LA GRAN TRIBULACIÓN -...

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1 LA GRAN TRIBULACIÓN IGLESIAS EVANGELICAS DEL MONTE Estamos en: Málaga y Cártama (España) www.iglesiasdelmonte.com Juan Carlos Soto (Extracto de su libro: ACONTECIMIENTOS FUTUROS) ÍNDICE La iglesia no pasará la gran tribulación a) Dios no cambia b) Dios preservó de sus juicios siempre a los justos - En el Diluvio Universal. - La destrucción de Sodoma y Gomorra. - El juicio de las plagas sobre Egipto. Dios librará a la iglesia de la gran tribulación. ¿Qué pasará con nuestros familiares en la gran Tribulación? La iglesia que es la sal y luz de la Tierra, retiene la aparición del Anticristo La tribulación la pasará el pueblo judío. a) La restauración espiritual de Israel b) Los judíos volviendo a su tierra. c) Textos que hablan que la gran tribulación es para Israel

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LA GRAN

TRIBULACIÓN

IGLESIAS EVANGELICAS DEL MONTE

Estamos en: Málaga y Cártama (España)

www.iglesiasdelmonte.com

Juan Carlos Soto (Extracto de su libro: ACONTECIMIENTOS FUTUROS)

ÍNDICE La iglesia no pasará la gran tribulación

a) Dios no cambia

b) Dios preservó de sus juicios siempre a los justos

- En el Diluvio Universal.

- La destrucción de Sodoma y Gomorra.

- El juicio de las plagas sobre Egipto.

Dios librará a la iglesia de la gran tribulación.

¿Qué pasará con nuestros familiares en la gran Tribulación?

La iglesia que es la sal y luz de la Tierra, retiene la aparición del Anticristo

La tribulación la pasará el pueblo judío.

a) La restauración espiritual de Israel

b) Los judíos volviendo a su tierra.

c) Textos que hablan que la gran tribulación es para Israel

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LA GRAN

TRIBULACIÓN

La doctrina de la cristiandad está dividida también en varias líneas diferentes de

pensamiento, en lo referente a la “Gran Tribulación”:

Están los “Pretribulacionistas”, que dicen que Cristo vendrá en 2 etapas diferentes;

siendo la primera en la que sucederá el arrebatamiento y la segunda cuando venga con

sus santos al final de la gran tribulación. En la primera, Cristo no viene a la Tierra, son

los cristianos los que suben a él (parusía). Y en la segunda, es Cristo el que viene

físicamente sobre el monte de los olivos, siete años después del arrebatamiento

(epifaneia). Estos, por tanto piensan que los cristianos no pasaran la gran tribulación, los

que estarán dando testimonio y padeciéndola, serán el pueblo judío que vendrá a ser

salvo en ese tiempo.

Y los “Postribulacionistas” que creen que el arrebatamiento se efectuará en el

mismo momento en que Cristo pise con su pie la Tierra, y que esto sucederá tras la gran

tribulación; en ese mismo momento será la resurrección de los muertos, siendo los

mártires de Ap. 21, los primeros en resucitar. Estos piensan que la segunda venida de

Cristo se efectuará en una sola vez; y argumentan que los que piensan que vendrá en dos

etapas se confunden, ya que esas dos etapas en realidad son dos venidas de Cristo, y

según ellos esto no es bíblico. Esta línea de pensamiento, como hemos mencionado,

dice que los cristianos pasarán la gran tribulación.

Existe un tercer grupo de pensamiento que agrupa a ambos, diciendo que los cristianos

pasarán parte de la gran tribulación, en concreto los primeros tres años y medio del

gobierno del Anticristo, a ellos se les denomina “Mediotribulacionistas”.

LA IGLESIA NO PASARÁ LA GRAN TRIBULACIÓN

c) Dios no cambia

Las Escrituras nos enseñan que Dios es el mismo ayer, hoy y por los siglos, él no

cambia, siempre actúa bajo los mismos principios.

Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en

el cual no hay mudanza, ni sombra de variación. (Santiago 1:17)

Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos. (Hebreos 13:8)

Dios es inmutable debido a su esencia y naturaleza, por lo que en él no hay

cambio, ni siquiera hay sombra de cambio; siempre actúa igual bajo los mismos

principios, como actuó en el pasado, actúa hoy y actuará mañana. Bajo esta actitud

divina, podemos decir que los cristianos no pasarán la “Gran Tribulación”.

