La Ética Protestante

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La ética protestante, donde explica Weber la aparición del capitalismo moderno no por una sucesión de causas económicas sino por la conjunción de una situación económica favorable (que también se había dado en otros momentos de la historia sin generar un efecto similar) y una mentalidad religiosa que veía en el éxito económico la señal de la predestinación para la salvación eterna. Max Weber no pretendía explicar el comportamiento económico a partir de la religión, sino mostrar que las ideas y la visión del mundo que tienen los grupos humanos ejercen una influencia en la conducta individual, independiente de otras fuerzas sociales (como el trabajo y las relaciones de producción). Las creencias y los valores son tan reales como las fuerzas materiales para explicar la historia y la acción humana. Además, Weber, estaba convencido de que las concepciones religiosas son factores esenciales en la transformación económica de las sociedades. Sobre esta dos cuestiones gira su estudio: quiere saber por qué el capitalismo se desarrolló exclusivamente en Occidente. El gran sociólogo alemán, señalaba que la característica distintiva del capitalismo moderno frente al antiguo era su carácter de empresa productiva, racional y eficiente, frente a la mera búsqueda del beneficio, a costa de la expoliación y el saqueo, que distinguía al capitalista aventurero de la Antigüedad. Weber definió alcapitalismo, aún, de una manera más simple: como existente dondequiera que se realiza la satisfacción de necesidades de un grupo humano, con carácter lucrativo y por medio de “empresas” y a una “explotación racionalmente capitalista” como una explotación “con contabilidad de capital”, recurrió, además, al espíritu del capitalismo “para describir la actitud que busca la ganancia, - racional y sistemáticamente”. Weber, advirtió magistralmente que el origen del capitalismo estaba en el surgimiento de un nuevo tipo de normas y valores que llamó “la ética protestante”. Observó que el capitalismo moderno floreció primero en países protestantes, como Inglaterra y los Países Bajos. El protestante es estimulado a trabajar duramente y a practicar la austeridad para mayor gloria de Dios. En el calvinismo, la doctrina de la predestinación alienta al creyente a buscar signos de su elección, entre los cuales se

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La ética protestante, donde explica Weber la aparición del capitalismo moderno no por una sucesión de causas económicas sino por la conjunción de una situación económica favorable (que también se había dado en otros momentos de la historia sin generar un efecto similar) y una mentalidad religiosa que veía en el éxito económico la señal de la predestinación para la salvación eterna. Max Weber no pretendía explicar el comportamiento económico a partir de la religión, sino mostrar que las ideas y la visión del mundo que tienen los grupos humanos ejercen una influencia en la conducta individual, independiente de otras fuerzas sociales (como el trabajo y las relaciones de producción). Las creencias y los valores son tan reales como las fuerzas materiales para explicar la historia y la acción humana. Además, Weber, estaba convencido de que las concepciones religiosas son factores esenciales en la transformación económica de las sociedades. Sobre esta dos cuestiones gira su estudio: quiere saber por qué el capitalismo se desarrolló exclusivamente en Occidente. El gran sociólogo alemán, señalaba que la característica distintiva del capitalismo moderno frente al antiguo era su carácter de empresa productiva, racional y eficiente, frente a la mera búsqueda del beneficio, a costa de la expoliación y el saqueo, que distinguía al capitalista aventurero de la Antigüedad. Weber definió alcapitalismo, aún, de una manera más simple: como existente dondequiera que se realiza la satisfacción de necesidades de un grupo humano, con carácter lucrativo y por medio de “empresas” y a una “explotación racionalmente capitalista” como una explotación “con contabilidad de capital”, recurrió, además, al espíritu del capitalismo “para describir la actitud que busca la ganancia, - racional y sistemáticamente”. Weber, advirtió magistralmente que el origen del capitalismo estaba en el surgimiento de un nuevo tipo de normas y valores que llamó “la ética protestante”. Observó que el capitalismo moderno floreció primero en países protestantes, como Inglaterra y los Países Bajos. El protestante es estimulado a trabajar duramente y a practicar la austeridad para mayor gloria de Dios. En el calvinismo, la doctrina de la predestinación alienta al creyente a buscar signos de su elección, entre los cuales se destaca el éxito en el trabajo y en el mundo financiero. Weber distingue cuatro corrientes principales del protestantismo ascético: calvinismo, metodismo, pietismo y sectas baptistas. El estudio que hace Weber del protestantismo ascético no pretende una descripción general de sus dogmas, sino que se interesa solamente por aquellos elementos de sus doctrinas que afectan en forma más directa y significativa a la conducta práctica de los individuos en su actividad económica. La parte mas importante delanálisis se concentra en el calvinismo. Weber sostiene que la consecuencia de esta doctrina para el creyente debe haber sido de "una inaudita soledad interior", "el asunto que para los hombres de la reforma era más decisivo, la salvación eterna, el hombre se veía obligado a recorrer solo su camino hacia un destino decretado por él desde la eternidad". Desde este punto de vista crucial, cada hombre estaba solo; no había nadie, ni sacerdote ni laico, que pudiera interceder ante Dios para conseguir su salvación. Esta erradicación de la posibilidad de una salvación por medio de la iglesia y los sacramentos es, según Weber, la diferencia mas decisiva que separaba al calvinismo tanto del luteranismo como del catolicismo. Con ello, el calvinismo provocó la conclusión final de un gran proceso histórico que Weber estudia detalladamente en otra parte: el proceso gradual del "desencadenamiento del mundo". Es evidente que esto exponía al calvinista a una enorme tensión. La pregunta decisiva, sobre la

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que todo creyente debía sentirse obligado a interrogarse (¿estoy yo entre los escogidos?) no podía responderse. El calvinismo exige de sus fieles una vida coherente y de disciplina continua, con la cual erradica la posibilidad de arrepentimiento y de remisión del pecado factible en la confesión (el fiel puede confiar sabiendo que la intervención del sacerdote le puede absolver de las consecuencias de lacaída moral). De este modo, el trabajo en el mundo material goza para el calvinista de la más alta valoración ética positiva. La posesión de riqueza no exime de ningún modo al hombre del precepto divino de afanarse en el trabajo de su profesión. La acumulación de riquezas se condena moralmente sobre la medida en que constituye una incitación al lujo y a la pereza. Es decisivo en el análisis de Weber el que estas características no son consecuencias lógicas sino psicológicas de la doctrina original de la predestinación formulada por Calvino. La creencia en la predestinación no es exclusiva del calvinismo, y sus consecuencias para la actividad humana varían según las demás creencias asociadas con ella y según el contexto social en que se da. Los orígenes del espíritu capitalista deben buscarse, por tanto, en aquella ética religiosa que se desarrolló de la forma mas precisa en el calvinismo. Weber ensaya la ética protestante como una obra pragmática: es una exploración preliminar de un conjunto de temas muy complejos; e insiste en que el alcance de su aplicación es modesto y restringido. El principal logro de la obra, según Weber, consiste en mostrar que la instrumentalidad moral del espíritu del capitalismo es un vástago inesperado de la ética religiosa de Calvino y de un modo mas general, del concepto de profesión-vocación en el mundo, concepto por medio del cual el protestantismorompió con el ideal monástico del catolicismo. EL principal efecto de la Reforma, y de la posterior historia de las sectas protestantes, fue trasladar esto desde el monasterio al mundo ordinario La ética protestante demuestra que hay una "afinidad electiva" entre el calvinismo y la ética económica de la actividad capitalista. Pretende demostrar que la racionalización de la vida económica, actividad característica del capitalismo moderno, está vinculada a opciones valorativas irracionales. Se trata de una tarea preliminar a la evaluación de las relaciones causales, tarea que en si misma, no basta para precisar las causas. Weber pone muy de relieve que el material analizado en La ética protestante, descalifica "la doctrina del materialismo histórico ingenuo", según el cual las ideas, como las que implican las creencias calvinistas, se consideran como simples "reflejos" de las condiciones económicas. Por todo el mundo, el capitalismo evoca odio. Esta palabra se asocia al egoísmo, la explotación, la desigualdad, el imperialismo, la guerra. El capitalismo democrático parece haber perdido su espíritu. La invocación de la lealtad hacia el capitalismo democrático porque genera la prosperidad parece una actitud puramente materialista. El talón de Aquiles del capitalismo democrático es el hecho de que durante dos siglos ha apelado demasiado por el espíritu humano. Esta deficiencia no esobra de la fatalidad. No es una falla absolutamente inevitable sino una omisión intelectual. La falla irónica en el capitalismo democrático es esta: que sus 0xitos en el orden político y en el orden económico lo miran en el orden cultural. Entre más triunfa, más fracasa.

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Weber expone un documento de Benjamín Franklin que resume características del “espíritu”, resume los principios de esa ética o ethos del capitalismo moderno (Occidental), que viene a decir que la moralidad es útil porque proporciona crédito y éstas con virtudes que benefician solo al individuo. Esto es un fin vital, el expresar la virtud en el trabajo. Comenta el autor algunos rasgos del espíritu. Defiende que la mentalidad profesional es el fruto de un proceso educativo, ni se nace con ella ni se induce con salarios. El hombre no existe para el negocio, sino que el negocio existe para el hombre. El “espíritu” rechaza la ostentación y el reconocimiento social, de la importancia a lo cualitativo y no lo cuantitativo. Después de describir brevemente las características básicas del ethos, se expondrá la visión de Weber respecto a la influencia sobre el mismo del protestantismo. La palabra “profesión” se utiliza por primera vez en la traducción Luterana de la Biblia (en sentido literal), y en sentido ideal constituye un dogma común a todas las confesiones protestantes. Sienten como un deber la tarea del trabajo y elcumplimiento de los propios deberes es la mejor forma de agradar a Dios. (Esta afirmación constituye la principal aportación de la reforma). Weber critica de Lutero el hecho de que predique la obediencia a la autoridad, que hace que cada cual se “conforme” con lo que le ha tocado en la vida. Weber dice que no hay afinidades muy claras entre Lutero y el capitalismo, por ello desvíala investigación hacia el calvinismo y otras sectas puritanas, con el objetivo de buscar ese nuevo sentido que se da en la ética capitalista, la obra social para Dios, para salvar el alma. Es una ética profesional que está al servicio de la vida terrenal de la colectividad. Son tareas impuestas de manera objetiva e impersonal por ley natural, y no son elegidas por Dios, son “instrumentos” de él y no “recipientes”. Al estado de gracia se llega con la fé en uno mismo, con seguridad. Esta necesidad del trabajo se inculca para ahuyentar toda duda religiosa, racionalizando así la vida moral, sistematizándola. Dentro de esta ideología entre la preocupación por el porvenir y no por el goce (ascetismo protestante). Esto le acerca bastante al frío espíritu jurídico y activo del empresario burgués capitalista. El hecho de pasar al estado de gracia a través de la reflexión, le daba a la ideología reformada el carácter ascético y este tenía un poder liberador ya que era una ascesis terrenal, y no sobrenatural (como laascesis puritana defendía). En la última parte de su obra, Weber refleja la conexión que hay entre el ascetismo protestante y la economía. Para esta ideología la riqueza era un grave peligro. Aspirar a ella es absurdo (comparado con la inmensidad de Dios) y éticamente reprobable. El ascetismo protestante se va aumentando por la influencia de otros dogmas como el movimiento bautizante o los cuáqueros. Surge un nuevo protestantismo ascético más riguroso que el calvinismo (aunque se basa en él). La nueva ascesis va contra todo ánimo de lucro, riquezas...Es moralmente reprobable descansar en la riqueza y gozar de los bienes. Prohibía tomarse el trabajo como algo ocioso por que era el fin absoluto de la vida prescrito por Dios. Las consecuencias de esta nueva ascesis son: Ø Se van especializando los trabajos, se desarrolla mayor destreza, por lo que aumenta tanto cualitativa como cuantitativamente el provecho del bien general. La profesión no fija llevaba al ocio en el trabajo, al desorden en la vida. El trabajador que era profesional tenía un orden en su trabajo, era un ejercicio virtuoso y una comprobación del estado de gracia a través de la

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honradez, cuidado y método. Ø No hay que conformarse con lo que “disponga Dios”. Sino que hay que cambiar de trabajo si va a resultar más grato (útil) según criterios éticos, de bienes para la colectividad y de provecho para el individuo. Esto es,no era una lucha contra el lucro racional, sino contra el uso irracional de las riquezas. De este modo, si Dios da un lucro en el camino lo hace por un fin y hay que aprovecharlo. La riqueza es ilícita solo cuando supone un goce y un despreocupación. Ø Respecto a la producción de bienes, el ascetismo lucha contra la sed de bienes instintivas, deslealtad y consumo. No gastar inútilmente, sino que se debe invertir en fines productivos. Es así como se forma un capital como consecuencia de la acción ascética del ahorro. Ø El empresario burgués ascético podría girarse por interés de lucro si su estado de gracia era bendecido por Dios. Siempre se mueve dentro de los límites de la corrección normal con una conducta ética intachable, por lo que nunca hacía uso inconveniente de las riquezas. Ø Éste empresario ponía a su disposición trabajadores sobrios, de gran resistencia y lealtad profesional. Ø Si existe una repartición desigual de bienes, es obra de la providencia divina. Ø Respecto a la productividad de los salarios bajos, opinaban que la pobreza movía a la gente a trabajar (Calvino).Ø De todas estas actitudes de vida se concluye que se ha afianzado la raíz religiosa y aumentado el sentido utilitarista. Weber, después de este análisis, considera esta ideología ascética como la máxima palanca de la expansión de la concepción de la vida que él llama “Espíritu del Capitalismo”.

