han permitido establecer

que se trata de una variedad pequeña reportada para la misma época en el

Perú. En el caso de la zona plana, las evidencias de maíz, aparecen no sólo a

nivel arqueológico en Malagana, sino que se deduce por la presencia de

metates en La Cristalina y el desgaste dental entre las poblaciones, como

producto de la continua masticación de granos. Este cereal fue fundamental en

la dieta prehispánica en general, y entre la sociedad Yotoco su consumo fue

alto, si se tienen en cuenta las grandes cantidades de fitolitos de esta planta

que se han recuperado en las excavaciones arqueológicas.

38 Cardale et al 2001. Comunicación personal.39 Kaplan and Smith 1988:43.

23

Unas de las representaciones cerámicas que cobran importancia para este

período son las figuras de plantas o fitomorfas. Anteriormente se había

explicado que lo antropomorfo y zoomorfo presente en Ilama a nivel de la

cerámica, pasa en Yotoco a ser representado en oro. Las figuras fitomorfas

aparecen en alcarrazas, donde se observa una estilización de frutas y

tubérculos y en especial, de calabazas. Los metalurgos también elaboraron

alcarrazas en miniatura representando tubérculos y colgantes en forma de

hongos. En las estilizaciones en oro sobresalen una infinidad de flores y

palmeras. 40

En la región de la Costa Pacífica colombo-ecuatoriana, el análisis de los restos

paleobotánicos recuperados en las excavaciones de sitios arqueológicos cerca

del río Santiago y en la isla de La Tolita hablan a favor de que las poblaciones

indígenas de la Sociedad Tumaco-Tolita I (500-350 a.C.), implementaron una

economía mixta, basada en dos actividades complementarias, las cuales

cubrían las necesidades alimetarias básicas de toda la población. Por un lado,

la explotación del medio circundante a través de procesos de trabajo como la

pesca, la caza y la recolección de productos marinos (moluscos y crustáceos) y

de diversas especies vegetales. Por otro lado, practicaban una agricultura cada

vez más especializada, que incluía cultígenos tan importantes como el maíz, la

calabaza, el fríjol, la yuca y el algodón. La presencia de calabaza (Curcubita

sp.) está documentada indirectamente para el yacimiento La Magnolia, por la

presencia de recipientes cerámicos tipo poporo, utilizados para almacenar la

cal necesaria para el mambeo. 41 En el Período de Transición en La Tolita,

ubicado entre 400 y 300 a.C. se nota ya una mayor dependencia de los 40 En la cerámica Yotoco aparecen con frecuencia alcarrazas con formas humanas cuyas manos y pies representan tubérculos, evidenciando simbólicamente la estrecha unión que existía entre los seres humanos y los productos agrícolas. El manejo de las palmas seguramente ha debido ser intensivo entre las comunidades Yotoco. Los frutos de las especies Orbignya y Attalea, fueron utilizados frecuentemente como modelos para elaborar representaciones fitomorfas en alcarrazas (Ruiz y Rodríguez 1991:143, Figuras 2 y 3). Por su parte, entre los objetos de oro conocidos del cementerio de Malagana debemos mencionar las estilizaciones de hojas de palmas y flores (Archila 1996: Láminas 27,28,31.)

41 Valdéz 1987, 1989; Patiño 2000:122.

24

productos agrícolas en detrimento de la recolección de productos marinos,

mientras la caza y la pesca siguen aportando una buena cantidad de proteina a

la dieta alimenticia de estas poblaciones.

Durante el período de existencia de la Sociedad Tumaco-Tolita II (350-600

d.C.), el principal sistema agrícola implementado, tanto en la Isla de La Tolita,

como en la llanura aluvial de la costa colombiana fue el de “camellones”

paralelos y zanjas de más de un kilómetro de largo. (Figura 5) El sistema,

descubierto recientemente en la región de Tumaco, consta de canales de entre

cuatro y nueve metros de ancho, levantados 50 o 60 cm de la superficie actual.

Tiene forma de H o de peine con varios canales cortos de 100 a 250 metros.

Este sistema de camellones, en cuya construcción y mantenimiento se debió

emplear una abundante mano de obra, ha sido descubierto en los sitios Piñal

Salado, donde se presenta cubriendo una extensión de unas 100 ha.