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d) Dios preservó de sus juicios siempre a los justos

Veamos como actuó Dios en el pasado cuando derramó su ira en su santo juicio, y

nos ayudará a entender como actuará en ese terrible tiempo.

- En el Diluvio Universal. Cuando vemos como actuó Dios, en el juicio que

efectuó sobre la Tierra en el pasado con el Diluvio, comprobamos que salvó a

aquéllos que eran justos. Noé y su familia fueron librados de la ira y del juicio

divino, siendo salvados en el Arca, y gracias a ello, todos nosotros vivimos hoy.

Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del

Hombre. Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que

entró Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos. (Lucas 17:26-27)

El Diluvio no vino sobre la Tierra, hasta que Noé no entró en el arca junto a su

familia y a los animales; de hecho el mismo Dios les cerró la puerta.

Dijo luego Jehová a Noé: Entra tú y toda tu casa en el arca; porque a ti he visto justo

delante de mí en esta generación…

En este mismo día entraron Noé, y Sem, Cam y Jafet hijos de Noé, la mujer de Noé, y

las tres mujeres de sus hijos, con él en el arca; ellos, y todos los animales silvestres

según sus especies, y todos los animales domesticados según sus especies, y todo reptil

que se arrastra sobre la tierra según su especie, y toda ave según su especie, y todo

pájaro de toda especie…

Y los que vinieron, macho y hembra de toda carne vinieron, como le había mandado

Dios; y Jehová le cerró la puerta. Y fue el diluvio cuarenta días sobre la tierra; y las

aguas crecieron, y alzaron el arca, y se elevó sobre la tierra…

Así fue destruido todo ser que vivía sobre la faz de la tierra, desde el hombre hasta la

bestia, los reptiles, y las aves del cielo; y fueron raídos de la tierra, y quedó solamente

Noé, y los que con él estaban en el arca. (Génesis 7:1-23)

Noé era un hombre justo, por causa de él, sus hijos y las esposas de éstos y los

animales que viven en inocencia, fueron preservados del día de la ira. Si hubiese habido

más justos, los habría salvado también.

- La destrucción de Sodoma y Gomorra. Lo mismo ocurrió cuando el juicio

divino vino sobre Sodoma y Gomorra. El Señor salvó al único hombre justo que

estaba en aquel lugar, y por causa de la justicia de Lot, salvó a su familia, aunque

éstos no eran justos. Si hubiera habido más justos en esas ciudades los hubiera

salvado a todos antes de que el juicio de Dios cayera sobre ellos con total

destrucción; así lo vemos en las Escrituras.

Entonces Jehová le dijo: Por cuanto el clamor contra Sodoma y Gomorra se aumenta

más y más, y el pecado de ellos se ha agravado en extremo, descenderé ahora, y veré

si han consumado su obra según el clamor que ha venido hasta mí; y si no, lo sabré.

Y se apartaron de allí los varones, y fueron hacia Sodoma; pero Abraham estaba aún

delante de Jehová.

Y se acercó Abraham y dijo: ¿Destruirás también al justo con el impío?

Quizá haya cincuenta justos dentro de la ciudad: ¿destruirás también y no

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perdonarás al lugar por amor a los cincuenta justos que estén dentro de él?

Lejos de ti el hacer tal, que hagas morir al justo con el impío, y que sea el justo

tratado como el impío; nunca tal hagas. El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo

que es justo?

Entonces respondió Jehová: Si hallare en Sodoma cincuenta justos dentro de la

ciudad, perdonaré a todo este lugar por amor a ellos.

Y Abraham replicó y dijo: He aquí ahora que he comenzado a hablar a mi Señor,

aunque soy polvo y ceniza.

Quizá faltarán de cincuenta justos cinco; ¿destruirás por aquellos cinco toda la

ciudad? Y dijo: No la destruiré, si hallare allí cuarenta y cinco.

Y volvió a hablarle, y dijo: Quizá se hallarán allí cuarenta. Y respondió: No lo haré

por amor a los cuarenta.

Y dijo: No se enoje ahora mi Señor, si hablare: quizá se hallarán allí treinta. Y

respondió: No lo haré si hallare allí treinta.

Y dijo: He aquí ahora que he emprendido el hablar a mi Señor: quizá se hallarán allí

veinte. No la destruiré, respondió, por amor a los veinte.

