La enseñanza de las unidades fraseológicas copy

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1 nmaculada Penadés Martinez, Doctora en Filologia Hispânica, ha desarrollado su actividad docente e investigadora en la Universidad de Valencia y en la de Cadiz y, actualmente, es Profesora Titular de Lingüistica General en la Universidad de Alcala. Sus lineas de investigaci6n versan, principalmente, sobre Lingüistica General, Sintaxis, Semantica, Lexicologia, Lexicografia y Fraseologia. Entre sus publicaciones destacan los libros y articulas donde se analizan los adjetivos calificativos y los verbos atributivos: Perspectivas de analisis para el estudio del adjeti- vo calificativo en espaiiol (Cadiz, Servicio de Publicaciones de la Universidad, 1988); Esquemas sintactico-semanticos de los verbos atributivos del espaiiol (Alcala de Henares, Servicio de de la Universidad, 1994); <<La posici6n del adjetivo calificativo desde los conceptos "determinaci6n" y "entorno" de E. Coseriu>> (Pragmalingüistica, 1, 1993), y <<Construcciones atributivas del espaiiol en el discurso» (Verba, 18, 1991). En el ambito de la Lingüistica Aplicada a la enseiianza de la L2, imparte anualmente las materias de <<La Enseiianza de la Morfosintaxis» y <<Lingüistica Contrastiva» en el Master en Ensefianza de Espaiiol como Lengua Extranjera de la Universidad de Alcala; ha participado en la elaboraci6n del Diccionario para la enseiianza de la lengua espaiiola (Barcelona, Biblograf 1 Alcala de Henares, Departamento de Filologia de la UAH, 1995), y ha coordinado la obra Lingüistica contrastiva y analisis de errores (espaiiol-portugués y espaiiol-chino) (Madrid, Edinumen, 1999). 9 http://www.arcomuralla.com E-mail: [email protected] vrtsenartza de las tLttdes fruseolôgicus •• ,, 1 blllld. 11/.r,/.r 1 1 1 ! J 1 l 1;\1 1 1 11 ·, 1 •1 :, 1 '1 1 1 \' 1 1 {, 1 1 1 1 1 1 '

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1 nmaculada Penadés Martinez, Doctora en Filologia Hispânica, ha desarrollado su actividad docente e investigadora en la Universidad de Valencia y en la de Cadiz y, actualmente, es

Profesora Titular de Lingüistica General en la Universidad de Alcala. Sus lineas de investigaci6n versan, principalmente, sobre Lingüistica General, Sintaxis, Semantica, Lexicologia, Lexicografia y Fraseologia. Entre sus publicaciones destacan los libros y articulas donde se analizan los adjetivos calificativos y los verbos atributivos: Perspectivas de analisis para el estudio del adjeti-vo calificativo en espaiiol (Cadiz, Servicio de Publicaciones de la Universidad, 1988); Esquemas sintactico-semanticos de los verbos atributivos del espaiiol (Alcala de Henares, Servicio de de la Universidad, 1994); <<La posici6n del adjetivo calificativo desde los conceptos "determinaci6n" y "entorno" de E. Coseriu>> (Pragmalingüistica, 1, 1993), y <<Construcciones atributivas del espaiiol en el discurso» (Verba, 18, 1991).

En el ambito de la Lingüistica Aplicada a la enseiianza de la L2, imparte anualmente las materias de <<La Enseiianza de la Morfosintaxis» y <<Lingüistica Contrastiva» en el Master en Ensefianza de Espaiiol como Lengua Extranjera de la Universidad de Alcala; ha participado en la elaboraci6n del Diccionario para la enseiianza de la lengua espaiiola (Barcelona, Biblograf 1 Alcala de Henares, Departamento de Filologia de la UAH, 1995), y ha coordinado la obra Lingüistica contrastiva y analisis de errores (espaiiol-portugués y espaiiol-chino) (Madrid, Edinumen, 1999).

9 http://www.arcomuralla.com E-mail: [email protected]

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Inmaculada Penadés Martinez

La ensenanza

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de las unidades fraseolôgicas

A ARCO/LIBROS.S.L.

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Cuadernos de DIDACTICA del espaiiol/LE Direccion: FRANCISCO MORENO

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Cubierta: Disefio y Sfntesis.

© by Arco Libros, S.L., 1999 Juan Bautista de Toledo, 28. 28002 Madrid ISBN: 84-7635-390-1 Dep6sito legal: M-36.628-1999

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Printed in Spain - Impreso por Ibérica Grafic, S. A (Madrid)

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A Reme, per a que compartisca també els goigs, no sols els plors, que dona la universitat.

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ÎNDICE

PRESENT AC! ON

1. L\S UNIDADES FRASEOLOGICAS

1.1. La fraseologia 1.2. Denominaci6n y definici6n de las unidades fraseol6-

gicas 1.3. Caracteristicas de las unidades fraseol6gicas 1.4. Clasificaci6n de las unidades fraseol6gicas

2. DIDÂCTICA DE LAS l!NIDADES FRASEOLOGICAS

2.1. Materiales para la didactica de las unidades fraseol6-gicas 2.1.1. Libros ................................................................ . 2.1.2. Diccionarios de unidades fraseologicas .. .

2.2. La enseiianza-aprendizaje de las unidades fraseol6gicas 2.3. La memorizaci6n de las unidades fraseol6gicas

2.3.1. La sinonimia en las unidades fraseologicas 2.3.2. La hiponimia en las unidades fraseologicas 2.3.3. La antonimia en las unidades fraseologicas

3. A MODO DE CONCLUSION

EjERCICIOS

SOLUCIONES A LOS EJERCICIOS

REFERENCIAS BIBLIOGRÂFICAS

Pâg.

9

11 11

12 14 19

23

24 25 30 35 42 43 46 49

53 55 59 65

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PRESENTA GION

La Fraseologîa no es una materia que forme parte de los planes de estudio de Filologîa Hispanica vigentes en las distintas universidades espaiiolas, ni siquiera es habituai que los ternas comprendidos en ella constituyan una parte de los contenidos impartidos en asignaturas como Morfologîa, Sintaxis, Semantica o Lexicologîa del espaiiol. Esta circunstancia, unida al hecho de que esta obra forma parte de una coleccion dirigida, en princi-pio, a profesores de espaiiol como lengua extranjera, y no a estudiosos de la fraseologîa, ha determinado que ellibro se estruc-ture en tres capîtulos, uno general, de menor extension, dedi-cado a ofrecer una vision global sobre las unidades fraseologicas y la disciplina que las estudia -huelga decir que el especialista en fraseologîa apenas encontrara en él informaciones que des-conozca o que le resulten de especial interés-; otro especîfico, donde con mayor amplitud se tratan las cuestiones que propia-mente ataiien a la didactica de las unidades fraseologicas a estu-diantes de E/LE, y un tercera para unas breves conclusiones. Como es habituai en los cuadernos de esta coleccion, estos capî-tulos se acompaiian de un apartado dedicado a ejercicios, de otro que aporta las soluciones a los mismos y de un tercera que incluye unas mînimas e imprescindibles referencias bibliografi-cas.

Muy posiblemente, esta obra no hubiera vista la luz si la docen-cia que imparto en el Master en Enseiianza de Espaiiol camo Lengua Extranjera de la Universidad de Alcala no me hubiera obligado a reflexionar sobre los problemas que la enseiianza y el aprendi-zaje de las unidades fraseologicas conlleva para docentes y dis-centes de E/LE. Por ello,justo es reconocer que siempre me han resultado muy fructîferos los comentarios y las observaciones que los alumnos de las distintas promociones del Master han realiza-do al hilo de mis explicaciones. En este sentido, el libro se pre-senta como deudor reconocido de la cuidadosa atencion de la

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10 LA ENSENANZA DE LAS UNIDADES FRASEOLÔGICAS

que, previamente, ha sido objeto una parte de sus contenidos. La deuda con los investigadores que antes de mî se han ocupado de las unidades fraseol6gicas no es menor, por eso, a lo largo del texto, he procurado dejar constancia de ella en la medida de lo posible. Resta, finalmente, agradecer a la Editorial Arco/Libros, en la persona del director de esta colecci6n, Francisco Moreno Fernandez, compaiiero insustituible en la acti-vidad docente e investigadora desarrollada en la Universidad de Alcala, la confianza depositada en mî al ofrecerme la posibili-dad de escribir este libro para una colecci6n que acaba de ini-ciar su andadura y que, con toda seguridad, gozara del prestigio de otras publicadas por esta editorial.

1 LAS UNIDADES FRASEOLOGICAS

1.1. LA FRASEOLOGÎA

Al igual que ocurre con otras disciplinas lingüîsticas, el naci-miento de la fraseologîa puede fecharse en el siglo XX, mas en concreto, a finales de la segunda década (A. V. Kunin 1970), si tomamos como punto de origen de esta disciplina la concepci6n dellingüista soviético Polivanov, el cual en 1928 la concebîa como una ciencia lingüîstica que debîa ocuparse de los significados indi-viduales de las expresiones fijas, aunque su desarrollo no se pro-duce hasta los anos cuarenta gracias a la obra de otro lingüista soviético, V. V. Vinogradov, quien estableci6 los conceptos fun-damentales de la fraseologîa, su ambito y sus tareas. Pero, posi-blemente, no todos los estudiosos estén dispuestos a suscribir esa fecha, pues para algunos (L. Ruiz Gurillo 1997: 17-32) Ch. Bally acuiia el término fraseologfa ya desde 1905 en su Précis de stylisti-que, pero, en cualquier caso, la fraseologîa no serîa lo que actual-mente es sin la aportaci6n de la lingüistica soviética.

Concebida por unos -sobre todo por los lingüistas soviéticos-como una ciencia situada en el mismo piano que la morfologîa, la lexicologia y la sintaxis, por otros como una subdisciplina de la lexicologîa y por unos terceras como un punto de sintesis o de coexistencia de otros ambitos disciplinares de la lingüistica (L. Ruiz Gurillo 1997: 33-44 y J. L. Mendivil Gir6 1998), la fra-seologia se puede diferenciar de las otras disciplinas lingüisticas por su objeto de estudio: las unidades fraseol6gicas, es decir, las combinaciones de palabras que muestran un alto grado de fija-ci6n en su forma y en su significado, y en el apartado de su cla-sificaci6n\se observara c6mo las unidades fraseol6gicas puedenl correspmtrter a distintos niveles lingüisticos, pues las hay equij

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12 LA ENSENANZA DE LAS UNIDADES FRASEOLOGICAS

rvalentes a palabras, ya tengan éstas significado léxico 0 gramati-\ cal, equivalentes a sintagmas libres, a oraciones y a textos. Asi,

on unidades fraseologicas desde a lo largo de hasta a buen enten-dedor pocas palabras bastan, pasando por eminencia gris o zanjar un desacuerdo.

La relativa juventud de la fraseologia entra en contradiccion con el hecho de que, por ejemplo en espaiiol, existan recopila-ciones de refranes -uno de los tipos de unidades fraseologicas, como a continuacion se vera- tan tempranas como la elaborada a principios del XVI y atribuida al Marqués de Santillana: Refranes que dizen las viejas tras el fuego, o tan completas como la terminada en forma manuscrita por el maestro Gonzalo Correas en 1627: Vocabulario de refranes y frases proverbiales y otras Jôrmulas comunes de la lengua castellana, pero, a la vez, ese surgimiento tar-dio explica la falta de trabajos teoricos y aplicados sobre estas uni-clades, por lo menos en lo referido a la lengua espaiiola. No obstante, esa carencia ya va siendo subsanada, pues, si hasta hace muy poco solo disponiamos, en cuanto a monografias con una cierta entidad, de los seis capitulas sobre locuciones, frases proverbiales, refranes y modismos, incluidos en la Introducciôn a la lexicografia maderna cuya primera edicion es de 1950, y del estudio de A. Zuluaga 1980, practicamente impo-sible de conseguir actualmente en el mercado, en estos momen-tos contamos con excelentes manuales sobre_ Jas unidades..frase- \ ologicas -el de G. Corpas Pasto;l996 ;·;i.cÏe L. Ruiz Gurillo 1997- 1 -:ç: .• ;,t " /

y con compilaciones de estudios -la de G. Wogak 1998 y la de]. 1

de D. Luque Duran y A. Pamies Bertran 1998- en las que espe-t cialistas en fraseologia abordan el objeto de estudio de esta ciencia desde multiples perspectivas, todo ello sin contar con la bibliografia que se ha ido publicando en revistas especializadas, en actas de congresos o en distintos y al margen, por razones facilmente imaginables (falta de difusion y la consecuente dificultad para acceder a las publicaciones), de los trabajos e inves-tigaciones que sobre fraseologia se han llevado a cabo en Cuba y en Espaiia, pero en este ultimo caso como tesis doctorales.

1.2. DENOMINACION Y DEFINICION DE LAS UNIDADES FRASEOLÔGICAS

Los ejemplos de unidades fraseologicas presentados mas arriba sirven para mostrar que dentro del concepto recubierto

LAS UNIDADES FRASEOLOGICAS 13

por el término unidad Jraseolôgica o Jraseologismo se incluye tanto lo que tradicionalmente se ha denominado dichos, expresiones Jijas, expresiones idiomtiticas, expresiones sin mas, frases, modismos, giros, fôr- 1

mulas, y también fôrmulas proverbiales o Jôrmulas comunicativas, idio- ' tismos, locuciones, modos de decir, frases hechas, rejranes, adagios, pro- 1 verbios o aforismos, como lo que mas modernamente se ha llamado 1

colocaciones, expresiones o unidades pluriverbales, lexicalizadas o habi:J tualizadas y ùnidades léxicas pluriverbales. Con toda seguridad, la relacion anterior no es exhaustiva, pese a su extension, pero, en todo caso, si es lo suficientemente amplia para dar una idea de las denominaciones usadas para referirse a las unidades abor-dadas por la fraseologia. De todos modos, unida4f!§_JraS!?.QÜigiJ;_as es el término genérico que cada vez se esta im-poniendo mas para denominar·eï conjunto englobado bajo los términos anteriores y, en consecuencia, es el que preferentemente se usara aqui, aun-que, claro esta, la utilizacion de esa denominacion genérica no 1 significa la no existencia de diferencias entre una locucion y refran, por ejemplo.

del concepto unidad fraseologica pueden encon-l trarse bastantes, distintas, al menos aparentemente, unas de otras. El lingüista soviético V. Kunin ( 1970: 756), por ejemplo, define las unidades fraseologicas como <<Un grupo de palabras o una oracion con una estabilidad que no esta por debajo del coefi-ciente minimo de estabilidad en el nivel fraseologico>>. A. Zuluaga (1980: 16), de manera mas breve y clara, considera que una unidad fraseologica es una <<conibinacion fija de palabras>>, G. Corpas Pastor (1996: 20), por su parte, afirma que <<son unida-des léxicas formadas por mas de dos palabras en su limite infe- ? rior, cuyo limite superior se situa en el nivel de la oracion com-puesta». El lingüista checo F. Cermak (1998: 15) entiende, en cambio, que lina expresion idiomatica es un <<sintagma fijo y esta- j ble de elementos donde al menos uno de ellos -en relacion o con los demas (o al menos con uno)- es miembro de un para-digma rigurosamente restringido y cerrado (siempre en cuanto J a la forma, aunque a menudo también semanticamente) ".:.;Otro?" autores, por el contrario, al considerar que las unidades frase-' ologicas tienen mas de una propiedad y que todas las unidades \ fraseologicas no se caracterizan por presentar todas las propie-' clades de la clase, prefieren, mas que definir el concepto de, unidad fraseologica, establecer las propiedades de las unidades fraseologicas prototipicas y, a partir de ahi, determinar una esca-

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14 LA ENSENANZA DE LAS UNIDADES FRASEOLÔGICAS

la graduai donde se ubiquen segûn presenten de mayor a menor grado los rasgos que previamente se han determinado. Asi pro-cede, por ejemplo, L. Ruiz Gurillo (1997: 104) cuando, no obs-tante, da esta especie de definiciôn que recoge un conjunto de rasgos que pueden aparecer o no en una determinada unidad fraseolôgica: <<las expresiones fraseolôgicas son principalmente complejos sintagmaticos fljos, lo que indica cierta estabilidad, escasa o nula productividad de sus esquemas sintacticos y 1 o defec-tividad transformacional. A menudo, la fijaciôn se acompaii.a de la propiedad léxico-semantica conocida como idiomatici-dad. En otras ocasiones dicha propiedad esta ausente. Por otro lado, estos conceptos [ ... ] son términos matrices de todo un con-junto de rasgos enumerados anteriormente [ ... ] y que repercu-ten en el funcionamiento de las UFS [unidades fraseolôgicas] como pertenecientes a una categoria no discreta, la fraseolo-gia. Principalmente, la manifestaciôn de un grado mayor o menor de fijaciôn e idiomaticidad indicara su lugar en el continuu!Ù',, fraseolôgico>>.

