LA BIODIVERSIDAD, LOS BOSQUES Y EL DESARROLLO EN LOS ... · La Biodiversidad, los Bosques y el...

Primer Acercamiento

DOCUMENTO REGIONAL

LA BIODIVERSIDAD, LOS BOSQUES Y EL DESARROLLO

EN LOS PAÍSES MIEMBROS DEL SISTEMA DE

INTEGRACION CENTROAMERICANO

Noviembre 2011

La Biodiversidad, los Bosques y el Desarrollo en los Países Miembros del SICA 1

Lista de Acrónimos

ALIDES Alianza para el Desarrollo Sostenible AMUMAS Acuerdos Internacionales de Medio Ambiente AUPRICA Asociación de Universidad Privadas de Centroamérica BCIE Banco Centroamericano de Integración Económica CAC Consejo Agrícola Centroamericano CAFTA DR Tratado de Libre Comercio de Centro América y República Dominicana con

Estados unidos CATIE Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza CBM-CVC Corredor Biológico Mesoamericano, Corredor de Vida Centroamericano CCAD Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo CEPREDENAC Centro Regional de Prevención de Desastres COMISCA Consejo de Ministros de Salud de Centroamérica CRRH Comité Regional de Recursos Hídricos CSUCA Consejo Superior Universitario Centroamericano CTAP Comité Técnico de Áreas Protegidas CTB Comité Técnico de Bosques CTBio Comité Técnico de Biodiversidad CTCC Comité Técnico de Cambio Climático ESNACIFOR Escuela Nacional de Ciencias Forestales EARTH Escuela Agrícola del TrópicoHúmedo ECADERT Estrategia Centroamericana de desarrollo Rural Territorial ECAGIRH Estrategia Regional de Gestión Integrada de Recursos Hídricos EFCA Estrategia Forestal Centroamericana ERAS Estrategia Regional de Agro Ambiente y Salud ERB Estrategia Regional para la Conservación y el Uso Sostenible de la

Biodiversidad en Mesoamérica ERB Estrategia Regional de Biodiversidad ERCC Estrategia Regional de Cambio Climático GEO Perspectivas de Medio Ambiente para Centroamérica GLOBIO Modelación de impactos humanos en la biodiversidad IARNA Instituto de Agricultura y Recursos Naturales INBIO Instituto de Biodiversidad (Costa Rica) IPCC Panel Científico Intergubernamental de Cambio Climático IRBIO Instituto Regional de Biodiversidad NAMAs Medidas Nacionales de Mitigación PARCA Plan Ambiental Regional de la Región Centroamericana PARCA Plan Ambiental Regional para Centroamérica PCGIR Política Centroamericana de Gestión Integrada de Riesgo PERFOR Programa Estratégico Regional para el Manejo de Ecosistemas Forestales REDD Reducción de Emisiones de la Deforestación y Degradación REDD+ Reducción de Emisiones de la Deforestación Evitada y Degradación

Ambiental REDD Reducción de la Deforestación y el Deterioro SAM Sistema Arrecifal Mesoamericano SICA Sistema de Integración Centroamericano SICAP Sistema Centroamericano de Áreas Protegidas SIECA Secretaria de Integración Económica Centroamericana


Índice de Contenidos

Introducción ............................................................................................................................................. 4

Base de Referencia ................................................................................................................................... 5

1.1. MARCO REFERENCIAL .................................................................................................................. 5

1.1.1. Contexto ................................................................................................................................. 5

1.2 LOS BOSQUES Y LA DIVERSIDAD BIOLOGICA EN CENTROAMERICA ................................................ 9

1.2.1 Situación actual ....................................................................................................................... 9

1.2.2 Cambio Climático en Centroamérica ...................................................................................... 12

1.2.3 Situación Regional con respecto a los bosques y las áreas protegidas…………………….………..…….…..15 1.2.4 Situación Regional con respecto a la deforestación………………………………………………………..…………….19 1.2.5 Situación REDD a nivel internacional, regional y nacional……………………………………..…………..…………..21

1.2.6 Rol de la cooperación internacional en cambio climático y REDD, REDD +……….…………………………….….32

II. Escenarios .......................................................................................................................................... 36

2.1 INTRODUCCION ......................................................................................................................... 36

2.2 LOS ESCENARIOS ........................................................................................................................ 36

2.2.1 Los elementos de juicio para la creación de los escenarios ..................................................... 37

2.2.2 Análisis para el desarrollo de los escenarios ........................................................................... 37

2.2.3 La narrativa de los escenarios potenciales .............................................................................. 38

2.2.3.1 Escenario 1 ................................................................................................................................. 38

2.2.3.2 Escenario 2 ................................................................................................................................. 39

2.2.3.3 Escenario 3 Benigno .................................................................................................................... 40

III. Plan de Acción ................................................................................................................................... 45

3.1 LINEAS ESTRATEGICAS ............................................................................................................... 45

3.2 OBJETIVOS ESTRATEGICOS: ........................................................................................................ 45

3.3 EJES ESTRATEGICOS ................................................................................................................... 46

3.3.1 En materia de Políticas .......................................................................................................... 46


3.3.1.1 Acciones Estratégicas ............................................................................................................. 46

3.3.2 En Materia de Institucionalidad ............................................................................................. 48


3.3.3 Participación y Gobernanza ................................................................................................... 48


3.3.4 Política Exterior ..................................................................................................................... 49

3.3.4.1 Acciones Estratégicas………………………………………………………………………………………………………………49

3.3.5 Mejorar la eficiencia en la Aplicación de Legislación y Justicia ................................................ 50


3.3.6 Sostenibilidad Financiera ....................................................................................................... 50


3.3.7 Mercados y generación de empleos ....................................................................................... 51


3.3.8 Establecimiento de Criterios comunes para la selección de áreas piloto de intervención. ....... 53


3.3.9 Gestión del conocimiento, educación e información .............................................................. 53

3.3.9.1 Acciones Estratégicas ........................................................................................................ 53

3.3.10 Sistemas de Información, monitoreo y evaluación.................................................................. 54

3.3.10.1 Acciones Estratégicas ........................................................................................................ 54

Bibliografía ............................................................................................................................................. 55


Introducción

El presente documento de trabajo busca convertirse en un marco orientador de la perspectiva de como los procesos de “desarrollo” en los países del SICA, afectan la biodiversidad y los bosques de la región, y como esta situación se potencia con los impactos derivados del Cambio Climático. El documento plantea también tres posibles escenarios a futuro (tendencial, neutro y utópico) y un esquema general de acciones estratégicas para la construcción del escenario óptimo y lograr con una efectiva participación de los actores públicos y privados la protección y buen uso de la Biodiversidad y los bosques en los países miembros del SICA, así también incluye una serie de recomendaciones y acciones en áreas estratégicas de trabajo. En relación al fenómeno del Cambio Climático es importante considerar que la deforestación es responsable alrededor de un quinto de las emisiones de gases de efecto de invernadero anuales, y que los países de la región en su conjunto emiten menos del 0.5 de las emisiones globales de gases de efecto de invernadero GEI y que dentro de este mínimo aporte, su causa fundamental es el cambio de uso de la tierra (deforestación, quemas, expansión de la frontera agrícola y ganadera, narcotráfico etc.). Pero que puede evitarse mediante el financiamiento de proyectos comunitarios para la protección y manejo de los bosques que apoyen los derechos a la tierra de las comunida-des que viven en ellos, el respeto a su cosmovisión, tradiciones y cultura. Este documento ha sido sometida a un proceso amplio de análisis y consulta a nivel técnico y político y además constituye una recopilación de una serie de estudios realizados en la región sobre esta temática y recoge los diferentes enfoques y modalidades de instrumentalización que llevan a cabo los países, incluyendo REDD y REDD+, y planteamientos regionales para extraer los elementos comunes y sustantivos para la protección de los bosques y de la diversidad biológica en la región centroamericana y República Dominicana, orientando de manera prioritaria las acciones de adaptación y para la reducción de la vulnerabilidad y el riesgo en los países miembros del Sistema de Integración Centroamericano SICA.


Base de Referencia

1.1. MARCO REFERENCIAL

1.1.1. Contexto

La Región Centroamericana en su porción terrestre es considerada una de las zonas de mayor

biodiversidad del planeta, conteniendo el 8% de la diversidad biológica mundial distribuida en 20

zonas de vida, 33 eco regiones y 206 ecosistemas a lo largo de 350 paisajes. En su área marina,

alberga el segundo sistema de arrecifes coralinos más importante a nivel mundial. Centro América

es una región densamente poblada, caracterizada por su riqueza cultural, su interdependencia con

los bienes y servicios naturales, por su pobreza y la alta vulnerabilidad a los eventos naturales

extremos y principalmente al Cambio Climático. La región también se caracteriza por tener la tasa

de deforestación más elevada1 a nivel mundial lo que ha generado pérdida de suelos, de fuentes

de agua dulce y de biodiversidad. De acuerdo a estudios recientes, la República Dominicana

cuenta con 5,600 especies de plantas vasculares, de las cuales el 36 % son endémicas. La flora de

la República Dominicana es muy rica, presenta extraordinaria variedad de géneros y especies. Las

partes bajas y húmedas están cubiertas de bosques tropicales. En las zonas secas de poca altura

surge la estepa o el matorral y en cortas extensiones falta la vegetación. La flora dominicana ha

sido catalogada por numerosos investigadores como una de las de mayor riqueza y variedad de

todas las Antillas.

1 FAO, 2009, Situación de los bosques del mundo.


1.1.1.1 Esfuerzos pasados y presentes para la reducción de la deforestación y degradación de

los bosques

Para unir esfuerzos frente a las tendencias de pérdida de bienes y servicios naturales y buscar el Desarrollo Humano Transgeneracional, la región ha promovido en las últimas décadas, una serie de instrumentos e iniciativas regionales al amparo de la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD), y la Alianza Centroamericana para el Desarrollo Sostenible (ALIDES).

Convenios regionales de conservación de bosques y de biodiversidad y áreas silvestres protegidas prioritarias y de Cambio Climático

Reconocimiento del Sistema Centroamericano de Áreas Protegidas (SICAP) y algunas otras estrategias recientes que buscan consolidar los sistemas nacionales de áreas protegidas, construir conectores naturales dentro del agro paisaje y, buscar la protección de otros ecosistemas estratégicos, especialmente los boscosos y productores de agua, sin olvidar los humedales y más recientemente las zonas marino-costeras y marinas.

Bajo el marco de la CCAD, Centroamérica y República Dominicana han hecho esfuerzos para conservar esta diversidad que ha logrado el reconocimiento internacional como la iniciativa del Corredor Biológico Mesoamericano (CBM) y el Sistema Arrecifal Mesoamericano (SAM). Ambas iniciativas fueron pioneras a nivel mundial y generaron una base científica y conceptual importante, permitiendo un avance significativo en el diseño de sistemas de áreas protegidas interconectadas mediante corredores biológicos en cada uno de los países. Esta iniciativa convertida en patrimonio regional, responde ahora, no sólo a la necesidad de protección de los ecosistemas en su condición de puente natural, sino que en su condición de istmo, la necesidad de adaptación y el mejoramiento de las condiciones de vida de la población que habita en dichas áreas y sus alrededores.

El Programa Estratégico Regional para el Manejo de Ecosistemas Forestales (PERFOR) es una iniciativa de la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD) que tiene como origen, mandato y fundamento jurídico-institucional la Declaración de Ministros CCAD y del CAC. De manera específica la XXXIII Reunión Ordinaria del Comité Técnico de Bosques (CTB), Ciudad de Panamá, Panamá del 26 y 27 de abril 2006, manda a revisar, actualizar la Estrategia Forestal de Centroamérica (EFCA) y formular su Programa Estratégico Regional Forestal, de CTB-CCAD dentro del Plan Ambiental para la Región Centroamericana (PARCA) y la Estrategia Regional de Biodiversidad (ERB). La Estrategia Regional Agroambiental y de Salud (ERAS) es una iniciativa regional, consensuada y liderada por los consejos de ministros de agricultura a través del Consejo Agropecuario Centroamericano (CAC), de ambiente mediante la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD) y de salud congregados en el Consejo de Ministros de Salud de Centroamérica y República Dominicana (COMISCA), todos órganos del SICA. La Estrategia Regional Agroambiental y de Salud (ERAS) es una iniciativa regional, consensuada y liderada por los consejos de ministros de agricultura, de ambiente y de salud (CAC, CCAD y COMISCA) pertenecientes a los subsectores económico, ambiental y social del Sistema de la Integración Centroamericana en forma respectiva. La ERAS se constituye en un modelo del abordaje transversal de la gestión ambiental. Se sustenta en cinco ejes estratégicos interrelacionados (Manejo Sostenible de Tierras, Cambio Climático y Variabilidad Climática, Biodiversidad, Negocios Agroambientales, Espacios y Estilos de Vida Saludables), un conjunto de líneas de acción y medidas generales y previsiones de organización para su ejecución bajo una visión regional intersectorial unificada. Asimismo, la ERAS se propone retomar, armonizar, fortalecer y dar seguimiento a políticas e


instrumentos afines existentes y en proceso de formulación. La decisión para contar con esta estrategia se tomó en el marco de las reuniones intersectoriales del CAC, CCAD y COMISCA, cuyas agendas responden al modelo de desarrollo planteado por la Alianza para el Desarrollo Sostenible (ALIDES), y constituyen un espacio para el intercambio de ideas, el establecimiento de prioridades y la concertación de acciones. Estas reuniones tienen su asidero legal en el artículo 16 del Protocolo de Tegucigalpa, y se han convertido en una oportunidad para la reflexión acerca de temas de actualidad, temas emergentes y para el análisis prospectivo. El acuerdo para la formulación de la ERAS se tomó en una reunión conjunta de estos tres consejos de ministros llevada a cabo el 6 de junio de 2006 en Ciudad Panamá, Panamá.

A nivel regional, desde 1993 los Ministros de Relaciones Exteriores de Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá suscribieron el Convenio Regional sobre Cambio Climático dando una señal clara de compromiso con el tema. Para el 2008, los Jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros del SICA reunidos en San Pedro Sula, Honduras, establecen su compromiso político declarando ``…conscientes de que el cambio climático es uno de los problemas más graves que enfrenta la humanidad, que sus impactos ponen en peligro el desarrollo económico y social, y que además aumentan la vulnerabilidad de nuestras poblaciones y de sus medios de vida, decidimos iniciar un proceso de amplia participación de todos los sectores de la sociedad para construir una estrategia común para enfrentar los impactos del cambio climático…`` A partir de ese mandato y en sucesivos procesos y reuniones de análisis y estudio durante 2008 y 2009, la región encabezada por el Consejo de Ministros de la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD), inicia la labor de construcción colectiva y participativa para el diseño y elaboración de la Estrategia Regional de Cambio Climático (ERCC). Así, el Consejo de Ministros de la CCAD en reunión del veinte de noviembre del 2009 en ciudad de Guatemala, establece e instruye que la conducción del proceso final de la elaboración de la ERCC debe ser liderada por el Comité Técnico Regional de Cambio Climático. Desde febrero hasta mayo del año 2010 dicho Comité Técnico con el apoyo de la Secretaría Ejecutiva de la CCAD (SE-CCAD) y especialistas, concibe y diseña el formato, estructura y contenido de la ERCC. Desde mayo hasta septiembre 2010 se desarrolló un proceso amplio de consultas desde el nivel regional, las Secretarias del Sistemas, instituciones especializadas y consultas nacionales en los ocho países SICA.

En 2010 durante el III Congreso Mesoamericano de Áreas Protegidas se firmó la Declaratoria de Mérida favor revisar e incorporarla, favor revisar “Informe sobre el Estado de Gestión de Sistemas de Areas Protegidas de Mesoamérica y República Dominicana”; presentado en la CoP X CBD, Octubre 2010, Nagoya, Japón. Incorporar los resultados de GLOBIO3: Modelación de Biodiversidad como herramienta de apoyo a política, presentado en Nagoya, entregado a la Secretaría de la CBD y al CM CCAD en Mayo 2011.

En su relanzamiento, el Corredor Biológico Mesoamericano –CBM ha sido concebido en el marco del Plan Ambiental Regional para Centroamérica (PARCA) 2010 – 2014 como un programa de prioridad e integración regional, constituyéndose en una oportunidad para promover la participación social y la buena gobernanza de los bienes naturales, la Seguridad Humana, la producción agropecuaria sostenible y la seguridad alimentaria, la gestión integrada de los recursos hídricos, la reducción de vulnerabilidad y la promoción de la gestión


de riesgo y la adaptación y la mitigación hacia los impactos del Cambio Climático, todo esto unificado en zonas previamente definidas de gestión territorial, como contribución a la reducción de la pobreza y a la búsqueda de nuevas oportunidades de desarrollo en la región. En los últimos años, el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), por medio del Sub-Sistema Ambiental, ha venido generando una serie de estrategias y políticas regionales, las cuales al ser de última generación se han caracterizado por dos enfoques fundamentales; todas han sido de carácter intersectorial (agricultura, ambiente salud, o ambiente, agua, vulnerabilidad y gestión de riesgo, por ejemplo) y todas también han tenido un enfoque multisectorial.