Analisis De La Etica Protestante

Introducción.Max Weber en su obra sociológica la ética protestante y el espíritu del capitalismo estudia la moral que proponían ciertas religiones protestantes, con variables tales como la predestinación y el concepto de profesión; esto con el único objeto de compararlas el tipo ideal de empresario capitalista.En su estudio Weber analiza todas las variables que pudieron dar el nacimiento del capitalismo desde un enfoque religioso sin dar tanta valoración a los factores económicos.Introducción.Cuando usamos el termino capitalismo generalmente es confundido con “afán de lucro u tendencia a enriquecerse” (ambición). Lo anterior se da en todo lugar, momento y condición en al que el individuo tenga un afán irracional de enriquecerse.Por el contrario el capitalismo es la moderación racional al ya mencionado impulso irracional de lucro.Para nosotros un acto de “economía capitalista” significa: acto que descansa en la expectativa de una ganancia debida al juego de reciprocas probabilidades de cambio.La actividad lucrativa de tipo capitalista se basa en un cálculo de capital, mediante el cual se estiman los modos de producción de más capital, de tal manera que se obtenga un beneficio

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mayor al invertido en el proceso adquisitivo.Para Weber el capitalismo ha existido siempre en todas las culturas y en todos los tiempos, así que para él el problema central no es el capitalismo como tal, sino el origen del capitalismo industrial burgués con su organización racional del trabajo libre.Este libro constade dos trabajos que intentan determinar la influencia de ciertos ideales religiosos en la formación de una mentalidad económica, enfocándose en las conexiones de la ética económica moderna con la ética racional del protestantismo ascético.El punto de comparación es la conexión de las religiones más importantes, y la estructura social donde nacieron.Confesión y estructura social.Era notable que los partidarios del protestantismo tenían una participación mayor en la posesión de capital, en la dirección empresarial y la adquisición de los más altos puestos de trabajo en las empresas industriales y/o comerciales más grandes.Lo anterior sucedía donde el avance del capitalismo en la época de su mayor auge tuvo poder para organizar a la población en capas sociales y profesionales de acuerdo con sus necesidades.En el siglo XVI gran parte de los territorios más ricos del Reich, más favorecidos por la naturaleza y con un mayor desarrollo económico, se habían convertido al protestantismo.Al parecer las tendencias económicas no dependen de las religiosas, sino al contrario, ya que la ruptura con el tradicionalismo económico parece ser un momento excepcionalmente favorable para que le espíritu se incline a la duda ante la tradición religiosa y acabe por revelarse contra las autoridades tradicionales (la reforma).Con la anterior reforma no se eliminaba el poder eclesiástico únicamente, más bien la sustitución de la forma actual por otra diferente.Esta transformación no solo afecto a la vida económica,afecto también a la educación: la mayoría de de los protestantes estudiaban profesiones de tipo industrial y comercial; mientras que los católicos preferían las de tipo humanista, lo que significo una menor participación de los católicos en la vida capitalista y en los trabajos de la industria moderna.Los protestantes en cualquier situación (opresores u oprimidos, como mayoría o minoría) han demostrado una tendencia al raciocinio económico, tendencia que no se da en los católicos.Un escritor contemporáneo de Weber creyó haber explicado las tendencias económicas de las dos confesiones de la siguiente manera:Un católico prefiere llevar una vida tranquila y bien asegurada as pesar de no tener buenos ingresos; el protestante en cambio, prefiere el peligro a cambio de honores y riquezas. Weber desmiente lo anterior comparando los protestantes de un país con otro (Alemania y Francia) y a los católicos de la capa inferior con los de la capa superior.Weber encuentra una supuesta “virtud” capitalista del sentido de negocios y una forma de piedad intensa, que impregna y regula todos los actos de la vida protestante. Esta característica es hallada en mayor medida en el calvinismo. Esta piedad tenía una conjunción con el desarrollo y éxito comercial.Ahora solo basta abandonar las vagas generalidades en las que nos hemos movido y penetrar en los idearios religiosos que se han traducido históricamente en la religión cristiana; para repudiar a la incógnita de que si ¿habrá o no relación entre la mencionadapiedad y el desarrollo económico?El espíritu del capitalismo.

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No es posible definir específicamente al espíritu del capitalismo por que estaríamos definiendo una “individualidad histórica” con esto quiero decir que el significado se compondría de distintos elementos y conexiones de la realidad histórica.Weber hace referencia a Benjamín Franklin con varios supuestos del espíritu del capitalismo, pero no hace más que eso (supuestos), son solo normas de conducta ante una sociedad capitalista, conceptos tales como honradez, prudencia y puntualidad; tan solo sirven para ganar prestigio. Franklin no predicaba la ganancia como un medio de satisfacer las necesidades del hombre, sino como el fin de su vida.El supuesto enemigo del capitalismo según la ética protestante y el espíritu del capitalismo es el tradicionalismo al que están sujetos los trabajadores, pues el trabajador no se pregunta cuanto dinero puede ganar trabajando al máximo, sino cuanto trabajo hace falta para ganar una cantidad suficiente para cubrir sus necesidades.Tradicionalismo: lo que el hombre quiere “por naturaleza” no es ganar más dinero sino vivir pura y simplemente, como siempre ha vivido y ganar lo necesario para seguir viviendo.La motivación que ha ocupado el capitalismo desde sus inicios para la productividad de los trabajadores es la de pagar poco, de esta forma motiva al obrero a trabajar para alcanzar cierta cantidad de dinero. Con esto no solo se obtiene una mayor ganancia, sino que también se invierte menos capital (mayorrentabilidad de los medios de trabajo). Pero desde el punto de vista comercial el el salario bajo como base de desenvolvimiento capitalista fracasa siempre que se trata de conseguir trabajos que exigen un trabajo cualificado (intelectual); en estos caso, el salario bajo no es rentable y causa efectos contarios a los pretendidos.También los empresarios capitalistas se veían afectados directamente por el tradicionalismo en sus formas de producción. Podría decirse que el “espíritu del capitalismo” animaba a los empresarios, pero mantenían la forma tradicional de llevar el negocio con sus respectivas ganancias tradicionales. Pero estos fueron atacados por el proceso de “racionalización” y se empezó a aplicar la frase: “quien no asciende, desciende.” En la industria y el comercio, y los que se aferraron al viejo estilo limitaron su plan de vida, mientras que el resto comenzó a ahorrar para enriquecerse.Según Weber el tipo ideal de empresario capitalista es el de aquel que aborrece la ostentación, el lujo inútil y el goce conciente de su poder; le repugna aceptar signos externos del respeto social que disfruta, por que le son incómodos. “Nada” de su riqueza lo tiene para su persona; sólo posee el sentimiento irracional de cumplir buenamente en su profesión.El orden económico capitalista requiere esta entrega a la profesión de enriquecerse; y ya no requiere apoyarse en la aprobación de los poderes religiosos.El “raciocinio económico” es un concepto histórico lleno de contradicciones; así pues investigaremos ala forma de vida y pensamiento racional que dio origen a la idea de “profesión” y al dedicación irracional del trabajo profesional que es un elemento de la civilización capitalista.Confesión luterana de la profesión.Para los luteranos, así como para las demás religiones de carácter protestante, la “profesión” (beruf), es una reminiscencia religiosa: la idea de una misión impuesta por dios.Tanto el sentido literal como la idea nueva de la profesión fueron causa de la reforma; ya que la conducta moral reformista siente como un deber el cumplimiento de la tarea profesional en el mundo. Tal era el sentido sagrado del trabajo, lo que engendró el concepto ético-religioso de la profesión, concepto que resume el dogma común de todas las confesiones protestantes.

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Para los protestantes dios no reconoce la superación de la moralidad terrena, sino el cumplimiento en el mundo de los deberes que a cada quien impone y por lo cual se convierte para él en profesión.* Para Lutero existe una idea que al mismo tiempo es profana y religiosa del trabajo profesional como manifestación del amor al prójimo.* Para Adam Smith la obligación del trabajo obliga a cada quien a trabajar para los demás.Lutero se basa en la biblia para darle significación a la profesión (en especial del antiguo testamento); de donde toma una idea religiosa análoga: que cada quien se preocupe por atender su alimentación, y que los herejes se encarguen de ganar dinero; tal fue el sentido que le dio a todos los pasajes que hablan de unoficio o profesión.En medida que Lutero comienza a estimar en más al trabajo profesional, y se perfila en mayor medida a la idea de que el ejercicio de una determinada profesión concreta es como un mandamiento que dios dirige a cada uno, obligándole a quedarse en la situación en que dios lo coloco.Los fundadores reformistas no tenían como fin de sus trabajos o actividades el espíritu del capitalismo, tampoco consideraron la aspiración a los bienes materiales como un valor ético, o como un fin en sí, ni dieron importancia primordial a los programas de reforma moral. Lo único que los movía era la salvación humana.El “espíritu del capitalismo” (del capitalismo actual) solo se pudo crear gracias a la reforma.Los fundamentos religiosos del ascetismo laico.Los representantes religiosos del protestantismo ascético son: el calvinismo (doctrina religiosa protestante, basada en las teorías de Juan Calvino), el pietismo, el metodismo (doctrina religiosa que se caracteriza por la rigidez de sus principios y la defensa de la oración personal frente a las formas de culto públicas y oficiales) y las sectas nacidas del movimiento bautizante.Según los calvinistas el hombre esta condenado a recorrer solo su camino hacia un destino ignorado, que ha sido preescrito desde la eternidad, para así poder conseguir la felicidad eterna. El trabajo social del calvinista, en su en su acepción más simple desprovista de connotaciones contemporáneas, en el mundo, se hace gloria de dios; y lo mismo ocurre con la ética profesional.Por lo tanto, su primera manifestación es el cumplimiento de las tareas profesionales impuestas por la ley natural, con un carácter objetivo e impersonal. El desconocimiento del dualismo entre el individuo y la ética, a pesar de que éste pone al individuo a solas consigo mismo en lo que a cuestiones religiosas se refiere; ahí radica la fuente del carácter utilitarista de la ética calvinista y de los más característicos aspectos de la concepción profesional del calvinismo. Esta religiosidad, de marcada tendencia mística, no solo es perfectamente compatible con su sentido marcadamente realista, sino que incluso puede constituir su más firme apoyo por su incompatibilidad con las doctrinas de carácter dialéctico.El calvinista no acepta una afectiva penetración de lo divino en el alma por su absoluta trascendencia de dios sobre lo creado. El hombre debe asegurarse su estado de gracia sintiéndose como recipiente o como instrumento del poder divino (obrar ascéticamente como en el calvinismo). El dios del calvinista no exige de sus fieles tales o cuales “buenas obras,” sino una santidad al obrar elevada a sistema; así, el penitente posee una regla segura con la que sabe a que atenerse exactamente, y por la cual orienta y rige toda su vida. Prudente, alerta y precavido, vive con arreglo a la ley.El ascetismo puritano trabaja por capacitar a los hombres en la afirmación de sus motivos constantes (que eran los mismos que el ascetismo les inculcaba) frente a los afectos. Lo que