Y volvió a decir: No se enoje ahora mi Señor, si hablare solamente una vez: quizá se

hallarán allí diez. No la destruiré, respondió, por amor a los diez.

Y Jehová se fue, luego que acabó de hablar a Abraham; y Abraham volvió a su lugar. (Génesis 18:20-33)

El Señor fue claro, el Juez de la tierra, el Justo, no tratará al justo como al impío,

el justo no soportará la ira que vendrá sobre la tierra.

Lejos de ti el hacer tal, que hagas morir al justo con el impío, y que sea el justo

tratado como el impío; nunca tal hagas. El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo

que es justo? (Génesis 18:25)

¿Cómo sabremos entonces que la iglesia no estará en la gran tribulación? Porque

si la iglesia estuviera en el tiempo de la Gran Tribulación, el Señor no destruiría a toda

la Tierra, no haría descender su ira, por causa de nosotros.

Entonces respondió Jehová: Si hallare en Sodoma cincuenta justos dentro de la

ciudad, perdonaré a todo este lugar por amor a ellos. (Génesis 18:26)

- El juicio de las plagas sobre Egipto. Cuando las plagas vinieron sobre

Egipto, el pueblo hebreo fue guardado de ellas. En la última plaga, la peor, cuando

la muerte vino sobre los primogénitos, los hijos de los hebreos fueron guardados de

la ira divina tras la marca puesta en las puertas de sus casas (Éxodo 11 y 12)

e) Dios librará a la iglesia de la gran tribulación.

Tomando los ejemplos anteriormente mencionados, podemos decir que Dios que no

cambia en su manera de actuar, librará a la iglesia de la prueba que ha de venir sobre la

Tierra.

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Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la

hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que

moran sobre la tierra. (Apocalipsis 3:10)

No hay duda que esta prueba se refiere a la Gran Tribulación, ya que es una

prueba que viene sobre “el mundo entero”, en la historia de la humanidad no ha habido

ninguna prueba de esas dimensiones; de ella nos guardará el Señor, ya que habremos

sido arrebatados al cielo, como lo fueron en el pasado Enoc y Elías.

El Señor librará al justo de la tribulación. Recordemos que la gran tribulación no

es la que trae la bestia sobre los hombres, sino la que trae Dios en los últimos días sobre

la bestia y sobre los impíos que se pusieron su marca.

El justo es librado de la tribulación; mas el impío entra en lugar suyo.

(Proverbios 11:8)

Buscad a Jehová todos los humildes de la tierra, los que pusisteis por obra su juicio;

buscad justicia, buscad mansedumbre; quizás seréis guardados en el día del enojo de

Jehová. (Sofonías 2:3)

Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo

murió por nosotros.

Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. (Romanos 5:8-9)

Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de

nuestro Señor Jesucristo. (1ªTesalonisences 5:9)

Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas

estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre. (Lucas 21:36)

Y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos

libra de la ira venidera. (1ªTesalonisences 1:10)

f) ¿Qué pasará con nuestros familiares en la gran Tribulación?

Hemos visto que los justos fueron librados de la tribulación que vino sobre el lugar

donde vivían, y que junto a ellos fueron librados sus familiares. Así, los tres hijos de

Noé y sus esposas entraron en el arca, aunque uno de ellos Cam no era especialmente

justo, y como sabemos más tarde recibió el castigo.

Lo mismo ocurrió con la esposa e hijas de Lot, que aunque salieron de Sodoma y

Gomorra, recibieron castigo, pues no eran personas que vivían para agradara a Dios.

La pregunta entonces, que viene a nosotros es ¿Nuestros familiares serán librados

también de la gran tribulación?

La respuesta es clara en las Escrituras, los justos sí, los impíos no; aunque

podemos dar gracias a Dios que los niños, que el Señor ve todavía como puros, vendrán

con nosotros,

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Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:

Hijo de hombre, cuando la tierra pecare contra mí rebelándose pérfidamente, y

extendiere yo mi mano sobre ella, y le quebrantare el sustento del pan, y enviare en

ella hambre, y cortare de ella hombres y bestias, si estuviesen en medio de ella estos

tres varones, Noé, Daniel y Job, ellos por su justicia librarían únicamente sus propias

vidas, dice Jehová el Señor.

