LA DEDUCCIÚN DE LAS CATEGORíAS KANTIANAS

27
LA DEDUCCIÚN DE LAS CATEGORíAS KANTIANAS Fernando Montero 1. CATEGORÍAS y LENGUAJE DESCRIPTIVO EL PLANTEAMIENTO KANTIANO del problema de las categorías o conceptos puros en la Crítica de la razón pura correspon- de a lo que hoy consideraríamos un lenguaje constatativo o descriptivo. Se trata, como dice en le Crítica de la razón práctica (Primera parte, libro 1, cap. 2) de las "categorías de la naturaleza", distintas de las "categorías de la liber- tad": estas últimas son determinantes del libre albedrío y tienen en su base la forma de una voluntad pura. Parece que con ello Kant está manteniendo lo que hoy llamaríamos, a la manera de J. L. Austin, una diferencia entre el lenguaje constatativo y el performativo, es decir, entre un lenguaje que pretende describir objetivamente y otro que compromete la actividad de los que lo utilizan, instituyendo situaciones que entrañan una praxis. Sin em- bargo, en los últimos tiempos está cundiendo entre los analíticos del lenguaje cierta tendencia a borrar esas dife- rencias, por considerar que todo lenguaje que pretende ser constatativo está instituyendo situaciones pragmáticas o.. - -- -~ --- funciona dentro de una efectividad por la que lo aparente- mente descrito es constituido como pieza de un dinamismo práctico. Ahora bien, aunque se acepte esa equiparación entre el lenguaje constatativo y el performativo, hay que admitir que hay tipos de locución que pretenden ser des- criptivas o que adoptan e&e talante. Se trata de locuciones que disimulan el que, en definitiva, estén funcionando den- tro de un sistema de intenciones que instituyen lo que 249 - -----

Transcript of LA DEDUCCIÚN DE LAS CATEGORíAS KANTIANAS

Page 1: LA DEDUCCIÚN DE LAS CATEGORíAS KANTIANAS

LA DEDUCCIÚNDE LAS CATEGORíAS KANTIANAS

Fernando Montero

1. CATEGORÍAS y LENGUAJE DESCRIPTIVO

EL PLANTEAMIENTOKANTIANOdel problema de las categoríaso conceptos puros en la Crítica de la razón pura correspon-de a lo que hoy consideraríamos un lenguaje constatativo odescriptivo. Se trata, como dice en le Crítica de la razónpráctica (Primera parte, libro 1, cap. 2) de las "categoríasde la naturaleza", distintas de las "categorías de la liber-tad": estas últimas son determinantes del libre albedrío ytienen en su base la forma de una voluntad pura.

Parece que con ello Kant está manteniendo lo que hoyllamaríamos, a la manera de J. L. Austin, una diferenciaentre el lenguaje constatativo y el performativo, es decir,entre un lenguaje que pretende describir objetivamente yotro que compromete la actividad de los que lo utilizan,instituyendo situaciones que entrañan una praxis. Sin em-bargo, en los últimos tiempos está cundiendo entre losanalíticos del lenguaje cierta tendencia a borrar esas dife-rencias, por considerar que todo lenguaje que pretende serconstatativo está instituyendo situaciones pragmáticas o.. - -- -~ ---

funciona dentro de una efectividad por la que lo aparente-mente descrito es constituido como pieza de un dinamismopráctico. Ahora bien, aunque se acepte esa equiparaciónentre el lenguaje constatativo y el performativo, hay queadmitir que hay tipos de locución que pretenden ser des-criptivas o que adoptan e&e talante. Se trata de locucionesque disimulan el que, en definitiva, estén funcionando den-tro de un sistema de intenciones que instituyen lo que

249

- -----

Page 2: LA DEDUCCIÚN DE LAS CATEGORíAS KANTIANAS

250 La deducción de las catego-rías kantianas

nombran como elementos de una actividad práctica yque utilizan vocablos que no sólo son significativos porquedescriben hechos, sino porque connotan actividades que tie-nen en esos hechos el término de su ejercicio, o que losutilizan como medios y cauce de su realización. Un análisisa fondo de esas locuciones descubre su índole performativao el sentido ilocucionario que las mueve. No obstante, siem-pre será legítimo mantener la distinción entre las locucionesque funcionan como si fuesen descriptivas y objetivantes, yaquellas otras que expresen formalmente su índole perfor-mativa, su vinculación con una actividad humana, dentrode la cual instituyen la designación de las situaciones ohechos que son sus medios o fines. Aunque esta distinciónsólo pudiera mantenerse con cierta provisionalidad, a laespera del momento en que se ponga de manifiesto lo per-formativo que se esconde en todo lenguaje, no carece deinterés como una primera etapa en la clarificación dellen-guaje. Pero, incluso cuando se realice esa dilucidación delo que hay de performativo en las locuciones que pretendenser descriptivas o constatativas, no habrá por qué anular sudistinción inicial. En definitiva, es un hecho el que ciertaslocuciones funcionen disimulando su carácter performativo,como si fuesen capaces de describir o constatar simplemen-te los objetos que integran el mundo. Su sentido ilocucio-narío es precisamente el de poner de manifiesto esosobjetos.

Es indudable que, si se persigue a fondo la índole per-formativa de las locuciones que pasan por ser constatativas,se puede llegar muy lejos. Probablemente se descubrirá que

, ,son performativas no sólo por ejercerse con una intenciórrobjetivante, a tenor de la cual constituyen en cierta medidalos objetos que pretenden describir, sino porque esa ino-cente intención está vinculada con otras de índole pragmá-tica más compleja, relacionadas con situaciones sociales enlas que la pura constatación de los objetos no deja de seruna ilusión más o menos gratuita. Sobre ello los autores dela Escuela de Frankfurt han insistido suficientemente. Pero,sin necesidad de llegar así al fondo del asunto, tiene interés

---- - - ---

Page 3: LA DEDUCCIÚN DE LAS CATEGORíAS KANTIANAS

yle

e-osasla0-~s

yr-'0on.a

r-el-enII

s

s

----

La deducción de las categorías kantianas 251

considerar hasta qué punto la presunta constatación de unobjeto es el resultado de una realización mental, movidapor una intención objetivante a lo largo de un desarrolloen el que concurren determinadas funciones instituyentesde lo que debe ser ese objeto.

2. CATEGORÍASy OBJETIVIDAD

Con las páginas precedentes se ha pretendido depararun enfoque de relativa actualidad en el que cabe encajarel problema de las categorías kantianas. Lo que con ello sepretende no es tanto actualizar el pensamiento kantiano(que no necesita de estas apoyaturas), cuanto dignificar laproblemática actual referente a la distinción entre las locu-ciones constatativas y performativas. Lo que, en definitiva,ha interesado apuntar es que las "categorías de la natura-leza" tratadas en la Cr'ítica de la razón pura, aunquepretendan pertenecer a un lenguaje constatativo o descrip-tivo, deben ser producto, en última instancia, de un dina-mismo mental que no instituye menos sus objetos de lo quelo haría un lenguaje netamente performativo. Es decir, sies que todo lenguaje constatativo es en el fondo performa-tivo, debieron ser concebidas por Kant como resultado deuna actividad performativa que iba más allá de una meradescripción de hechos dados.

