La Biotecnología como factor de...

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1 Resumen Ejecutivo Con el fin de socializar la discusión sobre la adopción de maíz genéticamente modificado en México, el presente documento muestra el éxito en el uso de dicho cultivo en tres países con condiciones similares a las mexicanas: Argentina, Honduras y Sudáfrica. El análisis muestra que la biotecnología es un factor clave para detonar la competitividad de los productores de maíz, especialmente de los pequeños agricultores independientemente de ser de autoconsumo. Sin embargo, la experiencia de los países estudiados muestra que para adoptar dicha tecnología en México es necesario: 1. Crear una visión de largo plazo para el desarrollo del sector agrícola basada en la adopción de las últimas tecnologías, con el apoyo de los productores y el más alto nivel político. 2. Reunir al sector público, privado y académico para elaborar, validar y ejecutar una estrategia de comunicación eficiente, con el apoyo de la comunidad internacional. Todo con el fin de difundir los riesgos y beneficios, efectivamente comprobados, de la adopción de maíz genéticamente modificado. 3. Finalizar un marco regulatorio transparente, predecible y claro sobre el uso del maíz genéticamente modificado que establezca las zonas y periodos de cultivo. Existen otras importantes lecciones acerca de cómo proveer de tecnología a los pequeños productores y las posibles alianzas estratégicas en este sentido, pero partiendo de estas tres bases es posible implementar de forma oportuna y eficiente dicha tecnología. Mejores prácticas en el uso de maíz genéticamente modificado

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Resumen Ejecutivo Con el fin de socializar la discusión sobre la adopción de maíz genéticamente modificado en México, el presente documento muestra el éxito en el uso de dicho cultivo en tres países con condiciones similares a las mexicanas: Argentina, Honduras y Sudáfrica. El análisis muestra que la biotecnología es un factor clave para detonar la competitividad de los productores de maíz, especialmente de los pequeños agricultores independientemente de ser de autoconsumo. Sin embargo, la experiencia de los países estudiados muestra que para adoptar dicha tecnología en México es necesario:

1. Crear una visión de largo plazo para el desarrollo del sector agrícola basada en la adopción de las últimas tecnologías, con el apoyo de los productores y el más alto nivel político.

2. Reunir al sector público, privado y académico para elaborar, validar y ejecutar una estrategia de comunicación eficiente, con el apoyo de la comunidad internacional. Todo con el fin de difundir los riesgos y beneficios, efectivamente comprobados, de la adopción de maíz genéticamente modificado.

3. Finalizar un marco regulatorio transparente, predecible y claro sobre el uso del maíz genéticamente modificado que establezca las zonas y periodos de cultivo.

Existen otras importantes lecciones acerca de cómo proveer de tecnología a los pequeños productores y las posibles alianzas estratégicas en este sentido, pero partiendo de estas tres bases es posible implementar de forma oportuna y eficiente dicha tecnología.

Mejores prácticas en el uso de maíz genéticamente modificado

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Mejores prácticas en el uso de maíz genéticamente modificado

Introducción La publicación del Reglamento de la Ley de Bioseguridad el 19 de marzo de 2008, el cual permite el cultivo de maíz genéticamente modificado en México y el retraso en el otorgamiento de los permisos experimentales hasta el 2009, motivó este estudio con el fin de complementar el ya realizado en la materia, con el título “La biotecnología como factor de

competitividad”.1

El fin de este nuevo análisis es presentar mayor evidencia sobre el impacto que ha tenido la introducción de maíz genéticamente modificado en países con condiciones similares a las de México, para así socializar en nuestro país la discusión informada sobre este tipo de cultivo, especialmente tras la reciente aprobación de los permisos experimentales. Lo anterior tiene como fin acelerar la adopción de maíz genéticamente modificado para así aumentar la productividad del campo mexicano, a la vez que se proteja la herencia cultural de este cereal. Los resultados del presente estudio confirman la hipótesis planteada en el estudio anterior: el maíz genéticamente modificado es una de las grandes herramientas para mejorar la productividad del sector agrícola. No obstante, es importante tomar acciones indispensables para hacer un uso más productivo y para desmitificar el miedo acerca de dicha tecnología.

Maíz genéticamente modificado en el mundo Los primeros cultivos comerciales de maíz genéticamente modificado se realizaron en Estados Unidos en 1995. A partir de ese momento, el uso de esta tecnología ha cobrado mayor importancia en el mundo. Tras observar un incremento en la productividad de los campos estadounidenses, las hectáreas cultivadas con maíz genéticamente modificado (MGM) han ido en aumento en el resto del mundo (ver gráfica 1). El año pasado se cultivaron más de 36 millones de hectáreas de maíz transgénico en 17 países, de estos, más del 40% fueron en países en vías de desarrollo.2 Gráfica 1 Siembra de maíz genéticamente modificado en el mundo

1 IMCO, La biotecnología como factor de competitividad, 2007.

2 ISAAA Report 2008.

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Fuente: IMCO con datos de ISAAA (2008)

La importancia del maíz genéticamente modificado en México México es el país con más variedades de maíz en el mundo. Sin embargo, la productividad de estos cultivos varía de una a 14 toneladas por hectárea y el promedio es de cerca de tres toneladas por hectárea, cifra que se encuentra por debajo del promedio mundial. Dicha tasa de producción junto con las altas importaciones de maíz y el alza de precios, presionan día con día a los productores, quienes deben buscar alternativas para incrementar su productividad. El crecimiento de la productividad obtenido con la introducción de MGM en Estados Unidos, Argentina, China, Colombia, Honduras y Sudáfrica, entre otros, es una clara muestra de la importancia del uso de esta tecnología. En Estados Unidos, el primer salto en productividad se dio en 1995 cuando se introdujo por primera vez el maíz transgénico. Sin embargo, hubo un segundo salto en productividad hacia 2002 cuando se introdujeron semillas transgénicas, que en lugar de incluir un solo gen incluían genes múltiples (stacked traits) ver gráfica 2. Gráfica 2 Cambios en rendimientos de maíz en Estados Unidos