Igualmente, en los yacimientos de Las Tres Marías, Bucheli, El Esfuerzo, La

Catedral, Inguapi del Carmen y El Gran Cebú, con una extensión promedio de

50 hectáreas. 42 En cuanto a las especies cultivadas debemos aclarar que a

pesar de que el principal cultígeno era el maíz, también se cultivaba otra serie

de plantas como la yuca, la achira y el arrurrúz y seguramente muchas más

que no han aparecido aún en el registro fósil. Polen de maíz (Zea mays) fue

encontrado en el yacimiento de La Tirsa, mientras granos calcinados del mismo

cereal se hallaron en el sitio La Tolita, asociados con instrumentos agrícolas

como manos y metates y una fecha de 320 a.C. Fitolitos del mismo cereal, de

calabaza (curcurbita sp.), y sagú (Maranta), así como semillas de palmas

conocidas localmente con los nombres de tagua (Phytelephas seemannii) y

chunga (Astrocaryum standleyanum) aparecieron en excavaciones realizadas

en camellones del sitio Las Marías. 43 Polen de maíz y de yuca (Manihot

esculenta) fechado en 100 d.C., también fueron descubiertos en el yacimiento

La Cocotera en la costa pacífica caucana. Igualmente, fue cultivada la calabaza

42 Patiño 1998:48,49: Patiño 1999. Este sistema de agricultura intensiva fue la base sobre la cual se desarrollaron algunos grandes cacicazgos tanto costeros como serranos en Colombia y Ecuador. Ha sido descubierto por los arqueólogos tanto en las regiones inundables de Guayas y Esmeraldas en el Ecuador (Stemper 1993), como en la región de Tumaco, el valle geográfico del río Cauca (Cardale et al. 2001, comunicación personal) y las zonas del bajo San Jorge, en territorio colombiano (Plazas et al 1993).

43 Patiño 1999:57.

25

como lo demuestra polen fosil de esta especie, recuperado en los sitios de La

Magnolia y La Tirsa. En el sitio Palestina I fueron recuperados restos

macrobotánicos de una gran variedad de palmas y granos de maíz “chococito”

asociados a una fecha del siglo II a.C. 44 El cultivo del algodón puede inferirse

indirectamente por la presencia de volantes de huso y el análisis iconográfico

de figuras humanas en cerámica, las cuales aparecen con impresiones textiles

a manera de vestidos. Lo mismo podemos decir del cultivo y uso de la coca por

la presencia de individuos de la élite que aparecen representados en cerámica

mambeando.

44 Romero 1995:205.

26

Figura 5. Sitios arqueológicos de la Cultura Tumaco-Tolita II. 1. Bocana I. 2. Palestina I. 3. Catanguero. 4. Buenavista. 5. La Cocotera. 6. Las Delicias. 7. Gorgona. 8. Inguapi. 9. Monte Alto. 10. El Morro. 11. Mataje. 12. La Tolita. 13. Selva Alegre. 14. Herradura.

27

La agricultura de las sociedades cacicales preconquista(500-1550 d.C.)

En la región del Cauca Medio, un renglón muy importante de la economía de la

Sociedad Quimbaya Tardío (500-1550 d.C.) se refiere a las prácticas

agrícolas, productos cultivables y subsistencia en general. (Figura 6) En las

cordilleras central y occidental se utilizó un sistema de agricultura de laderas

conformado por grandes extensiones de camellones y zanjas sobre las

pendientes, similar al utilizado por los agricultores Sonso en la región Calima.

Este sistema de agricultura intensiva ha sido documentado por fotos aéreas,

prospecciones y excavaciones arqueológicas realizadas en los sectores de La

Llanada, la Esmeralda y La Soledad, al noroccidente del departamento del

Valle del Cauca. Los camellones y las zanjas aparecen aislados o formando

concentraciones cerca de los sitios de vivienda. Las eras de cultivo tienen entre

tres y 15 metros de ancho, mientras las zanjas que separan los camellones

tienen un promedio de 1,5-2,0 metros de distancia. 45 En los actuales

departamentos del Quindío y Caldas también existieron: “vestigios de las

antiguas sementeras de los indios, consistentes en hileras de surcos, que

descienden paralelos y verticales por las faldas de las lomas que servían de

asiento a sus estancias.” 46 Este sistema agrícola de camellones también ha

sido reportado por arqueólogos en el valle del río La Vieja y El Quindío, donde

las eras de cultivo y las zanjas se localizan: “...en terrenos de pendientes muy

marcadas...las eras son verticales y siguen la caída de la pendiente de la

loma...tiene aproximadamente un metro de ancho. Las angostas zanjas que las

separan tiene hoy en día 30-40 cm de profundidad...” 47 Recientemente también

ha sido documentados en el sitio Llano Grande, cerca de Pereira, asociados a

terrazas prehispánicas artificiales48 Las tecnologías agrícolas utilizadas por las