Volviendo a una terminología clásica, es obvio que conello se ha pretendido volver sobre el tema de la ~~revolu-ción copernicana", según la cual es la razón la que pone

o., " lo a priori (es ..decir, 1.0det~JJTl~nap.t.ede la .p~:rapbj~t,ividad),en lugar de hallado simplemente en los objetos dados. 1 Sin

1 Cfr. Crítica de la razón pura, Prólogo de la segunda edición(B XVI a B XVIII). Como es habitual, a partir de aquí se localizarálos textos de la Crítica de la razón pura anteponiendo una A o una B(según pertenezcan respectivamente a la primera o a la segundaedición) al número de la página del texto de su primera publicación,recogida en la versión de la Academia de Berlín. Las citas de lasotras obras de Kant irán acompañadas de la indicación del númerodel volumen y de la página en la misma versión berlinesa. En todo

----- -- - - -

Page 4: LA DEDUCCIÚN DE LAS CATEGORíAS KANTIANAS

252 La deducción de las categorías kantianas

embargo, en lugar de dilucidar el asunto mediante unaexploración general de lo que sea la citada ~~revolución", espreferible atenerse a un examen más preciso de lo que seala deducción de las ~~ categorías de la naturaleza", con ob-jeto de poner de manifiesto la complejidad de las etapaspor las que se instituye la objetivación de la naturaleza. Sise quiere con otras palabras, se trata de precisar, tomandocomo modelo la doctrina de Kant, en qué medida una locu-ción constatativa que pretende dar cuenta de objetos de laNaturaleza está montada sobre un sistema complejo de fun-ciones mentales por las que se constituye como objetivo loque se quiere constatar.

Es interesante señalar, en primer lugar, que Kant plan-teó el tema de las categorías en explícita continuidad conel planteamiento aristotélico: ~~Llamaremos a estos concep-tos, de acuerdo con Aristóteles, categorías~ pues nuestropropósito es inicialmente el mismo que el suyo, aunque seaparte mucho de él en su realización" (A 79, B 105). Unaslíneas más abajo precisa que la falla de Aristóteles consistióen buscar esos ~~ conceptos fundamentales" sin atenerse aningún principio, por lo que ~~losreunió precipitadamentetal como se le presentaron..." (A 81, B 107). Por consiguien-te, aparte esa diferencia o las que en lo sucesivo puedanpresentarse, sin contar con las que pudieran surgir de unainterpretación rigurosa del pensamiento de Aristóteles, queprobablemente se le escapó a Kant, éste asimiló sus cate-gorías a las del Estagirita, entendidas escolarmente como"géneros supremos de las cosas".

En efecto, los textos kantianos asocian de continuo lascategorías con el pensamiento o conocimiento de"" lo obje-

tivo: sólo gracias a ellas (en tanto que conceptos puros)"se puede entender algo en lo diverso de la intuición, esdecir, puede ser pensado un objeto de la misma" (A 80,B 106). También como en la doctrina de Aristóteles, lascategorías son los auténticos "conceptos primitivos (Stamm-

caso, se procurará facilitar esa localización señalando el capítulo,sección o parágrafo que les corresponda.

Page 5: LA DEDUCCIÚN DE LAS CATEGORíAS KANTIANAS

L

La deducción de las categorías kantianas 253

begriffe)" del entendimiento (A 81, B 107). Pero dejando aun lado el intento de contrastar la doctrina de las categoríasde Aristóteles con la de Kant, se debe subrayar que ésteacentuó el valor de las categorías como "conocimientos a

priori de objetos de una i~tuición en general" (B 159). Esdecir, estableció una estrecha correlación entre categorías

y conceptos puros del entendimiento y objetividad a priori.Con otras palabras, para Kant lo objetivo en su acepciónmás rigurosa era lo que poseía validez universal y necesaria.Claramente lo expresa en el § 18 (p. 298) de los Prolegó-menos para toda Metafísica futura: "La validez objetivadel juicio de experiencia no significa otra cosa que su vali-dez universal necesaria. Inversamente, si encontramos unarazón para tener un juicio por universal y necesariamenteválido (lo que no depende nunca de la percepción, sino delconcepto puro del entendimiento bajo el cual la percepciónes subsumida), es preciso considerado objetivo, es decir,que no expresa sólo una relación de la percepción con unsujeto, sino una propiedad del objeto... Así validez objetivay validez universal necesaria (para todos) son conceptosintercambiables~~ .

Por consiguiente, si lo objetivo es por antonomasia louniversal y necesario, lo a priori, para Kant será inconcebi-ble que su constitución pueda radicar en el material feno-ménico. Aunque éste sea imprescindible para que el objetosea dado, su objetividad sólo se constituirá como tal cuandosu presencia sea asumida por una fonnulación conceptual-en la que se constate la estructura universal y necesariaque le concierne. Un cuerpo percibido, por ejemplo, sólovale en: su presencia fenoménica como algo 'que apareceante cierto sujeto en unas circunstancias determinadas (enlas que cuenta la disposición sensitiva de ese sujeto) conun aspecto relativo a esas circunstancias. Ese fenómeno ad-quiere rango de objetividad cuando es concebido como unfragmento de hierro, entendido éste como una sustancia quepersiste a lo largo de innumerables alteraciones. Entonceslos aspectos contingentes y subjetivos que ofrecía lo queapareció como un cuerpo áspero y pesado son interpretados

-

Page 6: LA DEDUCCIÚN DE LAS CATEGORíAS KANTIANAS

'"nl

254 La deducción de las categorías kantianas

de modo tal que se supera su subjetividad y contingencia,ingresan en un lenguaje intersubjetivo en el que rige cuantomenos, la necesidad de que ese objeto hierro (o sus compo-nentes) persista sin aniquilarse a lo largo de las transfor-maciones que le acaezcan.

En este sentido los conceptos puros o categorías fijanrespecto a lo fenoménico las condiciones por las que esposible que sea dado un objeto en la acepción rigurosa dela palabra. Como dice Kant en los Prolegómenos (§ 30,p. 312)2 cCsólo sirven para deletrear los fenómenos, parapoderlos leer como experiencia". Es decir, son funcionesmentales que reinterpretan 10 fenoménico a la luz de unasexigencias de universalidad y necesidad. El contenido ob-jetivo llega de lo fenoménico: lo sensible exhibe lo dadoen su ser-así variable según las circunstancias y la peculia-ridad de 10 percibido. Pero los conceptos puros o categoríasexpresan las determinaciones que ese contenido fenoménicoha de tener para valer como objeto. Son cClosconceptos deun objeto en general" (B 128). Ahora bien, para Kant eraesencial dejar bien sentado que esas determinaciones obje-tivas fijadas por los conceptos puros proceden de l~ espon-taneidad del entendimiento, no del contenido fáctico de losensible. No importa que los fenómenos posean una densaregularidad fáctica, que estén organizados según complejasasociaciones cCdeacuerdo con leyes concretas" (A 127, B165) de índole variada. Todo esto puede permitir, por ejem-plo, que se formule una cCregla"(Regel) según la cual algoocurre habitualmente; cCperode ello no se podrá inferir quela consecuencia sea necesaria. Por tanto, a la síntesis decausa y efecto está unida una dignidad que "no se. pu.,ede.expres'ar empírícamente, a saber, que el efecto no se añadesimplemente a la causa, sino que es puesto por ella y deella se deriva" (A 91, B 124). Con otras palabras, la catego-ría cccausa-efecto" constituye la exigencia de que ciertassucesiones fenoménicas sean leídas o interpretadas comodeterminación de la existencia de un hecho por la de otroprecedente.

2 Cfr. también la Crítica (A 314, B 370).

Page 7: LA DEDUCCIÚN DE LAS CATEGORíAS KANTIANAS

l

La deducción de las categorías kantianas 255

Según Kant sólo desde esta perspectiva puede ser laexperiencia un campo objetivo en el que prevalezca la ne-cesidad y la universalidad, es decir, el ámbito de lo racio-nal: cCEslo mismo conocimiento racional y conocimiento

a priori", dice en el Prólogo de la Crítica de la razón prác-tica (p. 23). Pues sólo se puede introducir un orden racionalcuando se excluya el absurdo de que los objetos procedande la nada, se generen espontáneamente o se aniquilen alcambiar. Estas exigencias de persistencia en el ser y desucesión determinada por algo precedente son las que im-

ponen las categorías de sustancia y causalidad. Son exigen-cias puramente forn1ales o analíticas pues sólo ellas excluyenla contradicción. Su vaciedad como normas de un lenguajeanalítico hace que dependan del material empírico quedebe llenarlas. Pero esa vaciedad y dependencia no excluyesu importancia como fundamento de la genuina objetivi-dad, es decir, de aquélla que integre el ámbito de la expe-riencia en que rigen la necesidad y la universalidad.

