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LA FE CRISTIANA,

En una hermandad.

Hemos de averiguar que es la Fe para un cristiano,en el seno de una hermandad, ¿Tenemos o noverdaderamente Fe en Cristo?.

Fe, divina palabra monosílaba que engloba unsinfín de definiciones que confluyen en un mismo fin,dirigir nuestras vidas hacia la salvación enterna denuestras almas, engrandecer la Palabra y llevar a cabotodos los preceptos que se nos fue entregado por la divinafigura de Cristo Jesús.

Los caminos del Señor son diversos, pero todosllevan a l mismo lugar. La Fe, bien entendida, nos llevaal amor, la compasión, la caridad y nunca debe serherramienta para la exclusión, la ofensa, la indiferencia.La Fe debe ser un instrumento de unión entre pueblos yno de imposición entre los mismos. La fuerza de lapalabra debe ser eso, la palabra, el convencimiento sinfisuras de la redención de nuestra forma de vida y

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LA FE CRISTIANA,

En una hermandad.

Hemos de averiguar que es la Fe para un cristiano,en el seno de una hermandad, ¿Tenemos o noverdaderamente Fe en Cristo?.

Fe, divina palabra monosílaba que engloba unsinfín de definiciones que confluyen en un mismo fin,dirigir nuestras vidas hacia la salvación enterna denuestras almas, engrandecer la Palabra y llevar a cabotodos los preceptos que se nos fue entregado por la divinafigura de Cristo Jesús.

Los caminos del Señor son diversos, pero todosllevan a l mismo lugar. La Fe, bien entendida, nos llevaal amor, la compasión, la caridad y nunca debe serherramienta para la exclusión, la ofensa, la indiferencia.La Fe debe ser un instrumento de unión entre pueblos yno de imposición entre los mismos. La fuerza de lapalabra debe ser eso, la palabra, el convencimiento sinfisuras de la redención de nuestra forma de vida y

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LA FE CRISTIANA,

En una hermandad.

Hemos de averiguar que es la Fe para un cristiano,en el seno de una hermandad, ¿Tenemos o noverdaderamente Fe en Cristo?.

Fe, divina palabra monosílaba que engloba unsinfín de definiciones que confluyen en un mismo fin,dirigir nuestras vidas hacia la salvación enterna denuestras almas, engrandecer la Palabra y llevar a cabotodos los preceptos que se nos fue entregado por la divinafigura de Cristo Jesús.

Los caminos del Señor son diversos, pero todosllevan a l mismo lugar. La Fe, bien entendida, nos llevaal amor, la compasión, la caridad y nunca debe serherramienta para la exclusión, la ofensa, la indiferencia.La Fe debe ser un instrumento de unión entre pueblos yno de imposición entre los mismos. La fuerza de lapalabra debe ser eso, la palabra, el convencimiento sinfisuras de la redención de nuestra forma de vida y

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comportamientos de cara a nuestros semejantes y sobretodo, de cara a Dios.

Desde los máximos doctores de la Fe hasta el másinsignificante de los seres debe por convencimiento propioabrazar la doctrina que JESUS nos enseñó, con lamisma intensidad que él, enseñando y recuperando para elrebaño de Dios a los que se han extraviado en el camino,debemos perdonar, asumir que nuestras culpas no son másque eso, culpas, y que con verdadero propósito deenmienda y sincero arrepentimiento, nos serán perdonadas.

Hemos de comprender el sincero propósito de socorroque Jesús nos enseña, vemos diariamente como haypersonas que se comportan como los hipócritas y fariseosde antaño, aun cuando sean personas de gran relevancia yde cara al pueblo son muy religiosas, van a misa todoslos días, participan activamente en su parroquia, defiendena capa y espada la forma de comportarse dentro de untemplo, pero en realidad dentro de ellos no hay amor,respeto a los demás, ni auxilio al afligido, dan porperdida el alma del que sigue su mal entendida Fe yjuzgan a los demás. Somos parte del rebaño del Señor ycomo miembros de pleno derecho debemos fijarnos como

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meta el auxilio del afligido, el perdón, el socorro alperdido, comprensión del incomprendido, bastón delnecesitado, cobijo del desamparado, soldado de Paz en unmundo lleno de envidia, desamor y destrucción.

Hace algún tiempo realice un pequeño hallazgo, quea mi entender, y que posiblemente esté equivocado, es purarealidad y en conversación con un anciano este me comentaque el verdadero infierno es este, la vida que nos tocavivir, esta está llena de tentaciones, prejuicios y nosotrosdebemos ser lo suficientemente fuertes para no caer yseguir puros e intachables para ganarnos el cielo. Al oíresto de este humilde abuelo, me hace pensar que quizástuviera razón, el infierno es este y en nuestras manos estáel llevar a buen puerto nuestra alma, sirviéndonos denuestra Fe para atracar en el muelle del amor, lacompasión divina y ser verdaderos hijos de Dios Padre.

