la brevedad de un escalofrio

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6 La brevedad de un escalofrío Fernando Iwasaki MINIANTOLOGÍAS INTERNACIONALES

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novela internacional

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La brevedad de un escalofrío

Fernando Iwasaki

MINIANTOLOGÍAS INTERNACIONALES

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ÍNDICE LA BREVEDAD DE UN ESCALOFRÍO.....................................................................3 (FANTASÍAS TEXTUALES 1) .....................................................................................4 (FANTASÍAS TEXTUALES 2) .....................................................................................5 ABUELITA ESTÁ EN EL CIELO................................................................................6 LA OUIJA ......................................................................................................................7 A MAIL IN THE LIFE .................................................................................................8

EL APÓCRIFO FRANKESTEIN .................................................................................9 YA NO QUIERO A MI HERMANO..........................................................................10 LA ALMOHADA.........................................................................................................11 LARGA DISTANCIA ..................................................................................................12 REMAKE .....................................................................................................................13

ACERCA DEL AUTOR ..............................................................................................14

“La brevedad de un escalofrío” de Fernando Iwasaki (No. 6) es una edición digital de

Internacional Microcuentista, revista de microrrelatos y otras brevedades, que integra la colección Miniantologías Internacionales.

Comité Editorial:

Martín Gardella (Argentina), Esteban Dublín (Colombia), Víctor Lorenzo (España), Fernando Remitente (España), José Manuel Ortiz Soto (México)

y Rony Vásquez Guevara (Perú)

Publicación no venal para descarga gratuita desde Internet, con el propósito de difundir la obra del autor.

En la web: http://revistamicrorrelatos.blogspot.com

En Facebook: Internacional Microcuentista - En Twitter: @Imicrocuentista Contacto: [email protected]

© 2013, Fernando Iwasaki.

Fotografía: Daniel Mordzinski.

Diseño y selección de textos: Comité Editorial de Internacional Microcuentista.

Prohibida su comercialización.

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LA BREVEDAD DE UN ESCALOFRÍO

Sólo a Iwasaki podía ocurrírsele comparar el microrrelato con un huevo. Así lo hizo en un inteligente y divertido video titulado Cómo preparar microrrelatos (colgado hace pocos meses en Youtube) en el que, trasmutado en habilidoso cocinero japonés, el genial escritor peruano-sevillano daba una lección magistral sobre el cuento hiperbreve al proponer esta definición: como el huevo, el microrrelato “ocupa un espacio inversamente proporcional a su valor nutritivo”. Basta asomarse a los diez textos aquí antologados para comprobarlo. Porque sólo un maestro como Iwasaki puede concentrar en pocas líneas unas historias tan impactantes. Ya sea por vía de lo terrorífico o de lo humorístico, no hay lector que pueda permanecer impasible a sus golpes. Y encima consigue que volvamos a sus microrrelatos una y otra vez: por mucho que los leamos, nunca dejan de sorprender. Todo gracias a la sabia combinación de una imaginación endiablada, una fina ironía, que en muchas ocasiones se convierte en salvaje humor negro, y una borgesiana habilidad en el manejo del lenguaje (es de envidiar cómo encuentra siempre el adjetivo perfecto). Incluso cuando revisita los tópicos del terror y lo fantástico en su magistral Ajuar funerario, logra darles nueva vida e inquietar y divertir (a la vez, lo que todavía es más difícil) a un lector demasiado habituado a ellos.

Leer a Iwasaki: un placer inagotable.

David Roas, Barcelona, 2012.

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(FANTASÍAS TEXTUALES 1)

Siempre llegaba la última a mis cumpleaños, con sus piernas

larguísimas y sus labios pintados del mismo rojo de sus zapatos. El día que

me apachurró contras sus tetas perfumadas, no me importó que el regalo

que me trajo fuera repetido. Desde entonces sólo quiero que me apachurre

otra vez. Seguro que papá también quería lo mismo, porque dice la abuela

que se han escapado juntos. Pobre mamá, todo el día llorando. ¿Cómo le

digo que yo también me quiero escapar con ella?

