La aportación antropológica al concepto de cultura
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La aportación antropológica al concepto de cultura.
Introducción.
El nacimiento de la antropología, confirmó lo que sólo unos cuantos
pensadores previos a la ilustración como John Locke habían
descubierto: el comportamiento humano no está determinado, por lo
menos completamente por la naturaleza. Por el contrario, algunos
aspectos biológicos del hombre han sido moldeados por su
comportamiento social.
Es por ello que es especialmente importante conocer cómo surgió la
antropología como disciplina y cuál fue su aportación al concepto de
cultura.
Orígenes.
La antropología surgió como disciplina a mediados del siglo XVIII, en
pleno siglo de las luces. Aunque, en relación con aquella época y los
pocos conocimientos que se tenían acerca de la humanidad y su
comportamiento, la antropología abriría una puerta para la razón y las
ciencias sociales, no se puede dejar de comentar que sus inicios fueron,
un tanto vergonzantes, por la utilidad que prestaron al sistema
colonialista que imperaba en aquella época.
Para escudriñar los motivos que dieron lugar al origen de la
antropología, debemos indagar sobre la procedencia de la palabra
cultura y la evolución en la construcción de su conceptualización
moderna esto es, su identificación con el señalamiento de que el
comportamiento social del hombre no se determina por factores
genéticos. Marvin Harris propone considerar a John Locke como el
iniciador de esta revolución intelectual cuando en su obra An esssay
concerning human undestanding elaborada en 1666 pero publicada en
1690, afirmaba que el conocimiento o las ideas que alberga la
humanidad son adquiridas mediante procesos sociales, esto es, que la
mente es como un gabinete vacío al que la experiencia va nutriendo de
pensamientos y definiendo conductas.
No obstante a lo anterior, Harris supone que aunque el concepto de
cultura ya se venía definiendo desde esas épocas, no prevalecía en el
debate intelectual sino que más bien existía una indiferencia ante el
relativismo cultural pues se creía en la existencia de principios
universalmente validos a los que inevitablemente llegaría la
humanidad, siempre que ésta hiciera uso correcto de la razón.
Es hasta el año de 1750 que se identifica una verdadera modernización
del concepto de cultura que trajo como consecuencia el desarrollo de la
antropología como una verdadera disciplina. Anne Robert Jaques
Turgot en su obra Plan de dos discursos sobre la historia, enfatiza
sobre la herencia que el hombre es capaz de transmitir a sus sucesores
de una manera constante y creciente con el objeto de conservar los
conocimientos adquiridos. Esa herencia de tipo social es a lo que ahora
se le conoce como cultura.
Por otra parte, hay quienes sostienen que fue Georges-Louis Leclerc,
Comte de Bufón en su obra Historia Natural, quien hizo que la
antropología emergiera como disciplina.
¿Qué es la antropología?
La palabra antropología proviene del griego antrophos y logos, que
significan hombre y conocimiento respectivamente. Es una rama de las
ciencias sociales que estudia al hombre de manera holística. Es una
ciencia integradora que estudia al individuo en el marco de la sociedad
y cultura a las que pertenece, y, al mismo tiempo, como producto de
éstas. Convergen en ella enfoques de las ciencias naturales, sociales y
humanas. Según Conrad Philip Kottak, la antropología es el estudio
científico y humanístico de las especies humanas; la exploración de la
diversidad humana en el tiempo y el espacio.
Antropología y antropología social.
La disciplina que ahora estudiamos, parte de la idea de que todo lo
humano está fuera del alcance de la naturaleza excepto su constitución
biológica y por ende la antropología debe dedicarse al estudio de estos
fenómenos. Edwuard Burnnet Tylor, antropólogo inglés fue quien
definió que el campo de estudio de la sociología era la cultura o la
civilización entendida esta como todo complejo que incluye las
creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres y cualesquiera
otros hábitos adquiridos por el hombre como miembro de una
sociedad.
La antropología sufrió una subdivisión o especialización, por una parte
debido al auge que obtuvo en Estados Unidos. En ese país, la
antropología se desarrollo ampliamente por un marcado interés de
conocer la historia y la cultura de los nativos de Norteamérica. Dichos
estudios se agruparon en estudios sobre las costumbres, vida social,
lenguaje y rasgos físicos, lo que devino en las ramas que se manejan en
la actualidad (aunque no de forma universal) esto es, la antropología
social, antropología arqueológica, antropología biológica y
antropología lingüística.
La antropología social.
También es conocida como antropología cultural, antropología
sociocultural. Esta especialización estudia a la sociedad y la cultura
humanas, describiendo y explicando, analizando e interpretando las
similitudes y diferencias culturales. Dos herramientas se utilizan en
esta área: la etnografía y la etnología de las cuales hablaremos más
adelante.
Antropología arqueológica.
