La CIA en España - Alfredo Grimaldos

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  • Sinopsis: Agentes especiales, micrfonos camuflados en mesas, informacin confidencial quecircula de mano en mano, dudosas transferencias bancarias, destacados polticos, conocidosperiodistas y operaciones secretas dictadas desde la sede de la Agencia en Langley (EstadosUnidos). Cada vez resulta ms claro el papel que la CIA ha desempeado en la recientehistoria de Espaa. Desde las relaciones entre el PNV la Central de Inteligencia hasta lallegada de Eisenhower a Espaa y la instalacin de las bases militares, pasando por lasintrigas polticas mientras Franco agonizaba con el fin de encarrilar la Transicin o suimplicacin -directa o indirecta- en el golpe de estado de 1981 y la llegada del PSOE al poder,los servicios norteamericanos siempre han encontrado en Espaa un plataforma slida tantopara actuar dentro del pas como para extender sus tentculos al norte de frica y Europa.

    Entre la investigacin histrica y el reportaje de actualidad, Alfredo Grimaldos desvela quinesson y cmo actan algunos de los que han participado en las acciones, qu conexiones hantenido o tienen con las cpulas militares y civiles del poder, as como cul es su presencia,hasta el da de hoy, en las instituciones democrticas espaolas. Documentado de formairrefutable y escrito como un thriller poltico, este es un trabajo repleto de informacin ynombres propios que provocar escalofros en ocasiones es mejor no saber a quin se atrevaa sumergirse en sus pginas.

  • Alfredo Grimaldos

    La CIA en EspaaEspionaje, intrigas y politica al servicio de Washington

    ePUB v1.5OhCaN 22.06.11

  • La CIA en EspaaEspionaje, intrigas y poltica al servicio de Washington

    ALFREDO GRIMALDOS

    DEBATE

  • PRIMERA EDICIN: OCTUBRE DE 2006 2006, ALFREDO GRIMALDOS FEITO 2006, DE LA PRESENTE EDICIN EN CASTELLANO PARA TODO EL MUNDO:RANDOM HOUSE MONDADORI, S. A. BARCELONATRAVESSERA DE GRACIA, 47-49. 08021 BARCELONA DE LAS ILUSTRACIONES. AGENCIA EFE: 2 (ABAJO), 3 (ABAJO) Y 10 (ABAJO).AGENCIA COVER: 1,10 (ARRIBA),14 (ARRIBA), 15 (ABAJO) Y 16. AGENCIA CORBIS: 5. EL RESTO DE LASIMGENES PROCEDEN DEL ARCHIVO PERSONAL DEL AUTOR.PRINTED IN SPAIN - IMPRESO EN ESPAAFOTOCOMPOSICIN: VCTOR IGUAL, S. L.IMPRESO EN NOVAGRAFIK MONTEADA I REIXAC (BARCELONA)ENCUADERNADO EN ARTESANA GRFICA

  • Con el recuerdo de nuestra querida Paquita Villalba.

  • Introduccin

    Los hombres de la CIA (Central Intelligence Agency) estn detrs de casi todos los principalesacontecimientos polticos y militares de nuestra historia reciente. La sede central de la Agencia, enLangley, tiene poco que ver con el edificio donde entra y sale a su antojo Faye Dunaway en la pelculaLos tres das del Cndor. Es un gigantesco bunker desde donde se han diseado cientos de operacionesdesarrolladas en Espaa por los servicios de inteligencia norteamericanos desde la post-guerra mundialhasta hoy. Las recientes escalas en aeropuertos espaoles de aviones de la CIA, con prisioneros que sontrasladados a centros de tortura distribuidos por varios pases de la rbita norteamericana, constituyenslo un eslabn ms de la cadena de actuaciones clandestinas que la Agencia inici en nuestro pasdurante la Guerra Fra. La slida infraestructura que hoy permite continuar trabajando a sus hombres aqucomenz a construirse a principios de los aos cuarenta.

    La CIA interviene en la instalacin de las bases militares estadounidenses en nuestro suelo, latransicin del franquismo a la Monarqua, el golpe de Estado del 23-F o la definitiva integracin delEstado espaol en la estructura de la OTAN. La permanencia de la dictadura franquista, durante casicuatro dcadas, y la evolucin controlada hacia un sistema parlamentario estn condicionadas por laactividad de los espas norteamericanos. En esa oscura tarea de mover los hilos desde la sombracolaboran con los servicios estadounidenses miembros del Ejrcito espaol, destacados polticos ydiplomticos, empresarios, hombres de la banca y personajes del mundo de la cultura y el periodismo. Lamayor parte de los colaboradores de la CIA tienen poco que ver con la imagen tpica, peliculera ynovelesca de los espas: son individuos normales, perfectamente integrados en su entorno social. Muydistintos son los oficiales de operaciones, situados en los puntos neurlgicos de la red. En Espaa,durante todo este tiempo, han dirigido el espionaje norteamericano curtidos oficiales de la Agencia,expertos en acciones encubiertas, como los sucesivos jefes de la estacin de la CIA en Madrid, situadaen la embajada de la madrilea calle de Serrano, Robert E. Gahagen, Nstor Snchez, Ronald EdwardEstes, Richard Kinsman o Leonard Therry. Todos ellos arrastran ya un largo historial operativo cuandollegan aqu. Han desarrollado la mayor parte de sus carreras en Latinoamrica y su biografa profesionalest marcada por una sucesin de golpes de Estado y de operaciones desestabilizadoras en Bolivia,Brasil, Uruguay...

    Uno de los ms eficaces agentes norteamericanos en Espaa es Ronald E. Estes. Aparece enChecoslovaquia poco antes de la Primavera de Praga; en Beirut, financia y organiza la Falange Libanesa,que ms adelante provocar las terribles matanzas de Sabra y Chatila; despus acta en Grecia, paraapoyar la solucin Karamanlis, como salida a la dictadura de los coroneles... Hasta que llega a Espaay se produce el golpe de Tejero y Milans. Con los hitos profesionales de estos acreditadosespecialistas se puede reconstruir la poltica exterior norteamericana desde los aos de la Guerra Fra.

    Aparte de ellos, trabaja para la Agencia una legin de colaboradores de mayor o menor rango,introducidos en todos los mbitos sociales y polticos del pas: el Ejrcito, los partidos, la educacin, lacultura, los bancos y las grandes empresas, los sindicatos... El New York Times publica en 1975, pocoantes de la muerte de Franco, que la CIA mantiene importantes relaciones con todos los partidos polticosespaoles para buscar una salida al rgimen, incluido el PCE (Partido Comunista de Espaa) de SantiagoCarrillo. Dos aos ms tarde, el secretario general de esta formacin ser invitado a viajar a Estados

  • Unidos, caso nico en la historia de los partidos comunistas, cuyos dirigentes han tenido prohibida laentrada en Estados Unidos desde siempre.1

    Este libro desvela los mecanismos de penetracin de los servicios estadounidenses en Espaa desdela Segunda Guerra Mundial. Los propios documentos desclasificados por la Administracin de EstadosUnidos arrojan luz sobre determinados aspectos de esta historia. Quienes los redactan escriben para quese les entienda, sin pudor poltico ni circunloquios literarios.2 A travs de esos materiales se puedecomprobar que la principal preocupacin de los norteamericanos es mantener bien amarrado al rgimende Franco con el menor coste poltico para ellos en el plano internacional.3

    Las confesiones de antiguos miembros de la Agencia apartados de la organizacin y los testimoniosde oficiales espaoles que han seguido de cerca las actividades de los hombres de la CIA aportan datosjugosos para entender cmo actan los espas norteamericanos en nuestro pas. En ms de una ocasin,algunos miembros de los servicios de inteligencia espaoles se han enfrentado a ellos para abortar susplanes, como es el caso de la Operacin Gino, que provoca la expulsin de la plana mayor del espionajeestadounidense en Espaa.

    Antes de que la CIA se constituyera oficialmente, la actividad de los servicios norteamericanos ennuestro pas era importante, pero mucho menos que la de los britnicos. El Intelligence Service considerala pennsula un feudo suyo hasta despus de la victoria aliada de 1945. En Espaa acta el famoso espaJuan Pujol Garbo, bajo las rdenes de Desmond Bristow, jefe de la seccin ibrica de lainteligencia britnica durante aos. Y tambin lo hace el propio Harold Kim Philby, el gran infiltradode los soviticos en las filas de la inteligencia angloamericana.

    A medida que avanza la dcada de los cuarenta, la OSS (Office of Strategic Services)estadounidense, precursora de la CIA, hereda las privilegiadas relaciones que los britnicos mantienen,desde siempre, con el PNV (Partido Nacionalista Vasco). Durante toda la Guerra Civil, los nacionalistasbuscan la mediacin britnica para intentar conseguir un acuerdo con Franco. Despus, cuando losnorteamericanos ya estn mucho ms interesados en controlar las actividades de los comunistas enEspaa que en mover de El Pardo a su inquilino, los servicios del PNV comienzan a actuar bajo lasrdenes de Washington. Su anticomunismo clerical les hace coincidir con los intereses de la CIA.

    En 1947, cuando se crea la Agencia, con el mundo dividido en dos bloques antagnicos, el asunto yaest muy claro: los norteamericanos deciden mantener al Caudillo bajo palio y utilizar sin trabas el sueloespaol como plataforma militar. Comienza la captacin de oficiales del Ejrcito franquista para serviral poderoso aliado estadounidense.

    Por otra parte, los norteamericanos mantienen hilo directo con Laureano Lpez Rod y apoyantambin la Operacin Lolita, que prepara a Juan Carlos de Borbn para suceder al Generalsimo.Inmediatamente despus de subir al trono, el primer viaje oficial del monarca le lleva a Estados Unidos,donde recibe el espaldarazo del Imperio. El rey mantiene siempre excelentes relaciones con sus mentoresdel otro lado del Atlntico. Colabora con ellos en la entrega del Sahara a Marruecos, cuando todava esel heredero designado por Franco, y despus presiona desde La Zarzuela a los sucesivos gobiernos dela Transicin para que Espaa se acomode definitivamente en el seno de la OTAN. A cambio, obtienerespaldo poltico y prebendas personales.

    A finales de los cincuenta, los servicios de Estados Unidos tocan a jvenes socialistas paratenerlos como permanente fuente de informacin sobre las actividades de la oposicin comunista. CarlosZayas, Joan Ravents o Jos Federico de Carvajal son algunos de ellos. Otro socialista de postn que

  • mantiene relaciones con los servicios norteamericanos es el actual Defensor del Pueblo, Enrique Mgica,quien, por su ascendencia juda, tambin goza de buenos contactos con el Mossad israel.

    Mgica y Ravents participan en la reunin que se celebra en 1980 en casa de Antoni Ciurana,alcalde de Lrida, en la que Armada tantea la opinin del PSOE (Partido Socialista Obrero Espaol)sobre la reconduccin que desembocar en el 23-F. Y slo dos das antes del asalto de Tejero alCongreso, el comandante Cortina, del CESID (Centro Superior de Informacin de la Defensa), muyvinculado a los servicios norteamericanos y uno de los principales coordinadores del golpe, visita alembajador de Washington en Madrid, Terence Todman, para que d su visto bueno a la operacin.

    La misma maana del 23 de febrero, el sistema de control areo norteamericano, a travs de laestacin central de Torrejn, anula el Control de Emisiones Radioelctricas espaol, mientras los pilotosde las Fuerzas Areas de Estados Unidos permanecen alerta en las cuatro bases de utilizacinconjunta. El secretario de Estado, Alexander Haig, declara que el golpe es una cuestin internaespaola, cuando an no est claro el desenlace de la historia.

