La Diferancia

26
7/21/2019 La Diferancia http://slidepdf.com/reader/full/la-diferancia 1/26 La Différancc* *Confcrcncíapronunciadaen la SociedadFrancesadeFilosofía,el 27 deenero de 1968, publicada simultáneamente en el Bulletin de la Societéfrangaixe de pbilampbie (julio-setiembre,1968)y en Ïbeariedïruemb/c (col. Quel, Ed. de Seuil, 1968). 37

description

Jacques Derrida

Transcript of La Diferancia

Page 1: La Diferancia

7/21/2019 La Diferancia

http://slidepdf.com/reader/full/la-diferancia 1/26

La Différancc*

*Confcrcncíapronunciadaen la SociedadFrancesade Filosofía,el 27 de enerode 1968,publicadasimultáneamenteen el Bulletinde la Societéfrangaixede pbilampbie(julio-setiembre,1968)y en Ïbeariedïruemb/c(col. Quel, Ed. de Seuil, 1968).

37

Page 2: La Diferancia

7/21/2019 La Diferancia

http://slidepdf.com/reader/full/la-diferancia 2/26

Page 3: La Diferancia

7/21/2019 La Diferancia

http://slidepdf.com/reader/full/la-diferancia 3/26

Hablaré, pues, de un letra.

De la primera,si hayquecreeral alfabetoy a la mayorpartede lasespeculacionesquesehan aventuradoal respecto.Hablaré,pues,de laletraa, deestaprimeraletraqueha podidoparecernecesariointrodu-cir, aquío allá,en la escrituradela palabradíranc; y ello enel cursodeunaescriturasobrela escritura,deunaescrituraenla escrituray cu-yosdiferentestrayectosseencuentran,pues,pasando,en ciertospun-tos muy determinados,por una suertede granfalta de ortografía,poresafaltadeortodoxiaquerigeunaescritura,unafaltacontrala leyquerigelo escritoy el continenteensudecencia.Estafaltadeortografía,

siemprepuedeserborradao reducida,de hechoy dederecho,y encon-trarla segúnlos casosqueseanalizancadavez,peroqueaquívienenaserlo mismo,grave,indecorosa,inclusoen la hipótesisdela mayorin-genuidad,divertida.Aunquese trata de pasaren silenciotal infrac-ción,el interésqueen ello seponesedejareconocerdeantemano,asig-nar, como prescrito por la ironía muda, inaudible de estapermutacióndeletras,siemprepodráhacersecomosiestonoseñalaraningunadife-rencia.Mi propósitode hoy,debodecirdesdeahora,sedirigirá menosa pensaren justificarestafaltasilenciosadeortografía,menostodavíaaexcusarla,que a agravar el juego con una cierta insistencia.A cambio,seme deberáexcusarsi me reero, al menosimplícita-mente,a tal o cual texto que me he arriesgadoa publicar.Es que yoquerríaprecisamenteintentar, en una cierta medida,y por másqueestoseaen principio y al n por razonesesencialesdederecho,imposi-ble,unirenun¿azlasdiferentesdireccionesenlasquehepodidoutili-zaro mejormehedejadoimponeren suneograsmopor lo queprovi-sionalmentellamarélapalabrao elconceptodedgzfíranrey quenoes,yalo veremos,literalmente,ni unapalabrani un concepto.Meatengoa

* Proponemos,demaneratentativa,unaposibletraducción:dranria,que,si biennamt-m: igual que diferenciacomo ocurre en el francésdiíramz, presenta,no obstante,lamismavariacióne/ a,lo cualharíaentodocasointeligiblecualquierdiscusiónulterioreneltexto de Derrida. (N, dr/ Ï.)

39

Page 4: La Diferancia

7/21/2019 La Diferancia

http://slidepdf.com/reader/full/la-diferancia 4/26

la palabra haz por dos razones:por una parte no se tratará, cosa quetambién habría podido hacer, de describir una historia, de contar lasetapas,texto a texto, contexto a contexto, mostrando cadavez qué eco-nomíahapodidoimponerestedesarreglográfico,sinomásbiendelri:-temageneraldeextaetanamía.Por otra parte, la palabrabazparecemáspro-pia para poner de manifiesto que la agrupación propuestatiene la es-tructura de una intricación, de un tejido, de un cruce que dejarápartirde nuevo los diferentes hilos y las distintas líneas de sentido o defuerza igual que estará lista para anudar otras.

Recuerdo, pues, de una manera completamente preliminar, queesta discreta intervención gráca, que no se ha hecho en principio nisimplementepor el escándalodel lector o del gramática, ha sido calcu-lada en el procesoescrito de una interrogación sobrela escritura. Aho-

ra bien, seda el caso,diría en realidad, de que estadiferencia gráca (laa en el lugar de la e), estadiferencia señaladaentre dos notacionesapa-rentementevocales,entre dos vocales,espuramente gráca; seescribeo se lee, pero no se oye. No se puede oír, y veremos también en quésentido sobrepasael orden del entendimiento. Se propone por unamarca muda, un monumento tácito, yo diría incluso por una pirámide,que piensaasí no sólo en la forma de la letra cuando se imprime en ca-pital o en mayúscula,sino también en esetexto de la Enciclopediade He-gel en el que el cuerpo del signo secompara a la pirámide egipcia. La a

de la dtérarzce,pues,no seoye, permanecesilenciosa,secretay discretacomo una tumba: ariba/z}.Señalaremosasí por anticipación este lugar,residenciafamiliar y tumba de lo propio donde se produce en diferan-cia la economiadela muerte.Esta piedra no estálejos,siempre que sesepadescifrar la leyenda, de señalar la muerte del dinasta.

Una tumba que no sepuedeni siquiera hacer resonar.En efecto, yono puedo hacerlessaberpor mi discurso, por mi palabra proferida eneste momento ante la Sociedad Francesa de Filosofía, de qué diferenciahablo en el momento en que hablo. No puedo hablar de estadiferencia

gráfica sino sosteniendoun discurso muy desviadosobre una escrituray a condición de precisar, cada vez,que me reero a la diferencia conuna e o a la diferancia con una a. Lo cual no va a simplificar las cosashoy y nos dará muchos problemas a ustedesy a mi si al menos quere-mos entendemos. De todas formas, las precisiones orales que haré,cuando diga «con e»,o «cona» sereferirán a un texto escrito, que vigilami discurso,a un textoquetengodelante,queleeréy haciael cualseráprecisoqueintenteconducirsusmanosy susojos.No podemosevitarpasarpor un texto escrito,ordenarnossobreel desarregloque sepro-

duceen él, y estoes lo que me importa antesque nada.Sin duda estesilencio piramidal de la diferencia gráca entre la e y

la a no puedefuncionarsino en el interior del sistemade la escriturafonética, y en el interior de una lengua o de una gramática histórica-menteligadaa la escriturafonéticaasícomoa todala culturaquele es

40

Page 5: La Diferancia

7/21/2019 La Diferancia

http://slidepdf.com/reader/full/la-diferancia 5/26

inseparable.Perodiréqueellomismo-este silencioquefuncionaenel interior solamente de una escritura llamada fonética señala o re-

cuerdade maneramuyoportunaque,contrariamentea un enormeprejuicio,no hayescriturafonética.No hayunaescriturapuray rigu-

rosamentefonética.La escriturallamadafonéticano puedeen princi-pio y dederecho,y nosólopor unainsuciencia empíricao técnica,funcionar,si no esadmitiendoen ella mismasignosno fonéticos(puntuación,espaciosetc.)delosquesedarácuentaenseguida,alexa-minarla estructuray lanecesidad,quetoleranmuy'malel conceptodesigno.Mejor,el juegodeladiferenciadelqueSaussuresóloharecorda-doqueeslacondicióndeposibilidady defuncionamientodetodosig-no,estejuegoesensímismosilencioso.Esinaudiblela diferenciaen-tre dosfonemas,lo únicoquelespermitesery operarcomotales.Lo

inaudibleabrea la interpretaciónlosdosfonemaspresentes,tal comosepresentan.Si nohay,pues,unaescriturapuramentefonética,esqueno haypbanepuramentefonética.La diferenciaquehacesepararselosfonemasy hacequeseoigan,entodoslossentidosdeestapalabra,per-manece inaudible.

Seobjetar-áquepor lasmismasrazones,la diferenciagráca sesu-mergetambiénenla noche,nuncaesplenamenteun términosensible,sinoquealargaunarelacióninvisible,el trazodeunarelaciónnoapa-renteentredosespectáculossinduda.Peroque,desdeesepuntodevis-

ta, la diferenciamarcadaenla diferenciaentrelaey laasedesnudaalavistay al oído,sugierequizáfelizmentequeesprecisodejarseir aquia un ordenqueya no pertenece,a la sensibilidad.Perono pertenecemása la inteligibilidad,a unaidealidadqueno estáfortuitamentea-liadaalaobjetividaddeltbeoreinodelentendimiento.Esprecisodejarsellevaraquíaunorden,pues,queresistaa laoposición,fundadoradela losofía, entrelo sensibley lo inteligible.El ordenqueresistea estaoposición,y la resisteporquela lleva(ensí),seanunciaen un movi-mientodediferancia(conunaa) entredosdiferenciaso entredosle-

tras,diferanciaqueno perteneceni a lavozni a laescrituraenel senti-do ordinario y que setiende, como el espacioextraño que nos reuniráaquíduranteunahora,entrepalabrayescritura,másallátambiéndelafamiliaridadtranquilaquenosligaa launay alaotra,avecesenla ilu-siónde quesondos.