En cualquier caso, en todas las definiciones y en la caracte-rizaciôn prototipica que se acaba de presentar, se recogen, de un modo u otro, dos ideas fundamentales que serviran para presentar, de inmeâfato, ras-·car;cteristicas 'de las unidades fra-seolôgicas:/ para hablar de la existencia de un a unidad fraseolô=-l gica es neèesario que se dé una combinaciôn de palabras y, ade- · mas, esa combinaciôn de palabras tiene que ser estable o fija; cuando esa fijaciôn ataii.e al significado, se habla de idiomatici-dad de la unidad fraseolôgica. Sôlo existe una excepciôn a la caracterizaciôn de las unidades fraseolôgicas como combinaciôn de palabras: las fôrmulas de saludo del tipo hala o adi6s, pues, como puede observarse, estan constituidas por una sola palabra,' la falta del rasgo combinaciôn de palabras no impide, sin: embargo, que sean consideradas también unidades fraseolôgicas.

1.3. CARACTERÎSTICAS DE LAS UNIDADES FRASEOLOGICAS

G. Corpas Pas tor ( 1996: 19-32) considera que apenas existen caracterizaciones globales de las unidades fraseolôgicas y de las indicaciones diseminadas por los trabajos sobre este tema dedu-ce que estas unidades se caracterizan por su alta frecuencia de uso y de coapariciôn de sus elementos integrantes; por su fija-

LAS UNIDADES FRASEOLÔGICAS 15

ciôn y especializaciôn semantica; por su idiomaticidad y variaciôn potenciales, y por el distinto grado en que se dan todos estos aspectos en las diferentes unidades fraseolôgicas. De manera hasta cierto pun to analoga, L. Ruiz Gurillo ( 1997: 7 4-81) recoge las propiedades y los rasgos con los que se ha intentado caracteri-zarlas, sôlo que esta autora ha agrupado las caracteristicas en fun-ciôn de los niveles -fonético-fonolôgico, morfolôgico, sintacti-co, léxico-semantico y pragmatico- a que perteneceria cada una de las tomadas en consideraciôn.

Pero, en ûltimo extremo, muchas de las caracteristicas esta- 1 blecidas para las unidades fraseolôgicas se reducen a la de la com-binaciôn de unidades y a la de la fijaciôn, esta ûltima desdobla- J da en dos rasgos: el de la fijaciôn formai y el de la fijaciôn semantica 0 idiomaticidad, o, en todo caso, las dos caracteristicas 1 de la combinaciôn y de la fijaciôn parecen ser los puntos sobre los que giran las definiciones de las unidades fraseolôgicas, de r ahi que este apartado se ciii.a a definir y comentar la que resul-ta mas peculiar de las dos, y que, claro esta, es no la combina- J ciôn de unidades, sino la fljaciôn.

En el analisis de la formai, destacan las observacio-nes que ya hizo]. Casares ( qui en, en uno de los capitulas dedicados a los modismos, muestra la imposibilidad de alterar sus componentes y la relaciôn sintactica existente entre ellos. Con todo, es A. (1980: 95-113) uno de los estu-diosos que se han ocupado mas pormenorizadamente de esta caracteristica de las unidades fraseolôgicas, hasta el punto de defi-nirla como la suspensiôn de alguna regla de la combinaciôn de los elementos del discurso y de ofrecer una clasificaciôn detallada de ella en torno a cuatro aspectos concretos: la fijaciôn de orden) de categorias gramaticales, en el inventario de los componentes") y, en cuarto lugar, la fijaciôn transformativa. Obsérvense los ) siguientes ejemplos:

1) A trancas y barran cas 1 *a barran cas y trancas consiguiô aprobar todas las asignaturas

2) Llama al hotel y reserva una habitaciôn, por si las mos-cas 1 *la mosca

3) No le convenciô la explicaciôn que le dieron, estaba segu-ro de que habia gato encerrado 1 *gata encerrada

4) Cuando empezaron a criticar a su amigo, sacô la espada por él 1 *la espada de la vaina por él

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16 LA ENSENANZA DE LAS UNIDADES FRASEOLOGICAS

5) Es mejor que no venga a la reunion: siempre acaba haciéndole el caldo gordo al jefe 1 *haciéndole el cal do al jefe

\ 6) Al contarle el accidente que tuvimos, se le pusieron los '------c:abelios de punta 1 *de lado 7) Estaba convencido de que tenia la negra 1 *la negrura.

En 1), pues, es imposible modificar el orden de aparicion de los elementos; en 2) y 3) se comprueba, en cambio, que la fija-cion corresponde al numero o al género de los componentes de la unidad fraseologica (fijacion de categorias gramaticales); t::n 4), 5) y 6), por su parte, se muestra tanto la imposibilidad de alte-rar, con inserciones 0 supresiones, el numero de términos del fraseologismo, como la de sustituir unos por otros, mientras que en 7) queda reflejado el rechazo de esa unidad fraseologica a transformaciones como la de nominalizacion.

No obstante, a renglon seguido, A. Zul_1J<!ga s_e ve obligado a comentar una serie de procedimientos que atestiguan la exis-tencia de grados de dicho de otra manera, prueban elcar-aùër-reiativo, no absoluto, de esta particularidad de las locuciones. Los procedimientos son cinco, en concreto: la posibilidad de intercalar, en yna combinacion fija, elementos no pertenecientes a la misma; de alterar el orden de los com-ponentes de la unidad fraseologica; de modificar léxicamente alguno de ellos; de transformarlos, y de sustituir un elemento por otro. Los ejemplos 8) al 12) ilustran, respectivamente, cada uno de estos tipos de grados en la fijacion formai:

8) Estaba a dos velas 1 estaba, seglin él, a dos velas y no podia comprar otro coche

9) Lo mandé a freir esparragos 1 a freir esparragos lo . mandé, por ser un antipatico y un soberbio

10) Me dijo con la boca chica 1 chiquita que me quedara a cenar

11) Puso de relieve la mala situacion economica del pais 1 la puesta de relieve de la mala situacion economica fue muy criticada ·

12) Le conté aquel chiste tan gracioso y se caia 1 moria de ri sa.

Pero, como decia anteriormente, la fijacion no es solo for-mal, también atarie al piano del contenido y, en este caso, reci- j

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LAS UNIDADES FRASEOLOGICAS 17

be una denominacion especifica, pues __ ç_g_a.: ..... caracteristica se habla de la idiomaticidad de las unîdades frase-........ ····-'"""'' . - .... .,-.. .... ... .... ,-, ..... , ologicas. A. Zuluaga (1980: 121-134), apoyandose en otros inves-tigadores, la define como un rasgo semantico propio de ciertas construcciones fijas, cuyo sentido no puede establecerse a partir del significado de sus elementos componentes ni del de su com-binacion. 0 sea, los componentes de algunas unidades fraseolo-1 gicas, aunque pueden ser verdaderos signos lingüisticos fuera J

de elias, pierden su identidad y su autonomia semantica por cons-tituir, con otros componentes del fraseologismo, una unidad de-i sentido. Véase este ejemplo:

13) En el primer examen para obtener el carné de condu-cir, quedo a la altura del betun

donde los significados de altura y betun no guardan relacion alguna con el significado de la unidad fraseologica: 'quedar mal'.

La propiedad que ahora comento también permite distinguir las unidades fraseologicas, pues unas no evocan su sentido lite-rai al estar formadas por elementos que solo existen en elias, como demuestra:

14) Por fas o por nefas nunca coincidimos y siempre tene-mos que hablar por teléfono

donde se encuentran las palabras Jas y nefas, que solo se usan en esa locucion adverbial; otras estan constituidas por signos que aparecen también en combinaciones libres, pero en la unidad fraseologica una estructura especial que bloquea su interpretacion regular y les priva del sentido literai, es el caso de:

15) Comprendio a ojos (masculino) vis tas (femenino) que no seria capaz de escalar aquel monte

en otras ocasiones, el sentido literai de la unidad fraseologica esta mediatizado por la realidad extralingüistica, pues no resulta facil imaginar que alguien se coma a alguien con los ojos o beba los vientos por alguien, como se dice en:

16) a. Juan se come a su novia con los ojos b. La vecina del quinto bebe los vientos por el chico de

la panaderia

{Jft.

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18 LA ENSENANZA DE LAS CNIDADES FRASEOLOGICAS

hay unidades fraseologicas que carecen de significado léxico por tener, en cambio, significado instrumental; seria éste el caso de las locuciones prepositivas y conjuntivas como las que apare-cen a continuacion:

17) Levanto su copa y brindo en aras de la paz 18) Ahora bien, la conclusion que se deduce es falsa

y, en un ultimo grupo, se incluirfan aquellas unidades fraseolo-gicas que presentan elementos metalingüisticos como el de la ora-cion:

19) En un decir amén devoro el primer plato.

Pero de manera analoga a lo comentado para la fijacion for-mal, en la que existen grados, también la caracteristica de la idio-maticidad se presenta de manera relativa, pues no todas las uni-clades fraseologicas son idiomaticas. Las que se acaban de seiialar si, otras como la siguiente:

20) Insistio en que lo dicho, dicho y no modifico el conte-nido del escrito

solo presentan fijacion formal, en ningun caso semantica, A. Zuluaga las considera expresiones fijas sin mas. Y aun establece un grupo, entre las idiomaticas y las meramente fijas, para las que Hama semiidiomaticas por ofrecer un significado que ni es literal ni es inmotivado. En esta oracion:

21) Nuestros ti os nos recibieron con los brazos abiertos

habrfa una locucion verbal de este tercer grupo. Estas observaciones muestran, primero, que tanto la

formal como la semantica no pueden entenderse de un modo absoluto, sino relativo, y la existencia de grados en lo que se ha dado en llamar la fijacion formal y la idiomaticidad de las uni-clades fraseologicas ha sido percibida por todos los que se han ocupado de ellas, y, segundo, entre la fijacion formal y la semantica existe una ordeuacionjerarquica: la semantica va acom-paiiada de la formal, pero ésta no exige aquélla. Esta particula-ridad, mas la posibilidad de que una unidad fraseologica no esté formada por una combinacion de unidades, sino por una sola palabra, explica que no todas las unidades fraseologicas presenten todas las propiedades de la clase, con lo que se da

LAS UNIDADES FRASEOLOGICAS 19

lugar, asi, a zonas de transicion entre loque se podria entender como el centro y la periferia de las unidades fraseologicas (1. Penadés Marti nez 1996).

1.4. CIASIFICACION DE LAS UNIDADES FRASEOLOGICAS

Si definiciones de las unidades que nos ocupan pueden encon-trarse varias, algo semejante ocurre respecta a su clasificacion. No existe, por parte de los estudiosos, unanimidad a la hora de clasificar el conjunto de unidades de las que se ocupa la fraseo-logia. Pero, posiblemente, todos estarian de acuerdo en separar las unidades fraseologicas que son conmutables por una oracion o un enunciado, pues por si mismas constituyen,justamente, una oracion o un enunciado, de aquellas otras que no forman una unidad de ese tipo o no equivalen a ella. Al primer grupo per-tenecen las paremias, con distintos subtipos diflciles de delimi· tar: refranes, A quien madruga Dias le ayuda; sentencias, Haz bien y no mires a quien; proverbios; citas, El que esté libre de culpa que arro-je la primera piedra, y enunciados de valor especifico, Dentro de cien aiios, todos calvas; su estudio es abordado por una disciplina propia, la paremiologia, independiente ya de la fraseologia, e incluso por las ciencias literarias o por la filologia. En este mismo grupo habria que incluir las unidades fraseologicas que G. Corpas Pastor (1996: 170-213) llama formulas rutinarias: Dichosos los ojos, pues, como las anteriores, tienen el caracter de un enun-ciado, pero se diferencian de las paremias por constituir formu-las de la interaccion social, ser habituales y cumplir funciones especificas en situaciones predecibles, rutinarias y ritualizadas. Estas caracterfsticas llevan a pensar que el mejor acercamiento a las mismas es el que las aborda desde la pragmatica y, aunque todavia no se han desarrollado investigaciones desde esta pers-pectiva -la afirmacion hay que restringirla a la lengua espaiio-la-, solo aproximaciones a algun aspecto particular, parece una llnea adecuada para emprender su estudio (1. Penadés Martinez 1997, en prensa,a y en prensa,b). Hay que tener en cuenta, ade-mas, que, por ser estos fraseologismos formulas de la inter.ac-cion social y por cumplir funciones especificas en situaciones pre-decibles, su enseiianza a estudiantes de E/LE puede llevarse a cabo en relacion con los contenidos funcionales que el alumno debe adquirir o con las funciones comunicativas que debe

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20 LA ENSENANZA DE LAS UNIDADES FRASEOLOGICAS

dominar para poseer una competencia comunicativa efectiva. Asi, por ejemplo, tomando camo punta de partida los contenidos fun-cionales desglosados en el Plan curricular del Instituto Cervantes (Instituto Cervantes 1994: 49-56), puede observarse que el con-tenido funcional opiniones corresponde al significado y uso de unidades fraseologicas camo: contarle/decirle a su abuela: 'se emplea para manifestar incredulidad ante lo dicho por alguien', jahi queda/va eso!: 'exclamacion de asombro, sorpresa o admiracion; generalmente se emplea parajuzgar lo dicho por alguien', o jalto ahi!: 'expresion con la que se ordena a alguien interrumpir lo que esta diciendo por resultar falso, inconveniente, etc.'; por su parte, el contenido funcional sentimientos, deseos y preferencias se puede expresar mediante unidades fraseologicas camo: se acab6 lo que se daba: 'expresion que indica rechazo violenta o catego-rico de algo', jhasta ahi podiamos llegar!: 'exclamacion que indica indignacion o rechazo de un presunto abusa', o jalla se las arre-gle/componga!: 'exclamacion con que se indica indiferencia con respecta a lo que haga otra persona'' y, por ultimo, el conteni-do funcional usos sociales de la lengua puede realizarse a través de unidades fraseologicas del tipo: muy amable. 'formula de agrade-cimiento', andamos?: 'formula de saludo', o j(que sea) par muchas aiios!: 'formula con que se felicita a alguien, deseandole felicidad por mucha tiempo'.

Para el segundo grupo de unidades fraseologicas, el corres-pondiente a las que no equivalen a una oracion, G. Corpas Pastor establece una distincion entre las colocaciones, por una parte, y las locuciones, por otra. El primer subtipo (G. Corpas Pastor 1996: 53-87) corresponde a combinaciones de palabras camo zarpar un barco, desempeiiar un cargo, fuente fidedigna, desear fervientemente o Jirmemente convencido. Estas unidades fraseologicas han recibi-do escasa atencion en la lingüistica espaiiola y solo a partir de la década de los noventa se han realizado estudios sobre coloca-ciones de esta lengua. La citada autora (G. Corpas Pastor 1996: 66) define camo colocaciones <<a las unidades fraseologicas for-maclas por dos unidades léxicas en relacion sintactica, que no constituyen, por si mismas, actas de habla ni enunciados; y que, debido a su fijacion en la norma, presentan restricciones de com-binacion establecidas por el uso, generalmente de base seman-tica: el colocado autonomo seinanticamente (la base) no solo determina la eleccion del colocativo, sinoque, ademas, selecciona en éste una acepcion especial, frecuentemente de caracter abs-

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tracta o figurativo». Para entender completamente la definicion anterior, hay que tener en cuenta que la base seria el sustantivo o los verbos y los adjetivos en las colocaciones formadas por ver-bos y adverbios o por adverbios y adjetivos.