poblaciones Quimbaya Tardío que se asentaron el valle geográfico del río

Cauca fueron diferentes, utilizando la práctica de agregar arenas para oxigenar

los suelos agrícolas. En el sitio Veracruz-PK278+200, ubicado en el municipio

de San Pedro, fue encontrado un paleosuelo entre 60 y 120 cm de profundidad,

45 Salgado 1986:49,50. Foto 9.46 Duque 1970:36.47 Bruhns 1981:3,4. En Salgado 1986:60.48 Montejo y Rodríguez 2001:54.

28

utilizado con fines agrícolas, al cuál se le adicionaron arenas y gravas que

permitieron mejorar la oxigenación del suelo, así como también, abonos

orgánicos e inorgánicos para amentar la productividad. 49 Como ya lo

anotamos, esta práctica también fue encontrada en paleosuelos agrícolas

excavados en el yacimiento La Alsacia, en el municipio de Guacarí. En cuanto

a los cultígenos utilizados por estas poblaciones, debemos mencionar el maíz,

el fríjol, la yuca, la ahuyama, la batata, el algodón y una gran variedad de frutas

como ciruela, caimo, aguacate, guayaba y chontaduro. 50 Estos dos últimos

están documentados en los registros carbonizados de los sitios de Potrero

Chico PK-185 y Dardanelos PK-187+400. Esto sumado a otra gran diversidad

de cultivos y productos obtenidos naturalmente de un medio geográfico tan

diverso, debieron constituir un suplemento continuo, alternado con los recursos

animales, obtenidos igualmente en variedad. La agricultura era practicada

sobre las faldas de las lomas, en hileras de surcos, aún visibles en medio de la

actual zona cafetera circundante al área de estudio. En Potrero Chico PK-185

el perfil estratigráfico indicó una marcada actividad biológica, sumado a una

determinación de suelos para uso agrícola. Mientras que los restos

arqueobotánicos evidencian la manipulación de palmas (Attalea butyrecea),

comúnmente llamada palma de vino, y familias como las GRAMINEAE,

EUPHORBIACEAE, LEGUMINOSAE, así como frutos de la especie Phytolacca

rivinoides comúnmente llamada guaba. Mientras que en el contexto funerario

de Dardanelos, las evidencias de la manipulación de plantas se amplió,

encontrándose cerezo (Prunus sp), yarumo (Cecropia sp), fríjol (Phaseolus

vulgaris y Phaseolus lunatus); algodón (Gossypium sp) y maíz (Zea mays). 51

En las crónicas del siglo XVI el maíz figura como el principal cereal cultivado

por todas las poblaciones indígenas de nuestra región de estudio, lo cual

comprueba los datos arqueobotánicos. Igualmente, son comunes las

referencias a cultígenos como la yuca, la papa, el fríjol, la batata, el ají, la

ahuyama, el algodón y gran variedad de verduras y frutas como chontaduro,

49 Bernal 1997:117.50 Las poblaciones Quimbaya Tardío del actual departamento de Risaralda, practicaban ampliamente la agricultura cultivando al menos cinco variedades de maíz, dos variedades de fríjol, batata y algodón (Montejo y Rodríguez 2001:71-72).51 Rodríguez 1996b: Anexo 4.

29

guamas, granadillas, aguacate, etc. Así, por ejemplo, refiriéndose a los

aborígenes de la Provincia de Hebéjico el conquistador Jorge Robledo nos

dice:

En esta provincia hay muchos géneros de frutas mui buenas, e más que en Cartago ni Santana. 52

El mismo autor comenta sobre los indígenas del valle de Aburrá:

...Donde en los bohíos, sin lo que en este campo estaba, se halló mucha infinidad de comida, así de maíz como de frisoles, que casi son como alverjas. 53

Y sobre los Quimbaya:

...porque descienden desde esta sierra nevada muchos ríos pequeños que van a dar a este río (Río Grande), e pasan por estas provincias donde se hacen mui grandes vegas e ríos, donde los indios tienen sus sementeras e granjerías e grandes arboledas de frutas. 54

También son conocidos los relatos de Robledo sobre el Pueblo Grande de los

Gorrones al norte del valle geográfico del río Cauca, donde los españoles

encontraron una gran cantidad de alimentos para abastecerse en sus correrías

destructivas por el norte del actual departamento del Valle del Cauca.