Esta área de la antropología reconstruye, describe e interpreta el
comportamiento humano y los patrones culturales a través de los
restos materiales. Así, de los hallazgos que se tengan de ciertas
culturas o grupos sociales puede inferirse su estilo de vida, el tipo de
alimentación, sus costumbres, su economía, sus relaciones con otros
grupos, el tiempo en que desarrollaron su cultura, entre otras cosas. El
fin de esta especialización es pues, construir a través de vestigios los
patrones culturales de cierto grupo humano.
Antropología biológica.
También es conocida como antropología física. Su campo de estudia se
enfoca a conocer la diversidad biológica humana en el tiempo y en el
espacio. Hay cinco puntos que pueden considerarse como los
principales focos de interés de esta subdiscipina:
1. La evolución de los homínidos tal como la revelan los restos
fósiles.
2. La genética humana.
3. El crecimiento y desarrollo humanos.
4. La plasticidad biológica humana.
5. La biología, la evolución, el comportamiento y la vida social de
los monos, los simios y otros primates no humanos.
A su vez, esta rama antropológica tiene mucha relación con otras
disciplinas como la zoología, la geología entre otras.
Antropología Lingüística
Se encarga del estudio del lenguaje en su contexto social y cultural, en
el espacio y a través del tiempo. Esta rama tiende mucho a realizar
comparaciones entre culturas para poder diferencias que parte del
lenguaje humano podría estar determinado universalmente por la
biología. También indaga sobre lenguas antiguas mediante la
comparación de las lenguas derivadas.
Aportación histórica de la antropología al concepto de cultura.
Como se dijo al principio de este ensayo, la antropología surge con una
construcción del concepto de cultura, tal y como ahora lo conocemos. Y
es que, no se pretende decir que antes de eso no había cultura, de
hecho la palabra cultura y civilización han existido en distintas lenguas,
pero esta era entendida como un privilegio de algunas razas. La
antropología vino a romper con esa concepción elitista (aunque a veces
lo hizo sólo en apariencia) y trajo consigo además varias corrientes de
pensamiento que no sólo afirmaban la indiferencia al determinismo
racial sino que además el confeccionamiento de varias corrientes de
pensamiento que se ocuparon de investigar el fenómeno cultural y la
forma en que los hombres adquieren distintos conocimientos
dependiendo del grupo al que pertenezca, de su ubicación geográfica y
temporal.
La cultura en la tradición filosófico - literaria.
Antes de la revolución industrial la palabra cultura como concepto era
simplemente inexistente. No había necesidad de definirla puesto que la
cultura como hoy se le entiende era parte de la vida cotidiana de la
humanidad.
Con la revolución industrial y al desaparecer la cultura como modus
vivendi de las sociedades y ser sustituida por el nuevo estilo de
producción, emerge "lo cultural" como un campo especializado con
autonomía propia. Desde entonces, el hombre ocupa una parte de su
tiempo para producir bienes de consumo y otra parte de éste, el
llamado tiempo libre, para dedicarse a actividades culturales.
Fases de la cultura
La noción de cultura tiende a adquirir un sentido pasivo y objetivo a
diferencia del sentido activo anteriormente dominante, es decir, la
cultura se enfoca ahora en el objeto en que recae la cultura, es decir, lo
cultivado. La cultura así entendida es privilegio de unos pocos.
Esta concepción de la cultura ha pasado por tres fases. La primera
corresponde al periodo de codificación de la cultura. En general se
refiera a la creación de códigos y sistemas de referencia de la cultura;
en dicho sistema se fijan y jerarquizan los significados y valores
culturales. Históricamente este proceso ha dirigido por la clase
burguesa ascendente.
La segunda fase inicia con el siglo XX y se caracteriza por la
apropiación de la cultura por el Estado, es decir, su
institucionalización. El Estado se convierte en el detentador por
excelencia. Entre sus funciones tiene la de controlar y gestionar todo lo
que tenga relación con ésta.
La última fase se inicia con el modelo económico por el cual
atravesamos actualmente, esto es, el neoliberalismo. En esta etapa la
cultura se concibe como un producto de consumo sujeto por supuesto
a la ley del mercado, esto de suyo es una contradicción a la fase que le
antecede. El libre mercado despoja a la cultura de su gratuidad y como
tiene como prioridad el comercio también pierde en ese proceso su
función de operador de identidad social.
Los tres círculos de la cultura
De acuerdo con Hugues de Varine, la codificación hecha en la primera
fase histórica que atravesó la cultura, los productos aparentemente
culturales pueden categorizarse en por lo menos tres níveles.
El primer nivel lo conforma un círculo que contiene la alta cultura o
bien la cultura legítima. Esto es, la cultura vista como un privilegio sólo
digno de la clase dominante. La cultura en esa zona le otorga prestigio
a un país. Por su origen europeo y por el desarrollo de las políticas
mundiales, los países portadores naturales de este tipo de cultura son:
los europeos (occidental y central), América del Norte, Israel, Japón y
las grandes metrópolis de América Latina. Se considera a las Bellas
Artes como huésped principal de este nivel.