Estrategia Regional Agro-ambiental y de Salud (ERAS) Política Centroamericana para la Gestión Integrada de Riesgo PCGIR. Estrategia Centroamericana de Gestión Integrada del Recursos Hídrico (ECAGIRH). Estrategia Centroamericana para la Gestión Integrada de Recursos Hídricos (ECA-GIRH) Estrategia Centroamericana de Desarrollo Rural Territorial (ECADERT) aporta al CBM. El Programa Estratégico Regional para el Manejo de los Ecosistemas Forestales (PERFOR). El Programa Estratégico Regional de Monitoreo y Evaluación de la Biodiversidad (PROMEBIO). El Programa Estratégico Forestal PERFOR El Programa Estratégico Regional de Monitoreo evaluación de la Biodiversidad PROMEBIO

En el caso de la República Dominica específicamente si bien el ritmo de deforestación parece ha-berse reducido a partir de los años 90, debido a lo inaccesible de muchas de las áreas forestales remanentes, a la creación de nuevas áreas protegidas y al éxodo rural acelerado en muchas regio-nes, el patrimonio forestal del país queda hoy día reducido a 13,000 km2, o sea 27% del territorio nacional, con cerca del 70% de bosque denso incluido en el Sistema Nacional de Áreas Protegidas. Fuera del Sistema, existirían unos 5,500 km2 de áreas de bosque con cierto potencial productivo. Los esfuerzos por reforestar y por incentivar el cuidado de los bosques ahora enfrentan una nueva presión después de los eventos ocurridos en Haití en años pasados. Entre los principales factores que contribuyen a la deforestación en la RD se destaca el reducido reconocimiento político de los bienes y servicios que prestan los bosques a la humanidad y que conlleva a la conversión hacia otros usos, la falta de planificación territorial, problemas de tenencia de la tierra, el crecimiento demográfico y una débil gobernanza (FAO, 2010).


1.2 LOS BOSQUES Y LA DIVERSIDAD BIOLOGICA EN CENTROAMERICA Y LA REPUBLICA

DOMINICANA

1.2.1 Situación actual

La visión “multifuncional de los bosques” vistos de forma integral en los procesos de desarrollo, con sistemas y regulaciones generales de planificación y ordenamiento territorial; como fuentes de agua, en su función productiva y económica, como protección del suelo, su función climática, como bancos genéticos y de biodiversidad, su función recreativa. La multifuncionalidad de los bosques nos debe inducir a cuidar todas las funciones en todas las áreas. Centroamérica y República Dominicana constituyen un territorio de inmensa riqueza natural y cultural, amenazada por el modelo de desarrollo económico y la alta vulnerabilidad de la región, la creciente urbanización y expansión de la frontera agrícola disminuyen la vitalidad de la naturaleza y el territorio e incrementan la inseguridad humana. El surgimiento de nuevos grupos de interés vinculados a la economía de mercado, la ampliación de las fronteras de explotación de recursos naturales y un incremento notable de su urbanización, entre otras razones sociales, han contribuido a que los conflictos de origen ambiental tengan un papel cada vez más importante. El creciente interés y abordaje del tema ambiental en las agendas de los diferentes sectores – gobiernos nacionales, locales, organizaciones civiles, pueblos indígenas, jóvenes y empresariales, universidades y centros de investigación –ofrecen una oportunidad para enfrentar el deterioro ambiental y sentar las bases para avanzar hacia un modelo más sustentable de desarrollo. Las economías de América central y República Dominicana están más abiertas actualmente que en décadas pasadas. En un mundo cada vez más globalizado, la región ha concentrado su crecimiento económico en la explotación y exportación de sus recursos naturales (materias primas básicas) y su manufactura. Con una producción orientada a los mercados externos –especialmente China- la demanda de inversión se ha focalizado en sectores productivos particularmente intensivos de unos pocos recursos naturales. Esta particularidad ha desembocado en una situación de mucha dependencia de los mercados internacionales dado que la región no dispone de instrumentos o peso económico suficiente como para incidir en este comercio global. La agroindustria también ha tenido un fuerte repunte en la región, a partir del incremento en la demanda global y los precios internacionales tanto del agro alimento como de materias primas para la producción de biocombustibles. El aumento del comercio con países asiáticos implica más presión sobre los recursos naturales, un factor clave es el papel de China y de otros países del sudeste de Asia como compradores de materias primas desde América Latina. La demanda creciente de insumos por parte de estas economías emergentes ha tenido un impacto notorio en las exportaciones de la región y explica la persistente importancia comercial de la extracción de recursos naturales. En el año 2000, el comercio entre América Latina y China alcanzaba los 13 mil millones de dólares; en 2007 fue de 103 mil millones de dólares. Esta situación tiene importantes consecuencias desde el punto de vista ambiental ya que tiende a acentuar un estilo de desarrollo que ejerce una fuerte presión sobre los recursos naturales. La demanda de los países asiáticos refuerza las exportaciones de recursos cuya explotación genera graves impactos ambientales, como minerales metálicos, hidrocarburos, y otras materias primas energéticas. En el caso de los energéticos, como en otros mercados como el agrícola para producir biocombustibles y aceites. Estas demandas se suman a lo limitado de las capacidades de los Estados para regular el uso de su territorio, imponer justicia, controlar los impactos ambientales o manejar la extracción productiva en vastas zonas. La capacidad de gestión de las instituciones


ambientales en la región se ve limitada no tanto por la carencia de leyes – en los últimos años se ha producido una amplia legislación que abarca desde la política ambiental hasta su gestión e instrumentos o el manejo sostenible de los ecosistemas, de la diversidad, de la vida silvestre, de los recursos forestales, o de los suelos y aguas -, sino por la debilidad política, institucional y presupuestaria para hacerlas cumplir. Además, y pese a los progresos en el establecimiento de marcos institucionales y legales, el medio ambiente sigue sin recibir la prioridad política y presupuestaria que merece. Políticas implícitas basadas en el corto plazo profundizan el deterioro ambiental.mo el agrícola para producir biocombustibles. En la República Dominicana la destrucción y fragmentación de los bosques es una de las principales causas de la desaparición y empobrecimiento de la diversidad biológica. A ello se asocian también las prácticas agrícolas basadas en la tala y quema, las nuevas tecnologías de cultivo de tierras secas, la degradación de las zonas marítimo terrestres, la caza y la pesca indiscriminada, la destrucción de humedales, la degradación y contaminación de las fuentes de agua superficiales, etc.

La región de Mesoamérica y el Caribe son dos de los cinco principales focos de biodiversidad en el mundo, repleta de biodiversidad de importancia mundial. En la región de Mesoamérica, solamen-te, casi el 8% de las especies terrestres del mundo se encuentran en menos del 1% de la masa de la Tierra (Mauri, 2002). Sin embargo, junto con otras presiones, el cambio climático supone una gran amenaza para las especies de la región y los ecosistemas.

Durante milenios, el cálido y húmedo clima de Mesoamérica y del Caribe, ha permitido a diversas matrices de especies y ecosistemas florecer, sistemas de llenado único y complejo de nichos. Cada una de estos grupos y especies se ha adaptado a los fenómenos naturales que impactan natural-mente la región como huracanes, tormentas tropicales, inundaciones y sequías, demostrado ser muy resistentes. Sin embargo, este rico tapiz de la vida está constantemente amenazado por los conductores de origen humano del cambio climático.

La conversión de los paisajes naturales, desde los bosques, praderas y humedales hasta la agricul-tura, pastizales o asentamientos, es el principal culpable de la pérdida de hábitat y el peligro de las especies. Al igual que la degradación de la tierra, de las emisiones antropógenas de gases de efec-to invernadero como el dióxido de carbono, metano y óxidos de nitrógeno, pone la biodiversidad de la región en riesgo.

La diversidad biológica o biodiversidad comprende muchos servicios de los ecosistemas - alimen-tos y productos provenientes de plantas medicinales, utilidades que son vitales para las economías

http://www.servir.net/images/stories/noticias/biodiversidad/mac_hotspots_cathalac_usaid_.jpg


locales y nacionales, los ecosistemas que retienen y suministrar agua potable, previenen la erosión y filtran contaminantes, así como especies raras y endémicas que muestran la belleza singular de un lugar. Por lo tanto, es sumamente importante poder monitorear y conocer de los posibles im-pactos que tiene el cambio climático sobre la biodiversidad.

El Corredor Biológico Mesoamericano representa una iniciativa multinacional que es responsable de la conservación y de la protección de la conectividad ecológica. Como ya revela la denomina-ción “Corredor Biológico Mesoamericano”, el esfuerzo opera y trabaja a través del istmo centroa-mericano. Ocho países, es decir Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua y Panamá, se implicaron, mediante la Comisión Centroamericana del Ambiente y Desa-rrollo, a mantener y proteger el paisaje y también todo el medio ambiente de conservación. Eso da por resultado el mantenimiento del proceso de evolución y migración que se ha formado desde el desarrollo ecológico del istmo centroamericano y la unión de los dos continentes.

La estrategia regional para el desarrollo forestal y la consolidación del CBM en Centroamérica re-quiere:

Que todos los países de la región cuenten para el 2005 con Políticas Forestales y Progra-mas Nacionales de Desarrollo Forestal, producto de un proceso participativo con las prin-cipales entidades y grupos sociales relacionados con el tema de manejo, conservación y desarrollo sostenible de los bosques; y de la revisión e incorporación de aquellos elemen-tos relevantes de las estrategias nacionales de biodiversidad.

Al año 2010 se espera haber sentado las bases para que los bosques de la región empiecen a contribuir a mejorar la situación económica y social de los países de la región, permi-tiendo comenzar a revertir el proceso destructivo de los bosques y, por ende, bajar los ín-dices de pobreza en las áreas rurales de los países de la región.

Para el año 2025 se espera haber logrado orientar los suelos de la región a su verdadero uso, de manera que podamos contar con un 45% a 60% de cobertura forestal producto de:

o Consolidar el SICAP para que cubra un 30% del territorio regional. o Hacer manejo sostenible del bosque natural fuera del SICAP en un 10% a 15% del

territorio, una decisión más de tipo política ya que la capacidad técnica existe, buscando sea prioritariamente dentro del CBM.

o Lograr la recuperación de tierras deforestadas en un 10% a 15% del territorio (Ro-dríguez, 2002).

De los diferentes usos de suelos, los usos agropecuarios son los que ejercen un mayor efecto sobre la biodiversidad, tanto por la intensidad que conllevan, como por el área que ocupan. En conjunto, estos sistemas abarcan un 30% del territorio de la región, incluyendo pastos cultivados y agricultura intensiva y extensiva. Esto sin tomar en cuenta los pastizales naturales que en su mayoría se utilizan como zonas de pastoreo, por lo que su biodiversidad presenta algún nivel de degradación.


c ambios tanto en

1.2.2 Cambio Climático en Centroamérica y República Dominicana

Las vulnerabilidades socioeconómicas de la región se exacerban por su ubicación geográfica en un istmo estrecho con largas costas y situado entre dos sistemas oceánicos, el Pacífico y el Atlántico, con sus correspondientes procesos climáticos. La región es gravemente afectada por sequías y huracanes, producto de una mayor variabilidad en los fenómenos como El Niño-Oscilación Sur (ENOS) (mayor intensidad y frecuencia de los eventos Niño y Niña); y además por otros forzantes que afectan directamente la región, como las temperaturas del Atlántico Tropical Norte, entre otros. En el caso de la República Dominicana, su condición de isla en el Mar Caribe, le expone a condiciones similares. En Centroamérica, existe amplia evidencia de una alta variabilidad de la precipitación anual que puede estar siendo exacerbada por el cambio climático. En los últimos años, se está sumando evidencia de cambios en los patrones tradicionales intra-anuales de épocas de lluvia y secas, con una distribución temporal y espacial más irregular de las lluvias, con lluvias intensas y extremas en la época seca y meses con déficits de lluvia cuando normalmente llovía, en ocasiones en el mismo año. Aunque no se puede determinar una tendencia histórica pronunciada de aumento o reducción en la precipitación, la gran variabilidad inter-anual genera serios efectos en la disponibilidad de agua, la producción agrícola e hidroeléctrica y en los ecosistemas y las comunidades particularmente en las zonas secas. La disponibilidad del agua también es afectada por el aumento de la evaporación asociada a mayores temperaturas. Comparando el promedio de los tres décadas entre 1950 y 1979 con las décadas siguientes, se evidencia un aumento de temperatura de 0.5°C para la región, variando desde 0.3°C en Panamá a 0.8°C en El Salvador. En su condición de país insular, con terreno mayormente montañoso y con topografía escarpada, la República Dominicana está permanentemente expuesta a la ocurrencia de severos peligros naturales, como huracanes, tormentas tropicales con lluvias intensas, inundaciones, sequías, deslizamientos de tierra, incendios forestales y terremotos. Aún se recuerda los huracanes David en 1979, de categoría 5, que provocó más de 4,000 muertes y el huracán Georges en 1998, con


vientos de categoría 3, con muchas muertes y más de 40,000 casas destruidas. Ambos huracanes atravesaron el país en dirección Este – Oeste. Existen en la República Dominicana unos 400 ríos y 108 cuencas y sub cuencas hidrográficas y, como consecuencia directa de la pérdida de la cobertura boscosa, en el país se tiene un incremento en la vulnerabilidad ante los desastres “naturales”. La deforestación y degradación de los bosques tiende a crear situaciones donde el impacto de los factores naturales se multiplica, determinando una mayor vulnerabilidad a los desastres naturales, como inundaciones y deslizamientos de tierra. La disminución del bosque se refleja entre otras cosas en la disminución de la capacidad de recarga de las fuentes subterráneas y superficiales. Además, contribuye a que durante los periodos de lluvias se produzcan desbordamientos e inundaciones por el caudal de los ríos. Esto se observa en las principales cuencas hidrográficas de la RD, como son las del río Yaque del Norte, Yuna, Yaque del Sur y Ozama, y que se extrapola a las demás cuencas del país. Evidentemente, las partes bajas de las cuencas hidrográficas son las más afectadas por ser zonas vulnerables y frágiles. El impacto acumulado de los asentamientos y de las actividades humanas en las cuencas, incrementa la vulnerabilidad a los desastres “naturales”. Las inundaciones y sequías, a menudo producto de una gestión deficiente de las cuencas hidrográficas, cobran miles de vidas y causan miles de millones de dólares en pérdidas a las economías y comunidades. Estos desastres naturales, a su vez, tienen un profundo impacto en el desarrollo: Alto costo de reconstrucción, perdida de activos para el desarrollo, dificultan el desarrollo sano, seguro y perdurable y aumentan la pobreza. Los bosques pueden ayudar a reducir la vulnerabilidad del país a los desastres naturales, mediante su función de conservación y regulación de los caudales.


La Estrategia Regional de Cambio climático ERCC refleja el compromiso actual y futuro de los países que conforman el Sistema de Integración de Centroamérica (SICA) por actuar y salvaguardar el patrimonio regional, su alta biodiversidad, multiculturalidad y diversidad frente a la amenaza creciente del cambio climático y como aprovechar la oportunidad para revertir los déficit sociales acumulados y mejorar la calidad de vida de su población. La región confirma con la ERCC un proceso de construcción colectiva y armonización de políticas de este nuevo instrumento regional, pero además; ratifica la necesidad de contar con la cooperación y colaboración mundial en concepto de compensación ambiental que sume los recursos financieros crecientes y adicionales a la ayuda oficial al desarrollo que los países del SICA requieren para impulsar las medidas de adaptación y mejorar la resiliencia de la sociedad reduciendo la alta vulnerabilidad presente especialmente entre la población en situación de extrema pobreza. En ese sentido, la región a la vez de asumir sus retos y compromisos frente a la adaptación ante el cambio climático, reitera la necesidad que los países desarrollados avancen en la reducción ambiciosa de las emisiones de gases de efecto invernadero y el logro de un acuerdo internacional legalmente vinculante de reducción de los de gases de efecto invernadero. Reducción de emisiones al menos en un 45% para el año 2020 y un 95% para el año 2050. Estabilizar emisiones en 350ppm de CO2. Un incremento máximo de temperatura de 1.5º C. La región enfrenta un desafío considerable para adaptarse al cambio climático porque exige redoblar esfuerzos para reducir la pobreza, la desigualdad y la vulnerabilidad socioeconómica y ambiental, y para aumentar la resiliencia y la capacidad de adaptación de las sociedades, poblaciones específicas y ecosistemas. Es de suma importancia lograr acuerdos nacionales, regionales e internacionales para impulsar estrategias sustentables e incluyentes de adaptación que integren las acciones de reducción de vulnerabilidades con las de adaptación y las medidas de transición a economías más sustentables y bajas en carbono. La actual recesión económica global y los riesgos del cambio climático exigen que se revise a profundidad la matriz productiva de las economías de la región. Esto incluiría revisar sus formas de inserción en los mercados regional y global. Se requiere una evaluación de los vínculos entre sus patrones energéticos y las externalidades negativas por emisiones contaminantes, no limitándose a los gases de efecto invernadero (GEI) sino también considerando afectaciones y pérdidas en salud pública, en cosechas, infraestructura rural y urbana, y la degradación de ecosistemas, con la pérdida asociada en servicios eco sistémicos. La región requiere transitar hacia economías sostenibles, bajas en carbono y eficientes en el ordenamiento del territorio y uso de los bienes naturales, introduciendo cambios estructurales y tecnológicos en torno a los ejes de seguridad y eficiencia energética, gestión integral de recursos hídricos y reducción de la deforestación, además de la adopción de sistemas agroforestales eco-eficientes, diversos y resilientes. Las políticas públicas de la región ya están incorporando la adaptación para responder al cambio climático y desarrollado estrategias para la reducción de la pobreza y la desigualdad, incluyendo los ejes de seguridad alimentaria, gestión integral de recursos hídricos y reducción de impactos de eventos extremos. La protección de la biodiversidad y los ecosistemas para asegurar la provisión permanente de servicios eco-sistémicos constituye un eje clave, tanto para economías bajas en carbono como para la adaptación. Por otra parte, para construir resiliencia y enfrentar la creciente variabilidad climática, son necesarios ambiciosos programas de restauración de zonas degradadas, principalmente en la vertiente del Pacífico de Centroamérica que muestra un grave deterioro ambiental y concentra la mayor parte de la población de los países del istmo y República Dominicana.