...y cuando llegamos a los dichos ranchos, saltados en tierra, no hallamos otra cosa, sino alguna comida de choclo, ques maíz tierno, e melones de la tierra, e ahuyamas, e yuca, e batatas que son unas raíces de buen sabor; e recogida toda la más comida que se pudo, fuimos en seguimiento de los indios con nuestras balsas. 55

Igualmente, Pedro Cieza de León nos dejó sus valiosísimas apreciaciones

sobre las actividades de subsistencia de los cacicazgos que encontraron los

conquistadores a su llegada al Cauca Medio. Refiriéndose a la Provincia de

Anserma, dice que:

52 Robledo 1939-41 (1985): 33.53 Robledo 1539. (1864): 315.54 Robledo 1939-41 (1985): 30.55 Robledo 1539. (1864): 294,295.

30

...La tierra es de mucha comida, fértil para dar maíz y las raíces que ellos siembran. Arboles de fruta casi no hay ninguno, y si los hay son pocos. 56

Por su parte, entre los aborígenes de la Provincia de Pozo:

...todas las sierras y laderas y cañadas y valles están siempre tan labradas que da gran contento y placer ver tantas sementeras. En todas partes hay muchas arboledas de todas frutas. 57

También en la Provincia de los Quimbayas los españoles encontraron:

...caimito...otra fruta hay que se llama ciruelas, muy sabrosas; hay también aguacates, guabas y guayabas, y algunas tan agras como limones, de buen olor y sabor. 58

En la cordillera occidental, la base de la subsistencia de las poblaciones de la

Sociedad Sonso (500-1550 d.C.) fue la agricultura intensiva y extensiva sobre

las pendientes de las laderas, la cual se desarrolló posiblemente después del

siglo XII d.C. como resultado, además de atender las necesidades alimenticias

de una mayor cantidad de población, de fuertes cambios medioambientales

que tuvieron lugar en la región. Dichas transformaciones medioambientales, a

su vez, provocaron un descenso del nivel de las aguas de los valles

interandinos, lo cuál pudo haber incidido en el abandono de la agricultura de

camellones practicada por las poblaciones Yotoco. De acuerdo a los estudios

geoarqueológicos sobre el tema, el sistema de camellones casi no fue utilizado

durante el período de existencia de la sociedad Sonso, y por el contrario, se

desarrollaron los sistemas de cultivos en laderas, concentrándose

prácticamente allí toda la actividad agrícola, lo cuál indudablemente conllevó a

una mayor tala de bosques, adecuando las pendientes para la labores de

producción agrícola. La mayoría de estos cultivos sobre laderas eran realizados

en superficies delimitadas por canales largos y paralelos. Pero también se

conservaron los cultivos cercanos a las viviendas en los aterrazamientos

artificiales, donde persistían los sembrados de plantas semilleras y tubérculos.

56 Cieza de León 1984 [1553]: Capítulo XV: 25.57

? Ibíd.: Capítulo XXII: 33.58 Ibíd.: Capítulo XXV: 37.

31

Igualmente, aunque con mayor intensidad, continuaron practicándose los

cultivos en zonas bajas inundables, las cuales eran adecuadas mediante

canales de drenaje. Los canales sobre las laderas fueron trazados de forma

paralela y recta en la misma dirección de la pendiente, con declives de máximo

50° o un poco más. Generalmente, la longitud de cada uno varía de acuerdo a

la amplitud del lugar donde fueron trazados, quizás 20 o 30 metros y en

ocasiones hasta 200 metros. La distancia del uno y del otro son poco metros y

a veces alcanza los 100 m; la profundidad varía entre 40 cm y un metro. 59. Es

muy posible que la gran eficacia de este sistema de canales pudiera haber

estado relacionada al menos con dos factores: por un lado, con el control de las

aguas, regulando anegamientos estacionales o los niveles freáticos fluctuantes

y por el otro, con la prevención de la erosión puesto que los suelos de cenizas

volcánicas son propensos a la saturación de agua proveniente de las lluvias

torrenciales, provocando deslizamientos en masa. 60

Este tipo de agricultura fue denominada "temporal de ladera", pues al parecer,

las tierras cultivadas durante un periodo se dejaban descansar por un tiempo

antes de volver a ser sembradas (barbecho), característica compartida por

grupos indígenas prehispánicos y actuales de la región de los Andes,

especialmente en el norte del Ecuador y el suroccidente de Colombia. Los

principales cultígenos fueron el maíz (variedad Chapalote / Nal / Tel / Pollo), la

yuca (Manihot esculenta L), el ají (Capsicum sp.) y el algodón (Gossypium cf.