    Una ancdota hasta ahora indita resulta muy ilustrativa para entender algunos aspectos de la tramadel 23-F. Pocos das despus de que se resuelva momentneamente el asunto, con la liberacin de losdiputados y el encarcelamiento de Milans, Tejero y unos cuantos militares ms, tiene lugar una reunin deoficiales de los servicios espaoles de inteligencia para tratar algunos aspectos relacionados con elintento del golpe. La preside Javier Caldern, en ese momento secretario general del CESID. Todoparece indicar que se quiere dar carpetazo al tema sin rebuscar ms de la cuenta ni apretar las clavijas anadie. Cuando va a disolverse la sesin, el teniente coronel Guitin ensea un telegrama y pregunta:Entonces, qu hago con esto?. El sistema de comunicaciones que est a cargo de Guitin ha captadoese envo a ltima hora del da 23 de febrero. Lo abre y lee: Jaime, ahora vas contra la Corona. Es unareunin con numerosos testigos. Entonces, visiblemente cabreado, Javier Caldern le dice, delante detodos: Joder, Guitin, no tienes sensibilidad informativa.

    Otro aspecto clave para entender el diseo de la poltica espaola realizado por los serviciosnorteamericanos es la toma del poder, dentro del PSOE, de Felipe Gonzlez y los suyos en Suresnes, en1974. El poltico sevillano acude a esta pequea localidad francesa situada cerca de Pars escoltado poroficiales del SECED, el servicio de informacin creado por el almirante Carrero Blanco. Ellos sontambin quienes le proporcionan el pasaporte.

    A la hora de garantizar la transicin sin sorpresas desde el franquismo a un rgimen ms homologableinternacionalmente, una pieza fundamental es el Ejrcito. El propio general Vernon Walters, que llega adirector adjunto de la CA, es el encargado de tantear a relevantes mandos militares espaoles aprincipios de los setenta, para tener bien amarrado el proceso de cambio. Franco est ya al final delcamino y el prncipe heredero, preparado para ocupar el trono. Pero antes de que desaparezca Franco, seproduce el atentado de ETA contra Carrero, muy cerca de la embajada norteamericana. Nadie duda deque los autores materiales del asesinato son miembros de la organizacin vasca, pero en la trastiendaquedan muchas cosas sin aclarar. Hay demasiadas piezas que no encajan.

    Los socialistas de Suresnes aguantan su OTAN, de entrada, como reclamo electoral, hasta quellegan al poder, en 1982. Despus del referndum de 1986, por fin, Espaa ya es demcrata y de laOTAN. Veinte aos ms tarde, los aeropuertos espaoles continan siendo una base segura para lasacciones encubiertas de la CIA.

  • La transicin de Langley

    La Transicin espaola se dise en Langley (Virginia), junto al ro Potomac, en la sede central de laCIA. La fase final de esa compleja operacin, que culmina con la restauracin monrquica en la personade Juan Carlos I de Borbn, se comienza a fraguar en 1971, tras la visita del general Vernon Walters aEspaa para entrevistarse con Franco. La avanzada edad del dictador turba los sueos de Richard Nixon,cuyo insomnio pronto se va a agudizar mucho ms, con el caso Watergate. Pero en ese momento, una delas mayores preocupaciones del presidente norteamericano, dentro del rea internacional, es tener biencontrolado el proceso de sucesin en Espaa cuando se produzca la desaparicin fsica de quien ha sidofiel y subordinado aliado de Estados Unidos desde el comienzo de la Guerra Fra.

    Walters, que poco despus ser nombrado director adjunto de la CIA, comunica al entoncesvicepresidente de Gobierno, Luis Carrero Blanco, la necesidad de coordinar la actuacin de losservicios de informacin norteamericanos y espaoles para tener todo previsto ante el eventualfallecimiento del Caudillo. Y unos meses despus, los hombres del Servicio Central de Documentacin,creado en marzo de 1972, bajo la direccin del teniente coronel Jos Ignacio San Martn, entran enaccin.

    Manuel Fernndez Monzn es entonces un joven capitn que ha desarrollado la mayor parte de suincipiente carrera en los servicios de informacin, primero en Contrainteligencia y despus en elSECED. A l le corresponde viajar a Washington, como enlace entre el organismo dirigido por el futurogolpista San Martn y los cerebros norteamericanos, por supuesto de la operacin. En el propioPentgono, Fernndez Monzn es recibido por un coronel estadounidense. Me puso frente a un granmapa que tenan desplegado all, lo seal y me pregunt qu vea, recuerda el hoy general en lareserva. Yo le contest: "Un mapamundi". Y l insisti: "Pero qu hay en el centro?". El mapamundi sepuede desplegar de distintas formas, claro, y ellos lo haban hecho de modo que en el centro exactoquedaba la pennsula Ibrica. Entonces le contest: "En el centro est Espaa". Y l, sonriente, remach:"Pues por eso est usted aqu".1 No es verdad todo lo que se ha dicho de la Transicin. Como eso deque el rey fue el motor. Ni Surez ni l fueron motores de nada, contina Fernndez Monzn. Slopiezas importantes de un plan muy bien diseado y concebido al otro lado del Atlntico, que se tradujo enuna serie de lneas de accin, en unas operaciones que desembocaron en la Transicin. Todo estuvodiseado por la secretara de Estado y la CIA, y ejecutado, en gran parte, por el SECED, con elconocimiento de Franco, de Carrero Blanco y de pocos ms. Por ejemplo, cuando el Estado Mayor delEjrcito de Tierra elabor la Operacin Diana, no saba para qu lo estaba haciendo. Era laplanificacin de una intervencin militar en el caso de que aqu se produjera un vaco de poder.

    Todo empieza con la visita de Vernon Walters, embajador volante de Nixon al palacio de ElPardo, lo que el propio general norteamericano ha calificado como Una misin con la que ningunapuede compararse.2 Segn Walters, Richard Nixon se daba cuenta de la importancia que Espaa tenapara el mundo libre. Y ese inters por nuestro pas le induce a enviarle a Espaa con la misinespecial de entrevistarse con Franco, para hablar de los aos futuros en los que el generalsimo ya nofuera jefe de Estado.

    Nixon, en el despacho oval de la Casa Blanca, le dice que ha estado pensando en la situacin que seda en Espaa, y en lo que puede ocurrir despus de la muerte de Franco. Espaa era de vital

  • importancia para Occidente, y el presidente no quera que all se creara una situacin catica oanrquica, contina relatando Walters en su libro.

    Expres la esperanza de que Franco elevara al trono al prncipe Juan Carlos. Estimaba que esa serauna solucin ideal, que dara lugar a una pacfica y ordenada transicin que el propio Franco podradirigir. De no adoptarse esta solucin, el presidente Nixon albergaba esperanzas de que Franco nombraraun primer ministro fuerte, que se encargara de llevar a cabo la transicin del rgimen de Franco a lamonarqua.

    Vernon Walters sigue muy de cerca la evolucin poltica del rgimen franquista. Con un intervalo depoco ms de diez aos, dos presidentes de Estados Unidos visitan Espaa. Primero Eisenhower, endiciembre de 1959, despus Nixon, en 1970. Walters viaja a Espaa con ambos: Tuve la suerte deacompaarles y hacer de intrprete en las conversaciones con las autoridades espaolas. En susmemorias. Walters recuerda con cario al dictador espaol:

    Franco ofreci una cena oficial al presidente Eisenhower en el Palacio de Oriente. Se pronunciaronafectuosos brindis durante la cena y, luego, se celebr un buen concierto, a cargo de cinco violinistas.Todos ellos llevaban Stradivarius. Volvera a ver a Franco en El Pardo, muchos aos despus, parahablar con l de lo que ocurrira en Espaa cuando l muriese. En esta ltima ocasin, Franco hablara desu muerte con la misma serena frialdad con la que antes habl con Eisenhower.

    La misin de Walters en El Pardo, en 1971, tiene similitudes con la de Martin Sheen en ApocalypseNow, cuando va a encontrarse con un enloquecido y sanguinario Marlon Brando. Pero a diferencia de loque ocurre en la pelcula de Coppola, en esta ocasin el general norteamericano no tiene el encargo deacabar con la vida del tirano, sino el de apuntalar su rgimen para que se perpete con nuevasapariencias externas cuando l falte. Nixon ordena a Walters que se entreviste a solas con Franco eintente averiguar qu medidas polticas y militares ha tomado el dictador en previsin de lo que puedaocurrir tras su propia muerte. Decir que estas instrucciones me estremecieron sera decir muy poco,escribe Walters.

    El primer problema que encuentra el embajador volante de Nixon es el de poder ver a Franco asolas, sin que la embajada de Estados Unidos en Madrid ni el propio Ministerio de Asuntos Exterioresespaol medien en el asunto. Y adems, no es nada fcil tener que hablar a un hombre de su propiamuerte. Ni siquiera a alguien tan fro como el jefe del Estado espaol. Al final, es el propio ministroespaol de Asuntos Exteriores, Gregorio Lpez Bravo, quien le facilita el encuentro. Franco tiene unolfato y una astucia especiales para moverse en esas situaciones y enseguida se da cuenta de cul es elmotivo de la visita. Le dice a Walters que ya ha tomado las decisiones oportunas para que, cuando suCapitana llegue a faltar, todo quede atado y bien atado. Como ya manifest en su discurso de 1969,durante el acto de designacin de Juan Carlos de Borbn como sucesor suyo a ttulo de rey.3

    Asegura al general norteamericano que la sucesin se efectuar de forma controlada. El prncipe es lanica alternativa y el Ejrcito le apoyar. Le dice que se han creado diversas instituciones para aseguraruna ordenada sucesin e insiste en transmitir a Nixon que el orden y la estabilidad en Espaa quedangarantizados por las oportunas medidas que estoy adoptando. Y aade: Mi verdadero monumento no esaquella cruz en el Valle de los Cados, sino la clase media espaola.

    Pero Vernon Walters no tiene muy claro que esas explicaciones sean suficientes para quedarsetranquilo y poder concluir as la misin que le han encomendado. Considera que su presidente le haconfiado un delicado trabajo que, en realidad, exige que haga algo ms que hablar con el general Franco.

  • Con el pretexto de hallarse de permiso en Madrid, visita a varios amigos de las Fuerzas Armadasespaolas, que ocupan puestos clave en la estructura de mando. Y todos ellos le manifiestan claramenteque darn su apoyo a la elevacin del prncipe Juan Carlos al trono, despus de la muerte de Franco.Adems, expresan su creencia en que no habr desrdenes ni disconformidad poltica en la nacin.

    Todos esos amigos militares coinciden en considerar que Franco no pondr al prncipe en el tronoantes de su muerte. Sin embargo, s creen que el Generalsimo acceder a nombrar un primer ministro. Acontinuacin, Walters visita a Carrero Blanco. Y ste le pone en contacto con los responsables de supropio servicio de informacin, que pronto se constituir oficialmente con el nombre de SECED. SanMartn ser el primer jefe de este organismo. En sus memorias pstumas, este militar, posteriormenteimplicado en el golpe del 23-F, recuerda aquel encuentro. Escribe que Vernon Walters estuvo en eldespacho de Carrero, a quien le sorprendi el dominio de idiomas del general y sus conocimientos deestrategia y poltica internacional. Sintonizaron en la importancia que Carrero daba al procesosubversivo instigado, segn l, por el comunismo internacional y esencialmente por la URSS.4

    Walters le explica al almirante que los norteamericanos quieren llevar a cabo una serie de lneas deaccin concretas para garantizar que, efectivamente, no va a suceder nada imprevisto en el proceso decambio hacia la democracia. Y l le contesta que, para el planeamiento y la concrecin de esas lneasde accin, los servicios de informacin de Estados Unidos tienen que entenderse con los hombres quevan a integrar el SECED.

