La Gualdra 184

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SUPLEMENTO CULTURAL No. 184 - 9 DE FEBRERO DE 2014 - AÑO 4 DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN Cristina Rivera Garza (Matamoros, Tamps., 1964) ha publicado Nadie me verá llorar, Ningún reloj cuenta esto, La cresta de Ilión, Lo anterior, La muerte me da, Verde Shanghai, La frontera más distante, La Castañeda. Narrativas dolientes desde el manicomio general, México, 1910-1930. Su obra ha sido traducida al inglés, al portugués, alemán, italiano y coreano. Actualmente, es profesora de Creación Literaria en el Departamento de Literatura de la Universidad de California, en San Diego. [Una entrevista con ella en páginas centrales]

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SUPLEMENTO CULTURAL No. 184 - 9 DE FEBRERO DE 2014 - AÑO 4 DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN

Cristina Rivera Garza (Matamoros, Tamps., 1964) ha publicado Nadie me verá llorar, Ningún reloj cuenta esto, La cresta de Ilión, Lo anterior, La

muerte me da, Verde Shanghai, La frontera más distante, La Castañeda. Narrativas dolientes desde el manicomio general, México, 1910-1930. Su

obra ha sido traducida al inglés, al portugués, alemán, italiano y coreano. Actualmente, es profesora de Creación Literaria en el Departamento

de Literatura de la Universidad de California, en San Diego.

[Una entrevista con ella en páginas centrales]

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LA GUALDRA NO. 184 / 9 DE FEBRERO DE 2015 / AÑO 4

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La fe que sobrevivePor Gabriel Luévano Gurrola

El Templo de las MusasImágenes, iconografía, barrocoPor Violeta Tavizón Mondragón

La ConversaciónLeo Marz y Eric Nava

Cristina Rivera GarzaLa literatura como posibilidad de ima-ginar y de vivir otros mundosPor Jánea Estrada Lazarín

Diario de MateoPor Mateo Estrada Gaviria

Reflexiones sobre la enseñanza del español que hace Alejandro García, a pesar de todo Por Carlos Flores

Desayuno en Tiffany’s, mon kuÇa balance à Paris la crítica parisina cultural Por Carlos Belmonte Grey

Castillo de sal si puedesPor Ester Cárdenas

Mauricio Magdaleno, para intrusosV. El vasconcelismo. Las palabras perdidas Por Conrado J. Arranz

El Picaporte Por Simitrio Quezada

Y me puse a soñar Por Alberto Huerta

Papeles Por Pilar Alba

Para leer Entre dientesPor Edgar Khonde

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La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.

Carmen Lira SaadeDir. General

Raymundo Cárdenas VargasDir. La Jornada de [email protected]

Jánea Estrada LazarínDir. La Gualdra

[email protected]

Roberto Castruita y Enrique MartínezDiseño Editorial

Juan Carlos VillegasIlustraciones

[email protected]

Todo mi optimismo de las sema-nas pasadas empieza a diluirse ante las noticias que han circulado estos días, me refiero específicamente a los recursos públicos destinados a la construcción de un espacio llamado Centro Cultural Toma de Zacatecas, del que se informó “estará equipado con 4 mil 500 butacas, siendo cinco veces más grande que el Teatro Ra-món López Velarde y siete veces más que el Teatro Fernando Calderón”. Aclaro que no es que esté en contra de que se invierta en infraestructura para la cultura y las artes, mucho mejor que se invierta en eso y no en espectáculos baladíes o en monumen-tos horrendos; se trata, otra vez, de establecer prioridades. ¿Para qué que-remos un espacio de tales magnitudes cuando no nos hemos preocupado por darle vida a los que actualmente tenemos? Nuestra ciudad está llena de espacios culturales solos, subutili-zados; para muestra están en Centro de Convenciones y los museos, que exceptuando quizá al de la Toma de Zacatecas y el Zacatecano, tienen una mínima afluencia diaria; o la Ciuda-dela, que de no ser porque ahí mismo está ubicada la Cineteca sería un lugar permanentemente vacío. No me crea a mí, créale a los registros mensuales de visitantes y dese una vuelta para que lo constate usted mismo. Nos estamos llenando cada vez más de elefantes blancos que sólo sirven para dos cosas: para informar que se ins-tala la primera piedra y para salir en las fotos cuando estos se inauguran.

Lo curioso del caso es que se anuncia la inversión de 250 millones de pesos en este proyecto cuando sabemos también que este año el presupuesto para cultura sufrió un recorte brutal con respecto a otros años; sirva como ejemplo establecer la comparación entre lo que se invir-tió en el año 2010 en el Festival Cul-tural y lo que se invertirá en el 2015: hay una diferencia de 30 millones menos. Las diferencias en la progra-mación tal vez nos ilustren más, no es lo mismo ver en Plaza de Armas a Bob Dylan que a Yahir. En fin, es-tamos en año electoral y anuncios como este y como el de la repartición de las cubetas nuevas de aluminio a

los vendedores de tunas y nopalitos “para que tengan mejores condicio-nes laborales” serán una constante… espero equivocarme.

Pasando a otros temas más agra-dables, la semana pasada le anticipé que el día 11 de este mes, se presen-tarían dos libros muy interesantes. El primero de ellos está coordinado por el NIC, centro cultural que se ha caracterizado entre otras cosas por la intensa actividad de capacitación que ha tenido a favor de los niños. Son alumnos de diferentes escuelas primarias los autores de los grabados que ilustran Zacatecas en los días de la rebelión. El texto es de Edgar Hurtado Hernández; en él, de manera clara y sencilla se narran varios sucesos acontecidos durante la Revolución Mexicana. En este libro encontrará además un intercambio epistolar muy interesante entre el coronel Lucio Gallardo y el general Pánfilo Natera, en el que el primero ofrece el indulto a Natera y sus seguidores a cambio de que renuncien, a lo que Natera contesta: “Si efectivamente fuera usted patriota, no sería parte del agonizante y corrompido hato de miserables que sostiene el quimérico gobierno ema-nado de una repugnante traición […] agradezco ese rasgo de piedad hacia mí y los míos que le han movido a proponerme gestionar nuestro indulto, pero no ando gestionando favores…”. Si quiere usted leer el texto completo, lo invito a que asista a la presenta-ción de Zacatecas en los días de la rebelión, este miércoles 11 a las 10:00 Hrs. en la Sala Eulalia Guzmán de la SEDUZAC.

Ese mismo día 11, pero a las 6 de la tarde en el Foyer del Teatro Calderón, Marco Antonio Flores Za-vala presentará Antes de la batalla. Referencias sobre el acontecer en la vetusta ciudad de Zacatecas (agosto de 1910-junio de 1914). Este es un libro que usted debe de tener, leer y poner después es el apartado más especial dentro de su biblioteca; es simple y sencillamente un libro de colección. No se lo pierda.

Que disfrute su lectura.

Jánea Estrada Lazarí[email protected]

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naturalmente, el simulacro que es la ficción y nos veamos sin demasiados ambages. Se empieza a distinguir, como si estuviéramos viendo una radiografía, la forma en la que está constituido el mundo. Ese esqueleto puede llenarse de carne ajena (lo ficticio de la ficción), historias recreadas, y con ello, imagina-das, pero la osamenta permanece y hace que cualquier nacionalidad identifique sus problemas en otras. Uno ve los pun-tos nodales, las articulaciones, y también los cortes, las fracturas, el cáncer y po-dredumbre que invade nuestro cuerpo y nuestra alma.

De este modo nos horrorizamos ante el drama de los personajes y buscamos, creemos dar con la solución: “Lárguense de ahí, tomen sus cosas y váyanse, rebé-lense, burlen a sus celadores, quítenle a los amos el pan que han sembrado, el telar que han tejido, díganles que están equivocados, que la vida no vale y, por eso mismo, lo contrario”. Eso lo decimos de buena gana, sin embargo, ¿cuál es la razón de que no espetemos lo mismo cuando nos asomamos a un espejo? No es tan sencillo.

La lectura de Tiempos difíciles nos

muestra al mundo como un castillo lleno de galerías, escaleras y sótanos que pa-rece inamovible, insoslayable. Pero el artificio evidente de su hechura nos lo revela también, como un castillo de nai-pes o una fortaleza de durable cemento y recias rejas que sin embargo está cons-truido sobre un lecho de dinamita o lodo. A lo largo de la lectura uno espera que alguien apriete el botón porque parece inevitable que todo caiga en pedazos. ¿Por qué sencillamente Raquel no acepta al desdichado y proscrito Esteba y este no deja de lado los escrúpulos y olvida su matrimonio fallido con una alcohólica? ¿Por qué el público no se ríe de las trasta-das del payaso padre de Jupe y de “Patas Alegres”? ¿Por qué Luisa se sacrifica contrayendo nupcias con el explotador y abyecto Bounderby? Los misterios siguen latentes y socavan las instituciones que nos dicen “es así y basta”.