1.2.3 Situación Regional con respecto a los bosques y las áreas protegidas

El Sistema Centroamericano de Áreas Protegidas (SICAP) se constituyó formalmente a partir de la firma y ratificación del Convenio Centroamericano de Biodiversidad y Áreas Silvestres Prioritarias por parte de todos los países de la región, en 1992. En ese momento, la gestión de áreas protegidas en Centroamérica había pasado por un proceso de desarrollo de más de 20 años de duración. Centroamérica continúa deforestando a un ritmo de 48 hectáreas por hora, lo que equivale a entre 375,000 y 400,000 hectáreas por año. Esta cifra alarmante no ha cambiado en los últimos diez años. A este paso, la región apenas cuenta ya con un 36.5% de cobertura forestal y se acerca peligrosamente a un límite de destrucción de los recursos naturales. Es momento, por lo tanto, de poner freno a esta situación y tomar medidas urgentes para detener y revertir esta debacle forestal. Una región que posee el 7% de todas las especies del planeta, muchas de las cuales no se encuentran en ninguna otra parte del mundo, no debería cometer la insensatez de seguir destruyendo sus bosques. Los gobiernos centroamericanos han hecho esfuerzos por aumentar las áreas protegidas, por generar políticas y estrategias para fomentar la conservación y la reforestación, entre otras iniciativas, pero en la práctica estos compromisos no están deteniendo la deforestación. Ha habido avances importantes en diferentes aspectos de la legislación y la institucionalidad ambiental regional, pero queda el sin sabor de no poder reconocer los mismos avances en el terreno. Las condiciones macroeconómicas, sociales y ambientales en general y con excepciones muy puntuales, indican que los anhelos y las metas de la agenda regional de desarrollo sostenible expresadas en la ALIDES están aún lejos de ser logradas. Según las últimas evaluaciones de los Recursos Forestales Nacionales reportadas a FAO (Estadísticas que se originan de estimaciones y proyecciones usando interpolación lineal para períodos de cinco años) la región de México y Centroamérica tiene 84.3 millones de hectáreas de bosques. Más del 75% de este recurso se encuentra en México, con 64.8 millones de hectáreas de bosques y selvas que representan el 34% del territorio Mexicano. Los siete países Centroamericanos contienen el 23% restante, distribuido sin mucha variación entre ellos, con excepción de El Salvador, que contiene solamente el 1.5% del bosque de Centroamérica (sin


México) y Belice que, a pesar de tener el 61% de su superficie nacional con bosque, esta solo representa el 7.1% del total de Centroamérica. También se destaca Honduras, que es el país con más bosque, siendo esto el 46% de su extensión territorial nacional y representado el 26.6% del bosque centroamericano. El resto de países tienen una cobertura que oscila entre el 25 y el 51% de sus respetivos territorios, y representa valores desde el 13 y el 16% del total del bosque centroamericano sin México. El 80% de las selvas con vegetación del trópico húmedo en México se encuentran en los estados de Veracruz, Oaxaca, Chiapas, Campeche y Quintana Roo. Estos bosques, junto con los bosques de Petén y Belice, conforman la Selva Maya; uno de los ecosistemas de bosques tropicales más extensos de Latinoamérica. En gran parte del país, la forma de desmonte tradicional ha sido total e indiscriminada. Este desmonte ha significado un cambio radical en el uso de la tierra, sustituyendo los bosques por otros usos, como la agricultura y la ganadería extensivas. Esta práctica ha sido la forma más generalizada de sustituir las tres cuartas partes de las masas boscosas que originalmente poseía el territorio nacional. En la República Dominicana, como consecuencia directa de la pérdida de la cobertura boscosa, en el país se tienen graves problemas de erosión de suelos, así como terrenos improductivos en las laderas de las montañas, sedimentación en las presas hidroeléctricas, disminución en el caudal de los ríos y un incremento en la vulnerabilidad ante los desastres “naturales”. Adicionalmente, existen áreas en proceso de salinización, como consecuencia de la escasez de lluvias y de un manejo inadecuado de la irrigación de tierras, principalmente en las zonas arroceras Tabla 1. Área de Bosque en Mesoamérica

País Área de Bos-que (miles de hectáreas)

Superficie nacional (mi-les de hectá-reas)

% de la su-perficie na-cional

% de área de bosque

Belice 1,393 2,280 61.1 1.7

Costa Rica 2,605 5,108 51 3.1

El Salvador 287 2,065 13.9 0.3

Guatemala 3,657 10,820 33.8 4.3

Honduras 5,192 11,190 46.4 6.2

Nicaragua 3,114 12,117 45.1 3.7

Panamá 3,251 7,439 43.7 3.9

Dominicana 1,583 4,822 29.1 3.2

Fuente: FAO Reportes de País, FRA 2010; * INAB,CONAP, UVG, URL, Estudio de dinámica de la Cobertura Forestal 2001-2006

Balance de Cambios/Kings College 2000-2005


En Honduras el ICF, el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP), y la SERNA , desarrollan planes locales, regionales y nacionales de prevención y combate de incendios forestales, de mane-jo eficiente de las unidades que conforman el Sistema Hondureño de Áreas Protegidas, los corre-dores ecológicos y los ecosistemas forestales para aumentar su capacidad de adaptación y resi-liencia a la variabilidad climática y al cambio climático y asegurar el mantenimiento de los proce-sos ecológicos y de los bienes y servicios ambientales. Fuente: Articulo 20 (d) Ley de Cambio climá-tico. En este país, casi la totalidad del bosque húmedo tropical se encuentra en la Mosquitia, don-de viven aproximadamente unas 75,000 familias indígenas misquitas, garífunas, afro descendien-tes, tawanka, pech y Tolupanes. Estos bosques, junto con la Mosquitia Nicaragüense, han sido declarados por UNESCO patrimonio de la humanidad, con la Reserva de la Biósfera de río Plátano y de Bosawás. El resto de las reservas de bosque en Nicaragua se encuentra en las Regiones Autó-nomas del Atlántico Norte y Sur, coincidiendo con los territorios indígenas miskitos, mayagnas, ramas y creoles. Una segunda eco-región está integrada por los bosques de pino-encino de Centroamérica, que se extienden desde Guatemala hasta Nicaragua. Sin embargo, el 75% de estos pinares se encuentra en la zona central y oriental de Honduras. La mitad del bosque caducifolio restante se encuentra en Panamá (52,7%), principalmente entre las provincias de Darién y Panamá, coincidiendo con los territorios pertenecientes a las comarcas indígenas Emberá-Wounnan, Kuna Yala, Wuargandí, y Madugandí. En Costa Rica, al igual que en los casos anteriores, un porcentaje importante de bos-ques primarios se encuentra en territorios Indígenas, ubicados principalmente en la zona sur y atlántica del país. La región continúa perdiendo sus bosques con altas tasas, pero en los últimos veinte años se han dado cambios significativos, y de las 726,000 hectáreas de bosque que se per-dían anualmente en la década de los años 90, recientemente, para el período 2005-2010, FAO reporta cambios anuales de 395,000 hectáreas. Las áreas menos alteradas de este eco región se reducen a los parques nacionales Palo Verde, Guanacaste y Lomas de Barbudal, en Costa Rica y Chacocente y Volcán Masaya en Nicaragua. En el resto de la región la vegetación ha sido arrasada casi completamente para dar paso a actividades agropecuarias. Actualmente sólo quedan algunos relictos de bosque seco y bosques riparios. En algunas partes ha habido regeneración natural por abandono de fincas. El Salvador: Todo el país ha sufrido trastornos evidentes, debido a que en la época del conflicto armado hubo una gran migración hacia las zonas medias bajas del país. Además, la zona central y parte de la oriental del país son consideradas como agrícolas. Se presentan delitos de usurpación y usufructo de tierras estatales que amenazan la existencia de las áreas naturales protegidas.


Honduras: Este tipo de bosque se encuentra muy fragmentado en algunos parches distribuidos en su mayoría en los departamentos de Choluteca, Valle, La Paz y El Paraíso. No están bajo el régimen de áreas protegidas. Nicaragua: En esta área se encuentran las ciudades y poblaciones más grandes. El bosque tropical seco existente como relicto en las regiones del Pacífico, Norte y Central se ha cuantificado en 454 000 ha. Su dinámica está sujeta a la tala ilegal para extracción de leña y madera, producción de carbón vegetal, cambio de uso para agricultura (granos básicos y café con sombra), ganadería extensiva y, más recientemente, turismo de aventura y ecoturismo. En Nicaragua se encuentran los remanentes de bosques tropicales más extensos de la región cen-troamericana en áreas declaradas como reservas de biósfera: BOSAWAS y Río San Juan. El trabajo de conservación de las masas boscosas del país no ha sido fácil por una serie de presiones antro-pogénicas y ambientales que han provocado fuertes cambios de usos de la tierra principalmente de bosques a otros usos como el agropecuario principalmente en el período 1990-2006. En este período las tasas de deforestación presentaron incrementos exponenciales de 100-150 hectáreas al año, provocando además de pérdidas de la superficie de bosque una serie de efectos desenca-denantes como contaminación, la erosión y el agotamiento de nutrientes. La explotación de los bosques se ha realizado a expensas de la biodiversidad y de la regulación natural del agua y del clima, y ha minado el apoyo a la subsistencia y los valores culturales de las comunidades rurales.

• Nicaragua cuenta con 9 sitios RAMSAR, 405,502 hectáreas que ocupa el segundo lugar en Mesoamérica con las mayores extensiones declaradas como humedales de importancia in-ternacional.

• Nicaragua cuenta con 3 reservas de la Biosfera de la UNESCO. 30,00 km2 • La extensión de bosques se estima en un 58% con respecto al territorio nacional, siendo

equivalente a 7,572,489 ha. • El 70% de los bosques están en comunidades indígenas(RAAN y RAAS)

Costa Rica: Fue muy afectada por la extracción de maderas preciosas y actividades agropecuarias. Actualmente, se trabaja en la restauración de hábitat en el área de conservación Guanacaste. Es importante la creación de áreas protegidas en los países que tienen este tipo de bosques. Los principales avances se han dado en Panamá y Costa Rica. En el período, Panamá ha reducido su tasa de deforestación de 1.2% a 0.4% para el mismo período y Costa Rica que es el único país con una ganancia neta de bosques, ha pasado de una pérdida anual de 19,000 hectáreas, a una ganancia de 23,000 hectáreas anuales. Ejemplifica que en un ciclo de 20 años se puede revertir completamente la deforestación, considerando que en los años 70 y 80 se reportaron pérdidas anuales de hasta un 3.5%. En contraste, Honduras, Nicaragua y Guatemala continúan con las tasas históricas de deforestación en el rango de 1.5 a 2.1%. Honduras tiene una tasa de cambio anual del 2.0% en cobertura boscosa, pero en términos abso-lutos, tiene el doble de área boscosa de Costa Rica, que es el país con mayor porcentaje del terri-torio con bosque después de Belice. En la República Dominicana, a pesar de que esta clasificación de la capacidad de uso de la tierra data de finales de los años sesenta, muy poco o nada se ha he-cho para llevar a cabo tal ordenamiento. En 1990, un estudio estableció que de las 4, 844,200 hec-táreas de superficie existentes en el país, cerca de 29,600 hectáreas estaban dedicadas a zonas urbanas y carreteras, en tanto que 2.6 millones de hectáreas estaban dedicadas a uso agropecua-rio (1.4 millones a la agricultura y 1.2 millones a pastizales), equivalente a cerca de 55% de ese total. Al comparar estos datos de uso actual con los de capacidad de uso expuestos más arriba, se ponen de manifiesto los serios conflictos de uso de la tierra existentes en el país. Estos conflictos


de uso explican en gran medida fenómenos como la erosión de suelos, la sedimentación de las fuentes de agua superficiales, la deforestación y pérdida de biodiversidad, la desertificación. En conjunto, las áreas protegidas de Centroamérica conservan aproximadamente un 73% de su biodiversidad en términos del MSA. El restante 27% se ha perdido, debido principalmente a la presión por Uso de Suelo, a la que se le atribuye un 13% de pérdida. Esto quiere decir que las Consecuencias de la intervención humana traspasan los límites de las reservas. Un 6% de la pérdida se atribuye al impacto por Infraestructura y un 5% al impacto por Fragmentación por las carreteras y caminos que cruzan o rodean las áreas. (Informe Globio) 1.2.4 Situación Regional con respecto a la deforestación

Centroamérica es una región biogeografía que actúa como un puente de unión entre los territorios norte y sur del continente. Esta función ecológica está dada en gran medida por la cobertura forestal remanente en el istmo, la cual se estimaba para el año 2005 en alrededor de 20,000 millones de hectáreas (36.5 % del territorio), incluyendo bosques secos en la vertiente del Pacífico de la región, y bosques húmedos, pinares y bosques nubosos o de nebliselva en el centro de la región y la vertiente del Caribe. El acelerado y progresivo deterioro de la cobertura forestal de la región pone en riesgo esta importante función que mantiene procesos ecológicos vitales para todo el continente. Dentro de las principales causas identificadas de la pérdida de cobertura forestal de la región se pueden identificar desastres ocasionados por fenómenos extremos de la naturaleza que por la posición geográfica de la región son muy frecuentes en determinadas temporadas del año, así como causas antropogénicas relacionadas con el uso inadecuado del territorio y sus recursos naturales, patrones irregulares no planificados de asentamientos y ocupación del territorio y el avance de la frontera agrícola. Considerando que la población centroamericana crece a un ritmo estimado de 2.2 % anual, y que la población actual de la región se estima en 38 millones de habitantes, las perspectivas de mantenimiento de la cobertura forestal son inciertas dadas las asimetrías en políticas y modelos


de desarrollo que implementan los diferentes países del istmo. Se ha estimado que anualmente se pierde un 2.1 % de la cobertura forestal de la región; solamente entre los años 2000 y 2005 se perdieron más de 375,000 ha de bosques, siendo las principales razones de la deforestación: los cambios de uso del suelo por el avance de la frontera agrícola y la agricultura migratoria, la extracción de madera para su uso industrial y energético sin un enfoque de sostenibilidad y los incendios forestales resultantes, en un alto porcentaje, de prácticas culturales asociadas a la preparación de los suelos para el establecimiento de cultivos anuales, mediante la quema de los terrenos. El consumo anual de leña y carbón vegetal en la región se estima en alrededor de 39 millones de metros cúbicos, volumen trece veces mayor que el autorizado oficialmente. Los incendios forestales son un problema generalizado para toda la región. Entre 1996 y 2001 se acumularon 104,900 episodios en toda la región, período en el que Honduras y Nicaragua fueron los más afectados. Entre 2000 y 2001 se reportaron casi 34,000 incendios, de los cuales 9,000 fueron en Nicaragua y Honduras. Entre las causas institucionales y políticas se pueden referir el uso de sistemas de detección inapropiados, débiles estructuras organizativas para la prevención y el combate de los incendios, marcos legales desactualizados o del todo inadecuados, y serias deficiencias en la coordinación entre instituciones y entre las políticas sectoriales y extra sectoriales. Se estima que por la pérdida anual de aproximadamente 375,000 ha a 400,000, de bosques, el costo social asciende a aproximadamente $ 498.7 millones; Alrededor del 64 por ciento del territorio centroamericano ha sido deforestado, y dos terceras partes de ese porcentaje lo fue en los últimos treinta años. El monto de los impactos directos producidos por los incendios forestales es de US$ 118.2 millones, mientras que el monto de los impactos indirectos es de US $ 380.6 millones, lo cual constituye una pérdida significativa de recursos financieros y económicos para los países de la región. La región cuenta con 743 áreas protegidas, éstas ocupan una superficie de 143,908.4 Km2, la áreas están estructuradas alrededor de Sistemas Nacionales de Áreas Protegidas. Las áreas se destinan a la conservación de la biodiversidad, bajo diferentes categorías y regímenes de protección; más del 50% de los bosques remanentes de Centroamérica se encuentran en áreas protegidas, lo que realza la necesidad imperante de realizar una adecuada gestión de éstas para poder conservar y manejar los ecosistemas forestales de la región. La tendencia en la gestión de las áreas protegidas está orientada en muchos casos hacia una conservación casi absoluta, existiendo áreas que permitirían un uso sostenible de los recursos boscosos, a través de sistemas silvopastoriles y agroforestales, en base a las propias categorías de manejo, entre otros. El Sector Forestal en América Central puede cumplir una función significativa en la mitigación de los impactos del cambio climático. El enfoque de sostenibilidad en el aprovechamiento forestal y de las tierras con fines agrícolas así como la reducción del avance de la frontera agrícola, puede contribuir al secuestro, substitución y reducción de las emisiones de carbono. La reducción potencial de las emisiones de carbono se basa en una estimación anual del nivel de deforestación en América Central del orden de las 388, 000 hectáreas.


1950

1970

1985

* No incluye manglares y sabana con pinos.