¿Cómome lasvoy a arreglarparahablardela a dela diferancia?Estáclaroqueestono puedeserexpuesto.Nuncasepuedeexponermásquelo queenun momentodeterminadopuedehacersepresente,manifiesto,lo quesepuedemostrar,presentarsecomoalgopresente,algopresenteensuverdad,laverdaddeunpresente,o lapresenciadelpresente.Ahorabien,siladiferancia9Q(pongoel«x»bajounatacha-dura)lo quehaceposiblela presentacióndelpresente,ellanosepre-sentanuncacomotal. Nuncasehacepresente.A nadie.Reservándosey noexponiéndose,excedeenestepuntoprecisoy demaneraregulada

41

Page 6: La Diferancia

7/21/2019 La Diferancia

http://slidepdf.com/reader/full/la-diferancia 6/26

el orden de la verdad,sin disimularse,sin embargo,como cualquiercosa,comoun sermisterioso,en lo ocultode un no-sabero en un agu-

 jero cuyosbordessondeterminables(por ejemplo,en unatopologíadela castración).En todaexposiciónestaríaexpuestaa desaparecercomodesaparición, correria el riesgo de aparecer:de desaparecer.

Sinembargo,los rodeos,losperiodos,la sintaxisa la quea menudodeberárecurrir separecerán,a veceshastaconfundirse con ellos, a losde la teologíanegativa.Ya seha hechonecesarioseñalarque la dife-rancia no es, no existe, no es un ser presente(on), cualquier que éstesea;y senosllevaraa señalartambiéntodolaqueno or,esdecir,todo;y enconsecuenciaque no tiene ni existenciani esencia.No dependede nin-gunacategoriade seralgunopresenteo ausente.Y sin embargo,lo quese señalaasí de la diferancia no es teólogico, ni siquiera del orden más

negativode la teologíanegativa,quesiempreseha ocupadode librar,comoessabido,unasuperesencialidadmásalláde lascategoríasfinitasde la esenciayde la existencia,esdecir,de la presencia,y siemprederecordarquesi a Dios le esnegadoel predicadode existencia,esparareconocerleun modo de ser superior, inconcebible, inefable. No setra-ta aquí de un movimiento así, y ello se conrmará progresivamente.La diferanciaesno sóloirreductiblea todareapropiaciónontológicaoteológica-ontoteología-,sino que,inclusoabriendoel espacioenel que la ontoteología -la solofía produce su sistemay su historia,

la comprende, la inscribe, y la excedesin retorno.Por la misma razón, no sabrépor dónde comenzara trazar el haz oel gráco de la diferancia. Puestoque lo que se pone precisamenteentela de juicio, es el requerimiento de un comienzo de derecho, de unpunto de partida absoluto, de una responsabilidadde principio. Laproblemática de la escritura se abre con la puestaen tela de juicio delvalor de arkbe.L.oque yo propondré aquí no sedesarrollará,pues,sim-plemente como un discurso filosófico, que opera desdeun principio,unos postulados,axiomas o deniciones y se desplazasiguiendo la li-

nealidad discursiva de un orden de razones. Todo en el trazado de la di-ferancia es estratégicoy aventurado. Estratégico porque ninguna ver-dadtranscendentey presentefueradel campodela escriturapuedego-bernarteológicamentela totalidaddel campo.Aventuradoporqueestaestrategiano esuna simple estrategiaen el sentido en que sedice que laestrategiaorienta la táctica desdeun objetivo final, un telaro el tema deuna dominación,de una maestría,y de una reapropiaciónúltima delmovimientoo del campo.Estrategiafinalmentesin nalidad, sela po-dría llamar táctica ciega,empírica, si el valor de empirismo no tomara

en si mismo todo su sentido de su oposición a la responsabilidadlosó- ca. Si hay un cierto vagabundeoen el trazadode la diferancia, éstanosigue la línea del discurso losóco-lógico más que la de su contrariosimétricoy solidario,el discursoempírico-lógico.El conceptode juegoestámás allá de estaoposición, anuncia en vísperasy más allá de la -

42

Page 7: La Diferancia

7/21/2019 La Diferancia

http://slidepdf.com/reader/full/la-diferancia 7/26

losofía, la unidad del azar y de la necesidaden un cálculo sin n.

También, por decisión y regla de juego, si asi lo quieren ustedes,haciendo volver esta charla sobre si misma, nos introduciremos en elpensamientode la diferancia por el tema de la estrategiao de la estrata-gema. Con esta justificación, solamente estratégica,quiero subrayarque lo eficaz de estatemática de la diferancia puedemuy bien, deberáser relevadoun día, prestarseél mismo, si no ya a su reemplazo,al me-nos a su encadenamientoen una cadenaque en verdad no habrá gober-nado nunca. Por lo que, una vez más, no es teológica.

Dire puesen principio que la diferancia, que no esni un palabra niun concepto, me ha parecido estratégicamentelo más propio para serpensado,si no para ser dominado siendo el pensamientoquizá aquílo que hay en una cierta relación necesariacon los límites estructuralesdel dominio- lo más irreductible de nuestra«época».Parto, pues,es-tratégicamente,del lugar y del tiempo en que «nosotros»estamos,aun-que mi overtura no seaen última instancia justicable y siempreseaapartir de la diferancia y de su «historia»como podemospretender saberquiénesy dónde estamos«nosotros»,y lo que podrían ser los límites deuna «época».

Aunque diferancia no seani una palabra ni un concepto, tratemosno obstante de hacer un análisis semántico fácil y aproximativo quenos llevará a la vista del juego.

Sabidoesque el verbo «diferir» (verbo latino dtem) tiene dos sen-tidos que parecenmuy distintos; son objeto, por ejemplo en el Littré,de dos artículos separados.En estesentido el die latino no esla tra-ducción simple del dzap/Jereingriego y ello no dejará de tener conse-cuenciaspara nosotros,que vinculamos estacharla a una lenguaparti-cular y una lenguaque pasapor ser menoslosóca, menosoriginaria-mente losóca que la otra. Puesla distribución del sentido en el grie-go no comporta uno de los dos motivos del dzerrelatino a saber,la ac-ción de dejar para mástarde, de tomar en cuenta,de tornar en cuentael

tiempo y las fuerzasen una operación que implica un cálculo económi-co, un rodeo, una demora,un retraso,una reserva,una representación,conceptostodos que yo resumiría aquí en una palabrade la que nuncame he servido, pero que sepodría inscribir en estacadena:la tempori-zación. Diferir en estesentido es temporizar, es recurrir, conscienteoinconscientementea la mediación temporal y temporizadorade un ro-deo que suspendeel cumplimiento o la satisfaccióndel «deseo»o de la«voluntad»,efectuándolo también en un modo que anula o templa el -efecto.Y Veremosmás tarde que estatemporización es también

temporización y espaciamiento,hacersetiempo del espacio,y hacerseespaciodel tiempo, «constitución originaria» del tiempo y del espacio,diría la metafísica o la fenomenología transcendental en el lenguajeque aquí se critica y desplaza.

El otro sentido de diferiresel máscomún y el más identicable: no

43

Page 8: La Diferancia

7/21/2019 La Diferancia

http://slidepdf.com/reader/full/la-diferancia 8/26

ser idéntico, ser otro, discernible,etc. Tratándosede diferen(te)/ (cia)s*, palabra que sepuedeescribir como sequiera, con una t o una d nal, ya seacuestión de alteridad de desernejanzao de alteridad de aler-giay depolémica,esprecisoqueentreloselementosotrosseproduzca,activamente, dinámicamente, y con una cierta perseveranciaen la re-

petición, intervalo, distancia, espacíamienta.Ahora bien, la palabra diferencia (con e) nunca ha pedido remitir

asi a diferir como temporización ni a lo diferente como paiemar.Es estapérdidade sentidolo quedeberíacompensareconómicamente- lapalabradiferancia(cona).Estapuederemitir a la veza todala congu-ración de sus significaciones, es inmediatamente e irreductiblementepolisémicay ello no seráindiferentea la economiadel discursoquetrato de sostener.Remite no sólo, por supuestocomo toda signica-ción, a ser sostenidapor un discursoo un contexto interpretativo, sinotambién ya en alguna manerapor si misma, o al menosmásfácilmentepor si misma que cualquier otra palabra,viniendo la a inmediatamentedel participio presente (diriendo) y aproximándonos a la acción encurso del diferir, antesincluso que haya producido un efecto constitui-do en diferente o en diferencia (con e). En una conceptualidad y conexigenciasclásicas,sediría que «diferancia»designala causalidadcons-tituyente, productiva y originaria, el procesode ruptura y de divisióncuyos diferentes o diferencias serian productos o efectosconstituidos.

Pero aproximándonos al núcleo infinitivo y activo del diferir, «dife-rancia» (con a) neutraliza lo que denota el innitivo como simplemen-te activo,lo mismoquemovi/anteno significaen nuestralenguael sim-ple hecho de mover, de moverseo de ser movido. La resonanciano esen mayor medida el acto de resonar. Hay que meditar, en el uso denuestra lengua, que la terminación en ansiapermaneceindecisa entrelo activo y lo pasivo.Y veremos por qué lo que sedeja designarcomodiferancia no es simplemente activo ni simplementepasivo, y anunciao recuerda más bien algo como la voz media, dice una operación que

no esuna operación, que no sedejapensarni como pasión ni como ac-ción de un sujetosobreun objeto, ni a partir de un agenteni a partir deun paciente, ni a partir ni a la vista de cualquiera de estos términos.Ahora bien, la voz media, una cierta intransitividad, es quizá lo que la losofía, constituyéndoseen esta represión, ha comenzadopor distri-buir en voz activa y voz pasiva.

Diferancia como temporización, diferancia como espaciamiento.¿Cómo se conjugan?Partamos, puesto que ya estamos,instalados en

* juega Dcrrida con la doble connotación diferente/diferencia y diferente/desave-nencia,que, en castellano,estátambién incluida en el término «diferencias».(N. del T.)