    A los norteamericanos slo les hemos interesado por nuestra posicin estratgica, opina el generalFernndez Monzn. Realmente consideran que la pennsula Ibrica es el centro de su mapa mundial ypara ellos resulta fundamental el eje Rota-Morn-Torrejn-Zaragoza. Antes, por la Guerra Fra, y ahora,porque estamos en la ruta desde Estados Unidos hasta el conflictivo Oriente Medio. En ese orden decosas, se explica que los Estados Unidos, al final del franquismo, quisieran tener la seguridad de queaqu no iba a pasar nada.

    El SECED es una nueva sigla dentro del disperso panorama de los servicios de informacinespaoles de la poca. La Guardia Civil tiene el suyo, cada uno de los ejrcitos cuenta tambin con unopropio y, dedicado especficamente a la represin poltica, destaca el enorme protagonismo de laBrigada Poltico-Social, perteneciente a la Direccin General de Seguridad. El SECED se crea en marzode 1972 y absorbe a la OCN (Organizacin Contrasubversiva Nacional). Es como un iceberg, tiene nuevedcimas partes sumergidas, todo el bloque que proviene, en su mayor parte, de la antigua OCN, y estestructurado en distintos departamentos dedicados a perseguir subversiones variadas: la universitaria, lasindical, la de la Iglesia... Luego, haba una dcima parte, formada por cuatro oficiales: el capitn PeasPrez, el capitn Peas Varela, el capitn Pearanda y yo, explica Fernndez Monzn. Por qu existaaquella parte abierta? Porque Carrero Blanco nunca quera ver a nadie y haba mucha gente que s lequera ver a l. Nos haca ir a entrevistarnos con ellos y le redactbamos una resea, para que l tomarasus decisiones y actuara.

    Carrero encarga a los miembros de este grupo, que posteriormente se va ampliando, trabajar encoordinacin con los servicios de informacin norteamericanos y desarrollar las lneas de accindiseadas en Langley, para tener controlada la situacin cuando muera Franco. Eso se traduce, en primerlugar, en la Operacin Lucero, que se desarrolla en el SECED. En ella se adopta una serie de medidasencaminadas a que, cuando muera Franco, durante su funeral y los das posteriores, la situacin en las

  • calles tambin quede atada y bien atada. La Operacin Lucero tiene como objetivo la defensa detodas las instalaciones civiles consideradas vitales para asegurar el normal desenvolvimiento ycumplimiento de las acciones del gobierno provisional, durante la transicin o relevo de mando en lajefatura del Estado, seala otro antiguo oficial de los servicios de informacin, el coronel ArturoVinuesa. Las fases de esta operacin comprendan desde la designacin de los objetivos a defender yocupar, hasta el aviso domiciliario a todos los jefes y oficiales de las unidades, en la primera situacinde alerta, cosa que, con un adecuado entrenamiento, se realizaba en un corto espacio de tiempo.5

    La segunda de las operaciones diseadas se denomina Diana y la planifica el Estado Mayor delEjrcito, con el propsito de prever las actuaciones necesarias en caso de que se produzca un vaco depoder. Una maniobra de este tipo se concibe con arreglo a la hiptesis ms probable de la accinenemiga. Pero la "seguridad" hay que montarla, como decimos los oficiales de Estado Mayor, sobre lahiptesis ms peligrosa, por improbable que sea. En este caso, la hiptesis ms peligrosa para elrgimen, aunque muy improbable, es que se produzca un vaco de poder de carcter revolucionario.Entonces, la actuacin del Ejrcito tendra que desarrollarse con arreglo al artculo 37 de la LeyOrgnica del Estado, que le otorga el papel de garante de la integridad territorial y del ordenamientolegal.

    En ese texto se inspira, casi literalmente, el artculo 8 de la vigente Constitucin de 1978, que lesllega ya redactado a los honorables padres de la Carta Magna. En consecuencia, con ese artculo 37de la LOE, la Operacin Diana establece lo que el Ejrcito tiene que hacer en caso de que se produzca unvaco de poder. Est previsto que la operacin se mantenga latente slo el tiempo inmediatamenteanterior y posterior a la muerte de Franco y debe ser derogada despus. Pero permanece, ms o menosolvidada, en las cajas fuertes de todas las unidades militares y contina vigente el 23 de febrero de 1981.Es el pretexto que utilizan Milans del Bosch y Tejero para dar el golpe de Estado. El teniente coronel dela Guardia Civil provoca el vaco de poder con el asalto al Parlamento y el capitn general de la IIIRegin Militar acta con arreglo a la todava legal Operacin Diana. Tejero se empea en que el golpese d ese da, porque es cuando tienen que asistir a la sesin del Congreso, obligatoriamente, el Gobiernoal completo y todos los diputados. Hasta el ltimo de ellos, porque la votacin va a estar muy ajustada.

    Otro antiguo capitn del SECED, el general Pearanda, est preparando en la actualidad una tesisdoctoral sobre diversos temas militares y asegura que, curiosamente, ahora no consigue encontrar unacopia de la Operacin Diana por ningn sitio. No se sabe si, despus del 23-F, el ministro de DefensaAlberto Oliart se lo tom tan a pecho que mand destruir hasta el ltimo ejemplar de la operacin. Abuenas horas.

    En la tercera operacin diseada bajo el auspicio de la CIA se determina pormenorizadamente lo queJuan Carlos de Borbn tiene que hacer durante las seis primeras semanas de su reinado. Esta ltima secomienza a elaborar en La Zarzuela, cuando Jacobo Cano ocupa el puesto de secretario general de laCasa del entonces prncipe heredero. Tras su muerte en accidente de trfico, sucede a Cano el generalArmada. l es quien concluye la operacin, que ha pasado a la historia con dos nombres: en la Casa Realla bautizan como Operacin Alborada y en el SECED es conocida como Operacin Trnsito. Supropsito es que el rey designado por Franco sepa lo que tiene que hacer en todo momento. Por ejemplo,que en los funerales de los Jernimos debe estrecharle la mano con ms efusividad al presidente de laRepblica alemana que a Giscard d'Estaing, o que tiene que ser fro y distante con Pinochet... Todo estdiseado al detalle.

  • La Transicin se maneja, en todo momento, desde Washington y desde dentro del rgimen, para que laactualizacin del franquismo no se desborde. Y en esa tarea colaboran tambin destacados polticos de laoposicin. La accin coordinada de la CIA y el SECED busca imponer la reforma controlada e impedir atoda costa la ruptura. Desde marzo del setenta y dos, en el SECED se sigue con detenimiento la evolucinde cada familia poltica que pretende participar en la Transicin. Los norteamericanos quieren quetodos los grupos comunistas queden fuera del proceso. Adems, se intenta que, en la Secretara Generaldel PCE, Carrillo sea sustituido por alguien del interior. En concreto, Nicols Sartorius o RamnTamames, a quien el propio Carrero Blanco califica, con cierta condescendencia y un atisbo de inslitasimpata, como marxista ca.

    Tambin en el caso del PSOE los servicios de informacin apoyan a los hombres de dentro, aqucon absoluto xito. El SECED expide en 1974 los pasaportes que permiten a Felipe Gonzlez y los suyosviajar a Francia, y escolta al emergente poltico sevillano hasta Suresnes, donde alcanza la SecretaraGeneral del partido.6 El sector histrico encabezado por Rodolfo Llopis queda fuera de juego. Losoficiales del SECED Jos Faura y Juan Mara Pearanda tienen un destacado papel en esosacontecimientos. El primero de ellos est considerado como uno de los ngeles de la guarda del PSOE.Parece que, personalmente, propici la asistencia de Felipe Gonzlez al congreso de Suresnes en 1974,seala el coronel Arturo Vinuesa. Si fue as, ms tarde esos ngeles obtuvieron su recompensa cuando elPSOE alcanz el poder, llegando a los ms altos puestos de la milicia. Ambos acceden al generalato, yJos Faura Martn llega hasta la cima del escalafn, teniente general y jefe del Estado Mayor delEjrcito, en 1994, con Felipe Gonzlez como presidente del Gobierno.

    Desde el servicio se convence a Nicols Redondo, padre, de que deje paso a Felipe Gonzlez y lse quita de en medio, compartiendo que es buena idea abrir camino a gente joven del interior, asegura elgeneral Fernndez Monzn, y prosigue: All en Suresnes hubo mucha gente. Haba ms policas ymiembros de los servicios de informacin que socialistas. Pero ya antes, en 1972, se haba conseguidoque de los 16 miembros de la Comisin Ejecutiva, nueve fueran del interior. Felipe Gonzlez es elprincipal producto de la Transicin. Saba cmo se estaban produciendo las cosas y estaba de acuerdocon ellas...

    A travs del Ministerio de la Presidencia del Gobierno espaol, contactamos con Heinemann,ministro de la Presidencia de Alemania. Y l, a su vez, le transmiti a Willy Brandt, presidente de laInternacional Socialista, nuestro apoyo para que le diera la patente al sector renovado del PSOE... Estaoperacin sali perfecta, en gran medida gracias a la inteligencia preclara de Felipe Gonzlez, sin dudael hombre ms importante de la Transicin y el que mejor la comprendi. No tuvo ninguna duda de quehaba que conservar la Monarqua.

    Otra lnea de accin paralela consiste en convencer a la derecha divina Satrstegui,Senillosa... de que se apunte a la reforma, frente a la ruptura. Con ellos se contribuye a crear laPlataforma de Convergencia Democrtica, en la que se encuadra el PSOE. Un antdoto reformista contrala Junta Democrtica constituida en Pars, que an mantiene planteamientos rupturistas y cuestiona laMonarqua heredera del franquismo. Luego, ambas plataformas se terminan fusionando en la llamadaPlatajunta y la mayora de sus miembros aceptan las reglas del juego impuestas por losnorteamericanos y los franquistas reconvertidos para hacer la Transicin. El periodista Javier Ortizrecuerda que, en las reuniones de la Platajunta, haba una docena de partidos con el ttulo de

  • socialdemcratas. Nadie saba cul era el suyo, todos tenan las siglas recin inventadas. Eurico de laPea, dirigente de uno de estos partidos, se levantaba cuando llamaban a otro. Uno de estos polticosarropado por siglas recin estrenadas es Antonio Garca Lpez, secretario general del PSDE (PartidoSocialista Democrtico Espaol), un personaje sealado desde muchos sectores como hombre de la CIA.Lo cierto es que frecuenta la embajada de la calle Serrano y se jacta pblicamente de sus conexiones conlos norteamericanos, para apoyar la creacin de una fuerza socialdemcrata en Espaa a partir de laUSDE (Unin Socialdemcrata Espaola) que haba fundado Dionisio Ridruejo. Los diseadorespolticos que actan en la sombra consideran imprescindible la potenciacin de un partidosocialdemcrata y otros de carcter neofranquista para conseguir el tipo de democracia que se quiereimplantar en Espaa.

