LA ESCUELA QUE QUEREMOS
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La escuela que queremos nos ofrece una serie de comentarios y apuntes,
para contribuir a transformar nuestra escuela en una comunidad capaz de
trabajar unida, en beneficio del aprendizaje y la formación de todos nuestros
alumnos; este libro nos invita a reconocer los problemas presentes en nuestra
institución, reflexionar sobre ellos para comprender cómo y por qué es nece-
sario comprometernos con nuestro propio proceso de mejora escolar, para
que unidos construyamos una cultura de colaboración institucional para aspi-
rar a constituirnos en verdaderos “Equipos de trabajo”.
Del mismo modo nos cuestiona ¿Cómo es que los docentes llegamos a ser
líderes? ¿Cómo una evaluación del proyecto y de las condiciones de nuestra
escuela, puede convertirse en el punto de partida para la transformación?,
¿Cómo pueden los docentes dedicarse a la mejora escolar sin sacrificar por
ello su vida personal?.
Las fuerzas que se suman a favor de la innovación incluyen:
• Un interés por nuevos resultados; dirigidos a una enseñanza para la com-
prensión y el rendimiento en un mundo cambiante.
• Las escuelas autogestionadas, en donde los docentes se regulan a sí mis-
mos y dependen poco de la burocracia externa.
• Difusión masiva de la tecnología de la información, para tener un mayor
acceso global a las ideas y personas.
• Las políticas multiculturales y referidas al género, que dan lugar a nuevos
estilos de liderazgo, privilegiando procesos de equidad.
La docencia es indudablemente, una profesión no menos formativa que inte-
lectual; el saber se vuelve más refinado y eficaz, sin embargo, los docentes
nos resistimos a dar un giro a nuestro trabajo, para hacerlo más atractivo inte-
lectualmente y que nos invite a resolver problemas.
Es importante reconocer que la diversidad de problemas institucionales se
resuelven emprendiendo acciones tanto individuales como colectivas. En es-
te libro, el mensaje permanente es que los docentes cooperemos para la
mejora institucional.
LA ESCUELA QUE QUEREMOS
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FULLAN, Michael. HARGREAVES, Andy. La
escuela que queremos. SEP. Amorrortu editores.
México. 2001.
Simplemente no hay suficientes oportunidades ni suficiente aliento para que los docentes trabajen en equipo, aprendan los unos de los otros y mejoren su saber hacer como comunidad.
Para lograr la transformación edu-cativa se requieren superar seis problemas básicos:
La sobrecarga: es imposible que un sólo docente abarque todas las áreas curriculares.
El aislamiento: los docentes sue-len desarrollar su tarea atrapados en su salón de clases sin compar-tir o reflexionar colectivamente sobre sus experiencias educati-vas.
El mito colectivo: los maestros y directi-vos solemos planear, diseñar, investi-gar, evaluar y preparar unidos el mate-rial pedagógico, sin embargo, difícil-mente aterrizamos en la manera de llevar lo planeado a la práctica.
La competencia desaprovechada: es común que en la escuela los docentes de más experiencia sean desaprovecha-dos y los nuevos profesores con su com-binación de idealismo, energía y temor, también están subutilizados, lo cual pue-de superarse si nos comprometemos en desarrollar un profesionalismo interacti-vo.
La falta de movilidad en el rol del do-cente: La docencia es una carrera con poca movilidad, en donde la única mane-
ra de ampliar el rol es pasar del aula a tareas administrativas, lo cual con el tiempo origina en la mayoría de los docentes, desaliento y falta de compro-miso, por tanto es necesario desarrollar en los docentes nuevos liderazgos que les permitan explotar todas sus capaci-dades, para estar en condiciones de asumir la responsabilidad de mejorar la escuela.
Las soluciones inadecuadas y la re-forma frustrada: los docentes no de-bemos caer en la tendencia de adoptar modas y soluciones rápidas a los pro-blemas, por el contrario debemos asu-mir propuestas de cambio y mejora constante, para tener una práctica do-cente eficaz.
II.- El docente como persona: es imprescindible reconocer que los docentes llegan a ser lo que son no sólo por hábito, puesto que
la docencia está ligada a su vida, su biografía y con el tipo de persona que cada uno ha llegado a ser.
Los docentes somos producto de un proceso cultural de aprendizaje, en este sentido Huberman (1988, 1991) clasifica a los docentes
en “los fosilizados”, que son producto de un medio infértil, desnutrido y poco orientado a la mejora; “Orientados a la defens iva” son
docentes escépticos acerca de la transformación, “Orientados a lo positivo”, son quienes tienen una reacción moderada respecto a
sus expectativas de mejora, tratando de buscar un equilibrio entre su vida personal y su vida profesional.
III.- El contexto de la enseñanza: Existen tres aspectos del contexto de la enseñanza que son particularmente importantes:
a) La enseñanza no es siempre igual, el aprendizaje se da en diferentes situaciones.
b) El realismo y practicidad del contexto; los docentes equilibran su desgaste físico y emocional.
c) Reconocer las posibilidades reales de actuación docente y las posibilidades reales de innovación. Sobre todo considerando las
condiciones en que se desempeña profesionalmente, el número de alumnos que tiene, el tiempo que puede asignar al trabajo fuera
y dentro del aula, el tipo de currículum con que trabajan.
IV.- La cultura de la docencia: Tiene que ver con las relaciones laborales del docente con sus colegas.