Por tanto, la deducción de las categorías, bien sea laque Kant llamará cCmetafísica" o la C'trascendentar' , nopodía consistir en una "deducción empírica77 (A 85, B 117).Ésta sólo podía ser un c'esfuerzo vano77(ib.) o una C'generatioaequivoca77 (B 167), entendida como fundamentación delconcepto puro en virtud de una reflexión sobre el contenidoempírico de la experiencia. Su absurdo salta a la vista, se-gún Kant, desde el momento en que se prentendería justifi-car lo que es principio de universalidad y necesidad por loque de suyo es contingente y subjetivo. Se confundiríalo que es una simple facticidad sensible (todo lo regular yfrecuente que se quiera) con una necesidad racional insos-layable. Los conceptos del pensamiento puro a priori "serefieren en general a los objetos independientemente detodas las condiciones de la sensibilidad77 (A 88, B 120). Ca-bría decir que, si lo sensible se opusiera a lo que exigen losconceptos puros, saldría perdiendo, quedaría descalificadocomo una apariencia ficticia o una ilusión engañosa. Si elentendimiento impone la categoría sustancia, no es, portanto, porque en toda percepción se presente una persis-

l,o1-.-

L1Se

~,ass

)

))]oJ

)L

--- -

Page 8: LA DEDUCCIÚN DE LAS CATEGORíAS KANTIANAS

256 La deducción de las categorías kantianas

tencia rigurosa. Por el contrario, es frecuente que perciba-mos aparentes aniquilaciones o generaciones espontáneas.Es una exigencia racional lo que las excluye, sean las quese quiera las apariencias, e impone la interpretación (oinvestigación) de los hechos según el criterio de la persis-tencia de lo que objetivamente los integre.

Quedan en pie, por tanto, las otras dos deducciones, lametafísica y la trascendental. Su estudio depara un primerinterrogante: ¿en qué medida posee cierta prioridad la me-tafísica sobre la trascendental? La respuesta podría disiparun equívoco que parece flotar sobre las interpretacionesusuales del sistema kantiano. En efecto, aparentemente laprimera se destaca como si fuese la auténtica deducción delas categorías. Sin embargo, una lectura más rigurosa de lostextos kantianos pennite invertir la situación, dando pree-minencia a la deducción trascendental. Y, al mismo tiempo,pondría de manifiesto que esta deducción se efectúa real-mente en los capítulos que le siguen, en el consagrado alesquematismo transcendental y en el que despliega el sis-tema de los principios del entendimiento puro. Todo elloplantea serias dudas sobre la relevancia de la clasificaciónde los juicios para deducir las categorías, tal como lo pro-ponía la deducción metafísica. Y desplaza el centro delproblema hacia los esquemas temporales o, con otras pala-bras, hacia el cumplimiento empírico de los conceptos pu-ros, en el que los esquemas funcionan como elementomediador entre conceptos y fenómenos. En definitiva, todoello supone una revisión de lo que pone el entendimientocuando proyecta sobre esos fenómenos empíricos las exi-gencias objetivantes de los conceptos puros.

3. LA DEDUCCIÓNMETAFísICA

La deducción metafísica es expuesta en el capítulo pri-mero de la ccAnalítica de los conceptos", precediendo, portanto, a la deducción. trascendental que se inicia en el ca-pítulo segundo. Es interesante observar que Kant no lacalifica allí de "deducción metafísica". Por el contrario, de

--- - -

Page 9: LA DEDUCCIÚN DE LAS CATEGORíAS KANTIANAS

La deducción de las categorías kantianas 257

forma muy significativa denomina ese capítulo "Sobre elhilo conductor para el descubrimiento de todos los concep-tos puros del entendimiento". Sólo más adelante, en el § 26de la segunda edición de la Crítica (B 159) se le da el títu-lo de ~~ deducción metafísica", precisando que con ella ~~ elorigen a priori de las categorías en general ha sido demos-trado por el acuerdo perfecto con las funciones lógicasgenerales del pensamiento". En efecto, según la terminolo-gía kantiana, este proceder responde a la titulación de~~metafísico": dice en el Prólogo de la primera edición de laCrítica (A XX) que la Metafísica es ~~elinventario sistemá-ticamente ordenado de lo que poseemos por la pura ra-zón". 3 Como se verá, la deducción metafísica no quieresino deparar la serie de las categorías. En cambio, la justi-ficación de su uso corresponde a la deducción trascendental.

Kant organiza su pretendida deducción metafísica sobrela base de que los conceptos puros o categorías son funcio-nes o actos que ~~ordenan diversas representaciones bajouna representación común" (A 68, B 93). Pero esa funcióno síntesis se realiza con el juicio (A 77, B 102). Éste con-siste, por tanto, en una función unificadora por la que unconcepto-predicado asume otro concepto-sujeto, el cual hacereferencia aun. objeto por medio de ciertas representacio-nes sensibles. Pero esa función unificadora es tan variada

como lo son los tipos de juicios que reconoce la lógicaformal. Por consiguiente, se podrá hallar la serie . completade las funciones judicativas (o de los conceptos puros) re-gistrando ordenadamente la tabla de las clases de juicios(A 79, B 105).

Dejando aparte el problema del acierto de Kant a lahora de fijar como base la clasificación aristotélica de losjuicios, lo que ofrece serias dudas es que ésta le permitieradeterminar la serie de los conceptos puros. Es decir, admi-

3 Dice H. J. Paton en Kanfs Metaphysic 01 Experience (1,pp. 108 Y 139) que el uso del término "metafísica" en este sentidopudo haber sido elegido por Kant a causa de su convicción de quela Metafísica dominante en su tiempo se consagraba ante todo a unmero análisis de los conceptos, prescindiendo de la posibilidad fácti-ca de sus objetos.

- - ---

Page 10: LA DEDUCCIÚN DE LAS CATEGORíAS KANTIANAS

258 La deducción de las categorías kantianas

tiendo que el repertorio de las clases de juicios que aceptacomo buena depare legítimamente el cuadro de las funcio-nes judicativas que debió tomar en consideración, lo dudosoes que éstas sean sin más los conceptos puros del entendi-miento o categorías de la naturaleza. En efecto, dentro delmismo sistema de Kant no es posible decir que la funciónque se realiza en los juicios afirmativos (dentro de la clasi-ficación de juicios según la cualidad) sea el concepto purorealidad; o que las funciones categórica, hipotética y dis-yuntiva (que corresponde a las clases de juicios según larelación) sean los conceptos puros sustanc'ia-accidente, cau-sa-efecto y acción mutua entre agente y paciente. Los con-ceptos puros o categorías son algo más que la simplefunción sintética del juicio así formalizada. Si es que laclasificación de los juicios sirve de '''hilo conductor para eldescubrimiento de todos los conceptos puros del entendi-miento", habrá que advertir que deja a medio camino enel proceso de su hallazgo. La otra mitad de ese caminocorresponde a la deducción trascendental.