Fuentes: USAID Country Environmental Profiles; Heckadon Mereno y Espinosa Gonzalez, 1985; Nations y Komer, 1983

1.2.5 Situación REDD a nivel internacional, regional y nacional Durante la 7ª Conferencia de las Partes (COP-7) que tuvo lugar en Marruecos (2001), algunos paí-ses desarrollados y en desarrollo propusieron que el concepto de “deforestación evitada” fuese elegible bajo el Mecanismo para un Desarrollo Limpio (MDL) durante el 1er período de compromi-sos del Protocolo de Kioto. Dicha propuesta fue rechazada en los Acuerdos de Marraquech, debido a un número significativo de problemas conceptuales y metodológicos asociados a las actividades


forestales. Las únicas actividades forestales adoptadas como elegibles bajo el MDL para los países en desarrollo fueron la “forestación, reforestación y deforestación”. No fue sino hasta 4 años después que en la Universidad de Columbia se funda y establece la sede de la Coalición de Países con Bosques Tropicales (CfRN), la cual desde su creación ha contado con asesoría de economistas y académicos, y ha actuado como punta de lanza a favor de la elegibilidad de la “deforestación evitada” bajo el MDL, y más recientemente ha promovido REDD y su variante REDD-plus bajo la CMNUCC. Fue en el contexto de esta dinámica que una propuesta conjunta de Costa Rica y Papúa Nueva Guinea impulsó de nuevo el tema, esta vez bajo el término “reducción de las emisiones derivadas de la deforestación” (RED). Durante la COP-11 en Montreal (2005) el tema fue introducido formalmente bajo el ítem 6 de la agenda de negociaciones, pero debido a sus limitaciones metodológicas fue trasladado al Órgano Subsidiario de Asesoramiento Científico y Tecnológico (SBSTA). Durante la COP-13 en Indonesia (2007) se adoptó el Mandato y Plan de Acción de Bali (PAB), inclu-yendo a REDD-plus como un enfoque para estimular la acción de mitigación, y planteándose la necesidad de proveer incentivos positivos para sus actividades3. Además, se estableció el Grupo de Trabajo Especial para la Acción Cooperativa a Largo Plazo (AWG-LCA) para presidir y facilitar la negociación del PAB hasta la expiración de su mandato de dos años, el cual fue prorrogado un año más hasta finales de 2010 para la COP-16 en Cancún. La presidencia del AWG-LCA elaboró una propuesta de texto a inicios de julio 2010, para facilitar las negociaciones entre las partes a fin de consensuar y presentar un borrador de decisión ante la COP-16, en cumplimiento del Mandato de Bali. En el capítulo I de dicho texto se establece de ma-nera inmediata un mecanismo incluyendo REDD-plus, encaminado a movilizar recursos financieros de los países desarrollados, estableciéndose las categorías de actividades elegibles. En el capítulo VI del texto referido, se desarrollan las estipulaciones propuestas para el estableci-miento de un mecanismo REDD-plus, definiendo las categorías de actividades elegibles y las salva-guardas para su implementación, y reflejando todavía las divergencias entre las partes, con opcio-nes alternativas actualmente en negociación. Al mismo tiempo, el texto incluye seis mandatos al SBSTA para que establezca modalidades para superar las debilidades metodológicas de REDD-plus vinculadas a la falta de permanencia y adicionalidad, al desplazamiento de emisiones y la difícil mensurabilidad. Lo anterior incluye modalidades para el desarrollo e implementación de las estrategias o planes de acción nacionales de REDD-plus, lo cual requeriría y aseguraría la participación de todos los países en la definición y adopción por consenso de dichas modalidades. Sin embargo, paralelamente al proceso multilateral de la CMNUCC, desde la CfRN y con el apoyo de gobiernos de los países desa-rrollados y agencias multilaterales y bilaterales de cooperación, se ha promovido el establecimien-to de mecanismos facilitadores y financieros, encaminados a acelerar la superación de los proble-mas metodológicos asociados a las opciones REDD-plus y a la creación de capacidades para desa-rrollar y ejecutar estrategias nacionales para viabilizar dichas opciones a nivel nacional o subnacio-nal. Tal es el caso de las iniciativas FCPF bajo el BM y UN-REDD bajo el PNUMA, FAO y PNUD, que actúan como plataformas de política dentro de las negociaciones focalizándose en el tema REDD-plus, en detrimento del enfoque integral bajo el cual la agenda de negociaciones ha sido estructu-rada y articulada en el marco del Mandato de Bali para el logro del objetivo último de la CMNUCC. El tema del cambio climático inducido por el aumento de los gases de efecto invernadero de

origen antropogénico es actualmente un tema de preocupación mundial y de necesidad de acción


conjunta para su mitigación. El Informe Stern (Stern, 2006) establece que el 32% de las emisiones

globales se producen en el sector forestal y agrícola de países en vías de desarrollo. Con estos

datos es fácil comprender el nivel de influencia que tiene la deforestación en el cambio de los

patrones climáticos. Sin embargo el mecanismo de mercado de Reducción de las emisiones por la

deforestación y degradación de los bosques (REDD), ni sus versiones REDD+ y REDD++, pueden ser

soluciones reales para el abatimiento de los factores básicos que ocasionan el cambio climático,

como los estilos de producción y consumo y la utilización de combustibles fósiles que son los

factores reales que generan el calentamiento global.

El problema del cambio climático debe resolverse desde sus orígenes (Reducción de las emisiones

de GEI antropogénicos). Actualmente los mecanismos para solucionar el cambio climático se

enfocan en soluciones de remediación en lugar de tratar de cambiar las causas principales del

problema.

La tendencia actual en la dinámica sociedad-bosques marca un patrón de degradación de los

recursos forestales alarmante en la mayoría de los casos. El avance de la frontera agrícola y la

transformación de suelos de vocación forestal se han convertido en el escenario más común en

muchos países alrededor del mundo. Un ejemplo claro de esto se puede observar en la región

Centroamericana, la cual se caracteriza por tener una de las tasas de deforestación más elevada a

nivel mundial.

Al desaparecer el bosque se pierde la diversidad biológica, la cual provee a su vez muchos servicios

derivados de los ecosistemas como alimentos, plantas medicinales, servicios ambientales y una

gran diversidad de productos que son vitales para las economías locales y nacionales. Los

ecosistemas sanos retienen y suministran agua potable, previenen la erosión, filtran

contaminantes y albergan a especies endémicas de flora y fauna. A todos estos aspectos es

necesario sumar también el potencial que tienen los bosques para mitigar los efectos del cambio

climático a nivel global y local.

A continuación se analizan brevemente todos los países del CCAD para lo cual se presenta una gráfica que contiene los elementos importantes de los procesos REDD ya abordados en otros do-cumentos esclarecidos en la bibliografía del presente documento:


Belice: Estado del apoyo a la iniciativa REDD según la Norma FCPF

R-PP = Readiness Proposal Plan

R-PIN =

R-P

IN

R-P

P Implementación del Plan de Preparación, Costos aprox. 3 – 6 millones US$ por país a

nivel nacional

Apoyo de cooperación técnica al Proceso REDD nacional no es en este momento ningún proceso

formal FCPF

Nivel nacionalPlanificación, Consultas

Readiness Plan Idea Note

Costa Rica:Estado del Apoyo de Cooperación Técnica de la Iniciativa REDD según la norma FCPF

R-PP = Readiness Preparation Proposal

R-PIN =

R-P

IN

R-P

P Implementación del Plan de Preparación , Costos aprox. 3 – 6 Mill US$ por país a nivel

nacional

Apoyo de cooperación técnica a l procesonacional REDD en acuerdo cercano con el Banco

Mundial – Asumirendo la Componenta MRV

Nivel NacionalPlanificación, Consultas

Sub-Nacional

Pagos de Compensación

Área de Funcionamientode cooperación financiera

Todavía no hay acuerdo, perohay experiencias nacionales

valiosas a la disposición

real

izad

o

real

izad

o

Readiness Plan Idea Note

Belice no participa

formalmente en el FCPF pero

tiene interés en el proceso

REDD y es apoyado por el

programa regional de

cooperación técnica REDD.

Existe interés por parte de

Belice en el piloto de

mecanismos de

compensación.

Costa Rica ha tenido

grandes avances en el

proceso REDD y ya ha

comenzado la

implementación del R-

PP. El programa

regional REDD es parte

de este apoyo como

socio estratégico.


República Dominicana:Estado del apoyo de la cooperación técnica de la iniciativa REDD según la norma FCPF

R-PP = Readiness Proposal Plan

R-PIN =

R-P

IN

R-P

P Implementación del Plan de Preparación, Costos aprox. 3 – 6 Mill US$ por país a nivel

nacional

Apoyo de cooperación técnica del procesonacional REDD, al momento no hay un proceso

formal de FCPF


Sub-Nacional


Área de funcionamientode la cooperación

financiera

Experiencia de muchos añosde cooperación técnica en el

manejo de los recursosnaturales y potenciales para

proyectos de REDDReadiness Plan Idea Note

Se ha iniciado en septiembre de 2011 el proceso preparatorio

Para preparar la estrategia REDD y un taller de diagnóstico sobre

MRV y una metodología para el inventario Nacional forestal con el

Apoyo de GIZ.

El Salvador:Estado del apoyo de cooperación técnica de la iniciativa REDD según la normaFCPF

R-PP = Readiness preparation proposal

R-PIN = Readiness Plan Idea Note

R-P

IN

R-P


nacional

Apoyo de cooperación técnica del procesonacional REDD


Sub-Nacional



financiera

Región del Trifinio Potencialcomo proyecto piloto para

pagos de compensación

real

ziad

o

República Dominicana,

al igual que Belice, no

participa formalmente

en el FCPF. El programa

regional REDD GIZ apoya

todo el proceso REDD,

es decir, la preparación

de del país para la

implementación de

mecanismos de

compensación. El

trabajo de cooperación

alemana al desarrollo de

muchos años posibilita

partir de trabajos ya

existentes. Se ha

elaborado la

metodología para

inventario forestal

nacional y se hacen

gestiones con GIZ y FAO

para iniciar ejecución en

el 2012.

El Salvador ha tenido

conversaciones para

participar en el FCPF.

Posee una escasa

cantidad de áreas

forestales de aprox. 5-

7%. Sin embargo, la

región del Trifinio tiene

un gran potencial de

introducir

ejemplarmente los

mecanismos de

compensación para una

mejor explotación de

los recursos.


Guatemala:Estado de la cooperación técnica de la iniciativa REDD según la norma FCPF



R-P

IN

R-P


nacional

Apoyo de cooperación técnica del procesonacional REDD


Sub-National



financiera

Proyecto piloto para pagos de compensación elaborado por

Rain Forest Alliance

Re

aliz

ado

pe

roto

dav

ían

oac

ep

tad

o

En

pro

ceso

real

ziad

o

Honduras:Estado del apoyo de cooperación técnica de la iniciativa REDD según norma FCPF



R-P

IN

R-P


nacional

Apoyo de cooperación técnica al proceso nacional REDD en estrecho acuerdo con el Banco

Mundial


Sub-nacional

Pagos de compensación

Área de funcionamiento de cooperación financiera

Larga experiencia de cooperación técnica en el

manejo de recursos naturales Potencial para proyecto piloto en áreas certificadas por FSC

En

pro

ceso

En

pro

ceso

real

izad

o

Guatemala ha tenido

progresos significativos

en el proceso REDD. La

cooperación alemana

al desarrollo puede

jugar un rol importante

en la implementación

de R-PP. En cuanto a

los mecanismos de

compensaciónsin

embargo han surgido

dificultades pues no

hay decisiones en torno

a la comercialización de

CO2.

En Honduras se

conformó el Grupo

Nacional de Trabajo

REDD, trabajando el

PIN, RPP, la

metodología para

identificar áreas con

potencial de REDD la

primera línea base

sub nacional. La

cooperación técnica

alemana ha tomado el

rol del BM en la

preparación de R-PP.

El largo trabajo de


es una base sólida

para la aprobación de

recursos adicionales.


Nicaragua:Situación del apoyo de cooperación técnica de la iniciativa REDD según la norma FCPF



R-P

IN

R-P


nacional

Apoyo de cooperación técnica del proceso nacional REDD en estrecho acuerdo con el Banco

Mundial


Sub-nacional

Pagos por compensación

Área de funciionamiento de cooperación financiera

Hay disponibles experiencias de cooperación técnica pero no hay acuerdos que vayan

más allá

Re

aliz

ado

pe

ro n

o

ace

pta

ro

real

izad

o

«La posición del Gobierno de Nicaragua en relación al enfoque REDD+ recalca la nece-

sidad de trabajar por detener la deforestación para enfrentar el cambio de uso de

suelo, degradación de los ecosistemas boscosos, con el fin de proteger y defender a

nuestra Madre Tierra, restituyendo el derecho a nuestros pueblos a gozar de la sus-

tentabilidad ambiental, que generan los ecosistemas de bosques en calidad de aire,

recargas hídricas, protección de los bosques, entre otros».

El bosque genera “Valor Público”, por lo tanto no se debe de someter a los mercados

tradicionales, distorsionados y con énfasis en valores financieros.

Las políticas y medidas vinculadas a las opciones REDD+ deberán promover y asegurar

la participación de las comunidades indígenas, rurales y locales y otros actores perti-

nentes en todo el ciclo de las acciones REDD+.

Nicaragua ha venido

siendo apoyada

exitosamente desde

hace más tiempo por

la cooperación técnica

en el proceso REDD.

Al momento no ha

sido aprobada su R-

PP, se está pensando

en el piloto de

mecanismos de

cooperación. La

experiencia de la


es una base sólida

para expandir la

participación de la

cooperación al

desarrollo.


Panamá:Estado del apoyo de cooperación técnica a la iniciativa REDD según norma FCPF



R-P

IN

R-P

P Implementación del Plan de Preparación, Costos aproz. 3 – 6 Mill US$ por país a nivel

nacional

Apoyo de cooperación técnica del proceso nacional REDD en estrecho acuerdo con UN-

REDD


Sub-nacional


Área de funcionamiento de cooperación financiera

Preparación de una cooperación con las

autoridades del canal de Panamá

real

izad

o

real

izad

o

En p

rep

arac

ión

Los resultados de las etapas iníciales de preparación para REDD+ en Mesoamérica demuestran orientaciones claras, así como una serie de limitaciones y ausencias que de no abordarse, pueden resultar perjudiciales para comunidades forestales y pueblos indígenas, pues muchos de los terri-torios bajo la mirada para implementar acciones de REDD+, son habitadas y/o están bajo su con-trol. Si bien Mesoamérica presenta condiciones propicias‟ para acciones de REDD+, será imperati-vo profundizar en aspectos complejos y conflictivos que le son inherentes, como las causas subya-centes de la deforestación y la degradación forestal, pues sus dinámicas determinan muchos de los contextos de gobernanza en diversos territorios de la región. Los procesos de preparación para REDD+ en Mesoamérica, ponen a la vista que temas medulares como la equidad y la justicia social requieren de un esfuerzo más decidido de los gobiernos para asegurar los derechos de propiedad y de uso y acceso por parte de las comunidades forestales, indígenas y campesinas de los bosques, así como sobre sus medios de vida, todo lo cual constituye elementos centrales para que REDD+ contribuya a mejorar la gestión social y gobernanza territo-rial. En este contexto, Mesoamérica ofrece una oportunidad valiosa, pero sobre todo oportuna para replantear un enfoque de REDD+ desde la perspectiva de comunidades forestales, indígenas y campesinas, a pesar que el panorama es complejo y está fuertemente marcado por la incertidum-bre de un nuevo régimen de cambio climático, los pocos avances en la COP-16 de Cancún y por el fracaso de iniciativas de ley sobre cambio climático en el Senado estadounidense, pues todo ello influencia directamente los mercados y fondos de carbono. A continuación se discuten brevemen-te las principales tendencias y temas críticos del proceso de preparación para REDD+ en Mesoa-

Panamá se

encuentra avanzada

en forma similar a

Costa Rica en el

proceso REDD. La

aceptación para la

implementación de

R-PP está dada ya,

además REDD es

parte ya de la

política nacional de

clima. La


es un socio activo en

la implementación

de R-PP-. El piloto es

bastante

prometedor. Está en

camino una

preparación de esto

con las autoridades

del canal de Panamá.


mérica, que son fundamentales en el desarrollo de estrategias e implementación de acciones de REDD+ que busquen beneficiar a comunidades forestales y pueblos indígenas. La Región Centroamericana desde el punto de vista ambiental y social es un territorio reconocido mundialmente por su mega diversidad y su alta vulnerabilidad. Centroamérica cuenta con más de 200 ecosistemas terrestres y 300 formas de paisaje natural, la región alberga el 7% de la biodiver-sidad del planeta (INBio, 2004) y en ella coexisten más de 100 pueblos indígenas y afro descen-dientes, que comparten sus condiciones de pobreza extrema, pese a estar asentadas en una plata-forma natural muy rica en términos de diversidad biológica. (REDD – CCAD – GTZ, 2010) Lamenta-blemente esta mega diversidad está siendo amenazada por la deforestación. Las referencias ac-tuales para Centro América citan una pérdida del recurso forestal equivalente a 350,000 hectá-reas anuales (CCAD 2010, Galloway, G. 2007). La región Centroamericana se caracteriza por tener la tasa de deforestación más elevada a nivel mundial, deforestando a un ritmo de 48 hectáreas por hora. Actualmente la región cuenta con un 36.5% de cobertura forestal la cual se encuentra bajo gran-des amenazas de desaparecer. Si desaparecen estos bosques se perderán también los servicios derivados de los ecosistemas como alimentos, plantas medicinales, servicios ambientales y una gran diversidad de productos que son vitales para las economías locales y nacionales aumentando de esta forma la vulnerabilidad de la región. A todos estos aspectos es necesario sumar también el rol fundamental que desempeñan los bos-ques en la captación y retención del carbono atmosférico y la importancia de los mismos para la regulación climática a nivel local y global. Actualmente se discuten políticas que sean eficientes para la reducción de la deforestación y los efectos adversos que esta problemática conlleva, tanto en el sentido del cambio climático como en el de la perdida de la biodiversidad y los servicios derivados de los bosques. Con base a esto se establece la idea de las actividades de Reducción de Emisiones por Deforestación Evitada y De-gradación de Bosques (REDD), las cuales abren la oportunidad de dar un giro a la estrategia de combate a la deforestación y al cambio climático.