Dickens tuvo fama de poco mori-gerado. Exagerar, en el fondo no lo es tanto. Supongamos que verdaderamente se le pasa la mano al narrador. En todo caso esa exageración y aparente inve-rosimilitud (que puede extrañarnos si no consideramos la exigencia decimo-nónica de los episodios aislados que se publicaban en periódicos) es un re-curso, un artilugio que es una defensa del empuje negro y lacerante del falso progreso: una de las formas de llamar a la barbarie, el colonialismo y la ausencia de sensibilidad. Dickens crea alegorías y metáforas, condensa para sus fines las vertientes de la naturaleza humana en cada uno de sus personajes y escenas. Por ejemplo, la casa que Gradgrind edi-ficó como un dechado de racionalismo y ciencia para la educación de sus hijos Tomás y Luisa, basada en realidades concretas, extirpando todo rastro de imaginación y ambigüedad es una me-táfora perfecta del túnel por el que el mundo moderno atraviesa en la más concentrada penumbra. La obra de Dic-kens representa una lámpara colgada en la pared con la que se puede acompañar el trayecto por esos tiempos difíciles. Es obvio que en medio de tal oscuridad el brillo parecerá exagerado.

Seguimos leyendo a Dickens porque nos sigue diciendo cosas que no es senci-llo plantearse. Porque se le ha entregado desde su aparición la fe de miles de lec-tores y no los ha (nos ha) defraudado: la complejidad y brutalidad del mundo esperan antes que una respuesta, una pregunta y una certeza. Cada persona formula y aventura las dos primeras, a su modo. La certeza es la misma: vivir es más difícil que leer.

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“Pues bien; lo que yo quiero son realida-des. No les enseñéis a estos muchachos y muchachas otra cosa que realidades. En la vida son necesarias las realidades. No planteéis otra cosa y arrancad de raíz todo lo demás [...] De acuerdo con esta norma educo yo a mis hijos, y de acuerdo con esta norma hago educar a estos muchachos. ¡Ateneos a las realida-des, caballero!”.

Y sigue… quien habla es Thomás Gradgrind, potentado, patrón, dueño de un castillo de conocimientos y, por su-puesto, de la escuela de Coketoon, Ingla-terra. Quien haya leído, antes de Tiempos difíciles, otras novelas del autor, Charles Dickens, se dará cuenta que sí, de nuevo tenemos a uno de esos personajes obse-sionados, extravagantes, terribles, que detonan la trama (ellos y lo que repre-sentan: la castración moral) y martirizan a las víctimas, también recurrentes, los niños. El que tenga la suerte de empezar con esta obra, y no haya leído mucho sobre Dickens, podrá identificar inme-diatamente el tono que permeará desde la sentencia draconiana del tirano hasta el final, que no es otra cosa que recoger los huesos y tablas que dejó el huracán a su paso. Pues resulta que la cita inicial puede sustituirse con otras citas extraí-bles a lo largo de la novela, o con escenas que, abstraídas, sean sus ejemplos explí-citos, y no perderíamos el tono, la sensa-ción de que estamos frente a la vibración de un tiempo que se coló hasta nuestros días en formas tan o más aterradoras.

Aunque se diga (de forma justa) que Dickens fue cronista de su época, no se lee con la seguridad de estar ale-jado, protegido de la materia o sustancia de su contenido, como si estuviéramos apreciando un remoto zoológico o una caricaturesca expresión de folclor afor-tunadamente desaparecido. Nada de eso, algo nos pica mientras lo leemos, no es difícil imaginar sus tramas; la recreación tiene menos de esfuerzo que de inevi-table sinceridad. Esto está ocurriendo, concluimos.

Ahora bien, el estilo de Dickens es rá-pido, algo irregular, trepidante, directo, hasta el punto que la profundidad de los personajes descansa en sus acciones y en las preguntas que van surgiendo mediante avanza su aventura. Preguntas que ellos mismos se hacen y otras que el narrador lanza. Ahí está el final, una retahíla de hipótesis un poco en la tesi-tura de Grandes esperanzas (obra mucho más sólida que a pesar de la sordidez de su historia termina en una verdadera es-peranza que hincha el corazón). Tiempos difíciles es un festín para analizar lo ex-

celso y lo flojo del autor, pues congrega sus obsesiones, elevándolas. Parece que Dickens sucumbió aquí a su ánimo más que en otros textos y quiso hacer una obra que dejara constancia total de la crueldad de los hombres. Lo logró, con todo lo que eso conlleva.

Como Tiempos difíciles nos arroja a la cara el enigma del ser humano, lo oscuro de sus resoluciones, uno tiene la sensa-ción de inmediatez en todo momento, el deseo de gritarle a la novela, al narra-dor, y a los personajes, interpelándonos (quizá porque no tenemos la costumbre de hacer eso con nosotros mismos y los que nos rodean)¿Qué tiene la literatura que da en el blanco, nos pone en bandeja los temas esenciales y nos envalentona para hablar de ellos y aventurar res-puestas?

Uno sabe, intuye, que todo es un desastre y ha ido de mal en peor. Real-mente la Inglaterra de esos años prefi-gura y antecede el orden mundial de hoy, el pensamiento cada vez más supeditado a las leyes de la moral que al mismo tiempo son siervas de las leyes del mer-cado. Uno tiene que leer un poema, una novela, un cuento, para que se abra,

La fe que sobrevivePor Gabriel Luévano Gurrola

Libros

Gradgrind y sus hijos en la ediciónoriginal de Tiempos difíciles.

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solo una atinada o desatinada combi-nación de elementos plásticos tales como la forma, la composición, la armonía y ritmo, los volúmenes, el color o el manejo de luz; en muchas ocasiones la obra de arte es porta-

dora de un mensaje, ilustra gráfica-mente un personaje o una idea.

Una vez más tomaré como ejem-plo la pintura novohispana, ya que las representaciones de la vida de Jesús, de la Virgen María y de los santos, sirvieron como modelos de vida para los fieles novohispanos. Las imágenes sirvieron como un medio de difusión entre la pobla-ción pagana y analfabeta que apenas abrazaba la nueva fe; tenían como objetivo conmover a los fieles y orientarlos sobre los valores cris-tianos, por tanto fueron un recurso didáctico más que obras utilizadas para adornar los muros de iglesias y conventos.

A partir de 1563 después de que se llevó a cabo el Concilio Ecumé-nico de Trento, se defendió aún más el uso de las imágenes ya que eran indispensables para que los fieles creyentes, al verlas imitaran la vida ejemplar de la Virgen María y de los santos, así como también recordaran los sufrimientos de Jesucristo en la cruz. Desde entonces, se comenzó a vigilar aún más la manufactura de las imágenes y su colocación en los tem-plos y capillas. Las imágenes tenían que despertar en el devota virtudes como la penitencia, la piedad y la caridad; así también se emitieron ordenanzas para que los pintores y escultores fueran regulados y obser-vados en la manera en que repro-ducían las imágenes. El gremio de pintores produjo a grandes artistas del barroco tales como Luis Juárez, Cristóbal de Villalpando, Juan Co-rrea o Miguel Cabrera, y a partir de estos datos, podremos comprender por qué la temática casi siempre giró en torno a la religión.

Todos estos elementos sobre el uso de las imágenes y la iconografía son de sumo interés para disfrutar de la pintura barroca novohispana, la cual en su mayoría y como ya advertimos anteriormente, tiene una temática religiosa. La historia del arte nos abre un amplio campo para comprender a través de las distintas manifestaciones artísticas, la vida cotidiana de los hombres y mujeres que vivieron diferentes épocas.

* Curadora.

En el arte, las imágenes no son algo estático, se transforman según la época y las ideas del momento, muestra de ello son los diversos lienzos que fueron pintados durante el barroco novohispano entre los siglos XVII y XVIII. Muchos de es-tos cuadros, que en la actualidad observamos en iglesias y museos, nos muestran cómo los artistas del barroco tuvieron a su cargo la tarea de plasmar y dar forma a las aspi-raciones estéticas de una sociedad cuya concepción del mundo y de la vida giraba en torno a la religión católica. Las escenas son ricas en elementos iconográficos que deben de observarse cuidadosamente para poder ser interpretados.

