La Devoción a los Santos

5
La Devoción a los Santos Fecha: Viernes 01 de Septiembre de 2000 Pais: Chile Ciudad: Santiago Autor: P. José Miguel Medina PRESENTACIÓN El tema de la Devoción a los Santos toca uno de los campos más sensibles de la Religiosidad Popular y a su vez nos pone en contacto con una de las grandes inquietudes de nuestra época, caracterizada por la búsqueda de modelos o encarnaciones del ideal evangélico. Necesitamos más testigos que maestros, afirmaba el Papa Pablo VI. El Padre José Miguel Medina, Rector del Santuario de Auco (Teresita de Los Andes) analiza en este folleto la devoción popular y el valor que tiene, como camino hacia una captación más vital de la vinculación a Cristo. Será muy útil para los agentes pastorales, ayudándoles a comprender mejor la fe de nuestro pueblo. P. Raúl Feres, Sh. Director Comisión Nacional de Pastoral de Multitudes, Santuarios y Religiosidad Popular Santiago, Septiembre 2000 I. INTRODUCCIÓN LA DEVOCIÓN A LOS SANTOS tiene una parte muy importante en la vida de muchos cristianos, ya que su geografía está engalanada de santuarios, devociones, prácticas de los mismos. Dentro de este tema, la primera santa, la Virgen Madre de Jesús, el Dios hecho hombre, ocupa el puesto principal. Ella merece un apartado especial. En consecuencia, aquí no la tocamos directamente. Aquí nos referimos solamente a los santos o beatos declarados como tales por la Iglesia. Los primeros tienen un alcance universal, mientras que los segundos no. Sin embargo, para efectos prácticos nuestra reflexión puede abarcar ambos grupos. 1. ¿QUIÉN ES EL SANTO Si Cristo es el testigo fiel que proclamó ante Pilato una hermosa confesión (Timoteo 6,13), los santos son los grandes testigos en los que se manifiesta la fuerza y la santidad de Dios entre y ante sus hermanos en la comunidad, la cual en su conjunto tiene que ser y es testimonio manifiesto del amor victorioso de Dios (Enciclopedia Teológica). II. ACLARANDO IDEAS 1. ¿QUÉ ES DEVOCIÓN Originalmente la palabra "devoción" indicaba una entrega de la propia vida para una finalidad, mediante un juramento, voto, una promesa. Más genéricamente, denota una actitud de entrega total a alguno o a algo. Los teólogos la definen como la "voluntad de darse prontamente al servicio de Dios": Y en este sentido, sólo cabe usar el término "devoción" con referencia exclusiva a Dios. Pero en una línea de analogía o semejanza también podemos hablar de devoción a los santos, sin menoscabar en absoluto la primacía de Dios. Esto hay que decido claro ante muchas "confesiones" y

Transcript of La Devoción a los Santos

Page 1: La Devoción a los Santos

La Devoción a los Santos

Fecha: Viernes 01 de Septiembre de 2000Pais: ChileCiudad: SantiagoAutor: P. José Miguel Medina

PRESENTACIÓN

El tema de la Devoción a los Santos toca uno de los campos más sensibles de la Religiosidad Popular y a su vez nos pone en contacto con una de las grandes inquietudes de nuestra época, caracterizada por la búsqueda de modelos o encarnaciones del ideal evangélico.

Necesitamos más testigos que maestros, afirmaba el Papa Pablo VI.

El Padre José Miguel Medina, Rector del Santuario de Auco (Teresita de Los Andes) analiza en este folleto la devoción popular y el valor que tiene, como camino hacia una captación más vital de la vinculación a Cristo.

Será muy útil para los agentes pastorales, ayudándoles a comprender mejor la fe de nuestro pueblo.

