La Concepción Dicotómica de lo Urbano y lo Rural en Gabriela Mistral.

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EDICIONES “IMAGENES LITERARIAS” ------------------------------------ -------------------- EDITORIAL LA CAFILA – VALPARAÍSO La Concepción Dicotómica de lo Urbano y lo Rural en Gabriela Mistral. Algarrobo , septiembre de 2.005 Dedicatoria. Para el profesor chileno y americano, sembrador de la semilla mistraliana, para él, constructor de sonrisas, escritor de los sueños de Simón y Gabriela, sean estas páginas que flotan

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Ensayo sobre la literatura de la poetisa chilena , Gabriela Mistral en el cual se reconoce la urbanidad como la antinomia de lo rural

Transcript of La Concepción Dicotómica de lo Urbano y lo Rural en Gabriela Mistral.

La Concepcin Dicotomica de lo Urbano y lo Rural

EDICIONES IMAGENES LITERARIAS

--------------------------------------------------------

EDITORIAL LA CAFILA VALPARASO

La Concepcin Dicotmica de lo Urbano y lo Rural

en Gabriela Mistral.

Algarrobo , septiembre de 2.005Dedicatoria.

Para el profesor chileno y americano,

sembrador de la semilla mistraliana,

para l, constructor de sonrisas,

escritor de los sueos de

Simn y Gabriela,

sean estas pginas que flotan

en el pensamiento de una mujer

que supo ser chilena y americana

y cantar, inclusive, su ntimo dolor.

Inscripcin nSantiago de Chile

200 ejemplares

Ediciones Imgenes Literarias

Camino Pblico s/n , El Yeco , Algarrobo Impreso en Chile

Printed in Chile

Primera Edicin

Agradecimientos.A mi familia,

que me regal sonrisas

en mi esfuerzo al escrutar

la palabra veloz , hermosa

de Gabriela Mistral;

A Melinda Gonzlez quien

tuvo la fortaleza

de transcribir los signos

que dibujaron este

manuscrito indagador.

A ellos,

agradezco

la gestin de un esbozo

sobre lo rural y lo urbano

en Gabriela Mistral.

ndice.

Dedicatoria:.................................................. Pg. 2Agradecimiento............................................. Pg. 3ndice ............................................................ Pg. 4Presentacin................................................... Pg. 5La dualidad gestada en

Lucila Godoy Alcayaga................................. Pg.9La juventud de Lucila, Gabriela.................... Pg.17Gabriela Mistral adulta.................................. Pg.25La ltima edad en Gabriela Mistral .............. Pg.38La inmortalidad de Gabriela........................... Pg.52Lo rural y lo urbano en sus escritos .............. Pg.58Ultimo comentario de lo tratado.....................Pg. 92Presentacin

Los estados americanos identifican al ao 2.005 dentro de un contexto cultural y humano muy significativo.

Es la magna celebracin de los sesenta aos de la obtencin del Premio Nobel de la poetisa chilena Gabriela Mistral, que tambin supo ser americana de pura cepa, como que al joven continente le cant algunos muchsimos - de sus mejores expresiones poticas. Podemos afirmar a entero orgullo que la gran escritora fue chilena de nacimiento y americana por vocacin.

Qu misterios trae la nia Lucila que, desde las polvorientas callecitas de su aldea Montegrande la elevan a la mxima representante de la lengua castellana alcanzando el reconocimiento mundial por medio de su acceso al Premio Nbel de Literatura?

Slo el viento y la cordillera de Los Andes lo saben. Ella abraza con firmeza la idea americana en sus escritos y la arroja a los cuatro puntos cardinales para que el mundo fuese informado de un continente que emerge lenta pero vigorosamente buscando un lugar prioritario en este tercer milenio que ya comienza.

Es una gratsima celebracin de Amrica entera , se engalana el paisaje y sus hombres de halados versos mistralianos.

Es una inquietante oportunidad de indagar en su obra, de divulgar su pensamiento, de conversar con el nio vestido de futuro sobre lo mgico, la leyenda , lo real , en fin, sobre una mujer que fue una humilde profesora rural y que fue capaz de cantar su dolor y sus sentidos amores.

Es hora de reflexionar, sana disciplina que gustaba de practicar la poetisa chilena , y volver, una vez ms a rastrear el sendero que Gabriela transit por esta tierra tan aporreada por los hombres, pero que tanto am : Amrica .

Dentro de este anlisis mistraliano nos parece realmente de envergadura averiguar clarificar el concepto que Gabriela manej y nos legar - sobre lo rural y lo urbano.

No es nuestro nimo producir un anlisis lingstico, o epistemolgico, o simblico, de la inmensa obra de la escritora chilena. Deseamos investigar su concepcin dicotmica sobre la vida campesina y la vida urbana. Simplemente eso . Ella narra con su voz recia y su metfora envolvente la idea funcional que tiene de un pas basada en la relacin rural urbano circulante.

Es un tema an poco aprovechado que nos deja hermosas lecciones esa es nuestra secreta esperanza de una Gabriela poetisa, magnifica pedagoga, principalmente humana y sobre todo cristiana. Todo ello resumido en su fervoroso americanismo que nos deletrea con insistencia la necesidad imperiosa de ir, construir, practicar nuestra propia identidad.

Hoy, en que nos aprestamos a celebrar los doscientos aos de independencia de los pases hermanos de esta Amrica morena , es preciso, inmediato, recabar toda clase de informacin sobre la identidad americana . Creemos que an es trabajo inconcluso, que queda mucho por hacer, hay grandes hombres americanos que nos han sealado el camino ; Gabriela destaca en esa plyade intemporal con rasgos particulares.

La ilustre poetisa concibe la construccin de una sociedad desde la tierra, la forma de vida rural es la primera , lo urbano surge como producto de ella , ambos conceptos tienen un estilo diferente de relacin , lo contrario es desobedecer las leyes naturales.

As nos cuenta Gabriela su dicotmica concepcin entre la ruralidad y la urbanidad.

Deseamos mostrar a usted; estimado lector, los diferentes matices que asume la concepcin de la intelectual de Amrica sobre lo rural y lo urbano.

Concepcin que se va dibujando con diversos perfiles de acuerdo a la edad terrenal de Gabriela , al impacto de los dolores que afligen a la poetisa , a su intelectualizacin del mundo naciente desde Elqui, su amado valle, prosiguiendo por su pas, por Amrica , su continente, en fin, por el mundo entero.

Para describir los diversos perfiles que flotan en la vida y obra de Gabriela Mistral en referencia a su concepcin dicotmica sobre lo rural y lo urbano hacemos un rpido anlisis en su asombrosa obra.

El hilo conductor de nuestro viaje hacia el ideario mistraliano , la razn de este trabajo es lo rural y lo urbano, tenemos fe que ser un viaje grato, de un profundo contenido de magisterio, y de reencuentro con nuestros propios valores humanos ; te invitamos lector , sguenos en esta aventura , que hablar de Gabriela es hablar sobre las bondades naturales de la madre naturaleza , es dialogar con el agua y la tierra y darse cuenta , un singular darse cuenta que Gabriela es pueblo americano, se llama cordillera , selva , quebrada o desierto, ella est con nosotros, en nuestro caminar nos acompaa. Como dijo una vez en la tristeza de la partida final de Gabriela aunque tambin fue la vuelta definitiva y eterna a Montegrande, su pequesima patria- la poetisa boliviana Yolanda Bedregal :

Gabriela hermana grande.

Hortelana de los predios de Dios,

valerosa pastora de paz,

evanglica estampa de mujer fuerte,

mansa medida del da.

Al nombrarte la noche,

cantan puertas liberadas,

mujeres detienen sus locuras,

se endulzan las herramientas;

su juego interrumpen los nios

y miran la arena en sus manos

creyendo que pasas por ellas.

rbol de Amrica,

Nimbo de Chile,

crece dentro,

crece fuera.

Haz verdad

tu palabra de fe humana ,

hermana grande.

La dualidad gestada en Lucila Godoy Alcayaga.

Nuestra insigne poetisa que difundiera su amor por la tierra americana en todo el orbe posee una dualidad muy dicotmica, con ribetes especiales, en relacin a lo rural y lo urbano.

Esta concepcin dicotmica nace con ella en el valle de Elqui donde inicia su intenso dilogo con la naturaleza , crece y se desarrolla en diversos lugares de Chile y Amrica , y tambin en la vieja Europa donde Gabriela Mistral viviera algunos aos. Ser lo mtico, lo csmico que rodea su vallecito lo que define esta dualidad tempranamente en la nia que se prepara para viajar en sus poemas?

Fue evolucionando la concepcin de lo rural y lo urbano de acuerdo a los nuevos viajes, nuevos paisajes que Gabriela va recorriendo como si fuera una vagabunda inveterada?

Cul es esa concepcin dicotmica? Se refleja en sus poemas?

Estas y otras interrogantes han motivado al autor para escudriar en la tremenda propuesta potica y humana que realiza Gabriela Mistral al mundo.

Estimamos que la temtica presente ha sido escasamente estudiada por los especialistas Mistralianos, razn suficiente para llevar a delante la empresa propuesta , lo cual entronca directamente con el americanismo, el indigenismo, la naturaleza , temas tratados ya extensamente.

Propuesta las bases en las cuales girar este captulo nos abocaremos enseguida a buscar la dualidad gestada en Lucila Godoy Alcayaga.

Corre el ao 1889 en Chile. La pequea aldea de Montegrande cobija a doa Petronila Alcayaga, quien camina lentamente por las polvorosas calles de la aldea. Est embarazada y los mdicos piensan que posiblemente traiga mellizos al mundo. Qu vaticinio! Solamente nacera una nia que se llamara Lucila , aos ms tarde se integrara Gabriela que Lucila trae dentro de s pero emergera con fuerza incontrolable en el mundo literario.

Don Jernimo Godoy Villanueva , profesor primario por necesidades temporales, caminante eterno por vocacin, y poeta aficionado por gracia , enamoradizo y amigo del viento, discurre que su mujer necesita estar en una ciudad para tener su pequeo, por esto la lleva a Vicua , capital de Elqui y la acompaa en su gestacin. Juntos, alegres vuelven a Montegrande, casero que mira al cristalino cielo entre las faldas de los cerros nortinos.

El padre le regala una cancin de cuna y se va nuevamente a recorrer mundo, dejando su familia en el valle de Elqui , manantial de leche y miel , mantel de manzanas e higos dulces, poseedor de aguas generosas que alivian los calores humanos.

All nace y crece Lucila, su relacin con esa naturaleza es ntima , muy personal , modelando su espritu para siempre con su amor por todo lo natural.