    Pero, en primer lugar, hay que decidir quin es la persona que tiene que conducir la Transicin.Fate de los hombres del Movimiento, que le han sido fieles a Franco y te lo sern a ti, le haba dichosiempre don Juan a su hijo. Y los servicios de informacin llegan a la misma conclusin: la aperturatendr que encabezarla alguien de camisa azul. Un hombre del Movimiento y, al mismo tiempo, de unacatolicidad acendrada. Todo converge en el nombre de una persona: Fernando Herrero Tejedor,entonces ministro y secretario general del Movimiento, que ha apoyado, junto a Lpez Rod, la maniobrasucesoria encarnada en el prncipe. Pero Herrero muere en accidente y hay que buscar otro candidato.Entonces, el SECED hace un retrato robot, al que dan su visto bueno los norteamericanos, del personajenecesario: un hombre del Movimiento que no haya participado en la guerra y sea de familia humilde,preferiblemente de provincia pequea o del medio rural, que no tenga fortuna personal... Al final salentres nombres: Jos Miguel Ort Bordas, que es en esos momentos vicesecretario del Movimiento conSols: Rodolfo Martn Villa, gobernador de Barcelona, y Adolfo Surez.

    Aparece entonces por aqu, en el mes de diciembre de 1975, poco despus de la proclamacin dedon Juan Carlos, un personaje pintoresco, que se llama Arnaud de Borchgave, subdirector de la revistaNewsweek, relata el general Fernndez Monzn. Esta revista ha sido siempre el rgano decomunicacin oficioso de la CIA. Borchgave estaba en todas partes. El otro da, mientras lea un libro delos generales israeles de la guerra del Yon Kippur, vi que l tambin apareci por all para impartirrdenes. Borchgave es quien le dice al Rey, con la coartada de hacerle una entrevista para Newsweek,que, para seguir adelante con lo pensado, no puede mantener de presidente de Gobierno a Carlos AriasNavarro. Es cuando el Rey llama a Arias y le dice que se acab. Luego desembocamos en el "ya le hedado al Rey lo que me ha pedido", de Torcuato Fernndez Miranda, y en la terna para que salga elegidopresidente de Gobierno Adolfo Surez.

    Durante el primer Gobierno de la Monarqua, Surez defiende la Ley de la Reforma Poltica en lasCortes, desde la Secretara General del Movimiento. Ya slo falta convencer a todos los procuradoresfranquistas de que se hagan el haraquiri. Y eso se consigue, muy fcilmente, con Jano, el archivo queha elaborado el SECED, bautizado con el nombre del personaje mitolgico de las dos caras. Un archivoverdaderamente curioso y eficaz. El capitn Juan Pearanda Algar es quien se encarga de mantenerloactualizado. En l no figura nada inventado, ni imaginado, ni ningn anlisis, slo datos de las diez milpersonas punteras de este pas, de todas las profesiones. La finalidad del archivo es ir acumulandodossiers de cada uno de ellos, de lo que van haciendo y diciendo a diario en su vida pblica y privada.Al cabo de unos aos de trabajo, la fuerza de Jano es demoledora, y de ello sern conscientes lainmensa mayora de los miembros de las ltimas Cortes franquistas. Andrs Cassinello, jefe del SECED

  • despus de San Martn y Valverde, se encarga de convencer a los duros de mollera. A Jos AntonioGirn, por ejemplo, se le permite que haga su papel de ultra pero con cuidado, tras recordarle sustrapicheos en el Palacio de Congresos de Torremolinos. Y la Ley de la Reforma Poltica sale adelante.Ya est claro que eso va a funcionar.

    Andrs Cassinello es otro capitn del SECED que llegar a teniente general. Personaje muyvinculado a los servicios de informacin norteamericanos, se integra en la OrganizacinContrasubversiva Nacional, embrin del SECED, tras haber realizado un curso de contrainsurgencia enel Centro de Guerra Especial de Fort Bragg. Pronto destaca en el servicio de Carrero Blanco, pero loabandona por discrepancias con el teniente coronel San Martn. Cuando ste es defenestrado por AriasNavarro y tiene que refugiarse en la Direccin General de Trfico, bajo el amparo del ministro de laGobernacin Manuel Fraga, Andrs Cassinello vuelve al SECED, como segundo del comandanteValverde. Despus, asumir la direccin del servicio.

    Conoce a Adolfo Surez desde los tiempos en los que el poltico abulense, tras terminar la carrera dederecho, haca las milicias universitarias, en el mismo cuartel donde estaba destinado su hermano, elcapitn Jos Cassinello. A principios de 1976, los intereses de Surez y Andrs Cassinello coincidenplenamente.

    Durante el primer Gobierno en la Monarqua, con Arias Navarro como primer ministro, dos gallos depelea que vienen del franquismo ms negro y se han prefabricado un pedigr de demcratas optan porllegar a la Presidencia de Gobierno y comandar la Transicin. Son Jos Mara de Areilza, ministro deAsuntos Exteriores, y Manuel Fraga, ministro de la Gobernacin. Ambos mantienen estrechos vnculoscon Estados Unidos desde hace mucho tiempo, pero desconocen que el Imperio, que juega todas lasbazas, ha decidido apostar por otro candidato. Adolfo Surez, muy aficionado a las escuchas y losdossiers desde su poca de director general de RTVE (Radio Televisin Espaola), maneja los hiloslocales de la trama desde la trastienda. Fraga queda eliminado de la carrera tras su desastrosa actuacinen las matanzas de Vitoria y Montejurra. Y Areilza decidir elegantemente apartarse de la competicin.Un antiguo oficial de los servicios de informacin espaoles relata los hechos: Los hombres deCassinello colocaron un micrfono en la mesa del despacho de Areilza, en el Ministerio de AsuntosExteriores, y comenzaron a grabar. Entre las cintas registradas quedaba constancia de la ntima y clidarelacin que el ministro mantena con su secretaria. Slo hubo que sugerirle la existencia de las cintaspara que pasara a un discreto segundo plano. Seguro que el micrfono sigue en esa mesa, pero quin sabednde la habrn metido.

    Ah comienza el idilio de Adolfo Surez con los norteamericanos. Un romance que pronto se tuerce.Hasta dnde abarca el diseo de la Transicin? Slo hasta que se celebren las primeras eleccionesdemocrticas. Y a esas elecciones no debe acudir Adolfo Surez. Tiene fecha de caducidad a da fijo,pero l se resiste a retirarse. Y las relaciones entre el elegido y sus mentores norteamericanos empiezan adeteriorarse. Vernon Walters, desde la distancia, sigue fiscalizando todo el proceso y empieza avislumbrar el 23-F.

  • Vernon Walters

    Pero quin es este general Walters que aparece en tantos momentos histricos fundamentales de lahistoria de Espaa, durante la segunda mitad del siglo XIX? Primero en episodios clave delapuntalamiento internacional del franquismo, junto al presidente Eisenhower, y despus durante laTransicin hacia la Monarqua. Nacido en Nueva York, en 1917, estudia en Francia e Inglaterra, y en1941 se alista en el ejrcito como soldado raso. Todava es un absoluto desconocido cuando, el 7 dediciembre de 1941, se produce el ataque japons contra Pearl Harbour, base aeronaval norteamericanasituada en las islas Hawi, en pleno ocano Pacfico, que lleva a Estados Unidos a intervenir en laSegunda Guerra Mundial. El soldado Walters ingresa en la Escuela de Infantera, donde, a los pocosmeses, logra el grado de subteniente. No pierde el tiempo y simultanea sus estudios de Infantera con uncurso en el Centro de Entrenamiento de Espionaje Militar, en Camp Ritchie. Ms adelante volver allcomo profesor de una asignatura muy especial: Interrogatorios a prisioneros de guerra.

    Participa en varias campaas en el norte de frica y, despus del desembarco en Italia, se convierteen ayudante del teniente general Clark, que manda el V Ejrcito. Al final de la guerra, Walters ya escomandante. A partir de ah resulta evidente que su meterica carrera se est desarrollando dentro de losservicios de informacin norteamericanos. Es nombrado edecn militar del presidente Truman ydestinado como agregado militar adjunto a Brasil (1945) y a Francia (1948).

    En 1951, ya con el cargo de teniente coronel, acompaa al general Eisenhower en su visita a docepases de la OTAN. En su libro Misiones discretas7 seala que, durante aquel viaje, uno de losprincipales temas que Eisenhower lleva en su agenda es el de convencer a los aliados de Estados Unidosde que suavicen su posicin con respecto a Espaa. Slo dos aos despus se firmarn los acuerdosbilaterales hispano norteamericanos.

    Cuando llegu a Europa en 1951, con el general Eisenhower, para establecer el mando de laOrganizacin del Tratado del Atlntico Norte, se perciba claramente una hostilidad contra Espaa enmuchos europeos, principalmente los socialistas. El entonces ministro de Defensa francs, M. JulesMoch, dijo a Eisenhower que en ningn caso se deba tener en consideracin la posibilidad de queEspaa participara en la defensa de Europa contra los soviticos, y que no se poda permitir que Espaacolaborase en ningn sentido con la OTAN. Eisenhower, un tanto irritado, pregunt a Moch: Si los rusosse aproximaran a Pars, despus de haber conquistado Alemania Occidental, y hubiese siete divisionesespaolas disponibles, usted las rechazara?. En honor a la verdad, debo decir que esa actividad deexclusin de Espaa rara vez era compartida por los militares de los pases de la OTAN, incluso en elcaso de que tuvieran un gobierno socialista, debido a que estos militares saban las verdaderasdimensiones del problema de defender a Europa de un ataque sovitico.

    Poco despus de ese viaje por Europa, Walters es destinado al Cuartel General Supremo de lasPotencias Aliadas en Europa, con sede en Pars. Acta como ayudante del presidente Eisenhower en laConferencia de Ginebra (1953) y le acompaa en todos sus viajes al extranjero, entre ellos el realizado aEspaa en 1959. Aparece en segundo plano, detrs de Franco y Eisenhower, en la conocida fotografatomada cuando ambos se despiden, en el aeropuerto de Torrejn, al final de la visita del presidentenorteamericano a Madrid. Antes, en 1958, Walters ha acompaado al vicepresidente Nixon durante suestancia en Sudamrica.

  • Walters est considerado un bastin de la inteligencia militar de los republicanos, aunque tambinsirve con Truman y Kennedy. Toda su carrera la hace enquistado en los servicios de informacin, sin quele afecte ningn cambio de administracin poltica. En 1960 es destinado a Roma como agregado militarde la embajada de Estados Unidos en Italia. En este perodo toma parte activa, a travs de la redGladio, en la transferencia de fondos de la CIA a la Democracia Cristiana italiana, que pasa gravesapuros electorales ante una izquierda en pleno auge.8

    Dos aos despus viaja a Ro de Janeiro (1962), en un momento especialmente delicado para EstadosUnidos en Latinoamrica, tras la consolidacin de la revolucin cubana, un espejo para otros pases desu entorno. Walters ha tenido contacto con el clima antinorteamericano que se respira en los pasessituados al sur de la metrpoli en 1945, cuando asisti a la Conferencia Panamericana de Bogot.Entonces se produjo una importante revuelta popular contra Estados Unidos, saldada con dos milvctimas mortales. No trascendi cul fue el papel de Walters en aquella masacre, pero s se sabe que fuecondecorado por su actuacin.

