La contaminación espiritual

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LA CONTAMINACIÓN ESPIRITUAL (MT. 15:1-20) Verdad central: Dios tiene mayor interés en las personas que en las instituciones y en las cualidades internas que en la observancia de reglas establecidas por los hombres. Fondo histórico: La tradición de los ancianos. Se trata de la tradición rabínica respecto a la purificación ritual. Este era un cuerpo de leyes extrabíblicas que habían existido sólo en forma oral y únicamente desde la cautividad de Babilonia. Luego, fue llevada al papel en la Mishná, a finales del siglo II a.C. La ley de Moisés no contenía ninguna ley con respecto a lavarse las manos antes de comer, excepto para los sacerdotes que debían de lavarse antes de ingerir las ofrendas sagradas (Lv. 22:6, 7). Honrar a los padres. Es decir, tratar a los padres con respeto y gratitud. Incluía el cuidar y sostenerles económicamente en su vejez. Mi ofrenda a Dios. (CORBÁN) (Hebreo: lo que es acercado). Término que designaba cualquier ofrenda presentada en el santuario. En tiempos de Jesús, la declaración de un objeto como Corbán u ofrenda para el templo, significaba renunciar a dicho objeto. No era posible aprovecharlo ni siquiera en beneficio de un familiar cercano que lo necesitara. La tradición farisaica contradijo así el quinto mandamiento y brindó excusa de la irresponsabilidad para con los padres. Debido a este quebrantamiento de la Ley, y a que los votos no podían revocarse, si un hijo en un momento de enemistad con sus padres declaraba como voto: "Todo servicio o ayuda que vosotros pudierais requerir de mí será para vosotros Corbán", ellos quedaban en la miseria. Puesto que los votos no podían revocarse, este voto de "renuncia" tampoco obligaba al hijo a entregar de por vida bienes o ganancias al templo; en más de una ocasión todo era en realidad un simulacro. Los líderes religiosos judíos enseñaban que un hijo podía usar la tradición oral para no ayudar a sus padres, simplemente diciendo que lo que él tenía era ofrenda dada a Dios por un voto irrevocable (v. 5; cp. Nm. 30:1, 2). La gravedad de permitir hacer tal cosa contra sus padres, se aprecia mejor si lo comparamos con la ordenanza de que a aquellos que hablaran mal del padre o de la madre debía dársele muerte (v. 4; cp. Ex 21:17; Lv. 20:9). El epítome de la hipocresía (v.7) era usar la palabra de Dios (Nm. 30:1, 2) como una excusa para no cumplir la palabra de Dios (Éx. 20:12). (Epítome consiste en que después de haber dicho muchas palabras, repetir las primeras para conseguir una mayor claridad. Se le conoce también como resumen o sinopsis.) Entender. Mateo recalca con frecuencia la importancia de entender la enseñanza de Jesús. Esto supone atención, docilidad y obediencia. Cf. 13:13,51; 16:9-12. corazón. En el pensamiento judío y en otras culturas, el corazón era sinónimo de la persona y su mente. Jesús explica que la actitud de la persona y sus acciones tienen su origen en su ser interior (12:33–35). La maldad incluye tanto los malos pensamientos como la mala conducta (12:35). LA RELIGIÓN DE LOS FARISEOS Y SADUCEOS En pocas palabras, la religión de los fariseos era externa, ritual y ceremonial. Ellos creían que lo externo podría penetrar y cambiar lo interno del hombre. En su relación con Dios, las ceremonias servían como méritos espirituales. Por eso, los ritos dictados en Levítico eran de suma importancia para los saduceos que administraban el templo; mientras que toda la ley del Pentateuco facilitaba las normas religiosas para los fariseos que controlaban las sinagogas. La aplicación de la ley de Moisés en la vida religiosa en el templo tanto como en las sinagogas resultaba en ―la tradición de los ancianos‖ (15:2). Esta tradición o interpretación oral fue transmitida de generación en generación y al final tomó forma escrita en el llamado Talmud. Lo triste fue que dicha tradición llegó a ser más sagrada que el mismo Pentateuco, torciendo de esa manera el propósito original de la revelación de Dios a Moisés. Los estudios de Mateo del 15 al 20 se enfocan en el conflicto que había entre Jesús y estas sectas que ―quebrantaban estos mandamientos y así enseñaban a los hombres‖ (15:9). Por el contrario, el reino único de Jesús restauró y actualizó la atención en la ley y los profetas (15:7). Lo que contamina al hombre, Mt. 15:1-20. Aquí se relatan varios conflictos de Jesús con los fariseos y escribas: según ellos el lavamiento de las manos era más importante que la limpieza del corazón (v.2); honrar la ley de las ofrendas más que honrar a los padres (v.3-6), y contaminarse religiosamente resultaba en una violación de su ley oral de pureza e impureza (v. 10, 11, 13-20). Por lo tanto, Jesús los llamó ¡hipócritas! Condenados por su propio profeta Isaías (v.7-9) asimismo, les juzgó como ciegos, guías de ciegos, diciendo: ambos caerán en el hoyo (v.14).