Y si hiciere pasar bestias feroces por la tierra y la asolaren, y quedare desolada de

modo que no haya quien pase a causa de las fieras, y estos tres varones estuviesen en

medio de ella, vivo yo, dice Jehová el Señor, ni a sus hijos ni a sus hijas librarían;

ellos solos serían librados, y la tierra quedaría desolada.

O si yo trajere espada sobre la tierra, y dijere: Espada, pasa por la tierra; e hiciere

cortar de ella hombres y bestias, y estos tres varones estuviesen en medio de ella, vivo

yo, dice Jehová el Señor, no librarían a sus hijos ni a sus hijas; ellos solos serían

librados.

O si enviare pestilencia sobre esa tierra y derramare mi ira sobre ella en sangre, para

cortar de ella hombres y bestias, y estuviesen en medio de ella Noé, Daniel y Job, vivo

yo, dice Jehová el Señor, no librarían a hijo ni a hija; ellos por su justicia librarían

solamente sus propias vidas. (Ezequiel 14:12-20)

En este texto el Señor nos habla claramente que solamente libraría a los justos;

los hijos impíos recibirían el juicio de Dios igual que el resto de impíos.

Por tanto no nos engañemos el texto que dice “que si creemos en Dios seremos salvos

nosotros y nuestra casa” (Hechos 16:31), sólo se refiere a la oportunidad que tendrán

los hijos de escuchar el mensaje de salvación y ver el testimonio de vida en sus padres,

esto les puede llevar a su propia salvación.

g) La iglesia que es la sal y luz de la Tierra, retiene la aparición del

Anticristo

La iglesia es la sal de la Tierra, la sal se usaba para preservar los alimentos de la

descomposición. La iglesia es la luz del mundo, cuando la iglesia sea quitada de la

Tierra, las tinieblas espirituales cubrirán la Tierra y a sus habitantes. Será en ese

momento cuando el Señor traerá todo el juicio prometido sobre la Tierra. Hoy la Tierra

está perdonada, porque la iglesia está todavía en ella y como sal está impidiendo su total

corrupción, cuando sea arrebatada vendrá sobre ella destrucción repentina.

Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada?

No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.

Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede

esconder. (Mateo 5:13-14)

La iglesia está reteniendo la aparición del Anticristo.

Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él,

os rogamos, hermanos, que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar,

ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en

el sentido de que el día del Señor está cerca.

Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la

apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y

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se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en

el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios. ¿No os acordáis que cuando

yo estaba todavía con vosotros, os decía esto?

Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se

manifieste. Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al

presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio.

Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su

boca, y destruirá con el resplandor de su venida; inicuo cuyo advenimiento es por

obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño

de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad

para ser salvos.

Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que

sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en

la injusticia. (2ªTesalonisences 2:1-12)

LA TRIBULACIÓN LA PASARÁ EL PUEBLO JUDIO.

a) La restauración espiritual de Israel

Entonces, si los cristianos han sido arrebatados, y no pasarán la gran

tribulación,¿quienes son los escogidos y los santos mencionados en las Escrituras que

pasarán la gran tribulación?

“Porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del

mundo hasta ahora, ni la habrá. Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería

salvo; más por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados”. (Mat 24:21-22)

Y se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También se le dio

autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación. (Apocalipsis 13:7)

Estos escogidos son los judíos; muchos cristianos no han entendido que al final

de los tiempos los “escogidos” y los “santos”, no serán los nombres con los que se

denomine a la iglesia, sino que serán nombres que volverá a poner Dios en su boca para

hablar del viejo y antiguo pueblo de Dios, el pueblo judío, Israel.

Los judíos rechazados por Dios por su incredulidad, serán restaurados al final de

los tiempos, cuando se haya cumplido la “plenitud de los gentiles”. Entonces Israel, las

ramas originales del olivo, serán de nuevo injertadas junto a nosotros, las ramas

silvestres.

Pues si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo olivo silvestre, has sido

injertado en lugar de ellas, y has sido hecho participante de la raíz y de la rica savia

del olivo, no te jactes contra las ramas; y si te jactas, sabe que no sustentas tú a la

raíz, sino la raíz a ti.

Pues las ramas, dirás, fueron desgajadas para que yo fuese injertado.

Bien; por su incredulidad fueron desgajadas, pero tú por la fe estás en pie. No te

ensoberbezcas, sino teme.

Porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, a ti tampoco te perdonará.

Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios; la severidad ciertamente para con los

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que cayeron, pero la bondad para contigo, si permaneces en esa bondad; pues de otra

manera tú también serás cortado.