La montaa la alimenta con su inagotable energa al mismo tiempo que le da abundante sombra para sus cavilaciones y caminares por las duras piedras. Posteriormente podremos apreciar como toda su vida y su entrega potica estn impregnados de su tierra natal. Ella insiste en que all desarroll su creatividad, su enorme sensibilidad :Yo viv trepando y bajando cerros,

hasta mi tacto sali de aquellos cerros

con pastos dulces y pastos bravos.

Yo sigo alimentndome cada vez

que me libero del hotel odioso y de

la pensin fea , de las mismas cosas

que me hicieron el paladar en el

sentido teolgico de la sal y el bautismo,

y hasta estoy segura de

que se han quedado casi puros

mis gestos de all . La manera de partir

el pan, de comer las uvas,

de poner el pie con pesantez en el suelo

quebrado, de llevar la vida como las personas

criadas con poco cielo encima.

Reconoce, la poetisa, la alimentacin espiritual que tuvo en sus primeros aos de su paisaje nortino. Es un decidido amor por la naturaleza, pero hay all, en la cita anterior, una evidente preferencia por lo rural, un desmedro de lo urbano representado por el Hotel odioso o La pensin fea.

Es preciso delimitar en este momento que no perseguimos destacar la naturaleza como tema recurrente en Gabriela Mistral. Esa innegable transparencia de todo lo relacionado con la tierra con la naturaleza no es el motivo central de esta exploracin al universo de la poesa mistraliana.

Lo que perseguimos es extraer lo rural en contra-posicin a lo urbano, si bien algunas veces pueden confluir en el mismo cauce.

Lo rural dice relacin con todo lo campesino, sus costumbres, su modo de vida, sus hbitos, en fin , lo rural es la descripcin del planteamiento de vida que se asigna a quienes habitan zonas campesinas o costeras, o cordilleranas, entendindose que lo rural es la vida en espacios abiertos, y con la naturaleza. En cambio lo urbano es la vida desarrollada en espacios cerrados, con un dilogo secundario con la naturaleza , ya que ella fue despojada de sus elementos (rboles, quebradas, sonidos, colores, etc.) para construir la urbe, la ciudad.

Lucila Godoy crece en su valle, y con ella crece el mito de Elqui como el centro, el eje del mundo, como ofreciendo a la humanidad la claridad de los cielos que hoy han alcanzado justa fama con la instalacin de observatorios astronmicos situados entre los ms grandes del mundo.

Pero su valle no es nicamente paisaje y energa csmica. Es tambin un conjunto de hombres, mujeres y nios que poseen un estilo propio de ver el trnsito por la tierra.

Es el valle de Elqui el derramamiento

de pueblecitos, es el valle mirado desde lo alto,

una especie de collar roto, con las aldeas,

con su treintena de casas blancas veladas

por los rboles ,cuatro cerros rojos

y amarillos no inquietan a los hortelanos

que nacen , viven y mueren debajo sin saber

que naturaleza violenta lo ha sostenido

en rodillas de amazonas.

Poesa pura , novedosa , directa. Un collar de pueblos acogiendo a los hombres que llevan una existencia digna y austera.

Ms adelante Gabriela afirma que:

En Elqui no existe el hambre,

porque existe el agua y el hombre

no es perezoso , este Elquino arriero

despus de cosecha , antes hortelano

y vendimiador es el hombre mejor

de la provincia.

He aqu la sabidura de Gabriela. Ella extrae de lo rural de Elqui una sugerencia que la dona a quien quiera escucharla. Habiendo agua y tierra el hombre no tendr hambre. Ser capaz de vivir como persona.

La filosofa que tiene Gabriela para vivir y que propugna es que la ruralidad est en contacto directo con Dios por intermedio de la naturaleza, por lo tanto lo prefiere a lo urbano. La dignificacin de la persona ser muy difcil en las urbes, conglomerados humanos con sus vicios y decadencias. Esto ser analizado posteriormente en el transcurso del trabajo.

Volvamos a Lucila.

En el valle adquiere la sencillez y las pequeas amigas que jams olvidar. En ellas se prolongar su dilogo con Elqui, en ellas reflejar las motivaciones perennes que modelan el alma de la nia alquina.

Crece rodeado de nia que danzan alegremente, en forma tan natural que pareciera ser que la danza es parte ineludible de los cerros y de los rboles.

Fue su poca en que supo en boca propia lo que es rer, rer con toda la fuerza de la inocencia en las quebradas que retransmiten el eco hacia el infinito.

Conoci la felicidad en esa hermosa zona rural. Despus ya no lo fui ms, dira ms tarde. Claro, estaba predestinada a bullir entre el dolor y la tragedia, entre el triunfo y los halagos. Sera vecina de tantos lugares, ciudadana del mundo tratando de atrapar momentos felices, gratos, tan esquivos para su alma reconcentrada.

Ignoramos la primera vez que fue a la urbe, condicin necesaria para que la pequea Lucila pudiera comparar ambos mundos tan diferentes, lo rural y lo urbano, pero tan necesarios y complementarios entre s.

Ya es jovencita cuando viaja a la Serena y tiene el primer gran golpe en su vida profesional.

Se sabe que a la edad de catorce aos la joven Lucila Godoy ensea a leer a nios y muchachos no tan nios de la Escuela de la Compaa Baja.

Viaja a la Serena pretendiendo ingresar a la Escuela Normal. Es su gran viaje a la urbe cercana. Sus mujeres, es decir su madre pequeita como la menta y la hierba y su hermana Emelina Molina Alcayata , media hermana por parte de su mam , pero hermana entera por obra de la realidad; la preparan para el examen y le entregan el dinero con la paciencia prolfica que solamente tiene una persona rural.

Se dice que pudieron ser las primeras envidias literarias que motivaron el rechazo de Gabriela a la Escuela Normal de la Serena despus de haber aprobado los exmenes. Ya expresaba en incipientes poemas toda su volcnica energa. Eran los primeros intentos. Algunas publicaciones suyas haban aparecido en diarios locales. Pudo ser la infame envidia. Quizs otra causa pudo originar tal rechazo, otros estudiosos de Gabriela sostienen que fue victima del fanatismo desconsiderado de un sacerdote (ver La rebelde Gabriela de Matilde Ladrn de Guevara. Tomo segundo El Secreto).

Lo cierto es que ese trascendente momento en que Lucila Godoy Alcayaga Ya era Gabriela? convive con la urbe es un momento de frustracin y amargura . Comienza su agotada jornada enfrentando espritus mediocres que no aceptan la grandiosidad de una mujer. Ms todava cuando no es ocasin de levantar en una mujer un prestigio literario y/o profesional. La mujer postergada a la cocina de su casa.

Anteriormente ya haba vivido una jornada muy desagradable, siendo Vicua la capital de Elqui que la vio nacer depositara de esos largos das de tristeza que vivi Lucila.

Claro, tena que seguir estudios primarios, para eso la mandaron a vivir a Vicua con doa Adelaida Olivares, antigua amiga de su madre. Directora de una Escuela y privada de la vista.

Lucila se convirti en un lazarillo, pero se estrell a temprana edad con la impiedad de esa mujer ciega , quien no tuvo debilidad alguna para acusarla delante de toda la escuela de ladrona debido a unos cuadernos que la alumna deba repartir.

Ultrajada en sus inocentes pensamientos, humillada en un lugar ajeno, Lucila al irse de la escuela era ya de noche, dicen sus bigrafos fue peasqueada en la plaza por un grupo de furiosos alumnos. Esa fue la primera gran tragedia que marc el fin del paraso que haba disfrutado hasta el momento en su Montegrande.

Y esa trgica vivencia fue obtenida en un pueblo que para ella, en esos tiempos, no era precisamente un paraje campesino, era una ciudad , una urbe.

En suma, la visin dicotmica de lo rural y lo urbano que asume Lucila Godoy ms tarde Gabriela Mistral en su infancia es producto de su intensa relacin con el campo, con todo lo natural. Lo urbano no le ha sido grato.

La infancia que vive en un valle que tiene muchos rasgos de los campesinos bblicos determina todo el futuro de quien ser la poetisa que cant a Amrica para que el mundo sacudiera su letargo y advirtiese que un nuevo continente emerge con la energa de las montaas, con los colores de su selva , con la inocente actitud tan humana, por lo dems de sus habitantes.

Obviamente no hay planteamiento intelectual alguno en la definicin infantil que posee Lucila referente a lo rural y lo urbano.Son profundas e indelebles huellas que conforman su personalidad , las que describen su accionar y sus sentimientos. Solamente rastreando su infancia podemos comprender el permanente amor que tuvo la gran escritora por todo lo campesino, y ms an por lo indgena.

Se dice que el valle de Elqui es, para Gabriela, el eje del mundo. Su tierra natal la presenta al mundo como un mito que ha seguido creciendo despus de su muerte. Casi aparece un carcter sagrado en su nunca excesivo amor por su tierra.

Lo que plantea el autor de este trabajo es que la propuesta mgica de la artista por su tierra natal es nicamente una vuelta de mano. El valle de Elqui le entreg todo a ella.

Y esto que es el valle de Elqui,

tan pequeo, puede llegar a amarse como lo perfecto.

Tiene perfectas todas las cosas que los hombres

puedan pedir a una tierra para vivir en ella:

la luz , el agua , el vino, los frutos, esta es mi regin,

y lo digo con particular mimo, porque

soy como ustedes , una regin .

Y ella es bien pagada, as que devuelve con lo que ms sabe, su poesa esplendorosa, todas sus herramientas y vestimentas que le regal este pequeo valle.

Es innegable que Lucila se viste de Elqui y se alimenta de sus vibraciones. El valle arma su espritu que siempre por la eternidad estar en ella , con su amado valle.

La juventud de Lucila Gabriela.

A continuacin haremos un breve recorrido por la juventud de Lucila que despliega sus ptalos tmidamente pero con una decisin tomada con gran fuerza . Asoma Gabriela al mundo. Es esta transformacin de Lucila en Gabriela un deseo juvenil?.

Temporalmente lo es. Ms, existe en ese espritu juvenil una llama inmensa que convierte a la joven mujer en un ser excepcional. Aunque, claro est , no basta solamente el don , sino que la lucha ser largusima para imponer su propuesta literaria.

Trataremos de encontrar el momento, o bien los momentos, en que Lucila se despoja de s misma para dar paso a Gabriela. Y entonces analizaremos cmo est ah el concepto de lo rural y cmo ve ella lo urbano, cmo esa visin dicotmica influye en sus acciones.

La joven Lucila conoce la palabra sagrada por medio de su abuela por parte del andariego padre. Fama tuvo su abuela de ser algo rara, no muy cuerda en relacin a los actos cotidianos de los dems.

Lucila iba todos los domingos a verla muy peinadita y con su mejor traje, como es la tradicin de los pueblitos provincianos donde existe un respeto casi mstico por el da domingo.

