La Descentralización en El Perú

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DESCENTRALISMO Y REGIONALIZACINConsideraremos el centralismo como un rgimen poltico y econmico en el cual se produce una jerarquizacin del territorio y de sus autoridades, y donde es dicha jerarquizacin la que da forma y articula al pas. En estos pases hay entonces un lugar central, a partir del cual se irradia la nacin (o al menos as se lo considera): la cultura y los valores que la encarnan, incluyendo el idioma y la religin, y espacios perifricos, ms bien pasivos, donde si bien existe una cultura propia y eventualmente distinta a la irradiada desde el lugar central, ella se ve subordinada a esta ltima, ya sea por decisin propia o impuesta. Normalmente, el espacio central est ms densamente poblado y/o goza de ventajas comparativas para relacionarse con el resto del mundo o con otros centros, de los que puede obtener recursos econmicos o polticos que refuerzan su liderazgo.RESEA HISTORICA DE LA TRADICIN CENTRALISTA DE NUESTRO PAS Sobre los orgenes del centralismo en el Per podemos sealar que no es nueva y tiene sus orgenes en nuestro pasado independiente. Podemos mencionar que durante el Tahuantinsuyo el poder estuvo centrado en un estado autocrtico, cuyo representante principal fue el Sapainca, que supo distribuir lo necesario al pueblo para que ste no sufra de necesidades. Pero el verdadero inicio del centralismo en el Per, junto a los problemas que conlleva este, fue en la etapa de la colonia, cuando los espaoles trajeron a este nuevo mundo sus formas de gobierno y demarcacin territorial estableciendo de esta forma el virreinato. A partir de aqu, y con la fundacin de Lima como capital del Per, todo el poder poltico y econmico del Per y Sudamrica se concentr en la ciudad de los Reyes. Con la repblica el centralismo se robusteci, la actividades econmicas se situaron en Lima con grandes haciendas que producan algodn y azcar, se embelleci la ciudad, los tranvas, los automviles solo circulaban en Lima. En Lima se hallaban los principales centros econmicos del Per, los primeros y mejores hospitales, etc. Realidad que hoy en da se ha fortalecido en la ciudad capital y en las ciudades capitales de las regiones del Per. Es por todo lo expuesto, y no mal empleado, el trmino: El Per es Lima frase dicha por Abraham Valdelomar.LOS INTENTOS DESCENTRALISTAS Y SUS RESULTADOS DURANTE LA REPBLICAPedro Planas sostuvo que el Per ha tenido y conocido importantes etapas de su historia bajo una profunda y fructfera descentralizacin. Tambin explic que, a grandes rasgos, la evolucin constitucional peruana encuentra las siguientes grandes etapas que enmarcaron el desarrollo de la descentralizacin:a) Etapa de amoldamiento institucional (1823-1872).- En esta etapa destac el consenso logrado por nuestros primeros constituyentes, que descartaron el federalismo y el centralismo, estableciendo unas Juntas Departamentales que ya proyectaban, hacia la parte del Per aun no emancipada (Ayacucho, Cusco, Arequipa y Puno), un horizonte institucional descentralista. Ms adelante, despus de la intentona centralista de Bolvar, se reuni el Tercer Congreso Constituyente y restaur plenamente las Juntas Departamentales, aunque con mayores atribuciones y mayores rentas. As, se inici un tramo de efectiva descentralizacin, entre 1828 y 1834. Durante este tiempo, las Juntas Departamentales cumplieron destacada labor material en los departamentos y hasta una inesperada labor de conciliacin frente a las turbulencias polticas del momento pero, finalmente, fueron eliminadas por el hegemnico militarismo, inicindose una etapa de severo centralismo, agudizada con el proyecto confederacionista autoritario de Santa Cruz y con Gamarra y su restauracin nacionalista, que fue igualmente centralista y autoritaria, al extremo de suprimir tambin los municipios como lo hicieron antes Bolvar y Santa Cruz. Luego hubo dos esfuerzos descentralistas bajo las Constituciones liberales de 1856 y de 1857 aunque ambos culminaron sin xito

b) Etapa de plena descentralizacin (1873-1920).- Esta etapa se inici con la visin de estadista de nuestro primer presidente civil, Manuel Pardo, quien, pese a que el silencio de la Constitucin de 1860 no se lo exiga, remite un proyecto urgente al Congreso para descentralizar administrativamente y econmicamente el territorio peruano, creando Concejos Departamentales de carcter representativo, que recaudaran, presupuestaran y ejecutaran sus propias rentas. Esta descentralizacin rigi hasta enero de 1880, cuando por efecto de la Guerra con Chile, Pirola proclama la dictadura y suprime los Concejos Departamentales, as como los Concejos Provinciales y Distritales. Culminada la Guerra, la Ley de Descentralizacin de noviembre de 1866 restableci las Juntas Departamentales, progresivamente fortalecidas por leyes del Congreso dictadas en 1893, 1897 y 1916. Durante esta etapa de 35 aos consecutivos de las Juntas y 43 aos casi ininterrumpidos de descentralizacin se produjo el desarrollo poltico, econmico, cultural e institucional de las regiones, en particular del Sur, del Norte y del olvidado Oriente. Posteriormente, sin embargo, las Juntas fueron indirectamente disueltas por Legua entre 1920 y 1921, primero al secuestrarle su presupuestos y sus rentas y luego al presionar a los Congresos Regionales para que ejecuten su disolucin.