En efecto, Kant no dejó de señalar esa insuficiencia,aunque no la constatas e explícitamente en el momento de-bido. Pero en los Prolegómenos para toda MetaJísica futu-_ra, al diferenciar los juicios de percepción y los juicios deexperiencia en el § 18, hace constar que los primeros cCnotienen necesidad de un concepto puro del entendimiento,sino sólo del encadenamiento lógico de las percepciones enun sujeto pensante" (p. 298). Es decir, se trata de juiciosque, sin embargo, funcionan sin concepto puro. Luego éstesupone algo más que la función judicativa que pareció iden-tificarse con la categoría. Los juicios de percepci6n -sólovalen subjetivamente (ib.) pues en ellos (p.e., en el juicio"el aire es elástico") ,cno hago más que relacionar recípro-camente dos sensaciones en mis sentidos" (p. 299). El juiciode percepción "sólo tiene una validez subjetiva y es única-mente una conexión de percepciones en mi mente, sin re-lación con el objeto" (ib.). Es decir, en estos juicios sólo sehabla de lo que parecen ser sensiblemente las cosas. Cons-tatan situaciones que tienen un valor subjetivo pues ese

Page 11: LA DEDUCCIÚN DE LAS CATEGORíAS KANTIANAS

La deducción de las categorías kantianas 259

aspecto sensible de las cosas no garantiza en modo alguno,por su peculiaridad sensible, que deba valer para todo su-jeto: está fuertemente condicionado por la receptividad ysituación del sujeto, por sus prejuicios, hábitos, por sus ex-

periencias pretéritas o por la información que ha recibidosobre las cosas que juzga. No podemos detenemos ahora enel examen de las fuertes implicaciones que arrastra consigola fórmula antes transcrita de que sean tales juicios sólo"una conexión de percepciones en mi mente". 4 Evidente-mente arrastra consigo toda una concepción de lo sensibleque se enlaza con la tesis de que los colores, sabores, etc.,no deben ser considerados "como propiedades de las cosas,sino como modificaciones de nuestro sujeto, modificaciones

que pueden ser distintas según los diferentes individuos"(A 29, B 45). Pero lo que nos importa subrayar ahora esque, si en los juicios de percepción hay un encadenamientológico de percepciones y son propiamente juicios, en ellosse dan también las distintas modalidades formales que re-gistra la clasificación aristotélico-kantiana. Se podrá decir,sin salirse del campo de los juicios de percepción que ccestapiedra está caliente" o que cCtoda piedra es pesada"; sepodrá variar su modalidad afirmando que cCposiblementealgunas piedras no se funden a una temperatura de X gra-dos"; o, haciendo uso de una síntesis hipotética, ccesta pie-dra se romperá si se la golpea con la maza". Dicho breve-mente, los juicios de percepción pueden adoptar todas lasformas de la tabla aristotélica (corregida por Kant) que enapariencia permitió deducir metafísicamente los conceptospuros del entendimiento. Y, sin embargo, dice Kant que enellos no funcionan ~sos conceptos puros, sino un mero enca-denamiento lógico de percepciones. La consecuencia quede ello se deriva es obvia: la simple forma del juicio nopuede permitir sin más el hallazgo del concepto puro. Éstele añade algo que convierte un juicio relativo a percepcio-nes subjetivas en un juicio de experiencia, en el que yacuenta la objetividad de aquello sobre lo que se juzga. Ycon ello el juicio de experiencia pone en juego el concepto

4 El subrayado es nuestro.

- - -- --

Page 12: LA DEDUCCIÚN DE LAS CATEGORíAS KANTIANAS

260 La deducción de las categorías kantianas

puro correspondiente puesto que, como se ha insistido an-tes, Kant estableció una estrecha conexión entre el conceptopuro y la estricta objetividad (necesidad y universalidad)de lo juzgado. Con otras palabras, si la clasificación de losjuicios sirve de ~~hiloconductor" para el hallazgo de lascategorías, no es porque lleve hasta ellas, sino porque sóloapunta al repertorio de las mismas. Hace falta algo máspara que la forma de un juicio permita deducir la corres-pondiente categoría. Si se quiere decir así, esa forma sólonos pone en camino, contando con que las categorías oconceptos puros funcionan en virtud de la síntesis que rea-lizan los juicios. 5

En la Crítica de la razón pura, en su segunda edición,se constata esto mismo. En el § 14 que media entre ladeducción metafísica y la trascendental, después de recha-zar los intentos de una deducción empírica de las categoríasrealizados por Locke y Hume, Kant se siente obligado arecordar la definición de las categorías. Dice que ~~soncon-ceptos de un objeto en general, por medio de los cuales laintuición de este objeto es considerada como determinadaen relación con una de las funciones lógicas del juicio"(B 128). No deja de ser interesante que ahora la vinculaciónentre la categoría y el objeto pase a primer plano, de formaque la relación entre la intuición de dicho objeto y la fun-ción lógica del juicio es determinada por medio de dichoconcepto o categoría. Con otras palabras: esa relación entreobjeto y forma lógica del juicio quedaría abierta o indecisasi no mediara el concepto puro. Así, añade Kant, en unjuicio categórico como ~~todoslos cuerpos son divisibles", sise tiene en cuenta tan sólo la relación lógica de sujeto apredicado, no se decide cuál de esos conceptos debe funcio-nar como sujeto y cuál como predicado, pues se puede decirlo mismo en forma de ~~ algo divisible es un cuerpo". Pero,~~porel contrario, si coloco el concepto de cuerpo bajo lacategoría de sustancia, se ha determinado que su intuiciónempírica en la experiencia sólo puede ser considerada como

5 Cfr. M. Heidegger Kant und das Problem der Metaphysik,§ 12, p. 52 (2.a ed.).

---

Page 13: LA DEDUCCIÚN DE LAS CATEGORíAS KANTIANAS

La deducción de las categorías kantianas 261

sujeto, nunca como simple predicado; y así en las restantescategorías" (B 129). Es decir, la categoría sustancia añadealgo a la pura forma de sujeto de juicio; de acuerdo conesta última, esa función podrían realizada legÍtimamenteigual el término cCtodoslos cuerpos" que cCalgoes divisible".Cuando entra en juego la categoría sustancia la situacióncambia: sólo el término cCcuerpo" puede funcionar comosÜjeto sustancial. Ahora bien, lo que añade la categoríasobre la simple forma del juicio es precisamente lo quefija la objetividad en general en una experiencia posible.O lo que hace de lo juzgado tema de un saber científico,superando la subjetividad que afecta a la percepción o aljuicio de percepción. Por ello dice en el § 11 de la segundaedición de la Crítica que la tabla de las categorías es ccespe-cialmente útil e incluso indispensable para esbozar ínte-gramente el plan de conjunto de una ciencia" (B 109).

4. LA DEDUCCIÓN TRASCENDENTAL

La deducción trascendental viene a completar lo quela deducción metafísica había dejado sin precisar. Es decir,ésta sólo había iniciado la deducción de las categorí~s de-jando sentado que hay una estrecha conexión entre ellas ylas funciones sintéticas del juicio suponiendo que la obje,..tividad juzgada depende de la forma del juicio. Pero, endefinitiva, había dejado sin decidir lo que fuese esa depen-dencia y la objetividad categorial que correspondiera acada una de las funciones judicativas. A la deducción tras-cendentalle incumbe, por tanto, una tarea más compleja, lade fijar y justificar la tabla de categorías como 'conjunto.sistemático de las condiciones determinantes de lo que valecomo objetivo en el campo de la experiencia científica. Perolo que importa subrayar es que ya no la realizará insistiendoen la clasificación de los juicios, sino completando el reper-torio de las funciones sintéticas que éstos habían deparadomediante un cuadro de objetividades puras en las que eltiempo va a jugar un papel fundamental. Con ello la deter-minación de la categoría se despega, por decirlo así, de la

5

--

Page 14: LA DEDUCCIÚN DE LAS CATEGORíAS KANTIANAS

,".' 1

262 La deducción de las categorías kantianas

estricta función del juicio. La deducción transcendental su-pone una distinción entre ésta, que queda adscrita a lomental, y k> que se le contrapone en tanto que juzgado.Pero esta contraposición desplaza el centro de gravedad delproblema hacia el terreno de lo objetivo pues, en definitiva,la función judicativa posee una constitución intencionalque la hace proyectarse hacia la objetividad que pone demanifiesto. Y, como ya se ha advertido, ésta tiene una com-plejidad estructural que rebasa la pura formalidad de lafunción del juicio. Por ello la deducción trascendentaldesemboca en el reconocimiento de los conceptos puroscccomo condiciones a priori de la posibilidad de la expe-riencia" (A 93, B 126) o, más exactamente, en la exposiciónde cClaposibilidad de esas categorías como conocimientosa priori de objetos de una intuición en generar' (B 159),pasando por la constatación de la pura subjetividad, sin lacual carece de sentido la configuración de lo otro, de unobjeto en general.