En cuanto a las locuciones, unidades fraseologicas que por si mismas no constituyen tampoco un enunciado completa, es habituai clasificarlas de acuerdo con la funcion que desempe-iian en la oracion, funcion que suele estar en relacion con la clase de palabra que corresponde al componente basico de una locu-cion concreta o, en toda casa, con su parafrasis definitoria. Asi, aunque las coincidencias entre los distintos autores no sean com-pletas, se habla (J. Casares 1969: 170-184, A. Zuluaga 1980: 145-165 y G. Corpas Pastor 1996: 93-110) de locuciones nominales: curva de la felicidad, adjetivas: ligero de cascos, pronominales: alma viviente, verbales: darse de bofetadas, adverbiales: a caro, prepositi-vas: en pas de, y conjuntivas: ahora bien. En realidad, excepcion hecha del articula, se han vista tantas clases de locuciones camo clases de palabras ha establecido la tradicion gramatical, pues a la nomina anterior habria que aiiadir, seglin algunos autores, las locuciones participiales, grupo que incluye las que se cons-truyen con el participio del verbo hacer-hecho una sopa- y las inter-jectivas o exclamativas -jtoma ya!-, ademas de las elativas, grupo fijado por A. Zuluaga (1980: 145-149) para aquellas locuciones que tienen camo nota particular la de intensificar y elativizar lexe-mas pertenecientes a las categorias del verbo, del sustantivo o del adjetivo, casa de un mar de en la oracion habia un mar de gente.

La falta de estudios teoricos sobre las unidades fraseologicas del espaiiol determina que no dispongamos de ninguna obra donde, por ejemplo, todas las locuciones espaiiolas aparezcan cla-sificadas morfologicamente, es decir, seglin la clase de palabras a que corresponda una determinada locucion; solo los diccio-narios generales de la lengua con informaciones del tipo loc. adj. (locucion adjetiva), loc. adv. (locucion adverbial), loc. conjunt. (locucion conjuntiva) o loc. prepos. (locucion prepositiva) y con la definicion de una locucion concreta nos permiten llegar a determinar su clase. Y todavia menas elaboradas estan otros tipos de clasificaciones de las locuciones, pues, ademas de su dife-renciacion de acuerdo con las distintas clases de palabras, se ha apuntado la posibilidad de clasificarlas a partir de sus particula-ridades combinatorias (A. Zuluaga 1980: 174-188 y K. Koike 1991) y de su significado, es decir, seria posible llegar a tener clasifi-

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caciones sintagmaticas y semanticas de las locuciones. Asi, las equi-valentes a verbos permiten agrupaciones tanto en funcion de los elementos con que se combinen, como en relacion con el significado expresado. Obsérvese como el siguiente conjunto de locuciones verbales exige combinarse con un alguien sujeto y un alguien objeto: dar de cachetadas, dar de hostias, dar el cofiazo, dar el pasaporte, echar con cajas destempladas, echar la bronca, echar un cable, echar una mano, hacer desaires, hacer la puiieta, hacer la rosca y hacer ti lin.

Desde la perspectiva de la didactica de las unidades fraseo-logicas, el interés de su clasificacion, fundamentalmente la mor-fologica de las locuciones, estriba en el hecho de que permite presentarlas a los alumnos agrupadas por clases, en vez de ofre-cerlas sin orden ni concierto, lo que no conduce sino a una mayor dificultad a la hora de intentar retenerlas y memorizarlas. Por ello, en el apartado de <<Ejercicios» se presentan varias con la finalidad de que se trabaje este aspecta de las unidades fraseo-logicas.

2 DIDÂCTICA DE LAS UN/DADES FRASEOLOGICAS

Desde el ambito de la enseiianza de segundas lenguas son fre-cuentes las referencias a las dificultades que supone aprender las unidades objeto de estudio de la fraseologia. El caracter defi-nitorio y, a la vez, peculiar de las unidades fraseologicas -ser una combinacion fija de palabras y, en numerosas ocasiones, tener un significado que no se desprende del significado de sus ele-mentos constituyentes- explica el esfuerzo que debe realizar el aprendiz de espaiiol como lengua extranjera para incorporar a su competencia unidades como armar un cristo o poner los puntos sobre las ies. Pero los problemas no existen solo de la parte del discente ni se relacionan de manera exclusiva con el caracter intrinseco de las unidades fraseologicas. Dicho de otra manera, al profesor de E/LE le resulta complejo enseiiarlas no solo por su fijacion formai y por su idiomaticidad, también por la caren-cia de investigaciones que le indiquen qué unidades fraseologi-cas debe enseiiar en cada nivel, por la escasez de materiales espe-cificos en que apoyar su enseiianza, aiiadida aquélla a lo poco adecuados que, por lo que se refiere a este tema, son en gene-ral otros materiales, como los manuales de E/LE y los dicciona-rios, especialmente los generales de la lengua, y, finalmente, por la falta de adecuacion de algunos recursos didacticos utili-zados en la presentacion a los alumnos de estas unidades con el fin de que realicen ejercicios sobre elias. Acerca de todos estos aspectas voy a reflexionar en este capitula, tomando como base para la ejemplificacion locuciones de distintas clases, pero sobre todo las equivalentes a verbos o a sintagmas verbales libres.

En cuanto al primer punto, qué unidades fraseologicas deben enseiiarse en cada uno de los niveles -inicial, intermedio, avan-zado y superior- en que se organiza la docencia de E/LE, ni siquiera cabe plantearse, para solucionar de manera expeditiva

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el problema de su ensenanza, la posibilidad de suprimirla, pues, aunque muchas de estas unidades son caracteristicas de regis-tras particulares como el coloquial, resulta innegable, por una parte, que en todos se usan y, por otra, que el alumno extranje-ro tiene que aprenderlas desde el primer momento en que entra en contacto con la lengua espanola. En este sentido, en el Plan curricular del Instituto Cervantes (lnstituto Cervantes 1994: 15, 30-39, 49-74 y 90-103) se mencionan explicitamente las formulas fijas al ocuparse de la competencia comunicativa, al desarrollar los objetivos especificos que el alumno debe alcanzar y al selec-cionar los contenidos que se han de presentar en los progra-mas. De este modo, al profesor de E/LE se le indica que sus alum-nos deberan conocer las formulas utilizadas en los distintos usos sociales de la lengua (formulas rutinarias, seglin la clasificacion anterior) y las que organizan el discurso (locuciones conjunti-vas), asi como las locuciones adverbiales y prepositivas y tarn-biên las frases hechas y expresiones usuales; es mas, al ocuparse del desarrollo de las destrezas, concretamente la de la expre-sion escrita, en el citado plan curricular se propone como acti-vidad para los alumnos analizar modelos de textos con la finali-dad, entre otras, de extraer la fraseologia existente.

La cuestion no estriba, pues, en si se tienen que ensenar o no las unidades fraseologicas, sino en saber cuales hay que presentar a los alumnos en funcion de su nivel. Para dar una respuesta apropiada se requeriria disponer de investigaciones sobre estas uni-clades del espanol que mostraran, para cada una de ellas, al menos, el registro al que pertenece, la frecuencia y las condiciones de uso. Pero en este punto nos enfrentamos a laya proverbial carencia de estudios teoricos sobre fraseologia espanola y a la falta de tra-bajos descriptivos sobre las unidades que esta disciplina abarca, excepcion hecha de los diccionarios y repertorias fraseologicos, pues ultimamente ha proliferado su publicacion.

2.1. MATERIALES PARA LA DIDÀCTICA DE LAS UNIDADES FRASEOLOGICAS

Aunque, muy probablemente, los materiales para la didacti-ca de las unidades fraseologicas no son tantos como el profesor desearia, el interés por la fraseologia espanola ha determinado que, de un tiempo a esta parte, haya aparecido en el mercado

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editorial un conjunto de obras cuyo conocimiento puede resul-tar extremadamente litil al profesor de E/LE. De ahi que se haya creido conveniente ofrecer una descripcion de las mismas, acompanada de un breve comentario sobre los puntos débiles de que adolecen, con la finalidad de que el profesor que las uti-lice tome las precauciones oportunas para salvar esas deficien-cias. Como las obras en cuestion son de naturaleza completa-mente distinta, este apartado ha sido dividido en dos, uno para los libros y otro para los diccionarios de unidades fraseologicas.

2 .1.1. Libros

Asi pues, aunque no son muy abundantes, recientemente han aparecido algunas publicaciones que estan dedicadas de mane-ra exclusiva a la didactica de las unidades fraseologicas y, por ello, su conocimiento resulta inexcusable para el profesor de E/LE. De ese conjunto forma parte la obra de P. Dominguez Gonzalez y otros 1988, la cual constituye un catalogo de 1.226 ejercicios organizados en dos series. La primera (con 624 ejercicios dis-tintas) recoge los que consisten en completar un breve texto con una unidad fraseologica a partir de una de las cuatro opcio-nes ofrecidas; un ejemplo de este tipo seria:

Carmen era muy reservada en sus problemas fami-liares, pero. aquella tarde debio de sentirse tan ator-mentada, que nos dijo, ............ , que tenia ganas de separarse de su marido.

a) sin comerlo ni beberlo b) con el corazon en la mano c) a pedir de boca d) a capa y espaçia.

La segunda serie, por su parte, consta de 602 ejercicios en los que aparece una unidad fraseologica en un pequeno texto con el fin de que el alumno indique cual es la definicion lexi-cografica de esa unidad de entre un conjunto de cuatro opcio-nes; son, pues, como el siguiente:

Cuando lleve un ano al frente del partido, presenta-ré irrevocablemente la dimision, y que sea otro el que cargue con el muerto.

a) arrostre los problemas que el cargo conlleva

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b) di ga si la direcci6n ha de ser colegiada o no c) me imite en mi actitud d) dé las explicaciones que yo me niego a dar.

La obra de P. Dominguez Gonzalez y otros se completa con la clave de los ejercicios y con un «Indice general de modismos>>, donde, en orden alfabético, vienen todos los que aparecen en la obra con sus respectivas definiciones lexicograficas. Este libro es ii til, en mayor medida, para los niveles avanzado y superior y tam-bién para evaluar el grado de conocimiento de las unidades fra-seol6gicas por parte de los alumnos, pero resulta menos apro-vechable para introducirlas por primera vez, dado que su presentaci6n en esta obra no esta regida por ninguna organiza-ci6n sistematica, ya sea ésta una clasificaci6n morfol6gica o seman-tica o ambas a la vez, ni por ninguna orientaci6n didactica. Ademas, los propios autores se lamentan de la no existencia de indices de frecuencia de las unidades fraseol6gicas, por lo que la selecci6n hecha por ellos sigue un criterio intuitivo y ha dado cabida a algunas poco usuales, junto a otras mas conocidas.

Por otra parte, esta también a disposici6n del profesor de E/LE ellibro de Beltran y E. Yaiiez Tortosa 1996, cuyo obje-tivo es facilitar la comprensi6n y el estudio de los modismos y de la fraseologia del espaiiol moderno. Dirigido, asimismo, a estu-diantes con buenos conocimientos del idioma, consta de seis uni-clades estructuradas cada una de ellas en cinco bloques donde se presentan los modismos de la unidad -bloque I-, se plantean ejercicios sobre ellos -bloques Il, III y IV- y se diferencian de acuerdo con el registro hablado, escrito o hablado y escrito al que pertenecen -bloque V-. Se incluyen, ademas, tres apéndices, el primero de los cuales es un glosario donde, por orden alfa-bético seglin las palabras clave, se explican las modismos, frases hechas y locuciones aparecidos a lo largo del manual; el segun-do corresponde a las soluciones a los ejercicios, y el tercero inclu-ye las referencias de las novelas utilizadas para elaborar el libro, pues los textos con los que se trabaja constituyen fragmentas de obras de ese género literario. Frente a la obra de P. Dominguez Gonzalez y otros 1988, la que ahora comento gana por la varie-dad de ejercicios planteados y por la exclusion de modismos poco usuales, pero, al igual que en el caso anterior, no puede ser usada en los primeros niveles de enseiianza de la lengua; por otra parte, algunos de los tipos de ejercicios seleccionados adolecen de un

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defecto muy comun cuando se trabaja con unidades fraseol6gi-cas: éstas se agrupan bajo una palabra compartida a pesar de que su significado no guarde relaci6n con el significado de la palabra que las encabeza y aunque las unidades fraseol6gicas rela-cionadas no presenten entre si ningun tipo de relaci6n seman-tica. Es el caso, por ejemplo, de los siguientes conjuntos de uni-clades fraseol6gicas, donde las de cada uno tienen en comun las palabras blanco, ir y pela, respectivamente, y en los que las uni-clades fraseol6gicas aparecen bajo la forma y con la definici6n proporcionada por Beltran y E. Yaiiez Tortosa ( 1996: 30, 102 y 107-121). Se da la paradoja, ademas, de que unidades fra-seol6gicas que mantienen una relaci6n semantica de cuasi sino-nimia ( quedarse (la mente) en blanco - irsele a alg;uien el santo al cielo) estan separadas al no presentar ningun elemento compo-nente en comun y otras que se pueden considerar ant6nimas estan separadas por haberse agrupado bajo elementos distintos, aun compartiendo otro de ellos: ir de punta en blanco (agrupada por blanco) 1 ir de trapillo (agrupada por ir). Los conjuntos a que me referia son:

1. estar sin blanca: 'no tener dinero' quedarse (la mente) en blanco: 'olvidarse de todo en una situaci6n de estrés' ponerse blanco (camo la pared): 'comparaci6n que se utili-za para indicar que se palidece por el susto o por el miedo' pasarse las noches en blanco: 'no dormir' ir de punta en blanco: 'se emplea para decir que van ves-tidos con mucha elegancia, muy acicalados y arregla-dos' ser el blanco: 'atraer la atenci6n ajena'

2. ir de mal en peor. 'se dice de una persona o situaci6n que se van deteriorando progresivamente' ir de trapillo: 'vestido de forma normal y corriente, sin arreglarse en especial' irse de las manas: 'resolver discusiones o problemas median-te el empleo de la fuerza fisica' irse de la leng;ua: 'hablar mas de lo conveniente, llegando incluso a la indiscreci6n al revelar cosas que no se deberian decir'

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ir para largo: 'indica que el desarrollo de un proceso va a llevar mas tiempo del previsto' irsele a alguien el santo al cielo: 'olvidar algo que se iba a decir o hacer' ir de lista: 'se usa para indicar que alguien se equivoca bien por excesiva malicia, bien por sobreestimar su inteligencia' irse par los cerros de Ubeda: 'perderse, extraviarse. Y por extension se dice del que se aparta del asunto que se esta tratando y habla sin un proposito, de forma disparata-da'

3. ni un pela: (no esta incluida en el glosario) no tener pelas en la lengua: 'decir las verdades sin reserva, aunque se pueda herir la susceptibilidad de otros' tomar el pela: 'engaiiar o burlarse de al gui en' caérsele el pela a alguien: (no esta incluida en el glosario) ponérsele a alguien el pela/los pelas de punta: 'tener mucho miedo o sentir impacto por algo que causa horror' venir/ir al pela: 'se dice de algo que viene muy bien, que resulta muy conveniente'.

