La Audiencia Pública Del VIII Pleno Casatorio Civil

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La audiencia pblica del VIII Pleno Casatorio Civil: un anlisisPorFort Ninamancco Crdova-diciembre 29, 20152190

Compartir en FacebookCompartir en Twitter Las cinco ponencias delVIII Pleno Casatorio Civilestuvieron sumamente interesantes. Sinceramente, para provecho de todos, debera implementarse la posibilidad de un debate entre losamici curiaeen futuros Plenos. Por mi parte, adelantar que mis ideas coinciden bastante con las que expusiera el profesorGastn Fernndez. Tengo, empero, algunas opiniones diferentes de las ideas expuestas por cada uno de losamici. En las lneas que siguen, el amable lector o lectora encontrar los principales planteamientos expuestos por losamiciy un anlisis deestos.Los amigos del tribunal del VIII Pleno Casatorio Civil.1. Exposicin de las cinco ponenciasPrimera ponencia: Gastn FernndezLa primera ponencia, a cargo del profesorFernndez, record que un negocio jurdico puede tener defectos extrnsecos y defectos intrnsecos. Estos ltimos se presentan cuando falta un elemento esencial o presupuesto necesario para la formacin del negocio. Cuando el defecto se traduce en una circunstancia externa, este es de naturaleza extrnseca. El defecto intrnseco da lugar a la invalidez, en tanto que el defecto extrnseco a la ineficacia.Dicho esto, destac que no es lo mismo que un cnyuge, para disponer de un bien social, acte arrogndose indebidamente un poder de representacin del otro y que acte obrando en nombre propio. El primer caso es ineficaz en virtud del artculo 161 del Cdigo Civil. El segundo caso constituye un supuesto de contrato sobre bien ajeno. Ambos casos, sin embargo, se encuentran regulados en el artculo 315 del Cdigo Civil y tambin constituyen casos de defectos extrnsecos, esto es de ineficacia. En efecto, en ambos casos hay un problema con la legitimacin para disponer.Aqu me interesa subrayar que ante una de las preguntas del juezLuis Almenara, el profesorFernndezafirm que la legitimacin es un concepto problemtico, porque, para algunas legislaciones y doctrinas, es un factor intrnseco y, para otras, un factor extrnseco. Pero lo que importa es cul es la opinin que recoge nuestro Cdigo Civil. Y este es claro:la legitimacin es un factor externo.Por ltimo, el primeramicussostuvo que la nulidad por falta de manifestacin de voluntad no es aplicable, puesto que esta causal nicamente se refiere a quienes intervienen en el negocio. Cuando un cnyuge celebra un acto de disposicin de un bien social, pues no falta la manifestacin de voluntad de ninguno de los celebrantes. Esta causal de nulidad se presenta, por ejemplo, cuando se falsifica documentos para hacer parecer que un cnyuge ha intervenido en el acto, cuando esto no ha sido as en realidad.Segunda ponencia: Alex PlcidoLa segunda ponencia, a cargo del profesorAlex Plcido, empez indicando que es necesario saber qu debe entenderse por el trmino intervencin contenido en la primera parte del artculo 315 del Cdigo Civil. En base a consideraciones de justicia distributiva, debe entenderse que ambos cnyuges deben intervenir cuando se trata de actos de disposicin trascendentes. Cuando se pretende efectuar actos no trascendentales para la sociedad de gananciales, cualquiera de ellos puede celebrarlos. As, se tiene quenuestro Cdigo Civil acoge un sistema mixto para la gestin de los bienes sociales. Por tanto, cuando un cnyuge no interviene en el acto de disposicin, no hay duda de que hace falta un elemento estructural. No est presente la voluntad de declarar ni la voluntad declarada de quien necesariamente tendra que intervenir: el otro cnyuge. Nos hallamos, pues, ante un supuesto de ineficacia estructural:la nulidad por falta de manifestacin de voluntad.El segundoamicuses consciente de las crticas que se puede alzar contra esta idea: la nulidad, acaso, no resulta perjudicial si es que el cnyuge que no interviene considera conveniente y/o beneficioso al acto de disposicin? Claro, si sucediese esto, no podra hacerse nada y el beneficio se perdera inevitablemente, puesto que la nulidad es insubsanable. Empero, el profesorPlcidoseala que, en estos casos, los intervinientes podran celebrar de nuevo el acto de disposicin junto con el cnyuge que no intervino inicialmente. De este modo, el beneficio no se perdera y asunto resuelto.Por ltimo, cabe recordar que el segundoamicusafirm que la solucin correcta sera laanulabilidad, puesto