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LA CONTAMINACIÓN ESPIRITUAL

(MT. 15:1-20)

Verdad central: Dios tiene mayor interés en las personas que en las instituciones y en las cualidades internas que en la observancia de reglas establecidas por los hombres.

Fondo histórico:

La tradición de los ancianos. Se trata de la tradición rabínica respecto a la purificación ritual. Este era un cuerpo de leyes extrabíblicas que habían existido sólo en forma oral y únicamente desde la cautividad de Babilonia. Luego, fue llevada al papel en la Mishná, a finales del siglo II a.C. La ley de Moisés no contenía ninguna ley con respecto a lavarse las manos antes de comer, excepto para los sacerdotes que debían de lavarse antes de ingerir las ofrendas sagradas (Lv. 22:6, 7).

Honrar a los padres. Es decir, tratar a los padres con respeto y gratitud. Incluía el cuidar y sostenerles económicamente en su vejez.

Mi ofrenda a Dios. (CORBÁN) (Hebreo: lo que es acercado). Término que designaba cualquier ofrenda presentada en el santuario. En tiempos de Jesús, la declaración de un objeto como Corbán u ofrenda para el templo, significaba renunciar a dicho objeto. No era posible aprovecharlo ni siquiera en beneficio de un familiar cercano que lo necesitara. La tradición farisaica contradijo así el quinto mandamiento y brindó excusa de la irresponsabilidad para con los padres. Debido a este quebrantamiento de la Ley, y a que los votos no podían revocarse, si un hijo en un momento de enemistad con sus padres declaraba como voto: "Todo servicio o ayuda que vosotros pudierais requerir de mí será para vosotros Corbán", ellos quedaban en la miseria. Puesto que los votos no podían revocarse, este voto de "renuncia" tampoco obligaba al hijo a entregar de por vida bienes o ganancias al templo; en más de una ocasión todo era en realidad un simulacro. Los líderes religiosos judíos enseñaban que un hijo podía usar la tradición oral para no ayudar a sus padres, simplemente diciendo que lo que él tenía era ofrenda dada a Dios por un voto irrevocable (v. 5; cp. Nm. 30:1, 2). La gravedad de permitir hacer tal cosa contra sus padres, se aprecia mejor si lo comparamos con la ordenanza de que a aquellos que hablaran mal del padre o de la madre debía dársele muerte (v. 4; cp. Ex 21:17; Lv. 20:9). El epítome de la hipocresía (v.7) era usar la palabra de Dios (Nm. 30:1, 2) como una excusa para no cumplir la palabra de Dios (Éx. 20:12). (Epítome consiste en que después de haber dicho muchas palabras, repetir las

primeras para conseguir una mayor claridad. Se le conoce también como resumen o sinopsis.)

Entender. Mateo recalca con frecuencia la importancia de entender la enseñanza de Jesús. Esto supone atención, docilidad y obediencia. Cf. 13:13,51; 16:9-12.

corazón. En el pensamiento judío y en otras culturas, el corazón era sinónimo de la persona y su mente. Jesús explica que la actitud de la persona y sus acciones tienen su origen en su ser interior (12:33–35). La maldad incluye tanto los malos pensamientos como la mala conducta (12:35).