Fuente: IMCO con datos de CNA y USDA

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El futuro para el maíz en Estados Unidos y otros países que hacen uso del maíz genéticamente modificado avizora más saltos como estos; de hecho, los norteamericanos estiman que podrían duplicar su productividad promedio a 20 toneladas por hectárea en 2030.3 Mientras tanto, en México la productividad del maíz se rezaga y todavía subsiste la discusión acerca de los riesgos que implica el uso de la biotecnología. La mayoría de los productores de maíz de México (cerca de 2 millones) son pobres. Hay mucho por hacer para mejorar su productividad y la tarea es una exigencia dada la creciente demanda de maíz y la escasez de nuevas tierras y recursos para su cultivo. La evidencia mundial muestra que, en promedio, el maíz genéticamente modificado supera en una tonelada por hectárea (1,055 kg) a las variedades convencionales. 4 Además, los productores se benefician adicionalmente al reducir sus costos por menor daño por hongos y una disminución de 95% por control sobre barrenadores en variedades de maíz Bt.5 En otras palabras, la evidencia científica ha probado que los beneficios de utilizar MGM son evidentes y en realidad no existen riesgos al medio ambiente o a la salud por el uso de este cultivo. Por el contrario, la biotecnología ha probado ser la mejor solución para elevar la productividad agrícola, preservando el entorno natural y mejorando los ingresos de los productores. Sin embargo, en México la ignorancia y los intereses de algunos grupos siguen rezagando la adopción y el uso de dichos organismos. Con el fin de complementar la discusión científica analizamos lo que han hecho otros países para adoptar el uso de biotecnología y cuáles han sido sus resultados.

Innovación del estudio: tres mejores prácticas En IMCO hemos estudiado y corroborado que las críticas ambientales, de salud e inequidad económica acerca del maíz genéticamente modificado han sido desechadas. De hecho, hemos comprobado que el maíz transgénico podría reducir la contaminación, mejorar alimentos, disminuir la presión sobre el agua y elevar el bienestar de productores y consumidores en todo el país. Por muchas razones este mensaje no ha logrado difundirse en la sociedad mexicana en general. Una razón es que la discusión se ha encasillado en tecnicismos y se ha mantenido en audiencias muy limitadas y poco informadas. Por este motivo, en IMCO decidimos traer a la discusión la realidad de tres países que, no sólo han adoptado dicha tecnología, sino que comparten características similares a México.

3 AgroBio y Monsanto

4 Ruiz Torres Norma, Biotecnología: Alternativa para incrementar la producción agrícola y lograr la seguridad alimentaria.

Universidad Autónoma Agraria “Antonio Narro” 2007. 5 Ruiz, Op cit.

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Los países seleccionados fueron: Argentina, Honduras y Sudáfrica. Argentina fue seleccionado por ser el principal exportador de maíz en Latinoamérica. Honduras por ser el primer país considerado centro de origen del maíz (igual que México) que ha adoptado dicha tecnología con condiciones socioeconómicas similares a las mexicanas. Y Sudáfrica por ser un país con gran cantidad de productores de autoconsumo que han logrado convertirse en productores comerciales gracias a la adopción de dicha tecnología.

El caso de Argentina Argentina es un ejemplo de modernización del campo. En este sentido, el país ha sido proactivo en la adopción de biotecnología, y ha logrado posicionarse como uno de los principales exportadores de grano en el mundo. Apenas hace algunas décadas, la agroindustria argentina era incipiente y poco competitiva, pero a lo largo de los últimos años se ha vuelto una de las más efectivas y prósperas del mundo. Buena parte de esto se debe a una visión empresarial del campo, así como a la adopción y desarrollo de técnicas de cultivo que le han permitido destacar a nivel global. Para el caso del maíz, desde los años 50 se introdujo el maíz híbrido, y desde entonces el país ha sido pionero en tecnología agrícola. A finales de la década pasada, se comenzaron a sembrar cultivos genéticamente modificados. La tasa de adopción fue tal que la mayor parte del área que actualmente ocupa el maíz y casi la totalidad de la soya y el algodón son variedades transgénicas.

Características de la producción de maíz en Argentina

Producción Argentina produce 16 millones de toneladas de maíz al año. De éstas, cerca del 90% es maíz amarillo, y el resto son maíces de especialidad. Entre los maíces de especialidad se encuentran el maíz colorado, maíz palomero y maíz blanco. Estos se siembran por contrato, y el maíz blanco tiene un precio ligeramente superior al amarillo. La mayoría de los predios en donde se siembra maíz tienen un rendimiento aproximado de 8 toneladas por hectárea, superior a los rendimientos de China (5.2 Ton/ha), Brasil (3.2 Ton/ha) y Sudáfrica (3.3 Ton/ha), pero inferior a las 9 toneladas por hectárea que produce en promedio Estados Unidos.

Consumo El 30% de la producción de maíz argentino se consume internamente, principalmente como alimento pecuario, y una menor proporción se destina a la producción de almidón y harinas. En 2005, la creciente producción ganadera y altos precios de fletes, hicieron que disminuyeran las exportaciones. Sin embargo, con los actuales precios del maíz, la tendencia a reducir exportaciones parece revertirse.

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Comercio internacional En el comercio internacional, Argentina es el octavo exportador de productos agrícolas y el número uno en producción de alimentos per cápita.6 En el caso concreto del maíz, es el segundo exportador mundial, sólo después de los Estados Unidos, mientras que China se encuentra en la tercera posición. Alrededor de 11.5 millones de toneladas se exportan anualmente, lo que representa el 70% de la producción del país. Esto equivale a su vez el 15% del maíz comercializado internacionalmente.

Maíz genéticamente modificado en Argentina

Cuándo y cómo se introdujo En Argentina, se aprobó el uso de maíz genéticamente modificado (GM) en 1998, y en pocos años los agricultores lo han estado adoptando de manera creciente. Actualmente, son cinco los tipos de maíz transgénico aprobados en Argentina para su siembra, consumo y comercialización. Estos son:

Maíz tolerante al herbicida glifosato (NK603 y GA21) Maíz tolerante al herbicida glufosinato de amonio (T25) Maíz resistente al gusano barrenador (MON810 y Bt11) Maíz resistente al gusano barrenador y tolerante al herbicida glufosinato de

amonio (TC1507) Maíz resistente al gusano barrenador y al herbicida glifosato (MON810 y NK603)

La superficie sembrada con maíz transgénico ha ido aumentando de manera sostenida desde que se aprobaron las primeras variedades. En 1998, año en que se aprobó su uso, se sembraron sólo unas cuantas hectáreas de este tipo de maíz. Hacia 2006, casi tres cuartas partes de la superficie total sembrada fueron de maíz transgénico, es decir, más de dos millones de hectáreas.