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pretendía era educar al individuocomo una personalidad, para que así éste pudiera llevar una vida alerta, clara y consiente. La consecuencia de esta metodización (de la conducta ética), que había sido impuesta por el calvinismo era una cristianización de toda la existencia.El valor específico de la confraternidad radica e actividad de la vida cristiana en la misión y el trabajo profesional; no debe de verse en este factor sentimental lo especifico del pietismo frente al luteranismo, pero, en comparación con el calvinismo, el grado de realización de la vida era mucho menor. En conjunto, la evolución del pietismo se orientó en el sentido de una creciente acentuación del factor sentimental. Las virtudes que cultivan el pietismo eran distintas de las que podía provocar el funcionario, empleado, trabajador o artesano o el patrono de sentido patriarcal con sencillez grata a dios; el calvinismo parece mucho más cercano al frío espíritu jurídico y activo del empresario burgués capitalista.Los efectos que en la vida que en la vida económica la idea puritana de profesión han sido analizados con los varios elementos que, en conjunto, existieron y actuaron en todas las confesiones religiosas ascéticas, en eso consiste la razón de la penetrante acción económica de las minorías protestantes ascéticas, no de las católicas. “el ascetismo cristiano se lanza al mercado de la vida, cierra los claustros y se dedica a impregnar con su método esa vida, a la que transforma en vida racional en el mundoRelación entre ascesis y el espíritu capitalista.Elpuritanismo inglés dio a la idea de profesión su fundamentación más consecuente. El ascetismo se endereza ahora a anular toda aspiración al enriquecimiento con bienes materiales. Lo que es realmente reprobable para la moral es el descanso en la riqueza, el gozar de los bienes, con la inevitable consecuencia de ociosidad y las consiguientes desviaciones de las aspiraciones hacia una vid santa. Además de esto, el trabajo es, fundamentalmente un fin absoluto de la vida preescrito por dios.Definitivamente la vida profesional del hombre debe ser un ejercicio ascético y consecuente de la virtud, una comprobación del estado de gracia de la honradez, cuidado y método que se pone en el cumplimiento de la propia tarea profesional. La riqueza es reprochable en cuanto incita a la pobreza corrompida y el goce sensual de la vida, y el deseo de enriquecerse sólo es malo cuando tiene por fin asegurarse una vida despreocupada y cómoda.Desde el momento en que el ascetismo abandonó las celdas monásticas para instalarse en la vida profesional y dominar la moralidad mundana, contribuyó en lo que pudo, a construir el grandioso cosmos de orden económico moderno que, vinculado a las condiciones técnicas y económicas de la producción mecánico-maquinista, determina hoy con fuerza irresistible el estilo vital de cuantos individuos nacen él.Conclusión.La ética protestante y el espíritu del capitalismo es una investigación amplia y completa en la cual niega al capitalismo como creación de la reforma. En este trabajo Weberanaliza todas las posibles influencias religiosas que dieron lugar al capitalismo. Como no puede darle un peso especifico a estas variables, decide abordar el mismo tema desde varios puntos de vista.Weber busca una relación causal de la ética económica tratando de demostrar la influencia de la ética protestante sobre la economía. Se basa en el carácter protestante de las propiedades y empresas protestantes, así como de las esferas superiores de la clase trabajadora.Me parece rescatable que Weber para una misma investigación analice todos puntos de vista que pudieron ayudar al nacimiento del capitalismo moderno, sin embargo deja de lado al factor económico y la relación causal histórica a parte de la reforma, además me parece que

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parte de una suposición completamente subjetiva, a la cual le trato de dar una significación científica; es una investigación muy bien hecha pero como toda investigación se queda corta al compararla con la realidad.GlosarioAdam Smith: Adam Smith (1723-1790), economista y filósofo británico, cuyo famoso tratado Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones, más conocida por su nombre abreviado de La riqueza de las naciones (1776), constituyó el primer intento de analizar los factores determinantes de la formación de capital y el desarrollo histórico de la industria y el comercio entre los países europeos, lo que permitió crear la base de la moderna ciencia de la economía.Calvinismo: teología cristiana del reformador de la Iglesia Juan Calvino. Eltrabajo de Calvino Institutio christianae religionis (Institución de la religión cristiana, 1536-1559) fue el que tuvo mayor influencia en el desarrollo de las iglesias protestantes de la tradición reformada.La doctrina calvinista se basa en la tradición teológica paulina y agustiniana. Dentro de sus dogmas más importantes se incluye la creencia en la soberanía absoluta de Dios y la doctrina de la justificación sólo por medio de la fe. Lo mismo que el reformador religioso alemán Martín Lutero, Calvino rechazaba el hecho de que los seres humanos fueran capaces de gozar del libre albedrío después de la caída de Adán, pero Calvino llegó incluso más allá de Lutero en la elaboración de una doctrina de la predestinación (algunas personas han sido elegidas por Dios para salvarse, mientras que otras son rechazadas por Él y están destinadas sin remedio a sufrir la condenación eterna). Calvino también compartía la idea de Lutero de que la Biblia constituía la única norma para una vida de fe, aunque no estaba de acuerdo con Lutero en la defensa que éste hacía del sometimiento del Estado a la Iglesia, como tampoco en su teología sobre la Eucaristía. Muchos de los principios del calvinismo tuvieron fuertes implicaciones sociales, en particular el que señala que la economía, la industria y el trabajo penoso forman parte de la virtud moral, y que el éxito en los negocios es una evidencia de la gracia divina. Como estas teorías ayudaban a crear un clima muy apropiado para el comercio, Calvino jugó un papel trascendental enla transición del feudalismo a la implantación del capitalismo.Lutero: teólogo y reformador religioso alemán, iniciador de la Reforma protestante. Figura crucial de la edad moderna en Europa, la influencia del conjunto de sus teorías y doctrinas (que suele ser denominado luteranismo) se extendió, más allá de la religión, a la política, la economía, la educación, la filosofía, el lenguaje, la música y otros espacios de la cultura.Metodismo: movimiento protestante que cuenta con unos 50 millones de seguidores repartidos por todo el mundo, en especial, en países de lengua inglesa, y que data de 1729, cuando un grupo de estudiantes de la Universidad de Oxford comenzó a reunirse para estudiar y practicar el culto y los servicios cristianos. Sus compañeros de universidad denominaron al grupo el 'Club Santo' y a sus miembros 'metodistas', haciendo alusión al modo tan metódico con que realizaban las distintas prácticas que su sentido de responsabilidad cristiana y ritual religioso les indicaba.Pietismo: en su origen movimiento luterano reformista alemán que surgió entre los siglos XVII y XVIII, y ponía de relieve la conversión individual, "la fe viviente", y a gozar de sus frutos en la vida diaria. El término pietismo proviene de collegia pietatis (reuniones informales y devocionales) organizadas por Philipp Jakob Spener cuando era pastor en Frankfurt. Al principio estas reuniones se celebraban en la casa de Spener los domingos por la tarde y pronto se hicieron populares en toda Alemania. Los participantes nose separaron de la Iglesia

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oficial ni de su culto, pero intentaron cambiar la Iglesia desde dentro. Celebraban reuniones de oración y estudiaban la Biblia de forma individual y en pequeños grupos, además de llevar una vida cristiana disciplinada. Insistieron en que los pastores debían tener fe además de un conocimiento teológico ya que, según ellos tener fe no significaba aceptar proposiciones teológicas correctas sino confiar en Cristo. Convencidos de que el mundo podía ser ganado para Cristo a través de la conversión y la práctica cristiana individual, los pietistas destacaron la importancia de la educación.El pietismo se vio influenciado por el puritanismo inglés a través de las traducciones alemanas de las obras de Richard Baxter, Lewis Bayly y John Bunyan, que, a su vez, afectaron el desarrollo religioso de Inglaterra y América, sobre todo a través de su influencia en Juan y Charles Wesley y el metodismo. En los países escandinavos, el pietismo, con el apoyo de la nobleza y de la monarquía, revitalizó a la iglesia. Eclipsado durante un tiempo por la Ilustración, el pietismo reapareció en el siglo XIX y se convirtió en un movimiento importante en la Iglesia cristiana. Los pietistas modernos subrayan el espíritu ecuménico, el "reino de Dios", y su realización en la historia, la ética y la experiencia personal cristiana.Reforma: Reforma, movimiento religioso surgido en el siglo XVI en el ámbito de la Iglesia cristiana, que supuso el fin de la hegemonía de la Iglesia católica y la instauración dedistintas iglesias ligadas al protestantismo. La Reforma, precedida por la cultura del renacimiento y, de alguna forma, seguida por la Revolución Francesa, alteró por completo el modo de vida de Europa occidental e inició la edad moderna. Aunque se inició a principios del siglo XVI, cuando Martín Lutero desafió la autoridad papal, las circunstancias que condujeron a esa situación se remontan a fechas anteriores y conjugan complejos elementos doctrinales, políticos, económicos y culturales.A partir de la revitalización que vivió el Sacro Imperio Romano Germánico desde que Otón I el Grande se convirtiera en emperador en el 962, los papas y emperadores se vieron involucrados en una continua contienda por la supremacía en los asuntos temporales y terrenales. Este conflicto concluyó, a grandes rasgos, con la victoria del Papado, pero creó profundos antagonismos entre Roma y el Imperio, que aumentaron durante los siglos XIV y XV. La animosidad provocada por los impuestos papales y por la sumisión a los delegados pontificios se extendió a otras zonas de Europa. En Inglaterra, el principio del movimiento para lograr una independencia absoluta de la jurisdicción papal empezó con la promulgación de los estatutos de Mortmain (1279), Provisors (1351) y Praemunire (1393), que redujeron, en gran medida, el poder de la Iglesia en el control del gobierno civil sobre las tierras, en el nombramiento de cargos eclesiásticos y en el ejercicio de la autoridad judicial.El reformador religioso inglés del siglo XIV John Wycliffeatacó con audacia al propio Papado, arremetiendo contra la venta de indulgencias, las peregrinaciones, la excesiva veneración a los santos y los bajos niveles morales e intelectuales de los sacerdotes. Para hacer llegar sus ideas a individuos de cualquier extracción social, tradujo la Biblia al inglés y comenzó a predicar en esta lengua y no en latín. Sus enseñanzas se extendieron a Bohemia, donde encontraron un fuerte partidario en Jan Hus. La ejecución de Hus por herejía, en 1415, desencadenó casi de inmediato el estallido de las denominadas Guerras Husitas, que revelaron una violenta expresión del nacionalismo bohemio nunca suprimido por completo, a pesar de las duras campañas represivas emprendidas por las fuerzas combinadas del Emperador y del Papa. Estas luchas fueron precursoras de la guerra civil religiosa que tuvo lugar en Alemania ya en tiempos de Lutero. En Francia, en 1516, un concordato entre el Rey y el Papa puso a la Iglesia francesa,

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de forma sustancial, bajo la autoridad regia. Los concordatos firmados con otras monarquías nacionales también prepararon el camino para la aparición de iglesias nacionales.Ya en el siglo XIII, el Papado se había hecho vulnerable a los ataques y reproches de los reformistas, debido a la codicia, inmoralidad e ignorancia de muchos de sus miembros en todas las esferas de su jerarquía. Las extensas posesiones de la Iglesia, libres de cargas, que constituían, según cálculos diversos, entre una quinta y una tercera parte de todas las tierras de Europa,estimularon el resentimiento por parte del campesinado. La llamada cautividad de Babilonia que vivieron los papas durante el siglo XIV, cuando tuvieron su sede en Aviñón, y el consiguiente Gran Cisma de Occidente, provocaron graves perjuicios en la autoridad de la Iglesia y dividieron a sus partidarios en seguidores de uno u otro papa. Los miembros de la Iglesia reconocieron la necesidad de afrontar una reforma interna. En el Concilio de Constanza (1414-1418) se debatieron ambiciosos programas que proponían la reorganización de la totalidad jerárquica, pero ningún proyecto consiguió un apoyo mayoritario y no se instituyó ningún cambio radical.El humanismo, la revitalización de la formación clásica y la inquietud doctrinal y especulativa, que comenzaron a desarrollarse en el siglo XV en Italia, desplazaron al escolasticismo como filosofía principal en Europa occidental y privaron a los líderes de la Iglesia del monopolio sobre la enseñanza que antes habían ostentado. Los miembros legos estudiaban literatura antigua y eruditos de la categoría del humanista italiano Lorenzo Valla evaluaron de forma crítica las traducciones de la Biblia y otros documentos que eran la base del dogma y de la tradición de la Iglesia. La invención de la imprenta con tipos de metal móviles incrementó en gran medida la circulación de los libros y extendió las ideas de renovación espiritual por toda Europa. Los humanistas que vivían fuera de Italia, como Erasmo de Rotterdam en los Países Bajos, John Colet y Tomás Moro en Inglaterra, JohannReuchlin en Alemania y Jacques Lefèvre d'Étaples en Francia, aplicaron nuevas normas a la evaluación de las prácticas de la Iglesia y al desarrollo de un conocimiento más preciso de las Escrituras. Estos eruditos estudios sentaron las bases sobre las que Martín Lutero y Juan Calvino reivindicaron que la única autoridad religiosa posible era el juicio individual aplicado al estudio de la Biblia.A pesar de la diversidad de las fuerzas reformadoras del siglo XVI, la Reforma tuvo resultados muy importantes allí donde triunfó. En general, el poder y las riquezas perdidas por algunos nobles y por la jerarquía católica pasaron a la clase media y a los monarcas. Varias regiones de Europa ganaron independencia política, religiosa y cultural. Incluso en países como Francia y lo que hoy es Bélgica, donde el catolicismo se mantuvo, se desarrolló un nuevo individualismo y nacionalismo en materia cultural y política. El énfasis protestante con respecto al juicio personal en el ámbito religioso aumentó el desarrollo de los gobiernos democráticos basados en la elección colectiva realizada por votantes individuales. La destrucción del sistema medieval favoreció a la banca y al comercio al eliminar las tradicionales restricciones religiosas y abrió el camino para el crecimiento del capitalismo moderno. Durante la Reforma, las lenguas nacionales y la literatura avanzaron en gran medida debido a la extensa difusión de la literatura religiosa escrita en las lenguas vernáculas en lugar del latín. La educación popular tambiénfue estimulada gracias a las nuevas escuelas fundadas por Colet en Inglaterra, Calvino en Ginebra y los príncipes protestantes en Alemania. La religión ya no era tanto una parcela privilegiada del alto clero, sino una expresión directa de las creencias de la población. Sin embargo, la intolerancia religiosa no disminuyó y los enfrentamientos religiosos continuaron siendo frecuentes durante cerca de un siglo.

