La Fuerza de Nuestro Nombre

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LA FUERZA DE NUESTRO NOMBRE: CÓMO SABER EMPLEARLA Nuestro nombre posee gran valor, porque nos identifica. Por ello, debemos saber las ventajas y desventajas a la hora de darlo a conocer a las demás personas. El poder del nombre está relacionado con la creencia general en la fuerza creativa del sonido: “En un Principio era la Palabra y la Palabra era Dios”. Quien poseía el nombre de “Dios” tenía la fuerza divina. Una leyenda hebrea cuenta que la tierra y los cielos temblaron cuando Salomón empezó a pronunciar el nombre sagrado. Saber el nombre “verdadero” de una persona es conocer “su identidad” y eso puede otorgar poderes mágicos sobre el alma. Llamar las cosas por su nombre Hace tiempo, también sucedía que los animales temidos nunca se nombraban por miedo a atraerlos, de tal forma que al lobo se lo llamaba El Silencioso o El Corredor del Bosque; y en las sociedades donde temían a los muertos se evitaba pronunciar sus nombres, usando cualquier otro título, lo mismo sucedía con las enfermedades o pestes. Esto generaba mitos y tabúes que en la actualidad hemos desecho –aunque algunos aún persisten-. Afortunadamente, la humanidad se ha dado cuenta que el primer paso para eliminar el miedo es reconocerlo, y estudiarlo a fin de poder enfrentarlo y superarlo. Además, pronunciar la verdad genera alivio y un paso de superación. El legado La importancia atribuida al nombre se comprueba a lo largo del tiempo en la perpetuación de un apellido, que no debe dejarse desaparecer y que ha llevado a muchos hombres a casarse por esa única razón. Del mismo modo, se pone a los niños el nombre de algún familiar, para perpetuar el nombre; estos niños se consideran, a menudo y en algunos países, como la reencarnación de sus

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La fuerza de nuestro nombre

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LA FUERZA DE NUESTRO NOMBRE: CMO SABER EMPLEARLA

Nuestro nombre posee gran valor, porque nos identifica. Por

ello, debemos saber las ventajas y desventajas a la hora de

darlo a conocer a las dems personas.

El poder del nombre est relacionado con la creencia general en la

fuerza creativa del sonido: En un Principio era la Palabra y la Palabra

era Dios. Quien posea el nombre de Dios tena la fuerza divina. Una

leyenda hebrea cuenta que la tierra y los cielos temblaron cuando

Salomn empez a pronunciar el nombre sagrado. Saber el nombre

verdadero de una persona es conocer su identidad y eso puede

otorgar poderes mgicos sobre el alma.

Llamar las cosas por su nombre

Hace tiempo, tambin suceda que los animales temidos nunca se

nombraban por miedo a atraerlos, de tal forma que al lobo se lo

llamaba El Silencioso o El Corredor del Bosque; y en las sociedades

donde teman a los muertos se evitaba pronunciar sus nombres,

usando cualquier otro ttulo, lo mismo suceda con las enfermedades

o pestes. Esto generaba mitos y tabes que en la actualidad hemos

desecho aunque algunos an persisten-. Afortunadamente, la

humanidad se ha dado cuenta que el primer paso para eliminar el

miedo es reconocerlo, y estudiarlo a fin de poder enfrentarlo y

superarlo. Adems, pronunciar la verdad genera alivio y un paso de

superacin.

El legado

La importancia atribuida al nombre se comprueba a lo largo del

tiempo en la perpetuacin de un apellido, que no debe dejarse

desaparecer y que ha llevado a muchos hombres a casarse por esa

nica razn. Del mismo modo, se pone a los nios el nombre de algn

familiar, para perpetuar el nombre; estos nios se consideran, a

menudo y en algunos pases, como la reencarnacin de sus

antepasados. La fuerza reside en que ya portan un cierto prestigio

familiar, pero a su vez poseen la ardua tarea de sostenerlo y no

defraudar a los dems.