Uno de los sacrificios que la actualidad se nospresenta más difícil de realizar es el perdón, perdón realsin cortapisas, sin reparo, sin falsas tintas, un perdónsincero, de corazón, somos capaces de perdonar cosas sinimportancia pero las realmente graves……….¿ somoscapaces de perdonarlas?, verán cómo hay quien dice no.

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Jesús en su infinita bondad hizo que un gentío reunido entorno a una lapidación, consigue que con su palabra ysolo la palabra bajen las manos y perdonen a la mujer,ella en gratitud llega a tener tanta Fe en él que desde esedía pasa a ser una más de las ovejas descarriadas quevuelven al redil. María Magdalena después de tanhermosa condición nota que su Fe en Dios aumentahasta tal punto, que no la abandonara hasta el final desus días. Esa Fe incondicional, como la de María en suvendito hijo, es la Fe verdadera.

Tenemos a lo largo de la historia un sinfín derelatos, cartas, historias en general que revelan lo buenode la Fe en Dios y desgraciadamente de la Fe malentendida y perversamente utilizada en nombre del mismoDios. No se salva nadie, ni siquiera los representantes ydoctores de la palabra, somos débiles y muy frágiles anteel orgullo, la codicia, la envidia, el rencor, etc, etc.

El hombre por naturaleza es dominante, es engreído,es prepotente, su hancia de poder es tal que algunosanteponen su predominio incluso por encima de su propiasalvación. Hemos visto, guerras, genocidios, hambre,destrucción en nombre de Dios y sus defensores ante una

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Fe errónea, han llegado incluso a vender hasta su propiaalma.

Dios en su infinita capacidad de perdón, de amorincondicional hacia su obra, nos pone en el camino lasseñales a seguir para volver a nuestro lugar, pero ennuestro afán de protagonismo desmedido, no las vemos yseguimos creyendo que nuestra Fe en Dios, esincebrantable. Pobre de mí, o pobre de nosotros, si novemos mas allá de nuestra ignorancia.

Por eso voy a tratar de explicarme en cuanto alpropósito de dilucidar que es la Fe para un servidor,dentro de una Hermandad.

Mi Fe, no es solo vestir un hábito y procesionar undía realizando una estación de penitencia sinconcienciarme primero de que mi Fe en Dios es lacorrecta. Primero yo he de ser el último de mis hermanos,el más comprensivo, facilitar la adquisición de ideas yllevarlas a cabo en cuanto a la mejora y promulgación dela Palabra, del Evangelio. Tratar de evangelizar porconvencimiento y no por imposición, de evangelizarayudando al necesitado, aportar de mis conocimientospara el desarrollo del que no tiene nada, apagar el

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hambre en el hambriento, proporcionar una sonrisa a eseniño que lo ha perdido todo, ayudar a construir laverdadera iglesia de Dios, con pilares enormes vasados enel amor al prójimo, en la caridad al necesitado, en elrespeto a los demás, a no juzgar por actitudes que nocomparto y tratar que los demás vean el camino recto quejuntos nos llevará hacia una vida plena y llena deesperanza. Una hermandad debe tener el principio dehumildad, caridad y sobre todo Fe incebrantable en DiosPadre.

Los hombres llamados a dirigir los destinos de unhermandad deben de ser, a mi humilde entender,propulsores de la Palabra, del Divino Verbo para que elresto de la comunidad les vea como ejemplo de humildad,como la cabeza visible de la misma, es la más humilde detodas ellas y siempre evangelizando con el ejemplo propio.Y luego mucho después de conseguir esto, se puedefestejar alegremente nuestra salvación.

En fin, sin saber si mi humilde explicación les hallegado al entendimiento, sí espero haber causado un pocode inquietud dentro de sí mismos, sirviendo la misma parareflexionar sobre el verdadero significado de la Fe que

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procesamos a Dios Todo Poderoso. Y haber conseguidoque tan solo uno de ustedes haya podido preguntarse estoy conseguir que la humildad les haga ser mejorescristianos, me hará sentir un poquito más cerca de Dios.

Fin.

Sirva esta pequeña oración hecha desde mi humildecorazón para todos los que con humildad se acercan aDios.

oraciónNtro. Padre Jesús de las Tres Caídas,Déjame llevar tu pesada Cruz y aliviar tu dolor,Padre, acércame un poco más cada día a ti,No dejes, que el mal me tiente,Dirígeme por este calvario, hacia mi salvaciónAyúdame Padre mío, a seguir evangelizando a mishermanos,

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Ayúdanos a conseguir que el amor de Dios Padre Reineen este mundo,Vendito tu Verbo, que nos hace amar a los demás,Vendita mi Santa Madre, Señora de la Paz,Tu Fe inquebrantable en tu Divino Hijo, nos guie,Tu pureza y amor infinito nos llene de verdad,María Santísima de la Paz, vela por todos nosotros,Intercede ante tu divino Hijo y se guía del verdaderoamor a Dios.Amén.

Carta abierta sobre la Fe Cristiana en unaHermandad.

Autor D. Julio García de la Vega Valle.

Escrita por el mismo autor en la Ciudad de Dos Hermanas el día deNuestro Señor del 16 de Octubre del año 2010.

Fdo.-