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    La esttica racionalista como fin de la tragedia

    (o la castracin musical de la palabra)

    Cristian Ezequiel Guarinos

    Pues bien, una vez que se ha aprobado que se beba lo que cada uno quiera y que no haya coaccin alguna,

    propongo a continuacin que se mande a paseo a la flautista que acaba de entrar-que toque suinstrumento para ella sola, o si quiere, para las mujeres de dentro! -y que nosotros pasemos la velada de

    hoy en mutua conversacin.1Platn

    Durante su perodo de enseanza en Basilea, Nietzsche compone su primera obra:El origen de latragedia, en la cual confluyen sus conferencias dadas anteriormente (El drama musical griego,Scrates y la tragedia,yLa visin dionisaca del mundo). Dicha obra gira en torno a dos conceptosfundamentales:lo apolneoylo dionisiaco, a los cuales se liga toda la historia del arte griego y sudesarrollo. Ambos instintos marchan juntos estimulndose recprocamente a nuevas creacionesy se sintetizan definitivamente en la obra de arte de la tragedia tica.Apolo es el dios de la bella apariencia, de las representaciones onricas; su fuerza figurativa

    establece formas estables que dan seguridad, por ello representa la expresin ms sublime delprincipio de individuacin. Apolo convida al hombre con la mesura, es decir, con elconocimiento de sus lmites, y, si se concibe como imperativo, como la atencin estricta a estos.Ante el quebranto de esteprincipio de individuacinemerge lo dionisaco; por lo cual, elvelomaya-la aparente racionalidad que todo lo reviste- es rasgado y lo subjetivo es disuelto en elolvido absoluto de s mismo. De esta manera, el hombre se libera de sus limitaciones y esredimido mediante una sensacin mstica de unidad. Mediante estos conceptos Nietzscheformula el problema del nacimiento y de la muerte de la tragedia, la cual representa la ms altacohesin entre verdad y belleza a la vez que ofrenda una visin de los fines ms elevados, de lagrandeza.Las dudas que Nietzsche siente acerca de su vocacin de fillogo se manifiestan en una crticaque preludia el advenimiento de una nueva interpretacin del mundo griego, el cual ha sidosiempre regido por la idea de armona, belleza y medida. Pero esta visin slo da cuenta de unaetapa relativamente estrecha del mundo helnico y, por si fuera poco, de un momento dedecadencia. Lo plenamente vital del mundo griego no se halla en esta concepcin, sino en artesdiferentes de lo apolneo de la escultura y arquitectura, a saber: en la msica y, fuera del arte, enla sabidura popular. Cmo cuadra la crudeza de la sabidura silnica en la imagen clsica delmundo griego? Si a esto le sumamos los mitos trgicos y la difusin de cultos orgisticos quefueron infiltrndose bajo la resistencia de Apolo, se ver que lo dionisaco representa eltrasfondo de lo apolneo y la necesidad que tienen uno de otro.Con qu asombro deba mirarlo elgriego apolneo!-espeta Nietzsche-.Con un asombro tanto mayor por cuanto se le sumaba el horror de

    que en realidad todo aquello no le era tan ajeno, y que su conciencia apolnea no era ms que un velo que leocultaba este mundo dionisaco.2

    El perodo ms vital del mundo griego no es el estado drico sino que tal culminacin lleva elnombre detragedia tica, la cual representa la sntesis ms perfecta de los dos impulsos artsticosmencionados. Mediante estos Nietzsche arriba a su interpretacin del nacimiento de la tragedia.Para l, la tragedia nace del coro de stiros cuya exaltacin lograda mediante el canto y la danzalos trasformaba cual si estuvieran posedos por Dioniso, prestando al olvido todo su pasado ascomo sus limitaciones de posicin social y civil. El coro es el corazn de la tragedia que descargafuera de s un mundo apolneo de imgenes: Dioniso se objetiva en las apariencias apolneas deldrama.

    1PLATN;Banquete; 176-d.2NIETZSCHE, Friedrich; captulo II;El nacimiento de la tragedia; Ed. Edad; Madrid; 2008; p. 70.

