La épica
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POESÍA ÉPICA CLÁSICA
Poesía épica griega.-
La literatura occidental se inicia, en todos sus géneros, en Grecia. El
cultivo de los géneros literarios se concentra en Atenas, que se va convirtiendo en
la verdadera metrópoli intelectual y espiritual de Grecia. La literatura griega se
divide en tres grandes períodos:
- arcaica, 750-500 a.c.;
- clásica, 500-320 a.c.;
- helenística, 320 a.c.- 500 d.c.;
En los dos primeros períodos, se crea. En el helenístico se repiten los
esquemas clásicos, aunque no baja el valor literario y se crea la poesía bucólica.
El cantor épico debió ser muy apreciado porque los poemas homéricos presentan
a los cantores rodeados de grandes honores y además, declaran que el cantor ha
sido inspirado por un dios.
La materia épica se basó en las grandes gestas, la mayoría guerreras, con
personajes famosos antiguos, míticos o reales. Este rasgo es común a toda la
epopeya antigua del Asia Menor.
La forma métrica más usada es el hexámetro dactílico, que consiste en seis pies
dáctilos. ( - ˘ ˘ )
Se sabe que la Ilíada (16.500 versos) y la Odisea (14.300 versos) eran
cantadas en un semitonado, no recitadas, por cantores épicos que muchas veces
eran analfabetos, pero dotados de gran memoria.
Los cantos se acompañaban de una lira o de un instrumento de cuerda muy
rústico y simple, que recuerda de forma muy lejana a una guitarra.
Homero.-
750 a.c. Los científicos han discutido su existencia. Las razones que
apoyan que sí existió son de más peso. En cuanto a si escribió todo o sólo una
parte a la que se irían añadiendo libros, se cree que escribió todo.
- La Ilíada no explica toda la guerra de Troya, sino sólo un episodio, una parte de
ella hacia el final de la contienda: la cólera de Aquiles.
- La Odisea presenta el tema de los llamados retornos, poemas épicos en los que
se describían peripecias de viajes de regreso a la patria. Aquí se trata de la
vuelta de Ulises a Itaca.
Características de la poesía homérica:
- Los protagonistas son, a veces, hijos directos de los dioses. El mundo homérico
está inmerso en la religión: plegarias, sacrificios, ofrendas, promesas y votos a los
dioses. También es un mundo profundamente humano: amistad ejemplar entre
Aquiles y Patroclo; cólera de Aquiles contra Agamenón; amor entre Héctor y
Andrómaca. En el hombre homérico prevalece el espíritu, aunque cree que sólo
su sombra pasará al reino de los muertos. Las figuras femeninas son
excepcionales y nada tienen que ver con el status de la mujer en la ciudad. El
autor nunca da su opinión sobre los hechos que narra. La lengua es un dialecto
artificial, nunca hablado. Hay numerosas comparaciones que nos dan una visión
del mundo y la naturaleza que rodean al autor.
Poemas homéricos
Datos generales.-
La poesía homérica es la conclusión de un largo desarrollo. Tras una
elaboración de motivos poéticos populares, se da un largo y variado florecimiento
de poesía épica transmitida oralmente, como precedente de los poemas. Hay
fundadas razones que avalan la existencia de poetas anteriores a Homero:
- perfección artística de los poemas, lo que presupone una evolución de los medios
expresivos, la lengua y el hexámetro.
- fórmulas épicas que por influjo de una tradición poética que los ha elaborado
- larga evolución que presupone el hexámetro
- episodios extraños a la acción del poema de otros cantos sobre la guerra de
Troya.
En el s. VII se da un cambio en la ejecución de la poesía épica: de cantada
a recitada sin instrumentos, a cargo de un rapsoda, que recitaba un texto
aprendido de memoria aunque introducía interpolaciones, cambios o supresiones.
De este modo surgía un poema distinto en cada recitación. Algo parecido sucede
en la poesía épica nueva, que tiene las siguientes características:
- es cantada con acompañamiento musical
- verso repetido indefinidamente
- repertorio de fórmulas
- improvisación con ayuda de las fórmulas
- textos distintos, variaciones
- héroe con valor, fuerza, honor, amistad. Clase de caballeros. Pasado heroico.
- gestas heroicas de personajes del pasado.
Por tanto, la poesía homérica era oral durante su fase primitiva antes de
ser puesta por escrito. La Ilíada pertenece a las dos fases de la épica griega:
- creadora de los aedos, oral, cantada
- reproductora de los rapsodas, contexto escrito, recitada.
Los poemas pertenecen a la segunda mitad del s. VIII. El límite inferior
sería la poesía hesiódica. El límite superior será el empleo de la escritura, según
la arqueología y las diferentes tablillas. Carpentier niega su historicidad. Reduce
la guerra de Troya a mera ficción de los poemas en época micénica. Page afirma
el contenido histórico de la Ilíada. Los poemas se remontan a las pruebas:
- ruinas de Troya descubiertas por Schliemann
- fórmulas que aluden a Troya y a su civilización, como criadores de caballos.
- objetos micénicos que no han sido usados después (en los catálogos)
- espadas tachonadas de plata; escudos largos; yelmos de colmillo de jabalí;
cascos; ropas de Néstor; etc.
- pueblos, lugares y nombres micénicos desaparecidos después
- elementos de lengua micénica (la épica micénica existía antes de la guerra de
Troya)
- uso del bronce (la mitología de Nilsson dice que las instituciones religiosas
griegas provienen de época micénica)
- representaciones de la divinidad
- construcción con adjetivos patronímicos en -ioj.
- no asimilación de consonantes; - sonorización de nasales y líquidas en -o-
- consonantes dobles iniciales; - omisión del aumento
Según la tradición épica postmicénica, del año 1200 al 700, existen los
siguientes datos arqueológicos:
- hierro, coloración del marfil, incrustación de metales
- incineración - Apolo ya está en el panteón
- los fenicios aparecen como comerciantes y piratas
- hay carros para transporte, no para lucha - un mundo y una organización social
- la lengua tiene un estilo diferente del micénico; no hay elementos dóricos
- la mayor parte es jonio. También en el continente había una tradición jonia que
se vio reforzada por la llegada de poetas jonios de Asia Menor.
Según las investigaciones:
- La poesía épica se remonta a la época micénica (Page)
- Hay gran diferencia entre el mundo homérico y el micénico
- Puede haber tradición directa de elementos micénicos, pero también pueden ser
reminiscencias de la época anterior
Hay objeciones de los que no aceptan que se remonte a época micénica,
porque la sociedad de tablillas es diferente a la homérica.
En cuanto a los dialectos:
jónico:
- la a larga pasa a h; - metátesis;
- infinitivo atemático en -nai; - n efelcística;
. desinencia secundaria =san; - 3ª pers. plu. de ei)mi/ = h)n;
- partícula a)n. - h(mei/j, u(mei/j;
- Eolio:
- infinitivo en -men, -menai; - dativo plural en -essi;
- perfecto en w=tej; - 3ª pers. plu. pasiva en
-qhn;
- partícula ke, a)n; - geminación; a(/mme,
u(mme.
- micénico
- vocabulario específico
Otros datos:
- Combinación de elementos antiguos y modernos. Aumento, digamma.
- se creía que estaban escritos en eolio y luego trasladados al jonio; pero, al
descifrarse el micénico, se pensó en una zona de habla mixta, jonio y eolio. Así
que la lengua del e)/poj ha ido arrastrando rasgos dialectales de los dominios
lingüísticos por los que ha pasado.
- problemas de lengua: términos mal entendidos. añadidos y distorsiones, por su
carácter oral
- transmisiones: labor de copia; en el s. V, transcripción del alfabeto ático al
jónico -metagrammatismo/j; errores de los copistas al transcribir palabras con
-e, -o. En ático la -e, da en jónico = -e, -h, -ei; En ático la -o, da en jónico
= -o, -ou, -w.; en época alejandrina, Zenódoto propone la división de cantos;
Aristarco de Samos midió el texto; la escuela de Pérgamo hizo la labor crítica; el
más antiguo manuscrito fue el Vennetus A; la escuela de rapsodas de Quíos en
festivales; Licurgo fue el primero en obtener el texto homérico completo; Solón en
Atenas lo estudió.
Odisea.-
Lejos de la Ilíada:
- Prescinde de motivos sobrenaturales
- tiene temas populares comunes, algunos del folklore universal
- hay relatos de marinos: ciclo de los Argonautas
- hay unidad: algunos decían que se componía de tres o más formas, que luego se
refundieron; pero las aventuras de Ulises derivan de versiones más antiguas y de
ningún modo hubo un compilador.
Ilíada.-
- El motivo es la cólera de Aquiles, en el marco del 9º año de la guerra.
- el hombre no tiene libertad: es manejado por fuerzas superiores y por los dioses.
- acción dinámica pero en 4 días. Técnica dilatoria, suspense.
- lengua de poesía épica. Apuntes hacia la tragedia.
Cuestión homérica.-
Según la crítica filológica, la época alejandrina fue respetuosa con el texto.
Se preocupó por el verso en sí, no por el conjunto. En el s. XVII (Clasicismo) se
dice que en época de Homero no había escritura; se trataría de fragmentos
sueltos unidos por un seguidor. El s. XVIII dice que en tiempo de Homero no
había escritura ni material para escribir. Así fundamentó la teoría de los cantos
sueltos. Actualmente, algunos creen que son obras de autores diferentes y épocas
diferentes.
- los unitarios (Willamovich, Mazón, Page) dicen que es un núcleo que se ha ido
ampliando. La Ilíada se puede explicar a partir de un canto: la ira. La Odisea en
base a varios cantos: retorno, pretendientes, búsqueda. El conglomerado se
explica por una tradición épica anterior subyacente. Todos los estilos se pueden
hacer compatibles con un autor, inspirado en la tradición. Las obras serían como
“obras de arte”. El canto XI engarza lo anterior y lo posterior. Parvy lo compara
con el e)/poj yugoslavo, por su polimorfismo lingüístico formulario, sus
expresiones diferentes con una misma función; sus elementos prefabricados que
permiten al aedo componer más rápidamente; los encabalgamientos;
En cuanto a las fórmulas: en los espacios entre cesuras, normalmente hay
nombre-epíteto; hay en ellas defectos de tipo métrico o semántico; pueden ser
conjugadas y declinadas; puede variar el orden de sus palabras; se puede ampliar
con epítetos, sinónimos. En el lenguaje formulario las relaciones causa-efecto
entre las fórmulas pueden hacer generar otras por similitud fónica o de ideas.
