La fiebre del oro en la Puna Dr. Cs. Geol. Ricardo Alonso La Puna, especialmente el sector de la Puna de Jujuy, sufri numerosas fiebres del oro a lo largo de la historia. Los incas llegaron detrs de las pepitas aurferas que ya los nativos saban obtener lavando las arenas. Luego vinieron los espaoles y ms tarde los jesuitas, quienes hicieron un trabajo excepcional de arte minero. Cada una de esas oleadas logr extraer kilos y ms kilos del dorado metal. Luego de la independencia argentina llegaron nuevos actores. Entre ellos mencionamos al capitn ingls Joseph Andrews, quien dio un poder minero para gestionar propiedades al Dr. Joseph Redhead, el famoso mdico de Belgrano que viva en Salta. Ese poder se conserva en el Archivo Histrico de Salta. Jujuy y Salta eran entonces una sola provincia. Para 1825 se tiene un interesante padrn minero de la regin de Rinconada en Jujuy. All se encuentran nombres de mineros y de minas, topnimos regionales y otros valiosos datos de inters histrico. Se tiene muy poca informacin de las dcadas de 1830 a 1850. Los esfuerzos se concentraron en la regin de Rinconada famosa por sus pepitas de oro de buen tamao, una de las cuales pes ocho kilos. Incluso autores como Justo Maeso, que en 1852 tradujo la obra del ingls sir Woodbine Parish, comenta que en las cercanas de Rinconada se han encontrado pepitas o pedazos de oro de extraordinario tamao, siendo maravillosas las historias que se refieren de las cantidades que se recogen cavando en el terreno aluvial. Y agrega: Es un dicho comn que despus de una lluvia fuerte el oro crezca como el pasto en el terreno aluvial de los alrededores de la Rinconada. En algn sitio se menciona que despus de las lluvias se lavaba oro en las calles del pueblo. En 1886 llega al lugar un grupo de italianos para trabajar en la explotacin de los aluviones de oro. Se trataba de la firma Torre Hermanos, dirigida por Jos Torre, natural de Alejandra (Italia). Las investigaciones llevadas a cabo les llevaron a seleccionar Ajedrez como la mejor rea para iniciar los trabajos. All cavaron para exploracin ms de 800 pozos de cateo, en un rea de 2.000 hectreas, donde se realizaron 2.500 ensayos fsicos y qumicos, habilitando para el lavado de las arenas aurferas un canal de 8 kilmetros. Se trat sin dudas de uno de los ms importantes esfuerzos de exploracin de un yacimiento para la poca. Luego construyeron como instalaciones dos casas para oficinas, laboratorios qumicos, un gabinete geodsico, habitaciones del personal tcnico y administrativo, ms de 80 viviendas para habitaciones de los obreros. El 31 de marzo de 1906, Torre public un folleto dando a conocer la injusticia que produjo el Gobierno de Jujuy al otorgar la propiedad mediante la figura del despueble a la razn social Zambrano y Buitrago, integrada por dos ciudadanos jujeos, de los cuales el primero era empleado a cargo de las minas del propio Gobierno. En 1889 llega a Rinconada y Santa Catalina Victorio Novarese, ingeniero de minas del Real Cuerpo de Minas de Italia. A consecuencia de sus observaciones publica un folleto en Salta (1889) que es muy raro y del cual cuento con un ejemplar original que tiene escrito a pluma el nombre de Indalecio Gmez que, como sabemos, fue un importante jurisconsulto, poltico y diplomtico salteo que ocup altos cargos en la Nacin. Una de las visitas ms curiosas y controvertidas fue la que realiz el ingeniero rumano Julius Popper (1857-1893). Popper lleg al pas en 1885, enterado del hallazgo de oro en las playas marinas de Tierra del Fuego. Luego de obtener los correspondientes permisos parti al sur del pas, donde organiz una explotacin moderna de los aluviones aurferos, llegando a patentar una mquina lavadora de su invencin. Sorte numerosos conflictos con otros mineros as como con los gobernantes tanto argentinos como chilenos, a los cuales se enfrent pblicamente y lleg a batirlos a duelo. En sus instalaciones de El Pramo imprimi sellos postales y monedas de oro, que se conservan en algunos museos y constituyen piezas de alto valor numismtico. En su vista a la Puna de Jujuy se burla de todos, mineros y no mineros, habla muy mal de los nativos y descree de todo lo que se comenta sobre el oro en el lugar. Dice por ejemplo: Cuando toda una familia ha obtenido en un perodo de un mes de dura labor, media onza de oro, es porque Pachamama la ha protegido de un modo extraordinario. Y a eso se le llama mina de oro! Pero no lo creas, lector, no lo creas!. Su veredicto es tajante en el sentido que no constituye ningn negocio explotar el oro de la Puna y dice: Hoy el oro de la Puna ya no se explota. Cada vez que alguna de las compaas formadas en los ltimos aos con el fin de extraerlo ha puesto en prctica sus intenciones, se encontr con que el centavo de oro obtenido, cuesta cinco centavos de gastos de explotacin. La figura de Julio Popper como aventurero, expedicionario, minero, explorador, pionero de las tierras australes, ha crecido con los aos y se han escrito numerosas e interesantes biografas, entre ellas la de Boleslao Lewin (1974). Sin embargo, sus observaciones sobre la Puna y sus lavaderos de oro siguen siendo casi desconocidas y mereceran su completa reedicin. Tal era el atractivo del oro puneo que en 1891 el presidente de la nacin, Dr. Carlos Pellegrini, envi una expedicin cientfica minera hacia el lugar. Los miembros de la expedicin fueron el norteamericano D.F.G. Garrison, el francs Clemente Cabanettes y Luis Amans. Viajaron tres meses durante el invierno y recorrieron los principales yacimientos aurferos. Ellos mencionan por primera vez el hallazgo de topacios junto con el oro. En su largo informe narran la siguiente ancdota: Se cuenta que un indio perseguido por deudas, se refugi en esa quebrada y tuvo la suerte de encontrar una pepita de oro del peso de 16 onzas; con el precio que obtuvo de aquella prenda se rescat, pudiendo despus explotar un venero de gran riqueza, que costea una veta considerable de cuarzo aurfero. Despus de sacar bastante oro, el indio abandon sus trabajos y nadie hasta ahora ha vuelto a proseguirlos. Todos estos temas los he tratado ampliamente en mi libro Historia de la Minera de Salta y Jujuy, siglos XV a XX. Mundo Grfico Editorial, 332 p. Salta. La ltima fiebre del oro se dio en la dcada de 1980 en Salta, en Santa Victo