La palabra iconografía tiene su origen en los vocablos eikon que significa imagen y graphein que es descripción. Es importante señalar que la iconografía no sólo se aplica para describir imágenes vinculadas a la religión católica; la mayoría de las religiones tienen sus propios progra-mas iconográficos. Muestra de ello fue lo que sucedió durante el Virrei-nato, cuando la Iglesia promovió sus enseñanzas a través de la palabra oral y escrita, de tal forma que la imaginería religiosa tuvo como prin-cipal objetivo la evangelización de la población. De ahí que la mirada no sólo fue un mero acto de con-templación estética, sino un recurso didáctico que impactó en la vida co-tidiana de las personas, sin importar su posición social o económica.

¿Pero qué es una imagen? Los estudiosos sobre el tema como el es-pañol Santiago Sebastián, nos dicen que es una representación estructu-rada por la consciencia del hombre; también es un elemento que forma parte del patrimonio artístico de una cultura o de un pueblo. Las imá-genes son una forma de lenguaje, viven y mueren como las palabras. Por ello las imágenes no son algo estático, se transforman según la época y las ideas del momento. Si hojeamos un libro sobre historia del arte, podremos ver cómo una misma escena como La última cena, se ha representado de forma muy distinta a lo largo de los siglos, las imágenes cambian, sin embargo su significado

sigue en la mayoría de las ocasiones vigente.

Entonces para estudiar más con-cienzudamente una obra de arte, podemos utilizar la iconografía. Una pintura o una escultura, no son

El Templo de las MusasImágenes, iconografía, barrocoPor Violeta Tavizón Mondragón*

Arte

La anunciación, Cristóbal de Villalpando, 1706, Óleo sobre telaMuseo de Guadalupe, CONACULTA-INAH

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acción de olvido intencional, utilizando como objeto y medio un libro de relatos de Ángeles Mastreta. David Rodríguez realizó un corto documental, Abuelo Migrante, que entrelaza el mito de la búsqueda del padre, como metáfora de la identidad, y la historia de los migrantes que regresan a su lugar de origen.

La vida cotidiana fue tratada desde distin-tas perspectivas en las obras de Gaspar, Pre-textos; Citlali Córdova, Estética de la Existencia; y Abraham Soriano, Mantras del no-hacer. Gaspar exploró las contradicciones entre la realidad y la interpretación que se materia-lizan en las imágenes, eliminando cualquier posibilidad de encontrar una afirmación sobre la verdad de los hechos ocurridos o narrados. Citlali Córdova concibe a la vida cotidiana como una acumulación de formas de hacer estéticas: acciones cuya finalidad práctica pasa a segundo plano, que dan un sentido distinto a la realidad. Soriano hace una investigación sobre el consumo y el apego como una fuente de confort, se pregunta si es posible vivir sin acumular objetos, sin crearlos o construirlos, no-hacer como estrategia creativa y forma de meditación.

Rubén Gil propuso Grandes Géneros, que se compone de representaciones audio-gráfi-cas que mezclan distintos géneros musicales activados por los espectadores y proyecciones de luz que cuestionan la idea de lo popular y lo underground: la alta y baja cultura como categorías que pierden su carácter cualitativo.

Claudia Córdova reflexionó sobre la esfera pú-blica, con la consciencia de que no es posible vivir permanentemente fuera del sistema: de la utopía a la política real. Más que una obra, Zona Autónoma Temporal se compone de una serie de talleres y conferencias.

Finalmente, Gilberto Jiménez, reestruc-turó el juego tradicional Xhangai. Acción/Reacción Xhangai opera en dos niveles: como intervención social utiliza el juego para gene-rar un espacio de convivencia en lotes baldíos y canchas deportivas en desuso. Como pro-ducto de exposición es un objeto escultórico accionado por los espectadores para reprodu-cir los movimientos del juego.

Se trata de proyectos que no se agotaron con su exhibición. Más que obras específicas, los participantes en el programa desarrollaron estrategias de trabajo propias que les permi-ten abordar las temáticas de su interés desde distintas disciplinas. Para su participación en Zona MACO 2015, Museograbado presentó obras derivadas de los proyectos de Mariana Orozco y Abraham Soriano.

A mediados de este año, se publicará la segunda convocatoria de La Conversación, que estará abierta no sólo para artistas, sino a cual-quier interesado en el desarrollo de prácticas contemporáneas, es decir, en abordar una temática específica sin limitarse a la metodo-logía de una sola disciplina o al requerimiento de que los resultados deban presentarse bajo el formato de una exposición.

A finales de 2013 y durante 2014 se realizó la primera edición de La Conversación, un programa para el desarrollo de proyectos enfocado en las prácticas del arte contem-poráneo. Es una propuesta alternativa de formación basada en la discusión colectiva y transdisciplinaria de las ideas, conocimientos y maneras de hacer que informan el trabajo de cada artista.

Mediante convocatoria abierta fueron se-leccionados Citlali Córdova, Claudia Córdova, Rubén Gil, Gilberto Jiménez, Mariana Orozco, Ángeles Perelló, Gaspar, David Rodríguez y Abraham Soriano, quienes participaron en ta-lleres grupales y tutorías individuales elegidos de acuerdo a los intereses del grupo.

En el taller de José Jiménez Ortiz, soció-logo y artista, se analizó cómo abordar proble-máticas sociales desde el arte. Sebastián Romo trabajó sobre la definición clara del proceso de producción, tomando en cuenta recursos disponibles, requerimientos y restricciones para llegar al producto esperado.

En tutorías individuales con los artistas Erick Beltrán y Emilio Chapela, Jesús Cruzvi-

llegas, activista de derechos humanos, y Ceci-lia Garibi, especialista en estudios de género, cada participante trabajó sobre aspectos espe-cíficos de su trabajo, desde las posibilidades y dispositivos de presentación hasta considera-ciones teóricas sobre el tema tratado.

A lo largo de todo el proceso, Leo Marz y Eric Nava, co-directores de La Conversación, acompañaron las discusiones desde la pers-pectiva curatorial y de producción, para termi-nar en una serie de tres exposiciones en torno las principales preocupaciones del grupo.

Durante la segunda mitad de 2014, en el Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez se presentaron tres exposiciones, Cualsea, Las Cosas y Las Imágenes, que agruparon las obras en torno a temáticas de género y espacio público, producción-consumo de objetos, y medios de representación.

Ángeles Perelló retomó un proyecto en el que ha trabajado desde hace tiempo, Mujer Cuerpo, que propicia espacios de conversación sobre la mujer, sus satisfacciones y penas, deseos y temores. Mariana Orozco analizó la construcción de los roles de género en una

La ConversaciónLeo Marz y Eric Nava

ArteMantras del no-hacer, Abraham Soriano, registro de performance, video

Lectora Voraz (Memoria Selectiva), Mariana Orozco, libro intervenido, fotografía

Encore, Rubén Gil, esténcil sobre muro

Nos Vamos a Crotán, Claudia Córdova, fotografías, fanzine._Xhangai, Gilberto Jiménez, insta-lación, fotografía, móvil._Pre-textos, Gaspar, instalación.

Abuelo Migrante, David Rodríguez,

video._

Estética de la Existencia, Citlali

Córdova, instalación._

Mujer Cuerpo, Ángeles Perelló,

instalación.

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LA GUALDRA NO. 1846Li

tera

tura

Cristina Rivera Garza nació en Matamoros, Tamaulipas, en 1964. Es considerada como una de las escritoras más importantes de las letras mexicanas en la época actual. Por su labor creativa, se ha hecho merecedora de prestigiosos galardones como el Premio Na-cional de Novela José Rubén Romero 1997, el Premio Sor Juana Inés de la Cruz 2001, el Premio Nacional de Cuento Juan Vicente Melo 2001 y el Premio Internacional Anna Seg-hers 2005. Es autora de Nadie me verá llorar, Ningún reloj cuenta esto, La cresta de Ilión, Lo anterior, La muerte me da, Verde Shanghai, La frontera más distante, La Castañeda. Narrativas dolientes desde el manicomio general, México, 1910–1930, solo por mencionar algunos de sus títulos más destacados. Su obra ha sido tra-ducida al inglés, al portugués, alemán, italiano y coreano. Rivera Garza es doctora en Histo-ria, ha sido profesora de varias universidades en México y Estados Unidos –país en el que radica desde 1989-; y actualmente es profe-sora de Creación Literaria en el Departamento de Literatura de la Universidad de California, en San Diego.

Recientemente estuvo en Zacatecas para participar en el Tercer Encuentro de Narrativa de la región Centro Occidente, ocasión que aprovechamos para conversar con ella.

