La Gualdra No. 87

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SUPLEMENTO CULTURAL No. 87 - 11 DE FEBRERO DE 2013 - AÑO 2 DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN Una madre musulmana llora recordando a su hijo asesinado, frente a la iglesia de la Natividad, sitio donde nació Jesucristo. Cada año se conmemora la masacre de hombres palestinos a manos del ejército israelí perpetrada en 2002. Las mujeres palestinas recuerdan a sus hijos y esposos asesinados en el lugar sagrado para los cristianos palestinos de la ciudad de Belén y creyentes de Jesús de todo el mundo. [En páginas centrales, Oriente Medio. el viaje de un fotógrafo cronopio, un foto-reportaje de Ernesto Moreno] Autor: Ernesto Moreno. Título: Madre palestina. Belén, Palestina.

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SUPLEMENTO CULTURAL No. 87 - 11 DE FEBRERO DE 2013 - AÑO 2 DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN

Una madre musulmana llora recordando a su hijo asesinado, frente a la iglesia de la Natividad, sitio donde nació Jesucristo. Cada año se conmemora la masacre de hombres palestinos a manos del ejército israelí perpetrada en 2002. Las mujeres palestinas recuerdan a sus hijos y esposos asesinados en el lugar sagrado para los cristianos palestinos de la ciudad de Belén y creyentes de Jesús de todo el mundo.

[En páginas centrales, Oriente Medio. el viaje de un fotógrafo cronopio, un foto-reportaje de Ernesto Moreno]

Autor: Ernesto Moreno. Título: Madre palestina. Belén, Palestina.

11 DE FEBRERO DE 2013 / AÑO 2

La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.

Carmen Lira Saade / Dir. General

Raymundo Cárdenas Vargas /Dir. La Jornada de [email protected]

Jánea Estrada Lazarín /Dir. La Gualdra

[email protected]

Sandra Andrade Trinidad /Diseño

Juan Carlos Villegas /Ilustraciones

[email protected]

IHace unos días llegó a mis manos, gra-cias a su autor, el poemario titulado Como un lagarto lazado en la sábana, de Óscar Edgar López, amigo y cola-borador gualdreño. Me permito reco-mendarlo por varios motivos, primero porque es una publicación que de en-trada está hecha con mucho amor por las letras y la poesía; segundo, porque además está hecha con verdad, su con-tenido es honesto y nada pretencioso; en el poemario puede uno encontrar la frescura de alguien que bien pudiera estar hablando con su propia imagen frente al espejo, o con alguien que en la soledad de una calle lluviosa atiborra-da de transeúntes piensa en lo déspota que puede ser el destino, o que la tris-teza puede ser muy similar a un hueso con pellejo pegado. Oscar Édgar es un observador del mundo y conversa casi en secreto con las imágenes y personajes que va encontrando a su paso; amante de los animales, la naturaleza, la música y la pintura, no me extrañaría que Chet Baker, a quien dedica este trabajo, sea el nombre de un gato… llamado así en ho-menaje al jazzista, por supuesto. “Entre los días y los días / hay días como éste. / Silencioso, / casi sin es-tar / sin sentirse / igual a la caricia dada. / Como un lagarto / lazado en la sába-na”. El autor habla de lo mucho que al sol pueden dolerle las rodillas, bautiza a la vida como chacala, hiena de hienas, mientras habla de las múltiples posibi-lidades de estar con alguien, estar para ser, ser para estar, y dejar de ser –inclu-so-. Hormigas, hienas, golondrinas, cha-nates, perros, luciérnagas, camaleones, palomas, canarios, cochinitos, arañas, conejos, serpientes, ostras… conviven en un mismo lugar, sus palabras usadas como instrumento de construcción de escenarios, le dan vida a personajes de felpa o de alambre en historias llenas de soledad, de amor y erotismo. Las pala-bras cobran vida. Y cuando uno tiene el privilegio de leer algo como esto vive un poco más también, sale uno del letargo involuntario de las tardes del estar en el mismo sitio haciendo las mismas cosas. 21 poemas conforman esta edición de apenas 32 páginas, con ilus-traciones de Claudia Córdova. Como un lagarto lazado en la sábana fue impreso de manera artesanal en las instalaciones del Taller José Gabriel de Ovalle en Gua-

En librerías Calzada de los MisteriosVilma Fuentes, una novelista memoriosapor Mauricio Flores

Gráficas revelaciones para los últimos tiempos restantes…En la Galería El Metate del Taller El Metlapil por Jorge Cabrera

Hijos de Santa Maríapor Gabriel Luévano Gurrola

Oriente Medioel viaje de un fotógrafo cronopiopor Ernesto Moreno

Diario de Mateopor Mateo Estrada Gaviria

Desayuno en tiffany´s, mon kupor Lluna Llecha y Carlos Belmonte

Ahogo de vidapor Ricardo Wong López

Verdad, referencia y contenidopor Ricardo Torres Chávez

El Picaporte por Simitrio Quezada

Yo no por Pilar Alba

Teoría de la alquimia femeninapor Roberto Galaviz

El método por Edgar Khonde

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dalupe, Zacatecas. Su tiraje está limitado a 200 ejemplares y será usted muy afor-tunado si logra hacerse de uno de ellos. Búsquelo, ojalá lo encuentre.

IIEn esta edición, tenemos el gusto de presentarles el foto-reportaje realizado por el fotógrafo Ernesto Moreno en el Medio Oriente. Así como hay quienes por medio de la palabra construyen poemas, hay quienes construyen poesía por medio de la imagen. Las fotografías de las páginas centrales son apenas una muestra de una serie extensa de imá-genes que su autor obtuvo de un viaje realizado hace unos meses a esta región tan problemática en la que judíos y pa-lestinos se disputan el derecho a existir y permanecer en un territorio que hoy, es escenario de guerra. La vida cotidiana de los ha-bitantes de esa región es retratada por Ernesto en momentos muy significati-vos. El fervor religioso lleva a los niños a participar en una lucha que parece no tener fin. Si observa usted bien en las imágenes, los palestinos que apedrean cada viernes a los soldados judíos, debe-rán tener cuando mucho 17 o 18 años. Ellos han asumido con devoción y com-promiso sus roles dentro de la comuni-dad: por la mañana son estudiantes y para llegar a su escuela tienen que pasar por puntos de revisión militar; por las tardes son ellos quienes inician la “dan-za de las piedras” y quienes se enfrentan con hondas rústicas, casi de juguete, a militares judíos que practican el tiro al blanco con ellos; sí, son balas de goma, pero también éstas pueden matar. Qué difícil es pensar siquiera en las similitudes que existen con nues-tra realidad. Allá, son casi niños los que luchan por defender un espacio, un terri-torio para vivir; acá, son casi niños tam-bién los que con armas aterrorizan a sus hermanos, las razones, obviamente, son diferentes, pero duelen igual. Mejor, lea-mos poesía, hagamos poesía, llevémosla a nuestros hogares, a las escuelas, a los tra-bajos, a las calles, seguro no curará nues-tras tristezas ni nuestros problemas, pero hará que veamos la vida de una forma mucho más amable, más disfrutable, que para eso estamos aquí: para ser felices.

