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LA CERÁMICA DE LA ALTA EDAD MEDIA EN EL CUADRANTE NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA (SIGLOS V-X)

Alfonso Vigil-Escalera GuiradoJuan Antonio Quirós Castillo (dir.)

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La cerámica de la Alta Edad Media

en el cuadrante noroeste

de la Península Ibérica

(siglos -)

Sistemas de producción, mecanismos de distribución y patrones de consumo


La cerámica de la Alta Edad Media en el cuadrante noroeste de la Península Ibérica

(siglos -)

Sistemas de producción, mecanismos de distribución y patrones de consumo

Alfonso Vigil-Escalera GuiradoJuan Antonio Quirós Castillo (dir.)

Con textos de Alfonso Vigil-Escalera Guirado, Carlos Tejerizo García, Idoia Grau Sologestoa, Begoña Hernández Beloqui, Francesc Burjachs, Francisco Javier Sanz García,

Gregorio José Marcos Contreras, María José Iriarte Chiapusso, Miguel Ángel Martín Carbajo, Jesús Carlos Misiego Tejeda


CIP. Biblioteca Universitaria

La cerámica de la Alta Edad Media en el cuadrante noroeste de la Península Ibérica (siglos V-X) : sistemas de producción, mecanismos de distribución y patrones de consumo / Alfonso Vigil-Escalera Guirado, Juan Antonio Quirós Castillo (dir.). – Bil-bao : Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea, Argitalpen Zerbitzua = Servicio Editorial, D.L. 2016. – 362 p. il. ; 30 cm. – (Documentos de Arqueología Medieval ; 9)

D.L.: BI-69-2016. — ISBN: 978-84-9082-304-0

1. Cerámica medieval. 2. Arqueología medieval. 3. España – Antigüedades. I. Vigil-Escalera Guirado, Alfonso, codir. II. Quirós Castillo, Juan Antonio, codir.

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Documentos de Arqueología Medieval

Esta colección de monografías tiene como fin editar estu-dios, actas de encuentros, tesis o memorias de excavación en el campo de la Arqueología y la Historia Postclásica siguiendo criterios de calidad. Todos los textos publicados han sido re-visados por evaluadores externos siguiendo protocolos en uso en las revistas referenciadas. Se aceptan textos en distintos idiomas, y solamente se publicarán trabajos inéditos. El Co-mité Científico está formado por los siguientes investigadores:

The aim of this collection is to edit monographs, pro-ceedings, dissertations and archaeological reports from Post-classical Archaeology and History, with quality criteria. Ref-erees, following protocols in use in the quoted journals, will evaluate the texts; the internationalization of the research will prevail, with publication made in different languages. Only original texts will be accepted. The advisor board is made up of the following scholars:

Alberto García Porras (Universidad de Granada)Alejandro García Sanjuán (Universidad de Huelva)Alexandra Chavarria Arnau (Università degli Studi di Padova)Alfonso Vigil-Escalera Guirado (Universidad del País Vasco /Euskal Herriko Unibertsitatea)Andrew Reynolds (University College of London)Catarina Tente (Universidade Nova de Lisboa)Giovanna Bianchi (Università degli Studi di Siena)Helena Catarino (Universidade de Coimbra)Helena Kirchner Granell (Universitat Autonoma de Barcelona)Igor Santos Salazar (Università degli Studi di Trento)Iñaki Martín Viso (Universidad de Salamanca)Jorge Alejandro Eiroa Rodríguez (Universidad de Murcia)José Avelino Gutiérrez González (Universidad de Oviedo)Juan Antonio Quirós Castillo (Universidad del País Vasco /Euskal Herriko Unibertsitatea)Juan Carlos García Armenteros (Universidad de Jaén)Julio Escalona Monge (Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Madrid)Margarita Fernández Mier (Universidad de León)Olatz Villanueva Zubizarreta (Universidad de Valladolid)Santiago Castellanos (Universidad de León)

Comité Editorial Editorial board

Juan Antonio Quirós Castillo (director); Santiago Castellanos, Julio Escalona Monge, Margarita Fernández Mier, Iñaki Martín VisoCorrespondencia: [email protected]

Este volumen ha sido realizado en el marco de los proyectos de investigación «EARMEDCASTILE, The formation of the state in Early Medieval Castile: craft production and social complexity» financiado por la Unión Europea (H2020-MSCA-IF-2014, 656540), «Desigualdad en los paisajes medievales del norte peninsular» (HUM 2012-32514) y «De Conventus Asturum a Asturorum Regnum. El territorio de la ciuitas Legione y el asentamiento de Marialba de la Ribera (León) entre época tardoantigua y medieval» (HAR2011-23106) financiados por el Ministerio de Economía y Competitividad. Asimismo se inscribe en la actividad del Grupo de Investigación en Patrimonio y Paisajes Culturales / Ondare eta Kultur Paisaietan Ikerketa Taldea (GIC10-134) financiado por el Gobierno Vasco, la Unidad de Formación e Investigación «Historia, Pensamiento y Cultura Material en Europa y el Mundo Atlántico» (UFI 2011/02) de la Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea y la Unidad Asociada CSIC-UPV/EHU «Grupo de Estudios Rurales».

© Euskal Herriko Unibertsitateko Argitalpen Zerbitzua Servicio Editorial de la Universidad del País Vasco

ISBN: 978-84-9082-304-0Lege gordailua / Depósito legal: BI - 69-2016

Motivo de la cubierta: Olla modelada a mano/torneta, procedente de un contexto del sitio madrileño de Monte de la Villa (Villaviciosa de Odón), fechado en la primera mitad del siglo d.C.


ÍNDICE

Resumen, Laburpena, Abstract, Riassunto, Resumé . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

Presentación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11

Listado de autores. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13

Listado de figuras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15

Listado de tablas y láminas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21

1. La cerámica de la Alta Edad Media en el Noroeste Peninsular. Una introducción Alfonso Vigil-Escalera Guirado, Juan Antonio Quirós Castillo (Universidad del País Vasco/ Euskal Herriko Unibertsitatea). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23

2. Un rio, dos territórios no centro de Portugal. A produção cerâmica no vale do Mondego – os casos do espaço rural do Alto Mondego e de Conimbriga Catarina Tente (Universidade Nova de Lisboa), Adriaan de Man (United Arab Emirates University) 43

3. Cerámicas tardoantiguas en el Noroeste de la Península (Galicia y norte de Portugal): entre la importación y el artesanado local/regional (ss. -) Adolfo Fernández Fernández (Universidade de Coimbra), Roberto Bartolomé Abraira (Engobe Arqueología/Universidad de Santiago de Compostela) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69

4. Cerámica altomedieval de Asturias Otilia Requejo Pagés (Gabinete Arqueológico) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113

5. Cerámica altomedieval en León y su entorno José Avelino Gutiérrez (Universidad de Oviedo), Fernando Miguel Hernández . . . . . . . . . . . . . . . . 139

6. La cerámica en Cantabria entre la Antigüedad Tardía y la Alta Edad Media (siglos -) Enrique Gutiérrez Cuenca, José Ángel Hierro Gárate (Proyecto Mauranus) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 173

7. La cerámica altomedieval en el País Vasco (siglos - d.C): producciones, modelos productivos y patrones de consumo Agustín Azkarate Garai-Olaun, José Luis Solaun Bustinza (Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 193

8. Construyendo la casa por los cimientos: consideraciones acerca de la cerámica de la primera Alta Edad Media en la parte central de la cuenca del Duero Carlos Tejerizo García (Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea) . . . . . . . . . . . 229

9. Transición y continuidad Época Romana-Alta Edad Media en el sur de Palencia: los contextos cerámicos de la 2.ª mitad del s. de Soto del Cerrato Inés M. Centeno Cea, Ángel L. Palomino Lázaro, María Negredo García (Aratikos) . . . . . . . . . . . . 255

10. La cerámica de los siglos - en Madrid, Toledo y Guadalajara Elena Serrano Herrero (TAR), Mar Torra Pérez (TAR), Raúl Catalán Ramos, Alfonso Vigil-Es-calera Guirado (Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea) . . . . . . . . . . . . . . . . . . 279


8 ÍNDICE

11. Cerámica altomedieval en La Rioja: un estado de la cuestión José María Tejado Sebastián (Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea) . . . . . . 315

12. Talleres y hornos cerámicos tardoantiguos y altomedievales en el noroeste peninsular: estruc-turas y tecnología Luis Carlos Juan Tovar (Sociedad de Estudios de la Cerámica Antigua en Hispania) . . . . . . . . . . . 339

Criterios de evaluación y normas de publicación de la serie «Documentos de Arqueología Me-dieval». . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 363

Títulos publicados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 367


Resumen

El período comprendido entre el colapso del Imperio Romano y la formación de los reinos plenome-dievales se caracteriza por la regionalización de las producciones cerámicas y la emergencia de nuevos sistemas de producción y mecanismos de distribución. Estos procesos son el resultado de las transforma-ciones de las estructuras políticas (emergencia de los reinos «bárbaros», protagonismo de los poderes lo-cales, fenómenos de convergencia y fragmentación), sociales (cambio de la escala de los sistemas sociales, reestructuración de los grupos y los mecanismos de agregación y exclusión social) y económicas (crisis del comercio a larga distancia, retracción de los mercados, cambio de la naturaleza de las relaciones eco-nómicas) del período altomedieval, tal y como se ha estudiado en varios sectores europeos.

A través de estudios de caso regionales o subregionales, se analiza en este volumen la naturaleza de es-tas transformaciones en el cuadrante norodoccidental de la Península Ibérica, un territorio que no ha te-nido mucho protagonismo en las síntesis y estudios realizados en los últimos años en el Sur de Europa. No obstante, algunas tesis doctorales y estudios regionales y locales bastante recientes permiten reformu-lar los principales problemas que caracterizan los sistemas de intercambios y los patrones de consumo en este territorio en la Alta Edad Media. Aunque el cuadro es aún muy heterogéneo y parcial, los trabajos re-cogidos en este volumen pretenden contribuir al debate acerca de la potencialidad y los límites de los re-gistros cerámicos a la hora de historiar un período complejo y difundir los principales avances logrados.

Laburpena

Erromatar Inperioaren kolapsoaren eta Erdi Aro Beteko erreinuen eraketaren arteko garaiaren ezau-garriak dira zeramika ekoizpenen eskualderatzea eta ekoizpen sistema eta banaketa mekanismo berrien agerpena. Prozesu hauek Goi Erdi Aroan zehar egitura politiko (erreinu «barbaroen» agerpena, tokian tokiko botereen protagonismoa, bateratze eta zatitze prozesuak), sozialen (gizarte sistemen eskala alda-keta, taldeen berregituraketa eta gizarte bateratze eta baztertzerako mekanismoak) eta ekonomikoen (dis-tantzia luzeko merkataritzaren krisia, merkatuen uzkurtzea, harreman ekonomikoen izaeraren aldaketa) eraldaketen emaitza dira, Europako hainbat zonaldetan jada frogatu denez.

Eskualdeko edo azpi-eskualdeko kasu azterlanen bidez, liburuki honek eraldaketa hauen izaera anali-zatzen du Iberiar Penintsulako ipar-mendebaldean, azken urtetako Europako hegoaldeari buruzko sintesi eta ikerlanetan protagonismo handia izan ez duen lurraldea. Hala ere, egin berri dauden hainbat dokto-rego tesi eta eskualdeko eta tokian tokiko azterlanek, lurralde honetako Goi Erdi Aroko elkartruke sis-tema eta kontsumo ereduen inguruko arazo nagusienak berriz planteatzeko aukera ematen dute.

Oraindik irudi orokorra oso heterogeneoa eta zatikakoa bada ere, argitalpen honetan bildutako lanek erregistro zeramikoek garai konplexu bat historiatzeko dituzten ahalmen eta mugei buruzko eztabaidari laguntzea eta lortutako aurrerapen nagusiak zabaltzea dute helburu.

Abstract

The period compressed between the collapse of the Roman Empire and the formation of the High Middle Age Kingdoms is characterized by the regionalization of pottery production and the emergence of new distribution and consumption patterns. These processes are the result of the transformation of polit-


10 RESUMEN, LABURPENA, ABSTRACT, RIASSUNTO, RESUMÉ

ical structures (emergence of the Barbarian Kingdoms, the prominence of local authorities, convergence and fragmentation political phenomena), social changes (scale change of social systems, new aggregation and social exclusion mechanisms), and economic patterns (crisis of long-distance trade, shrinking mar-kets, changing the nature of economic relations) all around Europe.

In this book, these processes are analysed in North-western Iberia in the light of regional or subre-gional pottery case studies. This area has not had a starring role in the recent synthesis and studies made recently in South of Europe. However, new regional and local studies and doctoral thesis allow reformu-lating the analysis of production structure, exchange systems and consumption pattern in this area in the Early Medieval Ages. Even thought the picture is very heterogeneous and sometimes partial, the papers included in this book contribute to the study of socioeconomic trends in Early Medieval Europe from the analysis of the pottery record.

Riassunto

Il periodo compreso tra la fine dell’Impero Romano e la formazione dei regni medievali si caratterizza per la regionalizzazione delle produzioni ceramiche e la comparsa di nuovi sistemi di produzione e di nuovi meccanismi di distribuzione. Questi processi sono il risultato della trasformazione delle strutture politiche (la creazione dei regni «barbarici», il protagonismo dei poteri locali, i fenomeni di convergenza e di disgregazione), sociali (il cambio nella scala dei sistemi sociali, la ristrutturazione dei gruppi e i mec-canismi di aggregazione e di esclusione sociale) ed economiche (la crisi del commercio a lunga distanza, la riduzione dei mercati, il cambio qualitativo delle relazioni economiche) dell’altomedioevo, così come sono stati studiati nei diversi settori europei.

In questo volume si analizza, attraverso lo studio dei casi regionali e subregionali, la natura di queste trasformazioni nel quadrante nordoccidentale della Penisola Iberica, un territorio che non ha avuto un particolare protagonismo nelle sintesi e studi realizzati negli ultimi anni nell’Europa meridionale. Alcune recenti tesi di dottorato e alcuni studi regionali permettono comunque di riformulare i principali problemi che caratterizzano i sistemi di interscambio e i modelli di consumo in questo territorio durante l’alto me-dioevo. Sebbene il quadro sia ancora molto eterogeneo e parziale, i lavori raccolti in questo volume hanno la pretesa di contribuire alla discussione intorno alla potenzialità e ai limiti del dato ceramico nella stori-cizzazione di un periodo complesso oltre che diffondere i principali progressi ottenuti in questo campo.