Janea Estrada Lazarín: Hablemos de litera-tura y de género, de la relación que hay entre tu labor como escritora y profesora con tu vida familiar…Cristina Rivera Garza: Mira, en cuestión de género hay estadísticas que ya existen, ahí están. Podemos atribuirles distintas ex-plicaciones, algunas orientadas a confirmar

el estado de las cosas y algunas tendientes a transformarlas, a mí me gustaría transfor-marlas, porque yo creo que quienes leemos porque queremos leer buenos libros, leemos a hombres y mujeres. Los que leen por cues-tiones de género, son quienes nada más leen a hombres, creo que son ellos quienes hacen eso, no nosotros quienes solo queremos leer buenos libros. Sobre la relación de mi activi-dad como escritora con la vida familiar, he de decir que yo dependo mucho de mi trabajo para vivir, yo soy profesora; yo no vengo de un medio privilegiado, ni tengo una renta fija, ni nadie me mantiene, ni soy hija de ente acaudalada, ni de la elite mexicana, ni nada por el estilo: yo vivo de mi trabajo y mi trabajo es dar clases. Eso claro que limita mucho mis tiempos, tengo que tomar decisiones con base en eso, tengo que regresar a dar clases, ahora mismo estoy en proceso de calificación… hoy en la mañana me quedé en el hotel trabajando porque tengo que estar respondiendo cuestio-nes de la escuela.

JEL: ¿Qué clases impartes actualmente?CRG: Imparto clases de Creación Literaria para la Universidad de California en San Diego y estamos justo ahora en el proceso de admitir a nuestra nueva clase para el próximo año. Es un trabajo que me gusta mucho, creo que es un trabajo relevante para la vida fronteriza que llevo y por supuesto tengo que lidiar muchas de estas invitaciones que me hacen. Antes yo lo veía como una limitante, no ahora que considero que dar clases es un trabajo para ganarme la vida por mí misma, me da mucha libertad de tratar al medio literario mexicano como alguien que no depende de…

JEL: ¿Hace cuánto radicas en San Diego?CRG: En San Diego estoy desde 1997, pero en Estados Unidos estoy desde 1989; he vivido más de la mitad de mi vida allá.

JEL: ¿Todos tus estudios los realizaste allá?CRG: Los de licenciatura en México, en la UNAM estudié sociología; pero mi doctorado lo realicé en la Universidad de Houston, un doctorado en Historia Mexicana que hice en Estados Unidos para añadir una más a las mu-chas contradicciones de la vida.

JEL: De ahí surge entonces el libro de La Cas-tañeda. Narrativas dolientes desde el Manicomio General, 1910-1930…CRG: Así es, en un inicio fue el trabajo de investigación para mi tesis de doctorado; des-pués algunos de esos documentos formaron parte de La Castañeda, y muchos de los datos y mucho de mi contacto con los expedientes de los pacientes, pues formaron parte y le dieron voz a Nadie me verá llorar.

JEL: Que además es un libro ya quinceañero… un libro que tuvo muy buena recepción y ex-celentes comentarios, por ejemplo, de Carlos Fuentes. ¿Cómo recibiste esas buenas críticas de gente tan importante como él?CRG: Así es… 15 años, pero no fue siempre así desde el inicio, ¿eh? Nadie me verá llorar fue un libro que el editor de Tusquets mandó a una colección menor de la editorial, a la colección Fábula que nadie lee, que no se distribuye. Lo pasó a Andanzas cuando yo mandé el libro al Premio Internacional IMPAC-Conarte-ITESM y lo ganó, y cuando yo lo mandé al Premio Sor Juana Inés de la Cruz, cuando es algo que

le corresponde hacer a un editor. Entonces, cuando este editor –que ya salió de Tusquets- vio que el libro estaba siendo tomado en consideración, fue entonces que lo pasó a lo otra colección. Es decir, la historia de Nadie me verá llorar tampoco es tan dulce ni tan fácil como parecería ser. Ciertamente, después de los comentarios muy generosos que hiciera Carlos Fuentes, el libro pudo tomar otro tipo de conversaciones con lectores no solo en México sino con lectores de todo el mundo de habla hispana.

JEL: ¿Podríamos decir que este libro es el favorito? CRG: [Ríe] Es como con los hijos; decir que sí, sería un acto de deslealtad enorme con los otros, y lo que se dice, por consideración y por buena educación, en este caso… es que claro que el favorito es el libro por venir…

JEL: ¿Y cuál es el que viene?CRG: Estoy trabajando en un libro que me ha mantenido obsesionada ya por varios años; es un libro no sobre Juan Rulfo, sino alrededor de Juan Rulfo, especialmente sobre los años de su trabajo como asesor e investigador en la Co-misión del Papaloapan, que fue la responsable de la construcción de la Presa Miguel Alemán en el sur del país.

JEL: ¿Está en proceso de edición?CRG: No, todavía no lo termino, pero espero este año tenerlo terminado.

JEL: Cristina, además de escribir coordinas publicaciones, contactas gente del medio li-terario, haces proyectos por tu cuenta, das

Cristina Rivera GarzaLa literatura como posibilidad de imaginar y de vivir otros mundos

Por Jánea Estrada Lazarín

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clases, tienes un hijo adolescente… ¿a qué hora descansas?CRG: Duermo muy bien, quisiera creer que es porque tengo la conciencia muy tranquila [ríe], me interesa mucho estar bien, yo creo que es primordial mantenerse activo. Es fácil escribir un primer libro, es muy difícil escribir un segundo libro, es más difícil seguir escri-biendo libros que puedan seguir formando parte de una conversación contemporánea; yo creo que parte de eso se renueva cuando hacemos otro tipo de contactos con otras generaciones, con otros escritores con los que podemos o no estar de acuerdo, con los que compartimos o no estética y búsqueda. Pero creo que finalmente esta actividad y esta energía es mi vida, es lo que hago siempre… me da tiempo de nadar, por ejemplo, trato de mantenerme activa porque tú sabes que este oficio nos obliga a estar mucho tiempo sentados, y eso parece sencillo pero exige una disciplina también. Nadar tiene además el maravilloso añadido de que por algo a los locos les aventaban agua fría para calmarlos [ríe], tiene, por lo menos en mí un efecto de absoluta relajación.

JEL: Hablabas hace un momento del diálogo, de la conversación que a partir de la literatura puede generarse con el otro. ¿Cómo dialogar desde fuera con un país como el nuestro? ¿De qué manera enfrentas tú esta realidad de este México que dejas cuando te marchas a trabajar?CRG: Tengo tantos años en este vaivén de ir de México a Estados Unidos, que cuando me voy no siento que estoy dejando nada atrás porque es una oscilación constante. Yo he mantenido un diálogo muy activo con varios sectores de la sociedad mexicana, con escritores, muy seguido con alumnos, con estudiantes. Doy talleres, vengo y me presento en clases donde se están analizando mis libros porque me in-teresa ser parte también de esa conversación; me parece que cada que un escritor gana un lector está ganando un lector para todos no-sotros y me gustaría formar parte también de ese proceso. Entonces no me siento en ningún momento como si hubiera cortado el diálogo con mi país; creo que de hecho estar afuera me ha permitido entrar en conversaciones mu-cho más disímbolas que a veces vistas desde dentro parecerían contradictorias y hasta

opuestas, pero vistas desde fuera te ayudan a constatar que este es un país muy complejo, con una gran historia de resistencia, un país ahorita gravemente herido con esta horrísona violencia y es un país que sin embargo sigue levantándose constantemente, a mí eso me sigue pareciendo asombroso.

JEL: Este año tenemos un proceso electoral, aún no se soluciona el problema de los estu-diantes desaparecidos de Ayotzinapa, estamos en una crisis profunda, ejercer el periodismo aquí es una actividad de alto riesgo… ¿cuáles son las perspectivas que ves tú en lo inmediato para México?CRG: ¿Son pocas, verdad? Ayer retomaba algo que acabo de leer de una escritora norteame-ricana que dice que mucho de lo que hacemos los escritores es investigar en las heridas pro-fundas de las sociedades en las que vivimos y que finalmente la desesperación es la salida fá-cil, que es la salida que nos cuesta menos… Yo creo que vivimos un tiempo totalmente grave, me parece que los regímenes neoliberales que han estado lidiando esta nación siguiendo el objetivo único y último de la ganancia y no el objetivo del bien común, han herido y están por destruir la gran riqueza material y espi-ritual de una región como esta en el mundo. Pero a la vez veo cosas como la supervivencia de comunidades; por ejemplo he ido recien-temente a la región mixe, siguiendo los pasos

de Rulfo para el libro que te comentaba, y me resulta intrigante y avasallador que haya distritos étnicos desde 1936 que no se go-biernan por el sistema partidista sino por un sistema de usos y costumbres, muy de cerca con nociones de trabajo colectivo, que parecen haber sobrevivido con un sentido de dignidad y de autonomía si no intacto por lo menos res-pondiendo de manera muy efectiva y creativa a los retos de esta sociedad contemporánea. Cuando yo veo eso digo: hay otras alternativas, hay grupos como los que estamos viendo en este momento, que después de estar viviendo años del horror que nos había dejado en la pa-rálisis más absoluta, han empezado a moverse, el país ha empezado a moverse, al menos sus sectores más jóvenes han empezado a expre-sar de manera muy directa una crítica muy frontal; y además, generando la posibilidad de imaginar juntos un mundo distinto. Hay cosas que apenas se están viendo, yo por supuesto que no sé qué va a pasar, pero me gustaría pen-sar que desde mi pequeña trinchera, que es la escritura, se pueden organizar por lo menos conversaciones críticas, irreverentes, desobe-dientes, si se puede divertidas y lúdicas sobre estos mundos que queremos crear. La litera-tura no sólo produce posibilidades de imaginar mundos sino la de vivir otros mundos.