En el caso contrario, si hablamos de los nombres propios que deben

ser desmitificados nos encontramos con quienes poseen el mismo

nombre que sus padres, sus abuelos, u antepasados. Estas personas

cargan as con el peso de cumplir ciertos mandatos familiares. Su

primera tarea con el nombre es desmitificar esto ante el resto de sus

seres queridos y andar su propio destino. Aqu el nombre no tiene

poder en s, sino que se transforma en algo por lo que luchar.

El nombre Divino

En muchas religiones, Dios tiene un nombre que no se debe pronunciar.

En los tiempos romanos, el nombre de la deidad tutelar de una ciudad

se mantena en secreto. Los judos tenan la misma prohibicin, con el

fin de mantener a la deidad en exclusiva para su propia gente. En los

misterios griegos, slo los iniciados podan apelar o rezar a las

deidades cuyos nombres se les haba dado. El no conocer el nombre

exclua a los no iniciados de obtener favores de las divinidades. Por

ello, en la actualidad, no se le debe dar el nombre a cualquiera.

Conservarlo como misterio propio da un valor especial. Nos permite

ser dueos de nuestra identidad, ser conscientes del poder propio,

del valor de la palabra dicha o no. Recordemos que en muchos

rituales de magia es necesario escribir nuestro nombre, el de la

persona amada, o el del enemigo tambin. Esto ocurre porque es el

nombre el que acta como avatar nuestro en los actos mgicos.

El valor del anclaje

Desde pequeos nuestras madres nos llaman por el nombre e

imponen poder, pretenden que las obedezcamos. Esto genere un

anclaje con la pronunciacin de nuestro nombre hacia ciertos actos

de obediencia. El secreto es aprender a utilizar esta tcnica con los

otros, al igual que lo usan, por ejemplo, estratgicamente las

compaas de marketing telefnico o call centers. Utilizar esto a

nuestro favor puede generar que la otra gente se predisponga a hacer

cosas. Cuando dicen nuestro nombre nos sentimos importantes, nos

sentimos ms validados, sentimos que somos alguien, con lo cual,

cuando alguien pronuncia nuestro nombre nos puede endulzar o

manipular mejor. Obviamente usar estos trucos no harn que alguien

haga algo en contra de su voluntad, pero si ejercern una influencia

inconsciente ante peticiones pequeas y medianas.

El nombre y la magia

En el mundo del ocultismo y de la magia, por ejemplo, es frecuente

que se use un seudnimo o nombre mgico y se mantenga oculto o

reservado el nombre autntico, aquel con el que la persona fue

bautizada o el que le pusieron sus padres al nacer, o bien el nombre

o apodo con el cual dicha persona es comnmente conocida. Esto

sucede por dos razones: una, porque el alias o apodo de mago puede

ser elegido especialmente para atraer determinadas fuerzas

universales: por ejemplo, a travs de la numerologa, del valor de las

letras hebreas, de la significacin del nombre de los ngeles, etc. O

tambin, para que el hechicero est protegido de ciertas influencias

maliciosas de espritus errantes que puedan apoderarse de ellos ante

la posesin de su nombre verdadero.

A lo largo de la historia

Antiguamente, la persona no tena identidad hasta que no tena un

nombre, y eso demuestra el valor que un nombre tena en las

diferentes civilizaciones. Por ejemplo, en Babilonia, lo que no tena

nombre no exista. En la antigua Roma, no se le daba a un muchacho

el nombre individual hasta un ritual de iniciacin, o a una muchacha

hasta que se casaba. En la Edad Media no se nombraba a un nio

hasta despus de los dos aos por si no sobreviva. Entre los

aborgenes australianos, el padre dice al muchacho el nombre

totmico en la iniciacin. En todas las edades y en todos los tipos de

cultura se da al individuo un nombre nuevo cuando tiene lugar la

iniciacin.

(Fuente: Revista Predicciones