P. Raúl Feres, Sh.Director Comisión Nacional de Pastoral de Multitudes, Santuarios y Religiosidad Popular

Santiago, Septiembre 2000

I. INTRODUCCIÓN

LA DEVOCIÓN A LOS SANTOS tiene una parte muy importante en la vida de muchos cristianos, ya que su geografía está engalanada de santuarios, devociones, prácticas de los mismos. Dentro de este tema, la primera santa, la Virgen Madre de Jesús, el Dios hecho hombre, ocupa el puesto principal. Ella merece un apartado especial. En consecuencia, aquí no la tocamos directamente. Aquí nos referimos solamente a los santos o beatos declarados como tales por la Iglesia. Los primeros tienen un alcance universal, mientras que los segundos no. Sin embargo, para efectos prácticos nuestra reflexión puede abarcar ambos grupos.

1. ¿QUIÉN ES EL SANTO

Si Cristo es el testigo fiel que proclamó ante Pilato una hermosa confesión (Timoteo 6,13), los santos son los grandes testigos en los que se manifiesta la fuerza y la santidad de Dios entre y ante sus hermanos en la comunidad, la cual en su conjunto tiene que ser y es testimonio manifiesto del amor victorioso de Dios (Enciclopedia Teológica).

II. ACLARANDO IDEAS

1. ¿QUÉ ES DEVOCIÓN

Originalmente la palabra "devoción" indicaba una entrega de la propia vida para una finalidad, mediante un juramento, voto, una promesa. Más genéricamente, denota una actitud de entrega total a alguno o a algo. Los teólogos la definen como la "voluntad de darse prontamente al servicio de Dios": Y en este sentido, sólo cabe usar el término "devoción" con referencia exclusiva a Dios. Pero en una línea de analogía o semejanza también podemos hablar de devoción a los santos, sin menoscabar en absoluto la primacía de Dios. Esto hay que decido claro ante muchas "confesiones" y

Page 2: La Devoción a los Santos

"sectas" que pueden poner reparos infundados a la devoción de los santos, por falta de una seria y serena reflexión bíblica o teológica.Por consiguiente, en el caso de los santos, podemos entender por "devoción" una actitud del creyente respecto a unos personajes (declarados oficialmente "santos" por la Iglesia), que significan de nuestra parte unas connotaciones de amor, veneración, agradecimiento y admiración.

2. ¿QUÉ ES CULTO A LOS SANTOS

Antes de dar una noción de culto, hay que tener en cuenta el fenómeno religioso en la sociedad. La religión es una relación fundamental entre el hombre y lo divino. Y el "culto" es parte de la expresión y manifestación de la religión. Implica tanto la actitud interior como la exterior del hombre creyente.La expresión externa del culto se centra en acciones que tocan el nivel corpóreo humano y ocupan el tiempo y el espacio.

Muchas de esas manifestaciones nacen del mismo ser de la persona humana. Por eso muchas veces son comunes a las distintas religiones: la oración, las ofrendas, los templos o las peregrinaciones.

En el cristianismo el culto se centra en Jesucristo, especialmente en su misterio pascual.

En las celebraciones litúrgicas de la Iglesia esos misterios ocupan siempre un lugar eminente. Ritos, gestos, símbolos, palabras, tienden a hacer realidad una fe que existe dentro de nosotros respecto a Dios y a sus manifestaciones, realizadas, sobre todo, en la persona de Jesús.

La devoción puede manifestarse en el culto, que a su vez, tiene dos maneras de expresión oficial y pública del culto, aprobada por la Iglesia. Las devociones no tienen aprobación oficial de la Iglesia, sino que nacen y se estructuran al nivel de iniciativas particulares o personales.En la Iglesia siempre se ha defendido el culto a la Virgen María y a los santos, en un sentido analógico o de semejanza, en la misma línea indicada en su devoción. Este hecho no hace perder valor al culto a Dios. Dios es el amor primero, el principal, en el cristiano católico. Y ese amor se manifiesta en el culto y sus diversas expresiones. Sin embargo, ese hecho fundamental y primario no impide que nosotros tributemos devoción y culto a los santos, en un plano inferior y distinto, con todas las salvedades del caso.