Resumé

La période comprise entre la chute de l’empire romain et la formation des royaumes du plein Moyen Âge est caractérisée par une régionalisation des productions céramiques et par l’issue de nouveaux systè-mes de production et de nouveaux mécanismes de distribution. Ces processus représentent le résultat des transformations des structures politiques (émergence des royaumes « barbares », maîtrise des pouvoirs locales, éléments de convergence et de fragmentation), des structures sociales (changements à l’échelle des systèmes sociaux, réaménagement des groupes et des mécanismes d’agrégation et d’exclusion sociale) et des structures économiques (crise du commerce à longue distance, baisse des espaces de distribution, changement de la nature des relations économiques) de la période haut médiévale, tel qu’elles ont été étu-diées dans d’autres régions européennes.

La nature de ces transformations au secteur nord-occidental de la Péninsule Ibérique est analysée ici, à partir de l’étude des cas régionaux ou subrégionaux. Ce territoire n’a pas fait l’objet d’un rôle principal dans les synthèses et les études réalisées ces dernières années au sud de l’Europe. Malgré tout, des thèses de doctorat, ainsi que des études régionales et locales faites récemment, permettent reformuler les prin-cipaux problèmes des systèmes d’échange et des modèles de consommation dans ce territoire au haut Moyen Âge. Même si ce scénario est encore partiel et très hétérogène, les travaux figurant dans ce vo-lume ont la volonté de contribuer au débat concernant les apports et les limites des registres céramiques et la façon dont ils contribuent à expliquer cette période complexe et à la diffusion des progrès accomplis.


Presentación

Este volumen se inscribe en el marco de dos proyectos de investigación. El primero, financiado por la Unión Europea (EARMEDCASTILE, The formation of the state in Early Medieval Castile: craft production and social complexity, H2020-MSCA-IF-2014, 656540) pretende analizar la complejidad sociopolítica de la Alta Edad Media a través de la articulación de los centros artesanales siguiendo planteamientos propios de la antropología de la producción. El segundo, titulado Desigualdad en los paisajes medievales del norte peninsular: los marcadores arqueológicos (HUM 2012-32514) y financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad, tiene como objetivo principal analizar críticamente las herramientas conceptuales con las que analizamos las sociedades altomedievales del norte peninsular, y construir nuevos instrumentos para indagar en términos sociales el registro arqueológico1.

En los últimos quince años se ha producido un espectacular desarrollo de la arqueología de las so-ciedades altomedievales en el cuadrante nordoccidental peninsular debido, entre otras razones, a la im-portancia que ha adquirido la arqueología preventiva (y especialmente las intervenciones realizadas en grandes extensiones), a la puesta en marcha de nuevos proyectos de investigación y, en general, a una profunda renovación conceptual y metodológica. Estas sinergias han permitido la identificación de nue-vos tipos de yacimientos (en particular aldeas y granjas campesinas), la reevaluación y renovación de los estudios sobre otro tipo de evidencias materiales (p.e. castillos, arquitecturas monumentales, conjuntos funerarios, etc.) y, en consecuencia, la construcción de relatos basados en el conocimiento de la materiali-dad de las sociedades altomedievales. La interpretación de estos nuevos materiales pone a dura prueba los recursos conceptuales y analíticos de los arqueólogos que han de confrontarse con una consolidada na-rrativa histórica construida, sustancialmente, a partir de la documentación textual y presupuestos teóri-cos que se han ido modificando a lo largo de los últimos decenios.

Ahora que se empiezan a superar las caracterizaciones primitivistas de las sociedades altomedievales norteñas, los planteamientos de la despoblación del valle del Duero (sobre la que se ha apoyado el para-digma de la repoblación) y que se ha quebrado (solo parcialmente) la idea de la revolución señorial en el año mil, debemos partir de la constatación de que estas sociedades han sido profundamente desiguales en términos sociales y muy heterogéneas en términos sincrónicos y diacrónicos. Y, desde luego, estas desi-gualdades requieren de explicaciones que no pueden limitarse únicamente a confirmar o confutar ideas previas construidas desde la documentación escrita. Para ello es preciso contar con un instrumental con-ceptual y metodológico de naturaleza crítica que permita identificar sujetos sociales, reconocer procesos históricos y construir relatos sólidos. Pero la ausencia de estudios comparativos (ver p.e. Loveluck 2013) y el movimiento pendular que ha causado el abandono de los presupuestos clásicos ha llevado a algunos autores a aristocratizar los registros materiales o a minusvalorar su valor explicativo buscando encajes con el discurso dominante. En nuestro opinión es preciso caminar hacia la construcción de una arqueo-logía madura que busque explicaciones analizando la naturaleza de los poderes y el domino social en la Alta Edad Media, así como las formas de resistencia y de articulación multilayer de la agencia campesina. Mientras nos limitemos a buscar formas materiales de reflejo (con frecuencia indirecta) del poder, care-ceremos de patrones de referencia sociopolítica.

La cerámica es uno de los registros materiales más abundantes disponibles en nuestro territorio. Lo cual no quiere decir que haya subregiones prácticamente acerámicas durante la Alta Edad Media. Pero su análisis es capital para historiar adecuadamente estos períodos.

1 En este volumen confluye asimismo la actividad investigadora desarrollada al amparo del proyecto De Conventus Asturum a Asturorum Regnum. El territorio de la ciuitas Legione y el asentamiento de Marialba de la Ribera (León) entre época tardoanti-gua y medieval» (HAR2011-23106) liderado por J. A. Gutiérrez González.


12 PRESENTACIÓN

El objetivo de este volumen es el de analizar las sociedades de los siglos - del cuadrante noroeste de la Península Ibérica (Norte de Portugal, Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, La Rioja, Castilla León, Madrid, Castilla La Mancha) a través del estudio de las cerámicas. Los once estudios de caso y síntesis re-gionales han analizado los sistemas de producción, los mecanismos de distribución y los patrones de con-sumo poniendo el acento en el análisis de los procesos de regionalización de las producciones cerámicas que tienen lugar en el período postimperial. El antecedente inmediato de este volumen es el trabajo pu-blicado por R. Bohigas y J. A. Gutiérrez del año 1989 que trató por vez primera el territorio del noroeste de forma conjunta. Desde entonces, no ha habido otros intentos de síntesis ya que este trabajo tuvo es-casa representación en el coloquio de Mérida publicado ahora hace ya más de diez años (Caballero, Ma-teos, Retuerce 2003). En los últimos años se han ido realizando algunas tesis doctorales, estudios regiona-les y nuevas síntesis que permiten reformular algunos de los principales problemas que caracterizan los sistemas de intercambios y los patrones de consumo en este territorio en la Alta Edad Media. Y aunque el cuadro es aún muy heterogéneo y parcial, los trabajos recogidos en este volumen pretenden contribuir al debate acerca de la potencialidad y los límites de los registros cerámicos a la hora de historiar un período complejo.

A V-E G, J A Q C


Listado de autores

Adolfo Fernández Fernández (Universidade de Coimbra)

Adriaan de Man (United Arab Emirates University)

Agustín Azkarate (Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea)

Alfonso Vigil-Escalera Guirado (Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea)

Ángel L. Palomino (Aratikos Arqueólogos, S.L.)

Carlos Tejerizo (Universidad del País Vasco/ Euskal Herriko Unibertsitatea)

Catarina Tente (Universidade Nova de Lisboa)

Elena Serrano Herrero (TAR)

Enrique Gutiérrez Cuenca (Proyecto Mauranus)

Fernando Miguel Hernández

Inés M. Centeno (Aratikos Arqueólogos, S.L.)

José Ángel Hierro Gárate (Proyecto Mauranus)

José Avelino Gutiérrez (Universidad de Oviedo)

José Luis Solaun (Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea)

José María Tejado Sebastián (Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea)

Juan Antonio Quirós Castillo (Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea)

Luis Carlos Juan Tovar (SECAH)

Mar Torra Pérez (TAR)

María Negredo García (Aratikos Arqueólogos, S.L.)

Otilia Requejo Pagés (Gabinete Arqueológico)

Raúl Catalán Ramos

Roberto Bartolomé Abraira (Engobe Arqueología/Universidad de Santiago de Compostela)


Listado de figuras

Figura 1.1. Cronologías analizadas en cada uno de los trabajos incluidos en el volumen . . . . . . . . . 28Figura 1.2. Principales yacimientos citados en el volumen . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28

Figura 2.1. Cerâmicas estampilhadas recuperadas nas escavações da Sé em Viseu, realizadas por João Inês Vaz e Ivone Pedro na década de 90 (PEDRO, VAZ, 1995). Restauro e foto-grafias realizadas pela empresa Archeofactu, no âmbito do projeto de investigação EICAM, de que os autores são investigadores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46

Figura 2.2. Mapa de las localidades citadas en el texto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48Figura 2.3. Cronologias de ocupação dos sítios do Alto Mondego com base em Tente, Carvalho,

2011 e informação inédita obtida recentemente. Calibração cal AD a 95,4% probabi-lidade [Calibração segundo a curva terrestre IntCal13 (Reimer et alii 2013) com re-curso ao programa OxCal 4.2 (Bronk-Ramsey 2009) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49

Figura 2.4. Taça romana e potes medievais do sítio de S. Gens (Celorico da Beira) . . . . . . . . . . . . . . . . 52Figura 2.5. Potes/panelas do sítio do Penedo dos Mouros (Gouveia) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53Figura 2.6. Jarros recuperados em S. Gens (16, 2, 8, 11), Soida (6, 1, 16) e Penedo dos Mouros

(13, 130) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54Figura 2.7. Alguidares e vasos troncocónicos de S. Gens. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56Figura 2.8. Peças decoradas do Penedo dos Mouros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57Figura 2.9. Planta de Conímbriga com sinalização dos sítios de proveniência das coleções cerâ-

micas estudadas. 1. Fórum; 2. Casa de Cantaber; 3. Casa de Tancinus; 4. Termas do Sul; 5. Bico da Muralha; 6. Anfiteatro; 7. Igreja de Condeixa; 8. Muralha Alto Impe-rial; 9. Casas dos Esqueletos e da Cruz Suástica; 10. Museu Monográfico de Coním-briga. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59

Figura 2.10. Conjunto tardo-romano e cronologia visigoda proveniente do Bico da Muralha; a peça referida no texto está identificada como o número 11 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61

Figura 2.11. Dois exemplares do conjunto alguidares em grés representados nas Fouilles de Co-nimbriga. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62

Figura 2.12. Exemplar de cântaro com asa de lingueta puncionada mas sem as caneluras profun-das, que podem ser encontradas em colos ilustrados na figura 12. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62

Figura 2.13. Peças com colos profusamente canelados de cântaros, jarros ou púcaros em grés (DE MAN, 2004) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63

Figura 2.14. A produção de Aeminium/Coimbra (SILVA, 2014), análoga à de Conimbriga, mas com introdução de pintura, o que, eventualmente, é relacionável com uma maior ex-posição a circuitos culturais/comerciais islâmicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63

Figura 3.1. Mapa con los principales yacimientos mencionados en el texto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70Figura 3.2. Cerámicas importadas de los contextos del Horizonte B de Vigo (Marqués de Valla-

dares). 1-8: TS Africana (1: Ha. 93B, 2: Ha. 97, 3: Ha. 87C, 4: Ha. 99B; 5: El Mahrine 18, 6: EM. 53, 7: Ha. 103B, 8: Ha. 104A2); 9-12: TS Focense-LRC (9 y 10: Hayes 3F, 11: Ha. 5, 12: Ha. 8); 13: DSP Aquitana Rigoir 4; 14: plato perlado de TS Bracarense Tardía gris; 15: LR Unguentarium; 16-18: ánforas africanas Keay 62; 19-23: ánforas orientales (19: LRA 1B, 20-21: LRA 2A, 22-23: LRA 3); 24: ánfora bética Dressel 23d; 25: jarras ibicencas (a partir de FERNÁNDEZ FERNÁNDEZ, 2014) . . . . . . . . . . . . . . . . 72


16 LISTADO DE FIGURAS

Figura 3.3. Terra Sigillata Bracarense Tardía gris. Referencias para las piezas de Braga-BRA (GASPAR, 2000; MORAIS, FERNÁNDEZ FERNÁNDEZ, 2014), para las de Vigo (FERNÁNDEZ FERNÁNDEZ, 2014), para las de Guifoes-Matosinhos (FERNÁNDEZ FERNÁNDEZ, MORAIS, 2012), para las del Castelo de Crestuma (SILVA, PIRES DE CARVALHO, 2014) y para las de Currás-Tomiño (FERNÁNDEZ FERNÁNDEZ, VALLE ABAD, 2014b). Fotografías: Manuel Santos (Museu Dom Diogo de Sousa) . . . 76

Figura 3.4. Cerámicas grises comunes y de cocina producidas en Braga (Cinzentas tardías de Braga e Dume). Referencias para las piezas de Braga-BRA (GASPAR 2000), para las del Castelo de Crestuma (SILVA, PIRES DE CARVALHO, 2014) y para las de Cu-rrás-Tomiño (FERNÁNDEZ FERNÁNDEZ, VALLE ABAD, 2014a). Fotografías: Ma-nuel Santos (Museu Dom Diogo de Sousa) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79

Figura 3.5. Cerámicas grises comunes y de cocina producidas en Braga (Cinzentas tardías de Braga e Dume). Referencias para las piezas de Braga-BRA (GASPAR, 2000), para las del Castelo de Crestuma (SILVA, PIRES DE CARVALHO, 2014) y para las de Cu-rrás-Tomiño (FERNÁNDEZ FERNÁNDEZ, VALLE ABAD, 2014a). Fotografías: Ma-nuel Santos (Museu Dom Diogo de Sousa) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 80

Figura 3.6. 1: Localización del horno de Carril do Moucho y el pozo/vertedero del Vicerrecto-rado en Lugo; 2: Horno de Carril do Moucho . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82

Figura 3.7. Cerámica gris fina tardía de Lucus Augusti. Tipo GT: 1-2 (GT1), 3-5 (GT2), 6-10 (GT3), 11-12 (GT4), 13-14 (GT5), 15 (GT6), 16 (GT7), 17 (GT8), 18 (GT9), 19 (GT10), 20 (GT11), 21 (GT12), 22 (GT13). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84