Jánea Estrada Lazarí[email protected]

11 de febrero DE 2013

Por Gabriel Luévano G.

Hijos de Santa María

Ningún tedio es de por vida, eso ya es una variante. Pensándose así, la pala-bra “aburrimiento” es sólo una cara más entre los días, o, ad hoc con el autor uruguayo, la cara de la desgra-cia. Pero aun así, desgracia, rutina, maldad y nobleza trasquilada, tienen una posibilidad para jugarse en dis-tintos escenarios, en varios rostros, en poblaciones enteras que se comparten el miedo y la mediocridad. Nada, ni siquiera los cansancios, los tedios, son de por vida, porque puede haber mu-chos, bastantes de acuerdo a la fe en la imaginación: tedios de ser hijo, de ser un hombre sentado siempre en el bar, de ser un sanmariano cualquiera. Santa María, uno de los espa-cios míticos de la literatura hispano-americana y que aparece en la mayor parte de las novelas de Juan Carlos Onetti (La vida breve, El astillero, Jun-tacadáveres, por mencionar algunas) es superviviente de su condición gri-sácea a partir de las relaciones ficticias que sus habitantes confeccionan para acercarse entre sí, repelerse, asquear-se, dorarse la píldora de las estupide-ces, odiarse y volverse a sentir compo-nentes de una misma historia cansada de vivir. De entre todos, la figura de Larsen descuella como eje central de los pensamientos y murmuraciones de los personajes, un punto de en-cuentro donde Jeremías Petrus, Jor-ge Malabia, Julita de Malabia, el cura Bergner, tratan de ser jueces de su propia vida, imaginando. Ya sea me-diante el viejo Petrus y sus intenciones de volver el lóbrego astillero en una gloria rediviva, el párroco tratando de echar abajo el burdel de Larsen o el doctor Díaz Grey creyendo que es Dios y se perdona a sí mismo, Santa María habla de la capacidad del hom-bre para crear ambientes de salvación en el propio infierno. Quizá sea Juntacadáveres, publicada en 1964, la obra en que mejor se aprecia la formación de una mitomanía, basificada en un hecho concreto como lo es el triunfo tar-dío de Larsen (la implantación de un prostíbulo en la costa) y que resulta la mayor parte de la anécdota, una se-rie de yuxtaposiciones entre lo que se

pudo haber sido y los últimos rescol-dos de la felicidad. Los tres personajes principales de la novela; el proxeneta, el joven y perturbado Jorge Malabia, y su cuñada Julia, van sobreviviendo el inevitable peso de la ciudad que sobre ellos cae y no se refugian en otro lugar salvo en sus ilusiones. Julita, por ejemplo, ha perdi-do a su marido, y su locura inmediata le posibilita hacer de su cuñado, Jorge, un nexo para recordar a Federico, del que cree, tiene un hijo en el vientre. Malabia, por su parte, atraído por Julita, la acecha en un agotador jue-go de visitas y reconocimientos, en que subyacen las presiones del padre, la curiosidad de la casita de la costa. Larsen, por su parte, ha logrado lo que tanto deseó en un tiempo, burlarse en el rostro de los decentes, los falsos de Santa María, llevando (ahora sí), ma-terializado, el fruto de sus sueños, la revancha contra el tedio, un burdel que polarizará finalmente a la pobla-ción: los que ven en él una simple sa-lida de la rutina, una historia más que contarse sobre los que la frecuentan luego de poner en duda su relación con la pureza y los que lo atajan como una afrenta, negándose a aceptar el vicio, los guardianes de la conciencia que hacen de la identidad sanmariana una cruz santa. Finalmente, y como ya es sabido de la literatura de Onetti, to-dos fracasan, ven derrumbarse por tientos los refugios, cerrarse las sali-das. Junta es desterrado, y El astillero (1961), aparecido antes que Junta-cadáveres, da cuenta de su regreso y última estancia en la ciudad. Julita, al esfumarse la cortina de su locura se suicida y Jorge Malabia, termi-na siendo lo que se ve en Para una tumba sin nombre (1959). La novela desconcierta, en tanto nos embriaga de la desesperanza de su anécdota, mas nos regala un dejo de haber leí-do una exploración profunda de la condición humana, que busca abrir su horizonte marginado, pero se re-pliega cuando alguna ganzúa busca forzarla. En el capítulo quince de la obra, Onetti describe a un grupo de

muchachas, acogidas en la casa de la viuda Julita, afanadas en una serie de anónimos que envían a las casas bien de Santa María con el fin de preve-nirlas contra el burdel, todas ellas, inquietas por un elemento angus-tiante de las paredes del inmueble. El esposo muerto, viéndolas desde el retrato, Federico Malabia, como si el luto fuera una consecuencia de la identidad. La privacidad es crucial en las relaciones ficticias de los per-sonajes, dado que las ampara de la imposibilidad pragmática, del des-plome. Nadie tiene por qué enterar-se de las maquinaciones de la mente, los personajes onettianos lo saben. El episodio del retrato nos puede hacer recordar un poco la temática de El infierno tan temido, en menor grado de maldad, por supuesto, pero

parecido en cuanto al tema de que alguien, al menor descuido, puede controlar nuestra vida, develando secretos insoportables. La obra del gran escritor, nacido en Montevideo el primero de julio de 1909 y fallecido en Madrid en 1994, tras haberse dado el lujo de vivir los últimos días de su vida ais-lado, con sus libros, su whisky, y se-guramente con sus personajes junto a la cama, ofrece un tipo de ternura insólita (en franco contraste con los ambientes depresivos que la cercan), que nace de la fascinante y aterrado-ra idea de que todos vivimos crean-do a los demás, y en cierto modo, también resultamos inventos ajenos, paliativos de los sueños truncos, las venganzas sofocadas: hijos todos de la triste Santa María.

Albert Bloch, Entierro

Me esfuerzo en mostrarle la sonrisa más adecuada, un indefinido entusias-mo en los ojos. Está ridículo, gordo, solemne y falso. Pero, en este mismo momento, sé que lo quiero, que tengo amor y piedad por él, que respetaré

siempre la virtud indefinible que le imagino debajo de todos los defectos.Juan Carlos Onetti, Juntacadáveres

LA GUALDRA NO. 87

Por Jorge Cabrera*

Gráficas revelaciones paralos últimos tiempos restantesEn la Galería El Metate del Taller El Metlapil

Este viernes 15 de febrero se pre-senta la obra del artista plástico zacatecano Odín Barrios en la Ga-lería El Metate del Taller El Metla-pil. El artista zacatecano presenta el resultado del apoyo que recibió por parte del Programa de Estímulos a la Creación y Desarrollo Artístico de Zacatecas [PECDAZ]. En Grá-ficas revelaciones para los últimos tiempos restantes, Odín aborda des-de diferentes puntos las inconsisten-cias de la historia, planteando desde su obra la inexorable importancia de los conocimientos milenarios ig-norados, pero nunca olvidados; nos da un punto de vista y nos invita a reflexionar sobre la verdadera na-turaleza de la humanidad, partien-do de los vestigios dejados por las civilizaciones antiguas a lo largo y ancho del planeta, como centinelas y testigos de acontecimientos fuera de la historia oficial. Odín presenta una obra fresca y llena de iconos históricos, conocidos y desconocidos, en la que en ningún momento se pierde su sello personal y creativo. Con esta exposición se inaugura y enmarca el inicio de actividades de “El Metlapil: Galería-Taller”, espacio indepen-diente dedicado a la experimenta-ción plástica y visual donde se busca romper con los paradigmas de la