Barbadense). Asimismo, la presencia de recipientes tipo “poporo” en sitios

rituales como las tumbas, sugieren la utilización de la coca y las

representaciones de calabazas en cerámica, también podrían indicar el cultivo

de esta especie vegetal. Recientemente, en el cañón del Río Dagua se ha

encontrado semillas de Phytolacca rivinoides (PHYTOLACCACEAE), especie

asociada a actividades agrícolas practicadas frecuentemente en huertas cerca

de las viviendas. Y como sabemos por los estudios etnobotánicos actuales, de

los frutos de la mayoría de las especies del género Phytolacca se extraen

tinturas, mientras las raíces pueden ser utilizadas como vermífugo. También

sus hojas y tallos son utilizados para curar procesos inflamatorios y el

59 Herrera 1992:158.60 Botero 1983, Herrera 1992; Bray et al 1987.

32

reumatismo, entre otros. Igualmente, se encontró una semilla carbonizada de

EUPHORBISCEAE indet., perteneciente a plantas consideradas como

medicinales, utilizadas como purgantes. 61

La gran importancia económica y dietética del maíz, la yuca y otros productos

vegetales entre las poblaciones indígenas prehispánicas del suroccidente de

Colombia, fue resaltada por los cronistas. Así, por ejemplo, Pascual de

Andagoya, refiriéndose a la alimentación de los indígenas de la región andina

ubicada entre Popayán y Cali, comentaba que:

Este valle e tierra de Popayán, como tengo dicho, es muy hermoso y fértil. Los mantenimientos de aquellas provincias son maíz, y unas raíces que llaman allí papas que son como una castaña de hechura de nuez, y otras raíces que saben a nabos, y frutas muchas que tienen, y todo su mantenimiento principal es el vino que del maíz hacen en aquella tierra, que es un maíz que llaman nirococho, menudito y muy duro, que se coge a dos meses después de sembrado, y de este hacen pan muy bueno, y vino y miel y aceite y vinagre. En todas estas provincias que tenemos dichas desta gobernación tienen estos mantenimientos, y en algunas tierras yucas y ajes; y en esta provincia de Lili no comen el maíz hecho pan, sino tostado o cocido, no embargante que tienen piedras en que lo muelen(para) hacer la chicha; y ven comer a sus vecinos, que son los Atunceta, en bollos hechos de maíz de pan en masa, y ansí son gente de más fuerzas estos que los de Lili. 62

Los cacicazgos de las cordillera central que conformaron la Sociedad Bolo-Quebrada Seca (800-1550 d.C.), desarrollaron una agricultura de pendiente,

como la empleada por los agricultores de la sociedad Sonso. En Guambía,

cerca de los aterrazamientos utilizados para construir las viviendas, se han

encontrado las eras de cultivo sobre la pendiente. Más al sur también es común

este tipo de tecnología agrícola, donde es frecuente observar aún las huellas

de los canales de drenaje de las eras de cultivo antiguas. El sistema de roza y

quema es documentado por Anuncibay, quien describe:

Es la tierra fértil de maíz que se siembra en los montes en rozas de fuego. 63

61 Rojas 1995:78,79.62 Pascual de Andagoya 1986 [1539]: 138,139.63 A.C.C., Col., sig.:12069. En Llanos 1981:50.

33

La existencia de una agricultura diversificada es documentada por Pascual de

Andagoya, quien escribió para la posteridad:

Este valle e tierra de Popayán como tengo dicho es muy hermoso y fértil, los mantenymyentos de aquellas provincias son mayz y unas raíces que llaman allí papas que son como una castaña de hechura de una nuez y otras rayzes que saben a nabos y frutas muchas que tienen y todo su mantenymyento prencipal es el vino y del maíz hacen en aquella tierra que es de um maíz que llaman niorocho medianito y muy duro que se coge a dos meses después de sembrado y deste hazen pan muy bueno y bino y miel y azeyte y vinagre...En todas estas provincias que tenemos dichas de esta gover//nación tienen estos mantenimientos y en algunas tienen yuca y ajes. 64