La abuela , tambin como su hijo Jernimo, es una aventurera que procede de Argentina. Ella le deshace los ordenaditos rizos a Lucila y le lee la Biblia , pan del espritu , insistiendo reiteradamente en los salmos de David. El joven corazn insaciable de nuevos misteriosos sentimientos de Lucila se ve compensado en las extraordinarias, y al mismo tiempo cotidianas historias de la Biblia.

Lucila encuentra tanto parecido a la descripcin de los parajes bblicos con su amado valle, Y cunta razn tiene! Porque es realidad que ambos lugares son semejantes, por lo cual Lucila extiende su infantil concepto de lo rural a un abanico en el cual entra con vigor las enseanzas de la Biblia. Lo rural sigue siendo para ella sinnimo de unin del hombre con la tierra , sinnimo de sencillez y trabajo. La Biblia se lo comprueba.

Ms tarde, ella escribira en su poema Credo:

Creo en mi corazn, ramo de aromas.

Que mi seor como una fronda agita,

perfumando de amor toda la vida

y hacindola bendita.

Creo en mi corazn, el que no pide nada,

Porque es capaz del sumo ensueo

Y abraza en el ensueo lo creado:

inmenso dueo!

He aqu en plenitud la profunda religiosidad de nuestra poetisa de Amrica. La deuda religiosa a su abuela ella la paga como sabe: en sus poemas.

Llega la hora de la tristeza y del dolor.

Lucila recibir el dolor de la prdida de Romelio, el gran amor pasional de su vida , lo asumir con gran fortaleza y posteriormente lo descubrir en aquellos Sonetos de la Muerte que impresionar al mundo.

La joven Lucila, como todas la jvenes, tena que conocer el amor y no tard en tropezarse con l. Ya tena experiencia en el magisterio, su palabra llenaba las salas de clases. Estando en el Liceo de nias de La Serena la Directora sola enviarla a la estacin a recoger la correspondencia.

En una de esas recogidas conoci al joven Romelio, simptico, vividor, fanfarrn , con una profesin que atraa a Lucila: conductor de trenes, hermosa posibilidad de recorrer los sueos inventados.

Fue un romance corto. Discutieron y pelearon, pero generalmente se vean , sentan la presencia del otro ya que vivan en la misma pensin.

Un da , habido da , un disparo descerraj la sien de Romelio quien de esa manera evitaba pagar numerosas deudas.

El disparo se multiplic hasta la saciedad en la desesperada Lucila. La tragedia visit as a la joven profesora poetisa quedando para siempre anidada en su alma. Ella siente la imperiosa necesidad de dar cauce a su dolor, gestando de esa manera la monumental obra de amor, Los Sonetos de la Muerte, que pronto compartir con el mundo.

Este largo cansancio se har mayor un da ,

y el alma dir al cuerpo que no quiera seguir

arrastrando su masa por la rosada va ,

por donde van los hombres, contentos de vivir...

Sentirs que a tu lado cavan briosamente,

que otra dormida llega a la quieta ciudad.

Esperar que me hayan cubierto totalmente...

Y despus hablaremos por una eternidad!.

Es la obra clsica de Gabriela Mistral en cuanto al largo camino del amor y el dolor. Obra cumbre de la mujer sufriente emparentada a la recin gestada Amrica.

Porque ya era Gabriela, joven conviviente del sufrimiento, poetisa que entorna sus alas para conocer otros lares.

El suicidio de Romelio fue en 1909, cinco aos ms tarde Santiago de Chile se entera de Los Sonetos de la Muerte, obra ganadora de Los Juegos Florales. Lo firma Gabriela Mistral .

Segn Maximino Fernndez Fraile, en su libro Biografas Literarias, Editorial Cochrane, a partir de 1912, en Revista Sucesos, comienza a usar el seudnimo Gabriela Mistral , creado en recuerdo a Gabriel DAnnunzio y Federico Mistral.

Ms, hace algunos aos fue publicado en La Revista de Educacin N 163 del Ministerio de Educacin de Chile, el artculo Poemas de Gabriela Mistral publicado en Ovalle. En dicho artculo el profesor de Castellano Luis Espinoza Len afirma que el 10 de Junio de 1908 apareci en el diario La Constitucin de Ovalle un poema titulado Rimas bajo la autora de Gabriela Mistral.

Por ser una primicia en cuanto a investigacin histrico literaria sobre la extraordinaria poetisa se incluye el texto a continuacin:

R I M A S

A Delia. I No he muerto an para que as me olvide

tu ingrato corazn;

a pesar de mis hondos sufrimientos

tengo vida hasta hoy.

T lo sientes?, Verdad! Oh, ya lo creo!

Yo lo lamento ms;

Yo que invoco a la muerte, cual amante

Que invoca a su Deidad.

No he muerto an para que tal silencio

Se extienda en torno a mi; (sic)

Ni all en el Campo Santo, al vil osario

Se le abandona as.

Que una hora en tus das me consagres

No es , no mucho pedir;

Recuerdo que hubo un tiempo en el que todas,

Todas las absorb.

Desde el balcn busca con la mirada

De la playa el confn;

descubrirs perdida entre los rboles

una aldea infeliz .

En alto un blanco punto se destaca ,

Fija la vista all;

Detenla!, quizs en ese instante

te miro desde aqu.

Es mi hogar, s , caverna de un asceta ,

Tugurio de pastor,

Semeja recostado, sobre rocas ,

del mundo en un rincn.

Ven a mi , yo te aguardo da a da;

Te llamo sin cesar:

los montes que me escuchan, ya tu nombre

Aprendido tendrn.

Eres dulce, incomparable amiga

Que mi llanto enjug;

la que en mis dolorosas postraciones

siempre me levant.

La calumnia que quiso derribarte

dentro de mi corazn,

no ha logrado su intento. Soy la misma,

la misma de ayer, hoy.

Gabriela Mistral.

Agregando ms antecedentes podemos indicar que este poema fue enviado desde La Cantera , aldea prxima a La Serena.

Por otra arista ya haba conocido a Romelio Ureta y este an no cometa su mortal auto-eliminacin.

Por lo tanto es muy posible y factible pensar que la autora del poema Rimas lo haya escrito pensando en su separacin en ese instante con Romelio.

Lo cierto es que a la luz de estos antecedentes, la joven Lucila ya es Gabriela Mistral antes de la muerte de Romelio Ureta.

Todo este proceso de su relacin pasional y angustiosa con Romelio Ureta lo vive en La Serena o cerca de esta linda ciudad de los campesinos situada en el norte de Chile. Una razn plausible para acrecentar su desdn por lo urbano ya que no le trae el agrado que ella espera.

Lucila Gabriela joven extiende su caminar desde su amado valle a las urbes cercanas y recibe ofrendas trgicas. El bochorno escolar de Vicua, la tonta negacin de su ingreso a la Escuela Normal de La Serena , la trgica determinacin de Romelio Ureta , todos sucesos ocurridos en lo urbano van conformando quizs inconscientemente la percepcin que tiene la joven de lo rural y su antpoda , lo urbano.

Queda un recodo de su juventud que influy enormemente en su quehacer, la joven , muchachita alta , lindas piernas, ojos verdes, sola enfrentarse con el recurrente fantasma de la fealdad. Se crea un ser feo, se evaluaba en un tono carente de atractivo y por lo mismo muchas veces buscaba el infaltable rincn de los solitarios.

Le preocupaba ser considerada

una vieja cascarrabias y fea

fea, fea, toda su vida

haba rehuido el tema.

En el fondo de su ser saba que

no era tan agraciada como las

dems nias de su edad,

as lo sinti muchas veces al mirarse

en el espejuelo del ro Elqui.

(Extrado de la obra: Una vieja cascarrabias y fea que pertenece al autor del presente trabajo).

Estando ya en la cercana de la muerte, como un preliminar anlisis de lo que ha sido, Gabriela vuelve a recrear el tema de la fealdad. Recuerda sus aos juveniles. La fealdad no existe. Ni existi jams en Lucila Gabriela, lo que aprehendi en su sensible alma fue la torpe relacin que mantuvo con sus iguales, especialmente en las urbes cercanas. Es que ella misma era incapaz de comprender la vocacin que traa. Era igual que todos pero tan diferente, diferencia dura y cruel que le asignaba su oficio: ser artista, literata, no es broma alguna.

Sin embargo todo no fue noche oscura en la urbe. Es justo decirlo, ya que Lucila Gabriela , luz adelantada como todas las luces, vivi igualmente estupendas vivencias en las ciudades, supo aquilatar el valor positivo de las urbes, arrinconando tal vez la maldad y la envidia en los hombres.

La urbe le rinde tributo, la descubre y la ensalza. Es ella la que acoge su entrega profesional , y an sin ttulo que atestige su condicin de profesora , le abre las puertas de Liceos de La Serena , Barrancas (cerca de Santiago), Traigun , Antofagasta , Los Andes, hasta llegar a Punta Arenas en calidad de Directora . Ya era una viajera consumada.

Tambin la recibe Temuco y por ltimo... Santiago , la capital chilena, Que vuelo ms prdigo en una dcada de ao!

Por otro lado las veces que puede ... mientras estuvo en provincia viaja a Santiago llegando a una pensin. Dos razones poderosas la empujan , la primera de ellas es su empeo por sacar en la capital el ttulo de profesora que no pudo obtener en La Serena. La segunda razn es literaria , dar a conocer sus escritos, y revistas y/o diarios como Sucesos o Zig-Zag publican sus escritos, trabajos que son considerados sin reservas por la intelectualidad santiaguina.

Es que su poesa remece. Algunos se oponen al vigor a veces tosco de sus versos , los ms aplauden sin reservas.

De esta manera la pensin donde llega Gabriela ya es Gabriela se convierte en un Centro Literario e Intelectual. Es Gabriela foco de estas deliciosas tertulias, son muchos los intelectuales que homenajean y admiran a Gabriela , los mismos que le consiguen nuevos puestos en su carrera pedaggica.

La capital supo tambin ser generosa con la escritora , de eso no cabe la menor duda. All conoci los primeros triunfos literarios y logr cosa fundamental un espacio, el principal espacio, dentro de los veleidosos escritores chilenos del primer cuarto de siglo.

Que Gabriela Mistral utiliz a sabiendas la gravitante posicin de la capital dentro del concierto nacional es asunto fuera de discusin. Lo que s no aceptamos es trasponer una actitud de simple aprovechamiento de la urbe en la visin mistraliana. Ella se vio forzada en su vida a habitar variadas urbes del mundo y su opinin respecto de ellas fue fundamentada.

El basamento de tal fundamentacin obedece a situaciones que atentan a los principales amores de Gabriela: el nio, la madre.