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educación artística tradicional. Más que un taller, El Metlapil tiene como visión generar un espacio vivo donde se potencializa el intercambio de cono-cimientos teóricos, prácticos, experien-cias y técnicas entre creadores. Asimis-mo El Metlapil, cuenta con un espacio de exposiciones que recibe el nombre del Metate, donde se busca acercar y

facilitar en la sociedad el consumo de obra artística contemporánea, de crea-dores emergentes y posicionados a nivel nacional, buscando ser un lugar ideal para la presentación, montaje, conceptualización y consumo de obra. El Metlapil forma parte de un corredor cultural de galerías independientes en formación dentro de la capital potosina

y busca vincularse con talleres y galerías de los estados vecinos, es por esto que el proyecto se ha trabajado con el apoyo del taller El Topo de Zacatecas –de Odín Barrios-, taller hermano que ha servido como ejemplo del trabajo y consistencia en un taller independiente.* Director del Taller El Metlapil y Galería El Me-tate, S.L.P.

Odín Barrios, Pila de Bagdad. Grabado en hueco por electrólisis, 120 x 80 cm.

Odín Barrios, Aviones precolombinos. Grabado en hueco por electrólisis, 120 x 80 cm.

Odín Barrios, Mapa de Piris Rei. Grabado en hueco por electrólisis, 120 x 80 cm.

Odín Barrios, Ruinas de Puma Punku II. Grabado en hueco por electrólisis, 120 x 80 cm.

Odín Barrios, Ruinas de Puma Punku. Grabado en hueco por electrólisis, 120 x 80 cm.

11 de febrero DE 2013

Por Mauricio Flores*

LibrosEn librerías Calzada de los MisteriosVilma Fuentes, una novelista memoriosa

¡Ah!, la memoria, prodigiosa cuando se le riega, saca al sol, laquea con delicadeza y arrincona en tiempos contrarios. De ella se sostienen los más sinceros dis-cursos. Ésos que a fuerza de transparencia hacen in-eluctable la presencia de sus hacedores. Por eso cuando descubrimos las historias contenidas en Calzada de los Misterios, el viaje resul-tante es uno directo de la mano de su autora, Vilma Fuentes (Ciudad de México, 1949), hasta los sitios de su infancia. El lector podrá o no haber conocido esos lugares, pero el resultado será en cualquier caso una vuelta a los orígenes. ¿Por qué? Muy simple, por el “magnetismo que irradian los lugares donde tuvie-ron principio las cosas, sobre todo cuando ya termi-naron”. Novela de infancia y adolescencia (también urbana), la de una pequeña que descubre su ciudad y el mundo que la contiene, y donde de la periferia al centro, irá “deshilando por las noches” lo que hilaba durante el día. La niña, uniforme azul marino muy bien planchado, que desconoce el riesgo que se corre al desear verdaderamente las cosas: verlas realizarse. Y sin saber que detrás del espejo, otros ojos la miran. En Calzada de los Misterios, la protagonis-ta-narradora caminará una ciudad lejana y desor-denada, con rumbo hacia los extravíos y la descom-posición (“miles de imágenes de la ciudad recorrida a cada amanecer en el camión escolar”). ¿Qué mejor horario para descubrir una ciudad que el de su alba? Esa vasta geografía que se presenta como la “sorpresa de un laberinto inextricable, proponiéndome (dice la adolescente) con un guiño la adivinanza de los secretos que me dejaba entrever, abierta y rica, verdadera caja de Pandora, dejando salir de cada uno de sus rincones amenazas y engaños, castigos y perversiones”. Vendrá la tarde, y la ciudad que mira la jo-ven será “cerrada, mustia, con una cara sin gestos, la expresión del hastío pintada en cada una de sus ca-llejuelas, el aburrimiento en sus calles, el cansancio y la prisa por acabar lo más pronto posible con lo que ocurría en sus avenidas y sus casas”. Junto a su definición de los políticos (“pro-fundos conocedores del alma electoral, quienes saben que el tiempo es el mejor de los aliados para enterrar en el olvido las promesas incumplidas, los escándalos nunca aclarados, los crímenes impunes”), Calzada de los Misterios constata la imperiosa alianza entre memoria y ficción (antes demostrada por la auto-ra en sus otras novelas). Memoria que “agranda los edificios, destruye las pequeñas casas, reproduce las construcciones, puebla con chozas y barracas los viejos terrenos donde no se levantaba más que polvo”.

000 Vilma Fuentes, Calzada de los Misterios, FCE, México, 2012, 216 pp. * [email protected]

Vive entre París y México desde mediados de los setenta. Ha publicado poesía, ensayo, cuento y seis nove-las en las que el dolor y la soledad no le pueden a las razones y el recuerdo de hombres y mujeres. Novelas como Ayer es nunca jamás, Gloria, Castillos en el infierno y King Lopitos: ¡a lo Revueltas!, digo yo. Hace unos días estuvo en su país, y es que no quiso renunciar al juego de presentar Calzada de los Misterios, que antes había publicado en francés y alemán.

“Vilma Fuentes es una articulista asombrosa, ya sea en la evocación de persona-jes de su juventud primerísima, sus viajes, las ciudades visitadas y para mí, sus magníficos retratos de París. Ésta es la maestría de Vilma: dilatando esquinas, estatuas, jardines, palacios, contraluces, altares, escenarios”.

María Luisa La China Mendoza

“Vilma Fuentes es una literata que busca y encuentra las palabras para reflexio-nar sobre las razones de su creación en una novela que va mucho más allá del ejercicio nostálgico”.

Hugo Gutiérrez Vega

Avenida Universidad

Dar vuelta a la derecha significaba, en primer lu-gar, que estábamos adelantados y, por tanto, nos quedaba una pequeña reserva de tiempo para usarla como nos diera la gana. Era también evi-tarnos el sentimiento de entrar en una tierra de nadie, sin siquiera darse el gusto de salir de la ciudad, pues al cabo de esa reciente avenida, que llevaba su nombre, diseñada para servirle de cordón umbilical con lugares más urbanizados, la Ciudad Universitaria aparecía como el último oasis donde la vida, efervescente durante el día, desertaba al caer la noche, devolviéndole su as-pecto de gigantesco barco fantasma abandonado a la deriva en los confines del mundo. Al contrario, al dar la vuelta a la derecha para tomar la continuación de Taxqueña, la vida continuaba: entre los árboles centenarios del jardín Chimalistac, podíamos entre-ver los muros de algunas anti-guas construcciones de la Co-lonia, restos de viejas casas de campo de los años treinta, una capilla, unas cuantas pie-dras palpitantes, aquí y allá, cubiertas de musgo, ruinas donde quedaban las huellas de las manos que las labraron siglos antes.