• La forma de trabajo puede ser aislada o individual dando resultados muy limitados.
• La manera de trabajo docente puede ser colectiva potenciando muchas de las capacidades docentes, tal como se verá a continua-
ción.
Las propuestas para el desarrollo profesional del personal frecuentemente desestiman lo que los docentes pien-
san, saben y pueden hacer; por lo que es necesario que las propuestas de mejora institucional consideren los
siguientes cuatro aspectos del educador total a saber: a) la intención del docente; b) el docente como persona;
c) el contexto de la enseñanza y d) la cultura de la docencia.
I.- La intención del docente: el docente durante su desempeño concreta una compleja trama de juicios mora-
les, sociales, filosóficos y psicológicos. Al ser la docencia una profesión ética, es imprescindible que los docen-
tes aclaremos y estemos conscientes de la intencionalidad de las cosas que valoramos o las decisiones que
tomamos tanto en forma individual como colectiva.
Administrativamente, también debe haber un cambio orientado a:
a) Dar voz a las intenciones del docente.
b) Crear ocasiones para que el docente reflexione sobre su propia práctica.
c) Estar abierto para escuchar y aprender de los maestros y sus propuestas de cambio.
d) Facultar a las escuelas y delegar en los maestros la responsabilidad en la toma de decisiones respecto al
currículum.
e) Crear una comunidad de docentes capaz de discutir y analizar sus intenciones colectivas.
2. Educadores totales.
1. El problema
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Las mayores
satisfacciones de la
docencia son:
Las
compensaciones
psicológicas de
trabajar con y por los
niños.
Contar con una ética
del cuidado
formativo, es decir,
tener clara la
vocación de formar y
educar a los otros.
Desarrollar una ética
de la responsabilidad,
en donde las
obligaciones
profesionales son lo
prioritario y se pone
el acento en la
eficacia.
Existen básicamente dos tipos de
cultura escolar o de docencia,
individualista y de trabajo en equi-
po.
a. La cultura del individualismo:
la docencia aislada permite al
docente tener cierto grado de
protección durante el desarrollo
de su práctica, sin embargo, di-
cho aislamiento hace que las
escuelas se “atasquen” y tengan
un clima hostil para los cambios
y la mejora.
b.El aislamiento impide que los
docentes tengan retroalimentacio-
nes positivas, dando por conse-
cuencia “escenarios de aprendiza-
je empobrecidos”, donde el do-
cente tiene poca oportunidad de
aprender de sus colegas.
c.La potencialidad del trabajo en
equipo: En las escuelas eficaces,
el trabajo en equipo se asocia a
normas y oportunidades de mejo-
ra sostenida y el aprendizaje per-
manente.
Hay tres tipos de trabajo en equipo
con los que debemos tener cautela:
La balcanización: la escuela se frag-
menta en varios grupos.
El trabajo en equipo fácil: sólo se
dan consejos, estrategias, materia-
les, planeación, pero no hay una re-
flexión crítica de lo compartido.
Trabajo en equipo artificial: origi-
nado administrativamente y sin
compromiso de los docentes.
Lineamientos para el direc-
tor.
Comprenda la cultura de su
escuela.
Valore a sus docentes.
Sea amplio con lo que valo-
ra.
Comunique lo que usted
valora.
Promueva la colaboración,
no el reclutamiento.
Proponga alternativas, no
dé órdenes.
Utilice la burocracia para
ayudar no para obstaculi-
zar.
Conéctese con el medio
externo.
Lineamientos para el sis-
tema escolar.
Depositar mayor confianza
y aceptar riesgos como
sistema, especialmente en
la selección, promoción y
desarrollo.
Fomentar mayor interac-
ción y delegación dentro
del sistema.
Restituir el contenido curri-
cular a las escuelas. 4.
Reestructurar la adminis-
tración para responder a
las necesidades actuales.
Lineamientos para el Docente.
Localizar escuchar y expresar su
voz interior.
Practicar la reflexión en la acción.
Desarrollar la mentalidad de asu-
mir riesgos.
Confiar en los procesos y en la
gente.
Apreciar a la persona total en el
trabajo con los otros.
Comprometerse a trabajar con los
colegas.
Evitar la balcanización.
Redefinir el rol docente.
Equilibrar el trabajo y la vida per-
sonal.
Estimular a los directivos para
que generen el profesionalismo
interactivo.
Comprometerse con la mejora
sostenida.
Procurar congruencia entre el
desarrollo docente y el de los
alumnos.
3. Escuelas totales
4. Profesionalismo interactivo y lineamientos para la acción
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Existen cuatro
clases de trabajo
en equipo:
• De interpretación y
de relatos.
• De ayuda y
asistencia.
• De participación.
De trabajo conjunto:
G e n e r a m a y o r
in terdependenc ia ,
c o m p r o m i s o
p r o f e s i o n a l ,
r e spon sab i l i dade s
compartidas y un
progreso colectivo
El profesionalismo interactivo requiere redefinir el rol del docente y las condiciones en que trabaja.
facebook: academicodgebemail:
correo: [email protected]
¡Estamos en la Web!
http://areacademica.jimdo.com/
Somos un equipo de profesionales en la educación intere-
sados en promover la reflexión, el aprendizaje y el inter-
cambio entre colegas, convencidos de que los profesores
somos portadores de saberes e iniciativas para mejorar la
calidad de la educación.
Las “Reseñas” originalmente se difun-dieron en Platicando un libro por par-
te del SMSEM entre 2005 y 2006