Las actividades de mitigación bajo esquemas de REDD, no deberán ser exclusivamente financiadas mediante mecanismos de compensación de las emisiones de los países desarrollados, sino también a través de otro tipo de aportaciones directas de los países desarrollados, tal es el caso de una ventanilla especializada para REDD en el FVC, la cual podría alimentarse de recursos provenientes de retenciones diferenciadas a la aviación civil, transporte marítimo, impuestos al carbono, entre otros.

Abordar las causas subyacentes de la deforestación y la degradación pasa por un conjunto de desafíos institucionales. Sin embargo, el proceso de preparación para REDD+ evidencia que el pro-ceso y las vinculaciones institucionales que se están construyendo son limitados. Hay un amplio consenso entre sectores ambientales y conservacionistas, que será necesaria una mayor coordinación inter-sectorial para diseñar una estrategia coherente de REDD+. El progreso en esta área es débil. En Guatemala, diversos ministerios y sectores se han convocado por medio de la Comisión Inter-Institucional de Cambio Climático, sin embargo, un ejemplo de los intereses profundamente contrapuestos entre sectores emergió justamente después de las primeras reuniones de este grupo: la prórroga de una concesión petrolera, firmada por el Ministerio de Energía y Minas y vetada por el MARN, que al final fue aprobada por el gobierno. Un ejemplo posi-tivo es la coordinación interinstitucional en torno al tema ambiental –convenios y arreglos entre:


MARN-MAGA-INAB-CONAP; y las coordinaciones a diferentes niveles: de dirección y técnico; esto en la parte gubernamental, pero también existe una importante organización de actores no gu-bernamentales que está iniciando su participación en el proceso como la Mesa Nacional de Cam-bio Climático, Mesa Indígena de Cambio Climático, entre otras. También indicar que en el marco de esa coordinación el país está en proceso de desarrollar e impulsar una Estrategia Nacional para la Reducción de la Deforestación y Degradación en la que el tema REDD+ será un componente más. Así también se reportan avances en Guatemala con los procesos sub nacionales de cuantificación de carbono (definición de niveles de referencia), al me-nos el más avanzado que es El Proceso sub-nacional de las Tierras Bajas del Norte, que está siendo impulsado por CONAP, INAB, Rainforest, UICN, FUNDALACHUA y los Concesionarios de Petén, y el cual está casi completado, y en el mismo se ha aplicado una metodología que podría ser replicable en otras áreas de la región. En este tema Guatemala ya tiene experiencia que puede compartir. Otros países han formado entidades parecidas, como la Dirección de Cambio Climático en la Secre-tarias de recursos naturales y Ambiente (SERNA), La Comisión Interinstitucional de alto nivel en materia de Cambio Climático en Guatemala, la Secretaria de Cambio Climático en República Domi-nicana-; ó el recién creado Grupo Nacional de Trabajo sobre REDD+ en Honduras, que además de entidades gubernamentales, también integra representantes del sector privado, de la sociedad civil y de la academia. En Costa Rica, varios de los sectores claves no están vinculados de manera directa con la estrategia de REDD. A pesar de sus debilidades, estas acciones son más avanzadas que en el resto de países, lo que pone en duda la voluntad política para lanzar esfuerzos serios para reducir la deforestación y la degradación. No menos importante es el desafío de incorporar distintos niveles de gobernanza, no solamente de manera horizontal entre sectores y actores diferentes, sino también de forma vertical para incorporar las entidades territoriales y locales, tanto gubernamentales, como no gubernamenta-les. Para lograr una coordinación efectiva, será extremadamente importante no sólo la consulta, sino también la participación directa de los demás niveles de gobierno, incluyendo autoridades territoriales y municipales, que están marcadamente ausentes de los procesos iníciales de prepa-ración. También hay que destacar el rol estratégico que juegan los pueblos indígenas y las comunidades forestales en el manejo sostenible y la conservación de los bosques y la biodiversidad de la región. Existe una falta de inclusión de los pueblos indígenas y comunidades forestales en estos procesos. Aunque todos los países han iniciado procesos o planes de consulta y participación, lo han hecho de manera simultánea al desarrollo de las estrategias nacionales, excluyendo a estas comunidades de los pasos iníciales. Es de alta importancia que la participación de los pueblos indígenas y comu-nidades forestales sea formalizada e institucionalizada como uno de los primeros pasos en la pre-paración de REDD+, en lugar de abordarse como otro elemento más en una lista de componentes ó de requisitos que incluyen talleres de consulta en el proceso de preparación. Las razones no solamente son de índole ética, sino también estratégicas y políticas, puesto que importantes ex-tensiones de bosques en Mesoamérica están bajo su control. Los bosques más estables y con más carbono se encuentran en territorios indígenas, que a su vez, en una buena parte coinciden con áreas protegidas, pero además están fuertemente amenazados ó impactados por las distintas di-námicas de deforestación. Las estrategias de REDD+ se han enfocado casi exclusivamente en los marcos legales nacionales y en las normas y reglas estatales que influyen en el manejo forestal. Con esta lógica, también se está reactivando el interés, que rápidamente puede pasar a ser una tendencia, de fortalecer los sistemas de áreas protegidas y parques nacionales, así como sus planes de manejo y con estos, las


regulaciones basadas en los objetivos de conservación. Esta tendencia corre el riesgo de impactar los medios de vida locales, sobre todo considerando que en la región, los abordajes sobre dere-chos relativos a REDD+ se limitan casi exclusivamente a la propiedad de los bosques y del carbono, lo cual fácilmente puede ser la ruta para reforzar intentos previos de reorganizar el manejo de bosques a partir de enfoques estatales simplificados de tenencia, que no toman en cuenta los complejos sistemas locales de tenencia y de manejo que han desarrollado las comunidades. El reconocimiento de estos sistemas no solamente evita impactos negativos, sino que presenta una oportunidad importante para fortalecer la gobernanza forestal y territorial por medio de una con-vivencia de mecanismos de gobernanza formales e informales. En el contexto de una instituciona-lidad formal débil, los gobiernos pareciera que están evadiendo ó ignorado sus mejores aliados en una gobernanza efectiva, que se requerirá para implementar acciones de REDD ó de REDD+.

El desarrollo de una Estrategia Nacional REDD+ presenta varias oportunidades claves potenciales, tales como una voluntad política al más alto nivel para aumentar la cobertura forestal de los países de la región país, una alta sensibilidad de la población ante la vulnerabilidad ante desastres natu-rales y con el tema de cambio climático. El desarrollo de las Estrategias Nacionales REDD, presuponen la participación, concertación y cooperación de los actores relevantes que inciden en los bosques en el diseño, aplicación y eva-luación de las políticas e instrumentos para disminuir la deforestación y el deterioro de los bos-ques. Las políticas y medidas vinculadas a las opciones REDD+ deberán promover y asegurar la participación de las comunidades, y otros actores pertinentes en todo el ciclo de las acciones REDD+. La REDD+ requiere forzosamente el concurso de las instituciones. Para la elaboración de una Estra-tegia Nacional REDD+ en la RD, se debe considerar los ejes rectores de la planeación del desarrollo nacional, así de los programas y acciones que se encuentran en marcha y que se relacionan con este mecanismo. La discusión amplia las ENRD representa también una valiosa oportunidad de dimensionar el tema de la deforestación para armonizar políticas y mecanismos de coordinación


interinstitucionales, entre órdenes de gobierno y entre sociedad y autoridades. Adoptar un enfo-que territorial en vez del enfoque sectorial, incluyendo el conjunto de los ecosistemas, no sólo los arboles, y atender las actividades agropecuarias, no agropecuarias y forestales, de forma tal que las acciones a ejecutar tengan un impacto efectivo en la reducción de la pobreza rural. Asimismo, se visualiza la consolidación de políticas e instrumentos para promover un mercado de bienes y servicios ambientales, así como para compensar por los bienes y servicios ambientales que prestan los ecosistemas forestales. Para elevar la efectividad de la gestión ambiental, se propone avanzar en la implementación de tres instrumentos. El primero es la implementación de un Plan de Ordenamiento Territorial que regule el uso del suelo, incentive el aprovechamiento sustentable de los recursos y facilite la gestión integral del riesgo. Un plan de ordenamiento territorial que efectivamente se cumpla puede jugar un rol trascendental en el mejor aprovechamiento de los suelos según su mejor vocación (agrícola, urbana, turística o servicio ambiental) y eliminar potenciales conflictos con usos no sustentables de los mismos.

La conciliación de la protección del medio ambiente y el mantenimiento de su capital natural, con la competitividad de los sectores productivos y el desarrollo social, constituye un gran reto para la sociedad dominicana. REDD+ puede aportar a desarrollar una visión holística del desarrollo y a transversalizar las políticas públicas. Para la preparación de la estrategia REDD se han identificado algunos obstáculos que deben supe-rados adecuada y oportunamente dentro de los que podemos citar:

No existe claridad en la tenencia de los bienes y servicios del bosque (derechos de propie-dad del carbono);

Inexistencia de un marco regulatorio especifico;

Existe una insuficiente política de fomento al manejo sostenible de los bosques;

Aunque se reconoce el problema de la tala y comercio ilegal de productos forestales, la in-formación al respecto es muy escasa y dispersa y no existen estudios al respecto;

Sistemas de planificación y monitoreo ambiental y forestal débiles e insuficientes;

Escasa coordinación interinstitucional entre los sectores económicos más dinámicos del país.

1.2.6 Rol de la cooperación internacional en cambio climático y REDD, REDD + Muchos programas de la cooperación internacional encuentran serias dificultades en poderse insertar en dinámicas existentes para potenciar iniciativas con intereses comunes, por la forma en que se diseñan. Adicionalmente, los programas tradicionales tienen serias dificultades en adaptarse a las situaciones continuamente cambiantes del entorno en que se desarrollan.


ACTOR QUE APORTA QUE SE REQUIERE PARA EL FUTURO

Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE)

Potencial financiero y base institucional re-gional. Aporta en el diseño de mecanismos y productos financieros ambientales. Actual-mente provee fondos para incentivos finan-cieros por reducción de emisiones por con-sumo de leña.

Liderar el proceso de establecimiento de instrumentos financieros apropiados para proyectos REDD Sub-nacionales (fideicomi-sos). Vincularse al tema REDD. Requiere vincularse a las mesas de Diálogo , y atraerlos hacia escenarios estratégicos de masas bos-cosas

Banco Alemán de Desarrollo (KFW) El KFW ejecuta la Cooperación Financiera

Alemana con los países en vías de desarrollo

por encargo del Gobierno Federal. Compro-

metidos con la reducción de la pobreza y los

riesgos ecológicos. En Costa Rica provee

fondos para proyectos de Conservación en la

Región de San Carlos. Financia los Programas

Protección de Recursos Marinos en Centroa-

mérica, de Inversión en Manejo de Recur-

sos Naturales con Pueblos Indígenas en

Centroamérica y Selva Maya.

Liderar un dialogo sobre instrumentos finan-cieros para REDD a nivel de proyectos sub-nacionales. Actores que pueden aportar fondos de escala.

Fondo Nórdico para el Desarrollo (FND) Provee fondos para proyectos destinados a la mitigación y adaptación al Cambio Climático, (Dinamarca, Islandia, Finlandia, Noruega, Suecia). En Centroamérica, el FDN desarrolla la iniciativa PASCA REDD comunitaria.

Vincularse con proyectos piloto a nivel de terreno en regiones que tienen condiciones para proyectos sub nacionales (Peten, Kuna Yala, RAAN)

Banco Mundial (BM) Está liderando el proceso de preparación para REDD con el Fondo Cooperativo para el Car-bono de los bosques en Centroamérica.

Promover una normativa de los mecanismos operativos para procesos de consulta con pueblos indígenas. Se requiere que realice los desembolsos en los países de CA. Ya desem-bolsó en Panamá y Costa Rica.

Banco Interamericano de Desarrollo (BID) Fondos para ordenamiento territorial, Mane-jo de Cuencas, Catastro, Manejo de ecosiste-mas. Tiene una ventana de atención para los Indígenas. En el caso de Guatemala apoya el Programa de Servicios Ambientales en la Reserva de la Biosfera Maya. Financia la implementación de la Plataforma Regional de Monitoreo y Evaluación de la Biodiversidad como parte de la Iniciativa de Bienes Públicos Regionales.

Vincular los proyectos de modernización de los catastros y ordenamiento territorial con las estrategias REDD nacionales.

Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (FI)

El Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe, Fon-do Indígena, es el único organismo multilate-ral de cooperación internacional especializa-do en la promoción del autodesarrollo y el reconocimiento de los derechos de los Pue-blos Indígenas.

Animar proyectos pilotos REDD en las áreas que tienen condiciones institucionales y de gobernanza local.


GIZ, Cooperación de la República Federal de Alemania

A través del Programa REDD CCAD GIZ busca involucrar a los países miembros del SICA para que puedan participar activamente en la discusión, el desarrollo y la implementación del régimen REDD, de modo que el mismo responda a las prioridades regionales defini-das para responder al cambio climático. (Dialogo intersectorial, mecanismos de com-pensación sostenibles, monitoreo e informe, intervención y justificación.

Apoyar el dialogo, el consenso, la gobernanza nacional y local y los esfuerzos interguberna-mentales e intersectoriales para que el SICA y sus secretarias se involucren de forma total en el tema.

FAO ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA AGRICULTURA Y LA ALI-MENTACION

Para garantizar la sustentabilidad del medio ambiente y conservar la diversidad biológica, FAO RLC está promoviendo acciones para mejorar y fortalecer el manejo sostenible de los bosques, uso responsable de los recursos pesqueros y acuícola, el ordenamiento terri-torial, la conservación del agua, la protección de la diversidad biológica en diferentes eco-sistemas y promoviendo mecanismos finan-cieros que faciliten el manejo sostenible de los recursos, como por ejemplo, el pago por los servicios ambientales. Apoyo al levanta-miento de Evaluaciones Nacionales Forestales en Centroamérica incluyendo medición de parámetros relativos a bosques y cambio climático como biomasa y carbono forestal.

“Erradicar la pobreza y el hambre”, estrate-gias de reducción de la pobreza deben incluir elementos para mejorar la comprensión sobre las formas en que los ecosistemas naturales sustentan la agricultura y la produc-ción rural, funcionan como redes de seguri-dad alimentaria y aumentan los ingresos derivados de sus recursos en especies y gené-ticos (bienes y servicios). Estas estrategias deben contemplar además, la minimización de riesgos y la sensibilización sobre los impac-tos beneficiosos de la conservación de los recursos naturales, la rehabilitación de áreas degradadas y el manejo sostenible de los recursos naturales (forestales, pesqueros, etc.), a fin de reducir la vulnerabilidad de las poblaciones rurales por desastres naturales y antrópicos (incendios forestales, erosión, inundaciones, cambio climático, etc.).

FINIDA (FINLANDIA) Una iniciativa regional e interdisciplinaria del CATIE que busca fortalecer y multiplicar el uso y el manejo ecológicamente adecuado, económicamente competitivo y socialmente equitativo de los ecosistemas forestales en los 7 países de América Central. Finnfor surge en 2009 como respuesta a la necesidad regional de mejorar el manejo y uso de los ecosistemas forestales, cooperan-do en la búsqueda de soluciones que faciliten el desarrollo y la valoración del sector fores-tal. El proyecto es posible gracias al apoyo de la cooperación finlandesa.

Contribuir a la eliminación de barreras selec-cionadas para la producción y el manejo sostenible de bienes y servicios del bosque, promoviendo el manejo de ecosistemas fo-restales, para el bienestar de la sociedad y la sostenibilidad de los ecosistemas

AECID GOBIERNO DE ESPAÑA El séptimo Objetivo de Desarrollo del Mile-nio acordado por Naciones Unidas para lu-char contra la pobreza y erradicar el hambre establece que, antes del 2015, es preciso integrar los principios del desarrollo sosteni-ble en todas las políticas y programas nacio-nales para revertir la pérdida de recursos ambientales. Este Objetivo, la sostenibilidad ambiental, es especialmente relevante para la población más pobre del planeta, porque es la que depende más directamente del medio ambiente y de los recursos naturales, tanto para obtener alimentos, refugio, medi-


cinas y oportunidades de generación de in-gresos, como para adaptarse a los efectos del cambio climático

US-AID Apoyo financiero, técnico, capacitación, dia-logo intersectorial, inserción del sector priva-do en las discusiones de cambio climático, proyectos de orden regional para medio ambiente y cambio climático, levantamiento de líneas base subnacionales.

En el marco de la cooperación de USAID se propone alcanzar mejores niveles de Libertad

económica, Seguridad Alimentaria y gobernanza, así como en el marco de la iniciativa de energía y Clima.