Vilma Fuentes

LA GUALDRA NO. 87

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sOriente Medio el viaje de un fotógrafo cronopio

Por Ernesto Moreno

¿Por qué dejar de repente toda lucha personal para ir a donde no habrá ni existe un final en una lucha milenaria? Así fue el viaje, sin más moti-vo que el mirar in situ a los ojos de los árabes, de los judíos y de los cristianos que viven y pelean eternamente por su fe y su dios personal. El arribo al mundo árabe, no podía ser más poderoso, la ciudad de el Cairo, Egipto, nos esperaba en el mes más sagrado del islam, el Ramadán. Y de ahí la hoja de ruta nos dictaba llegar a la frontera con Gaza, en el punto de Rafah, donde nuestro leit motive parecía hacerse añicos, cuando los policías fronterizos palestinos no nos dejaron cruzar la frontera a la citia-da Gaza. Sueño roto y desánimo abor-daron a nuestros corazones y de ahí sólo atinamos a encontrar inspiración y nuevo aliento, Alejandría nos espera-ba y de ahí un vuelo a Jordania, donde el sueño volvió a renacer. Cruzamos la frontera hacia Israel, la Palestina ocupada para noso-tros; pisamos Jerusalén y sabíamos que estábamos ya en camino de vivir nues-tros días palestinos. Y así fue, en el West Bank de Cisjordania, la asediada y ocupada por el sistema israelí, nos adentramos para vivir el día a día de la resistencia de los hermanos árabes, de nuestros ances-tros palestinos. En estas fotos sólo se mues-tran instantes que marcaron al activis-ta, al humano, hermano solidario, y so-bre todo al fotógrafo que quería ir, fue y encontró…

Ernesto Moreno en el Muro de los Lamentos, Jerusalén, Israel, Palestina

Para mis hijas, Luisa, Sara y Sofía

Soldados israelíes, Nabi Salih, Palestina West BankSoldados israelíes seleccionan a sus posibles víctimas con fusiles automáticos que disparan balas de goma, mientras los jóvenes palestinos corren, se acercan, les lanzan piedras y vuelven a cubrirse entre las rocas, los francotiradores se to-man su tiempo para tener un tiro certero y así lesionar y mermar a los árabes que cada viernes salen a defender a su patria en el West Bank de Cisjordania, la Pa-lestina ocupada por el gobierno de Israel.

Musulmana de Alejandría, EgiptoUna estudiante de universidad ataviada con su niqab pasa las horas en la Biblioteca de Alejandría, la nueva y moderna casa de estudio y conocimiento que nunca podrá igualar a la mítica y milenaria Biblio-teca de Alejandría, cuyos restos aún reposan en el mar frente a la ciudad egipcia.

El niño de la Calle del Apartheid, Hebrón, PalestinaUn niño corre alegremente después de salir de la escuela y cruzar el checkpoint del ejército israelí en la simbólica calle Shuhada, ahora rebautizada por los habi-tantes palestinos como Apartheid Street, un icono de la resistencia palestina a la ocupacion sionista.

Soldados reprimen manifestación de los viernes, Nabi Salih, PalestinaSoldados israelíes reprimen con disparos de cartuchos de gas lacrimógeno a los manifestantes palestinos y activistas de distintos países, que cada viernes llevan a cabo una marcha para exigir la devolucion de sus tierras confiscadas por el gobierno hebreo y habitadas ya por colonos judíos. Así inicia el ritual de la eterna guerra entre palestinos e israelíes, la danza de las piedras contra el uso de fuerza y las armas sionistas.

Huir de las piedras,soldados israelíes,Hebrón, PalestinaParadojas de la batalla, soldados israelíes huyen de la lluvia de piedras lan-zadas a ellos por los jóve-nes palestinos que nunca dejan de defender a su patria de la ocupación judía. En una de las po-blaciones más simbólicas de esta lucha eterna, la ciudad de los patriarcas.

11 de febrero DE 2013

Artes visuales/// FOTO-REPORTAJE ///

Musulmana de Alejandría, EgiptoUna estudiante de universidad ataviada con su niqab pasa las horas en la Biblioteca de Alejandría, la nueva y moderna casa de estudio y conocimiento que nunca podrá igualar a la mítica y milenaria Biblio-teca de Alejandría, cuyos restos aún reposan en el mar frente a la ciudad egipcia.

La danza de las piedras,Nabi Salih, PalestinaY así inicia el ritual de la danza de las piedras. Un joven palestino ataviado con su simbólica hata huye de los soldados israelíes después de tirar-les piedras con su honda, a manera de un David contemporáneo pero con estrategia de guerra de guerrilas; ellos defienden su tierra con piedras y esquivando balas de goma, gas la-crimógeno, y muchas de las veces fuego real. Cada viernes el ritual se cumple en esta pequeña aldea ubica-da en Cisjordania, la Palestina ocu-pada de la Tierra Santa.

Judíos ortodoxos en el cementerio del Monte de los Olivos, Jesrusalén, Israel, PalestinaDespués de una ceremonia religiosa, viejos y jóvenes judíos ortodoxos caminan con la tora en mano entre las tumbas del cementerio judío del Monte de los Olivos, lugar donde fue crucificado Jesucristo y donde ahora sólo habitan los fantas-mas del cristianismo y el judaísmo simbolizados en iglesias y templos de peregrinaje de los cris-tianos. Frente a este pequeño monte, la ciudad de Jerusalén se erige como símbolo de guerra espiritual, la que nunca tendrá fin.

Soldados reprimen manifestación de los viernes, Nabi Salih, PalestinaSoldados israelíes reprimen con disparos de cartuchos de gas lacrimógeno a los manifestantes palestinos y activistas de distintos países, que cada viernes llevan a cabo una marcha para exigir la devolucion de sus tierras confiscadas por el gobierno hebreo y habitadas ya por colonos judíos. Así inicia el ritual de la eterna guerra entre palestinos e israelíes, la danza de las piedras contra el uso de fuerza y las armas sionistas.

Mujeres de Alejandría, EgiptoJóvenes mujeres musulmanas esperan al atardecer del último día del Ramadán, mes sagrado del Islam, para levantar su ayuno y celebrar el Iftar, que es el desayuno al final de la jornada y ritual religioso. En la milenaria y mítica ciudad y puerto de Alejandría, después del inicio de la primera parte de la revolución egipcia, las mujeres han intentado tomar libertades y derechos que han esperado por largos años.

Niños del checkpoint, Hebrón, PalestinaCada día, cada mañana, camino a la escuela, los niños tienen que cruzar un checkpoint del ejército israelí en la calle Shuhada, en el centro de la ciudad de Hebrón, donde son revisados con detectores de metales y muchas veces interrogados e intimidados por los sol-dados hebreos; porque para el gobierno sionista, son sospechosos de terrosimo.