44

Page 9: La Diferancia

7/21/2019 La Diferancia

http://slidepdf.com/reader/full/la-diferancia 9/26

ella,de la problemáticadel signoy de la escritura.El signo,sesuelede-cir, sepone en lugar de la cosamisma, de la cosapresente,«cosa»valeaquí tanto por el sentido como por el referente.El signo representalopresenteen su ausencia.Tiene lugar en ello. Cuando no podemosto-mar o mostrar la cosa,digamos lo presente,el ser-presente,cuando lo

presenteno se presenta,signicamos, pasamospor el rodeo del signo.Tomamoso damosun signo.Hacemossigno.El signosería,pues,lapresenciadiferida.Biensetratede signoverbalo escrito,de signomo-netario, de delegaciónelectoral y de representaciónpolitica, la circula-ción de los signosdiere el momento en el que podríamos encontrar-noscon la cosamisma,adueñarnosdeella,consumirlao guardarla,to-carla,verla,tenerla intuición presente.Lo queyo describoaquíparadenir, en la banalidad de sustrazos,la significación como diferanciade temporización,esla estructuraclásicamentedeterminadadel signo:presuponequeel signo,diriendo la presencia,sóloespensablea par-tir de la presenciaque diere y a la vista de la presenciadiferidaquepretendereapropíarse.SiguiendoestaSemiologíaclásica,la sustitucióndel signopor la cosamismaesa la vezsegunday provisional:segundadesdeunapresenciaoriginalyperdidadela queel signovendriaa deri-var; provisional con respectoa esta presencianal y ausenteen vistade la cual el signo sería un movimiento de mediación.

Al tratar de poner en tela de juicio estecarácter de secundariedadprovisional del sustituto, sin duda veríamosanunciarsealgo como unadiferanciaoriginaria,perono sepodrásiquierallamarlaoriginariao fi-nal,en la medidaen quelosvaloresdeorigen,deark/ze,detelar,de¿»é/Ja-ta: etc., siempre han denotado la presencia-ansia,parauría,etc. Cuestio-nar el carácter secundarioy provisional del signo, oponerle una dife-rancia «originaria», tendria, pues, como consecuencias:

1. que ya no sepodría comprender la diferancia bajo el conceptode«signo»quesiemprehaqueridodecirrepresentacióndeunapresen-cia y seha constituidoen un sistema(pensamientoo lengua)regulado

a partir y a la vista de la presencia;2. que se pone asi en tela de juicio la autoridad de la presenciaode susimplecontrariosimétrico,la ausenciao la falta.Seinterrogaasíel límite que siempre nos ha constreñido, que todavía nos constriñe anosotros,los hablantesde una lenguay de un sistemade pensamiento-a formar el sentido del seren generalcomo presenciao ausencia,enlascategoríasdel sery de la entidad(varia).Seve ya queel tipo depre-gunta al que de estemodo hemossido reconducidoses,digamos,eltipo heideggeriano,y la diferancia parececonducirnos a la diferencia

óntico-ontológica. Se me permitirá que pospongaesta referencia.Se-ñalaré solamenteque entre la diferencia como temporización-temporalización,queya no sepuedepensarenel horizontedel presen-te, y lo que dice Heideggeren El ser] el tiempode la temporalizacióncomo horizonte transcendentalde la cuestión del ser, que espreciso li-

45

Page 10: La Diferancia

7/21/2019 La Diferancia

http://slidepdf.com/reader/full/la-diferancia 10/26

berar de la dominación tradicional y metafísica por el presente o elahora, la comunicación es estrecha, incluso si no es exhaustiva e irre-ductiblemente necesaria.

Pero primero quedémonosen la problemática semiológicapara verconjugadasallí la diferancia como temporización y la diferancia como

espaciamiento.La mayoría de las investigacionessemiológicaso lin-güisticasque hoy dominan el campo del pensamiento,seapor suspro-pios resultados,seapor la función de modelo regulador que ven reco-nocer por todas partes,conducen genealógicamentea Saussure,erradao acertadamente, como al común instaurador. Ahora bien, Saussure esinicialmente quien ha situado la arbitrariaale/agriay el carácterdiferencialdel signo en el principio de la Semiologíageneral,singularmente de lalingüística. Y los dos motivos -arbitrario y diferencial son a susojos, es sabido, inseparables.No puede haber algo arbitrario si no es

porque el sistemade los signosestáconstituido por diferencias,no porla totalidad de los términos. Los elementosde la significación funcio-nan no por la fuerza compacta de núcleo, sino por la red de las oposi-ciones que los distinguen y los relacionan unos a otros. «Arbitrario ydiferencial», dice Saussure, «son dos cualidades correlativas».

Ahora bien, este principio de la diferencia, como condición de lasignificación, afectaa la totalidadde/rzgna,es decir, a la vez a la cara delsignificado y a la caradel significante. La caradel significado esel con-cepto, el sentido ideal; y el significante es lo que Saussurellama la

«imagen»,«huellapsíquica»de un fenómeno material, fisico, por ejem-plo acústico.No vamos a entrar aquí en todos los problemasque plan-tean estasdefiniciones. Citemos solamentea Saussureen el punto quenos interesa: «Si la parte conceptual del valor está constituida única-mente por relacionesy diferencias con los otros términos de la lenguase puede decir lo mismo de la parte material...» Todo lo que precedeviene a decir que en la lengua no hay más que diferencias. Aun más,una diferencia supone en general términos positivos entre los que seestablece:pero en la lengua no hay más que diferencias sin términospositivos. Ya tomemos el significado o el significante, la lengua nocomporta ni ideasni sonidosque preexistanal sistemalingüístico, sinosolamentediferencias conceptualeso diferenciasfónicas resultadosdeeste sistema.«Lo que hay de idea o de materia fónica en un signo im-porta menos que lo que hay a su alrededor en los otros signos.»

Extraeremoscomo primera consecuenciaque el concepto signifi-cado no está nunca presenteen si mismo, en una presenciasuficienteque no conduciría más que a sí misma. Todo concepto está por dere-cho y esencialmente inscrito en una cadena o en un sistema en el inte-rior del cual remite al otro, a los otros conceptos,por un juegosistemá-tico de diferencias. Un juego tal, la diferancia, ya no es entoncessim-plemente un concepto, sino la posibilidad de la conceptualidad, delproceso y del sistemaconceptualesen general. Por la misma razon, la

46

Page 11: La Diferancia

7/21/2019 La Diferancia

http://slidepdf.com/reader/full/la-diferancia 11/26

diferancia, que no esun concepto, no es una mera palabra, esdecir, loque serepresentacomo una unidad tranquila y presente,autorreferen-te, de un conceptoy una fonia. Veremosmásadelantelo que esuna pa-labra en general.

La diferencia de la que habla Saussureno esen si misma ni un con-cepto ni una palabraentre otras. Sepuededecir estoafoiori de la dife-rancia.Y así se nos conduce a explicitar la relación que une la una yla otra.

En una lengua, en el Jírtamade la lengua, no hay más que diferen-cias. Una operación taxonómica puedesiempreproporcionar el inven-tario sistemático,estadísticoy clasificatorio. Pero, por una parte, estasdiferenciasactúan:en la lengua,en el habla también y en el intercambioentre lenguay habla. Por otra parte, estasdiferenciasson en sí mismas

afectar.No han caído del cielo ya listas; no estánmásinscritas en un taparnacía:que prescritas en la cera del cerebro. Si la palabra «historia» nocomportaraen sí mismael motivo deunarepresiónfinal dela diferen-cia, sepodría decir que únicamentelas diferenciaspuedenserde entra-da y totalmente «históricas».

Lo que seescribecomo «diferancia»seráasí el movimiento de jue-go que «produce»,por lo que no es simplemente una actividad, estasdiferencias,estosefectosde diferencia. Esto no quiere decir que la di-ferancia que produce las diferenciasestéantesque ellas en un presente

simple y en sí mismo inmodificado, in-diferente. La diferancia es el«origen»no-pleno, no-simple, el origen estructuradoy diferente (de di-ferir) de las diferencias. El nombre de «origen», pues, ya no le con-viene.

Puestoque la lengua, de la que Saussuredice que es una clasifica-ción, no ha caído del cielo, las diferencias se han producido, son efec-

tos producidos, pero efectosque no tienen como causaun sujetoo unasustancia,una cosaen general,un ente presenteen alguna parte y que

escapaal juegode la diferancia. Si hubiera implicada una tal presencia,de la forma más clásicadel mundo, en el conceptode causaen general,sería pues necesario hablar de efecto sin causa, lo que enseguida condu-ciría a no hablar más de efecto. La salida fuera del cierre de este esque-

ma, he tratado de indicar su objetivo a través de la «marca», que ya noes un efecto que no tiene una causa,sino que no puede bastarsea simisma, fuera de texto, para operar la transgresión necesaria.

Como no hay presenciaantesde la diferencia semiológicay fuerade ella, sepuedeextenderal signo en generallo que Saussureescribede

la lengua: «La lengua es necesariapara que el habla seainteligible, yproduzcatodos susefectos;pero éstaes necesariapara que la lenguaseestablezca;históricamente, el acto de habla la precedesiempre.»