Marco regulatorio La autorización para la comercialización de los cultivos transgénicos depende de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (SAGPyA) de Argentina y se basa en los informes elaborados por sus comisiones asesoras:

La Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria (CONABIA), El Comité Técnico Asesor sobre uso de Organismos Genéticamente Modificados

del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), y, La Dirección Nacional de Mercados Agroalimentarios.

La CONABIA evalúa los posibles riesgos que puede causar la introducción del cultivo transgénico en los agroecosistemas. Las decisiones de la CONABIA aplican el principio precautorio según el cual deben existir evidencias de inocuidad y beneficios para el medio

6 Plan Estratégico 2005 – 2015 para el desarrollo de la biotecnología agropecuaria., Secretaria de Agricultura,

Pesca y Alimentación Argentina, SAGPyA, 2004.

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ambiente antes de ser autorizado su uso, y las medidas tomadas para reducir el riesgo deben guardar relación con el nivel de riesgo potencial. Esta evaluación ocurre en dos etapas. Durante la primera, la CONABIA determina si el cultivo puede o no probarse en condiciones experimentales en el campo (condiciones de confinamiento). Durante la segunda, que transcurre después de tales pruebas, la CONABIA evalúa la posibilidad de que el cultivo transgénico se siembre en gran escala (no confinado). Como resultado final, autoriza la liberación de dicho cultivo para su siembra a escala comercial. El proceso de las dos etapas de la CONABIA varia caso por caso pero puede agilizarse hasta durar poco más de los meses de la cosecha. Este periodo incluye: la comprobación de la CONABIA una vez recibida toda la información en la solicitud (unas semanas), el periodo de la cosecha experimental y un periodo máximo de 180 días posterior a la cosecha para probar los efectos de los organismos genéticamente modificados (OGM’s). El Comité Técnico Asesor sobre uso de OGM del SENASA evalúa los riesgos potenciales para la salud animal y humana derivados de su consumo, como alimento y en sus subproductos. El Comité también estudia la presencia de tóxicos, alérgenos y de posibles modificaciones nutricionales que se podrían haber introducido por la transformación genética. Con un informe favorable de la CONABIA y del Comité Técnico Asesor sobre uso de OGM del SENASA, la Dirección Nacional de Mercados Agroalimentarios determinó la conveniencia de la comercialización del maíz genéticamente modificado para evitar impactos negativos en las exportaciones argentinas.

Controversia A pesar de haber aceptado la biotecnología de manera muy rápida, Argentina no está exenta de controversias con respecto al uso de cultivos GM. Sin embargo, en la primera década de cultivos GM en la agricultura argentina se han encontrado enormes beneficios. Estos no sólo se han restringido al sector agropecuario, sino también a toda la economía nacional. Entre las controversias que se han planteado en el país existe la de la sostenibilidad de cultivos como la soya y el maíz, especialmente en relación a la expansión de dichos cultivos en los ecosistemas más frágiles y al monocultivo que puede afectar la fertilidad de la tierra en el largo plazo. Estas preocupaciones son legítimas, pero no por ello desmerecen el balance positivo de la primera década de cultivos GM en Argentina. Lo que sí hacen es resaltar la necesidad de un debate acerca de cómo optimizar el potencial de las innovaciones en este campo, el cual parece crecer día a día.

Quiénes lo han adoptado En Argentina, los productores agrícolas son en su mayoría productores comerciales. A diferencia de México, no hay muchos productores de autoconsumo. En Argentina, tanto los grandes productores como los pequeños y medianos agricultores han adoptado las semillas transgénicas de manera generalizada.

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Resultados El proceso de incorporación de nuevas tecnologías ha tenido un profundo impacto de transformación en la agricultura argentina y en toda la economía de ese país. La productividad del maíz argentino creció de 4.5 toneladas por hectárea en los noventa a 5.5 Ton/ha luego de la introducción de las semillas transgénicas y ha continuado aumentando entre más tecnología ha sido adoptada (de 6.5 Ton/ha en 2003 a 7.3 Ton/ha en 2004, y cerca de 8 Ton/ha en 2007)7. Los beneficios de los aumentos en productividad tanto en maíz, soya y algodón transgénicos se han calculado en unos 20 mil millones de dólares.8 De estos, los beneficios del maíz resistente a plagas se calculó en 481.7 millones de dólares,9 que se distribuyen de la siguiente forma: Gráfica 3. Distribución de los beneficios derivados del maíz transgénico.

Fuente: Trigo, Eduardo y Eugenio Cap. Diez años de cultivos genéticamente modificados en la agricultura argentina. 2006.

Como muestra la gráfica anterior, los productores fueron los más favorecidos por la adopción de maíz genéticamente modificado en Argentina, mientras que los proveedores de semilla, se quedaron con un porcentaje ligeramente menor. Es de notar que en el caso de la soya, la proporción captada por los agricultores es de 77% y para proveedores alrededor de 4%.

Importancia de la planeación Una de las evidencias de la voluntad y coordinación en la innovación agrícola de Argentina, es la creación en 2004 del plan estratégico a 10 años para el desarrollo de la biotecnología agropecuaria. Este documento traza las principales líneas de acción, públicas y privadas, a seguir hacia el 2015. Entre algunos de los objetivos principales se encuentran:

7 Schvarzer, Jorge/ Tavosnanska, Andrés, El complejo sojero argentino. Evolución y perspectivas, Documento de

Trabajo N° 10 - CESPA (59 p.), 2007. 8 Trigo, Eduardo y Eugenio Cap. Diez años de cultivos genéticamente modificados en la agricultura argentina,

2006. 9 Del periodo 1998-2005 en Trigo, Eduardo y Eugenio Cap. Op cit.

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Aplicar todas las herramientas biotecnológicas modernas en el sector agropecuario al término del plan.

Crear un entorno favorable para el desarrollo de PyMEs de biotecnología, y la consolidación de las empresas existentes.

Tratar regionalmente cuestiones estratégicas, respondiendo a la problemática local.

Este plan fue desarrollado durante doce sesiones de consulta y debate entre especialistas, científicos, técnicos, políticos, consultores, diplomáticos y empresarios. El documento resultante busca impulsar la competitividad del sector agroalimentario, que es el sector económico más importante de Argentina, tanto en el mercado interno como en el exterior.