Fuente: Estrategia REDD Prisma, Cabal, 2010 y elaboración propia.


II. Escenarios

Introducción Sobre esta base de referencia, se hace un análisis que evalúa tres trayectorias de ruta (escenarios), para conocer los potenciales efectos sobre los bosques y la biodiversidad de los países miembros de la CCAD.

2.2. Escenarios La construcción de los escenarios al 2050 tiene por objetivo describir las posibles situaciones en las que se encuentre la región hacia finales del periodo, para que oriente a la CCAD en las decisiones sobre REDD, REDD+, particularmente en el tema de adaptación. Los escenarios describen tres situaciones, la optimista, la tendencial y la benigna.

2.2.1 Elementos de juicio (procesos estructurales y emergentes en curso)

a. El continuo y creciente empobrecimiento socio-ambiental, cultural y territorial, que encuentra su caldo de cultivo en:

a. El patrón de crecimiento económico excluyente, generador de externalidades ambientales y males sociales, favoreciendo la inversión privada internacional y nacional individualista sobre los intereses nacionales estratégicos y sociales, propiciando en consecuencia la privatización neta de las ganancias y la socialización de las pérdidas y costos económicos y ambientales y humanos.

b. El incremento poblacional que presiona los sistemas sociales, naturales y económicos más allá de su capacidad, detonando en una pérdida absoluta de resiliencia de las poblaciones a los shocks externos en general, que se ven magnificados por el cambio climático.

c. Los principios éticos y morales que favorecen el bien particular, el lucro y el estilo de vida despilfarrador y el irrespeto hacia la vida y los principios naturales, sobre la bioética nacional que valora la vida y la seguridad humana en su amplio espectro, esto es, protege y fomenta las libertades fundamentales en el marco de los sistemas políticos, sociales, culturales, económicos, ambientales, militares, entre otros, favoreciendo la seguridad económica, alimentaria, sanitaria, ambiental, personal, comunitaria y política.

d. El debilitamiento de lo “publico” ante el mercado y la falta de acuerdos políticos para llevar adelante reformas fiscales, acompañadas de transparencia y eficiencia en el gasto público.

b. En yuxtaposición al empobrecimiento socio-ambiental, cultural y territorial, se brindaron las facilidades para el fomento de la Economía del Delito que encuentran su expresión en el irrespeto a la vida en todas sus manifestaciones, el desdén por el Estado de Derecho, que favorece la corrupción en todos los niveles y estratos socioeconómicos, que fomenta el robo, el narcotráfico (nacional, regional e internacional favorecido por encontrarse entre los consumidores principales y los productores), el contrabando, lavado de dinero, la evasión de impuestos, el tráfico de personas, órganos, biodiversidad, arqueología, entre otros, que afecta directamente los bienes y servicios naturales de los ecosistemas del SICA a través de al aumento de la deforestación, la pérdida de biodiversidad, el cambio de uso de la tierra para ganadería, entre otros2.

2

El Istmo Centroamericana también está ubicado entre los países consumidores de narcóticos de América del Norte con unos 42

millones de consumidores, principalmente cocaína y otras drogas que son producidas en algunos países de América del Sur y con una demanda creciente, convirtiendo al istmo en un corredor de narco-actividad que crea pérdida de valores y principios, violencia, inseguridad y muerte y alimenta algunas de las otras causas de la Economía del Delito.


c. Un proceso de Cambio Climático3 cuyas sobras de contaminación atmosférica que de contaminación hídrica que genera un creciente impacto en la calidad del agua y la acidificación de los océanos; y los desechos sólidos, que crean la necesidad de rellenos sanitarios y basureros, cuyos lixiviados afectan cualquier forma de Vida. El Cambio Climático es un multiplicador de los dos procesos anteriores y sus efectos negativos dependerán de la aceleración de los cambios de este en la variabilidad climática, especialmente de la temperatura y precipitación pluvial.

Por otra parte, Centroamérica por su posición geográfica tiene un régimen bi-marítimo, expuesta al incremento del número e intensidad de los huracanes del Océano Atlántico y de las tormentas del Océano Pacífico, lo que la hace una de las regiones más vulnerables y riesgosas ante el Cambio Climático lo que se evidencia por las cuantiosas pérdidas de vidas humanas, cosechas, infraestructura, bosques y biodiversidad en las zonas directamente afectadas y en las zonas inundadas donde las poblaciones emigran temporalmente y se refugian en las zonas altas y boscosas, debido a que estos son los mejores amortiguadores a la variabilidad climática y a sus riegos. Además, los bosques son las farmacias y medicinas de las poblaciones más vulnerables. Los Estados y las Sociedades no tienen control sobre el Cambio Climático y deben de adaptarse y mitigar sus efectos.

2.2.2. Efectos sobre análisis de los escenarios Ante esta situación, las tendencias muestran que no hay probabilidad de un escenario bueno y todos tienden a mantener o agravar las situaciones mencionadas y consecuentemente la pérdida de bosques y biodiversidad. Además de los efectos sobre temperatura y precipitación, el cambio climático aumentara los vectores epidemiológicos y la inseguridad alimentaria. El proceso de empobrecimiento socio-ambiental, cultural y territorial, y la Economía del Delito tienen una tendencia a incrementarse por los “shocks” externos adversos, pero que, podrían disminuir, si se toman las medidas nacionales, regionales e internacionales necesarias. 2.2.1.1 Supuestos:

a. El proceso globalizador y de emulación del estilo de vida sigue en cualquiera de los escenarios hasta el 2050.

b. Hacia el 2025 geopolíticamente China asciende como primera potencia mundial. c. La región presenta rasgos comunes, pero por sus características sociales y económicas, se

diferenciarse dos grupos4: a. 2.1. Grupo 1: Honduras, Nicaragua, Guatemala y el Salvador. b. 2.2. Grupo 2. República Dominicana, Costa Rica, Belice y Panamá.

d. Existe estabilidad política y democrática en la región hacia el 2050.

3El cambio climático es un proceso exógeno y sus efectos al menos para el 2050 se verán magnificados en la región, mayor aumento de temperatura (1.73oC) y una menor reducción de la precipitación media (14%). 4En general, la débil gobernanza, gestión ambiental y los progresos socioeconómicos (desarrollo humano y pobreza), la estructura productiva, entre otros, que presenta el grupo 1 evidencian que deben realizar esfuerzos significativos y más proporcionales que el grupo 2 para mejorar sus condiciones actuales en cualquiera de los escenarios.


2.2.3. La narrativa de los escenarios potenciales 2.2.3.1. Escenario 1. Tendencial La región presenta un cuadro generalizado de falta de acción efectiva ante los retos que presenta el territorio asociados al cambio climático, el continuo empobrecimiento socio ambiental, institucional, cultural y territorial, que con la economía del delito corrompe a la sociedad. Además, se acentúan los diferencias entre los países de la región de forma que, cada quién busca su camino de cara a la globalización y a la nueva estructura geopolítica mundial. En general, se aprecia una reducción sostenida en materia de la disponibilidad de agua, ante crecientes demandas, dado el crecimiento poblacional previsible para el 2050, ocasionando en varios territorios de la región se produzcan conflictos sociales por la débil gestión del agua e incremento de la conflictividad por los sistemas de generación hidroeléctrica y las inversiones en industrias extractivas como minería de metales y petróleo. El bono poblacional de la población joven con que cuenta la región se convierte en una carga que presiona por la demanda de bienes y servicios naturales de provisión como el agua, alimento, madera, y también por los servicios de regulación con crecientes niveles de emisión de contaminantes hacia los sistemas ambientales. Esto se refuerza por la tendencia de migrar hacia otros países en búsqueda de mejores fuentes de ingreso y el envío de remesas. El desarrollo humano, sigue la tendencia observada sin sobresaltos, no se proporcionan las mismas oportunidades de entrada a la niñez (educación, salud, servicios básicos), entre otras razones porque existen bajos recursos financieros para brindar beneficios sociales, pues en general, la puesta en marcha del modelo económico y financiero sigue las pautas de la estabilización, liberalización, la desregulación, la privatización y mantener al sector público en su mínima expresión, en consecuencia es previsible comportamientos estables pero insuficientes del PIB, que bordean entre el 2.5% y 3.5%, insuficientes para reducir los niveles de población subempleada situándola en niveles superiores al 15%. Asociado a ello, la propensión por el mismo modelo de especialización productiva, las desigualdades, la pobreza, la débil gobernanza, condicionan la ineficiencia de las áreas protegidas y una acusada pérdida de cobertura forestal (mayor al 2.1% anual), producto particularmente de cambio de uso de la tierra que reduce la cobertura boscosa de la región a cerca de una tercera parte, de forma tal, que la pérdida de biodiversidad original remanente puede llegar a niveles superiores al 60%, favorecidos por las ineficiencias en la manejo de las áreas protegidas de la región. En el 2045 la población en general busca accionar y reaccionar ante las múltiples crisis internas: agua, falta de gobernanza, aumento de intensidad de huracanes y sequias que generan cargas fiscales (pasivos públicos contingentes) importantes para el desarrollo y crecimiento económico, más crisis generadas por la deuda excesiva, el constante incremento de los precios del petróleo, y de la canasta básica asociados principalmente al rubro de gastos de alimentos y crisis financieras de orden global, todo en tedrimento de la seguridad humana5. Sin embargo, la población no está 5Significa proteger las libertades fundamentales de situaciones y amenazas críticas (graves) y persistentes (extendidas), fomentando los sistemas políticos, sociales, culturales, económicos, ambientales, militares, entre otros, para que aporten a las personas los fundamentos de sustento,


cohesiona, y sigue permitiendo su empobrecimiento socio ambiental, la pérdida de valores y la economía del delito. 2.2.3.2. Escenario 2. Optimista La población tiene información suficiente, está concienciada y apropiada de la problemática regional en sus múltiples dimensiones, y sabe el rol estratégico que tienen los bosques y la biodiversidad para brindar bienestar y riqueza, de forma que, exige, demanda y acompaña (auditoria social) a sus gobernantes, a la empresa privada, a sus vecinos, a sus comunidades y a la comunidad internacional en la realización de acciones concretas para revertir la tendencia histórica y los problemas emergentes asociados al empobrecimiento socio ambiental, el cambio climático y la economía del delito. Cada uno de los Estados que forman la región internalizar los valores y principios morales de la bioética, fomentado la seguridad humana. Además, se observa un proceso de convergencia de la región en intereses comunes, dadas las mejoras sociales, económicas e institucionales de cara a la dinámica de la globalización y la nueva estructura geopolítica. En este contexto, los gobernantes y la sociedad en su conjunto hacen un pacto social hacia el 2020, efectivo en varias materias:

Una política demográfica que beneficia la calidad de vida de la población de cara al 2050, y reduzca las presiones sobre los bienes y servicios naturales que proveen los bosques y la biodiversidad de la región, así como las presiones impuestas sobre los servicios públicos, de tal manera que, se logra reducir la tasa media de crecimiento a +/- 0.5%, lo que mejora la posición del Estado para brindar las oportunidades semejantes a todos los habitantes de los países de la región para poder cooperar y competir en mejores condiciones. Esto a su vez, repercute sobre las motivaciones indirectas para emigrar.

El poder local y la participación ciudadana constituyen las bases de la planificación y ejecución del desarrollo respetando patrones culturales propios de cada comunidad y al mismo tiempo con participación de las comunidades se desarrollan inversiones extractivas de forma amigable con el ambiente y el mayor porcentaje de los beneficios derivados de las mismas se distribuye entre los grupos y autoridades locales y el gobierno central.

El crecimiento económico de la región es lo suficientemente importante (mayor al 6% en promedio a partir del 2025) para esperar mejores réditos e inicia un proceso continuo de brindar mejores oportunidades a sus habitantes (más y mejores servicios públicos –seguridad ciudadana, salud, educación, mejor infraestructura, etc-). Hacia el 2050 se reducen significativamente los niveles de pobreza, aumentan los ingresos, la base y carga tributaria que a su vez mejora la prestación de bienes y servicios públicos que estimulen a largo plazo el capital humano, se fortalece la institucionalidad publica central, local haciéndose eficiente y tiende a reducir los males sociales, la degradación ambiental y la economía del delito entre otros.

Una inserción internacional mejor orientada, en el marco temporal, para transitar de una especialización productiva del sector primario, a un especialización productiva más diversificada con mayor generación de valor agregado, que en el tiempo, produce y

supervivencia y dignidad. en este marco se definen siete tipos de seguridad: Económica, alimentaria, sanitaria, ambiental, personal, comunitaria y política.


demanda trabajo especializado en las ventajas naturales y planificadas de la región, para aprovechar de mejor forma las oportunidades que otorga la globalización y el comercio internacional, reduciendo el subempleo a niveles inferiores al 5%. Esto a su vez, conducirá a un escenario de menor presión sobre el cambio en el uso del suelo, que reforzará la política demográfica de largo plazo, la mejora en el manejo y efectividad de la áreas protegidas reducirá la deforestación a valores indicativos por debajo al 1.2%, contrayendo a su vez la pérdida de biodiversidad original remanente ubicándola por debajo del 50%.

Se genera una política regional, binacional y nacional clara y precisa con incentivos y protocolos normativos que fomenta una cultura de conservación, uso racional, protección y mejoramiento de los bienes y servicios naturales proveídos por los bosques y la biodiversidad en cada uno de los países de la región dirigido especialmente a empresas y al sector público, que comienza a aplicarse en el primer quinquenio de la presente década, que marca la trayectoria de la mejora continua, haciendo que la pérdida de bosque y biodiversidad se corrija, de forma que ya para el 2050, la región será más resilente al cambio climático, en términos de los servicios que proveen, la regulación hídrica, del clima, el control de riesgos a desastres, de vectores epidemiológicos, etc., aun cuando se reduzca la precipitación y aumente la temperatura.

La decisión política y financiera de combatir directamente la economía del delito con los países de la región y extra regionales, particularmente los productores y consumidores iníciales y finales de este mal social, de forma que, ya para antes del 2050, los criterios de bioética, y de menor tolerancia a la impunidad, corrupción, se vuelven el vivir de los habitantes de la región.

Bajo este escenario, en el 2050 el desarrollo humano transita de alto a muy alto y el desarrollo sostenible cada vez es más real, de forma que, cada vez más se buscan procesos cooperativos de solución de conflictos. El imperativo económico, es únicamente una de las dimensiones del desarrollo, los valores de la bioética están puestos en acción.

2.2.3.3. Escenario 3. Benigno La región encuentra bienes y males sociales replicados en cada uno de los países, de forma que la puesta en común de las ideas (planificación y ejecución) se hace cada vez más reiterada, aunque el proceso de integración se vuelve complejo y poco eficiente por las diferencias entre países (grupo uno y dos). Las acciones son diferenciadas. Hacia mediados de la década del 2020, el crecimiento poblacional, el estilo productivo, la degradación ambiental, el cambio climático y la economía del delito gatillaran conflictos importantes en la región, particularmente observados por presiones sobre el agua, el cambio de uso de la tierra, la deforestación, favorecidos por escasos avances en materia de reducción de la desigualdad y pobreza. Estos a su vez, motivaran la apropiación y acción de la sociedad de la región, que demandará de los políticos, empresarios, comunidades, etc., resultados por varios periodos. El acervo de conocimiento, de la mejora relativa de calidad de vida, y sobre todo, del entendimiento de la relación del hombre, bosque y su biodiversidad incidirá en una mejora adaptación al cambio climático y enfrentar la economía del delito. Por otra parte, la dinámica en la globalización y la reestructuración geopolítica inducen en el 2025 a reconocer las diferencias y coincidencias en los países de la región, de forma que, se plantea una


propuesta de integración heterodoxa, generando un umbral de inflexión de cambio de actitudes y comportamientos hacia el 2035. Esta integración se convierte en cooperación estratégica selectiva que genera procesos efectivos solucionan problemas nacionales en el marco del territorio compartido, con la finalidad de reconocer la fragilidad del espacio geográfico, no solo por la potencial fragmentación que limita la biodiversidad, sino también, por la evidente debilidad institucional y de gobernanza. Las estrategias se fundamentan en dos, para los países del grupo uno y dos, y los temas comunes. En el 2035, cada uno de los dos grupos de países define estrategias diferenciadas para enfrentar la globalización y la reestructuración geopolítica, en términos del avance de la especialización productiva, la mejora del capital humano, las exportaciones de materias primas (de alto y bajo valor agregado), la mejora de infraestructura, entre otros. La estrategia común en los dos grupos de países se refiere al enfrentamiento de la economía del delito, la adaptación al cambio climático y el combate al empobrecimientosocio ambiental. Todos los países afrontan problemas similares, pero su resiliencia y capacidad de respuesta es distinta, y esto generara des-economías. El cambio climático, particularmente una visión integrada de adaptación-mitigación es tema común y recursivo para implementación efectiva (operativa y financiera) regional, en sinergia con la reducción de la pérdida de cobertura forestal y biodiversidad, estimulado motores distintos al patrón actual de especialización productiva, que ya en el 2035, presentaran indicadores favorables. A partir de este punto, se inicia un proceso de fortalecimiento y mejora de lo gobernanza en la región, de forma que ya para el 2035 la población empieza a observar cambios que deriven en una buena aproximación a la bioética. Inician acciones concretas por brindar soluciones más cooperativas dentro de los distintos sectores para mejorar las condiciones sociales y económicas, y en consecuencia inicia un proceso de menor presión sobre los bienes y servicios naturales que se verán menos afectados. En términos económicos la media de crecimiento del PIB pasará de 3.5% al 4.5%-5%, que potenciara mejoras en la calidad de vida. Al 2050 se observa un escenario donde la población está en capacidad para ejercer sus libertades humanas y fomentar mejoras en la gobernanza que conduzcan a mejorar los temas estructurales y emergentes como el empobrecimiento socio-ambiental y la economía del delito en el marco del cambio climático. En este marco, también se fortalece la institucionalidad y gobernanza en las áreas protegidas de la región, de forma que aunque persisten algunos vacíos, existen una tendencia a mejorar la protección, conservación y uso de los bienes y servicios ambientales que derivan de ella, en beneficio social y de las mismas áreas protegidas, propiciando, reducciones inferiores a la tasa actual de deforestación de región en un rango del 1.2%-1.5%, haciendo que en su conjunto la pérdida de biodiversidad original se estabilice entre el 50% y el 60%.