que los intereses afectados no tienen relevancia general, sino que corresponden solo al cnyuge que no ha intervenido.Tercera ponencia: Enrique VarsiEl profesorEnrique Varsi, en la tercera ponencia, seal que el artculo 315 del Cdigo Civil es una norma imperativa, de tal manera que las partes no pueden pactar en contrario. De igual modo, dijo que el trmino disponer es omnicomprensivo, puesto que abarca todo acto que implique perder el control de un bien (pinsese, por ejemplo, en la compraventa o en el usufructo). En este sentido, para efectuar actos de disposicin de bienes sociales, ambos cnyuges deben intervenir porque as se protege mejor a los intereses de la familia, tal como manda el artculo 4 de la Constitucin.Con arreglo a lo dispuesto por el artculo 326 del Cdigo Civil, el profesorVarsidestac que la regulacin contenida en el artculo 315 del Cdigo Civil aplica tambin a las uniones de hecho. Si bien existen varias teoras para comprender la consecuencia de la falta de intervencin de un cnyuge, lo cierto es que los sistemas legales modernos se caracterizan por flexibilizar la intervencin de ambos cnyuges; es decir, que no se suele optar ya por la nulidad, sino por la ineficacia. De manera que el cnyuge que no interviene, puede intervenir despus para rescatar al acto de disposicin. En este contexto, segn el terceramicus curiae, se tiene que entender que el acto de disposicin de bien social por un solo cnyuge, es un acto con eficacia suspendida, quepuede serrescatadoluego por cnyuge que no interviene.Por ltimo, aadi que no es posible establecer una regla general para estos casos, puesto que se pueden presentar causales nulidad, como el fin ilcito, que se puede configurar cuando los celebrantes se coluden para perjudicar al cnyuge que no interviene.Cuarta ponencia: Rmulo MoralesEl cuartoamicus curiae, el profesorRmulo Morales, resalt que en las principales legislaciones (europeas y latinoamericanas) reputan ineficaz al acto de disposicin de un bien social por un solo cnyuge. Luego indic que la primera parte del artculo 315 del Cdigo Civil se refiere a tres conceptos:legitimidad,falta de legitimidadyratificacin. Estos tres conceptos son ajenos a la invalidez. De este modo, si un cnyuge celebra un acto de disposicin sin la intervencin del otro, tenemos un acto que se celebra con falta de legitimidad, la cual provoca la ineficacia, no la invalidez. El acto de disposicin, as celebrado, es vlido y eficaz entre las partes celebrantes, pero no lo es para la sociedad de gananciales, no teniendo relevancia lo dispuesto en el artculo 2014 del Cdigo Civil en estos casos. Para que la sociedad asuma los efectos, el cnyuge no interviniente tiene que ratificar.Un dispositivo que permitira comprobar lo dicho es el artculo 1669 del Cdigo Civil, que se refiere a la ratificacin de un acto de disposicin sobre un bien que (parcialmente) es ajeno. De igual forma, la regulacin sobre los contratos sobre bienes ajenos indica claramente que la ausencia de legitimidad no provoca la invalidez, sino tan solo la ineficacia del contrato.Quinta ponencia: Giovanni PrioriEl profesorGiovanni Priori, ltimoamicus curiae, afirm que la infraccin a la primera parte del artculo 315 del Cdigo Civil provoca la ineficacia del acto de disposicin de un bien social, mas no su invalidez. As tambin, destac que esta es la tendencia en las codificaciones ms recientes. Si bien el Cdigo Civil peruano no regula expresamente el concepto de legitimacin, esteexiste y se desprende de varias normas de nuestro Cdigo Civil, que no sancionan con invalidez su ausencia. Ahora bien, en opinin del profesorPriori, este Pleno Casatorio Civil debe llevar a cabo una tarea de diferenciacin de distintas hiptesis, tomando como referencia la buena o mala fe de las partes contratantes, as como si el acto de disposicin es a ttulo oneroso o gratuito. As, si la sociedad de gananciales se beneficia del acto de disposicin, mal puede invocarse la ineficacia. Si los cnyuges obran de mala fe, tampoco pueden invocar la ineficacia. Si el tercero obra de mala fe, s le puede ser opuesta la ineficacia. Conforme a esta idea, si el acto de disposicin es a ttulo gratuito, el tercero no podr alegar buena fe.2. Anlisis de las cinco ponenciasAnlisis de la primera ponencia (Gastn Fernndez)En lo tocante a la primera ponencia, debo decir que la idea que asocia la invalidez a defectos intrnsecos y la ineficacia a defectos extrnsecos ha sido ya superada por la doctrina. Y es que la