Lecciones para México En Argentina el debate acerca de cultivos transgénicos está rebasado desde hace varios años. Esto se debe a una planeación de largo plazo, una buena comunicación, una discusión ordenada y a que la sociedad conoce los beneficios de la tecnología desde hace más de 10 años en su principal sector económico que es el agroindustrial. México sigue rezagado en este aspecto, ante la desinformación sobre los riesgos y beneficios del uso de la biotecnología, por lo que predominan los mitos y las supersticiones. La planeación estratégica que impulsó el gobierno argentino para detonar el uso y la creación de nuevas tecnologías en un plazo de diez años, también ha dado como fruto la creación de tecnología propia. Esto permite socializar las ganancias entre más sectores de la economía argentina con la creación de empresas líderes a nivel mundial en semillas genéticamente modificadas. Otra lección importante es la necesidad de coordinar a distintos órdenes de gobierno, institutos públicos y privados de investigaciones, universidades y empresas, para crear un frente para informar a la opinión pública. La adopción de biotecnología y el impulso dado al sector depende de muchos factores, por lo cual la situación no es trivial. Son muchos los actores involucrados en el proceso: Las grandes empresas de biotecnología, los institutos de investigación públicos y privados, dependencias locales y federales y grupos de activistas ambientales y sociales. Estos procesos de concertación dependen de los ciclos políticos y de la voluntad y coordinación entre instituciones para crear una estrategia. Una pieza fundamental de dicha estrategia fue la comunicación transparente, objetiva y sincera que explicó los beneficios y riesgos que trae el uso de biotecnología: conservación ambiental, mayor producción, mayores ingresos, menores costos, ahorro en agua, abatimiento de la pobreza, entre otros. También se trataron temas como la concentración de mercado en el uso de semillas transgénicas y propiedad intelectual, entre otros.

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Es claro que no hay otra opción más que debatir estos temas y coordinar esfuerzos para replicar la experiencia argentina en la introducción de maíz genéticamente modificado en México.

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El caso de Honduras

El sector agrícola en Honduras tiene grandes similitudes al mexicano ya que el maíz blanco es el cultivo más importante en el país, tanto por la superficie sembrada (213,000) como por ser la base de la dieta de los hondureños. La producción nacional de maíz es de 468,000 toneladas (70% es maíz blanco) y la productividad es muy baja y alcanza solamente 1.53 ton/ha. La baja productividad se debe a varios factores, uno de ellos es que gran parte de la producción es para autoconsumo, cerca de 82% de productores siembran el maíz para este fin y cuentan con menos de 5 hectáreas.10 Además, al igual que en México gran parte de la población rural vive en pobreza (48%).11 Sin embargo, en algunas zonas como en Lempira este porcentaje llega a ser del 95%.12 Esta pobreza y la mala distribución del ingreso son otra de las causas de la baja productividad y la gran volatilidad de la misma (ver gráfica 4). Gráfica 4. Producción total y área cosechada de maíz en Honduras, 1998-2007

Fuente: IMCO con datos de FAO 2008

Otras de las causas de la baja productividad son: condiciones climáticas adversas (huracanes, sequías prolongadas), insectos plaga (Spodoptera frugiperda, Diatraea lineolata y Helicoverpa zea) y alta presión de maleza (puede representar pérdidas en un 35-50% del rendimiento). Sin embargo, la alta volatilidad en la producción ha disminuido en los últimos cuatro años, debido a un mejor uso de la tecnología y un aumento del área cosechada.

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Secretaría de Agricultura y Ganadería de Honduras. 11

SICTA; Mapeo de las Cadenas agroalimentarias de frijol y maíz blanco en Centroamérica, pág. 33, 2007. 12

UNDP en http://www.undp.un.hn/pobreza_rural_en_Honduras.htm

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Características de la producción de maíz en Honduras En Honduras la mayor parte de la producción de maíz blanco (62%) se dedica a consumo humano y el resto a consumo animal, la producción de autoconsumo representa más del 75% de la producción total. Aunque a diferencia de México, Honduras no cuenta con tierras áridas, el 75% de sus unidades de producción (fincas) están ubicadas en laderas o tierras poco fértiles. Lo que dificulta la producción agrícola, especialmente vulnerable a los huracanes que azotan la región y además el 98% de la producción de maíz es de temporal. El cultivo de maíz ocupa el 40%13 de la tierra con vocación agrícola que suma un total de 1.8 millones de hectáreas14 y los rendimientos promedio son de 1.53 Ton/ha,15 muy por debajo del rendimiento promedio de México de cerca de 3 toneladas por hectárea (ver gráfica 5). Gráfica 5. Rendimiento del maíz en Honduras 1991-2008

Fuente: FAO 2008

De acuerdo al Instituto Nacional de Estadísticas (INE) de Honduras, el consumo neto per cápita de maíz es de 166.6 gramos por persona por día. Para cubrir dicho consumo se requieren 433 mil toneladas métricas de maíz anuales más otras 454 mil para la industria pecuaria. Lo anterior implica que Honduras necesita importar el 47% de su consumo de EUA (maíz amarillo) y de otros países de Latinoamérica (maíz blanco). Al igual que México, Honduras incluyó el maíz amarillo como uno de los productos sensibles dentro de su tratado de libre comercio con Estados Unidos, CAFTA. En otras palabras, la desgravación arancelaria del maíz es paulatina y llevará de 5 a 20 años, por lo que existen cuotas de importación acordadas y aranceles de importación por encima de dichas cuotas.

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Hernando Hintze and Mitch Renkow, Variety Characteristics, Transactions Costs and Maize Adoption in Honduras, Department of Agricultural and Resource Economics, North Carolina State University, Estados Unidos. 14

FAO en http://www.fao.org/docrep/007/y4632s/y4632s1b.htm 15

FAO, rendimientos 2007.

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Maíz genéticamente modificado en Honduras Honduras es el único país centroamericano que cuenta con regulación para la liberación comercial de cultivos genéticamente modificados (Acuerdo Ministerial número 1570-98 que establece el Reglamento de Bioseguridad con énfasis en plantas transgénicas; reforma a la Ley Fitozoosanitaria, 2006). Lo que lo hace el único país de la región que siembra y comercializa maíz genéticamente modificado, tanto para consumo humano como animal, y en cuya producción participan pequeños y medianos agricultores.