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    Con la muerte del drama musical se cre un enorme vaco, tal es as que lleg a suponerse quetambin la poesa haba llegado a su fin. A qu se debi esta suposicin? A la estrecha relacinentre la lrica y el arte dionisaco de la msica: la antigedad vea una unidad entre el msico yel lrico. Esto no ocurre en la Epopeya, en la cual se goza de la pura contemplacin de lasacciones brindndole as afinidad conlo apolneo. La poesa es compartida por ambos impulsos

    estticos, por lo que el fin del drama musical afect parte esencial de sta, lo cual hace razonableel temor de que con el fin del drama musical pereciera tambin la poesa. Podramos decir que ellrico contiene en s lo que luego resultara, en virtud del disciplinamiento y la escisin, como lapoesa por un lado y la msica por otro. Esta complejidad se nos escapa. Por ello Nietzschesostiene que frente a los poetas no podemos ms que emitir juicios injustos3pues el efectoprincipal de estos descansa sobre un elemento que se nos ha perdido: la msica, que daba vidaal poema, lo animaba sin interrumpirlo ni perturbarlo dado que era el mismsimo poeta quien lepona msica. Para Nietzsche nuestra grosera artstica moderna, bajo el aislamiento de las artes,impiden que seamos capaces de disfrutar juntos el texto y la msica. Hoy se nos hace soportableun texto absurdo con una msica bella o viceversa, lo que para un lrico resultara unaatrocidad. Las formas fundamentales del teatro de hoy hunden sus races en el suelo helnico.

    Segn Nietzsche lo que llamamosoperaes una caricatura del drama musical antiguo. Puescarece de la fuerza inconciente de un instinto natural. La gnesis de laopera4est ligada al deseode renovar aquellos efectos que antao haba tenido el arte musical. Consecuentemente, elprimer pensamiento puesto en laoperafue la bsqueda de un efecto perdido, por lo cual deentrada dicho arte queda incomunicado con la raz inconsciente brotada de la vida del pueblo.La vuelta a lo antiguo se dio de manera docta, acarreando -segn Nietzsche- una atrofia delgusto. La mala habituacin moderna nos impide gozar como hombres enteros; hemos roto aldrama griego en retazos de artes denominadas independientes y ahora tambin gozamos enretazos. Ni siquiera nos es asimilable laopera, an siendo el fenmeno que emula esacomplejidad perdida. Nos resulta desbordante a tal punto que nos obliga a deglutirla en retazos,oyendo primero la msica, entrando despus en el libreto, etctera; todo en fases diferentes parano atragantarnos.Cmo y cundo comienza la decadencia del gran arte griego? Eurpides representa la agonade la tragedia. El gnero que florece es la comedia, la cual representa una imagen inautntica dela tragedia. Con l, el espectador es llevado al escenario, irrumpe en su realidad cotidianapasando a primer plano, en un escenario que anteriormente slo acoga a hroes divinos o semi-divinos. El mito trgico se convierte en una sucesin de acciones racionalmente encadenadas ycomprensibles, pierde su carcter religioso y ceremonial. El espectador ve en el escenario supropio doble envuelto en una bella retrica, el pueblo aprende a hablar,la chusma filosofa.Aristfanes le reprocha retratar el trmino medio comn de los atenienses. En un pasaje de suobraLas ranasaparece Eurpides tratando de convencer mediante argumentaciones a Apolo

    para que lo resucite, pero finalmente est prefiere que regrese a la vida Esquilo.Eurpides utiliza el lenguaje corriente de su poca en contraposicin con las encumbradasdeclamaciones de Sfocles, quien sostena que l retrataba a los hombres como deban sermientras Eurpides los pintaba como eran. El hroe prometeico es trivializado hasta convertirseen un prototipo en el cual el pblico se ve reflejado, pues ahora la obra es de una improntasustancialmente realista. Para Eurpides todo debe ser comprensible. Las modificaciones queintroduce no son azarosas o meros caprichos sino que son el fruto de una profunda reflexin yobservacin de la obra de arte; es el primer dramaturgo que busca conscientemente una estticadeterminada.Eurpides era un hombre profundamente observador, quizs demasiado para ser buen trgico:su mrito filosfico es un defecto esttico. Adems era un vido lector, posea de una formidable

    3NIETZSCHE, Friedrich;El drama musical griego; versin digital enwww.nietzscheana.org4Florencia, siglo XVII d. C.