Bien es verdad que entre los distintos tipos de asociaciones que los hablantes establecen entre las unidades lingüisticas figu-ra el que las vincula por la identidad del significante, pero, en cualquier caso, falta por comprobar la utilidad de este recurso -y mas cuando se apoya en una (mica palabra de la unidad fra-seologica- en la enseiianza de las unidades fraseologicas, frente a las asociaciones que se pueden crear en funcion de las rela-ciones semanticas entre unidades fraseologicas e incluso de las relaciones tanto de significante como morfologicas y semanti-cas; asi, la serie:

- estar hasta el coiio, estar hasta el gorro, estar hasta el mono, estar hasta la coronilla, estar hasta las narices, estar hasta los cataplines, estar hasta los cojones y estar hasta los huevos

muestra asociacion por una identidad parcial del significante, aso-ciacion morfologica, porque todas las locuciones son verbales, y asociacion semantica por tener el mismo significado, 'estar harto'. Una ultima cuestion problematica que suscita la obra de Beltran y E. Yaiiez Tortosa 1996 tiene que ver con el bloque que

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agrupa las unidades fraseologicas de cada unidad dellibro segun el registro -hablado, escrito y hablado y escrito a la vez- al que pertenecen de acuerdo con el parecer de las autoras. En efecto, si ya las distinciones dentro de lo que se ha llamado variacion diafasica o variacion estilfstica suscitan discusiones teoricas entre los investigadores, la reduccion de aquéllas a los tres registras tomados en consideracion en este manual supone tal simplifica-cion que es muy facil encontrar puntos de desacuerdo con la cla-sificacion establecida. Asi, y solo a tîtulo de ejemplo, la locucion irsele a alguien el santo al cielo -incluida por Beltran y E. Yaiiez Tortosa (1996: 35) en el grupo registro hablado y escrito-se utiliza en el registro hablado, pero posiblemente no ocurra asî cuando ese registro corresponda a una situacion formai (una con-ferencia, por ejemplo) y, por otra parte, es posible que se utilice en el registro escrito, si éste reproduce una situacion informai, pero no en el caso de que sea un texto cientifico, por ejemplo. Esto mismo se puede afirmar de otras muchas locuciones clasifi-cadas en el grupo registro hablado y escrito por estas autoras.

Cabrîa comentar para finalizar este apartado de materiales especificos un trabajo de reciente aparicion, el de C. Tabernero Sala 1997. En él se recogen treinta y dos textos extraidos del suple-mento dominical El Semanal. Tomando como base los textos, se han elaborado distintos ejercicios con la finalidad de afianzar las cuatro destrezas lingüisticas: comprension y expresion orales y escritas. Con todo, se dedica una especial atencion a las uni-clades fraseologicas, llamadas por la autora expresiones familia-res o coloquiales -y ésa es la razon de este comentario-, pues, por una parte, los textos que conforman el libro se han escogi-do por la gran cantidad de expresiones que presentan; por otra, para cada texto se repite invariablemente un ejercicio que pide al alumno que construya una historia en la que aparezcan deter-minadas expresiones sacadas del texto, y, por ultimo, porque al final de la obra se incluye un vocabulario que explica el signifi-cado de una serie de expresiones y voces recogidas en los tex-tos. Ademas, de manera no sistematica, es decir, no para todos los textos, se plantean ejercicios en los que el alumno debe escoger la definicion de una unidad fraseologica a partir de un conjunto de opciones, debe redactar de otra manera determi-nadas unidades fraseologicas, tiene que buscar sinonimos de algu-nas de elias, ha de definir a su manera las existentes en el texto punto de partida, tiene que completar oraciones con unidades

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fraseologicas del texto o parafrasear alguna unidad fraseologica sin utilizar el registra coloquial. No obstante, el profesor de E/LE debe contar con la salvedad de que el libro esta dirigido tam-bién a alumnos que se encuentran en un nivel superior de apren-dizaje y de que su objetivo primordial no es la enseiianza de las unidades fraseologicas.

2.1.2. Diccionarios de unidades Jraseolôgicas

Para terminar con este apartado dedicado a los materiales voy a ocuparme ahora de los diccionarios que recogen de manera exclusiva unidades fraseologicas. Existen repertorias monolin-gües y bilingües y, camo no disponemos de una monografia que analice ni siquiera los que han aparecido en los ûltimos anos, puede resultar conveniente mostrar su utilidad para el profesor de E/LE, al menos en lo que se refiere a los publicados sobre unidades fraseologicas espaiiolas, es decir, los monolingües.

El Diccionario Jraseolôgico del espaiiol maderno de F. Varela y H. Kubarth 1994 recoge 6.000 unidades fraseologicas del espaiiol comûn y corriente hablado en Espaiia, con la exclusion de aquéllas que constituyen un texto independiente, como son los refranes y los proverbios. Las unidades incluidas estan cataloga-das bajo 2.000 palabras clave que, a su vez, se ordenan alfabéti-camente. De cada unidad fraseologica se proporciona el mode-la, es decir, lo que podria considerarse como lema de la unidad en cuestion; indicaciones relativas a su ambito de uso, de otro modo, marcas diafasicas del tipo formai, informai y restringido; la definicion o parafrasis del significado y funcion sintactica equi-valentes al modela, y una ilustracion o ejemplo concreto (H. Ku barth 1998). La claridad y precision con que es tan redactadas las definiciones, asi como el cuidado puesto en la elaboracion de los ejemplos, hacen de este diccionario un instrumenta muy ûtil para el profesor de E/LE que desee extraer de él material con que preparar ejercicios sobre unidades fraseologicas.

Por su parte, M. Candon y E. Bonnet 1994 en su Diccionario de Jrases hechas de la lengua castellana han intentado analizar ûni-camente las frases cuyo enunciado no ofrece soluciones y, para ello, se han centrado en las frases hechas, las coletillas y las mule-tillas que facilitan la expresion al hablante y la hacen mas com-prensible al oyente, excluyendo los refranes por estar, segûn estas autoras, estudiados y documentados por muchas y buenos auto-

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res. La seleccion de frases hechas realizada no queda clara con esos criterios y por eso no se entienden las razones para incluir en este diccionario unidades fraseologica como caro camo aceite de Aparicio, el sindrome de la nodriza o delenda Carthago! De cada entrada incluida se explica su utilizacion o se da su definicion, al tiempo que se comenta el origen de la frase hecha en cues-tion. El Diccionario se completa con un indice alfabético que inclu-ye las unidades fraseologicas recogidas utilizando, en algunos casos, todos los elementos de la unidad fraseologica como pala-bra clave para su ordenacion; asi, a buenas haras mangas verdes, aparece ordenada, indistintamente, por a, buenas, haras, mangas y verdes. Con todo, esta obra lexicografica no se distingue por su especial utilidad para la enseiianza de E/LE, pues, por una parte, las unidades fraseologicas recogidas no aparecen ilustradas con ejemplos de uso y, por otra, su ordenacion en la macroestructu-ra del diccionario no resulta comprensible, dado que coma pri-mera frase hecha encontramos tomar las de Villadiego, camo segun-da estar o quedarse a la luna de Valencia, la penûltima es hablar camo Castelar y la ûltima, tener buena o mala sombra.

El Diccionario Espasa de dichos y frases hechas (A. Buitrago Jiménez 1995) constituye un repertoria de mas de 1.300 uni da-des fraseologicas del espaiiol de hoy del que se han excluido, asimismo, los refranes y proverbios, completado, ademas, con un indice que facilita la localizacion en el propio diccionario de una unidad fraseologica concreta. A diferencia de otros diccio-narios, en éste las unidades recogidas aparecen en el arden alfa-bético que determina la primera palabra de una unidad fraseo-logica, o se a, a boleo (sic), por ejemplo, se ordena por a y no por boleo (sic) camo es habituai en estas obras lexicograficas, lo cual no deja de ser una particularidad extremadamente ûtil para los extranjeros que aprenden esta lengua, desde el momento en que usuarios de esta condicion no estan obligados a pensar bajo qué palabra clave habran de buscar una unidad fraseologica, sinoque, simplemente, deberan atenerse a la estricta ordenacion alfabéti-ca de la primera palabra del fraseologismo que deseen consul-tar. Por otra parte, cada unidad fraseologica es analizada pro-porcionando de ella su definicion, un ejemplo y la explicacion de su origen. Mas adelante podra comprobarse que este ûltimo dato, la explicacion del origen de una unidad fraseologica, se considera interesante para presentar a los alumnos de E/LE estas unidades; en este sentido, el diccionario es ûtil por aportarle al

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profesor ese tipo de informacion, que, sin embargo, hay que tomar con precauciones, pues no siempre se dispone de las fuentes documentales que avalen el origen o la razon de ser de las numerosas creaciones fraseologicas.

Existe también un diccionario de locuciones de otra edito-rial, Larousse (E. Fontanillo Merino 1995), el cual comparte con el anterior la caracteristica de ofrecer de muchas locucio-nes una glosa que explica su origen o interpretacion, ademas, claro esta, de la definicion de cada una de las locuciones reco-gidas y de un ejemplo, pero, en este caso, la ordenacion alfabé-tica no se hace a partir de la forma de cada unidad fraseologi-ca, sino de una palabra clave, sin que se explique en el <<Prologo>> al Diccionario los criterios que determinan cual va a ser la pala-bra clave bajo la que quedara incluida una determinada unidad fraseologica. Este procedimiento lexicografico supone que la obra resulte de mas dificil manejo para un usuario extranjero, y tarn-biên para un usuario nativo no avezado en conocimientos gra-maticales, a pesar de que aquel primer tipo de lector ha estado presente en la mente del director del Diccionario.

M. Martin Sanchez 1997 recoge en otro diccionario de uni-clades fraseologicas los dichos, modismos y locuciones populares mas utilizados, junto a otros en desuso, agrupados por palabras clave. En cada entrada el usuario del diccionario tiene informa-cion sobre la forma de la unidad fraseologica, su definicion y, en bastantes casos, una explicacion de su origen, de manera analoga a otras obras lexicogrâficas ya comentadas. El interés de ésta, sin embargo, reside en la inclusion de un indice tematico donde figura la totalidad de las unidades fraseologicas recogidas, agrupadas bajo 75 epigrafes del tipo <<Cuerpo humano>>, <<Religion>> o <<Generosidad. EgoismO>>; el propio autor lo califica de discu-tible, pero al tiempo util para los investigadores del espaii.ol. Esa utilidad se hace extensible a los profesores de E/LE, como habra ocasion de comprobar en el apartado siguiente.

Finalmente, eldiccionario A. Pérez-Rioja 1997, çon 3.500 modiSmos'y'fôcüdonës familiares vigentes en la lengua hablada y escrita, constituye una obra lexicografica semejante a las ante-riores, pues las unidades fraseologicas se agrupan alfabéticamente bajo el articula a que corresponden seglin las partes de la ora-cion de las cuales proceden, asi echar fuego por los ojos se incluye bajo fuego; se definen; se glosan rastreando en su raiz simbolica o en sus rasgos metaforicos, y se ejemplifican incluso con con-

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textos de creadores literarios, de modo que esta ultima caracte-ristica seria la nota diferencial respecta a los diccionarios ante-riormente reseii.ados.

La muestra anterior de diccionarios es suficiente para dar una idea del material que puede servir de punto de partida al pro-fesor de E/LE para preparar ejercicios con unidades fraseologi-cas de los tipos que a continuacion se detallan, aunque, como ya se ha ido apuntando en los comentarios particulares a cada diccionario, es necesario tomar ciertas precauciones a la hora de utilizarlos, fundamentalmente por lo que se refiere a las uni-clades fraseologicas incluidas, a su ordenacion alfabética y al propio lema de los fraseologismos, aspectas no siempre tratados de manera satisfactoria. Asi, la cuestion de la inclusion de las uni-clades fraseologicas en diccionarios especificos no podra resol-verse hasta que no dispongamos de investigaciones que deter-minen su frecuencia y uso. El tema se complica, ademas, cuando se examina desde la perspectiva de la enseii.anza del espa-ii.ol como lengua extranjera, pues carecemos de datos acerca de qué unidades fraseologicas deben ser objeto del aprendizaje de los alumnos de E/LE, de acuerdo con los distintos niveles de enseii.anza. Mientras no tengamos esa informacion, sera compe-tencia del profesor seleccionar, de entre el amplio conjunto ofre-cido por los diccionarios, aquéllas que deberan ser enseii.adas.

En cuanto a la ordenacion de las unidades fraseologicas en un diccionario, ya sea éste general de la lengua o especifico para este tipo de unidades, en la mayoria de los casos esta determi-nada por su agrupacion bajo una palabra clave que suele corres-ponder a distintos ordenes de preferencia. El Diccionario de la Real Academia Espaii.ola (1992: XXVI), por ejemplo, sigue el de: sustantivo, verbo, adjetivo, pronombre y adverbio, mientras que el fraseologico de F. Varela y H. Kubarth (1994: xn-xm) prefiere para incluir una unidad fraseologica bajo una palabra clave la jerarquia: nombres propios, sustantivos, adjetivos, participios con-certados, adverbios (con excepciones), ver bos principales (con excepciones), pronombres (con excepciones), numerales y el verbo ser. Es posible que tales ordenaciones sean mejores desde el punto de vista de la propia edicion del diccionario, pero, claro esta, son poco adecuadas desde la perspectiva del usuario sin conocimientos gramaticales o del usuario extranjero, pues a ambos les resulta mas facil y comodo buscar una unidad fraseo-logica siguiendo una ordenacion alfabética que se inicie con el

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primer elemento que la constituye, que siga con el segundo y, asi, sucesivamente. Lamentablemente, no es éste el criterio pre-dominante y, en este sentido, aunque el profesor de E/LE deba adiestrar a sus alumnos en el manejo de los diccionarios de fra-seologismos, siempre resultara preferible que él utilice la orde-naci6n alfabética seglin los elementos constitutivos de la unidad fraseol6gica a la hora de presentar estas unidades a sus alumnos.

Por ultimo, los problemas relativos al lema de las unidades fraseol6gicas tienen que ver con la inclusion en éste de lo que se ha llamado el contorno de una unidad; asi, por ejemplo, en F. Varela y H. Kubarth 1994 pueden encontrarse numerosas unida-des fraseol6gicas en las que los elementos alguien y algo, ademas de las abreviaturas u. p. (una persona) y u. c. (una cosa), apare-cen en el propio lema; algo semejante ocurre en la obra de A. Buitrago Jiménez 1995 con alguien, algo y una persona también co mo integrantes del lema; en el Diccionario dirigido por E. Fontanillo Merino 1995, pues, en este caso, alguien, algo y uno son elemen-tos que se incluyen en el lema de la unidad fraseol6gica, y, asi-mismo, en el Diccionario de M. Martin Sanchez 1997, dado que esos mismos elementos figuran en los lemas de las locuciones: dar carrete a alguien, sacar jugo a algo, echar a volar a una persona o casa, echarse encima una casa y abrirsele a uno las carnes serian claro ejemplo de ello. A primera vista, pudiera parecer que la apari-ci6n de tales elementos puede ser util desde el momento en que asi se informa al usuario del diccionario de las posibilidades de combinaci6n de una unidad fraseol6gica; sin embargo, tal bene-ficio queda mermado primero si se tiene en cuenta que aquél, y sobre todo cuando es un extranjero, puede pensar que los ele-mentos del contorno son constitutivos de la unidad fraseol6gica; segundo porque esos elementos no se incluyen de manera siste-matica en el lema de todas las unidades, y tercero porque no existe unanimidad entre los lexic6grafos acerca de cuales y cuan-tos sean. Por eso es mejor que el lema de la unidad fraseol6gica quede restringido a lo que verdaderamente es su forma y que se habilite en cada articulo del diccionario un apartado que com-prenda informaci6n relativa a las posibilidades combinatorias de una unidad fraseol6gica, de manera analoga a como se hace en algunos diccionarios de lengua que seiialan en un apartado espe-cifico el régimen preposicional y los tipos de complementos que suelen llevar los verbos. En tanto en cuanto no se disponga de un diccionario de unidades fraseol6gicas que proceda de este modo,

DIDÂCTICA DE LAS UNIDADES FRASEOLOGICAS 35

el profesor de espaiiol debera cuidar, asimismo, este aspecto en la presentaci6n de las unidades fraseol6gicas a los alumnos.