Reteniendoal menosel esquema,si no ya el sentido de la exigenciaformulada por Saussure,designaremoscomo dzferanriael movimientosegúnel cual la lengua,o todo código, todo sistemade repeticionesen

47

Page 12: La Diferancia

7/21/2019 La Diferancia

http://slidepdf.com/reader/full/la-diferancia 12/26

general se constituye «históricamente»como entramado de diferen-cias. «Seconstituye»,«seproduce»,«secrea»,«movimiento», «históri-camente»,etc.,sedebenentendermásallá dela lenguametafísicaen laque se han trazado con todas sus implicaciones. Sería necesariomos-trar por qué los conceptosde producción, como los de constitución yde historia,sondesdeestepuntodevistacómplicesdel queaquípone-mos en cuestión, pero esto me llevaría hoy demasiadolejos hacia lateoríade la representacióndel «circulo»en el cualparecequeestamosencerrados nosotros mismos- y yo no los uso aqui, como muchosotros conceptos, sino por comodidad estratégicay para iniciar la de-construcción de su sistemaen el punto actualmente más decisivo. Sehabrá en todo casocomprendido, por el círculo mismo en que parece-mos inscritos, que la diferancia, tal como seescribeaquí, no esmás es-

tática que genética,no es másestructural que histórica. O no menos,yes no leer, no leer sobretodo lo que aqui falta a la éticaortográfica,querer objetarla a partir de la más vieja de las oposicionesmetafisicas,por ejemplooponiéndolealgúnpunto de vistagenerativoa un puntode vista estructuralista-taxonomista, o a la inversa. En cuanto a la dife-

rancia, lo que sin duda hace el pensamiento incómodo y el confortpoco seguro,estasoposicionesno tienen la más mínima pertinencia.

Si consideramosahora la cadenaen la que la «diferancia»sedejaso-meter a un cierto número de substitucionesno sinonímicas, segúnla

necesidaddel contexto, por qué recurrir a la «reserva»,a la «archiescri-tura», al «archirrastro»,al «espaciamiento»,incluso al «suplemento»,oal p/Jarmakon,pronto al himen, al margen-marca-marcha,etc.

Recomencemos.La diferancia es lo que haceque el movimiento dela significaciónno seaposiblemásquesi cadaelementollamado«pre-sente»,que apareceen la escenade la presencia,se relaciona con otracosa, guardando en si la marca del elemento pasadoy dejándoseyahundir por la marca de su relación con el elemento futuro, no relacio-nándosela marca menoscon lo que sellama el futuro que con lo que se

llama el pasado,y constituyendo lo que se llama el presentepor estamisma relación con lo que no esél: no esabsolutamente,esdecir, ni si-quiera un pasadoo un futuro como presentesmodicados. Es precisoque le separeun intervalo de lo que no es él para que seaél mismo,pero esteintervalo que lo constituye en presentedebetambién a la vezdecidir el presente en sí mismo, compartiendo así, con el presente,todo lo que se puede pensar a partir de él, es decir, todo existente,ennuestralengua metafísica,singularmente la sustanciao el sujeto.Cons-tituyéndoseesteintervalo, decidiéndosedinámicamente,es lo que po-demos llamar espaciamiento,devenir-espaciodel tiempo o devenir-tiempo del espacio(temporalización).Y esestaconstitucióndel pre-sente,como sintesis«originaria» e irreductiblemente no-simple, pues,sensuestricto, no-originaria, de marcas,de rastrosde retencionesy deprotenciones (para reproducir aqui, analógicamentey de manera pro-

48

Page 13: La Diferancia

7/21/2019 La Diferancia

http://slidepdf.com/reader/full/la-diferancia 13/26

visional, un lenguajefenomenológico y transcendentalque serevelaráenseguidainadecuado)que yo propongo llamar archi-escritura, archi-rastroo diferancia.Esta (es)(a la vez) espaciamiento(y) temporiza-ción.

Este movimiento (activo) de la (producción de la) diferancia sinorigen,¿nohabríamospodido llamarlasimplementey sin neogras-mo, direneiaeión?Entre otras confusiones,una palabraasi hubiera deja-do pensaren algunaunidadorgánica,originariay homogénea,queenun momento dado viene a dividir, a recibir la diferencia como unacontecimiento. Sobre todo, formado sobre el verbo diferenciar, anu-laría la signicacióneconómicadel rodeo,de la demoratemporaliza-dora, del «diferir». Una nota, aquí, de paso. La debo a una lectura re-cientede un texto que Koyré habíaconsagradoen 1934,en la Revue

dbi.ttaireetdepbi/arapbiereligieutea Hegelen Iena(reproducidaen susEtn-derdhrtoiredelapcnseép/Jilaropbique).Koyré haceahí largascitas,en ale-mán, de la Logia:de Iena y propone su traducción. Ahora bien, en dosocasionesencuentra en el texto de Hegel la expresión dijfirenteBezje-bang.Esta palabrade raíz latina (dieren!) es rara en alemán y también,creo, en Hegel,que másbien dice verJr/Jieden,ung/eir/J,que llama a la dife-rencia Unlerïrbied,y Verzrebiedenbeita la variedad cualitativa. En la Logia:de Iena,sesirvede la palabradiyrenteen el momentoen quetratapre-cisamentedel tiempo y del presente.Antes de llegar a una discusiónpreciosade KOJÏC,he aquí algunasfrasesde Hegel, tal como las traduce:«El infinito, en estasimplicidad,es,comomomentoopuestoa lo igualconsigomismolo negativo,y en susmomentos,mientrasquesepre-sentaa (símismo)y en si mismola totalidad,(es)lo queexcluyeen ge-neral,el puntoo el límite, peroen éstasuaccióndenegar,serelacionainmediatamentecon el otro y se niega a si mismo. El límite o el mo-mentodel presente(derGegen-wa),el «este»absolutodel tiempo,o elahora,esde unasimplicidadnegativaabsoluta,queexcluyede si abso-

lutamente toda multiplicidad y, por esto mismo, está absolutamentedeterminado;es no un todo o un quanturnque seextenderíaen si (y)que, en si mismo, también tendría un momento indeterminado, un di-versoque, indiferente (gleiebgültrg)o exterior en el mismo, serelaciona-ría con otro (auf einandere:bezáge),pero es ahí una relación absoluta-mente diferente del simple (sandernre: ist abra/utdiferenteBeziebung)»YKoyre precisade maneradigna de mención en nota: «Relacióndiferen-te: diferenteBeebung.Sepodriadecir:relacióndiferenciante.»Y en lapágina siguiente,otro texto de Hegel, donde se puede leer esto: «Diere

Baje/Jungist Gegenwarï,al: einedierenteBeziebung.(Esta relación es [el]presentecomo relación diferente).» Otra nota de Koyre: «El términodieren)se toma aqui en un sentido activo.»

Escribir driente o diferencia(con una a) podría ya tener la utilidadde hacer posible, sin otra nota o precisión, la traducción de Hegel enestepunto particular que también es un punto absolutamentedecisivo

49

Page 14: La Diferancia

7/21/2019 La Diferancia

http://slidepdf.com/reader/full/la-diferancia 14/26

de su discurso. Y la traducción sería,como siempre debe serlo, trans-formación de una lengua en otra. Naturalmente, sostengoque la pala-bra dranda puedetambién servir para otros usos:inicialmente porqueseñalano sólo la actividad de la diferencia «originaria»,sino también el

rodeo temporalizador del diferir; sobre todo porque a pesarde relacio-nes de anidad muy profunda que la diferancia así escrita mantienecon el discurso hegeliano,tal como debe ser leído, puedeen un ciertopunto no romper con él, lo que no tiene ningún tipo de sentido ni deoportunidad, sino operar en él una especiede desplazamientoa la vezínfimo y radical, cuyo espaciotrato de indicar en otro lugar pero delque me sería difícil hablar muy deprisa aquí.

Las diferencias son, pues,«producidas»diferidas por la dife-rancia. ¿Peroquees lo que diere o quién diere? En otras palabras,

¿qué es la diferancia?Con estapregunta llegamosa otro lugar y otro re-curso de la problemática.

¿Que és lo que difiere? ¿Quién difiere? ¿Qué es la diferancia?Si respondiéramosa estaspreguntasantesincluso de interrogarlas

como pregunta, antes de darles la vuelta y de sospecharde su forma,hastaen lo que pareceen ellas más natural y más necesario,volvería-mos ya a caer de estelado de lo que acabamosde despejar.Si aceptara-mos, en efecto, la forma de la pregunta, en su sentido y en su sintaxis(«quées lo que»,«quéesquien» «quién esel que»...),seríanecesarioad-mitir que la diferancia es derivada, sobrevenida,dominada y goberna-da a partir del punto de un existente-presente,pudiendo ésteser cual-quier cosa,una forma, un estado,un poder en el mundo, a los que sepodrá dar toda clasede nombres, un que,o un existentepresentecomosujeta,un quien.En esteúltimo casoespecialmente,seadmitiría implíci-tamente que este existente presente,como existente presentepara sí,como consciencia,llegaríaen un momento dado a diferir de ella: ya seaa retrasar y a alejar la satisfacción de una «necesidad» o de un «deseo»,ya sea a diferir de sí, pero, en ninguno de estos casos,un existente-presente semejantesería «constituido» por esa diferancia.

Ahora bien, si nos referirnos una vez mása la diferencia Semiologí-ca, ¿quées lo que Saussure,en particular, nos ha recordado?Que «lalengua [que no consiste, pues, más que en diferencias] no es una fun-ción del sujetohablante».Esto implica que el sujeto(identidad consigomismo o en su momento, conscienciade la identidad consigo mismo,conscienciade sí) está inscrito en la lengua, es «función» de la lengua,no se hace sujeto hablante más que conformando su habla, incluso en

la llamada «creación»,incluso en la llamada «transgresión»,al sistemade prescripcionesde la lenguacomo sistemade diferencias,o al menosa la ley generalde la diferancia, rigiéndosesobreel principio de la len-gua del que dice Saussureque es «el lenguajemenosel habla».«La len-gua es necesariapara que el habla seainteligible y produzca todos susefectos.»