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    biblioteca, cosa que no era muy comn en la poca. l introduce, en sus obras, un prlogo en elcual especifica quienes son los personajes y lo que antecede a su accin, lo cual es visto comouna renuncia al efecto de tensin. Sin embargo, con tal decisin Eurpides buscaba que elespectador no se pierda las bellezas poticas mediante el clculo de la historia anterior. Su afnde inteligibilidad era tal que en las representaciones de sus obras en las cuales el pblico emita

    bullicios de fastidio ante los decires de alguno de los personajes, Eurpides sala a escena aexplicar que dichas palabras eran las de un malvado que al final reciba su merecido5.Debemos tener en cuenta que las representaciones teatrales de la poca constituan el principalmedio de divulgacin de ideas y que congregaba a multitudes que rebosaban en demasa alprecario nmero de integrantes de las corrientes filosficas existentes6.Eurpides es el poeta del racionalismo socrtico, para l lo bello es lo consciente. En Atenas serumoreaba que Scrates ayudaba a Eurpides a escribir sus obras, lo cual manifiesta que elpblico ya por entonces perciba al poeta y al idelogo en estrecha afinidad. Scrates es elespectador ideal de las obras de Eurpides, pues es l quien inaugura entre los griegos lamentalidad racional; l ve que los hombres de mayor renombre de su poca tienen una ideafalsa de s mismos y no poseen conciencia exacta de su profesin sino que la ejercennicamente

    por instinto, lo cual le es motivo de desprecio. Tambin Platn es contagiado por el socratismopues considera impropio de la sensatez el gusto por un arte heterogneo, abigarrado, as comotambin ve en ello un foco de infeccin. Los poetas trgicos no cuadran en el Estado ideal. Lafacultad creadora de los poetas no es una inteleccin de la esencia de las cosas pues elentusiasmodel poeta lo desprovee de todo entendimiento. Scrates es la materializacin de unode los aspectos de lo helnico, la claridad apolnea, es elheraldo de la cienciay el aniquiladordel drama musical -corazn de todo arte antiguo-, pues ciencia y arte se excluyen en tantointerpretaciones de la realidad. Su optimismo teortico es la causa de que la tragedia se tornerealista, pues si hay una estructura racional de universo y sta tiene que ser llevada a la obra dearte, la tragedia es privada de su gracia dado que no deja lugar a la incertidumbre y a laambigedad.La tragedia es un arte propio delpesimismo de la fortaleza, el hroe se precipita ciegamente a sudesgracia sin medir consecuencias. La dialctica es optimista, cree en la causa y el efecto, en larelacin necesaria de culpa y castigo, virtud y felicidad. La claridad y la conciencia dialcticaniegan todo aquello que no sea susceptible de anlisis conceptual; aqu el hroe debe defendersus acciones con argumentaciones. Imaginemos a un titn discurriendo sobre lo atinado o no dela hazaa que piensa realizar. La inexorable desgracia que le alcanzar luego, aparecer comoun error de clculo, y una desgracia por falta de clculo no despierta compasin sino que esmotivo de comedia.La virtud es el saber. Se peca nicamente por ignorancia. El virtuoso es el feliz.En este optimismo socrtico se encuentra la muerte de la tragedia. El hroe virtuoso debe serahora el dialctico; su accin se empasta, se hace menos dinmica, deja de danzar en virtud de

    argumentaciones y contra-argumentaciones.En la tragedia la disputa dialctica era imposible debido a la relacin de subordinacin entre elhroe y los corifeos. Pero cuando se pusieron frente a frente dos actores iguales, dotados deidnticos derechos surgi la rivalidad cuya expresin son las palabras y los argumentos. De estamanera se infiltra en la tragedia un torneo dialctico .El hroe se convierte en hroe de lapalabra. As el socratismo impidi que la msica se fundiera con el dilogo. sta no encontr yasu lugar en la tragedia, sus espacios se restringieron a las pausas intermedias de las pugnasdialcticas. La msica se separa del drama y se constituye como un arte independiente, en unafuncin desligada de un todo al cual animaba. La dialctica se destaca cada vez mas por sobre elpoder de la msica hasta su completo desplazamiento.

    5FREIXAS, Alberto;La sofstica de Eurpides; Tres clases en la Facultad de Filosofa y Letras; Bs As; 1935.6dem cit. anterior.