El segundo nivel, es la zona que rodea al círculo central y que
constituye el nivel de la cultura tolerada. Pertenecen a ese ámbito, toda
manifestación cultural que por supuesto no pertenezca a la alta cultura
pero que ha pasado por el escrutinio de los jueces culturales y una vez
relacionado con el código cultural de la clase dominante, absorben
dichas manifestaciones las descontextualizan y son valorados por este
sistema.
Según Hugues de Varine podemos encontrar en esta zona al jazz, las
artes prehistóricas y en general elementos culturales pertenecientes
originalmente a culturas populares, primitivas, marginales o
fenómenos anormales (arte en bruto).
El tercer círculo se le ha denominado círculo de la intolerancia. En éste
caben todos aquellos fenómenos o expresiones excluidos de la alta
cultura.
La cultura en la tradición antropológica
La antropología elabora un concepto totalmente opuesto al
eurocentrista manejado por la tradición filosófica literaria. Es
precisamente en el estudio de las sociedades primitivas, las que se
encontraban fuera del círculo de la cultura legítima, las que sirven para
plantear el nuevo concepto de cultura.
A decir de la corriente antropológica la cultura lo es todo; es un todo
relativo y es un todo universal. En ese sentido no hay sociedades sin
cultura, todas las sociedades detentan la propia.
La relatividad se refiere a que, por lo menos por principios
metodológicos las culturas tienen un mismo valor.
Como fue mencionado antes, Edward Brunet Taylor iniciador de este
movimiento define a la cultura como un conjunto complejo que incluye
el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, la
costumbre y cualquier otra capacidad o hábito adquiridos por el
hombre en cuanto miembro de la sociedad. Con esta definición no solo
se agregan las actividades tradicionalmente catalogadas como hechos
culturales sino que también la totalidad de modos de comportamientos
adquiridos o aprendidos en la sociedad.
La cultura se considera sujeta a un proceso evolutivo lineal, a partir del
cual se deduce que si bien es cierto que no hay sociedad sin cultura,
cada cultura atraviesa una etapa evolutiva distinta aunque a ritmos
distintos.
En ese sentido se caracteriza a toda cultura cercana al animismo y al
horizonte mítico como “primitivas”.
No obstante esta perspectiva acerca de la cultura sufre varios cambios
o más bien se desarrollan varias corrientes acerca de esta concepción,
aunque siempre conservando los ejes básicos del planteamiento inicial
hecho por Tylor en cuánto a la concepción total.
Surge por ejemplo la teoría difusionista moderada, encabezada por los
antropólogos Boas, Lowie y Kroeber quienes difieren de la teoría
tyloriana del evolucionismo lineal y plantea la pluralidad de la cultura
y explican las analogías por el contacto entre culturas diversas
negando así la postura evolucionista que afirma que la cultura
evoluciona a partir de esquemas comunes.
Esta corriente también enfatiza en el llamado relativismo cultural, que
sostiene que se debe abandonar el relativismo para dar lugar a una
objetividad relativa basada en las características de cada cultura.
Dentro de la misma antropología, el paradigma funcionalista hace su
llegada con Malinowski quien, sin perder el eje de la cultura como
concepción total plantea a ésta como un conjunto de respuestas
sociales a las funciones primarias y derivadas del ser humano.
Por otra parte, la escuela culturalista representada por Ruth Benedict,
Margaret Mead, Ralph Linton, Melville J. Herskovits, aporta a la
tradición antropológica un nuevo concepto de cultura.
La cultura en este enfoque es “un sistema históricamente originado de
esquemas de vida explícitos e implícitos que tiende a ser compartido
por todos los miembros de un grupo o por algunos de ellos
específicamente designados”. Con esta definición se entiende que la
cultura es un todo estructurado; que todos los individuos se
comportan diferente pero que su comportamiento en general va de
acuerdo a como lo marca el esquema cultural y por otra parte se
reconoce que hay comportamientos exclusivos de ciertas categorías de
personas dentro de una misma sociedad.
En este enfoque se entiende que la cultura se adquiere por aprendizaje
formal y/o inconsciente. De esta manera se agregan al lenguaje los
conceptos de inculturación y aculturación, ambos como formas de
adquirir cultura pero por medios endógenos o exógenos
contradiciendo el postulado tylorista que sostenía que sólo dentro de
una sociedad se puede iniciar el aprendizaje de la cultura.
También es tajantemente rechazado el papel pasivo que se le pretenda
dar al ser humano en el proceso cultural. Los hombres son portadores
de la cultura pero además también son creadores de ella.
Conclusiones.