. Para un determinado espacio métrico se pueden encontrar varias palabras. Un
verso o un bloque de versos pueden ser formularios. Cada tipo de palabra tiene
tendencia a ocupar siempre los mismos lugares.
- los analíticos, (Wolf ) dicen que son cantos sueltos que se compilaron. Hay
contradicciones, repeticiones, defectos de composición; no responde a ningún
clásico. Hay diferencias en la composición y en la lengua; esto indicaría dos
autores diferentes, como el vocabulario y las fórmulas. La Odisea sería moderna
y la Ilíada, antigua. Las contradicciones arqueológicas se explican porque la
tradición histórico-cultural es de varias épocas. La repetición tiene su explicación
en los hábitos orales, en descripciones de personajes, hazañas, etc. Hay que
observar que no fueron compuestos con intención poética, por sus contradicciones
y sus repeticiones.
Ambiente histórico.-
El desciframiento del Micénico nos ha puesto en contacto con el griego del
II milenio a.c. pero también desde el punto de vista literario se le puede sacar
partido. Esa lengua griega se remonta a la misma época que la conquista de
Troya, 1280 a.c. (tablillas 1400-1200 a.c.)
Los criterios para fijar la posible deuda de la poesía homérica con una
tradición épica, son de dos tipos: arqueológicos y lingüísticos. Lo ideal es que los
dos se pongan en relación.
Datos arqueológicos:
En Ilíada y Odisea hay objetos “realia”, que se usaron en época micénica, y
que después cayeron en desuso. También hay instituciones referidas en los
poemas que son de época micénica. La arqueología está segura de que la ciudad
de Príamo saqueada por los aqueos es la llamada Troya VII a. Los restos
arqueológicos demuestran que fue destruida de manera violenta. La caída la
fijan sobre el 1250-60. Además, después del 1200, los aqueos se vinieron abajo
también por un ataque extranjero.
Elementos de tipo arqueológico son los que se extraen del catálogo de las
naves del canto II de la Ilíada, de tipo geográfico. No hay ningún lugar que en
época micénica no estuviera habitado. Después fueron abandonados y en el
s. XIII se volvieron a poblar. Así Criseda en la Fócide, Pilos de Mesenia ...
Algunos centros que luego fueron importantes, Megara, por ej., en la Grecia
arcaica, no aparecen en el catálogo de las naves.
En cuanto al material bélico, dentro de la panoplia hay dos tipos de
escudos: el a)spij el redondo, que es el micénico. Es habitual con la coraza. El
largo, en forma de torre de la cabeza a los pies. No hay más testimonio que los
grabados de ciertas espadas, en escenas de caza de leones. Es más antiguo el
sa/koj; cuando llevaban este escudo, no llevaban coraza. Hay una fórmula que
plasma el concepto de ese escudo largo: fe/rwn sa/koj h)/ute pu/rgon. y
un pasaje de la Ilíada donde se dice que Héctor golpeó a Áyax donde se cruzan
las dos cintas de cuero, del escudo y de la espada. Da a entender que el guerrero
no llevaba coraza.
También hay dos tipos de cascos; yelmo, guarnecido con dientes de jabalí.
De él hay testimonios arqueológicos que lo remontan al micénico más antiguo. La
espada, con clavos de plata y oro. Hay restos arqueológicos del micénico I y II. Y
hay una fórmula: si/foj fa/sganon a)rguro/heion, en micénico, arcadio y
chipriota. La copa de Néstor también es un elemento muy antiguo. Una similar
se conserva como resto arqueológico. Tiene cuatro asas, y las aves que se posan
en el borde son palomas. Las que han llegado tienen aves no reconocibles, y sólo
se apoya en dos patas.
La forma de la casa. El templo aparece todavía ligado al propio palacio del
rey. Otras veces son instituciones muy importantes, como el orden de batalla: se
discute si en la Ilíada está ya la formación hoplítica, la tortuga, en la época
homérica. La elegía bélica de Calino, Tirteo sí hacen pensar en esta forma. El
templo está separado del palacio del rey, y en la Ilíada están juntos. El rito de
cremación o incineración, en vez de inhumación. Sin embargo, en otro estrato de
Troya se ha visto que los cadáveres estaban incinerados. Esto plantea la duda de
si los aqueos usaron la incineración, porque no podían conservar sus cadáveres
en el campo.
Datos lingüísticos:
Existen además, fórmulas de Homero que aluden a Troya y a su
civilización. Trww=n i(ppodamw=n, criadores de caballos. Había culto al caballo
en esa época. Esos recuerdos de la época troyana pueden haber llegado también
en leyendas en prosa. Se trata de buscar testimonios que tengan relación con la
dicción hexamétrica. El relato épico suele surgir inmediatamente después de las
luchas. Así lo dice el poeta del canto q de la Odisea.
Los nombres parece difícil pensar que fueron transmitidos por vía oral, sin
una tradición literaria, porque esos nombres luego no existieron. Así mismo los
nombres del material con que se fabrican las armas: bronce. También hay una
continuidad de la tradición en la época del hierro.
Hay objeciones de los que no aceptan que la tradición homérica se remonte
a la época micénica. El mundo que nos permiten entrever las Tablillas Micénicas,
atestigua un tipo de civilización que no tiene que ver con el brillo de la
civilización que representan los poemas homéricos. En las Tablillas, es una
sociedad burocrática. La información es muy parcial, referida sólo a los palacios.
La civilización pudo haber sido brillante y puede que la escritura sólo estuviera
en los palacios. El contenido no tiene que ver con la literatura, pero pudo existir
una literatura oral.
Sin entrar en la fraseología poética, tras el desciframiento del micénico,
muchos de los poemas estaban en las tablillas, con las siguientes características
lingüísticas:
- sonorización de nasales y líquidas en -a; en la lengua homérica a veces en -o,
que remonta al micénico
- grupos consonánticos iniciales, que en otros dialectos se simplifican
- en morfología, el micénico comparte con los poemas el genitivo singular y plural
en -ao, -awn, y el genitivo en -oio de los temáticos. También en eolio. El
dativo instrumental largo en -i larga, -ei en micénico, -i breve del griego
clásico; el instrumental en -fi; el anafórico min; el participio pasado pasivo sin
asimilar; el patronímico en -ioj, también en eolio; omisión del aumento (se creía
que era poético, pero es dialectal).
- El vocabulario es común al micénico, a los poemas y al arcadio-chipriota.
- las fórmulas: sus ingredientes son remontables a veces a una antigüedad
micénica:
- a)ta/lantoj E)nuadi/wn a)ndreifo/nth? (La primera a- es grado cero
de eij, mi/a, en, que da vocalización de la -n.
- Ennuadi/wn, en tablilla micénica
- andreifu/nth < anvkwh.; es una fase anterior a lo micénico, en contexto
hexamétrico, porque la -o breve no ha vocalizado.
- a)/lkimoj e)/gxoj a)kaxme/non o)cei/ xalkw?, hermosa lanza
guarnecida con agudo bronce. E)/gxoj es muy antiguo. Contexto en que el
bronce era el material predominante. Edad del Bronce, anterior a la época
micénica.
Algo de la tradición del e)/poj arcaico proviene del micénico. Pero lo más
es jónico. Los testimonios que permiten remontar la tradición poética griega a
una etapa anterior a la composición de los poemas también de la poesía
hexamétrica se puede extraer de elementos que indican mucha antigüedad.
La base lingüística de la poesía hesiódica, de los himnos, es lo más ligable
al Continente, y también es jónico. En ellas también hay indicios de elementos
lingüísticos distintos. Ello hace pensar que la tradición homérica, la poesía
hexamétrica, deriva de Homero. Pero ahora se ha visto que no había una
tradición épica más antigua que Homero, en el continente, a diferencia de la
Jonia homérica de Asia Menor.
La tradición poética que en el s. VIII dio lugar a Ilíada y Odisea, es una
tradición emigrada desde el continente, y allí se vio florecer en el ambiente del
mundo jonio, que daría la poesía hesiódica, de los himnos homéricos. La lengua
fundamental de esta poesía del continente es el jonio. Los poetas jonios vendrían
de Jonia al continente y la influencia hizo que surgiera una poesía autóctona.
Pero esto no puede convencer, sino que habría ya allí una tradición más antigua,
el e)/poj, y puede que los poetas que vinieron influyeran para que la base
lingüística fuera cada vez más jonia. En esta base jonia podría haber influido la
transmisión literaria. El elemento jonio influyó también porque es una zona muy
floreciente económicamente. Hesíodo, pues, tendría influencia de Homero e
influencia cada vez más jonizante.
Datos mitológicos:
Losa orígenes micénicos de la civilización griega se avalan también en la
mitología: Nilsson dice que muchas de las instituciones religiosas griegas
provienen de la época micénica.
La métrica de los poemas homéricos.-
El hexámetro es el tipo más arcaico. Está ligado a la poesía épica y también a la
poesía didáctica hesiódica. También aparece en los himnos homéricos, que
mezclan la épica con la lírica. También en las inscripciones, más cercanas a lo
popular.
Esquema del hexámetro dactílico:
ˉ ˇ ˇ / ˉ ˇ ˇ / ˉ ˇ ˇ / ˉ ˇ ˇ / ˉ ˇ ˇ / ˉ ˇ
- Los dáctilos se pueden sustituir por espondeos (ˉ ˉ) , más en la primera parte del
verso, hasta la cesura Trihemímeris ˉ ˇ ˇ / ˉx ˇ ˇ / ˉ ˇ ˇ / ˉ ˇ ˇ / ˉ ˇ ˇ / ˉ ˇ
o la penthemímeris. ˉ ˇ ˇ / ˉ ˇ ˇ / ˉ xˇ ˇ / ˉ ˇ ˇ / ˉ ˇ ˇ / ˉ ˇ
- El 5º pie no tiene sustitución, generalmente. Si la tiene, se exige que no haya
fin de palabra hasta el final del verso.
- en la segunda parte del verso se evitan los fines de palabra, porque aceleraría el
final del verso. Se procura que no haya sustituciones.
El hexámetro puede presentar problemas:
- acéfalos (falta la primera sílaba), que empiecen con tres sílabas breves
- que tengan doble sustitución y aparezcan cuatro sílabas breves seguidas en el
interior del verso.
- que el 4º pie sea un troqueo, sobre todo cuando hay una diéresis bucólica, que
haría que la segunda breve se alargara.
