LA ÉTICA APLICADA EN LAS CIENCIAS DE LA COMUNICACION

Desde hace dos décadas el sector de comunicación ha sido arrollado por la composición de dantescas empresas periodísticas -lideradas por gente que no tiene ningún tipo formación en este ámbito- que crean corporaciones con el fin de controlar la información concentrando la opinión en un solo foco, atentando así contra la pluralidad de ideas, toman al contenido como una herramienta y no como un fin con el objetivo de adormilar a nuestras mentes, sumirlas en la ignorancia y el desconocimiento.

Últimamente los medios de comunicación en nuestro país priorizan y apuestan más, por atraer la mayor cantidad de público. Con el objetivo de una mejor ganancia. Sin embargo no siempre hay una equivalencia entre el porcentaje de sintonía y la calidad del formato que se quiere ofrecer.

Eso es lo que está generando el principio mediocre que pulula por el medio de “darle a la gente lo que quiere”, claramente es un argumento endeble, sin fundamento ético que solo pretende justificar el pésimo desarrollo que le estamos dando a nuestra profesión. ¿Cuál es el resultado? publicaciones sensacionalistas, programas con contenidos obscenos, violentos y grotescos, parcialización al difundir la información.

Recordaremos los preceptos de Aristóteles, Kant y Habermas con los cuales analizaremos el trabajo realizado, hoy en día, por el comunicador.

Comenzaremos con Aristóteles, quien nos dice que la ética forma parte de la política pues se preocupa por el bien común, como también por el bien de la persona o poblador. Aristóteles considera que no debemos quedarnos en el yo, sino ir al nosotros. Solo se alcanzará la felicidad (virtud) en el diálogo comunitario.

En nuestra sociedad la convivencia en armonía desemboca en bienestar, pues el hombre llegará a un acuerdo.

También Aristóteles nos manifiesta que la ética se ocupa del bien del ciudadano, mientras que el político, por la sociedad; es por ello que en una organización de forma apropiada existe la posibilidad de llegar a la felicidad y que en conclusión quede claro que para alcanzar dichas virtudes morales o éticas al igual que las intelectuales o dianoéticas es necesario vivir en el seno de una organización social y política que está equilibrada.

La labor del comunicador esta estrechamente ligada a las sociedades, pues es esta última su objetivo fundamental. Por lo tanto, los contenidos realizados por estos profesionales tendrán un grado de impacto en la vida comunitaria, quedando demostrado el “poder” con el que cuenta.

Cada diario periodístico tiene distintos formatos los cuales van dirigidos a

públicos específicos. En años anteriores los diarios amarillistas era la

preferencia de los peruanos. La prensa se encargaba de publicar información

morbosa y cautivante con el objetivo de ocultar lo que realizaba el estado

peruano.

Según Aristóteles (2004), “la dianoética se origina y crece principalmente por la

enseñanza, y por ello requiere experiencia y tiempo; la ética, en cambio,

procede de la costumbre”(p.33)

Por lo tanto, siempre en la prensa debe de realizar el deber de veracidad de

información ya que a través de ello obtendrá más credibilidad y aceptación por

parte de la sociedad. Según Aristóteles (2004), “las virtudes no se producen ni

por naturaleza ni contra naturaleza, sino que nuestro natural pueda recibirlas y

perfeccionarlas mediante la costumbre” (p.53).

No solo podemos ver esos problemas en la prensa escrita sino en lo

audiovisual. Cuando en los programas de televisión se le realiza una entrevista

a un personaje público, en algunos casos el entrevistador va más allá y realizan

preguntas muy privadas que algunas veces causa rechazo del entrevistado.

Por eso, un periodista no debe tener esa actitud posesiva, de contradecir al

entrevistado o querer dar a conocer la conversación privada (entrevista) que el

artista le ha dicho que no lo publiquen. Según Aristóteles (2004), de todas las

disposiciones naturales, adquirimos primero la capacidad y luego ejercemos las

actividades.

Los esfuerzos deben orientarse a la búsqueda de bienestar social. En una comunidad equilibrada, justa y feliz encontraremos personas virtuosas, pues serán felices.

Como vemos, las virtudes éticas también están vinculadas a la justicia, pero seamos sinceros, ¿hay justicia en Perú? , ya lo decía años antes de Cristo el filósofo Platón “La justicia no es más que la conveniencia del más fuerte”(La República, 2013 ,enero 11).

Casos que refuerzan esta sentencia los vemos a diario, sin embargo no dejemos que la decepción nos embargue, hay solución y está en nuestras manos, tanto comunicadores como ciudadano cualquiera. Puedes ser capaz de hacer la diferencia, dejando que tu actuar se enrumbe mediante la ética. Por ello es denigrante ver a periodistas que maquillan la información solo por el hecho de hacer unos cuantos puntos de rating, o vender más ejemplares de los periódicos. Los futuros comunicadores tienen que aprender hacer la diferencia y no lo que hace todo el mundo: cegarse, sino, enseñar a las demás personas que con las virtudes éticas podemos llegar hacer el gran cambio.

El periodismo nace con el objetivo de un bien común, mediante su imparcialidad hace llegar la información de manera masiva. Sirve como un ente fiscalizador de la democracia, para que así todos los ciudadanos puedan tener acceso a su realidad mediante la información. Pero no es extraño plantear que la ambición de poder siempre llega a corromper un buen fin, como este.