    Desde su llegada a Brasil, trabaja para sentar las bases del golpe militar que derriba al presidenteconstitucional Joao Goulart y abre un perodo de represin y tortura. El lder de los sublevados esHumberto Castelo Branco, a quien Walters haba conocido aos atrs, en Fort Leavenworth (Texas),cuando el futuro director adjunto de la CIA era todava un oscuro instructor que entrenaba a oficialesbrasileos. Despus, durante la Segunda Guerra Mundial, Walters sera oficial de enlace con la PrimeraDivisin de Infantera brasilea en Italia, donde lleg a compartir piso con Castelo Branco.

    La maana posterior al golpe contra Goulart, los dos personajes desayunan juntos y Walters convenceal militar golpista para que asuma la presidencia de la Repblica brasilea. Castelo Branco seguir susindicaciones. Durante todo el ao 1963, la actividad de Walters en Brasil ha sido muy intensa. Enaquellos momentos se sucedan los informes de la CIA sobre el estado de opinin en los cuarteles. Undocumento del mes de mayo seala que la oposicin a Goulart est aumentando y en julio, los papelesde la CIA registran vacilaciones de los militares en derribar un rgimen constitucional. Pero, pocodespus, otro informe de la Agencia afirma que ya existen posibilidades de un golpe de derechas.

    Al final, el propio Walters describe el xito obtenido en su muy especializado trabajo brasileo: Unrgimen bsicamente hostil a Estados Unidos fue sustituido por otro mucho ms amistoso. Estoyconvencido de que si no hubiera habido revolucin, en Brasil habra pasado lo mismo que en Cuba. Aconsecuencia del xito de la operacin, Walters es ascendido a general de brigada.

    Y ya con ese cargo sirve en Vietnam (1967), antes de ser trasladado de nuevo a Francia. En 1969acompaa al presidente Nixon en su recorrido por Europa y, durante su estancia en Pars como agregadomilitar, entabla negociaciones secretas con los comunistas vietnamitas y sirve de enlace en lasnegociaciones, tambin secretas, entre el Gobierno de Pekn y Kissinger.

    En mayo de 1972, Nixon le nombra director adjunto de la CIA, con Richard Helms como director, yese mismo ao asciende a teniente general. Permanece en el cargo hasta 1976.

    En esos cuatro aos, la Agencia desarrolla una notable actividad y est implicada en hechos tanimportantes como el derrocamiento de Salvador Allende en Chile, la ocupacin del Sahara Occidentalpor Marruecos, la invasin sudafricana de Angola o el asesinato del poltico chileno Orlando Letelier enEstados Unidos. En los aos ochenta, durante la era Reagan, se convierte en embajador de EstadosUnidos en las Naciones Unidas, su ltimo cargo pblico.9

  • Desde la direccin adjunta de la CIA, apoya al rey de Marruecos, Hassan II, en su poltica de anexindel Sahara Occidental. Su relacin con el monarca alau comienza a cultivarse en los aos de la SegundaGuerra Mundial. En 1942, Walters desembarca, con las tropas de Estados Unidos, en Safi (Marruecos).Es la nica accin blica abierta que aparece en toda su biografa. A partir de entonces, sus guerras sernbastante ms secretas y sucias. En ese lejano 1942, el subteniente Vernon Walters conoce al entoncesjoven prncipe heredero marroqu, a quien da un paseo en su carro de combate.

    Una de las empresas tapadera que operan en Marruecos durante los aos setenta y ochenta, con lasque Walters tiene estrecha vinculacin, es la Morocco Travel Advisers, dedicada, segn sus propiaspalabras, al inocente trabajo de ofrecer giras por Marruecos a agencias de turismo norteamericanaspor cuenta de estas ltimas, y aade que la empresa fomenta el desarrollo del turismo en el extremo surde Marruecos y en la zona en litigio. Obviamente, el extremo sur y la zona en litigio a los que serefiere son el Sahara Occidental. Extraa agencia de viajes esa que ofrece un supuesto turismo de placerpor una zona de guerra. Antes ha participado, desde su cargo de director adjunto de la CIA, en la tarea deconvencer a las autoridades franquistas de que deben ceder la colonia espaola a Hassan, aquelmuchachito de trece aos que subi a su carro de combate en 1942.

    Ya durante la Segunda Guerra Mundial, Walters tena clara la importancia estratgica de la zona.Escribe:10

    La ocupacin de los territorios franceses en Argelia, Tnez y Marruecos abrira el Mediterrneo a losaliados y aliviara la presin sobre Malta, que llevaba largo tiempo sitiada. Tambin permitira atacar alos alemanes en Egipto por la retaguardia y constituira una plataforma para llevar a efecto ulterioresoperaciones contra lo que Churchill denominaba el suave bajo vientre de Europa.

    Tambin confiesa que Espaa es un pas que siempre ha despertado en l especial inters: De nio,pas los aos 1931 y 1932 en Biarritz, ciudad francesa muy cercana a la frontera espaola. Corran lostiempos de la cada de Alfonso XIII, y, en aquella poca, haba muchsimos espaoles en el citadobalneario francs. All aprende a hablar perfectamente espaol, lo que le resultar muy importante paradesarrollar sus actividades en Latinoamrica y Espaa. A lo largo de toda su carrera, Walters siemprehace una encendida defensa del rgimen del Caudillo: Confieso, francamente, que me pareci muy rarala decisin adoptada por las Naciones Unidas, en 1945, calificando a Espaa de amenaza para la paz enel mundo, y conducindola a un hostil aislamiento, como si fuera una nacin que hubiera participado en lalucha armada contra Estados Unidos.

    El inters geoestratgico primordial que los norteamericanos tienen por Espaa, desde el final de laSegunda Guerra Mundial hasta hoy, queda plasmado, con toda claridad, en el siguiente prrafo de VernonWalters: Una Espaa hostil, duea del estrecho de Gibraltar, poda dificultar en gran manera lapresencia de la VI Flota de los Estados Unidos en el Mediterrneo y, por ende, el apoyo a Italia, Grecia,Turqua e Israel. Tanto si se quiere como si no, entonces al igual que hoy, la posicin estratgica deEspaa era crucial, ms an, indispensable para todo tipo de defensa de Europa y de Oriente Medio.

  • Todos contra la URSS

    Durante los aos de la Segunda Guerra Mundial, Espaa se convierte en un hervidero de espas. Lastramas urdidas por alemanes, soviticos, britnicos y norteamericanos, principalmente, se entrecruzan enun enloquecido mercado de informacin y contrainformacin. La OSS, precursora de la CIA, comienza adesarrollar con relativa libertad sus actividades en nuestro pas a principios de 1943. Serrano Suer,declarado partidario del Eje, ha sido destituido del cargo de ministro de Asuntos Exteriores un pocoantes, en septiembre de 1942. En ese momento, las cosas empiezan a ponerse mal para los nazis enEuropa y el rgimen de Franco considera que hay que llevarse bien con Estados Unidos, que cada veztiene ms papeletas para convertirse en el nuevo padrino del mundo occidental. Con lo bien quebamos, dicen los falangistas en los cafs. El servicio de inteligencia norteamericano creado porWilliam J. Donovan empieza a sentar las bases de una red de informacin que seguir amplindose hastahoy.

    Antes de finalizar 1945, un ao y ocho meses despus de empezar su labor en Espaa, elcontraespionaje norteamericano ya haba fichado en Madrid, Barcelona y Bilbao a 28.000 "agentesenemigos y sospechosos", escribe Eduardo Martn de Pozuelo.1 Pese a esta labor de control, elresponsable de este operativo secreto protest a Washington por falta de libertad de accin para hacertrabajos sucios y de dinero para comprar confidentes en un pas al que consideraba hostil para sucometido.

    A lo largo de todo el perodo que va desde la cada de Francia, en junio de 1940, hasta su liberacin,ms de cuatro aos despus, el territorio espaol es utilizado por los servicios de inteligencia aliadoscomo base de operaciones de espionaje dirigidas contra los alemanes en los territorios francesesocupados. Estas operaciones difcilmente habran podido llevarse a cabo sin, al menos, la colaboracinpasiva de ciertas autoridades espaolas, se seala en un memorndum secreto norteamericano.2 Eran,adems, de la mayor importancia para el desarrollo de la guerra, dado que se convirtieron en la fuenteprincipal de inteligencia en lo referente a las disposiciones militares alemanas en el sur de Francia, sobrelas que se basaron los planes de invasin aliados.

    Durante los primeros aos cuarenta tambin acta aqu Harold Kim Philby, posiblemente el agentems famoso de la historia del espionaje. Llega por primera vez a Espaa en 1937, con la Guerra Civil entodo su apogeo, y de inmediato empieza a bombardear a The Times con artculos escritos desde el ladofranquista. As se convierte en un reportero respetado por los sublevados, mientras trabaja para la NKVD(Narodnyi Komissariat Vnutrennik Del) sovitica y, tres aos despus, se infiltrar como agente doble enel servicio de inteligencia britnico. Paradjicamente, Franco llega a recibirle personalmente, el 2 demarzo de 1938, y le prende en el pecho la Cruz Roja al Mrito Militar, tras haber sobrevivido, conheridas leves, a un bombardeo republicano.

    Durante la Segunda Guerra Mundial, Philby vuelve a Espaa al frente de la Seccin Ibrica del MI-6,que todava en ese momento tiene ms fuerza que la estacin espaola de la recin nacida OSSnorteamericana. A lo largo de los aos siguientes se vivir el proceso de traspaso de hegemona de unservicio a otro, dentro del mundo del espionaje occidental. Philby relata que, durante su misin enEspaa, un da recibe un mensaje interceptado Ultra donde se revela que el jefe del servicio militar deinteligencia alemn, el almirante Canaris, va a visitar Madrid. Despus, se desplazar en coche hasta

  • Sevilla con una parada prevista para pasar la noche en una localidad manchega, Manzanares. Yoconoca aquel pueblecito bien, por mi estancia en Espaa durante la Guerra Civil, relata Philby.3 Elnico sitio donde poda alojarse Canaris era en el Parador. Envi un memorndum a mis jefes por sideseaban montar una operacin de asesinato contra Canaris. Por lo que recordaba del Parador, no habrasido demasiado difcil arrojar un par de granadas a su dormitorio. Pero no se da el visto bueno a laoperacin. Slo despus me enter de que Canaris estaba en contacto con nuestro servicio a travs deuna conexin con Suecia, aade Philby.

    La antigua agente Aline Griffith, condesa de Romanones, que trabaj para la OSS y despus para laCIA, tambin apunta que Canaris tena conexin con los servicios occidentales. En su libro La espa quevesta de rojo4 escribe: Himmler est tratando de desacreditar a Canaris ante Hitler, asegurando que elalmirante tiene influencia sobre Franco y ste no se une al Eje. Canaris respalda conspiraciones contraHitler. Tenemos que proteger al jefe del servicio de inteligencia de nuestro enemigo!.

    Finalmente, el almirante Canaris participa en el atentado fallido contra Hitler que ejecuta el coronelKlaus von Stauffenberg. Y todos los implicados en el plan son asesinados con saa por orden del Fhrer.Canaris muere ahorcado en el campo de Flossenbrg el 9 de abril de 1945.

    En esos momentos, los servicios britnicos y norteamericanos ya estn tendiendo redes hacia losalemanes que ven acercarse la hecatombe del Tercer Reich y quieren olvidar su filiacin nazi. Al final dela guerra, muchos de ellos se alinearn en las filas de Estados Unidos. Tras la rendicin de Alemania, lasconfesiones de los miembros de los servicios de informacin nazis permitirn a la inteligencia anglo-americana conocer con precisin los entresijos de los servicios secretos de Hitler. La informacinproporcionada por tan experimentados agentes y su propia integracin en Occidente sern de excepcionalutilidad para luchar contra el enemigo comn: la Unin Sovitica.