- fórmulas que se repiten para sistematizar el esquema del hexámetro
- encabalgamientos, métricos y sintácticos
Otras obras homéricas.-
Batracomiomaquia.- Guerra de ratones y ranas. Está muy lejos del espíritu
épico, pero ha llegado a adherirse al nombre de Homero, aunque también se le
atribuye a Pigres. Se dice que es cario, en contacto con Jonia. La obra puede
remontarse al s. I. Los personajes suelen llevar nombres como los de los héroes
homéricos. El héroe de las ranas es Inflamofletes; el héroe de los ratones es
Robamigajas. Estos personajes parecen tomados de la fábula de Hesíodo en
“Trabajos y Días”. Sería un cruce entre fábula y e)poj. Los personajes parodian
a los héroes. También hay alusiones al mundo hesiódico. El metro sigue siendo el
hexámetro. La lengua utiliza los elementos de fórmula y epicismos mezclados con
elementos tardíos dialectales.
Jeranomaquia.- Guerra de las grullas
Marjites.- Sólo queda un fragmento. Deriva de ma/rgoj, loco; el que lo hace todo,
pero todo mal. Mezcla métrica, hexámetros con trímetros yámbicos.
ˉ ˇ ˇ / ˉ ˇ ˇ / ˉ ˇ ˇ / ˉ ˇ ˇ / ˉ ˇ ˇ / ˉ ˇ (hexámetro)
ˇ ˉ ˇ ˉ / ˇ ˉ ˇ ˉ / ˇ ˉ ˇ ˉ (trímetro yámbico)
Su autor parece ser Hipócrates. Trata de los esfuerzos que tiene que hacer
una muchacha para que su marido haga uso de sus derechos conyugales.
Himnos homéricos.-
Es una colección muy heterogénea. Sólo el metro es homérico. Hay mezcla
de elementos dialectales con elementos continentales. De gran extensión (34
himnos). Nos ha llegado gracias a Proclo, filósofo neoplatónico. Los primeros
manuscritos se fechan en el s. XIII. Y del XV al XIII hay pocos datos históricos o
arqueológicos. Se cree que son composiciones épicas, quizá como proemios y
epílogos de otras composiciones. Adrados los considera composiciones líricas,
relacionadas con los orígenes místicos de la lírica. Quizá sea una mezcla de lírica
y épica.
Tienen una parte inicial, con invocación a la divinidad; un anuncio del tema;
epítetos positivos sobre la divinidad; fórmula salutatoria al dios y solicitud de
algún favor; plegarias.
La parte media también tiene una estructura fija con relatos míticos que
encuentran paralelo en relatos babilónicos. Hay alabanza de una acción de la
divinidad, con mención de los dones; aparición concreta del dios, epifanía;
descripción de un episodio de su historia religiosa, sobre todo el nacimiento.
La parte final tiene un saludo de despedida, acompañado de una petición al dios;
una fórmula de transición “me acordaré de ti en otro canto”
Los himnos tienen como objetivo la alabanza a la divinidad para pedir
algo; también alaban a una divinidad como progenitora de alguna familia heroica
de la nobleza de la ciudad. O como vehículo de propaganda, como en el caso de
Delfos.
Como función social, se leen en los festivales, y promueven la expansión literaria
religiosa y deportiva. Se datan tardíamente, como creación de Proclo, posterior,
pues, a la época homérica. Se toma como referencia la estilística y la lingüística
para fecharlos.
Argumento de la Ilíada
Poema épico en torno a la guerra de Troya. Según las excavaciones de
Schliemann (1870), Dörpfeld y Blegen, la Troya VII-a, fue reducida por el fuego.
Hay huesos humanos sin enterrar y tinajas de almacenamiento que indican un
largo asedio, hacia 1250 a.c. Posiblemente los griegos hicieran esta expedición
para asegurarse el control de esta zona clave para el comercio. El poema se
presenta como el enfrentamiento entre dos caudillos griegos, Agamenón y
Aquiles, y sus consecuencias. Los dioses se mezclan en la acción continuamente,
a veces desde el Olimpo o el monte Ida, y a veces desde el mismo campo de
batalla.
Canto I: El autor pide a la musa que inspire un canto sobre la cólera de Aquiles.
(vv. 1-7). Crises, anciano sacerdote de Apolo, viene al campamento de los aqueos
para rescatar a su hija Criseida, cautiva de Agamenón. (8-21). Éste no accede, y
despide al sacerdote con amenazas. Apolo escucha a su sacerdote y envía una
peste asoladora que diezma a los aqueos. (22-52). Consultado el adivino Calcas,
declara que Apolo sólo se aplacará si se devuelve a Criseida. Agamenón la
devuelve, pero le roba a Aquiles a su esclava Briseida, conseguida por su valor.
Agamenón se apodera de Briseida, a pesar de que Néstor se opone. (130-311). Se
ofrecen sacrificios expiatorios a Apolo. (312-347). Aquiles monta en cólera, se
retira de la lucha con sus mirmidones, y pide a su madre Tetis que le ayude a
vengarse. (348-427) y que interceda cerca de Zeus para que favorezca a los
troyanos, mientras los aqueos no den una satisfacción a Aquiles. (488-533). Zeus
asiente y Hera, enemiga de los troyanos, se enfada. (534-567). Hefesto interviene
para poner paz. (568-611). Esta Di/oj boulh/ no se cumplirá hasta el canto
IX.
Canto II: Zeus envía al sueño para que engañe a Agamenón, prometiéndole la
victoria, si saca su ejército a combatir. (1-40). Se convoca asamblea, donde
Agamenón comunica su sueño, y todos deciden combatir. (41-100). Todos están
cansados de la guerra y desean volver a la patria. (101-154). Es Odiseo quien,
ayudado por Atenea, hace volver a todos a la asamblea. (155-210). Tersites es
castigado por animar a la retirada. (211-277). Néstor también anima al combate
y vuelven a la pelea. (287-393). Se hacen sacrificios y todos se sientan al convite,
cada pueblo con sus jefes. (394-484). Se hacen los preparativos, se enumeran las
tropas y se hace un catálogo de naves. (485-785). Los troyanos, viendo lo que
sucede en el campamento aqueo, marchan al combate, bajo el mando de Héctor,
con sus aliados; se hace una reseña de los pueblos aliados. (786-877).
Canto III: Los troyanos bajan a la llanura. Se pacta una tregua y se hacen
libaciones y juramentos. Paris Alejandro provoca a los troyanos para que luchen
con él, pero, al ver a Menelao, huye lleno de terror. (1-37). Cuando Héctor grita
animando a los suyos, Paris se presenta para combatir con Menelao, que acepta
el reto, pero pide que se hagan ofrendas consagradas ante la presencia de
Príamo. (38-110). Los dos ejércitos dejan las armas y se preparan los sacrificios;
Helena llama desde la torre a Príamo y a los ancianos de Troya para mostrarles
a los jefes argivos que están justamente debajo. (111-244). Llega Príamo con
Antenor y se firma un pacto, según el antiguo rito, y por el que, quien venza
tendrá a Helena y sus riquezas; además, los troyanos pagarán una fuerte multa,
por ser inferiores a los aqueos. (245-301). Al marcharse Príamo, Paris y Menelao
se enfrentan en el lugar convenido para la pelea cuerpo a cuerpo. Paris, vencido,
es transportado por Afrodita, que lo lleva sano y salvo a su propia morada (302-
382), junto a Helena, que reprocha a Paris su cobardía, pero luego se reconcilia
con él. (383-448). Menelao se queda buscando a su enemigo, sin saber qué ha
pasado, mientras Agamenón pide que se le pague el precio de la victoria, según lo
pactado. (449-461)
Canto IV: Según el pacto, Helena debe ser devuelta a los aqueos. Hera, muy
enfadada, se presenta ante la asamblea de dioses para que den su
consentimiento a que los aqueos maten a Paris. (1-49). Atenea, enemiga de los
troyanos, convence a Pándaro para que rompa la tregua y dispare contra
Menelao. (50-104). El médico Macaón cura a Menelao de la herida producida por
la flecha de Pándaro. (105-219); los troyanos se rearman y vuelven al combate;
Agamenón recorre las filas de aqueos, dando ánimos y nombrando por su nombre
a los más valientes, como Idomeneo. Áyax y Néstor, que han vuelto al campo de
batalla, animan a los otros jefes aqueos a no retrasarse en la lucha. (220-421). Se
renueva la lucha, en la que Ares y Apolo, por una parte, Atenea y otras
divinidades por la otra, ayudan a troyanos y aqueos, respectivamente.
(422-544). La asamblea de dioses decide que Troya caerá.
Canto V: Dura batalla; sobresale Diomedes que, protegido por Atenea, hiere a
muchos troyanos, e incluso a Afrodita y Ares; (1-94). Pándaro hiere a Diomedes.
(95-166).. Éste consigue matar a Pándaro, que lucha desde el carro de Eneas.
(167-296). Luego hiere a Eneas, que protegía el cuerpo de su compañero (297-
310) y que es salvado por Apolo y apartado del furor de Diomedes por Atenea;
hiere también a Afrodita en una mano, pero Iris la saca del combate (311-351).
La lleva al Olimpo, donde se refugia junto a su madre Dione. Los dioses se ríen.
(352-431). Apolo cura a Eneas y lo lleva a la fortaleza troyana, llamando después
a Ares a la lucha. (432-460). Ares exhorta a los troyanos para que luchen con
fuerza, hasta que se presenta de nuevo Eneas, ya curado. (461-518). Caen
muchos guerreros de ambas partes: Sarpedón mata a Tlepólemo y los aqueos se
retiran de la lucha. (519-710). Hera y Atenea vienen en auxilio de los aqueos
(711-777); Diomedes, aconsejado por Atenea, hiere a Ares (778-883), que regresa
al Olimpo con las diosas para curarse. Ares se queja de Atenea ante Zeus. (864-
909).
Canto VI: El adivino Héleno exhorta a Héctor para que haga un sacrificio
público a Atenea en la fortaleza. (1-101). Los dioses se retiran de la lucha y los
troyanos sufren muchas bajas; Glauco, jefe de los Licios, y Diomedes se
intercambian armas y regalos, al recordar la hospitalidad de sus padres; (102-
236). ; Helena aconseja a Hécuba que haga rogativas a Atena; llevan el manto de
la diosa al templo y expresan sus votos por la salvación de la patria. (237-311).
Héctor hace volver a Paris y le reprende por su cobardía. (312-368). Entrevista
de Héctor y Andrómaca en las puertas Esceas; despedida de Andrómaca y su
hijo Astianacte; les habla por última vez. (369-502). Luego regresa al campo de
batalla con Paris, que se ha armado y le sigue. (503-529).
Canto VII: Héctor y Paris retan a los aqueos para que se vuelva a luchar. (1-16).