Y aun ellos, si no permanecieren en incredulidad, serán injertados, pues poderoso es

Dios para volverlos a injertar.

Porque si tú fuiste cortado del que por naturaleza es olivo silvestre, y contra

naturaleza fuiste injertado en el buen olivo, ¿cuánto más éstos, que son las ramas

naturales, serán injertados en su propio olivo? (Romanos 11:17-25)

Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a gente

que produzca los frutos de él. (Mateo 21:43)

El reino de los cielos ha sido dado a los gentiles, a los que no lo buscaban

(Mt.22:1-14). Estas porciones de las Escrituras son claras, Israel fue rechazado por

incredulidad, pero el olivo en el que nosotros nos encontramos actualmente, es en el que

ellos nacieron, nosotros por gracia, sin pertenecer a ese olivo hemos sido injertados en

lugar de las ramas originales. Pero tenemos que entender esta revelación:

Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes

en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte,

hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; y luego todo Israel será salvo. (Romanos 11:26)

El misterio que aquí se nos revela es que a Israel le ha venido, por su

incredulidad, un endurecimiento en parte, esto es, no un endurecimiento total; y que

cuando pase el tiempo determinado por Dios, el llamado “tiempo de la plenitud de los

gentiles”, Israel caerá de ese endurecimiento y se volverá a Dios reconociendo a Jesús

como el Mesías, en este tiempo “todo Israel será salvo”.

Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén

será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan. (Lucas 21:24)

¿Cuando entonces terminará “la plenitud de los gentiles”? Cuando Israel no esté

dominada por los gentiles, todavía queda el monte del templo, siendo hollado por

gentiles, cuando puedan construir allí el templo este tiempo terminará en Israel. Esta

frase “la plenitud de los gentiles”, tiene una segunda lectura, es el tiempo en que los

gentiles son tratados como pueblo de Dios. Hasta que ésta no cese, cosa que ocurrirá

cuando la iglesia sea arrebatada a los cielos. En ese tiempo, en el de la Gran

Tribulación, Israel volverá a ser considerado el pueblo de Dios, los santos y escogidos

del Señor, y tomará la iniciativa evangelística con los 144.000 judíos, 12 de cada una de

las tribus de Israel.

Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las

tribus de los hijos de Israel.

De la tribu de Judá, doce mil sellados. De la tribu de Rubén, doce mil sellados. De la

tribu de Gad, doce mil sellados.

De la tribu de Aser, doce mil sellados. De la tribu de Neftalí, doce mil sellados. De la

tribu de Manasés, doce mil sellados.

De la tribu de Simeón, doce mil sellados. De la tribu de Leví, doce mil sellados. De la

tribu de Isacar, doce mil sellados.

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De la tribu de Zabulón, doce mil sellados. De la tribu de José, doce mil sellados. De la

tribu de Benjamín, doce mil sellados. (Apocalipsis 7:4-8)

Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él

ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la

frente.

Y oí una voz del cielo como estruendo de muchas aguas, y como sonido de un gran

trueno; y la voz que oí era como de arpistas que tocaban sus arpas.

Y cantaban un cántico nuevo delante del trono, y delante de los cuatro seres

vivientes, y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico sino aquellos ciento

cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los de la tierra.

Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los

que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de entre los

hombres como primicias para Dios y para el Cordero; y en sus bocas no fue hallada

mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios.

Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para

predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo,

diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha

llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las

aguas. (Apo.14:1-7)

Vemos en estos textos que un ángel hace función de evangelista, y en otra

porción de Apocalipsis vemos a dos testigos (posiblemente Elías y Moisés) que vienen

para dar testimonio del Señor (Apocalipsis 11:3), pero a la iglesia no la vemos

predicando por ningún lugar en ese tiempo, el motivo es claro, la iglesia no ésta en la

Tierra en ese tiempo, marcharon unos pocos años antes con Cristo en el arrebatamiento.

Los judíos reconocerán al Mesías al que mataron, y arrepentidos creerán en él y

le servirán, siendo de esta manera restaurada Israel.

Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de

gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por

hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito.

