La gente era brava.Manuel Tecala Rodríguez
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"LA GENTE ERA BRAVA"
Lunes, Julio 30, 2012 - 08:24
Dario Vera
Debutó a los 19 años como profesional en el Cuerudos por
1968; su carisma y su capacidad goleadora le valió ser el ídolo
más grande en la historia del club “café con leche”
“A veces todavía sueño que
estoy jugando y que la porra me está gritando… pero me muevo donde
voy corriendo y de repente me despierto”; sí, es claro que Manuel
“Tecala” Rodríguez añora su época como futbolista.
Nacido en el barrio más popular de toda la ciudad, en la primera
colonia de Victoria, en la Guadalupe Mainero, es apodado el “Tecala”
desde niño, porque se vivía quejando de los intensos rayos del sol y
siempre le preguntaban “¿te cala?”.
Sus inicios fueron desde el futbol infantil, siempre como portero, pero
un día en el equipo donde jugaban sus hermanos, primos y puros
familiares en una salida se fracturó el brazo y empezó como jugador de
campo. El club San Marcos de la Primera Fuerza en la Liga Municipal
prendió la mecha de uno de los goleadores más prolíficos de Victoria.
Debutó a los 19 años como profesional gracias a la oportunidad que
recibió de don Evelio Alpízar, director técnico de Cuerudos por 1968 y
de inmediato su carisma e identificación con el pueblo de Victoria,
aunado con su capacidad goleadora le valió ser el ídolo más grande en
la historia del club “café con leche”.
De entre sus recuerdos empieza a sacar fotos y más fotos, un álbum con
todas sus credenciales selladas por la Federación Mexicana de Futbol,
dos retratos algo maltratados pero que guarda con mucho cariño, uno
de ellos con todo el equipo y en los bordes fotos de sus goles y festejos,
el otro tiene como fondo la grada de sol atiborrada como todos los
domingos por la mañana acompañado de su entrenador y compadre
Salvador “Chava” Reyes.
Un olor a viejo el que emana de fotos y recortes de periódicos, olor que
se equipara a como huele la gloria de un deportista que fue efectivo e
idolatrado, como los de antaño, con sus gustos y debilidades pero a
final de cuentas el reflejo del humilde que en base a su talento se ganó
el reconocimiento de miles.
El “Tecala” ya de 64 años aún reside en la colonia Mainero y se vienen
de golpe los recuerdos, empezando por los nombres de los que fueron
sus compañeros “Perro” Bracamontes, Eliécer Calderón, Benito
Pimentel, Quiroz, “La Fea” Gómez, “Gato” Jiménez, “Chon” Prieto,
“Cheque” Mendoza, Mayorga, “Lobito” Morales, Carlos Delgado, López,
Guillermo Langarica, Godínez, Barajas, Juan Cano, Montañés,
“Torreón” Castro y Macías.
Y fue con Calderón con quien convivió fraternalmente años después de
su retiro, pero lamenta “hace como 5 años ya no supe nada de él,
siempre venía en las navidades y se quedaba aquí en mi casa como un
mes, él vivía en Tampico, después supe que se fue a Minatitlán y ya le
perdí la pista”, confiesa.
Recuerda aquellos años con mucho cariño “la gente era bien canija,
bien méndiga, teníamos una gran afición muy brava, estaba siempre
con el equipo, recuerdo una vez que ganamos un partido y como todo
alrededor ponían unas mallas de ixtle la gente les prendió fuego y se
veía bien bonito desde el campo, como era en la noche y estaba todo
aquello iluminado”.
Cuestionado sobre sí hubo algo que le quedó a deber a Cuerudos, o algo
que haría si el tiempo le diera la oportunidad de regresar y hacerlo dice
con mucha franqueza y un dejo de insatisfacción “un gol”.