Figura 3.8. Materiales recuperados en el horno de Carril do Moucho . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89Figura 3.9. Materiales recuperados en la UE3050 que colmataba el pozo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 92Figura 3.10. Materiales recuperados en la UE3050 que colmataba el pozo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 94Figura 3.11. Cerámica de cocina micácea de tradición castrexa. 1-5-Contextos de abandono de

la factoría de salazón de Marqués de Valladares-Vigo (Horizonte A3) (FERNÁN-DEZ FERNÁNDEZ, inédito). Referencias para las piezas (6-8) de Currás-Tomiño (FERNÁNDEZ FERNÁNDEZ, VALLE ABAD, 2014a). 9-10: Cazuelas de la UARC II (Vigo). (Inédito. Dibujos: Adro Arqueoloxía, S.L.). 11. Olla recupera en la interven-ción de Montero Ríos 7 (A Pescadoira-Bueu) (foto: Fructuoso Díaz). 12. Olla recupe-rada en la intervención en Saa-Camposancos (A Guarda) (foto: F. José Padín) . . . . . . . 98

Figura 3.12. Mapa de la difusión aproximada de las principales categorías cerámicas de produc-ción local/regional entre el c. 440/50-c. 540/50: Cerámicas comunes y vajillas finas de Lugo, TSBT g y cinzentas de Braga y Micáceas de cocina de tradición castrexa. . . . . . . 99

Figura 3.13. Cerámicas importadas de los contextos del Horizonte C de Vigo (finales s. -inicios s. ). 1-7: TSA Ha. 91D, Ha. 99D, Ha. 104C, Ha. 105, Ha. 109, Forma 3 de Sidi Kha-lifa, Var. Ha. 104 en pasta marrón; 8-9: LRC Ha. 3G-10; 10-11: DSP Rigoir 29 y Rigoir 36; 12: Lucerna Vessber Type 20; 13-17: cerámica común: mortero Carthage Class 1, Olla de Lymira, sartén y olla del Egeo, jarrita de la zona Hatay-Antioquía y olla de la producción EWare; 18-19: ánforas africanas K. 62 y K. 61; 20-22: ánforas orientales LRA 1B, LRA 2B y LRA 4. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101

Figura 3.14. Cinzentas y micáceas de cocina de los contextos del Horizonte C de Vigo (finales s. -inicios s. ). El individuo nº 8 proviene de la intervención de C. Colón (Vigo) (FERNÁNDEZ FERNÁNDEZ, 2014; LAGO CERVIÑO et alii, 2014) . . . . . . . . . . . . . . . 104

Figura 3.15. Cerámicas comunes de producción local/regional de contextos del s. . 1-3: UE. 344 de DAH (RIBEIRO et alii., 2014: 501-504, Est. VII, Tab. 5); 4-5: Contextos del Horizonte C de Vigo (UARC II). Publicadas como posibles importaciones (FER-NÁNDEZ FERNÁNDEZ 2014: 375, Fig. 172) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 106

Figura 4.1. Localización de los yacimientos citados en el texto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 114Figura 4.2. CIS 1. Termas de Gijón y Murias de Paraxuga (Oviedo) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 118


LISTADO DE FIGURAS 17

Figura 4.3. CIS 2 grises y anaranjadas de Murias de Paraxuga (Oviedo). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 119Figura 4.4. CIS 1 grises finas y CIS 3 de Murias de Beloño (Gijón) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 120Figura 4.5. Producciones cerámicas y mapa de dispersión de la Fase 1 (siglo -primera mitad del

siglo d.C.) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 121Figura 4.6. Producción de ollas con ondas incisas de Murias de Beloño (siglos - d.C.). . . . . . 123Figura 4.7. Producciones cerámicas y mapa de dispersión de la Fase 2: periodo tardoantiguo-

Alta Edad Media temprana (siglos -) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 125Figura 4.8 (a, b, c). Producciones cerámicas de San Vicente de Oviedo y de San Pedro de Villa-

nueva y dataciones Carbono-14 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 129Figura 4.9. Producciones cerámicas y mapa de dispersión de la Fase 3: Alta Edad Media avan-

zada (siglos -) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 131

Figura 5.1. Mapa de León con los principales yacimientos citados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 140Figura 5.2. Las últimas sigillatas: 1 LRC, 2-3 CIS, 4-5 tinaja-dolium estampillado, 6,8 CIS incisa,

7 olla micácea (León, c/ Cervantes y Cardenal Landázuri) (MUÑOZ et alii, 2002; SAN ROMÁN et alii, 2006). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 142

Figura 5.3. TSHgris y naranja de Astorga: 1-2 fuentes 3-4 escudillas, 5-16: cuencos (PAZ, 2013) . 144Figura 5.4. TSHgris, Astorga: 17-20 Cuencos/vasos, 21: vaso, 22 copa, 23, recipiente de uso

complementario, 24 urna, 25 orza, 26 diota, 27 tapadera (PAZ, 2013). . . . . . . . . . . . . . . 145Figura 5.5. A: 1-10 cerámicas grises de época visigoda, 11-15: CIS estampilladas e incisas. B: ce-

rámica altomedieval incisa y retícula incisa irregular, San Miguel Escalada (L ARRÉN, 1990: fig. 8-9, modificado) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 146

Figura 5.6. A: 1-2 TSGGT, 3-6 CIS engobada (3), estampillada (4,5) e incisa (6), Valencia de Don Juan. B: diotae, 1 monasterio de San Claudio (GONZÁLEZ, 1994: fig. 8), 2-3 Lancia? (Museo de León) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 148

Figura 5.7. Cerámicas de época altomedieval avanzada (ss. -). Serie gris, León, Puerta Obispo (GUTIÉRREZ, MIGUEL, 2009) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 157

Figura 5.8. Cerámicas de época altomedieval avanzada (ss. -). Series de gris leonesa y oxi-dante con pintura blanca, León, Puerta Obispo (GUTIÉRREZ, MIGUEL, 2009) . . . . . 159

Figura 5.9. Cerámicas de época altomedieval avanzada (ss. -). Serie andalusí, León, Puerta Obispo (GUTIÉRREZ, MIGUEL, 2009) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 160

Figura 6.1. Lugares con cerámica altomedieval mencionados en el texto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 174Figura 6.2. TSHT y DSP de Castro Urdiales: La Rúa, 24 (izq.) (MONTES et alii, 2006) y Ardiga-

les, 5-7 (dcha.) (SANTOS, 2006) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 178Figura 6.3. Cerámica común de la cueva de Riocueva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 180Figura 6.4. Olla de cocina de la cueva de Riocueva. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 181Figura 6.5. Vasija de almacenamiento tipo dolium de la cueva de Los Hornucos (dibujo: Alís

Serna) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 183Figura 6.6. Formas cerámicas presentes en las cuevas de los siglos - y los siglos - . . . . . . 184

Figura 7.1. Mapa de situación de los contextos cerámicos analizados. En negrita, los contextos de referencia; en gris, otros contextos de apoyo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 195

Figura 7.2. Yacimientos de referencia seleccionados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 196Figura 7.3. Cuantificación de los grupos cerámicos de Iruaxpe II . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 197Figura 7.4. Cuantificación de los grupos cerámicos de Gorliz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 202Figura 7.5. Cuantificación de los grupos cerámicos de la Llanada Alavesa (San Martín de Dulan-

tzi, Bagoeta y Gasteiz) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 209Figura 7.6. Cuantificación de los grupos cerámicos de Las Gobas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 218Figura 7.7. Evolución de la producción cerámica en los diferentes yacimientos estudiados. . . . . . . 222Figura 7.8. Cubeta de cocción del horno cerámico registrado en el yacimiento de Bagoeta, de ca-

rácter temporal y destinado a la producción de la Olla 3 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 224


18 LISTADO DE FIGURAS

Figura 8.1. Localización de los contextos analizados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 233Figura 8.2. Cerámicas de Carratejera (STRATO, 2003). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 236Figura 8.3. Cerámicas de Carratejera, dibujos de C. Tejerizo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 237Figura 8.4. Cerámicas de La Cárcava de la Peladera, dibujos de C. Tejerizo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 239Figura 8.5. Cerámicas estampilladas de La Cárcava de la Peladera (STRATO, 1999) . . . . . . . . . . . . 240Figura 8.6. Cerámicas de Senovilla, dibujos de C. Tejerizo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 243Figura 8.7. Cerámicas de La Mata del Palomar (STRATO, 2002) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 245Figura 8.8. Cerámicas de La Mata del Palomar, dibujos de C. Tejerizo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 246Figura 8.9. Comparativa de las principales CTOs en los contextos analizados . . . . . . . . . . . . . . . . . . 249

Figura 9.1. Localización de yacimientos mencionados en el texto sitos en las provincias de Pa-lencia y Burgos. 1. La Carrera II; 2. Las Cordoneras; 3. Alto del Mural/Camino de los Aguanales; 4. Tedeja; 5. Santa María de los Reyes Godos; 6. Santa María de Mijan-gos; 7. El Castillo de Poza de la Sal; 8. Peña del Mazo; 9. El Pópilo . . . . . . . . . . . . . . . . . . 259

Figura 9.2. Estructuras exhumadas en los diferentes sectores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 262Figura 9.3. Sector 2. Planta del conjunto de subestructuras exhumadas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 263Figura 9.4. Sector 9. Subestructuras. Plantas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 264Figura 9.5. Sector 8. Planta estructuras. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 264Figura 9.6. Tipos cerámicos 1/2 (TSDP1 y TSDP2). Repertorio formal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 268Figura 9.7. Tipo cerámico 3 (TNDP3). Repertorio formal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 269Figura 9.8. Tipos 1/2. Decoraciones a peine. Festones ondulados y líneas horizontales . . . . . . . . . . 270Figura 9.9. Tipo 5 (TNDP5). Borde de orza con decoración a peine. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 270

Figura 10.1. Localización de los sitios aludidos en el texto y del ámbito del estudio . . . . . . . . . . . . . . 280Figura 10.2. Repertorio cerámico de la Fase I de Aguas Vivas (Guadalajara). Los sombreados en

negro indican el empleo de torno rápido; los sombreados en gris, torno lento. . . . . . . . 282Figura 10.3. Principales rasgos de la cerámica de la última fase de ocupación de Gózquez. Abajo a

la derecha, piezas de posible filiación emiral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 284Figura 10.4. Variantes morfológicas y técnicas de jarros con pitorro y jarros-tazones de Gózquez

(San Martín de la Vega, Madrid) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 286Figura 10.5. Principales formas cerámicas documentadas en Monte de la Villa (Villaviciosa de

Odón, Madrid). Modificado a partir de GUILLÉN, SAMPEDRO, 2006. . . . . . . . . . . . . . 286Figura 10.6. Cerámica de Fuente de la Mora (Leganés, Madrid) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 288Figura 10.7. Cerámica de El Encadenado/El Soto (Barajas, Madrid) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 289Figura 10.8. Selección de vajilla de las dos viviendas de El Pelícano-P10 (Arroyomolinos, Madrid)

y sus respectivos vertederos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 291Figura 10.9. Cerámicas del asentamiento de Hernán Páez, Toledo (modificado a partir de VI-

CENTE, ROJAS, 2009) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 292Figura 10.10. Cerámicas de época emiral de la Vega Baja (Toledo), según OLMO (2009: 85) . . . . . . . 293Figura 10.11. Cerámica de los contextos emirales de Guarrazar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 295Figura 10.12. Candil con reflector (fracturado) y decoración incisa (Guarrazar) . . . . . . . . . . . . . . . . . . 296Figura 10.13. Evolución de formato de botellas/jarritos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 300Figura 10.14. Vasos trípodes de Congosto y El Pelícano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 302Figura 10.15. Jarras-orzas emirales de Vega Baja y Guarrazar y prototipo de Congosto . . . . . . . . . . . . 303Figura 10.16. Variabilidad morfológica de los cuencos de contextos emirales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 304

Figura 11.1. Mapa con la localización de los yacimientos citados (autor a partir de Maps for Free) . . 319Figura 11.2. Tipo cerámico de copas con peana que surge a partir de mediados del siglo (VIGIL

ESCALERA, 2013: 19, fig. 8) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 326


LISTADO DE FIGURAS 19

Figura 11.3. Cerámicas estampilladas del alfar de TSHT de Cañas (valle del Najerilla) (IÑIGO, MARTÍNEZ, 2002: 244, fig. 10) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 327

Figura 11.4. Sutton Hoo (actual Suffolk, Este de Gran Bretaña). Ship-burial: Mound 1. Contexto arqueológico del primer tercio del siglo . Cerámica a torneta (British Museum Collection Online) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 329

Figura 11.5. Imágenes de cerámicas «visigodas» de pastas blancas. Las tres imágenes de la izq. co-rresponden a los registros de pastas blancas (las dos ollas de las tres formas detecta-das) de El Castillo de los Monjes, datados a partir de la segunda mitad del siglo , con desgrasantes muy gruesos. La botella de la derecha (sin escalar), proviene de Ca-lahorra (VV.AA., 2000: 29) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 330

Figura 11.6. Contextos cerámicos del siglo con redomas globulares, sitra y cántaro de panza estrangulada (HERNÁNDEZ VERA et alii, 2007: 114) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 331

Figura 12.1. Hornos de Las Lagunillas-UE 735 (izquierda) UE 738 (derecha) (Aldeamayor de San Martín, Valladolid) (fotos y dibujos de Aratikos Arqueólogos) . . . . . . . . . . . . . . . . . 343

Figura 12.2. Horno (arriba) y taller (abajo) de Villafilar (Cisneros, Palencia) (dibujos y foto de Strato, S.L.) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 344

Figura 12.3. Hornos tardíos de Lucus Augusti (fotos de Enrique González Fernández, Francisco Herves Raigoso y Covadonga Carreño Gascón) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 346

Figura 12.4. Hornos 1 (arriba) y 2 (abajo) de La Carrera II (Soto de Cerrato, Palencia) (fotos y di-bujos de Aratikos Arqueólogos) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 348

Figura 12.5. Horno rectangular de La Mata del Palomar (Nieva, Segovia) (fotos y dibujo de Strato, S.L.) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 349

Figura 12.6. Horno cuadrangular del SAU 9 de Griñón (Madrid) (fotos de Tea Arqueólogos, S.L.) . . 350Figura 12.7. Hornos 6855 (arriba) y 6930 (abajo) de Gózquez (San Martín de la Vega, Madrid)

(fotos y dibujos de Alfonso Vigil-Escalera). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 352Figura 12.8. Hornos 1 (arriba) y 2 con posible hornera (abajo) del P.A.U. Alameda del Señorío de