Ahora bien, si las categorías pretenden ser las determi-naciones universales y necesarias (a priori) de lo objetivoen general, en su deducción trascendental deberá ser ex-puesto y justificado ese apriorismo. La deducc~~n metafísicano había podido superar cierta facticidad, es decir, el hechode que los juicios se clasifiquen en doce apartados. Cuandola deducción trascendental se enfrente con la vigencia delas categorías como determinaciones a priori de lo objetivo,deberá dar cuenta de la necesidad y universalidad de lascorrespondientes objetividades categoriales. Hasta no darcon el plano de lo objetivo, yendo más allá de las simplesfUI!ciQnesmentales, no es posible plantear el problema déla necesidad y universalidad. Por ello dice Kant al términode la sección que titula cCDeducción trascendental de losconceptos puros del entendimiento" (§ 27, B 167-168) queun examen de las disposiciones subjetivas que hay en nos-otros no podría dar cuenta de la necesidad que perteneceesencialmente a las categorías. cCPues,por ejemplo, el con-cepto de causa, que expresa la necesidad de un efecto bajouna condición presupuesta, sería falso si sólo reposase sobre

- - - -- --

Page 15: LA DEDUCCIÚN DE LAS CATEGORíAS KANTIANAS

--.'--- -.. ---------..--

,..

La deducción de las categorías kantianas 263

una necesidad subjetiva arbitraria e innataenlazar ciertas representaciones empíricasregla de relación".

Sin embargo, si se atiende al desarrollo de este pro-blema en la Crítica de la razón pura pronto se advierte queen realidad la deducción trascendental se extiende muchomás allá de la sección que lleva su título dentro de la "Ana-lítica de los conceptos". En esa sección Kant sólo esta-blece lo que él mismo llama "los conceptos fundamentales"(B 169). La exposición de su contenido y uso viene a con-tinuación, es decir, constituye la "Analítica trascendentar',que abarca el "Esquematismo de los conceptos puros delentendimiento" y el "Sistema de todos los principios delentendimiento puro". Por ello dice Kant al término de lasección que titula "Deducción trascendental de los con-ceptos puros del entendimiento" que lo que la sigue, alatender el uso trascendental de la facultad de juzgar, ex-pondrá cómo las categorías hacen posible la experiencia,qué principios rigen su aplicación a los fenómenos. Enefecto, en esa determine ación de lo objetivo que requierela concurrencia de lo sensible, las categorías cuentan esen-cialmente con la mediación del tiempo que será _expuestaen el "Esquematismo de los conceptos puros del entendi-miento" y que preside el desarrollo de los principios. Pues."las categorías sin esquema son sólo funciones del entendi-miento relativas a los conceptos, pero no representan nin-gún objeto" (A 147, B 187). Por consiguiente, no es deextrañar que lo esencial de la deducción trascendental, elesclarecimiento de las categorías en tanto que determinan-

- tes de lo objetivo, no tengan lugar hasta que entra en Juego,dentro de la "Analítica trascendental", el estudio de losesquemas temporales y se desarrolle en forma de princi-pios puros lo que esos esquemas suponen en orden a lafijación de las respectivas objetividades categoriales.

Por ello el contenido de los párrafos titulados explícita-mente "Deducción trascendental de los conceptos purosdel entendimiento", ateniéndonos a la redacción definitivade la Crítica en su segunda edición, parecen fallar en la

en nosotros de

según una tal

- - - --

Page 16: LA DEDUCCIÚN DE LAS CATEGORíAS KANTIANAS

264 La deducción de las categorías kantianas

realización de lo que se hubiera previsto que iba a ser sucometido, la determinación de la pura objetividad catego-ria!. Más bien preparan el terreno para lo que será su autén-tica deducción en la ulterior ccAnalítica trascendental". Seinician con una consideración de lo que es la síntesis engeneral que, como función lógica, es un supuesto de todacategoría. Pasan a la unidad sintética de la apercepciónpura o conciencia de sí, expresada con el CCyopienso" (dis-tinta de toda conciencia empírica o fenoménica de unomismo) que cces una condición objetiva de todo conocimien-to" (B 138) pues sólo desde el aquí absoluto del yo puedeser propuesto cualquier objeto. O, dicho con otras palabras,éste puede configurarse como algo de lo que se tiene con-ciencia o ante lo que se puede formular el CCyopienso" enla medida en que ese yo se constituye como centro de lasactividades objetivantes de cualquier índole. Consideran acontinuación la función que desempeña la cópula cCes"enla determinación del objeto, la sumisión de las intuicionessensibles a las categorías y la limitación del uso de éstas alcampo de la experiencia, pues ccsólo nuestra intuición sen-sible y empírica puede darles sentido y significación" (B149). Insisten en la distinción entre la síntesis empírica faci-litada por la imaginación reproductora y la síntesis efec-tuada por las categorías, así como en la difrencia entre elsentido interno, que nos da una conciencia empírica denosotros mismos, y la apercepción trascendental o pura, quehace posible el uso de las categorías. Distinguen entre lasleyes particulares que conciernen a los fenómenos (la natu-ra materialiter spectata) y la síntesis trascendental de losconceptos. puros'. Y terminan reiterando que éstos no 'püe":' .den ser deducidos de las representaciones empíricas; todointento de hacerlo sería una CCgeneratioaequivoca".

Esta rápida reseña de lo que aparece titulado comocCdeducióntrascendental" de las categorías (advirtiendo que,a pesar de su densa temática ocupa pocas páginas, desdela B 130 hasta la B 169) arroja el sorprendente resultadode que, en rigor, con ella no se logra su propósito funda-mental, la justificación de los conceptos puros como prin-

- - -- - - - --- - -

Page 17: LA DEDUCCIÚN DE LAS CATEGORíAS KANTIANAS

- - ._- - -..-

La deducción de las categorías kantianas 265

cipios de la posibilidad de la experiencia o como conoci-mientos a priori del objeto de una intuición en general.En realidad esa deducción sólo se inicia cuando se planteael problema de los esquemas temporales pues, como ya seadvirtió antes, Kant estima que sin ellos las categoríasson funciones del entendimiento que no representan ningúnobjeto (A 147, B 187).