LA GUALDRA NO. 87

Por: Lluna Llecha y Carlos Belmonte

Desayuno en tiffany´s, mon ku

Domingo 3: JC estuvo aquí. El encuentro fue casi premeditado. Ocurrió en la Bice. Él iba a su trabajo. Yo salía del Saint Germain (dos cafés americanos y un pastelillo ale-mán). Justo, al abrir la puerta, pensaba en él y en su actual hoja de vida (emparejado con mujer que engaña; bisexualeando a diestra, siniestra y deshoras). Sonreí cuando le miré. Él también, cuando me miró. La sonrisa permaneció entre el ir y venir para estrecharnos la mano. El fastidio fue el verdulero que gri-tó: “Joven, llegaron rejas de fruta. ¿Le apartó su bolsita?”. JC bromeó de inmediato: ¿ahora te gustan los churpios? Reí. Porque no en-tendí. Él explicó con “sus propias palabras”. Lo hizo en la cama. Ambos desnudos. Churpio es… Qué es JC ahora: la sonrisa viva que no tengo cada mañana. Por eso sigo como mi nuevo testamento de amor a los poemas de R. Galaviz. Los leo en La Gualdra. Él fue a trabajar y yo ilusionada-mente lo esperé. El cabrón llegó puntual y sin condones. Volví a vivir sus manos de portero futbolista, sus costras en las rodi-llas y en los brazos, un nuevo tatuaje que se mira si abrimos el pantalón y bajamos el bó-xer elástico monocolor que aprendió a usar conmigo. Por qué no volver: porque cada día localizaré una huella que dirá que no es to-talmente mío. Lunes 4. Emilio se hizo el corte de pelo. Parece sorcho de la decena trági-ca. Aumentó su estilo de chacal. Anoche se quedó más de lo acostumbrado. Esta vez sí estuvo tiradillo en la cama (muy style Li-berty Ave). Habló de su proyecto de inves-tigación: la restauración de las pinturas del templo de San Matías. Traía en un cinturón con hebilla de metal muy del Chaparral. El centro de la hebilla gira y hace ruido de espuelas. Libre de antojo no hice caso de su juego. En la mañana Castrillón #132 dejó cuatro libros y una nota: “Las referencias y las reseñas deben estar en la página el próxi-mo viernes”. Viernes 8. Castrillón #132 asistió con chanclas a la junta semanal. Sus pieci-llos no tienen arco bonito, ni sus dedos son extendidos. La uña del dedo gordo, del pie derecho, está lesionada. Me dio ternura ver cómo ocultaba a su padre el calzado. Comimos en un restaurante taller que está junto al Museo de Guadalupe. Be-bió como chacuaco. No paró de hablar. Me gusta su estilo. Sábado 9: Soñé a Castrillón #132. Y como diría R: ¿todo? Sí

El monstruo verdeEn esta ocasión no les vamos a platicar de ninguna película en estreno, europea, latinoamericana o mexi-cana, es más, ni siquiera de una reciente, sino de una de la primera época del cine sonoro en México que hemos podido ver en nuestra visita por la Filmoteca de la Universidad Autónoma de México (UNAM). Se trata del filme dirigido, producido e in-terpretado en 1937 por el argentino José “el che” Bohr que tuvo por tema, argumento y título el controverti-do problema del consumo de drogas en México: “Ma-rihuana, el monstruo verde”. Realizada bajo el esquema, ya bien afianza-do en México, del cine gansteril proveniente de Ho-llywood: amplias gabardinas que esconden pistolas, sombrero de canto y cigarro colgante en un costado de la boca, persecución en coches, asesinatos, espías, intrigas, traiciones y amor. En fin, todos los ingredientes de un buen po-licíaco, común si lo calificamos desde los ojos actuales acostumbrados al tema, sin embargo increíblemente innovador para su época o incluso para el siglo XXI si consideramos los discursos moralizantes y las conse-cuencias degenerativas que se le adjudican a la mari-huana desde entonces. La trama es simple. En la Ciudad de México un grupo de policías asociados con unos médicos po-nen en marcha un plan para atrapar a una banda de traficantes de drogas, instalada cerca de Puebla, que está surtiendo el mercado capitalino causando dege-neración y delincuencia entre la juventud. Para ello se sirven de un espía que trata de seguir una pista que lo lleve hasta la guarida de los

maleantes y que será traicionado por uno de sus infor-mantes. Al caer capturado lo torturan con inyecciones de drogas con el fin de crearle adicción. Fuerzas del orden darán con los narcotraficantes para capturar-los y rescatarle aunque ya demasiado tarde porque la droga lo ha consumido. Final feliz para la policía pero con el sacrificio de hombres y mujeres que se aman. La película cobra mayor importancia en el contexto de la criminalidad de los años 30 de la vida ca-pitalina ya que la prensa apuntaba tres causas de ella: las ideas socialistas, los celos desenfrenados y las drogas. Elementos que en muchas ocasiones estaban mezclados –al menos así se publicaba en “Excélsior” y “El Univesal”- y eran el virus de la “buena” sociedad que el gobierno debería, decían, centrarse en erradi-car. La idea de que los “rojos” consumían drogas co-menzaba ya a implantarse en el imaginario de la gente que acudía a sitios tipo el “country club”. El argentino Bohr filmó sobre un tema no sólo polémico por el ambiente político y social, sino que también abordó en su película el asunto del na-cionalismo mexicano y argentino desde la música que comenzaba a ser en el cine uno de los aspectos más poderosos para las tramas fílmicas dejando de lado su papel meramente ornamental para convertirse en verdadero personaje. Film muy recomendable pero para ver con ojos humildes, lejos de la pedantería crítica sobre la técnica fílmica y la actuación; es un documento social que se puede leer como un libro de historia. No es fácil encontrarlo en el mercado, al me-nos nosotros no hemos tenido éxito, hasta el momen-to sólo lo sabemos en los archivos de la UNAM.

Por Mateo Estrada Gaviria

Henri de Toulouse-Lautrec, El beso

11 de febrero DE 2013

Por Ricardo Wong López

Ahogo de vida¿Debe juzgarse una metáfora?, ¿cómo podría ser aquello? Bien co-nocida es la que dice que un burro persigue la zanahoria, maldito sea el momento en que la alcance. Él fuma. Su mano derecha se haya sobre su es-palda, ella dormida junto a su lado. Se entretiene mirando cómo separa y une los dedos mientras su palma si-gue descansando sobre la piel de ella. El humo serpentea sutilmente por la habitación sin llegar a saturar la at-mósfera. El sol va adueñándose de las cosas, lentamente. Él debe calcular el momento preciso en que deba le-vantarse, despedirse de ella y partir, debe saber el instante en que deba decirle que la quiere, cuándo hacerle saber que sus ojos sostienen su mun-do. Supo de alguna manera que debía prestarle el tomo de cuentos de Ché-jov y no El proceso de Kakfa, también por qué llevarla al café donde usan loza rústica mexicana, de barro, y no a Sanborns, por ejemplo. Mientras abrocha su cinturón sonríe al ob-servar al gato que sufre por quitarse pequeños trozos de diurex de sus bi-gotes, que por alguna razón llegaron ahí. Las preguntas frecuentes acerca de la existencia de un orden cósmico sobreviven en sus pensamientos. Ella despierta, él se ha ido ya. Los pasos que lo conducen hacia la parada del autobús le dictan una rabia que ter-mina convirtiéndose en una serie de ademanes inconsistentes, pero sus manos siempre terminan posándo-se sobre sus labios, descasando. Ca-lles rectas, verticales y horizontales, transversales, cruceros, semáforos, artificio, raciocinio, construcciones; entonces ¿existió un beso ancestral, inaugural?, ¿realmente aprendieron los gatos a vivir con la gente, a exigir su desayuno con un párvulo maulli-do? Lo que no puede negar es que el recuerdo de ella acaricia su pecho, suavemente. Una vez más está ante la puerta de cristal del periódico. Su destino cercano: la tarea cotidiana de cumplir con sus tres notas del día. Ejerce con cierto placer el de-recho de conducir el Volkswagen de la empresa, acudir al Ayuntamiento, hablar con la chica de comunicación social, intercambiar información, co-municarse al periódico, corroborar datos, sigo sintiendo tus labios en mi cuello… —Hola, muy bien, gracias, ¿y tú? —¿cuál es la impresión de los colonos por la actitud del regidor? —Ajá, okei, muchas gracias. Consi-dera otro acierto en su jornada dar-