    Philby es el primero en darse cuenta de lo que va a ocurrir. Deduce que los alemanes enfrentados conHitler no desean detener la guerra contra la URSS. Pretenden eliminar al Fhrer, firmar la paz con losaliados y luego completar la invasin de la Unin Sovitica. Todas las piezas van encajando: Europaacabar dividida en dos bloques. Aline Griffth, tan preocupada por la salud del almirante Canaris, tieneotra actitud muy diferente cuando habla de sus propios compatriotas de la Brigada Lincoln: Resultabaconfuso pensar en americanos ayudando a comunistas.

    La relacin cada vez ms cercana entre los anglonorteamericanos y Franco deja numerosas vctimaspor el camino. Antiguos colaboradores tiles. A raz del desembarco norteamericano en Marruecos, enmayo de 1942, y del control de las costas norteafricanas por los aliados, los servicios de informacin deEstados Unidos inician una campaa de espionaje previa a una posible invasin de Espaa. Este planconduce a la creacin de escuelas de preparacin guerrillera entre los exiliados espaoles, bsicamentecomunistas y anarquistas, tanto en Marruecos como en Argelia.5 Las escuelas estn controladas por losservicios secretos norteamericanos a travs de la OSS y la OWI (Office War Information). Los espaolesseleccionados desembarcan en las costas de Mlaga, en las playas de Cantarrijn y La Caleta, con elobjetivo de recoger informacin para los servicios de inteligencia estadounidenses. stos, a cambio,favorecen el contacto entre los republicanos y los grupos de huidos de la costa andaluza. Adems,introducen armas en Espaa. Las acciones acaban de forma brusca en febrero de 1944, como resultado deuna importante cada de comunistas en Mlaga que se extiende por toda Espaa. Muy posiblemente, lospropios norteamericanos dan el chivatazo que permite a los franquistas acabar con unas operaciones queya no le interesan a Washington.

  • Mientras tanto, el embajador del Reino Unido en Madrid es Samuel Hoare, un simpatizante de Francoque se opone a que los servicios de inteligencia de su pas desarrollen en Espaa operaciones contra losalemanes y, peor an, conspiraciones para derrocar al Caudillo. Consigue vetar un plan del SIS (SecretIntelligence Service) de su pas que consiste en abrir una oficina en Madrid para interrogar a losprisioneros aliados que hayan escapado a Espaa de los campos de concentracin alemanes. Hoareprotesta con fuerza y el SIS se ve obligado a trasladar la oficina a Lisboa.

    Desmond Bristow, uno de los principales agentes britnicos que actan en Espaa durante esos aos,revela que Franco ayuda en secreto a los aliados, contra los nazis, y que el Reino Unido y EstadosUnidos conspiran, desde antes del final de la Segunda Guerra Mundial, para mantener a Franco en elpoder.6 Franco nos venda mineral de hierro, volframio y mercurio. Sin estos productos no habramospodido colocar ni un solo tanque en el desierto para hacer frente a Rommel, escribe el veterano agente,que elige la localidad malaguea de Nerja para residir en ella tras jubilarse de su ajetreada carrera deespa. Al principio de la guerra, el volframio que se produce en el interior de Galicia sale asiduamentehacia Alemania desde el puerto de Vigo. Pero, a medida que avanza el conflicto, el Gobierno de Francoacuerda exportar tambin este mineral a los ingleses, en asociacin con el Gobierno portugus.7

    No obstante, los servicios britnicos elaboran el proyecto Relator, con el general Aranda y otrosmilitares monrquicos afines a los aliados, para apoyar el regreso de don Juan al trono espaol. Unaestrategia frustrada, organizada por el MI-6, que se desvanece con el mismo secretismo con el quecomenz a fraguarse. Una conspiracin de baja intensidad, como la que, unos aos despus,encabezar el general Beigbeder.

    Desmond Bristow tambin recuerda las excelentes relaciones que mantiene el SIS britnico con losservicios de inteligencia del PNV. En su libro, seala: Los vascos nos estaban proporcionando muybuena informacin sobre los espaoles decepcionados que volvan de la URSS. Envi a uno de ellos a laCIA, donde hizo un magnfico trabajo.

  • Los servicos Vascos

    Desde antes de 1936, el PNV mantiene fluidos contactos con Gran Bretaa, y esa relacin se estrechadesde que comienza la Guerra Civil. Posteriormente los servicios de los nacionalistas vascosconectarn tambin con la OSS norteamericana y acabarn cerrando filas en torno a la CIA. Durante laGuerra Civil, la OSS tiene en Bilbao a uno de sus mejores agentes, Earl Fuller. Y Arthur P. Dyer, del MI-6, tambin acta en la capital vizcana.

    La centralizacin de las rudimentarias redes de informacin nacionalistas que se han ido creandodurante los primeros meses de la Guerra Civil se produce a principios de 1937, mediante la fusin detodos los pequeos grupos que ya estn actuando. El servicio secreto vasco es bautizado oficialmentecomo Servicio de Informacin y Propaganda, seala Mikel Rodrguez en su exhaustivo trabajo sobre losespas vascos.8 Antn Irala, abogado y comerciante amigo del lehendakari Jos Antonio Aguirre, y eldiputado Jos Mara Lasarte son sus primeros responsables. Pero Pepe Mitxelena, fundador del embrinde los servicios, sigue desarrollando un papel relevante y es quien toma la mayora de las decisiones.

    Durante la Guerra Civil, los nacionalistas intentan conseguir una paz por separado con Franco paraEuskadi. Juan Ajuriaguerra, presidente del Bizkaia Buru Batzar del PNV, negocia a espaldas de Aguirre,contando con el soporte logstico de los servicios. Se intenta llegar a un acuerdo con los fascistasitalianos, buscando la intervencin del Vaticano. Alberto Onainda, cannigo de Valladolid, se presentaen Roma para gestionar una mediacin del Papa entre los sublevados y los jelzales. Justifica la oposicindel PNV a la sublevacin debido a que ni las derechas ni los militares le haban participado sus planesde rebelin ni invitado a tomar parte del movimiento.9 En mayo de 1937, Aguirre rechaza la propuestade rendicin condicional.

    Pero la situacin militar empeora en el Frente Norte y Ajuriaguerra ordena iniciar de nuevo loscontactos. Se llega a un acuerdo: la entrega debe disfrazarse de captura militar para evitar las represaliasrepublicanas. Para ello, se sugiere que los italianos ataquen por Reinosa y El Escudo, cercando a losvascos contra el mar. Los batallones vascos se niegan ya a aceptar las rdenes del Ejrcito del Norte. El23 de agosto se apoderan de la Academia de Oficiales de Santoa y liberan a los dos mil quinientospresos franquistas encarcelados en el penal del Dueso. No sospechan que pronto ocuparn su lugar. En elsiguiente contacto con los italianos, las condiciones de la entrega han cambiado: a los vascos se les exigela rendicin incondicional. Franco sabe que el Frente Norte se hunde y que la desmoralizacin cundeentre las tropas nacionalistas, as que no est dispuesto a hacer ninguna concesin. Tras la rendicin deagosto de 1937 en Santoa, muchos gudaris del PNV acabarn frente al pelotn de fusilamiento. Parafrenar la matanza, los hombres de los servicios que tienen hilo directo con los britnicos se ponen encontacto con ellos, pero stos rechazan realizar ninguna mediacin. Tras los sucesos de Santoa y lacada definitiva de la franja cantbrica en manos de las tropas sublevadas, casi todos los miembros delos servicios vascos escapan a Francia o son capturados.

    Hubo episodios que todava no se han contado a fondo. Porque la gente saba que exista ETA y queexista el PNV, pero no saba y muchos siguen sin saberlo que haba tambin una lnea distinta, quenosotros llambamos "Los Servicios", los Servicios Vascos, que era una red que funcionaba en la msabsoluta clandestinidad, explica Xabier Arzalluz en sus memorias.10

    Y contina el histrico dirigente nacionalista:

  • El PNV espiaba. La cosa empez en el perodo de la guerra de Franco. Se organiz una muy buenacomunicacin entre la crcel y el exterior, hasta Pars. Haba que hacer saber al pblico lo que sucedaen las crceles: malos tratos, condenas, fusilamientos, etc. Sigui durante la Segunda Guerra Mundial:informacin sobre el rgimen de Franco y el Eje, sobre todo los nazis, especialmente en la Franciaocupada y en Sudamrica. La tercera fase fue lo que qued funcionando en el marco de la Guerra Fra.Informacin a los americanos frente a la Unin Sovitica.

    Arzalluz habla del anticomunismo primario de la gente vinculada a los Servicios y su empeo envigilar a los comunistas para tener informada a la CIA. Antn Irala, delegado de los servicios en NuevaYork y secretario personal de Aguirre, es un antiizquierdista llamado a hacer el papel de McCarthy entrelos vascos.

    De dnde parta ese fanatismo pronorteamericano? Pese a algn hecho anecdtico, como eltelegrama de Sabino Arana a McKinley por su victoria sobre Espaa en 1898, el ala ms liberal del PNVsiempre ha mirado hacia Londres. Y durante la Guerra Civil, en todo momento busca una mediacinbritnica. Pero al final, Aguirre se afinca en Estados Unidos. All se distancia, desde su llegada, de losrepublicanos espaoles y estrecha lazos con el Departamento de Estado. No obstante, al principiocontina cultivando su querencia por los britnicos y no deja de tener contactos con los agentes del MI-6.Pero, por fin, son los servicios norteamericanos los que captan la red de espionaje del PNV para suspropios intereses. Aguirre comienza a despachar con Alien Dulles, representante de la OSS y futuroprimer director de la CIA, a partir de 1947. Su hermano, Foster Dulles, ser secretario de Estado.

    Los servicios tenan una red organizada desde Pars por el Gobierno Vasco y dirigida, muy bien, porcierto, por Pepe Mitxelena, explica Arzalluz.11

    Era una red importante, que empez a forjarse ya antes de la Segunda Guerra Mundial, en las crcelesy los campos de prisioneros. Luego la red fue creciendo, volcada en la lucha contra los nazis, sobre todoen Sudamrica.

    Los barcos que viajaban a Sudamrica aseguraban el contacto con la gente de all. En los barcosespaoles, el puente, la oficialidad, era fascista, pero en las mquinas haba muchos vascos y, por tanto,contbamos con bastante gente para llevar y traer informes y mensajes. Jos Antonio Aguirre se apoy enla eficacia de esa red clandestina de contactos en Amrica Latina para hacerse valer ante las autoridadesnorteamericanas y conseguir su apoyo.

    Los alemanes tenan tambin redes importantes de espionaje en Argentina, Chile, Colombia, querivalizaban con la que haba organizado el PNV y financiaban los Estados Unidos.