Illescas (Illescas, Toledo) (fotos y dibujos de Tea Arqueólogos, S.L.) . . . . . . . . . . . . . . . . 354Figura 12.9. Centros alfareros del siglo (círculos) y de los siglos al (triángulos), en el cua-

drante noroeste peninsular (diseño de Carlos Tejerizo) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 358


Listado de tablas y láminas

Tabla 2.1. Quantificação (em percentagem) dos fabricos, ambientes de cozedura, formas e re-presentação das peças com decoração, relativas às três coleções de cerâmica prove-nientes do Penedo dos Mouros, S. Gens e Soida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51

Tabla 4.1. Terminología de las producciones cerámicas imitación de Sigillatas . . . . . . . . . . . . . . . . 127

Tabla 5.1. NMI series en fases altomedievales avanzadas (ss. -) de Puerta Obispo . . . . . . . . . 143Tabla 5.2. % series en fases altomedievales avanzadas (ss. -) de Puerta Obispo . . . . . . . . . . . . 156Tabla 5.3. Incisiones en cerámica gris de fases altomedievales (ss. -) de Puerta Obispo. . . . . 162Tabla 5.4. Formas/series de fases altomedievales avanzadas (ss. -) de Puerta Obispo. . . . . . . 166Tabla 5.5. Grupos de pastas (Puerta Obispo) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 167Tabla 5.6. Grupos de pastas (Puerta Obispo) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 167

Tabla 6.1. Dataciones de TL obtenidas a partir de materiales cerámicos altomedievales de Can-tabria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 188

Tabla 7.1. Relación de fechas carbono-14 realizadas en las excavaciones en Gorliz. La calibra-ción se realizó empleando el programa CALIB REV7.0, a dos sigmas (95,4%) . . . . . . . . 200

Tabla 7.2. Relación de fechas carbono-14 realizadas en las excavaciones del despoblado de Ba-goeta. La calibración se realizó empleando el programa CALIB REV7.0, a dos sigmas (95,4%). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 207

Tabla 7.3. Relación de fechas carbono-14 realizadas en las excavaciones de Las Gobas. La cali-bración se realizó empleando el programa CALIB REV7.0, a dos sigmas (95,4%) . . . . . 217

Tabla 8.1. CTOs de Carratejera . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 235Tabla 8.2. CTOs de La Cárcava de la Peladera. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 238Tabla 8.3. CTOs de Senovilla . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 242Tabla 8.4. CTOs de La Mata del Palomar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 245

Tabla 9.1. Tipos cerámicos identificados en cada uno de los depósitos. Valores porcentuales (por número de fragmentos). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 267

Tabla 9.2. Tipos formales representados en cada una de las producciones individualizadas, con indicación del número de ejemplares. OLL (Olla), CR (Cuenco carenado), JR (Jarra), BL (Botella), CU (Cuenco de tendencia hemiesférica), CZ (Cazuela), OZ (Orza). Las piezas de T.S.H.T referidas con su terminología habitual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 271


22 LISTADO DE TABLAS Y LÁMINAS

Lámina 7.1. Formas cerámicas del abrigo de Iruaxpe III (Aretxabaleta, Gipuzkoa) . . . . . . . . . . . . . . . 199Lámina 7.2. Formas cerámicas del asentamiento de Gorliz (Bizkaia) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 203Lámina 7.3. Formas cerámicas del asentamiento de Gorliz (Bizkaia) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 203Lámina 7.4. Formas cerámicas de la Llanada Alavesa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 212Lámina 7.5. Formas cerámicas de la Llanada Alavesa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 213Lámina 7.6. Formas cerámicas de la Llanada Alavesa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 214Lámina 7.7. Formas cerámicas del conjunto rupestre de Las Gobas (Treviño, Burgos) . . . . . . . . . . . 219


1 RESUMO 2

É escassa a investigação desenvolvida nas últimas décadas no espaço correspondente ao atual centro norte de Portugal (entre os rios Douro e Mondego) para os séculos a . É assim ainda reduzida a infor-mação sobre as estratégias de ocupação do território, práticas rituais, estruturas socioeconómicas e, conse-quentemente, pouco se conhece sobre a sua cultura material. As produções cerâmicas dessas comunida-des são hoje reconhecidas em apenas alguns sítios ou terri tórios localizados, pelo que não é ainda possível traçar um panorama geral sobre as produções cerâmi-cas e seu consumo para este espaço geográfico.

No presente trabalho abordam-se dois territórios geografica e geologicamente diferentes, mas estrutura-dos pelo rio Mondego: o território do Alto Mondego e a região de Coimbra no curso inferior do rio. Em am-bos os territórios caracterizaram-se as produções ce-râmicas nas suas formas, pastas e técnicas de fabrico e decorações predominantes e apresentam-se sintetica-mente os resultados, bem como se ensaia um primeiro estudo comparativo. Um mesmo rio, estrutura realida-des territoriais e socioeconómicas diferentes mas que, todavia, apresentam algumas características comuns no que se refere às produções cerâmicas, particular-mente observáveis a partir do século .

O território do curso superior do Mondego é um espaço rural, no qual se escavou alguns sítios arqueo-lógicos e para os quais já se realizou um primeiro es-tudo de conjunto das produções cerâmicas ali iden-tificadas e que se encontram datadas dos séculos e .

No curso inferior do rio, o conhecimento sobre as produções cerâmicas está marcado pela investigação

1 Instituto de Estudos Medievais da FCSH/NOVA (Por-tugal). Bolseira da Fundação Calouste Gulbenkian (Lisboa, Portugal). E-mail: [email protected]

2 United Arab Emirates University. E-mail: [email protected]

desenvolvida quer em Coimbra quer em Conimbriga. Em ambos os sítios têm sido levados a cabo trabalhos que permitem não só caracterizar melhor as produ-ções cerâmicas como afinar as suas cronologias. Neste artigo, dá-se particular relevo ao estudo sobre as cerâ-micas de Conimbriga.

PALAVRASCHAVE: Alta Idade Média, Tardo-Anti-guidade, Beira Alta, Beira Litoral.

ABSTRACT

In recent decades, only limited research has been developed in the area that currently corresponds to northern and central Portugal (between the Douro and Mondego rivers), regarding the 5th to 12th cen-turies. The available information is thus scarce on is-sues such as land use strategies, ritual practices, socioeconomic structures and, consequently, little is known about the material culture. Pottery production in lo-cal communities is currently recognized in only a few sites or very delimited territories, so it is not yet pos-sible to draw a general picture about production and consumption for this large geographical area.

The present work deals with two geographically and geologically different territories, yet both struc-tured by the same waterway: that of the upper Mon-dego and of the Coimbra region, in the lower reaches of the river. The corresponding pottery production is defined as to its forms, fabrics and manufacturing techniques, as well as the predominant decorations, with a short presentation of the results, a first compar-ative study being tested. A same river structures dif-ferent territorial and socio-economic realities, which nevertheless have some common features with respect to the ceramic productions, particularly observable from the 9th century onwards.

The territory of the upper part of the Mondego is a rural space, in which some archaeological sites were

2Um rio, dois territórios no centro de Portugal.

A produção cerâmica no vale do Mondego - os casos do espaço rural do Alto Mondego e de Conimbriga

C T1

A D M2


44 CATARINA TENTE ADRIAAN DE MAN

excavated, resulting in a first completed study on the identified ceramic productions, dated from the 9th and tenth centuries.

In the lower area of the river, knowledge on pro-duction is heavily marked by research carried either on Coimbra or on Conimbriga. At both sites, field-work has been carried out, allowing not only a better account of the regional pottery, but also a chronologi-cal refining. The present article concedes a particular importance to the study of pottery at Conimbriga.

KEYWORDS: Early Middle Ages, Late Antiquity, Bei-ra Alta, Beira Litoral.

0. INTRODUÇÃO

O fim do mundo antigo provocou múltiplas transformações no quotidiano das comunidades que ocuparam a grande faixa de território entre o Mondego e o Lima. Um ponto de partida ne-cessário é reconhecer que nunca existiu ali ho-mogeneidade de produção e consumo, e que perspectivas sobre uma eventual convergência económica sob o Império não levam em conta o predomínio das variáveis locais nas formas de exploração territo rial, desligadas, no imediato, de uma intervenção estatal. Por outro lado, o Dominado havia realmente promovido um en-quadramento legal, e portanto também social, que culminou em diferentes géneros de autar-cia económica, de regionalismo securitário e de adscrição pessoal a territórios, o que no seu con-junto ocasionou um acentuado imobilismo em torno de potentados agrários. Transparecem, para o final da Antiguidade tardia, várias situa-ções que densificam este cenário abstracto, no-meadamente as estruturas de poder aldeãs, epis-copais, pós-curiais, aristocráticas e germânicas, entre outras. Surgem referidas em crónicas, ami-úde numa circunstância muito precisa, e em de-terminações legais, em particular nas compila-ções teodosianas e nas respetivas revalidações da monarquia visigoda.

Neste enquadramento, os objetos em cerâmica surgem como reflexo direto da atividade humana, do seu contexto, densidade e amplitude, ou seja, é indicativo do tipo de povoamento, da sua ló-gica interna, e das relações sistémicas com o seu entorno natural e com outros sítios. Mas essa ce-râmica é, sob diversos aspectos, mais complexa

de interpretar, havendo constatações recorrentes sobre a dificuldade de isolar características perti-nentes, especialmente em comparação com o pe-ríodo clássico.

Face ao estado da investigação portuguesa, não estão disponíveis estudos regionais compa-rativos sobre a cerâmica alto-medieval do Centro e Norte de Portugal, o que impossibilita traçar aqui uma perspectiva integradora. O que ocasio-nalmente existe é informação, ainda assim muito fragmentada, sobre sítios que se enquadram cro-nologicamente entre o final do período suevo-visigodo e as novas configurações condais. Tais estudos dividem-se entre artigos baseados em al-guma campanha arqueológica, textos de Histó-ria regional e teses académicas. Do ponto de vista da análise cerâmica, a maior parte destes estudos procura as grandes referências regionais publi-cadas, isto é, as Fouilles de Conimbriga, por um lado, e o considerável corpo de produções sobre Braga, por outro. Refira-se, a um outro nível, a obra Cerâmica medieval no Mediterrâneo ociden-tal (SILVA, MATEUS, 1991), que foi o remate de um congresso tido nos finais dos anos oitenta, e que ainda hoje serve de referência a vários estu-dos.

No estudo das cerâmicas do Centro e Norte português são incontornáveis pequenos estu-dos que foram apresentados nas jornadas de ce-râmica medieval e pós-medieval realizadas em Tondela entre 1992 e 1998 e que deram origem à publicação das atas respetivas. Infelizmente os encontros de Tondela foram extintos o que dimi-nuiu as publicações sobre o território do Centro de Portugal, pois os arqueólogos vinham a reali-zar estudos de cerâmicas específicos para serem apresentados nesse formato. Do que ficou publi-cado, e que interessa para o território que aqui se aborda, são de destacar os trabalhos para a zona do Douro, nomeadamente para o Vale da Vilariça e Moncorvo (RODRIGUES, 1994; RODRIGUES, REBANDA, 1995, 1998).

Também há sínteses que recompilam a bi-bliografia existente sobre a cerâmica medieval no Norte português. A primeira foi publicada nas atas das segundas Jornadas Cerâmica Me-dieval e Pós-Medieval, realizadas em 1995 (RODRIGUES, 1998). A segunda é bastante mais re-cente e foi publicada por Martínez Peñin (2013). Em ambas faz-se um estado da arte notando-se uma nítida evolução quantitativa em termos de artigos e estudos realizados, porém não tão sig-


UM RIO, DOIS TERRITÓRIOS NO CENTRO DE PORTUGAL 45

nificativa como seria de esperar uma vez que entre estas duas sínteses decorreram quase duas décadas.

Ainda não é possível, porém, compreender as produções cerâmicas de contexto romano e as fases sequentes. Isto é, quando desaparecem as produções importadas do período tardo-romano deixa de haver referentes cronológicos e os es-tudos realizados até ao momento, com raríssi-mas exceções, não conseguiram ainda propor um quadro crono-tipológico para as produções cerâ-micas fabricadas e usadas após o século . De al-guma forma, as atas de um congresso sobre cerâ-mica romana e tardo-antiga hispânica, publicadas há pouco tempo (MORAIS et alii, 2014), confi-guram uma perspectiva de fundo sobre a qual se apoiou a produção alto-medieval regionalizada. Num quadro de aparente fragmentação de pode-res e de falta de capacidade de poderes dominan-tes (Igreja e/ou a Monarquia) chegarem a todo o território centro-norte português, as produções e os consumos de cerâmica devem ser analisa-dos numa perspetiva regional, ou mesmo local, tal como ocorre com o Alto Mondego que aqui se discute. Só assim se poderão ver os traços co-muns e, eventualmente, detetar a circulação de produções e eventuais centros produtores de es-cala supralocal.

Todavia, neste panorama, Braga destaca-se. Tal não ocorre apenas pela importância histórica que a cidade assumiu durante este período, mas também pelo trabalho arqueológico que ali tem sido realizado nas últimas décadas e que resul-tou em algumas publicações interessantes para o tema do estudo das cerâmicas. A matriz romana está muito presente em algumas cerâmicas pro-duzidas após o século , nomeadamente nas úl-timas produções de engobe vermelho e nalgu-mas imitações comuns de terra sigillata tardia. Tal impressão faz-se ainda sentir especialmente, na cerâmica cinzenta tardia, produção entretanto bem conhecida. Esta foi identificada como sendo uma produção local, com algumas inspirações de cerâmicas importadas, produzida em Braga entre os séculos a (GASPAR, 2004; DELGADO, MORAIS, 2009). Esta produção foi tão significa-tiva que conseguiu ter alguma expressão exporta-dora de média dimensão, sendo assinalável a sua presença em contextos coetâneos de Conimbriga (ALARCÃO et alii, 1976). Este processo produ-tivo, com claras ligações formais a peças de circu-lação extra-peninsular, tem paralelos um pouco

por toda a Hispânia tardo-antiga. No caso braca-rense, as analogias são gálicas e norte-africanas, às quais se junta um grupo mais heterogéneo, apelidado de cinzenta tardia comum e composto essencialmente por potes e cântaro e pratos, com lábios arredondados, biselados ou apenas engros-sados (MARTÍNEZ PEÑIN, 2013). Entre as di-versas intervenções no espaço urbano bracarense merece destaque as realizadas na Rua Nossa Se-nhora do Leite onde se identificou uma sequên-cia de produções cerâmicas balizadas entre os séculos e (GASPAR, 1985; FONTES, GASPAR, 1997), assim como na Rua D. Afonso Hen-riques (MARTÍNEZ PEÑÍN et alii, 2014).