Entre las razones por las cuales

yo no amo las ciudades que son varias

se halla sta: la muy vil infancia

que regalan a los nios la pauprrima ,

la desabrida y tambin canallesca

infancia que en ella tiene

criaturas... Veo despus los nios

sorteando el trafico horrible y los miro

entran en lo ms ceido de la

entraa demonaca de lo urbano.

Lapidaria definicin de lo urbano!

Gabriela ama lo rural porque est ms ligado a Dios, pero lo urbano no lo ama porque s, sino que tiene sobradas razones.

Gabriela Mistral Adulta.

Llega a su pleno desarrollo biolgico-intelectual entre los 20 y los 40 aos de edad; es decir entre 1910 y 1930, entregando el grueso de su obra literaria en dicho lapso.

Ha llegado el momento de dejar Los Andes.

Ya bebi la maestra la suficiente

savia para recorrer otros senderos.

Sus alas ya son fuertes

Para volar hacia la inmortalidad.

Eso es Los Andes para Gabriela Mistral,

un lugar adecuado para fabricar

sus alas. porque ella est predestinada

para volar a sitios tan lejanos,

a alturas imposibles. Ser la gran

mujer americana, la mujer que canta

a los nios del mundo,

cantando a su tierra generosa y amable.

(Extrado del ensayo Los Andes, lugar de alas que le pertenece al autor del presente trabajo).

Ya no tendr tiempo suficiente para los campesinos, convertidos en sus campesinos, lo cual abriga un compromiso personal con Amrica y sus races. Gabriela levanta la bandera de la identidad americana con su particular vehemencia , sin importarle si son los vientos propicios o no.

El vuelo que alza es rapidsimo. En 1921 se eligen sus poemas en la Universidad de Columbia en Nueva York, para un tema central de una conferencia dictada en el Instituto de Las Espaas.

La vigorosa belleza de los poemas y la hondura con que trata temas descuidados por la literatura de la poca llevan a la promocin de la edicin del primer libro de Gabriela: Desolacin.

Es la puerta que se abre a los continentes. El mundo se entera de la fuerza volcnica , ruda, majestuosa y sencilla a la vez que posee el verso mistraliano.

A la edad mtica de los 33 aos la escritora es invitada a Mxico por el Ministro de Educacin Vasconcelos, quien la llama al pas del norte para que colabore en la reforma educacional. Que honor!

A esa fecha (1922) Gabriela era Directora del Liceo N 6 de nias de Santiago, urbe que comenzaba a sacudirse con violencia la modorra de siglos.

La invitacin del Ministro Don Jos Vasconcelos fue una explosin . Gabriela Mistral que en Chile si bien ya era conocida por sus trabajos literarios y ganaba legtimamente un sitio de honor entre los escritores no despertaba entusiasmo alguno en forma masiva. Amn de los 55 poemas suyos aparecidos en los cincos volmenes de los libros de Lectura de Manuel Guzmn que difundieron su nombre entre los escolares de Chile. En Mxico recoge un jbilo indescriptible. El pueblo mexicano se esmera por la escritora que recin palpa que pertenece a Amrica.

Es entonces cuando ampla su concepcin rural y urbana hacia el contexto continental. La definicin adulta de lo urbano y rural la construye con lo americano buceando sobre todo en nuestras races, en la pica historia de un continente en formacin.

As es como entiende a Bartom de las Casas como su hroe preferido dentro del extenso muestrario de hombres sobresalientes de nuestra tierra.

Am al Obispo Las Casas por su indomable defensa del indio verdadero habitante y dueo de nuestros paisajes!

No encuentra Gabriela mejor virtud en los mexicanos que su sencillez tan afecta que se gana el corazn de nuestra poetisa cumpliendo as el sino de los eximios artistas, ya que ellos dejan de pertenecer a su pueblo primario para mirar por las alturas cordilleranas que unen a un nuevo continente.

Es legtimo, sincero y justiciero sealar la tremenda importancia que tuvo el pueblo mexicano en la propuesta potica y humana de Gabriela (por lo dems , poesa es humanidad pura O no?). en un momento oportuno le dio un espaldarazo tan grande que desde all solamente le restaba recorrer el resto del urbe... y recibir el premio Nbel.

Lugar prdigo en asuntos coloniales de la poca de la dominacin espaola , Gabriela no se limit a Mxico, tambin Cuba , El Salvador, Nicaragua , en fin , todas las naciones centroamericanas supieron de su recia figura y de su faz tallada en ruda piedra bajo lneas geomtricas americanas.

Gabriela reparte su amor con generosidad , es que ella se descubre as misma como cantante del neo continente, insiste hasta siempre en la real y urgente necesidad de construir la identidad americana.

Amamos al europeo a pesar de

sus culpas, le guardamos cumplida

gratitud por cuanto nos dio y que es

mucho. Tal vez un da llegue

otra vez en masa a nuestra Amrica ,

como el esquimal hostigado de su

noche larga y venga a sentarse

a nuestro crculo y se ponga por fin,

a entender al indio y justificar

al mestizo. Si en ese da el blanco

encontrase medio enloquecido al

criollo americano, sabr darse

cuenta de que hemos entrado

en fiebre de adoptar lo occidental a

tontas y a locas, con un braceo

de asimiladores atarantados.

Insistencia de una mujer excepcional, clarividente en donde ya otros nos han advertido. Estamos prximos a cumplir los doscientos aos de independencia ; y el pueblo americano an tiene camino por recorrer para llegar a ser una real Amrica , amante de sus ancestros y confiada en sus propias habilidades.

Es aqu, en la estancia de Mxico y alrededores, donde Gabriela explora en nuestro pasado con ahnco y con amor. All estn los indgenas y ella convive con ellos con una magia muy especial.

No est all, subyacente, solamente un amor americano , hay algo ms , es una actitud religiosa por lo rural y lo campesino. Esta explicacin justifica la limpieza con que trata los temas rurales, tan recurrentes en su trabajo.

En definitiva e esta aspecto Gabriela Mistral encarna el individuo medio americano que oscila entre un cristianismo asumido con amor del corazn y el indigenismo heredado indesmentiblemente en muchas manifestaciones de nuestra cultura.

Estimamos que no ha sido estudiado suficientemente en la obra mistraliana el conflicto de lo rural y lo urbano desde el punto de vista religioso. No nos parece prudente, sino una ligereza , el afirmar que Gabriela al sentir el cristianismo hebreo como una vivencia netamente campesina y al palpar idnticamente el indigenismo americano asume una posesin inclaudicable por lo rural en total desmedro de lo urbano.

Anlisis de hechos diversos, de documentos, en fin , un trabajo de investigacin historiogrfica permitiran arrojar ms luces sobre un asunto de suyo trascendente. Lo que s es cierto es que la concepcin dicotmica de lo rural y lo urbano en Gabriela Mistral no es tan simple como un blanco y negro. Diversos matices ahondan la complejidad.

En cuantos pases he andado,

vi siempre que el juego

entre ciudad y campo,

el confluir de lo urbano

con lo rural, la fertilizacin

de uno por otro,

ha hecho las naciones ms sanas,

las ms compactas estables.

Y vi tambin lo contrario:

las falsas unidades en las cuales

el campo se parece lo jorobado

o el manco que vive amargado

de alimentar a sus parientes

vlidos , o sea las ciudades

patronas , engrasadas de ocio.

Pero Mxico tambin ve alejarse aunque slo fsicamente a la vagabunda Gabriela.

En 1924 viaja a Europa en un ciclo de viajes, descansos , escritos, que no cesarn hasta su muerte.

Una vida errante que la hace ir de pas a otro.

Incluso sus mejores bigrafos se confunden. Lo real es que Gabriela se hace ciudadana del mundo como ella misma lo seala en ms de alguna oportunidad.

Su peregrinaje es prdigo. A donde va se escucha su voz lenta, grave y profunda como si saliera del fondo de la tierra americana desgranando palabras que tejen bellas melodas. Ella solamente ella, sabe cantar a su tierra, a los nios, a las madres. Un puado de pases de Europa y Amrica reciben su recia figura, trabaja para la Liga de las Naciones.

Igual cosa hace para la sociedad de las Naciones. Se interesa por los asuntos universitarios, asistiendo como delegada de Chile y Ecuador al Congreso de la Federacin Internacional Universitaria de Madrid.

Percibe la avalladora importancia cultural que est tomando el cine, razn por la cual acepta un puesto en el Consejo Administrativo del Instituto Cinematogrfico Educativo, creado en Roma.

Dicta numerosas conferencias, cursos y charlas, en fin es terriblemente generosa para repartir la semilla de su palabra. Todos los pases la reciben con aprecio y entusiasmo a sabiendas o por intuicin de que la Mistral es la mujer-poetisa de primer orden.

En todas las ciudades que llega duerme como una extranjera , no porque rigurosamente lo sea , sino porque ansa escuchar el silencio de su valle de Elqui , recuperar sus colores, tropezar con su gente, estar en su patria. La patria genuina, las patrias reales son para m esas, el radio entero que cubri mi infancia en valle cordillerano de Chile.

Ms, toda su concepcin de lo rural y lo urbano con firme basamento en su infancia y en su religiosidad va dinamizndose de acuerdo a sus nuevas vivencias, a su madurez adulta. Vive muchos aos en Europa, se deja repletar por su cultura para surgir como la misma Gabriela de siempre, con sus idnticos planteamientos recios hacia la vida, con sus banderas de lucha que lentamente va agregando otras.

Es propio de la madurez adulta agregar la prudencia. Gabriela no escapa a este teorema , pero a veces no se nota , es que su estilo vigoroso tanto en escritura como en su forma de ser no lo abandonar jams.

As , por su eterno amor por los nios y las sufrientes madres, a su amor por nuestra tierra americana , nuestro comn sueo pendiente de emerger, suma su voz por los derechos humanos y su resultado ineludible: la paz , Que la paz sea la soberana verdica de la vida y que el trgico filo del odio guerrero se vuelva sombra , humo y olvido para ser remplazado por el resplandor del afecto humano extendido y florecido para todos.

Su concepto dicotmico sobre lo rural y lo urbano, a veces con apariencia de no soportar lo uno a lo otro, la mayora de las veces buscando el acoplamiento ideal. Se hace ms solidario. Ella ve en todos los indgenas americanos una abierta discrinacin hacia ellos. Gabriela odia esa palabra , no caben en su esquema ni los privilegios ni la discrinacin.

Lo campesino no es tan idealizado como pareciera ser, ella est clara en la situacin real del campo. Sabe mucho de ello , del campo , de su propia cultura , de sus detalles y menudencias.