5. Los ESQUEMASTEMPORALESY LAS CATEGORÍAS

Por consiguiente, la verdadera deducción trascendentalde las categorías tiene lugar en el libro siguiente, titulado"Analítica de los principios", cuyo primer capítulo versa~~Sobreel esquematismo de los conceptos puros del enten-dimiento". El motivo de este desplazamiento es compren-sible si se atiende al contenido de la titulada ~~ deduccióntrascendental" que acabamos de reseñar. Su momento cru-cial aparece en el § 22, titulado ~~Lacategoría no tiene otrouso para el conocimiento de las cosas que su aplicación alos objetos de la experiencia" . Ello supone una enojosavaciedad de los conceptos puros, como funciones del enten-dimiento, en orden a la determinación de la. objetividadcategoria! correspondiente; pues, como se dice en ese mis-mo parágrafo, esos conceptos sólo adquieren plenitud o,dicho con la fórmula kantiana, "sentido y significación"(B 149), cuando las cumple una intuición empírica. Portanto, hacía falta salirse de alguna manera del estrictocampo de los conceptos puros o de las funciones sintéticasdel juicio para enfrentarse con el tema de las objetivida-des' 'categoriales que detenninan esos conceptos pur.os Pues.esas objetivididaes, si son una estructura objetiva que seconfigura como algo ante lo que se sitúa el sujeto trascen-dental, no pueden adolecer de la misma vaciedad que losconceptos puros o la síntesis del juicio que con ellos se reali-za. Pero Kant no podía recurrir directamente a la intuiciónsensible, a los fenómenos empíricos, que es lo que propia-mente llena las funciones conceptuales, para establecer elcuadro de las categorías: ello hubiera sido incurrir en la"

- --- - - - - - - --- - - --

Page 18: LA DEDUCCIÚN DE LAS CATEGORíAS KANTIANAS

266 La deducci6n de las categorías kantianas

"generatio aequivoca" que condena expresamente al ter-minar la sección titulada cCDeducción trascendental'~. O, di-cho de otra manera, hubiera sido cargar el repertorio delas categorías con una contingencia o una simple facticidadque eran incompatibles con las objetividades que esas cate-gorías instituyen y que, formando el esqueleto de la ex-periencia científica, eran necesarias y universales. ParaKant hubiera sido absurda una Ciencia que se limitara aconstatar hechos y a enunciar las leyes concretas que regis-tra su aparición fenoménica. Si la Ciencia opera deductiva-mente mediante razonamientos rigurosos y pruebas eviden-tes es porque opera desde unos principios que fijan lasestructuras necesarias de lo objetivo. Ello significa que laobjetividad científica no puede radicar en un repertoriode hechos fenoménicos que pudieran variar ilimitadamentesegún las circunstancias y condiciones subjetivas del sujeto.Ahora bien, la vaciedad de las puras formas del juicio o delos conceptos puros había impedido hallar en ellos la jus-tificación de las objetividades categoriales que les corres-ponden. Pero no se podía salvar esa vaciedad medianteuna apelación a la morfología de lo sensible, de los fenó-menos y sus síntesis imaginativas, de las "leyes particula-res" que éstas pudieran deparar. Por ello la titulada (CDe_dución trascendental de los conceptos puros del entendi-miento~~es en verdad sólo un prólogo para lo que realmenteva a ser ésta, prólogo en el que se limita Kant a insistir enla necesidad de hallar un criterio que permita esclarecercómo las funciones del entendimiento han de trazar el cua-

dro de las objetividades categoriales que, si bien sólo po-drán,.Junci?n:;t~ en yip:ud de un cumplimiento empírico, nopueden hallar en él, por su contingente facticidad, los moti-vos para su diferenciación.

Esto da a los esquemas una especial importancia en ladeducción trascendental de las categorías y, en definitiva,en el desarollo de la Crítica de la razón pura. Pues, dealguna forma, salvan a los conceptos puros de su vaciedad,sin caer en la contingencia y subjetividad de lo sensible.Sin embargo, es posible que el tratamiento que les da el

,II

Page 19: LA DEDUCCIÚN DE LAS CATEGORíAS KANTIANAS

La deducción de las categorías kantianas 267

propio Kant no haya contribuido a poner de manifiesto lariqueza temática de su estudio. Aparentemente los esque-mas fueron para él un eslabón que media entre los concep-tos puros y el material empírico, con objeto de hacer com-prensible su mutuo acoplamiento. Pues eran afines a losensible en tanto que el tiempo es la forma necesaria detodo contenido fenoménico; y, a la vez, lo eran tambiéna los conceptos puros, al tener en común con ellos un valora priori. No deja de ser extraña la apelación kantiana a la~~imaginación productora" (B 152) como una facultad in-termedia entre lo sensible y lo categorial: tal vez hubierasido más ~~económico" afirmar simplemente que lo tempo-ral constituye una función mental o un esquema objetivoque se da tanto en lo sensible como en los conceptos puros.O, dicho con más precisión, que las categorías constituyenlas correlativas objetividades en términos de una tempo-ralidad cuyas diversas configuraciones deben darse tambiénen los contenidos empíricos que les den cumplimiento.

Pero lo que interesa subrayar ahora es que, en rigor,en el momento en que Kant plantea el problema del esque-matismo aún no dispone de los conceptos puros~ o catego-rías. Se ha limitado a anticipados, no sin cierta precipita-ción, al establecer la tabla de los juicios y afirmar quea cada función judicativa coresponde un concepto puro.Pero, como ya se ha advertido antes, reconoció que esta~~deducción metafísica" no concretaba lo que fuesen losconceptos puros como determinantes de las objetividadescategoriales. Su auténtica deducción como determinacionesa priori de lo objetivo había quedado transferida a la quellamó "trascendental". Pero -cuando plantea.ésta, nueva-omente aplaza la solución del problema y de hecho la trans-fiere al estudio del esquematismo y a la "Analítica de losprincipios". Por consiguiente, cuando Kant propone la exis-tencia de los esquemas trascendentales del tiempo comoeslabón mediador entre fenómenos y categorías todavíaaún no ha precisado lo que son éstas pues, repitiendo laanterior cita, ~~lascategorías sin esquema son sólo funcio-nes del entendimiento relativas a los conceptos, pero no

- -- --- - - - ---

Page 20: LA DEDUCCIÚN DE LAS CATEGORíAS KANTIANAS

r"

268 La deducción de las categorías kantianas

representan ningún objeto" (A 147, B 187). Ahora bien, lascategorías tenían que ser precisamente esa representaciónde los puros objetos de cualquier experiencia. Por tanto,antes de que se señalase su esquema trascendental, las cate-gorías no eran todavía lo que debían ser, <:<:conocimientosa priori de objetos de una intuición en general" (B 159).En suma, el estudio del Esquematismo trascendental cons-tituye la auténtica deducción de las categorías.

En definitiva este desenlace estaba impuesto por lavaciedad que Kant, como se ha señalado antes, reconocióen los conceptos puros. Aunque partiese de la convicciónde que lo objetivo tenía que estar constituido a priori, deacuerdo con exigencias universales y necesarias que nopodían confundirse con la subjetividad y contingencia delo fenoménico, no se puede olvidar que para él un objeto,en la plenitud de su sentido, tenía que ser algo dado. Y quesólo los fenómenos podían realizar esa donación de loobjetivo. Pero esos fenómenos podían cumplir las purasobjetividades exigidas por la razón en la medida en quetuviesen una temporalidad congruente con la que trazarandichas objetividades. Ahora bien, si éstas alcanzaban supleno sentido y significación al ser cumplidas por los fenó-menos;' se puede decir que su función categorial y obje-tivadora tenía que radicar en su índole de proyectos deuna estructura fenoménica que fuese congruente con loque las categorías fuesen como conceptos puros del entendi-miento. Y esa congruencia consistía, en definitiva, en latemporalidad significada por la categoría y perteneciente ala trama fenoménica que la cumpliera. Por consiguiente,l~ c;li~1J.ciilació1}.de .lflS,formas necesarias, y. .\lniversales de..temporalidad que debe tener todo fenómeno que puede ser<:<:donante"de un objeto tendría que ser la genuina deduc-ción de unos conceptos puros que han sido planteados comolas funciones categoriales por las que se determina la es-tructura universal y necesaria de lo objetivo en general.