3. LA INTERCESIÓN DE LOS SANTOS

"El único salvador es Jesucristo; el único intercesor es Jesucristo". En más de una ocasión podemos oír estas frases de boca de algunos no católicos. Y hay que responder que, de acuerdo, pero hay que recordar que Cristo también es cabeza de la Iglesia, que es su cuerpo místico. Y que esta Iglesia la formamos todos los creyentes, con Cristo y todos los santos. Y que estos santos oran, interceden, juntamente con Cristo, por nosotros. Por tanto, cuando pedimos algo a los santos, lo pedimos a Cristo y a ellos, tan unidos a Cristo. Entre ellos no hay ni separación ni competencia. En las misas de los santos, la iglesia ora siempre a Dios por medio de Jesucristo, recordando las virtudes de los santos. Esta es la línea de la intercesión de los santos.

Teresita de Lisieux, declarada recientemente doctora de la Iglesia, prometió trabajar en el cielo por nosotros. En el cielo nadie está jubilado, ni siquiera el mismo Dios. Jesús y los santos se acuerdan constantemente de nosotros. j Qué más gozoso que sentimos unidos a ellos ¡Qué sencilla y. confiada oración la de las musulmanas que van, con sus penas y sus niños enfermos, al santuario de Teresita de Lisieux de El Cairo, en Egipto, y oran así: "Tú que, eres amiga de Alá, dile que se acuerde de nosotros" j Y eso que los musulmanes no quieren ni santos ni estatuas de Alá-Dios ni de nadie ¡Cuántos disparates por seguir una cabeza tortuosa, olvidando un corazón amante

III. HORIZONTE HISTÓRICO

EL ÚNICO SANTO ES DIOS. La santidad es el atributo de Dios y de su Hijo Jesucristo en la unidad del Espíritu Santo. Pero esa santidad divina se hace don de Dios a su pueblo (Ex. 9, 5-6), regalo de Cristo a su Iglesia y a cada uno de sus

Page 3: La Devoción a los Santos

miembros (1 PE 2,9): De ahí que san Pablo llame "santos" a los cristianos a quienes escribe. En efecto, en el bautismo todos fuimos santificados por las aguas del amor de Dios. De ahí que todo cristiano sea originariamente un santificado y declarado santo.

Sin embargo, la práctica de la Iglesia y el sentir de los cristianos han reservado el título de santos a aquellas personas que han tenido un reconocimiento de la realización efectiva del desarrollo de esas raíces santas que el bautismo plantó y regó en su existencia. Ciertamente vivimos entre muchas personas santas. Y hay santidades evidentes. Otras son más ocultas. Sólo Dios sabe quién es más santo.

1. PASOS HISTÓRICOS

La Iglesia ha declarado oficialmente santos a algunas personas, como modelos que imitar. Esta declaración oficial ha tenido una evolución histórica: en un primer momento era la comunidad eclesial que espontáneamente comenzaba a tener devoción y rendir culto a los santos; luego venía el refrendo de los obispos. A partir del siglo X, poco a poco, el Papa, obispo de Roma, recibió de los demás obispos la facultad exclusiva de declarar santos.

Los mártires fueron los primeros que, en el orden cronológico y peculiar, comenzaron a ser sujetos de devoción y culto, como personas santas que dieron su vida por el testimonio de la fe en tiempos de persecución. Ellos eran los que animaban la fe de sus hermanos.

LA DEVOCION A LOS SANTOS

"Mártir" en griego quiere decir testigo. Ellos habían testificado su fe con la propia muerte. Era el testimonio supremo. Sin embargo, había otro grupo que había testificado su fe sin llegar a la muerte. Eran los que habían sido torturados, pero no muertos. Ellos habían testificado, "confesado", su fe entre atroces tormentos. Ellos podían exhibir en su cuerpo los dolores de la pasión de Cristo. Eran los "confesores de la fe".