    Mientras, el embajador britnico en Espaa, el conservador sir Samuel Hoare, siente simpata por elPNV. Pone en marcha la Operacin Azor, la creacin de una organizacin secreta que cierre los pasosfronterizos en caso de invasin nazi. Durante el verano de 1942, los servicios vascos organizan redesclandestinas de paso a travs de los Pirineos y vigilan las navieras Trasatlntica y Aznar, que en susviajes desde Amrica hacen contrabando de materiales estratgicos y trasladan informacin a agentesnazis. Tambin en Bilbao comienzan a actuar los norteamericanos, a travs de Earl Fuller. La OSS seinstala en Espaa bajo la tapadera de la American Oil Misin, y su sede est en la calle de AlcalGaliano, en Madrid. Fuller es su responsable en Bilbao.12

    A la OSS le interesa, sobre todo, que el volframio espaol no llegue a Alemania. Este escassimoelemento, que ha alcanzado precios desmedidos en el mercado negro internacional, proporciona el toque

  • final de dureza a la aleacin de los aceros alemanes. Los servicios controlan todos los camionescargados con ese mineral que pasan a Francia. Tambin en el pas vecino se establece la red vasca, quefunciona cada vez con mayor eficacia hasta la liberacin, con un correo semanal para Londres a travs deEspaa. Hay flecos de la red que colaboran en las operaciones de evasin aliadas y consiguen rescatar,evacuar y poner a salvo a varios centenares de pilotos derribados. Estos antifascistas sufren la terriblerepresin de los nazis.

    Hubo algunas historias muy curiosas, contina relatando Arzalluz.13Me cont Jess Intxausti, Uzturre,14 que tambin estuvo en los Servicios, que una vez recibieron

    orden de enterarse del paradero y de la vida y milagros de Lon Degrelle, aquel belga nazi al que Francodio cobijo.

    Los Servicios se movieron rpidamente y descubrieron que Degrelle viva en Madrid y que tena unaamante que era marquesa, condesa o no s qu, que posea una finca en Extremadura. Localizaron alchfer, investigaron qu gente viva en los alrededores de la finca... Al cabo de un cierto tiempocomunicaron a Pars: Lo tenemos localizado. Si quieren, lo atrapamos y se lo entregamos en Hendaya.Haban estudiado cmo secuestrarlo y llevarlo fuera. Pero recibieron un mensaje urgente en el que lesdecan que lo dejaran, que los belgas no lo queran! Se ve que las autoridades belgas teman lo que esetipejo pudiera sacar a relucir.

    Los servicios vascos cumplen con mucha eficacia los encargos de los norteamericanos. La mayorparte de ellos estn relacionados con el seguimiento de los comunistas espaoles, en el exterior y elinterior. Slo el PCE y los vascos disponen de redes seguras para pasar clandestinamente la frontera. Loshombres del PNV son buenos conocedores del Pirineo. Incluso los socialistas recurren a ellos paraintroducir documentos y dinero en Espaa. En un determinado momento se produce una ruptura entre losnacionalistas del interior y los servicios, cuando Ajuriaguerra, harto, dice que su misin poltica noconsiste en vigilar a los comunistas, que para conseguir la libertad de Euskadi hay que luchar contraFranco. Los miembros de los servicios son anticomunistas convencidos. Incluso tiene un enfrentamientofuerte con el lehendakari Aguirre. A partir de esa ruptura, los servicios actan completamente al margende la disciplina del partido. Juan Ajuriaguerra me cont que un da de invierno le citaron en una esquinadel barrio de Carabanchel o de Usera, en Madrid, y que le quisieron dar un maletn con dinero, relataArzalluz. Era el finiquito y no lo acept. Me dijo: "Bueno, luego lo acept Aguirre".

    En 1942, Aguirre es profesor en la Universidad de Columbia y cada vez ms fiel al Departamento deEstado. Propone a los norteamericanos que se constituya una Confederacin Ibrica, compuesta porEspaa, Portugal, Euskadi, Catalua, Galicia y las colonias africanas, alineada en la rbitanorteamericana.

    Y defiende para Latinoamrica un panamericanismo democrtico, de acuerdo con las consignas dela OSS. Bien preparado para su misin por los servicios de inteligencia norteamericanos, en 1942 realizados viajes por Latinoamrica en los que se entrevista con los presidentes de Mxico, Per, Chile,Colombia y Cuba y con dirigentes de otros pases de la zona. Jos Antonio Aguirre va creando las basesde lo que luego ser la democracia cristiana europea al final de la Segunda Guerra Mundial.15

    Poco a poco, los servicios van dejando de considerar prioritario el seguimiento de las actividades delos agentes nazis en Amrica para centrarse en la militancia comunista exiliada. Dice Aguirre:

    El movimiento del Partido Comunista en Latinoamrica es ahora predominante sobre los movimientosfalangistas y nazis ... En el futuro, los trabajos de los servicios irn encaminados a vigilar las actividades

  • comunistas, porque los comunistas, al igual que los fascistas, tienen por objetivo la destruccin de lainfluencia norteamericana en Latinoamrica y la creacin de gobiernos revolucionarios en la lneasovitica ... Los vascos tienen especial inters en combatir el comunismo ... Los comunistas son los msodiados enemigos de los vascos en Espaa.

    Y en un nmero de la publicacin nacionalista Alderdi, de 1947, se puede leer el siguiente disparate:Aunque parezca mentira, no es Rusia ni el bloque sovitico el ms interesado actualmente en remover

    a Franco, cuya sola persistencia les proporciona argumentos en la lucha internacional y en la luchainterna peninsular. Son los Estados Unidos y el bloque occidental los que necesitan removerlo.16

    Los responsables de los servicios vascos difunden la consigna de que ni el partido ni el sindicatonacionalista deben realizar una labor de oposicin a Franco, de acuerdo con el punto de vista de EstadosUnidos y Gran Bretaa. Consideran que, en ese momento, oponerse de forma activa contra el dictadorresulta beneficioso para Stalin, porque el sur de Europa es inestable y la cada de Franco puede provocarun desequilibrio incontrolable.

    En esa lnea se sitan tambin los llamados Eladios, un grupo que se acabar escindiendo del PNV.Xabier Arzalluz seala:

    Aunque fueran enemigos de la accin, estos eladios tenan sus reuniones y sus historias. Sinembargo, la polica no les tocaba ni un pelo. Nosotros vimos en ese fenmeno, de nada de accin ymucha formacin, la larga mano de los Servicios. El veterano Ander Barrutia me cont que Irala le decaque no convena luchar contra Franco, porque era ayudar a Stalin. Y l le contest: Qu van a decir losgudaris?.17

    En el orden internacional, los vascos tienen que ayudar a la gestacin del movimientodemocratacristiano. La respuesta poltica occidental al comunismo, junto con la socialdemocracia.Washington financia a Aguirre para que participe en esa operacin. Y a partir de 1946 se crean losNuevos Equipos Internacionales, germen de la Internacional Demcrata Cristiana.

    En Pars tambin se estrechan lazos primero con la OSS y despus con su heredera, la CIA. Loscontactos se mantienen en pisos francos de los norteamericanos. Desde all se fragua la introduccin detopos vascos en los pases de Europa del Este: Bulgaria, Checoslovaquia, Hungra. Con la coberturadiplomtica de la Repblica espaola y avalados por su trayectoria antifascista. Los servicios sefinancian completamente con ayuda norteamericana.

    El agente ms conocido de la red vasca es Jess Galndez, que ser secuestrado y asesinado en 1959por el dictador dominicano Lenidas Trujillo, para quien haba trabajado. Sustituye en Estados Unidos alfrente de los servicios a Antn Irala. Documentos desclasificados sealan que se convierte en confidentedel FBI en 1950. Su campo de accin incluye al Partido Nacionalista de Puerto Rico, al Comit para laUnidad de Latinoamrica y a sus ex compaeros de la Brigada Lincoln, todos presuntamentefilocomunistas para el senador McCarthy y sus seguidores.18

    En otro captulo de su libro, Arzalluz relata que, durante la ltima etapa de la dictadura, el PNV trae aEuskadi a uno de sus militantes, que acta en Sudamrica conectado con los servicios, para que formemilitarmente a algunos jvenes de la organizacin:

    A ese hombre, al que bautizamos como el Indio, nos cost Dios y ayuda traerlo. Se comprometi perono vino; posiblemente porque sus jefes le dieron alguna otra misin. Estaba liado con losnorteamericanos. Con la CIA y dems.

  • l andaba mucho por Panam, al parecer en la Escuela de las Amricas, donde la CIA enseabatcticas de lucha antiguerrillera, tcnicas de interrogatorio y uso de explosivos. Nuestra gente seimpacientaba. Pasaba el tiempo y el tipo no vena. Tuvimos una crisis interna por su culpa. Al final vino,pero la situacin haba cambiado y ya no haba motivo para dedicarse a entrenar a los jvenes en esaslides. Necesitbamos gente para la proteccin de los dirigentes del partido, as que le encargamos formara algunos militantes para que cumplieran esas funciones en lo que solamos llamar la Ertzaintza delpartido. No se trataba de que adiestrara a nadie en el uso de armas, sino que difundiera conocimientosbsicos en tcnicas de seguridad y prevencin. El hombre empez a dar charlas y, por lo que vimos, eraun facha de mucho cuidado. Y descubrimos que estaba en contacto con un militar de los servicios deCarrero.

    Despus de los pactos de 1953, una vez asentados aqu a sus anchas, los norteamericanos deciden queya no les hacen falta los agentes del PNV y les cortan el grifo de la financiacin. Sin respaldo econmiconi apoyo poltico norteamericano, los servicios vascos se desmantelan en 1959. Ya no son necesariospara obtener informacin sobre Espaa, la CIA ha situado a sus propios hombres en puestos clave delrgimen.

  • Espaa, portaaviones de los yanquis

    Os recibimos, americanos, con alegra. Ol mi madre!,ol mi suegra!, y ol mi ta!1

    Los tres acuerdos bilaterales de cooperacin firmados el 26 de septiembre de 1953 entre Espaa yEstados Unidos constituyen el gran espaldarazo internacional al franquismo tras la etapa de aislamientoposterior a la Segunda Guerra Mundial. Este reconocimiento por parte de la gran potencia atlnticaapuntala al Caudillo en el poder. Ya en noviembre de 1949, la ONU ha anulado su recomendacinanterior de retirar los embajadores de territorio espaol y, en julio de 1951, el almirante Sherman,enviado a Madrid por la Administracin norteamericana, inicia las negociaciones sobre elestablecimiento de bases militares en Espaa. A cambio de convertirse prcticamente en un pas satlite,Espaa recibir una importante ayuda militar y econmica. El 25 de agosto, apenas un mes antes desuscribir los acuerdos con los norteamericanos, Alberto Martn Artajo, Domnico Tardini y FernandoMara de Castiella han firmado el Concordato que va a suponer la consagracin del carcter confesionaldel rgimen franquista. La Iglesia y el Imperio, de la mano, respaldan a Franco. En diciembre de 1959, elpresidente Eisenhower visitar Espaa y su viaje supondr la definitiva homologacin internacional delrgimen.

    La Asamblea General de la ONU decide el aislamiento de Espaa y la retirada de los representantesdiplomticos acreditados en Madrid en diciembre de 1946. La iniciativa parte de Stalin, pero cuenta conel beneplcito norteamericano. Sin embargo, un ao ms tarde, el voto estadounidense impide que seratifique esa condena. Comienza a plantearse la Guerra Fra y el presidente Harry Truman, sucesor deRoosevelt, no quiere prescindir de un punto de apoyo fundamental para su planteamiento geoestratgicohegemnico.