Están de acuerdo los dioses, Atenea y Apolo. (17-91). Menelao y los otros se
muestran reticentes y vacilan, así que Agamenón los convence para que estén
alegres y confiados en su victoria final. (92-122). Luchan Héctor y Ayax Telamón;
(123-205). La lucha dura todo el día y tienen que separarlos con regalos, al llegar
la noche. (206-312). Néstor hace recuento de los muertos que deben sepultarse y
de los campamentos que deben fortificarse; en la asamblea de los troyanos,
Antenor dice que deben ser devueltas Helena y sus riquezas; Paris contesta que
no devolverá nada, sino que añadirá sus propias riquezas a las de Helena. (313-
364). Príamo traslada la respuesta a los aqueos al día siguiente, y ordena una
tregua para enterrar a los muertos de ambos bandos; (365-420). Los aqueos
construyen un muro y fosos para proteger sus naves; Poseidón se enfada por ello
ante la asamblea de dioses. (421-464). Tras la cena, la noche amenaza con sus
rayos. (465-482).
Canto VIII: Nueva asamblea de dioses: Zeus les prohíbe mezclarse en la guerra;
después se va en su carroza hacia el monte Ida. (1-52). Desde allí contempla a los
dos ejércitos, que combaten sin decidir en ningún momento de quién es la
victoria; pesa el destino de ambos bandos en la balanza, lanza sus terribles rayos
y pronostica la perdición a los aqueos. (53-77). Hera pide a Poseidón que la ayude
frente a los troyanos; Agamenón empieza a animar a todos y dice que Zeus se le
ha mostrado propicio. (78-250). Se produce un nuevo encuentro y los aqueos
empiezan a superar a los troyanos. Teucro hiere a muchos enemigos con sus
flechas, pero es herido por Héctor. (251-334). Hera y Atenea desobedecen y se
dirigen a Troya para ayudar a los aqueos; Zeus las ve desde el monte y las
rechaza inmediatamente por medio de Iris. (335-437). Vuelven al Olimpo y Zeus
reprocha ásperamente a las diosas su desobediencia, amenazando con nuevas
matanzas a los aqueos. (438-484). Al llegar la noche se termina la batalla; los
troyanos, vencedores, se reúnen en asamblea, ponen guardias de asedio en el
lugar de la batalla y, para impedir que los enemigos pongan trampas o naveguen,
encienden cantidad de fogatas a través de la ciudad y del campo. Héctor acampa
en la llanura. (485-565).
Canto IX: Agamenón reúne a los jefes aqueos y les comunica que quiere huir y
volverse a su patria, navegando de noche. (1-38); Diomedes y Néstor se oponen;
(39-76). Se colocan fogatas en las trincheras de los campamentos y se prepara
una cena en la tienda de Agamenón, donde todos intentan convencerlo de que
haga las paces con Aquiles, para que vuelva a la lucha. (79-113). Agamenón dice
que, si cede en su enfado, ya que la necesidad es de todos, le devolverá intacta a
Briseida y además magníficos regalos. (114-161). Néstor envía con estas
condiciones a Fénix, mentor de Aquiles desde su juventud, Ayax el Mayor y
Odiseo, con dos embajadores de paz. (162-184). Aquiles los recibe amigablemente,
pero rechaza las promesas de Agamenón y todo lo que le dicen, agradable o
desagradable; además, retiene a Fénix y amenaza con volverse con él a la patria.
(185-668). Áyax y Odiseo cuentan los resultados de la misión; Diomedes lo
confirma, y deciden animar a los demás jefes a seguir en la lucha. (669-713).
Canto X: Elegidos los vigías, Agamenón en unión con su hermano Menelao, llama
a Néstor y a los demás jefes y hacen guardia con ellos ante el foso (1-193).
Toman sus determinaciones donde habían sufrido las calamidades y envían como
observadores a Diomedes y a Odiseo. (194-271). Habiendo avanzado éstos, un ave
de raudo vuelo ofrece un próspero augurio. (272-298). Al mismo tiempo, el
troyano Dolón, que se había enterado de las determinaciones de los aqueos,
incitado por las promesas de Héctor, sale y es aprehendido por los que se habían
adelantando más hacia la base naval (299-381).Implorando éste por su vida,
denuncia todos los emplazamientos de los campamentos y a dónde se dirigía
Rhesos, el rey de los tracios; pero sorprendido por Diomedes, Dolón es asesinado.
(382-464). Marchan entonces a los aposentos de Rhesos, a quien habían oído
llegar con sus famosos caballos. (465-503) Atenea amonesta a los héroes para que
no se retarden más tiempo, con la esperanza de obtener demasiados botines;
mientras tanto Apolo incita a los tracios y a los troyanos y los hace regresar a sus
campamentos con los caballos tracios. (504-579)
Canto XI: Armado Agamenón con espléndidas armas, conduce por la mañana a
sus tropas a las filas de combate; lo mismo hacen Héctor y los otros príncipes de
Troya (1-66). Ante el insólito valor de Agamenón, que enardece a la turba
desconocida, se excitan los troyanos y se inicia una gran batalla (67-162). El
mismo Héctor, apartado por mandato de Zeus hasta las murallas de la ciudad,
evita el coraje del enardecido adversario, mientras aquél se marcha del combate
mal herido (163-283). Realizado esto, Héctor vuelve a pelear e infunde a los suyos
un nuevo valor. (284-309). Diomedes, Odiseo y Áyax vuelven a la decaída batalla;
pero Diomedes, herido por Paris, regresa violentamente hacia las naves. (310-
400). Asimismo Odiseo, herido por Soco y muerto aquél, viéndose rodeado por los
troyanos, se libra del combate, ayudado por Menelao y Áyax. (401-488). A
Macaón y Eurípilo los hieren las flechas de Paris (489-596). Viendo Aquiles a
Macaón, que se adelantaba en el carro de Néstor, envía a Patroclo (596-617).
Tan pronto como reconoce éste a Macaón y librado por Néstor de una miserable
muerte, le pide que o bien implore directamente la ayuda de Aquiles en auxilio
de los aqueos o que él mismo espante a los enemigos revestido con el armamento
de Aquiles (618-803). Al regreso, Patroclo hiere al peligroso Eurípilo y es curado
en su tienda de campaña. Aquiles se niega a salir a combatir en ayuda de los
aqueos. (804-848)
Canto XII: Los griegos se desbandan y los troyanos, al perseguirlos, penetran en
el campamento aqueo. Rechazados los aqueos contra las murallas, hecho
abominable a los dioses; ellos mismos los rechazan detrás de la misma ciudad;
ven que los troyanos se dirigen a las naves y que están a apunto de atravesar ya
el foso (1-59). Desconcertados al principio por lo difícil del momento, bajan de los
carros por consejo de Polidamante y corren divididos en cuatro grupos (60-107).
Asio se atreve a atacar una de las puertas con gran matanza de los suyos (108-
194). Polidamante interpreta augurios adversos que no intimidan a Héctor, que
se dedica a perseguir a los enemigos (195-250). Éstos, aunque molestados por un
viento tempestuoso, defienden sus trincheras con suma fortaleza, estando en los
primeros lugares los dos Áyax (251-289). Por otra parte entran Sarpedón y
Glauco, a quienes se les opone Menesteo y son llamados por él, Áyax el mayor y
Teucro (290-377). Son heridos Epicles, el compañero de Sarpedón y Glauco por
Teucro; finalmente él es derrotado en la almena del muro (378-399). Los aqueos
atacan duramente la muralla, abierta por la parte de los licios; Héctor conjura el
peligro y tapa la puerta con una enorme piedra y abre a los suyos el camino hacia
las naves. (400-471)
Canto XIII: Situación desesperada de los griegos; lucha junto a las naves.
Poseidón se acerca a los que defienden las naves. (1-42). Tomando forma
humana, anima a los dos Áyax y a otros capitanes. (43-124). Los héroes griegos
logran rechazar a Héctor de las naves. (125-205). Idomeneo, impulsado a
combatir por Poseidón, y unido a Merión, ayuda al ala izquierda de los aqueos.
(206-329). En el siguiente combate, Zeus ayuda a los troyanos y Poseidón a los
aqueos, entre los que destaca Idomeneo por su valor. (330-662). Idomeneo mata a
Otrioneo, Asio y Alcátoo, y acompañado por Merión, lucha contra Eneas, Deífobo,
Héleno y Paris, resultando superior a ellos. (363-672). Detiene a Héctor, con lo
que los troyanos empiezan a retirarse; Polidamante anima a Héctor, que reúne a
sus hombres y vuelve a arremeter contra el enemigo. (673-808). Áyax empieza un
nuevo combate y la pelea por ambas partes produce grandes clamores. (809-837).
Canto XIV: Néstor sale de su tienda, donde está curándose Macaón, atraído por
el griterío y analiza la situación. (1-26). Agamenón, Odiseo y Diomedes, aún
heridos, comentan con Néstor el avance de la guerra y siguen pensando en
marcharse. (27-81). Odiseo se niega y Diomedes convence a todos para que
vuelvan al combate, mientras Poseidón anima a Agamenón y a su ejército,
cuando ya pensaban en irse. (82-152). Zeus es atraído al monte Ida por Hera,
que se pone el cinturón de Afrodita y hace venir desde Lemnos al Sueño, para
que entretenga a Zeus. (153-351). Poseidón, aconsejado por el Sueño, aprovecha
para ayudar a los griegos que se rehacen. (352-401). Héctor, herido por una
piedra lanzada por Áyax, es llevado por sus soldados y puesto a salvo. (402-439).
Los aqueos se enfrentan con más valor a los troyanos y los alejan de las naves;
los persigue Áyax el Menor. (440-522).