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Bibliografía básicaWeber, Max. “la ética protestante y el espíritu del capitalismo”. Editorial diez argentina 1976Bibliografía complementariaBiblioteca de Consulta Microsoft ® Encarta ® 2005. © 1993-2004 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.La ética protestante y el espíritu del capitalismo pp.8Op. Cit. Pp.9La ética protestante y el espíritu del capitalismo. Pp.27Op. Cit. Pp.28Dr. Offenbacher, loc., Cit. Pp.68La ética protestante y el espíritu del capitalismo. Pp.36La ética protestante y el espíritu del capitalismo. Pp.41Op. Cit. Pp.59La ética protestante y el espíritu del capitalismo. Pp. 60Op. Cit. Pp.71IBID.Los primeros en darle el sentido actual a la palabra “profesión,” fueron los luteranos y después para las demás confesiones protestantes tomo la misma significación. La ética protestante y el espíritu del capitalismo. Pp.81Op. Cit. Pp.81La ética protestante y el espíritu del capitalismo. Pp.201Op. Cit. Pp.797La ética protestante y el espíritu del capitalismo. Pp.149Op. Cit. Pp.207La ética protestante y el espíritu del capitalismo. Pp.225

Causas reforma protestanteCausas sociales y económicas del arraigo de la Reforma protestante en el centro-norte de Europa.Las causas del arraigo de la Reforma protestante en el centro-norte europeo hay que buscarlas en la conciencia social y en el contexto económico del periodo. Primero vamos a analizar el contexto mental, intelectual, en el que nace la Reforma protestante. Es decir, ¿cómo era y cómo pensaba este hombre moderno que abrió los brazos al protestantismo y que permitió por tanto su arraigo? Después, y a medida que avance el trabajo, iremos desvelando las causas económicas que también llevaron, o conllevaron, este arraigo del protestantismo, teniendo especialmente en cuenta las conclusiones de Trevor Roper al respecto. Así mismo cabe decir que se da en este trabajo especial importancia a las causas sociales, en concreto a la mentalidad social de los profesos al protestantismo, por considerar que fue esta la principal causante del triunfo de este movimiento ahí donde asentó. Es decir, sin una nueva mentalidad no hubiera sido posible esta división cristiana que supuso el protestantismo. El contexto económico, al fin y al cabo, no era tan distinto del de la bajomedievalidad, y en este sentido no se puede atribuir en exceso a él los motivos del arraigo del protestantismo en el centro-norte europeo. Analizaremos, pues, en mayor medida las causas sociales.Recordemos que la Reforma protestante nace como un movimiento que acusa el poder, no justificado, de la Iglesia sobre los bienes y sobre las personas. El encorsetamiento al que el

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pueblo essometido por parte de los clérigos y las tendencias “viciosas” del papado desde la bajomedievalidad no hace más que ensuciar progresivamente la imagen de la Iglesia Romana. Los clérigos desde la bajomedievalidad habían venido preocupándose más por sus propiedades y riquezas que por sus labores pastoriles. La venta de indulgencias para financiar basílicas y otras propiedades de la Iglesia fueron la gota que colmó el vaso y que enemistó definitivamente a este grueso de gente cristiana y la Iglesia Romana misma. Así la Reforma Protestante, al condenar la jerarquización clerical no podía más que garantizar mejores condiciones para estos nobles empobrecidos y campesinos oprimidos. Mejores condiciones porque habría menos impuestos que pagar y más tierras que repartirse. Por otro lado, debemos tener en cuenta la fuerte religiosidad de la sociedad moderna, una sociedad que se rige por la palabra de Dios y que por tanto no ve con buenos ojos a aquellos que valiéndose de ella se enriquecen y autoatribuyen derechos que no les son concedidos según la Biblia. En este sentido es muy importante retener que la sociedad de la Europa moderna era una sociedad cuya organización social y vida colectiva constituían principios religiosos. Todo, incluso la desigualdad social existente, tenía un trasfondo o explicación, religiosa. Es decir, en Época moderna, la religión lo explicaba todo, el mundo y su organización o jerarquización social, lo bueno y lo malo. Y es en este contexto “mental” donde debemos situar la Reforma protestante, que en principio surgiópara atender a la insatisfacción de los creyentes corrientes ante la degeneración y mundanería de la Iglesia cristiana, y en particular de la Santa Sede, que se encontraban tan distantes de la presunta pureza y austeridad del cristianismo primitivo y original. Así, estos reformadores del s.XVI hicieron de la corrupción de la Iglesia romana el blanco de sus ataques. Pero este rechazo a la iglesia nació como hemos dicho ya en la bajomedievalidad. En efecto, a finales del s.XIV la denominada Devotio Moderna propugnaba una experiencia religiosa menos mediatizada o institucionalizada, más personal e intimista. Y si hay que buscar un lugar natal de estas ideas debemos situarlo en la ciudad flamenca de Deventer, de ahí se extendería por los Países Bajos y las ciudades fronterizas germánicas, que es donde nació la Reforma protestante de Lutero, heredera por tanto de la Devotio Moderna. Lutero encontró en la nobleza cristiana de la nación alemana a su mejor sustento para llevar a cabo su reforma cristiana, aquella que pretendía luchar contra la “tiranía papal” y sus exacciones fiscales. Por otro lado, e insistiendo en la “mentalidad” de esta época debemos considerar que el advenimiento del Humanismo hizo renacer una nueva actitud religiosa, pero también económica, propensa al individualismo, a la exaltación del hombre mismo. El Humanismo, como movimiento intelectual de los s.XIV y XV que nace en Italia, engendra una nueva civilización donde el hombre se convierte en la medida de todas las cosas y donde el bienestar es considerado underecho universal (que muy bien casa, sin duda, con los principios que promulgará el protestantismo). A su vez, el origen del Humanismo hay que buscarlo en el crecimiento económico y urbano de la Italia septentrional de la bajomedievalidad y en última instancia es el resultado de unas oligarquías urbanas (popolo grasso) que quieren asentar su ascendencia social frente a los señores feudales, frente al papa y al emperador (recordemos que el Humanismo alimenta un republicanismo o patriotismo, resultado del individualismo que tanto profesa) y frente al popolo minuto de sus ciudades. Así, el Humanismo, como movimiento intelectual, apuesta por un hombre nuevo, cultivado en los studia humanitatis, y que engendrará una nueva civilización en “provecho y bienestar de la humanidad” (Lorenzo Valla).

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En este contexto, de este nuevo hombre “humanista” y profundamente religioso como lo era en la edad moderna, es donde debemos situar el nacimiento de la Reforma, un movimiento religioso que se apoyó en el individualismo y el liberalismo promovidos por los humanistas del siglo XV. Así, el protestantismo, que se inicia como un movimiento reformador que acusa la corrupción eclesiástica, acabará dividiendo la cristiandad occidental en dos, rompiendo por tanto la unidad religiosa en occidente. De esta división por un lado nos encontramos con los países que reconocen al papa como supremo y único jefe la Iglesia católica, los países católicos. Por otro lado los países que rechazan las pretensiones de Roma y que proponen una vertiente cristiana másindividualizada, más tradicional, los países protestantes. Esta división dio lugar a una serie importante de guerras religiosas en Europa. Hasta aquí, las causas “mentales” (que participan de las “sociales”) que propiciaron la extensión de la Reforma protestante: religiosidad individualizada advenida con el humanismo y decepción de la comunidad cristiana frente a la vida ostentosa de la Iglesia. Vayamos con el resto de causas sociales y económicas.Hay que considerar que la Reforma protestante se inició en Alemania y por tanto serán de sumo interés, para entender los motivos del arraigo del protestantismo, las condiciones económicas y sociales que tenía el Sacro Imperio Romano Germánico. En Alemania había muchas ciudades enriquecidas gracias al comercio. El grupo de mayor peso social era la alta nobleza puesto que eran propietarios de numerosas tierras y vasallos campesinos. Esto provocaba una confrontación de intereses entre éstos y la autoridad del emperador germánico, que apenas tenía poder sobre ellos. Por otro lado, junto a esta alta nobleza nos encontramos con una pequeña nobleza, más empobrecida por no decir arruinada en estos momentos y que ansia recuperar los bienes y las tierras que la Iglesia Católica ha ido acumulando. Estos nobles, terratenientes o empobrecidos, no pueden más que apoyar las ideas humanistas y protestantes que critican las excesivas riquezas y pompas de la Iglesia Católica. Así encuentran en el protestantismo una vía para dar un giro a la situación. Por otro lado, la figura del emperador del Sacroimperio y su imperialismo choca con el creciente nacionalismo de muchos príncipes y nobles (recordemos los valores ensalzados del Humanismo: el individualismo, que acreciente este nacionalismo). La Reforma será de nuevo la salida para dar un cambio a la situación y que muchos recuperen riquezas, derechos perdidos o reducidos y su individualidad. Así, los nobles de Alemania a favor de la Reforma se lanzaron al asalto de las tierras eclesiásticas en nombre de la igualdad de los hombres ante Dios. Por otro lado los campesinos pobres también se rebelaron contra los señores que los explotaban, apoyándose en el mismo principio: igualdad ante Dios. He aquí los motivos económicos más directos de la aceptación de la Reforma protestante en los países germánicos: el deseo de mejorar su situación económica por parte de la nobleza y del campesinado.En poco tiempo surgieron otras variantes del protestantismo original, el de Martín Lutero (1483-1546). La más representativa fue el calvinismo (Juan Calvino 1509-1564) pero también el anglicanismo de Inglaterra, que merece un trato especial porque fue en realidad una cuestión política, una “razón de Estado” que permitió a Enrique VIII afianzar su poder y asegurar su sucesión separándose de la Santa Sede, que no había aprobado su divorcio (y que por tanto condenaba su sucesión). En 1534 Enrique VIII promulga el acta de supremacía, según el cual el rey tenía poder para intervenir en los asuntos de la Iglesia, y no el papa. En cualquier caso, Inglaterra también quedaba separada de la Iglesia católica.