Helarte de amar, Páginas de Espuma, Madrid, 2006.

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(FANTASÍAS TEXTUALES 2)

“Quiero que sepas todo sobre mí antes que nos casemos”, me dijo

mirándome a los ojos. Y entonces me habló de la italiana de un fin de curso,

de la compañera de asiento de un viaje a Barcelona, de la hermana de un

amigo de la facultad, de la clarinetista de una orquesta de cámara y de la

pintora que lo sometió durante años. Yo no le había preguntado nada, pero

él quería que lo supiera todo. Desde entonces no tiene que pedirme nada

porque ya sé cuáles son las cosas que más le gustan. Ojalá que algún día

olvide a la del clarinete.

Helarte de amar, Páginas de Espuma, Madrid, 2006.

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ABUELITA ESTÁ EN EL CIELO

Mamá decía que abuelita había sido la mujer más buena del mundo,

que todos la querían y que nunca le hizo daño a nadie. “Abuelita está en el

cielo, mi amor”, señalaba mamá con el dedo, “rodeada de ángeles y santos”.

Pero mamá no quiere verla cuando viene de noche a mi cuarto, llorando y

toda despeinada, arrastrando a un bebito encadenado.

Seguro que tiene hambre porque a veces lo muerde.

Ajuar funerario, Páginas de Espuma, Madrid, 2004.

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LA OUIJA

Siempre me advirtieron que no moviera la copa y jamás les hice caso.

Yo recorría las letras del tablero y me tronchaba cuando veía sus caras

descompuestas, cuando escuchaba sus respiraciones entrecortadas, cuando

sentía de pronto la caricia helada de mis manos.

Una noche partí la copa y cundió el pánico. Quise decirles que había

sido yo, pero ya era demasiado tarde. Sin embargo, no se quedaron en casa

ni hubo que clausurar aquella habitación como hizo mamá la última vez. Se

fueron como almas cargadas por el diablo y yo hasta ahora les echo de

menos.

Los nuevos inquilinos nunca juegan con el tablero, y a mí me da

vergüenza mover las cosas sin que me llamen.

Ajuar funerario, Páginas de Espuma, Madrid, 2004.

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A MAIL IN THE LIFE

Desde hace unos meses le mando correos electrónicos a mi mujer

haciéndole creer que soy otro. Al principio se los tomó a broma, pero poco

a poco empezó a entregarse, a fantasear con mis mensajes, a compartir con

mi otro yo sus deseos más inconfesables. Le he puesto trampas para saber si

sospecha algo y no es así. Ha caído redonda.

No puedo negar que parece más feliz y hasta me hice de rogar cuando

me pidió que la sodomizara, tal como se lo había recomendado bajo mi

personalidad secreta. Pero hasta aquí hemos llegado porque he decidido

escarmentarla.

Voy a suicidarme para que nos pierda a los dos.

Ajuar funerario, Páginas de Espuma, Madrid, 2004.

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EL APÓCRIFO FRANKESTEIN

María sabía que era su culpa, que no tenía que haberlo reñido cuando

echó a volar aquellos pajarillos de barro después de soplarlos. Por eso no

quiso decirle nada cuando lo vio de nuevo jugando en el lodo. ¿Cómo podía

saber lo que estaba haciendo, por Dios? ¿Qué le diría ahora a José? Cuando

lo vio entrar -encorvado y arrastrando los pies- le hizo prometer a Jesús que

nunca más jugaría de nuevo a soplar figuras de barro. Pobre José, un hijo

más y siempre virgen.

Le llamaron Judas.

Ajuar funerario, Páginas de Espuma, Madrid, 2004.