Canto XV: Zeus despierta y ve cómo Poseidón ayuda a los troyanos. (1-11);
regaña a Hera y Poseidón y envía a Iris y Apolo para que animen a los troyanos;
después predice todo lo que va a suceder hasta la destrucción de la ciudad (12-
77). Hera vuelve al Olimpo y cuenta a Ares la muerte de su hijo Ascálafo, por lo
que Ares prepara su venganza; Atena reprime su cólera; (78-142), mientras
Apolo e Iris se presentan ante Zeus que les ordena que obliguen a Poseidón a
abandonar la guerra, con amenazas. Poseidón tiene miedo, pero intenta
resistirse en su posición. (143-219). Apolo anima a Héctor, que ya se ha
recuperado de sus heridas, y renueva la suerte de los troyanos. (220-280). Héctor
se enfrenta a los fuertes aqueos, llegando a las naves aqueas para incendiarlas;
mata a unos, derriba a otros y pone en fuga a los demás, ayudado por el dios, que
le precede con la égida en la mano, y empezando a destruir el muro, para
preparar el camino de los troyanos. (281-389). Patroclo se presenta ante Aquiles,
para que los ayude, porque están desesperados. (390-404). El combate ante las
naves es terrible y mueren muchos de ambas partes. (405-590). Ayax Telamón
los contiene él solo, armado con una lanza, cuando ya Héctor va a quemar la
nave de Protesilao. (591-746)
Canto XVI: Aquiles permite a Patroclo salir a luchar al frente de los mirmidones
y utilizar su propia armadura, bajo la condición de que se contente con rechazar
a los troyanos y no se exponga a mayores peligros. (1-100); El propio Áyax está
débil y no puede impedir que los troyanos incendien una nave; (101-123). Aquiles
prepara las filas de los suyos y hace las libaciones y las preces. (124-356). Cuando
ven la figura de Aquiles, aunque es un engaño, apagan el incendio de la nave,
aterrorizados. (257-303). Empieza la batalla y Patroclo persigue a los que huyen
por la llanura pensando que es Aquiles. (306-418). Glauco mata a Sarpedón,
hijo de Zeus y así se vengan las matanzas anteriores. (419-507). Apolo recupera
el cuerpo de Sarpedón, por mandato de Zeus, lo lava y unge y manda a sus
amigos que lo lleven a Licia. (508-683). Patroclo sigue persiguiendo a los
troyanos hasta la ciudad y sube a la muralla, pero Apolo lo aparta del lugar.
(684-711). Patroclo sigue luchando, mata a Cebrión, auriga de Héctor, y despoja
el cadáver. (712-782). Sigue matando troyanos hasta que es herido por Eufrobio,
que está aterrorizado por la fuerza de Apolo. Héctor, creyendo que es Aquiles, lo
reta a combate y lo mata, y persigue a Automedonte que lleva el carro de Aquiles
junto a las naves. (783-867).
Canto XVII: Héctor coge las armas de Patroclo; Menelao mata a Euforbo y lo
despoja de sus armas; (1-60). Héctor, por consejo de Apolo deja de perseguir a
Automedonte, le quita los despojos y regresa, mientras Menelao llama a Áyax el
Mayor, para que cuide el cadáver. (61-139). Héctor se retira ante Áyax, pero
Glauco le anima a que vuelva luciendo las armas de Aquiles, para enardecer a los
suyos. Menelao también llama a los mejores jefes aqueos. (140-261). Héctor y
Menelao se enzarzan en un combate, con sus hombres, para defender el cuerpo
de Patroclo unos y para llevárselo los otros. (262-425). Los caballos de Aquiles
lloran la muerte de Patroclo y Zeus los anima para que vuelvan al combate bajo
la guía de Automedonte. (426-483). Héctor, Eneas y otros varios atacan el carro
de Aquiles para apoderarse de los caballos y rescatar el cadáver. Menelao
implora a Atenea que le dé nuevas fuerzas, mientras Apolo anima a Héctor, con
el consentimiento de Zeus. (484-596). Los aqueos se desaniman; Antíloco
informa a Aquiles de la muerte de Patroclo y de las pérdidas sufridas. (597-701).
Menelao, junto con Merino y los dos Áyax consigue el cadáver de Patroclo y lo
lleva a las naves. (702-761).
Canto XVIII: Cuando recibe la noticia de la muerte de Patroclo, Aquiles se
desespera y se lamenta. (1-34). Tetis sale del mar con su cohorte de Nereidas
para consolar a Aquiles y le dice que no luche hasta que Hefesto le haga una
nueva armadura; (35-137). Las Nereidas vuelven a su mansión y Tetis se dirige
al Olimpo; se renueva la batalla por el cuerpo de Patroclo; sale Aquiles
desarmado, por orden de Hera y aterroriza a los troyanos que huyen; (138-231).
Los aqueos rescatan el cuerpo y lo llevan a la tienda de Aquiles. (232-242). Los
troyanos celebran asamblea, en la que Polidamante los convence para que se
salven dentro de las murallas, por miedo a Aquiles; el consejo no agrada a Héctor
ni al pueblo. (248-314). Los troyanos redoblan la guardia, mientras Aquiles y los
aqueos lloran a Patroclo, embalsaman el cadáver y lo colocan en el ataúd. (315-
355). Tetis llega al Olimpo, cuando Zeus está reprendiendo a Hera por ayudar a
Aquiles. Hefesto recibe a Tetis. (356-427). Descripción del escudo que Hefesto ha
hecho para Aquiles, cediendo a la insistencia de Tetis. (428-617)
Canto XIX: A la salida del sol, Aquiles recibe de su madre las armas hechas por
Hefesto; Tetis le anima a volver a la guerra, aliado a Agamenón; El cuerpo de
Patroclo está ungido para que siga incorrupto hasta la sepultura; (1-39).
Reuniendo una asamblea, Aquiles olvida su ira y pide continuar la guerra cuanto
antes. (40-73). Agamenón confiesa su error y se reconcilian; ofrece a Aquiles los
regalos prometidos por Odiseo, aunque él quiere aún vengarse. (74-153). Aquiles
recibe los regalos y a Briseida, causa de la discordia con Agamenón, que ha
prometido devolverla intacta mediante un sacrificio expiatorio. (154-275). Los
regalos son llevados a la tienda de Aquiles, donde las mujeres están llorando a
Patroclo, y donde Aquiles rechaza tomar alimento alguno, mientras sus soldados
desayunan. (276-339). Atenea, enviada desde el cielo, consuela a Aquiles, que se
pone su nueva armadura, sube al carro con Automedonte y vuelve a la lucha; su
caballo Janto le pronostica una muerte próxima. (340-424)
Canto XX: Los dos ejércitos se preparan al combate. Tras una asamblea, los
dioses, autorizados por Zeus, toman parte en el combate, cada cual en el bando
que quiera, para que no haya demasiada matanza, por la incorporación de
Aquiles; (1-30) con los aqueos luchan Hera, Atenea, Poseidón, Hefesto y Hermes;
con los troyanos Afrodita, Apolo, Artemisa, Latona, Ares y el río Escamandro; la
tierra se estremece al ver la entrada de los dioses. (31-74). Hazañas de Aquiles;
Poseidón salva a Eneas por medio de una nube, cuando, incitado por Apolo, se
enfrenta con Aquiles, que amenazaba a Héctor; el oráculo ha dicho que Eneas
está destinado a tener un reino entre los troyanos. Poseidón convence a los otros
dioses para que se retiren, de momento, del combate. (75-352). Apolo rechaza a
Héctor, que quiere enfrentarse a Aquiles; éste mata a Polidoro, hijo de Príamo.
(353-418); Héctor quiere vengar la muerte de su hermano y vuelve a atacar a
Aquiles; Apolo le rodea con una nube y lo separa del combate. (419-454). Aquiles
ataca a los demás troyanos y llena el campo de cadáveres; los troyanos se
refugian en la ciudad. (455-503).
Canto XXI: Aquiles acosa a los troyanos, se acerca a la ciudad y al Escamandro;
tras matar a muchos, captura a doce troyanos para la pira de Patroclo; (1-33).
mueren Licaón, hijo de Príamo, que suplica por su vida, y Asteropeo, jefe de los
peonios; (136-210). El río, lleno de cadáveres, se compadece de los aliados
troyanos y desvía su curso contra Aquiles, que tiene que ir sorteando la corriente,
que intenta sumergirlo en sus ondas y lo persigue. (211-271). Aquiles empieza a
perder fuerzas, pero se las renuevan Poseidón y Atenea; Escamandro (Janto) se
enfurece y llama en su ayuda a Simios, pero Hera llama a Hefesto, que quema el
campo y hace que las llamas lleguen hasta el río, que tiene que ser detenido por
la propia diosa. (272-384). Se inician combates personales entre los dioses Ares,
Atenea; Afrodita, Apolo, Poseidón; Hera, Artemisa; Hermes, Latona (385-513).
Tras la lucha, los dioses vuelven al Olimpo, excepto Apolo, que se dirige a Troya,
donde va hacia el interior de la ciudad, en la que Príamo manda que se cierre la
puerta. (514-543). Entretiene a Aquiles para dar tiempo a los troyanos a huir,
tomando la forma de Agenor y haciendo que lo siga fuera, alejándolo de la
ciudad. (544-611).
Canto XXII: Ambos ejércitos se han puesto en lugar seguro en el campo, cuando
Héctor, estando él solo, permanece frente a Aquiles que volvía de perseguir a
Febo. Desde el muro quieren detener a Héctor sus parientes que lloran desolados
(1-89). Vanamente, porque a éste el pudor y a aquél el afecto les impiden
retirarse del lugar; sin embargo, apareciéndosele un dios bajo aspecto de hombre,
hace huir a Héctor atemorizado. Lo persigue fieramente Aquiles y da tres vueltas
alrededor de la muralla. (90-166). Entre tanto Zeus, compadeciéndose de Héctor,
pesa su destino en la balanza y decreta su muerte. Febo lo abandona al instante
y Atenea lo incita a combatir bajo la apariencia de su hermano Deífobo. (167-
247). De esta manera los héroes se unen en singular combate en el que, estando
presente Atenea, ayuda a Aquiles y se burla de Héctor con engaños. (248-305).
Finalmente, Aquiles, en lo más álgido del combate lo atraviesa con su lanza, lo
mata, lo despoja de sus armas e insultándolo, lo ata a su carro y lo arrastra hacia
la base naval (306-404). Toda la ciudad llora la muerte de su querido Héctor y
gritan amargamente sus padres, Príamo y Hécuba desde la muralla; Andrómaca
es llevada a su casa. (405-515).
Canto XXIII: Los mirmidones dejan sus armas alrededor del féretro de Patroclo,
yendo delante Aquiles quien poco después les prepara el banquete fúnebre. Él
mismo cena ante Agamenón y anuncia las exequias para el próximo día. (1-58).
A la siguiente noche, se le presenta durante el sueño la imagen de Patroclo que le
pide justos funerales (59-107). Por mandato de Agamenón se llevan leños por la
mañana, se presenta el cuerpo y se dispersan las caballerías de Aquiles y de los
demás; sacrificadas ante él muchas víctimas y los doce jóvenes troyanos, se hace
la hoguera, se enciende y arde con el soplo del Bóreas y del Céfiro, mientras el
cuerpo de Héctor es preparado por Afrodita y por Febo. (108-225). Al día
siguiente se recogen y llevan a la urna los huesos de Patroclo para que estén
algún día, según promesa hecha, junto con los de Aquiles; se levanta también un
túmulo improvisado. (226-256). Aquiles añade en honor del difunto certámenes
de varias clases en los que se llevan premios y regalos los principales jefes
aqueos. En equitación: Diomedes, Antíloco, Menelao, Merino, Eumelo y Néstor.