2. RELIQUIAS E IMÁGENES

Junto al culto de los santos surgió pronto la veneración de sus reliquias y de sus estatuas. El Concilio Vaticano 11 declara: "De acuerdo a la tradición, la Iglesia rinde culto a los santos y venera sus imágenes y sus reliquias auténticas" (SC 111). Entre los primeros testimonios de las catacumbas romanas aparece este doble culto a los santos: la veneración de sus reliquias y de sus retratos pintados en los muros, representando los diversos momentos de su vida o de su testimonio. Por otra parte, aparece evidente la unión que para ellos existía entre las reliquias de los santos, con sus estatuas, y la celebración de la Eucaristía.

En más de una ocasión los hermanos separados de otras confesiones cristianas nos achacan a los católicos de no seguir la Biblia cuando prescribe: "No tengas estatuas ni imagen alguna de lo que hay arriba, en el cielo, abajo, en la tierra, y en las aguas debajo de la tierra. No te postres ante esos dioses, no les des culto" (Éxodo 20, 4-5). Aquí, como se puede ver, no se refiere a las personas de los santos, sino a los ídolos o dioses falsos. Porque la misma Biblia dispone que el arca de Dios descansara entre imágenes: querubines y ángeles (1 Reyes, 23-28). ¿Contradicción No. Los querubines y los ángeles no eran dioses, sino servidores de Dios; ocurre lo mismo con los santos que veneramos: no son ídolos sino servidores amantes de Dios. Por tanto, no se prohibe hacer imágenes del Dios verdadero ni de sus amigos y servidores, del mismo modo que hacemos fotos y estatuas de las personas que amamos.

IV. LA DEVOCIÓN POPULAR

EL PUEBLO CRISTIANO ha aceptado y engrandecido a los santos, a través de los siglos, con su devoción y el culto que la misma iglesia señala. Y entre devoción y culto (amor y su manifestación) ha ido acuñando muchas manifestaciones oficiales y populares, en tomo a los santuarios o fuera de ellos. De ese modo podemos hablar de un doble culto: el culto oficial, litúrgico, de la Iglesia, por una parte; y el culto popular, por otra.

A través de los siglos el culto popular a los santos ha tenido sus propias manifestaciones. Cuando, en la edad media, se

Page 4: La Devoción a los Santos

fue perdiendo el sentido de asamblea eclesial, porque la gente no entendía la lengua de la liturgia o ésta se hizo un quehacer de los monjes o clérigos, surgió con fuerza la devoción popular a los misterios de Cristo y de la Virgen María, junto a los santos. Y las vidas de éstos tenían amplia difusión para conservar y aumentar la fe. Con esta finalidad se exageraban o inventaban muchas heroicidades de los santos. Por eso se ha dicho que la Iglesia canonizaba a los santos y el pueblo los divinizaba.

Muchos de estos aspectos han llegado hasta nuestros días en ambientes que necesitan de una nueva evangelización. En algún lugar el santo más grande es San Antonio de Padua; luego viene Teresita del Niño Jesús (de Lisieux); luego, con bastante distancia, Jesucristo. En otro lugar ha costado sudores quitar del centro del altar a San Pedro para colocar a Jesucristo crucificado.

Ciertamente la persona más popular es la Virgen María, la Reina de todos los santos. Luego vendría una lista de santos populares a escala mundial, continental, nacional y local. Sus preferencias estarán de acuerdo a la formación religiosa, a los "milagros", a las peregrinaciones u otros motivos.

1. ASPECTOS POSITIVOS

La devoción popular de los santos puede envolver muchos aspectos positivos, sobre todo, en torno a los santuarios. Podríamos enumerar los siguientes:

� Un medio apto para la nueva evangelización, si se sabe aprovechar de la afluencia de los fieles y se programan medios adecuados con imaginación, aún superando algunas dificultades.

� Una oportunidad de hacer vivir la liturgia sacramental: Eucaristía, Reconciliación, Unción de los enfermos.