LA RELIGIÓN DE LOS FARISEOS Y SADUCEOS

En pocas palabras, la religión de los fariseos era externa, ritual y ceremonial. Ellos creían que lo externo podría penetrar y cambiar lo interno del hombre. En su relación con Dios, las ceremonias servían como méritos espirituales. Por eso, los ritos dictados en Levítico eran de suma importancia para los saduceos que administraban el templo; mientras que toda la ley del Pentateuco facilitaba las normas religiosas para los fariseos que controlaban las sinagogas. La aplicación de la ley de Moisés en la vida religiosa en el templo tanto como en las sinagogas resultaba en ―la tradición de los ancianos‖ (15:2). Esta tradición o interpretación oral fue transmitida de generación en generación y al final tomó forma escrita en el llamado Talmud. Lo triste fue que dicha tradición llegó a ser más sagrada que el mismo Pentateuco, torciendo de esa manera el propósito original de la revelación de Dios a Moisés. Los estudios de Mateo del 15 al 20 se enfocan en el conflicto que había entre Jesús y estas sectas que ―quebrantaban estos mandamientos y así enseñaban a los hombres‖ (15:9). Por el contrario, el reino único de Jesús restauró y actualizó la atención en la ley y los profetas (15:7). Lo que contamina al hombre, Mt. 15:1-20. Aquí se relatan varios conflictos de Jesús con los fariseos y escribas: según ellos el lavamiento de las manos era más importante que la limpieza del corazón (v.2); honrar la ley de las ofrendas más que honrar a los padres (v.3-6), y contaminarse religiosamente resultaba en una violación de su ley oral de pureza e impureza (v. 10, 11, 13-20). Por lo tanto, Jesús los llamó ¡hipócritas! Condenados por su propio profeta Isaías (v.7-9) asimismo, les juzgó como ciegos, guías de ciegos, diciendo: ambos caerán en el hoyo (v.14).

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HOJA DE TRABAJO

LA CONTAMINACIÓN ESPIRITUAL (MT. 15:1-20)

Verdad central: Dios tiene mayor interés en las personas que en las instituciones y en las cualidades internas que en la observancia de reglas establecidas por los hombres.

Lee tu Biblia y responde: 1. La tradición de los ancianos vs los mandamientos del Padre, Mt. 15:1-9.

Las noticias acerca de la enseñanza de Jesús y sus actos poderosos se habían divulgado por toda la región de Galilea. Los oficiales de Jerusalén estaban al tanto de lo que Jesús hacía, por ello enviaron una delegación a esa región para interrogarlo acerca de un asunto relacionado con una tradición judía. Dirigieron su ataque contra los discípulos (v.2) ―¿… quebrantan la __________ de los ancianos? Porque no se ______ las manos cuando comen pan.‖ El lavado ceremonial de las manos antes de comer era una tradición rabínica, no mosaica que consistía en un elaborado ritual en el que se lavaban no solo las manos, sino los vasos, jarros y utensilios de metal (leer Mr. 7:3-4).

Jesús inmediatamente tomó la ofensiva contra los líderes religiosos y les preguntó (v.3) ―¿Por qué también vosotros quebrantáis el _____________ de Dios por vuestra tradición?‖ Citó el (buscar en Éx. 20:12) ____ mandamiento ―_______ a tu padre y a tu madre, para que tus días se ____________ en la tierra que Jehová tu Dios te da.‖ Los judíos consideraban tan importante honrar a los padres que cualquiera que los maldijera debía morir irremediablemente (buscar en Éx. 21:17; Lv. 20:9). Jesús mostró cómo estos líderes religiosos habían, en efecto, nulificado este mandamiento (v.___). Podían simplemente afirmar que un objeto en particular era su ofrenda a Dios para que tal objeto no fuera usado por nadie, sino que se mantenía separado. Este era un astuto medio que usaban para evitar que las cosas pasaran a los padres de alguien. La persona retendría esas cosas en su casa donde supuestamente estaban apartadas para Dios. Tal acción fue condenada por Jesús calificándola de (v.7) ____________, porque aunque aparentaba ser espiritual, se llevaba a cabo para preservar las posesiones para ellos mismos. Así que no ayudar deliberadamente a los padres violaba el 5º mandamiento del decálogo. Tal acción había sido descrita por el profeta (v.7) ________ siglos antes. Su religión había llegado a ser un asunto de acciones y reglas de manufactura humana. Su corazón estaba lejos de Dios (v.___) y, en consecuencia, su adoración era en vano (matēn, ―infructuosa‖ ―fútil‖).