Ahora es, por tanto, cuando por primera vez se concre-tan las categorías de la naturaleza. Las corespondientes alas funciones cuantificadoras del juicio (unidad~ pluralidad

-- - ---- - --

Page 21: LA DEDUCCIÚN DE LAS CATEGORíAS KANTIANAS

La deducción de las categorías kantianas 269

y totalidad) se definen en función del número ("esquemapuro de la cantidad... considerada como un concepto delentendimiento» - A 142, B 182), pues toda cantidad consti-tuye una síntesis numerable por la pluralidad de los even-tos temporales que en ella acaecen. Dentro de las catego-rías de la cualidad, la realidad se determina como ~~unaexistencia (en el tiempo Y', la negación como ~~unano-exis-tencia (en el tiempo)" y la limitación como los grados deplenitud o vaciedad del tiempo en que se da lo sensible(A 143, B 182-183). En las categorías de la relación y dela modalidad la relevancia del esquema temporal para ladeterminación de la categoría correspondiente se hace másmanifiesta. ~~Elesquema de la sustancia es la permanenciade lo real en el tiempo» (A 144, B 183). El de la causalidades ~~lasucesión de lo diverso en tanto que sometido a unaregla» (ib.). El esquema de la comunidad o causalidadrecíproca de las sustancias es la simultaneidad de sus mutuasdeterminaciones según una regla general (ib.). El esquema dela posibilidad es el acuerdo de la síntesis empírica con las con-diciones del tiempo en general (A 144, B 184). El de la exis-tencia (o realidad modalmente entendida) es la presencia enun tiempo determinado (A 145, B 184). Y el de la necesidades la existencia de un objeto en todo tiempo (ib.).

Es manifiesto que la teoría de los esquemas trascenden-tales así planteada abre perspectivas de una riqueza insó-lita. 6 Sin embargo, pasando por alto su examen (que supon-dría una dedicación mucho más amplia de la que permiteun artículo), debemos enfrentamos con un problema quese relaciona con lo que venimos diciendo respecto a lateoría de los esquemas como auténtica deducción tras-,cendental de las categorías: ¿en qué medida esta deduccióno determinación de las objetividades categoriales en fun-ción del tiempo se ha escapado del planteamiento concep-tual con que Kant estableció el estudio o la entidad de lascategorías? ¿No es el tiempo una forma de lo sensible? ¿No

6 No sería justo olvidar el interés que ofrece su estudio en elKant una das Problem der Metaphysik de M. Heidegger, desde el§ 17 al 35, aunque lo hiciera a su estilo y manera.

- --- - - - - - - -- -- -

Page 22: LA DEDUCCIÚN DE LAS CATEGORíAS KANTIANAS

270 La deducción de las categorías kantianas

han pasado a ser con ello las categorías algo de rango feno-ménico, perdiendo su índole conceptual? Y, por consiguien-te, si los esquemas son estructuras de lo fenoménico, entanto que discurre temporalmente, ¿su peculiaridad no esta-rá afectada por la contingencia o simple facticidad de losensible? ¿No se estará cometiendo en definitiva la genera~tio aequivoca rechazada por Kant, puesto que se habráconcretado la categoría en virtud de modalidades de unatemporalidad dada que, por ello mismo, es contingente?Pues se trata de unas estructuras temporales de las quecabe pensar que son así de hecho, pero que podrían habersido otras si las condiciones psíquicas del hombre o su situa-ción mundana hubiera sido distinta.

No se trata de dilucidar la cuestión desde una pers-pectiva ajena a Kant. Si se hiciera así, tal vez hubiera quepreguntar ante todo en qué medida es lícito plantear elproblema de unas categorías a priori; acaso se tuviera queexperimentar un justificado recelo ante cualquier determi-nación objetiva que pretendiera valer con absoluta necesi-dad y universalidad. Pero, si se plantea el problema comouna cuestión de coherencia dentro del sistema kantiano, ladificultad no es insalvable. Ante todo hay que partir delhecho de que Kant nunca entendió los conceptos puroscomo contenidos inteligibles que tuvieran una entidad pro-pia frente a lo fenoménico. Los concibió como funcionesenderezadas esencialmente hacia la síntesis empírica. Porello dice dentro de la sección titulada ~~Deducción trascen-

dental de los conceptos puros del entendimenton (B 148,149) que "más allá de nuestra intuición sensible los concep-tos no nos sirven para nada. En efecto, entonces no sonmás que conceptos vacíos de objetos...>7. Y termina con laafirmación antes referida: "Sólo nuestra intuición sensible

y empírica puede proporcionarles sentido y significación".Ahora bien, hay que tener en cuenta que esa intuición sen-sible estaba constituida temporalmente. Y que esa tem-poralidad es susceptible de ganar una expresión rigurosa,universal y necesaria, la del tiempo puro estudiado enla ~~Estética trascendental". Por consiguiente, era posible

- -------

Page 23: LA DEDUCCIÚN DE LAS CATEGORíAS KANTIANAS

La deducción de las categorías kantianas 271

fonnular la ccsignificación" de los conceptos puros, deparada

por el contenido empírico, mediante un lenguaje que, sién-dole congruente, poseyera también el apriorismo del tiem-po. Los esquemas temporales constituyen esa traducciónde la estructura sensible en términos susceptibles de poseeruna vigencia universal y necesaria. O, dicho de otra ma-nera, siendo algo propio del material empírico que deparasentido y significación a las categorías, los esquemas poseenuna contextura temporal que los sitúa en el nivel de loa priori.

Por tanto, se puede decir que, a pesar de su vaciedad,los conceptos puros son algo más que rótulos que caen sobrelos fenómenos. En primer lugar, como funciones mentales,entrañan una actividad ordenadora que efectúa la síntesisde lo empírico con una regularidad especial. Esa regulari-dad está encauzada por la ordenación temporal que es pro-pia de los esquemas y que aglutina lo sensible en indivi-dualidades o totalidades, a tenor de lo que hay de persis-tente (de sustancial) o de sucesivamente condicionante (decausal) en la diversidad de sus contenidos fenoménicos.Pero, en segundo lugar, desde el momento en que los con-ceptos puros son expresivos de la índole temporal de losfenómenos, estructurada según los doce esquemas trascen-dentales, son expresivos también de las constelaciones em-píricas que, si bien les dan sentido y significación, sólo po-nen de manifiesto lo que hay de necesario y universalen su propia temporalidad cuando son asumidas por elcorrespondiente concepto. Con otras palabras, los concep-tos puros son funciones expresivas de lo sensible que dancuenta de las estructuras temporales que han rpermitidorealizar su síntesis de acuerdo con un sistema riguroso deesquemas, pero que, a la vez, poniendo de manifiesto esasestructuras temporales, ejerce su función expresiva en tér-minos de universalidad y necesidad. Pues, siendo el tiempoforma a priori de la sensibilidad, hace posible una formu-lación en la que la regularidad empírica aparezca comouniversal y necesaria. Y con ello, siendo universalidad y ne-cesidad sinónimas de objetividad, las categorías aparecen

- - - - --- -- ----

Page 24: LA DEDUCCIÚN DE LAS CATEGORíAS KANTIANAS

,-

272 La deducción de las categorías kantianas

como las funciones conceptuales que fijan las líneas funda-mentales de lo objetivo dentro del campo de la experiencia.

Con ello los conceptos puros van más allá de la simplefacticidad y contingencia de lo sensible aunque, por decirloasí, estén a su servicio y no tengan otra significación quela que les llega del material empírico que los cumple.Pues los esquemas temporales que encauzan esa servidum-bre están del lado de lo trascendental, es decir, trazan lasilueta de lo objetivo mediante una temporalidad que, comoforma pura de lo sensible, es a priori.