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Elluteranismo y el calvinismo pronto se extendieron por muchos países de la Europa atlántica y septentrional: Alemania, Suiza, Países Bajos, Francia… Y si la Reforma tuvo éxito en estos países fue sobre todo porque, como se ha dicho, prometía mejores situaciones, tanto a la nobleza como al campesinado. Recordemos que este último se encontraba cada vez más agobiado por las demandas fiscales de los príncipes lo que los llevó, apoyándose en la reforma, a revelarse ante estos señores o príncipes opresivos “enemigos de la cristiandad”. La servidumbre, en términos de Reforma, era contraria a la palabra de Dios. Se sucedieron varias revueltas campesinas entre 1523 y 1525 (Guerra de los campesinos Alemanes) que obligaron a Lutero a “modificar” sus principios promulgados y a negar estas revueltas. Hizo un llamamiento a la nobleza y a los príncipes locales para aplacar y exterminar a estos “rebeldes”. La guerra de los campesinos alemanes acabó con una derrota sangrienta y dolorosa pero asentó y definió la Iglesia protestante y la institucionalización de la Reforma.Profundizando en las causas económicas que permitieron el arraigo del protestantismo en lo países del centro-norte de Europa podemos llegar a la conclusión de que se debió principalmente a la mentalidad “capitalista” de los hombres que la formaban. Trevor Roper (1914-2003) nos dice que las ciudades protestantes tenían una visión de futuro que las católicas no habían llegado a tener, añadiendo que el protestantismo fue en el s.XVII “la religión del progreso”. Trevor Roper hizo unanálisis de la tesis del economista Max Weber ( 1864-1920) según la cual en el s.XVI surgió un tipo de capitalismo totalmente nuevo que nacía de la “ética protestante”, y en concreto la de Calvino. Para Weber el comerciante bajomedieval ganaba dinero porque amaba el dinero, y porque amaba derrocharlo. Con su “ética protestante” este hombre cambió de mentalidad y pasó a ganar dinero no por su gusto por el dinero sino por vocación empresarial. Sus ganancias eran ahora un hecho colateral de un nuevo sentimiento, de una nueva competitividad, surgida del protestantismo calvinista, y que Weber vino a denominar “ascetismo mundano”, aquel que niega la ostentación y la extravagancia y hacía que estos comerciantes en lugar de derrochar sus ganancias las reinvirtieran en sus negocios, en su “vocación”. Con el protestantismo la vida “profesional” relegó la vida social extravagante, improductiva, en términos capitalistas. Para Weber el protestantismo hizo nacer un nuevo espíritu aplicado a los negocios, un espíritu, en definitiva, que asentaría las bases del “capitalismo industrial”; dejando ya atrás las del “capitalismo comercial” de la bajomedievalidad, negándose a comprar tierras o títulos, en definitiva, despreciando la vida feudal. Este capitalismo industrial es el que permitiría el desarrollo económico de aquellos países donde desarrollaron su actividad estos nuevos hombres de “ética protestante”, de “ascetismo mundano”. Y en realidad fue así, pero quizás por otros motivos no tan relacionados con la ética o la religión. En su análisisal respecto, Trevor Roper llega a la conclusión de que este poderío económico de los países calvinistas (frente a los católicos) no se debe tanto a la mentalidad, religiosa en última instancia, de estos hombres como a su pedigrí económico-empresarial, por denominarlo de alguna manera. En efecto, a mediados del s.XVII nos encontramos con que los calvinistas son los grandes empresarios de Europa, la “élite económica de Europa”- como nos dice Trevor Roper. Estos calvinistas son los que financian los ejércitos y las reinversiones empresariales tanto de los países católicos como de los protestantes. Sin embargo, si esto era posible se debe a que habían acumulado grandes riquezas, cosa que- según Trevor Roper- choca con el “ascetismo mundano” de Weber. Con lo que detrás de esta devoción calvinista debía de haber algo más que hubiera llevado a estos hombres “protestantes” (“de ascetismo mundano”) a convertirse en “capitalistas industriales”.

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En su análisis sobre el tema, Trevor Roper concluye, muy fundamentadamente con datos y estadísticas, que estos calvinistas no eran nativos del país en que actuaban (Holanda, Escocia, Ginebra, Palatinado; los países calvinistas por excelencia) sino que eran inmigrantes (y muchos de países católicos), siendo la mayoría flamencos o de Lieja: “si bien fueron flamencos los que construyeron la nueva prosperidad de Holanda, también fueron flamencos los que, desde Holanda, formaron la élite de empresarios holandeses calvinistas en el resto de Europa” (p.32-33). Este hecho, que el lugar de nacimiento serepita en mayor medida que la religión de estos hombres “capitalistas industriales”, pone de manifiesto que quizás la religión, esa “ética protestante” de Weber, no fuera el motivo del advenimiento de este nuevo espíritu vocacional, capitalista moderno, industrial. Poniendo la atención en el lugar de origen de estos grandes empresarios y no en su religión podemos observar que además de los de origen flamenco encontramos asentados en estos países protestantes a los judíos de Lisboa y Sevilla, a los alemanes del sur (Augsburgo) y a los italianos (Como, Locarno, Milán y Lucca). Todos estos lugares de origen de los calvinistas del s.XVII fueron de hecho los verdaderos iniciadores del capitalismo moderno. Sus empresarios son aquellos herederos del capitalismo medieval, aquellos que en el transcurso de la bajomedievalidad a la edad moderna se beneficiaban del comercio de larga distancia y de las industrias del paño y minerales. Estos “capitalistas medievales” emigraron de sus países católicos a tierras protestantes que permitieran desarrollar mejor sus actividades económicas. Entre las causas no religiosas de este traslado de centro económico, de tierra católica a tierra protestante, podemos señalar: la presión de las restricciones de los gremios y centros de origen, la facilidad para los empresarios y obreros de migrar (a diferencia de los terratenientes y campesinos “atados” a la tierra) y en tercer lugar, la nuevas oportunidades que se estaban desarrollando en el norte, que resultaban muy atractivas para estos comerciantes. Sin embargo, apesar de esta facilidad para movilizar estas fuerzas productivas hay que decir que en realidad estos hombres fueron expulsados de su país de origen por motivos religiosos. La mayoría huyeron por temor a represalias religiosas, por su carácter de “herejes”. Pero, ¿ por qué habían devenido “herejes” en su lugar de origen?, ¿ por qué se vieron advocados a trasladarse a otros países, a estos que acabaron siendo los protestantes por excelencia, donde sus intereses económicos se vieron satisfechos y su vocación pudo desarrollarse ampliamente, asentando las bases del capitalismo industrial? El origen, según Trover, hay que buscarlo en el erasmismo y con ello volvemos al principio de este trabajo: un cambio en la mentalidad fue lo que permitió el arraigo del protestantismo. En efecto, en el 1500 la Iglesia católica tiene que afrontar una serie de reproches que no traerán pocas consecuencias. La corrupción eclesiástica empieza a devenir demasiado evidente para que los ciudadanos católicos hagan oídos sordos. Con el erasmismo se produce un cambio en la mentalidad de estos hombres que desean volver al cristianismo primitivo. El individualismo, el estudio privado de la Biblia, la vocación laica aparecen como valores que ahora son ensalzados. Los abusos eclesiásticos, ya demasiado evidentes ante los ojos de este nuevo hombre “erasmista”, “humanista” acabaran provocando un rechazo total, que ahora se materializaba en una nueva doctrina, la calvinista, heredera del erasmismo. Así, estos hombres “erasmistas” se vieron advocados a devenircalvinistas, herejes, para seguir fieles a su nueva mentalidad, ahora ya arraigada e imposible de eludir. Así, el erasmismo se presentó como una nueva manera de entender la religión, de entender al hombre, pero ante los continuos abusos de la Iglesia, este nuevo hombre ya no puedo girar la cabeza, lo que lo convirtió, casi sin quererlo, en calvinista, aquella corriente que condenaba las formas abusivas, extravagantes,

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corruptas de la Iglesia católica. Ya no había vuelta atrás, la unidad cristiana en Europa había quedado rota, por un lado aquellos que consideraban al papa como máximo pontífice, por el otro, aquellos que habiéndose adherido al erasmismo ahora eran calvinistas y que acabarían constituyendo una nueva doctrina cristiana, la protestante, fuera de sus lugares de origen, católicos ayer y hoy y donde por ende habían devenido herejes. Como nos dice Trevor Roper: “ la antigua élite de Europa se vio empujada al herejismo, porque la actitud mental que le había pertenecido durante generaciones, y que había sido tolerada durante generaciones [erasmismo], de pronto, en algunos lugares, fue declarada hereje e intolerable” ( Lectura de Trevor Roper, p.40). En efecto, fueron los abusos de Roma lo que empujó a esta aristocracia mercantil del 1500 a ser fiel a su nueva mentalidad y por tanto mostrarse contraria, lo que sin duda amenaza la corte de Roma y por tanto los acusaba de herejía. Estos empresarios, ahora calvinistas, tuvieron que abandonar los centros económicos de la Europa de 1500 y al abandonarlos había que elegir un lugar dondeno fueran herejes. Estos lugares son los que devendrán los países protestantes del centro-norte europeo, que acogen a aquellos inmigrantes de los que hablábamos que buscan oportunidades mercantiles en tierras más libres, menos gravadas de impuestos reales y eclesiásticos. Por último, creo que para entender todo el entretejido tanto económico como social que propició el protestantismo, y antes que él el humanismo y/o erasmismo debemos tener en cuenta el panorama político e institucional en la Europa del s.XV, un panorama que también contribuyó a que esta aristocracia mercantil de la que se ha hablado se viera abocada a la defensa de unos intereses que ya sólo el protestantismo podía satisfacer. Estamos hablando de los Estados modernos, aquellos en los que principado e Iglesia encuentran una alianza simbiótica que satisfaga sus respectivos intereses. Algunas viejas familias mercantiles pasaron a financiar la corte o a monopolizar algunos productos con los que proveían a la corte, alcanzando grandes fortunas y viéndose, por tanto, beneficiados con el nuevo “sistema” en tanto que financista del príncipe o proveedor de la corte. Por otro lado, nos encontramos con los perjudicados, aquellos capitalistas privados que contrariamente a los estatales ahora ya no podían ejercer ningún poder sobre el estado. Una solución para su deteriorada situación era la educación de sus hijos para convertirse en funcionarios de la Corte o de la de Iglesia en expansión, lo cual los desmarcaba dentro de los de su clase a la vez que aumentaban supropiedad sobre las tierras que ahora se presentaba como la mejor inversión; nos referimos por supuesto a la burguesía adinerada, la ennoblecida. La burguesía adinerada, como ya hemos visto en los anteriores trabajos, pasó a ennoblecerse mediante su conversión en funcionarios cuyos salarios eran pagados por impuestos públicos indirectos o imposiciones comerciales. Así, los mercantiles que no pudieron optar por ninguna de las dos opciones: aumentar sus cotas de poder y de riqueza a través del príncipe y la corte o asegurarse un ennoblecimiento mediante el cultivo y el estudio encontraron una solución alternativa en las doctrinas erasmistas que los llevaron, por lo que ya se ha explicado anteriormente, a emigrar a lugares más atractivos desde un punto de vista empresarial. Y ¿qué lugares eran más atractivos y más apropiados para estos hombres empresarios, de mentalidad, como se ha dicho, erasmista? Sólo había una solución: aquellos países donde había estallado la revuelta de Lutero, aquellos países, en términos de Weber, de “ética protestante”. Nos referimos a aquellos países del centro-norte europeo más “subdesarrollados”, más explotados, coloniales, aquellos que sostenían la alta civilización del mediterráneo y del Rin. Y donde la revolución de Lutero, tomando las ideas erasmistas de las repúblicas mercantiles las llevó a un extremo para

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condenar las prácticas de la Iglesia católica romana. Así, estos “erasmistas de estas repúblicas mercantiles del centro económico europeo del 1500” se vieron advocados al protestantismo, pues de ellosmismos se alimentó la Reforma protestante.Por lo tanto las causas sociales y económicas que hicieron que la Reforma Protestante arraigara en Europa centro-norte es que en ésta se encontraban aquellos hombres cuya mentalidad, con la avenida de Humanismo y más concretamente del erasmismo, había desembocado en la formación de un nuevo hombre, individualista, que busca su realización personal, profesional; un hombre al que ya no le satisface la pomposidad y la materialidad por sí sola. Después, la situación económica de Europa del 1500 hará que la baja nobleza se traslade a aquellos lugares de Europa (centro-norte) donde estas nuevas necesidades parece que tienen salida, donde los nuevos principios ético-morales empiezan a asentarse y a triunfar dejando atrás la mentalidad feudal. Esta baja nobleza no quiere verse más apartada y empobrecida por las clases dirigentes (reyes e iglesia) y las nuevas clases emergentes (burguesía ennoblecida). Su espíritu mercantil logrará satisfacerse en aquellos lugares donde la Iglesia católica romana ha quedado relegada. Así los países subdesarrollados de los s.XVI y XVII que se habían rebelado contra Roma ofrecieron oportunidades a los empresarios de los centros industriales antiguos: Flandes, Italia y el sur de Alemania.Por otro lado es importante tener en cuenta que si el movimiento de Lutero tuvo éxito allí donde nació, en los países alemanes, se debe en parte al freno de la labor de la Inquisición papal, que permitió el desarrollo de la atrevida propuesta de Lutero (William Monter), lo cual a suvez indica la susceptibilidad de la fe cristiana en el momento. Este hecho no debe perder importancia. Recordemos que en España la cosa fue muy distinta. La monarquía hispánica tenía una profunda base católica ya desde la Edad Me¬dia puesto que había emergido en un contexto de lucha de fe. Ese catolicismo se ve reforzado sobremanera tras la subida al trono de los Reyes Católicos. Pero esta compacta religiosidad no impidió el surgimiento de “herejes” que amenazaban los intereses reales y eclesiásticos. Y ello lo demuestra la creación de la Inquisición Real en 1478 que “velará para que los súbditos no se desvíen de la doctrina correcta, castigando a aquellos que no cumplen la ortodoxia exigida: los judaizantes, los herejes... De esta manera, queda garantizada la religión cristiana (entendida como la católica después) en el reino” (Pérez Abellán, José Antonio. La reforma Protestante en España. p 106). Quizás, sin una acción inquisitoria tan radical la cosa hubiera sido distinta o –al menos- más parecida a la de los países germánicos. Sólo quizás.En cualquier caso, la comunidad cristiana de Europa quedaba definitivamente fragmentada tras la Reforma protestante, y aunque la Iglesia católica intentara renovar la cultura popular con su posterior Reforma- o Contrarreforma- ya nunca pudo recuperar a aquellos que junto con Lutero y demás variantes protestantes posteriores encontraron la valentía, alimentada por su fe o por sus intereses económicos, de enfrentarse a la Iglesia. El camino fue duro, sangriento y en ocasionesdesesperanzador. Aún así, los protestantes se hicieron con un hueco dentro de la Iglesia que aún hoy conservan.