c) Auge centralista del Estado (1920-1989).- En la Constitucin de 1920 se contempl un sistema que no puede asimilarse como autnticamente descentralista por cuanto obvi el instrumento fundamental de toda descentralizacin: configurar los gobiernos descentralizados (departamentales o regionales) con sus respectivas atribuciones, competencias y rentas. En su lugar cre unos Congresos Regionales, asignados a tres regiones, as denominadas sin ningn criterio econmico o administrativo: la Regin del Norte, la Regin del Centro y la Regin del Sur. Instaladas en un ambiente artificial, sin pluralismo poltico y sin posibilidad de canalizar libremente las demandas regionales, los Congresos Regionales de 1920 derivaron en un simple engranaje decorativo de la Repblica Autocrtica, que era centralista por propia vocacin, pues incluso suprimi las elecciones municipales y traspas importantes competencias ediles a la Presidencia de la Repblica. El fin de estos Congresos Regionales estaba anunciado: fueron disueltos al poco tiempo por el propio Legua, tras comprobarse fehacientemente su total inoperancia.

En la Constitucin de 1933 fueron restaurados los Concejos Departamentales y, adems, el Congreso Constituyente se preocup en dictar en setiembre del mismo ao 1933 una magnifica Ley Orgnica de Descentralizacin Econmica y Administrativa. Sin embargo, el gobierno de Benavides incumpli el mandato constitucional de presentar el proyecto de presupuesto reservando las rentas departamentales de los Concejos y tampoco convoc a elecciones para integrar los Concejos Departamentales, ni para elegir municipalidades. Finalmente, tampoco entraron en vigor estos Concejos Departamentales. Ms bien el ms notorio avance descentralista efectuado en esta etapa fue la convocatoria a elecciones municipales por Belaunde en 1963 y en 1966, rompiendo ms de cuatro dcadas de designacin gubernamental de Alcaldes, metodologa luego reasumida por el gobierno militar de Velasco.

d) El frustrado proceso regionalista (1989-1992).- Conforme a lo previsto en la Constitucin de 1979, el Ejecutivo elabor el Plan Nacional de Regionalizacin, que a su vez previ una Ley de Bases, que permiti articular el proceso definitivo de creacin de regiones y de eleccin de autoridades regionales entre 1988 y 1990, incluso con la realizacin de las consultas populares solicitadas por determinadas provincias o distritos para decidir si se mantena en la regin predeterminada o se trasladaba a alguna regin vecina.Mientras estas consultas se definieron en octubre de 1989, en noviembre, coincidiendo con las elecciones municipales, las regiones que no tenan cuestiones de demarcacin que deslindar erigieron su autoridades regionales (por sufragio universal e incluso las delegadas), a la vez que se reconoca a los nuevos alcaldes provinciales como miembros de pleno derecho de las Asambleas Regionales.Sin embargo, el gobierno de Fujimori fren el proceso de transferencia de bienes y rentas, primero por el fujishock y luego por otros argumentos escasamente consistentes. Adems, se neg a a aplicar en el presupuesto pblico el Fondo de Compensacin Regional, pese a ser un mandato constitucional, al extremo incluso de ofrecer repartir este Fondo que es una reserva presupuestal de carcter constitucional a la Asociacin de Municipalidades, con el simple nimo de dividir a los partidarios de la descentralizacin.

e) El rgimen hipercentralista (1992-1998).- Con el golpe del 5 de abril de 1992, Fujimori disolvi el Congreso y las propias asambleas regionales. Adems, poco despus del golpe, el rgimen estableci los Consejos Transitorios de Administracin Regional (CTAR) designados por Palacio de Gobierno, en sustitucin de los gobiernos regionales electos por los ciudadanos. A la vez, cre el Ministerio de la Presidencia, andamiaje centralista del cual dependeran los doce CTAR, los cuales se convertiran en entidades no de carcter transitorio, sino de carcter permanente. Esto qued plenamente confirmado al expedirse la mal denominada Ley Marco de Descentralizacin, promulgada en febrero de 1998, que en lugar de cumplir el mandato constitucional de dar pronto inicio al proceso descentralista, ampli los doce CTAR existentes desde 1992 a un total de 23, esta vez de carcter departamental (CTAR departamentales). Todo ello contra el expreso mandato constitucional (Octava Disposicin Transitoria de la Carta de 1993), que obligaba al Congreso a expedir de modo prioritario aquellas normas de desarrollo constitucional que permitiesen tener autoridades regionales electas a ms tardar en 1995 .