Pero, volviendo al desarrollo de la deducción trascenden-tal de las categorías, se puede decir que sólo alcanza suplenitud con el "Sistema de todos los principios del enten-dimento puron en que desemboca el estudio de los esque-mas trascendentales. La deducción metafísica sólo había

establecido que cada función sintética del juicio correspon-de a un concepto puro. La sección titulada CCDeduccióntrascendental" había precisado que la determinación delo objetivo realizada por los conceptos puros tenía que veri-ficarse mediante un cumplimiento empírico que, sin embar-go, no podía considerarse como origen o fundamento de lasobjetividades categoriales que se constituyen mediante lafunción sintética del juicio. El esquematismo trascendentalhabía ido más allá de estos preámbulos precisando la índoletemporal que correspondía a esas objetividades categoria-les y, con ello, había dado ya cierta consistencia a los con-ceptos puros. Pero el CCSistemade todos los principios delentendimento puron despliega finalmente la teoría de lascategorías precisando lo que han de ser sus respectivasobjetividades categoriales. dentro del campo de' una expe-riencia constituida como un todo sistemático y fijando laestructura que han de tener los contenidos fenoménicosque, como cccriterios empíricos n (A 189, B 232; A 204, B 249;A 205, B 250; A 207, B 252), soliciten y hagan posible laactividad del entendimiento categorialmente organizada.Lo más relevante del cCSistemanno es tanto la formulación

rigurosa de cada categoría, como las cCpruebasn que lesiguen y que expresan la necesidad y universalidad de su

- - --- --- -

Page 25: LA DEDUCCIÚN DE LAS CATEGORíAS KANTIANAS

La deducción de las categorías kantianas 273

uso para constituir el campo de una experiencia racional.Constituye con ello la plena realización de lo que, desdemucho antes, se había anunciado como "deducción trascen-dental" de los conceptos puros. Pues, en definitiva, cadaprincipio no es sino la definición de una categoría, tomandocomo fundamento el esquema temporal correspondiente. Laacredita así como determinación de cada una de las obje-tividades que deben hacer de la experiencia un sistema deobjetos constituidos racionalmente, es decir, a priori.

Se puede decir que con ello se cumple una de las fasesde la "revolución copernicana" anunciada en el Prólogo dela Crítica. La deducción trascendental de los conceptos pu-ros descubre el dinamismo del entendimiento como espon-taneidad determinante de las objetividades que rigen laexperiencia trascendental. Bien entendido que esa espon-taneidad no puebla el mundo de contenidos objetivos total-mente ajenos al material fenoménico que se le asocia. Enrealidad apenas parece que pone otra cosa que la concien-cia de la necesidad y universalidad que poseen determina-das estructuras empíricas. O la formulación de aquellasexigencias objetivas que deben cumplir los fenómenos paraque el campo de la experiencia adquiera valor científico,es decir, esté organizado universal y necesariamente, a prio-ri. Lo que pone a priori la razón es fundamentalmente loque la deducción trascendental ha justificado como objeti-vidades categoriales que deben regir la comprensión de lascosas y su investigación cuando la razón opera cientÍfica-mente, es decir, a instancias de exigencias necesarias y uni-versales respecto a lo que debe valer como objetivo. Puesño debe perderse de vIsta que todo el edificio de la Críticade la razón pura está orientado hacia la fundamentacióndel conocimiento científico. Lo que podríamos llamar «co-nocimiento ordinario" apenas aparece aludido esporádica-mente cuando Kant considera la subjetividad de lo sensi-ble en la Crítica o los «juicios de percepción" en los Pro-legómenos para toda metafísica futura. Lo que debe serconcebido como sustancia, por ejemplo, no es lo que perci-bimosespontáneamente en nuestra conducta cotidiana, sino

- -- - - - -

Page 26: LA DEDUCCIÚN DE LAS CATEGORíAS KANTIANAS

r

- - -- -

274 La deducción de las categorías kantianas

lo que puede garantizar una entidad persistente dentro delcampo de la experiencia científica. En definitiva, con la"Analítica de los principios~~, coronando la deducción tras-cendental de las categorías, se realiza la exposición y justi-ficación de las estructuras que debe cumplir necesariamen-te todo lo que merezca ser llamado propiamente objeto dela razón teórica científica. Con ese sistema de principiosqueda desplegado lo que la razón impone como exigenciasque lo fenoménico ha de acatar y verificar para ganar unadignidad objetiva que lo salve de su contingencia inicial.Pero se trata de principios que~ desde el momento en quefijan objetividades constituidas temporalmente, imponen exi-gencias que son congruentes con la regularidad que dehecho, sin pretensiones de necesidad y universalidad~ esdecir~ sin valer a priori, aparece inscrita en la trama feno-ménica, confundida con otras estructuras contingentes ysubjetivas.

Para terminar conviene insistir en que toda esta deduc-ción trascendental de las categorías está supeditada al su-puesto de que deba haber una necesidad y universalidadabsolutas vigentes en el campo de las objetividades cate-goriales que trazan el esqueleto del conocimiento científico.Dejando aparte otras fisuras que pudieran afectar a la doc-trina kantiana~ este supuesto consituye el punto más frágilde su argumentación. Pues decide que la determinación delas categorías no dependa de las estructuras empíricas quelas cumplen o que no se genere a partir de ellas. En defi-nitiva, la deducción trascendental ha tenido que ir con-signando, en especial al tratar del esquematismo trascen-dental y de los criterios empíricos que deciden' el uso (le"las categorías, que lo fenoménico es congruente con lo ca-tegorial. La tesis de que~ sin embargo, la contingencia osubjetividad de lo empírico no podía dar de sí un sistemade categorías, por ser éstas conceptos puros a priori, fue loúnico que impidió lo que Kant tachó como generatio aequí-voca de las mismas a partir de lo sensible. Pero de hechono pudo eliminar el riesgo de que el balance de la regulari-dad fenoménica trazara algo así como un anticipo del sis-

" ,

- - - - - - - --

Page 27: LA DEDUCCIÚN DE LAS CATEGORíAS KANTIANAS

La deducción de las categorías kantianas 275

tema de las categorías. La vaciedad de los conceptos purosy el hecho de que los hiciera significativos la regularidadempírica que los cumpliera llevaba fatalmente a esa situa-ción. Por ello la clave de la "revolución copernicana" radicaen esa deducción trascendental que evidencia que lo quepone la razón como a priori categorial es la formulaciónde aquellos principios que imponen las condiciones quedeben cumplir las estructuras fenoménicas para poseer unvalor objetivo, es decir, universal y necesario. Son princi-pios que, a tenor de esas exigencias no sólo seleccionanaquellas regularidades empíricas que pueden quedar incor-poradas al conocimiento científico, sino que promueven elhallazgo de los conceptos empíricos de sustancias, fuerzasy acciones recíprocas (A 222, B 269) que no se dan en laexperiencia ordinaria. De una y otra forma, y siempre porel mero hecho de su formulación sistemática, los principiosque definen el uso de los conceptos puros van más allá delpanorama fenoménico que se da en las percepciones coti-dianas.

Ahora bien, si en la obra de Kant las categorías y susprincipios puros no pueden ser interpretados como una. pro-longación (o generatio) a partir de ciertas estructuras em-píricas (sometidas ciertamente a un proceso rigorizador ysistematizador de acuerdo con un ideal de coherencia in-

terna), es porque interfiere el supuesto de que entre lascategorías y los fenómenos media el abismo de la valideza priori de las primeras y la mera facticidad de los segun-dos. Valorar lo que hay de legítimo o de arbitrario en esesupuesto es asunto que desborda el propósito de este ar-tículo.

- -