2. Jesús define correctamente la contaminación espiritual, Mt. 15:10-20.

Jesús se dirigió a la multitud y le advirtió acerca de la enseñanza de los líderes religiosos. Dijo (v.10-11) ―Oíd, y ___________: No lo que _______ en la boca contamina al hombre; mas lo que ______ de la boca, esto contamina al hombre.‖ Es decir, un hombre no se contamina por lo que come, sino más bien, su condición contaminada se demuestra por lo que sale de la boca al hablar. Los fariseos se equivocaban al pensar que sus lavamientos los mantenía espiritualmente limpios. Los discípulos dijeron a Jesús que los fariseos se habían ofendido por lo que acababa de decir porque percibieron que sus palabras estaban dirigidas contra ellos. Jesús añadió que, puesto que los fariseos no eran parte de lo que plantó su Padre celestial, ellos estaban destinados a ser desarraigados (enjuiciados). Jesús dijo (v.14) ―Dejadlos; son ______ guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos _______ en el hoyo.‖ Los fariseos habían escogido su camino y nada los iba a detener. Pedro pidió una mayor clarificación de la enseñanza de Jesús. Por ello, Jesús amplió su declaración previa. La contaminación del hombre no proviene de fuera de él. Lo que viene del exterior simplemente pasa por el aparato digestivo y eventualmente se elimina. Pero (v.18) ―…. lo que sale de la _______, del corazón sale; y esto ____________ al hombre.‖ Lo que sale de la boca representa lo que realmente está dentro del corazón de la persona, y esto puede contaminarla (o mostrar que lo está; koinoi, ―ceremonialmente impuro‖ o ―común‖). Los

malos pensamientos, los homicidios, los adulterios (moiįeiai), las fornicaciones (porneiai), los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias, (v.___); tales acciones y palabras emergen de dentro del perverso corazón de la persona. Estas cosas, no los alimentos que se ingieren con manos sin lavar, son las que revelan la inmundicia espiritual.

APLICACIÓN DEL ESTUDIO

¿La religión externa o la del corazón? La fe cristiana es distinta de todas las religiones del mundo. Primero, es una relación con una Persona, ―un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre‖ (1 Ti. 2:5). En esta relación personal, la condición del corazón determinada por el arrepentimiento y la fe es lo que vale. Por el contrario, cuando no hay confesión de pecados ni pureza de corazón (Mt. 3:6; 5:8), entonces lo que sale de la boca viene del corazón, y eso contamina al hombre (15:18). Por eso, la conducta externa se justifica o se condena por la actitud y la intención del corazón. Por ejemplo, un empujón que nace del enojo no es correcto, pero cuando se hace para salvar una persona de un accidente es justificado.