(257-650?); en pugilato: Epeo y Euríalo (651-699); en lucha, Áyax Telamonio y
Odiseo (700-739); en carreras, Odiseo y Áyax el menor, así como Antíloco (740-
797); en competencia de armas: Diomedes y Áyax Telamonio (798-825); en disco:
Polipetes (826-849); en flechas; Meriones y Teucro (850-883); y lanzando dardos:
Agamenón y Meriones (884-897).
Canto XXIV: Terminados los juegos, los aqueos se entregan a la cena y al sueño.
Aquiles permanece insomne y durante la mañana arrebata el cadáver de Héctor,
atado al carro cerca del túmulo de Patroclo (1-18).Repetida esta profanación ante
los dioses durante varios días, parte se duelen de ello, parte se alegran;
compadecido Febo, que guardaba aún íntegro el cuerpo, se queja ante todos
gravemente (19-54), y por esto Zeus, llamando a Iris por medio de Tetis, manda a
Aquiles que desista de tanta crueldad y que no rehúse devolver el cuerpo a los
que quieren redimirlo; al mismo tiempo y por su mandato, Iris exhorta a Príamo
a que, pagado el rescate de redención, reciba el cuerpo de su hijo (55-186). Se
llevan a cabo estas gestiones doce días después de la muerte de Héctor. Príamo,
durante la noche, al igual que Hécuba y todos los demás troyanos, reúnen
preciosos dones y cargan con ellos un carro conducido por el pregonero Ideo y
manda que se prepare otro (187-282). Entonces, hechas las libaciones y aceptado
el augurio directo, comienzan a recorrer el camino (283-330). Hermes llega ante
Príamo por mandato de Zeus, y lo lleva a la tienda, sirviéndole de vigía durante
el tiempo dedicado al sueño (331-467). Aquiles, vencido fácilmente por las
súplicas del rey, recibe el precio de la redención, le devuelve el cuerpo lavado,
envuelto en túnicas y concede once días de tregua para la sepultura y
ofreciéndole honrosa cena lo manda a descansar (468-676). Al amanecer del día
siguiente, conduciéndolos Hermes, Príamo lleva el cuerpo a la ciudad a cuya
vista salen todos los troyanos con grandes lamentos; colocado poco después en
palacio, después de haberse presentado los cantores, lloran Andrómaca, Hécuba
y Helena (677-776). Hecha después la pira, se celebra el funeral y el banquete
(777-804).
La acción: se sitúa en el noveno año de lucha; incluye narraciones que completan
las gestas o historias de los principales caudillos; descripción de paisajes,
enumeración de tropas y naves, detalles de grabados o armas; todo sirve para
hacer crecer el suspense; de los 51 días que dura el poema, sólo cuatro son
decisivos; luego hay días vacíos de acción, nueve de peste, doce de funerales.
Los dioses: Su intervención es decisiva en los momentos culminantes. Son
imagen exacta de los defectos y virtudes humanos aunque más poderosos. Viven
en el Olimpo y se alimentan de néctar y ambrosía; cuando bajan a la tierra, se
asimilan a la figura de un mortal; su jefe es Zeus que se vale de otros dioses para
intervenir en la acción; aparece en la Ilíada con distintos atributos: padre de
dioses y de hombres, el que reúne los astros, el que retumba en las alturas, el que
acumula las nubes...Hera, su esposa, es enemiga de Troya; aparece como: la de
ojos de vaca, la de blancos brazos...Atenea es la de ojos de lechuza; Apolo el de
arco de plata, el lanzador de flechas.
Los héroes: emparentados con los dioses y casi siempre idealizados.
Aquiles: soberbio, orgulloso y rencoroso, violento y salvaje, pero capaz de amor y
amistad, compasión y generosidad, llanto y ternura; es el guerrero ideal, fuerte
valiente, guapo y rápido en la carrera; se le llama, Aquiles el de los pies ligeros.
Agamenón: jefe de la expedición; orgulloso, valiente y generoso. Se le llama jefe
de hombres.
Héctor: La figura más digna del poema, modelo de hijo, esposo, padre y
ciudadano.
Ulises: encarna la prudencia y astucia.
Diomedes y Ayax: valientes, fuertes y obstinados; de gran resistencia en el
combate.
Patroclo: el amigo fiel, bondadoso y valiente.
Néstor: prudencia y experiencia.
Paris y Menelao: causantes de la guerra por el amor de Helena.; como guerreros
tienen menos importancia en el poema.
Andrómaca: modelo de esposa y madre y de mujer prudente y sensata.
Hécuba: imagen de una madre desgraciada.
Eneas: héroe destinado a continuar el reino de Troya; su papel en la Ilíada es
secundario, para ser el protagonista de un nuevo poema cuando funde la nueva
Troya.
La Odisea
Es poco probable que la haya escrito el mismo autor de la Ilíada; las
diferencias entre ambas lo demuestran: es de fecha muy posterior (s. VII, VI), la
acción tiene más movimiento, en escenarios y narraciones: es como un cuento de
aventuras que adopta la forma épica; aparecen elementos maravillosos y temas
folklóricos; la civilización es más avanzada; no tiene base histórica como la
Ilíada; la lengua es jónica, más correcta que la de la Ilíada.
Tema: El accidentado regreso de Odiseo desde Troya, perseguido por Poseidón.
Su llegada a Itaca y su venganza sobre los pretendientes a su esposa y a su
trono. Los viajes de su hijo en su busca y sobre todo, la fidelidad de su esposa.
Coincide con la epopeya babilónica de Gilgamés y con leyendas hititas y egipcias.
Estructura: Se compone de tres conjuntos épicos:
- la Telemaquia, cantos I-IV: es como un prólogo en el que se cita el regreso de los
aqueos, la tardanza de Odiseo y la situación causada en Itaca por su ausencia, y
los viajes de Telémaco, ayudado por Atenea.
- Los relatos en la corte de Alcínoo, cantos V-XIII: el propio Odiseo va contando
sus aventuras desde la caída de Troya, en primera persona; introduce leyendas y
aventuras fabulosas: los lotófagos, cíclopes, sirenas, la bajada a los infiernos, las
vacas del Sol, devoradas por los compañeros de Ulises...
- Matanza de pretendientes, cantos XIII-XXIV; vuelta de Odiseo; Telémaco
vuelve de Esparta; Odiseo vence en la prueba del arco; reconocimiento de Odiseo
y matanza de pretendientes; en el canto XXIII, Odiseo es reconocido por su
esposa; en el XXIV, Odiseo visita, en el campo, a su padre Laertes. Por fin,
asume el mando y pacifica la isla.
Geografía: El poema se desarrolla en Troya, Esparta, Pilos, Creta e Itaca. Hay
otras regiones fantásticas, como los seres que las habitan: la isla de Circe, la isla
de Calipso, el país de los feacios...
Sintaxis: Uso del dual pero con faltas de concordancia; preposiciones con
distintos casos y valores, en anástrofe o en tmesis; subjuntivo eventual con valor
de futuro real indicativo; construcción paratáctica, más usada que la hipotáctica.
Métrica: Usa el hexámetro dactílico. Si es holodáctilo (todos dáctilos, sin
sustituciones), da ligereza a la acción; holospondaico (todos espondeos, excepto el
quinto pie), da pesadez. En cuanto a las pausas: lo que determina la frecuencia
del corte es el principio de la armonía y no el clímax. La estructura es
cuatripartita: el primero más vivo, el segundo da un valor a cada uno de los
cortes, positivo y lógico, el tercero más enfático, el cuarto, formulario. Las pausas
son: trihemímeris, (tras el tercer medio pie); penthemímeris, (tras el quinto
medido pie); trocaica, (tras el tercer troqueo); hepthemímeris, (tras el séptimo
medio pie); y diéresis bucólica, (tras el cuarto pie, con sentido completo y
puntuación fuerte). Deben coincidir con final de palabra fonética o sintáctica. Las
licencias son: encabalgamiento, sinizesis (una sílaba con dos vocales que no sean
diptongo), diéresis, elisión y sinalefa.
Esquema- resumen de la Odisea
Canto 1.- El poeta invoca a la musa para que empiece el relato del héroe que
estuvo peregrinando por largo tiempo después de la destrucción de Troya.
Durante el concilio de los dioses se nota la ausencia de Poseidón, quien ha
perseguido a Odiseo durante muchos años. Éste está detenido en la isla de
Calipso. Atenea habla a favor de que Odiseo regrese a su hogar. Zeus y los demás
dioses están de acuerdo. Atenea disfrazada del rey Mentes, rey de los zafios,
desciende a Itaca para arengar a Telémaco, hijo de Odiseo, a que vaya a buscar a
su padre a Pilos, a casa de Néstor y a Esparta, al palacio de Menelao. Su casa
está llena de los pretendientes de su madre, Penélope, que ha retrasado la
decisión de volverse a casar. Telémaco le explica a Atenea en la figura de Mentes,
que los pretendientes destruyen su casa y sus posesiones. Mentes predice el
regreso de Odiseo y le dice que actúe como un hombre y que presente su caso a la
asamblea. Penélope oye desde lo alto de la casa una canción que la entristece y
baja a pedirle al bardo Femio que deje de cantar. Telémaco aprovecha la ocasión
para reafirmarse a sí mismo y le dice a su madre que suba a sus habitaciones y le
deje esos asuntos a él pues tiene el mando de la casa. Cuando Atenea se va,
Telémaco se da cuenta de que era la diosa con la figura de Mentes.
Canto 2.- Telémaco convoca a la asamblea, siendo la primera vez que se hace
desde la partida de Odiseo veinte años atrás; les pide a los pretendientes que
dejen de desperdiciar sus bienes y demanda que se vayan de su palacio. A lo que
Antínoo y Eurímaco le responden con burlas y desprecio, que Penélope podría
resolverlo si escoge un nuevo marido. Haliterses les vaticina el regreso de Odiseo
y la matanza que de ellos hará. En el ágora no le proporcionan el barco a
Telémaco para ir en busca de noticias sobre su padre, por lo que le pide ayuda a
Atenea, quien en su disfraz de Mentor, viejo amigo de su padre y responsable del
cuidado de sus propiedades, le consigue prestado el barco y una tripulación.