invalidez (tal como lo sealaranLuigi Cariota-Ferrara,Renato Scognamiglioy, ms recientemente,Vincenzco Scalisi) puede ser producto de defectos extrnsecos como de defectos intrnsecos. Por ejemplo, los defectos en el poder de representacin provocan ineficacia (artculo 161 del Cdigo Civil), pero tambin invalidez (artculo 166 del Cdigo Civil). Por ello prefiero quedarme con la idea del profesorFernndezen tanto seala que la ineficacia y la invalidez dependen de lo que el legislador disponga en un caso particular.Por otro lado, hacia el 2014 publiqu algunos comentarios en los que sustentaba que existe laimperiosa necesidad de distinguir entre la actuacin de un cnyuge en nombre propio y la actuacin de un cnyuge irrogndose poderes de representacin del otroque, en realidad, no tiene. Sin embargo, en mi concepto, la distincin mencionada se regula por normas distintas. El artculo 315 del Cdigo Civil se refiere solo a poderes de representacin. Si un cnyuge acta en nombre propio para disponer de bienes sociales, el artculo 315 del Cdigo Civil no es aplicable. Si sostengo que esta normativa se aplica a ambos supuesto (actuacin de cnyuge en nombre ajeno y en nombre propio para disponer de bienes sociales), pues prcticamente estoy sugiriendo que las consecuencias jurdicas son las mismas, y ello no parece conveniente.En efecto, si el cnyuge acta arrogndose indebidamente un poder de representacin del otro que, en verdad, no ostenta, pues el acto de disposicin de bien social debe considerarse ineficaz por mandato del artculo 161 del Cdigo Civil. Y es ineficaz tambin entre los celebrantes. Por supuesto, mal puede decirse que el acto es eficaz plenamente entre el cnyuge que actu en solitario y la otra parte contratante. No. Esto no es as puesto que el cnyuge obr siempre en nombre ajeno. Ac no cabe ms que la aplicacin de la responsabilidad precontractual por ineficacia (total) del acto celebrado, que se rige por la regulacin de la llamada responsabilidad extracontractual. No se podr demandar al cnyuge celebrante por responsabilidad contractual.En cambio, si el cnyuge obr en nombre propio, tenemos un acto sobre bienes ajenos y, conforme manda el artculo 1539 del Cdigo Civil, en tanto no se peticione la rescisin, nos hallamos ante un acto plenamente vlido y eficaz entre los celebrantes. Si el cnyuge celebrante del acto de disposicin no consigue que el verdadero titular del bien (la sociedad de gananciales) de desprenda del mismo en favor de la otra parte, esta podr emplear la responsabilidad contractual para satisfacer sus intereses frustrados.Anlisis de la segunda ponencia (Alex Plcido)Con respecto a la segunda ponencia, hay un punto en el que vuelvo a coincidir con el profesorFernndez. La falta de manifestacin de voluntad slo puede predicarse respecto de los celebrantes del acto jurdico. Si un cnyuge celebra en nombre propio o ajeno un acto de disposicin de un bien social, pues el otro cnyuge no es celebrante y, por tanto, no puede decirse que su manifestacin de voluntad falta. En este orden de ideas, cabe preguntarse qu son los cnyuges frente a la sociedad de gananciales. Fcil, sonrepresentantes. No pueden ser otra cosa.Si se dice que la declaracin de los cnyuges es un elemento estructural o constitutivo del acto de disposicin de bienes sociales, pues se tendra que admitir que los esposos son autnticos rganos de la sociedad de gananciales. Los cnyuges seran los rganos por medio de los cuales la sociedad de gananciales declarara su voluntad. Empero, esta idea no tiene respaldo en nuestra normativa. Los cnyuges estn lejos de ser rganos de la sociedad de gananciales. Adems, de acuerdo con la tesis de la nulidad, si bien es verdad que se puede celebrar de nuevo el acto jurdico, no es menos cierto que el tercero contratante tendra la plena libertad de desanimarse y no celebrarlo otra vez. Se entiende, entonces, que si el acto de disposicin es considerado beneficioso por el cnyuge que no interviene, la conservacin de este beneficio no dependera solo de la voluntad del cnyuge que no intervino, sino tambin de la buena voluntad del tercero contratante. Este inconveniente no se presenta si se adopta la tesis de la ineficacia.Para terminar este apartado, no creo que slo est en juego el inters del cnyuge que no interviene. Se trata de una norma que refleja la igualdad del hombre y la mujer en la administracin de la economa familiar, un asunto que ciertamente es de inters general. Precisamente esta consideracin debera