    La Conferencia de Paz de Pars, celebrada entre julio y octubre de 1946, evidencia los profundosdesacuerdos existentes entre Estados Unidos y la Unin Sovitica, que van situando en posiciones cadavez ms enfrentadas a las dos superpotencias. La poltica exterior que el presidente Roosevelt tenaprevisto aplicar en Europa al final de la guerra se va endureciendo notablemente con la AdministracinTruman, y lo har an ms cuando el republicano Eisenhower llegue a la Casa Blanca. En febrero de1947 se sita al frente del Departamento de Estado norteamericano George Marshall, un anticomunistafuribundo empeado en cortar la progresin de la Unin Sovitica en Europa a toda costa. Elenfrentamiento estratgico entre los dos antiguos aliados convierte al continente europeo en un tablero deajedrez.

    En estas circunstancias, el astuto dictador espaol comprende que, a pesar del boicot que sufre surgimen, la nueva situacin que se est creando acabar favorecindole y comienza a prepararsepacientemente para cuadrarse ante Estados Unidos cuando el lder de Occidente llame a su puerta. Amedida que la presin internacional contra el franquismo se va debilitando, las esperanzas del Gobiernorepublicano en el exilio y las pretensiones de la oposicin monrquica empiezan a languidecer. Elrgimen aprovecha el resurgir del anticomunismo en Estados Unidos para hacer valer su imprescindiblecontribucin a la causa de Occidente. Y los norteamericanos estn cada vez ms convencidos de queFranco es su hombre.

  • Desafortunadamente, no hay ninguna evidencia de que exista una oposicin efectiva a Franco, nidentro ni fuera de Espaa, que pueda traer un cambio de gobierno de una manera ordenada, se seala enun informe confidencial del Consejo Nacional de Seguridad norteamericano. Lleva fecha del 5 dediciembre de 1947 y en l se hacen distintas valoraciones sobre la posibilidad de intentar reemplazar elrgimen de Franco por otro ms democrtico. Contina:

    A travs de diversas maniobras, concesiones ocasionales y una persecucin indesmayable por partede la polica, el gobierno franquista ha conseguido detener la accin de la oposicin, y no parece que elEjrcito, que es el que apoya al rgimen de Franco, vaya a cambiar de postura ... Los representantes delos viejos republicanos, los monrquicos y los socialistas, hasta el momento, no han sido capaces decomprometerse, dentro de sus diferencias, para Degar al acuerdo de un programa de accin conjunta. Aexcepcin de los comunistas, los partidos de la oposicin estn divididos y desorganizados.

    La conclusin del informe es que no hay ms remedio que hablar con Franco y enseguida. Tambin seseala que ha habido conversaciones con los britnicos para valorar conjuntamente la posibilidad de queel Vaticano tome parte en el intento de convencer a Franco de que se retire, pero los norteamericanos nolo ven nada claro: Tenemos serias dudas de que el resultado de esto pudiera tener algn efecto. Peroincluso si el plan fuera aceptado y Franco se retirara, existen grandes probabilidades de que se puedanproducir luchas polticas que llevaran al caos interno, lo cual resultara una ventaja para los comunistas.

    Para la economa estadounidense, dispuesta a expandirse cuando ya se empiezan a agotar losbeneficios del boom posblico, es necesario un rearme de Occidente. El nuevo objetivo es acelerar elrestablecimiento de las dos fbricas ms grandes de Europa y Asia: Alemania y Japn, segn declara elsecretario de Estado, Dean Acheson, el 8 de mayo de 1947. Los vencedores de la Guerra Civil espaolase van a encontrar con un anhelado regalo, que supone para ellos su tabla de salvacin: como en los aostreinta, la Unin Sovitica vuelve a ser la gran amenaza.

    El Plan Marshall de ayuda a Europa es aprobado con facilidad en el Congreso y el Senadonorteamericanos, y en abril de 1948 se votan los primeros crditos. El objetivo del Plan es restablecer laeconoma en todo el mundo y crear condiciones polticas y sociales que permitan la existencia deinstituciones libres, pero evitando cualquier propuesta que se base en el supuesto de un choque entreEuropa Oriental y Occidental, lo cual sera inaceptable para los pueblos europeos. Para evitarcontradicciones innecesarias en el seno del bloque occidental, dado el rechazo que Franco provoca entrealgunos gobiernos europeos, de momento Espaa se queda sin los beneficios econmicos del PlanMarshall.

    En julio de 1947, durante la reunin de los aliados celebrada en Pars, la Unin Sovitica analiza conrotunda claridad la nueva situacin que se est creando en el Viejo Continente: Los crditosnorteamericanos no servirn para el restablecimiento econmico de Europa, sino que sern utilizados porunos pases europeos contra otros pases europeos, de la manera que les parezca ms conveniente aalgunas potencias industriales que se esfuerzan por alcanzar el predominio. Las servidumbres polticasy econmicas exigidas por el Plan Marshall a los pases que van a beneficiarse de l indican que elcentro de decisiones de la Europa Occidental de posguerra continuar en Estados Unidos.

    En 1947 se produce un pequeo complot monrquico contra Franco, al que el propio dictador, que nose caracteriza por tener dudas a la hora de firmar sentencias de muerte, concede poca importancia. Lafrustrada conjura est articulada en torno al general Beigbeder, que ha sido el segundo ministro deAsuntos Exteriores del rgimen, durante un breve perodo inmediatamente posterior al trmino de la

  • Guerra Civil.2Documentos diplomticos desclasificados por el Departamento de Estado norteamericano 3 revelan el

    corto alcance de esa conspiracin interior y el escaso apoyo que le presta Estados Unidos. LaAdministracin Truman ya tiene perfectamente trazada la lnea de apoyo al rgimen de Franco, pero laoposicin monrquica, espoleada por los manifiestos de don Juan de Borbn, ha llegado a un acuerdocon los republicanos para constituir un Frente de Solidaridad Interior que, tras derrocar a Franco, dpaso a un Gobierno presidido por Beigbeder,4 que se encargara de garantizar la transicin hacia unasituacin constitucional.

    Durante una conversacin mantenida en febrero de 1947 con el entonces encargado de negociosnorteamericanos en Espaa, Bonsal, Juan Beigbeder comunica que si Londres y Washington no dan alproyecto una favorable acogida pronto, todo se vendr abajo y Franco se mantendr en el poder treintaaos. Para Bonsal, y as lo expresa en un informe del Departamento de Estado, los interesesnorteamericanos se veran favorecidos por la aparicin, tan pronto sea posible, de un gobierno detendencias moderadas capaz de pilotar al pas entre los dos extremos de una dictadura rgida de loselementos fascistas o reaccionarios, por una parte, y la revolucin social por la que aboga Mosc, deotro lado. Pero sus jefes de Washington no estn de acuerdo: Franco les ofrece ms garantas. Adems,la Ley de Sucesin, aprobada en referndum el 6 de julio de 1947, da al traste con los pactos de laoposicin, al aceptar don Juan de Borbn la legalidad que se le propone.

    El encargado de negocios de Estados Unidos en Madrid, Paul Culbertson afirma que son unosinsensatos los monrquicos que se me acercan a pedirme que Norteamrica asfixie econmicamente aEspaa. Si eso ocurriera, caera Franco, pero la monarqua no recogera la herencia. Lo que tiene quehacer el Rey es ponerse de acuerdo con Franco.5 Martn Artajo y el entonces director del Instituto deCultura Hispnica, Joaqun Ruiz Gimnez, mantienen una entrevista con Culbertson en la que ambos ledan toda clase de seguridades sobre la vocacin proamericana del Gobierno espaol y le recalcan que elrgimen es profundamente anticomunista, por lo que, en caso de conflicto norteamericano-sovitico,Espaa siempre estara al lado de Estados Unidos.

    Franco, en persona, le explica a Culbertson su posicin, plantendole que Espaa ha sidoestrictamente neutral desde el comienzo de la Segunda Guerra Mundial y que no ha obtenido ni reclamadopor ello ningn beneficio territorial, a pesar de las promesas de Churchill y Eden sobre Gibraltar.Tambin le asegura que los exiliados son libres de volver cuando quieran y le explica que el programade su Gobierno tiene un carcter social y persigue ampliar la estructura educativa, cvica y poltica delpas. Culbertson se queda entusiasmado: Franco es un hombre sincero y honrado consigo mismo. Estconvencido de que lo que hace es para el beneficio del pueblo espaol.

    El nuevo encargado de negocios es un anticomunista de la lnea dura y en sus informes sostiene que laoposicin interior es la culpable del endurecimiento del rgimen: Sin ms que oposicin a su alrededor,Franco slo tena dos alternativas: suicidarse o tirar de las riendas de la dictadura. Culbertson tambinest convencido de que la Iglesia catlica no est dispuesta a apoyar ningn cambio. Ni el Vaticano, ni lajerarqua espaola. El funcionario norteamericano se inclina por la evolucin como trmino opuesto arevolucin. Opina que a Franco

    se le pide que cambie un pjaro que tiene en la mano por ciento que an estn volando, por lo que esde suponer que quiera saber ms de esa bandada de pjaros, y si las seguridades que pueden drsele son

  • suficientes, creo que se mostrara interesado. Nadie puede rehusar una mano amistosa que le saque delsumidero en el que ahora se encuentra, y eso a pesar de que parece creer que ha sido el elegido por unalgo superior para conducir a Espaa y a los espaoles hasta la luz. Tengo el presentimiento de que, contodo, querr volver a poner los pies en el suelo. Es muy posible que se comportara as si, ante laperspectiva de un desastre econmico, se diera a Espaa ayuda material verdaderamente significativa,evitando de esa manera una catstrofe tanto poltica como econmica.

    El propio Franco realiza unas declaraciones al corresponsal diplomtico de Newsweek, la revistaoficiosa de la CIA, el 22 de noviembre de 1948, que levantan una gran polvareda en el exterior. En ellasafirma que, de no haber sido por la intromisin britnica, se habra llegado a un acuerdo con EstadosUnidos hace tiempo. Insiste en que resulta imposible mantenerse neutral en esos tiempos y se muestradispuesto a liberalizar el pas, en la medida compatible con la seguridad y el bienestar. Es cierto quenuestros obreros no pueden ir a la huelga, pero simultneamente el gobierno trata de darles incluso msventajas de las que recibiran va huelgas.6

    Las consideraciones que el activo Paul Culbertson transmite a sus superiores encuentran eco en laspalabras que el senador Gurney pronuncia tras la visita de una misin militar norteamericana a Espaa:Todos los que se resisten al comunismo deben comprender el inters por hacer entrar a Espaa en elseno de las Naciones Unidas. Una creciente corriente de simpata hacia el rgimen franquista comienzaa recorrer desde ese momento los medios financieros, polticos y militares norteamericanos.

    El siguiente paso de Culbertson es la recomendacin a su Gobierno de que se ofrezcan a Espaacrditos similares a los habilitados por Estados Unidos para otorgrselos a otros pases europeos. Larespuesta del secretario de Estado Dean Acheson es inmediata: Espaa los puede pedir. El mismoTruman puntualiza que el hecho de que Espaa no se beneficie del Plan Marshall no implica que le estnvedados los crditos de los bancos norteamericanos. A continuacin, el Chase National Bank concede uncrdito de 25 millones de dlares para la adquisicin de alimentos, dado que una de las condicionesimpuestas es que los crditos se utilicen para fines especficos que contribuyan a la rehabilitacineconmica de Espaa. Los norteamericanos aaden a esta disposicin tambin otras directriceseconmicas, como la devaluacin de la peseta hacia un tipo ms realista de cambio con el dlar, mayoresfacilidades para la penetracin del capital e