Ainda a Norte do Douro é também de realçar o estudo do mosteiro de Santa Marinha da Costa localizado junto a Guimarães. Aí foi reconhecida uma relevante sequência ocupacional que se ini-cia com um nível claramente inserível na fase tardo-romana e sueva (REAL, 1980). Ainda que seja difícil reconhecer a funcionalidade das estru-turas identificadas. Os níveis posteriores docu-mentam as ocupações condal dos séculos e e transformação em mosteiro ocorreu em redor do século . A cerâmica comum que ali foi re-colhida foi objeto de um estudo recente (FREITAS, 2013; FREITAS, REAL, 2014).

Junto à foz do Douro um outro centro ur-bano merece destaque. Em Portucale «novo» do Parochiale Suevo e da Crónica de Idácio, que corresponde à atual cidade do Porto, foio igual-mente identificadas sequências arqueológicas que atestam ocupações desde o período imperial até época moderna. Com leituras paralelas e comple-mentares evidenciam-se as sequências estratigrá-ficas da Casa do Infante (GOMES et alii, 1995), do Morro da Sé e da Rua D. Hugo (SILVA, 2010-11). As escavações realizadas na Casa do Infante, no início da última década do séc. , são ainda hoje alvo de estudo e têm permitido vários tra-balhos sobre cerâmicas, especialmente de época moderna e tardo-medieval.

As sequências cerâmicas tardo-romanas e alto-medievais durienses mais bem definidas localizam-se, porém, junto a um afluente do Douro. Em Tongobriga, situada entre os rios Tâ-mega e Douro, foi reconhecida na zona das ter-mas uma ocupação tardia que remonta pelo me-nos até o século (DIAS, 1997, 1999; LIMA, 2012). Fica porém igualmente claro que estas ocupações são restritas e que a cidade não have-ria tido consistência ocupacional entre o século



e os finais do , ainda que seja uma das pa-róquias mencionadas no Parochiale Suevo re-conheci das arqueologicamente. O sítio volta a ter maior densidade ocupacional quando recu-pera alguma centralidade, já como terra de Santa Maria do Freixo.

Ainda na bacia do Douro, mas na sua margem Sul, localiza-se um outro sítio arqueológico im-portante para esta cronologia. Trata-se de Torre de Almofala, que foi sede de civitas e depois uma das paróquias do Parochiale. A cerâmica ali recu-perada foi estudada e deu origem a uma tese de mestrado (ALBUQUERQUE, 2005) que, todavia, por ser tão abrangente em termos cronológicos (do romano à época moderna) não permite uma

caracterização profunda de todas as produções nas suas diversas cronologias.

O rio Mondego, que se estende da Serra da Es-trela até ao mar, e que se encaixa entra as bacias do Douro, Vouga e Tejo, delimita uma grande faixa de território com áreas em que se começa a conhecer do ponto de vista arqueológico. Aqui, ao que é possível saber atualmente, assistiu-se a um fenómeno de interrupção nos padrões de povoamento rural tardo-romano. A análise da cerâmica dos diversos sítios conhecidos e estu-dados não parece sustentar regenerações de sí-tios romanos em época alto-medieval. A questão já foi apontada para as amplas regiões de Viseu (DE MAN, TENTE, no prelo) e da Cova da Beira

Figura 2.1. Cerâmicas estampilhadas recuperadas nas escavações da Sé em Viseu, realizadas por João Inês Vaz e Ivone Pedro na

década de 90 (Pedro e Vaz 1995). Restauro e fotografias realizadas pela empresa Archeofactu, no âmbito do projeto de investigação

EICAM, de que os autores são investigadores



(CARVALHO, 2007), e está patente também, de forma clara, na Bacia de Celorico (MARQUES, 2011; TENTE, 2007).

As sequências cerâmicas de ambiente urbano, em contraste, revelam claras continuidades de ocupação em período tardio. São observáveis, por exemplo, em Viseu, nas escavações no Largo de Santa Cristina e na Rua Formosa (CARVALHO, CHENEY, 2007). Nesta cidade, todavia, regista-ram-se novidades significativas em termos ce-râmicos para os séculos e . São exemplo as excepcionais cerâmicas cinzentas estampilha-das recuperadas na fundação do edifício da Praça D. Duarte/Sé, durante as escavações levadas a cabo por I. Pedro e J. I. Vaz (1995). As mesmas são uma exceção na região centro norte de Por-tugal e merecem por si só destaque neste artigo (fig. 2.1). Trata-se de, pelo menos, 3 recipientes de perfil fechado de média a grande dimensão fa-bricado com pasta bem depurada e com uma co-zedura redutora, que lhes confere resistência e um toque quase metálico. As mesmas estão deco-radas com estampilhas (matrizes quadradas seg-mentadas, em arco e triangulares também seg-mentadas desenhando uma espécie de grinaldas) e cordões plásticos dispostos em ondulado.

No que aos estudos de cerâmicas tardo-an-tiga e alto medieval diz respeito este é o pano-rama possível de desenhar. Como ficou referido, desde 1998 que se deixaram de realizar os en-contros sobre Cerâmica Medieval e Pós Medieval de Tondela, o que veio empobrecer a divulgação dos estudos e diminuir o estímulo ao estudo sis-temático de tantas coleções de cerâmica que têm vindo a ser recuperadas em inúmeras escavações arqueológicas realizadas nas últimas décadas na região centro e norte de Portugal.

Recentemente foi publicado pelo Instituto de Estudos Medievais (DE MAN, TENTE, 2014) um volume que reúne onze textos, sobre estudos de cerâmica das regiões norte e centro de Portugal entre os séculos e . Os textos não são uma síntese de regiões, que ainda não podem ser fei-tas, devido aos poucos estudos de conjunto até ao momento realizados e versam coleções de ce-râmica de sítios concretos que têm vindo a ser investigados nos últimos anos, localizados gene-ricamente entre os rios Mondego e Douro. Os trabalhos mostram realidades muito diversas, mas que conseguem através da cerâmica refletir dinâmicas muito diferentes. Não podendo aquele volume ter sido uma síntese, dá, porém, conta

do progresso no estudo da cerâmica de contex-tos medievais portugueses realizados nos últimos anos.

Feito este percurso, necessariamente breve, sobre o panorama, algo exíguo, dos estudos sobre cerâmica da Tardo-antiguidade e Alta Idade Mé-dia na região centro-norte de Portugal, centramo-nos de seguida em dois casos-estudo. Abordam-se, assim, os resultados dos primeiros estudos sobre as produções cerâmicas dos sítios rurais lo-calizados na bacia do Alto Mondego, e das pro-duções exumadas nos espaços mais urbanizado que se estruturam entre Conimbriga (Condeixa) e Coimbra. Trata-se de duas realidades culturais diferenciadas e distanciadas entre si, mas articu-ladas em função do mesmo rio (fig. 2.2). Aborda-se neste artigo individualmente cada um destes espaços, aludindo-se aos contextos arqueológi-cos de proveniência das coleções de cerâmica es-tudadas e às respetivas cronologias, bem como se apresentam as principais características das pro-duções de cada um destes território. Esta abor-dagem não é inocente, pois pretende-se compa-rar os consumos e produções de cerâmica em dois territórios separados por cerca de 150 km, mas que se inserem em realidades sociopolíticas e culturais diferenciadas. O território do curso superior do Mondego é um espaço rural, onde o povoamento esta polarizado em pequenos agru-pamentos pluri-familiares, alguns já escavados e para os quais foi já possível fazer um primeiro es-tudo das produções cerâmicas datadas dos sécu-los e . A região onde Conimbriga e Coimbra se localizam é mais próxima do litoral, situada no curso inferior do rio Mondego. Estas duas locali-dades tiveram origem em dois polos urbanos de cronologia clássica, mas as suas ocupações me-dievais são bastante distintas. O equilíbrio ad-ministrativo entre duas cidades imperiais desa-pareceria a partir do período visigótico, quando Conimbriga deixou de ser a sede episcopal e esta se deslocou para Coimbra. Na Alta Idade Média, Conimbriga corresponde já a uma das paróquias do Baixo Mondego, e Coimbra, assumiu-se como a grande plataforma política e económica de toda a região.

A abordagem a estes dois tipos de contextos é fundamental para compreender diferentes reali-dades económicas e pautas de consumo e produ-ção, bem como identificar eventuais mercados de distribuição ou a capacidade de aceder a produ-tos externos às regiões em estudo.



1. O TERRITÓRIO RURAL DO ALTO MONDEGO

O Alto Mondego é um território que se insere na Beira Interior portuguesa e se define, geografi-camente, pela presença do percurso superior do rio Mondego e pela vertente noroeste da Serra da Estrela. Esta constitui como um corredor que pos-sibilita a passagem de Norte para Sul e do interior da Meseta para o litoral ocidental, dando acesso direto a Viseu e a Coimbra, constituindo-se como uma das mais importantes «portas» da História portuguesa. A encosta Noroeste, que domina este corredor, apresenta-se com uma vigorosa muralha montanhosa atravessada por numerosos pequenos cursos de água, que descem a serra em direção ao rio Mondego. Esta vertente, apresenta inclinações moderadas e regista variações de altitude entre os 350 m e os 1.900 m (DAVEAU, 1969). Trata-se de uma área onde geologicamente dominada pela ocorrência de rochas graníticas com intrusões de rochas do complexo xisto-grauváquico. Trata-se, assim, de um território rural dominado por uma

geomorfologia montanhosa, em que as rochas es-tão muito expostas devido a uma erosão significa-tiva das vertentes. Tal origina uma consequente acumulação de sedimentos nos vales das linhas de água subsidiárias do rio Mondego, em particular no seu curso final.

A investigação sobre o povoamento alto me-dieval neste território iniciou-se em 1999, com a primeira campanha de escavações realizada no Penedo dos Mouros (Gouveia, Guarda). O que se conhecia desta região para a cronologia que aqui nos centra estava praticamente reduzida à locali-zação de alguns sítios arqueológicos onde haviam sido identificadas sepulturas escavadas na rocha. A estas juntavam-se os castelos de Linhares e de Celorico da Beira, ainda hoje conservados, mas que foram alvo de trabalhos de restauro pela an-tiga Direção Geral de Edifícios e Monumentos Nacionais (DGEMN), em meados do século e que afetaram de forma irrecuperável os níveis ar-queológicos que possibilitariam o estudo destas estruturas e o conhecimento da sua fase funda-cional.

Figura 2.2. Mapa de las localidades citadas en el texto



Desde 1999, mas particularmente após 2007, foi possível realizar diversas campanhas de esca-vações em 4 sítios arqueológicos da região e que foram a base para um estudo conjunto sobre as produções cerâmicas publicado nos Estudos de Cerâmica Medieval. O Norte e o Centro de Portu-gal —séculos a — (TENTE et alii, 2014).

1.1. O

No Penedo dos Mouros (c. Gouveia) realiza-ram-se 4 campanhas de escavações arqueológicas que possibilitaram obter mais informações sobre um este sítio fortificado situado no rebordo de um antigo leito do Mondego, dominando o vale da Ri-beira de Boco, afluente daquele rio, que constitui uma área bem irrigada e com potencial agrícola (TENTE, 2010). Os trabalhos possibilitaram a re-cuperação de parte da superestrutura da madeira que se agregava ao tor granítico que domina o sí-tio, e possibilitou a identificação num abrigo na-tural que se encontra no lado sudoeste do grande tor, de uma ocupação relacionável com um curral (IPHES, 2009; TENTE, 2010). Trata-se, portanto, de um sítio que, aparentemente, agrega mais do que uma família e que se encontra intimamente ligada à exploração agrícola deste vale (fig. 2.3).

Um importante complexo romano e medie-val, praticamente imperceptível na paisagem, foi

escavado em S. Gens (c. Celorico da Beira). Este sítio que ocupa a margem direita do Mondego não se destacando na paisagem. A escolha na sua localização teve ainda em conta os tors gra-níticos ali existentes, que foram reaproveitados na estrutura delimitadora do povoado, para en-quadrar a entrada, desempenhando o papel de torre roqueira de controlo da entrada e de parte do vale. Esta única entrada estava virada ao vale da ribeira, exatamente do lado contrário onde se localiza a necrópole rupestre de mais de 50 se-pulturas ali existente. O povoado, com planta de tendência ovalada estava delimitado por uma muralha construída em pedra não aparelhada e encimada por uma paliçada de madeira. Na es-cavação de 2008 foi possível identificar um con-texto doméstico, caracterizado fundamental-mente pela presença de uma lareira com duas fases de ocupação) ao qual se agregava espólio de carácter doméstico, como panelas, jarros e cos-soiros em cerâmica, bem como elementos de mo-agem (moventes e dormentes). Estima-se que a ocupação do sítio não tenha ultrapassado as 3 a 4 gerações, sendo que o seu abandono ocorre na segunda metade do século (quadro 2.1), na se-quência de um incêndio que o destrói e o qual foi datado por radiocarbono com base numa amos-tra de vida curta (TENTE, CARVALHO, 2011). Apesar de já terem entretanto sido realizadas mais escavações no povoado alto-medieval (num

Figura 2.3. Cronologias de ocupação dos sítios do Alto Mondego com base em Tente,

Car valho, 2011 e informação inédita obtida recentemente. Calibração cal AD a 95,4% proba-

bilidade [Calibração segundo a curva terrestre IntCal13 (Reimer et alii 2013) com recurso ao

programa OxCal 4.2 (Bronk-Ramsey 2009)



total de mais 3 campanhas e com a identificação de mais dois contextos domésticos) o estudo das cerâmicas exumadas nestes trabalhos está ainda em curso, pelo que aqui apenas se apresenta os resultados do estudo do espólio cerâmico do sec-tor 10, intervencionado em 2008.

Em 2006 e 2007 realizaram-se duas cam-panhas de escavação num sítio situado a 1.000 m de altitude denominado de Soida (Celorico da Beira), situado em plena montanha, ocupando um dos últimos montes da vertente noroeste da Serra da Estrela. Ao contrário dos anteriores sí-tios, este localizava-se num ponto em que domina visualmente uma vasta área do vale do Mondego. O sítio é igualmente dotado de uma paliçada que desenha uma planta irregular que aproveita a to-pografia local. O espaço do povoado encontra-se definido por um espaço cercado/amuralhado constituído por uma estrutura de base alargada (2,20 m a 2,70 m de largura) com dois paramen-tos de pedra não aparelhada e preenchimento em terra misturada com pedra miúda. Esta base estrutural era encimada por uma paliçada maio-ritariamente constituída por carvalho-negral (TENTE, 2010; QUEIROZ, 2009). O espaço cer-cado define uma área de grande dimensão que, todavia, é fundamentalmente constituída por ter-renos de inclinação marcada, estando as unidades domésticas confinadas aos escassos espaços apla-nados ali existentes. As escavações permitiram a identificação de duas unidades domésticas, cujo momento de abandono foi datado por radiocar-bono da segunda metade do século (TENTE, 2010; TENTE, CARVALHO, 2011).