Síntesis escenarios sobre la situación socioambiental de los países de la CCAD como insumo

para la toma de decisiones sobre REDD y REDD+

Supuestos Globalización sigue sus efectos de irradiación.

Hacia el 2025 geopolíticamente China asciende como primera potencia mundial.

La región presenta rasgos comunes, pero por sus características sociales y económicas, se diferenciarse en dos grupos6: Grupo 1: Honduras, Nicaragua, Guatemala y el Salvador. Grupo 2. República Dominicana, Costa Rica, Belice y Panamá.

Existe estabilidad política y democrática en la región hacia el 2050.

Procesos en

curso

Empobrecimiento socio-ambiental, cultural y territorial

Economía del Delito: Narcotráfico, corrupción, contrabando, lavado de dinero, etc.

Cambio Climático: Aumento de temperatura (1.73oC) y reducción de la precipitación

media (14%).

Variables analizadas Escenario 1 Escenario 2 Escenario 3

Tendencial Optimista Benigno

Sociales Población (crecimiento) Entre 1.9%-2.5% Promedio 0.5% Entre 1%-2%

Desarrollo y oportunidades

humanas

Escasos avances IDH alto y muy alto,

OH: 90

IDH alto, OH: 70

Desigualdades y pobreza Sin cambios

significativos

Gini: 0.4

Pobreza: 0.2

Gini: 0.45

Pobreza: 0.2

Empleo y subempleo Subempleo >15% Subempleo <15% Subempleo 5%-15%

Migración Alta Reducida Media/reducida

Seguridad humana Poca Casi total Parcial

Gobernanza Reducida Amplia Parcial

Económicas Crecimiento del PIB 2.5% - 2.5% >6% 4.5%-5.5%

Industrias extractivas Aumenta Se mejoran

significativamente

los beneficios en la

región

Se mejoran los

beneficios en la

región

Sector primario Se mantiene Se reduce Se reduce

Estructura productiva Se mantiene Diversificada Relativamente

diversificada

Carga y base tributaria Reducida Mejora significativa Mejora

parcialmente

6

En general, la débil gobernanza, gestión ambiental y los progresos socioeconómicos (desarrollo humano y pobreza), la estructura productiva, entre otros, que presenta el grupo 1 evidencian que deben realizar esfuerzos significativos y más proporcionales que el grupo 2 para mejorar sus condiciones actuales en cualquiera de los escenarios.


Déficit y deuda Aumenta Reduce, superávit Reduce

Modelo económico y financiero7 Se profundiza Mejor mercado y

mejor Estado8 (bien

común)

El Estado empieza a

intervenir más

efectivamente

Ambientales Uso del territorio Degradante al ambiente Cercano a

capacidad de carga

Mejoran las

practicas

Emisiones a sistemas ambientales Aumentan Reducen Reducción parcial

Demanda de bienes ambientales Aumenta Estable Aumenta/estable

Uso de servicios ambientales Aumenta Mejora Aumenta/estabilizan

Manejo y efectividad de áreas

protegidas

Con deficiencias Mejora Deficiente/mejoras

Precipitación pluvial Reducción Mejoran las

prácticas

Reducción con

mejores practicas

Temperatura Aumenta Aumenta Aumenta

Umbral de inflexión para cambios de actitudes y

comportamientos

2045 2020 2025-2035

Integracionismo Inexistente Convergencia Estrategia

heterodoxa

Efectos en los bosques Deforestación >2.1% <1.2% 1.2%-1.5%

Efectos en la biodiversidad Pérdida de BOR9>60% <50% 50%-60%

Síntesis escenarios sobre la situación socio ambiental de los países de la CCAD como insumo

para la toma de decisiones sobre REDD y REDD+

Supuestos Globalización sigue sus efectos de irradiación.

Hacia el 2025 geopolíticamente China asciende como primera potencia mundial.

La región presenta rasgos comunes, pero por sus características sociales y económicas, se diferenciarse en dos grupos10: Grupo 1: Honduras, Nicaragua, Guatemala y el Salvador. Grupo 2. República Dominicana, Costa Rica, Belice y Panamá.

Existe estabilidad política y democrática en la región hacia el 2050.

Procesos en

curso

Empobrecimiento socio-ambiental, cultural y territorial

Economía del Delito: Narcotráfico, corrupción, contrabando, lavado de dinero, etc.

Cambio Climático: Aumento de temperatura (1.73oC) y reducción de la precipitación

7 Estabilización, liberalización, desregularización y Estado pequeño. 8Cumple eficientemente la funciones de asignación de recursos, de distribución y redistribución de recursos donde el mercado falla, y estabilización ante el ciclo económico (shocks). 9Biodiversidad original remanente 10

En general, la débil gobernanza, gestión ambiental y los progresos socioeconómicos (desarrollo humano y pobreza), la estructura productiva, entre otros, que presenta el grupo 1 evidencian que deben realizar esfuerzos significativos y más proporcionales que el grupo 2 para mejorar sus condiciones actuales en cualquiera de los escenarios.


media (14%).

Variables analizadas Escenario 1 Escenario 2 Escenario 3

Tendencial Optimista Benigno

Sociales Población Entre 1.9%-2.5% Promedio 0.5% Entre 1%-2%

Desarrollo y oportunidades

humanas

Escasos avances IDH alto, OH: 82 IDH alto, OH: 75

Desigualdades y pobreza Sin cambios

significativos

Gini: 0.4

Pobreza: 0.2

Gini: 0.45

Pobreza: 0.2

Empleo y subempleo Mucho subempleo Poco subempleo Poco subempleo

Migración Alta Reducida Media/reducida

Seguridad humana Poca Casi total Parcial

Gobernanza Reducida Amplia Parcial

Económicas Crecimiento del PIB 2.5% - 2.5% >6% 4.5%-5.5%

Industrias extractivas Aumenta Se mejoran

significativamente

los beneficios en la

región

Se mejoran los

beneficios en la

región

Sector primario Se mantiene Se reduce Se reduce

Estructura productiva Se mantiene Diversificada Relativamente

diversificada

Carga y base tributaria Reducida Mejora Mejora

parcialmente

Déficit y deuda Aumenta Reduce, superávit Reduce

Modelo económico y financiero11

Se profundiza Mejor mercado y

mejor Estado12

(bien

común)

El Estado empieza a

intervenir más

efectivamente

Ambientales Uso del territorio Degradante al ambiente Cercano a

capacidad de carga

Reducción del estilo

degradante

Emisiones a sistemas ambientales Aumentan Reducen Reducción parcial

Demanda de bienes ambientales Aumenta Estable Aumenta/estable

Uso de servicios ambientales Aumenta Mejora Aumenta/estabilizan

Manejo y efectividad de áreas

protegidas

Con deficiencias Mejora Deficiente/mejoras

Precipitación pluvial Reducción Mejoran las

prácticas

Reducción con

mejores practicas

11 Estabilización, liberalización, desregularización y Estado pequeño. 12Cumple eficientemente las funciones de asignación de recursos, de distribución y redistribución de recursos donde el mercado falla, y estabilización ante el ciclo económico (shocks).


Temperatura Aumenta Aumenta Aumenta

Umbral de inflexión para cambios de actitudes y

comportamientos

2045 2025 2025-2035

Integracionismo Inexistente Convergencia Estrategia

heterodoxa

Efectos en los bosques Deforestación >2.1% <1.2% 1.2%-2.1%

Efectos en la biodiversidad Pérdida de BOR13

>60% <50% 50%-60%

III. Plan de Acción

Para avanzar en la construcción de un escenario positivo en materia de bosques y biodiversidad en

la región centroamericana se proponen las siguientes líneas estratégicas, objetivos, ejes de trabajo

y potenciales acciones para implementar el escenario idóneo a la región.

3.1 LINEAS ESTRATEGICAS

3.1.1 Línea Estratégica 1: Protección de la Biodiversidad y los Bosques: Estrategia de Adaptación

• La protección de la biodiversidad y de los ecosistemas forestales constituyen una

estrategia de adaptación al cambio climático, ya que la biodiversidad es un atributo de los

ecosistemas que los vuelve más resilientes y adaptables a los cambios del clima; y cuanto más

adaptables sean dichos ecosistemas, menos vulnerables serían las poblaciones humanas y sus

territorios y sociedades a los cambios y variaciones del clima.

3.2 OBJETIVOS ESTRATEGICOS:

• Fortalecer el CBM/Corredor de vida centroamericano, los sistemas y conectividad de las

áreas naturales, culturales y otras reservas viables para mantener y fortalecer la diversidad

biológica y cultural de la región, incluyendo áreas silvestres terrestres y marinas, de modo que

todas tiendan a proteger los sistemas que mantienen la vida y preservar nuestra herencia natural

y cultural

• Promover la recuperación de especies y ecosistemas en peligro y reducir el tráfico y

comercio ilícito de especies (CITES)

13Biodiversidad original remanente


• Controlar y erradicar los organismos exógenos invasivos o genéticamente modificados,

que sean dañinos para las especies autóctonas y el medio ambiente; y además, prevenir la

introducción de tales organismos dañinos para la Naturaleza y Humanidad.

• Reconocer los recursos genéticos de los territorios indígenas y los conocimientos

ancestrales como patrimonio natural e intelectual de las poblaciones indígenas.

• Dar prioridad a la demarcación, legalización y seguridad jurídica de los territorios

indígenas, como garantía para la protección de bosques y la biodiversidad de la región

• Proteger y manejar los bienes y servicios naturales renovables como el agua, el suelo, la

diversidad biológica terrestre y marina y los ecosistemas de manera que no se excedan sus

posibilidades de su regeneración y se proteja su integridad, resiliencia, equilibrio y salud.

• Manejar la extracción, uso, manejo y huella ecológica de los bienes y servicios no

renovables y/o finitos, tales como minerales y combustibles fósiles, de forma que se minimice su

agotamiento y no se causen daños ambientales.

• Desarrollar programas de conservación de la biodiversidad en las zonas urbanas,

cinturones ecológicos y programas de reforestación en áreas urbanas y carreteras.

• Promover la coherencia de políticas y la gobernabilidad de los ecosistemas forestales y la

Biodiversidad con otras políticas sectoriales (agrícola, minera, energética);

• Promover la protección de bosques y la biodiversidad en la gestión integrada de recursos

hídricos y cuencas compartidas;

• Fortalecer las capacidades nacionales para la prevención y el combate de incendios

forestales tomando como base los lineamientos de la propuesta centroamericana para la

prevención de incendios forestales

• Fortalecer la gestión de recursos marino costeros (ecosistemas de manglares) y

ecosistemas marinos compartidos.

3.3 EJES ESTRATEGICOS

3.3.1 En materia de Políticas

3.3.1.1 Acciones Estratégicas

• Diseñar y ejecutar las políticas ambientales (Bosques y Biodiversidad) de manera

transversal e integrada con las políticas sectoriales de agua, Seguridad alimentaria, agricultura y

ganadería, energía, prestación de servicios ambientales y de desarrollo en general; fortaleciendo la

inversión y la economía hacia una sociedad más segura, justa y perdurable.

• Articular los distintos niveles de acción en materia de políticas regional, nacional y local,

fomentando el diálogo con los actores públicos y privados encargados de las políticas económicas

y financieras.


• Internalizar las prioridades identificadas en materia de bosques y biodiversidad en la

política fiscal y de finanzas , para garantizar los recursos presupuestarios, incentivos y créditos a

las entidades del sector público y privado encargadas de los bienes naturales, garantizando su uso

eficiente y transparente y el fácil acceso de estos fondos a comunidades empobrecidas y de alta

vulnerabilidad.

• Reducir sustancialmente los subsidios perversos (por ejemplo a los combustibles fósiles) y

crear incentivos positivos e impuestos adecuados que fomenten una economía más verde en

actividades relacionadas con los bosques y la biodiversidad. Así también se recomienda abordar

políticas comunes relativas al uso, tenencia y acceso de la tierra, políticas hídricas, de desarrollo

rural y urbano, el ordenamiento territorial, las de desarrollo agrícola, energías renovables y

gestión de riesgos.

• Fortalecer la auditoria social para el monitoreo efectivo y la responsabilidad social y

empresarial, incorporando los principios de la contabilidad ambiental entre los indicadores

económicos de nuestros países y la región.

• Diseñar políticas de información y mejorar el acceso a datos homogéneos, actualizados,

comparables y de calidad que apoyen la toma de decisiones informadas.

• Propiciar políticas que tiendan a un cambio de actitud en los patrones de producción y

consumo y desarrollar una mayor conciencia y compromiso de la población y los sectores

económicos con el medio ambiente.

• Fortalecer los marcos normativos e institucionales adecuados para mitigar el

comportamiento depredador por parte de los agentes económicos que tiene consecuencias

devastadoras para los ecosistemas y en general, para la sostenibilidad del ambiente con

participación y auditoria social.

• Forjar nuevas y más sólidas alianzas entre los actores tanto públicos como privados, Para

garantizar su integralidad y permanencia en el tiempo como políticas de Estado

• Desarrollar una política regional en relación a incentivos e instrumentos de mercado para

la protección y buen uso de los bienes naturales, en particular en materia de actividades

extractivas como el petróleo, la minería y los agros combustibles.

• Desarrollar una política y estrategia regional en el marco de REDD+ regional, así como en

materia de Bioseguridad.

• Consensuar la formulación de una política internacional compartida en materia de

Bosques, biodiversidad y cambio climático respetando la soberanía de cada país e incorporando

estas prioridades en el marco de Seguridad regional.


3.3.2 En Materia de Institucionalidad


Los marcos institucionales relacionados con los bosques y la biodiversidad siguen sin contar la

prioridad política, la suficiente coordinación y armonización, así como de los presupuestos

correspondientes para lograr mayores niveles de eficiencia en este campo, las Políticas y acciones

basadas en el corto plazo continúan profundizando nuestra vulnerabilidad y deterioro ambiental.

• Coordinar y complementar las políticas, estructuras institucionales, diagnostico de

capacidades, planificación y presupuesto en los distintos niveles (Regional, Nacional y Local) y

utilizar las plataformas de Estrategias regionales complementarias e intersectoriales como la

Estrategia Centroamericana de Desarrollo Rural Territorial (ECADERT), , la Estrategia Regional

Agro-ambiental y de Salud (ERAS), la Estrategia Centroamericana para la Gestión Integrada de

Recursos Hídricos (ECAGIRH),la estrategia Regional de Cambio Climático( ERCC),el Plan de Acción

Ambiental centroamericano (PARCA), la Política Centroamericana para la Gestión de Riesgo

(PCGIR), asì como una mas estrecha coordinación entre los encargados y puntos focales de las

Convenciones de Biodiversidad, Cambio Climático , Bosques y sobre Desertificación y Sequía y la

implementación a nivel territorial de los compromisos Ambientales Internacionales (AMUMAS).

• A nivel regional, en el marco del SICA, la coordinación debe darse con la rectoría de la

SG/SICA, CCAD,CAC, CRRH, CEPREDENAC y Energía; integrando a nuevos actores en la figura del

Comité Técnico de Cambio Climático de CCAD, de manera que este Consejo involucre a los demás

representantes de las autoridades nacionales en materia de agricultura, bosques, biodiversidad,

áreas protegidas y energía, así como con la participación de grupos de interés de organizaciones

de la sociedad civil como el CCSICA,CICA, ACICAFOC, ONG regionales e internacionales, el diálogo

coordinado con entidades de investigación y enseñanza como ZAMORANO/IRBIO,CATIE, EARTH,

INBIO etc. y la Cooperación Internacional

• Gestionar la institucionalización de la gestión ambiental (bosques, agua y biodiversidad)

en los gobiernos municipales

3.3.3 Participación y Gobernanza


• La protección de bosques y biodiversidad en la región se debe sustentar en una iniciativa

de amplia participación de los distintos sectores en los distintos niveles y en particular en el nivel

local (Municipalidades y comunidades), involucrando a actores directamente relacionados con los

bosques y la biodiversidad, como los Pueblos Indígenas, comunidades locales, cooperativas,

grupos de jóvenes, mujeres, finqueros, comerciantes, organizaciones sociales, ONG regionales e

internacionales, iglesias y medios de comunicación

• Fomentar la participación y conciencia pública en un reconocimiento explícito de la

relación entre el bienestar, la seguridad humana, seguridad alimentaria con la protección y buen


uso de los bosques y la biodiversidad, estableciendo mecanismos de dialogo inter institucional y

diálogos de expertos a nivel regional;

• Garantizar la plena participación de pueblos indígenas y comunidades en la gestión de

bosques y biodiversidad respetando su visión y prácticas ancestrales, buscando un balance con el

rol de las entidades de gobierno. Reconociendo el derecho de las comunidades en las decisiones

sobre inversiones y proyectos en sus territorios que puedan afectar sus condiciones de vida, así

como en la formulación de políticas públicas en materia de biodiversidad y bosques.