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    Nietzsche devela un sentido de lo trgico ignorado, segn l, incluso por los griegos y por lavisin que el cristianismo ha anquilosado como imagen del mundo griego. El hroe que va msall de sus lmites haciendo caso omiso incluso de la muerte es visto comobrbaroytitnico, y,por consiguiente, merecedor de castigo. El hroe que trasciende su individualidad llegando alidiar y profanar incluso el orden divino es condenado. Pensemos por ejemplo en Prometeo, ese

    granfilntropo, cuya osada le vali un cruel suplicio; o en Ssifo, no en el castigo propiamentedicho como es usual, sino en los motivos que lo condenan a sus absurdos trabajos. Amboshroes trgicos, concebidos dialcticamente, pecan al trasgredir sus propios lmites. Laconcepcin dialctica de lo trgico refiere a contradiccin y negatividad. Pero la visin deNietzsche es radicalmente distinta y desconocida hasta el momento. El hroe trgico, cuyadesbordante vitalidad lo lleva a realizar las ms increbles hazaas, es un hroe alegre, jovial,ligero, danzarn. Cumple con su voluntad propia sin culpa, y esto es motivo de fiesta. Lo trgicopor consiguiente es positividad pura y mltiple. Dionisos habla y acta a travs de cada hroeafirmando todo lo que aparece y apareciendo en cada afirmacin. Esta afirmacin mltiple ypluralista constituye la esencia de lo trgico en la concepcin nietzscheana, en la cual no se apelaal miedo ni al castigo sino que es forma esttica en la cual predomina la alegra de unsanto

    decir s. sta se relaciona directamente con la afirmacin y positividad. La dialctica somete lavida al juicio, a la justificacin, al concepto. La existencia es falta, culpa, debe ser justificada. Si

    bien los griegos hablan de una existencia culpable o criminal, los dioses son quienes asumen lafalta. Ellos son los responsables de la locura, son quienes incitan a la transgresin. La existenciano es envenenada, es inocente y santa.Locura y no pecadoesta es la diferencia esencial entre lavisin nietzscheana y cristiana que somete la vida mediante el pecado.El hroe trgico es, por consiguiente, un mensaje de alegra, cumple ciegamente su mandato sinclculo alguno y sin falta alguna, y muere al originar algo superior al l. l mismo es toda la

    justificacin necesaria de su accin,por syporque s.Yo me busco y me pregunto a m mismo, nosdice Herclito. Las grandes acciones, titnicas y verdaderamente heroicas son un sinsentido ouna necedad si se las contempla desde la visin dialctica. La vida como un espectculoajedrecstico priva a la existencia de todo lo grande. En la filosofa de Herclito, Nietzsche ve lagrandeza de un pensamiento trgico. ste concibe el mundo como constante devenir, nada sehalla exento de destruccin, nada persevera en el ser y los conceptos y combinaciones lgicas nosuscitan el menor inters debido a la primaca de la representacin intuitiva7.La inconsistenciade una realidad que deviene, la falta de un suelo firme que d seguridad al individuo es,contrariamente a la concepcin del mundo llevada a la comedia, un carcter marcadamentetrgico. La mentalidad racional que conceptualiza y se apropia del drama no es, desde la visintrgica, ms que el anquilosamiento de un instante de equilibrio de una guerra eterna depolaridades opuestas que tienden a su conciliacin. Esa permanencia y consistencia ilusoriasson, por consiguiente, los efectos de las fuerzas apolneas que tienden a establecer formas

    estables y seguras. El devenir no posee justificacin moral alguna; la visin de conjunto permiteapreciar la armonizacin de los contrarios, lo cual no es posible en una visin de sucesin. Elfuego construye y destruye inocentemente. Las formas estables de la razn se erigen sobre undevenir incesante del cual tienen absoluta necesidad, as como una pulsin artstica figurativasienta sus cimientos sobre la fuerza no figurativa de la msica.Nada da una idea mas clara de sta relacin de necesidad de lo apolneo y lo dionisaco que unfragmento en el cual Nietzsche se refiere a Aristfanes, quien ya haba considerado la muerte dela solemne tragedia como obra de las estocadas de claridad lgica del socratismo y sucorrespondiente vulgarizacin del hroe:No s de nada que me halla hecho soar tanto acerca de lanaturaleza enigmtica de Platn como ese pequeo hecho que tan felizmente se nos ha transmitido: bajo la

    almohada de su lecho de muerte no se encontr ni Biblia, ni escrito egipcio, pitagrico o platnico, sino

    7NIETZSCHE, Friedrich;La filosofa en la poca trgica de los griegos; versin digital enwww.nietzscheana.org

    http://www.nietzscheana/http://www.nietzscheana/http://www.nietzscheana/
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    un ejemplar de Aristfanes. Cmo hubiera podido soportar la vida Platn -aquella vida griega a la cual

    decano- sin Aristfanes?8

    8NIETZSCHE, Friedrich; El espritu libre; 28;Ms all del bien y del mal; Ed. Edaf; Madrid; 2002; p. 68.