BIBLIOGRAFÍA:Material docente de la UOC:- TORRES, Xavier; FARGAS, Mª Adela; PUIGVERT, Joaquim M.; SALA, Núria (2009). La formación del mundo moderno. Historia II. Módulos 1 a 5. Eureca Media (Barcelona), 2009.Lecturas complementarias:

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- Monter, Willian. Controles religiosos y sociales en los países germánicos en tiempos de Reformas. Revista de la Inquisición, 2, 121-133, Editorial Complutense, Madrid, 1992.- García Cárcel, Ricardo (1997). De la Reforma protestante a la Reforma católica. Reflexiones sobre una transición. Conferencia pronunciada en El Escorial, en el curso Felipe II, príncipe, en el marco de los Cursos de verano de la Universidad Complutense de Madrid.- Trevor Roper, H.R. Religion, Reforma y cambio social. Primer ensayo del libro The European Witch-Craze of the Sixteenth and Seventeenth Centuries and Other Essays. Nueva York: Harper, 1969.- Pérez Abellán, José Antonio. La Reforma protestante en España. Posibles causas de su escaso arraigo. Panta Rei II. 2ª época (2007), pp. 103-121- Jill Kraye. Introducción al Humanismo Renacentista. “Los humanistas y la Biblia”. Traducción de Lluís Cabré. Edición de 1998. Cambridge University Press.

WEBGRAFÍA:- Artehistoria. Web de la Junta de Castilla y León. Artículos principales consultados: “La Reforma”, “Lutero” y “Humanismo”): http://www.artehistoria.jcyl.es - Enciclopedia británica on-line. Artículo “Protestantismo”:

1.Introducción  Ética (del griego ethika, de ethos, ‘comportamiento’, ‘costumbre’), principios o pautas de la conducta humana, a menudo y de forma impropia llamada moral (del latín mores, ‘costumbre’) y por extensión, el estudio de esos principios a veces llamado filosofía moral. Este artículo se ocupa de la ética sobre todo en este último sentido y se concreta al ámbito de la civilización occidental, aunque cada cultura ha desarrollado un modelo ético propio.La ética, como una rama de la filosofía, está considerada como una ciencia normativa, porque se ocupa de las normas de la conducta humana, y para distinguirse de las ciencias formales, como las matemáticas y la lógica, y de las ciencias empíricas, como la química y la física. Las ciencias empíricas sociales, sin embargo, incluyendo la psicología, chocan en algunos puntos con los intereses de la ética ya que ambas estudian la conducta social. Por ejemplo, las ciencias sociales a menudo procuran determinar la relación entre principios éticos particulares y la conducta social, e investigar las condiciones culturales que contribuyen a la formación de esos principios.2.Principios Éticos  Los filósofos han intentado determinar la bondad en la conducta de acuerdo con dos principios fundamentales y han considerado algunos tipos de conducta buenos en sí mismos o buenos porque se adaptan a un modelo moral concreto. El primero implica un valor final o summum bonum, deseable en sí mismo y no sólo como un medio para alcanzar un fin. En la historia de la ética hay tres modelos de conducta principales, cada uno de los cuales ha sido propuesto por varios grupos o individuos como el bien más elevado: la felicidad o placer; el deber, la virtud o la obligación y la perfección, el más completo desarrollo de las potencialidades humanas. Dependiendo del marco social, la autoridad invocada para una buena conducta es la voluntad de una deidad, el modelo de la naturaleza o el dominio de la razón. Cuando la voluntad de una deidad es la autoridad, la obediencia a los mandamientos divinos o a los textos bíblicos supone la pauta de conducta aceptada. Si el modelo de autoridad es la naturaleza, la pauta es la conformidad con las cualidades atribuidas a la naturaleza humana. Cuando rige la razón, se espera que la conducta moral resulte del pensamiento racional.3.Prudencia, Placer O Poder  Algunas veces los principios elegidos no tienen especificado su valor último, en la creencia de que tal determinación es imposible. Esa filosofía ética iguala la satisfacción en la vida con prudencia, placer o poder, pero se deduce ante todo de la creencia en la doctrina ética de la realización natural humana como el bien último.Una persona que carece de motivación para tener una preferencia puede resignarse a aceptar todas las costumbres y por ello puede elaborar una filosofía de la prudencia. Esa persona vive, de esta forma, de conformidad con la conducta moral de la época y de la sociedad.

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El hedonismo es la filosofía que enseña que el bien más elevado es el placer. El hedonista tiene que decidir entre los placeres más duraderos y los placeres más intensos, si los placeres presentes tienen que ser negados en nombre de un bienestar global y si los placeres mentales son preferibles a los placeres físicos.Una filosofía en la que el logro más elevado es el poder puede ser resultado de una competición. Como cada victoria tiende a elevar el nivel de la competición, el final lógico de una filosofía semejante es un poder ilimitado o absoluto. Los que buscan el poder pueden no aceptar las reglas éticas marcadas por la costumbre y, en cambio, conformar otras normas y regirse por otros criterios que les ayuden a obtener el triunfo. Pueden intentar convencer a los demás de que son morales en el sentido aceptado del término, para enmascarar sus deseos de conseguir poder y tener la recompensa habitual de la moralidad.4.Historia  Desde que los hombres viven en comunidad, la regulación moral de la conducta ha sido necesaria para el bienestar colectivo. Aunque los distintos sistemas morales se establecían sobre pautas arbitrarias de conducta, evolucionaron a veces de forma irracional, a partir de que se violaran los tabúes religiosos o de conductas que primero fueron hábito y luego costumbre, o asimismo de leyes impuestas por líderes para prevenir desequilibrios en el seno de la tribu. Incluso las grandes civilizaciones clásicas egipcia y sumeria desarrollaron éticas no sistematizadas, cuyas máximas y preceptos eran impuestos por líderes seculares como Ptahhotep, y estaban mezclados con una religión estricta que afectaba a la conducta de cada egipcio o cada sumerio. En la China clásica las máximas de Confucio fueron aceptadas como código moral. Los filósofos griegos, desde el siglo VI a.C. en adelante, teorizaron mucho sobre la conducta moral, lo que llevó al posterior desarrollo de la ética como una filosofía.5. La Temprana Etica Griega En el siglo VI a.C. el filósofo heleno Pitágoras desarrolló una de las primeras reflexiones morales a partir de la misteriosa religión griega del orfismo. En la creencia de que la naturaleza intelectual es superior a la naturaleza sensual y que la mejor vida es la que está dedicada a la disciplina mental, fundó una orden semirreligiosa con leyes que hacían hincapié en la sencillez en el hablar, el vestir y el comer. Sus miembros ejecutaban ritos que estaban destinados a demostrar sus creencias religiosas.En el siglo V a.C. los filósofos griegos conocidos como sofistas, que enseñaron retórica, lógica y gestión de los asuntos públicos, se mostraron escépticos en lo relativo a sistemas morales absolutos. El sofista Protágoras enseñó que el juicio humano es subjetivo y que la percepción de cada uno sólo es válida para uno mismo. Gorgias llegó incluso al extremo de afirmar que nada existe, pues si algo existiera los seres humanos no podrían conocerlo; y que si llegaban a conocerlo no podrían comunicar ese conocimiento. Otros sofistas, como Trasímaco, creían que la fuerza hace el derecho. Sócrates se opuso a los sofistas. Su posición filosófica, representada en los diálogos de su discípulo Platón, puede resumirse de la siguiente manera: la virtud es conocimiento; la gente será virtuosa si sabe lo que es la virtud, y el vicio, o el mal, es fruto de la ignorancia. Así, según Sócrates, la educación como aquello que constituye la virtud puede conseguir que la gente sea y actúe conforme a la moral.6.Escuelas Griegas De Ética  La mayoría de las escuelas de filosofía moral griegas posteriores surgieron de las enseñanzas de Sócrates. Cuatro de estas escuelas fueron creadas por sus discípulos inmediatos: los cínicos, los cirenaicos, los megáricos (escuela fundada por Euclides de Megara) y los platónicos.Los cínicos, en especial el filósofo Antístenes, afirmaban que la esencia de la virtud, el bien único, es el autocontrol, y que esto se puede inculcar. Los cínicos despreciaban el placer, que consideraban el mal si era aceptado como una guía de conducta. Juzgaban todo orgullo como un vicio, incluyendo el orgullo en la apariencia, o limpieza. Se cuenta que Sócrates dijo a Antístenes: "Puedo ver tu orgullo a través de los agujeros de tu capa".Los cirenaicos, sobre todo Aristipo de Cirene, eran hedonistas y creían que el placer era el bien mayor (en tanto en cuanto no dominara la vida de cada uno), que ningún tipo de placer es superior a otro y, por ello, que sólo es mensurable en grado y duración.Los megáricos, seguidores de Euclides, propusieron que aunque el bien puede ser llamado sabiduría, Dios o razón, es ‘uno’ y que el Bien es el secreto final del Universo que sólo puede ser revelado mediante el estudio lógico.Según Platón, el bien es un elemento esencial de la realidad. El mal no existe en sí mismo, sino como reflejo imperfecto de lo real, que es el bien. En sus Diálogos (primera mitad del siglo IV a.C.) mantiene que la virtud humana descansa en la aptitud de una persona para llevar a cabo su propia función en el mundo. El alma humana está compuesta por tres elementos —el intelecto, la voluntad y la emoción— cada uno de los cuales posee una virtud específica en la persona buena y juega un papel específico. La

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virtud del intelecto es la sabiduría, o el conocimiento de los fines de la vida; la de la voluntad es el valor, la capacidad de actuar, y la de las emociones es la templanza, o el autocontrol.La virtud última, la justicia, es la relación armoniosa entre todas las demás, cuando cada parte del alma cumple su tarea apropiada y guarda el lugar que le corresponde. Platón mantenía que el intelecto ha de ser el soberano, la voluntad figuraría en segundo lugar y las emociones en el tercer estrato, sujetas al intelecto y a la voluntad. La persona justa, cuya vida está guiada por este orden, es por lo tanto una persona buena.Aristóteles, discípulo de Platón, consideraba la felicidad como la meta de la vida. En su principal obra sobre esta materia, Ética a Nicómaco (finales del siglo IV a.C.), definió la felicidad como una actividad que concuerda con la naturaleza específica de la humanidad; el placer acompaña a esta actividad pero no es su fin primordial. La felicidad resulta del único atributo humano de la razón, y funciona en armonía con las facultades humanas. Aristóteles mantenía que las virtudes son en esencia un conjunto de buenos hábitos y que para alcanzar la felicidad una persona ha de desarrollar dos tipos de hábitos: los de la actividad mental, como el del conocimiento, que conduce a la más alta actividad humana, la contemplación, y aquéllos de la emoción práctica y la emoción, como el valor. Las virtudes morales son hábitos de acción que se ajustan al término medio, el principio de moderación, y han de ser flexibles debido a las diferencias entre la gente y a otros factores condicionantes. Por ejemplo, lo que uno puede comer depende del tamaño, la edad y la ocupación. En general, Aristóteles define el término medio como el estado virtuoso entre los dos extremos de exceso e insuficiencia; así, la generosidad, una virtud, es el punto medio entre el despilfarro y la tacañería. Para Aristóteles, las virtudes intelectuales y morales son sólo medios destinados a la consecución de la felicidad, que es el resultado de la plena realización del potencial humano.7.Estoicismo  La filosofía del estoicismo se desarrolló en torno al 300 a.C. durante los periodos helenístico y romano. En Grecia los principales filósofos estoicos fueron Zenón de Citio, Cleantes y Crisipo de Soles. En Roma el estoicismo resultó ser la más popular de las filosofías griegas y Cicerón fue, entre los romanos ilustres, uno de los que cayó bajo su influencia. Sus principales representantes durante el periodo romano fueron el filósofo griego Epicteto y el emperador y pensador romano Marco Aurelio. Según los estoicos, la naturaleza es ordenada y racional, y sólo puede ser buena una vida llevada en armonía con la naturaleza. Los filósofos estoicos, sin embargo, también se mostraban de acuerdo en que como la vida está influenciada por circunstancias materiales el individuo tendría que intentar ser todo lo independiente posible de tales condicionamientos. La práctica de algunas virtudes cardinales, como la prudencia, el valor, la templanza y la justicia, permite alcanzar la independencia conforme el espíritu del lema de los estoicos, "Aguanta y renuncia". De ahí, que la palabra estoico haya llegado a significar fortaleza frente a la dificultad.8.Epicureísmo En los siglos IV y III a.C., el filósofo griego Epicuro desarrolló un sistema de pensamiento, más tarde llamado epicureísmo, que identificaba la bondad más elevada con el placer, sobre todo el placer intelectual y, al igual que el estoicismo, abogó por una vida moderada, incluso ascética, dedicada a la contemplación. El principal exponente romano del epicureísmo fue el poeta y filósofo Lucrecio, cuyo poema De rerum natura (De la naturaleza de las cosas), escrito hacia la mitad del siglo I a.C., combinaba algunas ideas derivadas de las doctrinas cosmológicas del filósofo griego Demócrito con otras derivadas de la ética de Epicuro. Los epicúreos buscaban alcanzar el placer manteniendo un estado de serenidad, es decir, eliminando todas las preocupaciones de carácter emocional. Consideraban las creencias y prácticas religiosas perniciosas porque preocupaban al individuo con pensamientos perturbadores sobre la muerte y la incertidumbre de la vida después de ese tránsito. Los epicúreos mantenían también que es mejor posponer el placer inmediato con el objeto de alcanzar una satisfacción más segura y duradera en el futuro; por lo tanto, insistieron en que la vida buena lo es en cuanto se halla regulada por la autodisciplina.9.Ética Cristiana  Los modelos éticos de la edad clásica fueron aplicados a las clases dominantes, en especial en Grecia. Las mismas normas no se extendieron a los no griegos, que eran llamados barbaroi (bárbaros), un término que adquirió connotaciones peyorativas. En cuanto a los esclavos, la actitud hacia los mismos puede resumirse en la calificación de ‘herramientas vivas’ que le aplicó Aristóteles. En parte debido a estas razones, y una vez que decayeron las religiones paganas, las filosofías contemporáneas no consiguieron ningún refrendo popular y gran parte del atractivo del cristianismo se explica por la extensión de la ciudadanía moral a todos, incluso a los esclavos.El advenimiento del cristianismo marcó una revolución en la ética, al introducir una concepción religiosa de lo bueno en el pensamiento occidental. Según la idea cristiana una persona es dependiente por entero