Um outro sítio arqueológico foi escavado na área mais aplanada da região e situado a escassos quilómetros (3) do Penedo dos Mouros. Trata-se do sítio do Monte Aljão (c. Gouveia) onde se realizaram duas campanhas de sondagens e es-cavação, mas que comprovaram uma profunda destruição do sítio motivada pela surriba e plan-tio de vinhas (TENTE, 2010; TENTE, DE MAN, s.d.). Aqui apenas alguns contextos de cronolo-gia tardo-romana se encontravam conservados. Os materiais arqueológicos medievais ali reco-lhidos encontravam-se descontextualizados e por isso foi impossível obter uma coleção cerâ-mica coerente e credível em termos contextuais e cronológicos. Ainda que se reconheçam escas-sos fragmentos de peças claramente inseríveis na cronologia em análise não foi possível fazer asso-ciações de fragmentos.

Para todos estes sítio foi efetuado um estudo aprofundado das produções cerâmicas, publi-cado recentemente (TENTE et alii, 2014). Em termos genéricos, as coleções estudadas encon-travam-se muito fragmentadas tendo sido difícil a recuperação da totalidade das formas. O índice de colagens e associações foi baixo em todos os contextos em estudo e apenas se pode determi-nar o número mínimo de recipientes (NMR) nas coleções provenientes do Penedo dos Mouros, S. Gens e Soida.

Desde 2011, para além das três campanhas reali za das em S. Gens, foram ainda intervencio-nados mais dois sítio dotados de muralha e po-sicionados em altura. Em S. Pedro de Matos (c. Aguiar da Beira) apenas se identificaram qua-tro fragmentos de cerâmica, mas que se inserem nas produções cerâmicas características desta região para a cronologia dos séculos a . Em 2013 foi realizada a primeira campanha na Se-nhora do Barrocal (Sátão) onde se vieram a exu-mar fragmentos de cerâmica de importação, no-meadamente um fragmento de bordo de taça verde e manganês, que ostenta uma decoração zoomórfica. Esta insere-se claramente nas pro-duções islâmicas de verde e manganês datadas do século . O contexto da peça foi também datado por radiocarbono e atestou a cronologia sugerida por este fragmento3. Esta peça e este sítio arqueo-lógico abre um novo capítulo no estudo da re-gião, uma vez que se trata do primeiro contexto rural em que se identificaram cerâmicas de im-portação. De ambos os sítios, está ainda em curso o estudo das cerâmicas provenientes das campa-nhas de escavação mais recentes, pelo que não podem ainda ser apresentados resultados.

1.2. A A M

O estudo das cerâmicas destes quatro sítios arqueológicos mostra que em termos de reportó-rio de formas e decorações há uma certa homo-geneidade entre as coleções. Na generalidade as peças são montadas a torno, com cozeduras em

3 Foi datada uma fava (Vicia faba) proveniente do sector I-Wk40074-1040 ± 21BP; Calibração cal AD a 95,4% pro-babilidade [Calibração segundo a curva terrestre IntCal13 (Reimer et alii 2013) com recurso ao programa OxCal 4.2 (Bronk-Ramsey 2009)]: 974-1025cal AD.



ambiente oxidante e com um reportório de for-mas muito reduzido que se limita à presença de peças de médio/grande tamanho do tipo panela/pote, alguidar e jarro Apesar das peças decoradas não serem dominantes em nenhuma das coleções estudadas, elas têm uma presença muito signifi-cativa, ainda que monótonas em termos de téc-nica e de temáticas.

Dominam claramente as peças fechadas, com destaque para a presença predominante das pa-nelas/potes. No grupo das peças fechadas regista-se ainda a presença dos jarros de uma só asa. No que se refere às formas abertas apenas se regista a presença de alguidares de base em disco e de um troncocónico invertido com decoração em ca-neluras que aparece unicamente em S. Gens (ta-bla 2.1). Estão ausentes as peças de uso de mesa e as peças de uso individual como prato, tijela, copo, taça, etc. Não existe também qualquer re-gisto para contentores de fogo, quer peças desti-nadas à iluminação (candis ou candeias) quer com funções de aquecimento ou cozinha (braseiros ou fogareiros). A única exceção a esta regra é a taça recolhida em S. Gens que, no entanto, é uma peça de fabrico romano que terá sido reaproveitada em época alto-medieval (tabla 2.1, fig. 2.4).

As formas das produções cerâmicas indiciam um uso polifuncional e coletivo dentro do grupo familiar, por isso dominam as formas de maior dimensão que possuem utilidades múltiplas, tal como o pote/panela, que tanto serve para guar-dar como para cozinhar; ou alguidar que serve para quase tudo, desde lavagens diversas, confec-ção e certamente consumo de alimentos. A única peça que parece ter um uso mais restrito é o jarro que, todavia, é o único contentor de líquidos que se regista em todas as estações arqueológicas até ao momento estudadas.

Os potes/panelas de colo estrangulado são as peças mais comuns em todos os sítios estudados (tabla 2.1), mas em nenhum caso se recuperou a forma completa, pelo que se desconhece exata-mente a forma da pança destas peças, que deve-ria ser globular e ovoide. Apresentam normal-mente um colo estrangulado, podendo este ser mais curto ou mais alto. Nas peças mais comple-tas verifica-se que o diâmetro da pança é superior ao diâmetro da boca. Os bordos são de morfolo-gia redonda ou direita, estando também presen-tes bordos espessados exteriormente. Apresen-tam sempre uma orientação para o exterior da peça. Em relação às dimensões, torna-se difícil fa-

Sítios

Penedo dos Mouros S. Gens Soida

Fabricos (%)

Torno 94 89.3 86.2

Misto 3 4.3 13.8

Manual 3 6.4 0

Cozeduras (%)

A. Oxidante 38.5 58 76

A. Redutora 55.4 33 24

A.Oxidante-Redutor 1.5 4.5 0

A.Redutor-Oxidante 4.6 4.5 0

Formas (%)

Pote/Panela 24 36 45

Alguidar 10.4 7.5 3.4

Jarro 14.9 7.5 13.7

Taça 0 2.1 0

Troncocónico invertido 0 7.5 0

Forma indeterminada 50.7 39.4 37.9

Peças decoradas (%) 24.6 19.5 31

Tabla 2.1. Quantificação (em percentagem) dos fabricos, ambientes de cozedura, formas e representação das peças

com decoração, relativas às três coleções de cerâmica provenientes do Penedo dos Mouros, S. Gens e Soida



zer generalizações face ao grau de fragmentação da maioria das peças, mas com os dados dispo-níveis pode-se adiantar que se registaram diâme-tros da boca entre 93 e os 374 mm. Os exempla-res de maior dimensão deveriam estar destinados unicamente à armazenagem, já que o seu manu-seamento quotidiano na confecção dos alimentos seria mais difícil. A maioria dos potes estudados não apresenta decoração. Registam-se, porém, al-

guns exemplares decorados em S. Gens e no Pe-nedo dos Mouros. Em S. Gens trata-se de dois potes/panelas decorados no arranque da pança, um com pequenas impressões circulares e outro com linhas incisas (fig. 2.4). No Penedo dos Mou-ros, também se identificaram dois potes com de-coração, um tem um cordão impresso disposto no colo e o outro apresenta linhas incisas ondula-das na face interior do bordo (fig. 2.5). Em todas

Figura 2.4. Taça romana e potes medievais do sítio de S. Gens (Celorico da Beira)



as coleções analisadas o pote/panela é a forma maioritária apresentando na Soida uma percen-tagem de 45%, em S. Gens 36% e no Penedo dos Mouros 24%. Neste último caso, o número de potes/panelas reconhecidos deve ser claramente sub-representado, pois neste sítio a percenta-gem de formas indeterminadas é muito elevada (50,7%), o que se explica pelo facto da maioria das peças provir de um espaço de colapso da super-estrutura de madeira, o que levou a uma maior fragmentação e dispersão das peças cerâmicas e,

consequentemente, dificultou a tarefa de correla-cionar fragmentos que possibilitassem a recupe-ração das formas.

Os jarros caracterizam-se por ter um colo mais estreito que os potes, podendo apresentar um bordo trilobado, e uma asa de fita. Os colos são geralmente cilíndricos. Os bordos são maio-ritariamente redondos. O diâmetro da boca nor-malmente é o mesmo, ou aproximado, do diâ-metro do colo. Em alguns jarros não foi possível determinar estas medidas devido à pequena di-

Figura 2.5. Potes/panelas do sítio do Penedo dos Mouros (Gouveia)



Figura 2.6. Jarros recuperados em S.Gens (16, 2, 8, 11), Soida (6, 1, 16) e Penedo dos Mouros (13, 130)



mensão dos fragmentos; todavia, dos casos em que foi possível determinar o diâmetro da boca, verifica-se que as medidas variam entre 78 e 109 mm. Apenas em 6 jarros se reconhece a exis-tência de uma asa de fita, mas é provável que a maioria possuísse pelo menos uma asa. Aliás, as asas devem ser exclusivas deste tipo de peças, pois em nenhum dos potes/panelas identificados se observou a existência de asas. Na Soida foram recolhidos quatro jarros, em S. Gens identifica-ram-se no NMR 4 jarros e no Penedo dos Mouros exumaram-se 10. Seis dos jarros têm decoração no colo, registando-se igualmente um caso, não contabilizado no NMR, de decoração no corpo da peça. Em S. Gens, apenas um jarro aparece deco-rado com caneluras paralelas ao bordo. Na Soida três dos quatro jarros recolhidos têm decoração, sendo um deles decorado com duas linhas inci-sas onduladas paralelas e dois apresentam uma decoração puncionada, que define uma linha no colo paralela ao bordo (fig. 2.6). Nos 10 jarros re-colhidos no Penedo dos Mouros identificam-se temáticas decorativas mais variadas: cordões im-pressos dispostos no colo; caneluras paralelas ao bordo; inflexão na parede exterior do colo, tipo carena, que se deve considerar igualmente uma característica de carácter decorativo.

Os alguidares de base em disco são a forma mais característica das ocupações alto-medie-vais do Alto Mondego. Trata-se de uma forma aberta, com paredes rectas oblíquas, e que apre-senta uma base em disco muito pronunciada, que confere uma grande estabilidade a estas peças. Os fundos são na sua generalidade rugosos provavel-mente porque estas peças seriam secas em camas de areia/areão, que deixariam os seus negativos na pasta ainda fresca dando-lhe aquele aspecto rugoso. No conjunto das coleções apenas se in-dividualizaram no NMR 12 alguidares. Todavia, este número não representa realmente a quanti-dade de alguidares existentes no reportório ce-râmico dos sítios estudados. Tal ocorre porque nem sempre foi fácil reconhecer os bordos destas peças; pelo contrário, as suas características bases em disco são de reconhecimento imediato. Mas como o NMR foi estabelecido com base na con-tagem dos bordos, estas peças ficam sub-repre-sentadas. Os bordos dos alguidares apresentam morfologias diversas: duplo espessamento, espes-samento externo, redondo ou direito e biselado externo (1 exemplar). Em termos de orientação, os bordos apresentam-se maioritariamente vira-

dos para o exterior da peça. Como não foi pos-sível recuperar peças completas, não se deter-minou os diâmetros da boca para muitas delas. Não obstante, no registo possível verifica-se que estes se situam entre 221 e 360 mm. Esta forma é a que apresenta maiores índices de decoração, numa percentagem que ronda os 50% das peças estudadas. Normalmente a decoração consiste em linhas incisas onduladas, por vezes conjuga-das com linhas direitas. Há um caso em que as paredes do alguidar foram decoradas com cor-dões impressos com digitações As bases também podiam ser decoradas que normalmente consiste em digitações impressas dispostas no rebordo da base, havendo casos em que a decoração digitada ocupa o interior da base (fig. 2.7).

Uma outra peça de função semelhante ao al-guidar de base em disco foi também identifi-cada, mas em número pouco significativo. O vaso de tipologia troncocónica invertida foi identifi-cado apenas no sítio de S. Gens. Trata-se de uma forma aberta, de paredes oblíquas e base plana, que desenha um troncocónico invertido. Apenas se reconheceram quatro destas peças, mas so-mente uma não se encontra decorada. Os bordos são de vários tipos à semelhança do que ocorre com os alguidares, mas diferem destes devido à base que apresentam. Os diâmetros da boca va-riam entre 219 mm e os 260 mm. Duas das peças foram decoradas com caneluras largas que co-brem a superfície externa da peça (fig. 2.7) e ou-tra apresenta uma decoração incisa desenhando linhas onduladas, dispostas na face interna, e um cordão liso paralelo ao bordo na face externa. Em termos funcionais, a utilização desta forma não deve diferir muito do uso dado aos alguidares, com os quais partilham a forma geral do corpo da peça e as dimensões.

A percentagem de peças decoradas integra-das no NMR é significativa, representando 31% na Soida, 24,6% no Penedo dos Mouros e 19,5% em S. Gens. A técnica decorativa mais utilizada é a incisão, que comporta a temática das linhas onduladas e direitas. São igualmente comuns a aplicação de cordões plásticos que podem ser de-corados com incisões ou, mais frequentemente, com digitações. Menos expressivos são os valo-res apresentados para o uso de caneluras (cuja presença mais significativa está representada nos troncocónicos de S. Gens), de puncionamentos (usado principalmente para decorar o colo de jar-ros) e, principalmente, de impressões a pente que



apenas ocorrem no Penedo dos Mouros. As asas decoradas são muito raras nos conjuntos estuda-dos. Apenas se identificou um exemplar no Pene-dos dos Mouros.