2.2. LA ENSENANZA-APRENDIZAJE DE LAS UNIDADES FRASEOLOGICAS

Con los materiales reseiiados en los apartados de 2 .1. el pro-fesor de E/LE puede elaborar un amplio repertorio de ejercicios, pero, claro esta, es necesario determinar los posibles tipos de los mismos. Dado que no es infrecuente encontrar en la biblio-grafia sobre enseiianza de E/LE referencias bibliograficas que abordan el tema de los ejercicios con unidades fraseol6gicas, aun-que de manera dispersa y asistematica, me ha parecido conve-niente dedicar un apartado para exponer esos tipos con una cier-ta organizaci6n y, en la medida de lo posible, con alguna ilustraci6n o, en su defecto, con la indicaci6n de d6nde pueden encontrarse muestras de ellos. De entre la bibliografia que trata este aspecto (K. Morvay 1980, M. F. Martinez Pérez y del S. Plaza Trenado 1992, L. Ruiz Gurillo 1994,]. Sevilla Muiioz y A. Gonzalez Rodriguez 1994-95, A. Vigara Tauste 1996 y D. Fasla 1996) destaca por su relativa exhaustividad y por la orga-nizaci6n de la propuesta didactica el trabajo de]. Sevilla Muiioz y A. Gonzalez Rodriguez 1994-95, donde los ejercicios presenta-dos se agrupan seglin estén orientados a la comprensi6n de las unidades fraseol6gicas por parte de los alumnos, a su reutiliza-ci6n y a su memorizaci6n, y esta triple distinci6n va a servir para mostrar a continuaci6n un amplio conjunto de ellos.

Pero, evidentemente, a la realizaci6n de los mismos debe pre-ceder la presentaci6n, por parte del profesor, de las unidades fra-seol6gicas a los alumnos. Con respecto a ella, M. F. Martinez Pérez y del S. Plaza Trenado (1992: 123-124) seiialan que ha de hacerse a partir de las caracterîsticas de las unidades fraseo-16gicas: idiomaticidad, fijaci6n y contenidos pragmaticos, si bien A. Vigara Tauste (1996: 83) apunta dos inconvenientes de esta propuesta: la dificultad que supone proporcionar en el aula contenidos pragmaticos que no se definen mas que en el uso actualizado -aiiadase a ello la falta de estudios sobre las unida-des fraseol6gicas desde una perspectiva pragmatica- y el peligro de saturar al alumno con informaci6n te6rica que quiza no pueda asimilar. De ahî que esta ultima autora (A. Vigara Tauste 1996: 86-93) proponga presentar las unidades fraseol6gicas a partir de

.. ' -. --·-------------

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36 U\ ENSENANZA DE U\S UNIDADES FRASEOLOGICAS

un ejemplo-base, su forma abstraîda, su significado y su sentido orientado; de modo complementario, acepta la posibilidad de ofrecer listas de unidades fraseol6gicas hechas con un criteria unificador que puede ser una palabra referida a areas tematicas como el color, el parentesco familiar o las partes del cuerpo -por ejemplo, locuciones en que aparezca la palabra cabeza: tener mala cabeza, romperse la cabeza, calentarle a alguien la cabeza, estar mal de la cabeza, darse con la cabeza contra la pared o no caber en la cabeza; recuérdese, no obstante, el problema comentado res-pecta a este tipo de asociaci6n en el apartado 2.1.1.1.- y, asi-mismo, la posibilidad de visualizar conjuntos de expresiones. TambiénJ. Sevilla Muiioz y A. Gonzalez Rodrîguez (1994-95: 172-173) aluden a la presentaci6n de las unidades fraseol6gicas, tarea que, seglin estos au tores, el profesor de be llevar a cabo 1 Q expli-cando su sentido y su origen, si es posible, 2Q mostrandolas ais-ladas y dentro de un contexto, 3Q proporcionando unidades fra-seol6gicas sin6nimas y ant6nimas y 4Q seiialando su registra y su frecuencia, aunque puntualizan que, en numerosas ocasiones, los diccionarios no incluyen estas explicaciones.

Concluida la fase de presentaci6n, se iniciarîa la practica a través de ejercicios encaminados, como se ha dicho, a compro-bar que el alumno ha captado el significado y uso de las unida-des fraseol6gicas, que es capaz de volver a utilizarlas en otras sesio-nes de trabajo y en otras practicas y que, por ultimo, las ha memorizado. Asî pues, para el primer objetivo sirven los ejer-cicios que le proponen al alumno que:

1 Q Defina una unidad fraseol6gica que aparece en un peque-iio texto. Para la preparaci6n de este tipo de practica es posible basarse en los ejercicios de la primera parte del libro de P. Domînguez Gonzalez y otros ( 1988: 11-91). El mismo ejercicio aparece recogido en el libro de Beltran y E. Yaiiez Tortosa 1996, incluso con la siguiente variante: el alumno debe unir los modismos de una columna con los significados que les corres-pondan y que figuran en otra columna; este ejercicio suele apa-recer en las distintas unidades de ese libro bajo los tîtulos <<Cada oveja con su pareja», <<Erre que erre>> o <<Dale que dale>>.

2Q Busque en su lengua materna unidades fraseol6gicas y no fraseol6gicas que se correspondan con una unidad fraseol6gica punto de partida. La utilidad de este ejercicio, especialmente por lo que se refiere a la busqueda de unidades fraseol6gicas equi-

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valentes en dos lenguas distintas, se comprende mejor teniendo en cuenta que existen unidades fraseol6gicas transculturales o supranacionales que, en lenguas distintas, muestran maneras seme-jantes de expresar las mismas ideas o las mismas relaciones; dicho de otro modo, nociones como el espacio, el tiempo, la felicidad, la juventud, la salud, etc. se expresan en una lengua a través de unidades fraseol6gicas que tienen una correspondencia en otras lenguas por pertenecer las nociones significadas a un fondo comun a diversas culturas, lo que puede favorecer su aprendizaje. Por otra parte, se ha demostrado que la LI juega un papel importante en la adquisici6n y uso de las unidades fraseol6gicas en la L2 y, en este sentido, se ha afirmado que los aprendices de una L2 no pueden ser vistos como <<Un territorio fraseol6gicamente vir-gen>>, ya que tienen almacenadas un conjunto de elias, propias de su lengua materna, las cuales, inevitablemente,juegan un papel, tanto positivo como negativo, en la adquisici6n de las de la L2. De ello se desprende que contrastar las de la lengua materna con las de la L2 puede ser de gran utilidad en el proceso de apren-dizaje de la lengua espaiiola en este caso. Para ello el profesor dispone de algunos diccionarios bilingües de unidades fraseol6-gicas y, solo a titulo de ejemplo, habria que mencionar entre los mas recientes los de M. Lexelll993, V. Shishkov 1993, L6pez Toquera 1994 y E. Olimpio de Oliveira Silva en prensa.

3Q Redacte de nuevo un texto en que aparecen unidades fra-seol6gicas sustituyéndolas por su significado. Dos variantes del mismo: explicar el contenido de un texto, pero sin utilizar modismos, y redactar un texto, también sin unidades fraseol6gi-cas, aparecen en la obra de Beltran y E. Yaiiez Tortosa 1996.

4Q Seiiale las diversas acepciones de una unidad fraseol6gica hom6nima, teniendo en cuenta que existe la posibilidad de que una de las acepciones de la unidad fraseol6gica hom6nima carres-panda a lo que se llama su significado literai y otra, a su signifi-cado idiomatico. El Diccionario fraseol6gico de F. Varela y H. Ku barth 1994 delimita de manera muy clara los distintos significados de una unidad fraseol6gica y, en este sentido, es un instrumenta muy util para obtener unidades fraseol6gicas con esta particularidad; obsérvense, por ejemplo, los casos siguientes:

a. a cuerpo limpio: 'solo, desarmado' b. a cuerpo limpio: 'sin abrigo'

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38 LA ENSENANZA DE LAS UNIDADES FRASEOLOGICAS

a. subirse el pava: 'enorgullecerse' b. subirse el pava: 'ruborizarse' a. tener mucha cuerda: 'sufrir pacientemente bramas o hur-

las sin enfadarse' b. tener mucha cuerda: 'tener a{m grandes expectativas de vida'.

Hay que tener en cuenta, sin embargo, que, aunque algunas de ellas presenten lo que se ha llamado un significado literai -en cuyo casa ya no estariamos ante una unidad fraseol6gica, sino ante una combinaci6n libre de palabras- y otro idiomatico, coma pasa con las locuciones abrir el coraz6n, arrojar piedras sobre el pro-pia tejado, caer una bomba, cortar el bacalao, echar lena al fuego, calle-jan sin salida o recibir con los brazos abiertos, la utilizaci6n de algu-nas de esas combinaciones de palabras en su significado literai no parece ser lo mas frecuente ( abrir el coraz6n, arrojar piedras sobre el propio tejado, cortar el bacalao, recibir con los brazos abiertos) por prevalecer el valor fraseol6gico. Por tanta, puede que sea con-veniente subrayar esa posibilidad a los alumnos, pero sin insistir demasiado en una particularidad que, en algunas ocasiones, dificilmente se dara en el uso lingüistico y, de darse, el contex-to extralingüistico es suficiente para llegar a una interpretaci6n correcta del sintagma, ya sea éste un sintagma libre o una com-binaci6n fija de palabras; piénsese, por ejemplo, en la locuci6n nominal callej6n sin salida, raramente se dara un contexto en que se pueda interpretar a la vez camo 'paso estrecho y largo entre paredes, casas o elevaciones del terreno cerrado o corta-do en uno de sus extremos' y camo 'situaci6n de muy dificil o imposible soluci6n', con lo que el propio contexto extralingüis-tico impide la existencia de una posible ambigüedad.

5Q Rellene los huecos de un texto correspondientes a unida-des fraseol6gicas. Este tipo de ejercicio también aparece en el libro de Beltran y E. Yaiiez Tortosa 1996.

6Q Dibuje o escenifique la situaci6n representada por las uni-clades fraseol6gicas de la lengua materna y de la lengua espaiio-la para evitar los caicos y los falsos amigos. Para el primer tipo de actividad -dibujar la situaci6n representada- puede resultar especialmente ûtil la obra de J. M. Cassagne y L. N. Raidon 1996, donde las 101 unidades fraseol6gicas incluidas van acom-paiiadas de una narraci6n o de un dialogo que las muestra en un contexto natural, asi camo de una ilustraci6n grafica de la situaci6n reproducida.

DIDÀCTICA DE LAS UNIDADES FRASEOLOGICAS 39

7Q Escriba una composici6n o cuente una historia utilizando diez o doce unidades fraseol6gicas dadas de antemano. Este ejercicio es semejante a las actividades en que se le pide al alumno o bien que imagine situaciones en las que emplearia aigu-na de las unidades fraseol6gicas estudiadas o bien que, después de trazado el argumenta de una historia por el profesor, haga que alguno o algunos de los personajes lleguen a emplear una unidad fraseol6gica concreta.

8Q Conmute en un conjunto de oraciones el segmenta equi-valente a una unidad fraseol6gica por una de las detalladas.

9Q Por ûltimo, complete una serie de con alguna de las unidades fraseol6gicas de un conjunto, ejercicio incluido también entre los mûltiples que ofrece el libro de J. Beltran y E. Yaiiez Torotosa 1996.

En sesiones posteriores a aquéllas en que se han presentado las unidades fraseol6gicas y se han realizado ejercicios con ellas de los tipos que se acaban de exponer, es conveniente seguir trabajando con estas unidades, contando ahora con la circuns-tancia de que el alumno ya ha empezado a conocerlas. De este modo, para provocar que esas unidades ya conocidas sean utili-zadas, se le puede pedir al alumno que:

1 Q Complete un texto con una unidad fraseol6gica elegida de un conjunto de cuatro opciones. Este es el tipo de ejercicio que aparece en la segunda parte del libro de P. Dominguez Gonzalez y otros (1988: 92-166) y, asimismo, es uno de los muchas existentes en el libro de Beltran y E. Yaiiez Tortosa 1996.

2Q Inserte una unidad fraseol6gica en huecos de textos vistos ya en clase.

3Q Busque los distintos contextos en que puede ser insertada una unidad fraseol6gica hom6nima. Recuérdese que para la preparaci6n de este tipo de practica puede ser de gran ayuda el Diccionario de F. Varela y H. Hubarth 1994, pues en él aparecen claramente deslindados, definidos y ejemplificados los significa-dos correspondientes a un mismo lema fraseol6gico; asi, por ejem-plo, respecta a la unidad fraseol6gica cerrar los ojos, leemos (F. Varela y H. Kubarth 1994: 187):

cerrar u. p. los ojos (f.).

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40 LA ENSENANZA DE LAS UNIDADES FRASEOLOGICAS

A: [ Generalmente con negaci6n] dormir. <<Ayer tomé tanto café, que no pude cerrar los ojos en toda la noche».

B: Morir. <<El dia en que tu padre cierre los ojos, tendras que aprender a ganarte el sustenta por ti mismo>>.

C: Lanzarse a hacer çr,lgo sin reparar en riesgos o inconvenientes: <<Aunque el rfo estaba casi helado, cerré los ojos y me arrojé al agua dispuesto a ganar la otra orilla».

4Q Reconozca una determinada unidad fraseol6gica a partir de una definici6n y, de manera analoga, sustituya en un texto las definiciones por los correspondientes fraseologismos. Variantes de este ejercicio son actividades como la consistente en, dado un texto, buscar una estructura que pueda ser intercambiada con alguna de las unidades fraseol6gicas ya estudiadas y como la apun-tada por ]. Beltran y E. Yâii.ez Tortosa 1996 bajo la denomi-naci6n de <<El cambiazo».

5Q Por ultimo, emplee unidades fraseol6gicas en pequeii.as dramatizaciones, diâlogos de libre creaci6n o descripciones sobre ternas cotidianos para averiguar si es capaz de insertar las uni-clades estudiadas de forma oral con cierta soltura.

Finalmente, los ejercicios orientados a la memorizaci6n de estas unidades pueden exigir del alumno que:

1 Q Busque, a partir de una unidad fraseol6gica encontrada en un texto, otras parecidas, es decir, pertenecientes al mismo campo semântico, con la correspondencia en su lengua materna. Variantes de esta actividad serian preparar ejercicios con unida-des fraseol6gicas sin6nimas y ant6nimas que el alumno debe reco-nocer -en los apartados que siguen podrâ comprobarse lo que dan de si estos ejercicios- y pedirle que encuentre unidades fra-seol6gicas que compartan un nucleo significativo como, por ejem-plo, 'hablar' o 'no decir nada'. Para la preparaci6n de este tipo de prâctica, puede ser util el indice temâtico incluido en M. Martin Sânchez (1997: 396-455), pero exige la la bor previa del profesor de comprobar que las unidades fraseol6gicas elegidas constitu-yen un campo semântico porque pertenecen a la misma clase de locuciones y porque su definici6n asi lo permite. Obsérvense los dos conjuntos siguientes de unidades fraseol6gicas, delimita-dos, precisamente, a partir de los dos significados a que se hada referencia:

: ,l

.ji. .