le continuidad al tema imperante de la falta de agua potable. Un suspiro, acercarse hasta la mesa, tomar asiento. Sopa como entrada y filete de pescado con arroz, ¿cuántas elecciones en un día? Sus ojos, eso es: sus ojos… repen-tino repiqueteo en el muslo izquierdo, el teléfono, un mensaje: no olvides que tocamos a las nueve, no vayas a quedar mal... Sentado ante el ordenador, sus manos oprimen las teclas para formar palabras que hacen noticias. Más tarde se encuentra en el baño del periódico, frente al espejo. Extrae el rastrillo de la mochila. Su barba enjabonada, movi-mientos descendentes, la hoja de alu-minio va rasurando los vellos que caen sobre el lavamanos produciendo una música extraña. Ardor, la sangre ema-na irremediablemente ¿es el rojo nues-

tro color?, entonces, ¿cuál sería nuestra canción? Chamarra puesta, mochila al hombro, cigarrillos en el bolsillo. Él recuerda súbitamente aquel sueño en que hundiéndose en el mar, se ahogaba poco a poco, anegando su existencia. Fue inútil pedir ayuda, tratar de as-cender, patalear, mover intempestiva-mente los brazos. Despertó sudando aquella mañana, jadeando, agitado. El sonido de la guitarra se va aclarando mientras se acerca al lugar. Adentro, el choque de los tarros con cerveza, el chismorreo, las risas, la banda tocan-do, el humo, tantos ojos abiertos, pro-ducen una mezcla heterogénea que lo reconforta. Cover tras cover, trago tras trago, fumada tras fumada. La sen-sación de ahogo, de ahogo en el mar, no lo abandona y al mismo tiempo lo

orilla a sonreír, comienza a entenderla como oxígeno, como vida, como me-táfora. Una canción resuena: para que se hunda más… Perplejo ante ese verso, sus piernas flaquean, un relámpago baja sobre su espina dorsal. Sale apresurado. Afuera, mira hacia el cielo, como si fue-ra un cuento la luna se muestra majes-tuosa. Explota el acorde final, sabe que es un acorde mayor. El celular entre sus manos ansiosas. Ella despierta, soño-lienta. El celular ha sonado, un mensa-je: estoy afuera. Los ojos de ella se abren grandemente, asomándose entre sus cabellos castaños que cuelgan. Ella abre la puerta, él la estrecha entre sus brazos, la besa. ¿es éste el beso ancestral? Quie-ro hundirme, ¿hundirlo?, ya no importa nada más.

* [email protected]

Para que su hunda más el día feliz que está llegando.

S. R.

M.C. Escher, Infierno

Río de palabras

LA GUALDRA NO. 87

agenda cultural FEBRERO 2013VIERNES 15 y 22Todos al Centro HistóricoTardes de SalónKiosco del Parque Sierra de Álica18:00 horasCoordina: Casa Municipal de Cultura de Zacatecas

VIERNES y SÁBADOSLeyendas de ZacatecasFrente a Catedral / 20:00 horas

SÁBADOS 9, 16 y 23

Sábados en la CulturaDanza, teatro músicaEscalinatas del Antiguo Templo de San Agustín yPlazuela Miguel Auza 18:00 horas

Restauración Virtual del Antiguo Templo de San Agustín20:00 horas

DOMINGOS 10, 17 y 24Tradicional ConciertoOrquesta Típica de ZacatecasDir. Florentino RaygozaCasa Municipal de Cultura de ZacatecasEntrada libre / 18:00 horas

Lectura de PoesíaGrupo Letra y VidaCasa Municipal de Cultura de ZacatecasEntrada libre / 19:00 horasCoordina: Casa Municipal de Cultura de Zacatecas

MIÉRCOLES 13, 20 y 27Todos al Centro HistóricoMiércoles de DanzónPlazuela Miguel Auza18:00 horasCoordina: Casa Municipal de Cultura de Zacatecas

JUEVES 14, 21 y 28Tradicional ConciertoBanda Sinfónica del Estado Dir. Salvador García y OrtegaCasa Municipal de Culturade ZacatecasEntrada libre / 19:00 horas

VIERNES 15Teatro de calleMerdreLa Ciénega TeatroDir. Iván GuardadoPlazuela Miguel Auza19:00 horasCoordinan: Casa Municipal de Cultura de Zacatecas y el Instituto Zacatecano de Cultura “Ramón López Velarde”

SÁBADO 16Lectura en atrilMás lectura, un mundo mejorJardín Juárez17:00 – 18:30 horasCoordinan: Colegio del Centro y el Instituto Zacatecano de Cultura “Ramón López Velarde”

Teatro de calleMerdreLa Ciénega TeatroDir. Iván GuardadoPlazuela Miguel Auza19:00 horasCoordinan: Casa Municipal de Cultura de Zacatecas y el Instituto Zacatecano de Cultura “Ramón López Velarde”

Teatro cabaretEl divorcio en 3 tiemposTianguis Teatro – NayaritDirectora: Olgamar OrozcoFondo Regional para la Cultura y lasArtes del Centro OccidentePatio Principal del Museo Zacatecano19:00 horas

PROGRAMA FEBRERO 2013, CINETECA ZACATECAS.La Cineteca Zacatecas está ubicada en calle Dr. Hierro #303, centro histórico de Zacatecas.

La proyección de las películas se realiza de manera gratuita, con fines culturales y educativos. Excepto cine concierto del 8 de febrero $15.00

PELÍCULAS INVITADASMiércoles 13, 20:30 Hrs.¿CÓMO VES?Dir. Paul LeducMéxico/ 1985/ 50 min.

Ciclo-homenaje David Cronenberg Viernes 15, 20:00 Hrs.UN MÉTODO PELIGROSODir. David Cronenberg Reino Unido/ 2011/ 93 min.

Directores de la 54 Muestra Inter-nacional de Cine

Sábado 16, 18:00 Hrs.FESTEN (La celebración)Dir. Thomas Vinterberg Dinamarca/ 1998/ 105 min.

Jueves 21, 18:00 Hrs.TODO ES CUESTIÓN DE AMAR (It´s all about love)Dir. Thomas VinterbergDinamarca/ 2003/ 103 min.

Jueves 21, 20:00 Hrs.EL CLUB DEL SUICIDIODir. Shion Sono comprar Japón/ 2002/ 99 min.