JEL: A propósito de los jóvenes y de tu cons-tante contacto y diálogo con ellos ¿cómo ves el panorama de los nuevos escritores en México?CRG: No es aconsejable generalizar, pero hay jóvenes que están escribiendo y que pare-cerían viejitos del siglo XIX; hay escritores mayores que están envejeciendo súper bien, que se arriesgan, que escriben sin ningún tipo de expectativa, ni de premisa, ni de presión interior o exterior. A mí la parte que me interesa mucho de esta producción de los jóvenes es la de aquellos que han aceptado a la escritura como un ejercicio crítico, como esta posibilidad de producir un mundo alternativo. Me interesan mucho aquellos escritores que están combinando, fusionando, subvirtiendo distintos géneros, como quienes hacen ficción y ensayo al mismo tiempo; o los que combi-nan la sintaxis de lenguas indígenas, como el zapoteca con el español, y están produciendo mundos librescos absolutamente llamativos… ese tipo de yuxtaposiciones es el que me inte-resa más, y me parece que aunque no sean mu-

chos, sí hay un grupo importante de escritores y escritoras con este tipo de ideas en mente.

JEL: ¿Recuerdas algunos nombres de estos jó-venes escritores que puedas recomendarnos?CRG: He leído bastantes, pero siempre olvido a alguien, espero que no sea el caso; pero por ejemplo el trabajo de Fernanda Melchor me interesa mucho, porque cruza los linderos de la ficción y de la no ficción, me parece una escritora valiente, muy directa y creo que debería de tener más lectores. Me interesa mucho Pergentino José, un escritor zapoteco, la suya es una literatura maravillosa, fuerte, y tendríamos que ir hacia él. Hay otros escrito-res jóvenes como Carlos Martín Briceño, de Yucatán, muy talentoso; Orfa Alarcón, por su parte está haciendo una obra muy importante en el norte del país; Nadia Villafuerte desde el sur, aunque vive en el centro; Juan Pablo Anaya, hace ensayo y ficción…

JEL: Casi todos ellos publicados por Tierra Adentro.CRG: Sí, aunque los porcentajes de publica-ciones de Tierra Adentro todavía son muy desiguales en términos de mujeres y hombres; sin embargo, la labor editorial que hizo en su tiempo Mónica Nepote y que está haciendo ahora Rodrigo Castillo, en términos de abrir el panorama editorial ha sido súper impor-tante. Muchos de los autores que te acabo de mencionar publicaron primero en Tierra Adentro; y bueno, yo no sé si tú te acuerdas pero durante mucho tiempo publicar ahí era una opción no muy glamurosa, y lo que están haciendo estos editores es transformar esta editorial en un lugar cool, en un lugar a donde yo voy y descubro cosas muy interesantes. Hay otro escritor: Arana, él murió muy joven, pero dejó publicada una novela publicada en Tierra Adentro que también vale la pena leer, él era poeta y narrador.

Cristina Rivera Garza nos deja un listado de autores jóvenes a los que hay que leer y nos deja esperando además un nuevo libro en el que hablará de uno de los autores más signifi-cativos del país: Juan Rulfo. Nos deja además la esperanza de que es posible cambiar, desde nuestra trinchera, el rumbo de este país de-vastado por la violencia. Ojalá que ese otro mundo imaginado pueda ser posible.

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LA GUALDRA NO. 1848

Inauguran exposición de Francisco Goitia[La nota aparece en la sección de “sociales” del periódico decano de la capital del estado. Está en la página dos. No contiene publicidad. El texto es atribuido a la redacción. Los cotex-tos son seis fotografías sin crédito.

En cuatro placas “aparecen” el senador de la república y Antonio Castrillón con políti-cos de oposición. En dos están la esposa del senador, Lorenza (hermana de Antonio) e invitadas vintage.

Los pies de las imágenes indican quien figura. Mateo, pese a no que está en ninguna, es citado junto Antonio, el senador de la repú-blica y el líder de la plataforma azul.

Mateo mira el impreso a las 21:43 del miércoles 28 de enero. Bebe café. Está sen-tado en la mesa “del comedor” de su piso.

Don Sinesio Berumen le obsequió el pe-riódico.

Mateo recuerda el momento de la foto donde lo refieren. Fue después de que Anto-nio le dijo: “nos vemos al rato”. El dicho fue en “voz al cuello”.]

El pasado viernes fue inaugurada la expo-sición “Francisco Goitia, el desconocido”. La muestra es parte de los eventos que la familia Castrillón ofrece al público para celebrar el bicentenario de la construcción del palacio familiar.

La muestra exhibe quince pinturas origi-nales e inéditas de Francisco García y treinta documentos suscritos por el artista zacate-cano y sus amigos.

Los documentos son propiedad de la fa-

milia Castrillón Carranza. La obra pictórica proviene del Museo Nacional de Arte, del Instituto Nacional de Bellas Artes, de la casa de la cultura de Cholula, Puebla, del Museo Francisco Goitia de Zacatecas y de la Funda-ción Castrillón.

En el acto inaugural hablaron Lorenza Castrillón, en representación de la familia, y el senador de la república.

Lorenza, quien actualmente vive en Eu-ropa, agradeció la asistencia. Lo hizo citando a casi todos los presentes. En primer lugar men-cionó a Rebecca de Alba, porque viajó solo para el evento de la ciudad de los palacios a Localía. Lorenza y Rebecca son amigas desde los estudios de comunicación en Guadalajara.

La anfitriona describió la exposición como “la mejor ocurrencia cultural de la familia”. Aseguró que no fue fácil conseguir la obra original de Goitia y menos definir el guion de la muestra.

En su momento, el senador de la repú-blica habló de los aciertos culturales de los Castrillón. Los definió como “los guardianes bicentenarios del patrimonio cultural material e inmaterial de la comunidad”.

Igual que Lorenza, el senador indicó que él es amigo de Antonio hijo desde los estudios primarios. Con emoción recordó el colegio y los viajes para ejercer la filantropía en los pueblos aledaños.

El senador, motivado por la emoción sin-cera, hizo un brindis por el bicentenario del edificio y por las tres décadas de amistad.

En entrevista aparte, el joven promesa

de la política estatal hizo una reseña de los cuadros que más le gustan. Dijo: “Son los retratos patéticos que acarrea la violencia que simboliza toda revolución”; opuesto a

los conflictos, el senador asegura que desde el Congreso promueve los valores familiares, “pues sólo ellos ayudan para que la sociedad no se desintegre”.

Por Mateo Estrada GaviriaDi

ario

de M

ateo

El nuevo libro de Alejandro García, Problemas de la enseñanza de la literatura. Caminos hacia una adecuada planificación, es una profunda reflexión sobre la enseñanza de la literatura y la literatura misma en el terruño zacatecano, desde el cómo se difunde, a quién le importa, si es que a alguien le importa, y cuáles son las formas en que se ha abordado la enseñanza de esta disciplina.

Como bien sabemos, en este país el mundo de las letras no es algo que sea de interés ge-neral, por lo que el número de lectores resulta muy reducido. Zacatecas no se queda atrás, pues es muy poca gente la que ha sido sedu-cida por las páginas literarias. Así lo hace ver Alejandro cuando habla del campo, es decir, sobre el panorama literario en esta ciudad. Tristemente nos muestra que son muy pocos los espacios de difusión de la misma, a saber La Gualdra, suplemento cultural de La Jornada, Zacatecas; Los Argonautas, suplemento de El Diario NTR; y El Unicornio Trópico de Cáncer, La Soldadera y Piedra del Sol, suplementos que

han aparecido y desparecido en el periódico El Sol de Zacatecas.

Menciona también los esfuerzos por los institutos que difunden la cultura y la Univer-sidad Autónoma de Zacatecas, así como los distintos premios y becas que se otorgan a los jóvenes creadores, que al parecer se quedan en una publicación y una presentación del libro, pero que parecen no trascender, pues en muchos casos, esas publicaciones se quedan guardadas en una bodega.