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COMENTARIO BIBLICO JAMIESON-FAUSSET-BROWN

CAPITULO 15

1-20. UN DISCURSO SOBRE LA CONTAMINACION CEREMONIAL. (Pasaje paralelo, Mr.7:1-23). Este discurso fue pronunciado después de aquella Pascua, que estaba próxima cuando el Señor dio de comer a los cinco mil (Jn.6:4), o sea la tercera Pascua desde que empezó Jesús su ministerio público, la cual él no celebró en Jerusalén por el motivo mencionado en Jn.7:1. 1. Entonces llegaron a Jesús ciertos escribas y Fariseos de Jerusalén—Marcos dice que éstos ―habían venido de Jerusalén‖: y formaban una delegación probablemente enviada desde la capital expresamente para vigilarlo. Como él no había ido a Jerusalén en la última Pascua, cosa que ellos habían esperado, ahora ellos vienen a él. Dice Marcos: ―Viendo a algunos de sus discípulos comer pan con manos comunes, es a saber, no lavadas‖, o no limpiadas ceremonialmente por lavamiento, ―los condenaban. Porque los Fariseos y todos los Judíos, teniendo la tradición de los ancianos, si muchas veces no se lavan las manos, no comen‖. En el original dice que se lavaban ―con el puño‖ es decir, probablemente lavando la una mano con el uso de la otra; aunque algunos piensan que significa ―diligentemente‖, o con religiosidad, según la costumbre transmitida a ellos. ―Y volviendo de la plaza‖, es decir, después de volver del mercado; después de hacer cualquier negocio o asistir al tribunal de justicia, donde los judíos, como comentan Webster y Wilkinson, después de estar en contacto con los romanos, estaban especialmente expuestos al trato y contacto con paganos, ―si no se lavaren, no comen. Y otras muchas cosas hay, que tomaron para guardar, como las lavaduras de los vasos y los jarros, y los vasos de metal y los lechos‖, usados para comer, los cuales eran meramente rociados con propósitos ceremoniales. ―Y le preguntaron los fariseos y los escribas,‖ diciendo: 2. ¿Por qué tus discípulos traspasan la tradición de los ancianos? porque no se lavan cuando comen

pan. 3. Y él respondiendo, les dijo: ¿Por qué también vosotros traspasáis el mandamiento de Dios por vuestra

tradición?—La acusación es contestada por Jesús con sorprendente poder: ―La tradición que traspasan mis discípulos, no es más que una tradición de hombres, y esta tradición es en sí misma una transgresión seria, porque está socavando la autoridad de la ley de Dios.‖ 4. Porque Dios mandó, diciendo [Éx.20:12, etc.]: Honra al padre y a la madre, y, [Éx.21:17], El que maldijere al

padre o a la madre, muera de muerte. 5. Mas vosotros decís: Cualquiera que dijere al padre o a la madre: Es ya

ofrenda mía a Dios—o, sencillamente, ―Un don‖. Marcos usa el término ―Corbán‖, esto es, ―una oblación‖, queriendo decir una ofrenda sin sangre, o regalo dedicado a usos sagrados. todo aquello con que pudiera valerte:

6. No deberá honrar a su padre o a su madre con socorro—lo que quiere decir: ―Es verdad, padre, o madre, que si te doy esto que ahora presento a Dios, te aprovecharía; pero lo he dedicado a usos piadosos, y por esto, sea cual fuere el costo para ti, yo no estoy en libertad para enajenar ninguna parte de ello‖. ―Y‖, agrega Marcos, ―no le dejáis hacer más por su padre o por su madre‖. El dedicar propiedad a Dios es en verdad legal, pero no a expensas del deber filial. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios—―cancelado‖ o ―anulado‖ la ley—por vuestra

tradición. 7. Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, diciendo [Is.29:13]: 8. Este pueblo de labios me honra; etc.—Es decir, pone los mandamientos de los hombres y las exigencias divinas al mismo nivel, por tanto todo su culto era ofrecido en vano: un principio de profundo peso en el servicio rendido a Dios. ―Porque‖, se agrega en Mr.7:8: ―dejando el mandamiento de Dios, tenéis la tradición de los hombres: las lavaduras de los jarros y de los vasos de beber: y hacéis otras muchas cosas semejantes‖. Aquí se expone la naturaleza fatua de sus observancias numerosas, en contraste con las observancias nobles del ―mandamiento de Dios‖; y cuando nuestro Señor dice: ―hacéis muchas otras cosas semejantes‖, se da por entendido que él había dado sólo una muestra del tratamiento espantoso que recibía la ley divina, y de la disposición ambiciosa que, bajo la máscara de religiosidad, era manifestada por los eclesiásticos de aquellos días. 10. Y llamando a sí las gentes, les dijo—El diálogo anterior, aunque pronunciado al alcance de los oídos de la multitud, fue sostenido entre Jesús y los sofistas farisaicos y fue iniciado con el objeto de desprestigiarlo a él con el pueblo. Pero habiéndolos humillado. Jesús se dirige a la multitud preparada ya a recibir todo lo que él les dijera, y él, con admirable claridad, sencillez y brevedad, expone el gran principio de la verdadera contaminación, por el cual serían librados de la esclavitud moral a que estaban sujetos, la intranquilidad de conciencia sería disipada en un momento, y el sentimiento de pecado sería reservado para las transgresiones de la ley santa y eterna de Dios. Oíd,