DIDÀCTICA DE LAS UNIDADES FRASEOLOGICAS 41

- con el nucleo significativo 'hablar': darle a la lengua: 'hablar demasiado o hablar de cosas sin importancia' decir par decir. 'hablar sin conocimiento exacto' enrollarse mas que/camo una persiana: 'hablar demasiado' gastar saliva: 'hablar sin conseguir el fin deseado; hablar sin sentido' irse por los cerros de Ubeda: 'hablar fuera de prop6sito o disparatadamen te'

camo un carretero: 'hablar de modo obsceno' · hablar camo un descosido: 'hablar mucho' · hablar camo un libro ( abierto): 'hablar bien, con autoridad o con afectada correcci6n' hablar camo un lora: 'hablar mucho y sin sustancia' hablar coma un papagayo: 'hablar mucho y sin sustancia' hablar camo una chicharra: 'hablar mucho o demasiado' hablar camo una cotorra: 'hablar mucho y sin sustancia' hablar de igual a igual: 'hablar con alguien sin hacer dis-tinci6n de categorfa social, rango o jerarquia'

' hablar en plata: 'hablar directamente, sin rodeos, en pocas palabras' hablar entre dientes: 'hablar bajo y de modo que no se entienda bien lo que se dice' hablar largo y tendido: 'hablar despacio, con todo detalle, minuciosamente' hablar mas que/par siete: 'hablar mucho' hablar mas que/camo un sacamuelas: 'hablar mucho, sin interrupci6n' hablar por hablar. 'hablar sin fundamento'

• hq,blar por los codas: 'hablar mucho, sin interrupci6n' medir las palabras: 'hablar con cuidado para no decir lo que no se a adecuado' no tener pepitas en la lengua: 'hablar sin rodeos y libremente' tener mucha pico: 'hablar demasiado sin saber bien lo que se dice' tirar con bala/balas: 'hablar con mala intenci6n'

con el nucleo significativo 'no decir nada': callarse camo un muerto: 'guardar silencio; no querer hablar' no decir 'esta boca es mia ': 'no decir absolutamente nada' no decir ni jota: 'no decir absolutamente nada'

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42 LA ENSENANZA DE LAS UNIDADES FRASEOLÔGICAS

no decir ni mu(s): 'no decir absolutamente nada' no decir ni oste ni moste: 'no decir absolutamente nada' no decir ni oxte ni moxte: 'no decir absolutamente nada' no decir ni pio: 'no decir absolutamente nada' no decir ni tus ni mu(s): 'no decir absolutamente nada' no soltar prenda: 'no decir nada'.

22 Complete expresiones fijas de las que solo se ofrece la pri-mera parte.

32 Reconstruya las formas originales de determinados fraseo-logismos ya conocidos a partir de un a mezcla de ellos: * ser un mirlo gordo, *ser un pajaro blanco, *tener patas de pavo, *subirsele el gallo.

42 Seri.ale qué unidades fraseologicas se enmascaran en una especie de sopa de letras que incluye los componentes de dife-rentes unidades fraseologicas.

2.3. LA MEMORIZACION DE LAS UNIDADES FRASEOLOGICAS

Tanto desde el ambito de la lingüistica teorica como desde el de la psicolingüistica se ha comprobado que los signos lin-güisticos pueden asociarse a otros signos lingüisticos in absentia por estar ligados entre si por diversos grados de similitud que fluctuan entre la equivalencia de los sinonimos y el nucleo comun de los antonimos. En este sentido, incluso se han llegado a esta-blecer reglas de asociacion de palabras, como la regla del con-traste minimo, seglin la cual, si un estimulo (una palabra dada) tiene un opuesto, un antonimo, siempre el estimulo, bueno, por ejemplo, producira ese opuesto, malo, en este caso, mas fre-cuentemente que cualquier otra palabra, es decir, en un juego de asociacion de palabras, los antonimos seran las respuestas mas frecuentes a la palabra dada como estimulo; o las reglas de supre-sion y adicion de rasgos, que explican que asociamos una pala-bra a otra ofrecida como estimulo por suprimir de ésta algun rasgo de significado, asi el estimulo manzana, por supresion de algun rasgo semantico, provoca la emision del hiperonimo aso-ciado Jruta y, al revés, el estimulo fruta produce el hiponimo asociado manzana por adicion de algun rasgo semantico. Estas mismas reglas de adicion y supresion de rasgos explican las aso-ciaciones entre palabras cuasi sinonimas, aroma- olor.

DIDÀCTICA DE LAS UNIDADES FRASEOLÔGICAS 43

Lo anterior significa que los signos lingüisticos que estan en relacion de antonimia, de hiperonimia-hiponimia y de sinonimia se asocian y constituyen, por ello, series mnemotécnicas virtuales que pueden ser de gran utilidad para memorizar y, al final, apren-der unidades lingüisticas con rasgos especiales como la fijacion formai y semantica que caracteriza a las unidades fraseologicas.

Es necesario, pues, que los profesores de E/LE tengan en cuenta esta particularidad a la hora de presentar las unidades fra-seologicas, dado que cualquier recurso que sirva para memori-zarlas y retenerlas debera ser utilizado para lograr esos objeti-vos. Por eso en los apartados que siguen van a presentarse series de unidades fraseologicas ordenadas por las relaciones semanti-cas de sinonimia, hiperonimia-hiponimia y antonimia, relaciones semanticas que, en ocasiones, van acompari.adas de relaciones de significante entre los elementos que constituyen las distintas unidades fraseologicas de una serie, lo cual no hace sino refor-zar mas, si cabe, las asociaciones semanticas existentes entre elias.

Los conjuntos de unidades fraseologicas que aparecen en los apartados siguientes han sido preparados fundamentalmente -con la definicion que alli figura de cada unidad fraseologica- a partir del Diccionario Jraseol6gico de F. Varela y H. Ku barth 1994, en menor medida del Diccionario para la enseiianza de la lengua espaiiola (F. Moreno Fernandez 1995) y solo algunos pocos ejemplos con sus correspondientes definiciones han sido sacados del DRAE 1992. Por supuesto, para la redaccion de esta obra, en ningun momen-to se ha cuestionado -ni el lector deberia, en principio, hacerlo-la validez de esas definiciones, dado que constituyen el unico punto de partida que se puede tomar para relacionar unidades fraseo-logicas, y, ademas, porque la finalidad aqui perseguida no es un analisis lexicografico de las unidades fraseologicas, sino la pre-sentacion de unos procedimientos para su enseiianza.

2.3.1. La sinonimia en las unidades Jraseol6gicas

Sin entrar a considerar el cumulo de cuestiones teoricas que envuelven el concepto de sinonimia y partiendo tan solo del prin-cipio de que la identidad o cuasi identidad de significado de dos 0 mas unidades fraseologicas determina su consideracion como sinonimas o cuasi sinonimas, es posible establecer, a par-tir de los significados de las unidades fraseologicas fijados en los diccionarios, conjuntos de mayor o menor extension con uni-

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44 LA ENSENANZA DE LAS UNIDADES FRASEOLOGICAS

clades fraseol6gicas entre las que se da esta relaci6n semantica. Asi, a titulo de ejemplo, véanse las siguientes series sinonimicas:

1. con el significado de 'rapidamente, en un instante': al punta: 'en seguida' como el/un relampago: 'muy rapido, muy rapidamente' como (un) reguero de polvora: 'con mucha rapidez' de/en un vuelo: 'con mucha rapidez' en dos paletadas: 'en un instante' en dos palotadas: 'en un momento' en dos patadas: 'en un momento, inmediatamente' en menas que canta un gallo: 'con gran rapidez, en un momento' en un abrir y cerrar de ojos: 'en un instante' en un decir amén: 'rapidamente, en muy poco tiempo' en un pensamiento: 'en un instante' en un periquete. 'en un momento, en seguida' en un quitame alla esas pajas: 'en un momento, en seguida' en un santiamén: 'rapidamente, en muy poco tiempo' en un soplo: 'en un instante o espacio brevisimo de tiempo' en un verbo: 'en un instante, en seguida' en un volver de ojos: 'en un instante, con extraordinaria brevedad' en volandas: 'muy rapidamente'

2. con el significado de 'morir': cerrar los ojos: 'morir' dejar el pellejo: 'morir' estirar la pata: 'morir' pasar a mejor vida: 'morir' pringarla: 'morir' quedarse tieso: 'morir'

3. con el significado de 'a expensas de': a cargo de. 'a expensas, a costa, a cuenta de' a costa de. 'a expensas de, por cuenta de' a cuenta de. 'por cuenta de' a expensas de: 'a costa, por cuenta, a cargo de alguien' con cargo a: 'a cargo de, a expensas de' por cuenta de. 'a costa de al gui en'.

Junto a unidades fraseol6gicas que es posible agrupar de la manera que se acaba de mostrar, existen otras que, a pesar de

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tener el mismo significado, no suelen considerarse sin6nimas, sino variantes de un mismo fraseologismo, como, por ejemplo, ocurre con dormir como un leiio /dormir camo un liron, donde la distinci6n leiio / liron se entiende como una modificaci6n de tipo léxico que no altera la unidad fraseol6gica por realizarse en un punto de ésta que no cumple una funci6n diferenciado-ra. En este caso, ademas de la identidad de significado, las varien-tes del fraseologismo muestran también una identidad de signi-ficante parcial que refuerza todavia mas la asociaci6n que la propia identidad de significado establece entre elias. Corresponden a este tipo series como las siguientes:

1. con el significado de 'no importar': importar un bledo: ' [ enfatico] no importarle absolutamente nada a al gui en' importar un cojon 1 tres cojones: 'no importarle absoluta-mente nada a alguien' importar un comino: '[enfatico] no importarle absoluta-men te nada a al gui en' importar un pimiento: '[enfatico] no importarle absoluta-mente nada a alguien' importar un pito: ' [ enfatico] no importarle absolutamen-te nada a alguien' importar un pi tache. ' [ enfatico] no importarle absolu ta-mente nada a alguien' importar un rabano: '[enfatico] no importarle absoluta-mente nada a alguien'

2. con el significado de 'muy cansado': hecho cisco: 'muy agotado' hecho migas: 'muy cansado, agotado' hecho papilla: 'muy cansado' hecho pedazos: 'muy cansado o agotado' hecho puré: 'muy cansado'

3. con el significado de 'estar harto': estar hasta alla: 'estar harto de alguien/algo' estar hasta alli: 'estar harto de alguien/algo' estar hasta aqui: 'estar harto de alguien/algo' estar hasta el coco: 'estar harto de alguien/algo' estar hasta el gorro: 'estar harto de alguien/algo' estar hasta el (mismisimo) coiio: '[muy enfatico] estar (una mujer) harta de alguien/algo'

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46 L\ EC\!SENANZA DE L\S UNIDADES FRASEOLÔGICAS

estar hasta el moiio: 'estar harto de alguien/aigo' estar hasta la cocorota: 'estar harto de alguien/algo' estar hasta la coronilla: 'estar harto de alguien/ al go' estar hast a la nariz/las narices: 'estar harto o cansado de alguien o de algo' estar hasta las bolas: 'estar harto de alguien/algo' estar hasta las cachas: 'estar harto de alguien/ al go' estar hasta las cejas: 'estar harto o cansado de al gui en o de algo' estar hasta los (mismîsimos) cojones: 'estar harto de alguien o algo' estar hasta los (mismîsimos) huevos: 'estar harto de alguien o algo' est ar hasta los ovarios: 'estar un a mujer harta de al go'.

2.3.2. La hiponimia en las unidades fraseol6gicas

El término hiponimia se utiliza para designar la relaciôn de significado entre unidades léxicas que se encuentran en inclu-sion 0 subordinaciôn semantica con respecta a otro lexema mas genérico 0 extenso, considerado este ultimo el hiperônimo de las unidades léxicas subordinadas, las cuales mantienen entre si una relaciôn de cohiponimia. Seglin ello, rosa, tulipiin, clavel, lirio, nardo, etc. son hipônimos del lexema fior, hiperônimo de todos ellos, los cuales, a su vez, son cohipônimos entre si. La relaciôn semantica establecida entre ellexema que constituye el término genérico y el lexema que incluye una o varias diferencias espe-cificas, es decir, la relaciôn de hiperonimia-hiponimia es espe-cialmente fructifera para la praxis lexicogt afica por lo frecuen-tes que son las definiciones que se hasan en ella. Los diccionarios ::le unidades fraseolôgicas son también un reflejo de esta situa-:iôn que se da en los diccionarios de lengua y esta circunstancia Dermite, a su vez, agrupar unidades fraseolôgicas del espanol que :onstituyen hipônimos de un lexema, de una unidad simple de a lengua. Asi, las que figuran a continuaciôn son locuciones 'erbales hipônimas del lexema dormir y éste es, pues, el hiperô-ümo que permite definir esas locuciones con el rasgo genérico dormir' mas alguna 0 algunas diferencias especîficas, de modo }Ue se puede considerar que ese conjunto de locuciones esta ncluido, desde el punto de vista semantico, bajo dormir. Esa ·elaci6n de inclusion mantenida por las locuciones respecta al

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hiperônimô dormir determina, asimismo, la relaciôn de cohipo-nimia que se establece entre los distintos hipônimos. Obsérvese, pues, el conjunto de locuciones:

dormir a pierna suelta: 'dormir con toda tranquilidad o con absoluta despreocupaciôn' dormir como un bendito: 'dormir profundamente' dormir como un ceporro: 'dormir profundamente' dormir como un leiio: 'dormir muy bien, profundamente' dormir como un liron: 'dormir muy bien, profundamente' dormir como un santo: 'dormir profundamente' dormir como una marmota: 'dormir profundamente' dormir como una piedra: 'dormir profundamente' dormir con los ojos abiertos: 'dormir con mucha precauciôn' dormir con un ojo abierto y el otro cerrado: 'dormir con mucha precauciôn' dormir la mona: 'dormir mientras dura la borrachera'.

Conviene hacer notar que ellexema hiperônimo dormir cons-tituye uno de los elementos con los que se han formado las uni-clades fraseolôgicas, es, ademas, el componente principal de elias y el que determina su clasificaciôn como locuciones verbales. Todos estos datos resultan especialmente interesantes como ayuda a los alumnos para memorizar las unidades fraseolôgicas asi relacio-nadas. En otras ocasiones, los verbos que aparecen como elementos constitutivos de las locuciones verbales no se corresponden con el hiperônimo que las incluye, pero existe otra elemento de la locuciôn con el mismo significado léxico del hiperônimo. En la mayoria de las locuciones que aparecen a continuaciôn, todas elias hipônimas del hiperônimo reîrse, no aparece como elemento de la locuciôn este verbo, pero, sin embargo, encontramos el sus-tantivo risa, que tiene el mismo significado léxico que reîrse:

descojonarse de risa: 'reirse mucho' desconyuntarse de risa: 'reirse mucho' despatarrarse de risa: 'reirse mucho' desternillarse de risa: 'reirse mucho' mearse de risa: 'reirse mucho' mondarse de risa: 'reirse mucho' morirse de risa: 'reirse mucho' partirse de risa: 'reirse mucho' partirse los cojones de risa: 'reirse a carcajadas'

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48 LA ENSENANZA DE LAS UNIDADES FRASEOLOGICAS

reirse a carcajada limpia: 'reirse mucha' reirse a mandibula batiente: 'reirse mucha' reirse camo los conejos: 'reirse con risa forzada o fingida' reirse las muelas: 'reirse mucha' reirse las tripas: 'reirse mucha' reirse por dentro: 'reirse en lo interior de su ânimo' revolcarse de risa: 'reirse mucha' tirarse de risa: 'reirse mucha' troncharse de risa: 'reirse mucha'.

Y una ûltima posibilidad: entre determinadas unidades fra-seol6gicas existe la relaci6n de hiponimia respecta a un hiper6-nimo, pero ninguna de elias presenta coma elemento compo-nente el hiper6nimo en cuesti6n, lo cual no significa que en otras pertenecientes al mismo campo semântico ese hiper6nimo no vaya a existir. Obsérvense los dos conjuntos siguientes, el primera de ellos esta constituido por locuciones verbales en cuya com-posici6n no entra el hiper6nimo trabajar, en el segundo conjunto el lexema hiper6nimo trabajar es un elemento constituyente de la locuci6n verbal:

a. arrimar el hombro: 'trabajar firme' dejarse las ufias: 'trabajar con mucha esfuerzo' no parar. 'trabajar mucha' partirse los huevos: 'esforzarse mucha, trabajar duramente' pegarse un (buen) tute: 'trabajar mucha, realizar un gran esfuerzo' sudar sangre: 'trabajar mucha'

b. trabajar coma un burro: 'trabajar mucha' trabajar coma un negro: 'trabajar mucha' trabajar coma una muta: 'trabajar mucha' trabajar para el inglés: 'trabajar sin ser remunerado'.