Dice Gabriela al respecto:

Lo menos que el hombre puede hacer

por la tierra es la distribucin

racional de las aguas, conducir

al elemento maravilloso, en sabia

red de canales. Toda cultura

empieza por la tierra; entre nosotros,

la cultura ha querido

empezar por el bachillerato...

el campesino es hombre primero,

en cualquier pas agrcola;

primero por su nmero,

por su salud , por la noble

calidad de su faena civil ,

sustentadora de poblaciones ,

y el premio principalmente , porque

ha domado el suelo, como el

curtidor de sus pieles, y lo

maneja despus de cien aos

con una dulzura dichosa.

Un manifiesto campesino!

Son sabias, profundas y maduras palabras que engloban el pensamiento mistraliano en referencia a lo rural.

Toda cultura empieza por la tierra, dice Gabriela con tanta simpleza , estando en esa frase escondida toda una lucha de ambiciones emprendidas desde siglos en Amrica Latina.

All, en esa frase. Gabriela llama a la cordura, a volver los ojos a la naturaleza , a la madre-tierra. Que no se pretenda empezar con el bachillerato como pilar de una cultura , es una distorsin que la Mistral visualiza con toda lucidez. En este enfoque, quizs, est el formulario despectivo que la mayora de las veces, la escritora , realiza con respecto a lo urbano.

En su vagabundaje por el orbe, nuestra gran escritora establece residencia temporal en varias grandes ciudades. Es absolutamente necesario. Y absorbe la cultura propia de esas urbes. Pero invariablemente busca acercarse a la naturaleza , respirar aire puro, sentir an el sonido de los pjaros, el olor del pan amasado, pellizcar la uva... ella sigue aferrada a su esquema infantil. Gabriela Mistral tiene la valenta de reconocer pblicamente que el nico tiempo que fue feliz est en la infancia, all en el valle de Elqui , el centro mgico del mundo, dicen algunos.

Lo que creemos es que Gabriela necesitaba de una gran tranquilidad para que su exquisita alma se explayara. Y esto le costaba muchsimo hacerlo en la urbe, por eso si tena que estar, por razones de trabajo, en la gran ciudad, aceptaba la realidad, pero buscaba el campo.

Tena un afn pueblerino,

dira yo, (porque siempre huy

de las grandes ciudades esclavizantes:

Pars lo cambi por Fontaimbleau,

Roma por Npoles, por Portofino, Rapallo)

de tener tertulia corto en casa

y conversar largamente.

(De un artculo de Hctor Fuenzalida, chileno, publicado en Anales, pg.106, ao 1957).

Ignoramos la adjetivacin de Pueblerino, que suena en forma despectiva. Tener deseos de tertulias y huir de las grandes ciudades es natural del hombre que naci libre y dueo de un gran espacio, no es propio de l encerrarse en un conglomerado de cemento, y si lo es, entonces muchas, muchsimas personas debieran recibir esa adjetivacin.

Por fin comprende el Gobierno chileno que ilustre poetisa representa al pas en el orbe como nadie. Todos los lugares que reciben a Gabriela lo hacen con esplendidez acotando luego su pas natal , Chile.

Aunque tambin se la conoce como la poetisa de Amrica , frase que ella acepta con encanto, cmo quisiera Gabriela contar con pasaporte que indique su calidad de ciudadana americana.

En 1932 es nombrada Cnsul Particular de Libre Eleccin culminando as una lucha sostenida por aos en Chile por partidarios resueltos de sus ideales, cosa que ella jams pidi por dignidad de mujer.

Ejercer su cargo consular primero en Europa (Italia, Portugal, Espaa) para trasladarse enseguida a Amrica, estando en varios pases, de los cuales destaca Brasil por su larga estada all, y por la muerte de Yin (Juan Miguel) su sobrino al cual ella llamaba Hijo adoptivo.

Este suceso ocurrido en 1943, contando Gabriela Mistral a la fecha 54 aos de edad , marca el comienzo de su decadencia fsica, su alma forjada entre tantas dificultades gravsimas se deteriora tambin con la trgica muerte. Su alma tan sensible y atenta a la recepcin de tantos nubarrones negros que la rodean en numerosas veces se esfuerza por superar la inestable perdida de Yin , pero nunca lo logra. Despus de aquella cada, nunca he vuelto bien a la tierra y slo me qued un alivio, a travs de los aos.

La recia mujer que todo lo ha soportado en su dura vida ahora se encuentra indefensa y confusa y esto lo hace mirar como cercano al fin de su vida. Pareca ser que a los 54 aos y producto de esta irremediable perdida Gabriela Mistral entra en la vejez, la ltima etapa en el transito terrenal.

Ahora no me queda sino una hermana

tendida , postrada y con setenta y dos aos.

Nunca la poesa fue para mi algo tan fuerte

como la que me reemplace a este nio, de

mozo y de viejo, que nunca se me quedaba

atrs en ella. Otro no me puede encandilar

como l... yo vivo mejor que nunca en la

incertidumbre de la vida eterna y un pensamiento

nico me aplaca y me pone a dormir

cada noche; el que yo iba a dejarlo pronto

y a vivir sola mi trasmundo con l en poco

tiempo, a corto plazo.

Es indudable que Gabriela queda desbordada por la angustia de perder a Yin - Juan Miguel en Brasil. Irrumpen miles de recuerdos en su cerebro y se le hace tan difcil vivir sin el joven que adoptara. Petrpolis, Brasil , es el escenario de la tragedia... una vez ms la urbe golpea a Gabriela. Son muchas las fbulas que se han tejido alrededor de la muerte de Yin , la verdad queda escondida en un montn de tonteras.

Gabriela a partir de ese instante debe realizar an algunos tramites, sobreponerse al dolor aunque sin dejar de sentirlo, vivir la gran llegada del premio Nbel, volver a su patria , pero ella intuye que su final se acerca a pasos agigantados.

Pero falta una pieza para el puzzle mistraliano de la edad adulta: Tala.

A los treinta y tres aos Gabriela Mistral sorprende al mundo con Desolacin . Ahora a los cuarenta y nueve aos , diecisis aos despus, confunde a sus seguidores y retractores porque los tuvo y especialmente en Chile, su pas natal con su segundo libro: Tala.

Es cierto que entremedio haba publicado otro libro pero eran senderos que bifurcaban en otras temticas mistralianas: Ternura, pequeo tesoro de poemas para nios que ayer, hoy y maana se cantan en las escuelas americanas, en forma preferente; Nubes blancas y Breve descripcin de Chile.

Tala se publica en Buenos Aires, Argentina, en la Editorial Sur de la escritora argentina Victoria Ocampo. La confusin es ese ao , 1938, fue debido fundamentalmente a que los rboles no dejan ver el bosque. Esta afirmacin la hacemos, claro est, despus de ms de medio siglo del magno suceso.

Se esperaba algo similar a Desolacin, o que Tala siguiera la lnea de ste. No se midi la madurez que haba ganado Gabriela , los nuevos temas que haba asignado sin reservas a su planteamiento, ni siquiera se dieron cuenta que Gabriela haba extendido su pequeo valle de Elqui a un largo continente americano. Por ende, significaba que pona a lo rural y a lo urbano tambin tena ribetes diferentes, aunque quizs la mdula era la misma.

Tala no tiene por supuesto el ardor, la violencia , el estallido de sus versos.

No obstante, su valenta est vigente, se atreva a escribir sobre nuestra herencia continental , acua para s el americanismo, se asocia a la cordillera , se declara pariente ntimo de la naturaleza , conversa con ella. Y mandado le tengo al ro / que es agua mala , de conjura / que le conozca y no le ahogue / cuando le cruce embocadura / y en adems de espuma viva / el ro malo me lo jura.

Ms tarde, lo que ella iniciara en Tala, con su magia y la conjuncin del espaol y el indgena, con la religiosidad nica , hbrida de las dos culturas madres, ser llamado realismo mgico, siendo Gabriela Garca Mrquez el colombiano, quien llevar esta visin continental a su mxima expresin en Cien aos de soledad, lo que le vali acceder tambin al mximo galardn mundial de la literatura. (Gabriela-Gabriel-Amrica).

En efecto Gabriela propone en Tala una literatura nueva , mezcla de realismo y magia , porque no evala la religiosidad indgena sino que la nuestra tal como es: mgica y misteriosa , subyacente en el precioso paisaje que contiene Amrica.

Es admirable, genial , como Gabriela abre rutas y se anticipa a la medicin temporal. Ella tiene todas las posibilidades de buscar nuevos surcos en las urbes por las cuales debe transitar, los temas urbanos estn all y son recogidos con entusiasmo por sus pares literarios. Ms, se niega y se hunde ms de su temtica porque ya no le basta cantar a su Amado valle de Elqui, sino que escarba en la historia de nuestros pueblos indgenas y deja un testimonio fundacional de nuestro continente americano.

Su ms serio intento en Tala es la intencin de pertenecer a la cultura autctona americana , desea elevar como un permanente arco-iris la identidad propia de nuestra tierra , por y para ello delimita con claridad que esta nuestra identidad tiene sus races en todo lo rural. Lo rural es el medio ambiente en el cual respira Amrica.

Gabriela pide todo. Es americanismo total y ofrece su ejemplo como luz de estrella nueva.

En su poema Himno al Sol, dice al final:

Hazme la sangre y las leches

y los tutanos y los llantos.

Mis sudores y mis heridas

scame en lomos y en costados.

Y otra vez ntegra incorprame

a los coros que te danzaron

los coros mgicos mecidos

sobre Palenque y Tiahuanaco

gente quechuas y gente mayas

te juramos lo que jurbamos.

De ti rodamos hacia el tiempo

y subiremos a tu regazo:

de ti camos en grumos de oro,

en velln de oro desgastado.

Y a ti entraremos rectamente,

Segn dijeron Incas Magos.

Como racimos al lagar

volveremos los que bajamos,

como el cardumen de oro sube

a flor de mar arrebatado

y van las grandes anacondas

subiendo al silbo del llamado!

Seguramente que desde el primitivismo heroico que se propone en la temtica de Tala, no hay lugar para los asuntos urbanos. Amrica es rural! La ltima edad en Gabriela Mistral La vejez es relativa. No hay novedad alguna siempre que se utilicen criterios definidos.

Para el estudio que hacemos de Gabriela Mistral y su concepcin dicotmica de lo rural y lo urbano hemos indagado en las proposiciones de los bigrafos mistralianos y se ha usado una metodologa de divisin temporal de acuerdo a estas indagaciones. Causa de esto es que ubicamos la prdida de Yin (Juan Miguel), su hijo adoptivo, sobrino real, como el inicio de su vejez con cincuenta y cuatro aos de edad.

Cuidado con los estereotipos!

Fcilmente se podra rebatir esta postura diciendo que a los cincuenta y cuatro aos de edad se dista mucho de la vejez. Ms , ya lo dijimos, la vejez es relativa. Los patrones indicativos de hoy no son los mismos que los de hace cuarenta o cincuenta aos atrs.