y entended: 11. No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al

hombre—Esto se expresa aun más enfáticamente en Marcos (Mr.7:15-16), donde se añade: ―Si alguno tiene oídos para oír, oiga‖. Como en el cap. 13:9, este dicho que a menudo se repite parece que fue usado con el propósito de llamar la atención al carácter fundamental y universal de la verdad a que se refiere. 12. Entonces llegándose sus discípulos, le dijeron: ¿Sabes que los Fariseos oyendo esta palabra se ofendieron?—Ellos habían dado expresión a su irritación, y tal vez a sus amenazas, no en presencia de nuestro Señor mismo de quien parece que se retiraron, sino dirigiéndose a algunos de sus discípulos, quienes informaron a su Maestro. 13. Mas respondiendo él, dijo: Toda planta que no plantó mi Padre celestial, será desarraigada—―Ellos están ofendidos, ¿verdad? No hagáis caso de ello: su enseñanza corrompida ya está condenada. La obra del Señor en la

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tierra, largo tiempo incomodada por la presencia de ellos, será purgada de ellos mismos y de su sistema maldito; sí, y todo lo que no pertenezca a la viña de mi Padre celestial, el gran Labrador (Jn.15:1), sufrirá la misma suerte‖. 14. Dejadlos: son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo—¡Descripción llamativa de los efectos ruinosos de una enseñanza errónea! 15. Y respondiendo Pedro, le dijo—―Habiendo entrado en casa‖, dice Marcos. Decláranos esta parábola. 16. Y

Jesús dijo: ¿Aún también vosotros sois sin entendimiento?—La falta de comprensión espiritual en sus discípulos genuinos aflige al Salvador: de parte de otros él no espera nada mejor (cap. 13:11). 17, 18. ¿No entendéis aún, que todo lo que entra en la boca, va al vientre, etc.—Aunque estos dichos ahora son muy familiares, ¡cómo proclaman la liberación de la esclavitud tocante a cosas externas, por una parte, y por la otra, cuán penetrante es la verdad que expresan, de que nada que entre desde afuera, puede realmente contaminarnos espiritualmente; y que sólo el mal que está en el corazón, que es permitido quedar allí, que surge en los pensamientos y afectos, y luego toma expresión en obras voluntarias, puede contaminar al hombre! 19. Porque del corazón salen los malos pensamientos—―razonamientos malos‖; refiriéndose aquí más inmediatamente a aquellos razonamientos corruptos que furtivamente se habían introducido y habían gradualmente formado aquel tejido horrible de tradiciones que al fin prácticamente anuló los principios incambiables de la ley moral. Pero el dicho es mucho más amplio que esto; es decir, que la primera forma que toma el mal que está en el corazón, cuando empieza a moverse activamente, es la de ―consideraciones‖, o ―razonamientos‖ sobre ciertas acciones sugeridas. muertes, adulterios, fornicaciones, hurtos, falsos testimonios, blasfemias—―detracciones‖, ya sean dirigidas contra Dios o contra los hombres; pero aquí la referencia parece ser contra éstos. Marcos (7:22) agrega: ―las avaricias‖, o sea el deseo de poseer más; ―las maldades‖, que aquí quiere decir, tal vez malignidades de diferentes formas; ―el engaño‖ y ―las desvergüenzas‖, que quiere decir excesos o perversidades de cualquier clase, aunque algunos escritores posteriores creen que significa únicamente ―lascivia‖; ―el ojo maligno‖, o sea toda mirada de envidia, celos, mala voluntad hacia el vecino; ―la soberbia‖ y ―la insensatez‖, en el sentido de tontería, necedad criminal, locura del corazón, como es usado este término en el Antiguo Testamento. 20. Estas cosas son las que contaminan al hombre: que comer con las manos por lavar no contamina al

hombre—Así concluye nuestro Señor este penetrante discurso.