Por otra parte, la relaci6n de hiponimia se ve reforzada, en muchas casas, por la existencia, asimismo, de la relaci6n semân-tica de sinonimia entre los cohip6nimos o, al menas, porque los cohip6nimos constituyen variantes de una misma unidad frase-ol6gica. Asi, dejarse la pie! y romperse los cuernos, por significar 'esfor-zarse mucha', pueden considerarse hip6nimas de esforzarse, pero, a la vez, son dos unidades fraseol6gicas sin6nimas, mientras que beber camo una cuba, que significa 'be ber mucha alcohol', y beber coma una esponja, con el significado de 'beber mucha [general-

DIDÀCTICA DE LAS UNIDADES FRASEOLOGICAS 49

mente alcohol] ', son también hip6nimas, en este caso de beber, pero, por otra parte, mâs que sin6nimas, deben entenderse como variantes de un fraseologismo con la modificaci6n léxica cubà 1 esponja. En cualquier caso, la relaci6n de hiponimia aparece vin-culada a una identidad de significado. Muchas de los ejemplos presentados anteriormente en este mismo apartado son tam-bién reflejo de ello.

2.3.3. La antonimia en las unidades fraseol6gicas

La relaci6n semântica de la antonimia, al contrario que la de sinonimia, ha sido poco desarrollada desde una perspectiva te6ri-ca y, coma consecuencia, el término antonimia suele utilizarse para recubrir la relaci6n semântica existente entre ant6nimos graduales: caliente 1 fria, complementarios: macho 1 hembra, inver-sas: padre 1 madre o delante 1 detras, y opuestos de diversos tipos: bueno 1 malo o forma! 1 informa!. Pero coma los objetivos de esta obra son de naturaleza primordialmente prâctica, va a hacerse caso omiso de las discusiones te6ricas en torno al concepto de antoni-mia y tan solo van a presentarse unidades fraseol6gicas entre las que, por su significado, puede establecerse una relaci6n semânti-ca anâloga a alguna de las ejemplificadas en las lineas anteriores.

Unidades fraseol6gicas ant6nimas en las que aparecen los pares bueno 1 malo, mejor 1 peor o bien 1 mal:

a. buen rata: 'el que se pasa bien' b. mal rata: 'el que se pasa mal' a. buena racha: 'breve periodo de buena suerte' b. mala racha: 'breve periodo de mala suerte' a. caer bien: 'agradar una persona, resultarle simpâtico a

alguien' b. caer mal: 'desagradar una persona, resultarle antipâtico

a alguien' a. dar buena espina: 'hacer esperar algo bueno' b. dar mala espina: 'hacer esperar algo malo' a. darse bien: 'tener una cosa éxito, prosperar, salir bien' b. darse mal: 'no tener una cosa éxito, no prosperar, salir mal' a. dejar en buen lugar. 'dejar en situaci6n airosa' b. dejar en mallugar. 'dejar en situaci6n merecedora de cri-

tica o reproche'

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50

a. b. a. b. a.

b.

L\ ENSENA:\ZA DE L\S UNIDADES FRASEOLOGICAS

estar de buen mfé: 'estar de buen humor 0 caracter' estar de mal café: 'estar de mal humor o caracter' estar de buenas: 'estar de buen humor' estar de malas: 'estar de mal humor' harer buenas migas: 'tener una relaci6n buena con una persona con la que se comparten unas mismas ideas y unos mismos gustos' harer malas migas: 'tener una relaci6n mala con una per-sona con la que no se comparten unas mismas ideas ni unos mismos gustos'

a. llevarse la mejor parte: 'salir o resultar beneficiado' b. llevarse la peor parte: 'salir o resultar perjudicado' a. mirar con buenos ojos: 'mirar 1 considerar a alguien/ al go

con simpatfa' b. mirar con malos ojos: 'mirar 1 considerar a alguien/ al go con

antipatia' a. ponerse de buenas: 'ponerse de buen humor' b. ponerse de malas: 'ponerse de mal humor' a. quedar en buen lugar. 'quedar en situaci6n airosa' b. quedar en mallugar. 'quedar en situaci6n merecedora de

critica o reproche' a. ser un buen partido: 'ser una persona adecuada para casar-

se con ella, especialmente seglin su posici6n social o eco-n6mica'

b. ser un mal partido: 'ser una persona poco adecuada para casarse con ella, especialmente seglin su posici6n social o econ6mica'

a. tener buen cartel: 'gozar de gran popularidad o de buena reputaci6n'

b. tener mal cartel: 'gozar de poca popularidad o de mala reputaci6n'

a. tener buen perder. 'aceptar de buena manera la derrota' b. tener mal perder. 'aceptar de mala manera la derrota' a. tener buena prensa: 'tener buena fama' b. tener mala prensa: 'tener mala fama' a. ver con buenos ojos: 'estar de acuerdo con alguien/ al go' b. ver con malos ojos: 'estar en desacuerdo con alguien/ al go'.

Unidades fraseol6gicas ant6nimas en las que aparece el par abrir / rerrar.

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DIDÂCTICA DE LAS UNIDADES FRASEOLOGICAS 51

a. abrir el pico: 'hablar una persona' b. cerrar el pico: 'cailar o dejar de hablar' a. abrir un paréntesis: 'interrumpir un proceso o una acci6ri' b. cerrar un paréntesis: 'continuar un proceso o una acci6n

que estaban interrumpidos'.

Unidades fraseol6gicas ant6nimas en las que aparecen los pares adelante 1 atras o delante 1 detras:

a. delante de: 'estando presente' b. par detras: 'cuando no esta presente' a. tirar para adelante: 'emprender o reemprender la mar-

cha hacià delante' b. tirar para atras: 'retroceder, emprender o reemprender

la marcha hacia atras'.

Unidades fraseol6gicas ant6nimas en las que aparece el par derecha 1 izquierda:

a. coger a la derecha: 'coger un camino o direcci6n a la derecha'

b. coger a la izquierda: 'coger un camino o direcci6n a la izquierda'

a. entrar par el ojo derecho: 'ser aceptada una persona con sim-patia'

b. entrar par el ojo izquierdo: 'ser aceptada una persona con antipatia'.

En otras ocasiones la antonimia entre dos unidades fraseo-16gicas no tiene un reflejo clara en los elementos que las com-ponen, es decir, ni en una ni en la otra de las unidades fraseo-l6gicas en relaci6n de antonimia existe uno u otro de los ant6nimos de un posible par; obsérvense los pares siguientes:

a. tener leche: 'tener suerte' b. tener la negra: 'salirle a alguien todo mal, tener mala

suerte' a. cerrar los ojos: 'dormir' b. no pegar ojo: 'no dormir'.

De manera hasta cierto punta analoga al caso de la hiponi-mia, vinculada en ocasiones a la relaci6n semantica de la sino-

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52 LA ENSENANZA DE LAS UNIDADES FRASEOLOGICAS

nimia, la antonimia también puede darse entre unidades hipo-nimas, solo que, claro esta, el hiperonimo de los dos antonimos no es el mismo, sino dos unidades que mantienen entre si tam-bién la relacion semantica de antonimia. No valer gran casa, con el significado de 'no valer mucho', puede considerarse antoni-ma de valer lo que pesa, que significa 'valer mucho', pero, a la vez, esas dos unidades fraseologicas son hiponimas, la primera de no valery la segunda de valer, y estos hiperonimos son, conse-cuentemente, antonimos. Lo mismo pasa con:

a. saber de buena tinta: 'saber algo de fuente fidedigna' b. no saber un cano: 'no saber nada de algo'.

Una y otra unidad fraseologica estan en relacion de antoni-mia, pero, al mismo tiempo, son hiponimas, la primera de saber y la segunda de no saber.

Aunque, a primera vista, y des<fe la perspectiva de la ense-iianza del espaiiol como lengua extranjera, la relacion de anto-nimia pueda parecer menos provechosa que las de sinonimia e hiponimia, por relacionar unidades fraseologicas solo de dos en dos, en realidad no es asi, pues es posible establecer, por ejem-plo, series sinonimicas de unidades fraseologicas, series que, a su vez, mantienen entre si una relacion de antonimia, con lo que se da una vinculacion entre estas dos relaciones semanticas y se agrupa un mayor numero de unidades fraseologicas. Obsérvense los dos conjuntos siguientes de unidades fraseologi-cas. Las del primer conjunto significan 'tener mucho dinero', mientras que las del segundo tienen el significado de 'estar sin dinero', de modo que entre las unidades fraseologicas de uno y otro conjunto existe una relacion de antonimia:

a. estar forrado estar montado estar podrido de dinero nadar en dinero nadar en la abundancia

b. andar pelado estar a dos velas estar pelado estar sin blanca estar sin un real.

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3 A MODO DE CONCLUSION

Los tres ultimos apartados no han querido ser sino una mues-tra de las posibilidades que se le ofrecen al profesor de E/LE, en primer lugar, para presentar unidades fraseologicas a los alum-nos con la finalidad de que trabajen con ellas, siguiendo los multiples tipos de ejercicios que se han reseiiado en el apartado 2.2., y, en segundo lugar, para ayudarles a memorizarlas, apo-yandose para preparar el material en las informaciones que los diccionarios de unidades fraseologicas sobre todo, aunque tam-bién los de lengua, nos aportan. Lamentablemente, los diccio-narios de unidades fraseologicas no suelen acompaiiarse de apén-dices o indices que las incluyan agrupadas a partir de algun tipo de relacion semantica o clasificacion morfologica, asi que debe-ra ser tarea del profesor buscar en ellos unidades fraseologicas, pertenecientes a la misma clase, entre las que se pueda estable-cer algun tipo de relacion semantica a partir siempre de sus definiciones. Por otra parte, la no existencia de trabajos de investigacion que delimiten qué unidades fraseologicas deben ser objeto de aprendizaje en los distintos niveles de enseiianza del espaiiol como lengua extranjera, ha impedido organizar el material anterior por niveles y, en consecuencia, sera también tarea del profesor determinar con qué unidades fraseologicas concretas es conveniente trabajar de acuerdo con el nivel de ense-iianza en que se encuentre el alumno.

En la fase de presentacion, el profesor debera, asimismo, pro-porcionar al alumno, en la medida de lo posible, indicaciones sobre el registra de cada unidad fraseologica (formal, informa!, restringido) e informaciones de uso gramatical ( usase en ora-ciones negativas 0 imperativas, usase en gerundio) 0 pragmatico (despectivo, ironico, dicho de una mujer, dicho por una mujer) que le permitan a éste tener un amplio conocimiento de la uni-

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54 L\ ENSENANZA DE L\.5 UNIDADES FRASEOLOGICAS

dad fraseol6gica en cuesti6n. Por supuesto, tai como ha queda-do subrayado en el apartado 2.2., todas estas informaciones pueden completarse con la explicaci6n del origen de la unidad fraseol6gica y con su inserci6n en contextos que ilustren su uso.

Tradicionalmente se ha dicho que las particularidades for-males y semanticas de las unidades fraseol6gicas obligan a aprenderlas de memoria, par coeur, by heart, aus dem Kopf, sin que ninguna regla gramatical facilite con su sistematizaci6n el aprendizaje. Y ello puede ser asi desde la perspectiva de la com-binaci6n de palabras que en un momento dado constituye una unidad fraseol6gica y determina su existencia con un significa-do especifico; pero, una vez creada la unidad fraseol6gica, es posi-ble clasificarla y analizarla semanticamente, al menos por lo que se refiere a las locuciones, en relaci6n con otras unidades frase-ol6gicas y con lexemas simples de la lengua. La clasificaci6n y el analisis semantico le permiten al profesor presentarlas a los alum-nos de manera organizada, no formando un t6tum revolutum, y a éstos aprenderlas a partir de su agrupaci6n en clases distintas y de las relaciones de significado existentes entre muchas de elias, reforzadas en numerosas ocasiones por relaciones de significan-te. Asi, la memoria, el coraz6n y la cabeza encuentran un apoyo tanto en fen6menos psicol6gicos universales, como la aso-ciaci6n de significados y de significantes por parte de los hablantes, como en principios de analisis de las lenguas, la cla-sificaci6n de las unidades lingüisticas, por una parte, y las rela-ciones semanticas de sinonimia, hiponimia y antonimia, por otra.

EJERCIC/OS

1. Clasifique morfol6gicamente las siguientes locuciones, teniendo en cuenta su definici6n y la funci6n cumplida en el ejemplo: a todas éstas: '[locuci6n adversativa enfatica] sin embargo, a pesar de

todo': Le ofrecimos ganar mas del doble y sin esfuerzo alguno, y a todas éstas él sigui6 diciendo que no

blanquear el dinero: 'reincorporar el dinero al circuito legal invirtiéndo-lo en negocios honorables': Ha tenido que blanquear el dinero que ha ganado con el contrabando comprando apartamentos para los turistas

cara a: 'ante, con vistas a': Hemos comprado un chalé que da cara al mar de todas todas: 'inevitablemente': Nada pude hacer para impedir una ban-

carrota econ6mica que se iba a producir de todas todas hecho un asco: 'muy sucio': El niiio se ha caido en un charco y se ha puesto

hecho un asco; hay que cambiarle el traje la tira de: 'muchisimo': Le han robado el coche, pero no le importa. Tiene la

tira de dinero largo de uiias: 'inclinado al robo': No me extraiia que aquel alumno tan

largo de uiias haya sida el que rob6 el ordenador Perico (el) de los palotes: 'cualquiera, quienquiera que sea': Alguien ten-

dra que ayudarme; si no lo haces tu, que venga tu padre, o tu hermano o Perico de los palotes

tren de vida: 'lujo, comodidades': No comprendo c6mo puede mantener ese tren de vida ganando una miseria de sueldo

jvivir para ver!: 'exclamaci6n de asombro': iVivirpara ver! Conoci aFernandez cuando vivia en una choza inmunda, y ahora es uno de los hombres mas ricos de la ciudad.

II. Agrupe las siguientes locuciones seglin la clase a la que perte-nezcan, teniendo en cuenta su definici6n y la funci6n desempeiiada en el ejemplo: deputa madre: 'muy bueno, excelente': La casa tiene un cuarto de baiio de

puta madre, de esos que salen en las peliculas de Hollywood deputa madre: 'muy bien': Es un novelista que escribe deputa madre; no me

extraiiaria que lo propusieran para el Nobel de literatura hasta los topes: 'completamente lleno': En el autobUs no cabia ni un viaje-

ro mas; estaba hasta los topes

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56 LA ENSENANZA DE LAS UNIDADES FRASEOLOGICAS

mal trago: 'adversidad, infortunio, contratiempo': Hoy me sorprendi6 sin billete el revisor del tranvia y pasé un mal trago

tela marinera: 'muy bueno, sensacional': Este producto es tela marinera. No lo hay mejor en el mercado

tela marinera: 'en gran manera, mucho': Corria tela marinera, y no pudi-mos alcanzarlo

tomadura de pelo: 'burla, broma, engaiio': Eso que dices de que me ha toca-do la loteria debe ser una tomadura de pelo, porque he visto la lista de numeros premiados y no estaba el mio

trapitos de cristianar: 'ropa de gala': No puedo asistir a un baile vestido de cualquier manera, asi que tendré que ponerme los trapitos de cristianar.

III. Explique qué tipo de relaci6n semantica se da entre las siguien-tes unidades fraseol6gicas:

llorar como una Magdalena: 'llorar mucho' llorar a moco tendido: 'llorar mucho y aparatosamente' llorar a lagrima viva: 'llorar mucho'.

IV. Explique qué tipo de relaci6n semantica se da entre las siguien-tes unidades fraseol6gicas:

borrar del mapa: 'hacer desaparecer; matar' dar pasaporte: 'matar a una persona' dejar en el sitio: 'matar' dejar seco: 'matar en el acto' mandar al otro barrio: 'matar'.

V. Explique qué tipo de relaci6n semantica se da entre las siguien-tes unidades fraseol6gicas:

no valer un coj6n: 'no tener ningun valor o mérita' no valer un cuerno: 'no tener ningun valor' no valer un huevo: 'no tener ningun valor o mérita' no valer un pito: 'no tener ningun valor' no valer un pitoche: 'no tener ningun valor'.