Cuándo y cómo se introdujo Honduras aprobó el uso de maíz Bt en 2002 a través de un decreto emitido por el Congreso Nacional sobre el uso de maíz genéticamente modificado permitiendo el cultivo de dos variedades:

Maíz YieldGard (Resistente a insectos) (-aprobación 2002-) Maíz Roundup Ready (Tolerante a Herbicida Roundup)(-aprobación 2005-)

El gobierno decidió permitir el uso de este tipo de semillas mejoradas, siempre y cuando se conservaran las zonas donde todavía se cultivan variedades criollas de maíz que son parte del patrimonio cultural de Honduras y que están protegidas tanto en Honduras como en México. Por ello, las zonas autorizadas para siembra de maíz biotecnológico excluyen los sitios en los que se reporta la presencia del teocintle, que es un grano similar al maíz y considerado ancestro de éste, principalmente cultivado en lazona de Pespire. La adopción de maíz biotecnológico ha venido creciendo en los últimos tres años. En el 2002 se sembraron alrededor de 500 has en etapa pre comercial16 y para el ciclo 2007, los productos de maíz biotecnológico se sembraron por más de 500 agricultores en una superficie superior a las 7,000 hectáreas. En el 2008, el ritmo de crecimiento en el uso de maíz GM aumentó 50%.17 Pese al importante crecimiento, dicho maíz representa apenas 3.28 % del total del maíz sembrado (213 mil ha). Sin embargo, se espera que para el 2012 el 50% de variedades y maíces híbridos cosechados en Honduras sea maíz GM. Lo anterior podría duplicar o triplicar los rendimientos en el país, permitiendo la autosuficiencia de maíz para la producción de tortillas y para el mercado pecuario. Entre las principales preocupaciones sobre el uso de maíz GM, en Honduras está la falta de capacidad de compra de la semilla de los pequeños agricultores debido a los bajos techos crediticios y la falta de garantías de los propios productores. La principal barrera para la transformación tecnológica es la falta de crédito por parte de la banca y de la red de distribución, así como el costo del paquete de producción recomendado que los limita en la

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Impacto socioeconómico y ambiental del maíz Biotecnológico en: http://www.cofemermir.gob.mx/uploadtests/11341.66.59.11.MNMaizeBenefitDataForMexico(Espanol).doc 17

http://www.monsanto.com/biotech-gmo/asp/biotech_news.asp?yr=2008&newsId=nr20080806

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primera instancia. Para el gobierno la principal preocupación es la preservación de la biodiversidad genética ya que, algunas zonas están clasificadas como centro de origen.

Marco regulatorio Desde 1998 Honduras reglamentó el tema de bioseguridad con énfasis en OGM’s, reconociéndose la necesidad de regular estos materiales con el fin de proteger la salud humana, la producción agrícola y el ambiente, además de facilitar el desarrollo de la investigación, el uso y la transferencia de biotecnología para agilizar el comercio de estos productos. Honduras fue el primer país considerado centro de origen del maíz que permitió el uso de semilla transgénica en ciertas zonas. El secreto para que esto haya ocurrido tiene que ver con la forma en que se presentó el caso en el país, ya que se hizo a través de una discusión interna, liderada por los principales centros de investigación y con un importante apoyo internacional. La escuela Agrícola Panamericana Zamorano, una de las principales instituciones encargadas de la investigación de biotecnología y agricultura, fue una de las piezas clave en este proceso y fue quien en 2005 finalmente decidió crear el Instituto Regional de Biodiversidad. Lo anterior con el objetivo de mantener una discusión más ordenada y una mejor planeación en relación a la conservación de especies de maíces criollos y la mejora en productividad del maíz en el resto del país. La legislación aún contempla un proyecto de ley que se orienta a instaurar el marco legal en bioseguridad por parte del Servicio Nacional de Semillas (SENASA). La ley no establece segregación de productos de la biotecnología agrícola y los granos. Estos entran al mismo canal de comercialización que los provenientes de maíz convencional. De esta forma, el uso de los OGM’s cuenta con el apoyo tanto de la comisión nacional de biotecnología como de la de bioseguridad, así como de los principales centros de investigación tanto públicos como privados.

Cooperación internacional Desde 2002 se creó la red de cooperación centroamericana para el desarrollo de proyectos conjuntos de biotecnología y la protección de especies endémicas de la región. La FAO, junto con el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), el Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE) y la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD) han promovido estas alianzas multinacionales en la región para la adopción de biotecnología. Dichos esfuerzos son importantes ya que la zona ha tenido un desarrollo lento en la materia, cuenta con poco capital humano especializado y no hay agendas conjuntas.

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Aunque ha habido acuerdos y el Sistema de Integración Centroamericano de Tecnología Agrícola tiene una estrategia de biotecnología conjunta y promueve intercambios de esta y de otros recursos entre instituciones, aún es necesario:

Compartir una visión sobre el desarrollo agrícola y el papel de la biotecnología en la región.

Determinar problemas y necesidades comunes para resolverlos mediante la acción conjunta.

Mejorar la capacidad regional para la investigación y desarrollo, e incluir acceso a nuevas tecnologías.

Educar y capacitar a autoridades, tomadores de decisión y comunicadores. Identificar elementos para el diseño de políticas y marco legal para la región. Concientizar a la sociedad sobre la importancia, los riesgos y los beneficios de la

biotecnología. Crear sistemas nacionales y regionales de información en agrobiotecnología y

sistemas de evaluación y manejo de riesgos. Por ello, es importante que la región revise de manera conjunta estos temas con el fin de hacer un frente común en el uso y promoción de la biotecnología, y en la conservación de especies, especialmente de maíces criollos de la zona.

Quiénes han adoptado maíz GM En Honduras, los agricultores medianos y grandes comenzaron con la adopción de maíz GM, pero los pequeños productores, con fincas menores a 5 hectáreas, han comenzado a adoptarlo. De hecho, 40% de los compradores de semillas genéticamente modificadas GM son agricultores con menos de 5 hectáreas. Aunque en Honduras el uso de maíz transgénico todavía no ha logrado que una cantidad importante de productores de autoconsumo se conviertan en productores comerciales, los aumentos en la producción y el ahorro, han logrado que la tasa de adopción de maíz biotecnológico creciera un 40% en el último par de años. Comparativamente, podemos decir que de 6 agricultores que cultivaban maíz GM en el 2002 para el 2007 ya existían 500.