La voz no se quiebra porque hay resignación, pero poco faltó para que
ello sucediera. Ahonda en el tema reconociendo que “un gol hubiera
cambiado mi vida. Yo terminé esa temporada con 37 goles y en aquel
entonces Leones Negros de la U. de G. contrataba al campeón goleador
de Segunda División para llevarlo a primera y Mañón anotó 38, si yo
hubiera hecho ese otro gol me iría a Primera y me cambiaba la vida”.
Confiesa que sí tuvo oportunidades para salir de Victoria, pero nunca
pasó de tentativas o prácticas de pretemporada, porque los equipos que
le hacían el ofrecimiento cambiaban sus propuestas a la hora de firmar
un contrato. “El Atlético Español me llevó, entrené unos días con Tomás
Boy pero nada, me regresé, igual pasó en Tampico, no me gustó allá y
también estuve un tiempo con el San Luis porque Miloc me pidió”.
La situación actual del futbol victorense, con el Correcaminos, del cual
afirma es seguidor, asegura que no es su mejor época, porque pocas
veces se ven equipos de entrega como lo era Cuerudos: “Nosotros a lo
mejor no éramos muy técnicos, pero sí de mucha garra, aquí sólo
recuerdo el equipo de Sambulá, Smith y Mendieta que se pueda
comparar con la entrega del equipo donde yo jugué”.
Si algo le envidia al futbol de estos tiempos, dice, es lo que se ha
modernizado “ahora es muy táctico, muy estratégico y en parte eso le
falta a Correcaminos, más orden y tener alguien a quien ponerle los
balones para que anote y se den los resultados”.
¿En Cuerudos jugaban para el “Tecala”?, se le pregunta y responde sin
medias tintas, “la verdad sí, yo era centro delantero y siempre con
quien mejor me entendí fue el medio campista ‘La Fea’ Gómez, el se
jalaba como extremo y yo me quedaba en punta y a veces lo hacíamos al
revés, yo por un lado y él al centro”.
De sus más grandes satisfacciones es saber que en el estadio más
grande del mundo y que vio coronarse campeones del orbe a Pelé y
Maradona, está inscrito su nombre para la eternidad: “En el estadio
Azteca hay una placa porque anoté el primer gol de tijera en esa
cancha, se lo metí al Nacional allá por el 76”.
Y de entre sus fotos cada una trae recuerdos, donde festejó un gol con
“La Fea” Gómez y Gerardo Lupercio, otras donde la porra de su colonia
al fondo coreaba su nombre y gritaba sus goles, un cartel de una
corrida de toros donde se anuncia su nombre como invitado de honor y
otras que alimentan el alma del jugador que hasta la fecha sigue
haciendo goles en la Liga de Veteranos.
Recortes de periódicos donde se lee “Cuerudos comió tuna a placer y
ganó 3-1, los tres del “Tecala”, otros donde señala “Rodríguez Verdugo
del Querétaro” y en la semana era el más buscado para las entrevistas,
como una extensa que le hace Arnulfo Mata Huerta que titula “Gran
Futuro ve al Cuerudos, Manuel ‘Tecala’ Rodríguez”, inclusive medios de
circulación nacional como la entonces muy famosa revista “Penalty”
que lo consideró estrella de la Segunda División Profesional a mediados
de los setentas.
No cabe duda, no hace falta vivir a diario junto al “Tecala” para saber
de su amor por Victoria, por sus Cuerudos y sobre todo por el futbol,
ese que jamás podrá abandonar porque es una extensión de su cuerpo y
de su alma.
Para las nuevas generaciones los nombres de Sambulá, Smith,
Mendieta, Orrego, Solís o Botero son los que más se podrán conocer,
pero para que ellos pudieran ser figuras se necesitaron a unos
Cuerudos que forjaron el respeto al futbol de Victoria, y para hablar de
futbol en nuestra ciudad nunca puede pasar por alto el nombre del
primero de los mas grandes, Manuel “Tecala” Rodríguez Posada.