Comparando globalmente estas coleções são óbvias as semelhanças que partilham entre si e que se observam quer ao nível das formas, das medidas e mesmo das técnicas e temáticas de-corativas. Não obstante, denotam-se ligeiras di-ferenças que devem ser imputadas ao facto de

se tratarem fundamentalmente de produções locais, tal como as análises das pastas sugerem. Obviamente que estas diferenças poderão vir a ser esbatidas, ou até eliminadas, quando se au-mentar a amostragem das produções cerâmicas destes sítios. Tais diferenças estão relacionadas com a presença de uma forma que até agora ape-nas se observou entre as cerâmicas de S. Gens (forma troncocónica invertida) e no facto de a coleção do Penedo dos Mouros haver um predo-

Figura 2.7. Alguidares e vasos troncocónicos de S. Gens



Figura 2.8. Peças decoradas do Penedo dos Mouros



mínio relativo das cozeduras redutoras, ao con-trário do que ocorre nas demais coleções, onde a cozedura é maioritariamente oxidante. Também aqui há uma maior variedade de técnicas deco-rativas, apenas aqui aparecem penteados e ocor-rem peças que estão decoradas de forma mais «barroca», conjugando várias técnicas decorati-vas (fig. 2.8).

Durante o estudo destas produções cerâmicas foram realizados igualmente estudos petrográfi-cos e químicos. Este estudo específico de amos-tras cerâmicas de todos os sítios e de amostras de barros e sedimentos esteve a cargo de Oscar Lan-tes e Pilar Prieto da Universidade de Santiago de Compostela (TENTE et alii, 2014). Um dos dados que foi obtido refere.se às temperaturas de coze-dura das amostras estudadas. Ainda que não se possa conhecer com precisão as temperaturas de cozedura, é possível afirmar que as mesmas, na generalidade, ocorreram acima dos 550-600ºC e não ultrapassaram os 1.000/1.100ºC (TENTE et alii, 2014: 135). A análise das amostras aponta ainda para uma homogeneidade nas composi-ções elementares e mineralógicas das cerâmicas (geoquímica e mineralogia félsica), que se pode correla cio nar com as matérias-primas disponí-veis no entorno granítico dos sítios arqueológi-cos. Ainda que não tenha sido possível identificar os locais concretos de obtenção das matérias-pri-mas de cada um dos sítios arqueológicos, detec-taram-se algumas diferenças composicionais de co leção para coleção. Tal indicia uma locali zação das produções. Isto é, aparentemente, pelos da-dos atualmente disponíveis, a maioria das cerâ-micas eram produzidas localmente, não sendo óbvia a circulação, troca/venda deste tipo de pe-ças. Ainda assim as coleções têm o mesmo «ar de família», mostrando que o contexto sociocultu-ral e estético é o mesmo para todas estas comu-nidades rurais. Outra conclusão que foi possível alcançar com o estudo levado a cabo na Univer-sidade de Santiago de Compostela é a de que não há qualquer diferença no tipo de matéria-prima no que se refere à morfologia ou decoração das peças, isto é a mesma pasta servia para todo o tipo de peças (TENTE et alii, 2014: 122-134).

2. O ESPAÇO DO BAIXO MONDEGO

Apesar das claras complementaridades com o Alto Mondego, os territórios urbanos localizados

em terras baixas, junto à foz do rio Mondego, se-guem padrões diferentes. Geologicamente, a pai-sagem é também diferente: o rio desagua aqui numa ria flandriana em retração, substituída pro-gressivamente por formações arenosas de origem fluvial, mas, contrastando com os sectores mais setentrionais do Mondego, rodeada de maciços calcários (a Serra da Boa Viagem) e formações areníticas, calcárias e conglomerados, no entorno e a jusante de Coimbra.

Entre si, as cerâmicas em uso nos centros vi-zinhos de Conimbriga/Condeixa e Aeminium/Coimbra, durante o período que medeia as movi-mentações suevas e o fim da monarquia visigoda, apresentam muitos traços de homogeneidade (DE MAN, 2006). Não é, contudo, razoável com-partimentar essa realidade e desligá-la dos ante-cedentes imediatos, a nível de produção, impor-tação e utilização efetiva (fig. 2.9).

Contentores e cerâmicas domésticas de ori-gem mediterrânea são conhecidos desde há muito para esta zona (DELGADO et alii, 1975; ALARCÃO et alii, 1976; REYNOLDS, 1995; BURACA, 2005; FABIÃO, 2009), colocando este território urbano nas rotas comerciais mediterrânicas. No entanto, estes materiais exógenos motivam opini-ões bem distintas sobre o género de povoamento que efetivamente refletem já que aparecem um número reduzido de peças.

Uma obra seminal para o entendimento deste período é a monografia de Jorge de Alarcão (1975) sobre as cerâmicas comuns de Conim-briga incorporada nas Fouilles de Conimbriga. É nela que se baseiam as múltiplas referências for-mais para estudos subsequentes sobre a Lusitânia romana e visigoda e o correspondente território alto-medieval, integrando, inclusive, as ocupa-ções de período islâmico. Aparentemente, com base no trabalho de Conimbriga de 1975 e subse-quentes estudos nele inspirados, a primeira ideia a reter é a de que as formas e os fabricos são pre-dominantemente regionais, mas não especifica-mente produções de Conimbriga. Ainda assim, é em Conimbriga que as cerâmicas se encontram mais disponíveis para estudo devido às circuns-tâncias atuais do sítio arqueológico (sítio visitável e museu).

Assistiu-se, na região de Coimbra e Conim-briga, nas últimas décadas, ao multiplicar dos estudos locais e regionais, que conduziram a refinamentos sobre determinados aspectos crono-tipológicos da cerâmica medieval patente



nas Fouilles, nomeadamente o seu fabrico, assim como as variantes formais. Um dos exemplos, é o caso do fórum de Aeminium, onde foram re-conhe ci dos contextos alto-medievais, cuja cerâ-mica simultaneamente se integra em circuitos peninsulares de média e longa distância, e nas produções regionais do Baixo Mondego. Aqui é reconhecido que as produções cerâmicas de pe-ríodo islâmico, anteriores ao século , mantêm aspetos arcaizantes de tradição tardo-romana e visigoda (SILVA, 2014; CARVALHO, 1998). O fim do período tardo-antigo e a evolução de cro-nologia emiral foram reconhecidos na plataforma que se estende do Pátio das Escolas ao Largo D. Dinis em Coimbra (CATARINO et alii, 2009: 333-378). Destacam-se, em especial, os grupos cerâmicos islâmicos não vidrados de cronologia mais recuada que apresentam analogias com pro-duções regionais precedentes, especialmente a nível das panelas e dos potes. Diretamente ligado

tanto a Coimbra como a Conimbriga, a zona de Montemor-o-Velho representa um antigo en-treposto marítimo-fluvial, entretanto muito as-soreado, do qual provém alguma cerâmica alto-medieval. Santa Olaia, em particular, revela ocupações importantes pós-romanas, balizáveis talvez entre os séculos e (NAZARÉ, 2013). O conjunto é composto por alguidares com cor-dões plásticos e digitações, por potes e panelas de perfil em S, e por cântaros, jarros e púcaros de di-ferentes formas e fabricos.

Também em Conimbriga, as produções ce-râmicas têm vindo a ser reavaliadas, não só com base nos materiais de escavações antigas, mas também com provenientes de novas interven-ções realizadas em diversas áreas da cidade antiga (DE MAN, 2012; 2013).

Do que hoje é possível saber, destacam-se dois fenómenos ocorridos após o século : por um lado uma acentuada redução formal, por ou-

Figura 2.9. Planta de Conímbriga com sinalização dos sítios de proveniência das coleções cerâmicas estudadas. 1. Fórum; 2. Casa

de Cantaber; 3. Casa de Tancinus; 4. Termas do Sul; 5. Bico da Muralha; 6. Anfiteatro; 7. Igreja de Condeixa; 8. Muralha Alto Imperial;

9. Casas dos Esqueletos e da Cruz Suástica; 10. Museu Monográfico de Conímbriga



tro, uma simultânea multiplicação de variantes nessas poucas categorias. Do ponto de vista pro-dutivo, infere-se uma forte autarcia local, com grandes discrepâncias qualitativas e, numa pers-pectiva utilitária, regista-se uma polifuncionali-dade - uma peça de armazenamento pode ir ao lume para fins culinários. Nos séculos visigóticos, a pasta alaranjada convive com uma outra, defi-nitivamente pós-romana (RUIVO, 2006), a que se convencionou chamar de grés. Esta caracteriza por uma cozedura a altas temperaturas, embora irregular, dando origem a peças bem cozidas mas com um leque de tonalidades que variam entre o cinzento e o bege (por vezes na mesma peça). Mais do que uma questão de matéria-prima, está-se perante uma evolução da técnica de fabrico, mais precisamente, da técnica de cozedura, já que continuam a ser utilizadas argilas e compo-nentes regionais. Não obstante estas constata-ções, não se conhecem os fornos onde estas cerâ-micas eram cozidas, pelo que a caracterização das técnicas é inferida pela observação das peças. Efe-tivamente, os fornos tardo-antigos ou medievais conhecidos em Conimbriga não se destinaram à produção cerâmica. Mesmo numa análise ma-croscópica, convivem muitas cerâmicas do tipo grés, de diferentes tonalidades, composições, co-zeduras e formas.

Na decoração, a influência de cronologia vi-sigoda evidencia-se nalguns padrões digitados e ondulados, amiúde em formas de perfil em S e de bordo triangular ou biselado,. Observam-se ainda num grupo de púcaros de colo reto, ainda baixo, e em outras formas fechadas de lábio engrossado ou arredondado. Outra forma com variantes múl-tiplas e irregulares é, de facto, o pote com colo ci-líndrico sem caneluras. Estas peças apresentam por vezes uma moldura destacada no colo, uma ou duas asas, podendo ser brunidas ou mesmo ligeiramente engobadas, com estrias finas nas paredes externas, decoração horizontal, reticu-lada, ondulada, ou aplicada. Porém, no contexto de proveniência aparecem a par de imitações de terra sigillata, pastas ocres ou alaranjadas finas, ou engobes esbranquiçados em peças de tradição baixo-imperial.

Numa ótica formal, observa-se, entre os sécu-los a , uma redução de tipos, com um claro predomínio de recipientes fechados, essencial-mente potes, púcaros e jarros. É, no fundo, a rea-lidade que se apreende das Etimologias de Isidoro de Sevilha, na parte que incide sobre a cerâmica

(Etym. XX, 8; vide OROZ RETA, MARCOS CASQUERA, 1994) e na qual se distinguem alguns tipos clássicos, com efetivo interesse etimoló-gico, de outros, que corresponderiam aos que es-tariam em circulação nos inícios do século . Refira-se, a título de contraste, a panóplia de formas presente em Plínio (Nat. Hist. XXXV, 159-165; vide OLIVEIRA, 2014). A arqueologia revela realmente uma diminuição de categorias que, contudo, é simultânea a uma multiplicação de variantes formais – resultado de uma regiona-lização económica, associada a uma autarcia pro-dutiva (DE MAN, 2013).

Para as fases posteriores ao século , exis-tem efetivamente diferenças. Continuam as co-zeduras altas e irregulares, mas aparecem novas formas distintivas. Surgem, além dos potes, púca-ros/jarros de corpo troncocónico e colo alto, pro-fusamente canelado, sendo estas as formas que, na prática, dominam. As asas de lingueta, pun-cionadas ou não, juntamente com os alguidares de base em disco e os cordões plásticos digitados —como ficou referido, existe continuidade mate-rial com o Alto Mondego— refletem já uma nova fase, que se impõe entre os séculos e , a par dos cântaros. Dois comentários se impõem so-bre este conjunto de materiais-diretores. Em pri-meiro lugar, refira-se o seu fundamento utilitá-rio, que se encontra aquém de eventuais modas ou decorações. É um facto que, a partir da Alta Idade Média condal, se circunscreve novamente o leque de formas, embora introduzindo em si-multâneo algumas novas, tanto abertas como fe-chadas, de maior dimensão e em grande quanti-dade. Estas introduções parecem mais propícias a um ambiente deficitário em água encanada ou pelo menos corrente, conclusão retirada em pa-ralelo de outros dados arqueológicos (obstrução de cloacas e aqueduto, associado ao imediato sur-gimento de zonas de detritos e lixeiras domésti-cas; cf. C ORREIA et alii, 2011). Um segundo co-mentário prende-se com a dinâmica territorial da expansão destas peças, cuja amplitude sugere uma forte influência setentrional, tanto em at-mosfera urbana como através do pequeno povo-amento disperso, situado tanto no litoral como no interior. Tal observação, nesta circunstância histórico-cultural, equivale a colocar a hipótese de haver neste fenómeno fortes influências da conquista cristã (DE MAN, 2011), especialmente tendo em conta o padrão dos paralelos (DE MAN et alii, 2014).



Debrucemo-nos mais concretamente sobre algumas peças exemplificativas deste raciocí-nio, e provenientes do Bico da Muralha, das zo-nas do fórum e do anfiteatro em Conimbriga, ou do criptopórtico do fórum de Aeminium. Em todos estes contextos surgem combinações cla-ras de cerâmicas medievais, numa continuidade direta com o mundo imperial precedente, cir-cunstância indissociável da maioria de formas de armazenamento, mesmo as mais tardias. Pro-veniente de uma sondagem no Bico da Muralha (DE MAN, 2007), surge um bom exemplar de um pote de transição para a produção alto-medieval (fig. 2.10). Ficou datada de finais do período vi-sigótico ou, de um ponto de vista cronológico, já emiral. Formalmente, a peça não se distingue muito de equivalentes tardo-romanos, com bor-dos engrossados ou quase triangulares, mas a sua produção é inteiramente gresosa, apresen-tando caneluras externas, assim como intrusões de grande tamanho na pasta de cozedura redu-tora, embora com ocasos de arrefecimento oxi-

dante. Aliás, os paralelos são especialmente claros para o grés publicado nas Fouilles de Conimbriga (vários casos dos números 881 a 911, por exem-plo). O que este conjunto também evidencia é o grande leque temporal do seu fabrico, através da presença de outras formas, estas já centradas num período entre os séculos e , nomeada-mente os cada vez mais definidos alguidares de base em disco, referidos mais acima. Apresentam quase sempre decorações onduladas nas paredes externas, por um lado, sequências digitadas na parte destacada dos fundos, por outro, em certos casos cordões decorativos, também digitados ou golpeados, e quase sempre bordos triangulares ou em forma de martelo. Apesar dos diferentes diâ-metros, alturas e inclinação das paredes, e da di-versidades de padrões nas incisões e aplicações, verifica-se uma clara novidade produtiva. Algui-dares de períodos anteriores, mesmo já islâmi-cos, carecem de todos estes elementos, tendo em comum apenas uma forma genericamente tron-cocónica, prestando-se a utilizações domésticas

Figura 2.10. Conjunto tardo-romano e cronologia visigoda proveniente do Bico da Muralha; a peça referida no texto está identificada

como o número 11



análogas. Encontram-se dois belos exemplos des-tas séries medievais nas Fouilles, com os números de registo 746 e 788, entre muitos outros alguida-res em grés (fig. 2.11). Nos estudos ceramológicos portugueses, este termo generalizou-se desde os estudos de Alarcão sobre as cerâmicas tardias do Baixo Mondego, e refere-se a um fabrico de pas-tas de grão fino, sujeitas a cozedura de altas tem-peraturas (que por pouco não atingiram a vitrifi-cação) e que têm uma grande impermeabilização e compacticidade. O resultado cromático é irre-gular, muitas vezes na mesma peça, e varia entre o cinzento muito escuro e o bege.