Resultados Honduras es el único país en Centroamérica y el Caribe con legislación para la liberación de cultivos modificados genéticamente. Las siembras de maíz transgénico ya alcanzan las 7,000 hectáreas y representan el 3.28% del área de maíz producida. La siembra de maíz biotecnológico en general ha brindado importantes beneficios económicos y ambientales a los agricultores hondureños. Estos beneficios se traducen en un menor requerimiento de agroquímicos, reducción a la exposición de humanos a los plaguicidas, mejoras en rendimiento, recuperación de predios con fuerte infestación de maleza, oportunidad de implementar prácticas de agricultura de conservación y mayor viabilidad a la producción ante la falta de mano de obra y capital.

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Mejores prácticas en el uso de maíz genéticamente modificado

Por ejemplo, el principal impacto del maíz Yield Gard (YG) cuya siembre comercial empezó en 2004 ha sido el incremento en rendimiento del maíz convencional (las evaluaciones de campo indican un incremento promedio del 13%). Esto en combinación con el ahorro en aplicación de insecticidas ha dado como resultado beneficios económicos significativos para los agricultores. Además, los cultivos de maíz YG también han generado beneficios ambientales significativos como el ahorro de dos aplicaciones de insecticidas, la reducción del costo de producción y el control de plagas difíciles como el gusano elotero (Helicoverpa zea). Finalmente, también ha disminuido la probabilidad de infestaciones de hongos productores de aflatoxinas, mejorando considerablemente la sanidad en el grano entregado a la industria y/o consumidor final. De acuerdo con investigaciones de Monsanto, una bolsa de semilla de maíz YG modificado genéticamente cuesta 25% más al productor pero la ganancia real está en la productividad de la cosecha, así como en el ahorro en el uso de pesticidas y en la disminución de mermas (en una cosecha convencional en Honduras se pierde hasta 30% por plagas y maleza). El maíz GM ahorra por lo menos dos aplicaciones de insecticidas e incrementa la producción en más de 10%. Algunos productores advierten que invierten cerca de mil dólares en una hectárea de maíz tradicional y sólo 750 dólares en una de transgénicos por estos ahorros. Esta ganancia en campo, se comparte, para el agricultor un 77% y el resto para el creador de la tecnología. 18

Importancia de la planeación Honduras cuenta ya con instituciones involucradas en la investigación y promoción de la biotecnología: tres de ellas son universidades, una es un instituto de investigación y otras tres son entidades del sector privado. Por otro lado, la Escuela Agrícola Panamericana Zamorano y la Fundación Hondureña de Investigación Agrícola (FHIA) son organizaciones que pueden influenciar la adopción de biotecnología en Centroamérica. Adicionalmente, Honduras es el único país centroamericano en el que el número de profesionales en agrobiotecnología con grado de doctorado es mayor que los profesionales con maestrías. Este cuerpo de investigadores se ha enfocado en la investigación aplicada y generar productos utilizando biotecnología en las áreas de mejoramiento genético de plantas y animales, el estudio de la biodiversidad, el diagnóstico molecular de patologías de plantas, el cultivo in vitro de tejidos vegetales y el control biológico de plagas y enfermedades.

Lecciones para México El uso de maíz Bt en Honduras es un ejemplo a seguir por dos razones. La primera es que ambos países comparten la mayoría de las características socioeconómicas y culturales de sus productores de maíz (pequeños, pobres, sin tecnología, con tierras marginales). Segundo, ambos países son considerados centro de origen de especies de maíces criollos. Este ha sido uno de los principales impedimentos para la adopción de biotecnología en

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http://www.planetaazul.com.mx/www/2007/08/27/honduras-el-paraiso-del-maiz-transgenico/

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México y es la razón por la cual los permisos experimentales tardaron 4 años, a pesar de estar aprobada la Ley de Bioseguridad que permite el cultivo de OGM. La forma en que Honduras logró aprobar el uso de maíz GM en forma comercial y a la vez conservar zonas libres de dicha tecnología para el cultivo de maíces criollos es clave para México. Una pieza fundamental de este proceso es que las principales instituciones públicas y privadas de investigación no sólo analizaran los beneficios y promoción de los transgénicos, sino que ellas mismas formaron y administraron institutos encargados de proteger la biodiversidad. Esto hizo que la discusión acerca de los beneficios y riesgos de los OGM’s fuera más ordenada y se concentrara en una misma institución. Otros factores de éxito del caso hondureño son útiles para México, estos son:

1. Una discusión ordenada e informada acerca de los riesgos y beneficios del uso de OGM’s a cargo de los principales centros de investigación en la materia y de un cuerpo de expertos del país, de la región e invitados internacionales.

2. Una institución académica, respetada y neutral, analiza e investiga los cultivos biotecnológicos y además crea el centro de biodiversidad del país.

3. Operar un comité de bioseguridad integrado por científicos de diferentes instituciones que evalúan las solicitudes hechas por las compañías y dan una opinión expedita con base científica.

4. Una legislación transparente y clara sobre OGM’s y la limitación por zonas para preservar el cultivo de maíces criollos

5. Un programa exitoso de fitomejoramiento de especies criollas, que involucró la transferencia de tecnología a través de un esquema participativo entre secretarias, instituciones y agricultores, 19 lo que permitió mejorar los rendimientos de los mismos e implicóuna transferencia de paquetes tecnológicos que impulsó su adopción.

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Juan Carlos Rosas-Sotomayor, Omar Gallardo-Guzmán, José Jiménez-Torres en, Mejoramiento de Maíces Criollos De Honduras Mediante La Aplicación De Metodologías de Fitomejoramiento Participativo, Agronomía Mesoamericana 17(3): 383-392. 2006 Issn: 1021-7444.

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El caso de Sudáfrica

El sector agrícola en Sudáfrica tiene más cosas en común con el mexicano de lo que pudiera pensarse. Por un lado, el maíz es el grano más importante para consumo humano y pecuario. Por otro lado, la mayoría de los agricultores siembran maíz para autoconsumo, seis millones de sudafricanos depende de la agricultura (14% de la población) y su producción representa apenas cerca de 4% del PIB.20 Además, la mayor parte de la agricultura es de temporal, cerca de una tercera parte de las tierras son de riego (1.2 millones de hectáreas aproximadamente). La gran mayoría de las tierras de cultivo se encuentran en zonas áridas o vulnerables a la sequía, lo que provoca oscilaciones importantes en la producción (ver gráfica 6) y las tierras con potencial agrícola apenas representan el 22% de las 16 millones de hectáreas disponibles. Pese a estas dificultades, Sudáfrica es un neto exportador de productos agrícolas.