Por otra parte con Gabriela Mistral se hace preciso buscar una normativa especial. Recordemos, una vez ms, que la extraordinaria poetisa posea un alma exquisita hipersensible que debi someterse a duros rigores de la vida. Prueba de ello es que a los treinta aos ya pintaba canas.

Con Yin en su casa de Petrpolis, Brasil, Gabriela ya est enferma, su corazn le produce molestias, sus nervios no son los mismos de antes, en fin, es lcito para el autor delimitar la muerte del joven como el inicio de la ltima edad de la poetisa americana.

Bastante se ha escrito como se movieron diferentes documentos diplomticos y/o polticos para que la academia Sueca entregara el premio Nbel a Gabriela , la hija de Amrica.

En 1943 muere su hijo adoptivo, dos aos despus Gabriela Mistral ingresa a la galera de los famosos del mundo literario.

El Rey Gustavo de Suecia le hace entrega del codiciado premio Nbel de Literatura.

Fueron suficiente esos dos aos de distancia que la llevaron del quebranto emocional a la cspide de la fama?

Tal parece que no. Lo ocurrido en Petrpolis, con su dosis de misterios y hasta ritos ancestrales africanos rodeando al joven indeciso, deja a Gabriela a oscuras. Son das que cuenta pensar, ese grato ejercicio de pensar, das grises que desfilan inclementes unos tras otros.

Estaba sola en Petrpolis,

en mi cuarto de hotel, escuchando

en la radio las noticias de Palestina.

Despus de breve pausa en la

emisora se hizo el anuncio

que me aturdi y que no

esperaba. Ca de rodillas

frente al crucifijo de mi madre que

siempre me acompaa,

y baada en lgrimas or:

Jesucristo haz merecedora

de tan alto laudo a esta

humilde hija! Pero en esa

poca viva la espantosa

tragedia de mi Yin y

estaba al margen de la

vida. Todo me era indiferente,

an eso.

As , vestida con ste y otros dolores, la magnifica Gabriela se embarca rumbo a Suecia a recibir su premio. Amrica est anonadada , pasarn meses y aos para entender la grandeza intelectual que haba en la artista elquina.

Viaja en el vapor sueco llamado Ecuador. El 12 de Diciembre, fecha de fiesta de Amrica , Gabriela Mistral recibe el merecido galardn , a la cuenta con cincuenta y seis aos de edad.

Seora Gabriela Mistral:

habis hecho un viaje demasiado

largo para un discurso tan corto.

En el espacio de algunos minutos

he contado, con un cuento, a los compatriotas

de Salma Lagerloff, la extraordinaria

peregrinacin que habis realizado

para pasar de la ctedra de maestra

de escuela al trono de la poesa.

Para rendir homenaje a la rica literatura

iberoamericana es hoy que nos

dirigimos muy especialmente a su

Reina , la poetisa de Desolacin,

que se ha convertido en la

grande contadora de la misericordia

y de la maternidad.

Del discurso de Hjalmar Gullberg, con motivo de la entrega del premio Nbel.

Maestra de escuela! Reina de la poesa!

Tan lejanos el uno con el otro, pero tan cercano al mismo tiempo.Qu maestra de escuela rural no es una poetisa que juega cotidianamente con la maravilla del mundo de las letras, con el misterio de los nmeros? Acaso su oficio no se llama creatividad?

Se le reconoce su calidad rural porque ella jams lo abandon ni lo call, al revs lo public en sus versos, lo grab en las nubes. Soy una humilde maestra rural.Es un orgullo que lleva en todo su cuerpo y en todo detalle que conforme su universo y , aunque an es temprano para un anlisis final, digamos que lo lamentable es que su ejemplo, la sugerencia de su camino no ha sido seguido. Amrica Latina sigue tratando indiferentemente por decir lo menos al maestro rural , l cual no desaprovecha oportunidad de conseguirse un puesto mejor en cualquier ciudad cercana , es que la urbe atrae como un imn.

Gabriela Mistral, dignidad de mujer americana, responde en Suecia:

Hoy Suecia se vuelve hacia

la lejana Amrica Ibera para honrarla

en uno de los muchos trabajadores

de su cultura. El espritu universalista

de Alfredo Nbel estara contento

de incluir en el radio de su obra

protectora de la vida cultural

al hemisferio Sur del continente

americano tan poco y tan mal

conocido...

Por una venturanza que me sobrepasa,

soy en este momento la voz directa

de los poetas de mi raza y la

indirecta de las muy nobles

lenguas espaolas y portuguesas.

Ambas se alegran de haber sido

invitadas al convivio de la vida

nrdica, toda ella asistida

por su folklore y su poesa

milenarios...

Chile guardar la generosidad

vuestra entre sus memorias

ms puras.

Generosidad! Como si premiar al nuevo continente, galardonar la obra maciza de una mujer, que ofrece nuevos rumbos en su estilo fuese una generosidad.

Gabriela recibe el mximo galardn mundial con la humildad adquirida en Elqui y no extraviada durante su extenso camino. Humildad enhebrada a la sencillez directa aprendida en su vida rural , cualidad propia de los campesinos que tanto ama la poetisa.

En suma , la Academia sueca y el mundo todo se encandila con la avejentada mujer humilde y sencilla, pero poseedora de una inteligencia excepcional a la cual admiraron y rindieron homenaje hombres del pensamiento mundial tales como Miguel de Unamuno (espaol) o Giovanni Papini (italiano).

Gabriela exhibe con majestuosidad de reina su porte rural , campesino, de pueblo, se declara portavoz de la Amrica indgena.

El premio Nbel de Literatura significa mucho para Gabriela Mistral en cuanto al reconocimiento de su trabajo, al reconocimiento de su estatura moral y religiosa que invoca a travs de sus versos. Ella llora cuando sabe la noticia , en Petrpolis, y le pide a Jesucristo le haga merecedora de tal estmulo. Reconoce que la muerte de Yin le sobrecoge el corazn.

Ms, para el neo continente el premio Nbel es un hecho histrico y cultural de inmensa trascendencia , ya dejamos de ser slo una cultura que slo copia lo que hace Europa, por fin tenemos una propuesta artstica propia , nacida de nuestras profundas races americanas. O sea , con el premio Nbel de Gabriela atisbamos que la identidad continental existe, que es preciso trabajar por ella , que nuestras races historias y leyendas son ricas en experiencias vitales.

Externamente a Amrica , Gabriela es el cordn dorado que une a este continente con Europa. Su faena literal es til para que los hombres de este planeta tuvieran mayores conocimientos de un continente muy lejano en segundo plano.

Especialmente Europa visualiza con la irrupcin de Gabriela Mistral en la galera de los premios Nbel la vigorosa emergencia de un continente nuevo.

La fuerza telrica , volcnica que entrega la insigne poetisa en su obra es similar a la gestacin de la identidad americana que tanto ha costado y que se hace necesario saldar esa deuda pendiente ahora que nos aprestamos a celebrar los quinientos aos del cubrimiento de Amrica y su co-empresa religiosa que fue la cristianizacin.

Con el dinero recibido por el premio Nbel , Gabriela se compra una casa en E. E .U. U. Primero Los ngeles y luego Santa Brbara reciben a la Mistral. Por supuesto que conforme a su tradicin vive en las afueras de la urbe, en aquellos lugares donde an puede sentir y palpar lo rural, pero que al mismo tiempo le es fcil llegar a la ciudad.

Intelectualmente conserva todas sus facultades: silenciosa , escuchante, analtica , observadora , aguda , pensadora , ahora se interesa por lo global de su patria americana , es la madurez que solamente los que han vivido toda una vida adquieren , tambin la atraen , con mayor intensidad que antes , los grandes temas del hombre terrestre: los derechos humanos y la paz , fundamentos de la existencia.

La paz , esa palabra maldita, que nada cuesta pronunciar, pero que tan difcil es conseguir, aprendi Gabriela a desearla para todos los pueblos en su vagabundaje con la vieja Europa herida por la Primera Guerra Mundial. En especial, Gabriela, sufri mucho por la Guerra Civil Espaola, pas que am mucho por lo que es Espaa para lo americanos.

All, en Europa , Gabriela comprende lo insensato y demonaco que es la guerra. En su esfuerzo por aliviar a los nios de la guerra civil espaola , en 1938 destina el producto de la edicin de Tala a los nios espaoles hurfanos.

En 1955 Gabriela Mistral sube al podium de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Qu gran homenaje para una humilde maestra rural!

All se leen sus palabras sobre los derechos humanos:

Hace ocho aos dos palabras

bajaron hacia las multitudes

de varias naciones y de millones

de hombres , y son esas palabras

las que celebramos hoy

en la forma de los derechos humanos.

Muchas patrias ya conocan

esta honra , pero no eran todas

las criaturas quienes gozaban

de estos derechos , este da

lleg por fin hace ocho aos

y lo celebramos como un

nacimiento pascual.

No era pocos los que

dudaron de que la libertad

acarrease bienestar a los pueblos

retardados y ellos mismos

haban rehusado a hombres

y mujeres esta gracia

tan justiciera.

As Gabriela expone su pensamiento en los ltimos aos de su vida , casi como un testamento, ms que literario, profundamente humano. Ya no basta con su planteamiento regional o continental, su voz se hace universal para defender al hombre. Ella propone y desea el bienestar de los pueblos. Quizs tengamos que volver a su adquisicin infantil primario en el sentido prioritario de la vida rural en el valle de Elqui. All estn los hombres con su manera tan peculiar de comprender la propiedad de la tierra. Costumbres antiqusimas imperaban en Elqui , no exista el duro pensamiento de poder, de aduearse y enseorearse de la propiedad. Lo mo y el tuyo eran relativos.

Recuerda con gusto Gabriela las ocasiones en que, siendo pequea , su madre la mandaba a buscar frutos sin preocuparse de quien era la propiedad. Esa concepcin de la propiedad significa al hombre en conjuncin a la descripcin que ella hace del valle:

Y esto que es el valle del Elqui, tan pequeo, puede llegar a amarse como lo perfecto. Tiene perfectas todas las cosas que los hombres pueden pedir a una tierra para vivir en ella: la luz, el agua , el vino, los frutos, sta es mi religin , y lo digo con particular mimo, porque soy como ustedes, una religin.

Su mensaje tan ntimo y personal se hace de veraz universal. Su experiencia la desea para el bienestar de los pueblos, comprende que el bienestar de los pueblos pasa ineludible por la dignidad del ser humano. Por eso clama por los derechos humanos en 1955, hace ms de un cuarto de siglo, cuando la lucha por la igualdad en los derechos humanos an no era madura ... ni se usaba como instrumento de persuasin poltica o econmica.

Gabriela viene a Chile.

Por fin, Que paradoja! La formidable poetisa receptora de los premios ms importantes del orbe, Doctor Honoris Causa de varias universidades de la civilizacin occidental, viene a su tierra natal.