También Cieza nos comenta sobre la importancia del maíz entre los pueblos

sujetos a la Gobernación de Popayán, los siguiente:

En otras partes deste reino se da el maíz a cuatro y a cinco meses de manera que hacen en el año dos sementeras. En este pueblo (Guambía) no se siembra sino una vez al año, y vienense a coger los maíces por mayo y junio. 65

La agricultura practicada en el valle geográfico del río Cauca parece haber sido

diferente. Las condiciones de una llanura aluvial que gran parte del año

permanecía inundada seguramente obligó a los indígenas de la zona a

implementar otras tecnologías agrícolas para la producción de alimentos. Y aún

cuando no tenemos evidencia arqueológica sobre la presencia entre los

cacicazgos tardíos que ocuparon el valle geográfico del río Cauca, de un

sistema agrícola de campos elevados o camellones, no podemos por el

momento descartar dicha posibilidad. Como ya lo expusimos, recientemente

han sido encontrados campos elevados asociados con el cacicazgo de

Malagana. En Cantarrana, hacia el siglo XI d.C. se implementó una tecnología

agrícola de roza y quema. Se realizaron rellenos artificiales y canales de

drenaje, adaptando los terrenos par cultivar maíz (Zea mays), algunas especies

de fríjol (Phaseolus cf. Vulgaris y Phaseolus sp.). 66

En los sitios arqueológicos tardíos del bajo Calima es común encontrar metates

y manos de moler, implementos que evidencian indirectamente la existencia de

64 Andagoya s.f. En Tovar 1993:175,176.65 Cieza de León 1984 [1553]: Capítulo XXX: 44.66 Patiño et al 1999:64.

34

una agricultura del maíz. Los análisis estratigráficos y pedológicos realizados

en los yacimientos de Ordóñez I y Palestina III, indican que los habitantes

prehispánicos tardíos que ocuparon los bosques húmedos del curso bajo de los

ríos Calima y San Juán entre los siglos X y XVII d., además de construir

viviendas, hicieron suelos agrícolas (“tierras pardas”), con limos que

trasladaron de los rios y los pantanos cercanos, los cuales eran mejorados

adicionándole periódicamente elementos de humedales ricos en nutrientes y

desechos orgánicos provenientes de los fogones y de otras actividades

cotidianas. Es posible que estas poblaciones practicaran una especie de

agricultura forestal itinerante intensiva, utilizando los terrenos altos, no

expuestos a las inundaciones periódicas del sector. 67 Este tipo de agricultura

difería sustancialmente de la practicada por las poblaciones Tumaco Tolita II

del período precedente, las cuales, como ya lo anotamos, implementaron el

uso intensivo de camellones en la llanura aluvial. Entre las especies cultivadas

y manipuladas por las poblaciones del sitio arqueológico Palestina I, además

del maíz de la raza “chococito”, debemos mencionar las siguientes palmas: el

chontaduro (Bactris gasipaes), Donpedrito (Geonoma deversa, Oenocarpus

mapora), el táparo (Orbignya cuatrecasana) y la palma zancona (Socratea

exhorriza). 68 En una urna funeraria de la Cueva de los Guengueles fueron

encontrados granos de maíz de la misma raza “chococito”, endémica del

pacífico colombiano y cuyo cultivo estaba ampliamente distribuido siglos antes

entre las poblaciones Tumaco-Tolita II de La Bocana.69 La agricultura del maíz

también aparece como una de las actividades económicas importantes entre

los grupos étnicos Sindagua del curso bajo de los ríos Mataje y Patía,

relacionados arqueológicamente con las fases Bucheli-Caunapi y Maina. 70

Igualmente, entre las poblaciones indígenas tardías de la región de Esmeraldas

en El Ecuador, donde los cronistas en el siglo XVI hablaban de asentamientos

tipo ranchería, asociados con una agricultura que incluía el maíz, yuca, papa,

calabaza y una gran variedad de frutas tropicales. 71

67 Salgado y Stemper 1995: 59, 117; Stemper y Salgado 1993:76. 68 Stemper y Salgado 1993:69. 69 Hernández 1999:22; Romero 1995.70 Patiño 2000:204.71 DeBoer 1996. En Patiño 2000:202.

35

Figura 6. Las sociedades cacicales del Alto y Medio Cauca entre 500 y 1550 d.C. 1. Quimbaya Tardío. 2. Sonso. 3. Bolo-Quebrada Seca.

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