La comunión

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LA COMUNIÓN "Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, Oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tu me enviaste. La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amados a ellos como también a mí me has amado" Juan 17:20-23. El Señor Jesucristo explicó la naturaleza de la unidad a la que se refiere en esta oración que elevaba a su Padre. El Padre y el Hijo eran uno en propósito y amor como lo eran en doctrina, cosa que muchas veces es ignorada. Cristo sostuvo que él hablaba lo que el Padre le había dicho (Jn. 12:49,50). ¿Podemos decir nosotros que estamos complaciendo a Cristo en este deseo de unidad? LA COMUNIÓN CON DIOS Y CON CRISTO La comunión entre el hombre y Dios sólo existe por Jesucristo "Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamado a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor" (1 Cor. 1:9). Esta comunión con Dios existe hoy por la gracia de Dios manifestada por Cristo y el evangelio. El apóstol Juan lo expresó así: "…lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdadera es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo" (1 Jn. 1:3). El evangelio es proclamado para que el hombre pueda tener comunión con Dios y con Cristo. Esta comunión durará mientras el hombre siga la enseñanza del Padre. "Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas mentimos, y no practicamos la verdad; pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión los unos con los otros y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado" (1 Jn. 1:6-7). La comunión entre los hermanos nunca podrá ser efectiva a menos que estemos en comunión con Dios por Jesucristo. Nuestra comunión es primeramente vertical, mirando hacia arriba, mirando a Dios. Luego horizontal mirando a los hermanos. Pablo dice que: "Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamado a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor" (1 Cor. 1:9). Dios nos llama por el evangelio a esta comunión, al obedecer el evangelio estamos en comunión con Dios (2 Tes. 2:14).

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LA COMUNIÓN"Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, Oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tu me enviaste. La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amados a ellos como también a mí me has amado"Juan 17:20-23.

El Señor Jesucristo explicó la naturaleza de la unidad a la que se refiere en esta oración que elevaba a su Padre. El Padre y el Hijo eran uno en propósito y amor como lo eran en doctrina, cosa que muchas veces es ignorada. Cristo sostuvo que él hablaba lo que el Padre le había dicho (Jn. 12:49,50). ¿Podemos decir nosotros que estamos complaciendo a Cristo en este deseo de unidad?

LA COMUNIÓN CON DIOS Y CON CRISTO

La comunión entre el hombre y Dios sólo existe por Jesucristo "Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamado a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor" (1 Cor. 1:9).Esta comunión con Dios existe hoy por la gracia de Dios manifestada por Cristo y el evangelio. El apóstol Juan lo expresó así: "…lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdadera es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo" (1 Jn. 1:3).El evangelio es proclamado para que el hombre pueda tener comunión con Dios y con Cristo. Esta comunión durará mientras el hombre siga la enseñanza del Padre. "Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas mentimos, y no practicamos la verdad; pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión los unos con los otros y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado" (1 Jn. 1:6-7). La comunión entre los hermanos nunca podrá ser efectiva a menos que estemos en comunión con Dios por Jesucristo. Nuestra comunión es primeramente vertical, mirando hacia arriba, mirando a Dios. Luego horizontal mirando a los hermanos. Pablo dice que: "Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamado a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor" (1 Cor. 1:9). Dios nos llama por el evangelio a esta comunión, al obedecer el evangelio estamos en comunión con Dios (2 Tes. 2:14).

DESEANDO LA COMUNIÓN Para que la comunión exista debe ser deseada. Antes que la unidad efectiva pueda existir en la iglesia debe ser deseada. La comunión a cualquier costo. Algunos desean la comunión, pero la comunión a la que ellos se refieren es la "unidad en diversidad". La "unidad en diversidad" es una de las doctrinas más peligrosas inventadas por el Diablo. En el sectarismo se le llama ecumenismo, se reúnen todos los grupos para realizar actividades religiosas pero no tocan las doctrinas en las que tienen diferencias. Muchos hermanos están practicando estas tácticas humanas para aparentar comunión, dicen: “busquemos la paz y la comunión, no toquemos los temas que nos dividen” y realizan eventos para fortalecer la “comunión” abrazándose con los que predican el error. Pero la

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Biblia enseña que no debe haber comunión con los que practican el pecado o enseñan el error doctrinal no importando quien sea. (I Jn. 1:5; II Cor. 6:14; II Jn. 9).

SI HAY COMUNION CON DIOS HABRA COMUNION ENTRE LOS HOMBRES.

El apóstol Pablo habló de la disposición que debe caracterizar al cristiano para que la comunión sea una realidad en la iglesia en Efesios 4:3. “solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz” La palabra “solícitos” incluye la idea de cuidado, atención, diligencia, todo lo anterior es necesario para guardar la unidad. No se trata de decir “paz, paz” como los israelitas que Jeremías acusó diciendo: “curaron la herida de mi pueblo con liviandad, diciendo: Paz, paz; y no hay paz” (Jer. 8:11). La palabra “solícitos” lleva también la idea de luchar como en Judas 3 “luchar ardientemente” Esto demanda de cada miembro del cuerpo de Cristo mucho esfuerzo en predicar, enseñar, defender la vedad y condenar el error. No se trata de hablar de la comunión se trata de trabajar por lograrla. Pablo exhortó a los que tenían comunión con Cristo diciendo que hablaran una misma cosa. (1 Cor. 1:10) La solución de Dios para que perdurara la comunión la comunicó el apóstol Pedro . "Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios" (1 Ped. 4:11). Algunos hermanos extienden la comunión a “predicadores” que no se han arrepentido de sus conductas pecaminosas y que causan división en la iglesia por presionar a hermanos incaustos a que los reciban. Algunos los reciben en comunión y lo hacen basados solo porque en un tiempo pasado tales predicadores fueron influyentes, pero esto es una gran equivocación que daña a la iglesia. La Biblia es la palabra inspirada de Dios (2 Tim 3:15-17) aún los predicadores fieles no son más de lo que Pablo dijo que eran “servidores de Cristo” (1 Cor.4:1). Nosotros tenemos que entender que los que proclaman la palabra no son iguales a la palabra proclamada. Los Corinto estaban divididos porque habían exaltado a los hombres (1 Cor. 3:5-9), cuando el predicador es exaltado al rango que pertenece al Señor. Esto solo estorba la unidad. Debemos concluir en que la comunión que necesitamos buscar es la unida basada en la palabra de Dios, y esto nos llevará a la comunión con todo hermano fiel, santo y sincero.