No fue fcil la empresa de traerla. Intereses polticos o artsticos dificultaban el reencuentro de Gabriela con su tierra natal, o quizs distorsiones, graves distorsiones, ya que si bien sabemos que Gabriela Mistral tuvo detractores fueron muy pocos.

Dificult bastante la decisin final su precario estado de salud, Una enfermedad se cuida y Chile no sacar nada de que yo llegue all y no acepte el chorro de invitaciones, le cuenta la poetisa , ya muy enferma y agotada , a su amiga Matilde Ladrn de Guevara , una de las incansables gestoras de su venida a Chile en 1954.

Gabriela aplaza el viaje en la primera ocasin , desea recolectar, reunir energas para venir a Chile y tener la fortaleza de tantas invitaciones y recorrer el pas de arriba abajo.

El pueblo aguarda. Es como un mgico cuento infantil. El pueblo educado en las escuelas pblicas bajo las suaves ondulaciones de los poemas de Gabriela sabe que sta vendr a ellos.

A pesar de tener dificultades con el presidente de la poca, General Carlos Ibez del Campo, al fin acepta la invitacin Intuye ya que su alma exquisita que tanta creacin haba entregado al mundo ya se apagaba?

Una vez ms sorprende Gabriela con su decisin que se aquilatar solamente con el paso del tiempo. Quizs ella , la invitada, fue la nica persona que visualiz la importancia de su visita a Chile, era como un deber sagrado que cumplir.

As vino.

Enferma , con su voluntad disminuida, avejentada en el juego de los sufrimientos, Gabriela viene como una reina Todas bamos a ser reinas de cuatro reinos sobre el mar.

Se muestra magnifica , clida , aunque a veces ausente como fue su personalidad reconcentrada en su pensamiento. Soporta con entusiasmo y con cara de alegra su paso por el pueblo, vuelve a Montegrande, su hermossimo y humilde pueblecito apostado a un lado del valle Elqui, Gabriela circula entre un mar de banderas y manos alzadas, todo el pueblo se vuelca a las calles, quiere tocarla , hablarle, mirarla , es que ella encarna una leyenda viviente... y como tal acta.

En vez de la primera cuadra

de calles Nataniel, la avenida

Providencia, muy al oriente,

un vasto Chalet entre jardines

y los apellidos ms resonantes

de la sociedad aristocrtica.

Relata Alone, el flaco y altivo crtico, gran amigo de Gabriela. La poetisa acepta todo con resignacin y con esa dote de ser excepcional que la ilumina como un ngel que debe volver pronto al cielo.

Va a la Universidad de Chile a recibir un homenaje ms del mundo cultural-intelectual de Chile.

All consulta sobre la suerte del campesino. No habla de su premio Nbel , ni siquiera habla sobre su arte en general. Ella est inquieta por los campesinos, teme que la urbe aumente la distancia que desgraciadamente existe con lo rural.

Gabriela- mujer , Gabriela-anciana , su madurez universal le permiten pedir la tierra para el hombre que la trabaja , muchos tratan de justificar la solicitud considerndola fuera de esquema. Fuera de lugar! Si Gabriela naci amando lo rural , a los campesinos. Son innumerables las veces en que haba abogado por la incorporacin de la poblacin rural al desarrollo econmico y total de cualquier pas. Innumerables veces expuso su pensamiento sobre la propiedad , basndose en la manera de manejar el concepto en Elqui.

Anteriormente haba dicho conceptos de amplia defensa de los campesinos.

En Chile el campesino emigra hacia

las ciudades, cansado de su

salario de uno o dos pesos,

cansado de las aldeas sin

mdico, con maestros malos y

sin habitacin humana; en esta

provincia Coquimbo se emigra,

adems por la sequa.

En otra oportunidad, la extraordinaria visionaria afirm, tajantemente, que:

No crece la provincia de calidad,

sobre todo en momentos de angustia.

Lo peor que puede hacerse con

nuestra gente es acostumbrarla

a la beneficencia, envilecerla

con la limosna anual, la raza

es todava digna y no se lo merece...

Del agro viene una especie

de cdigo natural de economa,

y los pueblos agrarios son

pueblos morales por sensatez...

La provincia que pueda volverse

Agrcola, como Aconcagua, como su valle

de Elqui, donde no hay hambre, porque

existe el agua, el hambre no es perezoso

y el suelo sea dividido. Nos

hara bien la ley que castigando

con el impuesto ms fuerte la

tierra balda, obligue al hacendado

a cultivar o a vender el

fundo en pequeos predios.

He aqu lo testamentario de lo rural que deja Gabriela , y con ello la enseanza transmite lo urbano. Gabriela siempre pens que las urbes destacan por sus vicios , siendo stas productos del ocio , de la ausencia de trabajo. Por eso ella propone que cuando existe agua (elemento natural)el hombre no es perezoso (se dignifica).

Palpa dolorosamente la emigracin campesina a la ciudad donde no tendr acceso a un trabajo que le sea grato (si es que encuentra trabajo), lugar donde estar totalmente desarraigado, solitario, en penumbras, expuesto y proclive a diversos vicios.

Pero, ella tambin se da cuenta del estado de su campo. No es, como se podra decir, inferior, la potica descripcin que hace de su Amado valle. Las aldeas campesinas no tienen el apoyo que se merecen como personas, las urbes dejan de lado las aldeas rurales.

A continuacin , el ideario de Gabriela enfoca directamente hacia la dignidad humana que bien puede aplicarse tanto a lo rural como lo urbano: no se debe acostumbrar a la gente a la beneficencia , Envilecida con la limosna. No se trata de entregarle limosna al necesitado, eso es rebajarlo, hundirlo, se trata de que pueda acceder a la tierra , al trabajo.

El fundamento de Gabriela sobre lo rural ahora , al final de su vida , se refiere a la tenencia de la tierra y a su produccin. Ella propone claramente que la tierra sea trabajada y de no hacerlo el dueo sea multado. No puede aceptar que una tierra generosa y vital sea despreciada.

Su proposicin no es nada ms que nacional , es americana. Desea que todos los campesinos de Amrica sean reinvidicados en su relacin con la tierra , porque ella es la madre tierra que da el alimento, el sustento, y el campesino es quien lo extrae.

Su voz se escuch en Amrica.

De eso no hay duda , pero el mensaje ha tardado en calar profundo. Y eso es natural , ya que Gabriela es una adelantada , es de esos espritus que tardan en ser comprendidos porque su magnificencia consiste precisamente en ver donde los otros an no ven , o no quieren ver.

El apotesico regreso de Gabriela Mistral a Chile en s es un poema monumental. Est dolorida , su enfermedad la arrastra a la etapa terminal de su vida , sus nervios se encuentran destrozados, ms la recia mujer que encarnara el indigenismo americano , Carne de piedra que soamos, conjuga armoniosamente con la gente humilde el verbo amar, es un reencuentro antes de la venida final, en un negro febrero. Algunos tuvieron la sensacin que Gabriela , como si fuese una estupenda herona representaba un magnifico papel en un escenario inmenso, el paisaje de Chile. Alguien dijo que su venida fue algo as como El ensayo general de sus funerales (Benavente).

Recordemos que solamente tres aos antes de su venida Chile repara, aunque tardsimo, algo de su error con la maestra americana: se le concede, en 1951, el premio Nacional de Literatura.

Seis aos despus del Nbel!

Tanto tiempo para reconocer el talento de Gabriela , la maciza obra de la poetisa y sobre todo su esplndido trabajo de difusin universal de su pas, Chile.

Con toda seguridad que muchos europeos se enteraron por intermedio de la atrayente poesa mistraliana de la existencia de Chile. Y ms an , muchos tambin a travs de la potica obra de Gabriela supieron que Amrica era mucho ms que bananas y misterios, Amrica peda y obtena un lugar de justicia en el concierto de la cultura mundial. Gabriela es bandera , el iceberg de un tremendo impulso cultural que bulle en el continente.

Gabriela sabe de la asignacin del premio Nacional de Literatura por su amiga Matilde Ladrn de Guevara. Le escribe y le dice:

Estoy abrumada de su corresponsala

moral, o mejor dicho, con resucitarme

all, dentro de Chile, con una operacin,

o varias operaciones que ni alcanzo

a entender, Tan lejos de m vive,

por su propia voluntad, toda mi gente!

Tengo que decirle esto dentro de la

mayor emocin y confusin por

sus gestiones... Eso del premio Nacional

con quinientos mil me parece mal...

muy mal. Es ofender a los que

tuvieron premios modestos, pardos

e insuficiente.

Se repara el error, pero el olvido queda escrito en la historia literaria del pas.

Qu ms se puede decir de esta lamentable postergacin? Que si bien fue posterior , Gabriela Mistral era merecidsima al premio Nacional de Literatura. Eso no cabe duda. Las intrigas propias de una sociedad mediocre que duerme en el subdesarrollo sobre todo intelectual se superaron y eso deriv en una demostracin de entereza y afecto del pas.

En su triunfal venida a Chile, Gabriela desea traer algo ms que su sonrisa doliente. Quiere compartir con su tierra natal la felicidad de publicar en Chile. Es por eso que entrega a la Editora Pacfico los originales de su ltimo libro: Lagar. Que bello nombre para un conjunto de poemas!

Que irona! En las postrimeras de su vida, por primera vez se va a publicar inicialmente en su pas de origen un libro suyo.

Lagar, palabra de campo, ruralidad sin medida. En su ltima obra cumbre y como todas, diferente . No es la misma voz de Tala, ni es Desolacin. La obra mistraliana- parodiando al lector sueco que leyera un discurso con ocasin de la entrega del premio Nbel es un conjunto de cumbres de su propia cordillera. Maciza, alta, izada al cielo por fuera. Fuego interior, fuerza volcnica , por dentro.

Lagar, le trae indignacin a Gabriela. Ella entrega un conjunto de poemas de los cuales la editorial publica una seleccin.

Gabriela se siente estigmatizada, piensa que dejaron de lado otros poemas por ser considerados inferior en calidad artstica.

Nuevamente Gabriela se siente agredida por la urbe, no lo puede evitar. Por toda su vida literaria ha recibido arteros ataques desde la ciudad, algunas veces con todo el propsito como el caso de un mentado crtico literario. Chile es el que menos me conoce, se quej alguna vez la poetisa refirindose a la dureza (e ignorancia en muchas ocasiones) con que era tratada otras veces los ataques fueron aparentes, o no lo fueron (como el caso de la edicin de Lagar) pero el sensible espritu de Gabriela lo tom afrenta.