Y no es que los zacatecanos no hayan logrado crear un campo, pues escritores hay muchos, y muy buenos que han trascendido el terruño, entre otros, podemos mencionar a los poetas Ramón López Velarde, Roberto Cabral del Hoyo, Veremundo Carrillo, José de Jesús Sampedro, Juan José Macías y Javier Acosta; los narradores Mauricio Magdaleno, Tomás Moja-rro, Severino Salazar, Alberto Huerta, Gonzalo Lizardo y Tryno Maldonado, sin mencionar a todos aquellos que han sido beneficiados con el FONCA o el Premio López Velarde.

Asimismo, la obra propone que la escuela no ofrece realmente una opción en la ense-ñanza de la literatura, pues por muchos esfuer-zos que se hagan, son pocos los resultados, cosa que puedo corroborar, pues siendo profesor

de literatura me doy cuenta que mis alumnos de preparatoria, de entre 15 y 19 años, en general han leído cero, uno o dos libros a lo largo de su vida, por lo que con mucha razón Alejandro García señala la Unidad Académica de Letras de la UAZ, y desde sus inicios la Facultad de Humanidades con especialidad en Letras, como uno de los faros más importantes en la difusión de la lectura literaria, desde los clásicos con Veremundo Carrillo y Benja-mín Morquecho, la literatura mundial con el mismo Alejandro García, y la literatura local con Marco Flores, entre muchos otros grandes profesores.

La propuesta del libro, al hablar sobre el canon, es decir, sobre el conjunto de obras que los docentes, el Estado y los grandes pensado-res ha considerado como imprescindible en el mundo de la literatura, es que el docente zacatecano debe aunar a su canon en el aula, a los escritores zacatecanos, y lograr, como al-guna vez lo hizo Flaubert, un campo zacatecano incluyente y necesario.

Reflexiones sobre la enseñanza del español que hace Alejandro García, a pesar de todoPor Carlos Flores

Libr

os

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9 de FEBRERO DE 2015 9

El viernes 30 de enero fui a los estudios Gabriel en París para formar parte del público de la emisión de crítica cinematográfica, literaria y teatral, Ça balance à Paris.

Un día antes, afuera de la universidad, una persona invitaba a los estudiantes y profesores a ir al programa a cambio de boletos gratuitos para el teatro. La invitación era para presen-tarse a las 10 de la mañana y quedarse hasta las 12 del día, el tiempo de entrada y grabación.

La emisión aparece en la cadena Paris Pre-mière los sábados de 17:50 a las 19 horas. El formato es simple y fluido. El conductor Eric Naulleau presenta a cuatro cronistas cultura-les, una especie de superdotados intelectuales que saben todo de todo: han leído todos los libros, visto todos los filmes y espectáculos de boulevard actuales. Se presentan tres películas, libros y obras de teatro. Cada uno da su opinión y crítica de ellas/ellos.

El público está compuesto por unas treinta personas, la mitad de las cuales son ya, pienso, setenteañeros, y el otro tanto jóvenes estu-diantes. Todos estamos sentados en diminutos banquitos de plástico colocados justo enfrente de los sillones, rojo burdelero, de las estre-llas –un misterio saber cómo se aguanta ahí, sentado, tanto tiempo. Tras cada documento presentado por los cronistas, el público con un tarjetón rojo y verde, vota si los comentarios le dieron ganas de verlas /leerlos (verde) o no

(rojo).Presentaron los libros La gaieté, de Justine

Levy; Pardonnable, impardonnable, de Valeri Tong Cuong; y Les lances flammes, de Rachel Kushner. La pieza teatral analizada fue On ne peut pas rire de tout, de Patrick Timsit, que se presenta en el teatro Du Rond Point.

Tres películas fueron las que pasaron por la guillotina de los cronistas: The Interview

(Evan Goldberg y Seth Rogen), Papa ou ma-man (Martin Bourboulon) e It follows (David Robert Mitchell).

La primera es una comedia a la ameri-cana imperialista contra los malos gobiernos asiáticos.

La segunda es una comedia francesa po-líticamente incorrecta sobre la importancia de decidir la custodia de los niños durante

un divorcio. Aunque en este caso los padres se disputan la no custodia de los hijos –ahí lo cómico. La cinta se recrea en gags sobre el romanticismo de la paternidad.

La tercera. Un drama sobre una supuesta enfermedad sexualmente transmisible que solo se cura acostándose con otra persona para pasársela. La enfermedad provoca crisis de angustia y visiones fantasmagóricas.

Lo curioso del esquema de las críticas es que uno sale del plató de grabación conociendo el fin, el desarrollo y desenlace de todas las historias. El nombre de los personajes, los mo-mentos de algunos gags, y los chismes detrás de bambalinas de los actores. Es decir, que uno solo tiene que ir al cine, leer el libro o asistir al teatro para comprobar lo que se ha escuchado. Drôle de programa. Espero, que al menos, en los comentarios que cada semana aquí escribi-mos, otros amigos y yo, no les contemos todas las historias, sino que solo les provoquemos ganas de verlas.

Desayuno en Tiffany’s, mon kuÇa balance à Paris la crítica parisina culturalPor Carlos Belmonte Grey Cine

Debo reconocer que no veo mucho cine mexicano (actual) ya que apenas las anuncian y o ya las pasan a las diez de la noche o simplemente las suprimen de la cartelera, no obstante el año pasado tuve la fortuna de alcanzar a ver Buen día Ramón, del director mexicano Jorge Ramírez Suarez. La historia inicia cuando un camión repleto de migrantes es aban-donado por los polleros, en medio del de-sierto, luego de pasar la frontera. La migra los encuentra extenuados por la sed y el calor y al abrir la puerta del camión lo primero que vemos es la mirada de Ra-món (Kristyan Ferrer, insuperable) y no puede uno dejar de conmoverse. Ramón vuelve al poblado duranguense en el cual vive y antes de llegar a su casa se encuen-

tra a un amigo que le invita algo de comer. Conversando, el amigo le sugiere que se vaya a Europa ya que ahí le será más fácil pasar y le comenta que en un lugar de Alemania vive su tía y le va muy bien e incluso si él se decide ella puede acogerlo y ayudarlo a encontrar trabajo. Ramón sigue su camino y al llegar a su casa lo recibe su abuela (magníficamente inter-pretada por Adriana Barraza) plañidera y desencantada por el regreso del nieto, al parecer es la cuarta vez que trata de cruzar la frontera infructuosamente. Pos-teriormente llega la mamá (Arcelia Ramí-rez, excelente) y se alegra de ver a su hijo sano y salvo. Posteriormente Ramón trata de conseguir trabajo pero la única opción laboral que hay en su pueblo es trabajar

para los narcos que no solamente se han apoderado del pueblo sino también de las tierras de su padre, muerto tiempo atrás. Un amigo de infancia de Ramón trabaja para uno de los principales capos del pue-blo y le consigue una cita con él para que le permita trabajar las tierras de su padre (en manos del grupo delictivo que dirige el maleante) o le de algo por las tierras. Este por supuesto se niega. Una noche alguien toca la puerta de casa de Ramón y es su amigo (sicario) que está herido y le pide lo lleve al hospital y le da un fajo de billetes para que en caso de que fallezca lo entierre dignamente y el resto del dinero lo utilice para buscar la vida en otro sitio. Ramón decide ir a Alemania con la tía del amigo, compra un boleto de avión y

ahí inicia una conmovedora historia que tiene mucho que ver con la solidaridad humana, también con la mezquindad, la soledad y la amistad. La cinta de seguro ya está en DVD. En verdad vale la pena.

Castillo de sal si puedesPor Ester Cárdenas

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LA GUALDRA NO. 18410

PROGRAMA FEBRERO 2015, CINETECA ZACATECAS. Todo febrero festejaremos el Sexto Aniversario de la Cine-teca Zacatecas. La proyección de películas se presenta de manera gratuita con fines culturales y educativos, excepto Macabro: Festival Internacio-nal de Cine de Horror.

Lunes 918:00, 19:20 y 20:35 hrs.Macabro: Festival Internacio-nal de Cine de HorrorEntrada general $20.00SONNO PROFUNDODir. Luciano OnettiArgentina/ 2013/ 67 min.

Martes 1018:00 y 20:00 hrs.Macabro: Festival Internacio-nal de Cine de HorrorEntrada general $20.00MAR NEGRODir. Rodrigo AragaoBrasil/ 2013/ 101 min.

Miércoles 1118:30 hrs.FUNCIÓN AL AIRE LIBREComunidad EL MAGUEYEntrada libre Lugar: Escuela Primaria.