VI. Explique qué tipo de relaci6n semantica se da entre las siguien-tes unidades fraseol6gicas:

estar por debajo: 'ser inferior a algo/alguien' estar por encima: 'ser superior a alguien/algo' de las vacas jlacas: '[época/tiempos] de escasez, pobreza' de las vacas gordas: '[época/tiempos] de abundancia, riqueza' por las buenas: 'voluntariamente' por las malas: 'forzadamente, contra voluntad' tirar a la derecha: 'coger un camino o direcci6n a la derecha' tirar a la izquierda: 'coger un camino o direcci6n a la izquierda'.

EJERCICIOS 57

VII. Explique c6mo se pueden relacionar semanticamente las siguien-tes unidades fraseol6gicas:

arrugar el ceiio: 'poner gesto de enfado, disgusto o preocupaci6n' desarrugar el ceiio: 'quitarse el gesto de enfado, disgusto o preocupa-ci6n' fruncir el ceiio: 'poner gesto de enfado, disgusto o preocupaci6n' quedar bien: 'hacerse una persona merecedora de un juicio favorable por su conducta' quedar mal: 'hacerse una persona merecedora de un juicio desfavo-rable por su conducta' quedarse frito: 'quedarse dormido' quedarse roque: 'quedarse dormido' saber a demonios: 'tener muy mal sabor' saber a diablos: 'tener muy mal sabor' saber a gloria: 'tener muy buen sabor' saber a rayos: 'saber muy mal'.

VIII. Clasifique morfol6gicamente las siguientes locuciones y anali-ce las relaciones semanticas existentes entre las locuciones de cada clase:

bien que: 'aunque' comer a dos carrillos: 'corner vorazmente, con fruici6n' comer como un pajarito: 'corner muy poco' comer como un sabaii6n: 'camer con gran apetito' comer como una lima: 'corner con gran apetito' comer por siete: 'corner mucha' de panico: 'muy malo' deputa madre: 'muy bueno, excelente' (si) bien es verdad que: 'aunque'.

IX. Explique c6mo presentarfa a los alumnos las siguientes unida-des fraseol6gicas:

estar al cabo de la calle estar al dia estar pez estar al tanto.

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SOLUCIONES A LOS EJERCICIOS

1. A todas éstas es una locuci6n conjuntiva, por el valor adversativo que tiene, seglin la definici6n, y por la parâfrasis definitoria, 'sin embargo'.

Blanquear el dinero es una locuci6n verbal porque el elemento prin-cipal de su parâfrasis definitoria es un verbo, reincorporar, y porque en el ejemplo funciona como predicado verbal de la oraci6n principal.

Gara a es una locuci6n prepositiva porque significa 'ante' y porque funciona como elemento de relaci6n entre el verbo da y el complemento de régimen verbal el mar.

De todas todas es una locuci6n adverbial: se define median te un adver-bio en -mente y funciona como modificador de la perifrasis verbal se iba a producir.

Hecho un asco es una locuci6n participial construida con hecho, el participio del verbo hacer, de no admitirse la existencia de una clase de locuciones participiales, habria que clasificarla como una locuci6n ad-jetiva porque el elemento principal de su parafrasis definitoria es un adje-tivo, sucio, y porque funciona como complemento predicativo del verbo se ha puesto.

La tira de es una locuci6n elativa por intensificar allexema sustanti-vo dinero; si no se admite esta clase de locuciones, por su significado, 'muchisimo', y por su funci6n, adjetivo cuantificador indeterminado que modifica a dinero, puede entenderse como una locuci6n adjetiva.

Largo de uiias es una locuci6n adjetiva porque el elemento principal de su parafrasis definitoria es un participio adjetivo, inclinado, que fun-ciona en el ejemplo como Jo haria un adjetivo calificativo que acompa-iiara a aquel alumno.

Perico (el) de los palotes es una locuci6n pronominal porque su para-frasis definitoria corresponde a un pronombre indefinido, cualquiera, y porque funciona como sujeto del predicado verbal venga.

Tren de vida es una locuci6n nominal, pues su parâfrasis definitoria, lujo, comodidades, pertenece a esa clase de palabras y, ademas, funciona como objeto directo del verbo mantener.

jVivir para ver! es una locuci6n interjectiva o exclamativa, de acuer-do con su definici6n, 'exclamaci6n de asombro'.

Il. Mal trago, tomadura de pela y trapitos de cristianar son locuciones nominales porque sus parâfrasis definitorias, adversidad, burla y ropa de

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60 LA ENSENANZA DE LAS UNIDADES FRASEOLOGICAS

gala, corresponden a lexemas de la clase sustantivo y porque funcionan como objeto directo, predicado nominal o atributo y objeto directo en sus respectivos ejemplos.

Deputa madre, con el significado 'muy bueno, excelente', hasta los topes y tela marinera, esta ultima con el significado 'muy bueno, sensa-cional', son locuciones adjetivas, pues los elementos principales de sus parâfrasis definitorias, bueno, lleno y bueno, son lexemas de la clase adje-tivo; ademas, funcionan en sus respectivos ejemplos como lo harfa un adjetivo calificativo: como modificador directo del sintagma cuarto de baiio la primera locuci6n y como atributo o predicado nominal la segunda y la tercera.

Deputa madre, con el significado de 'muy bien', y tela marinera, con el significado de 'en gran mane ra, mucho', son locuciones adverbiales de acuerdo con sus parafrasis definitorias y con la funci6n que desem-peiian en los ejemplos, modificadores de los verbos escribe y corria, res-pectivamente, o complementos circunstanciales de modo y cantidad, en uno y otro caso. Hay que seiialar, ademas, que tanto deputa madre como tela marinera son unidades fraseol6gicas hom6nimas, pues tienen dos significados distintos, la primera los de 'muy bueno, excelente' y 'muy bien' y la segunda los de 'muy bueno, sensacional' y 'en gran manera, mucho'.

III. Se da entre elias la relaci6n semantica de la hiponimia, las tres unidades fraseol6gicas son hip6nimas del hiper6nimo llorar, pues signi-fican un modo de llorar. Al mismo tiempo, entre las tres existe una rela-ci6n de cohiponimia, son cohip6nimas entre sf al estar subordinadas todas al hiper6nimo llorar. También puede observarse una relaci6n de sinonimia entre las dos que significan 'llorar mucho', llorar como una mag-dalena y llorar a lagrima viva, ademas de que ambas son cuasi sin6nimas de la unidad fraseol6gica llorar a moco tendido, por significar ésta 'llorar mucho y aparatosamente'. Finalmente, puede establecerse, asimismo, otra relaci6n entre las tres, aunque no semantica, pues coinciden par-cialmente en cuanto a su significante.

IV. Se da una relaci6n semantica de sinonimia entre las que signifi-can 'matar', todas excepto dejar seco, y una relaci6n semantica de cuasi sinonimia entre ésta y las otras cuatro. Por otra parte, si se considera que el significado 'matar en el acto' es un modo de matar, dejar seco puede considerarse un hip6nimo de cualquiera de las otras, pues éstas signifi-can unica y exclusivamente 'matar'.

V. Se da una relaci6n semantica de sinonimia entre no valer un cuer-no, no valer un pito y no valer un pitoche, por una parte, pues las tres sig-nifican 'no tener ningun valor', y, por otra, entre no valer un coj6n y no valer un huevo, por la misma raz6n que en el caso anterior, aunque ahora el significado es 'no tener ningun valor o mérito'. Ademas, entre

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SOLUCIONES A LOS EJERCICIOS 61

las de uno y otro grupo existe una relaci6n de cuasi sinonimia. Por ulti-mo, ese conjunto de unidades fraseol6gicas debe entenderse mas como un conjunto de variantes de un mismo fraseologismo con la modifica-ci6n léxica coj6n 1 cuerno 1 huevo 1 pito 1 pitoche, que como unidades fra-seol6gicas distintas.

VI. Entre estar por debajo 1 estar por encima se da la relaci6n semantica de la antonimia, por tener una de las dos unidades fraseol6gicas un sig-nificado opuesto al de la otra: 'ser inferior' 1 'ser superior'. La antoni-mia se manifiesta en los elementos que constituyen las dos unidades fra-seol6gicas, puesto que lo diferente en elias estriba en el par debajo 1 encima.

También existe relaci6n de antonimia entre de las vacas jlacas 1 de las vacas gordas y se refleja en los componentes jlacas 1 gordas de ambas unidades fraseol6gicas.

La misma relaci6n de antonimia se da entre por las buenas 1 por las matas; en este caso la antonimia se refleja en los elementos buenas 1 matas existentes en una y otra de las dos unidades fraseol6gicas.

Igual ocurre con tirar a la derecha 1 tirar a la izquierda, solo que esta vez la antonimia se apoya en los elementos derecha 1 izquierda.

VII. Las unidades fraseol6gicas del ejercicio se pueden relacionar de la siguiente manera: entre arrugar el ceiio y fruncir el ceiio existe una relaci6n semantica de sinonimia por tener ambas el mismo significado; a la vez, esas dos locuciones verbales son ant6nimas de desarrugar el ceiio, pues aquéllas se definen median te el lexema poner y ésta con el in verso quitar; la relaci6n de antonimia se manifiesta, ademas, en los compo-nentes arrugar y desarrugar de dos de las unidades fraseol6gicas.

Quedar bien y quedar mal también mantienen entre sf una relaci6n de antonimia, reflejada en este caso en los elementos bien 1 mal de las respectivas unidades fraseol6gicas.

Quedarse frito y quedarse roque tienen el mismo significado y pueden considerarse variantes de un mismo fraseologismo con la modificaci6n léxica jrito 1 roque.

Las cuatro ultimas unidades fraseol6gicas: saber a demonios, saber a dia-blos, saber a gloria y saber a rayos, son hip6nimas del lexema saber; entre las cuatro mantienen, ademas, una relaci6n de cohiponimia; por otra parte, saber a demonios, saber a diablos y saber a rayos pueden analizarse como variantes de un mismo fraseologismo con la modificaci6n léxica demonios 1 diablos 1 rayos, ya que las tres significan lo mismo, y, por ulti-mo, esas tres variantes mantienen una relaci6n semantica de antonimia respecto a la unidad fraseol6gica saber a gloria, pues la definici6n de aqué-llas se basa en el opuesto mal, frente al opuesto buen de saber a gloria.

VIII. Bien que y (si) bien es verdad que son dos locuciones conjuntivas que mantienen entre sf una relaci6n de sinonimia por significar ambas 'aunque'.

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62 LA ENSEJ\:ANZA DE LAS UNIDADES FRASEOLÔGICAS

Gomer a dos carrillos, corner como un pajarito, corner como un sabaii6n, corner como una lima y corner por siete son locuciones verbales; todas elias son hip6nimas del lexema corner, elemento constituyente de esas uni-clades fraseol6gicas, y cohip6nimas entre si; ademas, corner como un saba-fion v romer como una lima, ambas con el significado de 'corner con gran apetito', pueden entenderse como variantes de un mismo fraseologismo con la modificaci6n léxica sabaii6n / lima, y corner como un pajarito y romer por siete pueden considerarse unidades fraseol6gicas ant6nimas por estar definidas mediante los ant6nimos graduales poco 1 mucho.

De panico y deputa madre son dos locuciones adjetivas que mantie-nen entre si un relaci6n de antonimia por estar definidas mediante los opuestos bueno / malo.

IX. La presentaci6n de esas unidades fraseol6gicas puede llevarse a cabo, al menos:

1 Q proporcionando la maxima informaci6n -morfol6gica, sintagma-tica, semantica, de uso y etimol6gica si es posible- sobre elias. As!, las cuatro unidades fraseol6gicas tomadas como punto de partida son locu-ciones verbales que se combinan con un alg;uien sujeto y un algo com-plemento introducido por una preposici6n, es decir, tienen la misma combinatoria sintagmatica: estar alguien al cabo de la calle de algo, estar alguien al dia en algo, estar alguien pez en algo y estar alguien al tanto de algo; por otra parte, con el significado que a continuaci6n se especifica, pueden aparecer en contextos como: estar al cabo de la calle: 'estar una persona ya bien enterada de algo': No me

cuentes mas: estoy al cabo de la calle. Tu hermano me lo ha contado todo ya estar al dîa: '[referido a personas] estar informado': Procura leer los peri6-

dicos todos los dias para estar al dia en asuntos de politica internacional estar pez: 'no saber nada de algun asunto o materia': l Camo es posible que

te equivoques siempre hacienda las cuentas? jTu estas pez en matematicas! estar al tanto: 'estar al corriente (de algo), estar enterado': No me cuentes

mas: ya estoy al tanto de eso;

junto a ello, de las informaciones registradas en los diccionarios se des-prende que estar al cabo de la calle y estar pez pertenecen al registro infor-mai-la ultima, ademas, se considera propia de lajerga de los escolares-y que estar al dia y estar al tanto son propias del registro formai, y, como ultimo apartado de este punto, también los diccionarios proporcionan la informaci6n de que estar pez se deriva del hecho de que los peces aunque mueven la boca no emiten sonido alguno, mudo como un pez;

2° ofreciel)do otras unidades de su mismo campo semantico. Obsérvese que las cuatro anteriores,junto con otras que a continuaci6n se detallan, pertenecerfan al mismo campo semantico, el cual parece corresponder a locuciones verbales que expresan la posesi6n de conocimiento inte-lectual:

SOI.UCIONES A LOS EJERCICIOS 63

estar al raho de la calle: 'estar una persona ya bien enterada de algo' estar al dia: '[referido a personas] estar informado' estar al tanto: 'estar al corriente (de algo), estar enterado' estar empollado: 'saber mucho de una materia' estar en ayunas: 'estar sin comprender, sin enterarse de nada' estar en bragas: 'no tener ni idea de algo' estar en paiiales: 'tener poco o ningun conocimiento de una cosa' estar pegado: 'no saber el estudiante la lecci6n' estar pez: 'no saber nada de algun asunto o materia' estar puesto: 'conocer algo profundamente' saber como el abecé: 'saber algo de memoria, muy bien' saber como/mejor que el padrenuestro: 'sa ber algo de memoria, muy bien' saber de buena tinta: 'saber algo de fuente fidedigna' saber d6nde pisa: 'saber bien Jo que se hace' saber mas que Lepe: 'saber mucho [especialmente referido al saber

practico, a la malicia o picardfa]' saber mas que siete: 'saber mucho' saber un huevo: 'tener una persona amplios o profundos conocimientos

en alguna materia' saber un rato (largo): 'saber mucho';

3Q relacionandolas entre si tanto desde el punto de vista del signi-ficado como del significante. En este sentido, es posible afirmar, por ejemplo, que entre las unidades fraseol6gicas anteriores algunas man-tienen entre si una relaci6n semantica de sinonimia o, al menos, pue-den considerarse casos de variantes de un mismo fraseologismo; se obser-va Jo dicho en estar en bragas, estar pezy estar en paiiales, por una parte, en saber como el abecé y saber como el padrenuestro, por otra, y, finalmente, en saber mas que Lepe, saber mas que siete y saber un rato (largo). También se dan las relaciones semanticas de hiponimia, hiperonimia y cohipo-nimia, pues estar empollado, saber como el abecé, saber como el padrenuestro, saber de buena tinta, saber d6nde pisa, saber mas que Lepe, saber mas que siete y saber un rato (largo) son locuciones verbales hip6nimas del hiper6ni-mo saber, a la vez que entre si estan en relaci6n de cohiponimia. Por ultimo, la relaci6n de antonimia puede establecerse entre estar al cabo de la calle y estar en ayunas; ademas, existen unidades fraseol6gicas sin6-nimas en relaci6n de antonimia con unidades fraseol6gicas de otra serie sinonimica:

a. estar empollado estar puesto saber un huevo

b. estar en bragas estar en paiiales estar pez.

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64 LA ENSENANZA DE LAS UNIDADES FRASEOLOGICAS

Las unidades fraseol6gicas de este campo semantico se relacionan, en cuanto a su significante, de manera parcial por la presencia del hipe-r6nimo saber como elemento componente de la mayorfa de las locucio-nes verbales que constituyen sus hip6nimos y por la presencia del ele-mento estar en otro grupo de locuciones del campo semantico, y

42 buscando, si es el caso, unidades fraseol6gicas equivalentes en la lengua materna del alumno.

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