50

Page 15: La Diferancia

7/21/2019 La Diferancia

http://slidepdf.com/reader/full/la-diferancia 15/26

Si por hipótesis tenemospor absolutamenterigurosa la oposicióndel habla a la lengua, la diferancia seráno sólo el juego de las diferen-ciasen la lengua,sino la relación del habla con la lengua,el rodeo tam-bién por el cual debo pasarpara hablar, la prenda silenciosaque debodar, y que igualmentevale para la Semiologíageneralque rige todaslasrelacionesdel uso y al esquemadel mensaje,el código, etc. (He tratadode sugerir en otra parte que estadiferancia en la lenguay en la relacióndel habla con la lengua impide la disociación esencialque en otro es-trato de su discurso queria tradicionalmente señalarSaussureentre elhabla y la escritura. La práctica de la lengua o del código que suponeun juegode formas, sin sustanciadeterminadae invariable, que suponetambién en la práctica de este juegouna retención y una protención delas diferencias,un espaciamientoy una temporización,un juegodemarcas,es preciso que seauna especiede escritura avantla lettreuna ar-chiescriturasin origenpresente,sin aria/Je.De dondela tachaduraregi-da por la amé/Jey la transformación de la Semiologíageneralen grama-tología, operandoéstaun trabajocrítico sobretodo lo que, en la semio-logíay hastaen suconceptomatrizel signo reteníapresupuestosmetafísicosincompatibles con el motivo de la diferancia.)

Podríamossentirnos tentadospor una objeción: ciertamente,el su- jeto no se hace «hablante»más que comerciando con el sistemade lasdiferenciaslingüísticas;o inclusoel sujetono sehacesignicante(en

general,por el habla u otro signo) másque inscribiéndoseen el sistemadelasdiferencias.En estesentido,ciertamente,el sujetohablanteo sig-nicante no estaríapresentepara si en tanto que hablante o significan-te sin el juego de la diferancia lingüística o semiológica. Pero ¿no sepuedeconcebir una presenciay una presenciapara si del sujetoantesdesu habla o su signo, una presenciapara sí del sujetoen una conscienciasilenciosa e intuitiva?

Una pregunta semejantesupone,pues, que antes del signo y fuerade él, con la exclusiónde todo rastroy de toda diferanciaesposible

algo semejantea la consciencia.Y que, antesincluso de distribuir sussignosen el espacioy en el mundo, la conscienciapuedeconcentrarseella misma en su presencia.Ahora bien, ¿quees la consciencia?¿Quéquiere decir «consciencia»?Lo más a menudo en la forma misma del«quererdecir» no se ofrece al pensamientobajo todas susmodificacio-nes más que como presenciapara sí, percepción de sí misma de la pre-sencia.Y lo que vale de la conscienciavale aquí de la existenciallama-da subjetivaen general.De la misma maneraque la categoríadel sujetono puedey no ha podido nunca pensarsesin la referenciaa la presencia

como upokeimenano como nuria,etc., el sujetocomo consciencianuncaha podido anunciarsede otra manera que como presenciapara sí mis-mo. El privilegio concedido a la conscienciasignica, pues,el privile-gio concedido al presente;e incluso si se describe,en la profundidadcon que lo hace Husserl, la temporalidad transcendentalde la cons-

51

Page 16: La Diferancia

7/21/2019 La Diferancia

http://slidepdf.com/reader/full/la-diferancia 16/26

cienciaesal «presenteviviente»al queseconcedeel poderdesíntesisyde concentración incesante de las marcas.

Este privilegio es el éter de la metafísica,el elemento de nuestropensamientoen tanto que es tomado en la lenguade la metafísica.Nosepuededelimitar un tal cierremásquesolicitandohoy estevalor depresenciadel que Heideggerha mostrado que es la determinación on-toteológicadel ser;y al solicitar asi estevalor de presencia,por unapuestaen telade juicio cuyostatusdebesercompletamentesingular,in-terrogamosel privilegio absolutode estaforma o de estaépocade lapresenciaen generalqueesla conscienciacomoquerer-deciren la pre-sencia para s1.

Ahora bien, llegamos, pues, a plantear la presenciay singular-mente la consciencia, el ser cerca de sí de la consciencia no como laforma matrizabsolutadel ser,sinocomouna«determinación»y comoun «efecto».Determinacióno efectoen el interior deun sistemaqueyano esel de la presencia,sino el de la diferancia,y que ya no toleralaoposiciónde la actividady de la pasividad,en mayormedidaquela dela causay del efectoo de la indeterminacióny de la determinación,etc., de tal maneraque al designarla conscienciacomo un efecto o unadeterminaciónse continúa,por razonesestratégicas,que puedensermás o menos lúcidamente deliberadasy sistemáticamentecalculadas,aoperar según el léxico de lo mismo que se de-limita.

Antesde ser,tan radicalmentey tan expresamente,el de Heideg-ger, estegesto ha sido también el de Nietzschey el de Freud; quienes,uno y otro, como es sabido, y a vecesde manera tan semejante,hanpuestoen tela de juicio la conscienciaen su certezasegurade sí. Ahorabien, ¿no es notable que lo hayan echo uno y otro a partir del motivode la diferancia?

Este aparececasi señaladamenteen sustextosy en esoslugaresdonde se juegatodo. No podria extendermeaqui; simplemente recor-daréque para Nietzschela gran actividadprincipal esinconscientey

que la conscienciaesel efecto de las fuerzascuyaesenciay vías y modosno le son propios. Ahora bien, la fuerza misma nunca estápresente:noes más que un juegode diferenciasy de cantidades.No habría fuerzaengeneral sin la diferencia entre las fuerzas;y aquí la diferencia de canti-dadcuentamásqueel contenidode la cantidad,quela grandezaabso-luta misma: «La cantidad misma no es,pues,separablede la diferenciade cantidad. La diferencia de cantidad esla esenciade la fuerza, la rela-ción de la fuerzacon la fuerza.Soñar con dos fuerzasiguales,incluso siseles concedeuna oposiciónde sentido,esun sueñoaproximativoy

grosero,sueñoestadísticodondelo vivientesesumerge,peroquedisi-pa la química»(G. Deleuze,Nietzrr/Jeet lapbi/osapbíe,pág.49). Todo elpensamientode Nietzsche ¿no es una crítica de la losofía como indi-ferencia activa ante la diferancia, como sistema de reducción o de re-

presióna-diaforística?Lo cual no excluyequesegúnla mismalógica,

52

Page 17: La Diferancia

7/21/2019 La Diferancia

http://slidepdf.com/reader/full/la-diferancia 17/26

segúnla lógica misma, la filosofía viva eny dela diferancia, cegándoseasí a lo mismo que no eslo idéntico. Lo mismo esprecisamentela dife-rancia (con una a) como paso alejadoy equivocado de un diferente aotro, de un término de la oposición a otro. Podríamosasí volver a to-mar todas las parejasen oposición sobre las que se ha construido la fi-losofía y de las que vive nuestro discurso para ver ahí no borrarse laoposición, sino anunciarseuna necesidadtal que uno de los términosaparezcacomo la diferancia del otro, como el otro diferido en la eco-nomía del mismo (lo inteligible como difiriendo de lo sensible,comosensiblediferido, el conceptocomo intuición diferida-diferente; la cul-tura como naturalezadiferida-diferente; todos los otros de la p/¿yrzlr-terbne,710mm,Iberá,sociedad,libertad, historia, espíritu, etc., --comop/ym diferida o comopbjrir diferente.Phsi: en diferancia. Aquí seindi-

ca el lugar de una recienteinterpretación de la mimesis,en su pretendi-da oposición a la pbrír). Es a partir de la muestrade estemismo comodiferancia cuando seanuncia la mismidad de la diferencia y de la repe-tición en el eterno retorno. Tantos temasque sepuedenponer en rela-ción en Nietzschecon la sintomatología que siemprediagnosticael ro-deo o la artimaña de una instancia disfrazada en su diferancia; o inclu-so con toda la temática de la interpretación activa que sustituyecon eldesciframiento incesanteal desvelamientode la verdad como presen-tación de la cosamisma en su presencia,etc. Cifra sin verdad, o al me-

nos sistemade cifras no dominado por el valor de verdad que secon-vierte entonces en sólo una función comprendida, inscrita, circuns-crita.

Podremos,pues,llamar diferancia a estadiscordia «activa»,en mo-vimiento, de fuerzasdiferentes y de diferencias de fuerzasque oponeNietzsche a todo el sistemade la gramática metafísicaen todas partesdonde gobierna la cultura, la filosofia y la ciencia.

Es históricamente significante que esta diaforística en tanto queenergéticao economíade fuerzas,que seordena segúnla puestaen tela

de juicio de la primacía de la presenciacomo consciencia,seatambiénel motivo capital del pensamientode Freud: otra diaforística, a la vezteoría de la cifra (o de la marca) y energética.La puestaen tela de juiciode la autoridad de la consciencia es inicialmente y siempre diferen-cial.

Los dos valores aparentementediferentes de la diferancía se anu-dan en la teoría freudiana: el diferir como discernibilidad, distinción,

desviación,diastema,emankzmiento,y el diferir como rodeo, demora, re-serva, tempanhcíán.