Miércoles 1118:00, 19:20 y 20:35 hrs.Macabro: Festival Internacio-nal de Cine de HorrorEntrada general $20.00REGINADir. Javier ÁvilaMéxico/ 2013/ 62 min.

Jueves 1218:00, 19:20 y 20:35 hrs.Macabro: Festival Internacio-nal de Cine de HorrorEntrada general $20.00FRANKESNTEIN NO ASUSTA EN COLOMBIADir. Erick ZúñigaColombia/ 2013/ 64 min.

Viernes 1318:00 y 20:00 hrs.Macabro: Festival Internacio-nal de Cine de HorrorEntrada general $20.00Selección de cortometrajes ganadores MACABRO XIIII AM CANDY

Dir. J.B. MinervaMéxico/ 2013/ 10 min.

ULTERIORDir. Sabina MuhateMéxico/ 2013/ 9 min.Ensayo fílmico sobrela vida y la muerte.

EL MODELO DE PICKMANDir. Pablo ÁngelesMéxico/ 2014/ 10 min.

FAMILIARDir. Richard PowellEUA/ 2012/ 20 min.

SELFISH PEOPLEDir. Jaebin HanCorea del Sur/ 2013/ 30 min.

Sábado 14 18:00 hrs. Entrada libreCiclo de amor y amistadLOS PARAGUASDE CHERBURGO (Les parapluies de Cher-

bourg)Dir. Jacques DemyFrancia/ 1964/ 87 min.

Sábado 14 20:00 hrs.Entrada libreCiclo de amor y amistadLOS AMANTES DEL SIGLO (confesiones íntimasde una mujer)Dir. Diane KurisFrancia/ 1998/ 138 min.

Domingo 15 12:00 hrs. Matiné. Entrada libreCiclo de amor y amistadLAS AVENTURASDE TINTIN. EL SECRETO DELUNICORNIO Dir. Steven Spielberg EUA/ 2012/ 107 min.

Domingo 15 18:00 hrs. Entrada libreCiclo de amor y amistadLES MILLES ET UNEVIES D’ALI BABA De: Fabrice AbouLker,Thibaut Chatel, FrédéricDoll, Alain Lanty Francia/ 2001/ 158 min.

AGENDA CULTURALFEBRERO 2015

MIÉRCOLES 11, 18 y 2518:00 horasTodos al Centro HistóricoMiércoles de DanzónMercado “J. Jesús González Ortega”Coordina: Casa Municipalde Cultura de Zacatecas

JUEVES 12, 19 y 2619:00 horasTradicional ConciertoBanda Sinfónica del Estado Dir. Salvador García y OrtegaPlazuela Goitia

VIERNES 13, 20 y 2718:00 horasConciertoOrquesta Típica de ZacatecasDir. Alfonso NaranjoMercado “J. Jesús González Ortega”Coordina: Casa Municipalde Cultura de Zacatecas

DOMINGOS 15 y 2213:00 horasTradicional ConciertoOrquesta Típica de ZacatecasDir. Alfonso NaranjoCasa Municipal de Culturade ZacatecasEntrada libre Coordina: Casa Municipalde Cultura de Zacatecas

MARTES 1019:00 horasConciertoPresentación oficial de la Came-rata de la Ciudad de ZacatecasPatio Central delMuseo ZacatecanoEntrada libre

JUEVES 1219:00 horasTrovaErnesto RuizCafé “Casa de Moneda”Centro CulturalCiudadela del Arte

JUEVES 1219:30 horasConciertoCamerata de la Ciudadde ZacatecasTemplo de Nuestro Padre Jesús

SÁBADO 1419:00 horasPoesía, música y cantoImpronta CulturalJosé Martín de SantiagoMoreno, poetaEdgar López Hernández,guitarristaAna Celia Valenzuela“La Paloma Blanca”, cantante Sala de la BóvedaCentro CulturalCiudadela del Arte

SÁBADO 14Música versátilSábados en la Cultura19:00 horasAngelus 20:00 horasMika y su grupo BichosEscalinatas del Antiguo Templo de San Agustíny Plazuela Miguel Auza Coordina: Instituto Zacatecano de Cultura “Ramón López Velarde”Casa Municipal de Cultura de Zacatecas

SÁBADO 1420:30 horasPrimer Flashmob Monumentalen ZacatecasMil millones de mujeres sufren de

violenciaComienza en Plaza de Armas

MUNICIPIOS

GUADALUPEMIÉRCOLES 1117:00 horasConciertoCamerata de la Ciudadde ZacatecasMuseo de GuadalupeEntrada libre

MORELOSVIERNES 1318:00 horasPoesía, música y cantoImpronta CulturalJosé Martín de SantiagoMoreno, poetaEdgar López Hernández,guitarristaCantante invitad@Foro del InstitutoMunicipal de Cultura

PÁNUCODOMINGO 1518:00 horasPoesía, música y cantoImpronta CulturalJosé Martín de SantiagoMoreno, poetaEdgar López Hernández,guitarristaAna Celia Valenzuela“La Paloma Blanca”, cantante Instituto Municipal de Cultura

SEMINARIOS, CURSOSY TALLERES

Estética(s) de la existenciaAutores ClásicosImpartido por: GuillermoRivera ArteagaModalidad Virtu@lFebrero – Marzo

Inicio: 9 de febreroCupo limitadoCosto $300.00Informes e inscripcionesFacebook: Subdirección de Ense-ñanza e Investigación del [email protected]

MUSEOS Y GALERÍAS

MUSEO DE ARTE ABSTRACTO “MANUEL FELGUÉREZ”

Thomas GhislaineSala Temporal IPermanencia: 28 de febrero

La Transmutación de la EnergíaRaúl HerreraSala Temporal IIPermanencia 28 de febrero

MUSEO FRANCISCO GOITIAÀnidáDe Susana SalinasPermanencia: 22 demarzo de 2015

FOTOTECA DE ZACATECAS PEDRO VALTIERRAUna historia no escritade Fresnillo Fotografías de Ricardo Sánchez Ortega. 1942-1980. Vestíbulo de la Cinetecade Zacatecas. Del 4 al 18 de febrero

Fotografía: 195 añoscaptando la luz, 1819-2014Colectiva con acervo históricoy autores contemporáneosPermanencia: 15 de febrero  “De aquí soy. Concurso Nacional de Fotografía Cuartoscuro 2014”Exposición ColectivaPermanencia: 18 de marzodel 2015.

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¿Femineidad o feminidad?Con el afán de sonar más correctos o más cultos, al-gunas personas hablan de “femineidad” para referirse a toda aquella cualidad de lo femenino. No se equivocan: femineidad proviene de la palabra femíneo. Es decir, hablamos de un sustantivo que se deriva de un adjetivo.

“Feminidad”, por su parte, es un adjetivo que originalmente debería ser pronunciado “femininidad”. Sin embargo para evitar ca-

cofonía se elimina una sí-laba “ni” por estar contigua a otra semejante (simplifi-cación que en Gramática se llama haplología).

Tanto femineidad como feminidad se refieren a la misma cualidad. Ambas son palabras permitidas, nin-guna menos correcta que la otra.

* Lo invito a que envíe comentarios y demás in-

quietudes a:[email protected]

El PicaportePor Simitrio Quezada

Literatura

“Con Vasconcelos se frustró un capítulo que no sabemos a dónde nos hubiera conducido, pero que era el capítulo más limpio, más puro de su obra en la historia de México. Tal vez uno de los más grandes, de los más eminentes en la historia de estos pueblos his-panoamericanos”.

Esto afirmó Mauricio Magdaleno al ser preguntado por la campaña vasconcelista en la que él mismo participó en 1929, y que había narrado a modo de crónica en su libro Las palabras perdidas (1956), casi treinta años después de los sucesos.

El libro recoge los artículos que Mau-ricio Magdaleno había publicado en el diario El Universal, a partir del 7 de oc-tubre de 1954 cuatro entregas y que continuó después en el semanario Todo, hasta el 24 de noviembre de 1955. De hecho, no corresponde totalmente las entregas periódicas con los capítulos en que posteriormente se dividió el libro. En 1954, Mauricio Magdaleno se encontraba en los últimos coletazos de su labor cine-matográfica, había abandonado práctica-mente la literatura, y las dos actividades en las que ocupaba una mayor parte de su tiempo eran la de columnista en los

medios periodísticos y la de político, den-tro de la estructura del PRI, el partido que evitó cualquier posibilidad de que el vas-concelismo triunfara en 1929, y el partido que luego persiguió a los seguidores de Vasconcelos y que, en el caso de Mauricio Magdaleno y según su propio testimonio lo encarceló hasta en siete ocasiones y lo empujó a salir del país, en concreto a España.