MUSEOS Y GALERÍAS

ANTIGUO TEMPLODE SAN AGUSTINBioartesaníaColección del Museo de Arte Popular Permanencia: 15 de marzoAdmisión: $30.00

MUSEO DE ARTE ABSTRACTO MANUEL FELGUEREZ

Oaxaca. Con un pie en la AbstracciónColectivaSala Temporal I

Abstracción de AguascalientesColectivaSala Temporal II

Visitas guiadas Grupos escolares Lunes, miércoles, jueves y viernes de 10:00 a 12:00 horas, previa cita 924 37 05

Visitas guiadas para familias.Domingos de 10:00 a 13:00 horas, pre-via cita 924 37 05, según disponibilidad, entrada gratuita para los zacatecanos. MUSEO FRANCISCO GOITIA

Pintura AbstractaDiario del ExilioObra del Mtro. Salvador Castro de la RosaPermanencia: 17 de marzo

MUSEO ZACATECANOCarpeta Conmemorativa de Grabados de los 13 sitios de Zacatecas, ubicados en la ruta del Camino Real de Tierra Adentro, declarados Patrimonio Mundial, en la Categoría de Itinerario Cultural

MATINÉDomingo 17, 12:00 Hrs.TOY STORY 3Dir. Lee UnkrichEUA/ 2010/103 min.

Domingo 24, 12:00 Hrs.EL INCREÍBLE CASTILLO VAGA-BUNDODir. Hayao Miyazaki Japón/ 2004/ 116 min.

Miércoles de Cine Francés en coordinación con Alianza Fran-cesa de Zacatecas

Miércoles 13, 18:00 Hrs.CYRANO DE BERGERACDir. Jean-Paul Rappeneau Francis/ 1990/ 137 min.

Miércoles 20, 18:00 Hrs.EL AMOR VIAJA EN PRIMERA CLASE (JET LAG)Dir. Daniéle ThompsonFrancia/ 2002/ 82 min.

FOTOTECA DE ZACATECAS PEDRO VALTIERRAIn.ConclusiónExposición colectiva: Ma. Eugenia Martínez Juache, Juan Pablo Meneses y Ramón PortalesPermanencia: 3 de febrero MUSEOGRABADOExposición y venta de obra gráfica:Francisco Toledo, Vicente Rojo, Manuel Felguérez, Alberto Castro Leñero.Museo de Arte Abstracto “Manuel Felguérez”De lunes a sábado de 10h00 a 17h00 Tel: 492.103.04.07 www.museograba-do.com

MUNOExhibición y venta de obra gráfica:Bem Dierckx, Marcelo Balzaretti,Plinio Ávila, Ernesto Morales, Adam Leech.Objetos de diseñadores mexicanosTacuba 128, centro históricoDe lunes a sábado de 12h00 a 21h00 horasTel. 492.126.56.32 www.muno.com.mx

TALLERES Y CURSOS

INSTITUTO ZACATECANO DE CULTURA “RAMÓN LÓPEZ VELARDE”

Talleres de DanzaCuota de recuperación $250.00 mensualesDe septiembre 2012 a Junio 2013De 16:00 a 21:00 horasSalón del Danza del IZC

Clásica / Mtra. Blanca AlatorreContemporánea / Mtro. Mauro ChairezFlamenco / Mtra. Ángeles ValleJazz / Mtra. Susana Alemán Cota (Teatro “Ramón López Velarde”)

MUSEO DE ARTE ABSTRACTO “MANUEL FELGUÉREZ”

Taller Práctico de ActuaciónMtro. Ramiro SipotiDe 17:00 a 20:00 horasLos jueves y viernes Del 6 de septiembre a 30 de noviembre Cuota de recuperación: $150.00 mensuales

CENTRO CULTURAL CIUDADELA DEL ARTE

Música

Taller de Trompeta y GuitarraMtro. Antonio Ramírez ZacaríasDe 8:00 a 10:00 horasCuota de recuperación: $100.00 mensuales

Talleres de Literatura

Ensayo y Crítica LiterariaMtro. Sigifredo Esquivel MarínSábados de 17:00 a 20:00 horasCuota de recuperación: $ 100.00 mensuales

Taller de Ensayo Imparte Sigifredo Esquivel MarínSábados de 17:00 a 20:00 horasCuota de recuperación $100.00 mensuales

Taller de Poesía Imparte Javier Acosta EscareñoSábados de 11:00 14:00 horasCuota de recuperación $100.00 mensuales

CICLO DE AMOR Y AMISTADJueves 14, 18:00 Hrs.UN HOMBRE Y UNA MUJERDir. Claude LelouchFrancia/1966/ 102 min.

Jueves 14, 20:00 Hrs.AMIGOS Dir. Francois CluzetFrancia/ 2011/ 109 min.

Viernes 15, 18:00 Hrs.TRISTE SAN VALENTÍN Dir. Derek CianfranceEUA/ 2010/ 114 min.

Sábado 16, 20:00 Hrs.VÉRTIGODir. Alfred HitchcockEUA/ 1958/ 120 min.

Domingo 17, 18:00 Hrs.LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓDir. Victor Fleming, George Cukor, Sam WoodEUA/ 1939/ 238 min.

Jueves 21, 18:00 Hrs.FANDO Y LISDir. Alejandro Jodorowsky México/ 1968/ 93 min.

Viernes 22, 18:00 Hrs.PIDE AL TIEMPO QUE VUELVADir. Jeannot SzwarcEUA/ 1980/ 104 min.

Viernes 22, 20:00 Hrs.CLOSER Dir. Mike NicholsEUA/ 2004/ 98 min.

Sábado 23, 18:00 Hrs.DIARIO DE UNA PASIÓN (The note-book)Dir. Nick CassavetesEUA/ 2004/ 124 min.

Sábado 23, 20:00 Hrs.NO AMARÁSDir. Krzysztof Kieslowski Polonia/ 1988/ 87 min.

Domingo 24, 18:00 Hrs.EL PACIENTE INGLÉSDir. Anthony MinghellaReino Unido/ 1996/ 162 min.

MUNICIPIOSCICLO DE CINE PREPA 3EN FRESNILLO, ZACATECASLugar: Auditorio del edificio nuevo, plantel 3 de la UAZ.Coordina: Cineclub Los tres chiflados y Cineteca ZacatecasENTRADA LIBRE.FUNCIONES 11:30 Y 17:00 Hrs.

Jueves 14EL LADO OSCURO DEL CORAZÓNDir. Eliseo SubielaArgentina/ 1992/ 127 min.

Jueves 21SON DE MARDir. Bigas LunaEspaña/ 2001/ 99 min.

Jueves 28ESE OSCURO OBJETO DEL DESEODir. Luis BuñuelEspaña/ 1977/ 103 min.