1. Los conceptosde marca (Spur), de roce (Babmtng),de fuerzasde roce son desdeel Entra/artinseparablesdel concepto de diferencia.No se puededescribir el origen de la memoria y del psiquismo comomemoriaen general(conscienteo inconsciente)más que tomandoen consideración la diferencia entre los razonamientos. Freud lo dice

53

Page 18: La Diferancia

7/21/2019 La Diferancia

http://slidepdf.com/reader/full/la-diferancia 18/26

expresamente.No hay roce sin diferencia ni diferencia sin marca.2. Todas las diferencias en la producción de marcasinconscien-

tesy en los procesosde inscripción(Mederrc/Jn)puedentambiénserinterpretadas como momentos de la diferancia, en el sentido de lapuestaen reserva.Segiln un esquemaque no ha cesadode guiar el pen-

samiento de Freud, el movimiento de la marca se describe como un es-fuerzo de la vida que seprotege a si misma diriendo la inversión peli-grosa, constituyendo una reserva( Varrat) y todas las oposiciones deconceptos que surcan el pensamiento freudiano relacionan cada unode los conceptosa otro como los momentos de un rodeo en la econo-mía de la diferancia. El uno no esmásque el otro diferido, el uno dife-rente del otro. El uno es el otro en diferancia, el uno es la diferancia del

otro. Así es como toda oposición aparentementerigurosa e irreducti-ble (por ejemplo, la de lo secundarioy lo primario) se ve calicar, enuno u otro momento,de«ficciónteórica».Es tambiénasí,por ejemplo(pero este ejemplo gobierna todo, comunica con todo), como la dife-rencia entre el principio del placer y el principio de realidad no es sinola diferencia como rodeo (Amcbub). En Ma] allade/princíodep/averes-cribe Freud: «Bajola inuencia del instinto de conservacióndel yo, elprincipio del placer seborra y cedeel lugar al principio de realidad quehaceque, sin renunciar al n último que constituye el placer, consinta-mos en diferir la realización, en no aprovechar ciertas posibilidades

que senos ofrecen de apresurarnosen ello, incluso en soportar, a favordel largo rodeo (Aufrc/Jub)que tomamos para llegar al placer, un mo-mentáneo descontento.»

Aquí tocamosel puntodemayoroscuridaden el enigmamismodela diferancia,lo quedivide justamenteel conceptoen unaextrañapar-tición. No es preciso apresurarsea decidir. ¿Cómopensara la vezla di-ferancia como rodeo económico que, en el elemento del mismo, pre-tende siempre reencontrar el placer en el lugar en que la presenciaesdiferida por cálculo (conscienteo inconscientemente)y por otra parte

la diferanciacomorelacióncon la presenciaimposible,comogastosinreserva, como pérdida irreparable de la presencia, usura irreversible dela energía, como pulsión de muerte y relación con el otro que inte-rrumpe en apariencia toda economía? Es evidente es absolutamenteevidente que no se pueden pensar  junto:  lo económico y lo no econó-mico, lo mismo y lo completamente distinto, etc. Si la diferancia eseste impensable,quizá no es necesarioapresurarsea hacerlo evidente,en el elemento filosófico de la evidencia que habría hecho pronto disi-par la ilusión y lo ilógico, con la infalibilidad de un cálculo que cono-

cemos bien, para haber reconocido precisamentesu lugar, su necesi-dad, su función en la estructura de la diferancia. Lo que en la filosofíasacaríaprovecho ya ha sido tomado en consideraciónen el sistemadela diferancia tal como secalcula aquí. He tratado en otra parte, en unalectura de Bataille, de indicar lo que podría ser una puestaen contacto,

54

Page 19: La Diferancia

7/21/2019 La Diferancia

http://slidepdf.com/reader/full/la-diferancia 19/26

si se quiere, no sólo rigurosa, sino, en un nuevo sentido, «científica»,de esta«economíalimitada» que no deja lugar al gastosin reserva,a lamuerte, a la exposición al sin sentido, etc., y de una economíageneralque toma en consideración la no-reserva,si se puede decir, que tiene

en reservala no-reserva.Relación entre una diferancia que encuentrasu cuentay una diferancia que fracasaen encontrar su cuenta,la apues-ta de la presenciapura y sin pérdida confundiéndosecon la de la pérdi-da absoluta, de la muerte. Por esta puesta en contacto de la economíalimitada y de la economíageneralsedesplazay sereinscribe el proyec-to mismo de la filosofía, bajo la especieprivilegiada del hegelianismo.Sedoblegala Auzebungel relevo a escribirsede otra manera.Qui-zá, simplemente,a escribirse.Mejor, a tomar en consideraciónsu con-sumación de escritura.

Puesel caráctereconómico de la diferancia no implica de ningunamanera que la presenciadiferida pueda ser todavía reencontrada,queno haya asi más que una inversión que retarda provisionalmente y sinpérdida la presentaciónde la presencia,la percepcióndel benecio o elbeneficio de la percepción.Contrariamente a la interpretación metafí-sica, dialéctica, «hegeliana»del movimiento económico de la diferan-cia, hay que admitir aquí un juego donde quien pierde ganay donde seganay pierde cadaVez.Si la presentacióndesviadasiguesiendodefini-tiva e implacablementerechazada,no es sino un cierto presentelo que

permaneceescondidoo ausente;pero la diferancia nos mantiene en re-lación con aquello de lo que ignoramos necesariamenteque excedelaalternativa de la presencia y de la ausencia. Una cierta alteridad-Freud leida el nombre metafísico de inconsciente es definitiva-

mente sustraídaa todo procesode presentaciónpor el cual lo llamaría-mos a mostrarseen persona.En estecontexto y bajo estenombre el in-conscienteno es,como essabido,una presenciapara si escondida,vir-tual, potencial. Sediere, esto quiere decir sin duda que seteje de dife-

renciasy también que envia, que delegarepresentantes,mandatarios;pero no hay ninguna posibilidad de que el que manda «exista», esté- presente,seael mismo en algún sitio y todavía menos de que se haga

consciente. En este sentido, contrariamente a los términos de un viejodebate,el lado fuerte de todas las inversiones metafísicasque ha reali-zado siempre, el «inconsciente» no es más una «cosa»que otra cosa, nomás una cosaque una conscienciavirtual o enmascarada.Esta alteri-dad radical con relación a todo modo posible de presencia se señala enefectos irreductibles de destiempo, de retardamiento. Y, para descri-birlos, para leer las marcas de las marcas «inconscientes» (no hay mar-ca «consciente»),el lenguajede la presenciao de la ausencia,el discursometafísico de la fenomenología es inadecuado(pero el «fenomenólo-go» no es el único que habla).

La estructuradel retardamiento (Nacbtráglirbkeit),impide en efectoque se hagade laptemporalizaciónuna simple complicación dialéctica

55

Page 20: La Diferancia

7/21/2019 La Diferancia

http://slidepdf.com/reader/full/la-diferancia 20/26

del presentevivo como síntesisoriginaria e incesante,constantementereconducidaa sí,concentradasobresí,concentrante,derastrosquere-tienen y de aberturasprotencionales.Con la alteridad del «inconscien-te» entramos en contacto no con horizontes de presentesmodificadospasados o por venir-, sinocon un «pasado»quenuncaha sidopre-sentey que no lo será jamás,cuyo «por-venir» nunca serála produccióno la reproducción en la forma de la presencia.El conceptode rastro es,pues,inconmesurablecon el deretención,dedevenir-pasadode lo queha sidopresente.No sepuedepensarel rastro-y asíla diferancia apartir del presente,o de la presencia del presente.

Un pasadoque nuncaha sido presente,estaes la fórmula por lacual E. Levinas,segúnvíasqueciertamenteno sonlasdel psicoanáli-sis,calica la marcay el enigmadela alteridadabsoluta:el prójimo.En

estoslimitesy desdeestepuntodevistaal menos,el pensamientode ladiferancia implica toda la crítica de la óntología clásica emprendidapor Levinas.Y el concepto de marca, como el de diferancia, organizaasí a través de estasmarcasdiferentesy estasdiferencias de marcas,enel sentido de Matar/Je,de Freud, de Levinas (estos«nombresde auto-res»no son aquí más que indicios), la red que concentra y atraviesanuestra«época»como delimitación de la antología (de la presencia).

Es decir, del existenteo de la existencialidad.En todas partes,es ladominación del existente lo que viene a solicitar la diferancia, en el

sentido en que saátaresignica, en viejo latín, sacudir como un todo,hacer temblar en totalidad. Es la determinación del ser en presenciaoen existencialidadlo que esasípuesinterrogado, por el pensamientodela diferancia. Una pregunta semejanteno podría surgir y dejarsecom-prender sin que seabriera en algunaparte la diferencia del ser y el exis-tente. Primera consecuencia: la diferancia no existe. No es un existen-

te-presente,tan excelente,único, de principio o transcendentalcomose la desea.No gobierna nada, no reina sobrenada, y no ejerceen nin-guna parte autoridad alguna. No se anuncia por ninguna mayúscula.

No sólo no hay reino de la diferancia, sino que éstafomenta la subver-sión de todo reino. Lo que la haceevidentementeamenazantee infali-blemente temida por todo lo que en nosotros deseael reino, la presen-cia pasadao por venir de un reino. Y es siempre en el nombre de unreino como sepuede,creyendoverla engrandecersecon una mayúscu-la, reprocharle querer reinar.

¿Esque, sin embargo, la diferancia se ajustaen la desviación de ladiferenciaóntico-ontológicatal comosepiensa;tal comola «época»sepiensa ahí en particular «a través»,si aún puededecirse,de la medita-

ción heideggeriana? jNo hay respuestasimple a una pregunta semejante.Por una cierta cara de sí misma, la diferancia no es ciertamente más

que el desplieguehistórico y de épocadel sero de la diferencia ontoló-gica. La a de la diferanciaseñalael movimientode estedespliegue.