(Zacarías 12:10)

Todo esto sólo podría suceder cuando se cumpliera el tiempo de los gentiles,

esto es, el tiempo en que los gentiles están pisando y dominando sobre la Tierra

Prometida, pero gracias a Dios estamos viendo hoy en día que Israel está de nuevo

habitando la tierra de que Dios le dio como herencia.

b) Los judíos volviendo a su tierra

El tiempo de los gentiles, está prácticamente cumplido, ya el Señor trajo al

pueblo judío de los cuatro puntos cardinales de la Tierra, y hoy habitan en su propia

Tierra. En 1917, con la declaración de Balfour, se permitió el regreso de los judíos a su

tierra natal. Y la tierra desértica fue convertida en un vergel, “esta tierra que era

asolada ha venido a ser como huerto del Edén” (Ezequiel 36:35).

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Y les dirás: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, yo tomo a los hijos de Israel de

entre las naciones a las cuales fueron, y los recogeré de todas partes, y los traeré a su

tierra. (Ezequiel 37:21)

Y levantará pendón a las naciones, y juntará los desterrados de Israel, y reunirá los

esparcidos de Judá de los cuatro confines de la tierra. (Isaías 11:12)

Esta es una tremenda profecía, que se cumplió literalmente el 14 de Mayo de

1948, el Señor trajo de nuevo a los judíos de todos los rincones de la tierra y los hizo

habitar en la tierra que un día les dio por heredad. De este tema hemos hablado en un

capítulo anterior.

Se cumplirán en este tiempo algunas de las viejas promesas dadas a Israel donde

se le decía que será el foco de atención del mundo en los últimos tiempos.

Y vendrán a ti humillados los hijos de los que te afligieron, y a las pisadas de tus pies

se encorvarán todos los que te escarnecían, y te llamarán Ciudad de Jehová, Sion del

Santo de Israel.

En vez de estar abandonada y aborrecida, tanto que nadie pasaba por ti, haré que

seas una gloria eterna, el gozo de todos los siglos. (Isaías 60:14-15)

Así dijo Jehová el Señor: He aquí, yo tenderé mi mano a las naciones, y a los pueblos

levantaré mi bandera; y traerán en brazos a tus hijos, y tus hijas serán traídas en

hombros.

Reyes serán tus ayos, y sus reinas tus nodrizas; con el rostro inclinado a tierra te

adorarán, y lamerán el polvo de tus pies; y conocerás que yo soy Jehová, que no se

avergonzarán los que esperan en mí. (Isaías 49:22-23)

Así ha dicho Jehová, que da el sol para luz del día, las leyes de la luna y de las

estrellas para luz de la noche, que parte el mar, y braman sus ondas; Jehová de los

ejércitos es su nombre:

Si faltaren estas leyes delante de mí, dice Jehová, también la descendencia de Israel

faltará para no ser nación delante de mí eternamente. (Jeremías 31:35-36)

Y vendrán muchos pueblos y fuertes naciones a buscar a Jehová de los ejércitos en

Jerusalén, y a implorar el favor de Jehová.

Así ha dicho Jehová de los ejércitos: En aquellos días acontecerá que diez hombres

de las naciones de toda lengua tomarán del manto a un judío, diciendo: Iremos con

vosotros, porque hemos oído que Dios está con vosotros. (Zac.8:22-23)

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c) Textos que hablan que la Gran Tribulación es para Israel

- Daniel 12:1-3 Y en aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está por los hijos de tu

pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue después que hubo gente hasta

entonces: más en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallaren

escritos en el libro.

Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para

vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua.

Y los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que

enseñan á justicia la multitud, como las estrellas á perpetua eternidad.

En este texto se está hablando claramente de la gran tribulación y de la

resurrección de los muertos que acontecerá al final de los tiempos, y se habla de que

“en aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está por los hijos de tu

pueblo”, y “en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallaren

escritos en el libro”. Luego este texto confirma que la gran tribulación será para el

pueblo judío.

- Jeremías 30:7-10 7! Ah, cuán grande es aquel día! tanto, que no hay otro semejante a él; tiempo de

angustia para Jacob; pero de ella será librado.

8 En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, yo quebraré su yugo de tu cuello, y

romperé tus coyundas, y extranjeros no lo volverán más a poner en servidumbre,

9 sino que servirán a Jehová su Dios y a David su rey, a quien yo les levantaré.

10 Tú, pues, siervo mío Jacob, no temas, dice Jehová, ni te atemorices, Israel; porque

he aquí que yo soy el que te salvo de lejos a ti y a tu descendencia de la tierra de

cautividad; y Jacob volverá, descansará y vivirá tranquilo, y no habrá quien le

espante.