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de Dios y no puede alcanzar la bondad por medio de la voluntad o de la inteligencia, sino tan sólo con la ayuda de la gracia de Dios. La primera idea ética cristiana descansa en la regla de oro: "Lo que quieras que los hombres te hagan a ti, házselo a ellos" (Mt. 7,12); en el mandato de amar al prójimo como a uno mismo (Lev. 19,18) e incluso a los enemigos (Mt. 5,44), y en las palabras de Jesús: "Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios" (Mt. 22,21). Jesús creía que el principal significado de la ley judía descansa en el mandamiento "amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu fuerza y con toda tu mente, y a tu prójimo como a ti mismo" (Lc. 10,27).El cristianismo primigenio realzó como virtudes el ascetismo, el martirio, la fe, la misericordia, el perdón, el amor no erótico, que los filósofos clásicos de Grecia y Roma apenas habían considerado importantes.10.Ética De Los Padres De La Iglesia  Uno de los puntos fuertes de la ética cristiana fue la oposicin al maniqueísmo, una religión de origen persa que mantenía que el bien y el mal (la luz y la sombra) eran fuerzas opuestas que luchaban por el dominio absoluto. El maniqueísmo tuvo mucha aceptación en los siglos III y IV d.C. San Agustín, considerado como el fundador de la teología cristiana, fue maniqueo en su juventud pero abandonó este credo después de recibir la influencia del pensamiento de Platón. Tras su conversión al cristianismo en el 387, intentó integrar la noción platónica con el concepto cristiano de la bondad como un atributo de Dios, y el pecado como la caída de Adán, de cuya culpa una persona está redimida por la gracia de Dios. La creencia maniqueísta en el diablo persistió, sin embargo, como se puede ver en la convicción de san Agustín en la maldad intrínseca de la naturaleza humana. Esta actitud pudo reflejar su propio sentido de culpabilidad, por los excesos que había cometido en la adolescencia y puede justificar el énfasis que puso la primera doctrina moral cristiana sobre la castidad y el celibato.Durante la edad media tardía, los trabajos de Aristóteles, a los que se pudo acceder a través de los textos y comentarios preparados por estudiosos árabes, tuvieron una fuerte influencia en el pensamiento europeo. Al resaltar el conocimiento empírico en comparación con la revelación, el aristotelismo amenazaba la autoridad intelectual de la Iglesia. El teólogo cristiano santo Tomás de Aquino consiguió, sin embargo, armonizar el aristotelismo con la autoridad católica al admitir la verdad del sentido de la experiencia pero manteniendo que ésta completa la verdad de la fe. La gran autoridad intelectual de Aristóteles se puso así al servicio de la autoridad de la Iglesia, y la lógica aristotélica acabó por apoyar los conceptos agustinos del pecado original y de la redención por medio de la gracia divina. Esta síntesis representa la esencia de la mayor obra de Tomás de Aquino, Summa Theologiae (1265-1273).11.Ética Y Penitencia  Conforme la Iglesia medieval se hizo más poderosa, se desarrolló un modelo de ética que aportaba el castigo para el pecado y la recompensa de la inmortalidad para premiar la virtud. Las virtudes más importantes eran la humildad, la continencia, la benevolencia y la obediencia; la espiritualidad, o la bondad de espíritu, era indispensable para la moral. Todas las acciones, tanto las buenas como las malas, fueron clasificadas por la Iglesia y se instauró un sistema de penitencia temporal como expiación de los pecados.Las creencias éticas de la Iglesia medieval fueron recogidas en literatura en la Divina Comedia de Dante, que estaba influenciada por las filosofías de Platón, Aristóteles y santo Tomás de Aquino. En la sección de la Divina Comedia titulada ‘Infierno’, Dante clasifica el pecado bajo tres grandes epígrafes, cada uno de los cuales tenía más subdivisiones. En un orden creciente de pecado colocó los pecados de incontinencia (sensuales o emocionales), de violencia o brutalidad (de la voluntad), y de fraude o malicia (del intelecto). Las tres facultades del alma de Platón son repetidas así en su orden jerárquico original, y los pecados son considerados como perversiones de una u otra de las tres facultades.

12.Ética Después De La Reforma

 La influencia de las creencias y prácticas éticas cristianas disminuyó durante el renacimiento. La Reforma protestante provocó un retorno general a los principios básicos dentro de la tradición cristiana, cambiando el énfasis puesto en algunas ideas e introduciendo otras nuevas. Según Martín Lutero, la bondad de espíritu es la esencia de la piedad cristiana. Al cristiano se le exige una conducta moral o la realización de actos buenos, pero la justificación, o la salvación, viene sólo por la fe. El propio Lutero había contraído matrimonio y el celibato dejó de ser obligatorio para el clero protestante.El teólogo protestante francés y reformista religioso Juan Calvino aceptó la doctrina teológica de que la salvación se obtiene sólo por la fe y mantuvo también la doctrina agustina del pecado original. Los puritanos eran calvinistas y se adhirieron a la defensa que hizo Calvino de la sobriedad, la diligencia, el ahorro y la ausencia de ostentación; para ellos la contemplación era holgazanería y la pobreza era o

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bien castigo por el pecado o bien la evidencia de que no se estaba en gracia de Dios. Los puritanos creían que sólo los elegidos podrían alcanzar la salvación. Se consideraban a sí mismos elegidos, pero no podían estar seguros de ello hasta que no hubieran recibido una señal. Creían que su modo de vida era correcto en un plano ético y que ello comportaba la prosperidad mundana. La prosperidad fue aceptada pues como la señal que esperaban. La bondad se asoció a la riqueza y la pobreza al mal. No lograr el éxito en la profesión de cada uno pareció ser un signo claro de que la aprobación de Dios había sido negada. La conducta que una vez se pensó llevaría a la santidad, llevó a los descendientes de los puritanos a la riqueza material.En general, durante la Reforma la responsabilidad individual se consideró más importante que la obediencia a la autoridad o a la tradición. Este cambio, que de una forma indirecta provocó el desarrollo de la ética secular moderna, se puede apreciar en De iure belli et pacis (La ley de la guerra y la paz, 1625) realizado por el jurista, teólogo y estadista holandés Hugo Grocio. Aunque esta obra apoya algunas de las doctrinas desanto Tomás de Aquino, se centra más en las obligaciones políticas y civiles de la gente dentro del espíritu de la ley romana clásica. Grocio afirmaba que la ley natural es parte de la ley divina y se funda en la naturaleza humana, que muestra un deseo por lograr la asociación pacífica con los demás y una tendencia a seguir los principios generales en la conducta. Por ello, la sociedad está basada de un modo armónico en la ley natural.13.Filosofías Éticas Seculares  En el Leviatán (1651), el filósofo inglés Thomas Hobbes atribuye la mayor importancia a la sociedad organizada y al poder político. Afirmaba que la vida humana en el "estado de naturaleza" (independiente de o anterior a, la institución del estado civil) es "solitaria, pobre, sucia, violenta y corta" y que es "una guerra de todos contra todos". En consecuencia, la gente busca seguridad participando en un contrato social en el que el poder original de cada persona se cede a un soberano que, a su vez, regula la conducta.Esta postura conservadora en política asume que los seres humanos son malos y precisan un Estado fuerte para reprimirlos. No obstante, Hobbes afirmaba que si un soberano no da seguridad y orden y es derrocado por sus súbditos, la sociedad vuelve al estado de naturaleza y puede comprometerse en un nuevo contrato. La doctrina de Hobbes relativa al estado y al contrato social marcó el pensamiento del filósofo inglésJohn Locke. En sus dos Tratados sobre el gobierno civil (1690) Locke mantenía, sin embargo, que el fin del contrato social es limitar el poder absoluto de la autoridad y, como contrapeso, promover la libertad individual.La razón humana es el criterio para una conducta recta en el modelo elaborado por el filósofo holandés Baruch Spinoza. En su obra más importante, Ética (1677), Spinoza afirmaba que la ética se deduce de la psicología y la psicología de la metafísica. Sostenía que todas las cosas son neutras en el orden moral desde el punto de vista de la eternidad; sólo las necesidades e intereses humanos determinan lo que se considera bueno o malo, el bien y el mal. Todo lo que contribuye al conocimiento de la naturaleza del ser humano o se halla en consonancia con la razón humana está prefigurado como bueno. Por ello, cabe suponer que todo lo que la gente tiene en común es lo mejor para cada uno, lo bueno que la gente busca para los demás es lo bueno que desea para sí misma. Además, la razón es necesaria para refrenar las pasiones y alcanzar el placer y la felicidad evitando el sufrimiento. El estado humano más elevado, según Spinoza, es el "amor intelectual de Dios" que viene dado por el conocimiento intuitivo, una facultad mayor que la razón ordinaria. Con el uso adecuado de esta propiedad, una persona puede contemplar la totalidad del universo mental y físico y considerar que éste engloba una sustancia infinita que Spinoza denomina Dios sin disociarlo del mundo.13.1. Las leyes de Newton  La mayoría de los grandes descubrimientos científicos han afectado a la ética. Los descubrimientos de Isaac Newton, el filósofo científico inglés del siglo XVII, aportaron uno de los primeros y más claros ejemplos de esta influencia. Las leyes de Newton se consideraron como prueba de un orden divino racional. La opinión contemporánea al respecto fue expresada por el poeta inglés Alexander Pope en el verso "Dios dijo: ¡dejad en paz a Newton!, y se hizo la luz". Los hallazgos e hipótesis de Newton provocaron que los filósofos tuvieran confianza en un modelo ético tan racional y ordenado como se suponía que era la naturaleza.13.2. Filosofías éticas anteriores al darwinismo  Durante el siglo XVIII, los filósofos británicos David Hume, en Ensayos morales y políticos (1741-1742), y Adam Smith, autor de la teoría económica del laissez-faire, en su Teoría de los sentimientos morales (1759), formularon modelos éticos del mismo modo subjetivos. Identificaron lo bueno con aquello que produce sentimientos de satisfacción y lo malo con lo que provoca dolor. Según Hume y Smith, las ideas de moral e interés público provocan sentimientos de simpatía entre personas que tienden las unas hacia las otras incluso cuando no están unidas por lazos de parentesco u otros lazos directos.