• Establecer mecanismos de resolución de conflictos para individuos y comunidades para

afrontar La violación de derechos tanto a nivel nacional como internacional (en reconocimiento de

la Naturaleza internacional de un régimen mundial REDD).

• Desarrollar un dialogo intersectorial para la construcción de una visión a más largo plazo

sobre la biodiversidad y los bosques en la región, con el objeto de avanzar en la construcción de un

escenario positivo para el 2050.

3.3.4 Política Exterior


• La formulación de una Política Exterior regional en materia de cambio climático, bosques y

biodiversidad en coordinación con Cancillerías y la Secretaria General del SICA y el

establecimiento de estrategias conjuntas de participación y negociación como región en foros

internacionales en materia de bosques, biodiversidad y cambio climático, buscando posicionar a la

región como una de las mas vulnerables del planeta.

• El posicionar a la región a nivel internacional como una región de Paz y armonía con la

naturaleza, en torno a propuestas como el Corredor Mesoamericano de Vida, destino turístico de

patrimonio natural y cultural, como una región de producción y consumo amigables con el

ambiente, en forma coordinada con Cancillerías y Autoridades de Turismo y sector privado

regional y nacional

• Fortalecer la inclusión del tema de bosques y biodiversidad en los procesos internacionales

de negociación de cambio climático, para avanzar en la gobernanza de los recursos forestales y la

biodiversidad, así como la articulación de los negociadores en temas de biodiversidad, bosques,

Cambio Climático, Desertificación y Sequía y para el cumplimiento de AMUMAS , reorientando las

estrategias de REDD como mecanismo de adaptación para la región.

• Buscar una posición a nivel regional en el proceso de Rio+20, impulsando que temas como

“economía verde” incluyan cambios sustantivos en los patrones de producción y consumo con

alternativas de mayor coherencia y armonía entre la sociedad, la cultura y la naturaleza

• Establecer acuerdos regionales en cuanto a mercados de carbono y sus esquemas de

financiación de manera que no afecten los niveles de reducción de emisiones de parte de los

países del Anexo I, ni se cuantifiquen dentro de las reducciones establecidas en el Protocolo de

Kioto.


• Desarrollar una cartera de proyectos y propuestas conjuntas para la Reserva de Biosfera

Maya RBM, Corazón, Darién y otras regiones como aporte de los países del SICA al planeta en el

marco de una responsabilidad compartida y diferenciada, a presentar en los distintos foros y

convenciones relacionados a los temas de Cambio Climático, bosques y biodiversidad.

3.3.5 Mejorar la eficiencia en la Aplicación de Legislación y Justicia


• Fortalecer los procesos de aplicación de la ley y la justicia en materia de bosques y

biodiversidad articulando y mejorando la coordinación entre las asesorías jurídicas de las

autoridades de Bosques, Áreas protegidas, Ambiente, agricultura y energía con las fiscalías,

legisladores y juzgados ambientales, instancias encargadas del tema de seguridad y aplicación de

sanciones administrativas y judiciales.

• Fomentar la auditoria social y la participación de organizaciones civiles como un factor

clave para potenciar el cumplimiento y aplicación de la legislación en los procesos de presentación

de denuncias y el acompañamiento.

3.3.6 Sostenibilidad Financiera


• Desarrollar mecanismos e instrumentos financieros, de mercado e incentivos fiscales que

estimulen inversiones que contribuyan a generar empleos, fomentar encadenamientos para

productos amigables con el ambiente, sistemas de certificación, gestión integrada de recursos

hídricos, seguridad alimentaria y energías renovables.

• Incorporar los temas de bosques y biodiversidad en los planes y proyectos de desarrollo

regional para mejorar la Seguridad Alimentaria, la salud de la población y reducir las condiciones

de riesgo y vulnerabilidad.

• Incluir en los cánones y tarifas al consumo de bienes o servicios que se producen a partir

de recursos naturales, como por ejemplo agua potable y electricidad; ello permitiría reforestar

para conservar o incrementar caudales de agua, conservación de suelos para evitar la

sedimentación de presas, alargar su vida útil, etc.

• Crear líneas de crédito especialmente diseñadas para rescatar, proteger y aprovechar los

bosques y la biodiversidad, alargar las cadenas productivas y apoyar emprendimientos asociativos.

Ello implica un cambio en el destino de los créditos convencionales.

• La gestión de una mayor asignación presupuestaria para las entidades encargadas de los

recursos naturales, la recaudación de fondos a través de programas de pago de servicios

ambientales (PSA) , mecanismos de compensación, canjes de deuda y otros mecanismos


financieros externos que puedan ser canalizados para invertir en el fortalecimiento de programas

y proyectos con organizaciones locales.

• Participar en forma más activa como región en el proceso de diseño del Fondo Verde con

la preparación de propuestas conjuntas de aplicación en territorios vulnerables que contribuyan a

la adaptación ante el cambio climático y la reducción de la pobreza.

• Formular y actualizar las estrategias financieras forestales y de biodiversidad que

consideren entre otras, las siguientes líneas: a) Creación de Unidades de gestión Financiera y de

Conexión entre Gestores de Bosques y Biodiversidad y el Mercado Financiero (banca, financieras,

sector cooperativo); b) Investigación y promoción de mecanismos financieros existentes; c)

adecuación de líneas de crédito existentes; d) desarrollo de nuevos mecanismos y productos

financieros (fideicomisos, canjes de deuda por adaptación al cambio climático, fondos de

compensación ambiental para el sector energético, minero y petrolero, impuestos a las

telecomunicaciones-minuto verde, seguros, otros); e) pre inversión vinculada con mercados

financieros (planes de negocios verdes); capacitación e información en finanzas, economía y

mercados.

• Participar más activamente con los delegados de los países de la región que integran el

Comité de Transición del Fondo Verde del Clima con propuestas de los equipos técnicos y buscar el

involucramiento de las autoridades de nuestros Bancos Centrales para buscar opciones viables

para nuestros países en estos mecanismos financieros

3.3.7 Mercados y generación de empleos


• Propiciar que la apertura de relaciones comerciales y el fomento de la inversión lejos de

tener implicaciones ambientales severas sobre los bienes naturales de la región fomenten su buen

uso y protección. Promoviendo la demanda de productos y sistemas de producción amigables con

el ambiente y la reducción de la pobreza, que el mercado genere impactos ambientales positivos

mediante instrumentos económicos y financieros, certificación, encadenamientos verdes y

producción más limpia. Ejemplo, la creación de un sello del CBM/CVC para la venta de productos

verdes (café, cacao y otros productos orgánicos, servicios ambientales, ecoturismo) y la promoción

de micro-empresas de bienes y servicios ambientales y el desarrollo de formas alternativas que

promuevan el desarrollo económico local, el combate a la pobreza y la salud de los ecosistemas.

• Integrar las prioridades en la materia en las políticas, programas y proyectos que se llevan

a cabo en el marco de integración económica centroamericana (Unión Aduanera-SIECA),en los

procesos de negociaciones comerciales CAFTA DR, Acuerdo de Asociación CA-UE y negociaciones

con otros países a nivel regional, la cooperación económica y la cooperación para el desarrollo, de

Seguridad Democrática y el cumplimiento de los objetivos del Milenio en el marco del SICA;

Proporcionando a la SG/SICA los elementos necesarios para integrar las prioridades relativas a la

biodiversidad y bosques en estas iniciativas.


• Promover la Producción forestal certificada y manejo forestal comunitario para conciliar el

cumplimiento de objetivos de conservación con las prácticas y medios de vida de las poblaciones

locales, reconociendo el ejercicio efectivo del derecho de los pueblos indígenas y comunidades

para el fortalecimiento de sus capacidades de organización, planificación, administración y manejo

del bosque y la biodiversidad.

• Creación de esquemas “asociativos” entre pequeños y medianos gestores de bosques (con

fines forestales, turísticos, conservación, otros) y grupos de consumidores de bienes y servicios

derivados de estos ecosistemas naturales, de tal manera que vayan generándose economías de

escala que eleve los niveles de productividad como estrategia de generación de ingresos, de

especialización en la gestión de bosques, de crecimiento empresarial y de generación de recursos

fiscales y de desarrollo institucional. En el plano más específico de la gestión de bosques con fines

productivos, es necesario impulsar estrategias de vinculación bosque-industria-mercado, basados

en esquemas de acercamiento y de organización de ofertas de bienes y servicios de bosques y

plantaciones productivas, así como propiciando la valoración de los bosques y la diversidad

biológica (flora y fauna nativa, terrestre y costero marina), como fuente de alimentos para las

comunidades campesinas e indígenas e impulsar el desarrollo de infraestructura y tecnología que

les permita acceder de una manera sana, segura y perdurable combatiendo la inseguridad

alimentaria, la pobreza y mejorando sus ingresos.

• Fomentar una mayor participación y responsabilidad de consumidores y productores en

los diferentes niveles, teniendo en cuenta la demanda mediante campañas de concientización de

consumo responsable

• Fortalecer las acciones conjuntas para reducir la tala ilícita y la pérdida de biodiversidad y

adoptar como región y países mecanismos voluntarios y acciones conjuntas como FLEG para

reducir el comercio ilegal de madera

• Estimular sistemas de producción intensiva (agricultura, ganadería, acuicultura y

silvicultura): se destaca su función como base de alimento y de preservación de la diversidad

genética, y el cuidado en cuanto a las especies exóticas invasoras y a los organismos modificados

• Energía de Fuentes Renovables, El potencial natural de la región para generación de

energía a partir de fuentes renovables es alto, sean estas de fuentes hídricas, geotérmica, eólica,

solar, entre otras. Una mayor participación de este tipo de fuentes de energía tendría su

influencia positiva en una reducción de emisiones de gases efecto invernadero (por sustitución de

energías a base de hidrocarburos), así como en términos económicos. Por otro lado, es necesario

impulsar sustitutos al uso de la leña como energética, no solo por el efecto que tiene en materia

ambiental, sino en materia económica y de salud (especialmente de mujeres rurales e indígenas),

promoviendo el desarrollo de instrumentos financieros que estén al alcance de los medianos y

pequeños productores forestales.


3.3.8 Establecimiento de Criterios comunes para la selección de áreas piloto de intervención.


• Identificar y establecer criterios comunes tomando en cuenta los territorios de mayor

riesgo en cuanto a seguridad humana, vulnerabilidad y pobreza y desarrollar el concepto y los

acuerdos necesarios para una implementación conjunta , tomando en cuenta experiencias

internacionales de coordinación como el Plan Trifinio, coordinando la ejecución de proyectos con

otras instituciones del SICA en materia de reducción de la vulnerabilidad riesgo ,seguridad

alimentaria Agricultura y recursos hídricos.

• Negociar acuerdos intersectoriales para proyectos piloto, Identificando áreas fronterizas

aptas para una implementación conjunta en las que se estén llevando a cabo otros proyectos en

materia de seguridad alimentaria y vulnerabilidad,

3.3.9 Gestión del conocimiento, educación e información


• Fomentar y desarrollar conciencia, compromiso y cambio de actitudes en la población,

haciendo más evidente la relación entre población, los ecosistemas y los bienes y servicios

naturales incorporando los conocimientos tradicionales así como los riesgos que conllevan su

desatención y consecuente deterioro para lo cual se propone fortalecer la capacidad profesional y

la investigación en materia de biodiversidad y bosques con la creación de carreras, maestrías y

doctorados en cambio climático, hidrología, bosques, meteorología, geografía, biodiversidad,

conocimiento tradicional etc., con la participación del Consejo Superior universitario

Centroamericano CSUCA y AUPRICA y centros de capacitación e investigación en esta materia

como ZAMORANO, CATIE, EARTH, IARNA, Universidades y otros actores.

• Generar información y conocimiento en materia de bosques y biodiversidad, así como la

articulación y armonización de sistemas y tecnologías de información para la toma de decisiones

y evaluar los avances en estos procesos.

• Investigación e Innovación Tecnológica, La región centroamericana es considerada uno de

los puntos de mayor importancia mundial en términos de su diversidad biológica (genética,

específica y eco sistémica); sin embargo, no se conoce del todo esta diversidad y su potencial. Por

otro lado, en muchos de los componentes de la diversidad que ya se utilizan, el potencial de

desarrollar nuevos productos para la salud, alimentación, la energía, la vivienda, la recreación; es

todavía desconocido. Son requeridas agendas de bioprospección y de innovación tecnológica, no

solo con fines de mejorar la productividad de esta diversidad sino como estrategia de

conservación y resiliencia de la misma.

• Desarrollar la investigación local, nacional y regional, incorporando el conocimiento

tradicional y la ciencia. Paralelamente, es necesario investigar sobre modelos de desarrollo

alternativos que promuevan una nueva forma de utilización de los recursos naturales que


favorezca una relación más armónica de la sociedad con la naturaleza, fortaleciendo las

prioridades de inversión en investigación y formación en las universidades estatales.

• Intercambiar y evaluar las experiencias en materia de valoración, protección y manejo de

la biodiversidad y los bosques, actividades económicas social y ambientalmente exitosas,

comercialización de bienes y servicios naturales a través del intercambio de visitas en los

diferentes niveles, autoridades nacionales y municipales, academia y centros de investigación

líderes comunitarios, organizaciones indígenas, grupos de jóvenes y establecer un fondo de becas

para la región para fortalecer las capacidades en materia de bosques, biodiversidad y cambio

climático.

3.3.10 Sistemas de Información, monitoreo y evaluación


• Fortalecer Los sistemas de monitoreo, redes de vigilancia, informe y verificación de los

bosques bajo esquemas de REDD+ mediante el establecimiento de un equipo de trabajo a nivel

técnico regional con enlaces a nivel de cada país, respetando las siete salvaguardas acordadas en

Cancún, cuyo cumplimiento deberá monitorearse, informarse y verificarse, en el marco de un

sistema robusto y transparente, con la participación de los actores relevantes, particularmente los

pueblos indígenas y comunidades locales. Todos los procesos asociados al funcionamiento del

sistema deberán utilizar las orientaciones y directrices del IPCC. Es de hacer notar que una de las

salvaguardas acordadas se refiere a la conservación de la biodiversidad y los bosques naturales, y

otra, al respecto del derecho internacional indígena.

• Desarrollar un sistema de información en las diferentes escalas con datos homogéneos,

actualizados y comparables que permitan tanto un análisis objetivo del medio ambiente como la

toma de decisiones apoyada en la mejor información científica y técnica disponible.

• Desarrollar una arquitectura integrada de información a nivel regional y nacional entre los

sistemas de información de las autoridades de Bosques, Biodiversidad, Áreas Protegidas,

Agricultura, Recursos Hídricos y Gestión de Riesgo y generar criterios e indicadores de medición de

la salud ambiental en la región, así como una línea base de indicadores y valoración económica de

las perdidas derivadas de los impactos del cambio climático en la región y consensuar una línea

base de referencia con el apoyo de otras iniciativas como SIAM/SERVIR, IRBIO, GLOBIO, GEO y

otras

• Llevar una contabilidad sobre el monto de la cooperación internacional para la Adaptación

de nuestros países y la región derivada de los compromisos internacionales en el marco de la

Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático

• Incorporar los temas de Bosques, biodiversidad y adaptación al Cambio Climático en las

redes sociales de la región


• Promover mecanismos que permitan medir otros procesos sociales y económicos como

gobernanza, participación de la sociedad, instrumentos económicos y mercados y el aporte de los

ecosistemas a los medios de vida y otros más que permitirían valorizar más el rol de los

ecosistemas naturales en la reducción de la pobreza, así como el reconocimiento de los aportes

reales de los bosques, en el Sistema de Cuentas Nacionales.

Bibliografía

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2. Programa Estratégico Regional para el Manejo de los Ecosistemas Forestales y la Estrategia Forestal de Centroamérica. PERFOR. / CCAB

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4. La estrategia Regional Agroambiental (ERAS).CCAD/CAC/COMISCA

5. Propuesta Corredor Biológico Mesoamericano CBM/Corredor de Vida CCAD/AB/AP

6. Marco Estratégico para la Reducción de la Vulnerabilidad y los Desastres en Centroamérica. PCGIR/CEPREDENAC

7. Programa Estratégico Regional de Trabajo en Áreas Protegidas (PERTAP).CCAD/AP

8. Programa Estratégico Regional de Monitoreo y Evaluación de la Biodiversidad (PROMEBIO).

9. Alianza Centroamericana para el Desarrollo Sostenible ALIDES/SICA/94

10. Efectos del Cambio Climático en la distribución de zonas de vida en Centroamérica, Mildred Jiménez, Adina Chain y Bruno Locatelli

11. Análisis Crítico Reducción de las Emisiones por deforestación y degradación de Bosques (REDD) y sus implicaciones para Mesoamérica, Marta Yvette Aguilar y Eliseo Soto Monterrosa

12. Identificación de actores internos y externos relacionados con el Programa REDD, REDD/CCAD/GIZ-CABAL

13. El proceso de preparación para REDD+ en Mesoamérica /PRISMA-CABAL

14. REDD (Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de los Bosques) CARE, Noviembre de 2010

15. Bosques, Deforestación y monitoreo de carbono, una valoración potencial de REDD+ en Mesoamérica CABAL/PRISMA 2010

16. La Economía del Cambio Climático en Centroamérica, ECCA/CEPAL 17. Estado actual y futuro de la Biodiversidad en Centroamérica/INFORME GLOBIO

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