Telémaco parte a hurtadillas y de noche. Se inicia el viaje de búsqueda
Canto 3.- La siguiente mañana, Telémaco y Mentor llegan a Pilos e invitados por
Néstor, participan en una hecatombe para Poseidón. Impulsado por la diosa
Atenea empieza a preguntar a Néstor sobre su padre. El rey Néstor les relata el
regreso de otros héroes desde Troya y la muerte de Agamenón y la venganza de
su hijo Orestes; dice que el hijo de Aquiles, Filoctetes y los Mirmidones están
bien, pero no tiene información específica de Odiseo. Les sugiere que vayan a
Esparta a hablar con Menelao, que acaba de regresar de largos viajes. Atenea
desaparece milagrosamente. Impresionado de que un joven esté escoltado por
una diosa, Néstor hace que su hijo Pisístrato acompañe a Telémaco a Esparta, a
la corte de Menelao, para conseguir más información.
Canto 4.- Cuando Telémaco y Pisístrato llegan a Lacedemonia, son recibidos por
Menelao, Helena reconoce a Telémaco por su gran parecido con su padre.
Menelao le cuenta todo lo que sabe de Odiseo. Los tres se emocionan, pues
Pisístrato también había perdido en la guerra a su hermano Antíloco. Helena
dice que está arrepentida de su actuación y su huida con Paris. Después de la
guerra, cuentan que Menelao y los suyos estaban retenidos en una isla y que
Proteo, el viejo dios del mar, les dijo cómo podían volver y que Odiseo estaba
retenido en la isla de la ninfa Calipso. En Itaca, los pretendientes se dan cuenta
de que Telémaco ha zarpado y hacen planes para ponerle una emboscada y
matarlo cuando regrese. Penélope se entera de que quieren matar a su hijo y está
aterrorizada. Se le aparece en sueños Atenea, con la forma su hermana y le dice
que no esté preocupada porque Atenea vela por Telémaco. Penélope pregunta por
Odiseo, pero no obtiene respuesta.
Canto 5.- En un segundo concilio de dioses, Atenea insiste en ayudar a Odiseo.
Zeus le pide a Hermes que le diga a la ninfa Calipso que lo libere, y vaticina que
en veinte días llegará con los feacios quienes lo ayudarán a llegar a Itaca. Calipso
le dice a Hermes que los dioses le tienen envidia pero asegura que hará lo que
Zeus le pide y ayuda a Odiseo a construir una balsa, le da víveres y lo aconseja.
Después de navegar dieciocho días, Odiseo ve tierra pero Poseidón le ve a él en la
balsa y provoca una tormenta que la destruye. Ino Leucotea, ninfa marina, le da
un velo inmortal para que ayude a Odiseo a llegar a tierra lo que logra después
de dos días en el mar. Finalmente, llega a la costa de Esqueria, isla de los feacios,
donde cansado y maltrecho, se cubre con hojas y cae dormido bajo árboles de
olivo y acebuche.
Canto 6.- En un sueño, Atenea visita a la princesa Nausícaa, hija de Arete y
Alcínoo, rey de Esqueria y la urge a tener sus responsabilidades como mujer en
edad de casarse, diciéndole que debe hacerlo con un hombre que encontrará en la
playa. Al despertar, Nausícaa le pide a su padre un carro con mulas para ir a
lavar la ropa al río. Mientras ella y sus esclavas descansan y juegan a la pelota,
Odiseo se despierta y pide ayuda a la princesa. Nausícaa impresionada por su
forma de hablar, aunque está lleno de barro, le da alimento y ropas limpias,
ordena a sus criadas que le den un baño y le dice que la siga hacia la casa del rey
y cómo pedirle a su madre, la reina, hospitalidad. Le indica un bosque
consagrado a Atenea, a las afueras de la ciudad, donde puede descansar. Odiseo
aprovecha la ocasión para rogarle a la diosa que lo reciban y lo ayuden a llegar a
su patria.
Canto 7.- Atenea disfrazada de una feacia, conduce a Odiseo al palacio del rey
Alcínoo. Lo rodea con una nube para protegerlo, porque ha perdido la memoria y
no sabe quién es. Odiseo solicita la compasión de la reina Arete, que nota que
lleva puestos ropas que hizo ella misma y le pide una explicación de su viaje y de
cómo llegó a Esqueria. Odiseo les relata su cautiverio en la isla de Calipso, su
reciente liberación, la tormenta y la ayuda de Nausícaa. El rey Alcínoo se
impresiona del relato y del hombre que lo cuenta, que tiene ademanes de rey, y le
ofrece la mano de su hija o, si lo prefiere, la ayuda para llegar a su patria. Los
feacios todavía no saben el nombre de Odiseo.
Canto 8. Al día siguiente, Alcínoo ordena una fiesta y la celebración de juegos
en honor a su huésped, además de sacrificios en el ágora. Laodamante provoca a
Odiseo y cuando éste se enoja, gana en el lanzamiento de disco. Cuando ven cómo
lucha y cómo camina y se comporta, reconocen en él a un noble En el banquete, el
aedo Demódoco canta una historia cómica sobre los amoríos ilícitos de Ares y
Afrodita, esposa de Hefesto. Los feacios dan muchos regalos a Odiseo y Nausícaa
le ruega que nunca se olvide de que fue ella la que lo salvó. En el festín, Odiseo
solicita a Demódoco que cante sobre el caballo de Troya. Cuando Alcínoo ve que
Odiseo está llorando, pide que el aedo deje de cantar pues lo que canta a lo mejor
no es grato para todos. Solicita a Odiseo que diga quién es y cuáles son sus
desventuras. Poco a poco va recordando, y Alcínoo le ofrece una nave con remeros
para volver a su patria, además de provisiones.
Canto 9.- Odiseo revela su identidad y empieza a contar sus tres años de odisea,
empezando desde la caída de Troya hasta que llegó a la isla de Calipso.
Navegando desde Troya en doce barcos, llegó a Ismaro, donde saquearon la
ciudad de los cicones. Después llegaron al país de los lotófagos, y algunos
hombres cayeron en la tentación y comieron loto, con lo cual ya no querían
regresar a los barcos y tuvieron que ser obligados. De ahí fueron a la isla de los
cíclopes. Odiseo les pidió a sus compañeros que lo esperaran en los barcos
mientras él iba junto con doce de sus mejores hombres a ver si le ofrecían
hospitalidad. Polifemo, el gigante de un solo ojo, hijo de Poseidón, los encierra y
se come a dos en cada comida, lo que hace que Odiseo trame cómo engañarlo.
Odiseo corta una rama de un olivo, la pule, haciéndola terminar en punta y la
perfecciona con el fuego. Cuando el cíclope vuelve, Odiseo le ofrece vino; como a
él le gusta, fabrican más hasta emborracharle y le clavan la rama en su único
ojo. Cuando se despierta el cíclope, quiere obstruir la puerta de la cueva, pero los
griegos salen agarrándose de las lanas de los carneros. Cuando logran estar en la
nave, Polifemo pide a su padre Poseidón venganza: que Odiseo no consiga llegar
a Itaca y, si lo consigue, que mueran todos sus tripulantes.
Canto 10.- Invitados por un mes en la isla de Eolia, el rey de los vientos, Eolo
Hipótada, le regala a Odiseo todos los vientos dentro de una bolsa excepto el que
los puede llevar a Itaca. Mientras duerme, los hombres revisan la bolsa pensando
en los tesoros que podría tener y liberan todos los vientos. Llegan a la isla de los
lestrigones, gigantes antropófagos que matan y se comen a la tripulación de once
barcos. Odiseo y sus hombres huyen a la isla Eea, donde algunos hombres son
hechizados por Circe, hija del sol, que los convierte en cerdos. Ayudado por unas
hierbas mágicas, dadas por Hermes, a través del adivino Argifonte, Odiseo logra
oponerse a Circe y libera a sus compañeros. Al cumplirse un año, Odiseo pide a
Circe que le deje partir y le ayude a llegar a su patria, a lo que Circe responde
que primero deben ir a la morada de Hades para consultar el alma del tebano
Tiresias, adivino ciego, y lo instruye para llegar sin tropiezos a la morada
infernal. Cuando Odiseo manda a su tripulación a hacer lo que dice la hechicera,
Elpénor, el más joven de todos, se resbala y muere.
Canto 11.- Cerca de las puertas de Hades, Odiseo llega al país de los cimerios,
donde realizan el sacrificio de ganado de sangre negra; después invoca a los
espíritus de los muertos. El primero que aparece es Elpénor que le suplica que lo
entierre y lo queme. El adivino Tiresias le predice su porvenir. Después aparece
la madre de Odiseo, Anticlea, que había muerto esperando el regreso de su hijo a
Itaca. Enviadas por Perséfone, aparecen esposas e hijas de héroes, que le
cuentan quiénes son. Se interrumpe el relato y la reina Arete solicita que se le
den obsequios a Odiseo. El rey Alcínoo le pide que siga contando las hazañas, y
Odiseo cuenta cómo se le acercó Agamenón y le relató su muerte, dándole
consejos para que a él no le suceda lo mismo. Aquiles le pregunta por su hijo
Neoptólemo y por su padre Peleo. También ve la imagen del fornido Heracles, ya
que él se encuentra con los dioses y a Tébano, que les predice el futuro.
Canto 12.- Odiseo regresa a Eea e hace lo que le pidió el alma de Elpénor. Circe
le dice cómo manejar los problemas que se le van a presentar. Cuando van a
pasar cerca de las sirenas, cuyos cantos hechizan a los marinos, tapa con cera los
oídos de la tripulación para que no oigan su canto y él mismo se amarra al
mástil. Tras encontrarse con los monstruos Caribdis y Escila, que absorbe agua
tres veces al día, y se traga a seis de sus compañeros, llegan a la isla del Sol.
Odiseo trata de que sus hombres obedezcan lo que Circe había dicho pero no le
hacen caso y mientras Odiseo duerme, se comen las vacas prohibidas. Huyen de
la isla pero Zeus los castiga desatando una tormenta que hace que el barco se
hunda. Odiseo es el único que se salva y llega a la isla de Ogigia, donde Calipso
lo retiene siete años.
Canto 13.- Al día siguiente, Alcínoo le da todos los presentes a Odiseo y se
despide de él y de los hombres que lo van a llevar a Itaca. Vencido por el sueño,
los feacios lo bajan del barco junto con los regalos y lo dejan en la playa. Cuando
Odiseo se despierta, no reconoce su tierra Itaca. Atenea disfrazada de un joven
pastor le explica a Odiseo dónde está, después se da conocer y lo ayuda a
esconder los tesoros recibidos. Lo transforma en un viejo mendigo para que nadie
lo reconozca y pueda planear cómo deshacerse de los pretendientes. Ella,
mientras, va a buscar a Telémaco.