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El filósofo y novelista francés Jean-Jacques Rousseau, en su Contrato social (1762), aceptó la teoría de Hobbes de una sociedad regida por las cláusulas de un contrato social. En su novela Emilio o la educación (1762) y en otras obras, sin embargo, atribuía el mal ético a las inadaptaciones sociales y mantuvo que los humanos eran buenos por naturaleza. El anarquista, filósofo, novelista y economista político británico William Godwin llevó esta convicción hasta su extremo lógico en su Ensayo sobre la justicia política (1793), que rechazaba todas las instituciones sociales, incluidas las del Estado, sobre la base de que su simple existencia constituye la fuente del mal.Una mayor aportación a la ética fue hecha a finales del siglo XVIII por el filósofo alemán Immanuel Kant en su Fundamentación de la metafísica de las costumbres (1785). Según Kant, no importa con cuánta inteligencia actúe el individuo, los resultados de las acciones humanas están sujetos a accidentes y circunstancias; por lo tanto, la moralidad de un acto no tiene que ser juzgada por sus consecuencias sino sólo por sumotivación ética. Sólo en la intención radica lo bueno, ya que es la que hace que una persona obre, no a partir de la inclinación, sino desde la obligación, que está basada en un principio general que es el bien en sí mismo. Como principio moral último, Kant volvió a plantear el término medio en una forma lógica: "Obra como si la máxima de tu acción pudiera ser erigida, por tu voluntad, en ley universal de la naturaleza". Esta regla es denominada imperativo categórico, porque es general y a la vez encierra un mandato. Kant insistió en que uno ha de tratar a los demás como si fueran "en cada caso un fin, y nunca sólo un medio".13.3. Utilitarismo  La doctrina ética y política conocida como utilitarismo fue formulada por el británico Jeremy Bentham hacia finales del siglo XVIII y más tarde comentada por el también filósofo y británico James Mill y su hijo John Stuart Mill. En su Introducción a los principios de la moral y la legislación (1789), Bentham explicó el principio de utilidad como el medio para contribuir al aumento de la felicidad de la comunidad. Creía que todas las acciones humanas están motivadas por un deseo de obtener placer y evitar el sufrimiento. Al ser el utilitarismo un hedonismo universal, y no un hedonismo egoísta como podría interpretarse el epicureísmo, su bien más elevado consiste en alcanzar la mayor felicidad para el mayor número de personas.13.4. Ética hegeliana  En La filosofía del Derecho (1821), el filósofo alemán Georg Wilhelm Friedrich Hegel aceptó el imperativo categórico de Kant, pero lo enmarcó en una teoría universal evolutiva donde toda la historia está contemplada como una serie de etapas encaminadas a la manifestación de una realidad fundamental que es tanto espiritual como racional. La moral, según Hegel, no es el resultado de un contrato social, sino un crecimiento natural que surge en la familia y culmina, en un plano histórico y político, en el Estado prusiano de su tiempo. "La historia del mundo, escribió, es disciplinar la voluntad natural incontrolada, llevarla a la obediencia de un principio universal y facilitar una libertad subjetiva".El filósofo y teólogo danés Sören Kierkegaard reaccionó con fuerza en contra del modelo de Hegel. En O lo Uno o lo Otro (1843), Kierkegaard manifestó su mayor preocupación ética, el problema de la elección. Creía que modelos filosóficos como el de Hegel ocultan este problema crucial al presentarlo como un asunto objetivo con una solución universal, en vez de un asunto subjetivo al que cada persona tiene que enfrentarse de manera individual. La propia elección de Kierkegaard fue vivir sometido a la ética cristiana. Su énfasis en la necesidad de la elección tuvo influencia en algunos filósofos relacionados con el movimiento conocido como existencialismo, tanto como con algunos filósofos críticos, cristianos y judíos.13.5. Ética a partir de Darwin  El desarrollo científico que más afectó a la ética después de Newton fue la teoría de la evolución presentada por Charles Darwin. Los hallazgos de Darwin facilitaron soporte documental al modelo, algunas veces denominado ética evolutiva, término aportado por el filósofo británico Herbert Spencer, según el cual la moral es sólo el resultado de algunos hábitos adquiridos por la humanidad a lo largo de la evolución. El filósofo alemán Friedrich Nietzsche dio una explicación asombrosa pero lógica de la tesis darwinista acerca de que la selección natural es una ley básica de la naturaleza. Según Nietzsche, la llamada conducta moral es necesaria tan sólo para el débil. La conducta moral —en particular la defendida por el judeocristianismo, que según él es una doctrina esclava— tiende a permitir que el débil impida la autorrealización del fuerte. De acuerdo con Nietzsche, toda acción tendría que estar orientada al desarrollo del individuo superior, su famoso Übermensch (‘superhombre’), que será capaz de realizar y cumplir la más nobles posibilidades de la existencia. Nietzsche encontró que este ser ideal quedaba ejemplificado en los filósofos griegos clásicos anteriores a Platón y en jefes militares como Julio César y Napoleón.En oposición al concepto de lucha despiadada e incesante como fundamento de la ley rectora de la naturaleza, el anarquista y filósofo ruso Piotr Alexéievich, príncipe Kropotkin, entre otros, presentó estudios de conducta animal en la naturaleza demostrando que existía la ayuda mutua. Kropotkin afirmó que la supervivencia de las especies se mantiene a través de la ayuda mutua y que los humanos han

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alcanzado la primacía entre los animales a lo largo de la evolución de las especies mediante su capacidad para la asociación y la cooperación. Kropotkin expuso sus ideas en una serie de trabajos, entre ellos Ayuda mutua, un factor en la evolución (1890-1902) y Ética, origen y desarrollo (publicado después de su muerte en 1924). En la creencia de que los gobiernos se basan en la fuerza y que si son eliminados el instinto de cooperación de la gente llevaría de forma espontánea hacia la implantación natural de un orden cooperativo, Kropotkin defendió el anarquismo.Los antropólogos han aplicado los principios evolutivos al estudio de las sociedades y las culturas humanas. Estos análisis han vuelto a subrayar los distintos conceptos del bien y del mal planteados por diferentes sociedades; por lo tanto, se creía que la mayoría de esos conceptos tenía un valor más relativo que universal. De entre los conceptos éticos basados en un enfoque antropológico resaltan los del antropólogo finlandés Edvard A. Westermarck en Relatividad ética (1932).14.Psicoanálisis Y Conductismo  La ética moderna está muy influida por el psicoanálisis de Sigmund Freud y sus seguidores y las doctrinas conductistas basadas en los descubrimientos sobre estímulo-respuesta del fisiólogo ruso Iván Petróvich Pávlov. Freud atribuyó el problema del bien y del mal en cada individuo a la lucha entre el impulso del yo instintivo para satisfacer todos sus deseos y la necesidad del yo social de controlar o reprimir la mayoría de esos impulsos con el fin de que el individuo actúe dentro de la sociedad. A pesar de que la influencia de Freud no ha sido asimilada por completo en el conjunto del pensamiento ético, la psicología freudiana ha mostrado que la culpa, respondiendo a motivaciones de naturaleza sexual, subyace en el pensamiento clásico que dilucida sobre el bien y el mal.El conductismo, a través de la observación de los comportamientos animales, formuló una teoría según la cual la naturaleza humana podía ser variada, creando una serie de estímulos que facilitaran circunstancias favorables para respuestas sociales condicionadas. En la década de 1920 el conductismo fue aceptado en Estados Unidos, en especial en teorías de pediatras, aprendizaje infantil y educación en general. Tuvo su mayor influencia, sin embargo, en el pensamiento de la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Allí, el llamado nuevo ciudadano soviético fue instruido de acuerdo con los principios conductistas a través del condicionante poder de la rígida y controlada sociedad soviética. La ética soviética definía lo bueno como todo aquello beneficioso para el Estado y lo malo como aquello que se le oponía o lo cuestionaba.En sus escritos de finales del siglo XIX y principios del XX, el filósofo y psicólogo estadounidense William James abordó algunos de los puntos centrales y característicos en las interpretaciones de Freud y Pávlov. James es más conocido como el fundador del pragmatismo, que defiende que el valor de las ideas está determinado por sus consecuencias. Su mayor contribución a la teoría ética, no obstante, descansa en su insistencia al valorar la importancia de las interrelaciones, tanto en las ideas como en otros fenómenos.15.Tendencias Recientes El filósofo británico Bertrand Russell marcó un cambio de rumbo en el pensamiento ético de las últimas décadas. Muy crítico con la moral convencional, reivindicó la idea de que los juicios morales expresan deseos individuales o hábitos aceptados. En su pensamiento, tanto el santo ascético como el sabio independiente son pobres modelos humanos porque ambos son individuos incompletos. Los seres humanos completos participan en plenitud de la vida de la sociedad y expresan todo lo que concierne a su naturaleza. Algunos impulsos tienen que ser reprimidos en interés de la sociedad y otros en interés del desarrollo del individuo, pero el crecimiento natural ininterrumpido y la autorrealización de una persona son los factores que convierten una existencia en buena y una sociedad en una convivencia armoniosa.Varios filósofos del siglo XX, algunos de los cuales han asumido las teorías del existencialismo, se han interesado por el problema de la elección ética individual lanzada por Kierkegaard y Nietzsche. La orientación de algunos de estos pensadores es religiosa, como la del filósofo ruso Nikolái Alexándrovich Berdiáiev, que subrayó la libertad del espíritu individual; la del filósofo austro-judío Martin Buber, que se ocupó de la moral de las relaciones entre individuos; la del teólogo protestante germano-estadounidense Paul Tillich, que resaltó el valor de ser uno mismo, y la del filósofo y dramaturgo católico francés Gabriel Marcel y el filósofo y psiquiatra protestante alemán Karl Jaspers, ambos interesados en la unicidad del individuo y la importancia de la comunicación entre los individuos. Una tendencia distinta en el pensamiento ético moderno caracteriza los escritos de los filósofos franceses Jacques Maritain y Étienne Gilson, que siguieron la línea marcada por santo Tomás de Aquino. Según Maritain, "el existencialismo verdadero" pertenece a esta tradición cristiana.Otros filósofos modernos no aceptan ninguna de las religiones tradicionales. El filósofo alemán Martin Heidegger mantenía que no existe ningún Dios, aunque alguno puede surgir en el futuro. Los seres humanos, por lo tanto, se hallan solos en el Universo y tienen que adoptar y asumir sus decisiones éticas en la conciencia constante de la muerte. El filósofo y escritor francés Jean-Paul Sartre razonó su

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agnosticismo pero también resaltó la heideggeriana conciencia de la muerte. Sartre mantuvo que los individuos tienen la responsabilidad ética de comprometerse en las actividades sociales y políticas de su tiempo. El supuesto conflicto sobre la existencia de un Dios omnipresente, no revestía ningún sentido de trascendencia para el individuo, pues en nada afectaba a su compromiso con la libertad personalEntre otros filósofos modernos, como el estadounidense John Dewey, figuran los que se han interesado por el pensamiento ético desde el punto de vista del instrumentalismo. Según Dewey, el bien es aquello que ha sido elegido después de reflexionar tanto sobre el medio como sobre las probables consecuencias de llevar a cabo ese acto considerado bueno o un bien.La discusión contemporánea sobre la ética ha continuado con los escritos de George Edward Moore, en particular por los efectos de su Principia ethica. Moore mantuvo que los principios éticos son definibles en los términos de la palabra bueno, considerando que ‘la bondad’ es indefinible. Esto es así porque la bondad es una cualidad simple, no analizable.Los filósofos que no están de acuerdo con Moore en este sentido, y que creen que se puede analizar el bien, son llamados naturalistas. A Moore se le califica de intuicionista. Naturalistas e intuicionistas consideran los enunciados éticos como descriptivos del mundo, o sea, verdadero o falso. Los filósofos que difieren de esta posición pertenecen a una tercera escuela, no cognitiva, donde la ética no representa una forma de conocimiento y el lenguaje ético no es descriptivo. Una rama importante de la escuela no cognitiva defiende el empirismo o positivismo lógico, que cuestiona la validez de los planteamientos éticos que están comparados con enunciados de hecho o de lógica. Algunos empiristas lógicos afirman que los enunciados éticos sólo tienen significado emocional o persuasivo.16. Bibliografía:1.Enciclopedia Encarta.2.Recopilación de apuntes del tema.3.La fuerza de las palabras./Editorial Reader’s Digest,España 19994.Antoniana Margarita, Reproducción Facsimilar de la Ed. De 1748, Estudios Preliminar y versión al 5.Español,Universidad de Santiago de Compostela, Fundación Gustavo Buenos, 2000.6.El valor de la libertad, Antonio Millán-Puelles, Editorial Rialp, Madrid 19957.Apuntes VariosArea De Publicación: Filosofía (Ética)Palabras claves: principios, ética, prudencia, placer, poder, historia, Grecia,escuelas, estoicismo, epicureísmo, cristianismo, penitencia, reforma, seculares, utilitarismo, Darwin, hegeliana, psicoanálisis, conductismo, tendencias.Trabajo enviado y realizado por:Profesor José Luis Dell’Ordine

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