56

Page 21: La Diferancia

7/21/2019 La Diferancia

http://slidepdf.com/reader/full/la-diferancia 21/26

Y sin embargo,el pensamientodel sentidoo dela verdaddel ser,ladeterminación de la diferancia en diferencia óntico-ontológica, la dife-renciapensadaen el horizontede la cuestióndel ser,¿noestodavíaunefecto intrametafísico de la diferancia? El desplieguede la diferanciano esquizásólola verdaddel sero de la epocalidaddel ser.Quizáhace

falta intentarpensarestepensamientoinaudito,estetrazadosilencio-so: que la historia del ser,cuyo pensamientoinscribeal lago:griego-occidental, no es en sí misma, tal como se produce a través de la dife-rencia ontológica, más que una épocadel diapberein.No podríamos si-quierallamarladesdeaquí«época»perteneciendoel conceptode epo-calidad al interior de la historia como historia del ser. No habiendo te-

nido nunca sentido el ser, no habiendo nunca sido pensadoo dichocomotal másquedisimulándoseen el existente,la diferanciade una

ciertay muyextrañamanera,(es)más«vieja»quela diferenciaontoló-gicao quela verdaddel ser.A estaedadsela puedellamar juegode lamarca.De una marcaque no perteneceya al horizontedel ser sinocuyo juegolleva y cercael sentido del ser: juegode la marcao de la dife-rancia que no tiene sentido y que no existe.Que no pertenece.Ningúnmantenimiento, pero ninguna profundidad para estedamero sin fondodonde el ser se pone en juego.

Es acasoasí como el juego heracliteano del m diapberarzcanto,deluno diferente de si, difiriéndose consigo, sepierde ya como una marca

en la determinación del diapbereinen diferencia ontológica.Pensarla diferencia ontológica siguesiendo sin duda, una tareadi-fícil cuyoenunciadoha permanecidocasiinaudible.Tambiénprepa-rarse más allá de nuestro 1030:,para una diferancia tanto más violentacuantoqueno sedejatodavíareconocercomoepocalidaddel sery di-ferencia ontológica, no es ni eximirse del pasopor la verdad del ser nide ninguna manera«criticarlo», «contestarlo»,negarsu incesantenece-sidad. Es necesario,por el contrario, quedarseen la dificultad de estepaso, repetirlo en la lectura rigurosa de la metafísica en todas partes

donde normaliza el discurso occidental, y no solamenteen los textosde la «historia de la losofía». Hay que dejar en todo rigor aparecer/ desaparecerla marca de lo que excedela verdad del ser. Marca (de lo)que no puedenunca presentarse,marca que en si misma no puedenun-ca presentarse:aparecery manifestarsecomo tal en su fenómeno. Mar-ca másallá de lo que liga en profundidad la ontología fundamental y lafenomenología.Siempre diriendo, la marca no está nunca como talen presentaciónde sí. Seborra al presentarse,seensordeceresonando,como la a al escribirse, inscribiendo su pirámide en la diferancia.

De estemovimiento siempre sepuededescubrir la marca anuncia-dora y reservadaen el discursometafísicoy sobretodo en el discursocontemporáneoque habla, a través de las tentativas en que nos hemosinteresadohaceun instante (Nietzsche,Freud, Levinas) del cierre de laontologia. Singularmente en el texto heideggeriano.

57

Page 22: La Diferancia

7/21/2019 La Diferancia

http://slidepdf.com/reader/full/la-diferancia 22/26

Estenos provocaa interrogarla esenciadel presente,la presenciadel presente.

¿Quées el presente?¿Quées pensarel presenteen su presen-cia?

Consideremosporejemplo,el textode 1946quesetitulaDerSpmcb

derAnaxirnander.Heideggerrecuerdaahi queel olvido del serolvida ladiferenciadel sery el existente:«Perola cosadel ser(dieSac/Jede:Seim),esserel serdel existente.La formalingüísticadeestegenitivocon mul-tivalenciaenigmáticanombrauna génesis(Generic),unaproveniencia(Herkan) del presentea partir de la presencia(derAnbwexendenamdemAnn/eran).Pero,con la muestrade los dos,la esencia( Weren)de estaproveniencia permanecesecreta(verbagen).No solamentela esenciadeestaproveniencia,sino tambiénla simplerelaciónentrepresenciaypre-renta(AnwerenundAnwerendenz)permaneceimpensada.Desdela aurora,

pareceque la presentia,y el existente-presentesean,cadauno por sulado, separadamentealgo. Imperceptiblemente,la presenciase haceella-mismaun presente...La esenciade la presencia(Dar Wennder/ín-werenr)y asi la diferencia de la pretenday el presenteesolvidada. El olvidadelJere:elolvidodela diferenciadel5er] elexixtente(traducciónen Cbeminr,págs. 296-297).

Recordándonosla diferenciaentreel sery el existente(la diferen-ciaontológica)comodiferenciadela presenciay el presente,Heideg-geravanzaunaproposición,un conjuntodeproposicionesqueaquínose tratará, por una precipitación propia de la necedad,de «criticar»,sino de devolvermásbien a su poderde provocación.

Procedamoslentamente.Lo queHeideggerquiere,pues,señalaresesto: la diferencia del ser y el existente,lo olvidado de la metafísica,hadesaparecidosin dejar marca. La marca misma de la diferencia se haperdido.Si admitimosque la diferancia(es)(en sí misma)otra cosaquela ausenciay la presencia,si marta,seríaprecisohablaraquí,tratán-dosedel olvido dela diferencia(delsery el existente),de unadesapari-ción de la marcade la marca.Es lo quepareceimplicartal pasajedeLapalabradeAnnxirnandro.«El olvido del serformapartede la esenciamis-madel ser,veladopor él. El olvido pertenecetan esencialmenteal des-tino del ser que la aurorade estedestinocomienzaprecisamenteentanto quedesvelamientodel presenteen su presencia.Esto quierede-cir: la historiadel sercomienzapor el olvido del seren queel serretie-ne su esencia, la diferencia con el existente. La diferencia falta. Perma-

neceolvidada.Sólolo diferenciado-elpresentey la presencia(darAn-wexendeundda:Anweren)¡e dexabngga,peronoentantoqnela drcnriada.Al

rontraría,la martamatinaldieübe Spur)de la diferencia seborra desdeelmomentoen que la presenciaaparececomoun existente-presenteDe;AnwesenwieeinAnwexende:erscbeint)y encuentrasu provenienciaen un(existente)-presentesupremo(in einemhdr/menAnwesenden)».

No siendola marcauna presencia,sino un simulacrode una pre-

58

Page 23: La Diferancia

7/21/2019 La Diferancia

http://slidepdf.com/reader/full/la-diferancia 23/26

senciaque sedisloca,sedesplaza,serepite, no tiene propiamente lugar,el borrarse pertenecea su estructura. No sólo el borrarse que siempredebepoder sorprenderla,a falta de lo que ella no sería marca, sino in-destructible, monumental substancia,sino el borrarseque la hacedesa-parecer en su aparición, salir de sí en su posición. El borrarse de lamarcaprecoz(diefrbe5pm)de la diferencia es,pues,«el mismo»que sutrazadoen el texto metafisico. Este debehaber guardadola marca de loque ha perdido o reservado,dejadode lado. La paradojade una estruc-tura semejante,es, en el lenguajede la metafísica, esta inversión delconceptometafísicoque produce el efecto siguiente:el presentesehaceel signo del signo, la marcade la marca.Ya no esaquello a lo que en úl-tima instancia reexpidetoda devolución. Seconvierte en una funcióndentro de una estructurade devolución generalizada.Es marca y mar-

ca del borrarse de la marca.El texto de la metafísicaes así ¡emprendidaTodavia legible; y paraleerse.No está rodeado,sino atravesadopor su limite, marcado en suinterior por la estelamúltiple de su margen. Proponiendo a la vez elmonumento y el espejismode la marca, la marca simultáneamentemarcaday borrada, simultáneamenteviva y muerta, viva como siem-pre al simular también la vida en su inscripción guardada.Pirámide.No un límite que hay que franquear, sino pedregosa,sobre una mura-lla, en otras palabrasque hay que descifrar, un texto sin voz.

Se piensa entoncessin contradicción, sin conceder al menos nin-gunapertinenciaa tal contradicción,lo perceptibley lo imperceptiblede la marca. La «marcamatinal» de la diferencia se ha perdido en unainvisibilidad sin retorno y, sin embrgo, su pérdida misma estáabriga-da, guardada,mirada,retardada.En un texto.Bajolá forma de la pre-sencia.De la propiedad. Que en sí misma no es más que un efecto deescritura.

Despuésde haber hablado del borrarse de la marca matinal, Hei-degger puede, pues, en la contradicción sin contradicción, consignar

contrasignarel empotramiento de la marca. Un poco más lejos:«Ladiferencia del ser y el existenteno puedesin embargo,llegar luego a laexperienciacomo un olvido más que si seha descubiertoya con la pre-senciadel presente(mit demAnwerende:Anwexeden),y si estáasí selladaen una marca (saeineSpurgmrágtbat) que permaneceguardada(gen/abr!b/eibt)en la lengua a la que adviene el ser.»

Más adelante de nuevo, meditando el to kbreon de Anaximandro,

traducido aqui como Bram/J(conservación), Heideggerescribe esto:«Disponiendo acuerdoy deferencia(FugundRut/J.vezfúgena)la con-

servaciónlibera el presente(Anwexende)en su permanenciay lo deja li-bre cada vez para su estancia.Pero por eso mismo, el presentese veigualmentecomprometido en el peligro constantede endurecerseen lainsistencia (ir: dar blas-zeBeber-mtuerbáet)a partir de su duración quepermanece.Así la conservación(Braun/J)siguesiendo al mismo tiempo

59

Page 24: La Diferancia

7/21/2019 La Diferancia

http://slidepdf.com/reader/full/la-diferancia 24/26

en sí mismades-poseimiento(Auxbánalfgung:des-conservación)de lapresencia(de:Arzwerem)in derUn-rg,en lo disonante(el desunimien-to). La conservaciónañadeel des-(DerBraucbfügtda:Un-).»