11 DE FEBRERO DE 2013

Conquistadores

Agenda Roberto100 años,Zacatecas

2013De venta el librería Andre.a

“Truth, reference, and content” (“Verdad, referencia y conte-nido”) es el título del libro que el pasado mes de diciembre presentó en Alemania el investigador Jorge Rolando Tagle-Marroquín, doctor en filosofía por el King`s College of Lon-don y también profesor titular de la Unidad Académica de Filosofía de la Universidad Autónoma de Zacatecas. El libro aborda dos cuestiones fundamentales de la filosofía: el concepto de verdad y el concepto de signifi-cado, analizando sus distintas definiciones a lo largo de la historia del pensamiento. Ha sido publicado por la editorial Lambert Academic Publish y es una versión más acabada y detallada de los estudios realizados en Inglaterra por Tagle-Marroquín, mismos que se plasmaron en su tesis doctoral. El investigador manifestó su sorpresa y beneplácito por el interés que despertó su texto en una editorial alemana, don-de impera una tradición filosófica distinta a la que él sostie-ne en su libro. Tagle-Marroquín comentó que la publicación se realizó en inglés ante los requerimientos de la empresa edi-tora y porque originalmente fue el idioma en el que se es-cribió, asegurando que próximamente se hará lo propio en español. El investigador también se encuentra preparando una recopilación de textos en torno al problema de la causa-ción mental, epistemología y filosofía del lenguaje. Cabe destacar que, para realizarse la publicación, la obra tuvo que pasar un proceso de dictamen por parte de Lambert Academic Publish y por la aprobación de la Univer-sidad de Londres.

Por Ricardo Torres Chávez

Verdad, referencia y contenido

Libors

¿Qué pasa con el “Haber qué pasa”?

“Haber si vienes”. Tache. Lo correcto es: “A ver si vienes”. “Haber cómo le haces”. Otro tache. Otra vez es “A ver…”. “Vamos haber cómo nos va”. Pésimo. Debe decir: “Vamos a ver cómo nos va”. La principal función del verbo “haber”, de acuer-do con el Diccionario de la Real Academia Española, es “conjugar otros verbos en los tiempos compuestos”. Los ejemplos que propone son: Yo he amado, Tú habrás leído. Además el documento rector de nuestro idioma dice que, con infinitivo, haber “denota deber, convenien-cia o necesidad de realizar lo expresado por dicho infiniti-vo”. Ejemplos: He de salir temprano, Habré de con-formarme. ¿Recuerdan aquella canción: “Te he de querer, te he de adorar…”? La palabra “Haber” es el infinitivo del verbo ho-mónimo. Lo leemos también en la expresión “lo habido y por haber”, que se refiere a toda clase de cosas o situacio-nes inimaginables. “A ver”, por otra parte, es una expresión com-puesta de la preposición “a” y el infinitivo “ver”. Es decir, constituye una propuesta de examinar o mirar algo. A ver qué les parece esta explicación, pues.

* Envíe comentarios y demás inquietudes a: [email protected]

Por Simitrio Quezada

El picaporte

LA GUALDRA 87 / 11 DE FEBRERO DE 2013

Río d

e pal

abra

sPor Pilar Alba

Por Roberto Galaviz

Por Edgar Khonde

Yo no

Teoría de laalquimia femenina

El métodoUn día alguien se lo va a tener que decir, pero yo no; sí, aunque no me lo creas le pido a diosito, te lo juro, todas las noches rezo fervientemente para que no sea yo quien tenga que hacerlo. Pero así va a ser, ya lo verás uno de estos días, alguno se va a ver en la ne-cesidad de irle soltando una por una, a boca de jarro todas y cada una de sus verdades. No creas, si varios se han quedado con las ganas, hay muchos que le llevan la cuenta de todas y cada una de sus canalladas, pero se han aguan-tado. No sé cual de todos será y aunque yo no quiero hacerlo a ti sí te lo puedo decir, me gustaría estar ahí para verlo. Ya me lo ima-gino ahí quietecito sin poder mo-verse, pelando sus tamaños ojotes buscando alguien que lo ayude, que se compadezca, pero quién va a hacerlo si a todos nos debe

La cosa es que uno toma la plu-ma, y busca ansioso la hoja. En-tonces la letra, la palabra, el verso y la estrofa. Y sucede que la hoja con el verso y la estrofa con la pluma. Sucede que los espacios, las sangrías, los saltos de línea, el estrechar los párrafos y abra-zar cansado las teorías: como el operar siniestro del trabajo diario; ocurren los silencios, el borrar y componer y borrar una vez más hasta la otra; ocurren los puntos, las comas, la sensación molesta de estar escribiendo en vano, o de estar escribiendo la-gunas y desiertos, escribir ábacos y alcancías. Sucede el tiempo, el cansancio, la ira, la desespera-ción, el deshambre, el desvarío, la embriaguez y su árido retorno al único fin del hombre: el olvido. La cosa es que uno toma la plu-ma, corren las estrellas mientras Colón se embarca, juega la ma-rea, se herrumbran los portones de una catedral cercana a la casa de donde los poetas, tiembla. Comienza de nuevo: la cosa es que uno toma la pluma,

Las mujeres -y nadie más en este mundo-saben de alquimia

desde el primer día-hasta el último-han de transformar el tiempo en esperala espera en palabraslas palabrasen agujaslas miradas en balasel silencio en caos el caos en descansoel descanso en esperanza

en música extrañaen extraña musa

han de convertir la piel en memoriala memoria en futuroel futuro en recuerdoslos recuerdos en cognac

de simples abrazos hacentemplos de los templos surgen de pronto cenizas de lava sellada

hacen del encaje en contraste con su pielun asunto de vehemenciaun arrebatoun asuntode vida o muerte.

dicta, narra, cuenta, escribe, pero no nada ni ladra ni patea ni su-cede como hombre, es decir, no eyacula. La cosa es que uno toma la pluma, como toma la espada, enfrentándose al único ser que no intenta ser objetivo al desci-frar la primera línea: el otro yo, el espejo. Pero no lucha batallas, no libera reinos ni hace más dicho-sos a los valientes ejércitos que lo siguieron hasta cuando hubo locura. La cosa es que uno toma la pluma, toma agua, reza, dice las palabras para invocar frag-mentos duros: El tiempo se había fijado envejecer a los amantes antes de que éstos se encontraran como habían acordado, a ella la llevó por la senda de una provin-cia donde se cantaban bailes tan exquisitos que las palabras brota-ban hasta en la boca de los infe-lices; a él lo condenó al desierto, en donde la gente prefería man-tenerse callada a fin de no perder gota de llanto. La cosa es que uno toma la pluma, y, tiembla.

* [email protected]

algo el muy canijo. Con nadie ha tenido miramientos, a todos por igual, como gota que hace agujero en la piedra, nos ha ido jodiendo la existencia poco a poco. Y ahí va a estar, me parece estarlo viendo sentado en su sillón favorito o en su lugar de la mesa; el que nadie se atreve a ocupar aunque no esté presente; ni una sola palabra va a poder dirigirnos, no podrá argu-mentar nada en su defensa, ca-lladito ni pío va soltar… ¿tú tam-bién te lo imaginas?, sí ya sé que también querrás verlo. Llorando lagrimones y lagrimones, con la boca llena de mocos, atragantán-dose con las palabras anudadas en su garganta… Pobrecito… Ay, ya ves, tengo corazón de pollo, no, yo no puedo, va resultar que me voy a quedar tiesa, enmudecida… No, definitivamente yo no… ¿Tú po-drías hacerlo?

[léase mientras se escucha: Sugar rhyme / Bonobo]

Kees van Dongen, Mujer fatal