¿Qué tan importante es la ética en el periodismo? ¿Puede vivir un concepto desligado del otro?

Lo particular y maravilloso de la ética es que no se desarrolla mediante la coacción, al contrario de la moral-que es un conjunto de comportamientos y normas que nosotros aceptamos como verdaderos por imposición de la sociedad- Pero la ética ,por el contrario, es la reflexión de porqué consideramos válidas ciertas cosas, comparamos , sopesamos y de acuerdo a ello actuamos.

La ética es vital, es la médula central, a parte de la libre expresión en el periodismo. Nosotros como comunicadores tenemos que estar conscientes del poder que tenemos al tratar a la información, de modo que, un periodista no debe dejarse embelesar por el poder, debe tener la responsabilidad moral de actuar mediante sus principios y valores forjados. Por ende un gran poder conllevar una gran responsabilidad, todos los periodistas probos deben estar conscientes de ello.

Para Kant (1999) “Obra de tal manera que tomes a la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier otro, siempre como un fin al mismo tiempo y nunca como un medio” (p.65)

En el medio se acostumbra a quebrantar este imperativo, desde los medios existe una tentativa de tratar a la información como una mercancía. El objetivo principal es captar la mayor cantidad de público para obtener la mayor cantidad de réditos por publicidad. El gran peligro que esto genera es considerar a los ciudadanos como clientes y no como un público que está ávido de información trascendente.

En esta segunda formulación del imperativo categórico queda explícito que periodismo es intencional, se lucha por algo se narra para alcanzar un fin, no un objetivo individual, trabajamos para la comunidad nos debemos a ellos. Los periodistas trabajamos con personas no con objetos para hacer dinero, investigamos, exploramos para comprender las historias que envuelven a la sociedad nos centramos en la búsqueda de la verdad para orientar a la opinión pública.

Perder la ética, implica desmembrar la mística de nuestra profesión. Una de las funciones fundamentales de la prensa es la de ser un ente fiscalizador del gobierno, promover el orden, informar y concientizar a la población sobre los buenos o malos manejos que realiza el estado.

Por último, Habermass, orientado a la convivencia en sociedad expresa que el diálogo es una relación interpersonal que busca el entendimiento y el consenso, esto sucederá si las personas que entran al diálogo son autónomas y hacen uso de la argumentación. Los problemas diarios de la sociedad se generan por falta de comunicación peleas, matanzas, revueltas.

La comunicación es la herramienta principal para poder difundir una información y como manifiesta Habermass el conciliador de enfrentamientos. Para que se desarrolle el diálogo se debe dar libertad a las partes, la libre expresión es clave para el desarrollo de una charla alturada que busca ponerle fin a los conflictos. La libertad de expresión en la comunicación es vital para que se desarrolle la democracia, sin pluralidad de ideas, debates o discusiones no se generaría una sociedad equilibrada ni desarrollada. Al informar a todo el mundo sobre hechos controversiales y de sumo interés, no podemos omitir o tergiversar la información con fines oscuros o perversos que tienen un trasfondo lucrativo, nuestro compromiso implícito con la sociedad debe ser siempre el aliciente que nos motive a seguir perfeccionándonos en el periodismo. La comunicación es la base de nuestro desarrollo y el de nuestra sociedad. Nuestro objetivo va más allá, no es superfluo ni individual, al contrario busca el bien de la sociedad, lucha por la mejora, por la constitución de una sociedad equilibrada y feliz.

CONCLUSIONES:

Es prioritario no desligar jamás la ética de nuestra profesión .Hay que colocar en la balanza nuestra responsabilidad frente a los 30 millones de peruanos que reciben a diario información y opinión de diversas plataformas periodísticas. Nos recuerda Kant de que no tomemos a la humanidad como un medio sino como un fin. Tiene que generarse esa consigna de trabajar por la mejora de la sociedad. Desechando por completo ese precepto de “darle a la gente lo que quiere” que solo muestra el afán lucrativo y la falta de compromiso con el desarrollo del público.

Nos falta una comunicación de calidad que motive y ayude a identificar nuestro compromiso con el país. Que ayude a la ciudadanía a pensar en la sociedad, nos falta debatir sin hacernos daño. El diálogo como nos dice Habermas nos permite lograr un consenso, este consenso que será la prueba de madurez de que nuestra sociedad está desarrollándose, ya que es capaz de asumir libremente sus responsabilidades y compromisos más allá de intereses particulares. Será la prueba fidedigna de que verdaderamente estamos conviviendo en un ambiente democrático.

Es esencial que estos preceptos filosóficos y éticos no solo queden en los papeles; analicemos nuestra realidad, construyamos caminos que nos lleven a la buena convivencia, pues el fin del periodismo es el bien público y jamás un bien individual.

REFERENCIAS:

Aristóteles (2004). Ética Nicomáquea. Barcelona: Editorial Gredos. Kant, Immanuel (1999). Fundamentación de la metafísica de las

costumbres.  Lauer, M (2013). ¿Habrá justicia en la sociedad? La República. Habermas (2008).El discurso filosófico de la modernidad. Editorial Katz.