Y esen el momentoen que Heideggerreconocela conservacióncomomarcacuandodebeplantearselacuestión:¿sepuedey hastadón-de sepuedepensarestemarcay el des-de la diferanciacorno Wennde:Seim?¿El des- de la diferancia no nos lleva más allá de la historia delser,másalládenuestralenguatambiény detodolo queenellapuedenombrarse?¿Noapela,en la lenguadel ser,a la transformación,nece-sariamenteViolenta,de estalenguaen una lenguatotalmentedife-rente?

Precisemosestacuestión.Y, paradesalojaren ellala «marca»(y¿quiénhacreídoqueseojeabaalgomásquepistasparadespístar?),lea-mos otra vez este pasaje:

«Latraducciónde to kbreoncomo:«laconservación»(Branch)noprovienedereexionesetimológico-léxicas.La eleccióndela palabra«conservación»provienede una tra-ducciónanterior (Uberselzen)delpensamientoquetratadepensarla diferenciaenel desplieguedelser(imWennde:Seim)haciael comienzohistorialdelolvidodelser.Lapa-labra«laconservación»esdictadaal pensamientoen la aprehensión(Erfabmng)del olvidodel ser.Lo quede estopropiamentehayquepensaren la palabra«laconservación»,tokbrearznombrapropiamente

unamarca(Spur),marcaquedesapareceenseguida(azlrba/duerïc/Jwindet)en la historia del ser que se muestra histórico-mundialmente comometafísica occidental.»

¿Cómopensarlo queestáfueradeun texto?¿Máso menoscomosupropiomargen?Por ejemplo, ¿lo otro del texto de la metafísicaocciden-tal?Ciertamentela «marcaquedesapareceenseguidaenla historiadelser...como metafísicaoccidental»escapaa todaslas determinaciones,atodos los nombres que podría recibir en el texto metafísico. En estosnombresseabrigay asísedisimula.No apareceahícomola marca«en

sí misma».Pero es porque no podría nuncaapareceren sí misma,comotal. Heideggertambiéndicequela diferenciano puedeapareceren tanto quetal: «Lirbttmgde:Unterïc/Jiedex¿amidaba/bambnitbtbedeuten,daJzderUntersr/Jiedal:derUnterxbiederxrbeint.»No hayesenciadela dife-rencia,ésta(es)lo queno sólo no sabríadejarseapropiaren él comota!de su nombreo de su aparecer,sino lo que amenazala autoridaddelcomotal en general,de la presenciade la cosamismaen suesencia.Queno haya,en estepunto,esenciapropia,dela diferancia,implicaque

l La diferanciano esuna «especie»del género«diferenciaontológica».Si «ladonacióndepresenciaespropiedaddel Enigma»(«Die Gabevon Anwesenist Eigentum desEreignens»)(«Zeitund Sein»,en Lündurancedelapmrée,Plon, 1968,tr. fr. Iiédier, pág.63), la diferancianoesun procesodepropíaciónencualquiersentidoquesetome.No csni la posición(apropia-ción)ni la negación(expropiación),sinolo otro. Desdeestemomento,parece,peroseñala-

60

Page 25: La Diferancia

7/21/2019 La Diferancia

http://slidepdf.com/reader/full/la-diferancia 25/26

no haya ni ser ni verdad del juego de la escritura en tanto que inscribela diferancia.

Para nosotros, la diferancia sigue siendo un nombre metafísico ytodos los nombres que recibe en nuestra lengua son todavia, en tantoque nombres, metafísicos.En particular cuando hablan de la determi-nación de la diferancia en diferencia de la presenciay el presente(Arr-wesen/Attwerend),pero sobretodo, y ya de la maneramásgeneralcuandohablan de la determinación de la diferancia en diferencia del sery elexistente.

Más «vieja»que el ser mismo, una tal diferancia no tiene ningúnnombre en nuestra lengua. Pero sabemosya que si es innombrable noes por provisión, porque nuestra lengua todavía no ha encontrado orecibido estenombre, o porque seríanecesariobuscarloen otra lengua,

fuera del sistemanito de la nuestra. Es porque no hay nombre paraesto ni siquierael de esenciao el de ser, ni siquiera el de diferancia, queno es un nombre, que no es una unidad nominal pura y sedisloca sincesar en una cadenade sustitucionesque difieren.

«No hay nombre para esto»:leer estaproposición en su banalidad.Este innombrable no es un ser inefable al que ningún nombre podriaaproximarse:Dios por ejemplo. Este innombrable esel juegoque haceque haya efectosnominales, estructurasrelativamente unitarias o ató-micas que se llaman nombres, cadenasde sustitucionesde nombres, y

en las que, por ejemplo,el efecto nominal «diferancia»esél mismo aca-rreado, llevado, reinscrito, como una falsa entrada o una falsa salidatodavía es parte del juego, función del sistema.

Lo que sabemos, lo que sabríamos si se tratara aquí simplemente de

mosaquí nosotrosmásbien la necesidadde un recorridoque ha de venir, no seríamásqueelser una especiedel géneroErwgnix.Heidegger:<4...entoncesel ser tiene su lugar en el movi-miento que haceadvenira si lo propio (Dan¿abadda;Sei»:in da:Emgnen).De él acogeny reci-ben su determinaciónel dar y sudonación.Entoncesel serseriaun génerodel Ervtgmlry no elErvtggni:un génerodel ser.Perola huida quebuscarefugioen semejanteinversiónseríadema-

siadobarata.Pasaal lado del verdaderopensamientode la cuestióny de su paladín(Si: deal-JamJai-burbaltyerba").Ereijgni:no esel conceptosupremoquecomprendetodo, y baioel que sepodrian alinear ser y tiempo. Las relacioneslógicasde orden no quieren decir nada aquí.Pues,en la medidaen que pensamosen posdel sermismo y seguimoslo que tiene de propio(¡einemEigenenfa/gen),éstese revelacomo la donación,concedidapor la extensión(Reirbm)del tiempo,del destinodepammia(gewábrteCabedrrgerr/Jitkt:vonArmani/Jai!)La donacióndepresenciaes propiedaddel Eretgnen(Die Dub: vanAnwenzmir! Exgentumde:Ertigntm)».

Sin la reinscripcióndesplazadaen estacadena(ser, presencia,propiación, etc). no setransformaránuncade manerarigurosae irreversiblelas relacionesentre lo ontológico,ge-neral o fundamental,y lo que ella domina o sesubordinaa titulo de antologíaregionalo decienciaparticular: por ejemplo,la economíapolitica, el psicoanálisis,la semiolingüistica,la

retórica,en los que el valor de propiedaddesempeña,másque en otraspartes,un papelirre-ductible, pero igualmentelas metafísicasespiritualistaso materialistas.A estaelaboraciónpreliminar apuntanlos análisisarticuladosen estevolumen. Es evidenteque una reinscrip-ción semejanteno estaránuncacontenidaen un discursofilosófico o teórico,ni en generalenun discursoo un escrito:sólosobrela escenade lo que he llamadoen otra parteel texto gene-ral (1972).

61

Page 26: La Diferancia

7/21/2019 La Diferancia

http://slidepdf.com/reader/full/la-diferancia 26/26

un saber,esqueno ha habidonunca,quenuncahabrápalabraúnica,nombre-señor.Es por lo que el pensamientodela letra a de la diferan-cia no esprescripción primera ni el anuncio profético de una nomina-ción inminentey todavíainoída.Esta«palabra»no tienenadade¿egg-máttka,por poco que se pueda percibir la mayusculación. Poner encuestión el nombre de nombre.

No habrá nombre único, aunque seael nombre del ser.Y es nece-sariopensarlosin noxíagía,esdecir, fueradel mito de la lenguapura-mente materna o puramente paterna, de la patria perdida del pensa-miento.Es preciso,al contrario,afirmar/a,en el sentidoen queNietzs-che poneen juegola armación, con una risa y un pasode danza.

Desde esta risa y esta danza,desdeesta armación extraña a todadialéctica,vienecuestionadaestaotra carade la nostalgiaqueyo lla-maréla esperanzaheideggeriana.No pasopor alto lo que estapalabrapuedetener aquí de chocante. Me arriesgono obstante,sin excluir im-plicaciónalguna,y lo pongoen relacióncon lo queLapalabradefinan"-mandrome pareceretenerde la metafísica:la búsquedade la palabrapropia y del nombre único. Hablando de la «primera palabra del ser»(daxfrü/JeW071derSeim),escribeHeidegger:«Larelacióncon el presen-te, quemuestrasuordenen la esenciamismade la presencia,esúnica(¡xt eineeirzzzge).Permanecepor excelenciaincomparablea cualquierotra relación, pertenecea la unicidad del ser mismo (Siegebóur Ein-

zzgkeítde:Seímrelbrt).La lenguadebería,pues,paranombrarlo quesemuestra en el ser (dar Wexendede;Seim),encontrar una sola palabra, lapalabra única (ein ethzzger,dar eirmgeWon).Es aquí donde medimos loarriesgadoque estoda palabradel pensamiento[toda palabrapensante:denkendeW071] que sedirige al ser(da: demSeinvgesprocbertwird). Sin em-bargo, lo que aquí searriesgano esalgo imposible; puesel ser habla entodas partes y siempre y a través de toda lengua.»

Tal es la cuestión: la alianzadel habla y del ser en la palabra única,en el nombre al n propio. Tal es la cuestión que seinscribe en la afir-

mación jugadade la diferancia. Se reere a cadauno de los miembrosde estafrase;«El ser/habla/en todaspartesy siempre/a travésde/ toda/ lengua.»

62