Los años cincuenta suponen para Mag-daleno una etapa de rememoración perso-nal, especialmente de sus años de infancia y adolescencia. La adhesión de Magdaleno al vasconcelismo se produjo, como la de muchos otros, durante los años de la Escuela Nacional Preparatoria, y después de que numerosos grupos de alumnos se manifestaran contra el propio José Vas-concelos, por aquellos años Secretario de Educación Pública. El grupo de Magda-leno conformado según sus propias pa-labras por los más jóvenes y que contaba

con el apoyo directo de Antonieta Rivas Mercado, se unió finalmente al mayorita-rio de Medellín Ostos para organizar una campaña a lo largo de toda la República. Magdaleno estuvo encargado especial-mente de El Bajío y Tamaulipas, además de las actividades propias en la ciudad, donde se vivió el suceso más lamentable de la campaña, y el que el autor recuerda junto al fin de la misma con una mayor pasión: el asesinato de Germán de Campo sobrino de Ángel de Campo, “Micrós”, mientras ofrecía un discurso.

Un examen atento del tenor de estas crónicas, así como de las circunstancias históricas en que se producen, nos puede dar una idea de lo delicado del acto de rememoración que el autor emprende. Por un lado, la emoción de regresar sobre su adolescencia, dota a la narración en algunos momentos de un tono romántico, de nostalgia, en busca seguramente de la esencia primigenia del acto de arrojo po-lítico; una emoción que no es óbice para que en algunos momentos el narrador reflexione sobre la ocasión perdida por el propio país. Pero a su vez, y por otro lado, estas crónicas se convierten en una suerte de justificación histórica que emplea el autor para explicar el hecho de que haya terminado sirviendo políticamente al par-tido contrario. En ocasiones, el texto se vuelve ambiguo cuando trata de mantener un diálogo con la historia, una historia que no se produce desde el presente de la narración, sino que el autor-narrador goza del privilegio de conocer en qué ha derivado esta y, pese a ello, muestra con sorprendente emoción lo que por el futuro sentían aquellos jóvenes idealistas.

* (Madrid, 1979) Escritor, crítico, e investiga-

dor de proyecto en El Colegio de México. Doc-

tor en literatura española e hispanoamericana

por la UNED, con una tesis sobre el universo li-

terario de Mauricio Magdaleno. Sus intereses de

investigación son la literatura española e hispa-

noamericana de los siglos XIX y XX, prestando

una especial atención a la narrativa mexicana

y a la literatura del exilio español. Junto a An-

drés del Arenal ha coordinado la colección de

ensayos El muerto era yo. Aproximaciones a Juan

Rulfo (Calygramma / EstoNoEsBerlín, 2013) y

ha realizado la edición, el estudio preliminar y

las notas de la novela El resplandor, de Mauricio

Magdaleno (Clásicos hispanoamericanos, 2013).

Actualmente reside en México, DF.

Mauricio Magdaleno,para intrusosV. El vasconcelismo. Las palabras perdidasPor Conrado J. Arranz

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LA GUALDRA NO. 184 / 9 de FEBRERO DE 201512Rí

o de P

alab

ras

Solía preparar aguachiles, lasañas, pizzas, beren-jenas rellenas y gratinadas, verduras a la parrilla, arroz negro, pasta con ragú, con pesto, con aceite, ajo y peperoncino. Viví en la colonia San Rafael, donde cada domingo era rebautizado como dubmingo. Más que el gusto de la com-pañía, el placer consistía en el desfile de platos, sabores, texturas, en la terraza de la casa. Los dubmingos eran asados, mariscadas, comidas en general, acompañadas por tragos y dub, entre un grupo de grupos de amigos, fanáticos de la saciedad del buen comer. ¿Qué significa la comida para mí? La comida, la cocina, cuenta

sobre la cultura y el carácter de un grupo de personas, una comunidad. Qué tanto esmero y variedad exhiban en sus platillos, habla de su imaginación y su visión sobre el mundo. He llegado a poblados caracterizados por un solo plato. He llegado a poblados con una infinita variedad de guisos. Me gusta compartir la mesa con ciertas personas, por ejemplo con Alicia, con las que puedo charlar sobre comida y literatura, pero también sobre banalidades fres-cas. Me gusta luego recrear una y otra vez los sabores que degusto, con palabras como fuego, vibrante, rojo, corazón, fuerte. Y describirle al

otro, a ella, que el mar no es nada más el mar: la cocina, la comida no es nada más los platos, es la música y la lengua, es el aire, su mirada grande con sus ojos grandes, es las cinco de la tarde con una cerveza Tijuana en la mano en el centro de Coyoacán y su prosodia chilanga del sur del DF, es mis dedos resbalando sobre su espalda y sobre sus muslos. El mar no es nada más el mar. En el relato de la comida: el orden de los platos, la puesta en marcha de ingredientes y aromas, la sal, el aceite, todo eso es un relato, el comensal es un lector, insinúa Caparrós en su libro Entre dientes. El mar también es un relato inventado

por Melville, compuesto por los sonidos de sus letras y palabras. La compañía de la gente con la que degustas un cous cous, un kofte, son perso-najes de ese relato que otro está narrando en las cuartillas de su computadora. La boca de Alicia, sus uñas pintadas siempre de distintos colores como Cubo de Rubik, son los efectos paralitera-rios de mi propia literatura. El mar no siempre es el mar, la cocina no es el relato de la gula, es mucho más que eso: su literatura.

* Caparrós, M. (2012.) Entre

dientes. México: Almadía.

“Y me puse a soñar lo que se sueña cuando el olor a lluvia nos limpia la conciencia”.

Mario Benedetti

Desde donde está solo alcanza a ver una hendidura de luz. Luz amarilla proveniente del pasillo. La puerta entreabierta, sin que se cierre del todo, dejando pasar la breve y estrecha franja de luz. Siento los párpados pesados… un par de moscas, necias, tercas, aferradas, caminan nerviosas sobre la sábana floreada. El cuerpo se está fundiendo en la sábana. Obligando a mover el brazo desde la cama él mira alternadamente al clóset, la hen-didura vertical de luz, la puerta entreabierta. La luz se apaga en el corredor. El ruido de los pasos en el pasillo alfombrado. Ya apagaron la luz del pasillo. La leve luz que proviene de la lámpara. El ruido provocado por la lluvia. Sigue lloviendo. Una lluvia mansa. Las voces que llegan de la calle. El libro entre las manos. Tengo que cerrar el libro… ponerlo sobre el

buró… La lectura. Él está intentando olvidar el dolor de la espalda. El dolor está aminorando. El sabor extraño en la boca. ¿A qué me sabe la boca…eh? En la calle alguien ríe. La franja vertical. Estrecha. Luz amarillenta. Ahora se oscurece. Alguien apagó la luz del pasillo. El silencio de la noche. Es verano. Siempre es así. Ha dejado de llover. Se apagan las voces que llegan de la calle. El ruido ocasional de los motores de los automóviles que transitan por la calle. Es de madrugada. Fin de semana. Está iniciando el sábado. No tiene que levantarse temprano para irse al trabajo. Las primeras ho-ras. A él le duele la espalda. Tiene sueño. Pero se resiste a dormir. Quiere saber de quién son los pasos en el pasillo, pero no se levanta de la cama, se estira... el calorcito de las sábanas y la frazada… ¡aaaaah! Pasillo que conduce a la ventana por un lado. El viento mueve la tenue cortina blanca. Es un ligero movimiento. Por el otro lleva a su despacho… me estoy adorme-ciendo… y me pongo a soñar…

A veces, sueño que me ahogo, sí, que rápidamente me voy hundiendo. A pesar de mi desesperado esfuerzo, a punto de llegar al fondo dejo de respirar para siempre: mis pulmones se colapsan esta-llando junto con las demás vísceras que conforman mi cuerpo. A veces, el sueño para ahí y desconcertada me despierto, mirando a todos lados, revisando mi cuerpo, respirando profundamente para comprobar que no fue cierto. Entonces vuelvo a quedarme dormida y me hundo

solo en el sueño. Pero ahora, el sueño sigue, no para en eso. Se vuelve cada vez más desesperante y me veo hundida en el fondo, con una angustia que cada vez más va creciendo. No puedo rescatarme aunque lo intento. Mi piel se ha vuelto morada, verdes mis dedos… el rostro no lo veo, estoy boca abajo. Es entonces cuando me llegan como eco las palabras de mi madre diciendo: Ya tira todo eso, algún día entre ese montón de papeles te vas a terminar hundiendo.

Y me puse a soñarPor Alberto Huerta

PapelesPor Pilar Alba

Para leer Entre dientes*Por Edgar Khonde

Enrique Barajas Pro. Almendra. Grafito/papel. 70 x 50 cm. 2008.