COMENTARIO BÍBLICO MATTHEW HENRY

MATEO 15

v. 1-9. Las adiciones a las leyes de Dios desacreditan su sabiduría, como si Él hubiera dejado fuera algo necesario que el hombre puede suplir; de una u otra manera llevan siempre a que los hombres desobedezcan a Dios. ¡Cuán agradecidos debemos estar por la palabra escrita de Dios! Nunca pensemos que la religión de la Biblia pueda ser mejorada por algún agregado humano, sea en doctrina o práctica. Nuestro bendito Señor habló de sus tradiciones como inventos propios de ellos, y señaló un ejemplo en que esto era muy claro: las transgresiones del quinto mandamiento. Cuando se les pedía ayuda para las necesidades de un padre, ellos alegaban que habían dedicado al templo todo lo que podían disponer, aunque no se separaran de ello, y por tanto, sus padres no debían esperar nada de ellos. Esto era anular la efectividad del mandamiento de Dios. El sino de los hipócritas es meter un pequeño paréntesis: ―En vano me adoran‖. No complacerá a Dios ni les aprovechará a ellos; ellos confían en vanidad, y la vanidad será su recompensa. v. 10-20. Cristo muestra que la contaminación que debían temer no era la que entraba por la boca como alimento, sino lo que salía de sus bocas, que demostraba la maldad de sus corazones. Nada durará en el alma, sino la gracia regeneradora del Espíritu Santo; y nada debe ser admitido en la iglesia, sino lo que es de lo alto; por tanto, no debemos perturbarnos por quien se ofenda por la afirmación clara y oportuna de la verdad. Los discípulos piden que se les enseñe mejor sobre esta materia. Donde una cabeza débil duda de una palabra de Cristo, el corazón recto y la mente dispuesta buscan instrucción. El corazón es perverso, Jeremías 17:9, porque no hay pecado en palabra y obra que no esté primero en el corazón. Salen todos del hombre y son fruto de la maldad que hay en el corazón y allí obra. Cuando Cristo enseña, muestra a los hombres el engaño y la maldad de sus corazones; les enseña a humillarse y buscar ser purificados de sus pecados y de su inmundicia en el manantial abierto.

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DICCIONARIO NELSON

TRADICIÓN

Traducción de la voz griega, paraŒdosis, que significa "cosa entregada". Se refiere a la enseñanza que el maestro transmite oralmente al discípulo. En el NT tiene un sentido bueno (1 Co. 11:2; 2 Te. 2:15; 3:6) y un sentido malo (Mt. 15:6; Mr. 7.8; Col. 2.8). Tradición Judía

La transmisión de un patrimonio religioso a través de una serie de intermediarios era muy común en el AT. Gran parte del Canon tomó forma escrita solo tras una larga historia oral. Aun cuando un escrito ya había alcanzado su forma definitiva, la tradición siguió afectándolo, al menos en la comprensión popular. Los sacerdotes y escribas transmitieron a los fieles, como un depósito sagrado, la Tora (doctrina y práctica; 1 S 1.3; Jue 17.7, 13; Dt 17.18; cf. el caso de Esdras en Neh. 8:7ss). Con los años surgieron tradiciones rabínicas (Mishnah, Talmud), repetidas con exactitud casi mecánica, que a veces reflejaban fielmente la intención divina, pero muchas veces no. Ya en el siglo I d.C., estos comentarios gozaban en los círculos de enseñanza de igual respeto que las Escrituras, aberración que Jesucristo criticó aunque Él mismo no desechó toda tradición judía (Mr. 1:44; 11:16). Muchos religiosos, aferrándose a "la tradición de los ancianos", quebrantaban e invalidaban el mandamiento de Dios (Mt. 15.1-14). A tal tradición, por contradecir las más elementales exigencias morales, Jesús la llama "vuestra tradición que habéis transmitido" y "mandamientos de hombres" (citando Is. 29.13). En el Sermón del Monte, la frase "oísteis que fue dicho a los antiguos" (Mt 5.21, 23; cf. vv. 27, 31, 38, 43) parece referirse a la mezcla popular de enseñanza del AT y tradición rabínica a la cual Jesús opone su "pero yo os digo". Tradición Cristiana