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YA NO QUIERO A MI HERMANO

“Carlitos está aquí”, dijo la médium con su voz de drácula, y de

pronto se transformó y puso cara de buena. Entonces mamá le hizo muchas

preguntas y el espíritu respondía a través de la señora. Seguro que era

Carlitos porque sabía dónde estaba el robot y cuántas monedas había en su

alcancía, dijo cuál era su postre favorito y también los nombres de sus

amigos.

Cuando la médium nos miró haciendo las muecas de Carlitos papá

empezó a llorar y mamá le pidió por favor, por favor que no se fuera. Las

luces se apagaban y encendían, los cuadros se caían de las paredes y los

vasos temblaban sobre la mesa. Me acuerdo que la señora se desmayó y que

una luz atravesó a mamá como en las películas. “Carlitos está aquí”, dijo con

cara de felicidad.

Desde entonces hemos vuelto a compartir el cuarto y los juguetes, el

ordenador y la Play-Station, pero la bicicleta no. Mamá quiere que sea bueno

con Carlitos aunque me dé miedo. No me gusta su voz de drácula. Y además

huele a vieja.

Ajuar funerario, Páginas de Espuma, Madrid, 2004.

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LA ALMOHADA

Una noche que no podía dormir mamá me puso Viaje al centro de la

Tierra debajo de la almohada, y me dijo que si me dormía rápido soñaría con

esas aventuras. Y como aquella noche soñé que descendí hasta el centro de

la Tierra, desde entonces nunca dejé de colocar debajo de mi almohada los

libros, cómics y revistas con los que deseaba soñar. Cuando entré en la

universidad descubrí encantado que el truco también funcionaba con los

apuntes, los videos y las fotos de mis compañeras. Así me gradué con

honores, gané dinero y conseguí todo lo que me propuse, hasta esta noche

en que mi esposa me ha amenazado con dejarme si no tiro a la basura mi

vieja almohada de cuando era chico. Al menos he logrado que duerma con

ella hasta mañana, para que descubra por qué me gusta tanto.

No se imagina lo que he puesto debajo.

Ajuar funerario, Páginas de Espuma, Madrid, 2004.

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LARGA DISTANCIA

Ha sonado el teléfono de madrugada, a esas horas oscuras donde sólo

es posible recibir malas noticias. Mi hermana me dice llorando que ha

muerto papá, que todo ha sido muy rápido y que nadie se lo esperaba.

Siempre he temido esta llamada porque vivo en un país remoto y sé que no

estaré en su entierro y que me costará recordar cómo era su rostro la última

vez que nos abrazamos. Mi hermana apenas puede hablar y agrega que

gracias a Dios no ha sufrido. ¿Cómo puede saber que no ha sufrido si desde

que ha llegado no ha dejado de llorar? Tampoco lo puedo besar.

Ajuar funerario, Páginas de Espuma, Madrid, 2004.

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REMAKE

“Viudo, europeo, culto y de buena posición económica, busca

institutriz que cuide de sus catorce hijos, siete del primer matrimonio y siete

del segundo. Imprescindible alemán, buena presencia, ame los niños, gusto

por la música, vida al aire libre y mucha disciplina. De preferencia ex-

novicia, numeraria o similares. Ofrezco casa, amistad y lo que surja. Si canta

bonito, posible película. Preguntar por Capitán Von Trapp”.

Texto inédito, 2013.

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ACERCA DEL AUTOR

Fernando Iwasaki nació en Lima, Perú, el 5 de

junio de 1961. Es narrador, ensayista, crítico e

historiador.

Ha escrito numerosas novelas, ensayos y

cuentos. En relación a la microficción, ha publicado

Ajuar funerario, Páginas de Espuma (Madrid, 2004) y

"Fantasías Textuales", en Helarte de amar, Páginas de

Espuma (Madrid, 2006).

Desde 1989 reside en Sevilla, donde es columnista del diario ABC y

director de la Fundación Cristina Heeren de Arte Flamenco.