Canto 14.- Odiseo va a las porquerizas a buscar a Eumeo, de quien recibe
hospitalidad e información de cómo está la situación local. Sin darse a conocer,
Odiseo disfrazado de mendigo, inventa la historia de que es cretense y le dice que
Odiseo va a regresar. Él duerme en las porquerizas, mientras que Eumeo se va a
dormir con los puercos al monte. Eumeo le cuenta lo que sucede en palacio. Cómo
Penélope recibe a todo el que le da noticias de su esposo; cómo los pretendientes
sacrifican los animales de su amo Odiseo y se beben su vino, y cómo Telémaco
había ido a Pilos en busca de su padre, y las intenciones de los pretendientes de
deshacerse de él.
Canto 15.- Mientras tanto en Lacedemonia, Atenea se le aparece en un sueño a
Telémaco y le dice que debe regresar de inmediato a Itaca, también le advierte de
la emboscada de los pretendientes que desean su muerte. Él y Pisístrato se
despiden de Menelao y de Helena, quienes le dan regalos. Se dirigen a Pilos,
donde Telémaco se despide de Pisístrato y sin acercarse a Néstor para que éste
no lo retenga, sube en su embarcación para dirigirse a Itaca. En el momento de
embarcar acoge al adivino Teoclímeno, que le pide ayuda para huir; Mientras
Odiseo y Eumeo se cuentan historias, Telémaco sortea la emboscada y al llegar a
Itaca sigue los consejos dados por Atenea y se dirige a la porqueriza. Odiseo llega
también a la cabaña del porquero Eumeo, quien sigue siéndole fiel y le ofrece su
casa y su ayuda, impidiendo que se presente en la ciudad como un vagabundo.
Eumeo le cuenta cómo está su familia y pide a Odiseo que se quede allí, hasta
que llegue su hijo.
Canto 16.- Telémaco llega a la cabaña de Eumeo que le acoge con gran cariño, le
pregunta por su madre. Telémaco pide a Eumeo que marche rápido y le diga a su
madre que está a salvo. Telémaco se encuentra con Odiseo, pero no le reconoce.
Atenea se aparece a Odiseo, le transforma en un hombre más joven y le pide que
se manifieste a su hijo. Telémaco se asombra al verle y no cree que sea su padre.
Odiseo le dice que es obra de Atenea y se abrazan como padre e hijo. Sólo ellos
dos sabrán la verdad. Telémaco informa a su padre de quiénes son los
pretendientes y empiezan a trazar un plan para vengarse. Penélope se enfrenta a
los pretendientes cuando sabe que su hijo ha regresado. Los pretendientes están
atónitos de que haya fracasado su plan. Penélope los increpa porque han
querido dar muerte a su hijo. Eumeo cuando regresa a la porqueriza, les informa
de que ha visto llegar un velero lleno de hombres.
Canto 17.- Odiseo mendiga entre los pretendientes. La madre de Telémaco no ve
a su hijo desde que marchó a Pilos para obtener noticias de su padre y ahora
Telémaco le cuenta lo que le dijo Menelao. Teoclímeno le cuenta la verdad a
Penélope, pues había oído a Telémaco hablar anteriormente en la nave de buenos
bancos sobre la llegada de su padre, pero Penélope no le cree. Mientras va hacia
la ciudad, su cabrero lo insulta y le da una patada. El único que lo reconoce al
llegar es su fiel perro Argos que, haciendo un último esfuerzo, mueve la cola justo
antes de morir. Mientras, Eumeo, el porquero, y el mendigo se encuentran ya
frente a la morada de Odiseo. Primero entra Eumeo y más tarde Odiseo Durante
el banquete de los pretendientes, Odiseo se pasea entre ellos solicitando su
caridad. Antínoo lo desprecia pero lo defiende Penélope, que le solicita, a través
de Eumeo, le cuente si sabe algo de su esposo. Cuando llega de nuevo Eumeo,
dice a Penélope que el forastero hablará al día siguiente a solas con ella, para así
no crear malas apariencias ante los pretendientes.
Canto 18.- En esto llega un mendigo que solía pedir por la ciudad de Itaca,
llamado Iro. Al entrar y ver a Odiseo tan viejo, cree que si pelean le ganará, así
que empieza a encolerizarle y Odiseo se decide a pelear; deja al descubierto dos
grandes muslos y unos pesados brazos. Entonces el mendigo se empieza a
acobardar. Vence Odiseo. Mientras tanto Atenea da a Penélope la idea de ir a ver
a los pretendientes. Penélope dice a su hijo que no debe dejar que los
pretendientes traten así al huésped y a ellos les solicita que le entreguen los
regalos que le corresponden. Melanto, esclava de la casa que mantiene amores
con uno de los pretendientes, zahiere a Odiseo quien se enoja. Eurímaco también
lo provoca pero Telémaco lo reprende. Todos los pretendientes le traen regalos.
Canto 19.- Odiseo y Telémaco traman cómo vengarse de los pretendientes. Padre
e hijo esconden todas las armas que estaban en la sala. Descubren a Melanto,
que ha contado a los pretendientes el misterio del velo y por qué no se terminaba
nunca. Odiseo, metamorfoseado en anciano mendigo, se presenta ante Penélope
para darle noticias de su esposo; Penélope le exige una prueba de que conoció a
Odiseo y éste le relata cómo era el manto que traía y quién era su heraldo. La
reina ordena a Euriclea que le lave los pies, lo que la nodriza hace y así ve una
cicatriz que a Odiseo le hizo un jabalí cuando era pequeño. Ella lo reconoce, por
lo que Odiseo le pide que guarde el secreto. Penélope le cuenta un sueño que tuvo
y entre ellos dos discuten su significado. Penélope decide hacer una contienda
entre los pretendientes y el que gane se casará con ella.
Canto 20.- Sin poder dormir, Odiseo le solicita a Atenea su ayuda para matar a
los pretendientes. Penélope le ruega a Artemisa morir para no sufrir más.
Melantio, el cabrero, increpa a Odiseo. Y Filetio, el boyero, lo trata bien pero los
pretendientes vuelven a insultarlo. Teoclímeno, el adivino, presiente una
desgracia y les advierte pero los pretendientes se ríen de él. Preparación de la
matanza de pretendientes. Atenea aconseja a Odiseo cómo debe actuar. Se
reúnen con Odiseo y Telémaco los servidores más fieles, Filetio y Eumeo, para
cerrar el salón central y despojarlo de armas. Los pretendientes deciden dar un
ultimátum a Penélope, y celebrar un banquete. Entre tanto increpan a Odiseo
por atreverse a hablar ante ellos e incluso le lanzan un taburete.
Canto 21.- Penélope, para conseguir retrasar algo más su decisión, les explica a
los pretendientes que el que pueda armar, tensar y disparar una flecha entre el
centro de doce hachas con el arco de Odiseo, será el que gane la contienda y se
casará con él. Telémaco trata de hacerlo, pero una señal de Odiseo lo detiene. Los
pretendientes intentan armar el arco y ninguno lo logra. La prueba es imposible.
Odiseo se identifica con Eumeo y Filetio, les dice que deben cerrar las puertas a
una señal suya. Los pretendientes se molestan cuando ven que el mendigo quiere
tensar el arco pues dicen que los humillaría si él pudiese hacerlo y se llegara a
saber. Telémaco ordena que se lo permitan; mientras Odiseo arma el arco, hace
una seña a sus fieles y éstos cierran las puertas y Euriclea encierra a las
mujeres. Odiseo dispara la flecha que pasa por los blancos. Los pretendientes
tienen miedo, porque todos se dan cuenta de que es Odiseo. Telémaco, a una
señal de su padre, se sitúa junto a él.
Canto 22.- Matanza de pretendientes. Telémaco se une a su padre. Odiseo se
despoja de sus andrajos y le dispara una flecha a Antínoo que cae muerto. Odiseo
dice a los pretendientes quién es él; Eurímaco intenta sobornarlo, diciendo que le
asiste la razón, que los deje vivir y que cada pretendiente le devolverá veinte
bueyes, bronce y oro para resarcir lo que ellos devoraron, pero Odiseo le mata.
Telémaco va a por armas para los cuatro y se desata la batalla. Melantio busca
las armas para los pretendientes, pero Telémaco las había mandado esconder.
Melantio llega a donde están las armas y se las da a doce pretendientes, cuando
va a por más, es capturado por Eumeo y Filetio, quienes lo castigan. Entre el
padre y el hijo van matando a todos los pretendientes. Sólo se libran Medonte el
heraldo y Femio el aedo. Cuando todo termina, Odiseo pide a Euriclea que le
diga quiénes de las mujeres eran traidoras y le pide que las traiga a limpiar y
llevarse los cadáveres, Doce son ahorcadas y Melantio es mutilado hasta que
muere. La casa es purificada con azufre.
Canto 23.- Euriclea despierta a Penélope para informar que el mendigo era en
realidad su esposo y que ya había matado a los pretendientes. Ella no lo cree y se
muestra con mucha precaución ante Odiseo. El dice cómo fabricó su lecho nupcial
y ella ya le cree. Odiseo manda que se toque música y que dancen las esclavas
para que la gente que pase por allí crea que celebran una fiesta. Solos en la
noche, Odiseo le relata sus aventuras y le dice que debe cumplir con la profecía
que le había hecho Tiresias cuando fue a la morada de Hades. A la mañana
siguiente, acompañado de su hijo y los pastores va a buscar a su padre Laertes,
que vive en la montaña. Laertes está triste y empobrecido
Canto 24.- Hades guía a las almas de los pretendientes a las puertas de Hades,
donde éstos relatan su suerte a Agamenón y Aquiles. La noticia de la matanza se
ha propagado y el padre de Antínoo llega a buscar venganza. Mientras, en el
pueblo, los familiares de los jóvenes muertos por Odiseo, buscan a Odiseo para
poder vengarse, porque le consideran un cobarde por huir. Cuando llegan a lo
alto de la montaña, sale Odiseo acompañado por su hijo, armados para luchar,
pero Zeus frena la pelea, aunque no puede evitar que muera Eupites, por una
lanza arrojada por Odiseo con ayuda de Atenea. Cuando ya se van hacia el
pueblo, Odiseo lleno de furia vuelve a arremeter contra ellos. De nuevo la voz de
Zeus lo detiene y así, tras un convenio de paz, acaba todo.
Otros autores de épica griega.-
Apolonio de Rodas.- s. III a.c.. Su obra es La Argonáutica, que narra, en estilo
amanerado y pomposo, la expedición de Jasón en busca del vellocino de oro.
Nonno.- s. V d.c. Escribe un poema de dimensiones colosales, en 48 libros,
titulado Las Dionisíacas, en el que se narran las andanzas del dios Dioniso por
tierras de Grecia.