empujarnos a tomar partido por la postura que resulta ms conveniente para los intereses de la familia: la de la ineficacia.Anlisis de la tercera ponencia (Enrique Varsi)Con respecto a la tercera ponencia, me permito precisar que la eficacia suspendida slo aplicara a los supuestos en los que un cnyuge se arroga indebidamente un poder de representacin del otro. Aqu, sin duda alguna, cabe la ratificacin. Sin esta, el negocio simplemente no produce efecto alguno entre los celebrantes, como ya indiqu lneas arriba. La ratificacin tiene una funcin, como dice el profesorVarsi, de rescate. Pero en el supuesto ms usual, en el que el cnyuge acta en nombre propio para disponer de un bien social, el negocio es vlido y eficaz entre los celebrantes. El tercero contratante puede exigir el cumplimiento del contrato al cnyuge interviniente, sin que importe la falta de intervencin del otro cnyuge. Se trata, pues, de un contrato sobre bien ajeno, cuya admisin es aceptada por nuestro Cdigo Civil (inciso 2 del artculo 1409), como ya se indic tambin. Podra hablarse de ineficacia en este caso, pero solamente respecto de la sociedad de gananciales. Dada esta plena eficacia entre las partes, la intervencin del cnyuge no celebrante carece de una funcin de rescate.Anlisis de la cuarta ponencia (Rmulo Morales)En lo tocante a la cuarta ponencia, conviene reiterarlo, no creo que la primera parte del artculo 315 del Cdigo Civil se refiera a la actuacin de un cnyuge en nombre propio. Esta norma no puede dejar de interpretarse sistemticamente. Si los cnyuges, como ya se dej sentado, son autnticos representantes de la sociedad de gananciales, la intervencin de la que habla el artculo citado se refiere a la representacin conjunta que se requiere para efectuar actos de disposicin de bienes sociales.Por consiguiente, si un cnyuge acta en nombre propio, la representacin no aplica, no siendo pertinente la invocacin del artculo 315 del Cdigo Civil. Como lo dije a propsito de la primera ponencia, las consecuencias entre elactuar en nombre propio y elactuar en nombre ajeno sus sustancialmente diferentes. Surge la siguiente interrogante: en ambos casos cabe la ratificacin? Sin duda alguna cabe cuando un cnyuge se arroga poder de representacin de forma indebida. La respuesta no es tan simple si el cnyuge acta en nombre propio. En este caso la cuestin no es ms que esta: cabe la ratificacin en los contratos sobre bienes ajenos? Es ms que oportuna la invocacin del artculo 1667 del Cdigo Civil hecha por el cuartoamicus curiae: se trata de un contrato sobre bien parcialmente ajeno, en el que se establece a la ratificacin como aplicable. Es viable aceptar que la ratificacin opera en ambos casos. Pero esto no debe afectar la distincin entre actuacin en nombre propio y actuacin en nombre ajeno.Anlisis de la quintaponencia (Giovanni Priori)Con respecto a la ltima ponencia, el profesorPriorise ha detenido sobre un aspecto muchas veces descuidado por la doctrina y jurisprudencia. Creo que las distinciones que plante el ltimoamicus curiaedeben entenderse como apoyadas en el principio de la buena fe (artculo 1362 del Cdigo Civil) y en el principio de la fe pblica registral (artculo 2014 del Cdigo Civil).A diferencia de lo sostenido por el cuartoamicus curiae, opino que este ltimo principio s es pertinente en estos casos. De hecho, as tambin lo consider el profesorPlcidoal recordar que no slo se debe tener en cuenta la informacin brindada por la SUNARP, sino tambin por la RENIEC. Y es que es innegable la trascendencia que tiene la informacin que brinda el registro pblico sobre la titularidad del bien. Por lo tanto, aunque elPleno Casatoriono lo llegue a decir,un tercero de mala fe no puede verse protegido ante a la pretensin de ineficacia. Del mismo modo, un tercero de buena fe tampoco puede alcanzar tal proteccin si su adquisicin es solo a ttulo gratuito, a menos que los cnyuges hayan obrado de mala fe. El principio de la buena fe impone, evidentemente, que nadie puede obtener un beneficio de su propio actuar fraudulento o malicioso.Ciertamente los problemas que debe enfrentar elVIII Pleno Casatoriono se limitan a los descritos en estas lneas. Hay otros problemas complejos e interesantes que este Pleno Casatorio tiene que resolver, de los cuales me ocupar en prximas publicaciones. Por ahora, hagamos votos para que elVIII Pleno Casatorio Civiladopte una decisin debidamente justificada y conformea las intereses de la familia y del trfico jurdico.