Todos los Evangelios dependen de la transmisión oral, de la tradición predicada. Muchas comunidades continuaron la práctica judía de conservar preciosos dichos, relatos e instrucciones, puestos al día y aplicados a sus necesidades locales; pero, para los cristianos, la persona de Jesucristo era el enfoque nuevo y último de la revelación divina. Pablo, quien conocía los métodos judíos de enseñanza (Hch. 22.1ss), entregó exactamente lo que otros le transmitieron cuando él se convirtió (1 Co. 11.23; 15.3). La expresión "recibí del Señor" se refiere, no a una visión particular, sino a una tradición cuyo origen se remonta directamente a Jesucristo. En 1 Co 15.1-12 se recalca que la tradición cristiana es el evangelio, generalmente predicado, cuya historicidad la garantizan testigos oculares. Todo este capítulo ilustra, sin embargo, que la tradición no consta solo de datos históricos sino también de la interpretación teológica de estos datos. Los verbos que se emplean para hablar de la recepción de la tradición implican "retener firmemente" (por ejemplo, 2 Te. 2.15; cf. 1 Ti. 6.20; 2 Ti 1.14). En la época apostólica la combinación del testimonio fundado en la observación ocular (Lc. 24.48; Hch. 1.8, 21-16) y la interpretación que daba el Espíritu Santo a través de personas comisionados (Jn. 15.26s; 16.13; Ef. 4.20s) produjo una tradición verdadera que continuaba la revelación del AT (1 Ti 5.18; 2 P 3.16). Sin embargo, el surgimiento paralelo de tradiciones falsas (Col 2.8), junto con otros factores, hizo necesario definir la tradición autoritativa y ponerla por escrito. TALMUD

(en hebreo, enseña). Tradición judaica que representa casi un milenio de actividad rabínica. Consiste de una enorme masa de interpretación bíblica, explicación de leyes y de sabiduría práctica que originalmente se transmitía verbalmente y que a través de los siglos paulatinamente adquirió forma escrita antes de 550 d.C. Sus Comienzos Orales Al proceso de comentar y explicar el texto bíblico le siguió de inmediato la divulgación de un determinado libro inspirado. Cuando en los días de Esdras el canon del AT estaba casi completo, los eruditos judíos sentían vergüenza de que Dios no hablara como antes a su pueblo. Con el fin de llenar este vacío, se propusieron estudiar los libros bíblicos y crear escuelas de interpretación que actualizaran la antigua Tora. Esto daría la impresión de que Dios hablaba todavía. Como no todos los rabinos estaban de acuerdo con el significado de un pasaje dado, el estudiante tenía que aprender de memoria las opiniones, a veces contradictorias, de generaciones de rabinos. Sus Bases Escritas: Midras Y Mishnah. Con los años, la cantidad de material alcanzó tales proporciones que los eruditos decidieron escribirlo. El método más antiguo de enseñar la Ley era comentar la Biblia según el orden del texto; esta forma de exponer las Escrituras se denominó Midras (exponer). Desde que Esdras entronizó la Ley en 444 y hasta 270 a.C., los escribas prefirieron esta forma de enseñar. Con la sucesión de cinco "pares" de rabinos, entre quienes los más famosos fueron Shamai e Hillel (a fines del siglo I a.C.), surgió un nuevo método: Mishnah (repetición). Este método permitía desarrollar un tema sin atenerse al orden bíblico. Ya antes de 50 d.C. se escribieron las primeras compilaciones míshnicas y midrásicas. La actividad posterior de los escribas (hasta 550 d.C.) produjo la Guemara (aprender). La Mishnah y la Guemara juntas constituyeron el Talmud.