Este texto es igualmente claro, al hablar de la gran tribulación, y de que ésta es

para Jacob, recordemos que Jacob es el otro nombre de Israel. En ese tiempo será Israel

librado de todo yugo, incluso el de la incredulidad y se volverán y servirán al “Hijo de

David que el Señor les levantó”, esto es, a Jesucristo. Aun en medio de la prueba

tendrán socorro y ayuda de Dios.

- Mateo 24:15-22 Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el

profeta Daniel (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea, huyan a los

montes.

El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa; y el que esté en el

campo, no vuelva atrás para tomar su capa.

Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días!

Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en día de reposo; porque habrá

entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta

ahora, ni la habrá.

Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los

escogidos, aquellos días serán acortados.

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Este texto habla de nuevo de la Gran Tribulación, y se ve claramente que se está

refiriendo al pueblo judío, ya que habla del nuevo templo que se construirá allí; habla de

Judea como del lugar donde padecerán esta tribulación; y habla de que oren para que su

huida no sea en día de “reposo”, y como sabemos, los que guardan el día de “reposo”

son los judíos.

- Apocalipsis 12:1-7 Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de

sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas.

Y estando encinta, clamaba con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento.

También apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran dragón escarlata, que tenía

siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas; y su cola arrastraba la

tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró

frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como

naciese.

Y ella dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de hierro a todas las naciones; y su

hijo fue arrebatado para Dios y para su trono.

Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar preparado por Dios, para que allí la

sustenten por mil doscientos sesenta días. (Apocalipsis 12:1-6)

La mayoría de los comentaristas coinciden en que esta mujer representa a Israel.

El simbolismo del Sol, la Luna y las doce estrellas es el mismo que el que recibió José

en uno de sus sueños, y ellos eran en ese momento Israel.

Soñó aun otro sueño, y lo contó a sus hermanos, diciendo: He aquí que he soñado

otro sueño, y he aquí que el sol y la luna y once estrellas se inclinaban a mí.

Y lo contó a su padre y a sus hermanos; y su padre le reprendió, y le dijo: ¿Qué sueño

es este que soñaste? ¿Acaso vendremos yo y tu madre y tus hermanos a postrarnos en

tierra ante ti? (Génesis 37:9-10)

El sol representaba a Jacob, la luna a su esposa y las estrellas a las tribus de

Israel. El dragón escarlata que arrastra la tercera parte de las estrellas del cielo es

Satanás y sus ángeles caídos, en especial trabajando bajo la figura del Anticristo, ya que

la bestia tiene 7 cabezas y 10 cuernos y esta visión corresponde con la de este ser

abominable. El hijo de la mujer, Israel, no es otro que Jesucristo, el cual regirá a todas

las naciones con vara de hierro, el cual fue arrebatado a los cielos y al que esperamos

con anhelo.

Lo último que vemos, es a la mujer, a Israel, escondida en el desierto, donde es cuidada

por Dios por 1260 días, esto es, los tres años y medio, en los cuales el Anticristo estará

persiguiendo a los que no se pongan la marca en la frente o en la mano, el desierto será

uno de los pocos lugares donde podrán escapar de tan terrible persecución, ya que

muchas naciones vendrán a luchar contra Israel y en especial contra Jerusalén (Lucas

21:20-24); por esto muchos morirán, como nos dice la palabra, decapitados.

¿Quiénes forman esta gran multitud vestida de ropas blanca que han salido de la

Gran Tribulación? Estos son los judíos y gentiles convertidos en este tiempo por la

predicación y palabra de los 144.000, de los 2 testigos, y que no se pusieron la marca de

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la bestia, los cuales por medio de la fe y el martirio han lavado sus ropas saliendo

mártires de la gran tribulación.

Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de

todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la

presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos; y

clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está

sentado en el trono, y al Cordero.

Y todos los ángeles estaban en pie alrededor del trono, y de los ancianos y de los

cuatro seres vivientes; y se postraron sobre sus rostros delante del trono, y adoraron a

Dios, diciendo: Amén. La bendición y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y

la honra y el poder y la fortaleza, sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos.

Amén.

Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome: Estos que están vestidos de ropas

blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido?

Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran

tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del

Cordero.

Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo; y el que

está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos.

Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno;

porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes

de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos. (Ap. 7:9-17)

PASTOR: JUAN CARLOS SOTO