Figuras 2.12. Exemplar de cântaro com asa de lingueta

puncionada mas sem as caneluras profundas, que podem ser

encontradas em colos ilustrados na figura 12

Uma terceira peça cronologicamente bem de-finida é o cântaro, assim como o jarro ou púcaro,

com asas de lingueta puncionadas. A sua rele-vância cultural é associável, sob muitos aspetos (estratigráficos, produtivos, geográficos) ao de-senvolvimento dos alguidares. Se estes adquirem alguma variabilidade formal, ela é bastante maior neste universo bastante alargado de contentores de líquido, com uma ou duas asas, e lábio trilobu-lado ou arredondado. Os formatos variam gene-ricamente desde perfis ovoides com bordo muito esvasado até corpos mais alongados, colo recto e de pequeno diâmetro de abertura. Um bom exemplo representativo desta forma conimbri-gense provém da zona do anfiteatro (fig. 2.12, DE MAN, 2006; cf ALARCÃO, 1975). A identidade observa-se, novamente, na questão tecnológica, tratando-se sempre de grés, e no próprio puncio-namento das asas, na área mais sujeita a pressão durante o manuseamento. Também neste uni-verso existem equivalências formais de ambiente califal, com colos altos, direitos e profusamente canelados, embora com asas de secção oval e sem punções (fig. 2.13).

Tanto os cântaros como os alguidares acima descritos estão bem identificados também em Coimbra. Na verdade, a mais ilustrativa série pu-blicada provém do criptopórtico e fórum de Ae-minium (SILVA, 2014), onde várias campanhas recentes produziram um considerável corpo de conhecimento sobre um repertório de formas em tudo análogo ao de Conimbriga. O que de algum

Figura 2.11. Dois exemplares do conjunto alguidares em grés representados nas Fouilles de Conimbriga



Figura 2.14. A produção de Aeminium/Coimbra (Silva 2014), análoga à de Conimbriga, mas com introdução de pintura, o que, even-

tualmente, é relacionável com uma maior exposição a circuitos culturais/comerciais islâmicos

Figura 2.13. Peças com colos profusamente canelados de cântaros, jarros ou púcaros em

grés (De Man 2004)



modo parece destoar é uma mais incisiva influên-cia islâmica, porém perfeitamente integrada nes-tas formas razoavelmente associáveis ao Norte cristão. A pintura branca em púcaros, cântaros e potes, nomeadamente em asas puncionadas, re-presenta uma hibridez produtiva muito interes-sante (fig. 2.14), que não se verifica nos mesmos moldes na vizinha Conimbriga (embora também apareça), nem nos sítios rurais do Alto Mondego. Os dois maiores centros de povoamento do lito-ral evidenciam pois ocupações densas e coetâ-neas, com um fundo tecnológico semelhante e algumas, poucas mas relevantes, diferenças mo-dais, resultantes da exposição a circuitos econó-micos também distintos.

3. DISCUSSÃO

Pretendeu-se neste artigo focar a atenção em duas realidades culturais e geográficas diferen-tes ainda que articuladas em redor do mesmo rio. Um mesmo rio, o Mondego, que estrutura rea-lidades territoriais e socioeconómicas diferentes mas que, todavia, apresentam algumas caracte-rísticas comuns no que se refere aos reportórios formais, às técnicas de fabrico, ou antes, aos am-bientes não profissionais em que as mesmas eram produzidas e às temáticas decorativas. Todavia, no Alto Mondego não se detetaram ainda cerâ-micas de importação, mas no Baixo Mondego as importações alto-medievais estão presentes, ainda que em menor número do que em tempos imperiais e tardo-romanos.

No primeiro território, a arqueologia tem vindo a identificar contextos rurais de carác-ter puri-familiar, mas reduzidos em termos de áreas habitadas. Estes não partilham nenhuma herança romana em termos de produção cerâ-mica. Trata-se de locais que, na sua maioria, são fundações ex-novo e que têm uma duração curta no tempo, isto é, estima-se que as suas ocupa-ções possam ocorrer durante duas a quatro ge-rações, sendo depois destruídos e abandonados definitivamente no final do século ou inícios do século . O que parece caracterizar as co-leções cerâmicas alto-medievais deste territó-rio é a diversidade. Ainda que o leque de formas seja limitado a potes/panelas, jarros e alguida-res, a sua materialização faz-se de maneiras di-ferentes, o que resulta em produtos diferencia-dos. Tal ocorre porque as produções cerâmicas

são essencialmente locais ou, quanto muito, re-gionais. Ainda assim, por enquanto, não é possí-vel averiguar a presença de um mercado abaste-cedor de caracter regional que abastecesse pelo menos alguns produtos a estes povoados rurais. Esta realidade reflete a baixa profissionalização da atividade produtiva das cerâmicas, sendo ine-xistentes as oficinas produtoras com artesãos especializados, ainda que a maioria das cerâmi-cas seja produzida a torno. O facto das cerâmi-cas serem produzidas localmente mas sendo sis-tematicamente montadas a torno, indicia não só o domínio da técnica, como a existência de vá-rios equipamentos produtivos no território, pro-vavelmente um, ou mais, por povoado. As pe-ças fabricadas são de caracter eminentemente doméstico e usadas de forma plurifuncional. Uma panela servia para cozinhar, mas a mesma forma (ou mesmo a mesma peça) serviria tam-bém para o armazenamento. Um alguidar servia para preparação de alimentos, mas também para lavagens não alimentares, e eventualmente para consumo de refeições coletivas (mais que um elementos do grupo familiar). As peças aber-tas de consumo individual estão ausentes destes contextos; presume-se que as mesmas existis-sem mas fabricadas em madeira e cortiça (cuja presença no registos arqueológicos é muito co-mum). Estas matérias-primas deveriam servir também para fabricar contentores de armaze-nagem, uma vez que não existem peças de cerâ-mica que pudessem substituir o antigo dolium romano ou se comparem em uso à talha mu-çulmana. Por outro lado, a inexistência de silos também abona a favor daquela hipótese.

Concluindo, no território fortemente rura-lizado do Alto Mondego, as cerâmicas eviden-ciam uma sociedade fechada, em que as trocas do tipo comercial seriam reduzidas, mas onde as comunidades têm a capacidade de produzir os produtos cerâmicos que consomem de forma eficaz. Todavia, o seu fabrico reduz-se ao bá-sico, sendo a argila usada como matéria-prima em peças de ir ao lume e de conter líquidos. O único luxo, se assim se pode chamar, que as ce-râmicas evidenciam é a decoração que osten-tam. Sendo esta de reduzido reportório, a re-presentação das peças decoradas, no cômputo geral, é significativa, representando entre 1/4 e 1/3 da totalidade das peças produzidas. É na de-coração que conseguimos ter paralelos para o período da monarquia visigoda, as linhas ondu-



ladas incisas e os cordões plásticos digitados são uma temática e técnica decorativa relativamente comum em contextos tardo-antigos, tais como os que se registaram no Monte Aljão ou mesmo em Conimbriga. Conhecemos, assim, cada vez m elhor, as produções e contextos de consumo do século no Alto Mondego, mas não é pos-sível, por agora, perceber o percurso evolutivo entre as produções do final do Império e a mu-dança de milénio. Faltam contextos arqueoló-gicos com uma estratigrafia esclarecedora, falta identificar e estudar contextos de cronologia intermédia e faltam estudos mais sistemáticos das coleções já exumadas nos espaços vizinhos ao Alto Mondego. O futuro passará, sem dú-vida, por um aprofundamento do conhecimento neste três e ixos.

No Baixo Mondego, em ambiente mais pró-ximo do urbano, a situação é substancialmente diferente. A multiplicidade de dados sobre a importação de ânforas e de terra sigillata em Conimbriga (DE MAN, 2006), assim como a produção regional de cerâmica de construção (CORREIA, 2010), é bem conhecida para o pe-ríodo imperial e imediatamente pós-romano, mas a informação escasseia para a identificação de importações nos períodos subsequentes. É pos-sível retirar indícios muito válidos das análises geoló gi cas constantes das Fouilles de Conimbriga. As mesmas levam a concluir que a antiga cidade dependeu, a partir do período cronologicamente emiral, de uma produção fundamentalmente lo-cal. Mais próximo de Coimbra, o cenário altera-se. Os consumos de período imperial tardio man-tiveram-se muito presentes até os meados do século , em particular no domínio formal, en-quanto a execução tecnológica dos ambientes de cozedura vão sofrendo adaptações, do qual o grés é porventura o sinal mais visível. No final do pe-ríodo da monarquia visigoda observa-se uma re-dução significativa dos modelos formais. A va-riabilidade na técnica de fabrico é uma realidade já medieval que tem sido interpretada como re-sultado de uma produção autossuficiente, quase amadora e doméstica, ou seja, de cariz muito lo-cal. De facto, é de considerar que as irregulari-dades de algumas peças possam ser explicadas através de uma feitura de ocasião. Porém, outras séries, como os alguidares, pressupõem um pro-cesso de manufactura com alguma sofisticação e regularidade, depreendendo-se que este tipo de peças pudesse ter sido produzido em ambien-

tes mais profissionalizados e menos domésticos. Outra observação interessante é que, mesmo a uma escala territorial reduzida, portanto teorica-mente exposta aos mesmos impulsos, sítios como Coimbra (antiga Aeminium) e Condeixa (antiga Conimbriga) produzem e utilizam os mesmos ar-quétipos. Ainda assim, executam o acabamento de modo diferenciado. É o caso, por exemplo, do que se verifica em termos estéticos nas cerâmicas pintadas.

Se em época tardo-antiga o território extra-urbano continuou a ser abastecido por canais de distribuição de terra sigillata e de ânforas (a tí-tulo de exemplo, vide QUARESMA, 2011; BU-RACA, 2005), através dos quais se poderá en-tender a presença ocasional de cerâmica comum ultra-regional, esta realidade cessa após o fim do período visigótico. Em boa verdade, Coimbra passa a ser abastecida, em moldes particulares, por circuitos islâmicos, havendo também produ-ção local inspirada por estas novas formas e fa-bricos (SILVA, 2014). Mas nos outros registos do Baixo Mondego, este cunho tipicamente islâ-mico é mais difícil de identificar, perante a quase completa ausência de verdadeiras importações de longo curso. Imediatamente fora de Coim-bra, o que se observa do ponto de vista formal é uma, muito fugaz, influência islâmica na produ-ção local (DE MAN, 2012). A influência é ténue pelo que dificilmente se poderá considerar como produções islâmica. Por exemplo, serão os jarros em grés com um colo recto e muito canelado um produto diretamente influenciado pelas impor-tações de inspiração oriental? Parece igualmente argumentável que se trata de uma moda evolutiva transversal a muitos territórios, da qual as pró-prias produções islâmicas também seriam resul-tado. Em qualquer caso, destaca-se uma dinâmica autarcista tardia (CORREIA & DE MAN, 2010), que permite inferir pequenos grupos produtivos e de consumo, funcionando a um nível mais am-plo que o meramente local. Na prática, pequenas oficinas, herdeiras das que se conhecem em Co-nimbriga (CORREIA, 2004) dedicadas à manufa-tura de cerâmica (de construção, mas também de contentores), passam a articular-se numa lógica topográfica alterada (DE MAN 2011a; DE MAN 2001b) abastecendo igualmente sítios menores, em época já medieval (DE MAN, 2009). Um exemplo bem definido do ponto de vista cronoló-gico é o do castelo do Germanelo, do século . É curiosa, esta oposição entre os padrões de con-



sumo em Coimbra e Conimbriga, duas cidades legalmente equivalentes sob o Império, e loca-lizadas sobre a mesma via de comunicação. No período medieval, a primeira adquire uma pre-ponderância crescente sobre um rio navegável, com ligação direta ao mar, e estabelece-se como grande cidade militarizada de fronteira, o que se faz sentir particularmente após a transferência da sede episcopal originalmente localizada em Co-nimbriga. Por seu turno, Conimbriga é adminis-trativamente deslegitimada, mantendo uma den-sidade populacional assinalável (o que se observa em todas as intervenções no planalto) mas pouco complexa, quer do ponto de vista da arquitetura, quer relativamente às produções e consumos da cerâmica doméstica.

Comparando as produções do Baixo com o Alto Mondego é óbvia a similitude do repertó-rios, mais reduzido e em que se destacam os po-tes de colo estrangulado e os alguidares de base em disco. As pastas e as técnicas de execução são diferenciadas, o que se explica grandemente pelo carácter mais ou menos localizado das produ-ções, mas as formas fechadas de média dimensão, bem como as decorações incisas de linhas ondu-ladas e os cordões plásticos pertencem ao mesmo mundo cultural. Todavia, em áreas seletas do Baixo Mondego, nomeadamente a zona intra-mu-ros de Coimbra, o repertório formal e as respec-tivas variantes, bem como as técnicas decorativas (principalmente no que se refere à cerâmica pin-tada) são mais diversificadas, transparecendo in-fluências mais meridionais. Todavia, como ficou assinalado, entre os séculos e este leque é bastante mais reduzido no restante território.

No futuro, espera-se que os avanços na inves-tigação medieval levada a cabo em Coimbra e em Conimbriga, que deve ser entendido como um ambiente desurbanizado, possibilite a obtenção de um refinamento das cronologias para as pro-duções cerâmicas, a consequente definição evo-lutiva das formas, e as suas variações tecnológicas e decorativas. Nem todas as produções dos algui-dares de base em disco ou, para o efeito, do grés em geral, poderão continuar a ser comprimidas num mesmo período genérico de vários séculos. Conimbriga encontra-se na circunstância de ofe-recer estratigrafias mais conservadas, e são acima de tudo os níveis medievais selados que se pres-tam à identificação de cambiantes subtis nas pe-ças cerâmicas, tanto a nível cronológico como na sua distribuição espacial.

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