Gráfica 6. Producción total y área cosechada de maíz en Sudáfrica, 1991-2006

Fuente: IMCO con datos de FAO y NDA, 2008

Características de la producción de maíz en Sudáfrica En Sudáfrica al igual que en México, el maíz blanco es el maíz que más se cultiva y representa el 60% de la producción total y 64% del área sembrada, el resto se destina al cultivo de maíz amarillo. Además, el 95% del maíz blanco es de temporal y cerca del 60% se destina a consumo humano y aproximadamente 500,000 toneladas son de autoconsumo.21 Para el caso de maíz amarillo cerca de 40% se destina a forraje y sólo el 14% del maíz proviene de zonas de riego. A pesar de la gran volatilidad que hay en la producción del maíz en Sudáfrica, y que el rendimiento promedio sigue siendo bajo (3.3 Ton/ha en los últimos 5 años), los rendimientos han mejorado a una tasa anual compuesta de 0.8% de 1991-2001. Sin embargo, esta misma tasa ha incrementado a partir del 2001 a 8% (ver gráfica 7). Esto

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US Department of State, http://www.state.gov/r/pa/ei/bgn/2898.htm 21

South African Grain Information Service. Crop Estimates Bulletin. Department of Agriculture. Febrero, 2008.

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sucedió dos años después de la primera cosecha de la introducción de maíz amarillo genéticamente modificado y el primer año de cosecha de maíz blanco genéticamente modificado. Gráfica 7. Rendimiento del maíz en Sudáfrica 1991-2008

Fuente: FAO * TACC es la tasa anual de crecimiento compuesto.

Hasta finales del siglo pasado los mercados agrícolas en Sudáfrica estaban regulados por el gobierno. El Consejo del Maíz (Maize Board) controlaba la comercialización del grano fijando precios y determinando la cantidad de importaciones y exportaciones. Pero en 1995 se dejaron de fijar precios y en 1997 se permitió la libre comercialización. Ahora, la regulación gubernamental se limita a certificaciones fitosanitarias. El Consejo del Maíz fue liquidado y sus activos se usaron para crear el Fondo para el Maíz (Maize Trust). Este organismo se dedica a dar apoyo financiero para investigación enfocada en la producción y la comercialización del maíz. El fondo financia estudios acerca del maíz y apoya centros de capacitación para agricultores. De esta manera, se transitó hacia un esquema de apoyo que no distorsiona los mercados.

Maíz genéticamente modificado en Sudáfrica

Cuándo y cómo se introdujo Desde 1998, en Sudáfrica se comenzó a importar maíz amarillo GM principalmente como forraje para animales. Al siguiente año se comenzó a sembrar este tipo de maíz, y para el 2001 se sembró la primera cosecha comercial de maíz blanco GM. Desde entonces, se ha dado un aumento vertiginoso en la producción y consumo de maíz GM. El tipo de maíz GM en Sudáfrica es maíz Bt, que es resistente a plagas. En particular, en este país ha resultado efectivo en contra de la plaga de gusano barrenador. Entre las preocupaciones del uso de los OGM’s, es el mayor costo de la semilla o un rechazo de los consumidores a este maíz. Sin embargo, las preocupaciones no se materializaron en

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hechos. En Sudáfrica no existe una prima sobre el precio del maíz blanco que no es GM, y la gente consume ambos maíces sin problema.

Cooperación internacional India, Brasil y Sudáfrica suscribieron en 2003 un acuerdo de cooperación trilateral (IBSA), que incluye colaboración en investigaciones de biotecnología agrícola. En los últimos años, estos tres países se han colocado entre los diez principales países productores de cultivos transgénicos (Brasil 3º, India 5º, Sudáfrica 8º).22

Quiénes lo han adoptado El maíz transgénico no sólo lo siembran los grandes productores de Sudáfrica, sino los pequeños campesinos también. Con aumentos en la producción entre el 25 y el 40% en sus mismas parcelas, los pequeños agricultores han logrado satisfacer su consumo de alimentos. El jefe Mdutshane de Ixopo declaró que con el maíz blanco Bt, que aumentó el rendimiento promedio en 133%, los habitantes en su territorio “por primera vez han producido lo suficiente para alimentarse ellos mismos.”23

Resultados La siguiente tabla 1 a continuación resume los costos de producción para un productor de pequeña escala en Sudáfrica con el uso de maíz genéticamente modificado. Tabla 1. Costo de siembra de maíz Bt para productores de pequeña escala (en USD) durante el 2005 Maíz común Maíz GM

Costo de semilla por Ha 33 44

Costo insecticida (2x 6.50) 13 ninguno

Costo de labranza (tractor) 13 ninguno

Rendimiento (Ton/ha) 3 3.3

Ingreso neto 554 630

Considerando sólo una muestra de pequeños agricultores. Precios en dólares. Basado en el uso de 12 kg de semilla por Ha, rendimiento promedio de 3 Ton/ha y precio de USD 203 (1300R) por tonelada. Se tomó el tipo de cambio promedio en 2005 de 6.40 rands por dólar del Banco de la Reserva de Sudáfrica. Fuente: Keetch (2005), citado por Alhassan (2006)

El alto precio internacional del maíz y el aumento en el ingreso neto de los productores de pequeña escala hace que los ingresos de la tabla sean aún mayores en la actualidad. Los cambios en los rendimientos por el uso de maíz GM han hecho que no sólo se disminuya en 67% la varianza en la producción de maíz anual, sino que aumenten los rendimientos en

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Clive, 2007. Op.cit. 23

James, Clive. Global Status of Commercialized Biotech/GM Crops: 2007. ISAAA Brief No. 37. ISAAA: Ithaca, NY, 2007.