� Un medio para catequizar a los niños. Tal vez no se ha pensado mucho en este aspecto. Están los videos sobre la vida de los santos. Pero habría que pensar en videos bíblicos o catequéticos, que ya existen, para catequizar a niños y mayores.

� No conviene silenciar otros aspectos humanos: descanso, fomento de la vida familiar, amor a la naturaleza, sentido de comunidad de masas.

2. ASPECTOS NEGATIVOS

� Opacar a Dios y sus misterios por exceso de exaltación de santos. Este peligro puede referirse a Dios Padre y al Espíritu. Pues de ellos tenemos menos "datos" que de Jesucristo, que vivió y caminó por nuestro mundo. Esto mismo lo encontramos en el "Credo" y en el "Gloria" de la Misa.

� En las prácticas de símbolos, bendiciones, gestos, fórmulas oracionales, se puede rayar en aspectos mágicos.

En algunas mandas, procesiones de rodillas, andaduras con los pies descalzos, puede haber un fondo de leyes de mercado con Dios: "Yo te doy esto y tú me das esto".Puede fomentar la especialización milagrera. Se puede montar en la devoción popular una especie de hospital con santos de "medicina general" y de "especialistas".

3. PISTAS PASTORALES

Aprovechar todo medio para instruir a los fieles, con respecto y suavidad, sin herir ningún sentimiento o creencia.

� El mejor medio es la asamblea eucarística, aunque la transeuntidad de los peregrinos puede ser un obstáculo. Pero un lenguaje sencillo, una insistencia en los mismos temas de formación, puede ir cuajando poco a poco en la mente de los asistentes: Dios, los sacramentos, la oración auténtica, el año litúrgico con sus tiempos fuertes, el sentido de peregrinación (de la vida y de los santuarios), el puesto de los santos, la gratuidad de Dios, su amor infinito tiente al complejo de castigo por el pecado, los sacramentos, la familia.

Page 5: La Devoción a los Santos

� Catequesis sobre las bendiciones, teniendo en cuenta las orientaciones de los libros oficiales.

� Repartir folletos sencillos, dignos e instructivos de la vida de los santos, con otros ingredientes cristianos formativos. Colocar cuadros, letreros (pocos y sencillos, inteligibles y de cultura actual), consignas.

� Realizar las liturgias con dignidad, no como funcionarios rutinarios o apurados, sino con ejemplaridad, pausa, paciencia, sentido pastoral y de formación cristiana.

� La costumbre de facilitar a los fieles la formulación de sus peticiones y depositarlos en cajas adecuadas puede ser un medio de conocer sus aspiraciones y su formación cristiana, para actuar en consecuencia.

Un buen rector de un santuario mariano estacionaba los vehículos en un lugar apto. Luego llevaba a los conductores, llave en mano, a una capilla; y allí les hacía una catequesis bendicional: había que bendecir a Dios por haber podido comprar el vehículo (bendición descendente); finalmente rociaba con agua bendita la mano que contenía la llave del conductor, recordándoles los compromisos bautismales simbolizados en esa agua bendita.

Con esto no está concluido este trabajo sobre la devoción de los santos, en especial en la religiosidad popular.

Quedan muchas reminiscencias de ideologías antiguas que hoy no deberían tener cabida en la cultura cristiana, pero que todavía están ahí. La labor continua de la Iglesia y del Santuario, es ayudar al hombre a purificar y clarificar su fe.El santo no debe ser alguien con poderes a quien se acude a pedir la solución de mil problemas que invaden la vida cotidiana, ni su tumba, el término de la peregrinación donde se detiene a pedir o pagar el favor recibido.

El Santuario debe mostrar que el santo es ejemplo de vida cristiana. Criatura cercana a nosotros, que vivió su vida cristiana llena de gozos y sufrimientos con el Espíritu de Jesús. Que nos anima a caminar al encuentro personal con el Señor, purificando nuestra vida en el sacramento de la reconciliación y celebrando con la comunidad la Cena del Señor, la Eucaristía.

P. José Miguel Medina, o.c.d.