Quizs Gabriela Mistral jams se acostumbr a vivir en las urbes. Su extraordinario amor por lo rural se lo impeda. Quizs si fuera feliz ms de alguna vez en las grandes urbes. Son todas suposiciones que se hacen sobre la magistral poetisa. Lo que es s evidente fue su enorme preferencia por lo rural , buscado el nexo que idealizar la unin de esto con lo urbano.

Regresa a EE.UU.

Sus ojos cansados, gozoso de tanto calor chileno, sus odos repletos de sonidos de su tierra , con su enfermedad galopante decayndola ms y ms.

Proyecta su Lagar II , con lo no publicado y otros agregados, pero la muerte la sorprende y el trabajo queda all, esperando que una mano prdiga la recabe.

Hinco mi corazn para que entre

como cascada ardiente al universo.

El nuevo da llega y su llegada

me deja sin aliento.

Canto como la gruta que es colmada

canto mi da nuevo.

Por la gente perdida y recobrada

humilde soy sin dar y recibiendo

hasta que la Gorgona de la noche

va, derrotada, huyendo.

Es su poema Amanecer publicado en Lagar. Gabriela intuye su entrega al universo, se va apagando, muriendo en su cuerpo. Por eso en su canto canta. Cada da nuevo, como si ese da estuviese ms all.

La inmortalidad de Gabriela.

Siendo las 4:10 horas del da 10 de Enero de 1957 con sus 68 aos a la fecha fallece Gabriela Mistral. Muere en EE.UU.; en el Hospital General de Hampstead, Nueva York.

Fue una larga enfermedad que finalmente la derrot en este penoso transitar por la vida. Amrica se conmociona y el estupor recorre sus selvas, desiertos y cordilleras, a pesar que se esperaba su deceso de un momento a otro, su partida fue inesperada. Como todas las muertes que jams son planificadas, siempre imprevistas.

Vivi todos los aos que tena que vivir, a lo mejor pudieron ser ms, pero su compleja vida la desgast. Gabriela tuvo el coraje de enfrentar situaciones que nadie lo haba hecho. Su personalidad no era difcil, al contrario de lo que muchos dijeron , fue siempre notablemente sencilla , ruda por su forma de ser, pero con un corazn encantador.

Su maltratado corazn debi soportar muchas tragedias y sucesos duros. Podra decirse que siempre viaj cuesta arriba: fue profesora sin ttulo, poetisa adelantada, mujer que exige respeto a su condicin , provinciana , habitante rural por excelencia , Allegada a las grandes urbes, en fin , una personalidad fuera de lo comn , una Desgastada como sola autodefinirse ella.

Pobres poetas a quienes la vida y la muerte

persiguieron con la misma tenacidad sombra

y luego son cubiertos por impasible pompa,

entregados al rito y al diente funerario.

Ellos oscuros como piedrecitas ahora

detrs de los caballos arrogantes, tendidos

van, gobernados al fin por los intrusos,

entre los edecanes, a dormir sin silencio.

Antes y ya seguros de que est muerto el muerto

Hacen de las exequias un festn miserable

Con pavos, puercos y otros oradores.

Acecharon su muerte y entonces la ofendieron:

Slo porque su boca est cerrada

Y ya no puede contestar su canto.

(Pablo Neruda. Poema dedicado a Gabriela Mistral).

Canto lgubre y enojoso de Pablo Neruda, quin ms tarde en dcada del setenta subiera al trono del premio Nbel tambin.

Pablo, igualmente excelsa sensibilidad, capt con amargura los rituales del funeral de Gabriela. Ella pidi que la trajeran a Chile, a Montegrande. De la tierra nac y a la tierra volver.

Por fin se cumplira la largusima jornada que le correspondi a Gabriela , y el circulo se cerraba. Su paisaje de Elqui cantando a los cuatro puntos cardinales fue el centro de su mundo (de all nace su concepto dicotmico sobre lo rural y lo urbano). Elqui fue el centro mgico del mundo, la creacin de la creadora , desde all se dirigi por distintos senderos que bifurcan; se transform al igual que su padre en una eterna vagabunda , una desterrada de su propia tierra semejaban sus suspiros , ms , ella misma jams se alej de all, no hubo momento alguno que no tuviera a Elqui en sus retinas y en sus pensares. Por supuesto que era lgica su vuelta final a su Amado valle.

Todo el mundo sacudi su letargo para expresar sus condolencias a Chile que estaba de duelo, aunque a decir verdad Amrica Latina toda sollozaba.

Llegaron condolencias de EE.UU.: Rusia, India, Secretara General de las N.U; El Consejo de la O.E.A; Universidades, en fin, en muchos lugares del orbe humildes establecimientos educacionales le agregaron el nombre de Gabriela Mistral.

El avin se pos silenciosamente en Santiago. Un fro que entumece los huesos rodeaba a los presentes. La autoridad de la poca con toda esa tristeza apropiada para la ocasin recibi los restos de Gabriela. Fue un recibimiento Oficial para la humilde maestra que reparti sabidura por todo el orbe. Quizs hubiese sido ms adecuado haberla esperado con un gigantesco coro de nios danzando alrededor. Dame la mano y danzaremos, dame la mano y me amars. Como una sola flor seremos, como una flor, y nada ms, pero la tradicin empuja en estas ocasiones, especialmente cuando de muerte se trata.

Los escritores, sus compaeros de letras Dnde estaban? Quisieron acompaarla en su responso pero fueron desbordados por la burocracia... y por el pueblo.

Fueron millones los humildes labriegos que vinieron de muy lejos a ofrendar su presencia a Gabriela. La imagen de un pueblo que no sabe de diferencias odiosas polticas o intelectuales estuvo a su lado agradeciendo a quien fue una de ellos y lo propag con orgullo indisimulado. Es que Gabriela instal sus races en medio del pueblo que se volc a las calles de Santiago a darle el ltimo adis.

Bienaventurados aquellos por quienes

lloran los pobres cuando mueren,

porque estas lgrimas de la

multitud, que no nacen del

vnculo de la carne y de la sangre,

ni de la memoria de

servicios y gratitudes,

son la seal de la misteriosa

filiacin en que los pueblos

se reconocen en sus cantos

y en sus hroes.

As habl Radomiro Tomic en un discurso pronunciado por cadena nacional de radio con motivo de los funerales de la gran Gabriela Mistral.

No hay duda alguna que Gabriela ms all de lo rural y lo urbano, sus preferencias por lo uno y sus aprehensiones por lo otro, se identific con el pueblo humilde y desinteresado a tal punto que en l fundi su imagen tallada en piedra , su sonrisa dolorosa. Su imagen es hoy en Chile y Latinoamrica una imagen popular. Sus poemas se desgranan al viento en una y otra generacin , tal vez el tiempo ha pulido el dolor cultivado en tantos azares de la vida , pero su voz se trasmite en cada voz de un nio que en cada maana de alguna humilde escuela rural alza su figura para recitar simplemente: La maestra era pura, Los suaves hortelanos, deca, De este predio, que es predio de Jess, han de conservar puros los ojos y las manos, guardar claros sus leos, para dar clara luz.

Es hora de la vuelta.

El ciclo se completa como el viento en las quebradas. Aunque siempre ser Gabriela, vuelve a su reseca tierra nortina Lucila la nia de las trenzas largas. Su gran amiga y secretaria por muchos aos, Laura Rodig aade: Ah estn ahora , ella y su Montegrande abrazados, su tierra la tiene en silencio como el de la entraa que guarda la semilla. Ah una de sus piedras sealando el gran escenario de su historia, marco cabal para su realidad y su leyenda.

Cunto conocimiento de lo mistraliano irradian estas breves palabras! Lucila da una vuelta completa por el universo vestida de Gabriela , pero al final del recorrido vuelve a recogerse en su tierra y con ella mantendr el dilogo inmortal. Es un ltimo y postrero acto por lo rural , jams imaginaramos los restos de Lucila Gabriela enterrados en alguna ciudad. No es que no haya ciudad digna para la maestra rural , todas lo son, sino que ella hizo un apostolado de todo lo rural, campesino y en esa tierra se confundi.

Despus de muchos aos cuando

yo sea un montoncito de polvo

callado, jugad conmigo, con la

tierra de mi corazn y de mis

huesos. Si me recoge un

albail, me pondr en un

ladrillo, y quedar clavada

para siempre en un muro y

yo odio los nichos quietos.

Si me hacen ladrillo de

crcel enrojecer de vergenza

oyendo sollozar a un hombre;

y si soy ladrillo de escuela,

padecer tambin de no poder

cantar con vosotros

en los amaneceres.

Su legado es tan inmenso que an no lo aquilatamos en su grandiosidad... o en sus cotidianas palabras en que nos deja recados, simplemente recados.

Hoy, 2.005, el mundo recuerda los sesenta aos del Premio Nbel Gabriela Mistral , las canciones americanas se regocijan de tenerla , de contar con ella en sus historiales y se preparan a enfrentar el futuro bajo el manto de la sabidura plena que nos repite una y otra vez la poetisa. Es hora de sentarnos , detener un rato el tiempo veloz de la poca de la informtica y realizar el ejercicio favorito de Gabriela: el pensamiento. Es preciso meditar sobre el ideario mistraliano, ello nos ayudar a despejar penumbras en el sendero que intenta atravesar las naciones americanas.

Sobre todo es preciso volver los ojos y el corazn hacia lo rural , all est el comienzo de toda cultura y por ello mismo la actividad rural no debe ser marginada. Si Gabriela hubiese estado viva hoy sera la primera gran ecologista , en su vida lo fue, impuls el amor y el respeto por la naturaleza , porque de esta unin amable nacen los sistemas de trabajo que dignifican al hombre. Si alguna vez critic la urbe fue por eso, porque el urbano insiste en desconocer la relacin armoniosa que debe existir entre el hombre y la naturaleza. El desconocimiento conlleva a graves enfermedades propias de la ciudad , tales como, por ejemplo, el alcoholismo, la prostitucin, etc.

Gabriela Mistral nos deja mucho trabajo por delante, Amrica espera levantar su tesmonio continental, reclama su derecho a poseer su propia identidad, pero somos nosotros, los americanos, los llamados a construirla. Al respecto, Gabriela nos ha sealado un camino que es la bsqueda de nuestras races, su lenguaje nos narra una ntima comunin con la naturaleza, ella nos da todo, acudamos a ella.

Quiero que mi cuerpo repose

en mi amado Montegrande,

lugar en el que mantendr

por una eternidad el dialogocon la naturaleza iniciado

en mi infancia.

Lo rural y lo urbano en sus escritosSi conceptuamos el indigenismo con lo rural entonces tendremos que analizar la obra mistraliana ntegramente, pues ella en s es un canto a la naturaleza desde un alma dolorida, deseosa de amor, amante de nios y madres desvalidas, trovadora americana.

Nuestra conceptualizacin tiene que ver con el modo de vida campesino , lo rural , y con el modo de vivir