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promedio 20% a nivel nacional 24, lo que ocasionó un aumento en la producción de maíz GM, tanto amarillo como blanco. De este modo, el maíz amarillo GM pasó del 20% del área sembrada entre 2002 y 2003 hasta representar el 60% de esta misma área entre 2006 y 2007. Para el maíz blanco transgénico, el área sembrada pasó de 3% entre 2002y 2003 a 40% entre 2006 y 2007. Hoy, cerca de dos terceras partes de las hectáreas de maíz blanco son de maíz transgénico25. Este maíz es el resistente a insectos y a herbicidas y se espera que cuando se adopte la variedad resistente a sequía se cubra el 100% del área sembrada. Un estudio reciente de Brookes y Barfoot en 2008 estima que los productores de Sudáfrica han incrementado su ingreso al utilizar maíz transgénico en 156 millones de dólares de 1998 a 2006.

La importancia de la planeación En 2001, el Ministerio de Arte, Cultura, Ciencia y Tecnología de Sudáfrica estableció una Estrategia Nacional de Biotecnología. En ella se delinearon propuestas de acción para los años subsecuentes lo que ha resultado en un documento guía para la planeación agrícola del país que contempla la introducción del maíz genéticamnete modificado por pasos

Lecciones para México El alcance y los beneficios que ha traído la biotecnología en los pequeños agricultores sudafricanos podrían traducirse en un gran logro para el campo en México. Esto es especialmente relevante para nuestro país donde se importa cerca de una tercera parte del maíz que consumimos y donde 2 millones de agricultores viven de la agricultura de subsistencia. El caso de Sudáfrica es un claro ejemplo de cómo el uso de la biotecnología puede ayudar a trascender la agricultura de subsistencia y sustituirla por la agricultura comercial mediante una buena implementación de paquetes tecnológicos. La tecnología está disponible, sólo hace falta probarla y distribuirla. El uso exitoso de la biotecnología en la agricultura sudafricana se debe a varios factores, entre ellos: una legislación transparente sobre OGM’s; la negociación entre las compañías que desarrollan semillas GM y el gobierno para la transferencia tecnológica; la introducción del uso de biotecnología en los cultivos tradicionales, y la colaboración entre laboratorios locales y regionales con investigadores de países con mayor tecnología. Estos son algunos de los pasos que México requiere aplicar para avanzar en el tema.

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Ministerio de Agricultura de Sudáfrica, periodo de 6 años 25

Con datos del Ministerio de Agricultura de Sudáfrica, 2008.

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Otra experiencia a resaltar Adicionalmente, a los tres países analizados mencionaremos brevemente algunas lecciones aprendidas de Colombia, país que se analizó pero que carece de información suficiente debido a su reciente uso de maíz genéticamente modificado. Sin embargo, Colombia comparte con México la fuerte resistencia al cambio por ser uno de los países con mayor biodiversidad y centro de origen del maíz. Aunque en Colombia sólo 150 productores habían adoptado dicha tecnología en 2008, se hizo una importante labor del sector productivo y de los centros de investigación para someter información técnica y desarrollar materiales con biotecnología para su estudio y evaluación. Aunque esto tuvo buenos resultados el elemento que logró la adopción de dicha tecnología tan rápido fue la voluntad política del Presidente Uribe quien hizo rápidos avances, identificando la oportunidad para el país y estableciendo la tecnología como una de sus prioridades. Los resultados son sorprendentes. Hoy, los colombianos siembran cerca de 10 mil hectáreas de maíz transgénico produciendo cerca de 65 mil toneladas. Al igual que en Honduras, el uso de la semilla se restringió a algunos departamentos (Córdoba, Sucre, Huila y Tolima) para así proteger la siembra de maíces criollos. De esta forma, Colombia aumenta su productividad en más de una tonelada por hectárea y a la vez conserva las variedades de maíces criollos en las zonas donde tradicionalmente han sido cultivados.

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Conclusiones Lo primero que se puede concluir de los tres casos analizados es que para adoptar el maíz transgénico se requiere una visión de largo plazo para el desarrollo del sector agrícola, basada en la última tecnología y respaldada por el más alto nivel político. Sin el compromiso y voluntad del gobierno argentino, del gobierno federal y el poder legislativo sudafricano y hondureño, la siembra del maíz transgénico hubiera sido imposible en cualquiera de los tres países. Aun la experiencia de países que acaban de adoptar recientemente este tipo de tecnología como es el caso de Colombia, muestran que sin la decidida convicción del poder Ejecutivo esto es extremadamente difícil. La segunda lección es que se requiere una buena planeación para comunicar los riesgos y beneficios del uso de maíz genéticamente modificado. En otras palabras, una estrategia de comunicación elaborada, validada y ejecutada por el sector académico, el sector público y privado, con el apoyo de la comunidad internacional. Una estrategia bien ejecutada con base científica y hechos comprobables fue la que permitió que en Argentina prácticamente se eliminaran los argumentos de aquellos que se oponían a la introducción de los OGM’s. A su vez, en Honduras la creación del Instituto de Protección de la Biodiversidad en la universidad a cargo de la investigación de biotecnología logró un rápido consenso científico acerca de los pros y contras de la adopción de OGM. Finalmente en el caso de Sudáfrica, la colaboración con India y Brasil así como los productores de semilla alrededor del mundo generó importantes oportunidades para crear tecnología propia, comunicar sus beneficios y fomentar su adopción. La tercera lección es que el papel de un marco regulatorio transparente, predecible y claro sobre el uso del maíz genéticamente modificado y sus limitaciones es indispensable. Esto es lo que hizo posible que Honduras fuera el primer país que utiliza maíz GM siendo uno de sus centros de origen. Finalmente, el caso de Sudáfrica y Honduras demuestran que la introducción de dicha tecnología debe estar acompañada de un programa de asistencia tecnológica para que los beneficios lleguen a los pequeños productores de autoconsumo y así darles mayores herramientas para salir de la pobreza. Las experiencias en estos países deben servir a instituciones mexicanas de investigación, así como a las autoridades para poner en perspectiva las pérdidas en competitividad de nuestros productores al restringir el uso de dicha tecnología. Los países estudiados comparten condiciones a las de nuestros productores y, sin embargo, todos aportan lecciones que para identificar los beneficios de la tecnología y desmitificar de una vez los temores alrededor de ésta. IMCO espera que este documento sirva para socializar la discusión sobre la adopción de maíz transgénico en nuestro país. A su vez, instamos a las autoridades a agilizar el proceso tras el largo periodo para obtener los permisos de experimentación para poder transitar más rápido a los permisos comerciales de maíz GM por lo menos en las zonas de alta producción que dejaron de utilizar maíces criollos hace muchos años.